sábado, 17 de enero de 2015

Este jodesh será para ustedes la cabeza de los meses: mandato del Altismo

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
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Mes Hebreo de Nisán

El mes de Abril (generalmente) en el Hebreo se le conoce como el mes de Aviv o Nisán.  En las Escrituras, encontramos que  solo hay cuatro meses del año que se les conoce con un  nombre, ya que los demás meses son referidos como el quinto, sexto, etc.  El Señor lo llamó el mes de  byba (Aviv), pero  ¿Que significa Aviv? La palabra proviene de una raiz poco usada que significa “algo tierno.” En las Escrituras esta palabra la encontramos traducida como “cebada,” “espigas verdes” y en la mayoría de los casos como el mes de “Aviv,” que también se le conoce como el “Mes de la Primavera,” porque en este mes comienzan a germinar los vegetales y todo comienza a producir nueva vida.  El otro nombre del mes “Nisán,” fue el nombre que le pusieron los Judíos cuando se encontraban en el exilio Babilónico. El nombre de Nisán proviene de la palabra “Nitzán” que significa “Flor o Florencia.” ¿Cuál es la importancia de este mes? Pués el Señor ordenó que este mes sería el primer mes del año:

En Egipto el Señor habló con Moisés y Aarón. Les dijo:
“Este mes será para ustedes el más importante, pues será el primer mes del año.”
Exodo 12:1-2

“Aparta el mes de Aviv para celebrar la Pascua del Señor tu Dios,
porque fue en una noche del mes de Aviv cuando
el Señor tu Dios te sacó de Egipto.”
Deuteronomio 16:1

Este mes tiene tres nombres:

  • Rosh Jodashim (Principal de los meses) ó Hajodesh Harishón (El primer mes).
  • Jodesh Haaviv (El mes de la Primavera).
  • Nisán.
Es decir que el Primer día del Mes de Aviv empezamos un año nuevo. Tristemente nosotros los creyentes le hemos prestado poca atención a los mandamientos del Señor. Ni el pueblo Judío ni la Iglesia recuerda este día, a pesar de que el Señor nos dice que este sería el primer mes del año y que deberá ser para nosotros el mes “más importante del año.

 ¿Por qué? Pues es el mes de la Pascua, el Festival más importante de las Fiestas del Señor. La Fiesta que conmemora cuando el Señor liberó a su pueblo de la esclavitud y los sacó de Egipto con señales y milagros y por ello también se le conoce a este mes como “El Mes de la Redención.”  Los sabios judíos dicen que este mes es un mes de milagros, ya que el nombre de Nisán al tener dos letras “n” nos habla de “nisei nisim” que significa “milagros de milagros.”

¡Que contradicción tan increible! El pueblo judío celebra todos los años el Festival de la Pascua, donde recuerdan todo lo que pasó en Egipto, de como fueron redimidos y de las plagas que Dios derramó sobre Egipto. Ellos recuerdan que fue la sangre del cordero de pascua, la que los protegió de la décima plaga derramada sobre Egipto. Ellos comen pan sin levadura durante siete dias, a este pan se le conoce tambien como “el pan de la aflicción.” Todos y cada símbolo del festival de la Pascua apunta nada más y nada menos que al “Verdadero Cordero de Pascua,” a  nuestro Mesías, ¡Yeshua! ¡Jesús!

Del mismo modo la iglesia Cristiana no celebra el Festival de la Pascua, aunque se celebra la “Semana Santa,” no lo hacemos c
onforme al mandamiento del Señor.


