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jueves, 1 de septiembre de 2016
Estás confiado en que eres guía de ciegos, luz de los que están en tinieblas, instructor de indoctos, maestro de niños... Tú pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo?... Al que obra, no se le cuenta el salario como gracia sino como deuda
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Castillo Fuerte
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miércoles, 6 de julio de 2016
vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, de modo que si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus mujeres
La Batalla de Cada Mujer: ¿Cuándo Empieza la Aventura?
Archivo: .Zip | Tamaño: 10 MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Vida Cristiana_Mujeres
¿Cuándo empieza una aventura?
No empieza con el primer toque prohibido... sino con el primer pensamiento prohibido.
Sin previo aviso, te encuentras disfrutando de una poderosa conexión emocional con otro hombre. Sientes que le importas a alguien y la puerta que pensabas que estaba tan bien cerrada -la puerta de la infidelidad sexual - se encuentra de repente entreabierta.
No empieza con el primer toque prohibido... sino con el primer pensamiento prohibido.
Sin previo aviso, te encuentras disfrutando de una poderosa conexión emocional con otro hombre. Sientes que le importas a alguien y la puerta que pensabas que estaba tan bien cerrada -la puerta de la infidelidad sexual - se encuentra de repente entreabierta.
La única manera en que una mujer puede sobrevivir a esta intensa lucha por la integridad sexual es si guarda no solo su cuerpo, sino también su mente y su corazón. La batalla de cada mujer puede ayudarte a aprender a hacerlo.
Mediante el uso de historias de la vida real y ejemplos de su propia lucha, Shannon Ethridge ayuda a mujeres como tú - ya sea que estés casada , comprometida o con planes de casarte algún día -a:- entender los cuatro componentes únicos de la sexualidad femenina
- discernir los mitos comunes que mantienen a las mujeres en la linea de fuego
- diseñar una nueva defensa para proteger cada aspecto de tu vida
- cultivar un nivel de intimidad inimaginable con tu esposo o futuro esposo
- desarrollar una aventura con el único Amante que podrá satisfacer verdaderamente tus deseos más profundos: Jesucristo.
El primer paso para ganar la lucha de la integridad sexual consiste en despertarte y darte cuenta de la batalla que ruge en tu corazón y tu mente. La batalla de cada mujer te ayudará a avanzar paso a paso, y a conducirte de por vida en un camino hacia el verdadero gozo y realización sexual, emocional y espiritual.
Hubo una época en la que tenía aventuras extramatrimoniales con cinco hombres diferentes.
Primero, fue Scott. Lo conocí cuando trabajaba de voluntaria en un campamento de verano. Scott era muy sociable, extrovertido y conversador. Lo primero que me atrajo fue su capacidad para conversar con cualquiera; no solo me refiero a una conversación superficial, sino a una discusión profunda y significativa. Si entraba en un cuarto donde él estaba, me daba toda su atención y me preguntaba cómo iba todo y cómo me sentía. En comparación, sin embargo, mi esposo era un hombre de pocas palabras, del tipo fuerte, silencioso.
Después fue mi entrenador de buceo, Mark. Parecía Lloyd Bridges con su distinguido cabello entrecano. La madurez de Mark y su amor por el buceo me intrigaban. Me alentó a superar mis temores y me ayudó a descubrir mi lado de aventurera submarina. Me sentía segura con él, corno se siente una hija con su papá, Mi esposo, por otro lado, era solo unos años mayor que yo. No evocaba en mí esa sensación de cuidado y seguridad que me daba Mark.
Tom era mi profesor de contabilidad en la universidad. Lo que me llamó la atención de Tom fue su ingenio e inteligencia.
Tenía la idea de que la clase de contabilidad iba a ser la más aburrida de todas, pero él siempre tenía esa manera de hacer que se transformara en la parte más divertida e interesante del día. Mi esposo también era un contador inteligente, pero no podía hacerme reír como Tom. Su ingenio palidecía en comparación con el de Tom.
Después vino Ray. Fue mi novio antes de casarme con Greg. Ray era un romántico irremediable, siempre me colmaba de cumplidos y me hacía perder la cabeza en medio de una refulgente pasión. Al parecer, la relación con mi esposo nunca tenía esa chispa mágica que sentía cuando estaba con Ray. Él había establecido el estándar romántico al cual Greg nunca podía llegar.
Por último, también estaba Clark. Era un galán elegante y desenvuelto, de una belleza un tanto tosca. Siempre estaba a la espera de encontrarme con él los viernes por lanoche. Cuando me aproximaba al mostrador de la tienda de vídeos, el dueño iba automáticamenrc a la sección de clásicos y sacaba cualquier película de Clark Gable. No importaba cuál, me encantaban todas. Incluso con sus dos metros de altura, Greg no podía alcanzar a Clark.
Aun cuando no tenía relaciones sexuales con ninguno de estos hombres, sí tenía una aventura con cada uno de ellos: una aventura mental o emocional. Mis fantasías de ser la protagonista en una película con Clark Gable, los recuerdos de mi relación romántica con Ray, mi fascinación ante el ingenio de Tom, la madurez de Mark y el talento verbal de Scott afectaron mi matrimonio dañándolo de la misma manera que si hubiera tenido una aventura sexual.
Pasaba por alto muchas de las cosas maravillosas de mi esposo porque me concentraba tanto en los aspectos positivos de cada uno de estos otros hombres como en los atributos negativos de mi esposo.
Debido a la convivencia con Greg, no solo veía las cosas buenas, sino también las malas y desagradables. No bajaba el asiento del inodoro a medianoche, roncaba y tenía mal aliento al despertarse. Luego se lavaba los dientes y dejaba pasta dental en el lavabo. A veces pensaba que Greg no podía hacer nada que me viniera bien, y con todas mis críticas, es probable que él tampoco sintiera que podía hacer nada para complacerme.
Las imperfecciones de orros hombres, sin embargo, iban más allá de lo que yo podía alcanzar a ver. Podía mirarlos y ver solo sus brillantes cualidades, parecidas a las que había visto en Greg al principio, pero que había ido perdiendo de vista con los años debido a todas mis comparaciones.
Hubo una época en la que tenía aventuras extramatrimoniales con cinco hombres diferentes.
Primero, fue Scott. Lo conocí cuando trabajaba de voluntaria en un campamento de verano. Scott era muy sociable, extrovertido y conversador. Lo primero que me atrajo fue su capacidad para conversar con cualquiera; no solo me refiero a una conversación superficial, sino a una discusión profunda y significativa. Si entraba en un cuarto donde él estaba, me daba toda su atención y me preguntaba cómo iba todo y cómo me sentía. En comparación, sin embargo, mi esposo era un hombre de pocas palabras, del tipo fuerte, silencioso.
Después fue mi entrenador de buceo, Mark. Parecía Lloyd Bridges con su distinguido cabello entrecano. La madurez de Mark y su amor por el buceo me intrigaban. Me alentó a superar mis temores y me ayudó a descubrir mi lado de aventurera submarina. Me sentía segura con él, corno se siente una hija con su papá, Mi esposo, por otro lado, era solo unos años mayor que yo. No evocaba en mí esa sensación de cuidado y seguridad que me daba Mark.
Tom era mi profesor de contabilidad en la universidad. Lo que me llamó la atención de Tom fue su ingenio e inteligencia.
Tenía la idea de que la clase de contabilidad iba a ser la más aburrida de todas, pero él siempre tenía esa manera de hacer que se transformara en la parte más divertida e interesante del día. Mi esposo también era un contador inteligente, pero no podía hacerme reír como Tom. Su ingenio palidecía en comparación con el de Tom.
Después vino Ray. Fue mi novio antes de casarme con Greg. Ray era un romántico irremediable, siempre me colmaba de cumplidos y me hacía perder la cabeza en medio de una refulgente pasión. Al parecer, la relación con mi esposo nunca tenía esa chispa mágica que sentía cuando estaba con Ray. Él había establecido el estándar romántico al cual Greg nunca podía llegar.
Por último, también estaba Clark. Era un galán elegante y desenvuelto, de una belleza un tanto tosca. Siempre estaba a la espera de encontrarme con él los viernes por lanoche. Cuando me aproximaba al mostrador de la tienda de vídeos, el dueño iba automáticamenrc a la sección de clásicos y sacaba cualquier película de Clark Gable. No importaba cuál, me encantaban todas. Incluso con sus dos metros de altura, Greg no podía alcanzar a Clark.
Aun cuando no tenía relaciones sexuales con ninguno de estos hombres, sí tenía una aventura con cada uno de ellos: una aventura mental o emocional. Mis fantasías de ser la protagonista en una película con Clark Gable, los recuerdos de mi relación romántica con Ray, mi fascinación ante el ingenio de Tom, la madurez de Mark y el talento verbal de Scott afectaron mi matrimonio dañándolo de la misma manera que si hubiera tenido una aventura sexual.
Pasaba por alto muchas de las cosas maravillosas de mi esposo porque me concentraba tanto en los aspectos positivos de cada uno de estos otros hombres como en los atributos negativos de mi esposo.
Debido a la convivencia con Greg, no solo veía las cosas buenas, sino también las malas y desagradables. No bajaba el asiento del inodoro a medianoche, roncaba y tenía mal aliento al despertarse. Luego se lavaba los dientes y dejaba pasta dental en el lavabo. A veces pensaba que Greg no podía hacer nada que me viniera bien, y con todas mis críticas, es probable que él tampoco sintiera que podía hacer nada para complacerme.
Las imperfecciones de orros hombres, sin embargo, iban más allá de lo que yo podía alcanzar a ver. Podía mirarlos y ver solo sus brillantes cualidades, parecidas a las que había visto en Greg al principio, pero que había ido perdiendo de vista con los años debido a todas mis comparaciones.
Me senda distanciada y desilusionada. ¿Algún día sería capaz de excitarme como lo hacían los otros hombres? ¿Todavía estaba enamorada de él? ¿Algún día llegaría a estar a la altura de las circunstancias? ¿Aprendería a vivir con mi «menos que perfecto»?
Por suerte, las respuestas positivas a estas preguntas han salido a la superficie desde que puse fin a estas aventuras y cambié la vara con la que medía. Me fascina poder informarles que nuestro matrimonio de trece años sigue adelante a toda vela y mejor que nunca (aunque, por supuesto y como toda pareja, a veces tenemos nuestros momentos). Estoy agradecida por no haber cambiado nunca a Greg por otro modelo y más agradecida aun ya que él tampoco se dio por vencido ni dejó de confiar en mí.
Juntos, hemos descubierto un nuevo nivel de intimidad que no sabíamos que existía, todo porque dejé de compararlo y criticarlo y comencé a abrazar la singularidad de mi esposo.
A lo largo de la última década en la que busqué una cura para este y otros problemas, así como enseñé acerca de la pureza y restauración sexual, me he dado cuenta que de una manera u otra todas las mujeres pelean la batalla por la integridad sexual y emocional. Sin embargo, muchas pelean con los ojos cerrados porque ni siquiera creen que estén en medio de una batalla.
Muchas consideran que por no participar en una aventura física o sexual no tienen problema con la integridad sexual y emocional. Como resultado, caen en conductas y pensamientos que ponen en peligro su integridad y les impiden satisfacerse en el ámbito sexual y emocional.
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martes, 28 de junio de 2016
Una Iglesia con propósito: Una Herramienta para Explorar y Aplicar...Escogiendo lo mejor
Tipo de Archivo: PDF + MULTIMEDIA | Tamaño: 26MBytes | 420 páginas | Idioma: Spanish |Categoría: Eclesiología
Información
Un libro muy práctico e interesante para retomar algunas ideas, tales como: convierta a sus invitados en miembros entre otras, que nos sirve la idea clara de la importancia del evangelismo, el discipulado y del servicio.
se divide en cinco partes las cuales se detallan a continuación:
1. Mire el gran cuadro.
2. Conviértase en una Iglesia con propósito.
3. Alcance su Comunidad.
4. Traiga una Multitud.
5. Edifique la Iglesia.
Un libro muy atractivo para líderes que deseen establecer una idea clara sobre la visión de Dios para el mundo, descrita en Sn. Juan 3:16 y la misión descrita en Sn. Mateo 28:19-20.
