jueves, 26 de mayo de 2016

Conozcamos nuestras raices bíblicas: Para un estudio maduro




. Estudio Biblico
 La Biblia y su composición
. biblias y miles de comentarios
 
INDICE
I.- CONOCIENDO EL CAMINO DE LA BIBLIA
1.- INTRODUCCIÓN.
2.- CONOCIENDO SU FORMA.
3.- CONOCIENDO SU DESARROLLO HISTORICO.
4.- CONOCIENDO SU PROPÓSITO.
5.- PREGUNTAS DE REPASO.
II.- INSPIRACIÓN DE LA BIBLIA
1.- DOCTRINA DE LA INSPIRACIÓN DE LA BIBLIA
2.- EL CANON
3.- PREGUNTAS DE REPASO
-III.- METODOS DE INTERPRETACION (HERMENEUTICA)
1.- EL PAN NUESTRO DE CADA DIA
2.- ¿QUE ES LA HERMENEUTICA?
3.- SISTEMAS DEL PROCESO HERMENEUTICO
4.- PREGUNTAS DE REPASO
IV.- REGLAS DEL PROCESO HERMENEUTICO
1.- PRINCIPIO DE INTERPRETACIÓN GRAMATICAL.
2.- PRINCIPIOS DE INTERPRETACIÓN HISTORICO / CULTURAL
3- FIGURAS LITERARIAS O DE DICCION
V.- MÉTODOS PARA ESTUDIO PERSONAL DE LA BIBLIA
1.- INTRODUCCION
2.- METODO DE REFERENCIAS BIBLICAS
3.- METODO DE PASAJES PARALELOS
4.- METODO DE SUBRAYADO POR TEMAS
5.- METODO DE CUESTIONARIOS
6.- METODO POR TEMAS
7.- METODO INDUCTIVO
8.- USANDO OTRAS HERRAMIENTAS
VI.- METODO PARA ENSEÑAR EFICAZMENTE LA BIBLIA
1.- ¿QUÉ ES LA HOMILETICA?
2.- PARTES DEL PROCESO HOMILETICO
3.- TIPOS DE SERMONES
4.- EL METODO EXPOSITIVO

I.- CONOCIENDO EL CAMINO DE LA BIBLIA

1.- La Biblia ha sido causa de inimaginables reacciones. La han amado entrañablemente o la han despreciado a morir; la han buscado, protegido y llevado hasta lo último de la tierra o la han violentado con palabras, quemas o censuras, pero nadie que la conozca ha podido sustraerse a su influencia, y la razón de esto es que es: LA PALABRA DE DIOS, “dada por El con un propósito y no vuelve a El vacía”

Conocerla es, entender el corazón de Dios para su creación, Su propósito eterno, Su plan de salvación, Sus formas de santificación; en una frase es: conocer a Dios mismo. Ahí radica la importancia y trascendencia de este texto sobre toda la demás literatura existente, pues como Palabra de Dios llega hasta lo más profundo del corazón del hombre transformándolo por medio de un nuevo nacimiento en un ser a la imagen y semejanza de Dios (IMAGO DEO), ¡Sí ¡ Un hombre a la imagen de Jesucristo que será llevado a través de la lectura a la estatura de ése Varón Perfecto.

Hay un sentir de necesidad que cada hombre manifiesta, y es conocer lo que trasciende su propia existencia. El primer traductor del Nuevo Testamento al español, Francisco de Encinas, en 1543, dedica su obra al Emperador Carlos V con estas palabras: Decidí entregarlo al impresor, a fin de que la nación española, que se gloría entre las demás con el nombre de cristiana, no fuera la única privada de este tesoro celestial, que es el poseer las Escrituras en su propio idioma.

El valor de las Sagradas Escrituras no es posible estimarlo en cantidad alguna, ni en monedas ni en oro, pues su valor sobrepasa cualquier sentido material de la creación. El Bibliófilo Dr. A. Rosenbach, de Filadelfia, pagó por la primera Biblia que imprimió Gutenberg la cantidad de 106,000 dólares americanos y cabe entonces recordar que el primer libro impreso por el inventor de la imprenta Juan Gutenberg (1400 – 1468) fue la Biblia de 42 líneas.

La Biblia no es un libro limitado a tiempo o espacio; no es un libro exclusivo de una cultura o un tema en lo particular. La dirección que provee es para el varón o la mujer, para la pareja, los hijos, la educación, amistad, estado o gobierno, relaciones entre los individuos y aún la trascendencia de la vida en la muerte. Por tal razón, la Biblia es propiedad de toda la humanidad; no es posible prohibir su lectura y estudio.

Cuando se le ha querido censurar sólo se ha logrado que se lea clandestinamente, siendo su influencia aún más profunda. Después de ocho décadas de socialismo en los países del Pacto de Varsovia, se creyó que estaba erradicada la fe en las Sagradas Escrituras, pero cuando en 1990 fue derribado el muro de Berlín y tiempo después se dio la apertura de la U.R.S.S. quedó de manifiesto que había un remanente en esos países de lectores y creyentes en la Biblia, y el hambre de Dios de esos pueblos nos ha abierto una inmensa “tierra para trabajar en pos del maestro”.

A donde quiera que la Biblia ha llegado a sido un factor motivador y direccionador de progreso e innumerables pueblos y culturas han sido beneficiados con su conocimiento; el misionero J. Pollock, confesó su admiración al entrar en las calles de Suva, en las Islas Fiji, y comprobar la calidez de sus habitantes, su cortesía, amabilidad y cuidado por los visitantes; él sabía que antes de que los misioneros cristianos llegaran a la Isla, los nativos habían sido caníbales. ¿Cómo sucedió el cambio? En una carta a un misionero, que los había puesto en contacto con la Palabra de Dios, uno de los nativos escribió: “estoy leyendo la Biblia con diligencia y poniéndola por obra”.

Otro ejemplo de la influencia de la Biblia en los pueblos la vemos en la historia de los
Estados Unidos de Norteamérica, donde sus documentos más importantes como nación
(La Declaración de Independencia, La Ley Americana y Las Cuatro Libertades) son
fuertemente dirigidos por las palabras de la Biblia. Thomas Jefferson, escritor del
borrador de la Declaración de la Independencia, donde se manifiestan los derechos
fundamentales de los ciudadanos, fue instruido en las Sagradas Escrituras desde su niñez,
llegando a dominar los idiomas griego, latín, francés e inglés por sus lecturas en el Sacro
Texto.

Uno de los primeros actos del Congreso Norteamericano, fue aprobar la impresión
de la Biblia para recomendar su lectura a toda el pueblo de una manera oficial, con el
deseo de mantener la influencia de la Biblia en la vida americana, razón que llevó a la
creación de la Sociedad Bíblica, cuyo objeto es llevar a cada hogar la Palabra de Dios.

La Trascendencia de la Biblia por sobre otros textos considerados clásicos es innegable.
Ciertamente cada cultura tiene sus escritores y obras magnas; los nombres de
Shakespeare, Dickens, Goethe, Dante, Víctor Hugo, Cervantes, por citar solo algunos, han
traspasado su propia frontera, pero de un vaso a una fuente inagotable hay una gran
diferencia; por ninguna obra literaria de estos maestros, se ha creado una sociedad que se
dedique a imprimirla y distribuirla en todo el mundo.

La Biblia ha generado una centena de sociedades que procuran su impresión y distribución a nivel mundial por más de cien años, siendo traducida a más de ciento cincuenta idiomas y dialectos, editada en fonogramas, cintas cinematográficas y videos en la mayoría de los idiomas conocidos y muy recientemente en diversos dialectos.

La Biblia es el libro más viejo y nuevo; según citan historiadores, sus primeras partes
fueron escritas unos tres mil quinientos años atrás, siendo que las obras más antiguas
conocidas datan de unos dos mil años atrás (esta afirmación no incluye los escritos
Cuneiforme del sur de Mesopotamia, base lingual de los idiomas sumerio y acadio, los
cuales datan de casi tres mil años atrás de nuestra era, pero no son obras completas, solo
fragmentos de obras) Los libros profanos más antiguos de los que tenemos conocimiento
fueron escritos en Sanscrito durante el tiempo de Esdras y Nehemías, (460 – 420 a.d.C.),
también las obras de Homero y Virgilio se escribieron por tales tiempos.

“La Biblia para toda la Vida” es enseñanza de Calvino. La Biblia dirige desde el origen
hasta la muerte o mejor aún, más allá de la muerte y abarca todos los aspectos de la vida
del hombre. La Biblia nos sirve durante toda nuestra travesía en la creación, no importando el momento cronológico de nuestra existencia, ni la circunstancia en que
nos encontremos. Ella nos da dirección.

2.- CONOCIENDO SU FORMA. La llamada Biblia (del Gr. Biblos – Libros) se
emplea para designar los escritos religiosos y /o confesionales de las religiones Judía y
Cristiana.

Se integra de dos grandes segmentos denominados Testamentos (también Pactos); el
Antiguo Testamento (A.T.) comprende un total de 39 libro de acuerdo al canon judío, el
cual se realizó en forma definitiva por una asamblea de rabinos reunidos en Jamnia entre
el año 90 y 100 d. C. y el Nuevo Testamento (N.T.), que se integra por 27 libros los
cuales fueron confirmados en el Concilio de Cartago en el año 397 d.C.

Jesucristo se refirió al A.T. como: Las Escrituras (Mt.21: 42; Mr. 14: 49; Jn. 5: 39), así
como algunos de sus discípulos (Lc. 24: 32; Hch. 18: 24; Ro. 15: 4). También las citó por
alguna de sus partes: La Ley de Moisés, los Profetas y los salmos (Lc. 24: 44), o, La Ley
y los Profetas ( Mt. 5: 17; 11: 13; Hch. 13: 15); el apóstol San Pablo las citó como: Las
Sagradas Escrituras (2 Ti. 3: 15), Las Santas Escrituras (Ro. 1: 2).

El A. T. Fue escrito en su mayor parte en idioma Hebreo, dialecto semítico afín al fenicio
y al ugarítico, pero existen algunas porciones escritas en arameo, otro dialecto semítico
afín al hebreo; tales porciones son: Esdras 4: 8; 6: 18; 7: 12-26; Daniel 2: 4 – 7, 28 y
Jeremías 10: 11.

Los libros canónicos de una Biblia Hebrea se dividían en tres grandes rubros:

  • La Ley (de Moisés), también llamada La Torah; otra forma de llamar a los cinco libros de Moisés, Génesis, Exodo Levítico, Números y Deuteronomio es: El Pentateuco. Antiguamente se les llamaba: El Hexateuco porque también incluía el libro de Josué. 
  • A la segunda parte de los libros del A.T. se le denomina: Los Profetas (Heb. Nebhiim), que comprende tanto los Profetas como los libros Históricos antiguos y por último 
  • Los Escritos (Heb. Kethubhim) o del griego los Hagiografos (Hagio = santo; Grafos = escrito) que incluía los libros poéticos y los Históricos más recientes.

En el año 285 a. C., en la ciudad de Alejandría se dieron cita, según cuenta la tradición, un número de 70 rabinos doctores de la Ley, quienes se abocaron al trabajo de traducir las Escrituras Hebreas al idioma griego; a tal versión del A.T. se le llama: La Versión de los Setenta o la Septuaginta.

En el siglo VII d. C. Se dieron cita un grupo de doctores de la Ley, hebreos conocidos como los masoretas (Heb. Massorah o Masora = tradición), y hasta los años 950 d. C. fijaron en forma definitiva el texto de los llamados Escritos Santos del Judaísmo; ellos introdujeron el sistema de vocales en los textos Sagrados y dieron una nueva distribución a los libros por forma literaria:

Libros de La Ley de Moisés:Génesis,Exodo, Levítico, Números y Deuteronomio
Libros Históricos: Josué, Jueces, Rut, 1º y 2º. De Samuel, 1º y 2º de Reyes, 1º y
2º de Crónicas, Esdras, Nehemías y Ester.
Libros Poéticos: Job, Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantares.
Profetas Mayores: Isaías, Jeremías, Lamentaciones, Ezequiel , Daniel.
Profetas Menores: Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc,
Sofonías, Hageo, Zacarías y Malaquías.

El N. T. Fue escrito en su totalidad en griego, idioma común del momento histórico de la vida de Jesús; el griego utilizado por los escritores del N.T. es llamado griego Koiné (común), siendo que era el lenguaje popular. Se dice que el evangelio de Mateo fue escrito en arameo, pero no quedan copias en ese idioma, únicamente contamos con copias en griego.

La primera lista de los libros que integran el N.T. se conoce como Canon muratoriano, establecido por los años160 – 170 d.C.. San Atanasio, (296 – 373) Obispo de Alejandría, presentó una lista de los libros canónicos, la cual fue confirmada por el concilio de Cartago de 397 d.C. Los libros del N.T. se clasifican también por su forma literaria:

  • Evangelios: Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
  • Histórico: Hechos de los Apóstoles.
  • Pedagógicos (Cartas Paulinas): Romanos, 1ª y 2ª a los Corintios, Gálatas, Efesios, y Filipenses, Colosenses, 1ª y 2ª a los Tesalonicenses.
  • Cartas Pastorales: 1ª y 2ª a Timoteo, Tito, Filemón.
  • Carta a los Hebreos (anónima)
  • Cartas Universales: Santiago, 1ª y 2ª de Pedro, 1ª, 2ª y 3ª de Juan, Judas.
  • Profético: Apocalipsis de Sn. Juan.

3.- CONOCIENDO SU DESARROLLO HISTORICO. Las fuentes para realizar las traducciones de la Biblia en la actualidad se apegan a escritos antiguos denominados
Códices:

  • Códice Siniático: un códice (primer libro compilado)de la Biblia griega, perteneciente al siglo cuarto, mismo que se exhibe en el museo Británico desde 1933 cuando fue comprado a la U.R.S.S.
  • Códice Alejandrino: Se ubica su escritura en el siglo V, también en poder del museo Británico. Contiene toda la Biblia griega a excepción de cuarenta hojas que se extraviaron.
  • Códice Vaticano: En poder de la biblioteca del Vaticano en Roma, contenía toda la Biblia, pero se han extraviado algunas porciones, no sabemos con certeza cuáles, en virtud del hermetismo del Vaticano, data de mediados del siglo IV.
  • La Septuaginta: La Versión de los Setenta, LXX, traducción al idioma griego hecha en Alejandría por los años 285 a.C.; según la tradición fue un encargo del Rey Ptolomeo Filadelfo, su uso fue generalizado entre los judíos de la dispersión (diáspora), mismos que utilizaban el idioma griego en forma cotidiana en sus vidas y sinagogas. Las copias existentes de tal escritura se encuentran en el Vaticano, el museo Británico y del Cairo en Egipto.
  • La Vulgata Latina: Traducción al latín realizada por San Jerónimo (Padre de la Iglesia Latina) realizó su trabajo en el siglo IV a partir de textos latinos primitivos, hebreos, arameos y griegos contemporáneos. El nombre de Vulgata le viene de su uso generalizado, del vulgo (latín), no vulgar en la acepción contemporánea. En el Concilio de Trento del año 1545 – 63 la declaró única versión auténtica. Vale la pena considerar el desarrollo de las Sagradas Escrituras en nuestro propio idioma, El Español. 
Las diversas versiones en nuestro idioma, han llevado un largo camino, pero no infructuoso; tenemos una de las traducciones más fieles a los originales y de bellas formas literarias. Conozcamos el camino de nuestra Biblia.

Para su estudio las distinguiremos en tres periodos históricos:

  • el Medieval, 
  • el de la Reforma, y 
  • el Moderno.

Periodo Medieval.
Tenemos versiones castellanas en España a fines del siglo XII y principios del XIII; aunque son sólo fragmentos de tales escritos, se encuentran en poder de la biblioteca del Vaticano y la biblioteca Real de la Casa Real de España. Los principales textos son:

  • La Biblia Alfonsina. Traducción del A.T. tomado del la Vulgata, realizada en el año 1260 por orden el Rey Alfonso X el Sabio.
  • La Biblia de Alba. Versión castellana del año 1430, realizada por el rabino Moisés Arragel, sólo contiene el A.T. pero su pureza de lenguaje es excepcional. Un ejemplar de tal obra se halla en la biblioteca de los Duques de Alba, de donde toma su nombre.
  • Evangelios y Epístolas. Nombre de una versión castellana del año 1450, realizada por Martín A. Lucena; se encuentran fragmentos de la misma en la biblioteca del Vaticano.
  • Los Evangelios Litúrgicos. Juntamente con la versión de “Los Cuatro Evangelios”, realzada por el padre benedictino Juan de Robles por el año 1490, fue utilizada para evangelizar a los musulmanes. Fragmentos de las citadas obras se encuentran en la biblioteca del Vaticano.
  • El Pentateuco. Versión de la Ley traducida al castellano por judíos, realizada en el año 1497; se tomó como base la versión de Los Setenta y algunas copias se encuentra en la biblioteca del Vaticano.

Periodo de la Reforma.
Es un periodo breve pero muy fecundo en el trabajo de traducción en versiones al español.

  • Biblia de Quiroga. Versión católica del año 1527, realizada por el Cardenal Quiroga, incluye únicamente el A.T. y fue realizada sobre la base de la Vulgata Latina. Tres años después tradujo una versión de los cuatro evangelios. Las copias existentes se encuentran en la biblioteca del Vaticano.
  • Los Salmos, Los Evangelios y Las epístolas. Nombre de una versión que apareció en el año 1534, trabajo de Juan de Valdés, el primer reformador español que tradujo las Sagradas Escrituras. Las copias existentes están en poder de las bibliotecas de la Casa Real de España, del Vaticano y Sociedades Bíblicas de España.
  • El Nuevo Testamento de Enzinas. Versión del N.T. al castellano traducid directamente de la versión LXX, trabajo del reformador Francisco de Enzinas en el año 1543. Sólo existen fragmentos de su obra; la Inquisición destruyó la mayor parte de ella y están en poder de la biblioteca del Vaticano.
  • La Biblia de Ferrara. Traducción literal realizada por judíos expulsados a la ciudad de Ferrara en el año 1553, de difícil lectura en castellano por estar plagada de “hebraísmos”; las copias existentes están en poder de la biblioteca del Vaticano y el museo de Tel Aviv.
  • El Nuevo Testamento de Pérez. Revisión de las obras de Juan de Valdés y Francisco de Enzinas, realizada por el reformador Juan Pérez, publicada en el año 1556. Las copias existentes están en poder de la biblioteca del Vaticano, la Real Casa de España, y del museo Británico.
  • Tres Versiones Parciales. En el año 1557se tradujeron las porciones de 1º de Samuel hasta 2º de Reyes, por Samuel Guerea; Job y Lamentaciones por el Conde Bernardino de Rebolledo; Evangelios y Epístolas por Luis de Granada. Las copias están en poder de la biblioteca del Vaticano y la Casa Real de España.
  • La Biblia del Oso. La primera versión completa de la Biblia en idioma español, traducida directamente de manuscritos originales en hebreo y griego por Casiodoro de Reina, publicada en la ciudad de Basilea Suiza el 28 de septiembre de 1569; toma su nombre de “La Biblia del Oso” por la portada que tenía un oso comiendo miel de colmena, representando al creyente y la Palabra de Dios. La primera edición constó de 2600 ejemplares, pero la mayoría de ellos fueron destruidos por la Inquisición. Las copias existentes están en varios museos en todo el mundo.
  • La Biblia de Valera. Publicada en la ciudad de Amsterdam Holanda en el año 1602 por Cipriano de Valera, es una revisión a la versión de Casiodoro de Reina comparando la obra de éste con manuscritos originales del hebreo y griego; por ejemplo, quitó los libros apócrifos de su edición, ubicándolos en una sección aparte. Con justicia hoy en día se conoce como la Versión de Casiodoro de Reina, revisada por Cipriano de Valera..

Periodo Moderno.
A partir del trabajo de Valera, se considera un nuevo periodo, con revisiones subsecuentes a su obra y trabajos diversos de los católicos.

  • Versiones Evangélicas. Trabajos diferentes a los de Reina – Valera. Encontramos en el año 1858 “Las Escrituras del Nuevo Pacto”, hecha por Guillermo Norton. “La Versión Moderna” hecha por H. B. Pratt en cooperación con eruditos americanos y españoles, publicada por la Sociedad Bíblica Americana en 1893. “El Nuevo Testamento Hispanoamericano” publicado por Sociedades Bíblicas Unidas en 1916. “La Versión Crítica del Nuevo Testamento” editada por Pablo Besson en 1919. Estas obras tienen la característica de no usar como base el trabajo de Reina – Valera, sino que son traducciones de manuscritos originales de reciente hallazgo, mismos que no tuvieron en su poder los reformadores españoles del siglo XVI.

En 1966 aparece una versión popular del N.T. “Dios Llega al Hombre”; en 1970 se hace una revisión de este texto terminándose en 1979 la versión completa de la Biblia bajo el nombre “Dios Habla Hoy”. “La Biblia al Día” (Paráfrasis) es editada en 1972.

La Versión de Reina – Valera es revisada en los años 1862, 1909, 1960 actualizándose en su lenguaje en los años 1985 y 1995. La “Nueva Versión Internacional” aparece en el año de 1973 con revisiones en 1978 y 1984 en ingles y su traducción al español se realiza por primera vez en el año1988.

En la actualidad existe una amplia gama de versiones en virtud de las muchas casas editoriales que publican la Biblia. Sin embargo, todas ellas se basan en los textos descritos anteriormente, presentando cada editorial particularidades como comentarios y anotaciones de algunos maestros, ayudas de estudio, como bosquejos temáticos por libros, mapas, concordancias, glosarios o diccionarios, referencias paralelas y otras.

El trabajo de traducción de los manuscritos Sagrados no es un trabajo terminado, sino una latente oportunidad para enriquecer el acerbo cultural de la iglesia; se requiere de exégetas responsables y comprometidos.

4.- CONOCIENDO SU PROPOSITO. Es incuestionable que la Biblia nos ha sido dada por Dios para que le conozcamos, entendiendo Su propósito eterno de:
Crear, permitir la caída, Redimir a través de su Hijo y establecer Su reino en toda su creación.

En primera instancia, la Biblia es una auto revelación del Dios Trino y Uno, donde nos declara quién es El, cómo Es, qué piensa, qué desea, qué siente, cómo actúa, qué hay en su corazón; no es un manual de teología, sino un diálogo abierto, permanente y constante entre el Creador y nosotros, sus criaturas. Es una palabra viva que trasciendetiempo y espacio; son las palabras que el mismo Dios ha querido decir a todos y cada uno de sus hijos; son ciertas, pues son dichas por El. Son sus mandatos y sus consejos para nosotros; son su dirección para que alcancemos Su misericordia.

Tiene como centro la persona y las acciones de Dios mismo, aunque se enfatiza la Obra redentora del Hijo. La unidad entre el A.T. y el N.T. se da en la persona de Jesucristo y su obra. Se dice que es la historia de la participación de Dios en la creación, siendo en primera instancia el Padre el que ejecuta la obra de Crear, después el Hijo desarrolla la obra de redención, teniendo sus momentos culminantes en la crucifixión y resurrección. Por último, es el Espíritu Santo quien obra incansable y calladamente la tarea de llamar, convencer, regenerar y santificar a los creyentes, preparándolos y guardándolos hasta la próxima venida de Jesús. Este es el propósito narrativo en las Sagradas Escrituras.

Es un libro que da dirección para todas las cosas de la vida del hombre; no es un manual de particularidades o un libro de texto de ciencia alguna, pero da dirección al hombre, a la mujer, a la pareja, a los padres, a los hijos, a la familia íntegra, a la sociedad, al gobierno o al estado, da dirección en las relaciones de amistad, hermandad, etc. Da dirección para el trabajo, la educación, las artes, el deporte, el trabajo eclesiástico y todo lo que comprende la vida integral de los hombres.

En forma muy especial da dirección a la humanidad para llegar a reestablecer el vínculo de comunión con su Creador, revelándole que todos los hombres son pecadores imposibilitados por sí mismos para acercarse a Dios; muestra el camino dado por Dios en la persona del Hijo, único mediador entre Dios y su creación. Alienta mediante la obra eficaz del Espíritu Santo el arrepentimiento y la conversión, preparando a los creyentes en su nuevo caminar conforme a la voluntad de Dios para su creación desde sus orígenes. Consuela, instruye, capacita, exhorta, redarguye, reprende, anima y tantas cosas más que sólo la particular experiencia de cada creyente
lo podrá entender.