“Deberán comer la carne (de cordero) esa misma noche,
asada al fuego y acompañada de hierbas amargas y pan sin levadura.”
Exodo 12:8

Nosotros los que creemos en Yeshua entendemos que esta Fiesta de la Pascua era una anticipo de lo que el Señor iba a hacer por nosotros al enviar a su Hijo. Porque sabemos que El es el Cordero inmolado desde la fundación del mundo (1 Pedro 1:19) Cuando el Señor ordenó comer ese cordero de pascua asado al fuego, nosotros tambien entendemos que cuando se habla de “fuego” significa “juicio.” Porque fue nuestro Mesías quién recibió el juicio de Dios por nuestros pecados, él pagó el precio. Y por eso debemos comerlo con hierbas amargas, porque fue amargo para Dios el Padre, ver sufrir a su Hijo, tanto así que la tierra se cubrió de tinieblas. Y los Panes sin Levadura es otro símbolo del cuerpo de nuestro Mesías, sin pecado y quebrantado por nosotros.

Todo esto empezó desde el Exodo de los Hebreos, por lo que no es de sorprenderse que el Exodo es recordado más de 150 veces sólo en la Torá, es decir en los primeros 5 libros de la Biblia. Y cada vez que se menciona es para recordar, pero si la persona no practica la experiencia, tampoco obtiene nada, ya que se convierte en un recuerdo vacío. De allí que el Señor nos ordena no solo a recordar sino a celebrarla como una Fiesta solemne en honor al Señor, y encima de todo nos dice que el que no pueda celebrarla en el primer mes, nos dá la oportunidad de celebrarla en el segundo mes (Ver Números 9:4-14).

Esto es algo que nunca debemos olvidar, la Pascua, la fiesta más importante, la que encabeza el primer mes del año, donde empieza todo, porque nadie puede venir al Señor sino es a través del Sacrificio del Cordero, la Cruz del Calvario. Una y otra vez en el Nuevo Pacto se nos recuerda que nuestra salvación y redención no fue comprada con oro ni plata, ni cosas corruptibles, sino con la sangre preciosa de Cristo, nuestro Cordero de Pascua. De hecho yo creo que el Señor nunca va a dejar que olvidemos lo que costó nuestra salvación, ya que encontramos que en el Reino Mesiánico la Fiesta de la Pascua seguirá siendo celebrada (Ezequiel 45:21).

El calendario judío está basado en ciclos lunares1. Hacia el comienzo del ciclo, la Luna tiene el aspecto de una fina medialuna. Esa es la señal de que comenzó un nuevo mes judío. Luego, continúa creciendo hasta que alcanza su tamaño máximo, a la mitad del mes, y entonces comienza a disminuir hasta que ya no se la puede ver. La Luna permanece invisible durante aproximadamente dos días2 y, entonces, vuelve a aparecer la fina medialuna y comienza nuevamente el ciclo.
Todo el ciclo dura aproximadamente veintinueve días y medio3. Dado que el mes tiene que tener días completos, a veces, el mes tiene veintinueve días (ese mes se denomina “jaser”, faltante) y a veces, treinta días (“malé”, lleno).
En la práctica judía, siempre ha sido de fundamental importancia saber con exactitud cuándo comienza el mes, dado que la Torá establece las festividades judías de acuerdo con los días del mes.
El primer día del mes, así como el trigésimo día del mes malé, se denomina Rosh Jodesh, la “Cabeza del Mes”, que es un día que tiene un carácter parcialmente festivo.

Los meses judíos



Nisán es el primer mes del calendario judío. Antes de que los judíos se fueran de Egipto, el primer día del mes de Nisán, Di-s les dijo a Moisés y a Aarón: “Este jodesh (luna nueva, nuevo mes) será para ustedes la cabeza de los meses”4. De allí, la peculiaridad del calendario judío: el año comienza en Rosh Hashaná, que es el primer día del mes de Tishrei (y el aniversario de la creación de Adán y Eva), pero Tishrei no es el primer mes. A decir verdad, en la Torá se llama a Rosh Hashaná “el primer día del séptimo mes”5 .

