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biblias y miles de comentarios
“El
anciano a la iglesia elegida y a sus miembros, a quienes amo en la verdad – y
no sólo yo sino todos los que han conocido la verdad” (N.V.I).
“El
anciano a la señora elegida y a sus hijos, a
quienes yo amo en la verdad; y no sólo
yo, sino también todos los que han conocido la verdad” (R.V. 1960).
En esta segunda epístola vemos que el
apóstol Juan no está escribiendo como un anciano de la iglesia, sino ya como un
hombre de edad avanzada. Recordemos que fue uno de los primeros seleccionados
como apóstol de Jesucristo, y en el momento que escribió esta carta, el final
del primer siglo estaba muy cerca.
Observemos que, si bien este estudio
está realizado en la Nueva Versión Internacional, para alcanzar una mejor
comprensión haremos el uso de la Versión Reina Valera de 1960, en la cual
podemos leer: “la señora elegida” frase que en
el texto griego se corresponde con EKLEKTE
KURIA, cuyo significado es para la palabra EKLEKTE, elegida y para KURIA,
señora; es por ello que podemos concluir que Juan dirigió esta carta a una dama
electa, es decir a la señora elegida.
Respecto
a la señora elegida existen dos opiniones:
Primera:
Existen
quienes afirman que Juan se estaría refiriendo a una gran dama; presuponiendo a
su vez que el apellido de ella sería Kuria
y Eklekte su primer nombre; sin
embargo esto es simplemente una suposición.
Segunda:
Por
otra parte; para otros; Juan se estaría refiriendo a la iglesia que es la novia
de Jesucristo mismo, quien a su vez es esposa y cabeza de la iglesia. Esta
imagen de Cristo como cabeza de la iglesia se presenta en diferentes maneras,
pero principalmente como su novio o esposo; tal como vemos en 2 Co. 11:2, donde
el apóstol Pablo expresa: “Los tengo
prometidos a un solo esposo, que es Cristo, para presentárselos como una virgen
pura”.
Juan está escribiendo a la señora elegida
y a sus hijos, si esta dama electa es la iglesia, entonces los hijos serían los
miembros de dicha iglesia; a los cuales Juan dice amar. Así que vamos a ver la evidencia
de que el apóstol está hablando de la iglesia.
Para ello observemos el versículo 13
donde el apóstol nos dice: “Los miembros de la iglesia hermana, les mandan
saludos” (N.V.I.); en la versión R.V. 1960 no encontramos la palabra iglesia;
pero sí la frase hermana elegida. En el texto griego encontramos la misma
palabra para elegida tanto en 2 Jn. 1 como en 2 Jn. 13; lo cual nos lleva a
pensar que estas hermanas tendrían el mismo nombre, EKLEKTE, lo que es poco probable, por eso nos inclinamos a pensar
que Juan les está haciendo llegar saludos de hermanos de otra congregación,
quienes podrían estar ubicados no muy lejos del apóstol.
El versículo 4, habla de un regocijo
por los hijos que andan en la verdad. Por tal motivo, creemos que la dama
elegida es una congregación de la iglesia del Señor.
Fijémonos en 3 Jn. 9, yo he escrito algunas
líneas, en griego se refiere a una carta pequeña, esta sería la 2 de Juan,
dirigida a la señora elegida que es la iglesia.
VERSÍCULOS
2 - 3
“A
causa de esa verdad que permanece en nosotros y que estará con nosotros para
siempre. La gracia, la misericordia y la paz de Dios el Padre y de Jesucristo,
el Hijo del Padre, estarán con nosotros en verdad y en amor”.
Las palabras que usa Juan en esta
salutación son: gracia, misericordia, paz, verdad y amor.
¿Cuál
es la diferencia entre la gracia y la misericordia?
Gracia es bendiciones divinas no merecidas,
en otras palabras cuando Dios nos da algo que no merecemos, es decir no merecíamos
su gracia pero Él en su gran amor y bondad ha querido darnos este regalo.
Misericordia es cuando no recibimos lo que merecemos,
en otras palabras por nuestro comportamiento y decisiones, merecemos la
condenación, el infiero; pero Dios es misericordioso y no nos da lo que
merecemos. Cuando tenemos gracia y misericordia, eso nos da paz, la paz es la
armonía y no es simplemente ausencia de hostilidad, sino la presencia de buena
voluntad.
