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miércoles, 1 de abril de 2015

Dios usa las pruebas para que aprendamos a confiar en Él. Sin embargo, en vez de confiar en Dios, nos enojamos

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
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                      Una Incredulidad Inconcebible



Exodo 15:22–18:17

La Biblia presenta una larga lista de personas que demostraron su fe en Dios frente a las circunstancias más adversas de la vida. Muchos aparecen como “héroes de la fe” (Hebreos 11). Su convicción llegaba a tal grado que llegaron a estar dispuestos a sacrificar a sus propios hijos y a renunciar a sus familias para ir a tierras extrañas en obediencia a Dios.
Es importante notar que Israel, como nación, no llena los requisitos indicados para ser incluída en dicha lista. A pesar de las abundantes evidencias del cuidado y de la protección de Dios, ellos siguieron dudando y quejándose. Mostraron una incredulidad permanente a pesar de todo lo que Dios había hecho por ellos.
Después de sacarlos de la esclavitud en Egipto, Dios, como el nuevo Señor del pueblo redimido, se reveló ante ellos para enseñarles las nuevas demandas que El exigiría. Se reveló de tres maneras: primero, informalmente, por medio de sus experiencias en el viaje a Sinaí (13–18); después se reveló por medio de la ley (19–24); y finalmente, se reveló a través del tabernáculo (25–40).
En las primeras dos etapas del viaje, Israel había observado la dirección y protección de Dios. Esta obra divina les había ido convenciendo de que debían confiar en Jehová y someterse a Su autoridad. Sin embargo, este efecto no duró mucho. Ya para la tercera etapa del viaje, las nuevas pruebas en lugar de aumentar su confianza en Dios, resultaban en mayores dudas y murmuraciones.

A PESAR DE TANTAS EVIDENCIAS
DE SU CUIDADO Y PROTECCION
ISRAEL TODAVIA NO CONFIABA EN DIOS
TODAVIA SE QUEJABA EN CADA PRUEBA

CUATRO PRUEBAS DE FE:

La Primera Prueba: La Falta de Agua 15:22–27
Después de cruzar el mar, se enfrentaban al primer problema: la falta de agua. El pueblo llevaba tres días viajando por el desierto sin agua. Las condiciones a las que está expuesta una persona que viaja en el desierto son críticas, comenzando por la deshidratación. El pueblo estaba cansado, débil por la falta de alimento apropiado y, por supuesto, por la falta del agua.
Al fin llegaron a un lugar donde podrían abastecerse de agua; este lugar se llama Mara. Pero al tratar de saciar su sed, se dieron cuenta de que el agua que tenían frente a sí era amarga.
En vez de confiar en Dios, comenzaron a murmurar y a quejarse contra Moisés (15:24). Por medio de Moisés, Dios indicó una solución. Ordenó a Moisés que tomara cierto tipo de madera y lo lanzara en el agua amarga. Cuando Moisés obedeció, el agua se endulzó.
Dios usó este incidente como una lección objetiva para enseñarle a Israel que si ellos le obedecían, El les sanaría de todas sus enfermedades (15:26). Este primer problema concluyó cuando Dios les concedió descanso y abastecimiento en Elim con doce fuentes capaces de proveer agua en abundancia.

DIOS LES PROVEYO DE AGUA EN ABUNDANCIA

La Segunda Prueba: La Falta de Comida 16:1–36
Pocos días después se presentó otro problema: la falta de alimento. Dios usó estas pruebas para que aprendieran a confiar en El. Sin embargo, en vez de confiar en Dios, de nuevo se enojaron con Moisés. Al empezar a dudar, volvieron a murmurar. Culparon a Moisés por todos los problemas que estaban sucediendo (16:2–3).
Dios prometió proveer pan del cielo, pero el pueblo tendría que manifestar su dependencia, recogiéndolo conforme a Sus normas divinas (16:4–5). La regla en cuanto al sábado demostraba que esta dieta especial provenía de Dios.
Durante seis días de la semana, sólo podían recoger la porción de un día. Al acaparar más, el resto se agusanaba (16:14–21). Sin embargo, para el séptimo día tenían que recoger una porción doble y guardarla, porque en el día de reposo no habría maná (16:22–30). Siempre había algunos rebeldes que querían probar a Dios. Ellos tuvieron que sufrir las consecuencias naturales de su desobediencia. Así que, todas las semanas, mediante la provisión divina, el pueblo recordaba que era Dios Quien les enviaba el sustento diario. De esta manera vieron la importancia de depender de El y obedecerle.
Además del maná que Dios proveía cada mañana, les dio carne para la primera noche. Inició su provisión con codornices para la cena. De esta manera Dios suplió abundantemente sus necesidades alimenticias. Esta provisión divina serviría para recordarles durante los siguientes cuarenta años, el cuidado de Dios, la importancia de confiar en El y la necesidad de obedecer Su Palabra.

DIOS LES PROVEYO LA COMIDA

¡PENSEMOS!

 ¿Cuál era el principal problema de Israel, que los hacía protestar y quejarse constantemente? ¿Acaso las evidencias del poder de Dios no eran suficientes como para que confiaran totalmente en El?
 También hoy en día muchos de nosotros a menudo confiamos totalmente en nuestro trabajo para suplir nuestras necesidades, sin tomar en cuenta a Dios. Si perdemos el trabajo tratamos de arreglárnoslas como podamos para solventar nuestros problemas. Es sólo cuando ya no podemos, que buscamos la ayuda de Dios. Hasta entonces nos damos cuenta de que debemos depender de El en todo momento.
 ¿Cuántas veces, ante una necesidad grande, ha confiado plenamente en que Dios intervendría? ¿Será esta nuestra reacción acostumbrada? O, será más común murmurar y luchar para ver cómo podemos salir del problema por nuestra cuenta? Señale alguna ocasión cuando haya dejado el problema en las manos de Dios, y otra cuando haya luchado por su cuenta para resolverlo. ¿Qué diferencia ha visto en los resultados? ¿Cuál actitud es la más conveniente?

La Tercera Prueba: Vuelve a Faltar el Agua 17:1–7
A pesar de la diaria provisión de la comida, poco tiempo después volvió a faltar el agua (17:1). Esta era una nueva oportunidad para seguir confiando en Dios, la situación lo ameritaba. Sin embargo, volvieron a dudar y a quejarse contra Moisés (17:2–3). Pero a pesar de la incredulidad del pueblo, Dios proveyó el agua necesaria (17:4–7). Una vez más utilizó a Moisés para dar agua a Israel. Moisés golpeó la peña en Horeb y hubo agua en abundancia para que todo el pueblo bebiera.

DIOS VOLVIO A PROVEER AGUA

El apóstol Pablo comentó acerca de este incidente en 1 Corintios 10:1–13. Señala la importancia de evitar la actitud del pueblo de Israel. De esta experiencia podemos aprender por lo menos tres lecciones. En primer lugar, se destaca la importancia de confiar en Dios. En segundo lugar, tenemos un ejemplo de lo que la dureza de corazón puede hacer, aun en medio del pueblo de Dios. Finalmente, se observa el peligro de una congregación mixta. Había entre ellos muchas personas que no confiaban personalmente en Dios; su influencia corrompió a los demás.

¡PENSEMOS!

 También nosotros debemos estar atentos a estas tres lecciones de la historia del pueblo de Dios. Haga una lista de las tres lecciones. Señale circunstancias actuales en que su vida espiritual pudiera estar afectada por cada una de ellas. ¿Qué hay que hacer para evitar estos peligros?.

La Cuarta Prueba: La Confrontación del Enemigo 17:8–15
Mientras acampaban en Refidim, los israelitas tuvieron que afrontar por primera vez la presencia de un enemigo. Fueron atacados por los amalecitas (17:8). Para demostrar que Dios peleaba por ellos y que la victoria era Suya, Moisés, Aarón y Hur subieron a la cumbre de un monte, mientras que Josué permaneció abajo con los hombres para pelear.

