domingo, 17 de junio de 2012

Teologia Sistematica: Estudio de la Deidad II


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Tipo de Archivo: PDF | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información
 CONTENIDOPREFACIO
Capítulo I
EL HOMBRE A LA IMAGEN DE DIOS
I. LA DECLARACIÓN DE LA DOCTRINA
II. ¿QUÉ ES LA IMAGEN DE DIOS EN EL HOMBRE?
A. La imagen no es física
B. La encarnación y la imagen de Dios
C. Dominio, un aspecto de la imagen
D. Ciencia, justicia, y santidad en Cristo
E. Respeto para la humanidad
F. Contra la idolatría
G. La dualidad del ser humano
1. El ser material del hombre debe guardarse puro
2. El ser no material del hombre hecho a la imagen de Dios
H. Términos psicológicos
1. El corazón
2. Mente (conocimiento)
3. Mente (reflexión profunda)
4. Afecto (traducido «entrañable amor » y de otras maneras)
5. Alma
6. Espíritu
7. Voluntad
8. Distinciones entre el hombre y la bestia
I. El caso de la dicotomía o tricotomía
1. Hebreos 4.12
2. 1 Tesalonicenses 5.23
3. 1 Corintios 15.44
4. Delitzsch sobre la tricotomía
5. El hombre no es una trinidad
J. El origen del alma
1. Teorías de la preexistencia
2. Traducianismo, y 3. Creacionismo
4. El argumento de Hodge en favor del creacionismo
5. La conclusión del autor
III. LA IMA GEN DE DIOS, RESUMEN DE CONSECUENCIAS
A. En cuanto a nosotros mismos
B. En cuanto a otros
C. En cuanto a dominio
Capítulo II
EL HOMBRE PECADOR—LA CAÍDA
I. DATOS OBSERVABLES
A. Analogías
B. El sentido del deber
C. Capacidades superiores
D. Exigencias desordenadas
E. Evidencia negativa
II. EL CUADRO BÍBLICO DE LA HUMANIDAD CAÍDA
A. La presentación de Pablo
B. El Hijo del Hombre, el modelo perfecto
C. Convicción por el Espíritu Santo
III. NATURALEZA Y ORIGEN DEL PECADO
A. Una definición precisa de pecado
B. El origen del pecado en el universo
1. Pre-humano
2. El tentador original
3. El pecado sin remedio
IV. DOS PREGUNTAS FILOSÓFICAS:
A. ¿Es concebible el libre albedrío?
B. ¿Puede Dios permitir el pecado?
1. Primera solución de Pablo
2. Segunda solución de Pablo
V. LA CAÍDA DEL HOMBRE
A. Estado original de santidad
1. Las declaraciones de los credos
2. El relato bíblico
B. Significado de los dos árboles
1. El árbol de la vida
2. El árbol de la ciencia del bien y del mal
C. La naturaleza de la tentación y el pecado
1. Un incidente histórico determinado
2. Había un tentador
3. Un hecho responsable y culpable
4. Una acción a la vez física y espiritual
5. El pecado aparece en triple forma
6. La mujer y el hombre
D. El significado de la caída
Capítulo III
EL HOMBRE PECADOR
RESULTADOS Y CONSECUENCIAS DE LA CAÍDA
I. CONSECUENCIAS POSITIVAS
A. El significado de «pecado original»
B. Referencias del Antiguo Testamento y de los Apócrifos
C. Referencias menores del Nuevo Testamento
D. Romanos 5:12–21
E. El principio representativo
1. Ilustraciones
2. Objeción
3. Representación junto a la cruz
II. TEORÍAS EXCLUÍDAS
A. Interpretación mítica de Génesis
B. La teoría de la «imputación mediata» excluida
1. La analogía de la santificación
2. Identificación sustantiva con Adán excluida
a. El «realismo»de Jonatán Edwards
b. El punto de vista de Shedd sobre la imputación
c. H. Strong y H. C Thiessen
d. Agustín sobre la imputación
e. Consideraciones generales en contra de los puntos de vista sustantivos
III. EL PACTO O RELACIÓN FEDERAL
A. Uso bíblico
B. Origen y valor del término «teología del pacto»
C. El relato de Génesis, el «pacto de obras»
IV. EL PACTO DE LAS OBRAS YA NO RIGE
A. Escrituras aducidas en contra
B. El «dispensacionalismo»
C. «Unidad del pacto de la gracia»
D. «Dispensacionalismo» en Hodge y Calvino
E. «Confinados bajo la ley, encerrados»
F. Conclusión general
Capítulo IV
ORIGEN Y ANTIGÜEDAD DEL HOMBRE
I. LA CUESTIÓN DEL ORIGEN DEL HOMBRE
A. Oposición contemporánea
B. Doctrina bíblica
C. Evolución teísta
D. El origen de la vida
II. LA ANTIGÜEDAD DEL HOMBRE
A. Cronología de Ussher
B. El silencio de la Biblia