Los meses judíos y sus fechas especiales


Mes judío
Fecha secular aproximada
Las fechas especiales de este mes
Nisán
Marzo-Abril
Pesaj
Iar
Abril–Mayo
Lag BaOmer
Siván
Mayo–Junio
Shavuot
Tamuz
Junio–Julio

Menajem Av
Julio–Agosto
Tisha B’Av
Elul
Agosto–Septiembre

Tishrei
Septiembre–Octubre
Las Altas Festividades: Rosh Hashaná y Iom Kipur. Sucot, Shminí Atzeret y Simjat Torá
MarJeshvan
Octubre–Noviembre

Kislev
Noviembre–Diciembre
Jánuca
Tevet
Diciembre–Enero
Finalización de Jánuca
Shevat
Enero–Febrero
Tu BiShvat
Adar
Febrero–Marzo
Purim

La santificación del mes



“El Eterno les habló a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciéndoles: ‘Este jodesh será para ustedes la cabeza de los meses’” (Éxodo 12: 1-2).
A partir de lo que dice el versículo, “será para ustedes”, los sabios dedujeron que la responsabilidad de establecer con exactitud y consagrar el jodesh, la luna nueva creciente, les fue confiada a los líderes de nuestra nación, el Sanedrín, que es la corte suprema rabínica de cada generación.
En un principio, no existía un calendario fijo. No había forma de determinar de antemano el día exacto de una festividad próxima o de un bar mitzvá próximo, ya que no había forma de establecer con antelación cuándo iba a comenzar el mes. Cada mes, el Sanedrín establecía de nuevo si el mes iba a tener 29 o 30 días, dependiendo de cuándo se había avistado la luna nueva del mes siguiente, y entonces santificaba el nuevo mes.

En la actualidad



En el siglo IV de la era común, el sabio Hilel I previó la disolución del Sanedrín y comprendió que ya no íbamos a poder seguir un calendario basado en el Sanedrín. Así fue como Hilel y su corte rabínica establecieron el calendario perpetuo que se utiliza hoy en día.
Según este calendario, todos los meses del año, excepto tres, tienen un número fijo de días:
  • Nisán – 30
  • Iar – 29
  • Siván – 30
  • Tamuz – 29
  • Menajem Av – 30
  • Elul – 29
  • Tishrei – 30
  • Mar Jeshván – 29 ó 30
  • Kislev – 29 ó 30
  • Tevet – 29
  • Shevat – 30
  • Adar – 29 (en los años bisiestos, Adar I tiene 30 días)
Con respecto a los meses variables de Kislev y Jeshván, existen tres opciones:
1) Ambos pueden tener 29 días (y entonces el año es jaser).
2) Ambos tienen 30 días (el año es malé).
3) Jeshván tiene 29 y Kislev tiene 30 (el año es kesidrán, lo cual significa que estos dos meses se atienen a la misma pauta alternada que el resto de los meses).
Hilel también estableció las reglas que se emplean para determinar si un año es jaser, malé o kesidrán.
Las reglas del calendario perpetuo también aseguran que el primer día de Rosh Hashaná jamás caiga un domingo ni un miércoles ni un viernes6 .
Al establecer el calendario perpetuo, Hilel santificó todos los Rosh Jodesh hasta que llegue el Mashíaj y reestablezca el Sanedrín.

La santificación del sanedrín



Lo que sigue es una breve descripción del procedimiento que seguía el Sanedrín en la antigüedad a fin de determinar cuándo comenzaba el nuevo mes.
El día 30 de cada mes7 , el Sanedrín “abría sus puertas” en un enorme patio de Jerusalén llamado “Beit Iaazek”. Allí se presentaban a dar testimonio y a ser repreguntados todos los testigos que afirmaran haber visto la luna nueva la noche anterior8 .
Los miembros del Sanedrín eran muy versados en astronomía y sabían con exactitud cuándo tendría que haber aparecido la luna nueva y dónde se la podría haber visto. No obstante, la santificación de la luna depende de que dos testigos hayan realmente avistado la luna nueva creciente. La palabra “este” (en el versículo citado antes: “Este mes será para ustedes) implica algo que se está viendo.
Los rabinos del Sanedrín interrogaban a los testigos por orden de arribo. Ellos sabían cuáles eran las respuestas adecuadas y así lograban identificar con facilidad las afirmaciones fraudulentas. Comenzando por el mayor de cada par de testigos, ellos le decían9 : “Díganos cómo vio la Luna”.
  • ¿En qué dirección estaba con relación al Sol10 ?
  • ¿Se encontraba hacia el Norte o hacia el Sur?
  • ¿Qué tan alto en el cielo daba la impresión de que estaba la Luna?
  • ¿En qué dirección estaban las puntas de la medialuna?
  • ¿Qué tan ancha era?
Una vez que habían terminado de interrogar al primer testigo, mandaban a llamar a su compañero y le hacían las mismas preguntas. Si los dos testimonios coincidían, se aceptaba su evidencia11 .
Ese día, el día 30, se declaraba entonces el Rosh Jodesh del nuevo mes. El director del Sanedrín proclamaba: “¡Mekudash!” (¡Santificado!). Y todos respondían: “¡Mekudash Mekudash!”. Entonces, se establecía en forma retroactiva que el mes anterior había tenido solamente veintinueve días.

