Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6
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Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
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I. ESCONDEDERO CONTRA EL VIENTO. Victoria sobre Satán
Viento es conturbación. Satán sopla por los cuatro costados.
Es “príncipe de la potestad del aire” hasta la segunda venida.
No teme las diversas banderas denominacionales, doctrinas figuradas.
Ni la artillería de buenas obras, son como maniobras de ensayos.
Cristo es la ROCA. “Sé mi escondedero fiel, solo encuentro …”
II. ACOGIDA CONTRA EL TURBION. Victoria sobre el Mundo
Turbión es tempestad de viento con agua. Así es el mundo.
Indica calamidad, aflicción. Nada ni nadie ha podido detenerlo.
Revoluciones, guerras, hambres han sido el pan de cada día.
La única solución es la acogida de aquel “Varón” que es Jesús.
¿Vagas triste y angustiado, buscas tú solaz? ven a Cristo. (Mat. 11:28-29).
III. ARROYOS DE AGUA EN TIERRA SECA. Victoria sobre la Carne
Todo desierto es yermo y sin vida, por falta de aguas vivas.
Son las inquietudes del alma insatisfecha, falta la fuente de Dios.
El alma sin Cristo siempre está sedienta, nunca satisfecha.
Se ha llamado a muchas puertas, filosofía, cerebro, corazón: todo hueco.
Sólo Cristo satisface: es refugio, médico, vencedor y libertador. (Luc. 4:18).
IV. SOMBRA DE GRAN PEÑASCO. Victoria Completa
Jesús es el Peñasco grande, nos preserva de Satán, mundo y carne.
El aguantó toda la llama; nosotros frescura, seguridad y reposo.
¿A quién buscáis? dijo Jesús: dejad libres a estos. (Jn. 18:8).
¿Por qué exponernos teniendo un refugio tan formidable?
Hay en él seguridad, firmeza, satisfacción y gozo para siempre.
LOS SUFRIMIENTOS DEL MESIAS
Isaías 53:1–12
Estos datos, a pesar de sus siete siglos, parecen escritos de hoy.
Nos llama la atención de UNA PERSONA, “subirá cual renuevo …”
¿Quién ha creído? No muchos creen ahora. (1 Cor. 1:23-24).
En este capítulo hay cuatro partes iguales de tres versículos cada parte.
I. JESUS PROFETIZADO (Isaías 53:1–3)
“Renuevo”, es el último brote de la planta. La raíz la sostiene.
En Apoc. 22:16, leemos que Jesús es “la raíz y el linaje”.
La raíz, nos habla de su divinidad y el linaje de su humanidad.
El eterno Verbo hecho carne; participó de nuestra naturaleza.
Renuevo habla del niñito de Belén, aquí reside su encarnación.
Tierra seca, no hay vida ni alegría, pero allí estaba la raíz.
Cuando Abraham ya había perdido toda esperanza, nació Isaac. Significa “risa”.
Entre la muerte vino la vida. Dios nos trajo “risa” en vez de luto.
Sin hermosura; quiere decir sin boato ni aparatosidades. No su aspecto.
II. JESUS EL SUBSTITUTO (Isaías 53:4-6)
No menos de once veces se hace referencia a su substitución.
Si el amor de Dios quiere perdonar, su justicia lo impediría.
Si su justicia quiere condenar, su amor intercedería.
En Jesús hay reconciliación entre su amor y su justicia. (Sal. 85:9-13).
La sabiduría y la misericordia hallaron solución en Jesucristo.
III. JESUS CUMPLIENDO LA ESCRITURA (Isaías 53:7-9)
Isaías lo muestra obediente hasta la muerte. “Como cordero …”
Se vació de su divinidad. (Fil. 2:6-8; 2 Cor. 5:21).
Dios vio y castigó nuestro pecado en la persona de su Hijo.
Jesús no fue a la cárcel, ni fue juzgado legalmente. (8).
Cortado en la primavera de su vida. La cruz para los impíos y la tumba de los ricos.
IV. JESUS Y EL FRUTO DE SU OBRA (Isaías 53:10-12)
Fue terrible lucha librar a sus cautivos de Satanás.
“Jesús es el más fuerte” (Luc. 11:21-22; 2 Tim. 2:26; Heb. 2:15).
