Levítico y el Cristiano- ¿Hay relación?
LEVÍTICO
EL NOMBRE DEL LIBRO
El título del tercer libro del Pentateuco en nuestra Biblia es “Levítico”. El nombre Levítico viene de la Septuaginta (la traducción del hebreo al griego) y fue adoptado por la Vulgata (la traducción latina). Fue escogido por el contenido del libro (leyes) relacionado con Leví, la tribu sacerdotal. La Biblia hebrea utiliza el nombre “Y llamó” para este libro. Esta es la primera palabra hebrea en el libro.
El nombre “Levítico” perjudica el entendimiento del libro para muchos cristianos porque creen que tiene que ver con una religión legalista, sin propósito e interés para nosotros. El nombre “Y llamó” es un título apropiado para el libro, porque hace hincapié en que las palabras en éste fueron dadas a Moisés por Jehovah. Es importante reconocer que casi todos los capítulos contienen la frase: Y Jehovah habló a Moisés.
ORIGEN Y FECHA
Los hebreos llaman el libro de Levítico el tercero de “los libros de Moisés”. ¿Es decir que creían que Moisés escribió todo el Pentateuco? Después de la obra por J. Wellhausen (Prolegomena a la Historia de Israel, 1878) los eruditos del AT han aceptado la idea del desarrollo del Pentateuco con varias fuentes. En esta teoría, el libro de Levítico proviene de los tiempos después del exilio (el período postexílico) y fue escrito por la clase sacerdotal. Durante los siguientes años esta teoría ha sido modificada muchas veces, pero hay quienes todavía la aceptan.
La teoría tradicional acepta que Moisés es el autor del libro. Algunas evidencias a favor de la fecha temprana incluyen:
( 1) El libro mismo dice que es la obra de Moisés.
(2) El libro refleja los tiempos tempranos en la historia del pueblo de Israel. Las leyes de los sacrificios y las leyes sobre la sangre y sobre las guerras tienen sus paralelos en los libros de Jueces y Samuel, pero nunca en los tiempos “postexílicos”.
(3) El profeta Ezequiel refiere al libro y aun el libro de Deuteronomio lo cita.
(4) Las leyes y las instituciones que se encuentran en el libro no representan los tiempos después del exilio. Los términos legales tienen sus paralelos en el segundo milenio antes de Cristo, encontrados en las leyes de Mesopotamia. Algunas de las leyes tienen referencias al futuro, “cuando se llega a la tierra”.
Es verdad que es difícil decir que la forma actual del libro proviene de Moisés, pero no hay razón para negar que el libro tiene su origen en los tiempos tempranos. Hemos visto que el contenido, el lenguaje y el propósito sostienen esta posibilidad.
EL CONTENIDO Y EL PROPOSITO DE LEVITICO
El tema principal del libro de Levítico se ve en la pregunta: ¿Cómo puede el hombre inmundo acercarse al Dios santo? El libro trata con este tema en dos partes:
(1) Caps. 1–16: Cómo acercarse a Dios por la adoración;
(2) caps. 17–25: Cómo acercarse a Dios en la vida práctica (los caps. 26 y 27 se consideran como dos apéndices).
El libro de Exodo, previamente, explica cómo Dios estableció la nación. En Exodo se dice que esta nación será un pueblo del pacto.
Se explica la construcción del tabernáculo como el lugar de adoración. Es lógico que la Biblia presente un libro sobre el tema de cómo adorar a Dios. Ese es el libro de Levítico. Este presenta dos aspectos de la adoración, los cuales vemos en las dos divisiones del libro: los cultos formales y la vida práctica.
La primera división (caps. 1–16) presenta leyes que tienen que ver con los cultos. Los caps. 1–7 explican los varios tipos de sacrificios. Esta explicación está dividida en dos partes. La primera parte es la lista de los sacrificios y cómo presentarlos (1:1–6:7). Parece que estos capítulos están dirigidos a la comunidad en general.
En 1:2 y 4:2 se indican divisiones en esta presentación de los sacrificios. Los caps. 1–3 explican los holocaustos, las varias ofrendas y las ofrendas de paz.