Estos regalos divinos son dados por el Padre, el Hijo y también el Espíritu Santo.
Estos regalos divinos son dados por el Padre, el Hijo y también el Espíritu Santo.
En
verdad,
esta frase según vemos también en el versículo 1, yo amo a tus hijos en la verdad, y no sólo yo sino todos los que han conocido
la verdad y gozan de una comunión amorosa entre las congregaciones, de la cual Juan
da testimonio, pues esa verdad habita en medio de esta iglesia, y estará con
nosotros para siempre.
La verdad no cambia, no es evolucionista,
es la misma verdad que la dama elegida creyó y que nosotros también creemos,
así que la verdad está siempre con nosotros.
¿Cuál
es la verdad?
El mensaje que oímos de Jesucristo desde el principio, 1 Jn. 1:5.
VERSÍCULO
4
“Me
alegré muchísimo al encontrarme con algunos de ustedes que están practicando la
verdad, según el mandamiento que nos dio el Padre”.
Realmente, estoy agradecido por la
fidelidad de algunos de tus hijos dice Juan. Eso da a entender que hay otros
que no son fieles, unos que caminan en la luz y la verdad y otros en la oscuridad.
Juan estaba en prisión en ese momento,
exiliado en la isla de Patmos, algunos de los miembros de la congregación a la cual
él escribió fueron a visitarle, esto fue de gran regocijo, pues ellos tenían
doctrina pura, así que los que vinieron a verle estaban en la verdad, y por lo
tanto los otros miembros de la congregación deberían también ser fieles.
Lo que el apóstol Juan escribió a esta
congregación en su segunda epístola es básicamente lo mismo que escribió en la primera
de Juan.
VERSÍCULO
5
“Y
ahora, hermanos, les ruego que nos amemos los unos a los otros. Y no es que les
esté escribiendo un mandamiento nuevo sino el que hemos tenido desde el
principio”.
Juan está diciendo: iglesia te he dado
un nuevo mandamiento que se amen unos a otros; aquí está repitiendo lo que
había dicho anteriormente en 1 Jn. 2:7. En el versículo 5 dice que el mandamiento
que les está escribiendo no es nuevo sino un
mandamiento que tuvieron desde el principio, este es el
viejo nuevo mandamiento.
¿Por
qué es viejo?
Porque va al principio de Juan 13:34.
¿Por
qué es nuevo?
Porque está basándose en el nuevo
estándar de amor, que se amen como yo os he amado,
es decir, con un amor sacrificial como el de Cristo; de igual manera nosotros
debemos amar sacrificadamente. Y esto es el amor: que andemos en sus
mandamientos, pues de esta manera sabemos que amamos a los hijos de Dios, tal
como lo vimos en 1 Jn. 5:2.
VERSÍCULO
6
“En
esto consiste el amor: en que pongamos en práctica sus mandamientos. Y éste es
el mandamiento: que vivan en este amor, tal como ustedes lo han escuchado desde
el principio”.
Recordemos la palabra “andar” o “caminar”
la cual vimos que es un estilo de vida, una práctica constante; que tiene una
dirección, separación, progresión, compañerismo y un destino. Juan dice que el
mandamiento ha sido dado desde antes que anduvieran en la verdad, en amor, en
la luz y que caminasen como Cristo caminó. 1
Jn. 2:6.
VERSÍCULO
7
“Es
que han salido por el mundo muchos engañadores que no reconocen que Jesucristo
ha venido en cuerpo humano. El que así actúa es el engañador y el anticristo”.
Sabemos
que Cristo vino en la carne, Jn. 1:14,
afirma que La Palabra se hizo carne, y continúa en la carne hoy en día, pero
glorificado. Por ello, todavía es humano con todas sus memorias, sentimientos y
todas las experiencias humanas que permanecen todavía con él. Él es nuestro hombre en el cielo, y es
importante que Jesús esté ahí, He. 7:26,
pues en él tenemos un sumo sacerdote que administra nuestras necesidades. Cada
vez que cometemos un pecado nuestro sumo sacerdote interviene y aplica la
sangre de su sacrificio para borrar este pecado. He. 7:26, dice también que Jesús es santo, inocente,
ceremonialmente puro. En cambio, si algún sacerdote en el A.T. estaba de alguna
manera contaminado, él no podía estar sirviendo en el tabernáculo; por ejemplo,
si tocaba el hueso de un muerto no podía estar sirviendo hasta que estuviese
limpio.