DIOS PELEABA POR ISRAEL

Dios utilizó a Moisés para darle la victoria a Israel. Al sostener Moisés la vará de Dios en alto, Israel ganaba; al bajarla, prevalecía Amalec. Por eso, Aarón y Hur tuvieron que ayudarle a Moisés a sostener los brazos en alto. Fue necesario que Moisés se sentara sobre una roca para aguantar en esta posición. De esa manera Dios les demostró que la victoria era Suya (17:9–13).
Dios ordenó que la historia quedara grabada. Borraría del mapa a los amalecitas, pero no quería que fuera olvidada Su intervención divina cuando pelearon contra los israelitas (17:14–16). Fue así que se edificó allí un altar con el nombre de “Jehová-nisi”, que quiere decir “Dios es mi estandarte” para que se acordaran siempre de que Dios sería su protector en las batallas. La fidelidad de Dios en esta lucha habría de aumentar su confianza en El en batallas posteriores.

DIOS CONTROLA LA HISTORIA
AUN FRENTE A LOS ENEMIGOS PAGANOS
MAS FUERTES

LA VICTORIA DEPENDE DE LA CONFIANZA
EN DIOS Y LA OBEDIENCIA A SUS CONDICIONES

DELEGACION DE RESPONSABILIDADES 18:1–27

A medida que Moisés seguía su marcha por el desierto junto con el pueblo de Israel, Dios le concedió muchas victorias. No obstante, era obvio que cada vez le era más difícil llevar la administración, de todos los asuntos del pueblo por sí mismo. Dios utilizó la visita de su suegro para darle un sabio consejo.
Jetro tenía conocimiento de las grandes proezas que Dios había obrado a través de Moisés. Venían con él la esposa de Moisés y sus dos hijos (18:1–6). Moisés le contó todo lo que Dios había hecho por Israel. Al escuchar la historia, Jetro alabó a Jehová y lo reconoció como el Dios soberano, mayor que todos los dioses.
Al día siguiente, mientras Jetro observaba las actividades que realizaba Moisés, se dio cuenta de que Moisés administraba todo sin ayuda de los demás (18:13–14a). Así que, le dio un consejo lleno de sabiduría; debería buscar hombres idóneos para compartir el trabajo con ellos (18:14b–27).
Jetro le hizo dos preguntas claves. Primero quiso saber qué hacía. Esta pregunta se refería a sus prioridades. En seguida, Jetro quiso saber por qué lo hacía todo sin ayuda. Ambas preguntas son legítimas para cualquier ministerio en la obra de Dios. Tenemos que preguntarnos qué estamos haciendo y por qué no nos están ayudando otros, si es el caso.
La respuesta de Moisés parece lógica e incluso bastante común; “Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios”. Es decir, Moisés contesta que él atiende a todos porque lo buscan … ¿Qué más puede hacer? Moisés necesita ayuda; necesita un plan para ser librado del yugo de los deseos de la multitud. La solución es precisamente entrenar a otros para que le ayuden en su ministerio.
Jetro mismo reconoció la importancia de cumplir con dos condiciones fundamentales para que el plan resultara. En primer lugar, Dios tenía que aprobarlo. No importa qué tan bueno parezca un plan humano, éste no resultará sin el consentimiento de Dios (18:19a y 18:23). La segunda condición que Jetro señalo fue que el plan sólo habría de producir el fruto deseado si los hombres elegidos eran hombres espirituales, dignos de confianza (18:21). De no ser así, tampoco resultaría.
Moisés, el líder del pueblo de Israel debía establecer dos prioridades fundamentales para su ministerio personal. Tendría que dedicarse a la intercesión por los demás (18:19). Además, debería capacitar a los discípulos elegidos (18:20). Cuando se presentara un caso difícil para Ios otros, Moisés podría juzgarlo, así ellos aprenderían de su ejemplo.
El sistema administrativo resultó impresionante. Si se añadían a estos líderes los doce príncipes de cada tribu más los setenta aocianos, suponiendo que los jefes de diez fueran responsables por diez jefes de familia, tenemos un plan de discipulado realista. Ningún líder tendría que responsabilizarse por enseñar a más de doce personas. ¡Desde los días de Moisés ya existía un plan de discipulado personal! Esto posibilitó el crecimiento espiritual de más de dos millones y medio de personas. Muchos líderes que se encuentran saturados de trabajo en la obra de Dios hoy, podrían aprovechar esta lección. Dios nunca pidió que el líder espiritual llevara toda la carga sin ayuda.

  EL LIDER ESPIRITUAL TIENE DOS PRIORIDADES FUNDAMENTALES:
   *      INTERCESION-ORACION
   *      CAPACITACION-DISCIPULADO

¡PENSEMOS!

 ¿Tiene usted alguna responsabilidad dentro de la iglesia? Vale la pena que considere las preguntas de jetro: “¿Qué está haciendo?” “¿Por qué lo está haciendo solo?”
 Dedique unos minutos para definir las prioridades que usted ha tenido en su ministerio. ¿Qué está haciendo para la obra de Dios? ¿Es usted víctima de muchos que lo asedian, o controla su trabajo de acuerdo con sus dones? Si no ha tenido ningún ministerio en la iglesia todavía, ¿qué cree que Dios desea que usted haga?
 ¿Está llevando a cabo su ministerio a solas? ¿Quién más podría ayudarle en este ministerio? Anote por lo menos un nombre de alguien a quien pudiera involucrar y capacitar. Empiece a orar por esta persona y busque las oportunidades para involucrarla y capacitarla.
 ¿Habrá alguna otra implicación para su propio ministerio basada en el consejo de Jetro? ¿Qué más debe hacer?

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miércoles, 25 de febrero de 2015

Nosotros podemos aparentar o encubrir las tentaciones espirituales como un resultado de nuestros sufrimientos y problemas

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
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Dios Te Ayuda con Tus Problemas


A. Nos gustan las ofertas: sweater regalado, pantalones 95 centavos, traje, 95 centavos. auto "regalado"
1. Negociamos con la gente: ¿Piden $2000 por el carro? ¡les ofrecemos $1400!
2. A veces, alguien dice, "pagaste demasiado. Yo compré lo mismo en la mitad del precio".

B. Así algunos ven la salvación: ¿cual es el mínimo precio que pueden pagar y todavía ser salvos?
1. Es como si en el cielo quisieran decir: llegué al cielo y solamente tuve que mojarme un poco y asistir unos pocos servicios. ¡Qué oferta!
a. Alguien respondería, "¡Caramba, yo tuve que estudiar, dejar mis padres, sufrir burlas!
b. ¿contestarían? "Tu eras insensato. Pagaste demasiado."
2. Quieren la salvación más barata posible. Si tienen que pagar, quejan

C. Así era en los tiempos de Jesús: Los apóstoles querían que el camino de Dios fuera fácil.
D. Mateo 16:21-28 Pedro ha acabado de dar su gran confesión. la belleza
1. Después de algún exito, de algún triunfo es cuando debemos tener más cuidado
Ahora, inmediatamente después, mete la pata en la boca y vuelve atrás.
2. Vs. 21 "Va a ser duro, prepárense."
3. Pedro, vs.,22, "no es para tanto"
a. hoy algunos dicen : "es facil ser cristiano"
b. "No cuesta tanto, puede seguir haciendo más o menos lo que has hecho siempre."
c. Bautizarse, llegar el domingo, toma la cena, suficiente, no lo tome tanto en serio.
3. Jesús vs. 23 habla fuerte
a. Los que tratan de decir que no importa tanto, no importa tanto visitar el hospital, llamar a enfermos, dar actos de servicio, asistir los servicios. ESTAN TOMANDO EL LUGAR DE SATANAS
4. Comenzando con Vs. 24 tres puntos fundamentales: en cuanto a lo que significa ser discípulo, y los resultados de hacerlo.

