miércoles, 8 de octubre de 2014

Los Temas en Los Bosquejos Temáticos: Ayuda para Obreros y Ministros Itinerantes

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



 
 
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ELECCION DE TEMAS

Al entregarse al estudio temático de la Biblia, el estudian­te descubrirá una tan gran variedad de temas, que puede pre­guntarse cómo elegir uno apropiado para su mensaje.

Si vamos a saber qué tema seleccionar, tenemos que bus­car la conducción del Señor. Esta conducción la recibiremos pasando tiempo en oración y en meditación de la Palabra de Dios.

Otros factores pueden también entrar en la elección de una materia. La elección puede quedar determinada por el tema acerca del que se le pide al ministro que hable, o por la ocasión específica en que tiene que darse el mensaje. Ade­más, ciertas condiciones en una congregación determinada, pueden indicar que sea necesario, o aconsejable, seleccionar un tema apropiado a las circunstancias.

Aunque un sermón temático no se base directamente en un texto, puede darse un versículo de las Escrituras como idea, en base de la cual, se puede erigir un bosquejo temáti­co. Por ejemplo, en Gálatas 6: 17 leemos: «De aquí en ade­lante nadie me cause molestias; porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Iesüs.» Estas palabras nos atraen: «Yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús.» Al compa­rar con el margen de la revisión 1977 de Reina-Valera, vemos que la columna central de la traducción alternativa «cicatri­ces». Es indudable que Pablo se refiere aquí a las cicatrices dejadas por las heridas producidas en su cuerpo por sus per­seguidores por causa de Cristo, cicatrices que eran marcas elo­cuentes de que pertenecía a Cristo para siempre.

Las fuentes extra bíblicas revelan que cuando Pablo escri­bió estas palabras, no s6lo se usaban los hierros candentes con animales, sino también para marcar a humanos, dejando se­ñales sobre la carne que no podían ya borrarse ni ser elimi­nadas. Había, por lo menos, tres clases de personas que lle­vaban marcas de este tipo: esclavos que pertenecían a sus
dueños, soldados que en ocasiones se marcaban con el nom­bre del general bajo el que servían, como prenda de su total lealtad a su causa, y devotos que quedaban dedicados de
por vida a un templo y a la deidad que era adorada allí.

Como resultado de esta información, hacemos el bosquejo temático que se muestra a continuación:

Título: «Las marcas de Jesús»
Tema: Las marcas en la vida de un cristiano consagrado
l. Como el esclavo, un cristiano consagrado lleva la marca de propiedad del Señor al que pertenece (1 Co. 6: 19-20; Ro. 1: 1)

II. Como el soldado, un cristiano consagrado lleva la marca de lealtad al Capitán al que
sirve

III. Como el devoto, un cristiano consagrado lleva la marca de adorador del Señor a quien rinde culto (Fil. 1:20; 2.
Co. 4: 5)

 
PRINCIPIOS BÁSICOS PARA LA PREPARACION DE BOSQUEJOS TEMÁTICOS

 
l. Las principales divisiones debieran estar en orden lógico o cronológico.

Esto significa que debiéramos proponemos desarroIlar el bosquejo con una cierta progresión, ya lógica, ya cronológica, pero que esta elección entre orden lógico o cronológico debe ir determinada por la naturaleza del tema. Como nuestro tema elegimos verdades vitales con respecto a Jesucristo, y Ilega­mos así al siguiente bosquejo:

Título: 
«Digno de adoración» . 
Tema: Verdades vitales acerca de Jesucristo
I. El es Dios manifestando en carne (Mt. 1: 23)
II. El es el Salvador de los hombres (1 Ti. 1:15)
III. El es el Rey que ha de venir (Ap. 11: 15)

Observemos que este bosquejo está en orden cronológico.
Jesucristo, el Hijo de Dios, primeramente se encarnó, después fue a la cruz dando allí Su vida para venir a ser nuestro Sal­vador, y un día volverá como Rey de reyes y Señor de Seño­res. 

Observemos también que, en consecuencia a la definición de un sermón temático, las divisiones no se derivan del título, sino del tema o asunto. Lo mismo sucede con todos los bos­quejos temáticos que se dan a continuación.

Otro ejemplo de progresión en un bosquejo es el que se da a continuación, con las divisiones dispuestas en orden lógico. El tema trata de características de la esperanza del cre­yente, pero emplearemos las cuatro palabras, «La esperanza del creyente», como el sencillo título del bosquejo:

Título: «La esperanza del creyente»
Tema: Características de la esperanza del creyente
I. Es una esperanza viva (l.a p. 1:3)
II. Es una esperanza salvadora (La Tes. 5:8)
III. Es una esperanza cierta (He. 6: 19)
IV. Es una buena esperanza (2aTs. 2: 16)
V. Es una esperanza que no se ve (Ro. 8:24).
VI. Es una esperanza bienaventurada (Tito 2: 13)
VII. Es una esperanza de vida eterna (Tito 3:7)
Obsérvese que el bosquejo llega a su punto culminante en la última división.

2. Las principales divisiones pueden ser un análisis del tema.
 
Para analizar un tema, tenemos que dividirlo en sus par­tes componentes, y cada parte del bosquejo contribuirá así a la globalidad de la consideración del tema. 

Tomemos los principales datos acerca de Satanás en la Biblia como nuestro tema, y usando «Satanás, nuestro supremo enemigo» como tí­tulo, podemos analizar el tema de la siguiente manera:

Título: «Satanás, nuestro supremo enemigo»
Tema: Principales datos acerca de Satanás en la Biblia
I.  Su origen (Ez. 28: 12·17)
II. Su caída (Is, 14:12·15)
III. Su poder (Ef. 6: 11-12; Lc. 11:14-18)
IV. Su actividad (2.- Co. 4:4; Lc. 8: 12; 1.- Ts. 2: 18)
V. Su destino (Mt. 25:41)

Obsérvese que si se omitiera, por ejemplo, la segunda divi­sión principal de este bosquejo, no tendríamos un análisis sa­tisfactorio del tema, por cuanto una de las características básicas del tema estaría ausente. Sin embargo, es posible que un estudio adicional de la Biblia acerca del tema de Satanás pue­da resultar en otro u otros dos importantes puntos añadidos al bosquejo. 

Obsérvese también que, siguiendo la norma dada las divisiones están dispuestas en orden lógico. 

3. Las principales divisiones pueden presentar las varias pruebas de un tema.
 
El bosquejo que se muestra a continuación está hecho así:

Título: «Hacia el conocimiento de la Palabra de Dios»
Tema: Algunos de los beneficios de conocer la Palabra de Dios
I.  El conocimiento de la Palabra de Dios nos hace sabios para salvación (2 Ti. 3: 15)
II. El conocimiento de la Palabra de Dios nos guarda del pecado (Sal. 119: 11)
III. El conocimiento de la Palabra de Dios pro­duce crecimiento espiritual (1P. 2:2)
IV. El conocimiento de la Palabra de Dios re­sulta en una vida victoriosa (Jos. 1:7-8)

Se verá que cada una de las principales divisiones de este bosquejo confirma la tesis del tema; es decir, cada afirmación en las divisiones principales exhibe uno de los beneficios de conocer la Palabra de Dios.

4. Las divisiones principales pueden tratar un tema por analogía o por contraste con algo que se halle en las Escrituras.
 
En un bosquejo temático de este tipo se compara o con­trasta un tema con algo relacionado con él en la Biblia. 

Por ejemplo, leemos en Mateo 5: 13 que el Señor Jesús dijo: «Vo­sotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres,» 

Un examen del con­texto en que se halla este versículo indica claramente que Cristo se refiere al testimonio del creyente y que asemeja su testimonio a la sal. 

