domingo, 3 de junio de 2012

Epistolas de Juan: La Certeza de la Salvacion - Para Ministros y Predicadores Itinerantes

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 La certeza de la Salvacion - Su Teologia
Para que podamos entender las epístolas de Juan, las cuales representan la teología de la certeza de la salvación, veremos que en veintiséis ocasiones el apóstol Juan dice: “Conocemos estas cosas que son verdaderas”, y en ocho oportunidades afirma: “nosotros sabemos que sabemos…” y generalmente da las razones por las cuales creemos que estas cosas son verdaderas o reales. No es una simple suposición la declaración del apóstol cuando dice en 1 Jn. 5:13: -“Les escribo estas cosas a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna”. Él dice nosotros sabemos con seguridad que tenemos vida eterna al creer en Jesucristo.
Para que podamos entender las Epístolas de Juan necesitamos conocer las razones por las escribió.

HISTORIA DE LAS EPÍSTOLAS

La iglesia fue plantada dentro del judaísmo después de la muerte de Jesús, el primer problema que la iglesia primitiva enfrentó fue el deseo de los judíos cristianos de introducir sus leyes en la iglesia. Ellos demandaban a los gentiles que se convertían al cristianismo no sólo a observar la circuncisión; sino también, costumbres respecto de las comidas, entre otras. Pero, cuando Pablo se dio cuenta de este problema escribió la Epístola a los Gálatas y 1 Tesalonicenses. Aquí, aparece el término sincretismo; que es un sistema filosófico que trata de conciliar doctrinas diferentes, en este caso la conciliación entre el cristianismo y el judaísmo.

Cuando los gentiles vinieron hacia el cristianismo trajeron varias ideas paganas que trataron de armonizar con el mismo, esto es lo que conocemos como sincretismo. Para dar un ejemplo; 800 años antes de Cristo había un hombre llamado Zoroastro. Él creó el Zoroastrismo a partir del mazdeísmo, esta religión persa creía en la existencia de dos principios divinos: uno bueno y otro malo; esta religión se practica actualmente en Irán. ¿Cómo respondemos a las siguientes preguntas? ¿Cómo se explica la presencia del bien y el mal? ¿Cómo se explica la presencia de Dios? ¿Cómo se explica el gozo y el sufrimiento? ¿Cómo se explica la luz y las tinieblas? ¿El cuerpo y el alma? Zoroastro pensó que había dos dioses, uno era bueno, quien creó el alma y el otro malo, que creó el cuerpo físico para sujetar el alma. Es evidente que el dios que creó el cuerpo humano es malo, y por esto no hay nada bueno dentro del cuerpo humano.

Este pensamiento provocó que los gnósticos en los tiempos del apóstol Juan surgieran con filosofías equivocadas.

GNOSTICISMO. Es una doctrina filosófica y religiosa de los primeros siglos de la iglesia, la cual resulta de una mezcla de la doctrina cristiana con las creencias judaicas y orientales, la misma que se dividió en varias sectas y pretendía tener un conocimiento intuitivo y misterioso de las cosas divinas. Este movimiento religioso trató de entrar en la mente humana. Pablo lo menciona en 1 Ti. 6:20-21: - “Timoteo, ¡cuida bien lo que se te ha confiado! Evita las discusiones profanas e inútiles, y los argumentos de la falsa ciencia. Algunos por abrazarla, se han desviado de la fe”.

Los gnósticos afirmaban tener experiencias religiosas y conocimiento, ellos clamaban ser iluminados, decían tener experiencias espirituales que los demás no tenían y por esto, ellos trataban de explicar el cristianismo por medio de estos dos dioses. Esta doctrina se llama DUALISMO.

CERINTOS. Grupo gnóstico que trataba de explicar la venida de Cristo al mundo por parte de Dios, ellos decían que Jesucristo no era Dios, pero que tenía una fuerza espiritual. Alegaban que hubo un espíritu que se posesionó de Jesucristo, puesto que el espíritu no tiene un cuerpo físico. El cuerpo del cual tomó posesión fue el de Jesús, hombre, quién nació de María y José. Entrando en contacto con Jesús en el momento del bautismo, y poniendo a Jesucristo en un aparente estado de coma cuando lo poseyó, utilizándole hasta la crucifixión, momento en el cual lo abandonó.  