5.- PREGUNTAS DE REPASO.
a- ¿Cuál ha sido la reacción en tu vida al conocer las Sagradas Escrituras?.
b.- ¿Cuáles fueron tus experiencias con Dios al conocerlo a través de la Biblia?
c.- ¿ Cómo cambio tu vida en ese momento?
d.- ¿Qué sabes acerca de El que antes ignorabas?
e.- ¿Cuánto vale la Biblia?
f.- El tiempo y el espacio ¿limitan a las Escrituras?
g.- ¿Cómo influye la Biblia en la vida de los pueblos?
h.- ¿En qué sentido supera la Biblia a los llamados Clásicos de la Literatura?
i.- ¿Te sirve la Biblia para toda tu vida? ¿Cómo?.
j.- ¿Cuántos libros integran el A.T. y cómo se clasifican actualmente?
k.- ¿Cuántos libros integran el N.T. y cómo se clasifican actualmente?
l.- ¿En qué idiomas fueron escritos el A. y N. T?
ll.- ¿Qué porciones del A.T. se escribieron en arameo?
m.- ¿Qué son los masoretas?
n.- ¿Qué es la LXX (Septuaginta) y la Vulgata Latina?
ñ.- ¿Cómo se refirió Jesús a los libros del A.T.?
o.- ¿Cuáles son los documentos fuentes de donde se han realizado las traducciones?.
p.- ¿Cuándo y cómo se realizó el canon del N.T.?
q.- ¿Cuáles son los periodos en los que se estudian las versiones en español?
r.- Describa las particularidades de la Biblia Reina – Valera

II.- INSPIRACIÓN DE LA BIBLIA
1.- DOCTRINA DE LA INSPIRACION DE LA BIBLIA. La llamada doctrina de la
Inspiración de la Biblia es base y fundamento insustituible del cuerpo de creencias de la
iglesia cristiana, pero no es un invento o creación de la iglesia; es un don de Dios a su
creación, en cumplimiento de su Propósito Eterno; es parte inseparable de la llamada
Revelación de Dios.

Creemos necesario comenzar por la doctrina de la Revelación para llegar en forma
consecuente con la segunda instancia, que es la Inspiración Escritural.

La Revelación de Dios es el proceso constante, permanente y progresivo por el cual Dios
se da a conocer a sus criaturas, dando a conocer cuál es su propósito al crear todas las
cosas, qué es lo que El desea, ordena y procura con sus criaturas, por ejemplo: desde el
momento mismo de la creación, Dios habla con Adán y le indica cuáles son sus funciones
en el Huerto del Edén.

“Fructificad y multiplicaos, llenad la tierra y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” El término Revelación indica que:

Dios se da a conocer poniéndose en contacto con su creación; se da a conocer en cada circunstancia, revelando algún aspecto de su Ser o su propósito, en sus mandamientos El se revela como Dios de orden, de justicia, de disciplina y de seguridad; en Sus consejos se revela como El amante cercano, cuidador incansable, Padre amoroso o Hermano mayor; también como el Consolador y Fiel acompañante. Aún a pesar del pecado, Dios no corto su revelación a sus criaturas. Ciertamente, por el pecado, los hombres estamos imposibilitados para acercarnos a Dios, pero Dios no está imposibilitado para acercase a nosotros,.Se acerco a Noé, Abraham, Isaac, Jacob, José, Moisés, Josué, Gedeón, Débora, Sansón, Elías, Eliseo, David y muchos más. Ciertamente a Dios, el pecado no le impide revelarse a sus criaturas, más aún, por causa del pecado y la lejanía de los pecadores, El toma el primero y único paso suficiente y necesario para volver a establecer relaciones con la humanidad.

REVELACION POR MEDIO DE LA CREACIÓN
También podemos hablar de Dios revelándose a través de las cosas creadas, los cielos, los
mares, la tierra y todo lo que existe. La Biblia dice en Salmo 19: 1. “Los cielos cuentan la
gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos” y, en Romanos 1: 18 – 20
“Porque la ira de Dios se revela contra toda impiedad e injusticia de los hombres que
detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues
Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de El, su eterno poder y deidad se hacen
claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las
cosas hechas, de modo que no tienen excusa.”

Leyendo con atención podemos entender que Dios se dio a conocer a sus criaturas a
través de las cosas hechas, los cielos hablan y cuentan acerca del Dios que los creó, la
tierra dice constantemente que existe un Dios poderoso que le dio origen; mirando las
cosas de la creación podemos escuchar a Dios diciendo: “aquí estoy, Yo hice todo esto,
Yo Soy Dios Todopoderoso”. Es cierto que las cosas hechas no nos dicen como se llama
ese Dios, ni que es Trino, ni que ama o tiene misericordia; es una revelación limitada,
corta o pequeña, pero no por ello menos importante. Así se ha revelado Dios desde el
momento mismo de la creación y hasta nuestros días en todo el tiempo y a todas las
culturas; de ahí que todos los pueblos mirando las cosas creadas, los cielos, el mar, las
aguas la luna o el sol, llegaran a la conclusión de que existe un ser superior a ellos que dio
origen a las cosas y les da unidad (interacción) y destino.

A tal forma de revelación se le ha llamado “La Revelación General”, pues es para todos
los hombres en todos los tiempos y lugares, pero no asegura el hecho de que los hombres
reconozcan al Dios vivo y verdadero por esa revelación. Sin embargo, es la primera y
permanente forma de revelación con la que nos encontramos y que sigue clamando todos
los días que el Todopoderoso es Creador y Sustentador de todas las cosas.

REVELACION ESCRITURAL
Tenemos una segunda forma de revelación divina que es la que nos fue dada por Dios a
través de sus profetas y nos ha llegado en forma de libro. El legado literario denominado
LA BIBLIA es palabra de Dios, revelación acerca de su Ser y su Propósito Eterno; es la
más extensa y completa revelación que tenemos.

En palabras del apóstol San Pedro es:
“La palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una
antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la
mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de
la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por
voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el
Espíritu Santo” 2 Pe. 1: 19-21; 2 Tim. 3: 16

Dada la realidad del pecado y que el hombre en su condición pecaminosa no busca ni se
acerca a Dios y, aún cuando lo intenta termina haciendo religiones falsas, Dios proveyó
una forma de revelación más precisa y amplia para sus criaturas. Por boca de sus santos
profetas dio palabra que fue puesta también por escrito siendo a la fecha lo que
conocemos como Santa Biblia.

La Biblia es la regla única y suficiente para normar y dirigir el corazón y la conducta de
los hijos de Dios; regla de fe y doctrina, estatuto perfecto y justo para el desempeño del
pueblo de Dios. En ella se contiene el consejo divino para encaminar los pasos de grandes
y chicos, hombres y mujeres, de pueblos diversos y épocas diferentes.

La Biblia es como un par de anteojos que nos permite mirar la creación corrigiendo el
desperfecto que el pecado puso en la visión del hombre y permitiéndonos ver al mundo en
función de la gloria de su Creador; con ella miramos la historia y encontramos que todo
tiene sentido en función de la creación, caída, redención y establecimiento del reino
en la persona de Cristo Jesús el Hijo de Dios y redentor del universo.

Con este entendimiento, en el siglo XVI los reformadores clamaron Sola Scriptura, dando
a entender que la Escritura era suficiente para dirigir la vida de los creyentes sin la
rectoría de la Iglesia Católica de Roma. Las iglesias reformadas decían: “ La Biblia para
toda la vida”, enseñando que el mensaje de las Sagradas Escrituras daba dirección a todas
las actividades de la vida. Así mismo, era el libro de formación del hombre desde su
infancia y hasta su vejez.

REVELACION ENCARNADA
Existe una sola Palabra de Dios, no dos o tres; es uno solo el mensaje; no hay dos
discursos. Sin embargo, es dada en tres formas diferentes, complementarias y progresivas.
Jesús es llamado el “verbo de Dios” (Jn. 1:1) del griego logos, también traducido por
palabra. Jesús es la Palabra viva o encarnada, es la forma más excelente de la revelación
y nos fue dada para que conociéramos más exactamente la Voluntad de Dios.

En Hebreos 1: 1-2 nos cita: “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras
en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por
el Hijo, a quien constituyó heredero de todo y por quien así mismo hizo el universo”, de
lo cual entendemos que es en la persona de Jesús que se centran y cumplen las palabras
dichas por Dios por medio de sus profetas en sus palabras escritas y que es en Jesús que
cobramos entendimiento acerca de las cosas de la creación en referencia a su Creador.
Jesús es la Palabra viva, la cual al morar en nosotros vivifica nuestro ser, es él en nuestros
corazones quien nos da certidumbre y paz en nuestras decisiones. La Biblia nos dirige en
consejo pero el hijo nos asienta en lo profundo del corazón. Toda la Escritura nos lleva
como una nana a Cristo y en él se cumple todo el propósito de redención del Padre y del
Espíritu Santo.

Tenemos una clara enseñanza acerca de la revelación de Dios en la creación, en las
Sagradas Escrituras y en el Hijo encarnado; un solo mensaje, un solo propósito divino, un
solo plan eterno. Tal revelación ha sido progresiva y complementaria, no se contradice
sino que se amplía y fortalece a la vez que va siendo aumentada. Ciertamente
encontramos que la Biblia es central en ese plan de revelación pero entendemos que no es
la única vía de la revelación, sino parte integral de la trifactor palabra de Dios.

La revelación y la inspiración se distinguen una de otra en dos aspectos, uno en su objeto:
el objeto de la revelación es comunicar conocimiento y el objeto de la inspiración es
asegurar la infalibilidad en la enseñanza. Y dos: se distinguen en su efecto: el efecto de la
revelación es hacer más sabio a quien la recibe y el efecto de la inspiración es preservar
del error la enseñanza.

La revelación incluye la inspiración, aunque la inspiración no necesariamente aplique
revelación, por ejemplo: el evangelista Lucas no relaciona su evangelio con revelación
alguna sin embargo como palabra de Dios es infalible, o los escritos históricos del A.T. no
aportan a la revelación pero son parte integral de la palabra de Dios.

La doctrina de la inspiración incluye conceptos como la infalibilidad y la inerrancia de las
Sagradas Escrituras, se enseña como una inspiración plenaria y se sustenta sobre la base
de tres conceptos, la propia declaración Biblia acerca de su inspiración ( 2 Tim 3: 16-17)
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente preparado para toda buena obra”, sobre la base de las profecías y su
cumplimiento y sobre la base de los milagros o señales que seguían a los que
proclamaban el evangelio del reino.

Hablando de lo que la profecía nos aporta en el tema, podemos asegurar que el cumplimiento de una profecía establece la intervención divina; algunas de sus características son: que la profecía debe estar lejos del evento profetizado, en lenguaje claro, y por supuesto, que se cumpla. Cristo es el exacto cumplimiento de muchas profecías antiguo testamentarias; su nacimiento, su obra, sus sufrimientos, su muerte y resurrección cumplen exactamente lo dicho por los profetas de Dios acerca del Mesías.

Tal exactitud sobre la base de la ley de probabilidades solo nos deja en claro que Dios y sólo Dios podía haber predicho tales acontecimientos tan perfectamente. (Texto: La Ciencia Habla).

Otra clara muestra de que la inspiración de la revelación es divina está en la existencia de
acciones que sobrepasan toda lógica y leyes que conocemos; son claras muestras de la
intervención divina por encima de la naturaleza que El creo y solo explicables por medio
de su auto revelación, como Moisés ante Faraón, o con el pueblo en el desierto; como
Jesús al hablar y sanar o liberar, o como las señales que seguían a los apóstoles en su
proclamación. Tales evidencias sólo encuentran una lógica respuesta en la aceptación del
hecho de que Dios respalda su palabra con su potencia.

Mención especial merece la exégesis al termino griego Teopneustos compuesto de las
palabras Theos = Dios y pneo= aliento, traducido por “soplado por Dios”, que en
nuestras traducciones se escribe como inspirado por Dios, y en Job 32: 8 como “el soplo
del Omnipotente le hace que entienda”; éste término es ampliamente estudiado para
sustentar la doctrina de la inspiración.

Podemos asegurar que Dios guió, dirigió y supervisó a sus santos para que hablaran y
escribieran acerca de El y su voluntad sin cometer errores.

Existen varias teorías de cómo realizaron ese trabajo los escritores bíblicos; como
recibieron esa inspiración, mismas que a continuación detallaremos:


  1. Teoría de la Inspiración Plenaria: Los autores estuvieron bajo la superintendencia del Espíritu Santo y de El recibían la revelación, por lo cual los escritos originales eran sin error e infalibles.
  2. Teoría de la Inspiración Verbal: también llamada de Dictado o mecánica, según la cual el hombre no es más que la pluma o la máquina que Dios utilizó, y escribió lo que Dios dictaba, por lo cual nada de las características de los autores fue plasmado en los escritos; solo escribieron letra por letra, sílaba por sílaba, palabra por palabra lo que el Espíritu Santo les decía.
  3. Teoría de la Inspiración Parcial: según la cual la Biblia posee la revelación de Dios pero no es Palabra de Dios, y que juntamente en ese texto hay verdades de Dios y palabras con errores de los hombres.
  4. Teoría de la Intuición: Dice que los escritores de la Biblia tuvieron una intuición especial de parte de Dios acerca del tema; su trabajo es algo sobrenatural como los escritos de los grandes clásicos de la literatura universal. En una forma más modernista aún se niega la participación divina en esa inspiración y se habla de hombre hipersensibles a las cosas espirituales y quienes con ese don escribieron los textos sagrados.
  5. Teoría de la Iluminación: Según esa enseñanza, todos los cristianos son iluminados por Dios, pero los escritores del texto sagrado lo fueron un poco más; nada especial, sólo un poco más iluminados, lo que escribieron no es palabra de Dios pero si revela parte del propósito divino para la creación.
  6. Teoría Dinámica: Según la cual no solo los escritores fueron inspirados sino también los textos lo son: existe una dualidad donde Dios da el conocimiento revelado y los hombres aportan sus dones o dotes literarios. El problema es suponer la necesidad del hombre en tal trabajo dando por sentado la incapacidad de Dios de auto revelarse si los hombres no lo ayudan o auxilian.

Es pues la doctrina de la Inspiración fuente inagotable de certidumbre para el creyente y
sustento para todo el cuerpo de doctrinas que rigen la vida de la iglesia hasta su total
redención.

2.- EL CANON. La historia del Canon estudia el cómo los diversos libros de la Biblia
conforman el texto contemporáneo, reconociéndolos como libros sagrados. Es posible
citar que antes del exilio del pueblo israelita, ya existía un cuerpo extenso de literatura
sagrada.

Aunque esta revelación escrita no llegó a tener una forma fija hasta la última parte
del siglo II a.C. Sin embargo, desde su comienzo fue tenida por la voluntad revelada de
Dios y por lo tanto con carácter de regidora de la vida del pueblo.

Entre las consideraciones básicas del tema debe citarse que la palabra Canon es un
vocablo griego Kanon que se refiere a un instrumento para medir (una caña) de donde
proviene su carácter semántico de regla de acción o parámetro de medición.

La iglesia neotestamentaria la utilizó con referencia a los credos y hasta el siglo cuarto se aplico a la Biblia, tanto para decir cuáles libros eran reconocidos como inspirados, como para referirse a la totalidad de los mismos. Algunos de los criterios utilizados en el proceso canónico fueron:


  • Muchos de los libros del A.T. son citados como Palabra de Dios, como dados por el Espíritu Santo; Cristo y sus apóstoles se refieren a los escritos sagrados de los judíos como Palabra de Dios; son libros cuyo mensaje es uno y cuya interacción gira alrededor del Trino Dios y su propósito redentor. No hay en ellos contradicción alguna.


  1. Evidencias canónicas del A.T. La Ley en el Antiguo Testamento contiene varias referencias a sí misma como autoritativas (Jo. 1: 7-8; 23: 6; 1 Re. 2: 3; 2 Re. 14: 6; 21: 8; 23: 35; Es. 6: 18; Neh. 13: 1; Dn. 9: 11; ;al. 4: 4), siendo que tales referencias le dan validez a la naturaleza inspirada de los escritos veterotestamentarios.
  2. Los profetas aseguraron que hablaban palabra de Dios y sus profecías también tienen carácter autoritativo. Compárese Josué 6: 26 con 1 Reyes 16:34; Josué 24: 29-33; comparar con Jueces 2: 8-9; 2 Crónicas 36: 22-23 comparar con Esdras 1: 1-4; y por último, comparar Daniel 9:2 con Jeremías 25: 11-12.
  3. El libro de Malaquías en su capítulo 4 verso 5 nos indica que el testimonio profético termina con ese profeta y no comenzará hasta la llegada del nuevo profeta Elías, lo cual se cumplió con la llegada de Juan el Bautista Mt. 17: 11-12.

El pueblo israelita guardo celosamente los escritos que le fueron dados y legados por
generaciones. En los tiempos de Esdras se contaba con La Ley que comprendía los cinco
libros de Moisés; algunos eruditos creen que también el libro de Josué formaba parte de
tales escritos. Por aquella misma época, antes de que se realizase completamente la
separación de los pueblos judío y samaritano, Jesús Ben Sirach da testimonio de la
composición de los profetas menores en un grupo de 12.

En el año 132 a.C. se afirma la existencia de la triple división de las Escrituras como La
Ley, los Profetas y los otros escritos análogos; para entonces se contaba ya con la versión
griega de las sagradas Escrituras (LXX septuaginta). Las evidencias para el canon del
Antiguo Testamento en el Nuevo Testamento.

En el nuevo testamento hay unas doscientas cincuenta referencias a los libros del antiguo
testamento; ninguna hace referencia a los libros apócrifos.

  1. Todos los libros del antiguo testamento son mencionados, a excepción de Ester, Eclesiastés y Cantar de los Cantares.
  2. Jesús reconoció la autoridad de los libros del antiguo testamento ( La Ley y los profetas) al citar que no venía a abrogarlos sino a cumplirlos y nada sería quitado de ellas hasta que todo lo escrito se cumpliese Mt. 5: 17
  3. También Jesús reconoció la autoridad de los libros del antiguo testamento al condenar a los líderes del pueblo judío por matar a los mensajeros de Dios; los acuso de ser culpables de la sangre de Abel y hasta la sangre de Zacarías. En el arreglo de los libros de los judíos el libro de 2 Crónicas era el que estaba puesto en el último lugar (como en nuestras Biblias Malaquías es el último libro del antiguo testamento). Jesús no cito ninguna referencia a los libros apócrifos, seguramente porque no les reconocía autoridad alguna.

El Canon del Nuevo Testamento.
Como pruebas de la canonicidad se cita el respaldo de un apóstol al escrito, es decir
deberían ser escritos o respaldados por apóstoles. Se dice que el Apóstol San Pedro
respaldó el evangelio de Marcos y San Pablo respaldó los escritos de Lucas.
También se usó como criterio la aceptación generalizada de los escritos en las iglesias
cristianas existentes. Ningún escrito que haya sido ampliamente cuestionado llegó a ser
considerado como canónico.

Para reconocer que los libros eran inspirados se les buscaba singularidades como: la
mención explícita de ser palabra de Dios (Col. 4: 16; 1Tes. 4: 15). También cuando se
describía a otros escritos del mismo periodo como Las Escrituras, se seguía el modelo
judío que utilizaba el término Las Escrituras y/o Los Escritos; ejemplo de esto lo hallamos
en 1 Tim 5: 18, donde la cita de Dt 25: 4 se asocia con la de Lucas 10: 7 y a ambas se les
llama Las Escrituras. Otro ejemplo está en 2 Pe. 3: 16, donde Pedro llama Escrituras a los
escritos de Pablo.

A partir del año 70 y aproximadamente hasta el año 170 encontramos en los escritos de
los llamados Padres de la Iglesia, referencias a los escritos que integran el nuevo
testamento. De los años 170 y hasta el año 397 encontramos varias obras procurando
establecer cuáles eran los escritos considerados sagrados y por qué. En el año 397 en la
ciudad de Cartago se lleva a cabo un concilio donde se aceptan generalmente, se establece
con claridad la cantidad de veintisiete libros y cuáles, mismos que integran el canon del
nuevo testamento.

3.- PREGUNTAS DE REPASO
a.- ¿Qué es la revelación de Dios, la cual da a conocer a sus criaturas?
b .-¿Qué es lo que Dios da a conocer de sí mismo en esa revelación?
c.- ¿Será el pecado un obstáculo que no le permita a Dios revelarse?
d.- ¿Qué significa que Dios se revela en la Creación?
e.- La revelación en la Creación ¿es algo completo o perfecto?
f.- La revelación escrita significa que ¿ todos los libros son de Dios?
g.- ¿Por qué decimos que la Biblia es la regla de fe de nuestras vidas?
h- ¿por qué decimos que la Biblia es como unos anteojos?
i.- ¿Por qué Jesús es la revelación más perfecta de Dios?
j.- ¿A qué llamas la trifactor revelación de Dios?
k.- ¿En qué se distinguen la revelación y la inspiración?
l.- ¿Qué significan las palabras inerrable e infalible?
Ll- Cita por lo menos tres de la teorías de la inspiración divina de la Biblia.
m- ¿Qué significa el término canon y como se aplica a las Escrituras?
n.- Cita tres aspectos que sirvieron para elaborar el canon del A.T.
ñ.- ¿Por qué año se contaba con un canon completo y terminado del A.T.?
o.- ¿Qué bases hay en el N.T. para el canon del A.T.?
p.- ¿Qué criterios se utilizaron para decir que libros formaron el canon del N.T.
q.- ¿En qué año y concilio se aceptó y decretó el canon del N.T.?
r.- Tu, ¿por qué dices que la Biblia es Palabra de Dios?

III.- METODOS DE INTERPRETACION
1.- EL PAN NUESTRO DE CADA DIA.
La pregunta parece un tanto cuanto absurda, pues todos los creyentes podrían responder
en forma inmediata tantas cosas y todas ellas verdaderas pero, ¿por qué la iglesia de
Jesucristo vive como si no conociera a su Dios?.

Los temores, las angustias, las depresiones y constantes caídas en el pecado son prueba irrefutable de que el pueblo elegido por Dios aún está lejos de cumplir con la madurez que Dios le pide.

Ciertamente todos los pastores cristianos, en todas y cada una de las iglesias cristiano
evangélicas y en los hogares de los creyentes en Jesucristo, insisten en la lectura diaria de
las Sagradas Escrituras, citando que la relevancia de tal hecho es de trascendencia a las
cosas espirituales.

Se nos motiva a leer para poder compartir las buenas noticias de Salvación en Cristo Jesús, se nos motiva a leer para ser guardados del mal y aún para poder hacer frente al enemigo; se nos insta a leer para crecer en la fe, madurar y participar activamente en un ministerio en la iglesia y aún se nos motiva para poder dar respuestas a todos los inconversos que demandan razón de la fe que hay en nosotros; para disertar con la verdad en esferas tales como educación, sociedad, política; para neutralizar las falsedades de las sectas pseudo-bíblicas contemporáneas; pero mucho falta recordarle a cada creyente que la primera y más importante razón de la lectura bíblica radica en el
hecho de que:

  • Es la constante y permanente Palabra de Dios para cada uno; 
  • es la forma más perfecta y exacta en la que Dios se da a conocer a cada persona; 
  • es parte del diálogo que el ser humano comienza con su oración al Todopoderoso; 
  • es la respuesta de Dios a todas y cada una de nuestras interrogantes; 
  • es la declaración de amor del Bondadoso Dios o del novio a la novia; 
  • es la descripción más exacta que Dios haya dado acerca de Sí mismo. Es por lo tanto, nuestra fuente de conocimiento de Dios.

En éste momento me llega al corazón otra pregunta, como el diácono y evangelista Felipe
le preguntaría al Etiope ¿entiendes lo que lees? (Hch. 8: 30), no será que todo éste
problema de divisiones y descalificaciones se sustenta en diferentes entendimientos de las
Sagradas Escrituras, y estoy seguro que así es, todo se reduce a diferentes formas de
interpretar el mismo texto.

¿Por qué la Escritura es importante?
Ciertamente Dios se reveló a través de la creación “los cielos cuentan la gloria de Dios” y, “las cosas invisibles de Dios, su eterno poder y Deidad se hacen claramente visibles a través de las cosas hechas”, pero es necesario reconocer la fragilidad de la mente del hombre, que con mucha facilidad olvida lo que ha visto y aún lo que ha experimentado.


  • Recordemos al pueblo de Israel saliendo de la tierra de Egipto en forma por demás espectacular después de las plagas de Dios contra ese reino, 
  • la apertura del Mar Rojo, 
  • la provisión de Dios en el desierto, 
  • Su manifestación continua de noche y de día, 
  • Su cuidado y Su Ley dada a través de su siervo Moisés; 
pero el pueblo olvidó y dudó, se quejó y aún se hizo un ídolo para adorarlo como Dios. Así
somos los hombres; fáciles de olvidar y nuestros pies prestos para apartarnos de Dios, no
obstante nuestra conversión y relación con el Trino Dios.

De ahí la importancia de que Dios dejase su Palabra por escrito, para que fuese constantemente leída y atendida por cada uno de sus hijos; un registro gráfico veraz, que encause los caminos de su pueblo y sirva de medida para que ninguno se extravíe.

El apóstol Sn. Pablo entendió claramente esta propuesta por lo cual escribió: “Toda la
escritura es inspirada por Dios, y es útil para enseñar, para redargüir, para corregir y
para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra” (2 Tim. 3:16).