Podemos por ello preparar un bosquejo con el título: «Un testimonio eficaz», haciendo que cada di­visión consista en una comparación entre el testimonio del creyente y la sal:

Título: «Un testimonio eficaz»
Tema: Una comparación entre el testimonio del creyen­te y la sal
I.   Como la sal, el testimonio del creyente de­bería sazonar (Col. 4:6)
Il.  Como la sal, el testimonio del creyente de­bería purificar (La Ts, 4: 4)
Ill. Como la sal, el testimonio del creyente no debería perder su sabor (Mt, 5: 13)
IV. Como la sal, el testimonio del creyente debe­ría crear sed en otros (1 P. 2: 12)

5. Las principales divisiones pueden ser expresadas mediante una cierta palabra o frase constante de las Escrituras repetida a través del bosquejo.
 
La frase «Dios es poderoso» o «Aquel que es poderoso», o «El que es poderoso» (donde El está implicado en la for­ma verbal de tercera persona, refiriéndose al Señor) aparece una cierta cantidad de veces en las Escrituras. 
Usando esta base para cada división principal, obtenernos el siguiente bos­quejo:

Título: «El poderío de Dios»
Tema: Algunas de las cosas que Dios puede hacer
I.     Puede salvar (He. 7:25)
II.    Es poderoso para guardar Jd. 24)
III.   Es poderoso para socorrer (He. 2: 18)
IV.   Puede sujetar (Fil. 3: 21)
V.    Es poderoso para dar gracia (2Co. 9:8)
VI.   Es poderoso para hacer mucho más allá de lo que pensamos o pedimos (Ef. 3: 20)

6. Las principales divisiones pueden ser apoyadas por una palabra o frase idéntica de las Escrituras por todo el bos­quejo.
 
Esto significa que se emplea la misma palabra o frase de las Escrituras, no en el bosquejo, como en el caso de la nor­ma anterior, sino en la justificación de la afirmación de cada división. 

Como ejemplo, se da un bosquejo desarrollado en base a un estudio de la expresión «en amor», que aparece seis veces en la Epístola a los Efesios. Al usar el tema: «Hechos con respecto a la vida de amor», y al señalar cada referencia bíblica en el bosquejo, se verá que esta expresión apoya cada una de las divisiones principales:

Título: «La vida de amor»
Tema: Hechos con respecto a la vida de amor
I.   Se basa en el propósito eterno de Dios (1: 4-5)
Il.  Es producida por Cristo morando en el cre­yente (3: 17)
IIl. Debería manifestarse en nuestras relaciones cristianas (4: 1-2; 4: 15)
IV. Resultará en edificación y crecimíento de la iglesia (4: 16)
V.  Queda ejemplificada por el mismo Jesucris­to (5: 1-2)

El estudiante diligente encontrará que la repetición de pa­labras y frases significativas es un fenómeno frecuente en la Biblia. Algunas veces puede hallarse la aparición repetida de expresiones significativas dentro de un libro determinado, como sucede en el caso anterior.

 Estas repeticiones no son accidentales, sino que, indudablemente, están registradas en la Palabra de Dios para que tomemos especial nota de ellas. El libro de los Salmos, así como las epístolas de Pablo y la Epís­tola a los Hebreos, son especialmente ricos en reiteraciones de palabras y frases significativas. 

Un cuidadoso estudio del con­texto en el que aparecen estas palabras o frases resultará en muchos y útiles mensajes.

7. Las divisiones principales pueden consistir en un estudio de palabras, mostrando los varios significados de una cierta palabra o palabras en las Escrituras.
 
El estudio de palabras puede ser un examen de las len­guas originales de una palabra usada en la Biblia castellana.

Mediante esto, el predicador puede mostrar los varios matices de significado de los que pueda no estar consciente el lector de la Biblia castellana. 

Por ejemplo, el verbo traducido «andar» en la versión castellana Reína-velera 1960 del Nue­vo Testamento puede provenir de trece verbos griegos, y estos trece verbos sugieren otras tantas maneras en que puede entenderse el verbo «andar».

Tal estudio de palabras puede ser un examen del original, a fin de descubrir los matices de aquella palabra en griego o hebreo. 

Por ejemplo, el nombre «honor»  se usa en cuatro sentidos diferentes en el Nuevo Testamento griego, y de un estudio de su utilización en el texto original podemos llegar al siguiente bosquejo:

Título: «Valoraciones: de Dios o del hombre»
Tema: Significados de la palabra «honor» en el Nuevo Testamento griego
I.   Un precio que se paga (1Co. 6:20)
II.  El valor que algunos hombres dan a las ordenanzas humanas (Col. 2:23)
III. Estima o respeto dado a otro (1Ti. 1:17; He. 2:9)
IV. El gran valor de Cristo para el creyente (1 P. 2:7)

No es necesario poseer conocimiento del hebreo o del griego a fin de llevar a cabo un estudio de palabras.
La con­cordancia de las Sagradas Escrituras, de Carlos P. Denyer (Caribe), así como el Léxico - concordancia del Nuevo Testa­mento en griego y español, de Jorge G. Parker (Mundo His­pano), la Concordancia analítica greco-española del Nuevo Testamento greco-español, de J. Stegenga y A. E. Tuggy Libertador), y el Diccionario expositivo de palabras del Nuevo Testamento, de W. E. Vine (CLlE), adaptado a la versión Reina-Valera 1960, con numerosas referencias a la revisión de 1909, 1977 Y Versión Moderna, por Santiago Escuain, así como otras ayudas gramaticales hoy día disponibles, capacitarán al estudiante que no conozca los lenguajes originales de las Escrituras a hacer una valiosa investigación en semántica.

De una manera similar, un estudio de palabras puede se­guir una palabra o frase significativa a través de las Escritu­ras, estudiándola en sus relaciones contextuales e inductiva­mente. 

En otras palabras, revisamos cada referencia específica a una palabra o frase particular y después comparamos, ana­lizamos y clasificamos nuestras observaciones, con el propósi­to de llegar a una conclusión válida con respecto a aquella palabra o frase.

Por ejemplo, consideremos la frase «he pecado». Median­te el uso de una concordancia como la de Denyer, descubri­mos un total de 16 veces en que esta expresión aparece en el Antiguo y Nuevo Testamentos. 

Al examinar las relaciones con­textuales de cada una de estas referencias, así como al compararlas y analizarlas, descubrimos que la frase «he pecado» no constituye necesariamente una expresión de verdadera con­fesión. Después clasificamos nuestras observaciones y las po­nemos en forma de bosquejo. 

Bajo el título «Confesiones: verdaderas o falsas», mostramos que la expresión «he pecado», cuando es utilizada por los varios caracteres bíblicos, puede significar una variedad de cosas:

I. Una expresión de temor: Nótese el caso de Faraón (Ex. 9:27, 10:16): de Acán (Jos. 7:20): de Simei (2 S. 19:20)
II. Una expresión insincera. Nótese el caso de Saúl (1.0 S. 15:24,30)
III. Una expresión de remordimiento: Nótese el caso de Saúl (1.0 S. 26:21): de Judas (Mt. 27:4)
IV. Una expresión de verdadero arrepentimiento: Nótese el caso de David (Sal. 51:4) (cp. 2S. 12:13); de Nehemías (Neh, 1: 6): del hijo pródigo (Lc 15:18, 21)

8. Las principales divisiones no debieran ser apoyadas por textos de prueba retorcidos fuera de su contexto.
 
Existe siempre el peligro, en los estudios temáticos, de que un texto sea sacado fuera de su contexto; por ello, el predica­dor debe tener cuidado, de manera constante, de que cada referencia bíblica citada para apoyar una afirmación en su bosquejo, sea utilizada con precisión y en armonía con el evi­dente propósito de su autor.