Primera parte: Mire el gran cuadro
1. La historia de Saddleback 29
2. Mitos acerca del crecimiento de las iglesias 53
Segunda parte: Conviértase en una iglesia con propósito
3. ¿Qué mueve a la iglesia? 81
4. El fundamento para una iglesia saludable 91
5. Defina sus propósitos 101
6. Comunique los propósitos 117
7. Organícese de acuerdo a los propósitos 127
8. Aplique los propósitos 143
Tercera parte: Alcance a su comunidad
9. ¿Quién es su objetivo? 163
10. Sepa a quién podemos alcanzar mejor 181
11. Desarrolle una estrategia 193
Cuarta parte: Traiga una multitud
12. Cómo atraía Jesús a lasmultitudes 215
13. La adoración puede ser un testigo 247
14. Cómo planear un culto para inconversos 259
15. Seleccione la música 287
16. Predique a los que no se congregan 301
Quinta Parte: Edifique la iglesia
17. Convierta a los asistentes en miembros (congregación) 319
18. Forme miembros maduros (grupo de comprometidos) 341. ,
19. Convierta a los miembros en ministros (núcleo) 375
20. El propósito de Dios para la iglesia 405
El Espíritu de Dios se está moviendo poderosamente en oleadas alrededor del mundo. Mi oración al comenzar cada día es la siguiente: "Padre, yo sé que tú harás cosas increíbles en tu mundo en este día. Por favor, dame el privilegio de involucrarme en algo de lo que estás haciendo".
En otras palabras, los líderes de las iglesias deben dejar de orar diciendo: "Señor, bendice lo que estoy haciendo" y deben comenzar a orar: "Señor, ayúdame a hacer lo que tú estás bendiciendo".
En este libro, identificaré algunos de los principios y procesos que Dios está usando para alcanzar a esta generación para Cristo. No pretendo enseñarle a crear una ola del Espíritu; eso no se puede hacer; pero puedo enseñarle cómo reconocer lo que Dios está haciendo, cómo cooperar con lo que Dios está haciendo, y cómo llegar a ser más habilidoso al montar una ola de bendición de Dios.
El problema con muchas iglesias es que comienzan haciéndose la pregunta equivocada. Se preguntan: "¿Qué hará crecer a nuestra iglesia?" Esto demuestra que no han comprendido cuál es el punto. Es como decir: "¿Cómo podemos crear una ola?" En cambio, la pregunta que necesitamos hacernos es: "¿Qué impide el crecimiento de nuestra iglesia?" "¿Cuáles son las barreras que están bloqueando las olas que Dios desea enviar en nuestro camino?" ¿Cuáles son los obstáculos e impedimentos que están estorbando el crecimiento?
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Castillo Fuerte
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lunes, 27 de junio de 2016
EL ESLABON PERDIDO: UNA REALIDAD INNEGABLE QUE MUCHOS NO QUIEREN VER
Una Comparación entre el Evolucionismo y La Biblia
La Biblia: Todas las cosas fueron creadas por Dios (Génesis 1:1).
El evolucionismo: El universo y la tierra se formaron de materia inorgánica preexistente.
El evolucionismo: El universo y la tierra se formaron de materia inorgánica preexistente.
La Biblia: Dios hizo la vida en la tierra.
El evolucionismo: La vida se desarrolló a partir de una célula única que espontáneamente surgió a la vida en el océano y a partir de ella todas las cosas vivas evolucionaron hasta producir las incontables formas que hoy se ven.
El evolucionismo: La vida se desarrolló a partir de una célula única que espontáneamente surgió a la vida en el océano y a partir de ella todas las cosas vivas evolucionaron hasta producir las incontables formas que hoy se ven.
La Biblia: Dios hizo al hombre a Su propia Imagen (Génesis 1:26).
El evolucionismo: Ninguna imagen llevó a que se formase el hombre, sino la mutación al azar junto con las restricciones ambientales.
El evolucionismo: Ninguna imagen llevó a que se formase el hombre, sino la mutación al azar junto con las restricciones ambientales.
La Biblia: Supervivencia del manso y humilde en el Reino de Dios (Mateo 5)
El evolucionismo: Supervivencia del más apto en un mundo hostil.
El evolucionismo: Supervivencia del más apto en un mundo hostil.
La Biblia: Dios en Su amor se hizo carne, llevó nuestros pecados y murió en nuestro lugar para restaurarnos a la comunión con El (Juan 3:16, 1:1,14; 1 Corintios 1:9; 1 Pedro 2:24).
El evolucionismo: No hay Dios ni otro ser supremo. Nosotros y la evolución somos nuestros propios amos.
El evolucionismo: No hay Dios ni otro ser supremo. Nosotros y la evolución somos nuestros propios amos.
La Biblia: Dios existe (Génesis 1:1; Juan 1:1)
El evolucionismo: Dios no existe.
El evolucionismo: Dios no existe.
Como puede verse, un sistema excluye al otro. No pueden ser ambos correctos. Ambos requieren, sin embargo, fe para ser aceptados.
La evolución en sentido darwiniano se enseña como un hecho demostrado en las escuelas y en la televisión y raramente es cuestionada o examinada críticamente. Este es un hecho muy desafortunado. Si se le demostrara al público general que el evolucionismo es erróneo, lo único que podría llenar el vacío sería Dios. Los incrédulos no quieren un Dios soberano que gobierne el universo. Ellos desean un dios (la evolución) que puedan examinar, exhibir y proclamar en el mundo secuarizado e irreligioso. El evolucionismo es una doctrina peligrosa y condenatoria para las almas de los hombres. Es una vacuna poderosa de Satán contra el cristianismo. De todos modos, la verdad y la evidencia aún tienen mucho peso.
La información precedente es solamente una parte muy pequeña del amplio trabajo que científicos e investigadores extremadamente competentes en el campo de la evolución han realizado. Para mayor información, vaya a su librería cristiana y pida libros sobre la evolución. ¡Los hay muchos y muy buenos!
La Cronología Del Eslabón Perdido
Lo que sigue es una lista del supuesto registro evolutivo del hombre. Si el evolucionismo es cierto, entonces debiera existir evidencia de él. Empero, la evidencia es muy débil, como veremos.
- Ramapithecus hace 14 a 10 millones de años
- Australopithecus hace 4 a 1 millones de años
- Australopithecus afarensis hace 3,6 a 3 millones de años
- Australopithecus africanus hace 3 a 2,5 millones de años
- Australopithecus robustus hace 3 a 1,8 millones de años
- Australopithecus boisei hace 1,8 millón de años
- Zinjanthropus
- También conocido como el hombre de Africa oriental hace 2 a 1,5 millones de años
- Homo habilis hace 2 millones de años
- Pithecanthropus hace 500 000 años
- Hombre de Nebraska, conocido también como Hesperopithecus haroldcookii
- Hombre de Piltdown, también conocido como Eanthropus dawsoni, u hombre de Dawn.
- Homo erectus hace 300 000 años.
- También conocido como hombre de Java
- También conocido como hombre de Pekín o Sinjanthropus pekinensis
- Homo Sapiens
- Neanderthal hace 30 000 a 75 000 años
- Cro Magnum hace 10 000 a 50 000 años
- Moderno hace 10 000 años
- Homo Sapiens presente
RamapithecusEl Ramapithecus consiste meramente en un puñado de dientes y fragmentos de quijada. El Ramapithecus era considerado un homínido (ancestro evolutivo del hombre) solamente sobre la base de sus características dentales [E. L. Simons, Annals of the New York Academy of Sciences, Vol. 167, p. 319 (1969); E. L. Simons, Scientific American, Vol. 211, p. 50 (1964); D. R. Pilbeam, Nature, Vol. 219, p. 1335 (1968); E. L. Simons and D. R. Pilbeam, Science, Vol. 173, p. 23 (1971). David Pilbeam, quien fue uno de los primeros en afirmar que el Ramapithecus era un homínido dijo que ahora no está tan seguro de que el Ramapithecus fuese un ancestro de los humanos. Dijo que había hallado nuevos fósiles de la especie que invalidan conclusiones previas [New York Times, 18 de febrero de 1979 (Section L, p. 41).
AustralopithecusEl primer hallazgo de esta criatura lo hizo Dart en 1924. Su nombre completo es Australopithecus Africanus. El hallazgo consistió en un cráneo, mandíbula y dientes, con fragmentos de la pelvis, miembros y pie. Los Australopithecinos se clasifican en dos especies principales: Australopithecus Africanus y Australopithecus Robustus. Se considera que el Australopithecus no es un ancestro del humano. [C. Oxnard, University of Chicago Magazine, Winter, 1974, pp. 11-22; A. Montagu, Man: His First Million Years (El hombre: su primer millón de años), World Publishers, Yonkers, N.Y., 1957, pp. 51-52].
ZinjanthropusEn 1950 Louis y Mary Leakey hallaron 400 fragmentos de un cráneo en el cañon Olduvai, en el Africa. Dijeron que era un ancestro homínido de 1 750 000 años de antigüedad. Se determinó dicha edad por la datación de las rocas en las cuales se hallaron los fragmentos óseos, según el método de potasio –argón. En 1960 los mismos investigadores hallaron el cráneo de un niño con características más humanas, en un estrato rocoso 30 cm inferior. Entonces Leakey dijo que el Zinjanthropus no era un homínido, sino completamente simio. La datación con carbono 14 de huesos de mamífero en el mismo estrato sugiere una edad de solamente 10 000 a 3 100 años.
Hombre de NebraskaEn 1922 un geólogo llamado Cook halló un diente en la Quebrada de la Serpiente, en Nebraska (EE.UU.). El profesor Osborn, con el Museo de Nueva York, y Sir Smith, de Londres, dijeron que el diente pertenecía a un homínido. Posteriormente se determinó que era el diente de una especie extinguida de cerdo . S. K. Gregory, Science Vol. 66, p. 579 (1927), citado en Evolution the Fossils Say No (Evolución: Los fósiles dicen No), p. 130, por Duane T. Gish, Ph.D. Creation Life Publishers, 1981, San Diego. CA.
Hombre de PiltdownEn 1912 Charles Dawson y otros hallaron una bóveda craneana, una quijada y dientes en una ripiera de Sussex (Inglaterra). A partir de estos restos, reconstruyeron un hombre simiesco que llamaron hombre de Piltdown y dataron 500 000 años a.C. En 1953 científicos británicos descubrieron que la quijada pertenecía a un mono y había sido coloreada para simular antigüedad. Los dientes habían sido limados para que pareciesen humanos. La "bóveda craneana" era en realidad un hueso de la rodilla de un elefante. La falsificación engañó a los expertos por muchos años. S. Zuckerman, Beyond the Ivory Tower (más allá de la torre de marfil), Taplinger Pub. Co., New York, 1970, pp. 75-94, citado en Evolution the Fossils Say No (Evolución: Los fósiles dicen No), p.132, por Duane T. Gish Ph.D. Creation Life Publishers, 1981 San Diego. CA.
El hombre de JavaEn 1892 Dubois halló en Java una bóveda craneana, dientes y un fémur, a una distancia aproximada de 18 metros uno de otros. Afirmó que pertenecían a un mismo ancestro homínido y que su edad era de cerca de 500 000 años. Dubois omitió mencionar que en virtualmente el mismo nivel de excavación él había hallado dos cráneos humanos. En 1908 la expedición alemana Selenka halló que los flujos de lava en Java tornaban imposible una edad superior a los 500 años. En 1936 Dubois finalmente admitió que el "hombre de Java" no era sino un simio. W. Howell, Mankind in the Making (La hechura de la humanidad), Doubleday and Co., Garden City, N.T. 1967, pp. 155-156 citado en Evolution the Fossils Say No (Evolución: Los fósiles icen No), p. 125, por Duane T. Gish Ph.D. Creation Life Publishers, 1981 San Diego. CA.
El hombre de PekínEntre 1922 y 1939 se descubrieron huesos pertenecientes a 38 individuos en Choukoutien, al suroeste de Pekín. Experos de diferentes países dijeron que pertenecían a homínidos. Msgr. O’Connell, misionero en la China, sostiene que el lugar era una fosa de cal, y que los humanos mataban monos para comer sus sesos. Cuando el cerro se colapsó, la gente quedó enterrada y se fosilizó. La mezcla de huesos de simios y monos se usó para crear un homínido. Los especímenes originales se perdieron durante la Segunda Guerra Mundial. O’Connell dice que el "hombre de Pekín" es completamente humano.
El hombre de NeanderthalLos primeros huesos del hombre de Neanderthal fueron hallados en Dusseldorf (Alemania) en 1856. Indican una postura semierecta. Se dijo que estaba un escalón por encima de los simios y se lo dató en 200 000 años. Posteriormente se halló que sufría de artritis. Desde entonces se han hallado esqueletos que indican una posición erecta en cuevas de Palestina. Su cerebro tenía mayor tamaño que el del hombre moderno.
El hombre de Cro-magnonSe han hallado huesos del hombre de Cro-Magnon en cuevas de Francia. Se los data en 50 000 años. El tamaño cerebral del hombre de Cro-Magnon es mayor que el del hombre moderno.
La información aquí presentada apenas rasguña la superficie de algunos de los problemas de la teoría de la evolución.