Juan Calvino, Teólogo del siglo XVI escribió: “ La Biblia para toda la vida” y su frase
dirigió el quehacer de las naciones europeas de su tiempo. La Biblia era el libro de
instrucción desde el nacimiento y hasta la muerte; con ese libro los infantes eran
instruidos en casa, enseñándoseles, para qué los había formado Dios; con ese libro
aprendieron a leer, y a entender el mundo, su comunidad y país; con ese libro aprendieron
cómo se desenvuelve la familia y el rol de cada integrante de la misma.

Con la Biblia aprendieron a desarrollar sus oficios o profesiones y aún llegaron a dirigir sus naciones.

La Biblia para toda la vida, sigue siendo una enseñanza vigente para ti; desde tu
nacimiento y hasta tu muerte en todo lo que piense, sientas, digas o hagas, la Biblia es tu
parámetro de vida, y en todas tus acciones, en la familia, tu comunidad, la escuela, el
trabajo, el deporte, todo, la Biblia es la divina instrucción.

Pero la lectura bíblica no es una actividad que por ser individual sea de interpretación
personal; como todo texto se sujeta a las reglas generalmente aceptadas para la correcta
interpretación del mismo. Por ignorancia a esas normas, muchos han fallado y aún se han
desviado al leer las Sagradas escrituras; por eso es importante que en la lectura
individual como en la colectiva en la congregación, conociendo esas normas generales,
leamos con sabiduría y obtengamos conocimiento, verdadero conocimiento de Dios y Su
Voluntad.

Hoy, es compromiso y responsabilidad de los ministros del evangelio, no solo compartir
el mensaje del Evangelio de Jesucristo, sino como Esdras y los levitas, “hacer entender al
pueblo, leerles la palabra de Dios y dar sentido a ese mensaje” (Neh. 8: 7-9). Desde la
reforma del siglo XVI se ha buscado que cada creyente lea, entienda y practique el
mensaje de la Palabra de Dios, en base a la creencia del “sacerdocio Universal” de todos
los creyentes, en la iglesia romana, por causa del mal entendido “magisterium de la
ecclessia” (solo los cleros pueden leer, entender y enseñar correctamente la Biblia) se ha
prohibido la lectura de la Biblia a toda la iglesia, salvo en las últimas décadas, posterior al
concilio Vaticano II.

Lo triste es que casi cinco siglos después, los creyentes de Jesucristo, aún con la libertad de leer la Biblia, aún sigan dependiendo de lo que sus pastores les dicen y enseñan. ¡Basta Ya! Es tu privilegio acercarte a Dios y escucharlo, conocerlo personalmente y para ello El te ha dado Su Palabra, desde la cual te enseña, dirige, corrige, exhorta y anima para que tu vida sea conforme a Su propósito y seas una mujer o un pombre conforme a su corazón.

2.- ¿QUÉ ES HERMENEUTICA? La hermenéutica es la materia que se apresta al
estudio y comprensión de cualquier texto; su aceptación es general en todas las culturas,
pues sus principios son aplicables para la correcta comprensión de cualquier texto, sin
importar el idioma en el que fue escrito, la cultura del escritor o de los lectores y en fin,
todos los aspectos que se toman en cuenta para comprender correctamente un texto
literario.

La palabra hermenéutica es una transliteración del vocablo HERMENEUTIKE, el cual
deriva del verbo griego HERMENEUO que significa interpretar, y se dice que es la
ciencia (herramienta) que nos enseña los principios, métodos y reglas de la correcta
interpretación de cualquier texto literario.

Algunas de las ciencias auxiliares de la Hermenéutica son: la glosología, estudio de
diversas lenguas; la lingüística, estudio situacional de ortografía; sintaxis, semántica de
los idiomas; la paleografía, estudio de textos antiguos; la filología se dedica a la
fechación, verificación, colación y fijación de textos históricos y, la exégesis, que da la
interpretación a partir del texto.

Ciertamente contamos con una materia especial dentro del estudio Bíblico a la cual se le
ha denominado Hermenéutica Sacra o Bíblica, y que sin duda alguna aporta
características propias para la interpretación del texto Sagrado.

Entre las aportaciones particulares de la “Hermenéutica Sacra” retomaremos algo de lo
dicho en lecciones anteriores. La inspiración de la Biblia es sostenida en forma absoluta,
“los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”,
según lo escribió Sn. Pedro apóstol, de lo que se desprende que tanto los que hablaron
como los que escribieron fueron guiados por el Espíritu de Dios.

La Biblia declara que es Palabra de Dios, con ese énfasis y autoridad, que las palabras ahí escritas son de Dios, dadas y respaldadas por El; podemos observar que aunque son diferentes los libros que integran la Biblia, fueron más de cuarenta autores en un lapso de tiempo de más de dos
mil años.

La Biblia es una unidad orgánica, con un mensaje y un solo propósito, versando
toda ella alrededor del motivo CREACIÓN, CAIDA, REDENCION Y REINO, mensaje
centrado en la persona y la obra del Mesías, Jesucristo. Unidad y diversidad son
características que el Texto sagrado aporta; diversidad en formas, ilustraciones, pero no
de fondo, pues, se da unidad de espíritu en las escrituras.

Una aportación importante que cita la Hermenéutica Sacra es su división en dos grandes
segmentos; el primero se refiere a: la hermenéutica bíblica general, que incluye todas
aquellas reglas que tienen aplicación a todo el texto bíblico y, el segundo segmento, la
hermenéutica bíblica especial, que se refiere a la reglas y consideraciones necesarias para
interpretar categorías especiales de literatura, como pueden ser la poesía, lenguaje
figurado, profecía, o las muchas y diversas formas de dicción.

Pero por ahora quisiéramos hacer de tu conocimiento lo que llamamos Métodos de
Interpretación Bíblica.

3.- SISTEMAS DEL PROCESO HERMENEUTICO.- En la historia de la iglesia
cristiana y del pensamiento cristiano se ha dado cabida a diversos sistemas para
interpretar el Texto Sagrado; no siempre fueron los mejores sistemas, ni necesariamente
fueron progresando, más bien, eran respuestas a las vicisitudes que la iglesia enfrentó en
lugares y momento diversos.

En forma general se acepta que el texto debe ser leído y entendido en forma literal, es
decir en la primera y más sencilla forma de las palabras y el texto en integridad, no
forzando ni buscando entre renglones cuestiones “profundas o razones escondidas”; se
acepta que lo escrito es lo que se quiso decir en forma inmediata, dicho de otra forma,
Dios escribió exactamente lo que quiso decir y no escribió lo que no quiso decir. Dt. 29:
29.

Citaremos algunos de los diferentes sistemas de interpretación para su conocimiento:

  1. Hermenéutica Alegórica: es una representación simbólica, se acude a ella cuando el sentido literal no expresa una idea coherente; cuando las palabras no tienen un sentido razonable se acepta que puede existir un sentido alegórico o simbólico. El riesgo de tal sistema estriba en que llevado al extremo hará de las Sagradas Escrituras un texto de ficción en virtud de no existir reglas ni limitaciones a esta forma de interpretar; cualquiera puede tomar un texto y citar que cada palabra tiene un sentido profundo o escondido y enseñar cualquier cosa pretextando que la Biblia lo dice. Un uso común de este sistema se da en la escatología, y sus consecuencias están enfrente de nosotros: una amplia presentación de textos diciendo cosas tan contrarias una de otra que su fruto es más confusión que edificación. No es un sistema nuevo. Orígenes, Padre de la Iglesia lo utilizó para contrarrestar las enseñanzas de gnósticos y platonistas dentro de la iglesia antigua.
  2. Hermenéutica Mística: Este sistema nos presenta una forma de interpretar donde se hace uso de símbolos multiformes, de códigos secretos o llaves casi mágicas para comprender la Biblia; según tal forma de interpretación sólo los elegidos o iluminados pueden conocer tales códigos, reconocer los símbolos, o poseer las llaves que les darán acceso a los conocimientos que están vedados para todos los demás. El supuesto es que el texto Sagrado tiene profundidad que las mentes normales o racionales no pueden adquirir. Como ya citamos, solo el grupo élite posee tal conocimiento verdadero. Este método ha sido ampliamente utilizado por sectas y algunos cristianos, pues, parte de sus resultados son, que los feligreses de esos maestros siempre estarán en la necesidad de que su “guru” les de luz. la manipulación es exagerada y las vidas de las gentes dependen del maestro.
  3. Hermenéutica Liberal. Dos expresiones toman forma con este nombre. La primera cita que no existe regla alguna para leer el texto divino, que cada hombre en su personal lectura será llevado por el Espíritu a comprender lo que Dios quiera, que las reglas son de los hombres y no de Dios y que por lo tanto no debemos apegarnos a ninguna norma. La segunda forma de este sistema cita que debemos buscar nuevas reglas o criterios de interpretación en forma constante; que lo que hasta ahora existe no necesariamente es todo lo que se puede decir al respecto, es decir, que lo que ahora es una regla de interpretación bíblica no es algo terminado o absoluto, que puede ser que sirva para el aquí y ahora, pero puede ser modificado o más aún, sustituido por otro grupo de reglas que se adapten al momento.
  4. Hermenéutica Literal : Se dice del sistema que procura una interpretación a partir del significado primario de las palabras, del tema que se está tratando. Es insustituible el significado de las palabras, se entiende que es un mensaje comunicado en forma objetiva y de fácil comprensión, no se rebuscan sentidos ni se fuerzan interpretaciones. El problema, es que no todo el texto sagrado está escrito en forma literal, pues se enriquece de diversa formas de lenguaje figurado y literario.
  5. Hermenéutica Gramatical: se entiende del trabajo que se efectúa a partir del lenguaje original, el conocer la etimología de cada palabra, el uso y cambio gradual de las mismas ( como van cambiando en su sentido semántico), su uso común o local, de acuerdo al lugar geográfico y cultural en el que se dan, su Usus Loquendi, es decir, en el texto en el que se encuentra, qué significa, las formas de sintaxis, semántica, etc.
  6. Hermenéutica Cultural o Histórica: es el sistema que considera las variables del momento histórico, el lugar, la cultura, quién es el autor, a quién le escribe, en qué contexto situacional, o causales del escrito, variables culturales como relaciones sociales, de economía, familiares, educativas políticas, religiosas etc. Tal sistema es necesario en virtud de que las misma palabras o las que se utilizaron para traducir el texto de su idioma natural al nuestro, no necesariamente representan las mismas ideas o conceptos, las realidades de la gente de campo, de los pobres, de los analfabetas, de los antiguos son diametralmente diferentes a la realidad de los citadinos, los ricos, los académicos.

La importancia de la correcta interpretación Bíblica es tal, que la edificación del cuerpo
de Cristo depende de dicha acción. Ser edificado sobre una estructura verdadera,
coherente, da firmeza y sentido a la existencia individual y colectiva de los creyentes; por
el contrario, un poco de levadura leuda toda la masa. Con un poco de mentira o falsedad
puede construirse en forma incorrecta, siendo el riesgo, que no se cumpla la voluntad de
Dios y como consecuencia, se tenga una pérdida total y la ruina.

4.- PREGUNTAS DE REPASO
a.- ¿Por qué es importante leer la Biblia en forma diaria?
b.- ¿En qué estriba la importancia de la Biblia?
c.- ¿Cómo enseñó pablo la importancia de la Biblia?
d.- ¿Qué significa la frase “La Biblia para toda la vida”?
e.- ¿Qué es la hermenéutica?
f.- ¿Qué es H. Alegórica?
g.- ¿Qué es H. Liberal?
h.- ¿Qué es H. Gramatical?
i.- ¿Qué es H. Cultural o Histórica”
j.- ¿Qué aportaciones da la H. Sacra?

IV.- REGLAS DEL PROCESO HERMENEUTICO
La hermenéutica es como una caja de herramientas, donde la variedad de las herramientas
nos facilitará el trabajo a realizar; sin embargo no todas las herramientas se utilizan en
todos y para todos los trabajos. Así las reglas de la hermenéutica no son de forzosa
aplicación en todos los textos; tu pericia como intérprete será la que te indique qué regla o
herramienta será utilizada en cada texto a estudiar e interpretar.

Algunos textos son comprensibles en forma inmediata en su primera lectura, pues son de
fácil asimilación, pero otros requerirán de ser evaluados como un todo y atendidos con las
herramientas que sean requeridas.

Antes de entrar de lleno al estudio de la hermenéutica , debemos tomar en
cuenta algunos principios básicos de manera que tengamos éxito en nuestro
estudio bíblico.


  • Primeramente, el estudio debe ser personal. Esto es, un estudio que te lleve a un encuentro entre Dios y tú por medio de Su Palabra. 
  • En segunda instancia, y aunque parece obvio, el estudio debe ser práctico. Es decir, un ejercicio donde tu desarrolles en forma práctica tus habilidades metodológicas de estudio, no solo tomando lo que otros dicen sobre el tema o texto, para ello son necesarios La Biblia; la cual leerás con los ojos (físicos y espirituales), un lápiz o pluma, un cuaderno o tu computadora, son indispensable para plasmar y hacer permanentes las verdades que descubras, tus notas te ayudarán a una mayor comprensión y memorización, una caja de colores, te servirá para comenzar a clasificar mediante código de colores los temas que vayas descubriendo. 
  • Así mismo, es importante considerar en éste sentido práctico cuestiones como el lugar donde estudies, la postura (preferentemente cómodo, pero no tanto que termines dormido), la iluminación y ventilación, y si escuchas música, que no sea una distracción, destinar el tiempo n ecesario para alcanzar el objetivo del estudio y tratar en lo posible de no tener distracciones(música, celulares, televisiones, etc.)

El o los métodos en el estudio bíblico son indispensables, por eso más
adelante te enseñaremos algunos para que saques el mayor provecho de tu
estudio Bíblico. Que t risteza darnos cuenta que hacemos gran parte de
nuestro estudio bíblico en forma pobre y superficial por falta de conocimiento
de métodos de estudio eficaces.

Pero, ¿y qué es un método? de la raíz griega "méthodos" que literalmente
quiere decir "vía o senda de transito” tenemos que un método de estudio
sencillamente es una indicación del camino a tomar para llegar al descubrimiento
de las riquezas bíblicas. El método es un medio no el fin en sí mismo; lo
utili zamos para conseguir el fin “adquirir conocimiento”. El método nos
facilita la comprensión del texto, del mensaje del autor, de la enseñanza
transmitida, llevándonos paso a paso hasta recibir la iluminación del Espíritu
de Dios a su palabra.

A continuación conocerás los seis principios o reglas básicas de la interpretación
(HERMENEUTICA), su aceptación es general entre los que estudian y enseñan ésta
materia, por eso son fundamento de todo la Hermenéutica.:

  1. Regla Esencial o Básica: La Biblia explicada por la Biblia misma, dicho de otra forma, la Biblia es su propia interprete. En forma sencilla diremos que todo estudiante de la Biblia debe comenzar su trabajo de interpretar conociendo las Sagradas Escrituras en forma total, y cuando alguna porción del texto se le dificulte, antes de consultar con cualquier fuente o ayuda externa deberá recurrir al mismo texto en integridad y procurar su comprensión a partir de lo que la misma Biblia dice al respecto. Gran error es que cuando tenemos una dificultad para entender algún texto o idea bíblica inmediatamente recurrimos a lo que “los expertos dicen”; eso no es malo, pero estaremos entendiendo lo que los expertos entendieron y enseñaron, pero no necesariamente lo que el texto indica por sí mismo. Otro error es sacar de contexto un texto o, ignorar lo que otros textos paralelos citan al respecto, negando las características culturales, de idioma o momento histórico.
  2. Es necesario en forma primaria tomar las palabras en su sentido usual y ordinario, dado que la Biblia fue dada para el pueblo, recordemos que el N.T. fue escrito en griego Koine, el lenguaje del pueblo común y corriente, no el lenguaje de los filósofos. Es de suponerse que las palabras escritas fueran sencillas y su interpretación sencilla y clara también; el sentido literal es la primera regla para entender una palabra; aunque no siempre es así, pues en ocasiones se utilizan figuras retóricas; El común de la interpretación es: primero el sentido literal.
  3. Es necesario tomar las palabras en el sentido que indica la frase en la que se encuentra. Las palabras aisladas pueden ser entendidas literal o figuradamente; pueden ser analizadas etimológicamente, pero no deben ser sacadas del contexto de la frase en la que se encuentran. Su sentido inmediato depende de la intención o dirección de la frase a la que pertenecen; al sacarla de su inmediato contexto se corre el riesgo de forzar su interpretación y desvirtuar el sentido integro de la frase.
  4. Es imprescindible tomar las palabras y las frases en el sentido que indica el contexto, es decir, los versículos que anteceden y los que siguen después del texto que se estudia. Se dice que un texto fuera de contexto, es sólo un pretexto, y mucho de cierto hay en esto, pues la forma más común para desvirtuar un mensaje es sacar una frase o una porción del texto e interpretarla por sí misma; de esta forma no se toma en cuenta de qué esta hablando el autor, qué tema está tocando y hacia dónde se dirige o en qué concluye.
  5. Como una ampliación a lo anteriormente presentado, citaremos que de ser necesario debe tomarse en cuenta el texto en integridad, es decir, no sólo los versos que anteceden y los que continúan en forma posterior, sino más aún, de ser necesario debe tomarse en cuenta la integridad del texto. Que se lea todo el libro; recordemos que un libro tiene cohesión, unidad, que trata uno o varios temas pero lo hace en forma íntegra; del principio al fin existe un propósito, un tema, una intención. No considerar tal intención del autor, nos lleva nuevamente al riesgo de poner palabras o ideas diferentes a las señaladas por al autor y tergiversar la intención o dirección del escrito. Tal situación es común en los grupos religiosos de carácter sectario, que mal interpretan y llevan a sus congregaciones a polarizaciones o radicalizaciones de ideas y formas.
  6. Siendo que entendemos que la Biblia es un libro en sí mismo, con coherencia, unidad, dirección y una intención, aunque sea integrado por un total de 66 libros, podemos acudir al total del texto para comprender alguna porción que se nos dificulte entender; a tal herramienta la llamamos Pasajes Paralelos e Ideas Paralelas. Se procura comparar lo citado en un pasaje dado, con lo dicho en otro pasaje que esté tocando el mismo tema; la diferencia de perspectivas nos dará sin duda alguna una más amplia visión del concepto y por lo tanto una mayor comprensión, pero también tal parámetro se puede utilizar no solo en pasajes paralelos, sino que también se aplica a ideas que puedan ser semejantes, donde podremos consultar diversos planteamiento sobre el mismo concepto, siendo una herramienta por demás útil para una mejor comprensión del texto.

En las reglas anteriormente descritas encontrarás las mejores herramientas para la
interpretación general del Texto Sagrado, pero aún se requiere de aplicar herramientas
específicas de interpretación como son las figuras retóricas o de dicción.

La Hermenéutica existencial, también conocida como “método histórico-crítico” plantea
que su función es la de interrogar a la ciencia histórica y literaria sobre la formación del
texto: mostrar su origen, la historia de su composición, descubrir las fuentes subyacentes,
el sentido que tenía en su medio de origen, las circunstancias en que surgió. Comprender
el texto era llegar a su origen a través del tiempo, y en el origen se podía saber qué sentido
tuvo el texto para los lectores originales. Eran métodos genéticos, que reconstituían
hechos históricos y literarios.

1.- PRINCIPIOS DE INTERPRETACIÓN GRAMATICAL.
A ésta parte de la hermenéutica se le atribuye la investigación del texto en su lengua
original, la lengua del remitente y los destinatarios, para lo que se apoya en materias
como lingüística, paleografía, filología, etc.
                 
La Exégesis a veces es tomada como un sinónimo de hermenéutica. Le
denominamos Exégesis (del griego ἐξηγεῖoθαι- exegetothai 'guiar hacia afuera')
este concepto involucra una interpretación crítica y completa de un texto,
especialmente de las Sagradas Escrituras. Un exégeta es un individuo que practica
esta ciencia, y la forma adjetivo es exegético.

La palabra 'exégeses significa "extrae el significado de" un texto dado. La exégesis
suele ser contrastada con la eiségesis, que significa insertar las interpretaciones
personales en un texto dado. En general, exégesis presume un intento de ver el
texto objetivamente, es decir del texto hacia fuera, mientras que eiségesis implica
una visión subjetiva de afuera hacia adentro.

La exégesis tradicional requiere lo siguiente: análisis de palabras significativas en
el texto, en el marco de traducción; examen del contexto general histórico y
cultural, confirmación de los límites de un pasaje, y finalmente, examen del
contexto dentro del texto.

Exégesis Bíblica: esta comprende un cuidadoso estudio de los términos que
forman un pasaje bíblico, buscando el significado original, especialmente la
connotación que tuvo para el escritor que usó una palabra o frase determinada con
un propósito determinado, como también el que percibieron aquellos que fueron los
primeros lectores de los textos sagrados. Esta herramienta busca el significado
“original” no el que evolucionó con el correr de los años y siglos, porque los
muchos siglos también trajeron muchas interpretaciones, si nos dejamos llevar por
las interpretaciones de los años y siglos posteriores a un escrito bíblico ya no
estamos haciendo exégesis bíblica, sino interpretación, no estamos buscando cuál
fue el pensamiento y la idea que estaba en la mente del escritor original, lo que el
Espíritu Santo quiso comunicar sino lo que otros posteriormente pensaron de un
texto determinado de la Biblia, esto último jamás ha sido y jamás será “exégesis
bíblica.

Los procedimientos de la exégesis requieren:

  • la determinación estable del texto (crítica textual), como paso previo para la  traducción, con la que se intenta alcanzar la forma original del texto;
  • la traducción del mismo;
  • en este punto se utilizan dos tipos de método, los llamados "sincrónicos (La sincronía es el estudio de la lengua en el momento presente, no sujeto, por tanto, a cambios históricos y sin atender a las razones que motivaron que un fenómeno sea de tal o cual manera. Se opone a diacronía, consideración de la lengua en su aspecto estático en un momento dado de su existencia histórica), y los llamados "diacrónicos" es decir los que estudian el texto desde el punto de vista de su formación y consideran la reconstrucción de las fases de la misma como uno de los principales medios para captar el significado del texto (crítica literaria, historia de las tradiciones, historia de las redacciones).

Niveles morfológico y sintáctico que comprende:

  1. Morfología: Estudio de la mínima unidad con significado (el morfema), la palabra y los mecanismos de formación y creación de palabras.
  2. Sintaxis: Estudio de la combinatoria sintagmática, en dos niveles: el suboracional, que corresponde al propio de los llamados sintagmas, y el oracional que estudia las relaciones específicas sintagmáticas de los signos lingüísticos que conforman, a su vez, el signo lingüístico gramatical superior del sistema de la lengua.

Nivel léxico, que comprende:


  1. Lexicología: Estudio de las palabras de una lengua, su organización y sus significados.
  2. Lexicografía: Se ocupa de los principios teóricos en que se basa la composición de diccionarios.

Nivel semántico, que, aún no siendo propiamente un nivel, puesto que afecta a todos, excepto al fonético-fonológico, comprende:

  1. Semántica: Estudio del significado de los signos lingüísticos. La semántica es un subcampo de la gramática y, por extensión, de la lingüística. Proviene del griego "semantikos", que quería decir "significado relevante", derivada de "sema", lo que significaba "signo". Se dedica al estudio del significado de los signos lingüísticos y de sus combinaciones, desde un punto de vista sincrónico o diacrónico
  2. La sintaxis, una subdisciplina de la lingüística y parte importante del análisis gramatical, se encarga del estudio de las reglas que gobiernan la combinatoria de constituyentes y la formación de unidades superiores a estos, como los sintagmas y oraciones. La sintaxis, por tanto, estudia las formas en que se combinan las palabras, así como las relaciones sintagmáticas y paradigmáticas existentes entre ellas.

2.- PRINCIPIOS DE INTERPRETACIÓN HISTÓRICO / CULTURAL
Aunque es claro y evidente la imposibilidad de desasociar el lenguaje de la cultura, es
decir una interpretación gramatical de una interpretación histórica cultural, también es
manifiesto que cada ejercicio de interpretación matiza aspectos diferentes aunque
complementarios.

Esta forma de interpretación considera las circunstancias del momento (histórico) y del
lugar (cultura), aspectos relevantes tales como: ¿Quién escribe?, ¿A quién le escribe?,
¿Por qué le escribe? ¿Desde dónde le escribe? ¿En qué momento le escribe? ¿En qué
idioma se escribe?

La historia en sí misma nos da los elementos suficientes para conocer un suceso, sus
causas y efectos y, comprendiendo tal información, interpretar y aplicar a nuestro
contexto en forma responsable y eficiente. La Biblia nos ha sido dada a través de distintos
momentos históricos y desde diversos lugares y circunstancias, por lo que es un libro que
debe ser leído desde la óptica de sus diversos autores, sus momentos, sus motivaciones,
sus intenciones y sus estilos de comunicación tan diversos.

Punto importante es resaltar que este método de interpretación magnifica la intención del
autor por sobre otros aspectos: ¿Por qué lo escribió?, ¿Quién era el que escribió?, ¿Sabía
de lo que estaba escribiendo y por qué? Esta forma de interpretar nos podrá en la mejor
perspectiva de interpretación, no lo que yo entiendo con mi lenguaje y sus usos, o en mi
momento y lugar. No, sino interpretar lo que se quiso comunicar.