Publicitando el nuevo mes



La noche siguiente (la segunda noche del mes), se encendían grandes fogatas en las cimas de ciertas montañas. Distintos vigías apostados en las cimas de otras montañas veían que se había encendido un fuego y entonces encendían sus propias fogatas. Esta cadena de comunicación llegaba hasta Babilonia, para que incluso las comunidades más apartadas pudieran saber que el día anterior había sido designado Rosh Jodesh.
Con el tiempo, los saduceos12 empezaron a encender fogatas en los días incorrectos a fin de manipular el calendario. A fin de evitar tal confusión, se interrumpió este método de fogatas en las cimas de las montañas y, en lugar de eso, empezaron a enviarse emisarios a Babilonia y a todas las otras comunidades judías alejadas. Esto obviamente tardaba mucho más, y dicho retraso tenía (y continúa teniendo) implicancias halájicas con respecto a la observancia del segundo día de las festividades en la diáspora.

El mes de 30 días



Si el día 30 no llegaba ningún testigo porque la Luna todavía no había “renacido” o bien porque no era visible, entonces, el día siguiente, el día 31, se declaraba automáticamente Rosh Jodesh, estableciendo en forma retroactiva al mes anterior como un mes malé13 .
Los miembros del Sanedrín se dirigían a un lugar muy visible y allí participaban de una comida festiva a fin de celebrar el nuevo mes. Esa noche, no se encendían fogatas. El nuevo mes siempre cae el 30 o el 31. Si la noche anterior no habían encendido fogatas, se daba por sentado que el nuevo mes había comenzado el día 31.
Notas al Pie
1. El ciclo lunar que sigue el calendario judío se denomina “mes sinódico”, que no debe confundirse con el mes sideral, que es la cantidad de tiempo que la luna tarda en completar una órbita alrededor de la tierra, y que es un poco más de 27 más un tercio de días. El mes sinódico es más largo debido a que, tras completar su órbita, la luna debe moverse un poco más allá para alcanzar la nueva posición de la tierra con respecto al sol.
2. Aproximadamente un día antes y un día después de haber estado más cerca del sol.
3. Para ser más precisos, 29,5306 días.
4. Éxodo 12: 2.
5. Levítico 23: 24.
6. Esto garantiza que Iom Kipur no caiga ni viernes ni domingo, lo cual resultaría en dos días consecutivos en que estaría prohibido preparar comida y enterrar a los muertos; y que Hoshana Raba no caiga en Shabat, lo cual interferiría con la costumbre de tomar en este día las ramas de sauce.
7. Si sus cálculos astronómicos indicaban que no era posible de ningún modo que la luna nueva hubiese sido vista la noche anterior, el Sanedrín no se reunía el día 30.
8. El Talmud nos cuenta que todos los testigos que llegaban allí eran agasajados en forma generosa, a fin de atraer a todos los potenciales testigos a que viajaran a Jerusalén a dar testimonio.
9. Uno de los directores del Sanedrín, Rabán Gamliel, tenía incluso diagramas de las distintas fases de la luna en una tabla que estaba colgada de la pared de su sala. Él les mostraba estos diagramas a los testigos que no conocían las leyes y les preguntaba: “¿La luna tenía este aspecto o este otro aspecto?”.
10. La luna nueva es visible únicamente cerca del momento de la puesta del sol.
11. Aunque ya no era necesario su testimonio, todos los demás testigos que habían llegado eran someramente interrogados, para que no sintieran que habían venido en vano y entonces se desalentaran si alguna vez llegaban a ver otra vez la luna nueva.
12. Secta de judíos que negaban la autoridad rabínica y constantemente se oponían al Sanedrín.
13. En ciertas ocasiones, si la información astronómica así lo requería, el Sanedrín establecía el Rosh Jodesh el día 30, incluso, en la ausencia de testigos que hubieran avistado la luna nueva. Por ejemplo, supongamos que la Tierra de Israel estaba cubierta de nubes la noche número 30 durante varios meses consecutivos. Si el Sanedrín dejaba que todos esos meses fueran malé, ¡entonces podía ocurrir que varios meses más tarde la luna nueva apareciera el día 25 del mes! El Sanedrín siempre se aseguraba de que la luna nueva jamás apareciera en ninguna otra noche que no fuera la 30 o la 31.