Los caps. 4:1–6:7 explican las ofrendas por los pecados. Las ofrendas para recibir el perdón de los pecados incluyen dos tipos: las ofrendas por el pecado y las ofrendas expiatorias. La explicación completa de estas últimas dos ofrendas puede indicar que tenían una importancia sumamente profunda para los hebreos. Una palabra clave en los caps. 4:1–6:7 es “será perdonado”. La segunda parte continúa con la explicación de los sacrificios (6:8–7:38). Esto es instrucciones sobre la administración de los sacrificios y las ofrendas. Estas instrucciones están dirigidas a los sacerdotes con respecto a sus responsabilidades en la presentación de las ofrendas.
Los caps. 8–10 hablan de la instalación y las responsabilidades de los sacerdotes (los ministros del culto). Esta división tiene la explicación de cómo consagrar e instalar el sacerdote (cap. 8). La instalación sigue con los sacrificios de los sacerdotes para comenzar su función sacerdotal (cap. 9). La historia de Nadab y Abihú (cap. 10), los hijos mayores de Aarón, es para demostrar la seriedad de la responsabilidad de los sacerdotes. El cap. 10 termina con más instrucciones a los sacerdotes.
Los cap. 11–15 tienen que ver con la responsabilidad de mantener la pureza. La vida pura es tan importante como los sacrificios. Esta contiene leyes que tratan con lo inmundo y cómo purificarse de esto. Comienza con una lista de animales puros e inmundos y cómo reconocer la diferencia. El cap. 12 contiene leyes de la purificación de la mujer después de dar a luz. Los caps. 13 y 14 tratan con enfermedades de la piel y la plaga en la estructura de las casas o en la ropa. La sección termina con una discusión de las impurezas físicas, que tienen que ver con la vida sexual (cap. 15).
La primera división del libro termina con una explicación del día de Expiación (cap. 16). El día de Expiación tiene el propósito de establecer la comunión entre el pueblo y Dios.
La segunda división del libro (los caps. 17–25) tienen su énfasis en la vida práctica: “Seréis santos porque yo soy santo” (19:2). La división trata con varias leyes que demuestran la vida santa.
El cap. 17 da instrucciones sobre las ofrendas (vv. 3–9) y la prohibición de comer la sangre (vv. 10–16). Los caps. 18–20 tratan principalmente con la vida familiar y las reglas sobre relaciones sexuales. Después, el autor vuelve al culto otra vez, con reglas para la santidad de los sacerdotes (caps. 21–22), discusiones sobre los días y años religiosos y sobre el cuidado del tabernáculo (caps. 23–25).
Aunque los caps. 26 y 27 se relacionan con esta división, podemos verlos como dos apéndices. El cap. 26 siempre aparece en bosquejos con la segunda división pero en esta obra se trata como un apéndice para todo el libro. Este capítulo es una exhortación a obedecer las leyes, incluyendo las bendiciones de los que las obedecen y las maldiciones sobre los que no las obedecen. El cap. 27 es una conclusión final, en la forma de un apéndice, que incluye las reglas sobre los votos y los diezmos.
LA ESTRUCTURA DEL LIBRO
El libro está bien ordenado para desarrollar sus temas. Los varios discursos están divididos por frases y refranes que indican las divisiones del libro. Cada discurso nuevo está indicado por una introducción. Estas frases son significativas por razones más que para indicar las divisiones.
Cada discurso comienza con una frase como: “Habló Jehovah …” A veces habló a Moisés, a veces a Moisés y Aarón, y a veces a la congregación. La naturaleza del mensaje determina quién lo recibió. Si era un mensaje solamente para los sacerdotes, Jehovah le decía que lo ordenara a Aarón y a sus hijos. Pero cuando eran mensajes más generales para todo el pueblo, se indicaba así. Casi todos los capítulos comienzan con esta introducción.