Elementos de interpretación Histórico / cultural

  1. ¿Quién es el autor? ¿De qué nacionalidad y lengua? ¿Qué oficio o profesión?, ¿Qué nivel cultural? ¿De qué sexo, de qué edad? ¿Qué circunstancias familiares vivía: casado, soltero, viudo, padre, hijo, etc.? ¿Qué circunstancias sociales, políticas, económicas y religiosas vivía el autor?
  2. ¿Quién es el destinatario? ¿De qué nacionalidad y lengua? ¿Qué oficio o profesión? ¿Qué nivel cultural? ¿De qué sexo y edad? ¿Qué circunstancias familiares vivía: casado, soltero, viudo, padre, hijo, etc.? ¿Circunstancias económicas, sociales, políticas y religiosas en las que vivía?
  3. ¿Por qué se escribe? ¿Circunstancias especiales (económicas, sociales, religiosas, políticas)? ¿Se quiere enseñar o corregir algo? ¿Solamente se desea informar de algo? ¿Es un escrito para alguien en lo particular o para una comunidad o colectividad? ¿Es una exhortación, un regaño, un halago, una bendición o maldición? ¿Por qué escribe el autor?
  4. Momento histórico y cultural desde donde se escribe y donde será recibido el escrito: véase momento político, económico, social, religioso, militar, familiar, etc.

3- FIGURAS LITERARIAS O DE DICCION.
En cierta forma todos los lenguajes son figurados en virtud de que las palabras son
descripciones absolutas o relativas del objeto a representar, pero algunas palabras se
utilizan para dar un significado, énfasis o matices que sobrepasan el sentido inmediato de
la palabra. A esta forma o uso del lenguaje se le denomina Figuras Literarias o Sentido
figurado, las cuales han sido catalogadas en forma generalmente aceptada según la
siguiente relación:

  1. El Símil: es la figura literaria en que una cosa, acción o relación se presenta como semejante a otra cosa con la que guarda solo una mínima semejanza y para ello se empleen frases como: así, semejante, cómo y otras más; es una semejanza propuesta mas no de facto o de hecho. “Como la nieve al verano y la lluvia en la siega, así conviene al necio la honra” Pr. 26:1; Gn 13: 16; 15:5; Sal. 1:3 – 4; 5: 12; 17: 8; Jueces 7:12; Is.1:8; Mt. 9: 36.
  2. La Metáfora: en esta figura se declara la semejanza entre dos cosas disimilares, con la utilización del ver ser o estar, generalmente con la declaración “es” apelando a la imaginación, como cuando decimos de una foto “este es mi padre”. En Salmo 23: 1 se declara la metáfora “Jehová es mi pastor” ; Sal. 91: 4; Sal. 84: 11; Is. 40: 6 Mt. 26: 26; Para entender la diferencia con el símil compare Is. 40: 6 con 1 Pe. 1: 24 la utilización de la palabra “como” y la afirmación “es”
  3. La Metonimia: Es el uso de una palabra por otra, la primera palabra sugiere a la segunda, por ejemplo usar un nombre de persona para hablar de su obra, la metonimia se funda en la “relación mas que en la semejanza”. En Lc. 16:29 Jesús dice al pueblo que “tenían a Moisés y los profetas, que los escucharan a ellos” pero la realidad histórica es que Moisés y los profetas ya estaban muertos, lo que el pueblo tenía eran los escritos de Moisés y los de los profetas. Alma por persona Sal. 103: 1; la lengua por lo hablado Pr. 25: 15; La piedras por lo que hacen con ellas Pr. 11: 1; Jer. 2: 27 (piedra por ídolo).
  4. La Sinécdoque: es la figura con la que se cita una parte por el todo, o el todo por una parte, por ejemplo el Rey David hablando de la resurrección citó en el salmo 16: 9: “También mi carne reposará segura”; en forma literal la palabra carne podría solo referirse a sus músculos u órganos internos, pero es claro que la referencia es a su ser en integridad, reposando y resucitando, no solo una parte de él, sino todo su ser en su totalidad. Ex. 32: 26; 1 Cr. 14: 17; Sal. 145: 21; 1Cor: 11: 26 ,27; Lc. 2: 1; Hch. 24: 5.
  5. La Ironía: es disimulo que da fuerza al argumento, además es el uso de citar el sentido contrario para demostrar lo absurdo de la primera declaración, por ejemplo Job reconvino a sus amigos al decirles: “ciertamente que vosotros sois todo el pueblo, y con vosotros morirá toda la sabiduría”. Esas personas no eran todo el pueblo y sus palabras no podían representar el total de la verdad; ellos parecía que tenían toda la razón y que Job estaba en un error. Job los cuestionó por el absurdo de su actitud y sus palabras. Gn 37: 19; 1 Re. 18: 27; Mt. 22; 16; 27: 29; 2 Cor. 11: 19.
  6. La Hipérbole: se usa según su sentido etimológico; tirar más allá del blanco. Como figura literaria es la exageración evidente del caso citado. No se debe confundir con la mentira, pues la mentira se dice para engañar, mientras que la hipérbole se cita en forma evidente para enfatizar o matizar la declaración. En Dt. 1: 28 cita “las murallas llegaban hasta el cielo”; evidentemente tenemos una exageración, pues ninguna construcción material puede llegar al cielo, pero la expresión enfatiza la grandeza de las murallas. Ex. 8: 17; 2 Sam. 1: 23; 1Re. 10: 27; Mt. 5: 29; Jn. 21: 25; Ro. 9: 3.
  7. La Apóstrofe: Cuando el autor se dirige a una persona o auditoria ausente, por ejemplo muerta, para algo inanimado o abstracta, como si tuviera oídos o vida. Por ejemplo David clamó: “Hijo mío Absalón.....quien me diera que muriera yo por ti, Absalón, hijo mío”; 2º Sam. 18:33. Evidentemente Absalón ya no escuchaba a su padre David, y estimamos que tampoco David consideraba que así fuera, pero tal expresión dio una clara manifestación del hondo sentir del Rey. Sal. 6: 8; Sal. 148: 3-5; Is. 52: 9; 1 Cor. 15: 55; Mr. 4: 39; Ap. 6: 16.
  8. La Personificación: Es figura, es atribuir características humanas a animales o cosas. También se conoce como prosopopeya. Is. 55: 12 cita: “ los montes y collados levantarán canción”, es claro que los montes no pueden entonar una canción, pero tal expresión deja ver el alcance de la obra de Dios, la magnitud de sus hechos escrita en poética forma. Gn 4: 10; Jue. 9:8-15; Sal. 85: 10-11; Lc. 19:40; Ro. 8: 19; Stg. 1: 15.
  9. Paralelismos o Regla de la Doble Mención: La literatura hebrea tiene un distintivo particular en su prosa y poesía, los llamados paralelismos de los miembros, esto es, que la construcción de la expresión más elemental está o puede estar compuesta por dos frases paralelas (aunque a veces también pueden ser tres), que se complementan perfectamente por su forma y contenido. La idea principal que se expone no es expresada en una sola frase, sino en dos o tres frases (que se denominan sucesión de tiempos) que citan la misma idea en formas diversas. Recordemos que la expresión superlativa del español manifiesta el grado sumo de una palabra, pero que en el hebreo tal expresión no existe, por lo cual para hacer notar la importancia o relevancia de una idea esta se manifiesta en forma de paralelismos.

En general se reconocen tres formas de paralelismos:

  • Paralelismos sinónimos: que consiste en expresar dos veces (o más) la misma idea con palabras distintas. Gn 4: 23- 24; Sal. 1: 1; Sal. 15: 1; Lc. 1: 46 –47.
  • Paralelismos antitéticos: que se establece por la oposición o contraste de dos ideas o imágenes. Sal. 37: 22; Pr. 10: 1; Pr. 27: 6;
  • Paralelismo Sintético: que se da cuando el segundo miembro prolonga o termina de expresar el pensamiento enunciado en el primer miembro, añadiendo elementos nuevos. Sal. 19: 7-9;
  • Paralelismo progresivo: es una extensión del paralelismo sintético, que consiste en desarrollar la idea repitiendo algunas palabras del verso anterior, (Sal. 145: 18)

V.- MÉTODOS PARA ESTUDIO PERSONAL DE LA BIBLIA

1.- INTRODUCCIÓN. Conocemos una serie de métodos de estudio que sin duda
cumplen con su cometido, por lo que recomendaremos los que consideramos más
sencillos y eficaces para el personal desarrollo.

La característica de un buen método de estudio, no es su complejidad, su vastedad o
profundidad. No, es que cumpla el propósito de que el estudiante aprenda y pueda
transmitir lo aprendido en forma veraz, sencilla y clara.

La mejor manera de realizar el estudio bíblico personal es la lectura sistemática del texto,
leer de principio a fin el libro, leer con atención, leer subrayando las ideas o palabras
claves, leer haciéndose preguntas acerca de la lectura realizada, leer con buena luz,
preferentemente no acostado ni cansado y leer en forma diaria. Sin lectura de la escritura
no hay estudio bíblico personal.

Pueden leerse otros libros como apoyo a la lectura bíblica, por ejemplo, comentarios
bíblicos, diccionarios (bíblicos, teológicos, históricos, etimológicos, etc), concordancias,
libros de teología, enciclopedias, etc. Pero la lectura de dichos libros nunca sustituirá a la
lectura de las Sagradas escrituras.

Insistimos en que la lectura diaria y disciplinada de la Biblia te llevará a un mayor
conocimiento y comprensión de Dios y Su propósito; es a través de la Biblia que Dios te
habla y te hablará durante tu peregrinar en este mundo; de ahí la importancia del estudio.
Una última recomendación: aunque uses varias Biblias para consultar, ten una sola como
libro de lectura personal; no la cambies, no la prestes y no la regales; conforme pase el
tiempo, por el uso mismo, la irás conociendo mejor, y teniendo en ella tus notas, tus
propias referencia bíblicas y tu sistema de subrayado irás creando tu mejor herramienta.

2.- METODO DE REFERENCIAS BIBLICAS. Por sencillo que parezca, un buen
estudio de la Biblia se puede realizar utilizando las referencias que vienen a pie de página
o entre columnas y que nos dan pasajes que tienen alguna conexión con el que estamos
estudiando; pueden ser pasajes donde la idea se repite o alguna palabra clave se repite.
También puede estarse cumpliendo una profecía.

Es un trabajo previo al nuestro que ha tomado la delantera relacionando pasajes entre sí, y
lo importante de este método es que sigue llevándonos a estudiar la Biblia por la Biblia
misma. Sé que parece obvio, pero mucha gente jamás ha usado esas referencias ni sabe
para que se utilizan.

Por ejemplo: Mt. 5 : 4 4Bienaventurados los que lloran*, porque ellos recibirán
consolación. Tiene referencia a Is. 61: 2 que dice: 2 a proclamar el año de la buena
voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los
enlutados.

Otro ejemplo: Mt. 5: 5 5Bienaventurados los mansos*, porque ellos recibirán la
tierra por heredad. Tiene referencia a Sal. 37: 11 que dice: 11Pero los mansos
heredarán la tierra, Y se recrearán con abundancia de paz.

3.- METODO DE PASAJES PARALELOS. También por obvio llega a ser dejado a un
lado. Algunos pasajes tienen pasajes paralelos que narran el mismo acontecimiento o
enseñan lo mismo y esto se indica poniendo entre paréntesis el pasaje paralelo antes de
comenzar la porción que se va a estudiar; véase por ejemplo:
En el Sermón del Monte en Mt. 5: 1 entre paréntesis aparece la cita (Lc. 6: 20 – 23),
El Sermón del monte: Las bienaventuranzas

(Lc. 6.20–23)
5 1Viendo la multitud, subió al monte; y sentándose, vinieron a él sus discípulos. 2Y
abriendo su boca les enseñaba, diciendo...
Otro ejemplo: Mt. 5: 21 tiene entre paréntesis el pasaje de (Lc. 12: 57-59).
Jesús y la ira

(Lc. 12.57–59)
21Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de
juicio. 22Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y
cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga:
Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. 23Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te
acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, 24deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda,
reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda. 25Ponte de acuerdo
con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino, no sea que el adversario te
entregue al juez, y el juez al alguacil, y seas echado en la cárcel. 26De cierto te digo que no saldrás
de allí, hasta que pagues el último cuadrante.

4.- MÉTODO SUBRAYADO POR TEMAS. Este método también es muy sencillo y
tiene la ventaja de que cada estudiante puede y debe ir haciendo sus propias
clasificaciones de temas a través de toda la Biblia. Primero deben clasificarse los temas
que se desean conocer y darles un color a cada uno de ellos, de tal forma que cada ocasión
que se encuentre ese tema en la Biblia se subraye la frase o versículo con el color
correspondiente, ejemplos: Salvación – color azul; Amor de Dios – Color Rojo; pecado –
color verde oscuro, mandamientos – color verde agua; promesas y /o bendiciones
recibidas o por recibir– color amarillo; profecías – color morado; fe – color café, y así
sucesivamente.

Cada quien puede escoger los temas que buscará, así como los colores que
correspondan y durante la lectura de toda la Biblia ira haciendo su propio trabajo de
clasificación. En el siguiente ejemplo subrayamos el mandamiento a los pastores de
cuidar a las ovejas con color verde agua y la promesa de bendición por realizar ese
trabajo con color amarillo:
1 Pedro 5: 1-4
5 1Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y
testigo de los padecimientos de Cristo, que soy también participante de la gloria que
será revelada: 2Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no
por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto;
3no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo
ejemplos de la grey. 4Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros
recibiréis la corona incorruptible de gloria.
En el siguiente ejemplo que se encuentra en 1 de Corintios 6: 9 – 11 encontramos que
los dos primeros versos nos hablan del tema de pecado, por lo que los subrayamos del
color verde oscuro, el versículo 11 nos dice la bendición que Dios nos ha dado al
hacernos sus hijos.
9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni
los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10ni los
ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán
el reino de Dios. 11Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido
santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de
nuestro Dios.
5.- METODO DE CUESTIONARIOS. Este método también es muy sencillo. Antes de
cada lectura de la Biblia se tiene un cuestionario que debe ser resuelto con la lectura que
se realiza, de donde se pretende obtener las respuestas que durante la lectura de toda la
Biblia te ayudará a comprender con mayor amplitud. Por ejemplo:
Cuestionario 1. Lo que estoy leyendo es: Una verdad, para creerla
Un Mandamiento, para obedecerlo
Una promesa, para esperarla
Ejemplo: En Mateo 11 podemos leer lo siguiente:
Venid a mí y descansad
(Lc. 10.21–22)

25En aquel tiempo, respondiendo Jesús, dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de
la tierra, porque escondiste estas cosas de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a
los niños. 26Sí, Padre, porque así te agradó. 27Todas las cosas me fueron entregadas por mi
Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y
aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. 28Venid a mí todos los que estáis trabajados y
cargados, y yo os haré descansar. 29Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que
soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30porque mi
yugo es fácil, y ligera mi carga.

¿Cuál es la verdad que Dios declara en este pasaje? En el versículo 27 dice que todo le
fue entregado, es decir todo le pertenece ahora; EL ES SEÑOR DE TODO LO QUE
EXISTE, y añade que nadie conoce al Padre sino El, así que para conocer a Dios debemos
hacerlo solamente a través del Hijo. También aprendemos en el versículo 30 que su yugo
es fácil y su carga ligera, de lo cual entendemos que la vida cristiana en El es algo fácil y
recordamos que separados de él nada podemos hacer.

¿Cuál es el mandamiento o los mandamientos que El nos enseña en este pasaje?
Encontramos en los versículos 28 y 29 los siguientes mandamientos expresados en los
verbos : VENID, LLEVAD y APRENDED.

¿Cuáles serían las promesas o bendiciones que nos enseña? Nuevamente versículos 28 y
29: YO OS HARÉ DESCANSAR; HALLAREIS DESCANSO PARA VUESTRAS
ALMAS

Cuestionario 2 Lo que estoy leyendo: ¿Quién lo escribió? ¿A quién le escribió? ¿Por
qué o para qué fue escrito? ¿Cuándo fue escrito? ¿Dónde fue escrito?
Por ejemplo: La carta de San Pablo a los cristianos que viven en Filipo.
¿Quién la escribió? El apóstol San Pablo. No se tiene certeza de la fecha de escritura,
pero se sabe que Pablo estaba preso esperando ser juzgado cuando la escribió. Pablo
amaba a esa iglesia y había recibido de ellos ayuda económica por lo menos en dos
ocasiones antes de este encarcelamiento.

¿A quién le escribió? A los cristianos que vivían en Filipo, quienes eran la primera
iglesia fundada por Pablo en Europa durante su segundo viaje misionero.
¿Por qué o para qué les escribió? Es clara la intención del autor de mostrar
agradecimiento por el apoyo recibido y también deseaba aconsejarlos en como tratar con
los problemas que la iglesia tenía:
rivalidades y ambiciones personales (2: 3-4; 4: 2) ,
la enseñanza de los judaizantes (3: 1-3),
el perfeccionismo (3: 12-14),
y la influencia de libertinos antinomianos (3: 18-19).

De la misma manera se aborda el tema doctrinal de la kénosis que es la humillación y despojo de la divinidad de Jesús y su estado de hombre /
siervo.

Cuestionario 3
Pregunta 1: ¿Qué dice Dios acerca de él mismo en ese pasaje?
Pregunta 2: ¿Qué pide Dios de mí en ese pasaje?

Tomemos por ejemplo el pasaje de Mateo 28: 18-20
La gran comisión
(Mr. 16.14–18; Lc. 24.36–49; Jn. 20.19–23)
18Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la
tierra. 19Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que
os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Amén.

¿Qué dice Dios acerca de él mismo? Que toda la autoridad es de El, que es Señor del cielo y de
la tierra, que El nos envía en su nombre y representación a dar su mensaje, que de El es el plan y
propósito para todas las personas, que El es fiel y por lo tanto nunca se apartará de nosotros.
¿Que pide Dios de mí? Que vaya en Su nombre y representación y que dé testimonio de lo que El
ha hecho a nuestro favor, que vaya a todos los pueblos de la tierra, que los bautice en el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y que les enseñe a ser obedientes.

6.- METODO POR TEMAS. En base a las concordancias y los diccionarios podemos
localizar en la Biblia los versículos que hablen de un mismo tema. Ordenándolos según
nuestra necesidad podemos estudiar y aprender sobre el tema escogido.

Tomemos por ejemplo el tema de: JUVENTUD. Lo primero que debo hacer es buscar en
el diccionario ¿qué significa la palabra juventud? o sinónimos tales como joven; puedo
buscar esa palabra en un diccionario etimológico para conocer cual es su raíz y
significado original, y después puedo, buscar en la concordancia de mi Biblia todos los
versículos que utilizan la palabra juventud o joven (joven: 15 versículos; juvenil: 1
versículo; juventud: 12 versículos)

Ejemplo:
a) El Hombre es malo desde su juventud Gn. 8: 21
b) Acuérdate joven de tu Dios en tu juventud Ecl. 12: 1
c) Nadie te tenga en menos por ser joven ; sé ejemplo 1 Ti. 4: 12

7.- METODO INDUCTIVO. Método Inductivo o Inducción es el razonamiento que
permite pasar de lo particular a lo universal, va de todos los hechos particulares
observados a su síntesis en una proposición general.

“A LO GENERAL A TRAVES DE TODAS LAS PARTICULARIDADES”

Aplicado como método de estudio de la Biblia decimos que el texto que nos dará
todas las partes (particulares: el contexto, el momento histórico y el lenguaje original)
que utilizaremos para llegar a entender el tema del texto (lo general), o sea “lo que el
autor quiso decir o enseñar”

El Método Inductivo, a nuestro parecer, es el método más efectivo para llegar a la
interpretación más acertada, reconociendo la intención del autor, porque considera los
factores que fueron utilizados según la época y cultura del autor, así como la intención
misma del que escribió.

“Un texto fuera de su contexto es nada menos que un pretexto."

I.- Este método se enfoca en tres áreas:
A) El contexto.
B) El Ambiente Histórico.
C) El Lenguaje Original.

EL CONTEXTO. Es encontrar y respetar la intención y dirección del pensamiento del
autor, es decir, la intención o razón por la cual escribe: está enseñando algo, cuál es el
tema; está corrigiendo algo que está mal; está exhortando o animando; solamente nos está
narrando uno o varios sucesos; nos está describiendo el perfil de un personaje; acaso
pretende hacernos reflexionar sobre algo; y la dirección es a donde quiere llegar y cómo
desarrolló su pensamiento para llegar a ese punto.

Recuerda que una buena interpretación se da cuando entendemos lo que el autor quería
transmitir y ese es nuestro mensaje.

Las consecuencias de no considerar ni respetar el contexto nos han llevado a malas o
falsas interpretaciones y enseñanzas, las cuales no son lo que Dios quiere decir, así se
destruye la intención original del autor y el significado principal de su escrito.

EL AMBIENTE HISTORICO. Es la consideración de las circunstancias (trasfondo
social) que rodean la escritura del texto que estudiamos, características socio –
económicas, políticas, religiosas o filosóficas, idiosincracia, regionalismos, o tradiciones,
información sin la cual, sería imposible asegurar que se respeta la intención y el
propósito original del autor. También conocemos este aspecto como ambiente histórico y
cultural.

Conociendo la diversidad que existe en el pensamiento, en las formas de vida entre una
cultura y otra, y entre un momento histórico y otro aún dentro de una misma cultura,
podemos comprender la imperiosa necesidad de conocer esta información y utilizarla para
nuestro tiempo.

Es importantísimo considerar que el mensaje de la Biblia (los principios Bíblicos)
trasciende los aspectos de cultura, moralidad, ética o tradición de los pueblos. Por
ejemplo: cuando Dios dice en su palabra que ciertas acciones son pecado (incesto,
adulterio, fornicación, etc.) aunque en algunas culturas sean bien vistas estas prácticas, el
principio de que a los ojos de Dios son pecado prevalecerá. Otro ejemplo: si Dios llama
pecado a la embriaguez; aunque ahora la llamen y la traten como enfermedad, pecado es.

O si Dios llama bueno a la continencia sexual antes del matrimonio, aunque en nuestro
tiempo la llamen anticuada y preparen a nuestros jóvenes al “sexo seguro” nosotros
seguiremos diciendo que lo bueno es la abstinencia antes del matrimonio.

Como puedes observar los principios trascienden al momento histórico y a la cultura.
También hay que considerar el sentido inverso de este concepto; cosas que fueron escritas
en función del momento y la cultura y que por lo mismo han perdido todo valor para el
momento presente. Por ejemplo: el velo en la cabeza de las mujeres en la ciudad de
Corinto para demostrar que estaban bajo la autoridad de su esposo o su padre, y ser
completamente diferentes a las mujeres que atendían el templo de Afrodita
prostituyéndose y teniendo como parte de su atuendo el cabello suelto. ( 1 Cor. 11: 13)

EL LENGUAJE ORIGINAL. La consideración del lenguaje utilizado por el autor del
texto es de suma importancia, pues es un hecho innegable por los estudiosos de los
lenguajes (lingüistas) que el autor puso su mensaje, sus conceptos, y sus ideas, en sus
propio lenguaje, con el uso cultural que su pueblo y momento histórico le daba a esas
palabras.

Ahora sabemos que ningún idioma es igual a otro, que las palabras de un idioma no
siempre tienen una palabra equivalente en la traducción a otro idioma, por lo que a veces
se traducen conceptos y no palabras y en otras ocasiones se toman las palabras de los
idiomas originales y se pasan a los nuevos idiomas (a este proceso le llamamos
TRASLITERACION).

Los lenguajes no son pasivos, es decir, que no se mueven o modifiquen, no, son procesos
dinámicos como organismos con vida, que van modificando sus palabras y el sentido de
las mismas, de forma que lo que una palabra significa ahora puede ser
modificado por el tiempo.

De la misma manera el significado de una palabra puede variar de una región geográfica a otra. A este uso de las palabras les llamamos “regionalismos”, a las palabras recién inventadas les llamamos “neologismos” y a las palabras que tomamos de otros idiomas y las hacemos nuestras les llamamos “voces extranjeras” .

Como podrás observar hay muchas formas en las que un lenguaje se mueve.
La Biblia fue escrita en tres lenguajes diferentes: “el arameo”, “el hebreo”, y “el griego”
y, los autores de los textos sagrados utilizaron sus idiomas antes mencionados, de acuerdo
a su cultura y momento histórico, así que parte del trabajo de “exégesis” es conocer cual
era el uso y sentido en que el autor utilizó las palabras, las frases, los párrafos y los estilos
literarios (poesía, profecía, historia, narración, etc.) para así poder obtener el sentido y
significado que el autor trató de hacernos llegar.

Podemos hallar más información en nuestra sección de hermenéutica en los principios de
interpretación Gramatical o en estudios acerca de la “exégesis”.

II.-El Método Inductivo consta de tres pasos:
A) Observación.
B) Interpretación
C) Aplicación.