       Baruj HaShem! ¡Bendito sea su Nombre por siempre y para siempre, Halelluyah!


viernes, 16 de enero de 2015

Él no había andado con Jesús y tal vez ni siquiera lo había conocido ni escuchado personalmente: Igual que tú

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
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Para comprender mejor la Carta a los Gálatas, al igual que sucede con cualquier otro documento de la antigüedad, es importante conocer las circunstancias de su surgimiento. En el caso de Gálatas, la fuente de información más importante es la carta misma, además de algunos pocos datos del libro de Hechos de los Apóstoles, que, sin embargo, deben considerarse siempre con precaución.

Las comunidades cristianas de Galacia eran de origen gentil (es decir, no judío) y habían sido fundadas y visitadas, al menos una vez, por Pablo (Gl 4.13; Hch 16.6; 18.23). Según parece, la llegada de Pablo a esta
región no fue planificada, sino que se produjo como consecuencia de una enfermedad del apóstol (4.13), quien aprovechó la ocasión para anunciar el evangelio a los habitantes del lugar. Los gálatas acogieron el mensaje cristiano y al mensajero mismo con gran alegría. Durante este tiempo, ellos fueron testigos de manifestaciones poderosas del Espíritu de Dios y tuvieron hacia Pablo una actitud de generosa y cálida hospitalidad y fraternidad.

Lo fundamental del mensaje presentado por Pablo era que —a partir de la muerte y resurrección de Cristo— las personas no judías podían ser incorporadas al pueblo de  Dios sin necesidad de hacerse judías previamente, dado que la única condición para dicha  incorporación era creer en la obra redentora de Cristo. En otras palabras, los hombres ya no debían  circuncidarse ni era necesario vivir de acuerdo con la ley de Moisés para lograr la aceptación de  Dios o ser puestos en una correcta relación con Dios (ser “justificados”). 

Los gálatas recibieron esta versión del cristianismo sin ningún problema, pues probablemente ninguno  de ellos tenía un pasado judío, aunque es probable que entre ellos hubiera algunos “temerosos de Dios”, es decir, simpatizantes de la religión judía.
 
Después de la fundación de las comunidades gálatas (no se puede saber el número) y de una probable visita posterior (que no todos los estudiosos de Pablo creen se haya realizado), Pablo continuó su labor misionera en otras regiones, dejando en Galacia comunidades cristianas más o menos  consolidadas. Tiempo después, probablemente estando en Éfeso (Hch 19.10), Pablo recibió noticias de que un grupo de cristianos de origen judío estaba desarrollando una campaña en contra de él y de su mensaje evangélico en las comunidades gálatas.