C. Entendimiento de los modismos antiguos
D. Green y Warfield y los hallazgos recientes
E. Las genealogías de Jesús
F. Otros ejemplos de genealogías que se acortan
G. Las genealogías que se supone dan la antigüedad del hombre
H. Nombres individuales y nombres de familias
Capítulo V
LA VIDA HUMANA EN ESTA EDAD
I. EL HOMBRE GOBERNARÁ EL MUNDO
II. SUBDIVISIONES PRINCIPALES, LAS CIENCIAS SOCIALES
A. La filosofía bíblica de la historia
1. Argumentos contrarios
2. El particularismo judío
3. Historia particular en un horizonte cósmico
4. El punto de vista bíblico fuera de la corriente judío-cristiana
5. La dificultad de la encarnación
6. La objeción de Kant
7. Cristo una figura cósmica
8. La edad de oro
9. Realismo histórico
10. Resumen
B. El punto de vista bíblico de la antropología cultural y física
1. Antropología física
a. De un linaje
b. Tipos humanos diferentes
2. El punto de vista bíblico de la antropología cultural
a. La cultura antes de la caída
b. El contraste con la mitología
c. Génesis 6:14
d. Datos culturales primitivos posteriores a la caída del hombre
C. Culturas cambiantes y verdades inmutables
1. Cambios en la aplicación de principios
a. El sábado antes de la resurrección
b. El día de reposo después de la resurrección
c. Ilustraciones menores
d. Los principios de la ley moral
e. Opinión contraria
f. Conclusión
2. Revelación progresiva
a. El plan de la salvación
b. La ley moral
c. Escatología
d. Un entendimiento más claro
3. Resumen
Capítulo VI
LA VIDA HUMANA EN ESTA EDAD (continuación)
II. LAS CIENCIAS SOCIALES (CONTINUACIÓN)
D. La doctrina bíblica de la familia
1. La interpretación de Cristo
2. La interpretación de Pablo
3. Abusos que se regularon
4. Reglas bíblicas que gobiernan el divorcio
a. Los dichos de Cristo
b. Principios de interpretación
c. Antecedentes: la ley mosaica
d. Los derechos de las mujeres
e. Las palabras de Cristo sobre la persona divorciada
f. La enseñanza de Pablo sobre el divorcio
g. El pacto de familia
h. El abandono
i. Un cristiano abandonado por otro cristiano
j. Divorcio por homosexualidad
k. ¿Puede casarse en segundas nupcias la persona culpable en el divorcio?
l. La actitud del corazón
5. La relación de padres e hijos
a. La disciplina
b. La educación
c. Escuelas cristianas
d. ¿Qué nivel de escuelas?
e. Educación postgraduada
f. Conclusión
E. La doctrina bíblica del estado
1. Primeras referencias
2. Patriarcales y 3. Teocráticas
4. Los jueces
5. El reino
6. La línea de David
7. Romanos 13:1–7
a. Gobernadores sin ley
b. Gobernantes legales
c. Otras funciones del gobierno
d. La cuestión del pacifismo
e. Diferentes formas de gobierno
8. El ejemplo de Pablo con referencia al gobierno
a. Autoridades judías
b. Las autoridades romanas
c. La enseñanza de Pedro
9. La actitud de Cristo hacia el gobierno
a. Las autoridades judías
b. Evitando envolverse en política
c. Ante Pilato
d. Volviendo la otra mejilla
e. Jesús sobre el uso de la espada
f. El uso de la espada por Pedro
g. Analogía misionera
10. El cristiano y las cortes civiles
a. Un mandamiento relativo
b. Los tribunales de la iglesia
c. Cuatro pasos en corregir los males
d. El cuarto paso
e. Antes del paso primero
f. Cinco pasos por todos
11. Integridad de carácter
F. Las doctrinas económicas de la Biblia
1. Principios primarios
2. Principios económicos mosaicos
3. Cómo ve el Antiguo Testamento la edad mesiánica
4. La economía política del Nuevo Testamento
5. El diezmo y la mayordomía cristiana
6. El noveno mandamiento
III. LA IGLESIA VISIBLE EN EL MUNDO
A. La iglesia como corporación
B. La iglesia en el Antiguo Testamento
C. Condición de miembro en el Nuevo Testamento
D. La pureza del testimonio
1. 2 Corintios 6:14 –7:1
2. No el retiro del deber
3. La iglesia no está en la política
E. La organización de la iglesia
1. La iglesia visible más que la iglesia local
2. Sínodos
F. Ramas de la iglesia
G. El propósito misionero
APÉNDICE

