martes, 11 de agosto de 2015

Otras semillas cayeron en buena tierra y creciendo y aumentando dieron fruto. Y llevaban fruto a treinta, sesenta y ciento por uno."... "El que tiene oído para oír, oiga."

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información 


BOSQUEJOS PARA PREDICAR
MARCOS 4:1-34

1 Otra vez comenzó a enseñar junto al mar, y se reunió ante él una multitud muy grande; de manera que él entró en una barca mar adentro y se sentó allí, y toda la multitud estaba en la playa, frente al mar. 2 Y les enseñaba muchas cosas en parábolas. Les decía en su enseñanza: 3 "¡Oíd! He aquí un sembrador salió a sembrar. 4 Y mientras sembraba, aconteció que parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la devoraron. 5 Otra parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra, y en seguida brotó; porque la tierra no era profunda. 6 Y cuando salió el sol se quemó, y porque no tenía raíces se secó. 7 Otra parte cayó entre los espinos. Y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto. 8 Y otras semillas cayeron en buena tierra y creciendo y aumentando dieron fruto. Y llevaban fruto a treinta, sesenta y ciento por uno." 9 Y decía: "El que tiene oído para oír, oiga." 

La parábola del sembrador explicada 
10 Cuando estuvo solo, los que estaban alrededor de él junto con los doce le preguntaban en cuanto a las parábolas. 11 Y él les decía: "A vosotros se os ha dado  el misterio del reino de Dios; pero para los que están fuera, todas las cosas están en parábolas, 12 para que viendo vean y no perciban, y oyendo oigan y no entiendan; de modo que no se conviertan y les sea perdonado." 

13 Luego les dijo: "¿No comprendéis esta parábola? ¿Cómo, pues, entenderéis todas las parábolas? 14 El sembrador siembra la palabra. 15 Primero están estos que caen junto al camino donde se siembra la palabra. Y cuando la oyen, en seguida viene Satanás y quita la palabra que había sido sembrada en ellos.  16 También los que son sembrados en pedregales son aquellos que, cuando oyen la palabra, en seguida la reciben con gozo; 17 pero no tienen raíz en sí, sino que son de poca duración. Entonces, cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, en seguida tropiezan. 18 Y otros son los que son sembrados entre espinos. Ellos son los que oyen la palabra, 19 pero las preocupaciones de este mundo,  el engaño de las riquezas y la codicia de otras cosas se entrometen y ahogan la palabra, y queda sin fruto. 20 Y aquellos que fueron sembrados en buena tierra son los que oyen la palabra, la reciben y producen fruto a treinta, a sesenta y a ciento por uno." 

Parábolas: la lámpara y la medida 
21 También les dijo: "¿Acaso se trae una lámpara para que sea puesta debajo de un cajón  o debajo de la cama? ¿No es para que sea puesta sobre el candelero? 22 Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni nada escondido, sino para que salga en claro. 23 Si alguno tiene oídos para oír, oiga." 
24 Les dijo también: "Considerad lo que oís: Con la medida con que medís, será medido para vosotros y os será añadido. 25 Porque al que tiene le será dado, y al que no tiene aun lo que tiene le será quitado." 

Parábola del crecimiento de la semilla
26 También decía: "Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra. 27 El duerme de noche y se levanta de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo. 28 Porque de por sí la tierra da fruto: primero el tallito, luego las espigas y después el grano lleno en la espiga. 29 Y cuando el fruto se ha producido, en seguida él mete la hoz, porque la siega ha llegado." 

Parábola del grano de mostaza 
30 También decía: "¿A qué haremos semejante el reino de Dios? ¿Con qué parábola lo compararemos? 31 Es como un grano de mostaza que, cuando es sembrado en la tierra, es la más pequeña de todas las semillas de la tierra. 32 Pero una vez sembrado, crece y se convierte en la más grande de todas las hortalizas, y echa ramas muy grandes, de modo que las aves del cielo pueden anidar bajo su sombra." 
33 Con muchas parábolas semejantes les hablaba la palabra, conforme a lo que podían oír. 34 No les hablaba sin parábolas, pero en privado les explicaba todo a sus discípulos. 