Los misioneros opositores de Pablo exigían la circuncisión a los nuevos creyentes en Cristo, los cuales provenían de lo que tales misioneros consideraban paganismo (5.1-12; 6.12s., y otros).
También les demandaban el cumplimiento de otras exigencias de la ley judía (4.21) como la observancia de algunas prescripciones sobre alimentos y ritos de purificación (2.1116) y la observancia de un calendario cultual festivo (4.10), entre otras regulaciones. Según estos misioneros, para ser “hijos de Abraham” era necesario cumplir con el rito de la circuncisión, tal como Abraham lo había hecho. Además, afirmaban con toda probabilidad que Jesús en ningún momento había dicho que la ley dejaba de ser válida, sino todo lo contrario. Para ellos no había contradicción entre el ejercicio de la fe en Cristo y la práctica de la religión judía. Este punto de vista se oponía diametralmente a la comprensión y predicación de Pablo, para quien los gentiles creyentes en Cristo no estaban obligados a ninguna de las demandas del judaísmo. En efecto, Pablo consideraba la sujeción a la ley como algo esclavizante, que hacía inútil la muerte de Cristo (2.21).

Los misioneros contrarios a Pablo, seguramente, apelaban a las autoridades de la iglesia de Jerusalén para dar firmeza a su posición. Los líderes de esa comunidad eran personalidades de indiscutible peso y reconocimiento, como los apóstoles Pedro, Juan y Santiago, el hermano del Señor; todos ellos llamados “las columnas” (2.9). 

Dichos líderes representaban una teología que no era tan liberal como la de Pablo. Por su parte, los misioneros rivales que circulaban por Galacia no reconocían el rango de apóstol de Pablo, con el probable argumento de que él no había andado con Jesús y tal vez ni siquiera lo había conocido ni escuchado personalmente. Con ello intentaban minar la autoridad dePablo. En efecto, estos misioneros presentaban el evangelio de Pablo como un evangelio “de segunda categoría”, “de oídas”, incompleto, al que ellos ahora venían a complementar. Su razonamiento comenzó a causar que algunos gálatas empezaran a aceptar tales argumentos y estuvieran dispuestos a dejarse circuncidar, lo cual habría echado por la borda el trabajo de Pablo y su comprensión de la fe cristiana. Pablo reaccionó a esta situación por medio de la Carta a los Gálatas, con la intención de recuperar a los gálatas para su posición, defenderse de los ataques contra su persona y su mensaje, y demostrar la verdad de “su evangelio”.

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miércoles, 14 de enero de 2015

La Principal forma de comunicar la fe utilizada por Cristo durante su ministerio terrenal

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Homilética

 

Homilética (del gr. homiletikos, reunión, de y homileos, conversar) es una rama de la teología pastoral, la cual se encarga del estudio del sermón o discurso religioso. Trata de manera principal sobre la composición, reglas de elaboración, contenidos, estilos, y correcta predicación del sermón. Nos enseña cómo presentar, con elegancia y estilo, un discurso religioso. Puede decirse, por lo tanto, que la homilética es el arte y la ciencia de predicar. Además del sermón, la homilética incluye otros tipos de discursos religiosos, que por lo general son formas de exposiciones más complejas y elaboradas, para compartir los diferentes contenidos de la fe.

La Predicación o sermón homilético, fue la principal forma de comunicar la fe utilizada por Cristo durante su ministerio terrenal, sus apóstoles continuaron utilizándola con grandes resultados, según ha quedado registrado en el libro de Hechos de los Apóstoles. Durante la época apostólica de la Iglesia cristiana, el apóstol Pablo fue sin dudas el más destacado y prolifero predicador evangélico.

En épocas modernas, la homilética recibe grandes aportes gracias a la obra de destacados autores y evangelistas, entre ellos: Juan Wesley, Charles H. Spurgeon, y Dwight L. Moody, cuyos escritos sentaron los fundamentos modernos de la homilética. Charles Haddon Spurgeon publicó su obra célebre: Discursos a mis estudiantes, que ha sido de gran ayuda para la comprensión de esta ciencia.