Mientras el Diablo procura exaltarse y ser igual a Dios, Jesús, se anonadó a sí mismo y despojándose de todo se humilló.
(Hch. 8:26-35) ¿Habrá alguno aquí que creyendo pida el bautismo?
LAS BUENAS NUEVAS DEL EVANGELIO
DE LOS PROFETAS
Isaías 55:1–13
El capítulo empieza en un desierto donde hay escasez de todo.
Sin agua, dinero, satisfacción, misericordia, sólo hay inquietud.
Y acaba en un jardín donde todo es alegría, paz, canto y salud.
Dios creó el mundo cual jardín; el pecado lo trastocó en un erial.
I. UN CUADRO DE NUESTRA CONDICION
Se gasta, se trabaja en todo orden material, moral y espiritual.
No en pan ni en hartura, por olvidar el precepto claro de Mat. 4:4.
Hay en la Biblia la historia del necio que dijo: (Luc. 12:16-21).
Aunque tenía pan para su cuerpo no pudo satisfacer su alma.
Trabajan sin provecho alguno como en tiempo de (Hag. 1:6, 9).
Vivir sin Dios no es vivir y mucho menos tener satisfacción. (Jn. 4:13).
II. UN CUADRO DE LAS BUENAS NUEVAS
Para escapar de tal situación se señalan tres condiciones.
1. VENID. Sólo se invita a los sedientos, a los no satisfechos.
El v. 1 repite tres veces: “venid”, abundante, gratis y satisfacción.
Ya lo dijo Jesús: “No llamo a justos al arrepentimiento sino a injustos.”
2. OID. Hay muchas maneras de oir, algunos oyen como si lloviera.
Otros atentos, comen del bien y hay deleite y satisfacción.
3. INCLINAD. Es obediencia, sólo así puede haber seguridad en Dios.
Lo dicen Isaías (6) y Jesús (Jn. 7:34) y Pablo (2 Cor. 6:2).
III. UN CUADRO PARA APROVECHARLO
Debe haber arrepentimiento y fe (7). En el v. 3 hay un pacto.
Las misericordias firmes están en lo que dijo Jesús. (Mat. 22:42-45).
¿Cómo puede ser a la vez su Hijo y su Señor?
David llama Señor al Mesías como el Verbo eterno. (Juan 1:1).
A la vez es hijo de David en su naturaleza humana. (Heb. 2:14).
Su nombre es EMANUEL, que es Dios con nosotros. (Juan 1:14).
IV. UN CUADRO TRANSFORMADOR
Lluvia al desierto, puede parecer perdida, pero hay un propósito.
Habrá alegría y la naturaleza toda levantará canción y aplauso.
En lugar de la zarza que lastima, crecerá el arrayán que perfuma.
Es la gloria del jardín del Señor; alegría en el desierto.
El yermo florecerá como la rosa. En todas partes hay música.
LLEGADA A LA ULTIMA ESTACION
Jeremías 8:18–22
Hay en la naturaleza cuatro estaciones: Primavera, Verano, Otoño e Invierno.
Ya pasaron las estaciones de esperanza y oportunidad una y otra vez.
Pero la esperada liberación jamás llegó. Toda esperanza perdida.
Dios envía las estaciones y juntamente con ellas sus bendiciones.
Cada hora, cada día y cada año Dios ofrece sus oportunidades.
Nuestra niñez, juventud y madurez son brillantes esperanzas.
I. PASO LA SIEGA Y TERMINO EL VERANO
Ha sido nuestro privilegio vivir un año más. Tenemos que agradecer.
Para algunos hay una nota triste, pasó el verano sin ser salvos.
Jeremías habla a un pueblo entretenido en falsas esperanzas.
Directores que aseguraban que todo iría bien. Todos se salvarían.
Pero la realidad era otra. Llegó la última estación sin ser salvos.
II. EL VERANO ES LA ESTACION DE LA COSECHA
Es cuando se recogen las mieses. Cuando se revisan los presupuestos.
El creyente da gracias a Dios por la lluvia y el crecimiento.
Quizás algún comerciante ha descubierto que está ya en bancarrota.