 ¿QUÉ ES LA IMAGEN DE DIOS EN EL HOMBRE?
Cuando surge la pregunta de en qué consiste la semejanza a Dios o la correspondencia con Dios enel hombre, la respuesta tiene que encontrarse en el contexto de Génesis y en otras referencias bíblicas aeste asunto. A. La imagen no es físicaPrimeramente podemos decir con énfasis que la imagen de Dios en el hombre no consiste enninguna manera en una semejanza física en cuanto a forma. La doctrina bíblica de la espiritualidad eincorporabilidad de Dios fue presentada en la primera sección. Puesto que Dios es un espíritu sincuerpo, sería una contradicción de términos que el ser físico del hombre de alguna manera se pareciera al ser de Dios. Cierto, la Segunda Persona de la Trinidad «fue hecha carne y habitó entre nosotros» (Jn 1:14), y el Padre lo envió «en semejanza de carne de pecado» (Ro 8:3), y como nuestro Redentor tomó para sí mismo nuestra naturaleza de carne y sangre y fue hecho «en todo semejante a sus hermanos» (Heb 2:14–18). No obstante, en todas estas referencias a la encarnación es Cristo quien toma nuestra  semejanza. Jamás hay una sugerencia en la Escritura de que nuestra naturaleza física es en alguna manera un aspecto de la imagen de Dios en nosotros.B. La encarnación y la imagen de DiosQue el hombre es creado a la imagen de Dios es una consideración básica para el entendimiento de la encarnación. Aunque la imagen de Dios en el hombre no es física, Cristo, la eterna Segunda Persona de la Trinidad, podía asumir en sí mismo nuestra naturaleza humana, incluyendo sus aspectos físicos, porque la naturaleza espiritual del hombre es la imagen de Dios.
En Juan 10:24–39 se dice que los jefes de los judíos en Jerusalén consideraron a Jesús como culpable de blasfemia y estaban a punto de apedrearlo. «Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre: ¿Por cuál de ellas me apedreáis?» preguntó. La contestación de ellos fue: «Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia, porque tú, siendo hombre, te haces Dios» (vv. 32, 33).
La contestación de Jesús se fundaba en que puesto que el hombre fue creado a la imagen de Dios, estando aun los hombres pecadores relacionados con Dios, su pretensión de ser el Hijo de Dios pudiera ser verdad y no necesariamente blasfemia. Cita del Salmo 82:6, 7 una oración en que Dios se dirige a los hombres inicuos con las palabras: «Yo dije: Vosotros sois dioses, y todos vosotros hijos del Altísimo; pero como hombres moriréis, y como cualquiera de los príncipes caeréis». Jesús sólo usa la frase «Yo dije dioses sois», y arguye en efecto: «Si él llamó dioses a estos hombres a quienes vino la palabra de Dios, ¿por qué entonces debe rechazarse sin examen de evidencia la pretensión de Dios en la carne?»
Para nuestro fin aquí el hecho significativo es que el Señor Jesús consideró a los hombres «a quienes vino la palabra de Dios» como en alguna manera relacionados con Dios, esto es, creados a la imagen de Dios.
Si no fuera por el hecho de la imagen de Dios en el hombre, la encarnación sería una contradicción.
Pero puesto que el hombre es creado a la imagen de Dios, mantener que Dios ha venido en carne humana no involucra ninguna contradicción, sino que es enteramente creíble.C. Dominio, un aspecto de la imagenComo los autores del Catecismo menor de Westminster han notado, el contexto en Génesis 1 y 2 en que la doctrina de la imagen de Dios es comunicada implica que el hombre fue creado para ser como Dios en ejercer dominio sobre la creación como vicerregente de Dios bajo la providencia divina. No sólo tenemos este hecho claramente declarado en Génesis 1:26–28, citado arriba, sino que se hace referencia al mismo hecho en numerosos pasajes de la Escritura. Antes de que el pecado entrara en el mundo, Dios había dicho: «Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sojuzgadla, y señoread…» (Gn 1:28). Pero mucho después que el pecado había venido al mundo, después del juicio del mundo por el diluvio, el dominio del hombre sobre la creación dado por mandato divino es declarado de nuevo con énfasis en Génesis 8:15–9:17. Ver especialmente 9:1, 2.
La posición del hombre en la creación se declara otra vez en conexión con la doctrina de la imagen de Dios en él. «El que derramare sangre del hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a la imagen de Dios es hecho el hombre. Mas vosotros fructificad y multiplicaos; procread abundantemente en la tierra, y multiplicaos en ella» (Gn 9:6, 7).
El dominio que el hombre debe ejercer se manifiesta magníficamente en Salmo 8:4–9: «Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies: Ovejas y bueyes, todo ello, y asimismo las bestias del campo, las aves de los cielos y los peces del mar; todo cuanto pasa por los senderos del mar. ¡Oh Jehová, Señor nuestro, cuán grande es tu nombre en toda la tierra!»
El dominio para el cual el hombre fue creado según se describe en el Salmo 8 encuentra un comentario más amplio en Hebreos 2:5–9: «Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando; pero alguien testificó en cierto lugar, diciendo: ¿Qué es el hombre para que te acuerdes de él, o el hijo del hombre, para que le visites? Le hiciste un poco menor que los ángeles, le coronaste de gloria y de honra, y le pusiste sobre las obras de tus manos; todo lo sujetaste bajo sus pies.
Porque en cuanto le sujetó todas las cosas, nada dejó que no sea sujeto a él; pero todavía no vemos que todas las cosas le sean sujetas. Pero vemos aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos».
En otras palabras, según la Epístola a los Hebreos la semejanza del hombre a Dios en gobernar el mundo como vicerregente bajo la providencia divina no ha sido realizada todavía. Es obvio que el hombre no domina el mundo creado, y que en su condición caída ni aun puede gobernarse a sí mismo. Cristo el eterno Hijo de Dios, quien ahora ha llegado a ser un miembro de nuestra raza e históricamente ha obrado lo que es necesario para nuestra salvación, fue coronado con gloria y honra desde la eternidad pasada para que su sacrificio pueda tener un valor infinito para todo hombre. Es solamente como redimida en Cristo que la humanidad puede tener dominio sobre la creación.
En 1 Corintios 15:25–27 Pablo conecta las palabras del Salmo 8:6 con las del Salmo 110:1. En la última referencia las palabras «Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies» debe entenderse como dirigida al Hijo de Dios en su soberanía eterna y consumado en su reino futuro.
Cuando lleguemos al estudio de escatología examinaremos las promesas de Cristo de que reinaremos con él en su reino futuro (Mt 19:28; Lc 22:18, 28–30; cf. 2 Tim 2:12; 1 Co 6:2, 3). Vendrá el tiempo de restauración (Hch 3:20, 21), el tiempo en que este mundo creado será librado de la «esclavitud de corrupción» (Ro 9:18–23). Entonces la humanidad redimida, reinando con Cristo, tendrá aquel dominio sobre la creación que es un aspecto de la imagen de Dios en el hombre.
La parábola de Lucas 19:11–28 enseña con más detalle la relación de la humanidad redimida en Cristo con el dominio de este mundo presente. Como Arquelao había ido a Roma para recibir su reino1 y había puesto a Palestina para gobernar sobre territorios que le fueron dados, así dice Cristo: «Un hombre noble [Cristo mismo] se fue a un país lejano para recibir un reino y volver». En esta parábola los deberes asignados a los siervos en el tiempo antes del regreso del rey corresponden a nuestros deberes en cuanto a este mundo en la época actual. En la parábola, cuando regresó el rey, dijo a sus siervos según sus capacidades: «Tendrás autoridad sobre diez ciudades… sobre cinco ciudades, etc.»
Aquel aspecto de la imagen de Dios en el hombre por el cual el hombre debe señorear sobre el mundo creado como vicerregente bajo la providencia divina no se ha realizado todavía. El pecado ha entrado y el hombre no puede gobernar como se propuso que lo hiciera. Su dominio debe ser ejercitado por la gracia de Dios hasta el punto en que sea posible dadas las exigencias de la época actual, pero llegará a su realización completa en el reinado futuro de nuestro Señor Jesucristo cuando «reinaremos con él». D. Ciencia, justicia, y santidad en CristoQue ciencia, justicia, y santidad son aspectos de la imagen de Dios en el hombre es lo que sostienen los autores de las normas de Westminster basándose en una combinación de Efesios 4:22–25 y Colosenses 3:9, 10: «En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo nombre, creados según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Por lo cual desechando la mentira, hablad verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros…» y «No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestíos del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno».
De estos dos pasajes, el segundo pone el énfasis en la ciencia y el primero en la justicia y santidad, pero es obvio que hay un sector donde las ideas se traslapan. La «justicia», justificación, integridad de carácter, «santidad» de uno que ha aceptado al Señor Jesucristo como su Salvador personal se describe junto con aquella «ciencia» y entendimiento sin el cual la palabra de Dios no podría venir a nosotros (Jn 10:35) ni podríamos tener comunión con el Señor. Esto incluye toda la naturaleza moral y racional del hombre.
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sábado, 16 de junio de 2012