Sermones Temáticos: Ayuda para obreros y predicadores itinerantes

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
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UN SERMON TEMÁTICO
 Para comprender aún más la definición, pongamos manos a la obra con un sencillo bosquejo temático.
Para nuestro tema, seleccionaremos las razones de las ora­ciones sin respuesta. Señalemos ahora que no estamos usando un texto, sino un tema bíblico. De este tema tenemos que des­cubrir qué es lo que la Biblia da como razones de la oración no contestada.

Al meditar y recordar varias partes de las Escrituras que se refieren a nuestro tema, podremos hallar textos como los que siguen, todos los cuales indican por qué, frecuentemente, las oraciones quedan sin respuesta: Santiago 4:3; Salmo 66: 18; Santiago 1:6-7; Mateo 6:7; Proverbios 28:9 y 1a Pedro
3: 7. Es aquí donde una buena Biblia con referencias, una con­ cordancia exhaustiva o una Biblia temática, como la Nave's Topical Bible.: pueden ser de incalculable utilidad.

Con la ayuda de estas referencias hallamos las siguientes causas detrás de la oración sin respuesta:
1. Pedir mal (Stg, 4: 3)
11. Pecado en el corazón (Sal. 66: 18)
Il l. Dudar de la Palabra de Dios (Stg. 1:6·7)
IV. Repeticiones vanas (Mt, 6:7)
V. Desobediencia a la Palabra (Pr. 28:9)
VI. Comportamiento desconsiderado en la relación con­yugal (1P. 3:7)

Aquí tenemos un bosquejo temático bíblico, con cada di­visi6n principal derivada del tema -razones para la oración sin respuesta-e- y cada divisi6n apoyada por un versículo de las Escrituras.

UNIDAD DE PENSAMIENTO
Se verá del ejemplo acabado de dar que el sermón temá­tico contiene una idea central. En otras palabras, este bosque­jo trata acerca de un solo tema: las razones de la oraci6n sin respuesta. Podemos pensar en otros importantes hechos acer­ca de la oración, como el Significado de la oración, la importancia de la oración, el poder de la oración, los métodos de la oraci6n y los resultados de la oración. 
Sin embargo, a fin de conformarse a la definición de un sermón temático, tene­mos que sacar las partes principales del bosquejo del tema mismo; esto es, tenemos que limitar todo el bosquejo a la idea contenida en el tema. Temas como el significado de la oración O su importancia deben ser omitidos en este mensaje concre­to, por cuanto nuestro tema nos limita a tratar solamente acerca de los factores que impiden la respuesta a nuestras oraciones.

CLASES DE TEMAS
Las Escrituras tratan acerca de todas las fases de la vida y actividad humanas que se puedan imaginar. Revelan, tam­bién, los propósitos de Dios en gracia hacia los hombres, tan­to en el tiempo como en la eternidad. Así, la Biblia contiene un fondo inagotable de temas de los que el predicador puede conseguir material para mensajes temáticos apropiados para cada ocasión y condición en que se hallen los hombres. Por medio de la constante y diligente búsqueda en la Palabra, el hombre de Dios enriquecerá su propia alma con preciosas ge­mas de verdades divinas y podrá también compartir su ri­queza espiritual con otros, de forma que también ellos ven­ a ser ricos en las cosas. que realmente valen, tanto para el tíempo como para la eternidad.

Del inmenso tesoro que es la Sagrada Escritura podemos sacar temas como éstos: influencias benéficas, cosas pequeñas que Dios usa, fracasos de los santos de Dios, bendiciones a través del sufrimiento, resultados de la incredulidad, absolu­tos divinos que conforman el carácter, los imperativos deCristo, los deleites del cristiano, las mentiras del diablo con­quistas de la cruz, marcas de nacimiento del cristiano: pro­blemas que nos dejan perplejos, las glorias del cielo, anclas del alma, remedios para dolencias espirituales, las riquezas del Cristiano, conceptos bíblicos de educación infantil y dimen­siones del servicio cristiano.

 Al conside­rar estos bosquejos, el lector se dará cuenta de que no sólo cada bosquejo tiene un tema o asunto, sino también un título que difiere del tema. En el capítulo 5 se da una explicación a fondo de la materia, tema, asunto y título. Para nuestro pro­pósito presente, sin embargo, señalemos que materia, tema y asunto son sinónimos. El título, por otra parte, es el nombre dado al sermón, otorgado de una manera interesante o atrac­tiva.



Clasificación de los Sermones: Ayuda para Obreros y Predicadores Itinerantes

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                                                CLASIFICACION DE SERMONES
Hay muchos tipos de sermones, y muchas maneras de cla­sificarlos. Al intentar clasificarlos, los escritores de homilética usan diferentes definiciones, y en el uso de estas definiciones hay una considerable extensión en la clasificación. 

Hay escri­tores que clasifican los sermones:
  1.  según su contenido o tema, otros 
  2. en base a su estructura, y otros con respecto al 
  3. método psicológico utilizado cuando se presentan los mensajes. 
 Hay otros métodos de clasificación de sermones, pero quizás el método menos complicado sea el de clasificarlos como 
  1. temáti­cos, 
  2. textuales y 
  3. expositivos.
 Estudiaremos la preparación de mensajes bíblicos considerando estos tres tipos principales.

DEFINICION DE UN SERMON TEMÁTICO
Empezamos nuestra consideración del sermón temático con una definición, porque si esta definición es comprendida totalmente, el estudiante conseguirá dominar los elementos básicos de un discurso temático.

Un sermón temático es aquel cuyas principales divisiones se derivan del tema con independencia del seguimiento de un texto.

Consideremos cuidadosamente esta definición. La primera parte afirma que las principales divisiones tienen que hacerse en base al tema misma. Esto significa que el sermón temático empieza con un tema, y que las partes principales del sermón consisten en ideas que provienen de dicho tema.

La segunda parte de la definición declara que el sermón temático no exige un texto como base de su mensaje. Ello no significa que el mensaje no vaya a ser bíblico, sino que indica
solamente que no es un texto de las Escrituras la base del ser­món temático.

Sin embargo, para asegurar que el mensaje sea totalmente bíblico en su contenido, debemos empezar con un tema o asunto bíblico. Las principales divisiones del bosquejo del
sermón deben sacarse de este tema bíblico, y cada división principal debe estar apoyada por una referencia bíblica. 

Los versículos que apoyan las principales divisiones debieran, por lo general, sacarse de pasajes de la Biblia que estén bastante separados entre sí.

Bosquejos Bíblicos para armar Sermones: Para Ministros y obreros Itinerantes

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Arma tus Sermones apropiadamente ... y a Predicar


  I.      ESCONDEDERO CONTRA EL VIENTO. Victoria sobre Satán
    Viento es conturbación. Satán sopla por los cuatro costados.
    Es “príncipe de la potestad del aire” hasta la segunda venida.
    No teme las diversas banderas denominacionales, doctrinas figuradas.
    Ni la artillería de buenas obras, son como maniobras de ensayos.
    Cristo es la ROCA. “Sé mi escondedero fiel, solo encuentro …”


  II.      ACOGIDA CONTRA EL TURBION. Victoria sobre el Mundo
    Turbión es tempestad de viento con agua. Así es el mundo.
    Indica calamidad, aflicción. Nada ni nadie ha podido detenerlo.
    Revoluciones, guerras, hambres han sido el pan de cada día.
    La única solución es la acogida de aquel “Varón” que es Jesús.
    ¿Vagas triste y angustiado, buscas tú solaz? ven a Cristo. (Mat. 11:28-29).