Ha comprobado ya que ante sus acreedores su fracaso es seguro.
Es tiempo de proceder, de reparar el mal antes que sea tarde.
¿Hay bálsamo …? (22) (1 Jn. 1:5-10). Su sangre nos limpia de pecado.
III. EL PEOR PECADO ES UN CORAZON ENDURECIDO
La persistente indiferencia, hace endurecer el corazón.
He aquí las declaraciones de Dios: Job 9:4; Is. 6:10; Juan 3:19.
¡Contra Dios! Recordaremos que es nuestro Hacedor y Redentor.
¿Será justo endurecernos contra él, que es todo bondad?
Recordemos a Faraón, Samsón, Saúl, Ananías y Safira, Judas y otros.
Vidas que se llenaron de amargura y al fin fueron derrotadas.
IV. HAY UNA ULTIMA OPORTUNIDAD
En el antiguo Testamento el sumo sacerdote sólo podía oficiar una vez al año.
Nosotros podemos entrar al trono de la gracia ahora mismo. (Heb. 4:16).
Hoy mismo es nuestra oportunidad para ser salvos.
Un año más nos ha acercado a la última estación. Luego el juicio.
No sabemos si en este año nuevo ha de llegar nuestro turno.
Aceptemos la gracia de Dios en Cristo Jesús. (Rom. 8:1).
EL CONOCIMIENTO DE DIOS ES LA
GLORIA DEL HOMBRE
Jeremías 9:23–26
El hombre siempre busca alabarse en algo o de algo.
Alabar es sentirse satisfecho. Hay alabanza verdadera y falsa.
El juicio del hombre no es seguro, pero el de Dios sí.
Por lo tanto se debe tener sumo cuidado en la alabanza.
I. ALABANZA FALSA
Sabios: Muchos aspiran a ser estrellas de primera magnitud.
Brillar por sus magníficas conquistas científicas.
Valientes: El militarismo hoy está en auge. Hay tendencias bien marcadas de someterlo todo a la fuerza. (Mat. 5:5).
Ricos: El oro ha venido a ser el gran Dios de muchos. Diciendo, con Gómez de Quevedo: “poderoso caballero es don dinero”.
II. ALABANZA VERDADERA
1. Entender a Dios. Tener una idea clara de lo que es y hace.
Atenas tenía mucha ciencia y religión, Dios no era entendido.
Su personalidad; atributos; paternidad; y sobre todo su amor.
2. Conocer a Dios es tener trato, comunión con él. (Juan 17:3).
Este conocimiento y entendimiento da vida espiritual y eterna.
Conocer su amor y sacrificio, para nuestra redención.
III. UN GRAN DESCUBRIMIENTO
Hallaremos en Dios muchos atributos, aquí se describen tres.
1. Misericordia. Hay auxilio para el más perdido pecador. (Heb. 4:16).
2. Juicio. Reconocimiento de la culpa. El juicio pasó en Jesús.
3. Justicia. En él “el justo por la fe vivirá” (Rom. 1:17).
IV. RESULTADOS PROVECHOSOS
Dios intenta desarraigar completamente el orgullo humano.
Quiere que la salvación por gracia, sea realmente por gracia.
Gracia es un don no merecido. Toda la gloria debe ser a Dios.
El pecador es un pobre desheredado. Jesucristo es el DON de Dios.
Donde hay gloria humana siempre hay confusión. (Dan. 9:7).
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I. ESCONDEDERO CONTRA EL VIENTO. Victoria sobre Satán
Viento es conturbación. Satán sopla por los cuatro costados.
Es “príncipe de la potestad del aire” hasta la segunda venida.
No teme las diversas banderas denominacionales, doctrinas figuradas.
Ni la artillería de buenas obras, son como maniobras de ensayos.
Cristo es la ROCA. “Sé mi escondedero fiel, solo encuentro …”
II. ACOGIDA CONTRA EL TURBION. Victoria sobre el Mundo
Turbión es tempestad de viento con agua. Así es el mundo.
Indica calamidad, aflicción. Nada ni nadie ha podido detenerlo.
Revoluciones, guerras, hambres han sido el pan de cada día.
La única solución es la acogida de aquel “Varón” que es Jesús.
