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martes, 12 de mayo de 2015

2No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
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Daniel estaba afligido. Su patria se encontraba en ruinas y los ataques continuaban contra ella. El profeta estaba cautivo en Babilonia, en poder del rey Nabucodonosor. No había esperanza de alguna solución inmediata. En esa condición, Dios le reveló el futuro, anunciando que el pueblo escogido seguiría estando bajo el dominio de imperios paganos por un tiempo más. Entonces, ¿cómo podían confiar en Dios en medio de semejantes circunstancias tan difíciles e inseguras? ¿Qué se podría esperar ahora? ¿Cómo habríamos reaccionado nosotros si nos hubiera tocado vivir en días tan oscuros? ¿Qué haremos si algún día tenemos que confiar en Dios en situaciones parecidas?
Los profetas bíblicos no fueron llamados para predecir el futuro como si fuera una actividad más de una semana de conferencias proféticas, sino para predicar al pueblo de Dios en medio de tiempos críticos con el fin de llamarlo a arrepentirse de sus pecados e idolatría, o para consolarlo en su aflicción, y animarlo a seguir confiando en Dios aun cuando no pudiera comprender lo que él hacía.
Así fue el ministerio de Daniel. Inclusive, a pesar del concepto popular que existe de que era varón de Dios y profeta, Daniel no fue ni pastor ni profeta, desde la perspectiva de su trabajo, sino un político entregado a Dios quien, a pesar de los riesgos sabía aprovechar las oportunidades que se le presentaban para honrar a Dios en su vida y proclamar el mensaje divino ante, los reyes a quienes servía.


EL AUTOR Y LA FECHA


El ministerio de Daniel fue muy prolongado. Sirvió a Dios durante casi todo el imperio babilónico y el comienzo del imperio persa. Si suponemos correctamente que tenía unos veinte años cuando lo llevaron preso a Babilonia en 605 a.C. y tomamos en cuenta que su última profecía fue dada en el tercer año de Ciro (536 a.C), Daniel habría tenido 89 años de edad cuando terminó su ministerio público. Recuerde que ya habían pasado los días de Abraham y Moisés cuando la gente vivía más de cien años. Así que Daniel ya no era tan joven.
Este varón de Dios fue contemporáneo de Jeremías y Ezequiel, quienes vivieron y sirvieron a Dios en otras esferas. Jeremías se quedó en tierra de Israel para proclamar la palabra de Dios al remanente que permaneció allí después de las deportaciones. Por su parte, Ezequiel proclamó el mensaje divino entre el pueblo que fue llevado cautivo a Babilonia. Daniel permaneció en la corte real, representando a Dios y a su pueblo frente a los reyes paganos. Por medio de su testimonio, su fama de integridad, y su sabiduría reconocida, Daniel logró compartir el mensaje de Dios aún a los reyes incrédulos. Además, el Señor lo utilizó para preservar a su pueblo.


MARCO HISTORICO


El profeta vivió en un período de tristeza y esclavitud para Israel. A causa de la infidelidad a Dios y a sus pactos, sufrieron el juicio divino y él los envió a la cautividad en Babilonia, conforme a la predicción de Moisés que había sido dada en Deuteronomio 28–30.
Aunque Daniel recibió su preparación académica y profesional en Babilonia, siempre demostró un amor profundo hacia su Dios, sus leyes y su pueblo, y estaba preocupado por la tristeza y aflicción que estaba pasando. Lo que más deseaba era ver su salvación y restauración.
Por aquel tiempo, Dios reveló a su siervo un programa a través del cual el Altísimo restauraría a su pueblo y cumpliría lo que habían anunciado otros profetas acerca del establecimiento de su reino en la tierra, después de un período prolongado de dominio gentil sobre Israel. El cuadro futuro estaba muy lejos de dar ánimo al pueblo escogido de Dios.


EVENTOS HISTORICOS RELACIONADOS CON DANIEL


         a.C.           
         1050            Se establece el reino unido de Israel
         931            El reino se divide
         722            Destrucción de Israel (Norte). Cautividad en Asiria.
         612            Caída de Asiria. Nace el Imperio Babilónico.
         609            Batalla de Meguido. Muerte de Josías.
         605            Batalla de Carquemis. Primera deportación (Daniel y otros jóvenes son escogidos y Ilevados cautivos).
         598            Segunda deportación a Babilonia (Son Ilevados Joaquín, Ezequiel y otros líderes).
         586            Destrucción de Jerusalén. Tercera deportación (de la mayoría).
         539            Caída de Babilonia
         539–331            Imperio Persa
         536            Primer regreso con Zorobabel (época en que Daniel escribió su último mensaje).
         457            Segundo regreso con Esdras
         444            Tercer regreso con Nehemías
         331–143            Imperio griego y sus sucesores
         331–323            Alejandro el Magno
         323–198            Reino tolomeo de Egipto sobre Israel
         198–143            Reino seléucida de Siria sobre Israel
         167            16 de diciembre, profanación del templo
         164            14 de diciembre, dedicación del templo
         163            Se proclama la libertad religiosa
         143–142            Se proclama la libertad política
         142–63            Reinado de los macabeos
         63            Dominio romano


¡PENSEMOS!

 Si le hubiera tocado a usted vivir en aquella época, ¿qué habría pensado? ¿Cúales serían sus inquietudes? ¿Qué habría pedido a Dios? ¿Qué habría dicho a sus hermanos y amigos?


