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El significado
de palabras individuales
de palabras individuales
Las palabras no siempre se traducen fácilmente de un idioma a otro. Lo que permite que las palabras se traduzcan no es que tengan equivalencias exactas, sino que cada palabra tenga su “área de significado”.
Se puede demostrar esto por medio de la comparación entre la palabra “coche” con su equivalente inglés: “coach”. Entre los varios significados de la palabra española, “coche” puede significar un taxi, un carro de mano para carga, y en el Estado de Chiapas, México, un puerco. La palabra inglesa “coach” puede significar una diligencia, un cochecito para niños, un carro de ferrocarril, o el instructor de un equipo atlético. Por esto, no será correcto en todo caso traducir la palabra “coche” usando la palabra “coach” en inglés. Sin embargo, las dos palabras tienen algo en común: la idea de un carro.
Por esto, las palabras usadas en alguna traducción de la Biblia en cualquier idioma, no representan necesariamente el sentido exacto de las palabras del texto original. Tampoco siempre incluyen todo lo que las palabras del texto bíblico significaban en el idioma original. Algunas personas han dicho que sin un conocimiento amplio de los idiomas bíblicos, nadie debe considerarse intérprete de la Biblia.
Aunque esta afirmación es claramente una exageración, encierra una verdad importante: que es preciso entender el significado de las palabras originales. Para el estudiante que nunca tuvo la oportunidad de estudiar el griego o el hebreo, hay libros de consulta para ayudarles. Libros sobre la gramática de estos idiomas, y el vocabulario del texto bíblico, existen en las mejores bibliotecas bíblicas o teológicas, así como en varias librerías evangélicas. Para ver una lista de libros sobre estos temas, véase al final de este libro: “Libros Recomendados para la Biblioteca del Intérprete”.
Como ejemplo de una traducción inadecuada en la antigua versión de Reina y Valera, veamos primero Romanos 10:9. Allí la palabra “confesar” traduce la palabra griega homologeo. Está compuesta de dos elementos: homo, mismo, y logeo, hablar. Justamente la palabra original significa admitir, decir la misma cosa, o estar de acuerdo. Sin embargo, es difícil sacar esta idea de la traducción: “Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor …”
Este versículo no quiere decir confesar pecados al Señor, sino hacer confesión con la boca de que uno está de acuerdo con Dios acerca de Jesús; o que dice de él lo mismo que Dios dice. Cuando el intérprete haya captado el sentido verdadero del texto, lo podrá explicar con provecho a su auditorio. La Versión Revisada y la Popular han mejorado la traducción. Dice esta última: “Si con tu boca reconoces a Jesús como Señor … serás salvo.”
Lo mismo sucede con la palabra metanoéō, arrepentirse. Significa cambiar de pensamiento u opinión. (De meta, trans; y noéō, pensar.) Esta idea no resalta en las traducciones comunes, como en Marcos 1:15: “Arrepentíos, y creed en el evangelio.” Comúnmente la idea de tristeza o remordimiento está asociada con el arrepentimiento, y la Biblia realmente enseña que este sentimiento acompaña al arrepentimiento. Pero la esencia del arrepentimiento no está en las emociones sino en el cambio de actitud. Así exactamente traduce la Versión Popular: “Vuélvanse a Dios y acepten con fe sus buenas noticias.”
En estos dos ejemplos he señalado el valor de conocer la composición de las palabras originales; es decir, su etimología. Pero no debemos interpretar las palabras usando solamente su etimología, porque tiene sus peligros. Mickelsen1 nos recuerda que el significado de las palabras cambia muchas veces, y ya no es el mismo que tenía originalmente. No es posible afirmar que el significado de las palabras usadas en los textos bíblicos sea el mismo que indica su etimología.
Por ejemplo, la palabra “entusiasmo” tuvo sus orígenes en el latín y el griego. Hasta como 1807, significaba “ser poseído por un dios”. Llevaba también el significado de inspiración sobrenatural, y el éxtasis profético o poético. Ahora, sin embargo, significa solamente un sentimiento extático, o la energía apasionada en cualquiera actividad.
