... El que tiene este cargo, ha de ser irreprensible, debe ser apto para enseñar; no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6
1 Si alguien es llamado a testificar por ser testigo de algo que vio o supo, y no lo denuncia, comete pecado y cargará con la culpa. 2 Si alguien toca cualquier cosa impura, ya sea el cadáver de una fiera inmunda, o el cadáver de ganado inmundo, o el cadáver de un reptil inmundo, aunque no lo sepa, será impura y culpable. 3 O si toca alguna impureza humana, de cualquier impureza con que se contamine, sin darse cuenta y después llega a saberlo, será culpable. 4 Si alguien jura a la ligera con sus labios, para mal o para bien, en cualquier cosa que el hombre acostumbra a proferir juramento, y no se da cuenta, pero luego se percata y resulta culpable de cualquiera de estas cosas, 5 sucederá que, si es culpable en alguna de estas cosas, tendrá que confesar aquello en que ha pecado, 6 y para expiación por su pecado cometido presentará ante YHVH una hembra del rebaño, sea oveja o cabra, como sacrificio por el pecado, y el sacerdote le hará expiación por su pecado. 7 Pero si no dispone lo suficiente para ofrecer un cordero, entonces presentará por su culpa con la cual pecó, dos tórtolas o dos palominos para YHVH: uno como víctima por el pecado, y otro para holocausto, 8 y los llevará al sacerdote. Éste presentará primero al que es víctima por el pecado, y de una uñada le cortará la cabeza de su cuello, pero no la separará. 9 Salpicará parte de la sangre de la víctima por el pecado sobre la pared del Altar, y exprimirá el resto de la sangre al pie del Altar. Es ofrenda por el pecado. 10 Con el segundo hará holocausto conforme al decreto, y el sacerdote hará expiación a favor de él, por su pecado con el cual pecó, y le será perdonado. 11 Y si no dispone lo suficiente para dos tórtolas o dos palominos, entonces, el que pecó, presentará como su ofrenda la décima parte de un efa de flor de harina por expiación. No le echará aceite ni le pondrá incienso, porque es ofrenda por el pecado. 12 La presentará, pues, al sacerdote, y el sacerdote llenará de ella su puño, como memorial, y la dejará consumir en el Altar sobre las ofrendas ígneas a YHVH. Es ofrenda por el pecado. 13 El sacerdote hará expiación a favor de él por su pecado con el cual pecó en alguna de estas cosas, y le será perdonado. El resto será para el sacerdote, como en el caso de la ofrenda vegetal. 14 Además, YHVH habló a Moisés diciendo: 15 Si una persona comete prevaricación y peca por inadvertencia, destruyendo cosas consagradas a YHVH, presentará como sacrificio suyo de reparación a YHVH un carnero sin defecto procedente del rebaño, según tu valoración en siclos de plata, conforme al siclo del Santuario, como sacrificio por el delito. 16 Restituirá además lo que haya detraído de las cosas consagradas y añadirá sobre ello un quinto, lo cual dará al sacerdote. El sacerdote hará expiación a favor de él mediante el carnero del sacrificio por el pecado, y le será perdonado. 17 Si alguno peca e infringe cualquiera de los mandamientos de YHVH respecto a cosas que no se deben hacer, aunque no se de cuenta, se hará responsable y pagará su falta. 18 Del rebaño llevará un carnero sin defecto, según tu estimación, como sacrificio por el delito. El sacerdote hará por él expiación por la falta que cometió sin darse cuenta, y será perdonado. 19 Es un sacrificio por la culpa. Ciertamente resultó culpable ante YHVH.
