Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6
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Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
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La cabeza es la parte que dirige a todo el cuerpo, lo cual reconocemos también en otros ámbitos. Así se llama el director de departamento en mi trabajo “cabeza del departamento” (head of the department) o como decimos comúnmente “cabeza de familia” o jefe de estado (head of the state). Lo que queremos decir en estas expresiones con el término “cabeza”, es aquella persona, la que es responsable de dirigir, de tomar decisiones en el trabajo, con la familia, en el país etc. No hay dirección si no hay cabeza, o si aquellos que están bajo la cabeza, no obedecen lo que la cabeza dice.
La Biblia, La Palabra de Dios escrita, nos dice que somos miembros del cuerpo de Cristo, la iglesia, la “ecclesia”. Con el término “ecclesia” no me refiero ni a la Biblia, ni tampoco a edificios u otras construcciones humanas, sino a la suma de todos aquellos que creen que Jesucristo es el Señor y que Dios lo resucitó de entre los muertos (Romanos 10:9). Todo aquel que cree lo anterior, se hace automáticamente miembro de la familia de Dios, del cuerpo de Cristo, la iglesia, la “ecclesia”. La Biblia también nos dice quién es la cabeza, el director del cuerpo; el cual no es otro mas que el mismo Hijo de Dios, el Señor Jesucristo. Veamos lo siguiente.-
Efesios 1:22
“y sometió todas las cosas bajo sus pies [los pies de Jesucristo], y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia”
“y sometió todas las cosas bajo sus pies [los pies de Jesucristo], y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia”
Efesios 4:15-16
“sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.”
“sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.”
Efesios 5:23
“Cristo es cabeza de la iglesia”
“Cristo es cabeza de la iglesia”
Colosenses 1:17-18
“Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia”
“Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él subsisten; y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia”
Y aquí hay algunos pasajes que ponen en claro que nosotros, los que creemos en el Hijo de Dios, somo miembros del cuerpo, del cual el Señor Jesucristo es la cabeza.
Romanos 12:4-5
“Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. ”
“Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. ”
1 Corintios 12:12-27
“Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios; y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro. Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba, para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan. Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.”
“Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios; y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro. Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba, para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan. Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.”
Efesios 5:30
“porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.”
“porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.”
En estas dos páginas de la Escritura del Nuevo Testamento, tres preguntas dan respuestas tan claras como el agua:
1. Cuerpo de Cristo: es uno o muchos?
Hay UNO y solamente UN cuerpo de Cristo. “Ecclesia” es el cuerpo de Cristo y es solo UNO. Me refiero a la Iglesia de Cristo universal y no la iglesia local y/o en cada ciudad. Sin la intención de hacer un paréntesis, en cada ciudad, localmente hablando, hay en la Escritura UNA y solamente UNA iglesia en la ciudad, era la iglesia en Corintio, la iglesia de Colosas, la iglesia en Jerusalen etc. No hay nada en la biblia que respalde lo que conocemos hoy: muchas iglesias, sin relación una con otra, en la misma ciudad. También el concepto de denominaciones es totalmente desconocido en la Escritura; no hay Bautista, Presbiteriano, Pentecostés, Ortodoxo, Católico o cualquier otra denominación. Lo que viene en la Escritura es una simple cosa: solamente Cristianos “y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.” (Hechos 11:26). Para resumir, lo que vemos en la Escritura es UN cuerpo el cual incluye todo aquel que cree que Jesucristo es el Señor y que Dios lo levantó de los muertos (Romanos 10:9). Lo que también vemos es que hay una sola cabeza en ese cuerpo, el Hijo de Dios mismo, el Señor Jesucristo.