Para mayor información que documenta y trata evidencia contraria a la evolución, los siguientes libros pueden ser útiles:
-
Darwin’s Enigma (El enigma de Darwin), por Luther D. Sunderland, Master Book Publishers, Santee, CA 1984
-
Evolution The Fossils say No! (Evolución: Los fósiles dicen ¡No!), por Duane T. Gish, Ph.D. Creation Life Publishers, San Diego, CA. 1981.
-
The Truth: God or Evolution? (La verdad: ¿Dios o la evolución?), por Marshall y Sandra Hall, The Craig Press, 1974.
-
Man’s Origin, Man’s Destiny (El origen del hombre, el destino del hombre), por A. E. Wilder-Smith, Bethany House Publishers, Minneapolis, Minnesota, 55438, 1975.
-
[Nota del traductor: Otros libros recientes sobre el mismo tema se listan a continuación]
-
Proceso a Darwin, 2ª Ed., por Philip E. Johnson. Grand Rapids, Portavoz, 1995.
-
Los hombres-simios - ¿Realidad o ficción?, por Malcolm Bowden. Terrassa, CLIE, 1984.
-
The collapse of evolution (El colapso de la evolución), 2nd Ed., por Scott M. Huse. Grand Rapids, Baker Books, 1993.
-
Defeating Darwinism by opening minds (Cómo derrotar al darwinismo abriendo las mentes), por Philip E. Johnson . Downers Grove, InterVarsity Press, 1997.
-
Bones of contention. A creationist assessment of human fossils (Huesos en discusión. Una evaluación creacionista de los fósiles humanos), por Marvin L. Lubenow. Grand Rapids, Baker Books, 1992.
-
Darwin’s black box: The biochemical challenge to evolution (La caja negra de Darwin: El desafío bioquímico a la evolución) por Michael Behe. New York, Free Press, 1996.
Lo que sigue es una lista del supuesto registro evolutivo del hombre. Si el evolucionismo es cierto, entonces debiera existir evidencia de él. Empero, la evidencia es muy débil, como veremos.
- Ramapithecus hace 14 a 10 millones de años
- Australopithecus hace 4 a 1 millones de años
- Australopithecus afarensis hace 3,6 a 3 millones de años
- Australopithecus africanus hace 3 a 2,5 millones de años
- Australopithecus robustus hace 3 a 1,8 millones de años
- Australopithecus boisei hace 1,8 millón de años
- Zinjanthropus
- También conocido como el hombre de Africa oriental hace 2 a 1,5 millones de años
- Homo habilis hace 2 millones de años
- Pithecanthropus hace 500 000 años
- Hombre de Nebraska, conocido también como Hesperopithecus haroldcookii
- Hombre de Piltdown, también conocido como Eanthropus dawsoni, u hombre de Dawn.
- Homo erectus hace 300 000 años.
- También conocido como hombre de Java
- También conocido como hombre de Pekín o Sinjanthropus pekinensis
- Homo Sapiens
- Neanderthal hace 30 000 a 75 000 años
- Cro Magnum hace 10 000 a 50 000 años
- Moderno hace 10 000 años
- Homo Sapiens presente
RamapithecusEl Ramapithecus consiste meramente en un puñado de dientes y fragmentos de quijada. El Ramapithecus era considerado un homínido (ancestro evolutivo del hombre) solamente sobre la base de sus características dentales [E. L. Simons, Annals of the New York Academy of Sciences, Vol. 167, p. 319 (1969); E. L. Simons, Scientific American, Vol. 211, p. 50 (1964); D. R. Pilbeam, Nature, Vol. 219, p. 1335 (1968); E. L. Simons and D. R. Pilbeam, Science, Vol. 173, p. 23 (1971). David Pilbeam, quien fue uno de los primeros en afirmar que el Ramapithecus era un homínido dijo que ahora no está tan seguro de que el Ramapithecus fuese un ancestro de los humanos. Dijo que había hallado nuevos fósiles de la especie que invalidan conclusiones previas [New York Times, 18 de febrero de 1979 (Section L, p. 41).
AustralopithecusEl primer hallazgo de esta criatura lo hizo Dart en 1924. Su nombre completo es Australopithecus Africanus. El hallazgo consistió en un cráneo, mandíbula y dientes, con fragmentos de la pelvis, miembros y pie. Los Australopithecinos se clasifican en dos especies principales: Australopithecus Africanus y Australopithecus Robustus. Se considera que el Australopithecus no es un ancestro del humano. [C. Oxnard, University of Chicago Magazine, Winter, 1974, pp. 11-22; A. Montagu, Man: His First Million Years (El hombre: su primer millón de años), World Publishers, Yonkers, N.Y., 1957, pp. 51-52].
ZinjanthropusEn 1950 Louis y Mary Leakey hallaron 400 fragmentos de un cráneo en el cañon Olduvai, en el Africa. Dijeron que era un ancestro homínido de 1 750 000 años de antigüedad. Se determinó dicha edad por la datación de las rocas en las cuales se hallaron los fragmentos óseos, según el método de potasio –argón. En 1960 los mismos investigadores hallaron el cráneo de un niño con características más humanas, en un estrato rocoso 30 cm inferior. Entonces Leakey dijo que el Zinjanthropus no era un homínido, sino completamente simio. La datación con carbono 14 de huesos de mamífero en el mismo estrato sugiere una edad de solamente 10 000 a 3 100 años.
Hombre de NebraskaEn 1922 un geólogo llamado Cook halló un diente en la Quebrada de la Serpiente, en Nebraska (EE.UU.). El profesor Osborn, con el Museo de Nueva York, y Sir Smith, de Londres, dijeron que el diente pertenecía a un homínido. Posteriormente se determinó que era el diente de una especie extinguida de cerdo . S. K. Gregory, Science Vol. 66, p. 579 (1927), citado en Evolution the Fossils Say No (Evolución: Los fósiles dicen No), p. 130, por Duane T. Gish, Ph.D. Creation Life Publishers, 1981, San Diego. CA.
Hombre de PiltdownEn 1912 Charles Dawson y otros hallaron una bóveda craneana, una quijada y dientes en una ripiera de Sussex (Inglaterra). A partir de estos restos, reconstruyeron un hombre simiesco que llamaron hombre de Piltdown y dataron 500 000 años a.C. En 1953 científicos británicos descubrieron que la quijada pertenecía a un mono y había sido coloreada para simular antigüedad. Los dientes habían sido limados para que pareciesen humanos. La "bóveda craneana" era en realidad un hueso de la rodilla de un elefante. La falsificación engañó a los expertos por muchos años. S. Zuckerman, Beyond the Ivory Tower (más allá de la torre de marfil), Taplinger Pub. Co., New York, 1970, pp. 75-94, citado en Evolution the Fossils Say No (Evolución: Los fósiles dicen No), p.132, por Duane T. Gish Ph.D. Creation Life Publishers, 1981 San Diego. CA.
El hombre de JavaEn 1892 Dubois halló en Java una bóveda craneana, dientes y un fémur, a una distancia aproximada de 18 metros uno de otros. Afirmó que pertenecían a un mismo ancestro homínido y que su edad era de cerca de 500 000 años. Dubois omitió mencionar que en virtualmente el mismo nivel de excavación él había hallado dos cráneos humanos. En 1908 la expedición alemana Selenka halló que los flujos de lava en Java tornaban imposible una edad superior a los 500 años. En 1936 Dubois finalmente admitió que el "hombre de Java" no era sino un simio. W. Howell, Mankind in the Making (La hechura de la humanidad), Doubleday and Co., Garden City, N.T. 1967, pp. 155-156 citado en Evolution the Fossils Say No (Evolución: Los fósiles icen No), p. 125, por Duane T. Gish Ph.D. Creation Life Publishers, 1981 San Diego. CA.
El hombre de PekínEntre 1922 y 1939 se descubrieron huesos pertenecientes a 38 individuos en Choukoutien, al suroeste de Pekín. Experos de diferentes países dijeron que pertenecían a homínidos. Msgr. O’Connell, misionero en la China, sostiene que el lugar era una fosa de cal, y que los humanos mataban monos para comer sus sesos. Cuando el cerro se colapsó, la gente quedó enterrada y se fosilizó. La mezcla de huesos de simios y monos se usó para crear un homínido. Los especímenes originales se perdieron durante la Segunda Guerra Mundial. O’Connell dice que el "hombre de Pekín" es completamente humano.
El hombre de NeanderthalLos primeros huesos del hombre de Neanderthal fueron hallados en Dusseldorf (Alemania) en 1856. Indican una postura semierecta. Se dijo que estaba un escalón por encima de los simios y se lo dató en 200 000 años. Posteriormente se halló que sufría de artritis. Desde entonces se han hallado esqueletos que indican una posición erecta en cuevas de Palestina. Su cerebro tenía mayor tamaño que el del hombre moderno.
El hombre de Cro-magnonSe han hallado huesos del hombre de Cro-Magnon en cuevas de Francia. Se los data en 50 000 años. El tamaño cerebral del hombre de Cro-Magnon es mayor que el del hombre moderno.
La información aquí presentada apenas rasguña la superficie de algunos de los problemas de la teoría de la evolución.
Para mayor información que documenta y trata evidencia contraria a la evolución, los siguientes libros pueden ser útiles:
Para mayor información que documenta y trata evidencia contraria a la evolución, los siguientes libros pueden ser útiles:
Darwin’s Enigma (El enigma de Darwin), por Luther D. Sunderland, Master Book Publishers, Santee, CA 1984 Evolution The Fossils say No! (Evolución: Los fósiles dicen ¡No!), por Duane T. Gish, Ph.D. Creation Life Publishers, San Diego, CA. 1981. The Truth: God or Evolution? (La verdad: ¿Dios o la evolución?), por Marshall y Sandra Hall, The Craig Press, 1974. Man’s Origin, Man’s Destiny (El origen del hombre, el destino del hombre), por A. E. Wilder-Smith, Bethany House Publishers, Minneapolis, Minnesota, 55438, 1975. [Nota del traductor: Otros libros recientes sobre el mismo tema se listan a continuación] Proceso a Darwin, 2ª Ed., por Philip E. Johnson. Grand Rapids, Portavoz, 1995. Los hombres-simios - ¿Realidad o ficción?, por Malcolm Bowden. Terrassa, CLIE, 1984. The collapse of evolution (El colapso de la evolución), 2nd Ed., por Scott M. Huse. Grand Rapids, Baker Books, 1993. Defeating Darwinism by opening minds (Cómo derrotar al darwinismo abriendo las mentes), por Philip E. Johnson . Downers Grove, InterVarsity Press, 1997. Bones of contention. A creationist assessment of human fossils (Huesos en discusión. Una evaluación creacionista de los fósiles humanos), por Marvin L. Lubenow. Grand Rapids, Baker Books, 1992. Darwin’s black box: The biochemical challenge to evolution (La caja negra de Darwin: El desafío bioquímico a la evolución) por Michael Behe. New York, Free Press, 1996.
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viernes, 11 de diciembre de 2015
Ya sea que la práctica sea descrita como “adoración” o “veneración”, o cualquier otro término, el problema es el mismo
Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6
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¿Es apropiado dirigirse a los ministros por el titulo de “Reverendo”?
REVERENDO: Que es digno de reverencia.
REVERENCIA
¿CÓMO EMPIEZO A EXPRESAR REVERENCIA?
1. De la manera en que hablo acerca de Dios.
– No debo hacer bromas del Padre, o del Hijo, ni del Espíritu Santo.
– Nunca debo tomar el nombre de Dios en poco o en vano. Éxodo 20:7
2. De la manera en que sirvo a Dios.
– Todo servicio que hago como para el Señor, es digno de respeto. Colosenses 3:23-24
– Debo pensar en qué manera puedo agradar a Dios con un espíritu de temor y reverencia.
Hebreos 12:28
3. De la manera en que manejo la Palabra de Dios.
– Siempre debo estimarla como la Palabra inspirada de Dios. 2 Pedro 1:21 y 2 Timoteo 3:16
– Tengo que tomar su mensaje en serio y actuar a base de ella. Santiago 1:21
4. De la manera en que me comporto durante los servicios de la iglesia.
- Debo evitar platicar con amigos durante los servicios. Zacarías 2:13
– Debo enseñar a los niños la importancia de mostrar reverencia en los cultos.
– Debo procurar llegar a los cultos con una actitud de oración a Dios. Salmos 95:6
5. En la actitud que demuestro durante la oración.
- Una forma de manifestar reverencia en la oración es por inclinar la cabeza y cerrar los ojos.
– Debo evitar la risita o una actitud ligera en tiempo de la oración.
6. En mi comportamiento en un lugar dedicado a la adoración de Dios y la predicación de su Palabra.
- No debo gritar ni correr en el edificio antes ni después de los cultos.