Algunos discursos terminan con refranes. A veces los discursos están divididos con refranes dentro del discurso. Refranes importantes para anotar son: “Y Moisés habló (hizo).…” (16:34; 21:24; 23:44; 24:23, etc.). Otro que sirve como una motivación a servicio, es: “Yo, Jehovah.…”
EL LIBRO Y EL CRISTIANO
El resumen arriba del contenido del libro levanta la pregunta: ¿Qué valor tiene el libro para el cristiano y para el estudio del NT? Hay muchos que piensan del libro como una colección de leyes dentro de un sistema que no tiene valor para el cristiano. Una teoría muy común hoy en día es dividir las leyes en tres partes: leyes morales, los diez mandamientos y las leyes civiles (o rituales). Con esta división de las leyes, se puede decir que solamente las leyes morales tienen valor para el cristiano. El problema es que el NT no reconoce tales divisiones de las leyes. Además, los que aceptan esta idea siempre tienen problemas con la explicación de cómo reconocer la diferencia entre las leyes morales y las leyes rituales. Puede ser una conveniencia, pero no tiene una base bíblica.
Se pueden dar dos principios que ayudan a interpretar el libro a la luz del NT: (1) Todas las leyes tratan de la relación entre Dios y su pueblo. Presentan principios éticos que tienen valores eternos. (2) El principio moral nunca cambia aunque la aplicación puede variar. La teología de Levítico no ha cambiado, solamente la presentación y la aplicación. Queremos interpretar este principio en las notas del comentario.
El libro de Levítico es el texto de teología para el NT. La epístola a los Hebreos explica el cumplimiento de la ley en el sacrificio de Jesucristo. Hay que entender el sistema de sacrificios en el AT para entender el sacrificio de Cristo. Los cristianos del primer siglo interpretaron la vida y la muerte de Cristo a la luz de su entendimiento del libro de Levítico. Por esto, el cristiano hoy en día debe estudiar este libro con el NT en la mano.
No podemos entender el libro de Levítico si lo leemos con la idea de que es un libro primitivo sin sentido para el cristiano. Aunque nuestra luz es más profunda por medio del NT, puede ser que la luz es baja por no entender el libro de Levítico, que es la base de la teología del NT.
BOSQUEJO DE LEVITICO
I. LOS PREPARATIVOS PARA LA ADORACION, Levítico 1:1–16:34
1. Reglas para los sacrificios en la adoración, 1:1–6:7
(1) El holocausto, 1:1–17
(2) La ofrenda vegetal, 2:1–16
(3) El sacrificio de paz, 3:1–17
(4) El sacrificio por el pecado de inadvertencia, 4:1–35
(5) Variaciones del sacrificio por el pecado, 5:1–13
(6) El sacrificio por la culpa, 5:14–6:7
2. Instrucciones adicionales sobre varios sacrificios, 6:8–7:38
(1) El holocausto, 6:8–13
(2) La ofrenda vegetal, 6:14–23
(3) El sacrificio por el pecado, 6:24–30
(4) El sacrificio por la culpa, 7:1–10
(5) El sacrificio de paz, 7:11–38
3. Reglas para los sacerdotes en la adoración, 8:1–10:20
(1) La consagración de Aarón y sus hijos, 8:1–36
(2) Aarón y sus hijos inician su servicio, 9:1–24
(3) El castigo de Nadab y Abihú, 10:1–11
(4) Los sacerdotes yerran en el servicio, 10:12–20
4. Reglas para la purificación ceremonial del pueblo, 11:1–15:33
(1) Animales limpios e inmundos, 11:1–47
(2) Purificación de la mujer que da a luz, 12:1–8
(3) Reglas sobre la lepra, 13:1–14:57
a. La lepra en la piel del cuerpo, 13:1–28
b. La lepra en la cabeza y en la cara, 13:29–46
c. La lepra en textiles y cueros, 13:47–59
d. Purificación de la lepra de la piel, 14:1–32
e. Purificación de la lepra en las paredes, 14:33–57
(4) Purificación de personas con flujo, 15:1–33
5. El ritual del día de Expiación, 16:1–34
II. LOS PREPARATIVOS PARA LA VIDA SANTA, Levítico 17:1–25:55
1. La vida santa en relación con los sacrificios y la comida, 17:1–16