2. Nosotros en el cuerpo de Cristo: ¿Existe una jerarquía de arriba hacia abajo en la relación entre creyentes?
Lo que también se puso en claro en los pasajes anteriores del Nuevo Testamento es que somos miembros del cuerpo de Cristo, miembros uno del otro. Por lo tanto, la relación de uno con el otro no es jerárquica, exáctamente así como la relación de los miembros en nuestro propio cuerpo. El pie no dice “soy el jefe aquí” o la mano no dice que quiere estar arriba como la oreja. El pie es feliz de ser pie, porque Dios lo creo así y lo puso en el lugar que debía de estar. También es grato ver que la mano hace lo que se supone que debe hacer. El pie y la mano son ambos miembros del mismo cuerpo, por lo cual están conectados unos con otros. La mano no puede vivir por sí misma fuera del cuerpo; tiene vida y función solamente dentro del cuerpo. Del mismo modo aplica para los miembros del cuerpo de Cristo, los que creen en el Señor Jesucristo. La relación unos con otros no es en una jerarquía de arriba hacia abajo donde el creyente X tiene una posición más alta que el creyente Y y que todavía necesita alcanzar al creyente Z. Tampoco hay competencia dentro del cuerpo. Todo aquel que cree en el Señor Jesucristo y en su resurrección ha sido puesto por Dios mismo en el cuerpo de Cristo con una función específica y todos los miembros son valiosos. Como Pablo dijo más arriba: “Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios”.
3. Cabeza del cuerpo: ¿quién es la cabeza, el líder de la iglesia?
Finalmente, y ésto lo hemos notado desde el principio del artículo, queda claro que la Escritura reconoce una y solamente una Cabeza de este cuerpo; la cual no es nada más y nada menos que el mismo Hijo de Dios, el Señor Jesucristo. Él es la Cabeza, el director de la iglesia, el que está por encima de todos, él dirige la iglesia, Su cuerpo, por lo cual es a Él a quien el cuerpo debe pedir instrucción y dirección.
4. Conclusión
Este es un artículo muy corto y aunque necesita completarse más, no creo que necesitemos un libro para establecer algunas verdades básicas sobre la iglesia que se encuentran en la Escritura. Todos nosotros muy a menudo preferimos confiar en jerarquía humana para que decida por nosotros. Todos nosotros frecuentemente nos hacemos a un lado esperando a alguien más, a un “profesional en la materia” para que haga lo que se supone nosotros mismos debemos hacer o para que nos diga qué es lo que debemos de hacer. Buscamos mortales CEO´s de la iglesia para que le diga a cada quién en lo individual lo que debe hacer, así como si fuera el jefe de departamento en el mundo laboral que conocemos. Nuestro mundo laboral así como sus prácticas son copiadas muy a menudo en la iglesia. Sin embargo, tenemos que notar una cosa, la Escritura dice que Dios dio a Cristo por “cabeza SOBRE TODAS LAS COSAS a la iglesia”. Observa “SOBRE TODAS LAS COSAS”. Ahora, ¿qué crees? Sobre todas las cosas significa SOBRE TODAS LAS COSAS. No se dejó nada afuera de ese ¡“sobre todas”! Cristo y no un hombre mortal – quien sin embargo (el hombre mortal), bien intencionadamente puede que sea -el jefe, el maestro, el CEO, el “sobre todos” en la iglesia.
Observa también que el cuerpo crece “según la actividad propia de cada miembro” cada quién hace su parte. ¡CADA QUIÉN! De nuevo, ¿qué crees? “cada quién” significa CADA QUIÉN. Aquí no hay excepciones. La Biblia no sugiere en ningún lado que alguien hace todo y los otros no hacen nada. Cada uno de nosotros debe ir al Señor y preguntarle, como la Cabeza que es, el que maneja el organismo llamado iglesia: “¿Señor, qué quieres que haga? Tú eres la cabeza, dirígeme como tú quieras, a donde tú quieras” Dejemos de buscar al hombre mortal para que nos dirija. La dirección puede venir únicamente de la cabeza y la cabeza es una: ¡Cristo! Volvamos a Él y busquemos dirección.
Mateo 7:8
“Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.”
“Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.”