– Debo ayudar a mantener el lugar de adoración limpio y ordenado para así mostrar honra y aprecio a Dios.
REVERENDO
1. De la manera en que hablo acerca de Dios.
– No debo hacer bromas del Padre, o del Hijo, ni del Espíritu Santo.
– Nunca debo tomar el nombre de Dios en poco o en vano. Éxodo 20:7
2. De la manera en que sirvo a Dios.
– Todo servicio que hago como para el Señor, es digno de respeto. Colosenses 3:23-24
– Debo pensar en qué manera puedo agradar a Dios con un espíritu de temor y reverencia.
Hebreos 12:28
3. De la manera en que manejo la Palabra de Dios.
– Siempre debo estimarla como la Palabra inspirada de Dios. 2 Pedro 1:21 y 2 Timoteo 3:16
– Tengo que tomar su mensaje en serio y actuar a base de ella. Santiago 1:21
4. De la manera en que me comporto durante los servicios de la iglesia.
- Debo evitar platicar con amigos durante los servicios. Zacarías 2:13
– Debo enseñar a los niños la importancia de mostrar reverencia en los cultos.
– Debo procurar llegar a los cultos con una actitud de oración a Dios. Salmos 95:6
5. En la actitud que demuestro durante la oración.
- Una forma de manifestar reverencia en la oración es por inclinar la cabeza y cerrar los ojos.
– Debo evitar la risita o una actitud ligera en tiempo de la oración.
6. En mi comportamiento en un lugar dedicado a la adoración de Dios y la predicación de su Palabra.
- No debo gritar ni correr en el edificio antes ni después de los cultos.
– Debo ayudar a mantener el lugar de adoración limpio y ordenado para así mostrar honra y aprecio a Dios.
REVERENDO
En la Biblia, la palabra “reverendo” le aplica a Dios y solamente a Dios. En ningun momento esa palabra le aplica a ningun hombre. Salmos 111:9 dice, “El [Dios] ha enviado redención a Su pueblo; Para siempre ha ordenado Su pacto; Santo y reverendo es Su nombre” (versión KJ). La palabra es traducida “temible” en la Nueva Versión King James, y Reina Valera.
Usted no puede encontrar en ningun lugar en el Nuevo Testamento donde Pedro, Pablo, Juan, Santiago o cualquier otro ministro fue alguna vez llamado “reverendo.” De hecho, Cristo prohibe esos titulos (Mat. 23:9).
El uso de titulos religiosos, como los de “Reverendo,” “Padre,” “Su Santidad,” etc., comenzaron en el primer siglo dentro de circulos religiosos cuando una gran apostasia habia comenzado. Fue en ese instante en que los ministros comenzaron a ponerse ellos mismos “en el lugar de Cristo.” Por ellos mismos decidieron darse titulos de divinidad. Los verdaderos siervos de Dios no van a usar esos titulos.
Sin embargo, es apropiado para los ministros ser llamados, “Ancianos,” “Pastor,” “Evangelista,” etc., porque estos son los titulos usados en el Nuevo Testamento.
"¿Es bíblica la veneración a los santos y a María?"
Respuesta: La Biblia es absolutamente clara en que solo debemos adorar a Dios. Los únicos casos en que alguien más que Dios recibe adoración en la Biblia es cuando se trata de dioses falsos, los cuales son Satanás y sus demonios. Todos los seguidores de Dios el Señor rechazan la adoración. Pedro y los apóstoles se negaron a ser adorados (Hechos 10:25-26; 14:13-14). Los santos ángeles se negaron a ser adorados (Apocalipsis 19:10; 22:9). La respuesta es siempre la misma, “¡Adora a Dios!”
Los Católicos Romanos intentan “desviar” estos claros principios Escriturales, diciendo que ellos no “adoran” a María y a los santos, sino que más bien ellos sólo “veneran” a María y a los santos. El usar una palabra diferente no cambia la esencia de lo que se ha estado haciendo.
Respuesta: La Biblia es absolutamente clara en que solo debemos adorar a Dios. Los únicos casos en que alguien más que Dios recibe adoración en la Biblia es cuando se trata de dioses falsos, los cuales son Satanás y sus demonios. Todos los seguidores de Dios el Señor rechazan la adoración. Pedro y los apóstoles se negaron a ser adorados (Hechos 10:25-26; 14:13-14). Los santos ángeles se negaron a ser adorados (Apocalipsis 19:10; 22:9). La respuesta es siempre la misma, “¡Adora a Dios!”
Los Católicos Romanos intentan “desviar” estos claros principios Escriturales, diciendo que ellos no “adoran” a María y a los santos, sino que más bien ellos sólo “veneran” a María y a los santos. El usar una palabra diferente no cambia la esencia de lo que se ha estado haciendo.
Una definición de “venerar” es “respetar en sumo grado o dar culto.” En ningún lugar en la Biblia se nos dice que rindamos culto a alguien, sino solo a Dios. No hay nada de malo en respetar a aquellos cristianos fieles que se han ido antes que nosotros (ver Hebreos capítulo 11). No hay nada malo con honrar a María como la madre terrenal de Jesús. La Biblia describe a María como “muy favorecida” por Dios (Lucas 1:28).
Al mismo tiempo, no hay instrucción en la Biblia de reverenciar a aquellos que se han ido al cielo. Debemos seguir su ejemplo, sí, ¡pero nunca adorarlos, reverenciarlos, o rendirles culto!
Cuando son forzados a admitir que en realidad ellos adoran a María, los católicos argumentarán que ellos adoran a Dios a través de ella, al adorar la maravillosa creación que Dios ha hecho. María, en sus mentes, es la más hermosa y maravillosa creación de Dios, y al alabarla ellos están alabando a su Creador. Para los católicos, esto es análogo a dirigir alabanzas a un artista al alabar su escultura o pintura. El problema con esto, es que Dios explícitamente prohíbe ser adorado a través de las cosas creadas. No debemos inclinarnos y adorar a ninguna cosa que esté arriba en los cielos ni abajo en la tierra (Éxodo 20:4-5). Romanos 1:25 no puede ser más claro: “ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.” Sí, Dios ha creado cosas increíbles y maravillosas. Sí, María fue una buena mujer que es digna de nuestro respeto. No, absolutamente no debemos adorar a Dios “vicariamente,” alabando las cosas (o la gente) que Él ha creado. El hacerlo es obviamente idolatría.
La mayor manera en que los católicos “veneran” a María y los santos, es rezándoles. Como la siguiente declaración lo demuestra, el orar a alguien más que a Dios es anti-bíblico. “Es anti-bíblico orar a los santos y a María, ya sea que se ore directamente a María o a los santos, o que se les hagan peticiones como mediadores. Ninguna de estas prácticas es bíblica”. El orar es un acto de adoración. Cuando oramos a Dios, estamos reconociendo que necesitamos Su ayuda. Al dirigir nuestras oraciones a alguien más que no sea Dios, le estamos robando a Dios la gloria que solo le pertenece a Él.
Otra manera en que los católicos “veneran” a María y a los santos es creando estatuas e imágenes de ellos. Muchos católicos usan las imágenes de María o de los santos como “amuletos de la suerte”. Cualquier lectura superficial de la Biblia revelará que esta práctica es un claro acto de idolatría (Éxodo 20:4-6; 1 Corintios 12:12; 1 Juan 5:21). El frotar las cuentas del rosario es idolatría. Prender velas o veladoras ante una estatua o imagen de un santo o de María, es idolatría. El enterrar una estatua de José con la esperanza de vender tu casa (y un sinnúmero más de prácticas católicas), es idolatría.
La terminología no es lo importante. Ya sea que la práctica sea descrita como “adoración” o “veneración”, o cualquier otro término, el problema es el mismo. Cada vez que atribuimos a alguien más algo que pertenece a Dios, es idolatría. En ninguna parte de la Biblia se nos enseña a reverenciar, orar, depender, o “adorar” a alguien que no sea Dios. Debemos adorar solamente a Dios. La gloria, la alabanza y la honra pertenecen a Dios solamente. Solo Dios es merecedor de “... la gloria y la honra y el poder...” (Apocalipsis 4:11). Solo Dios es merecedor de recibir nuestra reverencia, adoración y alabanza (Nehemías 9:6; Apocalipsis 15:4).
Cuando son forzados a admitir que en realidad ellos adoran a María, los católicos argumentarán que ellos adoran a Dios a través de ella, al adorar la maravillosa creación que Dios ha hecho. María, en sus mentes, es la más hermosa y maravillosa creación de Dios, y al alabarla ellos están alabando a su Creador. Para los católicos, esto es análogo a dirigir alabanzas a un artista al alabar su escultura o pintura. El problema con esto, es que Dios explícitamente prohíbe ser adorado a través de las cosas creadas. No debemos inclinarnos y adorar a ninguna cosa que esté arriba en los cielos ni abajo en la tierra (Éxodo 20:4-5). Romanos 1:25 no puede ser más claro: “ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.” Sí, Dios ha creado cosas increíbles y maravillosas. Sí, María fue una buena mujer que es digna de nuestro respeto. No, absolutamente no debemos adorar a Dios “vicariamente,” alabando las cosas (o la gente) que Él ha creado. El hacerlo es obviamente idolatría.
La mayor manera en que los católicos “veneran” a María y los santos, es rezándoles. Como la siguiente declaración lo demuestra, el orar a alguien más que a Dios es anti-bíblico. “Es anti-bíblico orar a los santos y a María, ya sea que se ore directamente a María o a los santos, o que se les hagan peticiones como mediadores. Ninguna de estas prácticas es bíblica”. El orar es un acto de adoración. Cuando oramos a Dios, estamos reconociendo que necesitamos Su ayuda. Al dirigir nuestras oraciones a alguien más que no sea Dios, le estamos robando a Dios la gloria que solo le pertenece a Él.
Otra manera en que los católicos “veneran” a María y a los santos es creando estatuas e imágenes de ellos. Muchos católicos usan las imágenes de María o de los santos como “amuletos de la suerte”. Cualquier lectura superficial de la Biblia revelará que esta práctica es un claro acto de idolatría (Éxodo 20:4-6; 1 Corintios 12:12; 1 Juan 5:21). El frotar las cuentas del rosario es idolatría. Prender velas o veladoras ante una estatua o imagen de un santo o de María, es idolatría. El enterrar una estatua de José con la esperanza de vender tu casa (y un sinnúmero más de prácticas católicas), es idolatría.
La terminología no es lo importante. Ya sea que la práctica sea descrita como “adoración” o “veneración”, o cualquier otro término, el problema es el mismo. Cada vez que atribuimos a alguien más algo que pertenece a Dios, es idolatría. En ninguna parte de la Biblia se nos enseña a reverenciar, orar, depender, o “adorar” a alguien que no sea Dios. Debemos adorar solamente a Dios. La gloria, la alabanza y la honra pertenecen a Dios solamente. Solo Dios es merecedor de “... la gloria y la honra y el poder...” (Apocalipsis 4:11). Solo Dios es merecedor de recibir nuestra reverencia, adoración y alabanza (Nehemías 9:6; Apocalipsis 15:4).
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La mujer tiene un espíritu más sensible hacia las cosas de Dios: Es una necesidad congregarse con otros que comparten su fe
Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6
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A continuación menciono algunos ejemplos de autoridad humana en conflicto con enseñanzas divinas: (En cada caso las mujeres eran cristianas.) Un estafador en Sudamérica pidió a su esposa que participara en sus robos. Un empresario norteamericano quiso que su mujer tomara parte en una fiesta —en realidad una orgía–– donde tendría relaciones sexuales con otros hombres. Un caso difundido por televisión donde un hombre deseaba que su esposa se acostara con el jefe de él a fin de conseguir una promoción y mejor salario. Otro caso en Latinoamérica cuando un padre ordenó a su propia hija que se hiciera prostituta para incrementar la ganancia de la casa. En tales situaciones la sumisión al esposo ––o padre–– no incluye los actos pecaminosos ––es decir que existe la libertad bíblica de NO obedecer.
Sin embargo, un entendimiento correcto de la sujeción bíblica deja en claro que no debemos usar tal libertad como pretexto para hacer el mal. La exhortación es “no uséis la libertad como pretexto para la maldad, sino empleadla como siervos de Dios.”(7) La libertad que Dios da para NO obedecer sólo se emplea en casos en que la obediencia implique pecado, pero jamás para zafarse de un compromiso marital.
Los ejemplos mencionados resultan obvios, sin embargo no todas las situaciones son tan fáciles de discernir. Es necesario tener principios guías.