I. Negar a si mismo (No tomar en cuenta nuestro propio bienestar, sino el de Dios) A. Ilustraciones: Hombres del "Secret Service", los guardaespaldas del presidente
1. Son adiestradas a echarse frente al presidente para tomar las balas que sean dirigidas hacia él. Tienen que estar dispuestos a negarse a si mismos.
2. Hay padres que mueren por sus hijos.

B. Así tenemos que hacer para Dios: Como los hombres del servicio secreto están preparados para sacrificar todo para él.
1.Algunos niegan un buen puesto porque no piensan poder servir bien a Cristo.
a. Un hermano fue ofrecido sueldo casi doble, iba a tener que llevar a sus hijos donde no hubo congregación fuerte. Lo negó.
2. Ser popular: para muchos significa reirse de chistes no sanos, ir a lugares no sanos. No podemos, tenemos que negar a nosotros mismos y la popularidad.
CUANDO USTED HA NEGADO A SI MISMO? ¿Cuando ha negado alguna diversión? ¿algún beneficio económico?
C. ¡Es lo que hizo Cristo por nosotros! ¡Negó a si mismo! ¿Le convenía dejar el cielo? ¿morir en la cruz?
1. Fil . 2:5-8

D. ¿Usted quiere una vida fácil como crisitano? Imposible,
1. Ser cristiano significa negar a nosotros mismos. Ya no somos numero uno.

II. Tomar su cruz
A. Es un modismo tomado de lo que exigieron de los criminales condenados a la muerte
1. significa llevar alguna carga pesada y dolorosa

B. ¡Al negarnos a nosotros mismos, tendremos cargas dolorosas y pesadas!
1. Se oyen las siguientes lamentaciones: "Me es dificil ser cristiano". mis amigos se burlan de mi", "no me ayudan"
"mis familiares no me ayudan".
a. Hay problemas entre hermanos, algunos me acusan mal
b. Sufro de una enfermedad, murió mi marido
2. Son nuestras cruces

C. Por más que la carguemos, más fuertes llegaremos a ser
1. Los bloques para albañil me llegaron a ser menos "pesadas" depués de trabajar algunos meses con él.

D. La clave es, no bajar la cruz, rendirse, sino seguir cargando.

E. Una Señora en Nueva York, enojada con Dios porque su marido murió. Su hermana sufriendo una enfermedad dolorosa.
1. Ella no comprendió las promesas de Jesús
2. Dios permite el sufrimiento - No siempre entendemos completamente por qué
3. Sí, entendemos que este sufrimiento nos ayuda a buscar algo mejor
4. ¿Usted está tentado a bajar la cruz? No lo haga

III. Sigueme A. ¿Adonde Cristo le guia? ¿al bar, al teatro con películas feas?
1. NO, Le guía a la casa de un enfermo, de un debil, a los servicios, a la funeraria
2. Le guía orar de rodillas al Padre celestial.

B. Imitarle
1. Como Niño, me gustaba sentarme en la primera banca con mi padre. Le observé. Al cruzar él las piernas, yo hice lo mismo. Al tomar él el himnario yo lo hacía también (sin saber leer).
2. Debemos analizar a Jesús, su vida. Luego, al llegar a tener problemas en nuestras propias vidas, debemos preguntar ¿qué haría Jesús?

¿Los resultados? Hay 2 A. Encontramos la vida (vs. 25)
1. salvar es perder, perder es salvar - una paradoja
a. El que ama su vida más que Dios, no va a saber lo que es su vida, no va a aprender el propósito de ella. Por tanto su vida no va a significar nada.
2. Solamente al entregar nuestra vida a Dios, llegamos a saber quiénes somos. Solamente entonces llegamos a gozarnos verdaderamente de la vida, sabiendo porque estamos aquí.
3. La confusión, la depresión, viene de no entregar la vida a Dios.
4. El propósito, la esperanza viene por entregarnos a Dios.
5. Si usted está confundido, y no sabe adonde va...
a. No ha entregado la vida completamente a Dios.
b. Quiere quedarse con un poco del mundo, quiere que su voluntad sea la que gana en ciertos asuntos.
c. Mientras siga así no va a encontrar la esperanza.

B. La vida eterna para el alma (vs. 26,27)
1. ¿Para qué seguir obstinado? con la actitud, "mi vida es mia," "no voy a sujetarme a la voluntad de Dios."
a. aunque gane el mundo, riquezas, más bella, el mandamás....
b. ¡va a perder el alma!
c. No sea obstinado:

Conclusión: ¿Usted quiere la salvación barata? ¡imposible! A. Tiene que:
1. Negar a si mismo
2. tomar su cruz
3. Seguir a Cristo

B. ¿Los resultados?
1. Llegará a conocer la vida
2. Tendrá vida eterna.

C. ¿Qué debe hacer?
1. Si ya es cristiano, ¡dedíquese a Cristo diariamente!
2. Si no es cristiano, ¡Tiene que dar la vida a Cristo! NO puedo decir: "quiero una oferta, la salvación facil."
3. Primeros pasos: Hechos 2:38 - ¿Quiere arrepentirse y bautizarse para perdón de los pecados?





"El hombre nacido de mujer, vive por pocos días, y hastiado de sinsabores". [Job 14:1]. Cuando pensamos en la aflicción y sufrimiento del que habló estas palabras podemos entender bien el significado de esto. Diferentes personas tienen diferentes clases de problemas, y tal parece que algunos tienen más problemas que otros. Pero todos nosotros sabemos por experiencia personal, y por la consideración de las experiencias de aquellos a quienes conocemos, que esta declaración de Job es verdad.
Los sufrimientos nos conciernen, no exactamente porque la fatiga misma o la injusticia misma cree una carga para llevar, sino también porque nosotros podemos aparentar o encubrir las tentaciones espirituales como un resultado de nuestros sufrimientos y problemas. Podríamos ser tentados para sentir los esfuerzos que nosotros aparentemente justificamos cometiendo actos que nosotros sabemos que son pecaminosos. Peor aún, nosotros podríamos venir a vernos tan desalentados o desanimados que culpamos a Dios por nuestros sufrimientos y problemas o pérdida de la fe en El o comienzo de las dudas de Su bondad y misericordia. Como dijo la esposa de Job, "¿Aún persistes en tu integridad? Maldice a Dios, y muérete" [Job 2:9].
El propósito de este estudio es examinar las respuestas bíblicas a las preguntas que la gente siempre hace acerca de su sufrimiento o del de los demás. ¿Por qué sufre la gente? ¿Hay algo bueno que pueda venir del sufrimiento? ¿Es posible soportar el sufrimiento fielmente? ¿Cómo nos ayuda Dios a soportar la injusticia, el sufrimiento, las privaciones y las dificultades?

Pregunta #1: ¿Por Que Sufre la Gente?