Cabe mencionar la gran aportación de autores contemporáneos, como James D. Crane, autor de la obra "El Sermón Eficaz", el cual es cual ha sido un texto base para el estudio de la homilética.
Leer y descargar 

Un falso mesías se acomoda e inflama los temores, odios, iras y resentimientos de su pueblo

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
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El mundo ha tenido y tiene aún dictadores, hombres de absoluto poder que creen firmemente que con su dominio y estrategias solucionarán todos los problemas de los que se sujeten a ellos. Debido a los crecientes conflictos sociales y políticos, muchos de estios líderes encuentran seguidores que van tras ellos en búsqueda de las soluciones que ofrecen.
La Biblia habla del surgimiento en el escenario de la historia de un personaje con mucho carisma y con el poder del mismo Satanás. Este personaje será el dictador del futuro. un dictador que gozará de una gran popularidad y aceptación especialmenente por su aparente éxito en solucionar los grandes problemas que afectan a la humanidad, incluyendo a los espirituales.
Pero la palabra de Dios dice que él es el Anticristo, el hombre de pecado, el hijo de perdición. Este libro expone con objetividad y sana exégesis bíblica el origen, la carrera y el fin de este Anticristo.
 
El interés por conocer las cosas futuras parece ir acrecentándose en nuestro tiempo. Prueba de ello es el pingüe negocio que hacen los publicadores de horóscopos. Los cambios súbitos y radicales del mundo moderno y los presagios nada halagüeños de los observadores y analistas de la escena contemporánea intensifican la zozobra en que viven millones de hombres y mujeres que se preguntan ansiosamente acerca de lo que, en verdad, traerá el día de mañana. No es de extrañar que haya tantos oídos abiertos a cualquier mensaje que ofrezca descorrer el velo del futuro. El Señor Jesucristo predijo que en los postreros días se levantarían falsos profetas que engañarían a muchos (Mt. 24:11). Conforme se acerque el final de la era presente aumentará, aún más que hoy, el interés por desentrañar lo que está por venir, y surgirán profetas que en vez de anunciar la Palabra de Dios dirán a las gentes lo que éstas deseen escuchar (2 Tim. 4:3-4).

En nuestro día han comenzado a multiplicarse los falsos profetas —como en un anticipo de los últimos tiempos—, y hoy más que nunca debemos cumplir con nuestro sagrado deber de proclamar da palabra profética más segura»(2. Ped. 1:19), la cual fue escrita por santos hombres de Dios, impulsados por el Espíritu Santo. Sea, pues, bienvenido el esfuerzo del Dr. Evis Carballosa por exponer con base en las Escrituras un tema profético tan importante como lo es él del futuro gran dictador. Una de las grandes virtudes de este trabajo es su sencillez de expresión, la claridad de sus ideas, la accesibilidad de su contenido para todo lector amante del estudio bíblico. Aun los que discrepen con algunas de las ideas del Dr. Carballosa en la interpretación de la profecía bíblica no podrán quejarse de falta de claridad en esta exposición. Esperamos que en la lectura de estas páginas muchos hermanos en Cristo hallen estímulo para ahondar en los estudios escatológicos, y que no pocos lectores que todavía andan lejos de Cristo se alleguen a El por medio de la fe, iluminados por la Palabra, persuadidos por el Espíritu de Dios. Al fin y al cabo, lo más importante para todo ser humano no es saber del Anticristo, sino conocer personalmente a Cristo como Salvador y Señor.

Sobre el autor:

Evis L. Carballosa ha realizado sus estudios teológicos en Estados Unidos: en el Detroit Bible College, y en el Seminario Teológico de Dallas. También ha estudiado en la Universidad Metodista del Sur, y en la Universidad Cristiana de Texas, donde obtuvo el doctorado en Filosofía y Letras con especialidad en Historia.