La experiencia de Sadrac, Mesac y Abed-nego (Daniel 3) nos brinda pautas de ayuda en la decisión de conflictos morales. La situación de estos muchachos es semejante a los ejemplos anteriores. A estos tres judíos temerosos de Dios una autoridad humana les ordenó hacer algo que Dios claramente prohíbe (adorar a un ídolo) y que está en contra de sus leyes (Exodo 20:2–5). Por otra parte Dios nos exhorta a sujetarnos a la autoridad humana (Romanos 13:1–8; 1 Pedro 2:13–17; Tito 2:1). Por eso decimos que existe un conflicto moral entre obedecer la autoridad del hombre y seguir los mandatos de Dios.
Los principios que observaron Sadrac, Mesac y Abed-nego son tan contemporáneos hoy como lo eran en tiempos de Daniel.*
Dice el profeta:
El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro cuya altura era de sesenta codos, y su anchura de seis codos; la levantó en el campo de Dura, en la provincia de Babilonia... Y el pregonero anunciaba en alta voz: Mándase a vosotros, oh pueblos, naciones y lenguas, que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha levantado; y cualquiera que no se postre y adore, inmediatamente será echado dentro de un horno de fuego ardiendo... Por esto en aquel tiempo algunos varones caldeos vinieron y acusaron maliciosamente a los judíos... Hay unos varones judíos, los cuales pusiste sobre los negocios de la provincia de Babilonia: Sadrac, Mesac y Abed-nego; estos varones, oh rey, no te han respetado; no adoran tus dioses, ni adoran la estatua de oro que has levantado. Entonces Nabucodonosor dijo con ira y con enojo que trajesen a Sadrac, Mesac y Abed-nego... Habló Nabucodonosor y les dijo: ... Ahora, pues, ¿Estáis dispuestos para que al oír... de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua que he hecho? Porque si no la adorareis, en la misma hora seréis echados en medio de un horno de fuego ardiendo; ¿y qué dios será aquel que os libre de mis manos? Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto. He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.(8)
1) La intención de Dios es que la autoridad divina y la humana estén en armonía, y su voluntad es que nos sujetemos a la autoridad de quienes están en eminencia (Romanos 13:1–8).
2) Cuando haya conflicto entre la ley divina y la ley humana, o entre la autoridad divina y la humana, siempre es consecuencia de que la persona que representa el poder humano se ha apartado de los límites de autoridad otorgados por Dios. Consecuentemente, obedecer semejante mandato humano (adorar al ídolo, participar de una orgía, etc.) sería violar la Palabra de Dios.
3) Si nos halláramos frente a tal dilema, no debemos dudar en obedecer la ley de nuestro Dios (Daniel 3:15, 16).
4) Cuando esa obediencia signifique oponerse a la autoridad humana, podemos contar con el poder y la protección divinos (Daniel 3:17).
5) Debemos estar preparados para aceptar las posibles consecuencias de la obediencia al Dios vivo frente al enojo, la ira y la oposición humana (Daniel 3:18).
6) Aunque en casos de conflicto como los citados debemos obedecer a Dios antes que a los hombres, la postura bíblica ––pase lo que pasare- es una actitud de sumisión y respeto a la autoridad humana -rey, esposo, jefe, dueño (Daniel 3:16).
7) Una sugerencia final (sin conexión con Daniel 3) es el principio de la sustitución. En vez de declarar un “no” categórico, es aconsejable proponer una alternativa: lograr los mismos propósitos básicos que la autoridad humana tiene en mente, pero sin violar los principios divinos. (Véase Génesis 39 y Hechos 5:21–41.)
Un buen ejemplo de este principio se encuentra en la triste historia bíblica de Amnón y Tamar (2 Samuel 13). Amnón quería forzar a Tamar a acostarse con él. Tamar, en cambio, reconociendo no sólo el pecado sino también las múltiples consecuencias** de un acto tan perverso, sugiere una alternativa que no violaría los principios divinos: el matrimonio. “... que hables al rey, que él no me negará a ti.”(9)
CUANDO LAS PALABRAS ESTAN DE MAS
La mujer cristiana no debe tratar de convertirse en la voz de la conciencia del esposo. No podemos esperar que alguien se conduzca como cristiano si no lo es. Pedro enfatiza que al esposo se lo gana para Cristo sin palabras. “De modo que si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus esposas al observar vuestro casto y respetuoso comportamiento.”(10)
No es necesario idear trampitas evangelísticas, colocar tratados debajo de su plato a la hora de comer ni estar continuamente sermoneando. Es probable que todo ello produzca un efecto contrario. El Espíritu Santo usará la conducta de la esposa para obrar en la conciencia del marido inconverso. Esto no significa que nunca haya que testificarle. Claro que sí. La conducta de la esposa brindará la oportunidad de testificar, y ella con toda libertad podrá explicar lo que Cristo ha hecho en su vida. Tanto antes como después del testimonio mismo, lo que importa y tiene aun más peso son las acciones y actitudes bíblicas (Mateo 5:16; Gálatas 5:19–23).
CONFIDENCIAS Y CHISMES
La mujer cristiana y su vida de oración son una combinación crucial cuando el cónyuge es inconverso. Pedro dice que un esposo impío es ganado sin palabra verbal, por lo tanto una esposa creyente ha de dirigir sus palabras primordialmente a Dios.
Es muy cierto que para una mujer sufrida será beneficioso compartir su problema con otras cristianas que le ayuden a sobrellevar la carga (Gálatas 6:2), pero debemos hacer algunas advertencias. En primer lugar, ello nunca debe ocupar el lugar de la oración. Las confidentes cumplirán con la ley de Cristo sólo cuando ayuden a sobrellevar las cargas, no al entrar en chismes, calumnias u otros pecados comunes a estos casos (aunque a veces se cometan de manera inconsciente). Para prevenir estas desviaciones hay que utilizar discreción y discernimiento al escoger a las confidentes. Como resultado de los chismes, muchos esposos tienen que hacer frente a la vergüenza y el bochorno de saber que la mitad de los miembros de la iglesia conocen los problemas matrimoniales de la pareja. Mi consejo es tener un máximo de dos compañeras que se comprometan a sobrellevar las cargas y a orar. Deben ser mujeres maduras en la fe, tal vez mayores de edad, que también puedan instruir a la esposa en problemas.(11)
SANTIDAD Y RELACIONES INTIMAS
La mujer cristiana debe sujetarse sexualmente a su esposo inconverso. El fundamento bíblico “Vosotras mujeres, estad sujetas a vuestros maridos”(12) incluye los asuntos sexuales. Desafortunadamente muchas mujeres cristianas hoy día alegan: Ya que soy cristiana no debo... no osaría... usted sabe, Jaime... una mujer santa no debe tener relaciones sexuales con su esposo inconverso. Existen muchos conceptos erróneos acerca del significado de una vida santa. Admito que la sexualidad es un tema delicado, pero es imprescindible hablar con claridad.
Mencionaré tres cuestiones comunes que, a menudo, hemos enfrentado en el ministerio de orientar a la gente.
1) El esposo es inconverso e infiel a su mujer, y ésta pregunta: “¿Tengo que seguir sujetándome sexualmente?” No encuentro ninguna indicación bíblica que permita a una creyente comportarse en forma no-bíblica debido a que su esposo está en pecado sexual. Mientras la pareja esté viviendo bajo el mismo techo, continúa en vigencia el siguiente principio:
Que el esposo cumpla su deber para con la esposa, e igualmente la esposa lo cumpla con el esposo. La esposa no tiene autoridad sobre su propio cuerpo, sino que el esposo es el que la tiene. Y asimismo, el esposo no tiene autoridad sobre su propio cuerpo, pero la esposa sí la tiene.(13)
2) El esposo pide algo fuera de lo normal en las relaciones íntimas. En la actualidad muchos hombres inconversos (lamentablemente también algunos cristianos ) llenan sus mentes de material pornográfico; tienen conversaciones de tono subido con sus compañeros y amigos e imaginan que les falta algo en la vida íntima. Como resultado piden a sus esposas actos sexuales no convencionales (me refiero a las relaciones íntimas entre ambos, sin la intervención de terceras partes). ¿Tiene que sujetarse la esposa? Aunque esta cuestión necesitaría una respuesta detallada, en estas páginas resumiremos diciendo que si el requerimiento del esposo no produce daño físico (que sí sería el caso del sadomasoquismo) ni viola un principio bíblico (homosexualidad, bestialidad, adulterio, etc.) la Biblia declara que el lecho matrimonial está sin mancilla.(14)
3) El esposo ha contraído una enfermedad venérea, por lo general como resultado de sus relaciones sexuales extramatrimoniales. Sin embargo, desea tener relaciones intimas con su esposa. ¿Ha de sujetarse sexualmente una mujer cristiana sabiendo que su esposo está infectado con tal enfermedad contagiosa? Hay que tomar en cuenta tres verdades: a) el cuerpo humano es el templo del Espíritu Santo;(15) b) el mal venéreo no perjudica sólo a la presente generación sino también a la siguiente; c) lo más factible es que la infección haya sido contraída por adulterio (tal vez incluso con una prostituta). Por lo tanto, creo que una esposa cristiana, en esas circunstancias, tiene la libertad de no consentir las relaciones sexuales. Ella debe reanudar el contacto sexual con su esposo siempre y cuando él tenga puebas médicas de que se haya curado y de que la enfermedad ya no sea contagiosa.*
¿CELOS DE LA IGLESIA?
La mujer cristiana no debe provocar a celos al esposo. El apóstol dice con claridad que el marido es ganado para Cristo por el comportamiento casto.(16) Muchas veces en el Nuevo Testamento la palabra griega que aquí se traduce “casto”, es traducida “puro”.(17) Esa conducta casta y pura hace referencia a la batalla mental de algunas mujeres cuyos esposos no son de Cristo. Ella se siente tentada a comparar al esposo con los hombres de la iglesia e incluso con el pastor. Sin embargo, debe estar alerta a fin de que su esposo no tenga motivos para sospechar infidelidad marital ni sienta que sus obligaciones conyugales se están debilitando. Como las actividades de la iglesia a menudo hacen que la esposa esté fuera de la casa, quizá el hombre se sienta tan celoso de la iglesia como de otro hombre.
“Pero mi esposo no me deja ir a la iglesia,” exclamó dolorida una mujer que vino a pedir consejo. Sin duda estamos ante una situación que choca con un mandato bíblico inequívoco “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre”.(18) En primer lugar, recomiendo a la mujer que vive este drama hacer un inventario de su tiempo, a fin de saber con exactitud cuánto está fuera de la casa atendiendo los asuntos de la iglesia. Es posible que haya provocado los celos de su esposo por pasar demasiado tiempo en la iglesia. Si así fuera, sería aconsejable trazar un plan bíblico que abarque tiempo con su familia y además comunión y edificación en la iglesia local:
1) Revisar —Biblia en mano— las prioridades de la vida.
2) Asegurarse de mantener actitudes bíblicas en el hogar y estar libre de resentimiento.
3) En oración y con sabiduría establecer qué reuniones o actividades de la iglesia serán más beneficiosas para la vida espiritual, y darles prioridad. (Es posible que la mejor alternativa sea asistir a encuentros fuera del templo, como un té de damas o una reunión hogareña. Hay muchos hombres que sólo se oponen a las reuniones formales en el templo mismo.)
4) Luego de pasar tiempo en oración, ir directamente al esposo y solicitarle permiso para asistir a la actividad de la congregación. En caso de haber pasado más tiempo del razonable en los asuntos de la iglesia, comenzar pidiendo perdón al marido por esa negligencia.
5) Vivir cada día mostrando al esposo que él tiene un lugar prioritario en la pareja. La experiencia demuestra que, por lo general, cuando un esposo percibe que él está primero en las prioridades de su mujer (aunque en realidad el Señor esté primero -Mateo 6:33), y cuando advierte que Dios está convirtiendo a su mujer en una esposa más dedicada, una amante más fervorosa, una madre más sabia y una persona más auténtica, ese marido permitirá que su esposa asista a algunas reuniones.
Mi pareja no es cristiano: ¿qué hago?
Estas páginas tienen su enfoque en la realidad del mundo hispano, aunque se ha comprobado que la situación se da a nivel mundial: en la mayoría de nuestras iglesias hay más cantidad de mujeres que de hombres. Esto se debe, en parte, a que la mujer tiene un espíritu más sensible hacia las cosas de Dios, y siente necesidad de congregarse con otros que comparten su fe.
Al margen de los problemas de orden práctico creados por el mayor porcentaje de creyentes del sexo femenino, surgen asimismo problemas de relación para estas mujeres ––tanto en la iglesia como en el seno de la familia y en la sociedad en general. Los problemas se dan pues ellas intentan vivir su fe sin el apoyo de un esposo cristiano.