1.- El primer punto en este método es OBSERVAR el pasaje, ANALIZARLO para
comprender ese todo en sus partes; sólo lo que el texto diga es el mensaje. Nunca
menosprecies la lectura sistemática y detallada de las escrituras, ni sobreestimes tu
conocimiento de las mismas pensando que ya las conoces porque las has estudiado,
vuelve a leer y a estudiarlas cuantas veces sean necesarias, hasta tener la enseñanza o
intención del autor como la tuya propia, pues de otra manera correrás el riesgo de estar
enseñando lo que tu quieres y no necesariamente lo que Dios dice.

Recuerda que es el texto el que habla; él nos da el tema o temas que desea tratar: El texto
nos da los énfasis, las partes, las secuencias, las intenciones, las aplicaciones y las
conclusiones, de lo particular (El texto) a lo general (el tema o temas a tratar).

Aquí tenemos algunas consideraciones para realizar un trabajo de observación detallado:
a)- ¿Cuál es la dirección del pensamiento del autor? Qué quiere decir, a dónde quiere
llegar, por qué lo dice, etc.
b)- ¿Cuál es el contexto?
c)- ¿Cuál es el tejido que une al texto y su contexto? Tomando como ejemplo el texto de
Gálatas 2 veremos que su modelo de pensamiento gira alrededor de la enseñanza de la
justificación, su modelo verbal gira alrededor de la palabra “ley”, y su modelo
estructural gira alrededor de la yuxtaposición (oposición) de las palabras (nomoú-nomo)
por la ley... para la ley.
d)- Reconocer los temas o enseñanzas predominantes del texto.
e)- Reconocer las ideas o conceptos que se vierten en el texto.
f)- Delinear el perfil psicológico – social de los personajes.
g)- Conocer y entender la secuencia de los sucesos.
h)- Problemas o circunstancias difíciles del texto.
i)- Situaciones éticas de importancia.
j)- Seleccionar lo que es significativo para estudiarlo exegéticamente
k)- Conocer la forma literaria utilizada por el autor y su propósito.

2.- El segundo punto de estos pasos es la INTERPRETACIÓN, este es el trabajo del que
realiza el estudio, el tratar de comprender cual es el mensaje, la intención y la dirección
que el autor quiere transmitir con su texto.

Ubicar ese mensaje en el contexto histórico, en el lugar y el momento en que fue escrito y
para el cual fue escrito, ubicar ese mensaje en el contexto circunstancial de las personas a
las que fue escrito ( tiempos de paz o de guerra, de abundancia de carencias, de
persecución, de problemas internos de herejías, de enseñanza, etc.).

Es el trabajo de mirar y entender el mensaje en diversos géneros literarios, expresiones
regionales y particularidades idiomáticas de los autores y los destinatarios, entender si el
autor está escribiendo algo en sentido literal o debe ser interpretado en sentido figurado,
es una parábola, un símil, una profecía, etc.

Esta es la parte del estudio inductivo que requerirá de que usemos todos nuestros recursos
como seres pensantes; considerar el perfil psicológico y las transformaciones que sufren
los actores del texto, del autor o de los destinatarios serán aspectos importantísimos para
interpretar correctamente el mensaje del autor.

Es claro que este trabajo requiere de utilizar las tres áreas de enfoque de éste método: el
Contexto; el ambiente histórico y el idioma original. Algunos pasos en este trabajo serán:

  • Leer el texto en repetidas ocasiones ubicándolo en el contexto (lo que está antes y después de lo que estamos estudiando) y ubicar el o los versos claves.
  • Tener muy claro cual es el mensaje principal que el autor está tratando; descubrir la frase o frases, la palabra o palabras que se repitan con insistencia en el texto, porque tales repeticiones sin duda nos mostrarán dónde hace énfasis el autor. (Puedes apoyarte en diccionarios, léxicos y concordancias) También puedes ver el uso de la misma palabra en otros textos de la Biblia
  • Hacer un primer bosquejo que te permita dividir el texto en sus partes y así estudiarlo por secciones hasta que llegues a entenderlo y puedas volverlo a armar para explicarlo; después de esto podrás elaborar tu bosquejo para enseñar el texto.
  • Buscar la raíz etimológica de esas palabras, de esa manera entenderemos las ideas o conceptos que el autor quiere transmitir con esas palabras (puedes usar diccionarios etimológicos o teológicos, léxicos especializados en el idioma que usó el autor o en concordancias).
  • Hacer una lista del tema o los temas teológicos que el texto que estudiamos aborda (puedes clasificarlos por tu método de estudio por colores)
  • Hacer una lista de versículos que se encuentran en el texto que estudiamos que puedan ayudarnos en : animar, corregir, enseñar, consolar, exhortar, dirigir.
  • Utilizar el método de referencias bíblicas y pasajes paralelos (descritos con anterioridad).
  • Otra herramienta es utilizar el método de cuestionarios, donde puedes mediante preguntas que tú elabores encontrar las respuestas y el sentido y dirección del mensaje del autor; las preguntas pueden ser las que te enseñamos en el método por cuestionario o las clásicas del método inductivo: ¿qué? ¿cuándo? ¿cómo? ¿dónde? ¿por qué? ¿para qué? ¿quién? .
  • El tercer punto de estos pasos es la APLICACIÓN. Este es el trabajo de enseñar a vivir, experimentar, o llevar a la práctica a quienes nos escuchan la enseñanza o mensaje del autor, considerando las variable de tiempo, espacio, cultura, idioma idiosincrasia, etc. La aplicación puede ser en aspectos de doctrina o teología tales como: santidad, regeneración, rehabilitación, liturgia, alabanza, etc. También se pueden hacer aplicaciones para aspectos de la vida diaria, como podrían ser, la vida de oración, el ayuno, el devocional personal o familiar, la lectura de la palabra, la fe, etc. Otra forma de dar aplicaciones es en las cuestiones de la iglesia; la enseñanza, los ministerios, el evangelismo, etc. Además se pueden dar las aplicaciones que tienen que ver con nuestra vida en la comunidad: nuestro responsabilidad de ser sal y luz en la tierra, de ser ayudadores de los pobres, las viudas y los huérfanos, de atender a los presos, a los enfermos y/o a los moribundos, etc.

Vale hacer una consideración, acerca de la diferencia entre conclusión y aplicación: la
conclusión es el punto a donde culmina la enseñanza o comentario del autor del texto que
estudiamos, es su punto final. La aplicación es la enseñanza que el exponente de la
palabra (Pastor, Predicador, Maestro, etc) da para su auditorio, es actual, vigente y
claramente realizable en nuestros días.

Tenemos pues que el Método Inductivo es el sistema de estudio de las Sagradas Escrituras
más completo y efectivo por lo que las iglesias que formamos el compañerismo de Capilla
Calvario / Horizonte lo usamos y lo enseñamos como un distintivo nuestro.

8.- USANDO OTRAS HERRAMIENTAS. Es recomendable usar ayudas en el estudio
de las Sagradas Escrituras, tales como: diccionarios de la lengua española, diccionario
bíblico, diccionarios de teología, diccionario de figuras de dicción usadas en la Biblia,
diccionario de Historia de la Iglesia, diccionario de sectas y religiones, diccionarios
expositivos de términos en hebreo y griego usados en la Biblia, concordancias, léxicos de
hebreo y griego, comentarios bíblicos de diversos autores, libros especializados del tema
que se va a enseñar; diversas versiones de la Biblia (Rev. 1909; Rev. 1960), versión
Popular, Nueva Versión Internacional, La Biblia de las Américas, Biblia de Jerusalén,
lectura de los evangelios en armonía, etc). Atlas de mapas de la Biblia, libros de cultura
que aborden esa perspectiva en el pasaje, y escuchar y ver los cassettes y videos que se
puedan sobre el tema.

Una herramienta de incalificable valor son las notas que tú mismo vayas haciendo sobre
los pasajes que ya has estudiado; de ahí la importancia de llevar un cuaderno de notas o
tarjetas donde lleves un registro de tus propias ideas, apreciaciones, ilustraciones,
anécdotas, sermones y enseñanzas que tu has ordenado a tu entender.

Todas estas herramientas, bien utilizadas te ayudarán a estudiar y entender la Biblia con
una mayor comprensión; pero jamás la lectura de alguna de estas ayudas o inclusive, la
lectura de todas ellas, sustituyen la lectura continua y sistemática de la Biblia, Porque
recuerda: la Biblia se explica por sí misma.

VI.- METODO PARA LA ENSEÑANZA EFICAZ DE LA BIBLIA
1.- ¿QUÉ ES LA HOMILETICA? En el cristianismo se da este nombre al género de oratoria encaminado a instruir a los creyentes. También se dice que es la ciencia que ayuda en la elaboración de las exposiciones de la Biblia (predicación), de forma que se obtenga el mayor y mejor provecho de esa enseñanza.
Algunas consideraciones, sencillas pero imprescindibles para elaborar una buena
predicación son:


  1. Que el mensaje sea bíblico, no solo que se cite algún pasaje durante la predicación o que se lea algún pasaje que después nunca será abordado. No, que se utilice la Biblia como el libro a estudiar y que ella misma nos lleve a través de los temas que trata. Parece obvio, pero te sorprenderás de cuantos sermones escucharás durante tu vida cristiana, que nada tienen que ver con las Sagradas Escrituras.
  2. Que estés preparado espiritual e intelectualmente. Sin la presencia, dirección y sabiduría del Espíritu Santo, ningún sermón sirve para algo. Y si sólo te paras a improvisar un mensaje ante la iglesia, estarás engañándote a ti mismo, y matando de hambre a las ovejas.
  3. La predicación debe tener un propósito definido. ¿Qué te propones lograr con esa enseñanza? ¿Qué deseas que aprendan y hagan? ¿Quieres cambiar o corregir algo?.
  4. La predicación debe tener un mensaje definido, quieres enseñar algo evangelístico doctrinal, devocional, de consagración, motivación, corrección, etc.
  5. Una buena predicación requiere de un buen armado; es como una comida servida muy bien presentada. Requiere unidad en todas sus partes (un solo tema aunque haya divisiones y subdivisiones en el desarrollo), y un movimiento progresivo en su desarrollo (de una idea básica a un cúmulo ordenado de ideas o de un pensamiento general a estudiar cada una de sus partes) y, por último, que reitere el tema, que resuma lo enseñado y que deje muy claro en la mente que debe hacer el que escucha.
  6. Que tengas muy presente a quién hablas. No todos los auditorios son iguales, considera las circunstancias (espirituales, académicas, sociales, etc) y a qué parte del que escucha estás apelando: a la razón, a la necesidad, a la conciencia, a los sentimientos, etc.

2.- PARTES DEL PROCESO HOMILÉTICO.
Preparando la predicación: ahora veremos cuales son las partes generalmente aceptadas
para construir un buen sermón que guíe una buena exposición de la Palabra.

EL TITULO: El titulo debe ser pensado como el primer anzuelo para “atrapar” la
atención de quienes nos escuchan, por lo que debe ser interesante, dar luz sobre el tema a
tratar, generalmente debe ser breve, y puede presentarse en forma de interrogación,
afirmación, negación, exclamación, ironía, etc. También puede ser una frase de la misma
Biblia. Es posible y hasta recomendable dejar al final de nuestro trabajo de preparación la
elaboración de un buen titulo.

Ejemplos: UN PASO DE FE. Basado en la historia de Pedro caminando sobre el mar.
EL PROFETA DORMILON. Basado en la historia de Jonás.
PESCANDO ¿HOMBRES? Basado en el llamamiento de Pedro.
.
TEXTO Y VERSICULO CLAVE. Convencidos de que lo que deseamos enseñar
son las Sagradas Escrituras debemos establecer cual es el texto que utilizaremos como
material de lectura y enseñanza; puede ser un capítulo completo o una porción. De ahí
podemos tomar un versículo que nos sirva de base o también llamado “clave”, que nos
dará pauta para la enseñanza que desarrollaremos. Es imprescindible comenzar nuestra
enseñanza con la lectura del pasaje escogido.

INTRODUCCIÓN. Es la herramienta que el expositor utilizará para llevar la atención del
que escucha en dirección del tema que se desarrollará; debe ser breve e impactante, tal
vez citando algún problema actual, estadísticas que reporten una situación importante,
etc. Preparará la mente y atención del público.

LA TESIS O PROPUESTA. Es la declaración explícita de la enseñanza que se
pretende exponer, demostrar o explicar. Preferentemente debe exponerse en forma
positiva; será la “vía” sobre la que corra nuestra enseñanza. Se puede decir que es la
verdad principal del pasaje que enseñamos, por lo que podemos asegurar que es el fruto
de nuestro trabajo exegético; y por último, debe ser una verdad intemporal, por lo que su
fuerza y aplicación son para todos los que escuchan.

DIVISIONES Y SUBDIVISIONES DE TEMA. Son las partes en las que deseas
dividir tu tema, las llamamos “el cuerpo de la enseñanza” y pueden ser tantas como
quieras, pero por razones de atención, captación y retención de quienes te escuchan te
sugerimos que sean de dos y cuando mucho tres divisiones. Cada una de estas partes debe
tener su propio subtítulo el cual dará forma, fuerza y cumplimiento a tu tesis o
proposición. El mismo pasaje que explicas te dará las divisiones en su exposición; trata de
que sean claras y sencillas cuando las cites, y utilízalas para no salirte del tema; mejor
aún, para desmenuzarlo y dejar más clara la idea en tu auditorio. Presenta tus divisiones
en forma progresiva, lógica.

Ejemplo: TITULO: AMOR, EL MAS EXCELENTE CAMINO.
TEXTO: 1 Cor 13.
TESIS: El amor es la expresión de un caminar cristiano vivo y excelente.
DIVISIONES: a) La preeminencia del amor. (vers. 1-3)
b) Las características del amor (vers. 4-7)
c) La existencia eterna del amor. (vers. 8-13)

ILUSTRACIONES. La ilustración es la herramienta por excelencia en la
enseñanza; se basa en el uso de modelos, ejemplos o paradigmas que en sus múltiples
formas (cuentos, anécdotas, historias, leyendas, mitos, fábulas, chistes, parábolas,
analogías, alegorías, experiencias personales, información general, científica,
estadísticas, etc.) nos darán luz y nos permitirán entender claramente la enseñanza. Es
ampliamente sabido que una buena ilustración, sirve tanto como la mejor explicación o
argumentación. También debes saber, que en la memoria de tu auditorio quedarán
guardadas tus ilustraciones en forma indisoluble con tu enseñanza, y en algunos casos
sólo recordarán la ilustración, y de ahí recordarán tu enseñanza. Una buena ilustración da
claridad , fuerza y vida a la verdad enseñada.

APLICACIÓN. Es el puente que explica la verdad eterna y la hace vigente
en nuestra época, nos enseña como poner en práctica lo que ya sabemos; es la forma que
se utiliza para despertar al que escucha y provocar una reacción favorable a la voluntad de
Dios en sus vidas. Debe tenerse mucho cuidado porque aquí estaremos diciendo a las
personas, qué deben hacer como fruto de lo que les enseñamos a creer; estamos dando
dirección a sus vidas, a sus decisiones, a sus emociones y a su fe.

CONCLUSION. Hay diferentes formas de terminar una enseñanza. Recapitulando
todo lo dicho por sus subdivisiones, con una ilustración, con un llamamiento o una
palabra que motive, consuela, etc. Ha de ser breve, clara y enfatizará la verdad enseñada,
y su importancia radica en que serán las últimas palabras que tu auditorio te escuchará, así
que seguramente también serán las que más fácilmente recuerden.

3.- TIPO DE SERMONES

A.- SERMONES TOPICOS O TEMATICOS (POR TEMA).
Por definición entendemos que esta forma de enseñar la Biblia se refiere a
compartir sobre un tema en lo particular, tema que puede ser escogido por el expositor o
puede ser inducido por el tipo de reunión (bodas, quince años, velorios, etc). Así pues,
tenemos que un sermón temático puede abordar temas específicos como: los ángeles; la
familia, juventud, los problemas en la sociedad, la administración del dinero o cualquier
tema a criterio del expositor.

Con este formato de predicación no es necesario desarrollar un texto de la Biblia
en forma consecutiva (línea sobre línea y precepto sobre precepto), probablemente el tema
emane de un texto o un versículo, pero no es una regla inflexible en este formato; igual
puede uno poner el tema y desarrollarlo dándole forma progresiva, cronológica o por
análisis (dividiendo el todo en sus partes), y al terminar de elaborar el sermón buscar los
versículos bíblicos que apoyen lo que se desea enseñar.

Solamente debe tenerse mucho cuidado de no forzar la interpretación de un verso
de la Biblia, pretendiendo que refuerce nuestra enseñanza, aunque sólo sea la enseñanza
del verso en sí.

Veamos unos ejemplos de sermones temáticos:
Ejemplo 1 TITULO:
LA IGLESIA TRIUNFANTE.
1.- LA IGLESIA TRIUNFA SOBRE EL PECADO
2.- LA IGLESIA TRIUNFA SOBRE LA ADVERSIDAD
3.- LA IGLESIA TRIUNFA SOBRE EL DIABLO
4.- LA IGLESIA TRIUNFA SOBRE LA MUERTE

Ejemplo 2 TITULO:
EL ABORTO UNA ABOMINACIÓN PARA DIOS
1.- DIOS CONCEDE LA VIDA
2.- LA VIDA COMIENZA EN LA FECUNDACIÓN
3.- TODO BORTO ¡MATA¡
4.- ¿AGRADANDO A DIOS O A LOS HOMBRES?

También podemos considerar dentro de este formato a los llamados sermones
doctrinales; este tipo de predicación se caracteriza porque el tema es en sí la doctrina que
se desea enseñar; por ejemplo:
TEOLOGIA PROPIA (DIOS PADRE)
CRISTOLOGIA (JESUCRISTO)
NEUMATOLOGIA (E. S.)
BIBLIOLOGIA
ANTROPOLOGÍA (EL HOMBRE).
HAMARTIOLOGIA (PECADO)
SOTEROLOGIA (SALVACION)
ANGELOLOGÍA (LOS ANGELES)
DEMONOLOGÍA (DEMONIOS)
ECLESIOLOGIA (IGLESIA)
RESURRECCION Y JUICIOS EL REINO.

Cuando utilices este formato de enseñanza es importante que no pierdas la unidad
de pensamiento, esto es que no salgas del eje que se ha marcado y que es el tema en si
mismo: También es de considerarse que las divisiones que hagas del tema deben tener
orden lógico o progresivo, o que las divisiones pueden desmenuzar un tema en sus partes
(método analítico), que puede abordarse el tema demostrándolo con varias pruebas o por
sus argumentos contrarios, que las divisiones del bosquejo pueden ser el estudio de una
palabra o escribirse las mismas con el uso de una misma palabra. (ver ejemplo 1)

B.- SERMONES TEXTUALES SINTETICOS
Se dice que un sermón textual es la forma de enseñar que toma una pequeña
porción de la Biblia y la expone en cada una de sus partes, esto es, que la porción de la
Biblia que enseñamos (texto) nos provee del tema y de las divisiones para el bosquejo, así
que a diferencia del mensaje temático aquí el exponente no escoge el tema ni las
divisiones del mismo; aquí el tema y su desarrollo es provisto por el texto.

Veamos unos ejemplos de este tipo de sermón:
Ejemplo 1:

TITULO: BASES DE UN REY SABIO (SALOMON)
TEXTO BASE: 1 Reyes 3: 9
“Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir
entre lo bueno y lo malo: ¿por qué, quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande? ”
1.- Para ser un rey sabio Dios debe darme un corazón entendido.
2.- Para ser un rey sabio debo aprender a discernir entre lo bueno y lo malo
CONCLUSION: ¿Cómo puedo gobernar a Su gran pueblo?

Ejemplo 2 :
TITULO: LA PALABRA DE JEHOVA ES...
TEXTO BASE: Sal. 19: 7-10.
1.- La ley de Jehová es perfecta Ver. 7
2.- El testimonio de Jehová es fiel Ver. 7 bis
3.- Los mandamientos de Jehová son rectos Ver. 8
4.- El precepto de Jehová es puro. Ver. 8 bis
5.- El temor de Jehová es limpio Ver. 9
6.- Los juicios de Jehová son verdad Ver. 9 bis
CONCLUSION:
LA PALABRA DE JEHOVA ES DESEABLE MAS QUE EL ORO.
LA PALABRA DE JEHOVA ES MAS DULCE QUE LA MIEL.

Debemos tener en mente que es posible que un texto nos provea de más de un
tema, así que de antemano decidiremos si abordamos solo un tema o desarrollamos
nuestra enseñanza a través de lo que el texto nos vaya llevando; algunas palabras del
mismo texto nos pueden dar las pautas para las divisiones; y por último es necesario que
leamos el contexto del pasaje que enseñaremos para que no vayamos a cometer el error de
cambiar el sentido que el autor quiso dar a su mensaje. Recuerda: un texto fuera de
contexto solo es un pretexto.

C.- SERMONES EXPOSITIVOS
La predicación expositiva tiene como base o principio fundamental la de “exponer
y explicar el propósito o las enseñanzas que el autor quiso trasmitir, aplicando el mismo
sentido al momento actual”. A veces se confunde con la simple exposición lineal o
gramatical porque estas explicaciones en sí no garantizan que expondremos el propósito
del autor ni su enseñanza.

La esencia de este método es “explicación”; si explico lo que el autor quiso decir o
enseñar, puedo usar libremente el método de exposición que mejor convenga, es decir,
puedo escoger como vehículo de explicación un método línea por línea, verso tras verso,
explicar en “x” número de puntos la enseñanza del autor, o resumir y enfatizar un solo
punto. Lo que nunca debo dejar de hacer es aplicar en el sentido que el autor lo hace: la
predicación expositiva es explicación aplicada (predicación que explica un pasaje de tal
forma que guía a los creyentes a una aplicación verdadera y práctica de ese pasaje).

Algunas ventajas de la enseñanza en forma expositiva son que estudiaremos
toda la palabra de Dios y conoceremos todo el consejo de Dios para nuestras vidas; que
leyendo y estudiando todo el texto sagrado estaremos siendo alimentados con la palabra
misma, de tal forma que nuestra fe crecerá y nuestro conocimiento del Altísimo nos
llevará a mayor estatura espiritual.

También podemos reconocer que con la predicación expositiva se suplirán las
necesidades de los creyentes y nadie debe dudar que tal sistema de exposición es una
excelente herramienta evangelística; de la misma manera este método nos sirve para
enseñar en forma doctrinal según el texto nos va guiando.

Ciertamente el utilizar las herramientas gramaticales, culturales y otras darán
forma y cuerpo a la enseñanza del autor, así que no son elementos sustituibles, pero
debemos tener cuidado de no terminar haciendo una explicación gramatical o cultural
solamente porque de esa forma evadiremos llegar a la enseñanza que se presenta en el
texto.

Insistiré en que la predicación expositiva no se limita al trabajo exegético, pues
este solamente estudia cada parte de la oración en el idioma original, tratando de entender
con exactitud la intención de palabras y formas gramaticales, pero el estudio y
predicación expositiva pretende estudiar el pasaje en integridad dando atención a la línea
de pensamiento, secuencia de hechos y enseñanza del autor, así como a la aplicación
correcta para la iglesia presente.

Un sermón puede ser expositivo siempre y cuando explique y aplique el texto.
4.- EL METODO EXPOSITIVO:
1.- El primer punto en este método es OBSERVAR el pasaje, ANALIZARLO para
comprender ese todo en sus partes:
a) ¿Cuál es la dirección del pensamiento del autor? Qué quiere decir, a dónde quiere llegar, por qué lo dice, etc.
b) ¿Cuál es el contexto?

EL CONTEXTO. Es la consideración de las circunstancias (trasfondo social) que rodean
la escritura del texto que estudiamos, el momento histórico, el lenguaje original,
características socio - económicas y políticas, por lo que es imprescindible su
consideración para asegurar que se respeta la intención y el propósito original del autor.

También conocemos este aspecto como ambiente histórico y cultural. Conociendo la
diversidad que existe en el pensamiento, en las formas de vida entre una cultura y otra, y
entre un momento histórico y otro aún dentro de una misma cultura, podemos comprender
la imperiosa necesidad de conocer esta información y utilizarla para nuestro tiempo.

Hoy en día hay muchos predicadores y maestros tergiversan las Escrituras porque han
ignorado este principio básico, y el resultado son interpretaciones y enseñanzas erróneas
que nada tienen que ver con el significado e intención original.

Interpretaciones que tienen que ver con la ropa de hombre o de mujer, con el velo o el cabello, con la situación de la mujer dentro de la estructura eclesiástica, se entienden cuando se comprende la intención del autor respondiendo al momento y circunstancia para la cual escribió.

Un texto fuera de contexto solo es un pretexto o
Un texto fuera de su contexto es nada menos que un pretexto.

c) ¿Cuál es el tejido que une al texto y su contexto?
Tomando como ejemplo el texto de Gálatas 2 veremos que su modelo de pensamiento gira alrededor de la enseñanza de la justificación, su modelo verbal gira alrededor de la palabra “ley”, y su modelo estructural gira alrededor de la yuxtaposición (oposición) de las palabras (nomoú-nomo) por la ley... para la ley.
d) Reconocer los temas o enseñanzas predominantes del texto.
e) Reconocer las ideas o conceptos que se vierten en el texto.
f) Delinear el perfil psicológico – social de los personajes.
g) Conocer y entender la secuencia de los sucesos.
h) Problemas o circunstancias difíciles del texto.
i) Situaciones éticas de importancia.
j) Seleccionar lo que es significativo para estudiarlo exegéticamente
k) Conocer la forma literaria utilizada por el autor y su propósito.