MANIQUEÍSMO. Tendencia a interpretar la realidad sobre la base de una valoración dicotómica. Admitían dos principios creadores, uno para el bien y otro para el mal.
Ellos afirmaban que Jesús no tuvo cuerpo físico, pues, como la materia era mala  en sí misma y nuestro creador es bueno, era imposible que el espíritu de un buen dios poseyera un cuerpo físico, cuya naturaleza era mala y por esto ellos niegan que Jesucristo tuviera un cuerpo, SOLO PARECÍA TENER UN CUERPO FÍSICO.

DOKEO es el término griego que significa parecer. Es decir, parecía tener un cuerpo físico. Incluso decían que Jesucristo al caminar sobre la arena del mar no dejaba huellas.  1 Jn. 4:2-3: - “En esto pueden discernir quién tiene el Espíritu de Dios, todo profeta que reconoce que Jesucristo ha venido en cuerpo humano, es de Dios; todo profeta que no reconoce a Jesús, no es de Dios sino del anticristo”.
 
2 Jn. 7, dice: -“Es que han salido por el mundo muchos engañadores que no reconocen que Jesucristo ha venido en cuerpo humano. El que así actúa es el engañador y el anticristo”. Este es el anticristo, esta es la definición del apóstol Juan para los gnósticos de aquellos tiempos. Eran falsos profetas, tres veces se los nombra a estos anticristos. Porque ellos negaban todo lo que Jesucristo representaba:

1. Negaban su humanidad.
2. Negaban su divinidad; es decir, que no es un ser Divino.
3. Negaban que Él era el Mesías del Antiguo Testamento.

Por eso rompían el Antiguo Testamento y Nuevo Testamento en dos dioses diferentes, un dios para el Antiguo y otro para el Nuevo Testamento. Recordemos que decían que la materia era mala, y que el dios del Antiguo Testamento, era el creador de la materia y el cual se llamaba Jehová, Él es el Dios del diluvio, Él es el Dios que destruyó Sodoma y Gomorra, Él es el Dios que destruyó a los amorreos, al cananeo, al heteo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo; (quienes ocuparon Palestina) y que por ello, Él era un dios malo. Y eso explica la razón de la maldad del mundo en aquellos tiempos.

Ahora, en el N.T, encontramos el dios bueno, de armonía, de paz, el dios que es espíritu.

DOCETISMO. Herejía de los primeros siglos cristianos, común a ciertos gnósticos y maniqueos, según la cual el cuerpo humano de Cristo no era real, sino aparente e ilusivo

El otro punto de los gnósticos es que presentan la transfiguración de Jesús, según Mt. 17; Mr. 9; Lc. 9;  ellos dicen que Jesús en un sentido tomó a Pedro, Juan y Jacobo en el monte para que fueran testigos de su transfiguración. Lo que sucedió en este evento, es lo que los gnósticos usaban para comprobar que Jesucristo no tenía un cuerpo físico, porque ahí fue la transfiguración; es decir, en ese momento la apariencia física de cuerpo físico desapareció. Las ropas del ser espiritual eran tan blancas que no podían ser reproducidas aquí en la tierra por seres humanos. Fue el verdadero Jesucristo el que se vio en el monte durante la transfiguración. Pues, personas con un cuerpo normal no pueden caminar sobre el agua, ni pueden pasar 40 días sin probar alimento ni beber agua; y con este argumento, estos gnósticos sustentan sus ideas. Por esto, los gnósticos docetas sostenían que Jesucristo no tenía cuerpo físico.


El punto más importante de los docetas era que el pecado no contaminaba al espíritu. Ellos decían que el pecado no era un problema delante de Dios, era algo normal del cuerpo y que no podía contaminar al hombre.

Por ejemplo, Juan usó dos términos, luz y tinieblas. Luz es un término de perfección moral que está en Juan 1:5 y el pecado es la definición de oscuridad. Juan dijo: -“Éste es el mensaje que hemos oído de él y que les anunciamos: Dios es luz en él no hay ninguna oscuridadEsto es absoluto.