Ya en tiempos apostólicos se mencionaba el caso de una mujer con esposo no creyente (mientras que casi no se citaba el caso inverso, quizás por ser menos corriente),* y el mismo Pedro ofrece consejos para una mujer en esa situación (1 Pedro 3).
Distintos son los casos individuales. Bien se ha dicho que cada caso es un mundo. Las situaciones por las que cada uno atraviesa son resultado de circunstancias de origen diverso, por lo cual no podemos hablar de una solución universal. Sin embargo, en estas páginas intentaremos señalar varios problemas que surgen como resultado de matrimonios mixtos, y hemos de mencionar algunas soluciones bíblicas para la mujer objeto del problema. Esta última, por lo general, lo resume en cinco palabras: “Mi esposo no es cristiano”.
SITUACIONES DIFICILES
La cuestión de los matrimonios mixtos sigue provocando encrucijadas. Durante mis más de 20 años en el ministerio de consejos, he tratado innumerables casos de este tipo, unos más comunes que otros. Lo que sigue es una selección de variadas situaciones que dieron origen a o son resultados de matrimonios mixtos.
•Jóvenes cristianos evangélicos —mayormente señoritas— que por distintas razones se casan con quienes no comparten su fe en Cristo.
•Matrimonios de no-cristianos en que la esposa recibe a Cristo en su vida mientras que el marido permanece ajeno a la nueva fe de la mujer (oposición pasiva).
•Marido inconverso que además de no compartir la fe de su cónyuge, se opone a que la esposa practique su fe, y le impide toda conexión con la iglesia (oposición activa).
•Las actividades de muchas iglesias tienen una orientación familiar que, por razones obvias, dejan de lado a las mujeres que tienen esposos y/o familias inconversas.
•Con frecuencia las mujeres buscan orientación de pastores o líderes, quienes a veces son muy jóvenes o no están suficientemente equipados para abordar los múltiples problemas de estas damas.
•Si una de tales mujeres se hace amiga de un hombre de la iglesia, siempre surge el problema de los chismes.
•Mujeres con esposos inconversos a menudo se enamoran de un miembro de la iglesia, por lo general el pastor.
•Como contrapartida, hay pastores cuyo corazón se enternece ante una pobre mujer víctima de un esposo inconverso violento, desleal, adúltero y a veces borracho. En ocasiones el pastor cree que puede suplir la falta de compañerismo en la mujer, y termina enamorándose de ella.
•Algunas mujeres sufren del llamado “complejo de mártir” en razón de las dificultadas ocasionados por el marido no creyente.
•En innumerables casos hay que encarar el resentimiento, enojo o rencor que una mujer cristiana tiene hacia su esposo inconverso.
•Los amigos de la mujer a veces toman como propia la ofensa que ella ha sufrido por parte de su esposo, e intentan tomar partido en la situación familiar.
•Hay confusión sobre cuál es la voluntad de Dios cuando el cónyuge es inconverso. Esto se debe a que no ha habido clara enseñanza sobre el orden bíblico para la familia.
•Existe asimismo el problema del comportamiento no bíblico de la esposa. Muchas mujeres sostienen equivocadamente: ”Si las puertas de la iglesia están abiertas, tengo que estar presente a pesar do lo que diga mi marido, a pesar de que él me prohíba asistir“.
•Además, hay que recordar a la familia que sufre las consecuencias de un esposo y/o padre que no cree en Jesucristo como su Salvador.
LOS PRINCIPIOS BIBLICOS PARA MATRIMONIOS MIXTOS
El apóstol Pedro, inspirado por el Espíritu Santo exhorta:
Asimismo, vosotras mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, de modo que si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus esposas al observar vuestro casto y respetuoso comportamiento. Y que vuestro adorno no sea externo: —peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos— sino que sea el ser interno del corazón, con el adorno imperecedero de un espíritu tierno y sereno, el cual es precioso delante de Dios. Porque así también se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos. Así obedeció Sara a Abraham, llamándole señor, y vosotras habéis llegado a ser hijas de ella, si hacéis el bien y no estáis amedrentadas por ningún temor.(1)
¿INCOMPATIBILIDAD RELIGIOSA COMO CAUSAL DE DIVORCIO?
La mujer cristiana debe tener presente que la incompatibilidad de religión entre una esposa creyente y su marido inconverso, bajo ningún concepto justifica la disolución del matrimonio. Pareciera obvio, pero uno de los errores más comunes es creer que la conversión al Señor Jesús da derecho al divorcio dentro de un período determinado el cónyuge no se convierte a Cristo. Sin embargo, refiriéndose a los maridos incrédulos Pedro dice con claridad: “Vosotras mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, de modo que si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados...”(2) Según el apóstol la mujer cristiana debe sujetarse al esposo aun cuando éste no crea en Cristo, aun cuando sea “desobediente”.*
Otro caso similar es el de la mujer creyente que se casa fuera de la voluntad de Dios (es decir con un inconverso). Ella cree que su arrepentimiento por haber contraído ese matrimonio incluye el derecho al divorcio para poder comenzar una nueva vida. Aunque en este pasaje Pedro se refiere en especial a las mujeres convertidas después del matrimonio, las enseñanzas se aplican también a las creyentes que optaron por casarse con inconversos. La orden divina es sujetarse y no deshacer la unión.
En tiempos bíblicos un alto porcentaje de matrimonios eran digitados, y los padres convenían de antemano el casamiento de sus hijos. En la India se dan situaciones similares todavía. A veces, por ejemplo, una muchacha cristiana no tiene voz ni voto y debe casarse con un inconverso en razón del compromiso asumido por los padres. El apóstol Pedro insiste en que la voluntad de Dios es sujetarse al marido.
Al hablar sobre el tema, el apóstol se dirige mucho más a las mujeres (1 Pedro 3:1–6) que a los hombres (sólo v.7). Es probable que el ojo profético de Pedro advirtiera que la situación sería más frecuente en las mujeres que en los hombres. No obstante otros comentaristas atribuyen la diferencia a un hecho cultural del primer siglo, época en que las mujeres poseían menos derechos. Si el hombre llegaba a conocer a Cristo primero, tenía la prerrogativa de llevar a su mujer a la iglesia sin que ella pudiera objetar. Consecuentemente los problemas resultantes no eran tan complejos.**
LA ESPOSA MARTIR QUE DEJA DE SERLO
Después de años de haber ayudado a mujeres en esta situación, he llegado a la conclusión de que desde el comienzo es imprescindible establecer metas correctas ––es decir bíblicas–– y luego mantenerlas.
Para ilustrar este punto consideremos el caso de la esposa sufrida cuyo esposo se convierte al Señor. Irónicamente, hay mujeres que ante este hecho retroceden en su vida espiritual, y a veces hasta entran en profunda depresión. ¿Qué ha ocurrido? Ellas tenían un foco de atención incorrecto. Su meta era ganar al esposo para Cristo en lugar de ser la persona que Dios deseaba de ellas ––independientemente de lo que pasara con el marido.
Algunas se concentran tanto en la meta de ganar al esposo, que este propósito acapara su vida toda. Cuando la meta se cumple, sienten que han perdido el propósito en la vida.
Otro grupo de mujeres llegan a estar cómodas en el papel de esposas sufridas y mártires. El esposo inconverso se convierte en excusa para tener un pie metido en el mundo y otro en la iglesia, y también es excusa para no profundizar su andar con el Señor. Cuando milagrosamente el marido se convierte, la inmadurez espiritual de ella queda al descubierto. Es más, se ha dado el caso de mujeres que, luego que sus esposos aceptaron a Cristo, tomaron la actitud opuesta y terminaron “convirtiéndose en inconversas”.
Ultimamente (y otros consejeros me han comentado que es más común de lo que yo pensaba) he sido testigo de casos en que, cuando el esposo se convierte en un verdadero creyente, después de tantos años de maltratos la esposa cree que el marido merece cierto castigo o que debe pagar por sus pecados. Sin embargo, la realidad demuestra lo contrario a la mujer: él es absuelto, perdonado, libre de culpa y cargo. Recuerdo una ocasión cuando no sospechábamos que la mujer estaba llena de resentimiento hasta que su esposo se bautizó... y ella corrió a su casa llorando de amargura, no de gozo. Según esta mujer, el esposo no había recibido el castigo que merecía.
Desde el principio pueden evitarse complicaciones si la mujer hace la distinción entre la meta (vivir con su esposo inconverso como Cristo desea, ser la clase de esposa que honra al Señor) y el deseo (ganar al esposo para el Señor). Pedro exhorta: “Asimismo estad sujetas...” La palabra “asimismo” se refiere a los versículos anteriores,(3)donde el apóstol se sirve de situaciones paralelas para instruir al pueblo de Dios sobre las actitudes, metas y comportamientos convenientes en situaciones sociales similares. Pedro concluye esa sección de su carta citando el ejemplo del mismo Señor cuando tuvo que soportar los insultos de hombres malignos.(4) Es entonces que aparece la palabra “asimismo” en referencia a la conducta de la mujer con su esposo inconverso.
SUJECION FEMENINA SEGUN LA BIBLIA
La mujer cristiana debe comprender las implicaciones de la sujeción bíblica.
Sujetarse es una actitud, mientras que obedecer es la acción que generalmente resulta de tal actitud. Sumisión es “reconocimiento y aceptación voluntaria de la autoridad de otra persona.” Es posible que haya obediencia sin sujeción. Sucede a menudo cuando uno obedece de mala gana, con amargura. No es ésa la voluntad de Dios ya que tanto valor tiene la actitud como la acción misma. Sin embargo, también existe la posibilidad de sujetarse (mantener una actitud piadosa) sin obedecer, y aún estar dentro de la voluntad de Dios.
La sujeción bíblica también se define como “aceptar que Dios puede perfeccionar su plan para mi vida a través de la persona que El ha puesto en autoridad sobre mí.” La mujer debe tener confianza en que el esposo será instrumento de Dios para que en ella se cumpla la voluntad divina. A través de los años nuestra experiencia ha mostrado que, además del gozo que puede experimentar la mujer al obedecer al Señor en asuntos hogareños, ella siente alivio al comprender el significado de la línea de autoridad bíblica.*
Una tercera definición de sujeción es: “Vaciarse del yo voluntariamente, es decir crucificar el orgullo, y en su lugar tener el deseo y propósito de servir.” Es una actitud que reconoce la autoridad que Dios le haya dado a otro a pesar de las debilidades humanas de ese otro. Sujetarse es estar libre del deseo de hacer las cosas siempre “a mi manera” Es una actitud que por lo general resulta en obediencia.
Asimismo, vosotras mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, de modo que si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus esposas... Porque así también se adornaban en otro tiempo la santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos. Así obedeció Sara a Abraham, llamándole señor...(5)
La sujeción no implica inferioridad ni superioridad. Jesús gozaba de una relación íntima con su padre, una relación al mismo nivel, y sin embargo estaba sujeto. Sujeción tampoco sugiere que uno no tenga ni comparta una opinión; eso sería negar el profundo significado de “y los dos serán una sola carne”.(6) Sujetarse es ponerse bajo la autoridad de otro en forma voluntaria y porque Dios lo ha ordenado.
OBEDIENCIA LIMITADA VS. ILIMITADA
Muchos me han preguntado hasta qué punto una mujer debe obedecer a su marido inconverso. De acuerdo a la Escritura, creo que la esposa ha de sujetarse y obedecer mientras eso no signifique cometer un pecado personal. Dios desea que haya sujeción al esposo en tanto que ello no implique violar un principio bíblico. Algunos sostienen que ella no es responsable cuando obedece a su esposo, y alegan que ante los ojos de Dios su marido es el responsable de lo que ella hace en obediencia a él. No estoy de acuerdo. Como hija de Dios ella tiene la responsabilidad de vivir en santidad.
Cuando un esposo ordena que su esposa cristiana haga algo que, evaluado a la luz de la Sagrada Escritura, implicaría cometer un pecado, el hombre está creando un conflicto entre la autoridad de Dios y la humana. Ambas son autoridades hacia quienes la Biblia demanda sumisión.
Estas páginas tienen su enfoque en la realidad del mundo hispano, aunque se ha comprobado que la situación se da a nivel mundial: en la mayoría de nuestras iglesias hay más cantidad de mujeres que de hombres. Esto se debe, en parte, a que la mujer tiene un espíritu más sensible hacia las cosas de Dios, y siente necesidad de congregarse con otros que comparten su fe.
Al margen de los problemas de orden práctico creados por el mayor porcentaje de creyentes del sexo femenino, surgen asimismo problemas de relación para estas mujeres ––tanto en la iglesia como en el seno de la familia y en la sociedad en general. Los problemas se dan pues ellas intentan vivir su fe sin el apoyo de un esposo cristiano.