El Señor enseña con parábolas
Marcos 4:1–34
Una parábola es una historia breve que expresa una comparación y por lo general inculca una sola verdad. Para los conocedores de un asunto, la interpretación de una parábola es fácil; pero para los indoctos es un misterio. Fue un método de enseñianza usado por nuestro Señor con frecuencia. El capítulo 4 del evangelio según Marcos incluye cuatro parábolas; el sembrador, la lámpara y la medida, la semilla que crece gradualmente y la semilla de mostaza.
Estas cuatro parábolas tienen un significado común. Su tema es el reino de Dios (4:11, 26, y 30). La aplicación es triple. Incluye la oferta del reino que hizo Cristo a su pueblo en aquel entonces (1:15); el aspecto espiritual presente (Romanos 14:17); y el reino milenial de Cristo (Apocalipsis 20:4–6). Vea el comentario sobre Marcos 1:15.
La enseñanza comenzó junto al mar, pero so reunió tanta gente que fue necesario entrar en una barca para continuar. De modo que él estaba en la barca, y la gente en tierra junto al mar. En ese contexto les enseñaba por parábolas (4:1–2).
El sembrador salió a sembrar 4:3–20
Hay cuatro detalles claves en cada ejemplo explicado en la parábola:
1. El sembrador
2. La semilla
3. El terreno, y
4. El resultado
LA PARÁBOLA DEL SEMBRADOR
Tipos de terreno
Resultados
Interpretación
Junto al camino (v.4)
Comida por las aves (v.4)
Satanás quita la palabra (v.15)
En pedregales (v.5)
Quemada por falta de profundidad (v.5)
No tiene raíz en sí (v.17)
Entre espinos (v.7)
Ahogada (v.7)
Por los afanes, las riquezas y la codicia (v.19)
En buena tierra (v.8)
Dio fruto a 30, 60, y ciento por uno (v.8)
Oyen la palabra y la reciben (v.20)
Después de escuchar la parábola, los oyentes le interrogaron acerca de su significado. El Señor les contestó: “A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas; para que viendo, vean y no perciban; y oyendo, oigan y no entiendan; para que no se conviertan, y les sean perdonados los pecados” (4:10–12). Note que la pregunta la hicieron “los que estaban cerca de él con los doce” (4:10). Esto quiere decir que el círculo de los conocedores era más amplio que el de los apóstoles. Probablemente Cristo apuntaba en forma muy especial a los líderes religiosos que se creían conocedores de la verdad, pero en realidad eran ignorantes de ella. Incluía también a todos los que rechazaban al Rey y su enseñanza.
EL SEMBRADOR ES CRISTO
O ALGUNO DE SUS ENVIADOS.
LA SEMILLA ES LA PALABRA DE DIOS.
LOS TRES PRIMEROS
EJEMPLOS SON SÓLO OYENTES.
LA SEMILLA QUE CAYÓ EN BUENA
TIERRA Y DIO FRUTO REPRESENTA A
LOS VERDADEROS CREYENTES.
OBSERVACIONES
1.     Hemos de sembrar la semilla en abundancia
2.     Evitemos el error de creer que en cada caso el veinticinco por ciento de la semilla caerá en buena tierra.
3.     No nos limitemos a sembrar solo en buena tierra. No somos omniscientes.
4.     Dejemos los resultados al Señor. Soberanamente él da fruto a treinta, a sesenta y a ciento por uno. No podemos prever el resultado cuando sembramos.
5.     La cosecha máxima se dará en el milenio (Marcos 13:24–27).
¡MEDITEMOS!
¿Qué es una parábola? ¿Por qué enseñó Cristo con parábolas? ¿Cuál es el tema de las cuatro que Marcos menciona en el capítulo cuatro? ¿Dónde se llevó a cabo esa enseñanza? ¿Quién es el sembrador en la parábola del sembrador? ¿Cuál es la semilla? ¿Cuáles son las cuatro clases de terreno? ¿Cuál fue el resultado en cada situación? ¿Cuál es la interpretación de cada ejemplo?
La lámpara y la medida 4:21–25
No se enciende una luz para ponerla debajo del almud, o debajo de la cama, sino para ponerla en el candelero. Todo lo oculto ha de ser manifestado y todo lo escondido ha de salir a luz (4:21–22). En las parábolas de la lámpara y la medida se hace hincapié de nuevo en la importancia de escuchar: “Si alguno tiene oídos para oir, oiga” (4:23 y 24a).
Los discípulos de Jesús ya habían recibido la explicación del significado de la parábola del sembrador. Esa luz no debía esconderse, sino compartirse con otros que posiblemente la recibirían. La enseñanza es muy parecida a la de Mateo 5:14–16. Allí el Señor dijo que ellos eran la luz; aquí tenían una luz que compartir. En ambos casos la amonestación es que no debemos esconder la luz sino presentarla delante de los hombres.
“MIRAD LO QUE OÍS;
PORQUE CON LA MEDIDA CON QUE MEDÍS,
OS SERÁ MEDIDO” (4:24)