El pecado no es ningún problema, no contamina al hombre, dicen ellos.

1 Jn. 1:6. –“Si afirmamos que tenemos comunión con él, pero vivimos en oscuridad, mentimos y no ponemos en práctica la verdad”.

Hay gente que dice practiquemos el pecado, en otras palabras la inmoralidad es una reacción natural del cuerpo físico satisfacer nuestras necesidades.
¿Es un pecado comer algo cuando tienes hambre? NO, esto es una reacción del cuerpo que no contamina el alma. Encontramos en Juan, que la práctica de esto es una antiley.

 La palabra griega para pecado es anomia:   a         nom     ia
                                                                      Anti       ley       fuera  
 Pecado es fuera de la ley.

1 Jn. 3:4. -“Todo el que comete pecado quebranta le ley; de hecho, el pecado es trasgresión de la ley”.

En el siguiente pasaje encontramos el término anomia. Gá.5:1: –“Cristo nos libertó para que vivamos en libertad. Por lo tanto, mantengámonos firmes y no se sometan nuevamente al yugo de la esclavitud”.  Los gnósticos decían estamos libres de la ley y no requerimos ninguno de los mandamientos.

1 Jn. 2:3-4. –“¿Cómo sabemos si hemos llegado a conocer a Dios? Si obedecemos sus mandamientos. El que afirma: Lo conozco pero no obedece sus mandamientos, es un mentiroso y no tiene la verdad”. Entonces, ellos decían no tienes que guardar la ley, pues no hay mandamientos. Porque lo que la Ley requiere es el dios del A.T Jehová, y no es lo que pide el dios del Nuevo Testamento. Pero vemos que la acción del cuerpo invade la arena o el espacio de la moralidad o la espiritualidad.

Hay algo interesante, si damos vuelta la moneda, aquellos que dicen que hay dos dioses y el cuerpo humano es malo, y por ello nosotros debemos practicar el ascetismo (privarse de todo aquello que produce placer físico), y esto significa que nosotros debemos privarnos de todo lo que produce placer. Y este ascetismo produjo lo que vemos en la iglesia católica, EL CELIBATO DE LOS CURAS.

 Además, en el catolicismo encontramos gente que hace peregrinaciones, que rezan el rosario, que se auto-flagelan por causa del pecado.

Miremos lo que los gnósticos dicen sobre la comida y otros asuntos. Leamos, Colosenses 2:20-22. –“Si con Cristo ustedes ya han muerto a los principios de este mundo ¿por qué como si todavía pertenecieran al mundo se someten a preceptos tales como: “No tomes en tus manos, no pruebes, no toques”? Estos preceptos basados en reglas y enseñanzas humanas, se refieren a cosas que van a desparecer con el uso”. Los colosenses tuvieron que alejarse de estos gnósticos, que inducían a las personas no hacer uso de todo lo que produce placer. Estas son doctrinas de hombres que se destruyen con el uso.

Ej. He estado en Palermo, Sicilia donde hay una montaña con un camino que va hasta la cima de la misma, allí hay un santuario en honor a la virgen Santa Rosalía. En su cumpleaños, miles de sicilianos suben de rodillas hasta el santuario, este esfuerzo destruye las rodillas de quienes suben por cumplir con la tradición y para castigarse a sí mismos.

También, he estado en otro santuario ubicado a trece millas fuera de la ciudad de Nápoles al cual se llega por calles de piedra. En el día del cumpleaños del santo, muchas personas corren descalzos estas trece millas y para el momento que llegan a este santuario la calle de piedra está llena de sangre.

Hay dos razones por lo que estas personas realizan estas acciones:

1. Una es para expresar penitencia (penitencia no es lo mismo que arrepentimiento), ellos se castigan a sí mismos para que Dios no tenga que castigarlos.

2.  Pero hay otra razón por la que hacen la peregrinación, esto es para exigir un favor de Dios por las heridas hechas, ellos muestran las heridas y sienten que Dios debe pagarles algo de vuelta por lo que han hecho. Yo hice esto por ti, ahora tienes que concederme tener un hijo, o casarme, etc.