(1) La centralización de los sacrificios, 17:1–9
(2) La prohibición de comer sangre, 17:10–16
2. Varias leyes y prohibiciones para mantener la santidad, 18:11–20:27
(1) Algunos principios morales, 18:1–30
(2) Mandamientos relativos a la santidad, 19:1–37
(3) Penas contra la inmoralidad, 20:1–27
3. La santidad de los sacerdotes y las ofrendas, 21:1–22:33
(1) La santidad de los sacerdotes, 21:1–24
(2) Advertencias sobre las ofrendas, 22:1–16
(3) Los animales para los sacrificios, 22:17–33
4. Los días solemnes y la santidad, 23:1–44
(1) El día de reposo, 23:1–3
(2) La Pascua, 23:4–8
(3) Pentecostés, 23:9–22
(4) Las Trompetas, 23:23–25
(5) La Expiación, 23:26–32
(6) Los Tabernáculos, 23:33–44
5. Leyes sobre el tabernáculo, 24:1–23
(1) Las lámparas, 24:1–4
(2) Los panes de la Presencia, 24:5–9
(3) El castigo de un blasfemo, 24:10–23
6. El año sabático y el del jubileo, 25:1–55
(1) El año sabático, 25:1–7
(2) El año jubileo, 25:8–55
III. DOS APENDICES, Levitico 26:1–27:34
1. Promesas y amenazas, 26:1–46
(1) Recompensa por la obediencia, 26:1–13
(2) Castigo por la desobediencia, 26:14–46
2. Votos y diezmos, 27:1–34
I. LOS PREPARATIVOS PARA LA ADORACION
VIDEO
El holocausto, 1:1–17 .
El primer capítulo de Levítico trata del tema del holocausto. Por su importancia es la primera ofrenda mencionada. El holocausto es una ofrenda quemada. Es un sacrificio muy antiguo. Puede ser el sacrificio más antiguo (presentado por Abel, Gén. 4:4; Noé, Gén. 8:20; Abraham, Gén. 22:3, 6, 13). La historia de las ofrendas de Caín y Abel puede explicar cómo el holocausto llegó a ser el sacrificio más común para agradar a Dios. (Nota: La Biblia no dice que Dios rechazó la ofrenda de Caín por el tipo de sacrificio, sino indica que fue por la actitud: la condición del corazón.)
El primer versículo de Levítico es una introducción general al libro y el v. 2 introduce el sacrificio del holocausto, el cual está presentado en el primer capítulo.
Llamó a Moisés y habló con él Jehovah.… (v. 1), este versículo relaciona el libro de Levítico con el libro de Exodo. Parece que es una continuación del libro anterior. El libro de Exodo termina con la explicación de la nube que cubrió el tabernáculo. La nube representa la presencia de Jehovah.
La voz salió del tabernáculo. Aunque Jehovah es el sujeto de los dos verbos, la construcción gramátical del hebreo permite la idea de que el sujeto del verbo llamó viene del anterior. Entonces, Jehovah llamó desde el tabernáculo. El versículo dice: “Llamó a Moisés y habló Jehovah.” El cubrió el tabernáculo con su presencia, llamó a Moisés y habló con él.
La frase llamó a Moisés es una introducción común para presentar un mensaje importante. Jehovah llamó a Moisés desde la zarza ardiente, desde Sinaí y ahora desde el tabernáculo. La zarza ardiente y Sinaí habían llegado a ser como lugares santos para Jehovah. Ahora el tabernáculo será el lugar santo, donde el pueblo se podrá acercar a Jehovah.
Es importante anotar las introducciones a todas las divisiones en el libro de Levítico. A veces, el mensaje está dirigido a Moisés solamente. Así aparece en los caps. 1–10 (1:1; 4:1; 6:1; 8:1). En el cap. 11, la introducción dice que Jehovah habló a Moisés y a Aarón … (11:1; 13:1; 15:1, etc.) En adelante las dos introducciones se intercambian, según el mensaje.
El pueblo que ofrenda
El pueblo de Dios debe ofrendar, aun en medio de grandes necesidades y profunda pobreza. Ejemplos son la viuda de Sarepta y la iglesia de Macedonia. Dios espera la ofrenda de su pueblo como expresión de alabanza, agradecimiento, adoración, alegría y aceptación de que somos sus mayordomos. Dios acepta la ofrenda de su pueblo. Dios se agrada de la ofrenda de su pueblo (1:2, 17).
