domingo, 26 de junio de 2011

La Mayordomía Cristiana: ¿Qué Aspectos Involucra?

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La Mayordomía Cristiana: ¿Qué Aspectos Involucra?
 
La Mayordomía Cristiana

“Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios” 1 Pedro 4:10

La mayordomía es una de las partes más importantes de la vida cristiana.

¿Qué significa la Mayordomía?

Mayordomo era el que manejaba o el que administraba la casa y los asuntos del otro, pero siempre tenia que rendir cuenta de su mayordomía al dueño; y mayordomía es el arte de administrar aquello que hemos recibido, tener responsabilidad con los bienes que Dios nos ha dejado, hasta que Él venga a pedirnos de lo que hemos hecho con ello. Un mayordomo cuida de los asuntos de una casa o hacienda, o administra las cuentas y la propiedad de otra persona. Somos administradores de lo que tenemos.

La Mayordomía Cristiana es ser responsable, administrando las cosas de Dios. La mayordomía significa la forma correcta de administrar las posesiones de Dios como siervos suyos.

Todo pertenece a Dios: este mundo, los recursos naturales, las riquezas, nuestros talentos, nuestro tiempo, nuestros propios cuerpos y almas. Dios nos ha entregado todo para administrarlo. En su nombre, en una forma responsable. Nosotros tenemos todo este mundo como una muestra de confianza para administrarlo en el nombre de Dios. Nosotros, como administradores de lo que nos ha sido entregado por Dios, tendremos que rendir cuenta a Dios por el uso que hacemos de estas cosas.

En el sentido bíblico, pues, el mayordomo administra los bienes de Dios. Dios es su patrón y él es administrador de los bienes de Dios. Dado que todo pertenece a Dios, todas las cosas deben ser administradas en nombre de Dios.

La mayordomía es un privilegio que Dios nos concede para ayudarnos a crecer en amor y obtener la victoria sobre el egoísmo y la codicia. El mayordomo se regocija en las bendiciones que otros reciben como resultado de su fidelidad.

Los principios de la mayordomía se hallan a través del mensaje tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo Testamento. Dios es el Dios de todas las cosas y recursos materiales y espirituales, no solo como Creador sino también como Redentor.

La buena mayordomía empieza con el reconocimiento de que Dios es el dueño de todas las cosas (1Cronicas 29:1-4; Lucas 12:42-48; Mateo 25:14-20; Lucas 19:12-27). No podemos “darle” a Dios la posesión de nuestros bienes materiales, El ya lo posee todo. A Él le pertenece todo. Solamente podemos reconocer y someternos a su dominio.

Jesús hablo de lo que puede reconocerse como el centro de interés en la vida de los seguidores de Cristo. “Donde esta vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mt 6:21). Después de Pentecostés se noto un gran cambio en la actitud de los creyentes con respecto a sus posesiones. A partir de ese momento hubo una gran manifestación de amor hacia los pobres y necesitados.

Nuestra fuerza, la inteligencia, los talentos y las habilidades personales, así como nuestra capacidad de adquirir posesiones materiales; todo nos ha sido dado como un regalo de Dios. Como mayordomos de Dios, ahora tenemos la responsabilidad de decidir si hemos de desarrollar nuestra vida y nuestros talentos, o si los derrocharemos con actos imprudentes. Si el Señor nos colmo de todas estas bendiciones es porque esta seguro de que podremos administrarlas como es debido.

La iglesia debe interesarse por ganar almas, mas que por recaudad fondos. Una persona que ha sido ganada verdaderamente para el Señor pondrá inmediatamente a los pies de Cristo todo lo que posee. Pablo se sentía responsable de cumplir con la comisión que le había sido encomendada (1 Corintios 9:17). Así, cuando decimos que el cristiano es un mayordomo de Dios, simplemente queremos decir que: EL CRISTIANO ADMINISTRA LA PROPIEDAD DE DIOS.
1. Su propiedad es de Dios. Todo lo que tengo y todo lo que soy pertenece a Dios.

“De Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan” Salmo 24:1

“Porque mía es toda bestia del bosque, y los millares de animales en los collados. Conozco a toda las aves de los montes, y todo lo que se mueve en los campos me pertenece. Si yo tuviera hambre, no te lo diría a ti, porque mío es el mundo y su plenitud” Salmo 50:10-12

“mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos” Hageo 2:8

2. Su cuerpo es de Dios.

“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual esta en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no soy vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales, son de Dios” 1 Corintios 6:19-20

3. Su alma es de Dios.

“En su mano esta el alma de todo viviente; y el halito de todo el genero humano” Job 12:10

En Conclusión: “porque ninguno de vosotros vive para si, y ninguno muere para si. Pues si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos, para el Señor morimos. así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos” Romanos 14:7-8

Todo Cristiano es un mayordomo de Dios

Todo creyente es un mayordomo de lo que Dios le ha confiado.

“Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios” 1 Pedro 4:10

“A uno dio cinco talentos, y a tros dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos” Mateo 25:15

Rom 12:3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.
Rom 12:4 Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función,
Rom 12:5 así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros.
Rom 12:6 De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe;
Rom 12:7 o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza;
Rom 12:8 el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.

“Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como el quiere” 1Corintios 12:11

Todo creyente tiene algo que puede usar para Dios. Mateo 25:14-30 enseña que cada uno de nosotros debe dar cuenta de cómo hemos usado lo que Dios nos ha dado.

La mayordomía no es Opcional
Al aceptar a Cristo, usted se convirtió en mayordomo. No tiene que decidir si quiere ser mayordomo o no. Usted solamente decide que clase de mayordomo va a ser. Usted dará cuenta de su mayordomía en el Tribunal de Cristo.

Cinco cualidades de un buen mayordomo:

1- Un buen mayordomo es Fiel:

“Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel. 1 Co 4:2

Tiene la confianza del dueño. Hace exactamente lo que su patrón le dice. Podríamos decir que la fidelidad es el comportamiento correcto del mayordomo en relación con su amo. La fidelidad depende de una obediencia diaria a lo que Dios nos ha dicho que hagamos. La obediencia a los mandamientos de la Escritura, la persistencia en reclamar las promesas de la Palabra de Dios, la consagración diaria para andar en la luz y permanecer en Cristo, permitiendo que Su Palabra more en nosotros, son las cualidades de un mayordomo fiel. No administra su mayordomía basándose en sus gustos o caprichos, sino en el amor, la fidelidad y la obediencia a su Señor.

2- Un Mayordomo Fiel es Digno de Confianza:
La integridad es la conducta correcta del mayordomo en relación con otras personas. La virtud mas importante en la vida es la integridad. Como buenos mayordomos, nuestra reputación, nuestro carácter, la confianza que nos merecen los demás y nuestra integridad, deben estar por encima de todo interés personal. Si las personas pueden observar las buenas cosas que hacemos como mayordomos de Dios, probablemente alabaran al dueño (Mateo 5:16)

3- Un Buen Mayordomo es Sabio:

Sgo 1:5 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.

No te engañes, Dios sabe cuando malgastamos sus posesiones, y cuando las usas para Su Gloria. Invite al Espíritu Santo a que le ayude a invertir su vida donde tenga los mejores resultados para Su gloria. Necesitamos mucha sabiduría para administrar correctamente. Podemos ser como José, que todo lo que hacia prosperaba.

4- Un Buen Mayordomo es Fructífero:
La medida de un buen mayordomo es el fruto de lleva (Mt 25:14-29). Un mayordomo fiel escudriña sus oportunidades e invertirá lo que Dios le ha dado, de tal manera que produzca los mejores resultados. Jesús dijo: los elegí a ustedes para que lleven fruto y vuestro fruto permanezca (Jn 15:16-9). recordemos que todo árbol que no da fruto es cortado.

5- Un Mayordomo es Piadoso:

Un buen mayordomo también se preocupa en vivir una vida piadosa. La santidad es el mas elevado y glorioso atributo de Dios. La piedad personal comienza con nuestro nacimiento dentro de la familia de Dios. Tenemos que saber que el mayordomo no solo administra los bienes, también representa a su amo delante de los demás.

Dios libera sus bienes en nuestra vida a medida que nosotros:

* Dedicamos diariamente un tiempo o estar en la presencia de Dios por medio del estudio Bíblico y de la oración.

* Le obedecemos en todas las cosas y evitamos todo aquello que deshonra al Señor.

*Mantenemos las cuentas claras con Dios.

*Sabemos valorar lo que tenemos, sea poco o mucho.

Para ser un buen administrador tenemos que ordenar nuestra propia vida. Todo nuestro estilo de vida debe reflejar el hecho de que somos responsables al Señor por el manejo de los recursos de toda índole que El haya puesto en nuestras manos.

Todos somos mayordomos. Somos administradores de las posesiones, los recursos naturales, el tiempo, los dones y nuestra vida. Dios nos ha entregado todo eso para ser administrado por nosotros de una manera responsable.

TODO CRISTIANO ES UN ADMINISTRADOR DE:
1- Su vida. Romanos 12:3-8. la vida es muy valiosa. Dios le dio al hombre el soplo de vida (Gn 2Secreto El es el dador de la vida, nosotros no somos quienes para adueñarnos y decidir cuando vivir y cuando morir, eso le pertenece a Dios que es el dueño de nuestra vida. El apóstol Pablo dijo: “si vivimos para el vivimos y si morimos para el morimos... del Señor somos” (Rom 14RollEyes
Vida cristiana significa la entrega de nosotros mismo y el aceptar a Cristo como nuestro Señor y Salvador. Una vez que entregamos todo lo que somos y lo que tenemos a Dios, a quien todo le pertenece de todos modos, El lo acepta pero luego lo vuelve a entregar, haciéndonos mayordomos o cuidadores de todo lo que poseemos.