Nueva Vida en Cristo: Completa - Ayuda Ministerial Guia para nuevos creyentes


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Tipo de Archivo: PDF | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información
 Guía para el maestro...............................................    4
Introducción a la vida cristiana ................................    5
Paso 1    ¡Salvo!......................................................    6
Paso 2    ¡Seguro! ..................................................    8
Paso 3    ¡Victorioso!...............................................  10
Paso 4    Señor de todo ..........................................  12
Paso 5    Viviendo en el Espíritu ..............................  14
Paso 6    Dios me habla...........................................  16
Paso 7    Hablando con Dios ..................................  18
Paso 8   En comunión diaria ..................................  20
Paso 9    Mi iglesia .................................................  23
Paso 10  ¡A testificar! ............................................  25
Paso 11  Las ordenanzas ........................................  27
Paso 12  La familia .................................................  29
Paso 13  Siguiendo a Jesús ........................................  31
Apéndices ..............................................................  33
 Guía para el maestro .............................................    5
Paso 1  Conociendo a Dios ................................    6
Paso 2  Cristo mi modelo ...................................    8
Paso 3  Llamados a servir ...................................  10
Paso 4  ¿Quién soy en Cristo? ...........................  12
Paso 5  La Guerra Espiritual ...............................  14
Paso 6  La Armadura .........................................  16
Paso 7  Perdonar para ser libre ..........................  18
Paso 8  Perdóname ...........................................  20
Paso 9   Llamados a santidad .............................  22
Paso 10   El cristiano y su dinero ..........................  24
Paso 11  Puedo hacerlo, pero ¿debo? .................  26
Paso 12  Tomando decisiones sabias ...................  28
Paso 13  Compartiendo a Cristo .........................  30
Paso 14  El futuro ...............................................  32
Paso 15  Más sobre el futuro ..............................  34
Apéndices ............................................................  36
 Guía para el maestro....................................................    4
Paso 1  Los unos a los otros........................................    6
Paso 2  Amémonos los unos a los otros......................    8
Paso 3  Más sobre el amor..........................................  10
Paso 4  Animándonos unos a otros............................. 12
Paso 5  Sirviéndonos unos a otros .............................. 14
Paso 6  Soportándonos unos a otros........................... 16
Paso 7  Perdonándonos unos a otros..........................  18
Paso 8  Aceptándonos y recibiéndonos unos a otros...  20
Paso 9  Exhortándonos unos a otros ..........................  22
Paso 10  Amonestándonos unos a otros.......................  24
Paso 11  Saludándonos unos a otros
  Hospedándonos unos a otros ........................  26
Apéndices .................................................................... 2
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Teologia Sistematica: Dios se revela al hombre