Pero el punto que debemos mirar es que
él está separado de los pecadores, esto no significa que Jesús se aleja de los
pecadores, porque a decir verdad él se asoció con los pecadores, y los fariseos
le criticaron por ello, justificándose a ellos mismos diciendo: yo soy un
doctor de la ley; en cambio, Jesús se justificaba ante ellos diciendo yo soy un
doctor, y los doctores atienden a las personas enfermas, así vemos que él no
estaba alejado de los pecadores, ya que había venido a rescatarlos.
¿Entonces
qué significa estar separado de los pecadores?
Él nunca cometió pecado y eso es lo que
le separaba de cualquier otro ser humano. En He. 7:26, Pablo dijo que Jesús fue
elevado más allá de los cielos y ése es el lugar donde está nuestro abogado o
defensor, en 1 Jn. 2:1-2, nos dice que Jesús es nuestro defensor, el hijo del
Juez, hermano de los acusados, él está sentado en el trono a la derecha del
Padre, él es su mano derecha. Jesús no es el número dos y está sentado junto al
Padre. Sal. 16:8, nos dice que Jehová está a la diestra de su siervo fiel (Jesús). En
He. 8:1, Jesús
se sentó a la diestra de la majestad en los cielos, así que esto de la mano derecha no define el primero
o segundo lugar, más bien identifica una relación íntima.
En el versículo 7 los engañadores son
anticristos, como vemos en 1 Jn. 2:19,
ellos son los engañadores, es decir los gnósticos que están tratando de llevar
personas a su doctrina y no están confesando la divinidad de Cristo, ni su
humanidad y tampoco que él es el Mesías.
En este versículo Juan dice, quien hace
esto es el engañador y el anticristo, de esta manera define al anticristo, en 1 Jn. 2:22 dice que ellos son mentirosos, no hablan la verdad,
niegan al Padre y al Hijo, niegan esa relación entre el ambos; en otras
palabras para ellos Jesús no es divino, sino simplemente una emanación de Dios,
así como dice en la serie de la Guerra de las Galaxias, la fuerza esté contigo.
Juan dice sean bien cautelosos, mírense
a ustedes mismos en el versículo 8.
VERSÍCULO
8
“Cuídese
de no echar a perder el fruto de nuestro trabajo, procuren más bien recibir la
recompensa completa” N.V.I.
“Mirad
por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que
recibáis galardón completo” R.V. 1960.
Haciendo uso de la versión R.V. podemos
ver que Juan dice sean bien cautelosos, mírense a ustedes mismos. Esto nos
muestra que en la escritura cada vez que dice miren por vosotros mismos,
significa observen a su alrededor porque quienes están afuera representan un
peligro y si ustedes los escuchan van a perder la verdad divina que los apóstoles
les enseñaron y no sólo esto sino sus almas y la recompensa total.
¿Por
qué han trabajado los apóstoles?
Por su testimonio de la verdad, pues
ellos fueron testigos presenciales de las enseñanzas de Cristo, así que quienes
escuchaban a los gnósticos perderán lo que ellos les presentaron y también la
vida eterna.
VERSÍCULOS: 9- 11
“Todo
el que se descarría y no permanece en la enseñanza de Cristo, no tiene a Dios;
el que permanece en la enseñanza sí tiene al Padre y al Hijo. Si alguien los
visita y no lleva esta enseñanza, no lo reciban en casa ni le den la
bienvenida. Pues quien le da la bienvenida se hace cómplice de sus malas obras”.
Juan dice tengan cuidado, miren a
aquellas personas que no se mantienen en la doctrina de la verdad, cualquiera que va más allá; es decir, añadiendo a la
doctrina de Cristo está haciendo una nueva doctrina que Jesús NO enseñó.
Por lo tanto, esta persona no habita ni vive en esa verdad. Así que la verdad y
enseñanza de Jesús no es su guía, él ha creado un nuevo estándar.
Las enseñazas de Cristo, de es el genitivo de posesión en el
idioma griego, no son enseñanzas acerca de Cristo, son
las enseñazas dadas por Cristo. Él es Dios y sus enseñanzas tienen
autoridad celestial, alguien que añada algo a esto está condenado. Jesús acusó
a los fariseos de añadir a la palabra de Dios, pero no sólo eso sino que también
quitaron cosas de la palabra de Dios. Dt.