La Enseñanza Bíblica

La gente sufre por varias y exclusivas razones. No hay exactamente una razón para el sufrimiento.
Algunas personas que han pecado sufren como consecuencia de su propio pecado. El rey Saúl vivió una vida miserable y eventualmente murió asesinado por su rebelión contra Dios [1 Crón. 10:13-14]. Judas también murió asesinado por él mismo a causa de su falta o pecado por traicionar al Señor [Mat. 27:3-5]. Alguna gente piensa que ésta es la única razón por la cual la gente siempre sufre, pero veremos que hay también otras razones.
Algunas veces la gente justa y correcta sufre como una consecuencia del pecado de otra gente. Siempre la gente malvada se reciente de la vida de los justos y los persiguen. Muchos pasajes describen esto.
1 Pedro 4:12-16 - Precisamente pienso que no sufrimos como una consecuencia de nuestro propio pecado [v. 15], aún así no deberíamos pensar y extrañarnos de esto si se nos va a reprochar y vamos a sufrir como Cristianos.
1 Pedro 2:19-23 - En esto, estamos siguiendo los ejemplos de Jesús quien no cometió pecado de ninguna clase, y aún así fue perseguido y asesinado por la gente malvada. Por lo tanto, nosotros podríamos sufrir, no por nuestras propias faltas, sino cuando hacemos algo bueno.
Juan 15:18-20 - El trato que Jesús recibió nos advierte del trato que nosotros podemos esperar. El mundo le odió y le persiguió, y esto mismo harán a Sus siervos.
2 Corintios 11:23-26 - La vida de Pablo muestra que los seguidores de Jesús verdaderamente siempre son perseguidos.
Hechos 11:35-38 - En efecto esto siempre ha sido verdad que la gente justa será perseguida.
2 Timoteo 3:10-12 - Todos los que viven piadosamente en Cristo sufrirán persecución.
[Véase también 1 Tes. 3:2-4; Hch. 14:22; Juan 16:33].
Toda la gente sufre como consecuencia del pecado de Adán y Eva. Dios decretó que, a causa de su pecado, hombres y mujeres tendrían muchas personas, sufrimientos, dificultades, y eventualmente la muerte [Gén. 3:16-19]. Toda la gente desde ese momento ha sufrido estos mismos problemas. En particular, a causa de Adán, toda la gente muere [1 Cor. 15:22; Heb. 9:27]. Mucho del sufrimiento de la gente, consecuentemente, no puede ser atribuido a algún pecado en particular cometido por ellos o de alguna persona ahora en nuestros días. Esto es exactamente el aporte común del género humano a causa del pecado que hay y que está en el mundo. [Nota: Esto no significa que el hombre nace con pecado por el pecado de Adán o que el hombre será castigado eternamente por eso-Ezeq. 18:20; 2 Cor. 5:10. Sino que nosotros sufrimos en esta vida a causa de eso].
Algún sufrimiento es una forma de tentación de Satán. Muchos pasajes declaran que Satán es responsable del sufrimiento de cierta gente. Job 1:1-2:10 expresamente declara que el sufrimiento de Job fue una tentación de Satán. [Véase también 2 Cor. 12:7-10; Luc. 13:16; Hch. 10:38].

Lecciones Que Deberíamos Aprender

El sufrimiento no está limitado a aquellos quienes son malos. Alguna gente piensa que únicamente la gente mala es la que sufre. Si la gente es justa y correcta, Dios está en el otro lado y eliminará todos sus sufrimientos. Esto indica que, si una persona está sufriendo, debe ser a causa de que ha cometido algún pecado del cual necesita arrepentirse. Esta era la teoría de los amigos de Job [Job 4:7-9], y refutando esta idea es una parte principal del tema del libro. Esta misma falsa doctrina es enseñada por muchos quienes llevan al pueblo a creer que Dios seguramente eliminará todos sus problemas si ellos están justamente con El.
Pero hemos aprendido que aún la gente justa sufre. Esto es importante por las siguientes razones:
* No deberíamos pensar que hemos sido culpables de pecado cada vez que tenemos un problema. Deberíamos examinar nuestras vidas porque podria ser que estamos sufriendo a causa del pecado. Pero deberíamos también pensar que posiblemente estamos sufriendo por otras razones, a pesar de que somos justos. Nunca deberíamos rechazar un curso de conducta lo cual enseña la Biblia exactamente porque podríamos sufrir cuando no lo obedecemos.
* No deberíamos venir ha ser Cristianos pensando en que automáticamente se resolverán todos nuestros problemas. Si esto es nuestro motivo y razón, podríamos también caer de nuevo cuando vengan las dificultades y las privaciones.
* Deberíamos pensar en que el sufrimiento es una parte de la vida Cristiana. Se nos ha mandado a continuar en nuestra fe y fielmente exactamente como también se nos ha mandado a estudiar la Biblia, a orar, a adorar, etc. Deberíamos suponer que esto ha de venir, por lo que nuestra fe no debería sufrir ningún tipo de desequilibrio cuando vengan los problemas. Deberíamos pensar en que los Cristianos fieles de todas las épocas han sufrido, por lo tanto nosotros no somos los únicos que tenemos problemas.
Dios no es el responsable de la existencia del sufrimiento. El primero y el último responsable del sufrimiento es Satan quien tentó al hombre para que pecara y en esta forma traer el pecado al mundo. El segundo responsable del sufrimiento es el hombre, nosotros mismos, quienes hemos permitido que la tentación venga a nosotros para cometer pecado y luego llevarnos al sufrimiento. Sí, Dios trajo el sufrimiento en castigo por el pecado, pero esto no significa que El debería ser el responsable como si esto fuera Su culpa, ahora un padre debe ser responsable cuando debe castigar la rebelión de su hijo. Recuerde, si usted responsabiliza a Dios y le rechaza a El porque usted está sufriendo, entonces usted está haciendo exactamente lo que Satan quiere que usted haga, y él te está destruyendo. La única forma de frustrar a Satán y de venir a ser fuertes ante las dificultades es manteniendo nuestra fidelidad en Dios en lugar de esto.

Pregunta #2: ¿Puede el Sufrimiento Tener Buenos Resultados?


"Ha sido un bien para mí el haber sido humillado, para que aprendiera tus estatutos" [Sal. 119:71]. [Véase también v. 67 y Heb. 12:10-11]. Usualmente cuando sufrimos únicamente podemos ver los problemas que ello envuelve. Ciertamente si nosotros no nos sobreponemos a las dificultades y pecamos como un resultado de ello, entonces los problemas y los sufrimientos vienen a ser peligrosos y perjudiciales. Pero si nosotros permanecemos fieles, hay resultados favorables que pueden ocurrir. Consideremos unos pocos.

El Sufrimiento Nos da la Oportunidad de Probar Nuestro Amor y Fidelidad Hacia Dios

1 Pedro 1:6-7 - Así como el oro es purificado y probado pasándolo por el fuego, de la misma manera la genuinidad de nuestra fe es probada cuando vamos de principio a fin en nuestras pruebas y exámenes. Si únicamente la gente que está fuera de Cristo sufriera, y los Cristianos en ningún momento, toda la gente querría ser Cristiana para evitar sus problemas terrenales, y no porque ellos realmente amaran y creyeran en el Señor. El hecho de que los Cristianos sufren también significa que el sufrimiento "separa al hombre de su estado de niño" - esto muestra quienes son los que tienen la voluntad de permanecer fieles aún cuando sea muy difícil el hacerlo.
Hechos 5:40-42 - Deberíamos regocijarnos en nuestros problemas, sufrimientos y pruebas porque ellos son una oportunidad para probar a Dios, a nosotros mismos, y a otros que nosotros, realmente amamos y creemos en Dios.

El Sufrimiento Produce Crecimiento Espiritual

Santiago 1:2-4 - Consideremos el gozo cuando nos encontremos en pruebas porque esto indicará nuestra paciencia y cumplimiento en el servicio a Dios. ¿Quién desarrollará la paciencia cuando su paciencia nunca ha sido probada?
Romanos 5:3-5 - Regocijémonos en las tribulaciones porque ellas producen paciencia [fidelidad], carácter probado, y esperanza. Aún en el reino físico ¿cuáles huesos y músculos son los más fuertes? Los que se encaran a la mayoría de la injurias, sufrimientos y dificultades. Si usted coloca un bloque de hielo y un bloque de arcilla, uno es derretido y el otro es endurecido. Esto quiere decir que las pruebas vencen a alguna gente pero fortalecen a otras.