¿Vagas triste y angustiado, buscas tú solaz? ven a Cristo. (Mat. 11:28-29).
III. ARROYOS DE AGUA EN TIERRA SECA. Victoria sobre la Carne
Todo desierto es yermo y sin vida, por falta de aguas vivas.
Son las inquietudes del alma insatisfecha, falta la fuente de Dios.
El alma sin Cristo siempre está sedienta, nunca satisfecha.
Se ha llamado a muchas puertas, filosofía, cerebro, corazón: todo hueco.
Sólo Cristo satisface: es refugio, médico, vencedor y libertador. (Luc. 4:18).
IV. SOMBRA DE GRAN PEÑASCO. Victoria Completa
Jesús es el Peñasco grande, nos preserva de Satán, mundo y carne.
El aguantó toda la llama; nosotros frescura, seguridad y reposo.
¿A quién buscáis? dijo Jesús: dejad libres a estos. (Jn. 18:8).
¿Por qué exponernos teniendo un refugio tan formidable?
Hay en él seguridad, firmeza, satisfacción y gozo para siempre.
LOS SUFRIMIENTOS DEL MESIAS
Isaías 53:1–12
Estos datos, a pesar de sus siete siglos, parecen escritos de hoy.
Nos llama la atención de UNA PERSONA, “subirá cual renuevo …”
¿Quién ha creído? No muchos creen ahora. (1 Cor. 1:23-24).
En este capítulo hay cuatro partes iguales de tres versículos cada parte.
I. JESUS PROFETIZADO (Isaías 53:1–3)
“Renuevo”, es el último brote de la planta. La raíz la sostiene.
En Apoc. 22:16, leemos que Jesús es “la raíz y el linaje”.
La raíz, nos habla de su divinidad y el linaje de su humanidad.
El eterno Verbo hecho carne; participó de nuestra naturaleza.
Renuevo habla del niñito de Belén, aquí reside su encarnación.
Tierra seca, no hay vida ni alegría, pero allí estaba la raíz.
Cuando Abraham ya había perdido toda esperanza, nació Isaac. Significa “risa”.
Entre la muerte vino la vida. Dios nos trajo “risa” en vez de luto.
Sin hermosura; quiere decir sin boato ni aparatosidades. No su aspecto.
II. JESUS EL SUBSTITUTO (Isaías 53:4-6)
No menos de once veces se hace referencia a su substitución.
Si el amor de Dios quiere perdonar, su justicia lo impediría.
Si su justicia quiere condenar, su amor intercedería.
En Jesús hay reconciliación entre su amor y su justicia. (Sal. 85:9-13).
La sabiduría y la misericordia hallaron solución en Jesucristo.
III. JESUS CUMPLIENDO LA ESCRITURA (Isaías 53:7-9)
Isaías lo muestra obediente hasta la muerte. “Como cordero …”
Se vació de su divinidad. (Fil. 2:6-8; 2 Cor. 5:21).
Dios vio y castigó nuestro pecado en la persona de su Hijo.
Jesús no fue a la cárcel, ni fue juzgado legalmente. (8).
Cortado en la primavera de su vida. La cruz para los impíos y la tumba de los ricos.
IV. JESUS Y EL FRUTO DE SU OBRA (Isaías 53:10-12)
Fue terrible lucha librar a sus cautivos de Satanás.
“Jesús es el más fuerte” (Luc. 11:21-22; 2 Tim. 2:26; Heb. 2:15).
Mientras el Diablo procura exaltarse y ser igual a Dios, Jesús, se anonadó a sí mismo y despojándose de todo se humilló.
(Hch. 8:26-35) ¿Habrá alguno aquí que creyendo pida el bautismo?
LAS BUENAS NUEVAS DEL EVANGELIO
DE LOS PROFETAS
Isaías 55:1–13
El capítulo empieza en un desierto donde hay escasez de todo.
Sin agua, dinero, satisfacción, misericordia, sólo hay inquietud.
Y acaba en un jardín donde todo es alegría, paz, canto y salud.
Dios creó el mundo cual jardín; el pecado lo trastocó en un erial.
I. UN CUADRO DE NUESTRA CONDICION
Se gasta, se trabaja en todo orden material, moral y espiritual.