  III.      ARROYOS DE AGUA EN TIERRA SECA. Victoria sobre la Carne
    Todo desierto es yermo y sin vida, por falta de aguas vivas.
    Son las inquietudes del alma insatisfecha, falta la fuente de Dios.
    El alma sin Cristo siempre está sedienta, nunca satisfecha.
    Se ha llamado a muchas puertas, filosofía, cerebro, corazón: todo hueco.
    Sólo Cristo satisface: es refugio, médico, vencedor y libertador. (Luc. 4:18).


  IV.      SOMBRA DE GRAN PEÑASCO. Victoria Completa
    Jesús es el Peñasco grande, nos preserva de Satán, mundo y carne.
    El aguantó toda la llama; nosotros frescura, seguridad y reposo.
    ¿A quién buscáis? dijo Jesús: dejad libres a estos. (Jn. 18:8).
    ¿Por qué exponernos teniendo un refugio tan formidable?
    Hay en él seguridad, firmeza, satisfacción y gozo para siempre.



LOS SUFRIMIENTOS DEL MESIAS

Isaías 53:1–12


    Estos datos, a pesar de sus siete siglos, parecen escritos de hoy.
    Nos llama la atención de UNA PERSONA, “subirá cual renuevo …”
    ¿Quién ha creído? No muchos creen ahora. (1 Cor. 1:23-24).
    En este capítulo hay cuatro partes iguales de tres versículos cada parte.


  I.      JESUS PROFETIZADO (Isaías 53:1–3)
    “Renuevo”, es el último brote de la planta. La raíz la sostiene.
    En Apoc. 22:16, leemos que Jesús es “la raíz y el linaje”.
    La raíz, nos habla de su divinidad y el linaje de su humanidad.
    El eterno Verbo hecho carne; participó de nuestra naturaleza.
    Renuevo habla del niñito de Belén, aquí reside su encarnación.
    Tierra seca, no hay vida ni alegría, pero allí estaba la raíz.
    Cuando Abraham ya había perdido toda esperanza, nació Isaac. Significa “risa”.
    Entre la muerte vino la vida. Dios nos trajo “risa” en vez de luto.
    Sin hermosura; quiere decir sin boato ni aparatosidades. No su aspecto.


  II.      JESUS EL SUBSTITUTO (Isaías 53:4-6)
    No menos de once veces se hace referencia a su substitución.
    Si el amor de Dios quiere perdonar, su justicia lo impediría.
    Si su justicia quiere condenar, su amor intercedería.
    En Jesús hay reconciliación entre su amor y su justicia. (Sal. 85:9-13).
    La sabiduría y la misericordia hallaron solución en Jesucristo.


  III.      JESUS CUMPLIENDO LA ESCRITURA (Isaías 53:7-9)
    Isaías lo muestra obediente hasta la muerte. “Como cordero …”
    Se vació de su divinidad. (Fil. 2:6-8; 2 Cor. 5:21).
    Dios vio y castigó nuestro pecado en la persona de su Hijo.
    Jesús no fue a la cárcel, ni fue juzgado legalmente. (8).
    Cortado en la primavera de su vida. La cruz para los impíos y la tumba de los ricos.


  IV.      JESUS Y EL FRUTO DE SU OBRA (Isaías 53:10-12)
    Fue terrible lucha librar a sus cautivos de Satanás.
    “Jesús es el más fuerte” (Luc. 11:21-22; 2 Tim. 2:26; Heb. 2:15).
    Mientras el Diablo procura exaltarse y ser igual a Dios, Jesús, se anonadó a sí mismo y despojándose de todo se humilló.
    (Hch. 8:26-35) ¿Habrá alguno aquí que creyendo pida el bautismo?



LAS BUENAS NUEVAS DEL EVANGELIO
DE LOS PROFETAS

Isaías 55:1–13


    El capítulo empieza en un desierto donde hay escasez de todo.
    Sin agua, dinero, satisfacción, misericordia, sólo hay inquietud.
    Y acaba en un jardín donde todo es alegría, paz, canto y salud.
    Dios creó el mundo cual jardín; el pecado lo trastocó en un erial.


  I.      UN CUADRO DE NUESTRA CONDICION
    Se gasta, se trabaja en todo orden material, moral y espiritual.
    No en pan ni en hartura, por olvidar el precepto claro de Mat. 4:4.
    Hay en la Biblia la historia del necio que dijo: (Luc. 12:16-21).
    Aunque tenía pan para su cuerpo no pudo satisfacer su alma.
    Trabajan sin provecho alguno como en tiempo de (Hag. 1:6, 9).
    Vivir sin Dios no es vivir y mucho menos tener satisfacción. (Jn. 4:13).


  II.      UN CUADRO DE LAS BUENAS NUEVAS
    Para escapar de tal situación se señalan tres condiciones.

      1.      VENID. Sólo se invita a los sedientos, a los no satisfechos.
            El v. 1 repite tres veces: “venid”, abundante, gratis y satisfacción.
            Ya lo dijo Jesús: “No llamo a justos al arrepentimiento sino a injustos.”
      2.      OID. Hay muchas maneras de oir, algunos oyen como si lloviera.
            Otros atentos, comen del bien y hay deleite y satisfacción.
      3.      INCLINAD. Es obediencia, sólo así puede haber seguridad en Dios.
            Lo dicen Isaías (6) y Jesús (Jn. 7:34) y Pablo (2 Cor. 6:2).



  III.      UN CUADRO PARA APROVECHARLO
    Debe haber arrepentimiento y fe (7). En el v. 3 hay un pacto.
    Las misericordias firmes están en lo que dijo Jesús. (Mat. 22:42-45).
    ¿Cómo puede ser a la vez su Hijo y su Señor?
    David llama Señor al Mesías como el Verbo eterno. (Juan 1:1).
    A la vez es hijo de David en su naturaleza humana. (Heb. 2:14).
    Su nombre es EMANUEL, que es Dios con nosotros. (Juan 1:14).


  IV.      UN CUADRO TRANSFORMADOR
    Lluvia al desierto, puede parecer perdida, pero hay un propósito.
    Habrá alegría y la naturaleza toda levantará canción y aplauso.
    En lugar de la zarza que lastima, crecerá el arrayán que perfuma.
    Es la gloria del jardín del Señor; alegría en el desierto.
    El yermo florecerá como la rosa. En todas partes hay música.



LLEGADA A LA ULTIMA ESTACION

Jeremías 8:18–22


    Hay en la naturaleza cuatro estaciones: Primavera, Verano, Otoño e Invierno.
    Ya pasaron las estaciones de esperanza y oportunidad una y otra vez.
    Pero la esperada liberación jamás llegó. Toda esperanza perdida.
    Dios envía las estaciones y juntamente con ellas sus bendiciones.
    Cada hora, cada día y cada año Dios ofrece sus oportunidades.
    Nuestra niñez, juventud y madurez son brillantes esperanzas.


  I.      PASO LA SIEGA Y TERMINO EL VERANO
    Ha sido nuestro privilegio vivir un año más. Tenemos que agradecer.
    Para algunos hay una nota triste, pasó el verano sin ser salvos.
    Jeremías habla a un pueblo entretenido en falsas esperanzas.
    Directores que aseguraban que todo iría bien. Todos se salvarían.
    Pero la realidad era otra. Llegó la última estación sin ser salvos.