2. El segundo punto es INTERPRETAR. Aquí es donde utilizarás las herramientas que ya
conoces.

a) ¿Quién escribió el texto? Pablo ¿De qué nacionalidad era? De nacionalidad judía y
romana ¿Cuál era su status social? Era un hombre con altos estudios en las Sagradas
Escrituras, de clase media. ¿Cuál era su profesión u oficio? Era maestro de la ley .
Además debemos considerar que era un hombre que conocía las culturas romanas y
griegas de tal forma que podía hacerse romano a los romanos y como griego a los
griegos con tal de cumplir su propósito.
b) El poder describir el momento histórico nos revelará parte de la intención, por
ejemplo: considerar si el texto se escribió después de la muerte y resurrección de
Cristo o antes nos dará una clara visión de la intención de creer en el que ya vino o
creer en el que vendrá.
c) Saber el idioma del autor y de los destinatarios nos dará también una idea para la
mejor comprensión; por ejemplo: un hebreo escribiendo a sus hermanos hebreos en su
misma lengua y aspectos culturales o, era un extranjero (hebreo) escribiendo a
personas de culturas diferentes (romanos, griegos, etc.)
d) Estudiar gramaticalmente el texto, el sentido etimológico y semántico de las palabras
claves, la estructura gramatical para conocer si son proposiciones, aseveraciones,
negaciones, etc.
e) Estudiar el género literario utilizado para entender el propósito del autor, ironías,
metáforas, parábolas etc.
f) Discernir cual era la intención o enseñanza del autor en ese texto: deseaba corregir
algo que estaba mal, deseaba enseñarles algo nuevo, deseaba animarlos o regañarlos,
tal vez quería bendecirlos o solamente informarles algo, el asunto a tratar era algo muy
particular para esa iglesia o gente, por alguna causa también muy particular que no
necesariamente se aplica a otras personas o situaciones, etc.

3- El tercer punto de este método es EXPLICAR. Para este punto cabe recordar que lo
importante es transmitir el mensaje, la intención o enseñanza del autor, por lo cual, uno
mismo puede escoger la forma en la que expondrá ese mensaje.
a) Método de narrativa: se explica el pasaje como platicándolo informalmente.
b) Método analítico: se describe el pasaje por sus partes.
c) Método de síntesis: se enseña el pasaje resumiéndolo en apenas dos o tres partes.
d) Método de comparación: se enseña haciendo comparaciones con otros textos.
e) Método de causa y efecto: se enseña describiendo qué pasa y por qué sucedió.
f) Método de prueba o verificación: se utiliza para demostrar algo con la enseñanza
del texto.

No existen límites en la forma de exposición, tu puedes utilizar uno de estos métodos
o combinarlos, más aún, puedes crear tus propias formas de exposición; podrían ser
por modelos o paradigmas contemporáneos, por pasajes paralelos, por anécdotas, etc.
Sólo recuerda debes decir lo que el autor quiso enseñar o transmitir.

4.- El punto cuarto y último es la APLICACIÓN. Con este punto cumplimos el deseo
divino de transmitir una enseñanza de Dios a sus criaturas, que tenga que ver con la vida
misma; no basta que llegue al nivel de las ideas. La enseñanza divina debe vivirse.
Aquí es importante señalar que la aplicación la da Dios mediante el pasaje mismo;
no es lo que el predicador entendió del pasaje ni lo que él desea que los que escuchan
hagan.

La verdadera aplicación se da en las Sagradas Escrituras y el Espíritu Santo la dictó a los escritores del texto sagrado. Lo que sí es trabajo de interpretación y explicación del predicador es cómo llevar a cabo esa aplicación en el momento y circunstancias actuales, por lo que decimos que la aplicación da respuesta a necesidades y problemas básicos del hombre, dando verdades y /o principios universales que se aplican en todo tiempo.

En forma muy particular las iglesias que conforman el ministerio de Calvary Chapel y Compañerismo Cristiano Horizonte han asumido como método de predicación y enseñanza el Método Expositivo, porque reconocen que es el que mejor ayuda a enseñar integralmente la Palabra de Dios y provee una mayor enseñanza a los que estudian y escuchan la Biblia.

Cabe recordar que también hemos adoptado como nuestro método de estudio personal de la Palabra de Dios el Método Inductivo, por ser el que mejor nos enseña la Palabra en su propósito y forma.

BIBLIOGRAFÍA:
1.- Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado. Ed. CLIE Autor Vila / Escuain
2.- Diccionario de Teología . Ed. TELL Editor. Harrison
3.- Diccionario de Religiones. Ed. FCE. Autor Edgar Royston Pike
4.- Diccionario de Lingüística. Ed. Rei México.
5.- Teología Básica. Ed. UNILIT Autor. Charles Ryeri.
6.- Teología Sistemática. Ed. TELL Autor. Luis Berkhoff
7.- Teología Sistemática . Ed. CLIE Autor Charles Hodge
8.- Teología Sistemática. Ed. Pub. Españolas. Autor: Chafer
9.- Principios de Interpretación Bíblica. Ed. CLIE Autor: Berkhoff
10.- Claves de Interpretación Bíblica. Ed. CBP Autor. Thomas Fountain
11.- Hermenéutica Introducción Bíblica. Ed. VIDA Autor: E. Lund A. Luce
12.- Cómo Interpretar La Biblia. Ed. CUPSA Autor: James E. Efird
13.- Descubre la Biblia. Ed. SBU. Autor: Edesio Sánchez
14.- Conozca la Biblia. Ed. VERDAD Autor: José Flores
15.- Cómo Preparar Mensajes Biblicos. Ed. Portavoz Autor: James Braga
16.- El Sermón Eficaz. Ed. CBP Autor: James D. Crane
17.- Cómo predicar expositivamente. Ed. VIDA Autor: Walter L. Liefeld
18.- Predicando con Frescura. Ed. Portavoz Autor: Bruce Mawhinney
19.- El Análisis. Ed. Editores mexicanos unidos SA Autor: Dra. Guillermina Baena
20:- Instrumentos de Investigación. Edit. Mexicanos Unidos SA Dra. Guillermina Baena

miércoles, 25 de mayo de 2016

La palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes. Enseñense y exhortense unos a otros en toda sabiduría. Canten con gracia en sus corazones al Señor, con salmos, himnos y cánticos espirituales

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




La Alabanza perfecta

LOS SALMOS: UN HIMNARIO DEDICADO A CRISTO

    ¡Cantad a Dios, cantad!
    ¡Cantad a nuestro Rey, cantad!,
    Porque Dios es el Rey de toda la tierra;
    ¡Cantad con inteligencia! (Salmo 47:6–7).

Dios nos invita a alabarlo, su bondad nos motiva a alabarlo. Por estas razones el pueblo de Dios se deleita en exaltarlo con cánticos. Desde el principio de la creación, los ángeles de Dios han cantado sus alabanzas en el cielo (Job 38:7); a través de la historia, su pueblo ha cantado sus alabanzas en la tierra.


  • Moisés y todo el pueblo de Israel, entonaron un canto de victoria a orillas del Mar Rojo, después de que el Señor los liberó del ejército del faraón (Éxodo 15). 
  • Débora y Barac entonaron un canto de victoria después de que Dios entregó a los cananitas en sus manos (Jueces 5). 
  • Ana celebró el regalo de un hijo con un canto (1 Samuel 2). 
  • David escribió cantos para cada ocasión de su vida, cantos alegres para celebrar las bendiciones que Dios le dio (Salmo 18,) y cantos tristes para lamentar sus pecados (Salmo 38). 
  • Jesús y sus discípulos, cantaron himnos durante las últimas horas que pasaron juntos antes de la muerte de él (Mateo 26:30). 
  • Pablo y Silas, cantaron himnos a Dios en la cárcel de Filipos (Hechos 16:25). 
  • Por toda la eternidad, el pueblo de Dios cantará: “Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos” (Apocalipsis 15:3).

La música es un precioso regalo de Dios para su pueblo, Lutero dijo: “La música es un talento y regalo de Dios; aleja al diablo y alegra a la gente. Yo pongo la música enseguida de la teología y le doy la mayor alabanza”. En parte porque Lutero amaba la música, los luteranos han hecho de esta una parte muy importante de su adoración. La iglesia luterana se ha hecho conocer como “la iglesia que canta”.

Los cristianos se unen con frecuencia para cantar himnos que expresan su amor al Salvador. Los himnos son la jubilosa respuesta a la invitación que nos hace el Señor a cantar sus alabanzas. Muchos de nosotros conservamos un himnario que recibimos el día de la confirmación y lo apreciamos como uno de los libros más importantes que poseemos.

Como el amor de Cristo gobierna nuestro corazón, siempre queremos poner en práctica esta exhortación bíblica: “La palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros. Enseñaos y exhortaos unos a otros en toda sabiduría. Cantad con gracia en vuestros corazones al Señor, con salmos, himnos y cánticos espirituales” (Colosenses 3:16).

El amor por la música cristiana, que se expresa en los párrafos anteriores, es una de las razones por las que el estudio del libro de los Salmos es tan importante para nosotros.

  • El libro de los Salmos es el himnario de la Biblia, dado por inspiración de Dios. El libro de los Salmos, más que cualquier otro libro, nos enseña a cantarle a Dios con gratitud en el corazón. Lutero dijo: “Todo cristiano debe conocer los Salmos como conoce los dedos de su mano”.
  • En el libro de los Salmos, el Espíritu Santo nos enseña palabras y pensamientos para las oraciones. 
  • En los Salmos encontramos muchos pasajes que podemos usar, sin cambios, como oraciones propias. 
  • Los Salmos también nos dan bellos modelos para imitar en nuestras propias oraciones. 
  • El libro de los Salmos expresa toda la gama de emociones que el pueblo de Dios experimenta en esta vida; en ninguna otra parte se encontrarán palabras que expresen mayor gozo que en los salmos de alabanza y gratitud; en ninguna otra parte se encontrarán palabras que expresen más profundo pesar que en los salmos de arrepentimiento; en ninguna otra parte se encontrarán expresiones más fervientes tanto de los pesares como de los goces, que nos da la vida. 
  • El libro de los Salmos es un libro para todas las ocasiones y para todas las etapas de la vida.
El libro de los Salmos, que tiene muchos más capítulos que cualquier otro libro de la Biblia, es una rica fuente de doctrina bíblica; nos ofrece enseñanzas sobre una gran variedad de temas como:

  • el pecado, 
  • el arrepentimiento y el perdón (Salmo 51), 
  • los atributos de Dios (Salmo 139), y la obra de Dios en la creación y en la providencia (Salmo 104). 
  • El tema más importante de los Salmos es el retrato que presenta de Cristo, nuestro Salvador, en muchas de las profecías mesiánicas que se encuentran en este libro, el cual influyó más que ningún otro en el Nuevo Testamento, que lo cita aproximadamente 80 veces. Casi 120 de los 150 Salmos se reflejan de alguna manera en el Nuevo Testamento. Es obvio que el estudio de los Salmos nos ayudará a comprender mejor el Nuevo Testamento.

Muchos de nuestros himnos y gran parte de nuestra liturgia se basan en los Salmos. Por ejemplo, el ofertorio, “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio”, que cantamos cada domingo, está tomado del Salmo 51. Muchas otras respuestas de nuestra liturgia vienen del los Salmos.

El tradicional himno de Año Nuevo: “Dios hasta aquí me acompañó”, y muchos otros himnos familiares son simplemente versiones rimadas de los salmos.

Un beneficio adicional del estudio de los Salmos es que nos da una compresión más plena de nuestra manera de adorar.

Todo cristiano que medite en las palabras y en las enseñanzas de los Salmos, será bendecido con crecimiento espiritual.

Como toda la Escritura, los Salmos han sido escritos para nuestro aprendizaje; son útiles para: enseñar, reprender, corregir, e instruir en justicia (2 Timoteo 3:16). Oremos para que el Señor le bendiga al estudiar este libro, con abundantes bendiciones.

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Jesús de Nazaret fue hombre acreditado por Dios ante vosotros con hechos poderosos, maravillas y señales que Dios hizo por medio de él entre vosotros, como vosotros mismos sabéis

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




PASTOS FRESCOS PARA LA CONGREGACIÓN
LA VENIDA DEL ESPIRITU SANTO
1 En el primer relato  escribí, oh Teófilo,  acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar, 2 hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido. 3 A éstos también se presentó vivo, después de haber padecido, con muchas pruebas convincentes. Durante cuarenta días se hacía visible a ellos y les hablaba acerca del reino de Dios. 4 Y estando juntos, les mandó que no se fuesen de Jerusalén, sino que esperasen el cumplimiento de la promesa  del Padre, "de la cual me oísteis hablar; 5 porque Juan, a la verdad, bautizó en  agua,  pero vosotros seréis bautizados en  el Espíritu Santo después de no muchos días."
Jesús asciende al cielo
6 Por tanto, los que estaban reunidos le preguntaban diciendo:
—Señor, ¿restituirás el reino a Israel en este tiempo?
7 El les respondió:
—A vosotros no os toca saber ni los tiempos ni las ocasiones que el Padre dispuso por su propia autoridad. 8 Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo haya venido sobre vosotros, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra.
9 Después de decir esto, y mientras ellos le veían, él fue elevado; y una nube le recibió ocultándole de sus ojos. 10 Y como ellos estaban fijando la vista en el cielo mientras él se iba, he aquí dos hombres vestidos de blanco se presentaron junto a ellos, 11 y les dijeron:
—Hombres galileos, ¿por qué os quedáis de pie mirando al cielo? Este Jesús, quien fue tomado de vosotros arriba al cielo, vendrá de la misma manera como le habéis visto ir al cielo.
12 Entonces volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama de los Olivos, el cual está cerca de Jerusalén, camino de un sábado.  13 Y cuando entraron, subieron al aposento alto  donde se alojaban Pedro, Juan, Jacobo y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Jacobo hijo de Alfeo y Simón el Zelote y Judas hijo de Jacobo.  14 Todos éstos perseveraban unánimes en oración  junto con las mujeres y con María la madre de Jesús y con los hermanos de él.
Matías es nombrado entre los doce
15 En aquellos días se levantó Pedro en medio de los hermanos, que reunidos eran como ciento veinte personas, y dijo: 16 "Hermanos,  era necesario que se cumpliesen las Escrituras,  en las cuales el Espíritu Santo habló de antemano por boca de David acerca de Judas, que fue guía de los que prendieron a Jesús; 17 porque era contado con nosotros y tuvo parte en este ministerio." 18 (Este, pues, adquirió un campo con el pago de su iniquidad, y cayendo de cabeza, se reventó por en medio, y todas sus entrañas se derramaron. 19 Y esto llegó a ser conocido por todos los habitantes de Jerusalén, de tal manera que aquel campo fue llamado en su lengua Acéldama, que quiere decir Campo de Sangre.)  20 "Porque está escrito en el libro de los Salmos:
  Sea hecha desierta su morada,
  y no haya quien habite en ella.
  Y otro ocupe su cargo.
21 Por tanto, de estos hombres que han estado junto con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, 22 comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que fue tomado de nosotros y recibido arriba, es preciso que  uno sea con nosotros testigo de su resurrección."
23 Propusieron a dos: a José que era llamado Barsabás, el cual tenía por sobrenombre, Justo; y a Matías. 24 Entonces orando dijeron: "Tú, Señor, que conoces el corazón de todos, muestra de estos dos cuál has escogido 25 para tomar el lugar de este ministerio y apostolado del cual Judas se extravió para irse a su propio lugar."
26 Echaron suertes sobre ellos, y la suerte cayó sobre Matías, quien fue contado con los once apóstoles.

La venida del Espíritu en Pentecostés

2:1 Al llegar  el día de Pentecostés,  estaban todos reunidos en un mismo lugar.  2 Y de repente vino un estruendo del cielo, como si soplara un viento violento, y llenó toda la casa donde estaban sentados. 3 Entonces aparecieron, repartidas entre ellos, lenguas como de fuego, y se asentaron sobre cada uno de ellos. 4 Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en distintas lenguas, como el Espíritu les daba que hablasen.
5 En Jerusalén habitaban judíos, hombres piadosos de todas las naciones debajo del cielo. 6 Cuando se produjo este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confundidos, porque cada uno les oía hablar en su propio idioma. 7 Estaban atónitos y asombrados, y decían:
—Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? 8 ¿Cómo, pues, oímos nosotros cada uno en nuestro idioma en que nacimos? 9 Partos, medos, elamitas; habitantes de Mesopotamia, de Judea y de Capadocia, del Ponto y de Asia, 10 de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de las regiones de Libia más allá de Cirene; forasteros romanos, tanto judíos como prosélitos; 11 cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestros propios idiomas los grandes hechos de Dios.
12 Todos estaban atónitos y perplejos, y se decían unos a otros:
—¿Qué quiere decir esto?
13 Pero otros, burlándose, decían:
—Están llenos de vino nuevo.
Discurso de Pedro en Pentecostés
14 Entonces Pedro se puso de pie con los once, levantó la voz y les declaró:
—Hombres de Judea y todos los habitantes de Jerusalén, sea conocido esto a vosotros, y prestad atención a mis palabras. 15 Porque éstos no están embriagados, como pensáis, pues es solamente la tercera hora  del día. 16 Más bien, esto es lo que fue dicho por medio del profeta Joel:
  17 Sucederá en los últimos días,
  dice Dios,
  que derramaré de mi Espíritu
  sobre toda carne.
  Vuestros hijos y vuestras hijas
  profetizarán,
  vuestros jóvenes verán visiones,
  y vuestros ancianos soñarán sueños.
  18 De cierto, sobre mis siervos
  y mis siervas
  en aquellos días derramaré
  de mi Espíritu, y profetizarán.
  19 Daré prodigios en el cielo arriba,
  y señales en la tierra abajo:
  sangre, fuego y vapor de humo.
  20 El sol se convertirá en tinieblas,
  y la luna en sangre,
  antes que venga el día del Señor,
  grande y glorioso.
  21 Y sucederá que todo aquel
  que invoque el nombre del Señor
  será salvo.
22 »Hombres de Israel, oíd estas palabras: Jesús de Nazaret fue hombre acreditado por Dios ante vosotros con hechos poderosos, maravillas y señales que Dios hizo por medio de él entre vosotros, como vosotros mismos sabéis. 23 A éste, que fue entregado por el predeterminado consejo y el previo conocimiento de Dios, vosotros matasteis  clavándole en una cruz por manos de inicuos. 24 A él, Dios le resucitó, habiendo desatado los dolores de la muerte; puesto que era imposible que él quedara detenido bajo su dominio. 25 Porque David dice de él:
  Veía al Señor siempre delante de mí,
  porque está a mi derecha,
  para que yo no sea sacudido.
  26 Por tanto, se alegró mi corazón,
  y se gozó mi lengua;
  y aun mi cuerpo
  descansará en esperanza.
  27 Porque no dejarás mi alma
  en el Hades,
  ni permitirás que tu Santo
  vea corrupción.
  28 Me has hecho conocer
  los caminos de la vida
  y me llenarás de alegría
  con tu presencia.
29 »Hermanos,  os puedo decir confiadamente  que nuestro padre David murió y fue sepultado, y su sepulcro está entre nosotros hasta el día de hoy. 30 Siendo, pues, profeta y sabiendo que Dios le había jurado con juramento que se sentaría sobre su trono  uno de su descendencia,  31 y viéndolo de antemano, habló de la resurrección de Cristo:
  que no fue abandonado  en el Hades,
  ni su cuerpo  vio corrupción.  32 ¡A este Jesús lo resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos!
33 »Así que, exaltado por  la diestra de Dios y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís. 34 Porque David no subió a los cielos, pero él mismo dice:
  El Señor dijo a mi Señor:
  "Siéntate a mi diestra,
  35 hasta que ponga a tus enemigos
  por estrado de tus pies."
36 Sepa, pues, con certidumbre toda la casa de Israel, que a este mismo Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.
37 Entonces, cuando oyeron esto, se afligieron de corazón y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles:
—Hermanos,  ¿qué haremos?
38 Pedro les dijo:
—Arrepentíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo  para  perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. 39 Porque la promesa es para vosotros, para vuestros hijos y para todos los que están lejos, para todos cuantos el Señor nuestro Dios llame.
40 Y con otras muchas palabras testificaba y les exhortaba diciendo:
—¡Sed salvos de esta perversa generación!
41 Así que los que recibieron su palabra fueron bautizados, y fueron añadidas en aquel día como tres mil personas. 42 Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en las oraciones.

Lograr de la Diversidad, uniformidad: Tarea del Espíritu Santo


EL EFECTO MARIPOSA

    Hechos 1:1–2:41


           «Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.»


           «Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua».

    Hechos 1:8; 2:5–6


EDWARD LORENZ era un físico que en la década de los 60 trabajaba con ordenadores, en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, elaborando programas meteorológicos.

Ideó un programa con el que, una vez introducidas ciertas observaciones meteorológicas, se podía calcular, al menos en teoría, qué tiempo haría.

Un día cometió un error.
Queriendo introducir en el ordenador un dato numérico con 6 decimales, 0.506127, accidentalmente sólo introdujo los tres primeros, 0.506.

Era un investigador minucioso y decidió reiniciar el programa con el dato correcto en su sitio, aunque intuía que un pequeño error de esa índole, tan sólo una diezmilésima parte, posiblemente no haría variar los resultados de una manera significativa. Para su sorpresa, sin embargo, cuando el ordenador elaboró el nuevo patrón meteorológico, resultó ser completamente distinto del anterior. Lorenz no podía creer lo que veía. Como él mismo explicaría después, era como si una diminuta variación en Pekin, no mayor de lo que sería el resultado del movimiento del ala de una mariposa, originara aproximadamente una semana después un huracán de fuerza doce en Nueva York. De ahí el nombre de su descubrimiento: «El Efecto Mariposa».

Ha levantado un gran interés científico en los últimos años. Entre otras cosas, explica por qué nuestros meteorólogos se equivocan tan a menudo. No es culpa suya; se debe a las mariposas de Pekin que no han sido detectadas por el satélite. Tal es la complejidad de la atmósfera terrestre, que incluso pequeñas alteraciones difíciles de observar pueden generar consecuencias meteorológicas momentáneas que vuelvan no difícil, sino teóricamente imposible, el predecir de una manera precisa el tiempo que hará a largo plazo.

Afortunadamente, a la vida generalmente no le afectan tanto estas fluctuaciones producidas por el «Efecto Mariposa».

Si no fuera así, nunca podríamos planificar algo con un mínimo de fiabilidad. Pero en algunos aspectos es también bastante deprimente, porque eso significa que es difícil cambiar el mundo.

Es cierto que cada decisión que tomamos repercute de alguna manera y que cada uno de nosotros tiene la capacidad potencial de alterar el curso de los acontecimientos hasta cierto punto. Pero la mayor parte de acciones individuales en las que tomamos parte son algo así como piedras arrojadas a un lago de gran tamaño.

Salpican, pero normalmente las ondas que producen desaparecen rápidamente y ni siquiera se llegan a percibir más allá del lugar en el que cayó la piedra. No hay un «Efecto Mariposa» que magnifique nuestra pequeña contribución y la convierta en algo verdaderamente significativo.

Jonathan Swift dijo en cierta ocasión que aquel que pudiera cultivar dos espigas de maíz en el lugar donde antes sólo se había cultivado una, habría conseguido en su vida más que toda la clase política reunida.

Tristemente, incluso tan modesta contribución para un futuro de larga duración para la raza humana es de difícil consecución. La mayoría de nosotros tenemos que enfrentarnos al hecho de dejar caer el pequeño guijarro de nuestras vidas en el turbulento océano de los sucesos del mundo, y en un tiempo imperceptible la superficie ya no registrará ni huella de nuestro paso.

De hecho, para muchos ésta es la principal fuente de ansiedad del hombre y la mujer modernos. La futilidad de la existencia ha sido tema de incontables novelas y representaciones dramáticas contemporáneas.

Con todo, la situación no es tan poco prometedora. Ocasionalmente, parece que el «Efecto Mariposa» se produce también en otras situaciones. ¿Recuerdan, por ejemplo esta canción infantil?

      Si falta un clavo, se pierde la herradura.
      Si falta la herradura, se pierde el caballo.
      Si falta el caballo, se pierde el jinete.
      Si falta el jinete, se pierde la batalla.
      Si falta la batalla, se pierde el reino.

Puede parecer que en rara ocasión un simple clavo puede ocasionar una victoria o una derrota de una nación entera. Y lo que es cierto para un simple clavo, puede serlo también para una simple vida.