Habla a los hijos de Israel (v. 2): el mensaje es para toda la nación, no solamente para los sacerdotes. Cuando hay reglamentos para los sacerdotes solamente, dice que habla a Aarón y a sus hijos (8:2; 9:1, etc.). La mayoría del libro está dirigido a la nación. Cuando habla a los sacerdotes es para enseñarles cómo servir al pueblo.
El tema de los primeros siete capítulos se encuentra en la frase cuando alguno de vosotros presente una ofrenda a Jehovah (v. 2; vea también 4:2).
Los rabinos dicen que las palabras hebreas cuando alguno de vosotros indican dos cosas importantes. Primera, el pronombre vosotros indica que la ofrenda es personal y específica. Segunda, la preposición cuando indica que debe venir del deseo de la persona. Este concepto elimina la ofrenda de los paganos. Todos los sacrificios tenían que ser acompañados con la confesión sincera de la persona.
La palabra ofrenda es la traducción de la palabra hebrea corbán 7133. La palabra se refiere a todos los sacrificios en general. El corbán es una ofrenda, una cosa apartada para sacrificar a Jehovah. Así es consagrada a Jehovah y no puede ser usada para otra cosa (ver los votos en el cap. 27). Esta ofrenda es mencionada por Cristo en Marcos 7:11.
Luego, siguen las instrucciones sobre el tipo de ofrendas que deben ofrecer y la manera de ofrecerlas. Hay tres grupos de animales aceptables para el holocausto: … será del ganado vacuno u ovino (v. 2b). El uso de la preposición min en el hebreo antes de cada una de las tres palabras ganado, vacuno y ovino sugiere una lista de tres grupos distintos. Algunos dicen que la traducción debe ser “del ganado: de vacuno u ovino”, usando la palabra “ganado” en general y “vacuno” y “ovino” como tipos de “ganado”.
El capítulo sugiere la posibilidad que las tres palabras ganado, vacuno y ovino representan tres grupos explicados en el capítulo. Los vv. 3–9 hablan de cómo ofrecer ganado y los vv. 10–13 del rebaño (vacuno). En realidad las aves (vv. 14–17) no aparecen en el v. 3. Las aves representan un sacrificio especial para los pobres.
Cómo ofrendar
I. Ofrendar lo mejor ( Levítico 1:3, 10 ).
1. Sin defecto.
2. De valor.
3. Seleccionado.
4. No fermentado (1:11; 2:11).
II. Ofrendar voluntariamente ( Levítico 1:3 ) .
1. Dios no rechaza lo hecho de corazón.
2. Dios acepta lo espontáneo, lo que es no obligado.
III. Ofrendar aceptablemente ante Jehovah ( Levítico 1:3, 5, 11 ) .
1. De olor grato a Jehovah (1:9, 13, 17).
2. Para agradar a Dios, no al hombre.
IV. Ofrendar con arrepentimiento y humillación ( Levítico 1:4b ).
1. Para pedir perdón.
2. Para apoyarse en Dios.
El resto del capítulo (vv. 3–17) está dividido en tres partes que explican cómo presentar los tres tipos de holocausto (ver la Introducción para una discusión sobre las divisiones del libro de Levítico). Hay tres tipos de animales aceptables. Estos tres grupos presentan la flexibilidad según la posibilidad económica de la persona. Los que pueden, tienen que ofrecer un macho sin defecto (vv. 3–9). Había otros que no lo tenían, pero podían ofrecer del rebaño (vv. 10–13). Pero estaban los pobres que ni tenían la posibilidad de traer del rebaño; ellos podían ofrecer de las aves (vv. 14–17). Dios no demanda más de lo que uno puede hacer. El reconoció y aceptó la ofrenda por su verdadero valor, el que procede del corazón de la persona.
Cualquiera sea el tipo de animal ofrecido, hay algunos principios que se deben seguir (vv. 3–9).