  II.      EL VERANO ES LA ESTACION DE LA COSECHA
    Es cuando se recogen las mieses. Cuando se revisan los presupuestos.
    El creyente da gracias a Dios por la lluvia y el crecimiento.
    Quizás algún comerciante ha descubierto que está ya en bancarrota.
    Ha comprobado ya que ante sus acreedores su fracaso es seguro.
    Es tiempo de proceder, de reparar el mal antes que sea tarde.
    ¿Hay bálsamo …? (22) (1 Jn. 1:5-10). Su sangre nos limpia de pecado.


  III.      EL PEOR PECADO ES UN CORAZON ENDURECIDO
    La persistente indiferencia, hace endurecer el corazón.
    He aquí las declaraciones de Dios: Job 9:4; Is. 6:10; Juan 3:19.
    ¡Contra Dios! Recordaremos que es nuestro Hacedor y Redentor.
    ¿Será justo endurecernos contra él, que es todo bondad?
    Recordemos a Faraón, Samsón, Saúl, Ananías y Safira, Judas y otros.
    Vidas que se llenaron de amargura y al fin fueron derrotadas.


  IV.      HAY UNA ULTIMA OPORTUNIDAD
    En el antiguo Testamento el sumo sacerdote sólo podía oficiar una vez al año.
    Nosotros podemos entrar al trono de la gracia ahora mismo. (Heb. 4:16).
    Hoy mismo es nuestra oportunidad para ser salvos.
    Un año más nos ha acercado a la última estación. Luego el juicio.
    No sabemos si en este año nuevo ha de llegar nuestro turno.
    Aceptemos la gracia de Dios en Cristo Jesús. (Rom. 8:1).



EL CONOCIMIENTO DE DIOS ES LA
GLORIA DEL HOMBRE

Jeremías 9:23–26


    El hombre siempre busca alabarse en algo o de algo.
    Alabar es sentirse satisfecho. Hay alabanza verdadera y falsa.
    El juicio del hombre no es seguro, pero el de Dios sí.
    Por lo tanto se debe tener sumo cuidado en la alabanza.


  I.      ALABANZA FALSA
    Sabios: Muchos aspiran a ser estrellas de primera magnitud.
    Brillar por sus magníficas conquistas científicas.
    Valientes: El militarismo hoy está en auge. Hay tendencias bien marcadas de someterlo todo a la fuerza. (Mat. 5:5).
    Ricos: El oro ha venido a ser el gran Dios de muchos. Diciendo, con Gómez de Quevedo: “poderoso caballero es don dinero”.


  II.      ALABANZA VERDADERA
    1. Entender a Dios. Tener una idea clara de lo que es y hace.
    Atenas tenía mucha ciencia y religión, Dios no era entendido.
    Su personalidad; atributos; paternidad; y sobre todo su amor.
    2. Conocer a Dios es tener trato, comunión con él. (Juan 17:3).
    Este conocimiento y entendimiento da vida espiritual y eterna.
    Conocer su amor y sacrificio, para nuestra redención.


  III.      UN GRAN DESCUBRIMIENTO
    Hallaremos en Dios muchos atributos, aquí se describen tres.

      1.      Misericordia. Hay auxilio para el más perdido pecador. (Heb. 4:16).
      2.      Juicio. Reconocimiento de la culpa. El juicio pasó en Jesús.
      3.      Justicia. En él “el justo por la fe vivirá” (Rom. 1:17).



  IV.      RESULTADOS PROVECHOSOS
    Dios intenta desarraigar completamente el orgullo humano.
    Quiere que la salvación por gracia, sea realmente por gracia.
    Gracia es un don no merecido. Toda la gloria debe ser a Dios.
    El pecador es un pobre desheredado. Jesucristo es el DON de Dios.
    Donde hay gloria humana siempre hay confusión. (Dan. 9:7).

LA SEÑAL EN LA CASA DEL ALFARERO

Jeremías 18:1–17


    Jeremías necesitó la lección objetiva en la “casa del alfarero”.
    Allí oyó el mensaje del Señor (2). Luego vio la obra que hacía.
    Aprendió que Dios es soberano, paciente y perseverante.
    Dios podía haber desechado a su pueblo. (Is. 45:9; 64:8; Rom. 9:20-21).
    El v. (6), no hay nombre, dice: “vosotros”. Así tú y yo en su mano.


  I.      NUESTRO PASADO
    El Señor nos recuerda que nos tomó como barro informe.
    Su misericordia nos cambia el corazón arrepentido en vaso útil.
    Por años nos tiene sobre la “rueda” para transformarnos.
    No sabemos cuándo ni cómo, Dios lo sabe, ha habido una rotura.
    Viniendo a ser vaso de vasija rota sin utilidad ni ideal.
    Parte de nuestro barro, quedó sobre la rueda, otra parte cayó al suelo.
    Nuestra vida está dividida, ¿qué hará Dios? ¿desechará? (Apoc. 3:10-11).
    Podría desecharnos y tomar nuevo barro, pero no; nos ama y nos levanta.
    Su mano está aquí para levantar los fragmentos de nuestra vida.


  II.      NUESTRO PRESENTE
    Dijo un poeta: “Siempre podemos ser lo que hubiéramos querido ser.”
    Pero al no poder enmendar el pasado, esto nos es imposible.
    Pero Jesús tiene el arte de modelarnos de nuevo. (Joel 2:25).
    De Jacob, el “suplantador”, Dios hizo un nuevo vaso y fue el “Israel”.
    Simón, el temerario, al ser lleno del Espíritu Santo fue un Pedro.
    A Saulo, el perseguidor, Dios lo recogió en el camino y fue un Pablo.
    La caña cascada puede llegar a ser una columna del templo de Dios.
    El pábilo que humea puede llegar a ser una lumbrera ante el mundo.


  III.      NUESTRO FUTURO

      1.      El alfarero tiene un ideal. Ya existe en él una obra acabada.
            En la masa del barro informe ya ve, aunque oculto, algo hermoso.
            Como la madre tiene todo un plan ya formado acerca de su niño.
            Ninguna madre ha deseado tanto, como Dios desea de nosotros.
            Ser semejantes a Cristo, el varón perfecto. (Ef. 2:10).
      2.      Hace su obra en el torno. Esta es la disciplina humana.
            Es la revolución de las circunstancias, ya sean buenas o malas.
            Escudriña cada circunstancia para ver su lección especial.
            Nuestra docilidad o aspereza determinará SU propósito.
      3.      Su mano nos perfecciona. El toque del alfarero y su mano juntos.
            ¡Qué delicado toque! “Al fin todo obra para el bien” (Rom. 8:28).
            Mientras nos sintamos en su mano no desesperemos. (Juan 10:29).
            Es curioso que el campo del alfarero, fue precio de la traición.
            Judas fue un vaso hecho pedazos. No respondió al designio de Dios.


Bosquejos Bíblicos para armar sermones: Para obreros y ministros itinerantes

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



 
 
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Bosquejos bíblicos para predicar bien

LAS AFLICCIONES DE JOB

Job 1:1–22


    Un cambio de circunstancias a veces cambia al hombre mismo.
    Con frecuencia aparecen fallas a santos y virtudes a pecadores.
    Satanás sólo puede ver en Job un refinado egoísmo.
    Que si sirve a Dios es porque está en su interés hacerlo. (9-10, 12).
    El Señor permite a Satán sus propuestas, pero con límites. (2:6).