Sufriendo Nos Guardamos de la Humillación y Dependemos de Dios

2 Cor. 1:8-10 - La aflicción le enseñó a Pablo a no confiar en él mismo, sino en Dios. Dios repetidamente ha permitido que ellos encaren guerras, hambres, y opresiones cuando ellos vienen a ser independientes y abandonan su confianza en él. Siempre el resultado es hacer que la gente vea su necesidad de Dios.
2 Cor. 12:7-10 - Aunque la "espina en la carne" de Pablo era un mensajero de Satanas, aún así Dios permitió esto y que permaneciera para guardar a Pablo de llegar a exaltarse porque él había recibido muchas revelaciones. De tales debilidades, Dios puede producir gran fortalecimiento.
Una de las más grandes demostraciones del poder de Dios es la forma en que El es capaz de tomar los problemas cuando Satán los pone en nuestras vidas para agraviarnos aún así Dios los usa para verificar lo bueno para nosotros. El más grande ejemplo de esto es la muerte de Cristo, lo cual Satán intentó como derrota para Dios y todo el género humano, pero al final fue la salvación de todo el género humano. Así Dios puede tomar aún las pruebas que Satán nos envía para agraviarnos, y hace que ellos vengan hasta el final para algo bueno en nosotros [Rom. 8:28]. Pero esto se realiza unicamente si nosotros permanecemos fieles.

Pregunta #3: ¿Que Seguridad Hay de Que Nosotros Podamos Soportar?


En frente de las aflicciones podríamos pensar, "Ya no puedo más". Podríamos convencernos nosotros mismos de que es imposible esperar el que alguien continúe bajo estas circunstancias sin pecar. También podríamos justificarnos a nosotros mismos por la desobediencia a Dios. Pero consideremos lo que la Biblia enseña para con los que pueden soportar.

Promesas Bíblicas

1 Cor. 10:13 - Dios no permitirá que tu te enfrentes a la tentación más allá de lo que puedas soportar. Cada tentación estará acompañada con la vía de escape para que la puedas soportar. Esto significa que nosotros podemos enfrentar cada prueba y problema sin pecar. Si usted piensa que "no lo puede hacer" qué dirá Dios, si usted justifica su desobediencia a Dios, usted ha creído a la mentira del diablo. Lo que deberíamos hacer es dejar de mirar y buscar excusas y tratar de encontrar la vía de escape.
Salmo 34:19 - "Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas le librará Jehová". No es que Dios quite todas las aflicciones, sino que El hace seguro el que nosotros podamos soportarlas fielmente - todas ellas.
Romanos 8:35-39 - Ninguna tentación o problema de la vida terrenal puede separarnos de Dios. En todas ellas, somos "más que vencedores". Si la tentación no puede hacer que caigamos o pequemos, nosotros ciertamente vendremos a ser "vencedores". Pero somos mas que vencedores porque el problema puede actualmente hacernos fuertes - mejor gente. [Véase también 1 Ped. 4:8-9; Sant. 4:7; Efe. 6:10-18].

Ejemplos Bíblicos

No solamente la Biblia promete que nosotros podemos soportar fielmente, sino que nos da ejemplos de mucha gente que así lo hizo. Si ellos lo hicieron, nosotros también podemos.
Santiago 5:10-11 - Job y los profetas del Antiguo Testamento son nuestro ejemplo de sufrimiento. ¿Tenemos que sufrir tanto como Job? Ciertamente no. Aún así él permaneció fiel y nosotros también podemos.
2 Timoteo 1:8 - Pablo sufrió grandes persecuciones por el Señor, y nosotros tomaremos parte en estos sufrimientos [2 Cor. 11:23-28]. Si él soportó sin caer, nosotros también podemos. El es el ejemplo que nosotros deberíamos imitar [1 Cor. 11:1].
Hebreos 12:1-4 - Jesús [y los fieles del Antiguo Testamento] es testigo de que nosotros podemos estar bajo estas circunstancias, pero no somos tentados en una forma tan mala como lo fueron. [Véase también 1 Ped. 2:19-23]. Todos estos ejemplos muestran que Dios guardará Su promesa de ayudar a Su pueblo a soportar fielmente.

Pregunta #4: ¿Que Bendiciones Prueban Que Dios nos Ayuda A Soportar?


"Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones" [Sal. 46:1]. Dios ha prometido dar ayuda para que nosotros podamos tener fuerza para soportar, pero nosotros debemos hacer uso de las clases de ayuda que El provee. Vamos a resumir un poco las formas como Dios provee ayuda.

La Biblia

Romanos 15:4 -"...a fin de que por medio de la paciencia y de la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza". Estamos listos y ya hemos aprendido las varias formas como las Escrituras ayudan, confortan y fortalecen a cada uno de nosotros cuando estamos sufriendo:
* Ellas enseñan y ayudan a entender que hemos de sufrir.
* Ellas nos ayudan a realizar lo bueno que puede resultar de nuestro sufrimiento.
* Ellas nos dan seguridad de que nosotros podemos soportar.
* Ella nos da ejemplo de otros que soportaron.
* Ella da evidencia de la sabiduría de Dios, poder, y fidelidad a sus promesas. Esto fortalece nuestra fe de que Dios puede y nos ayudará a fortalecernos.
Pero la Biblia no da a nadie esta ayuda a menos que la leamos y la estudiemos regularmente.

La Oración y la Adoración

Sant. 5:13 - "¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración".
Filip. 4:6-7 - "Por nada os inquietéis, sino que sean presentadas vuestras peticiones delante de Dios mediante oración y ruego con acción de gracias..." [1 Ped. 5:7; Mat. 7:7-11].
Estos pasajes no prometen que Dios garantiza el quitar nuestros problemas, pero si promete que El proveerá la fuerza necesaria para continuar fieles en caso de problemas. Jesús y Pablo ambos oraron acerca de los problemas, y Dios respondió las oraciones, pero el problema no fue quitado. En lugar de eso, Dios les dio fortaleza para soportarlos [Mat. 26:36-46; 2 Cor. 12:7-10].

Otros Cristianos

2 Cor. 1:3-4 - No es únicamente Dios el que puede confortarnos, sino que también lo pueden hacer otros Cristianos. Y nos esforzaríamos confortando a otros.
Gálatas 6:2 - "Sobrellevad los unos las cargas de los otros".
Los Cristianos nunca permitirán que otro Cristiano sufra solo por problemas serios cuando nosotros podemos ayudarlo. Uno de los mejores lugares para conseguir coraje en lugar de confusión es la adoración pública en la asamblea [Heb. 10:24-25]. Otra vez, sin embargo, debemos venir a las reuniones y hablar con otros Cristianos para adquirir la ayuda que necesitamos. [Véase también 1 Cor. 12:26; 1 Tes. 5:11, 14].

La Esperanza de la Vida Eterna

Rom. 8:16-18 - Somos herederos de Dios SI nosotros sufrimos con Jesús. El sufrimiento de esta vida no merece aún el ser comprado con la gloria futura que nos espera.
2 Cor. 4:16-17 - Las aflicciones ahora son luz y temporalmente compradas a la gloria eterna.
Sant. 1:12 - El hombre que soporta es bendecido porque el resultado será una corona de vida.
Mateo 5:10-12 - Gozaos y alegraos [no acongojarse y lamentarse] cuando seamos perseguidos, porque usted está sufriendo como siempre lo ha hecho el pueblo de Dios. Y alegraos porque vuestro galardón es grande en los cielos. [2 Tim. 1:11-12; 2:12; 1 Ped. 1:3-7].

Conclusión

Los Cristianos fieles sufrirán. Aún así la vida cristiana es la mejor porque únicamente la fe cristiana tiene la seguridad de que nosotros podemos soportar, y de que Dios nos ayudará, que el resultado será para nuestro bien, y que al final tendremos la vida eterna.
"Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" - Filip. 4:13. [Véase también el Salmo 23].
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martes, 3 de febrero de 2015

Se necesitan más que oídos físicos para oir la voz de Dios; también se requiere un corazón receptivo

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



 
 
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¿Hay Alguien que Preste Atención?

Hebreos 1:1–3

Un inglés fue a ver al otólogo para que le revisara el oído. El doctor se le quitó el audífono que el hombre llevaba puesto en el oído. La audición del paciente mejoró inmediatamente, pues había llevado tal dispositivo por más de 20 años en el oído que no lo necesitaba.

Una vez le pregunté a un pastor: —¿Tiene en su iglesia un ministerio para sordos?
Él contestó: —A veces pienso que toda la iglesia lo necesita, pues parece que no me escuchan.