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 Los escritores bíblicos enseñan explícitamente y presumen continuamente que el ser de Dios es eterno, tanto en cuanto al pasado como en cuanto al futuro. Dios siempre ha existido y siempre existirá: él nunca empezó a ser, nunca cesará de ser.A. «Necesidad lógica» Será necesario empezar con dos consideraciones negativas para mostrar afirmativamente lo que
entendemos por el ser eterno de Dios. Primero, tenemos que rechazar la idea de un ser lógicamentenecesario en el sentido de Kant. Los pensadores anteriores a Kant desde Anselmo a Leibnitz trabajaroncon la idea de un Ser Supremo que existe por necesidad lógica. Había un esfuerzo persistente por «demostrar» la existencia de Dios, en el sentido en que los estudiantes de geometría demuestran que lostres ángulos de un triángulo igualan dos ángulos rectos. ¡Si solamente pudiéramos encontrar algúnproceso lógico que nos diera la conclusión «Dios existe», y encarar el mundo con un Q.E.D. (lo quequeda demostrado), nuestra posición sería inexpugnable!
Fue especialmente fuerte, y todavía lo es, esta idea entre los idealistas racionalistas. Ahora, puestoque la única necesidad conocida a la lógica es la ley negativa de contradicciones, la definición de «sernecesario» en el sentido lógico de la expresión es, «un ser, la negación de cuya existencia sería unaautocontradicción» (o una palpable y evidente contradicción). Al explicar el argumento cosmológico,Kant muestra que «… sea cual fuere el concepto que yo suponga de una cosa, encuentro que nuncapodré representarme su existencia como absolutamente necesaria, … no puedo empero pensar como necesaria en sí una sola cosa.».1 Sobre este punto el argumento de Kant es concluyente. Decir que Dios no existe es una mentira, pero no es una contradicción manifiesta. La existencia de Dios es un hecho del cual tenemos buena y suficiente evidencia en sus obras, pero basar su existencia en las leyes abstractas de la lógica es un error. La lógica abstracta no puede establecer la existencia de ninguna entidad sustantiva.
En una conferencia reciente de profesores y estudiantes cristianos de filosofía, se admitió que no hay base para el uso del término «ser necesario» en el sentido kantiano de la necesidad lógica; pero, sin embargo, había una tendencia fuerte de parte de varios componentes teólogos filosóficos de asirse a la expresión «ser necesario». «Necesidad cósmica» sustituyó a «necesidad lógica» en varios lugares de la discusión.
Aunque tengo mucha simpatía por la seriedad de los que se adhieren a la expresión «ser necesario», debo testificar que para mí, necesidad cósmica, como la usan por los que defienden el concepto de necesidad, no es nada más que necesidad a posteriori. El modelo del argumento es: «Si B, C, y D existen, existen necesariamente como efectos de que A es la causa.» En otras palabras, el argumento de necesidad cósmica en realidad es un argumento de efecto a causa. Si la expresión «ser necesario» tiene valor en este sentido, muy bien; pero se debe entender que esto no es el sentido histórico de la frase.
Decir en lenguaje popular que Dios no es un ser necesario llevaría una impresión falsa a la mente popular. En lenguaje popular «necesario» significa «necesario para»; Dios es necesario para la salvación de mi alma. El es necesario para nuestro entendimiento del proceso cósmico, etc. Debe entenderse que mi rechazo a la frase «ser necesario» se limita estrictamente a la objeción al concepto de necesidad lógica. 
B. «Aseidad» 
Otra palabra que evitaría es «aseidad», que significa «existir por sí mismo» o «causado por si mismo». Muchos de los mejores teólogos han aplicado esta frase y sus equivalentes a la existencia de Dios; y sin excepción en los casos que yo conozco, no hay ninguna intención de enseñar que hay causa alguna para la existencia de Dios. Decir que el existir de Dios es causado por sí mismo es, creo yo, una mera expresión retórica que no se puede analizar. La aserción indica sencillamente que el existir de
Dios es sin causa. Dios es; Dios siempre ha sido; Dios siempre será. Su existir no es de alguna cosa. Su existir es un hecho bruto. C. Un Ser sin causaEs difícil para nuestras mentes, por razón de nuestro fondo cultural, concebir un eterno Ser sin causa. Estamos tan acostumbrados a estudiar objetos finitos y relaciones en sus conexiones causales, y proposiciones en sus implicantes relaciones lógicas, que la idea de un Ser eterno sin causa parece extraña. No obstante, este no debe ser el caso. Al explicar el argumento cosmológico para la existencia de Dios, mostraremos que todos los pensadores sistemáticos se ven obligados a postular algún ser eterno sin causa. Si algo existe ahora, entonces algo tiene que ser eterno, a no ser que algo venga de la nada. Los materialistas en general sostienen que el sistema cósmico material es en sí mismo eterno como sistema, y como una cadena de causalidad. Los panteístas idealistas tienen que sostener que algo mental, algún Elan Vital, o Voluntad Inconsciente, es eterno. Puesto que tenemos que creer que algo es eterno, a menos que algo venga de la nada, encontraremos que la creencia más racional en un ser eterno es creer en un Dios eterno. D. CoincidenciaparcialLa discusión de la eternidad de Dios necesariamente coincide en parte con la discusión de su inmutabilidad y su omnisciencia. Mucho del material presentado en las próximas páginas es definitivamente esencial a estos otros dos temas, y mucho de lo que tenemos bajo esos temas es pertinente aquí. E. Referencias bíblicasEn muchos pasajes de la Biblia se declara vívidamente el ser eterno de Dios. «Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación. Antes que naciesen los montes y formases la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios» (Sal 90:1, 2). «Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo; … Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, mas tú permaneces; y todos ellos se envejecerán como una vestidura, y como un vestido los envolverás, y serán mudados; pero tú eres el mismo, y tus años no acabarán» (Heb 1:8–12; cf. Sal 45:6, 7; 102:25–27). «Así dice Jehová Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo soy el primero, y yo soy el postrero, y fuera de mí no hay Dios» (Is 44:6; cf. Ap 1:8, 11; 21:6; 22:13).F. La eternidad no es intemporalDespués de la magnífica declaración, «Así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad…» (Is 57:15), Dios añade inmediatamente «[habito] con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados». Nada podía estar más lejos de la enseñanza bíblica que la idea de que la eternidad de Dios significa que él está totalmente desconectado de los eventos finitos en tiempo; sin embargo, esta idea ha persistido desde tiempos antiguos y prevalece en la teología filosófica actual.
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Demonologia: Estudio profundo de las huestes satanicas y su influencia en humanos