  I.      EL DERROTERO QUE TUVO JOB
    Sin guía, abrirse paso solo sin Biblia ni conocer el camino.
    Sin Getsemaní, ni Calvario, sin las simpatías del Hijo de Dios.
    Nosotros leemos (Heb. 12:6-7) y sabemos que Dios es nuestro Padre.
    Sabemos que las pruebas tienen el carácter de paternal disciplina.
    Que tienen un designio misericordioso, con saludabe resultado.
    Job sostuvo esta lucha con todas estas desventajas y triunfó (21).


  II.      AFLICCIONES DE SUS BIENES
    Un día el cielo amaneció limpio y antes de acabar, todo perdido.
    Tan radical fue su ruina que quedó como un recién nacido (21).
    Para colmo de su pena, la casa sepultó a sus diez hijos (19).
    En un momento quedó privado de cuanto poseía y de sus hijos.
    ¿Conseguirá Satanás que Job abandone su integridad? (20-21).
    El primer ataque ha concluido y Satanás debe retirarse derrotado.


  III.      AFLICCIONES SOBRE SU PERSONA
    En esta segunda prueba, ¿podrá Satanás triunfar? (2:7-9).
    La conducta de su mujer agravó su caso. Sin duda era fiel.
    Pongámonos en su lugar de desesperación por hijos y bienes.
    No es la primera vez que Satanás halla corazones que se asocien.
    Job no pierde la confianza en la misericordia del Señor (2:10).
    Si esta mujer supiera (Sal. 119:71; Rom. 5:3; 2 Cor. 12:10).
    Job, sin conocer esto, salió victorioso en este segundo ataque (2:10).


  IV.      AFLICCIONES POR LA PROLONGACION
    Dos veces Satán ha fracasado, ¿triunfará la tercera? (Prov. 13:12).
    Ahora trata de debilitarlo por lo largo: día tras día, mes tras mes.
    Arrostrando su pesada carga personal, familiar y amigos (19:17; 16:2).
    No sabemos cuánto duró, pero sabemos que fue largo. (2:13).
    Job sufría en silencio, al fin explota en amarga angustia. (3:1).
    Tal vez en su dolor ni sabía lo que estaba diciendo.
    Pero lo grande de Job es que Satán fue derrotado en él. (2:10).



UN RETRATO DEL HOMBRE BIENAVENTURADO

Salmo 1:1–6


    Este salmo es una especie de “frontispicio” de todos los salmos.
    Es mesíanico por presentarnos al hijo del Hombre ideal: Jesús.
    Tiene su lugar en el Nuevo Testamento por la nota del sermón de la montaña.
    El Señor repite ocho veces “bienaventurado”, la base de la justicia.
    Al alejarse de la tierra y ya resucitado vuelve a repetirla (Luc. 24:51).
    Y desde el cielo vuelve a decir la palabra al fin del Apoc. 22:14.


  I.      EL HOMBRE JUSTO EN CONTRASTE CON EL INJUSTO
    En la distancia se vislumbra la figura del hombre injusto.
    Su dirección hacia abajo se señala en forma dramática en tres climax.

      1.      Por los tres pasos de maldad, malos, pecadores y escarnecedores.
            No ama a Dios. No piensa en la eternidad. No es salvo. No hay vida.
      2.      Por las tres palabras, consejo, camino y silla.
            Consejo es ejemplo, principios, conversación, idea de cosas.
            Camino trata de la conducta; y silla es que se acomodó.
      3.      Por sus tres acciones: anduvo, estuvo y se sentó.
            Un curso inestable, del lado del mal y ya no le pesa.
            Un alud va adquiriendo volumen y fuerza a medida que desciende.



  II.      ALGUNAS CARACTERISTICAS DEL HOMBRE JUSTO
    Su delicia es la Ley de Jehová, está su vida conforme en el Señor.
    Algunos obedecen por obligación pero éste por deleite. No es igual.
    En el Antiguo Pacto decían “Tenemos que hacerlo.” El Nuevo Pacto, “Queremos hacerlo.”
    Nos deleitamos en la Ley del Señor, Dios la escribe en nuestros corazones.
    Servir sin pleno consentimiento del corazón no es adecuado.
    El árbol frutal no sólo es hermoso, sino fértil y útil.
    No cae su hoja, habla de permanencia, no de vida raquítica.


  III.      LA BIENAVENTURANZA DEL HOMBRE JUSTO

      1.      Lo es en lo que se libra. Desdicha del malo, pecador, escarnecedor.
      2.      En lo que abraza, la Ley del Señor, todo le hará feliz.
      3.      Lo es en esta vida, plantado junto a los ríos del Espíritu Santo.
      4.      Lo es en el futuro, prospera, no vive en vano; termina lo que empieza.
      5.      Lo es porque goza de la aprobación de Dios. El nos conoce. (6).

    Es lo suficiente para toda la felicidad y éxito de cualquiera.
    Artista pintará una rosa, pero sin fragancia. Pintura sin vida.
    Imitar a Cristo es una mera rosa pintada, sin fragancia.
    Pero “naciendo junto al arroyo”, Cristo en nosotros, hay vida.



LOS CUATRO HOGARES DEL CRISTIANO

Salmo 23:1–6


    La palabra “HOGAR” es maravillosa. Trae vívidos recuerdos.
    Es la base de nuestra sociedad, allí aprendemos a vivir juntos.
    Risa del niño; canción de cuna; fortaleza del padre y corazón de madre.
    Es la primera escuela e iglesia, allí aprendemos lo correcto y bueno.
    Es refugio, comodidad, alegría, cariño, que nada puede superar.
    Es el lugar donde la cafetera al hervir canta de felicidad.


  I.      HOGAR PATERNO: EL CUIDADO DE DIOS
    Donde nacimos llegando como bebés, dependientes de nuestros padres.
    El niño no teme el futuro, sabe que sus padres son sus pastores.
    Madre corrige sin herir, suaviza con ternura, maestra sin diploma.
    Es el combustible que mantiene el fuego del hogar siempre ardiendo.
    Es cual pastora para que “nada falte” en el constante suministro.
    “Pastos delicados”. Es fortaleza y el normal crecimiento. Es salud.
    “Aguas de reposo.” Es refrigerio en tiempos bochornosos (Ef. 6:1-3).


  II.      HOGAR NUPCIAL: LA DIRECCION DE DIOS
    El que formamos con el ser amado. La ciudadela de nuestro descanso.
    La vida no sólo debe ser trabajo sino reposo para orientarnos.
    Con el sueño reponemos nuestras fuerzas gastadas (Sal. 127:2).
    Este hogar, es la realidad de un maravilloso sueño (Gén. 2:21).
    Adán fue creado social, afectuoso y cortés. “No halló ayuda.”
    El hombre se enamora no de lo que ve sino de lo que sueña. (Can. 2:16).
    La mujer no fue sacada de la cabeza del hombre ni de los pies, sino bajo de su brazo y cerca del corazón para ser amada.


  III.      HOGAR ESPIRITUAL: LA PROTECCION DE DIOS
    En Luc. 10:34-35, vendó heridas, llevólo al mesón y pagó el gasto.
    El v. 5 habla de tres cosas: 1. la mesa; 2. el aceite y 3. la copa.
    Figura de la comunión, la unción y adoración con gozo rebosante.
    Mesa alimento; aceite la unción del Espíritu Santo y la copa la abundancia.
    “Confortará mi alma”, restaura y aviva la senda a seguir.
    Valle de sombra no espanta; él está donde hay dos o tres. (Mat. 28:20).