Después de un ministerio pastoral y cinco años de profesorado universitario en EE.UU, marchó a España, donde fue el fundador y primer director del Instituto Bíblico y Seminario Teológico de España (IBSTE). Durante un tiempo fue rector del Seminario Teológico Centroamericano de Guatemala. En la actualidad participa en el Instituto Bíblico Evangélico (IBE), promovido por las Asambleas de Hermanos en Vigo (Pontevedra), donde se encuentra como en su propia casa. “Yo soy —dice— de trasfondo gallego. Soy hijo de inmigrantes de ahí. Mi abuelo era militar español que fue enviado a Cuba”. El y su esposa son padres de cuatro hijos.

Dispensacionalista premilenial en escatología, es un exégeta popular y minucioso a la vez, con recurso constante a los textos originales y su gramática, a fin de que el estudioso bíblico pueda proseguir su propio y personal estudio inductivo de la Escritura.


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Descubramos toda la fuerza e intencionalidad del Texto Original Bíblico

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
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Durante muchos años, la posibilidad de acceder al texto original del Nuevo Testamento, por una via mas directa y literal de las que nos ofrecen las distintas versiones disponibles es español de la Biblia, estaba cerrada a todos aquellos que no tuvieran conocimiento suficiente de griego koiné.

En la actualidad, sin embargo, y merced al presente texto interlineal realizado por el Dr. Francisco Lacueva, los pastores, profesores y maestros de habla española disponen de una herramienta excepcional de Hermenéutica, que les permite acercarse mucho más al sentido original del texto bíblico neotestamentario: aún sin tener conocimiento alguno del idioma original en el que fue escrito.

Y es que, a veces, la traducción que nos ofrecen nuestras versiones de la Biblia no es del todo acertada y cabe la posibilidad, en algunos casos extremos, de que pueda, incluso, dar una idea poco ajustada al mensaje que el texto original trataba de comunicarnos. Hay, también, muchísimos pasajes en los que algunas expresiones y conceptos se hacen difíciles de explicar sin recurrir a una lectura del texto original, para descubrir toda su fuerza e intencionalidad.

Asi, la consulta al Nuevo Testamento Interlineal Griego-Español, antes de predicar sobre un texto, se hace imprescindible. Se trata, pues, de una transcripción de todo el texto griego del Nuevo Testamento, con la traducción equivalente en español colocada exactamente debajo de cada palabra griega.

Y se completa, además, con infinidad de notas marginales que, en algunos casos aclaran el sentido de la traducción literal y en otros, indican una traducción alternativa más literal y en otros, indican una traducción alternativa más literal de la seguida en el texto interlineal, la cual no fue utilizada en aquel, a fin de evitar que la lectura perdiera su sentido.

En definitiva, es una herramienta utilísima que no debe estar ausente en ninguna biblioteca pastoral.
 
Francisco Lacueva nació en Barcelona, España, en el año 1911. En esa ciudad fue ordenado como sacerdote católico. Recibió un Doctorado en Teología Dogmática por la Universidad Pontificia de Salamanca y se convirtió en el Canónigo Magistral de la catedral de Tarazona. 
 
Su conversión al cristianismo protestante se produjo en 1961, por medio de su contacto personal con el pastor y autor Samuel Vila, fundador de la Editorial CLIE. En 1962 comenzó a predicar en iglesias evangélicas. Se trasladó a Inglaterra, donde se casó y trabajó en diversas organizaciones evangélicas. 
 
Más tarde se trasladó a Guatemala, donde fue profesor del Seminario Teológico de Centroamérica, para después regresar a España, donde dio clases de Instituto Bíblico en Galicia. Después del fallecimiento de su esposa, regresó a Inglaterra para estar cerca de sus hijas. Fue un autor prolífico y escribió numerosos libros que fueron publicados por la Editorial CLIE.
 
Contiene todo el texto del Nuevo Testamento en caracteres griegos según los originales, incluyendo debajo de cada palabra la traducción literal española.  El predicador hallará aquí la palabra exacta castellana equivalente al vocablo griego que le interesa, y al preparar su sermón podrá apreciar significados que de otra forma le habrían sido inaccesibles.  El estudiante de griego dispondrá de un auxiliar de valor extraordinario para proporcionarle una más rápida comprensión de este idioma.
 
 
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