Hay diferencia entre escuchar y oir de verdad. Jesús a menudo decía: “El que tiene oídos para oir, oiga”. Esto quiere decir que se necesitan más que oídos físicos para oir la voz de Dios; también se requiere un corazón receptivo: “Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones” (Hebreos 3:7, 8).

Muchas personas no han querido estudiar la Epístola a los Hebreos y, por consecuencia, han perdido ayuda espiritual práctica. Algunos han evitado este libro porque sienten miedo al leer una serie de advertencias que se encuentra en él. Otros lo han rehuido porque piensan que es demasiado difícil para la mayoría de los estudiantes de la Biblia. Por supuesto, en Hebreos hay algunas verdades profundas, y ningún predicador o maestro debe atreverse a decir que las conoce todas. Pero el mensaje del libro es claro y no hay razón para no entenderlo y recibir provecho de él.

Tomar en cuenta las cinco características de la Epístola a los Hebreos, tal vez sea la mejor manera de comenzar nuestro estudio.

Es un libro de evaluación
La palabra “mejor” (“mejores” o “superior”) se usa 13 veces en este libro, y por medio de ella el escritor demuestra que Jesucristo y la salvación son superiores al sistema religioso de los hebreos. Cristo es “superior a los ángeles” (Hebreos 1:4). El introdujo “una mejor esperanza” (7:19), porque “es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas” (8:6). (Nota también el uso de la palabra “mayor” 7:7.)

Otra palabra que se repite en la epístola es “perfecto”, usada en el griego 14 veces. Significa una posición perfecta ante Dios, la cual nunca podría obtenerse por medio del sacerdocio levítico (7:11), ni por la ley (7:19), ni por la sangre de los sacrificios de animales (10:1). Jesucristo se ofreció a sí mismo como único sacrificio por el pecado, haciendo “perfectos para siempre a los santificados” (Hebreos 10:14).

Así que, el escritor contrasta el sistema de la ley del Antiguo Testamento con el ministerio de la gracia del Nuevo Testamento. Aclara que el sistema religioso de los judíos era temporal y que no podía ofrecer las cosas mejores y eternas que se encuentran en Jesucristo.

“Eterna” es la tercera palabra importante en el mensaje de Hebreos. Cristo es el “autor de eterna salvación” (5:9). “Habiendo obtenido eterna redención” (9:12) a través de su muerte, comparte con los creyentes “la promesa de la herencia eterna” (9:15). Su trono y su sacerdocio son para siempre (1:8; 5:6; 6:20; 7:17, 21). “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos” (13:8).

Al considerar el uso de estas tres importantes palabras, se puede ver que Jesucristo y la vida cristiana que nos da son mejores porque estas bendiciones son eternas y nos dan una posición perfecta ante Dios. El sistema religioso bajo la ley de Moisés era imperfecto, ya que no podía proveer la redención eterna de una sola vez y para siempre.

Pero, ¿por qué el escritor les pide a sus lectores que evalúen su fe y lo que Cristo les ofrece? Porque estaban pasando por tiempos difíciles y estaban tentados a volver a la religión de los judíos. El templo todavía existía cuando esta carta fue escrita, y los sacerdotes aún efectuaban diariamente todas las ceremonias. ¡Cuán fácil les hubiera sido a estos creyentes judíos escapar de la persecución regresando al sistema antiguo que habían conocido antes!

Estos hermanos eran la segunda generación de creyentes, puesto que habían sido ganados para Cristo por los que conocieron al Señor durante su ministerio terrenal (2:3). Eran verdaderos creyentes (3:1), y no meros profesantes. Habían sido perseguidos por causa de su fe (10:32–34; 12:4; 13:13–14), y a pesar de ello, habían ayudado a otros que sufrían (6:10). Pero los que enseñaban doctrina falsa los estaban seduciendo (13:9), y corrían el peligro de olvidar la Palabra verdadera que sus primeros líderes, ahora muertos, les habían enseñado (13:7).

Lo lamentable acerca de estos creyentes es que se habían estancado espiritualmente y estaban a punto de retroceder (5:12). Algunos aun habían descuidado los servicios regulares de adoración (10:25), y no estaban progresando espiritualmente (6:1). En la vida cristiana, si no se avanza, se retrocede; pues no se puede mantener una posición estática.

El escritor de Hebreos les pregunta: “¿Cómo pueden volver a su religión anterior? Tan sólo deténganse a evaluar lo que tienen en Cristo Jesús, el cual es mejor que cualquier cosa que tuvieron bajo la ley”.
El libro de Hebreos exalta la persona y la obra de Jesucristo, el Hijo de Dios. Cuando el creyente comprenda lo que tiene en él, y por medio de él, no deseará a nadie más ni nada más.

Es un libro de exhortación

El escritor dice que esta carta es “la palabra de exhortación” (13:22). La palabra griega traducida “exhortación” significa ánimo. Se traduce como “consolación” en Romanos 15:4 y varias veces en 2 Corintios (1:5–7; 7:7). Está relacionada con la palabra griega “Consolador”, en Juan 14:16, donde se refiere al Espíritu Santo. Esta epístola no fue escrita para atemorizar a la gente, sino para animarla. Se nos manda “animarnos día tras día unos a otros” (Hebreos 3:13, NVI), y se nos dice que debemos ser “grandemente animados” en Jesucristo (6:18, LBLA).

Aquí tenemos que contestar la pregunta: ¿Y qué acerca de las cinco advertencias terribles que se encuentran en Hebreos? (Ve las cinco exhortaciones en la página 14 de este capítulo.)

En primer lugar, estos pasajes no son realmente advertencias. En el Nuevo Testamento tres palabras griegas se traducen como advertencia. La única de las tres que se encuentra en la Epístola a los Hebreos se traduce “advirtió” en 8:5 en relación con Moisés, y “amonestaba” en 12:25. En 11:7 se traduce “advertido” en cuanto a Noé “siendo advertido por Dios”. Pienso que la mejor descripción de las llamadas cinco advertencias es la que se da en Hebreos 13:22—“exhortación” (o “ánimo”, según otras versiones). Esto no disminuye la seriedad de esas cinco secciones del libro, sino que nos ayuda a entender su propósito: Animarnos a confiar en Dios y obedecer su Palabra.

La epístola comienza con una declaración importante: “Dios… nos ha hablado por el Hijo” (Hebreos 1:1, 2), y casi al final del libro dice: “Mirad que no rechacéis al que habla” (12:25, LBLA). En otras palabras, el tema de Hebreos parece ser: Dios ha hablado; tenemos su Palabra; ¿qué vamos a hacer con ella?

Con esta verdad en mente, podemos entender mejor el significado de estos cinco pasajes problemáticos en Hebreos. Cada uno nos anima a poner atención a la Palabra de Dios (“Dios… ha hablado”) señalando las tristes consecuencias si no las obedecemos. A continuación quiero presentar una lista de estos pasajes con una explicación de su secuencia en el libro de Hebreos. Se puede ver que todos son lógicos y presentan un solo mensaje: Ponga atención a la Palabra de Dios.

    Deslizarse de la Palabra — 2:1–4 (Descuido)
    Dudar de la Palabra — 3:7–4:13 (Dureza de Corazón)
    Desoir la Palabra — 5:11–6:20 (Pesadez)
    Despreciar la Palabra — 10:26–39 (Obstinación)
    Desafiar la Palabra — 12:14–29 (Rehusar oir)

Si no escuchamos la Palabra de Dios para oirla en verdad, comenzaremos a deslizarnos. El descuido siempre resulta en deslizamiento, tanto en lo material y físico como en lo espiritual. Al deslizarnos de la Palabra, comenzamos a dudar de ella; porque la fe viene por oir la Palabra de Dios (Romanos 10:17). Nuestro corazón empieza a endurecerse, y esto lleva a la pesadez para oir, la cual nos hace desoir la Palabra. Llegamos a ser “tardos para oir”—oyentes perezosos—y esto resulta en una actitud de desprecio de la Palabra, de modo que obstinadamente desobedecemos a Dios, y esto gradualmente nos lleva a desafiar a Dios y a su Palabra.