2- Los Talentos que Dios le ha dado. Mt 25: 14-30

Dios ha dado talentos (habilidades) para ser usados para el Señor. Dios espera que Su pueblo use lo que le ha dado para Su gloria. No usar o hacer mal uso de lo que Dios nos ha dado, significa ser un mal mayordomo. Los talentos, las habilidades, las virtudes, etc, debemos desarrollarlos con el propósito de darle la gloria a Dios. Cuantos creyentes hay, que han tenido en poco lo que Dios les ha dado y decidieron enterrar su talento. Recuerde que cada uno dará cuenta ante Dios de su mayordomía.

3- Su Tiempo –Efesios 5:16 “aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos”.
Como fieles mayordomos, glorificamos a Dios al usar sabiamente nuestro tiempo (Col 3:23,24). Como Jesús debemos ocuparnos en los negocios de nuestro Padre (Lc 2:49). Por cuanto el tiempo es el don de Dios, cada momento es precioso. Cuando, en la creación, Dios nos concedió el tiempo, se reservo el séptimo día como un periodo sagrado para la comunión con el. Hoy los creyentes debemos saber administrar el tiempo que Dios nos da. Como dice una frase “El Tiempo es oro”, expresando el valor que este tiene.

La inversión mas sabia de nuestro tiempo es el que dedicamos a la oración, meditar en su Palabra, y asistir en las reuniones de la congregación. Pidamos al Espíritu Santo que el nos guíe para poder administrar correctamente las 24hs del día.

4- Su Dinero y posesiones
A- La naturaleza fugaz de las posesiones:
Prov. 23:4 No te afanes por hacerte rico;
Sé prudente, y desiste.
Prov. 23:5 ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas?
Porque se harán alas
Como alas de águila, y volarán al cielo.

Prov. 27:24 Porque las riquezas no duran para siempre;
¿Y será la corona para perpetuas generaciones?

Dinero y posesiones
La Biblia trata con mucha frecuencia el tema del dinero y la posesión de propiedades. Dios sabe que este es un asunto de gran interés para todo ser humano. Por eso creemos que es de primordial importancia que el creyente sepa lo que la Palabra de Dios le puede enseñar en este sentido.

B- Lo Material es Pasajero.
No solo Salomón se refiere a la naturaleza efímera de las posesiones materiales. El apóstol Pablo amonesta a los cristianos a no sacrificarse por adquirir riquezas terrenales (1 Tim 6:5-10,17,18). Las riquezas no duran para siempre (Prov. 27:24). Esta declaración deberia ser considerada seriamente por los que solo piensan en lo material. Ni siquiera el ser hijo de un rey es garantia solida, porque ningún reino ni ninguna monarquía dura para siempre. Cuando dejemos esta vida no podremos llevarnos las cosas que poseemos. “Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podemos sacar” (1 Tim 6)

Las bendiciones de la Mayordomía

Una bendición personal: una razón por la cual Dios nos pide que consagremos continuamente a Él nuestra vida entera, es con el fin de promover nuestro propio crecimiento espiritual y desarrollo del carácter. La mayordomía fiel también nos ayuda a obtener la victoria sobre la codicia y el egoísmo. La ley condena la codicia, uno de los peores enemigos de la humanidad. Jesús también la condeno (Lc 12:15). El ejercicio regular de la generosidad nos ayuda a desarraigar de nuestras vidas la avaricia y el egoísmo. (Mt 25:40)

Una bendición para nuestros semejantes: Los verdaderos mayordomos bendicen a todas las personas con quienes se ponen en contacto.

1Ti 6:18 Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos;
1Ti 6:19 atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna.

La mayordomía abarca el servicio a Dios y a los demás e implica nuestra disposición a compartir todo lo que Dios nos haya entregado en su misericordia, que puede ser de beneficio para otros. Pedro le dijo al paralítico: “...lo que tengo te doy, en el nombre de Jesucristo levántate y anda” (Hechos 3)

Una bendición para la Iglesia: La buena y fiel mayordomía es indispensable para la iglesia. La participación continua de sus miembros en el acto de dar es como el ejercicio: fortalece el cuerpo de la iglesia, y le permite participar en compartir las bendiciones que Cristo le ha concedido, lista para responder a cualquier necesidad que se presente en la causa de Dios. Todos estamos invitados a ser mayordomos y colaboradores con Él. De este modo, el testimonio de la iglesia será una bendición para el mundo, y sus fieles administradores se regocijaran al ver que las bendiciones del Evangelio se extendieron a la vida de sus semejantes.

CRISTO COMO MAYORDOMO

Jn 5:30 “No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre”.

Jn 7:18 “El que habla por su propia cuenta, su propia gloria busca; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero, y no hay en él injusticia”.

Lc 22:42 “diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”.

Jesucristo no vino a la tierra para hacer lo que quisiera, El vino con un propósito establecido por el Padre, nunca hablo palabras que no fueran del Padre. No busco su propia gloria sino la gloria del padre.

Cristo entrego no solo lo que tenia, sino también se entrego a sí mismo. En esto consiste la mayordomía.


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