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 En relación con el título de la temática de este curso he de decir que la rama del saber   que   se   ocupa   del   estudio   de   los   demonios   recibe   el   nombre   de “demonología”; por lo tanto no hay que confundir ese término con otros como “demonolatría” o “demonomancia” que tienen que ver, el primero, con el culto al Demonio o a los demonios, y, el segundo, con aquella práctica adivinatoria que se realiza a través de la invocación de demonios o espíritus impuros. En este estudio me ocuparé de la demonología bíblica, es decir, de lo que la Biblia dice con respecto a los demonios: su naturaleza, su pecado, su malévola actuación entre las personas y lo que Dios ha hecho para deshacer sus obras.
Pero alguno se preguntará: ¿Es necesario hacer un estudio sobre estos temas en los albores del siglo XXI? ¡Estoy convencido de que sí! Es común en nuestros días negar o minimizar la existencia de poderes espirituales hostiles. Se trata claramente de una reacción frente a un interés mítico, exagerado y morboso en Satanás y los exorcismos mostrado en el cine en los últimos años por el género demoníaco. Existen, por otra parte, muchos prejuicios sobre el Diablo que producen actitudes que generan temores o conductas supersticiosas entre aquellos que no son creyentes. Al mismo tiempo son muy frecuentes los errores sobre la naturaleza y obra de Satanás entre los cristianos. ¿Quién no ha visto representado al Demonio en la literatura o en el cine como un ser espeluznante que inspira miedo, de piel rojiza, ojos y colmillos de felino, rabo y cuernos?
¿Qué hay de verdad en todo esto? ¿Le interesa al Diablo presentarse ante las personas como un ser horripilante? ¿No espantaría de esa manera a aquellos a los que quiere acercarse para posteriormente engañar y atrapar?
En otro orden de cosas, hay un gran desconocimiento sobre la naturaleza de ciertas prácticas relacionadas con poderes ocultos o sobrenaturales y sobre sus consecuencias sobre las personas. La magia, la astrología, el espiritismo, el curanderismo, la milagrería, etc., son tenidas como prácticas inocentes, en algunos casos, incluso, como buenas. Pensemos si no en el enorme éxito de las novelas sobre Harry Potter, llevadas a la literatura y al cine, en las que el héroe es un joven mago al servicio del bien y de causas nobles. El mensaje que está detrás   ellas   es   que   hay   una   magia   buena   y   otra   mala,   unos   poderes sobrenaturales al servicio del bien y otros al servicio del mal.1 Esto hace que muchas personas se acerquen a estas prácticas sin ningún tipo de precaución, incluso desoyendo el mensaje de la Biblia que las condena como abominables e inmundas ante los ojos de Dios.El objetivo de este estudio bíblico es contribuir a que tengamos una adecuada visión de Satanás como un ser real cuya malvada obra se manifiesta en dos ámbitos: 1) entre las personas que no conocen el evangelio, alejándoles de Dios y de la salvación, y, 2) entre los creyentes, procurando que caigan en sus trampas y artimañas para que no den en sus vidas el fruto de la salvación.
La Biblia nos enseña que los creyentes en Cristo tenemos en el Espíritu Santo y los medios de gracia los recursos espirituales necesarios de parte de Dios para ser “más que vencedores” ante un enemigo que fue derrotado mediante la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo. Comenzaremos este estudio hablando de un ángel llamado Lucero… ¿Quién fue inicialmente y cómo llegó a ser lo que es hoy?
1. Satanás o Lucero, como se llamaba al principio, fue un ángel importante que se convirtió en ser maléfico y enemigo de Dios y de su creación.
Es necesario  recordar   que cuando  hacemos   referencia a  Satanás  estamos hablando de un ángel caído, por lo que en primer lugar necesitamos hacer un breve repaso a la angelología bíblica o doctrina de las Escrituras sobre los ángeles:
1.1. Los ángeles
1.1.1. Su naturaleza
Los ángeles son criaturas espirituales e incorpóreas2 (He 1.7a) (Lc 24.39) (Mt 22.30), que fueron creadas por Dios (Neh 9.4) (Sal 148.2-5) (Col 1.16), y viven con él en los cielos (1 R 22.19) (Mt 24.36) (Mr 12.25), contemplando siempre su rostro (Mt 18.10). Cuando son enviados por Dios a la tierra para cumplir alguna misión pueden tomar la apariencia de formas diversas según requieran las circunstancias: 1) Apariencia humana (Gn 18.2-16) (Mt 28.1-7 cf Mr 16.5-7). 2) Apariencia de viento (Sal 104.4). 3) Apariencia de fuego (Sal 104.4) (He 1.7b).
Los ángeles fueron creados originalmente como seres santos (Mr 8.36) (Lc 9.26) y buenos (1 S 29.9) (2 S 14.17); muy sabios (2 S 14.20), pero sin llegar a ser omniscientes (Mt 24.36); obedientes a Dios y a su palabra y con gran poder (Sal 103.20-21); y con capacidad de vivir siempre, es decir son eternos (Lc 20.36).
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Estudio Sobre las Huestes oscuras: Demonologia - Lucha Tenaz