Ya en tiempos apostólicos se mencionaba el caso de una mujer con esposo no creyente (mientras que casi no se citaba el caso inverso, quizás por ser menos corriente),* y el mismo Pedro ofrece consejos para una mujer en esa situación (1 Pedro 3).
Distintos son los casos individuales. Bien se ha dicho que cada caso es un mundo. Las situaciones por las que cada uno atraviesa son resultado de circunstancias de origen diverso, por lo cual no podemos hablar de una solución universal. Sin embargo, en estas páginas intentaremos señalar varios problemas que surgen como resultado de matrimonios mixtos, y hemos de mencionar algunas soluciones bíblicas para la mujer objeto del problema. Esta última, por lo general, lo resume en cinco palabras: “Mi esposo no es cristiano”.
SITUACIONES DIFICILES
La cuestión de los matrimonios mixtos sigue provocando encrucijadas. Durante mis más de 20 años en el ministerio de consejos, he tratado innumerables casos de este tipo, unos más comunes que otros. Lo que sigue es una selección de variadas situaciones que dieron origen a o son resultados de matrimonios mixtos.
•Jóvenes cristianos evangélicos —mayormente señoritas— que por distintas razones se casan con quienes no comparten su fe en Cristo.
•Matrimonios de no-cristianos en que la esposa recibe a Cristo en su vida mientras que el marido permanece ajeno a la nueva fe de la mujer (oposición pasiva).
•Marido inconverso que además de no compartir la fe de su cónyuge, se opone a que la esposa practique su fe, y le impide toda conexión con la iglesia (oposición activa).
•Las actividades de muchas iglesias tienen una orientación familiar que, por razones obvias, dejan de lado a las mujeres que tienen esposos y/o familias inconversas.
•Con frecuencia las mujeres buscan orientación de pastores o líderes, quienes a veces son muy jóvenes o no están suficientemente equipados para abordar los múltiples problemas de estas damas.
•Si una de tales mujeres se hace amiga de un hombre de la iglesia, siempre surge el problema de los chismes.
•Mujeres con esposos inconversos a menudo se enamoran de un miembro de la iglesia, por lo general el pastor.
•Como contrapartida, hay pastores cuyo corazón se enternece ante una pobre mujer víctima de un esposo inconverso violento, desleal, adúltero y a veces borracho. En ocasiones el pastor cree que puede suplir la falta de compañerismo en la mujer, y termina enamorándose de ella.
•Algunas mujeres sufren del llamado “complejo de mártir” en razón de las dificultadas ocasionados por el marido no creyente.
•En innumerables casos hay que encarar el resentimiento, enojo o rencor que una mujer cristiana tiene hacia su esposo inconverso.
•Los amigos de la mujer a veces toman como propia la ofensa que ella ha sufrido por parte de su esposo, e intentan tomar partido en la situación familiar.
•Hay confusión sobre cuál es la voluntad de Dios cuando el cónyuge es inconverso. Esto se debe a que no ha habido clara enseñanza sobre el orden bíblico para la familia.
•Existe asimismo el problema del comportamiento no bíblico de la esposa. Muchas mujeres sostienen equivocadamente: ”Si las puertas de la iglesia están abiertas, tengo que estar presente a pesar do lo que diga mi marido, a pesar de que él me prohíba asistir“.
•Además, hay que recordar a la familia que sufre las consecuencias de un esposo y/o padre que no cree en Jesucristo como su Salvador.
LOS PRINCIPIOS BIBLICOS PARA MATRIMONIOS MIXTOS
El apóstol Pedro, inspirado por el Espíritu Santo exhorta:
Asimismo, vosotras mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, de modo que si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus esposas al observar vuestro casto y respetuoso comportamiento. Y que vuestro adorno no sea externo: —peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos— sino que sea el ser interno del corazón, con el adorno imperecedero de un espíritu tierno y sereno, el cual es precioso delante de Dios. Porque así también se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos. Así obedeció Sara a Abraham, llamándole señor, y vosotras habéis llegado a ser hijas de ella, si hacéis el bien y no estáis amedrentadas por ningún temor.(1)
¿INCOMPATIBILIDAD RELIGIOSA COMO CAUSAL DE DIVORCIO?
La mujer cristiana debe tener presente que la incompatibilidad de religión entre una esposa creyente y su marido inconverso, bajo ningún concepto justifica la disolución del matrimonio. Pareciera obvio, pero uno de los errores más comunes es creer que la conversión al Señor Jesús da derecho al divorcio dentro de un período determinado el cónyuge no se convierte a Cristo. Sin embargo, refiriéndose a los maridos incrédulos Pedro dice con claridad: “Vosotras mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, de modo que si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados...”(2) Según el apóstol la mujer cristiana debe sujetarse al esposo aun cuando éste no crea en Cristo, aun cuando sea “desobediente”.*
Otro caso similar es el de la mujer creyente que se casa fuera de la voluntad de Dios (es decir con un inconverso). Ella cree que su arrepentimiento por haber contraído ese matrimonio incluye el derecho al divorcio para poder comenzar una nueva vida. Aunque en este pasaje Pedro se refiere en especial a las mujeres convertidas después del matrimonio, las enseñanzas se aplican también a las creyentes que optaron por casarse con inconversos. La orden divina es sujetarse y no deshacer la unión.
En tiempos bíblicos un alto porcentaje de matrimonios eran digitados, y los padres convenían de antemano el casamiento de sus hijos. En la India se dan situaciones similares todavía. A veces, por ejemplo, una muchacha cristiana no tiene voz ni voto y debe casarse con un inconverso en razón del compromiso asumido por los padres. El apóstol Pedro insiste en que la voluntad de Dios es sujetarse al marido.
Al hablar sobre el tema, el apóstol se dirige mucho más a las mujeres (1 Pedro 3:1–6) que a los hombres (sólo v.7). Es probable que el ojo profético de Pedro advirtiera que la situación sería más frecuente en las mujeres que en los hombres. No obstante otros comentaristas atribuyen la diferencia a un hecho cultural del primer siglo, época en que las mujeres poseían menos derechos. Si el hombre llegaba a conocer a Cristo primero, tenía la prerrogativa de llevar a su mujer a la iglesia sin que ella pudiera objetar. Consecuentemente los problemas resultantes no eran tan complejos.**
LA ESPOSA MARTIR QUE DEJA DE SERLO
Después de años de haber ayudado a mujeres en esta situación, he llegado a la conclusión de que desde el comienzo es imprescindible establecer metas correctas ––es decir bíblicas–– y luego mantenerlas.
Para ilustrar este punto consideremos el caso de la esposa sufrida cuyo esposo se convierte al Señor. Irónicamente, hay mujeres que ante este hecho retroceden en su vida espiritual, y a veces hasta entran en profunda depresión. ¿Qué ha ocurrido? Ellas tenían un foco de atención incorrecto. Su meta era ganar al esposo para Cristo en lugar de ser la persona que Dios deseaba de ellas ––independientemente de lo que pasara con el marido.
Algunas se concentran tanto en la meta de ganar al esposo, que este propósito acapara su vida toda. Cuando la meta se cumple, sienten que han perdido el propósito en la vida.
Otro grupo de mujeres llegan a estar cómodas en el papel de esposas sufridas y mártires. El esposo inconverso se convierte en excusa para tener un pie metido en el mundo y otro en la iglesia, y también es excusa para no profundizar su andar con el Señor. Cuando milagrosamente el marido se convierte, la inmadurez espiritual de ella queda al descubierto. Es más, se ha dado el caso de mujeres que, luego que sus esposos aceptaron a Cristo, tomaron la actitud opuesta y terminaron “convirtiéndose en inconversas”.
Ultimamente (y otros consejeros me han comentado que es más común de lo que yo pensaba) he sido testigo de casos en que, cuando el esposo se convierte en un verdadero creyente, después de tantos años de maltratos la esposa cree que el marido merece cierto castigo o que debe pagar por sus pecados. Sin embargo, la realidad demuestra lo contrario a la mujer: él es absuelto, perdonado, libre de culpa y cargo. Recuerdo una ocasión cuando no sospechábamos que la mujer estaba llena de resentimiento hasta que su esposo se bautizó... y ella corrió a su casa llorando de amargura, no de gozo. Según esta mujer, el esposo no había recibido el castigo que merecía.
Desde el principio pueden evitarse complicaciones si la mujer hace la distinción entre la meta (vivir con su esposo inconverso como Cristo desea, ser la clase de esposa que honra al Señor) y el deseo (ganar al esposo para el Señor). Pedro exhorta: “Asimismo estad sujetas...” La palabra “asimismo” se refiere a los versículos anteriores,(3)donde el apóstol se sirve de situaciones paralelas para instruir al pueblo de Dios sobre las actitudes, metas y comportamientos convenientes en situaciones sociales similares. Pedro concluye esa sección de su carta citando el ejemplo del mismo Señor cuando tuvo que soportar los insultos de hombres malignos.(4) Es entonces que aparece la palabra “asimismo” en referencia a la conducta de la mujer con su esposo inconverso.
SUJECION FEMENINA SEGUN LA BIBLIA
La mujer cristiana debe comprender las implicaciones de la sujeción bíblica.
Sujetarse es una actitud, mientras que obedecer es la acción que generalmente resulta de tal actitud. Sumisión es “reconocimiento y aceptación voluntaria de la autoridad de otra persona.” Es posible que haya obediencia sin sujeción. Sucede a menudo cuando uno obedece de mala gana, con amargura. No es ésa la voluntad de Dios ya que tanto valor tiene la actitud como la acción misma. Sin embargo, también existe la posibilidad de sujetarse (mantener una actitud piadosa) sin obedecer, y aún estar dentro de la voluntad de Dios.
La sujeción bíblica también se define como “aceptar que Dios puede perfeccionar su plan para mi vida a través de la persona que El ha puesto en autoridad sobre mí.” La mujer debe tener confianza en que el esposo será instrumento de Dios para que en ella se cumpla la voluntad divina. A través de los años nuestra experiencia ha mostrado que, además del gozo que puede experimentar la mujer al obedecer al Señor en asuntos hogareños, ella siente alivio al comprender el significado de la línea de autoridad bíblica.*
Una tercera definición de sujeción es: “Vaciarse del yo voluntariamente, es decir crucificar el orgullo, y en su lugar tener el deseo y propósito de servir.” Es una actitud que reconoce la autoridad que Dios le haya dado a otro a pesar de las debilidades humanas de ese otro. Sujetarse es estar libre del deseo de hacer las cosas siempre “a mi manera” Es una actitud que por lo general resulta en obediencia.
Asimismo, vosotras mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, de modo que si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus esposas... Porque así también se adornaban en otro tiempo la santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos. Así obedeció Sara a Abraham, llamándole señor...(5)
La sujeción no implica inferioridad ni superioridad. Jesús gozaba de una relación íntima con su padre, una relación al mismo nivel, y sin embargo estaba sujeto. Sujeción tampoco sugiere que uno no tenga ni comparta una opinión; eso sería negar el profundo significado de “y los dos serán una sola carne”.(6) Sujetarse es ponerse bajo la autoridad de otro en forma voluntaria y porque Dios lo ha ordenado.
OBEDIENCIA LIMITADA VS. ILIMITADA
Muchos me han preguntado hasta qué punto una mujer debe obedecer a su marido inconverso. De acuerdo a la Escritura, creo que la esposa ha de sujetarse y obedecer mientras eso no signifique cometer un pecado personal. Dios desea que haya sujeción al esposo en tanto que ello no implique violar un principio bíblico. Algunos sostienen que ella no es responsable cuando obedece a su esposo, y alegan que ante los ojos de Dios su marido es el responsable de lo que ella hace en obediencia a él. No estoy de acuerdo. Como hija de Dios ella tiene la responsabilidad de vivir en santidad.
Cuando un esposo ordena que su esposa cristiana haga algo que, evaluado a la luz de la Sagrada Escritura, implicaría cometer un pecado, el hombre está creando un conflicto entre la autoridad de Dios y la humana. Ambas son autoridades hacia quienes la Biblia demanda sumisión.
A continuación menciono algunos ejemplos de autoridad humana en conflicto con enseñanzas divinas: (En cada caso las mujeres eran cristianas.) Un estafador en Sudamérica pidió a su esposa que participara en sus robos. Un empresario norteamericano quiso que su mujer tomara parte en una fiesta —en realidad una orgía–– donde tendría relaciones sexuales con otros hombres. Un caso difundido por televisión donde un hombre deseaba que su esposa se acostara con el jefe de él a fin de conseguir una promoción y mejor salario. Otro caso en Latinoamérica cuando un padre ordenó a su propia hija que se hiciera prostituta para incrementar la ganancia de la casa. En tales situaciones la sumisión al esposo ––o padre–– no incluye los actos pecaminosos ––es decir que existe la libertad bíblica de NO obedecer.