    Nació en un pueblo escondido, hijo de una pobre mujer.
    Creció en otro pueblo donde trabajó en una carpintería hasta los treinta años.
    Después se convirtió en un predicador itinerante durante tres años.
    Nunca escribió un libro.
    Nunca montó una oficina.
    Nunca tuvo una familia.
    Nunca fue propietario de una casa.
    Nunca fue a la universidad.
    Nunca viajó a más de 200 millas de su lugar de nacimiento.
    No hizo ninguna de las cosas que normalmente asociamos a la grandeza.
    Tenía sólo treinta y tres años cuando todo el peso de la opinión pública se le vino encima.
    Sus amigos huyeron.
    Le consideraron un enemigo.
    Soportó una parodia de juicio.
    Fue clavado en una cruz entre dos ladrones, mientras sus verdugos se sorteaban sus ropas, sus únicas posesiones en la tierra.
    Y, cuando hubo muerto, fue abandonado en un sepulcro prestado.
    Han transcurrido diecinueve siglos, pero el mundo continúa cautivado por él.
    Todos los ejércitos que a lo largo de los siglos han desfilado.
    Todas las fuerzas armadas que a lo largo de los siglos han navegado.
    Todos los parlamentos que a lo largo de los siglos han deliberado.
    Todos los reyes que a lo largo de los siglos han gobernado.
    Todos juntos no han causado un efecto en la vida del hombre sobre la tierra como el producido por aquella ÚNICA VIDA SOLITARIA.

Éste es el «Efecto Mariposa» que podemos ver operando en esta época, no en la meteorología sino en la historia.

Las ondas producidas por su «única vida solitaria» no dejaron de propagarse con su muerte. Todo lo contrario. Los efectos de la venida de Jesús se han incrementado en amplitud y se han expandido hasta llegar a ser grandes olas que rodean al mundo entero.

El libro de Los Hechos, una parte de la Biblia de especial interés nos da pautas para  elaborar un mapa cartográfico del progreso de esas ondas expansivas de la influencia de Jesús: Los Hechos de los Apóstoles.

De hecho, este libro es la segunda parte de un tratado en dos volúmenes. Conocemos la primera parte como el Evangelio de Lucas. Ambas partes están dedicadas al mismo hombre, Teófilo.

Bien podría haberse tratado de un aristócrata romano, puesto que Lucas, el autor, se dirige a él como «excelentísimo». Por tanto, el escritor quiere informar a un gentil culto del efecto extraordinario y creciente que el cristianismo produce sobre el mundo.

Y Hechos es una contribución más a la consecución de su objetivo: «En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar» (Hechos 1:1).

Fijémonos en la palabra «comenzó».
En su Evangelio, Lucas nos ha narrado cómo Jesús nació de una pobre mujer en un pueblo escondido. También cómo creció en el humilde hogar de José el carpintero. Se ha referido a su corto ministerio siendo ya adulto, el cual, aunque sobrenatural, se ciñó a los límites de Judea y sus provincias circundantes.

Por último, nos ha descrito su muerte ignominiosa y su gloriosa resurrección. Al final del Evangelio de Lucas, Jesús vuelve al cielo. Podríamos haber pensado que la historia había concluido. Al contrario—dice Lucas—, éste es sólo el final del comienzo. Queda aún mucho más por venir.

La historia de esta única vida solitaria no concluyó con su muerte. Jesús está todavía obrando en el mundo, produciendo un efecto cada vez más evidente en la historia humana cuanto más se propagan las ondas de su influencia. Sí, no estará satisfecho hasta que éstas hayan alcanzado al mundo entero.

  «Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra» (Hechos 1:6–8).

Estos versículos constituyen el programa de todo el libro de Hechos.

Observemos las dos reprensiones a los discípulos que contienen, así como la promesa claramente explícita.

La primera reprensión tiene que ver con su curiosidad.
Jesús les había explicado claramente cómo, con su venida, había amanecido la era mesiánica y se estaban cumpliendo las antiguas profecías. Esto, inevitablemente, disparó las ideas de los discípulos sobre la proximidad del fin del mundo. Inmediatamente, Jesús les advierte contra este tipo de especulaciones.

La información de esa clase, insiste, está a buen recaudo en la caja fuerte privada de Dios, con un letrero en el que se puede leer «Top Secret». Hay ciertas cosas que no tenéis por qué saber, y ésa es una de ellas. Hay todavía algunos cristianos, por supuesto, obsesionados con los tiempos y las sazones.

Cualquier incidente político en Oriente Medio, por pequeño que sea, es suficiente para lanzarlos a un análisis enfervorizado del libro de Daniel con sus calculadoras de bolsillo preparadas.

Hoy debemos prevenir hoy esta clase de histeria tanto como ellos entonces. No estáis aquí para hacer conjeturas acerca de los tiempos o las sazones—les dice Jesús en realidad—, estáis aquí para multiplicaros de manera que, cuando yo vuelva al final de los tiempos, tenga un reino al que regresar. La evangelización ha de ser vuestra primera prioridad.

En segundo lugar, les reprende por su parroquialismo. Ellos preguntan acerca de «Israel», pero Jesús les responde refiriéndose a «lo último de la tierra».

Tienen una clara fijación mental con el tema del destino de su propia nación. A pesar de todas las enseñanzas de Jesús, sus ideas sobre el reino de Dios son todavía fundamentalmente chauvinistas y territoriales. Todavía tienen que entender el «Efecto Mariposa».

Escuchad—les dice Jesús—, las ondas provocadas por mi muerte y resurrección deben propagarse primero aquí, en Jerusalén; pero después en Judea y en Samaria, y finalmente hasta lo último de la tierra. Y vosotros, mis discípulos, tendréis un papel importante en ese proceso de expansión. Me seréis testigos.

El libro de Hechos es, en cierta manera, un simple registro del cumplimiento de este programa. Narra cómo los apóstoles llevaron en verdad las nuevas de la resurrección de Jesús por el mundo, de manera que en vez de ir disminuyendo su influencia tras su marcha, fue creciendo más y más hasta que el «Efecto Mariposa» de su vida hizo que las ondas irrumpieran con fuerza en la misma capital del mundo antiguo.

Pero parece claro que aquí, en el capítulo 1, no estaban aún preparados para algo así. Su mentalidad era todavía demasiado parroquiana como para verse a sí mismos como misioneros transformadores del mundo. Era necesario algo más, algo verdaderamente dramático, y Jesús sabía lo que era, Por eso acompaña sus reprensiones con una promesa: «Recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo» (Hechos 1:8).

Es el poder del sol el que dirige el «Efecto Mariposa» dentro de los mecanismos que rigen la meteorología. Es sólo porque el sol calienta la atmósfera terrestre, creando turbulencias enormes, por lo que las perturbaciones atmosféricas menores pueden dar lugar a verdaderos ciclones. Todos los físicos saben que no hay ondas sin energía.

Igualmente, Jesús nos da a conocer la fuente de energía que propagaría el «Efecto Mariposa» a lo largo de la historia de la Iglesia, transformando lo que inicialmente no era más que una minoritaria secta judía en una mayoritaria fe mundial. Lucas continúa en el capítulo 2 refiriéndonos el momento en que esa fuente de «poder» fue abierta y las ondas comenzaron a propagarse.

  «Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen» (Hechos 2:1–4).

En el Antiguo Testamento, Pentecostés era una fiesta que se celebraba por la cosecha. Pero, en tiempos de Jesús, tenía un significado adicional dentro del calendario judío. Era el momento en que se conmemoraba la entrega de los 10 mandamientos. El asociarlo con esto podía muy bien ser significativo, porque el viento recio y las lenguas de fuego de las que se nos habla recuerdan al estruendo y los relámpagos que rodearon a Moisés en el Monte Sinaí.

Allí, él recibió la ley del Antiguo Pacto esculpida en tablas de piedra, la ley que sería leída en público el día de Pentecostés en Jerusalén. Pero, como en numerosas ocasiones habían explicado los profetas del Antiguo Testamento, esa ley había sido incapaz de cambiar el mundo porque no había podido cambiar a las personas.

Ahora, una vez más, Dios descendía en Pentecostés en medio de fuego y viento. Pero en esta ocasión no para impartir la ley; más bien para otorgarnos su Espíritu y así iniciar el Nuevo Pacto, escrito no en tablas de piedra carentes de vida alguna, sino en corazones humanos renovados. El Espíritu triunfaría allí donde la ley había fracasado, trayendo, en vez de mandamientos de Dios, poder.

Ahí estaba la fuerza dinámica que amplificaría el batir de alas de mariposa producido por doce hombres Galileos poco impresionables, transformando su testimonio en una corriente revolucionaria que cambiaría de manera radical los valores morales y sociales de la raza humana.

Y dentro del milagro que acompañaría a la llegada del Espíritu, Dios deja entrever de una interesante manera cómo se propone llevar a cabo esa transformación. Deja claro que el Espíritu derrumbará las separaciones sociales que dividen al mundo. Se mostrará como un poder que destruye barreras. Las ondas expansivas no se pueden propagar si chocan contra muros de ladrillo, y el mundo antiguo estaba plagado de tales obstáculos que deberían ser superados para que el objetivo de Jesús de conquistar el mundo pudiese ser alcanzado. Y el Espíritu tenía la energía necesaria para derribarlos.

  «Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?» (Hechos 2:5–8).

Una de las cosas que ha demostrado muy claramente la reciente política de emancipación en la Unión Soviética es la tendencia nacionalista.

No importa la manera despiadada en que un imperio como el de Stalin pretendiera apaciguar a sus súbditos; la lealtad étnica sobrevive. Bastaba con que la intimidación militar remitiera un poco para que los movimientos independentistas comenzaran a brotar en todas direcciones, como si nunca hubiera tenido lugar medio siglo de represión. La razón de esto, por supuesto, es muy sencilla: el nacionalismo no está en función de la organización política. Es un fenómeno cultural.

Un pueblo puede perder su sentido de autodeterminación política durante muchos siglos y todavía mantener un vigoroso sentido de identidad nacional en virtud de sus diferencias culturales. Por medio de cuestiones como la ropa que vestimos, la música que tocamos, los cuentos populares que contamos a nuestros hijos al irse a la cama por la noche y—quizás la más distintiva de todas—el idioma que hablamos, se preserva la identidad nacional.

Son características que nos permiten reconocer inmediatamente a un extranjero. Constituyen un enorme obstáculo para cualquier movimiento que pretenda unificar a los pueblos divididos del mundo. La mera integración política no es suficiente. El verdadero desafío es el de la integración cultural.

La vía por la que los gobiernos suelen intentar unir a las personas es el forzarlas a ser iguales. Se impone la cultura predominante sobre las culturas indígenas.

El Islam, por ejemplo, pretende generar un internacionalismo genuino, pero deja muy claro que esto sólo es posible mediante el dominio de la cultura árabe. El árabe es el idioma absolutamente central para el Islam, y todos los musulmanes deben aprenderlo. Pero los conflictos en el Golfo de los que hemos sido testigos en los últimos años han demostrado indudablemente—como si necesitáramos pruebas de ello—que la rivalidad nacionalista todavía persiste a pesar de todo.

De la misma manera, el sueño Leninista de crear en todo el mundo una sociedad sin clases se basaba en la represión de aquellos que rehusaran conformarse al prototipo socialista. La desintegración del bloque de Europa del Este no ha hecho más que enfatizar la supervivencia de la rivalidad nacional a pesar de aproximadamente un siglo de «Unión» Soviética.

Tampoco deberíamos olvidar la ambición del colonialismo del Siglo XIX por unir el mundo en un gran imperio (el Británico, por supuesto). Y esto tampoco ha sido capaz de resistir las declaraciones inexorables de los movimientos independentistas tribales y nacionalistas.

El problema que conllevan todos los métodos por medio de los cuales pretendemos crear un nuevo orden mundial es que implícitamente son imperialistas y traen consigo el que una cultura domine a otra. Y cualquier cultura se resiste a ser eliminada de esa forma. Siempre sobrevive, por muy represivo que sea el régimen. De hecho, se sobrepone incluso a la persecución.

Éste es el problema de Irlanda del Norte; no se trata fundamentalmente de un conflicto entre dos partidos políticos, ni siquiera entre dos religiones; es cuestión de dos culturas que entran en colisión.

Los que conocemos la Biblia no deberíamos sorprendernos de todo esto. Es la lección de Babel. El libro del Génesis nos narra cómo Dios mismo dividió a la humanidad en naciones rivales, precisamente porque, para nuestra sorpresa, así somos menos peligrosos. Intentar unificar el mundo por medio del imperialismo cultural, y así erradicar la diversidad nacional de la raza humana, está destinado al fracaso, puesto que representa una batalla contra el antiguo decreto de Babel.

¿Existe algún poder que pueda unificar a las fragmentadas naciones de la tierra sin subyugarlas en el proceso? ¿Existe alguna manera de unificar a las personas sin pretender al mismo tiempo que todas sean iguales? Claro que sí. Ésa es precisamente la clase de unidad que produce el Espíritu Santo. Y Él declaró su intención en cuanto al asunto que nos ocupa desde el principio, el Día de Pentecostés, por el milagro que llevó a cabo: «Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido?» (Hechos 2:7–8).

Dios podría haber proporcionado a aquella multitud una lengua universal. Podría haberlos capacitado para entender un idioma; pero no necesitaba hacerlo, porque ellos ya comprendían aquel idioma, denominado griego. No habría supuesto una gran dificultad para Pedro el hacerse entender en griego; de hecho, la mayoría, si no todas, de las primeras predicaciones cristianas tuvieron lugar en este idioma. La señal de las lenguas, por lo tanto, no es que fuera necesaria debido a la ausencia de intérpretes bilingües.

La cuestión es, como Lucas nos narra cuidadosamente, que toda aquella multitud, que se había reunido procedente de lugares tan diferentes, oían el mensaje como si éste se estuviera emitiendo en su propio idioma vernáculo.

Así lo expresaban exactamente: «Cada uno en nuestra lengua (literalmente, dialecto) en la que hemos nacido» (v.8). Por un momento, el evidente acento galileo de los discípulos desapareció y cada miembro de la audiencia los escuchó alabar a Dios como si sus palabras procedieran de labios de uno cualquiera de su propio grupo, de su área local; como si hubieran vuelto a casa.

Esto es lo que les sobrecogió. Podían haber entendido a los discípulos en griego; pero en vez de eso, cada persona de entre la multitud les escuchaba no como extranjeros, sino como si fueran integrantes de su propio clan, tribu o nación.

Estas lenguas pentecostales fueron una muestra de la manera en que el Espíritu Santo derrumbaría las barreras sociales y la clase de internacionalismo sin precedentes que crearía. A diferencia del imperialismo humano, el Espíritu no ambicionaba homogeneizar a los pueblos del mundo con una cultura cristiana uniforme. Por el contrario, pretendía tender puentes inter-culturales y superar el distanciamiento que estas culturas crean sin dar al traste con la diversidad que representan.

El judío seguiría siendo judío y el griego continuaría siendo griego. Los muros de separación entre las culturas no serían destruidos, pero sí descenderían hasta el punto de ser inofensivos, siendo reemplazados por una clase de identidad social unificada. Sería algo tan diferente que acuñarían una nueva palabra para describirlo: «La comunión del Espíritu Santo». Ya no habría «judío ni griego, esclavo ni libre, varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús» (Gálatas 3:28).

En Pentecostés, los discípulos predicaron un mensaje que pudo ser escuchado en diversas lenguas. Cuando leemos el Libro de los Hechos, descubrimos que aquel mensaje dio origen a una Iglesia con diversas culturas. Si fuéramos más allá, al Libro de Apocalipsis, encontraríamos que finalmente produce una multitud reunida alrededor del trono de Dios, gente de cada tribu, nación y pueblo que, a la vez, serían reconocidos.

Sus orígenes no serán borrados en la gloria; habrá una comunidad representando al amplio rango de culturas humanas, alabando a un Dios multilingüe. Ésa es la visión bíblica de la eternidad. Eso es lo que Espíritu Santo pretende crear y ése es el tipo de ondas que produjo el Día de Pentecostés para que se propagaran por el mundo.

Esto tiene toda clase de implicaciones para nosotros. A un nivel bastante trivial, eso es lo que hace que las traducciones de la Biblia sean aceptables. Nosotros damos por supuesta la validez de la Biblia inglesa, pero son muchas las religiones en el mundo que sufren graves problemas de conciencia ocasionados por la traducción de sus Santas Escrituras: el Corán sólo se puede escuchar en árabe; las Escrituras de los Vedas de la India sólo se estudian en sánscrito; algunos judíos ortodoxos tienen un punto de vista bastante supersticioso acerca del texto hebreo del Antiguo Testamento; y el mismo cristianismo tampoco se ha mantenido inmune a este tipo de elitismo lingüístico a lo largo de los siglos.

Hubo un tiempo en que la Iglesia de Roma insistía en que tanto en las Escrituras como en la liturgia eclesiástica se debía utilizar el latín. E incluso podemos toparnos con algunos protestantes que ven un tipo de santidad especial en el idioma de la Inglaterra de los siglos dieciséis y diecisiete.

Pero cualquier intento de relacionar el evangelio de manera especial con algún lenguaje santo es una ofensa al Espíritu de Pentecostés. El Espíritu Santo, el primer día de la expansión misionera de la Iglesia, dejó claro que cualquier idioma es un vehículo apropiado para alabar a Jesucristo.

Ésta es la razón por la que Tyndale acertó al adaptar el Nuevo Testamento al lenguaje ordinario de los hombres y mujeres de aquellos días. Esto es lo que correctamente hacen hoy día los traductores bíblicos de Wycliffe al intentar traducir las Escrituras a los dialectos locales de cada tribu de la tierra. Esto es lo que desea el Espíritu Santo. Quiere que las personas sepan que este mensaje les pertenece de manera especial. No requiere que renuncien a su identidad. No, Jesús es para ellos, para su nación, para su pueblo.

La señal de Pentecostés es también, en términos más generales, una forma de llamar nuestra atención sobre el enorme peligro que supone el vincular la presentación del evangelio que ofrecemos al mundo con nuestra propia cultura.

A los primeros cristianos, por desgracia, les llevó algún tiempo entender esto. Tratándose de judíos con un patriotismo feroz, se comprende que sintieran que cualquiera que quisiera convertirse al cristianismo debiera llegar a ser al menos un poco más judío. Algunos argumentaban que los conversos gentiles debían circuncidarse, observar las leyes alimenticias que requería la ortodoxia judía y guardar el sábado, por ejemplo.

La iglesia primitiva tuvo que plantearse muy seriamente esta cuestión, puesto que estas características culturales estaban tan profundamente arraigadas en la conciencia judía, que era casi imposible para un judío recibir como iguales en el Pueblo de Dios a aquellos que no las tuvieran.

Pero, al fin y al cabo, el Espíritu Santo tenía su método. Lo que nos encontramos en el Libro de los Hechos es la historia notable de cómo un grupo de judíos altamente chauvinistas reventaron la envoltura cultural del judaísmo de sus antepasados y empezaron a bautizar en la Iglesia de Jesucristo primero a samaritanos y finalmente a gentiles incircuncisos.

Desde el mismo inicio, la señal de Pentecostés les encaminó en esta dirección. Por medio de este desconocido don, el Espíritu Santo indicaba que Cristo no es posesión de cultura específica alguna. A lo largo de los años, no siempre hemos reconocido la importancia de esto.

Algunas veces, cuando los misioneros occidentales han salido de su país, han intentado establecer iglesias calcadas a aquellas que dejaron en casa—hasta el extremo de cantar los mismos himnos y usar el mismo tipo de arquitectura. A veces, incluso llevan los mismos trajes y sombreros dominicales. Ésta es exactamente una forma cristianizada de imperialismo cultural. Se trata de uno de los errores más importantes, porque va en contra del Espíritu de diversidad de Pentecostés.

Por último, la señal de Pentecostés también tiene implicaciones muy profundas relacionadas con el tipo de iglesia que deberíamos pretender hoy. Algunos teóricos del tema del crecimiento de la iglesia defienden con mucha fuerza que cada congregación local debería ir enfocada hacia un tipo particular de personas, ya que la evidencia sociológica muestra que esa clase de grupos culturalmente homogéneos son más efectivos a la hora de evangelizar a otras personas del mismo trasfondo.

Las iglesias chinas son mejores para alcanzar a los chinos, Las iglesias de indios llegan más a la comunidad caribeña. Las iglesias de clase media son ideales para los yuppies. Las iglesias de obreros son lo mejor para zonas de viviendas de protección especial, y así podríamos seguir. Es imposible contradecir la evidencia estadística a favor de tal política.

A pesar de que reconocemos que desde un punto de vista sociológico es sabio decir que los grupos homogéneos son los más efectivos para la evangelización, realmente es contrario al Espíritu de Pentecostés el construir la iglesia con semejante discriminación cultural.

La meta de la iglesia de Jesucristo debe ser la integración; nunca la segregación. Sean cuales fueren los beneficios en cuanto al crecimiento eclesial, el Espíritu Santo no puede santificar el apartheid eclesiástico.

Aunque pueda ser conveniente para fines evangelísticos el tener grupos caseros de estudio bíblico o similares, donde los componentes sean homogéneos o tengan como objetivo a sectores concretos de la sociedad, la meta de tales grupos debe ser introducir en una iglesia de Jesucristo a aquellos que son ganados al mundo.

Una de las características gloriosas de la iglesia es el ser una institución tecnicolor, que incluye a blancos y negros, cultos y analfabetos, jóvenes y ancianos. Ninguna otra institución de la tierra consigue tal integración cultural. Pero también es verdad que ninguna otra institución en la tierra es dirigida por el soplo del Espíritu Santo.

Esta unidad no se consigue sin dificultad. Requiere sensibilidad y comprensión. Pero éstas son las cualidades que produce el Espíritu Santo. Él pretende una unidad sin uniformidad. Ésta es su marca distintiva.

Cuando Dios congela el agua, crea una tormenta de nieve en la cual cada copo es diferente. Cuando los hombres congelamos el agua, ¡producimos cubitos de hielo!

El Espíritu Santo quiere transformarnos en personas que nos gocemos en medio de nuestras diferencias, así como los discípulos se gozaban proclamando a Cristo en diferentes lenguas el Día de Pentecostés. Era señal de que la Iglesia de Jesucristo no intentaba exhibir el unísono marcial de soldados de regimiento, sino la armonía polifónica de una sinfonía orquestal.

Dios quiere que las buenas nuevas de Jesucristo cautiven los corazones en cada nación. Las ondas empezaron a propagarse el Día de Pentecostés, y continúan haciéndolo allí donde hay discípulos cristianos que testifican las buenas nuevas de Jesús sin ataduras culturales imperialistas.

No debemos temer perder nuestras vidas si tienen el poder del Espíritu. No importa lo insignificantes que parezcan, pueden contribuir a la expansión de las ondas para cambiar el mundo.

El «Efecto Mariposa» puede multiplicar el impacto de nuestras vidas como multiplicó el testimonio de la iglesia primitiva. Según Jesús, ni siquiera las «puertas del infierno» pueden competir con el creciente poder de su iglesia.
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lunes, 23 de mayo de 2016

Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida... Han perdido toda vergüenza, se han entregado a la inmoralidad, y no se sacian de cometer toda clase de actos indecentes

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




Dios confronta al necio


Se entregaron a la inmoralidad, son insaciables

...y ellos, habiendo llegado a ser insensibles, se entregaron a la sensualidad para cometer con avidez toda clase de impurezas. Efe. 4:19 LBLA
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Han perdido toda vergüenza, se han entregado a la inmoralidad, y no se sacian de cometer toda clase de actos indecentes. Efe. 4:19 NVI

“Toda clase de impurezas” se refiere a la amplia diversidad de pecados sexuales que representan tentaciones en la vida del hombre. Desafortunadamente, algunos de ellos son
motivo de atracción y tentación también para los siervos de Dios. En este capítulo veremos algunas de las formas en las que el pecado sexual se presenta, con el fin de conocer las características de cada una y de ver cómo nosotros, como creyentes en Cristo, podemos repeler sus influencias destructivas.

Fornicación.
El vocablo griego porneia, deriva de porne (prostituta). Bíblicamente, es un término general que abarca toda clase de conducta sexual inmoral incluyendo:

  • relaciones sexuales prematrimoniales, 
  • homosexualidad, 
  • prostitución (de hombres o mujeres), 
  • pornografía, 
  • incesto, 
  • adulterio, 
  • lascivia, etc.

La palabra fornicación también se usa comúnmente para referirse a las relaciones sexuales entre solteros.

Se practica por no contener las pasiones antes de su matrimonio o, como en algunos casos, por puro placer y “diversión”.

Esto refleja el espíritu de este siglo, llamado “la nueva moralidad”, o “revolución sexual”. Este concepto de sexualidad rechaza como anticuada toda ley moral en cuanto a la vida sexual, y demanda total libertad para participar en todo tipo de acto sexual, libre y sin restricción.

El fruto ha sido miles de jóvenes embarazadas, bebés nacidos fuera del matrimonio (muchos sin padre), vidas quebrantadas y confundidas, enfermedades sexuales transmitidas, y la proliferación del aborto.

El resultado incluye a muchos jóvenes varones que engendran hijos, pero no saben ser padres responsables.