  IV.      HOGAR CELESTIAL: LA ABUNDANCIA DE DIOS
    Empieza primavera, sigue el verano, el otoño y acabamos en invierno.
    El creyente no llega a su fin sin la escolta del bien y la misericordia.
    No sólo BIEN; como pecadores necesitamos de su misericordia.
    No sólo MISERICORDIA; como pobres necesitamos de su bien.
    Va delante como pastor (Jn. 10:4), y a los costados el bien y misericordia.
    He aquí la garantía de Dios “ciertamente” y para siempre. (Fil. 1:6).

 
EL ROSTRO DE DIOS

Salmo 27:1–14


    En Ex. 33:15 leemos: “Si tu rostro no ha de ir … no nos saques.”
    Se dice que Bunyan, al recibir la libertad, citó estas palabras.
    La cárcel junto a Dios llegó a ser un cómodo santuario.
    La liberación no substituiría la comunión y bendición de Dios.
    Aquí Moisés está por dejar el desierto ante una tierra rica.
    Pero prefiere el desierto con Dios que “leche y miel” en Canaán.


  I.      SU ROSTRO ES UNA NECESIDAD
    Por rostro entendemos no sólo su presencia, sino también su
    benevolencia, poder, bendición, espíritu, luz y salvación. (1)
    Nuestra primera necesidad, no es tanto estilo, circunstancias, templo, buena acústica, famosos predicadores, armonio, coro.
    Podemos carecer de todo esto, pero algo es indispensable. (8-9).
    La iglesia de Laodicea poseía todo esto; y fue desechada.
    Los fieles de las catacumbas certifican el gozo del rostro de Dios.


  II.      SU ROSTRO PRODUCE GOZO
    Horas de comunión con Dios son más preciosas que todo lo humano.
    Cuando Dios torna su rostro a nosotros todo se transforma.
    En nuestros cultos de oración hay poder, edificación y salvación.
    ¡Cómo experimentamos gozo ante la presencia de un ser querido!
    Es así, si realmente amamos a Dios. “Como el ciervo …” (Sal. 42:1-2).


  III.      SU ROSTRO NOS SANTIFICA
    Dice un refrán: “Cuando el gato no está en casa los ratones se pasean.”
    Ante su presencia, nos corregimos y guardamos compostura.
    Nos transforma a la semejanza suya, en Cristo Jesús. (Ef. 2:10).
    Así la luna sólo brilla al ser iluminada por el sol.
    Todo puede fracasar si como los discípulos sólo vemos fantasmas.


  IV.      SU ROSTRO PRODUCE CONVERSIONES
    Por obras, nunca se limpiará un pecador de sus pecados.
    Decía Juan el Bautista (Jn. 3:30). “El debe crecer y yo menguar.”
    Generalmente nosotros hacemos lo contrario; queremos hacernos valer.
    Todos los filósofos juntos, no han podido dar vida a un pecador.
    Se nos debe conocer, como los discípulos que hemos estado con Jesús.



LA DICHA DEL PERDON

Salmo 32:1–11


    El título “masquil” en el hebreo es instrucción, habla de Jesús.
    La experiencia del salmista es la de todo pecador perdonado.
    En ninguna parte aprendemos tanto del pecado en cuanto palabras.


  I.      TRANSGRESION PERDONADA
    La revisión del 60 dice “transgresión” en lugar de “iniquidad”.
    Significa: “ir más allá”, denotando violación de la Ley de Dios.
    Es lo suficiente para aplicar un terrible castigo al pecador.
    El salmista se siente dichoso al saber que ha sido PERDONADO.
    Cuando Dios perdona, es íntegro, retira toda acusación y castigo.
    Es que hemos sido comprados por precio. Es la sangre de Jesús.
    Es la oferta del evangelio a los que se arrepienten de veras.


  II.      PECADO CUBIERTO
    Pecado es el reverso de la palabra anterior, contra el plan de Dios.
    Es errar el blanco e incluye los pecados llamados de omisión.
    Todo lo que podríamos haber hecho o dicho por desgracia lo hicimos.
    La versión del 60 dice “cubierto” en vez de “borrado”.
    En Edén el hombre quiso cubrirse, pero fue Dios quien los cubrió.
    La tapa del arca, que escondía la Ley, se llamaba “propiciatorio”.
    Que nuestra oración sea cual la del publicano: “sé propicio a mí”.


  III.      INIQUIDAD CANCELADA
    Iniquidad, significa pervertido, torcido de la idea de Dios.
    El hombre en su egoísmo y maldad todo lo ha pervertido.
    El cuerpo creado para vehículo del alma, usado para su ruina.
    Del corazón humano dice Dios: “engañoso es el corazón”. (Jer. 17:9).
    No culpar, significa no pensar en ello, cancelado; como inocentes.
    En Cristo nos es quitado todo sentir de vergüenza; somos aceptos.


  IV.      ENGAÑO DESAPARECIDO
    La revisión anterior dice “superchería”, el más sutil pecado.
    Para el más vil pecador hay esperanza; pero para el que está lleno de superchería nada se puede hacer. Está perdido.
    Al decir: “no hay”, es la acción de quitar el mal y poner el bien.
    O sea haciendo salir el mal por la introducción del bien.
    Toda tristeza reside en el pecado; mas todo gozo en el salvado.



LA AUTOBIOGRAFIA DEL CREYENTE

Salmo 40:1–3

    Hablemos del Salvador y de las glorias de la vida cristiana.
    Hemos de quedar encantados de esta maravillosa experiencia.
    Es raro que después de dos mil años sea tan poco entendido.
    Algunos creen que se es creyente cumpliendo algún rito.


  I.      ME HIZO SACAR DEL POZO DE LA DESESPERACION
    Es un cuadro de una prisión oriental. Enorme hoyo en la tierra.
    Sin techo, entrando lluvia, junto a la humedad de los lados.
    Allí en el barro son arrojados los pobres e impotentes presos.
    El salmista dice que así estaba él. ¿Te has descubierto tú allí?
    Es un gran descubrimiento saber dónde y cómo nacimos. (51:5).
    Todos comenzamos en este pozo; algunos siguen y mueren en él.


  II.      PUSO MIS PIES SOBRE PEÑA
    Si tus pies están o no sobre la peña lo sabrás por lo firme.
    El Señor anhela que tengamos la experiencia de la salvación.
    Al perdonarnos quiere que nos regocijemos en ello.
    Un director trajo un libro de faltas; al fin del año lo quemó.
    El las sepultará, en lo profundo de la mar. ¿Es tu experiencia? (Miq. 7:19).
    ¡Aleluya! que esta maravillosa promesa sea nuestra historia.


  III.      ENDEREZO MIS PASOS
    Dijo uno: “pertenezco a la iglesia establecida”, pero, ¿y la Roca?
    Es el Señor la Roca en la cual estamos firmes, no la iglesia.
    El fundamento de un faro penetra hasta la roca viva.
    De modo que llega a ser parte de la roca misma. (Juan 15:4-5).
    Dos hierros pueden unirse con pernos, remaches, al fin se aflojan.
    La fundición hará una sola pieza. Cristo es la Cabeza, la Roca.


  IV.      PUSO EN MI BOCA CANTICO NUEVO
    ¿LO OIRAN? no: “verán esto muchos” (3). No es igual oir que ver.
    Este canto no sólo es para el oído sino también para la vista.
    Mi canto tal vez no sea muy armonioso ni tampoco musical.
    Pero todos podemos tener una canción visible de liberación.
    ¿Estamos afinados en nuestro hogar? ¿Lo ven así los otros?
    ¿Es visible una parte del cielo en nuestra vida?