Ahora, ¿qué hace Dios mientras sucede este retroceso espiritual? Nos sigue hablando, animándonos a regresar a la Palabra. Si seguimos sin hacerle caso, comienza a castigarnos, y tal proceso de disciplina es el tema del capítulo 12—el capítulo culminante de la epístola. “El Señor juzgará a su pueblo” (10:30). Dios no permite que sus hijos sean niños mimados, dejándolos que obstinadamente desechen su Palabra. El siempre disciplina con amor.

Estas cinco exhortaciones fueron dirigidas a personas que en verdad habían nacido de nuevo, con el propósito de que prestaran atención a la Palabra de Dios. Aunque el lenguaje es fuerte en algunos de estos pasajes, en mi opinión ninguno amenaza al lector sugiriendo que pueda perder su salvación. Sin embargo, si persiste en desechar la Palabra de Dios, puede perder su vida (“¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?”—12:9). Se infiere que si no nos sometemos, podemos morir físicamente. “Hay pecado de muerte” (1 Juan 5:16). Pero la enseñanza clara de la Epístola a los Hebreos es la certeza de la vida eterna en un Sumo Sacerdote viviente que nunca puede morir (Hebreos 7:22–28).

Algunos tratan de resolver el problema que surge en cuanto a eso de perder la salvación o de la apostasía diciendo que los lectores no eran verdaderamente nacidos de nuevo, sino que sólo profesaban la fe cristiana. Sin embargo, la manera en que el escritor se dirige a ellos elimina esta idea, porque los llama “hermanos santos, participantes del llamamiento celestial” (3:1), y les dice que tienen un Sumo Sacerdote en el cielo (4:14), lo cual no se les hubiera dicho si estuvieran perdidos. Habían sido “hechos partícipes del Espíritu Santo” (6:4). Además, las amonestaciones de Hebreos 10:19–25 carecerían de significado si hubieran sido dirigidas a personas no salvas.

La Epístola a los Hebreos es un libro de evaluación, y demuestra que Jesucristo es mejor que cualquier cosa que la ley de Moisés puede ofrecer. También es de exhortación, e insta a sus lectores a oir y prestar atención a la Palabra de Dios, para que no retrocedan espiritualmente y tengan que experimentar el castigo de Dios.

Es un libro de examen

Al estudiar este libro tal vez tú te preguntes, ¿en qué estoy realmente confiando? ¿Estoy confiando en la Palabra de Dios? ¿o en las cosas inestables de este mundo que están a punto de caer?

Esta carta fue escrita a creyentes que vivieron en un tiempo estratégico de la historia. Todavía estaba en pie el templo y aún se ofrecían los sacrificios, pero dentro de poco tanto la ciudad como el templo serían destruidos. La nación judía, incluyendo a los creyentes, sería esparcida. Las épocas estaban en pugna, y Dios estaba sacudiendo el sistema establecido (12:25–29). El quería que los suyos estuvieran afirmados sobre el fundamento sólido de la fe, y no que confiaran en cosas que perecerían.

Creo que la iglesia está pasando por circunstancias semejantes. Todo está derrumbándose y cambiando alrededor de nosotros. La gente se está dando cuenta de que ha estado confiando en andamios y no en un fundamento sólido. Aun los creyentes han sido atraídos por el mundo a tal grado que su confianza ya no está en el Señor, sino en el dinero, en los edificios, en los programas sociales y en otras cosas materiales pasajeras. Al continuar Dios sacudiendo a la sociedad, el andamio caerá, y los creyentes descubrirán que su confianza debe estar en la Palabra de Dios.

Dios quiere que nuestros corazones sean afirmados “con la gracia” (13:9). Esa palabra afirmar se usa en una forma u otra ocho veces en Hebreos y significa estar sólidamente fundado, estar firme. Encierra la idea de fortaleza, confiabilidad, confirmación y permanencia. En mi opinión, este es el tema clave de Hebreos: El creyente puede estar seguro aunque todo a su alrededor esté derrumbándose. Tenemos un “reino inconmovible” (12:28). La Palabra de Dios es firme (2:2), y también lo es la esperanza que tenemos en Dios (6:19).

Por supuesto, no hay seguridad para aquel que no ha confiado en Jesucristo como su Salvador. Tampoco la hay para los que sólo han hecho una profesión de labios, pero cuyas vidas no dan evidencia de verdadera salvación (Tito 1:16; Mateo 7:21–27). Cristo salva “perpetuamente” (eternamente) sólo a los que han venido a Dios por medio de la fe (Hebreos 7:25).

Me gusta contar en las congregaciones que visito la historia del conductor que subió al tren y empezó a revisar los boletos. Le dijo al primer pasajero: —Señor, usted se equivocó de tren. Al ver el siguiente boleto le dijo al pasajero lo mismo.

—Pero el guardafrenos me dijo que este era el tren que me correspondía— protestó el hombre.
—Voy a revisar otra vez,— dijo el conductor. Lo hizo y descubrió que era él quien se había equivocado de tren.

Me temo que hay muchos que tienen una fe falsa, que no han oído ni creído la Palabra de Dios en verdad. Muchas veces están tan ocupados en decirles a otros lo que deben hacer, que dejan de examinarse a sí mismos. La Epístola a los Hebreos es un libro de examen. Le ayuda a uno a descubrir dónde está realmente su fe.

Es un libro de expectación
Este libro tiene un enfoque hacia el futuro. El escritor nos informa que está escribiendo sobre “el mundo venidero” (2:5), el tiempo cuando los creyentes reinarán con Cristo. Jesucristo es “heredero de todo” (1:2) y compartimos “la promesa de la herencia eterna” (9:15). Como los patriarcas elogiados en Hebreos 11, esperamos la ciudad futura de Dios (11:10–16, 26).

Así como aquellos grandes hombres y mujeres de fe, debemos ser “extranjeros y peregrinos sobre la tierra” (11:13). Esta es una de las razones por las cuales Dios está sacudiendo todo a nuestro alrededor. Quiere que soltemos las cosas de este mundo y que ya no dependamos de ellas. Quiere que centremos nuestra atención en el mundo venidero. Esto no quiere decir que pensemos tanto en las cosas del cielo que ya no seamos útiles a Dios en la tierra. Más bien significa comenzar a vivir para los valores eternos del mundo venidero y no envueltos en las cosas de este mundo.

Abraham y su sobrino Lot ilustran estas dos actitudes opuestas (Génesis 13–14). Abraham era un hombre ricoque podría vivir en una casa muy costosa en el lugar que quisiera, pero era ante todo siervo de Dios, un peregrino y extranjero; y esto significaba vivir en tiendas. Lot escogió abandonar la vida de peregrino y se fue a vivir en la perversa ciudad de Sodoma. ¿Cuál de los dos tuvo verdadera seguridad? Aparentemente Lot estaría más seguro que Abraham quien moraba en tiendas en el valle. Sin embargo, Lot llegó a ser prisionero de guerra y Abraham tuvo que rescatarlo.

En vez de escuchar la advertencia de Dios, Lot regresó a la cuidad; y cuando Dios destruyó a Sodoma y Gomorra, perdió todo (Génesis 19). Lot era salvo (2 Pedro 2:7), pero confió en las cosas de este mundo y no en la Palabra de Dios. Lot perdió lo permanente por depender de lo inmediato y vivir para ello.
El misionero mártir Jim Elliot lo dijo mejor: “No es necio el que da lo que no puede guardar para ganar lo que no puede perder”.