4:6, dice que no hay que añadir o quitar de la palabra, en Ap. 22, dice que cualquiera que añada a
la palabra de Dios se le añadirán los sufrimientos impuestos por Dios, alguno
que quite de la palabra de Dios, también Dios le quitará todos los privilegios
celestiales.
Ap.
22:18-19.
–“A todo el que escuche las palabras del
mensaje profético de este libro le advierto esto: Si alguno le añade algo, Dios
le añadirá a él las plagas descritas en este libro. Y si alguno quita palabras
de este libro de profecía, Dios le quitará su parte del árbol de la vida y de
la ciudad santa, descritos en este libro”.
Los Gnósticos a los cuales se refiere
Juan añadieron a la palabra de Dios, por lo tanto a ellos se le añadirán todas
las plagas escritas en este libro, Juan está diciendo a la persona que no
permanece en la verdad bíblica absoluta no tiene a Dios ni al Hijo, él no tiene
ninguna relación o comunión con el cielo.
En los versículos 10 y 11 encontramos una
restricción que Juan pone a sus lectores; en cambio en la tercera de Juan vemos
una obligación para los cristianos, respecto a que no deben contribuir a falsas
enseñanzas; porque serían participantes de sus malas obras. En 1 Jn.
4:6, nos permite distinguir al que es de Dios y aquel que es del maligno. Por
ello los insta a no tener comunión con los que enseñan el error y ése es el
mensaje de 3 de Juan.
Juan dice cuando vengan estos falsos
maestros no les reciban en sus casas, lo que debemos entender es que en los
tiempos del Nuevo Testamento los apóstoles fueron de un lugar a otro, y se
hospedaban en las casas de los creyentes. En Mt. 10, Jesús envió a los 12 apóstoles, y les dijo que a cualquier
ciudad que ellos llegaran, si encontraban un creyente debían quedarse en su casa
y comer la comida que les ofrecieran, no debían llevar nada de dinero o ropa
para cambiarse, pues quienes les ofrecían hospitalidad proveerían para sus
necesidades.
Respecto a este tema vemos que Mt. 10, nos dice que si entraban en la
casa de alguien que no era un hermano de valor, es decir, que no suplía sus
necesidades, los apóstoles debían sacudir el polvo de sus pies y buscar otra
casa que fuera de valor y dejar que la paz reinara en dicha casa. Vemos que al
final de Mt. 10, Jesús dio otra información concerniente a las
personas que dan hospitalidad, y dice que cualquiera que da de beber a
cualquier pequeñito recibe la recompensa; de igual manera, si da hospitalidad a
un hombre justo, recibirá la recompensa del hombre justo, si da, un vaso de
agua fría a cualquiera de estos discípulos dice que no perderá su recompensa.
Respecto a este tema, tenemos el
ejemplo de Pablo quien viajaba de un lugar a otro y estando en Corinto se quedó
en casa de Gayo, Ro. 16:23, vemos
algo interesante acerca de Gayo y es que no sólo hospedó a Pablo sino que toda la
iglesia de Corinto se congregaba en su casa y esta iglesia era grande.
Tal como hemos visto había gran
participación de los misioneros que iban y venían a casa de hermanos que los hospedaban,
no es de sorprenderse que estos engañadores hayan sido falsos profetas que
trataban de aprovecharse de la hospitalidad ofrecida a los cristianos. Así que por
este motivo Juan dice: no les reciban en sus hogares, no les den alimento ni
hospitalidad, en caso contrario ustedes tienen comunión con la maldad.
Por
ejemplo:
Si un mormón golpea a tu puerta, ¿crees que puedes hospedarlo en tu casa? Yo
pienso que sería apropiado decirle ven aquí y te muestro tus errores, le puedes
invitar para enseñarlo, pero no permitas que él tome tu hogar como una base
para enseñar su doctrina, no compres sus libros ni su literatura, pues cualquiera que no enseñe el mensaje de Cristo, no viene de
Cristo, no contribuyas con esas personas de ninguna manera, cuando
vengan no les recibas, y cuando se vayan no les des ninguna contribución.
La última parte del versículo 10 dice
no le digas bienvenido, en otras palabras te dice no te goces por su éxito, no
contribuyas económicamente, porque si lo haces eres colega con el anticristo, el
engañador.