Un nuevo hogar, formado sobre el “fundamento” de la inmoralidad, tiene poca probabilidad de ser un hogar estable y duradero.

Jóvenes que practican la inmoralidad durante su vida de solteros están más propensos a ser infieles a su cónyuge una vez que se casan. En un sentido, la inmoralidad es infidelidad a la futura cónyuge.

Las “aventuras”.
Antes de exponer las distintas clases de aventuras, es importante ver algunos hechos fundamentales acerca de ellas y las relaciones indebidas que se presentan.

Una aventura ocurre cuando hay una relación o lazo emocional o físico entre dos personas, y cuando por lo menos una de ellas es casada. La relación es ilícita porque involucra la infidelidad al, o a la cónyuge.

Adulterio es la violación de votos y promesas de fidelidad y exclusividad. Significa infidelidad o deslealtad al, o a la cónyuge, traicionar los votos hechos al iniciar la vida matrimonial.

Al tener relaciones sexuales extramaritales, uno es infiel a sus promesas de proteger, cuidar y amar exclusivamente a su cónyuge.

El término también se usa en La Biblia en sentido espiritual para referirse a la infidelidad a Dios por parte de su pueblo.

Por ejemplo, Santiago 4:4 dice: “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad hacia Dios? Por tanto, el que quiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios”.

Aunque la mayoría de los casos de adulterio ocurre entre hombres casados y mujeres solteras, el adulterio puede suceder en una diversidad de situaciones.

La Biblia describe el adulterio como traición al pacto de matrimonio que un varón hace con su mujer.
Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto... Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud” (Malaquías 2:14–15).

Véase también Proverbios 2:16–17, donde, en este caso, es la mujer quien viola el pacto matrimonial que hizo con su marido.

En Jeremías 29:21–23, el adulterio era una de las causas de la cautividad en Babilonia: “...porque hicieron maldad en Israel, y cometieron adulterio con las mujeres de sus
prójimos...” (v.23).

Éxodo 20:14 revela que la prohibición del adulterio constituye uno de los Diez Mandamientos
de Dios, dados al principio de la vida de Israel como nación.

Hay varios tipos de “aventuras”:
  • La aventura prolongada o continua. Puede durar semanas, meses o, en casos raros, años. Se forman lazos más allá de lo emocional, e incluyen relaciones íntimas como si fueran varón y esposa.
  • La aventura de “una sola noche”. Ocurre en un  momento de tentación con una persona, y las pasiones no controladas dan lugar a un encuentro sexual. Sea que lo busque el varón, o sea seducido, el resultado es el mismo: una caída en el abismo del pecado sexual. A veces ocurre en una sola ocasión. En otros casos, la aventura de una sola noche se repite muchas veces, con diferentes personas. Se ha dicho que hay personas “adictas” a las aventuras de una sola noche. Un hombre que practicaba este estilo de vida “disfrutó” de otra noche de placer sexual con una mujer que recién había conocido. Cuando despertó a la mañana siguiente, descubrió que su “amante” se había ido. En el espejo, escritas con pintura de labios, encontró las palabras: “Bienvenido al mundo del SIDA”.
  • Adulterio emocional o mental. Se parece a las fantasías porque se trata de algo que sucede en la mente de una persona, no en el mundo físico. Se disfrutade una relación ilícita con una persona en la imaginación. Se piensa mucho en la persona, se imaginan escenas románticas con ella, incluyendo relaciones sexuales. Cristo habló de esto en Mateo 5:28 cuando dijo: “Yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”. Por eso La Biblia hace mucho énfasis en la necesidad de controlar nuestros pensamientos: “... derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento (Palabra) de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2 Cor. 10:5). Hay personas que no están dispuestas a cruzar la línea e ir “tan lejos”, o sus circunstancias les impiden practicar el adulterio físico. Sin embargo, lo cometen en el corazón, quizá porque piensan que “no habrá consecuencias” (como cuando es físico). O bien aceptan que es la única forma en la cual pueden disfrutar la relación romántica deseada en su corazón. Puede vivirla un soltero con una mujer casada, o un hombre casado con otra mujer, soltera o casada. El adulterio emocional o mental: 

  1. demuestra que el matrimonio de la persona (si está casada) no es saludable. Algo anda mal en su relación con su cónyuge. Fantasear con una relación ilícita no arregla el problema. Es sólo fantasía que provee un escape del aburrimiento u otros problemas en su matrimonio.
  2. indica que algo está mal en el propio corazón. Si deseamos algo que Dios prohíbe, es indicio de un espíritu de rebelión puesto de manifiesto en nosotros. Llegamos a creer que el estado en el que Dios nos permite vivir (soltería, matrimonio, etc.) no es de nuestro agrado, y buscamos algo más allá de lo que él nos concede. Este fue el engaño que la serpiente le vendió a Eva en el Edén: “Dios no te dio lo que mereces, él te ha defraudado, lo que tienes no es lo que podrías y debes tener; la esposa (o el esposo) que tienes no es lo que tú necesitas; tú mereces más”. De pronto creemos esta mentira, pensando que lo que tenemos (matrimonio, cónyuge, etc.) no es ni apropiado ni suficiente. Pensamos que hemos sido “defraudados”, por lo tanto buscamos algo más, lo que realmente “merecemos”. Y, como Eva, caemos en la trampa. El adulterio emocional o mental, entonces, no es ni más ni menos que la búsqueda de algo no dado por Dios, pero que codiciamos. La lista de los Diez Mandamientos prohíbe primero el adulterio (7º mandamiento), y luego prohíbe el deseo por la mujer de otro hombre: “No codiciarás... la mujer de tu prójimo” (10º mandamiento). El deseo de tener algo más allá de lo que Dios nos ha dado como cónyuge, matrimonio, etc., es una señal de la rebeldía del hombre hacia Dios: el deseo de seguir el propio camino, decidir lo que es mejor para uno y, en fin, vivir una vida independiente de Dios.
  3. El adulterio emocional o mental puede ocurrir en las amistades surgidas entre un varón y una mujer. Cuando alcanzan cierto nivel, la cercanía creada por su amistad da lugar a un ambiente de confianza en el que uno comparte problemas y asuntos personales con el otro. Esto da lugar a una intimidad emocional, la cual, como dijimos antes, está a un paso de la intimidad física. Se trata de una intimidad falsa y preocupante, porque reemplaza la intimidad emocional que uno debe experimentar únicamente con su cónyuge. Una relación de amistad con una persona del sexo opuesto no es necesariamente inapropiada, pero sí debemos actuar con mucha cautela y precaución para evitar que se pase de la raya y se convierta en una relación indebida. Esto ha ocurrido en miles de casos.
  4. Una aventura mental puede abrir la puerta y preparar el camino para el adulterio físico. Existe la ley de rendimientos decrecientes. Cuando el cigarrillo ya no satisface, la persona busca la marijuana. Cuando ésta ya no produce el éxtasis de antes, se busca algo más fuerte, por ejemplo, la cocaína. Cuando la cerveza no deleita como antes, uno busca una bebida alcohólica más fuerte para lograr el mismo efecto. Lo mismo sucede en la relación entre un hombre y una mujer que ha dejado de ser una simple amistad. Las conversaciones y sentimientos se convierten en contactos más serios: la amistad llega a ser cariño, el cariño se convierte en caricias, y las caricias en acto sexual. El pecado sexual requiere “dosis” cada vez más fuertes, y siempre nos lleva más allá de donde pensábamos llegar. La pureza moral que Dios espera de nosotros empieza en el corazón. No sólo el área de lo físico debe mantenerse pura y “el lecho sin mancilla” (Heb. 13:4), sino también la arena de los pensamientos debe ser guardada como terreno sagrado e inviolable. A veces el adulterio emocional o mental incluye “conversaciones inocentes” con la persona que atrae nuestro corazón. Pensamos que si no hay contacto físico o sexual con la persona, no cometemos ninguna falta. Sin embargo, si en la mente damos lugar a pensamientos impropios o experimentamos emociones indebidas o compartimos cosas íntimas que se deben reservar única y exclusivamente para nuestro cónyuge, violamos los límites que protegen el matrimonio. Jesús confirma que es posible cometer adulterio en nuestro corazón. Por eso La Biblia nos amonesta en Proverbios 4:23: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida”. Sabio es el que guarda su corazón de ésta y toda expresión de inmoralidad. 
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miércoles, 18 de mayo de 2016

Corríais bien. ¿Quién os estorbó para no obedecer a la verdad?... ¡Ojalá se mutilasen los que os perturban!

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6





Alimentamos a la congregación con pastos frescos
Estad firmes en la libertad de Cristo
Gálatas 5:1-12
5 Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no os pongáis otra vez bajo el yugo de la esclavitud. 
2 He aquí yo, Pablo, os digo que si os dejáis circuncidar, de nada os aprovechará Cristo. 3 Y otra vez declaro a todo hombre que acepta ser circuncidado, que está obligado a cumplir toda la ley. 
4 Vosotros que pretendéis ser justificados en la ley, ¡habéis quedado desligados de Cristo y de la gracia habéis caído!  5 Porque nosotros por el Espíritu aguardamos por la fe la esperanza de la justicia. 6 Pues en Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión valen nada, sino la fe que actúa por medio del amor. 

7 Corríais bien. ¿Quién os estorbó para no obedecer a la verdad? 8 Tal persuasión no proviene de aquel que os llama. 9 Un poquito de levadura leuda toda la masa. 10 Yo confío en el Señor con respecto a vosotros que no pensaréis de ninguna otra manera; y el que os inquieta llevará su castigo, sea quien sea. 11 Pero con respecto a mí, hermanos, si todavía predico la circuncisión, ¿por qué aún soy perseguido? En tal caso, se habría quitado el tropiezo de la cruz. 12 ¡Ojalá se mutilasen  los que os perturban! 

Cuando el esclavo se vuelve amo y el amo esclavo

  El Esclavo—La libertad se pierde 
Gálatas 5:1

Pablo ha usado dos comparaciones para mostrar lo que la ley es en verdad:

  • un ayo (Gálatas 3:24; 4:2); 
  • una esclava (Gálatas 4:22–31); 
ahora la compara con un yugo de esclavitud. Recordarás que Pedro usó esta misma figura en la famosa conferencia en Jerusalén (ve Hechos 15:10).

El simbolismo del yugo no es difícil de entender.
Normalmente representa esclavitud, servicio, y el control de alguien sobre su vida; también puede representar servicio voluntario para alguien.

Cuando Dios liberó a Israel de la esclavitud de Egipto, rompió su yugo (Levítico 26:13). El campesino usa el yugo para controlar y guiar a los bueyes porque ellos no prestarían servicio si estuvieran sueltos.

Cuando los creyentes en Galacia confiaron en Cristo, perdieron el yugo de la esclavitud al pecado y se pusieron el de Cristo (Mateo 11:28–30).

El yugo de la religión es duro, y las cargas son pesadas, pero el de Cristo es “fácil” y su carga “ligera”.

Esa palabra “fácil” en el griego significa bondadoso, benigno. El yugo de Cristo nos libera para cumplir su voluntad, mientras que el yugo de la ley nos esclaviza.

  • El incrédulo lleva un yugo de pecado (Lamentaciones 1:14); 
  • el legalista religioso lleva el yugo de la esclavitud (Gálatas 5:1); pero 
  • el hijo de Dios que depende de la gracia de Dios lleva el yugo liberador de Cristo.

Es Cristo el que nos ha hecho libres de la esclavitud a la ley.
Nos liberó de la maldición de la ley muriendo por nosotros en la cruz (Gálatas 3:13). El creyente ya no está bajo la ley, sino bajo la gracia (Romanos 6:14). Esto no quiere decir que somos rebeldes o anarquistas, sino que ya no necesitamos la fuerza externa de la ley para que hagamos la voluntad de Dios, porque tenemos al Espíritu Santo como guía interno (Romanos 8:1–4).

Cristo murió para liberarnos, no para esclavizarnos. Regresar a la ley es enredarse en un laberinto de “haz esto” y “no hagas aquello”, y abandonar la madurez espiritual por una segunda infancia.

Lamentablemente, hay algunos creyentes que se sienten muy inseguros con la libertad y prefieren estar bajo la tiranía de algún líder en lugar de tomar sus propias decisiones. Están atemorizados a causa de la libertad que tienen en la gracia de Dios; así que, buscan una congregación legalista y dictatorial en donde puedan dejar que otros tomen las decisiones que les corresponden. Esto puede compararse a un adulto que regresa a la niñez.

La senda de la libertad cristiana es el camino a la realización en Cristo. Con razón Pablo amonesta: “No estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud”. Luchad por la libertad. “Estad, pues, firmes en la libertad”.


  El Deudor—La riqueza se pierde 
(Gálatas 5:2–6)

Pablo usa tres frases para describir las pérdidas del creyente que cambia la gracia por la ley: 
  • “De nada os aprovechará Cristo” (v. 2); 
  • “obligado a guardar toda la ley” (v. 3); 
  • “De Cristo os desligasteis” (v. 4). 
Y concluye con palabras tristes del versículo 4: “de la gracia habéis caído”. Es lamentable que el legalismo no sólo roba al creyente su libertad, sino también su riqueza espiritual en Cristo. El creyente que vive bajo la ley llega a ser un esclavo en bancarrota.

La Palabra de Dios nos enseña que antes que fuéramos salvos, teníamos una deuda con Dios que no podíamos pagar. Cristo lo declara en la parábola de los dos deudores (Lucas 7:36–50).

Dos hombres le debían dinero a un prestamista, uno 10 veces más que el otro. Pero ninguno de los dos podía pagar, así que el acreedor “gratuitamente perdonó a ambos” (traducción literal).

No importa cuán moral sea un hombre, todavía está destituido de la gloria de Dios, y no puede pagar su deuda por el pecado, aun si ésta fuera solo una décima parte de la de los demás. Dios en su gracia, a causa de la obra de Cristo en la cruz, puede perdonar a los pecadores, sin importar qué tan grande sea la deuda que tengan.

Cuando recibimos a Cristo, llegamos a ser ricos espiritualmente, y ahora participamos de

  • las riquezas de la gracia de Dios (Efesios 1:7); 
  • las riquezas de su gloria (Efesios 1:18; Filipenses 4:19); 
  • las riquezas de su sabiduría (Romanos 11:33); y 
  • las “inescrutables riquezas de Cristo” (Efesios 3:8). 
En Cristo tenemos “todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento” (Colosenses 2:3), y estamos “completos en él” (Colosenses 2:10). Cuando uno está “en Cristo”, tiene todo lo que necesita para vivir la vida cristiana que Dios quiere que viva.

Los judaizantes, sin embargo, quieren que creamos que estamos perdiendo algo, y que seríamos más espirituales si guardáramos la ley con sus demandas y reglas. Pero Pablo aclara que la ley no añade nada, porque ¡nada puede ser añadido! En lugar de eso, la ley entra como un ladrón y roba al creyente las riquezas espirituales que tiene en Cristo. Lo hace retroceder y quedar en bancarrota espiritual con una deuda que no puede pagar.

Vivir bajo la gracia implica depender de la provisión abundante de Dios para toda necesidad. Vivir bajo la ley implica depender de mi propia fuerza, la carne, y carecer de la provisión de Dios.

Pablo advierte a los gálatas que el someterse a la circuncisión les privaría de todos los beneficios que tienen en Cristo (aunque la circuncisión en sí misma no tiene importancia, Gálatas 5:6; 6:15). Además, al someterse estarían obligados a cumplir toda la ley.

En esto los legalistas muestran su hipocresía, ya que fallan en guardar toda la ley. Miran a la ley del Antiguo Testamento como un cliente examina la comida en una cafetería: para escoger lo que les guste y dejar el resto. Pero, esto no es correcto. Enseñar, por ejemplo, que un creyente en la actualidad debe guardar el día de reposo, pero no la pascua, es fraccionar la ley de Dios.

El mismo legislador que dio un mandamiento también dio el otro (Santiago 2:9–11). Anteriormente, Pablo había citado a Moisés para mostrar que la maldición de la ley está sobre todo aquel que falla en guardar toda la ley (Gálatas 3:10; ve Deuteronomio 27:26).

Imagínate a un automovilista conduciendo en una calle de la ciudad y, ya sea deliberada o inconscientemente, pasándose una luz roja. Un policía lo detiene y le pide su licencia de conducir. Inmediatamente el conductor empieza a defenderse. “Oficial, sé que me pasé la luz roja, pero nunca he robado a nadie; ni he cometido adulterio; y nunca he mentido en mi declaración de impuestos”.

El policía sonríe al llenar la boleta de infracción, pues sabe que ninguna cantidad de obediencia puede pagar por un acto de desobediencia. La misma ley que protege al obediente, castiga al ofensor. Cuando uno se jacta de guardar una parte de la ley mientras que quebranta otra, en efecto, confiesa que merece el castigo.

Ahora podemos entender mejor lo que Pablo quiere decir con: “de la gracia habéis caído” (Gálatas 5:4). Ciertamente no está sugiriendo que los gálatas habían perdido su salvación, ya que a través de toda esta epístola los trata como creyentes. Por lo menos 9 veces los llama hermanos, y también usa el pronombre nosotros (Gálatas 4:28).

Pablo no hubiera hecho esto si sus lectores no fueran creyentes. Además, con confianza declara: “Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!” (Gálatas 4:6).

“De la gracia habéis caído” no quiere decir perder la salvación, sino dejar de vivir bajo la gracia de Dios. No se puede mezclar la gracia con la ley. El que decide vivir bajo la ley no puede vivir bajo la gracia.

Los creyentes en Galacia habían sido fascinados por los falsos maestros (Gálatas 3:1), así que, estaban desobedeciendo la verdad. Se habían cambiado a otro evangelio (Gálatas 1:6–9), y habían regresado a los pobres rudimentos de la religión (Gálatas 4:9).

Como resultado, se habían sujetado al yugo de la esclavitud, y esto les llevó a su situación presente: “de la gracia habéis caído”. Y la tragedia de esta caída es que se habían privado a sí mismos de todas las cosas buenas que Cristo Jesús podía hacer por ellos.

En seguida Pablo presenta la vida del creyente bajo la gracia (Gálatas 5:5–6). Podemos contrastar las dos maneras de vivir: Cuando uno vive por la gracia, depende del poder del Espíritu Santo; en cambio, el que vive bajo la ley depende de sus propios esfuerzos. La fe no es muerta, sino que obra (ve Santiago 2:14–26). Pero los esfuerzos de la carne nunca pueden lograr lo que la fe puede hacer por medio del Espíritu Santo. Y la fe obra por el amor—el amor hacia Dios y hacia los demás. Lamentablemente, la carne no produce amor, en cambio, produce egoísmo y rivalidad (ve Gálatas 5:15). ¡Con razón Pablo describe la vida legalista como una caída!

Cuando el creyente anda por fe, dependiendo del Espíritu de Dios, vive bajo la gracia de Dios, y todas sus necesidades son suplidas. Disfruta las riquezas de la gracia de Dios, y siempre aguarda una esperanza (Gálatas 5:5): el día que Cristo regrese y nos haga semejantes a Él en justicia perfecta.

La ley no nos da ninguna promesa de justicia perfecta en el futuro. Es verdad que preparó el camino para la primera venida de Cristo (Gálatas 3:23–4:7), pero no puede preparar el camino para su segunda venida.

Así que, el creyente que escoge el legalismo se priva de libertad y las riquezas espirituales. Deliberadamente se coloca bajo la esclavitud y el fracaso espiritual.


  El Corredor—El rumbo se pierde 
(Gálatas 5:7–12)

A Pablo le gustaban las ilustraciones acerca del atletismo y las usó a menudo en sus cartas. Sus lectores estaban familiarizados con los juegos olímpicos, así como con las competencias atléticas griegas que siempre incluían las carreras.

Es importante observar que Pablo nunca usa el simbolismo de las carreras para explicar cómo ser salvo, más bien, lo usa para ilustrar la vida cristiana. Para participar en los juegos olímpicos se exigía que los competidores fueran ciudadanos.

Llegamos a ser ciudadanos del cielo por medio de la fe en Cristo; entonces el Señor nos señala la meta y corremos para ganar el premio (ve Filipenses 3:12–21). No corremos para ser salvos, sino porque ya somos salvos y queremos hacer la voluntad de Dios (Hechos 20:24).

“Vosotros corríais bien”. Cuando Pablo llegó a ellos lo recibieron

  • “como a un ángel de Dios” (Gálatas 4:14). 
  • Aceptaron la Palabra, 
  • confiaron en el Señor Jesucristo y 
  • recibieron al Espíritu Santo. 
  • Tenían un gozo profundo que era notorio a todos, y 
  • estaban dispuestos a hacer cualquier sacrificio por Pablo (4:15). 
Pero ahora, Pablo era su enemigo. ¿Qué había pasado?
El versículo 7 nos da la respuesta: “Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer la verdad?” En las carreras cada corredor debía permanecer dentro de su línea designada, pero algunos corredores se metían en la línea de sus competidores con el fin de sacarlos de la competencia.

Esto es lo que los judaizantes habían hecho con los creyentes en Galacia: se metieron en su línea y les obligaron a cambiar de rumbo y tomar una desviación espiritual. No fue Dios quien hizo esto, porque él los llamó a correr fielmente en la línea marcada Gracia.

En su explicación Pablo cambia el simbolismo y presenta la figura de la levadura. En el Antiguo Testamento, por lo general, la levadura se usa para simbolizar lo malo. Por ejemplo, era prohibido tener levadura en la casa durante la pascua (Éxodo 12:15–19; 13:7).

A los que adoraban no se les permitía que mezclaran la levadura con los sacrificios (Éxodo 34:25), aunque había algunas excepciones a esta regla. Cristo usó la levadura como símbolo del pecado cuando advirtió acerca de la “levadura de los fariseos” (Mateo 16:6–12); y Pablo la usó como figura del pecado en la iglesia de Corinto (1 Corintios 5).

La levadura realmente es una buena ilustración del pecado: es pequeña, pero si se deja, se extiende, aumenta y leuda todo.

La falsa doctrina de los judaizantes fue introducida a las iglesias de Galacia poco a poco, pero no tardó mucho en aumentar, y finalmente dominó todo.

El espíritu del legalismo no llega a dominar a la iglesia repentinamente. Como la levadura, se introduce secretamente, crece y no tarda mucho en envenenar a toda la congregación. En la mayoría de los casos, los motivos que impulsan al legalismo son buenos, por ejemplo, el deseo de tener una iglesia más espiritual, pero los métodos no son bíblicos.

No es malo tener normas de conducta en una iglesia, pero no debemos pensar que estas reglas nos harán más espirituales, o que el guardarlas sea evidencia de espiritualidad. La levadura se expanda rápidamente. Asimismo, algunos hermanos se vuelvan orgullosos de su espiritualidad (“envanecido” es la manera en que Pablo lo expresa, 1 Corintios 5:2), y entonces critican a todos los demás por su falta de espiritualidad.

Esto, por supuesto, solamente alimenta a la carne y contrista al Espíritu Santo, pero siguen su camino pensando que están glorificando a Dios.

Todo creyente tiene la responsabilidad de estar alerta para reconocer los primeros indicios del legalismo, esa primera pizca de levadura que afecta a la congregación, y que con el tiempo crece y llega a ser un serio problema.

Con razón Pablo denuncia con vehemencia a los falsos maestros: “Estoy sufriendo persecución porque predico la cruz de Cristo, mas estos maestros falsos son celebridades populares porque predican una religión que consiente a la carne y ensalza al ego. ¿Quieren circuncidaros? ¡Ojalá que se cortaran a sí mismos!” (Gálatas 5:11 y 12, traducción literal).

La circuncisión ya no tiene valor espiritual, desde la muerte y resurrección de Cristo; sólo es una operación física. Pablo deseaba que esos maestros falsos se operaran a sí mismos—“se castraran a sí mismos”—para que ya no produjeran más hijos de esclavitud.

El creyente que vive bajo la gracia de Dios es libre, rico y corre en la línea que lo lleva a la recompensa.

El creyente que deja la gracia por la ley es un esclavo, un deudor y un corredor que ha perdido el rumbo. En otras palabras, es un perdedor.

Y la única manera de llegar a ser un ganador es rendirse al Espíritu Santo y limpiarse de la levadura, la doctrina falsa que mezcla a la ley y a la gracia.

La gracia de Dios es suficiente para cada demanda de la vida. Somos salvos por gracia (Efesios 2:8–10), y servimos por gracia (1 Corintios 15:9–10).

La gracia nos ayuda a soportar el sufrimiento (2 Corintios 12:9). Es la gracia la que nos fortalece (2 Timoteo 2:1), para que seamos soldados victoriosos.

Nuestro Dios es el Dios de toda gracia (1 Pedro 5:10). Podemos venir al trono de la gracia y hallar gracia para el oportuno socorro (Hebreos 4:16). Cuando leemos la Biblia, que es “la palabra de su gracia” (Hechos 20:32), el Espíritu de gracia (Hebreos 10:29) nos revela las riquezas que tenemos en Cristo.

“Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia” (Juan 1:16).
¡Cuán ricos somos!

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