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Tipo de Archivo: PDF | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información
 Cuando Dios creó al hombre en el huerto del Edén, ya el poder del mal estaba presente. En ese bello jardín estaba Satanás, llamado también la serpiente antigua. Su obra fue engañar y mentir, por eso es que recibe el
título de “padre de la mentira” (Jn 8:44), porque fue el primer mentiroso.
Sus intenciones eran destruir la obra maestra de Dios, representada en el hombre, ideando una farsa: “Les induciré a desobedecer a Dios y los llevaré a querer ser más de lo que son, así que les diré que el día que comáis del fruto del árbol, los ojos serán abiertos y SERÉIS COMO DIOS“[1] (Gn 3:5) y el resultado fue totalmente contrario, y él lo sabia de antemano. Satanás se convirtió en el primer homicida, porque con su mentira mató la eternidad del hombre, trayendo muerte y destrucción al género humano, comiéndolo así bajo un terrible yugo de esclavitud (Jn 8:34; 2ª Pd 2:19; Gal 5:1).

Si  el diablo estaba en el huerto cuando fue creado el hombre, no se ha preguntado usted alguna vez, ¿por qué y cómo llegó a ese lugar?, ¿de dónde salió y cuándo cayó? En realidad estas preguntas siempre me inquietaron, principalmente cuando siendo estudiante del seminario no encontré una respuesta de peso, desde entonces comencé a investigar y a buscar una verdad que satisficiera mis interrogantes.

La caída convirtió a Satanás “PRÍNCIPE DE ESTE SIGLO”, y este es el hecho más singular sobre el cual gira todo el relato bíblico, porque fue su triunfo sobre el hombre, de lo contrario, nulo hubiera sido su poder sobre la creación, la cual había sido entregada al hombre para “sojuzgadla y enseñoreadla” (Gn 1:28), más está fue robada a causa del pecado, convirtiendo al desterrado Satanás en el príncipe de este siglo, por lo cual tenía que venir un Salvador, Jesús, para pagar un precio, para comprar al hombre de este dominio. Siendo las cosas así, y viendo el papel importante del diablo en la caída, no puedo evadir el hecho de investigar ¿cuándo entró Satanás en la Creación?. Para muchos es un misterio, para otros quizás sea más fácil esquivar la pregunta diciendo que lo importante es saber que estaba aquí, y que no tiene importancia buscar el cuándo y cómo apareció en el huerto. Sin embargo, inconforme con tales afirmaciones,  quiero buscar a través de algunos pasajes la caída de Satanás, y saber un poco más del cuándo y por qué cayó del cielo. Quiero que analicemos cuidadosamente estos hechos, que aunque algunos son hipotéticos[2], nacen de un juicio subjetivo de ciertos hechos bíblicos e históricos.

EL ÁNGEL LUCERO.
Poco sabemos sobre este ángel llamado Lucero o Luzbel, antes de la caída. La Biblia no es muy explícita en relación a su obra anterior a la rebelión, ni el por qué fue echado del cielo, cayendo en la tierra. Sin embargo al estudiar Isaías 14:12-15 y Ezequiel 28:12-16 podremos tejer algunos “supuestos hechos” en relación a este personaje. En la profecía del capítulo 14:12-15, de Isaías, en la cual se dirige al rey de Babilonia, se hace referencia a la caída de Lucero para anunciarle a este rey humano la semejanza de su futuro,: “¡Cómo has caído del cielo, oh lucero, hijo de la mañana! Has sido derribado al suelo, tú que debilitabas a las naciones. Tú has dicho en tu corazón: ‘Subiré al cielo en lo alto; hasta las estrellas de
Dios levantaré mi trono y me sentaré en el monte de la asamblea, en las regiones más distantes del norte. Subiré sobre las alturas de las nubes y seré semejante al Altísimo. Pero has sido derribado al Seol, a lo más profundo de la fosa”.