Los gnósticos confunden estos términos; unos dicen el pecado no es problema, tampoco la carne.

El otro grupo, dice: el pecado es malvado y tienes que controlarlo. Ahora, este gnosticismo tiene un efecto en nuestra manera de pensar acerca de la  eternidad, acerca de la doctrina de salvación. Los gnósticos, en otras palabras dicen: Jesús no vino a salvarnos del pecado, sino del cuerpo.

Leemos lo que decían estos hombres: no toques esto o aquello o no pruebes, en Col. 2:18 leemos: -“No dejen que les prive de esta realidad ninguno de estos que se ufanan en fingir humildad y adoración de ángeles”. ¿Esta voluntad humana es el castigo del cuerpo? Supongamos que vamos a eliminar el pecado de nuestras vidas. Pero ahora vemos que en Col. 2:18, ellos adoraban ángeles. Entre los cristianos de colosas se propagaba una herejía que inculcaba el culto a lo ángeles. Al parecer ciertos gnósticos afirmaban que la actividad de Dios en el mundo es llevada a cabo por ángeles, intermediarios entre Dios y los hombres; por esta razón, a los ángeles debían rendírseles culto[1]. ¿Por qué más adoraban a los ángeles? Porque los ángeles no tienen cuerpos físicos y es lo que vamos a ser nosotros, cuando Cristo nos libere del cuerpo seremos como ángeles. En el cielo no habrá casamientos, vamos a ser “como” ángeles, esto no significa que vamos a ser ángeles. Los ángeles no se reproducen ni tienen bebés.

Ahora veamos los problemas que Juan tuvo que enfrentar:

Leamos 1 Jn. 1:6, dice: -“Si afirmamos que tenemos comunión con él, pero vivimos en oscuridad, mentimos y no ponemos en práctica la verdad”. Nosotros no tenemos pecado, porque el pecado no contamina el alma, podemos caminar en oscuridad y aun así tener comunión con Dios.

1 Jn. 1:8, nos dice: - “Si afirmamos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y no tenemos la verdad”.

Vea la diferencia entre los hombres del versículo 6 y el 8. El del versículo 6 dice puedo caminar en tinieblas y tener comunión con Dios, pero el hombre del versículo 8 trata de eliminar el pecado de su vida, y dice no he cometido pecado; ahora si es puro.

El hombre del versículo 6 dice, mi manera de vivir no afecta mi alma, no me contamina.
El hombre del versículo 8 dice: Estoy limpio de pecado, él elimina el pecado por sus acciones. En Efesios 2:8, -“Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino es el regalo de Dios”.  Ningún hombre puede ser justo delante de Dios por sus acciones; en cambio los gnósticos pensaban que por sus propias acciones podían ser justos delante de Dios.

Los gnósticos decían ser iluminados, ser una élite, y no aceptaban a quien no tenía su misma filosofía, eran como los fariseos. Jesús contó la parábola de aquellos que confían en sí mismos, aquellos que no acepten la teología del gnosticismo. Jesús dijo que los fariseos estaban determinados a convertir personas a las cuales sometían luego a sus leyes y preceptos. Los gnósticos odiaban a los cristianos porque ellos habían rechazado su filosofía.

Veamos el lenguaje 1 Jn. 2:10-11, -“El que ama a su hermano permanece en la luz, y no hay nada en su vida que lo haga tropezar. Pero el que odia a su hermano está en la oscuridad y en ella vive, y no sabe a dónde va porque la oscuridad no lo deja ver”. Es interesante en este capítulo uno  de 1 Juan usa la luz y la oscuridad, en contra posición. La luz es hostil a las tinieblas y las tinieblas a la luz. La luz y las tinieblas no pueden coexistir. Dios es luz y no hay oscuridad en Él. En esta misma figura tenemos el término del amor y del odio, aquel que ama es de Dios y el que odia es del Diablo. Esto nos va a dar un poco de información de los antecedentes para conocer de Juan.


[1] Esta creencia usurpaba a Cristo su función como agente divino en la creación y le privaban de la gloria que sólo a él le corresponde. José Martinez, Cristología Básica, Editorial Clie, 2003, pág. 24.



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