EL PRIMER FRUTO DE LA SALVACION

Salmo 51:1–19

    David usa tres frases para describir su caída. (1-2).
    REBELION contra Dios; MALDAD hacia el prójimo y PECADO en sí mismo.
    Recuerda cuando Natán el profeta le dijo: “tú eres aquel hombre”.
    Natán: “tú eres”; David: “he pecado”; Jehová: “remitido” (32:1-2).
    Dios nos perdona, pero nunca nos quita las consecuencias.
    BORRAR es quitar; LAVAR es purificar; y LIMPIAR es integridad.


  I.      ES GOZO
    Is. 12:3, Profetiza del gozo evangélico. Se cumple en Luc. 2:10.
    El pecado es una maldición y una fuente de desdicha.
    El evangelio nunca es luto, sino buenas nuevas de gran gozo.
    Es tan cierto el gozo por la salvación como el náufrago salvado.
    Como el enfermo que se cura o el condenado que se liberta.
    Nada ni nadie puede reemplazar el “GOZO DE LA SALVACION”.
    Y al fin nos dirá: “Entra en el GOZO de tu Señor” (Mat. 25:21).


  II.      ESTE GOZO PUEDE PERDERSE
    “Vuélveme el gozo” (12). No pedía la devolución de la salvación.
    Había perdido el gozo. Hay miles de salvados que lo han perdido.

      1.      Por haberse dejado engañar del mundo y sus halagos. (Jer. 2:13).
      2.      Por descuidar los medios de gracia por conservarlo. (Hch. 2:42).
            a) Leche espiritual; b) Asistencia al culto; c) Ofrenda; d) Oración.
      3.      Por los afanes de este siglo permitiendo la invasión del alma.



  III.      COMO RECUPERAR EL GOZO
    Abraham volvió arrepentido al mismo lugar del altar que abandonó.
    El pródigo “volviendo en sí”, al lugar de donde salió.
    Si grande fue el pecado de David, grande fue su arrepentimiento.

      1.      “BORRA; mis rebeliones” (1, 9). El medio está en: (Hch. 3:19).
      2.      “LAVAME; de mi maldad” (2). Es su “sangre que nos limpia” (1 Jn. 1:7).
      3.      “LIMPIAME; de mi pecado” (2). Reconoció la necesidad de tres cosas.
            a) Remisión de Dios; b) Redención de Jesucristo; c) Renovación del Espíritu Santo.



  IV.      ALGUNOS RESULTADOS DE ESTE GOZO
    Enseñaré, se convertirán (13). Dios sólo usa conductos limpios.
    Se convertirán, no “los convertiré”, Dios lo hace por mi intermedio.
    Entonces será conversión verdadera a Dios, no al predicador.
    La adoración más pura brota del corazón contrito. (17)
    Con tal restauración todo el pueblo será bendecido. (18-19).



NUESTRAS CANAS EN LA ANCIANIDAD

Salmo 71:17–21

    Hay remedios que dicen ser seguros y eficaces para las canas.
    Sin duda que las ofertas se inspiran en un buen deseo.
    De quitar indicaciones de vejez prematura, devolviéndonos la belleza.
    Lo más seguro es quedarnos con los copos de nieve que Dios nos da.
    Por cierto que al descubrir algunas canas nos asustamos.


  I.      SON UN TESTIMONIO DE LA FIDELIDAD DE DIOS
    Aun en la vejez y las canas, (18). Desde mi juventud. (17).
    El buen Padre que no desampara a los suyos dice: Is. 46:4.
    El Dios de nuestra juventud es el mismo de la vejez.
    Las canas son un símbolo del misterio de la eternidad.
    El Señor glorificado apareció con cabello blanco. (Apoc. 1:14).
    Así apareció a Daniel (7:9), como anciano de cabello cual lana.


  II.      SON UN TESTIMONIO DE LA PERDIDA INCONSCIENTE
    Oseas 7:9, hablando de declinación dice: “que él no lo supo”.
    Entrañan verdadera tragedia, hay decadencia imperceptible
    Las cosas más preciosas pueden desaparecer de nuestra vida.
    Esta fue la triste experiencia del pueblo escogido de Dios.
    Al apartarse de Dios, su fortaleza comenzó a declinar.
    Así le pasó a Samsón, se fue su fuerza y él no lo sabía.
    Señales de senectud aparecen como las canas aquí y allí.


  III.      SON UN TESTIMONIO DE OTRAS PERDIDAS PEORES
    ¡Cuántos han perdido la gloriosa visión del rostro de Dios!
    Así aconteció en el tiempo de (1 Sam. 4:19-22; 14:3). “Icabod”.
    El Arca, símbolo de la gloria de Dios había sido perdida.
    La Iglesia de Efeso había perdido el primer amor (Apoc. 2:4).
    La Iglesia de Sardis, creía que estaba viva y era muerta (Apoc. 3:1).
    La Iglesia de Laodicea, se creía muy rica y era miserable (Apoc. 3:17).


  IV.      SON UN TESTIMONIO A LA REFLEXION
    Tal vez las canas nos han salido esparcidas y no las vemos.
    Pero el ojo penetrante, descubre indicios de declinación.
    ¿Es nuestra espiritualidad tan robusta como lo era en días idos?
    ¿Cómo salimos de las batallas? ¿Triunfantes, heridos o derrotados?
    Si después de estas reflexiones descubrimos canas en nosotros, ¿qué hacer? ¿hay remedio? Gracias a Dios que lo hay (Is. 40:29-31).


NUESTRO PUNTO DE VISTA

Salmo 77:1–20

    Un edificio o paisaje se ve de manera diferente según el ángulo de donde se mire.
    Debemos pues saber mirar las cosas en forma sana y equilibrada.
    Si la lámpara del cuerpo es el ojo, éste debe ser limpio. (Luc. 11:34-36).

  I.      DOS PUNTOS DE VISTA OPUESTOS
    Los versículos del 1-9 son muy diferentes de los versículos del 11-20.
    Los dos puntos de vista están divididos con el versículo 10.
    Al terminar la primera sección está la palabra “selah”,
    lo cual denota una pausa y significa: “piensa en lo que dices”.
    Luego al repasarlo, exclama: “Enfermedad mía es esta” (10).
    El sentir de los primeros nueve versículos es desequilibrio, queja.


  II.      PUNTO DE VISTA INCORRECTO
    De esos nueve versículos hay veintidós referencias al yo y sólo once a Dios.
    Abre su boca en aflicción y sin reflexionar dice lo que siente.
    Se queja, clama desesperado y desmaya, acordándose de su mal.
    No halla remedio a su angustia, busca a Dios sin hallar consuelo.
    El recuerdo del Señor no le trae paz a su alma atribulada.
    Clama al cielo, y no recibe respuesta y culpa a Dios (7-9).


  III.      PUNTO DE VISTA CORRECTO
    Veintidós referencias para sí y sólo once a Dios. Ahora veinticuatro a Dios y sólo tres a sí.
    Del 1 al 9 cree en Dios, pero del 11 al 20 Dios ya es supremo.
    Olvidándose de sí mismo, sólo ve a Dios sobre su vida.
    Piensa en lo que Dios es y ha hecho, recuerda su redención.
    Cómo Dios abrió el camino del mar y guiólos por desiertos.
    Ve a Dios, como Omnipotente, como Redentor y como Pastor. (20).


  IV.      EL SECRETO DEL PUNTO DE VISTA CORRECTO
    Toda tribulación halla su respuesta a la diestra del Altísimo (10).
    Es sólo desde allí (10) que se comprende lo incomprensible.
    ¿Nos hallamos atribulados? sentémonos en la escuela del Señor.
    Es esto lo que cambia el yo en tú y el mío en tuyo.
    Cuando Dios llena el alma, ya no hay lugar para el “yo”
    “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio” (46:1-3).
 


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