Primero , debe ser sin defecto (vv. 3 y 10). (Puede notarse que no menciona sin defecto en relación con las aves, el sacrificio de los pobres.) El énfasis de sin defecto es ofrecer algo que le cuesta al adorador. Malaquías les condenaba porque ofrecían animales sin valor (Mal. 1:8, 13). El principio aquí es que el Señor quiere lo mejor de su pueblo en vez de lo que le sobra. Muchas veces el pueblo de Dios le da el “fruto de verano” en vez de la primicia. Dios demanda lo mejor de toda la vida, no solamente de los sacrificios de animales. Se le debe lo mejor del tiempo y de los talentos, tanto como de las cosas materiales.
Segundo , la ofrenda debe ser ofrecida voluntariamente (v. 3). Esta palabra tiene el sentido de “para que sea aceptable”. La misma palabra deja la idea de que para ser aceptable, debe ser voluntaria. En 2 Corintios 9:7, Pablo dice que la ofrenda debe ser como propuso en su corazón. Aunque bíblicamente la ofrenda es un mandato, cuando el pueblo de Dios ofrece la ofrenda por obligación en vez de hacerlo por el deseo, la ofrenda pierde su valor. Ofrendar solamente por obligación llega a ser legalismo. Este es lo que los profetas condenan (ver Isa. 1:11–15).
Tercero, la ofrenda será ofrecida delante de Jehovah (vv. 3, 5, 11). Después de la descripción de cada sacrificio dice que es un holocausto, una ofrenda quemada de grato olor a Jehovah (vv. 9, 13, 17). El término grato olor es como un modismo para indicar “satisfacer” o “agradar”. El propósito es ofrecerlo en una manera aceptable a Jehovah. No es el sacerdote que debe ser satisfecho. La verdadera adoración es la que es grata a Jehovah. Mucha adoración es para agradar al hombre en vez de a Jehovah. Apocalipsis usa la idea de oraciones como incienso que llevó su humo a la presencia de Dios (Apoc. 5:8). Son ocasiones que agradan a Dios.
Cuarto , la ofrenda es para hacer expiación por el pecado. Para hacer expiación por él (v. 4b). La palabra “expiar” viene del verbo hebreo para “cubrir” y tiene la idea de cubrir el pecado para que no intervenga entre Dios y el hombre. No tiene el mismo sentido de cubrir el pecado con el motivo de esconderlo de los ojos de Dios (Prov. 28:13), sino cubrir el alma (Lev. 17:11) para protegerla de la condenación. Así, Cristo cubrió nuestra vida, protegiéndola del poder del pecado.
Pondrá su mano (v. 4) es la expresión del arrepentimiento y confesión para la expiación de los pecados. La persona que trajo la ofrenda es la que puso su mano. Así se identificó con el pecado. Es interesante que el verbo para “poner” (v. 4) en el hebreo es una palabra que indica apoyarse: así, la idea de “confiar en”. Era un acto de fe. El holocausto, descrito en el cap. 1, era la ofrenda para la expiación y se relaciona con otros sacrificios explicados en Levítico 4 y 7. Esta ofrenda está mencionada en Job 1:5, 42:8 y en Miqueas 6:6.
Finalmente, está la participación por la gente. Los sacerdotes servían como instrumentos de Jehovah en la adoración pero la gente era participante en vez de espectador: pondrá su mano (v. 4).
Otra vez, la participación de la persona se ve en el v. 5: degollará el novillo. ¿Es una referencia a Aarón o a la persona sacrificando? Debe ser una referencia a la persona ofreciendo el sacrificio porque hasta este punto en el cap. 1 todos los usos del pronombre “él” vuelven al v. 2 (alguno de vosotros). Al contrario, nunca menciona a Aarón.
Estos sacrificios incluyen el rociamiento de la sangre sobre el altar (v. 5). Levítico 17:11 dice que la sangre es la vida. El hebreo no creía en la división de la persona (alma y cuerpo), sino en la unidad de la persona. El cuerpo tiene que morir para hacer la expiación del pecado. La sangre rociada sobre el altar es la presentación de la vida a Dios.