No en pan ni en hartura, por olvidar el precepto claro de Mat. 4:4.
Hay en la Biblia la historia del necio que dijo: (Luc. 12:16-21).
Aunque tenía pan para su cuerpo no pudo satisfacer su alma.
Trabajan sin provecho alguno como en tiempo de (Hag. 1:6, 9).
Vivir sin Dios no es vivir y mucho menos tener satisfacción. (Jn. 4:13).
II. UN CUADRO DE LAS BUENAS NUEVAS
Para escapar de tal situación se señalan tres condiciones.
1. VENID. Sólo se invita a los sedientos, a los no satisfechos.
El v. 1 repite tres veces: “venid”, abundante, gratis y satisfacción.
Ya lo dijo Jesús: “No llamo a justos al arrepentimiento sino a injustos.”
2. OID. Hay muchas maneras de oir, algunos oyen como si lloviera.
Otros atentos, comen del bien y hay deleite y satisfacción.
3. INCLINAD. Es obediencia, sólo así puede haber seguridad en Dios.
Lo dicen Isaías (6) y Jesús (Jn. 7:34) y Pablo (2 Cor. 6:2).
III. UN CUADRO PARA APROVECHARLO
Debe haber arrepentimiento y fe (7). En el v. 3 hay un pacto.
Las misericordias firmes están en lo que dijo Jesús. (Mat. 22:42-45).
¿Cómo puede ser a la vez su Hijo y su Señor?
David llama Señor al Mesías como el Verbo eterno. (Juan 1:1).
A la vez es hijo de David en su naturaleza humana. (Heb. 2:14).
Su nombre es EMANUEL, que es Dios con nosotros. (Juan 1:14).
IV. UN CUADRO TRANSFORMADOR
Lluvia al desierto, puede parecer perdida, pero hay un propósito.
Habrá alegría y la naturaleza toda levantará canción y aplauso.
En lugar de la zarza que lastima, crecerá el arrayán que perfuma.
Es la gloria del jardín del Señor; alegría en el desierto.
El yermo florecerá como la rosa. En todas partes hay música.
LLEGADA A LA ULTIMA ESTACION
Jeremías 8:18–22
Hay en la naturaleza cuatro estaciones: Primavera, Verano, Otoño e Invierno.
Ya pasaron las estaciones de esperanza y oportunidad una y otra vez.
Pero la esperada liberación jamás llegó. Toda esperanza perdida.
Dios envía las estaciones y juntamente con ellas sus bendiciones.
Cada hora, cada día y cada año Dios ofrece sus oportunidades.
Nuestra niñez, juventud y madurez son brillantes esperanzas.
I. PASO LA SIEGA Y TERMINO EL VERANO
Ha sido nuestro privilegio vivir un año más. Tenemos que agradecer.
Para algunos hay una nota triste, pasó el verano sin ser salvos.
Jeremías habla a un pueblo entretenido en falsas esperanzas.
Directores que aseguraban que todo iría bien. Todos se salvarían.
Pero la realidad era otra. Llegó la última estación sin ser salvos.
II. EL VERANO ES LA ESTACION DE LA COSECHA
Es cuando se recogen las mieses. Cuando se revisan los presupuestos.
El creyente da gracias a Dios por la lluvia y el crecimiento.
Quizás algún comerciante ha descubierto que está ya en bancarrota.
Ha comprobado ya que ante sus acreedores su fracaso es seguro.
Es tiempo de proceder, de reparar el mal antes que sea tarde.
¿Hay bálsamo …? (22) (1 Jn. 1:5-10). Su sangre nos limpia de pecado.
III. EL PEOR PECADO ES UN CORAZON ENDURECIDO
La persistente indiferencia, hace endurecer el corazón.
He aquí las declaraciones de Dios: Job 9:4; Is. 6:10; Juan 3:19.
¡Contra Dios! Recordaremos que es nuestro Hacedor y Redentor.
¿Será justo endurecernos contra él, que es todo bondad?
Recordemos a Faraón, Samsón, Saúl, Ananías y Safira, Judas y otros.
Vidas que se llenaron de amargura y al fin fueron derrotadas.
IV. HAY UNA ULTIMA OPORTUNIDAD
En el antiguo Testamento el sumo sacerdote sólo podía oficiar una vez al año.