Nosotros, como hijos de Dios, hemos recibido la promesa de una recompensa futura. Así como en los casos de Abraham y Moisés, las decisiones que tomemos en el tiempo presente determinarán las recompensas del mañana. Más aún, nuestras decisiones deben ser motivadas por la esperanza de recibir recompensa. Abraham obedeció a Dios porque “esperaba la ciudad” (11:10). Moisés rehusó los tesoros y los placeres de Egipto porque “tenía puesta la mirada en el galardón” (11:26). Estos grandes hombres y mujeres de la fe (11:31, 35) vivieron ocupándose de lo futuro y por lo tanto vencieron las tentaciones del mundo y de la carne.

En efecto, fue esta misma actitud la que sostuvo a nuestro Señor Jesucristo durante su agonía en la cruz: “…el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio” (12:2). La Epístola a los Hebreos hace hincapié en: ¡No vivas para lo que el mundo te promete hoy, sino para lo que Dios promete darte en el futuro! Sé extranjero y peregrino en la tierra. Anda por fe; no por vista.

Esta epístola no es alimento apropiado para niños espirituales, los cuales todavía no pueden alimentarse solos, y requieren que se les mime (5:11–14). En esta carta se encuentra “alimento sólido”, el cual requiere de algunos molares espirituales para masticarlo y disfrutarlo. El énfasis de Hebreos no es sobre lo que Cristo hizo en la tierra (“la leche”), sino sobre lo que está ahora haciendo en el cielo (“el alimento sólido” de la Palabra). Él es el gran Sumo Sacerdote que nos da poder por su gracia (4:14–16). Es también el gran pastor de las ovejas que nos capacita para hacer su voluntad (13:20, 21). Está obrando en nosotros para llevar a cabo sus propósitos. ¡Qué emocionante es ser parte de tan maravilloso ministerio!

El Dr. A. W. Tozer acostumbraba recordarnos que “todo hombre tiene que escoger su mundo”. Los verdaderos creyentes han gustado de “la buena Palabra de Dios y los poderes del siglo venidero” (6:5); esto debe significar que no tenemos interés ni apetito de este presente sistema mundano y pecaminoso. Abraham escogió correctamente su mundo y llegó a ser el padre de los fieles. Lot escogió erróneamente su mundo y llegó a ser el padre de los enemigos del pueblo de Dios (Génesis 19:30–38). Abraham llegó a ser amigo de Dios (2 Crónicas 20:7), en cambio, Lot llegó a ser amigo del mundo y lo perdió todo. Lot fue salvo, pero “así como por fuego” (1 Corintios 3:15), y perdió su recompensa.

Es un libro de exaltación

La Epístola a los Hebreos exalta la persona y la obra de nuestro Señor Jesucristo. Los primeros tres versículos presentan este sublime y santo tema, el cual se mantiene a través de todo el libro. Su propósito inmediato es probar que Jesucristo es superior a los profetas, hombres que eran tenidos en alta estima por el pueblo judío.

En su persona Cristo es superior a los profetas. Para comenzar, es el Hijo mismo de Dios y no simplemente un hombre llamado por Dios. El autor aclara que Jesucristo es Dios (1:3), ya que esa descripción jamás podría aplicarse a un hombre mortal. “El resplandor de su gloria” se refiere a la gloria, shekinah de Dios que moraba en el tabernáculo y en el templo. (Ve Éxodo 40:34–38 y 1 Reyes 8:10. La palabra shekinah proviene del hebreo y significa morar.) Cristo es para el Padre lo que los rayos del sol son para el sol: Él es el resplandor de la gloria de Dios. Así como es imposible separar del sol sus rayos, también es imposible separar la gloria de Cristo de la naturaleza de Dios.

“La imagen misma” (1:3) encierra la idea de la impresión exacta. La palabra carácter viene de la palabra griega traducida “imagen”. Literalmente, Cristo es la representación exacta de la sustancia misma de Dios (ve Colosenses 2:9). Sólo Jesús pudo decir con propiedad: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre” (Juan 14:9). Al ver a Cristo, uno ve la gloria de Dios (Juan 1:14).

En su obra, Cristo también es superior a los profetas. En primer lugar, él es el creador del universo; porque por medio de él, Dios “hizo el universo” (1:2). Cristo no sólo creó todas las cosas por su palabra (Juan 1:1–5), sino que también sostiene todas las cosas por medio de esa misma palabra poderosa (1:3). “Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten” (Colosenses 1:17).

La palabra “sustenta” (1:3) no quiere decir sostener, como si el universo como una agobiadora carga estuviera sobre la espalda de Jesús. Significa apoyar y llevar de un lugar a otro. El es el Dios de creación y el Dios de providencia quien lleva este universo al destino, divinamente determinado de antemano.

Él es también el profeta superior que declara la Palabra de Dios. El contraste entre Cristo, el Profeta, y los otros profetas, se ve con claridad:

Cristo
Los profetas

  Dios el Hijo
  Hombres llamados por Dios
  Un solo Hijo
  Muchos profetas
  Un mensaje final y completo
  Un mensaje fragmentario e incompleto

Por supuesto, que tanto el Antiguo Testamento como la revelación del evangelio vinieron de Dios; pero Jesucristo es la última palabra en cuanto a revelación se refiere. Cristo es la fuente, el centro y el fin de todo lo que Dios tiene que decir.

Pero Jesucristo tiene un ministerio de sacerdote, y esto revela su grandeza. Por sí mismo efectuó “la purificación de nuestros pecados” (1:3). Este aspecto de su ministerio será explicado en detalle en los capítulos 7 al 10.

Finalmente, Jesucristo será rey (1:3). Ahora se ha sentado, porque su obra ha terminado; y se ha sentado “a la diestra de la Majestad en las alturas”, el lugar de honor. Esto prueba que él es igual a Dios el Padre, porque ningún ser creado podría sentarse a la diestra de Dios.

Creador, profeta, sacerdote y rey—Jesucristo es superior a todos los profetas y siervos de Dios que han aparecido en las sagradas Escrituras. Con razón, el Padre dijo en la transfiguración de Cristo, “Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd” (Mateo 17:5). Allí estaban con Jesús dos de los profetas más grandes—Moisés y Elías; pero Cristo es superior a ellos.

Al estudiar Hebreos juntos, debemos recordar que nuestro propósito no es el de perdernos en detalles doctrinales interesantes, ni atacar o defender alguna doctrina predilecta, sino oir a Dios hablar por medio de Jesucristo, y prestar atención a esa palabra. Debemos hacer eco a la oración de los griegos; “Señor, quisiéramos ver a Jesús” (Juan 12:21). Si nuestro propósito es conocer mejor a Jesús y exaltarlo más, entonces cualquier diferencia que tengamos en relación con nuestro entendimiento del libro podrá olvidarse ante nuestra adoración de su persona.

Para ayudarnos a captar un cuadro completo de este emocionante libro, se da el siguiente bosquejo:

          I.      UNA PERSONA SUPERIOR—CRISTO (capítulos 1–6)
      A.      Superior a los profetas (1:1–3)
      B.      Superior a los ángeles (1:4–2:18)
      Exhortación: No deslizarse de la Palabra (2:1–4)
      C.      Superior a Moisés (3:1–4:13)
      Exhortación: No dudar de la Palabra (3:7–4:13)
      D.      Superior a Aarón (4:14–6:20)
      Exhortación: No desoir la Palabra (5:11–6:20)

          II.      UN SACERDOCIO SUPERIOR— MELQUISEDEC (capítulos 7–10)
      A.      Un orden superior (7)
      B.      Un pacto superior (8)
      C.      Un santuario superior (9)
      D.      Un sacrificio superior (10)
      Exhortación: No despreciar la Palabra (10:26–39)

          III.      UN PRINCIPIO SUPERIOR—LA FE (capítulos 11–13)
      A.      Los grandes ejemplos de fe (11)
      B.      La perseverancia de la fe—castigo (12)
      Exhortación: No desafiar la Palabra (12:14–29)
      C.      Exhortaciones prácticas de conclusión (13)

“Por tanto … avancemos a la madurez” (6:1, LBLA)
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