La única diferencia entre el sacrificio explicado en los vv. 3–9 y aquel de los vv. 10–13 es el tipo de animal sacrificado. Había gente que no podía ofrecer un macho cabrío. La oveja era el sacrificio de la clase mediana, no de los ricos ni de los pobres.
Sumario de las leyes de los sacrificios
I. Deberes del hombre.
1. El sacrificio.
(1) La sustitución, relacionada con la expiación. El hombre merece la muerte. En su lugar, muere el animal y esta muerte expía los pecados del hombre.
(2) La consagración: la víctima ofrecida sobre el altar de Dios en lugar del sacrificador. En este acto reconoce que su persona pertenece a Dios, se desprende de una porción de los bienes materiales, como una manera de ofrecerse a sí mismo a Dios. Se observa también la idea de mayordomía.
(3) La adoración u homenaje. Sacrificar equivale a rendir un culto a Dios, atribuirle la gloria, de quien dependemos y a quien debemos culto y sumisión.
(4) La comunión . Es la parte en que el adorador participa en la carne de la víctima, relacionada con las comidas sagradas.
2. La pureza.
Se creía que la enfermedad era consecuencia e influencia de los malos espíritus.
La limpieza personal y física no está lejos de la limpieza espiritual. Dios quiere que seamos limpios: espiritual, física y mentalmente.
La purificación personal entre los israelitas simbolizaba la santidad.
3. El sacerdocio.
Tuvo su origen en el concepto de que Dios es trascendente, alejado de la vida del hombre común e inaccesible. Tenía que haber una clase de personas que por su conocimiento íntimo de Dios sabrían tratarlo. El hombre común sin tener tales conocimientos sacerdotales o habilidad, o carácter moral, tendría que acercarse a Dios por medio de quien los tenía. La idea de mediación es fundamental en el concepto primitivo del sacerdocio. El sacerdote del AT era esencialmente un mediador.
II. Carácter de Dios.
El libro de Levítico presenta claramente ciertos atributos de Dios que son fundamentales en la religión israelita.
1. La santidad.
Con su énfasis en la purificación, y la expiación del pecado, resalta el carácter de Dios como un Dios santo. Grandes habían de ser los preparativos para entrar a la presencia de Dios, porque Dios es santo.
2. El monoteísmo.
Reconoce un Dios, y ninguno más. Las ofrendas tenían que ser hechas a Jehovah (1:2). La santidad de Jehovah es la que ha de servir de ejemplo (19:2; 20:7). El culto a Moloc es especialmente condenado.
3. La presencia de Dios con su pueblo.
Esta idea se expresa mejor en el simbolismo del tabernáculo, porque éste representaba la presencia de Dios con su pueblo. El primer versículo del libro de Levítico afirma explícitamente que Jehovah llamó a Moisés desde el tabernáculo de reunión, y se sobreentiende que desde entonces venían de este lugar las comunicaciones divinas que aparecen en el libro, lo que representaba la continua presencia de Dios con su pueblo.
Levítico 1:14–17 explican el sacrificio de aves.
Es distinto de los sacrificios anteriores, pero incluye los mismos principios. Este sacrificio es una provisión para los que no podían comprar ganado u ovejas; es el sacrificio de los pobres.
Todo el ritual estaba explicado en términos claros para que los hebreos no cayeran en las prácticas de los paganos. Un énfasis importante es que cualquiera que sea el sacrificio o el tipo de animal sacrificado, lo más importante de la presentación es la manera y el espíritu con que se presenta. Los hebreos levantaban el sistema de sacrificios más allá de los de los paganos. Quitaron todos los aspectos de superstición y magia y le dieron una dignidad superior. Dice que el valor del sacrificio vino del corazón del que presentaba el sacrificio. Si no tuviera el espíritu de humildad y de fe, el sacrificio no sería más que el de los paganos.
Cristo es el sacrificio aceptable a Dios. Debemos poner nuestras manos sobre él (es decir, poner la fe en él) para que el sacrificio llegue a ser nuestro. Cuando nos acercamos a Cristo, Dios ve el corazón antes de ver la manera del acercamiento. El animal fue quemado completamente. Esto simbolizaba la necesidad de un rendimiento completo.