En la parábola de la medida, la amonestación de oir viene al principio de la enseñanza y parece tener relación directa con la atención dada a la instrucción. La recompensa que uno reciba será en proporción a la obediencia al mensaje del Señor. El ofreció el reino a sus oyentes en aquel entonces (1:15). La triste verdad es que la gran mayoría rechazó al Rey y su reino. Pero unos pocos le aceptaron personalmente y de esa manera a su oferta del reino. Ya que el Señor no pudo establecer su reino físico en aquel entonces, esos hacedores de la palabra recibieron el reino en sus corazones, y tendrán gran recompensa cuando él regrese al mundo la segunda vez para establecer su reino milenial. “Y aun se os añadirá a vosotros los que oís. Porque al que tiene, se le dará” (4:24b–25a). Los que le rechazaron a él y su oferta del reino perdieron la entrada al reino en toda forma y no tendrán ninguna parte con él en su reino milenial. “Y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará”, dijo Jesús (4:25b). Eso no quiere decir que la salvación se pierde. Era la oferta del reino que tenían, pero por no aceptarla, se les retiró y no volverán a recibirla jamás.
¡MEDITEMOS!
¿Cuál es la enseñanza central de la parábola de la luz? ¿Cómo se aplica a los creyentes en la actualidad? Explique la parábola de la medida. ¿En qué sentido será aumentada la recompensa de los oidores obedientes? ¿Qué es lo que perdieron los que rechazaron al Rey y su oferta del reino?
La semilla que crece gradualmente 4:26–29
El sembrador siembra y observa que la semilla brota, la planta crece y aun da su fruto, pero él no sabe cómo. Al llegar el fruto a su madurez, él mete la hoz y cosecha (4:26–29). Cristo dijo: “Así es el reino de Dios” (4:26a).
Varias cosas son evidentes:
1.     El sembrar es un acto de fe. No es menester que el sembrador entienda como brota la semilla, crece la planta y da su fruto.
2.     La semilla tiene vida en sí.
3.     Todo el proceso, del nacimiento de la planta hasta la cosecha tiene su tiempo debido. El agricultor no puede apresurarlo.
4.     En cada paso se ve la mano soberana de Dios.
Dos interpretaciones sobresalen:
1. La parábola representa el evangelismo y el crecimiento en la vida de los creyentes. Los mensajeros de Cristo siembran la semilla. 1 Pedro 1:23 testifica del poder latente en la semilla. “Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre”. 1 Corintios 3:6 combina el nacimiento de la semilla y el crecimiento en una sola frase: “Yo planté, Apolos regó, pero el crecimiento lo ha dado Dios”.
2. La parábola es un cuadro del reino milenial de Cristo (4:26a). En este caso él mismo es el sembrador humilde que primeramente sembró la semilla del reino durante su encarnación (Marcos 1:15). La cosecha tiene un doble aspecto. Apocalipsis 14:14–15 usa la misma figura que se encuentra en Marcos 4:29. Uno semejante al Hijo del Hombre recibe la siguiente instrucción: “Mete tu hoz, y siega; porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura”. La mies mencionada allí es un juicio, y forma parte de la gran tribulación. La parte cumbre de esa cosecha es cuando regrese Cristo para reinar y “ser glorificado en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron” (2 Tesalonicenses 1:10).
La semilla de mostaza 4:30–34
El grano de mostaza es la semilla más pequeña. Sin embargo, el crecimiento de la planta es muy rápido. Llega a ser la mayor de todas las hortalizas. Echa grandes ramas, y las aves del cielo pueden morar bajo su sombra (4:30–32). A través de los años ha habido una variedad de opiniones acerca del significado de esta parábola. Algunas se basan en tipologías o especulaciones. Nos limitamos aquí a lo que parece salir del texto mismo. La parábola surgió de dos preguntas: “¿A qué haremos semejante el reino de Dios, o con qué parábola lo compararemos?” El reino tuvo un comienzo poco visible cuando fue ofrecido por nuestro Señor (Marcos 1:15). Fue rechazado y él mismo fue crucificado por sus enemigos. Parecería que el reino fue derrotado y su única manifestación ahora se ve en forma espiritual en los corazones de los creyentes. Los ciegos espiritualmente no ven ninguna evidencia de un reino, pero la semilla pequeña ha sido sembrada.

Cuando venga la manifestación gloriosísima de nuestro Señor Jesucristo, instaurará un reino material y visible cual el mundo jamás ha visto. Es importante advertir que el reino de Dios no nacerá de un crecimiento gradual de la iglesia, sino que se manifestará en forma cataclísmica y repentina. El fin de la etapa de la iglesia será seguido por el arrebatamiento, el cual será seguido por la gran tribulación.
Conclusión:
Marcos alude a otras parábolas (4:33a), y al identificar a los que recibieron la interpretación de parte del Señor, especificó que fueron sus discípulos en particular, pero no se limitó a ellos. Vea el comentario sobre 4:10.
¡MEDITEMOS!
¿Qué significa la parábola de la semilla que crece gradualmente? ¿Cómo se puede aplicar hoy en dia? ¿Cómo se ha de entender la parábola de la semilla de mostaza?


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