Sin embargo, un entendimiento correcto de la sujeción bíblica deja en claro que no debemos usar tal libertad como pretexto para hacer el mal. La exhortación es “no uséis la libertad como pretexto para la maldad, sino empleadla como siervos de Dios.”(7) La libertad que Dios da para NO obedecer sólo se emplea en casos en que la obediencia implique pecado, pero jamás para zafarse de un compromiso marital.
Los ejemplos mencionados resultan obvios, sin embargo no todas las situaciones son tan fáciles de discernir. Es necesario tener principios guías.
La experiencia de Sadrac, Mesac y Abed-nego (Daniel 3) nos brinda pautas de ayuda en la decisión de conflictos morales. La situación de estos muchachos es semejante a los ejemplos anteriores. A estos tres judíos temerosos de Dios una autoridad humana les ordenó hacer algo que Dios claramente prohíbe (adorar a un ídolo) y que está en contra de sus leyes (Exodo 20:2–5). Por otra parte Dios nos exhorta a sujetarnos a la autoridad humana (Romanos 13:1–8; 1 Pedro 2:13–17; Tito 2:1). Por eso decimos que existe un conflicto moral entre obedecer la autoridad del hombre y seguir los mandatos de Dios.
Los principios que observaron Sadrac, Mesac y Abed-nego son tan contemporáneos hoy como lo eran en tiempos de Daniel.*
Dice el profeta:
El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro cuya altura era de sesenta codos, y su anchura de seis codos; la levantó en el campo de Dura, en la provincia de Babilonia... Y el pregonero anunciaba en alta voz: Mándase a vosotros, oh pueblos, naciones y lenguas, que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha levantado; y cualquiera que no se postre y adore, inmediatamente será echado dentro de un horno de fuego ardiendo... Por esto en aquel tiempo algunos varones caldeos vinieron y acusaron maliciosamente a los judíos... Hay unos varones judíos, los cuales pusiste sobre los negocios de la provincia de Babilonia: Sadrac, Mesac y Abed-nego; estos varones, oh rey, no te han respetado; no adoran tus dioses, ni adoran la estatua de oro que has levantado. Entonces Nabucodonosor dijo con ira y con enojo que trajesen a Sadrac, Mesac y Abed-nego... Habló Nabucodonosor y les dijo: ... Ahora, pues, ¿Estáis dispuestos para que al oír... de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua que he hecho? Porque si no la adorareis, en la misma hora seréis echados en medio de un horno de fuego ardiendo; ¿y qué dios será aquel que os libre de mis manos? Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto. He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.(8)
1) La intención de Dios es que la autoridad divina y la humana estén en armonía, y su voluntad es que nos sujetemos a la autoridad de quienes están en eminencia (Romanos 13:1–8).
2) Cuando haya conflicto entre la ley divina y la ley humana, o entre la autoridad divina y la humana, siempre es consecuencia de que la persona que representa el poder humano se ha apartado de los límites de autoridad otorgados por Dios. Consecuentemente, obedecer semejante mandato humano (adorar al ídolo, participar de una orgía, etc.) sería violar la Palabra de Dios.
3) Si nos halláramos frente a tal dilema, no debemos dudar en obedecer la ley de nuestro Dios (Daniel 3:15, 16).
4) Cuando esa obediencia signifique oponerse a la autoridad humana, podemos contar con el poder y la protección divinos (Daniel 3:17).
5) Debemos estar preparados para aceptar las posibles consecuencias de la obediencia al Dios vivo frente al enojo, la ira y la oposición humana (Daniel 3:18).
6) Aunque en casos de conflicto como los citados debemos obedecer a Dios antes que a los hombres, la postura bíblica ––pase lo que pasare- es una actitud de sumisión y respeto a la autoridad humana -rey, esposo, jefe, dueño (Daniel 3:16).
7) Una sugerencia final (sin conexión con Daniel 3) es el principio de la sustitución. En vez de declarar un “no” categórico, es aconsejable proponer una alternativa: lograr los mismos propósitos básicos que la autoridad humana tiene en mente, pero sin violar los principios divinos. (Véase Génesis 39 y Hechos 5:21–41.)
Un buen ejemplo de este principio se encuentra en la triste historia bíblica de Amnón y Tamar (2 Samuel 13). Amnón quería forzar a Tamar a acostarse con él. Tamar, en cambio, reconociendo no sólo el pecado sino también las múltiples consecuencias** de un acto tan perverso, sugiere una alternativa que no violaría los principios divinos: el matrimonio. “... que hables al rey, que él no me negará a ti.”(9)
CUANDO LAS PALABRAS ESTAN DE MAS
La mujer cristiana no debe tratar de convertirse en la voz de la conciencia del esposo. No podemos esperar que alguien se conduzca como cristiano si no lo es. Pedro enfatiza que al esposo se lo gana para Cristo sin palabras. “De modo que si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus esposas al observar vuestro casto y respetuoso comportamiento.”(10)
No es necesario idear trampitas evangelísticas, colocar tratados debajo de su plato a la hora de comer ni estar continuamente sermoneando. Es probable que todo ello produzca un efecto contrario. El Espíritu Santo usará la conducta de la esposa para obrar en la conciencia del marido inconverso. Esto no significa que nunca haya que testificarle. Claro que sí. La conducta de la esposa brindará la oportunidad de testificar, y ella con toda libertad podrá explicar lo que Cristo ha hecho en su vida. Tanto antes como después del testimonio mismo, lo que importa y tiene aun más peso son las acciones y actitudes bíblicas (Mateo 5:16; Gálatas 5:19–23).
CONFIDENCIAS Y CHISMES
La mujer cristiana y su vida de oración son una combinación crucial cuando el cónyuge es inconverso. Pedro dice que un esposo impío es ganado sin palabra verbal, por lo tanto una esposa creyente ha de dirigir sus palabras primordialmente a Dios.
Es muy cierto que para una mujer sufrida será beneficioso compartir su problema con otras cristianas que le ayuden a sobrellevar la carga (Gálatas 6:2), pero debemos hacer algunas advertencias. En primer lugar, ello nunca debe ocupar el lugar de la oración. Las confidentes cumplirán con la ley de Cristo sólo cuando ayuden a sobrellevar las cargas, no al entrar en chismes, calumnias u otros pecados comunes a estos casos (aunque a veces se cometan de manera inconsciente). Para prevenir estas desviaciones hay que utilizar discreción y discernimiento al escoger a las confidentes. Como resultado de los chismes, muchos esposos tienen que hacer frente a la vergüenza y el bochorno de saber que la mitad de los miembros de la iglesia conocen los problemas matrimoniales de la pareja. Mi consejo es tener un máximo de dos compañeras que se comprometan a sobrellevar las cargas y a orar. Deben ser mujeres maduras en la fe, tal vez mayores de edad, que también puedan instruir a la esposa en problemas.(11)
SANTIDAD Y RELACIONES INTIMAS
La mujer cristiana debe sujetarse sexualmente a su esposo inconverso. El fundamento bíblico “Vosotras mujeres, estad sujetas a vuestros maridos”(12) incluye los asuntos sexuales. Desafortunadamente muchas mujeres cristianas hoy día alegan: Ya que soy cristiana no debo... no osaría... usted sabe, Jaime... una mujer santa no debe tener relaciones sexuales con su esposo inconverso. Existen muchos conceptos erróneos acerca del significado de una vida santa. Admito que la sexualidad es un tema delicado, pero es imprescindible hablar con claridad.
Mencionaré tres cuestiones comunes que, a menudo, hemos enfrentado en el ministerio de orientar a la gente.
1) El esposo es inconverso e infiel a su mujer, y ésta pregunta: “¿Tengo que seguir sujetándome sexualmente?” No encuentro ninguna indicación bíblica que permita a una creyente comportarse en forma no-bíblica debido a que su esposo está en pecado sexual. Mientras la pareja esté viviendo bajo el mismo techo, continúa en vigencia el siguiente principio:
Que el esposo cumpla su deber para con la esposa, e igualmente la esposa lo cumpla con el esposo. La esposa no tiene autoridad sobre su propio cuerpo, sino que el esposo es el que la tiene. Y asimismo, el esposo no tiene autoridad sobre su propio cuerpo, pero la esposa sí la tiene.(13)
2) El esposo pide algo fuera de lo normal en las relaciones íntimas. En la actualidad muchos hombres inconversos (lamentablemente también algunos cristianos ) llenan sus mentes de material pornográfico; tienen conversaciones de tono subido con sus compañeros y amigos e imaginan que les falta algo en la vida íntima. Como resultado piden a sus esposas actos sexuales no convencionales (me refiero a las relaciones íntimas entre ambos, sin la intervención de terceras partes). ¿Tiene que sujetarse la esposa? Aunque esta cuestión necesitaría una respuesta detallada, en estas páginas resumiremos diciendo que si el requerimiento del esposo no produce daño físico (que sí sería el caso del sadomasoquismo) ni viola un principio bíblico (homosexualidad, bestialidad, adulterio, etc.) la Biblia declara que el lecho matrimonial está sin mancilla.(14)
3) El esposo ha contraído una enfermedad venérea, por lo general como resultado de sus relaciones sexuales extramatrimoniales. Sin embargo, desea tener relaciones intimas con su esposa. ¿Ha de sujetarse sexualmente una mujer cristiana sabiendo que su esposo está infectado con tal enfermedad contagiosa? Hay que tomar en cuenta tres verdades: a) el cuerpo humano es el templo del Espíritu Santo;(15) b) el mal venéreo no perjudica sólo a la presente generación sino también a la siguiente; c) lo más factible es que la infección haya sido contraída por adulterio (tal vez incluso con una prostituta). Por lo tanto, creo que una esposa cristiana, en esas circunstancias, tiene la libertad de no consentir las relaciones sexuales. Ella debe reanudar el contacto sexual con su esposo siempre y cuando él tenga puebas médicas de que se haya curado y de que la enfermedad ya no sea contagiosa.*
¿CELOS DE LA IGLESIA?
La mujer cristiana no debe provocar a celos al esposo. El apóstol dice con claridad que el marido es ganado para Cristo por el comportamiento casto.(16) Muchas veces en el Nuevo Testamento la palabra griega que aquí se traduce “casto”, es traducida “puro”.(17) Esa conducta casta y pura hace referencia a la batalla mental de algunas mujeres cuyos esposos no son de Cristo. Ella se siente tentada a comparar al esposo con los hombres de la iglesia e incluso con el pastor. Sin embargo, debe estar alerta a fin de que su esposo no tenga motivos para sospechar infidelidad marital ni sienta que sus obligaciones conyugales se están debilitando. Como las actividades de la iglesia a menudo hacen que la esposa esté fuera de la casa, quizá el hombre se sienta tan celoso de la iglesia como de otro hombre.
“Pero mi esposo no me deja ir a la iglesia,” exclamó dolorida una mujer que vino a pedir consejo. Sin duda estamos ante una situación que choca con un mandato bíblico inequívoco “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre”.(18) En primer lugar, recomiendo a la mujer que vive este drama hacer un inventario de su tiempo, a fin de saber con exactitud cuánto está fuera de la casa atendiendo los asuntos de la iglesia. Es posible que haya provocado los celos de su esposo por pasar demasiado tiempo en la iglesia. Si así fuera, sería aconsejable trazar un plan bíblico que abarque tiempo con su familia y además comunión y edificación en la iglesia local:
1) Revisar —Biblia en mano— las prioridades de la vida.
2) Asegurarse de mantener actitudes bíblicas en el hogar y estar libre de resentimiento.
3) En oración y con sabiduría establecer qué reuniones o actividades de la iglesia serán más beneficiosas para la vida espiritual, y darles prioridad. (Es posible que la mejor alternativa sea asistir a encuentros fuera del templo, como un té de damas o una reunión hogareña. Hay muchos hombres que sólo se oponen a las reuniones formales en el templo mismo.)
4) Luego de pasar tiempo en oración, ir directamente al esposo y solicitarle permiso para asistir a la actividad de la congregación. En caso de haber pasado más tiempo del razonable en los asuntos de la iglesia, comenzar pidiendo perdón al marido por esa negligencia.
5) Vivir cada día mostrando al esposo que él tiene un lugar prioritario en la pareja. La experiencia demuestra que, por lo general, cuando un esposo percibe que él está primero en las prioridades de su mujer (aunque en realidad el Señor esté primero -Mateo 6:33), y cuando advierte que Dios está convirtiendo a su mujer en una esposa más dedicada, una amante más fervorosa, una madre más sabia y una persona más auténtica, ese marido permitirá que su esposa asista a algunas reuniones.
Aporte:
Castillo Fuerte
en
11:32:00
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