Hallamos en este pasaje una comparación histórica relacionada a un histórico del pasado ( la caída de Lucero) con otro hecho profético futuro, la caída del rey de Babilonia. ¿Quién era Lucero? Un ángel de Dios encargado de llevar luz a ciertas naciones, a las cuales debilitaba (versículo 12), de allí se deriva su nombre Luzbel o Lucero; según parece era superior a los demás ángeles, ya que contaba con otros ángeles que le seguían y le obedecían sujetándose a él (Ap 12:9), por lo cual, consideramos al ángel Lucero en una posición superior, gobernador de cierta creación inferior y a la cual iluminaba y gobernaba, cosa que sirvió para despertar sus instintos de grandeza, llevándole a la caída, pues quiso darle un golpe de estado a Dios.
En Ezequiel 28: 12-16 se presenta a Luzbel como un “querubín protector”; “Oh hijo de hombre, entona un lamento por el rey de Tiro, y dile que así ha dicho el Señor Jehovah: “‘¡Tú eras un modelo perfecto, lleno de sabiduría y de completa hermosura! Estabas en el Edén, el jardín de Dios. Tu vestidura era de toda clase de piedras preciosas: rubí, topacio, diamante, crisólito, ónice, jaspe, zafiro, turquesa y berilo. Y de oro era la hechura de tus encajes y de tus engastes. En el día que fuiste creado fueron preparadas. Cuando
fuiste ungido, yo te puse junto con los querubines protectores.
Estabas en el santo monte de Dios, y andabas en medio de piedras de fuego. Eras perfecto en tus caminos desde el día en que fuiste creado hasta que se halló en ti maldad.”‘A causa de tu gran comercio te llenaron de violencia, y pecaste. Por eso, te expulsé del monte de Dios, y un querubín protector hizo que desaparecieras de en medio de las piedras de fuego.”

Aparentemente tenía una jerarquía angelical más elevada que la de arcángel, pues se le menciona como “querubín”[3].  Algunos analistas se inclinan a pensar en que fuese un arcángel; pero podría haber sido de índole superior. En lo que si no hay dura es que su posición era superior a la de los ángeles normales. Por otro lado en estos pasajes se presenta su perfección antes de caer (verso 15), y se establece que en tal condición fue puesto en el monte santo, y se le llama “protector“. Si Lucero era portador de luz, y estaba en el monte santo, en calidad de protector, ¿dónde estaba?, ¿qué naciones debilitaba o protegía, como ángel protector ?. Según datos obtenidos en estos pasajes, Lucero no estaba en el cielo, pues al conspirar dijo: “Subiré al cielo” (versículo 13). Teniendo este hecho, y el que portaba luz y debilitaba naciones, deducimos teóricamente el siguiente hecho: Dios creó los cielos y la tierra, pero encomendó a Lucero su iluminación y gobierno, y tal cosa no podía ser en el cielo de Dios. Esta tierra, posiblemente fue habitada por seres pre-edénicos o pre-históricos, una especie viva e inferior al hombre del Edén. Es por ello que al estudiar la geología, encontramos hechos que demuestran la existencia de una era pre-histórica de seres cavernícolas,  inferiores y extinguidos, junto con especies como los dinosaurios, mamut y criaturas gigantescas que, por circunstancias indefinidas perecieron a consecuencia de una hecatombe que puso fin a esta época.Así es como explican la geología y arqueología esos cambios que después nos relatan la ápoca de la prehistoria[4]. Se ha encontrado en excavaciones hechas bajo sedimentos de arenas, indicios de una hecatombe por agua en esta época citada, y se han hallado restos fósiles de seres prehistóricos extinguidos por un fenómeno fluvial perteneciente a una generación más vieja que la creación del hombre y su Edén. Prueba de ello está en varios museos de Ciencias Naturales; yo mismo visité el de New York y comprobé la veracidad de esta época prehistórica, que datan de millones y miles de años antes de la creación Edénica.

Los años estipulados por la ciencia de esta época de piedra son de miles de años anteriores a los del origen del hombre, por lo cual, cabe la posibilidad bíblica y científica de una generación pre-edénica a la cual Lucero llevó luz y gobernó. Fue bajo ese reinado imperfecto cuando  nació la conspiración. Quizá los movió a la rebelión el hecho de saber el plan de Dios con respecto a esa misma tierra que gobernaba, pues se perfilaba la creación una criatura superior, a imagen de Dios, que no necesitaría de luz angelical para existir. Supo Lucero, que un ser superior sería dueño de esta tierra, y le hizo sentir mal, por lo que su corazón se llenó de soberbia. También cabe la posibilidad que apareciera en él la ambición, deseando más de lo que tenía o era, y planeó un “golpe de estado”. Es difícil precisar el móvil que impulsó a Lucero a la rebelión, pero de una cosa estamos seguros, no aceptó su condición, y quiso ser más de lo que era.

Los ángeles son espíritus creados por Dios para que le sirvan, estando sujetos a éste voluntariamente. Como
todo espíritu creado, tiene dos características: Son eternos, y tienen libre determinación (albedrío), por lo que cupo a Lucero la posibilidad de querer ser “más que Dios” (versículo 14). Fue entonces que desde su reino sobre la tierra pre-edénica organizó su conspiración contra el Altísimo. Tanto sus ángeles ayudantes, como toda esa creación se prestó a su plan, y dijo: “Subiré a lo alto”, a las estrellas de Dios, y levantaré mi trono… sobre las alturas de las nubes subiré y seré semejante al Altísimo” (Isa. 14:13-14)
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