Un ejemplo bíblico de esto se encuentra en 2 Tesalonicenses 2:3. Algunos intérpretes insisten en que la palabra apostasía no debe ser traducida así, sino “arrebatamiento”. Lo hacen, sin duda, para apoyar la doctrina del arrebatamiento secreto de la iglesia antes de la Gran Tribulación. Se basan en que la palabra original está tomada de afístemi, estar separado o retirarse. Explican que el arrebatamiento es estar separado o retirado por el Señor. Aunque parece tener algo de lógica, según su etimología, esta interpretación tropieza con una gran dificultad: que los léxicos griegos no apoyan esa interpretación. Aquí está un ejemplo del mal uso de la etimología. El significado verdadero de la palabra apostasía es la condición apartada de la verdad, de los que se consideran cristianos.
Hay otras palabras que, en su traducción, carecen del sentido vivo que tienen en el idioma original. Esto sucede porque las ideas asociadas con ellas entre los antiguos no nos llegan trasmitidas con una simple traducción.
Por ejemplo, Romanos 6:23 dice que “la paga del pecado es muerte”. La palabra traducida “paga” (opsōnia) se usaba del salario pagado a los soldados, o de las raciones que recibían en lugar de dinero. Comúnmente esa paga era de cantidad y calidad miserable (véase Lc. 3:14), y debemos entender que esta idea va incluida como parte de su significado. Sería justo, entonces, traducir la oración así: “El miserable salario del pecado es muerte.”
En la investigación del sentido original de las palabras, debemos notar que algunas eran usadas en un sentido limitado o especial, según la región o la época de la historia. Este sentido especial se llama el uso local; o según los gramáticos, el usus loquendi. Es preciso investigar hasta qué punto el uso local afectaba las palabras griegas, así como las palabras usadas en la traducción. Esto se hace estudiando los pasajes donde esas palabras se emplean. A veces una misma palabra tiene varios significados, y el sentido se debe determinar examinando el contexto. Aun así, no es siempre claro en cuál de varios sentidos el autor la ha usado.
La versión antigua de Reina y Valera usa las palabras caridad, traspasar, parir y otras, en un sentido diferente del que tienen actualmente. La Versión Revisada de 1960 las ha sustituido con amor, trasladar y dar a luz. Estos cambios ilustran cómo el uso local de las palabras castellanas es diferente del que tenía en el tiempo de los traductores del siglo XVI.
La palabra “bautizar” es palabra introducida a las traducciones de la Biblia sin traducirse. En los días cuando hacían muchas traducciones de la Biblia en Europa, había discusión sobre el significado de la palabra griega baptizō, y la mejor manera de traducirla. Evitando el problema, los traductores optaron por no traducirla, sino adaptarla al idioma de traducción, poniendo la misma palabra, ajustada a la pronunciación del nuevo idioma.
Nadie discute el hecho de que el significado literal de ella es el de sumergir o zambullir. Para los bautistas, algunos menonitas, la Iglesia de Cristo, los varios grupos pentecostales, muchos metodistas, y la Iglesia Griega Ortodoxa, el significado es la inmersión. Pero para otros el significado básico no es suficiente para su interpretación. Insisten en que el uso local de la palabra baptizō era el de teñir género, así como de sumergir. Esto está de acuerdo con otro significado de ella: zambullir repetidamente. Estos estudiantes sostienen que el bautismo cristiano simbolizaba el “color nuevo” dado a los creyentes por medio de la obra del Espíritu Santo.
Todavía otro significado de la palabra baptizō se encuentra en Marcos 7:4. Observe que allí dice el evangelista que los judíos practicaban los “lavamientos” de muchas cosas, inclusive “los lechos”. La palabra “lavamientos” es realmente “bautismos”. Ya que no sería probable que sumergieran sus lechos o camas, los traductores han traducido la palabra baptísōntai con “lavamientos” o “lavatorios” (Bover-Cantera). Dos versiones inglesas dicen “rociamientos”.
El intérprete bíblico debe usar los resultados de los mejores estudios a su alcance, junto con sus propias investigaciones, para determinar el significado de alguna palabra dudosa, y para saber si tiene algún significado diferente en otros contextos. El intérprete debe entender que tales dudas no se resuelven con el uso de una sola regla de interpretación, sino con la ayuda de otras reglas que pueden afectar su significado.
Algunas palabras tienen algún uso especial en la Biblia. Su significado debe ser averiguado por el estudio de los varios lugares donde se encuentran. La ayuda más efectiva para esto será una concordancia. Una misma palabra tendrá varios significados, según el escritor la usó en un determinado texto. No siempre será claro en cuál sentido la usó el escritor.