1 Y YHVH habló a Moisés diciendo: 2 Habla a los hijos de Israel y diles: Si alguno peca inadvertidamente contra cualquiera de los mandamientos de YHVH sobre cosas que no se han de hacer, e infringe alguno de ellos, 3 o si es el sacerdote ungido quien ha pecado en detrimento del pueblo, por el pecado cometido ofrecerá a YHVH como expiación un novillo sin defecto. 4 Conducirá el novillo a la entrada del Tabernáculo de Reunión, delante de YHVH, y apoyando su mano sobre la cabeza del novillo, degollará el novillo delante de YHVH. 5 Luego el sacerdote ungido tomará de la sangre del novillo y la llevará al Tabernáculo de Reunión, 6 y mojando el sacerdote su dedo en la sangre, hará con la sangre aspersión siete veces ante YHVH hacia el velo del Santuario. 7 El sacerdote pondrá parte de aquella sangre sobre los cuernos del Altar del incienso aromático delante de YHVH, en el Tabernáculo de Reunión, y derramará el resto de la sangre del novillo al pie del Altar del holocausto, situado a la entrada del Tabernáculo de Reunión. 8 Después quitará toda la grosura del novillo de la expiación, la grosura que cubre las entrañas, y toda la grosura que está sobre las entrañas, 9 los dos riñones, la grosura que hay sobre ellos y sobre los lomos, y la grosura del hígado, que quitará con los riñones 10 de la manera que se quita del novillo del sacrificio de las ofrendas de paz. Luego, el sacerdote los dejará consumir sobre el Altar del holocausto. 11 Pero el cuero del novillo, y toda su carne, con su cabeza, sus patas, sus entrañas, y su estiércol, 12 es decir, todo el novillo, lo hará sacar fuera del campamento, a un lugar limpio, al vertedero de la ceniza, y lo quemará sobre leños con fuego. En el vertedero de la ceniza será quemado. 13 Si por inadvertencia toda la asamblea de Israel peca, y el asunto está oculto ante la congregación, pero ha trasgredido alguno de los mandamientos de YHVH respecto a cosas que no se deben hacer, resultando así culpables, 14 cuando sea manifiesto el pecado con el cual pecaron, entonces los de la congregación presentarán un novillo en ofrenda por el pecado, y lo conducirán delante del Tabernáculo de Reunión. 15 Seguidamente los ancianos de la asamblea apoyarán sus manos sobre la cabeza del novillo, en presencia de YHVH, y uno degollará el novillo en presencia de YHVH. 16 Luego el sacerdote ungido llevará una parte de la sangre del novillo al Tabernáculo de Reunión, 17 y mojando su dedo en la sangre, el sacerdote hará aspersión siete veces ante YHVH hacia el velo. 18 Pondrá luego parte de la sangre en los cuernos del Altar, en presencia de YHVH, en el Tabernáculo de Reunión, y derramará el resto de la sangre al pie del Altar del holocausto, situado en la entrada del Tabernáculo de Reunión. 19 Después quitará de él toda su grosura, y la dejará consumir sobre el Altar. 20 Hará con el novillo así como hizo con el novillo de expiación. Lo mismo hará con él. El sacerdote hará expiación por ellos, y ellos serán perdonados. 21 Luego se sacará el novillo fuera del campamento y se quemará como quemó el primer novillo. Él es un sacrificio expiatorio por la congregación. 22 Cuando un príncipe peque por inadvertencia, obrando contra cualquiera de los mandamientos de YHVH su Dios sobre lo que no se debe hacer, resultando así culpable, 23 tan pronto como se le dé a conocer el pecado que cometió, presentará como ofrenda suya un macho cabrío sin defecto, 24 y apoyando su mano sobre la cabeza del macho cabrío, lo degollará en el lugar donde se degüella el holocausto, en presencia de YHVH; él es ofrenda por el pecado. 25 Entonces el sacerdote tomará con su dedo de la sangre de la víctima por el pecado y la pondrá en los cuernos del Altar del holocausto. Luego derramará el resto de su sangre al pie del Altar del holocausto. 26 Dejará consumir sobre el Altar toda su grosura, así como quemó la grosura del sacrificio de las ofrendas de paz. De esta manera el sacerdote ofrecerá expiación por el pecado de aquél, y le será perdonado. 27 Y si una persona del pueblo de la tierra peca inadvertidamente, haciendo lo que no se debe hacer contra alguno de los mandamientos de YHVH, resultando así culpable, 28 tan pronto como se le haga reconocer el pecado que cometió, presentará como ofrenda suya una hembra de las cabras, una cabra perfecta, por el pecado que cometió. 29 Y apoyando su mano sobre la cabeza de la víctima por el pecado, degollará a la víctima por el pecado en el lugar del holocausto. 30 Entonces el sacerdote tomará de la sangre de ella con su dedo, y la pondrá en los cuernos del Altar del holocausto, y derramará el resto de su sangre al pie del Altar. 31 Después le quitará toda la grosura, como se remueve la grosura de las ofrendas de paz, y el sacerdote la dejará consumir sobre el Altar como olor que apacigua a YHVH. El sacerdote hará expiación a favor de él, y le será perdonado. 32 Y si trae un cordero como su víctima por el pecado, aproximará una hembra sin defecto, 33 y apoyando su mano sobre la cabeza de la víctima por el pecado, la degollará en sacrificio por el pecado en el lugar donde se degüella el holocausto. 34 Después el sacerdote tomará con su dedo de la sangre de la víctima expiatoria y la pondrá en los cuernos del Altar del holocausto, y derramará el resto de su sangre al pie del Altar. 35 Luego quitará toda su grosura tal como fue quitada la grosura del cordero del sacrificio de las ofrendas de paz, y el sacerdote la dejará consumir sobre el Altar como sacrificio ígneo a YHVH. El sacerdote ofrecerá así expiación por tal persona, por el pecado cometido, y le será perdonado.
1Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 2Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; 3pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. 4Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.
6Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. 7Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.
8Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del huerto. 9Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. 11Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? 12Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. 13Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.
14Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. 15Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar. 16A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti.
17Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. 18Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. 19Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. 20Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes. 21Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.
22Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. 23Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. 24Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida.
Sanidad de un leproso Mateo 8:1-4 1 Cuando descendió del monte, lo siguieron grandes multitudes. 2 Y he aquí un leproso, se acercó, y se postraba ante Él diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. 3 Y extendiendo la mano lo tocó diciendo: Quiero, sé limpio. Y al instante fue limpiada su lepra. 4 Entonces Jesús le dice: Mira, no lo digas a nadie, solamente vé y muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para testimonio a ellos.