Nosotros podemos entrar al trono de la gracia ahora mismo. (Heb. 4:16).
Hoy mismo es nuestra oportunidad para ser salvos.
Un año más nos ha acercado a la última estación. Luego el juicio.
No sabemos si en este año nuevo ha de llegar nuestro turno.
Aceptemos la gracia de Dios en Cristo Jesús. (Rom. 8:1).
EL CONOCIMIENTO DE DIOS ES LA
GLORIA DEL HOMBRE
Jeremías 9:23–26
El hombre siempre busca alabarse en algo o de algo.
Alabar es sentirse satisfecho. Hay alabanza verdadera y falsa.
El juicio del hombre no es seguro, pero el de Dios sí.
Por lo tanto se debe tener sumo cuidado en la alabanza.
I. ALABANZA FALSA
Sabios: Muchos aspiran a ser estrellas de primera magnitud.
Brillar por sus magníficas conquistas científicas.
Valientes: El militarismo hoy está en auge. Hay tendencias bien marcadas de someterlo todo a la fuerza. (Mat. 5:5).
Ricos: El oro ha venido a ser el gran Dios de muchos. Diciendo, con Gómez de Quevedo: “poderoso caballero es don dinero”.
II. ALABANZA VERDADERA
1. Entender a Dios. Tener una idea clara de lo que es y hace.
Atenas tenía mucha ciencia y religión, Dios no era entendido.
Su personalidad; atributos; paternidad; y sobre todo su amor.
2. Conocer a Dios es tener trato, comunión con él. (Juan 17:3).
Este conocimiento y entendimiento da vida espiritual y eterna.
Conocer su amor y sacrificio, para nuestra redención.
III. UN GRAN DESCUBRIMIENTO
Hallaremos en Dios muchos atributos, aquí se describen tres.
1. Misericordia. Hay auxilio para el más perdido pecador. (Heb. 4:16).
2. Juicio. Reconocimiento de la culpa. El juicio pasó en Jesús.
3. Justicia. En él “el justo por la fe vivirá” (Rom. 1:17).
IV. RESULTADOS PROVECHOSOS
Dios intenta desarraigar completamente el orgullo humano.
Quiere que la salvación por gracia, sea realmente por gracia.
Gracia es un don no merecido. Toda la gloria debe ser a Dios.
El pecador es un pobre desheredado. Jesucristo es el DON de Dios.
Donde hay gloria humana siempre hay confusión. (Dan. 9:7).
LA SEÑAL EN LA CASA DEL ALFARERO
Jeremías 18:1–17
Jeremías necesitó la lección objetiva en la “casa del alfarero”.
Allí oyó el mensaje del Señor (2). Luego vio la obra que hacía.
Aprendió que Dios es soberano, paciente y perseverante.
Dios podía haber desechado a su pueblo. (Is. 45:9; 64:8; Rom. 9:20-21).
El v. (6), no hay nombre, dice: “vosotros”. Así tú y yo en su mano.
I. NUESTRO PASADO
El Señor nos recuerda que nos tomó como barro informe.
Su misericordia nos cambia el corazón arrepentido en vaso útil.
Por años nos tiene sobre la “rueda” para transformarnos.
No sabemos cuándo ni cómo, Dios lo sabe, ha habido una rotura.
Viniendo a ser vaso de vasija rota sin utilidad ni ideal.
Parte de nuestro barro, quedó sobre la rueda, otra parte cayó al suelo.
Nuestra vida está dividida, ¿qué hará Dios? ¿desechará? (Apoc. 3:10-11).
Podría desecharnos y tomar nuevo barro, pero no; nos ama y nos levanta.
Su mano está aquí para levantar los fragmentos de nuestra vida.
II. NUESTRO PRESENTE
Dijo un poeta: “Siempre podemos ser lo que hubiéramos querido ser.”
Pero al no poder enmendar el pasado, esto nos es imposible.
Pero Jesús tiene el arte de modelarnos de nuevo. (Joel 2:25).
De Jacob, el “suplantador”, Dios hizo un nuevo vaso y fue el “Israel”.
Simón, el temerario, al ser lleno del Espíritu Santo fue un Pedro.