La palabra “ley” en la Biblia se usa de muchas maneras. Entre sus diferentes significados se encuentran éstos: (1) los cinco libros de Moisés, (2) todas las Escrituras del Antiguo Testamento, (3) los Diez Mandamientos, (4) la ley civil de cualquiera nación, (5) el poder innato del pecado, (6) el evangelio de Cristo, (7) el principio de ley en comparación con la gracia, y quizá otros.
De la misma manera las palabras carne, mundo, evangelio, espíritu, muerte, justicia, etc., no siempre tienen el mismo significado.
Otras palabras, cuyo significado es especial, indican en la Biblia algo más de lo que las palabras originales daban a entender en el lenguaje común de los griegos y hebreos.
Por ejemplo, la voz “iglesia” (ekklēsía) significa la congregación de Dios, y especialmente de los que creen en Jesucristo. Pero la palabra fue tomada del uso común, en que quería decir la asamblea compuesta del pueblo de las antiguas Ciudades-Estado que se gobernaban con una democracia pura. Los ciudadanos eran “llamados” con este propósito, según la etimología de la palabra: ekkaleō, llamar fuera, o aparte. Pero nuestro Señor tomó la palabra para designar a su pueblo, y desde entonces se ha usado en este sentido especial.2
En este caso, la etimología de la palabra es útil. Pero Mickelsen nos advierte que no debemos insistir en darle el significado de “llamados por la elección de Dios”, como hacen algunos. Aunque es verdad que Dios nos ha llamado así, la palabra ekklēsía no se emplea con este significado.3
Otras palabras como bautismo, regeneración, justificación y salud (en la versión antigua), adquieren sentidos nuevos mediante su empleo por la comunidad cristiana y en el Nuevo Testamento. La palabra “amor” (agapē), era usada como palabra rara entre los griegos; pero entre los cristianos recibió un significado casi original.
Los antiguos nombres personales tenían significado especial entre los hebreos, que con frecuencia afectan la interpretación del texto donde se mencionan. El nombre de Noé significaba Consuelo o Descanso. En Génesis 6:9, 10, se describe como “hombre muy bueno, que siempre obedecía a Dios. Entre los hombres de su tiempo, sólo él vivía de acuerdo con la voluntad de Dios” (Versión Popular). Sin duda, su padre Lamec le dio su nombre esperando que este hijo diera consuelo o descanso a su propio espíritu en medio de un mundo perverso. Felizmente, así resultó.
Adán fue llamado con este nombre porque era Hombre; Eva recibió su nombre por el hecho de que iba a ser la madre de toda la gente (Gn. 3:20). Noemí significa Placentera; pero ella protestó diciendo: “No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso” (Rt. 1:20). Mara significa Amarga. Para interpretar muchos textos, se debe examinar el nombre de las personas mencionadas para ver si arroja luz sobre el sentido.
El intérprete debe acostumbrarse a investigar siempre el sentido de las palabras en los textos que interpreta. Con frecuencia la clave de su interpretación se encontrará precisamente en este estudio.
PARA EL ESTUDIANTE
1. Aparte de los libros de consulta mencionados en este capítulo, ¿qué libro dará el significado de las palabras que encuentra el lector en su lectura?
2. ¿Cuáles son las varias fuentes de información dadas en este capítulo que ayudarán a entender el significado de las palabras bíblicas?
3. Estudie los siguientes textos para determinar el significado de la palabra “ley” en cada uno: Ester 1:8; Salmo 19:7, 8; Mateo 5:18; 7:12; Romanos 2:12; 7:2; 7:23; Gálatas 3:11; 5:23; Santiago 1:25.
4. En Génesis 6:9, ¿cómo se entiende la palabra “perfecto”?
5. En Génesis 24:16 Rebeca es llamada una virgen. ¿Por qué agrega el escritor: “a la que varón no había conocido”? ¿No es esto lo que significa la palabra “virgen”?
6. En Génesis 44:29, ¿qué significa la palabra “Seol”?
1 A. Berkeley Mickelsen, Interpreting the Bible (Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publishing Co., 1963), p. 6.
2 Esto supone que Jesús hablaba en griego, o que el evangelista (Mateo 16:18) la usó como la traducción correcta de la palabra hebrea o aramea, qahal. Lo más probable es que Jesús hablara usualmente en arameo. En todo caso, se debe estudiar la palabra traducida “iglesia” en conexión con la palabra hebrea, qahal. Esta es la palabra traducida como ekklēsía en el Salmo 22:22 en la Septuaginta, así como en Hebreos 2:12.