La enseñanza de Juan es bien clara, no
permitan que su casa sea plataforma para el espíritu engañador, porque no son
portadores de la verdad de Cristo, recuerden que la verdad estará siempre con
nosotros, pero si alguien añade a la verdad su mensaje deja de ser de Cristo,
tal como vemos en el libro del Mormón y en los libros de los testigos de Jehová
(la revista Atalaya), quienes dicen que toda su literatura es inspirada.
VERSÍCULO
12
“Aunque
tengo muchas cosas que decirles, no he querido hacerlo por escrito, pues espero
visitarlos y hablar personalmente con ustedes para que nuestra alegría sea
completa”.
3 Jn. 13, tiene la misma connotación que el
versículo 12, Juan quiere reconfirmar la verdad a los hermanos que han recibido
el mensaje, pues lo que ellos tienen es importante; sin embargo Juan no quiere
tomarse el tiempo para escribirlo, sino que está esperando ser liberado de su
exilio para ir personalmente a visitar las iglesias y confirmar en ellas su fe.
Recordemos que en Hch. 15, los apóstoles, discípulos y ancianos se reunieron en
Jerusalén para discutir el problema de la circuncisión. La circuncisión que fue
impuesta a los gentiles que se habían convertido a Cristo, luego de terminada
la reunión Pablo le dijo a Bernabé vamos a visitar estas iglesias que hemos
establecido para confirmar su fe, en otras palabras quería presentar nuevamente
esa verdad, que ellos ya habían oído, y para exponer el error que estaban
cometiendo al dar oído a enseñanzas falsas. Ese era el motivo por el cual los
apóstoles visitaban vez tras vez las congregaciones, buscaban fortalecer y
edificar a los que se convertían a Cristo, esos bebés en Cristo no podían ser
abandonados porque esto hubiese sido un abuso a los recién convertidos.
De la misma manera que Jesús enseñó a
los apóstoles en Juan 14, si ustedes
creen en Dios, crean también en mí, en la casa de mi Padre hay muchas moradas,
yo voy a preparar un lugar para ustedes, y si es que voy a preparar un lugar
para ustedes también los recibiré a mí mismo, pero no los voy a dejar
huérfanos, voy a darles el Espíritu Santo, el Consolador, él es Parakletos, esta palabra viene de PARAKALEO que en griego es uno que está
siempre dispuesto para ir a tu lado.
¿Dónde
fue Cristo a preparar lugar para los apóstoles?
Jesús no fue al cielo a preparar las
mansiones, porque ya estaban preparadas. Él dijo: en la casa de mi Padre hay
muchas mansiones, eso quiere decir que ya estaban listas.
En Mt.
25, para los que fueron fieles y sirvieron a los hermanos, Dios les dirá
entren a mi regocijo preparado desde antes de la fundación del mundo, pues Jesús
no fue al cielo a preparar mansiones, él fue a la cruz
a preparar un lugar para los apóstoles y nosotros, pero Jesús regresará,
ya que no sólo será levantado de los muertos, sino que también regresará al
final del tiempo. La promesa que Cristo ha hecho es que nos recibirá a sí mismo.
Volviendo al versículo 12, Juan tiene muchas
cosas que decir a los miembros de la iglesia, pero prefiere decirlas personalmente,
tal vez para contestar algunas preguntas y también para mostrar la autoridad de
un apóstol elegido y seleccionado.
Tengamos presente, que estas cartas son
escritas para nosotros, todos los hijos queridos de Dios, desde este tiempo
hasta el tiempo final, y esta verdad estará con nosotros siempre.
VERSÍCULO
13
“Los
miembros de la iglesia hermana, la elegida, les mandan saludos”.
En tiempo de la iglesia primitiva, el intercambio de salutaciones entre
congregaciones fue impresionante. Es necesario que las iglesias de hoy en día se
escriban cartas unas a otras para confirmar la
comunión y para reconfirmar el compromiso de
seguir la verdad absoluta. En Ro. 16, vemos que Pablo manda saludos a
unas 24 personas desde Corinto a los hermanos que están en Roma.
Esta lección nos ayuda a comprender que
no debemos cerrar las puertas de las
congregaciones a los hermanos que tienen el deseo de visitar, animar y
confirmar la fe y la doctrina.
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