A Saulo, el perseguidor, Dios lo recogió en el camino y fue un Pablo.
La caña cascada puede llegar a ser una columna del templo de Dios.
El pábilo que humea puede llegar a ser una lumbrera ante el mundo.
III. NUESTRO FUTURO
1. El alfarero tiene un ideal. Ya existe en él una obra acabada.
En la masa del barro informe ya ve, aunque oculto, algo hermoso.
Como la madre tiene todo un plan ya formado acerca de su niño.
Ninguna madre ha deseado tanto, como Dios desea de nosotros.
Ser semejantes a Cristo, el varón perfecto. (Ef. 2:10).
2. Hace su obra en el torno. Esta es la disciplina humana.
Es la revolución de las circunstancias, ya sean buenas o malas.
Escudriña cada circunstancia para ver su lección especial.
Nuestra docilidad o aspereza determinará SU propósito.
3. Su mano nos perfecciona. El toque del alfarero y su mano juntos.
¡Qué delicado toque! “Al fin todo obra para el bien” (Rom. 8:28).
Mientras nos sintamos en su mano no desesperemos. (Juan 10:29).
Es curioso que el campo del alfarero, fue precio de la traición.
Judas fue un vaso hecho pedazos. No respondió al designio de Dios.
Jeremías 18:1–17
Jeremías necesitó la lección objetiva en la “casa del alfarero”.
Allí oyó el mensaje del Señor (2). Luego vio la obra que hacía.
Aprendió que Dios es soberano, paciente y perseverante.
Dios podía haber desechado a su pueblo. (Is. 45:9; 64:8; Rom. 9:20-21).
El v. (6), no hay nombre, dice: “vosotros”. Así tú y yo en su mano.
I. NUESTRO PASADO
El Señor nos recuerda que nos tomó como barro informe.
Su misericordia nos cambia el corazón arrepentido en vaso útil.
Por años nos tiene sobre la “rueda” para transformarnos.
No sabemos cuándo ni cómo, Dios lo sabe, ha habido una rotura.
Viniendo a ser vaso de vasija rota sin utilidad ni ideal.
Parte de nuestro barro, quedó sobre la rueda, otra parte cayó al suelo.
Nuestra vida está dividida, ¿qué hará Dios? ¿desechará? (Apoc. 3:10-11).
Podría desecharnos y tomar nuevo barro, pero no; nos ama y nos levanta.
Su mano está aquí para levantar los fragmentos de nuestra vida.
II. NUESTRO PRESENTE
Dijo un poeta: “Siempre podemos ser lo que hubiéramos querido ser.”
Pero al no poder enmendar el pasado, esto nos es imposible.
Pero Jesús tiene el arte de modelarnos de nuevo. (Joel 2:25).
De Jacob, el “suplantador”, Dios hizo un nuevo vaso y fue el “Israel”.
Simón, el temerario, al ser lleno del Espíritu Santo fue un Pedro.
A Saulo, el perseguidor, Dios lo recogió en el camino y fue un Pablo.
La caña cascada puede llegar a ser una columna del templo de Dios.
El pábilo que humea puede llegar a ser una lumbrera ante el mundo.
III. NUESTRO FUTURO
1. El alfarero tiene un ideal. Ya existe en él una obra acabada.
En la masa del barro informe ya ve, aunque oculto, algo hermoso.
Como la madre tiene todo un plan ya formado acerca de su niño.
Ninguna madre ha deseado tanto, como Dios desea de nosotros.
Ser semejantes a Cristo, el varón perfecto. (Ef. 2:10).
2. Hace su obra en el torno. Esta es la disciplina humana.
Es la revolución de las circunstancias, ya sean buenas o malas.
Escudriña cada circunstancia para ver su lección especial.
Nuestra docilidad o aspereza determinará SU propósito.
3. Su mano nos perfecciona. El toque del alfarero y su mano juntos.
¡Qué delicado toque! “Al fin todo obra para el bien” (Rom. 8:28).
Mientras nos sintamos en su mano no desesperemos. (Juan 10:29).
Es curioso que el campo del alfarero, fue precio de la traición.
Judas fue un vaso hecho pedazos. No respondió al designio de Dios.