 


PROPOSITO Y TEMA


El propósito principal de la profecía de Daniel era revelar el programa futuro de Dios para su pueblo. Sin embargo, no lo hizo por medio de una conferencia profética ni para satisfacer la curiosidad de sus oyentes, sino con el fin de llamarlos al arrepentimiento y a la confianza en Dios. Otro propósito era motivar a Israel a confiar y ser fiel a su Hacedor.
Deseaba consolarlos y animarlos a que siguieran adelante, aun en medio de la aflicción. Esto lo hizo dirigiendo su atención al lugar indicado cuando pasamos por tiempos difíciles. Sabemos que nunca faltan distracciones para evitar que fijemos nuestros ojos en el Señor, porque Satanás quiere alejarnos de él y hacer que nos concentremos en los problemas que nos rodean. Daniel quería guiarlos a la única fuente de poder. Finalmente, el profeta escribió sus palabras para demostrar el control que Dios tiene sobre la historia de su pueblo, aun cuando estuviera dominado por las naciones paganas del mundo.
Comúnmente se ha identificado el mensaje central del libro con la interpretación de la visión de las cuatro bestias (7:16–18). Por él entendemos que aunque Israel pasaría por cuatro períodos de dominio gentil, el tiempo sería corto en comparación con el reino eterno de los santos. El programa provenía de Dios, el Soberano, el administrador que controla todos los eventos históricos. Así que, los fieles, al fin, triunfarían. Los que confiaran en Dios y obedecieran, celebrarían la victoria al final del camino.


ORGANIZACION DEL LIBRO


La evidencia para esta tesis se presenta de dos maneras. Primero da seis ejemplos que demuestran que Dios controla la historia, aun la de las naciones paganas. Explica que quienes permanecieron fieles a Dios en las circunstancias imposibles del pasado, experimentaron la victoria y fueron exaltados juntamente con Dios (Daniel 1–6).
Por eso, al mirar hacia el futuro, sus lectores podían seguir confiando en el Señor, aun cuando no comprendieran todo lo que él estaba haciendo. Nuestro Dios es digno de toda nuestra confianza. A pesar de las circunstancias difíciles que podamos enfrentar, él sigue al mando de todo. Quienes siguen fieles a él, al final triunfarán.


AL FINAL, LOS FIELES TRIUNFAN
EVIDENCIA HISTORICA 1–6 =>EVIDENCIA PROFETICA 7–12

EVIDENCIA HISTORICA DANIEL 1–6


Debido a la tristeza, aflicción e inseguridad que su mensaje iba a provocar, Daniel principia sus palabras proféticas haciendo memoria de algunos eventos históricos que demuestran que Dios controla aun a los gobiernos incrédulos de este mundo y los utiliza para llevar a cabo sus planes. Entre otros, con el propósito de recompensar a los fieles.
Cada uno de los ejemplos presenta algunas características claves:

  1. Conflicto para la persona fiel

    • Se confronta la grandeza, poder y orgullo de un líder humano.
    • La situación presenta algún conflicto para el siervo de Dios.
    • El siervo de Dios tiene que decidir o hacer algo.

  2. Fidelidad del siervo de Dios

    • Confrontado con el conflicto, el siervo de Dios toma la decisión correcta.

  3. Triunfo del siervo de Dios

    • Se manifiesta el control de Dios sobre los gobiernos paganos.
    • La persona fiel triunfa al final.

  4. Exaltación de Dios
  5. Exaltación del siervo fiel

    • No siempre se nos promete “éxito humano” (Según Hebreos 11, algunos mueren a espada, pero no resulta así en este caso).
    • Dios controla aún a los gobiernos paganos.
    • Los fieles triunfan al final. (Apocalipsis enseña que a veces “el fin” es después de la muerte como en el caso de los mártires.)


El argumento histórico de Daniel no indica que siempre habrá éxito de acuerdo a las normas humanas. Pero Dios sí es soberano y está en control de todo, y puede utilizar a los gobiernos paganos más crueles como instrumentos para lograr sus propósitos.


SEIS EJEMPLOS HISTORICOS QUE
ENSEÑAN QUE LOS FIELES TRIUNFAN
                    Daniel 1. La dieta del profeta
                    Daniel 2. El sueño de Nabucodonosor
                    Daniel 3. El horno ardiente
                    Daniel 4. Humillación de Nabucodonosor
                    Daniel 5. La fiesta de Belsasar
                    Daniel 6. El foso de los leones

HISTORIA PERSONAL DE DANIEL Daniel 1


Cautividad 1:1–2
Daniel principia el relato de su vida explicando algo de su trasfondo. Dice que sus prisiones empezaron en el tercer año de Joacim, rey de Judá (1:1), aproximadamente por el año 605 a.C., cuando Nabucodonosor conquistó Jerusalén y se llevó consigo a la primera deportación, incluyendo al rey Joacim, a Daniel así como a un grupo selecto de jóvenes.
El profeta aclara que fue el Señor quien los entregó en sus manos. Quería que todos comprendieran que él no había perdido la batalla (1:2). El concepto pagano era que los dioses inferiores perdían ante los más fuertes, demostrándose así su inferioridad. En este caso, Daniel quería que el mundo se diera cuenta de que el Dios de Israel no había sido derrotado, sino que había permitido que sus siervos cayeran en manos del enemigo como parte de sus planes, a causa de su rebelión e idolatría (Deuteronomio 28–30).


Preparación 1:3–7
Nabucodonosor decidió llevar a Babilonia a algunos de los jóvenes más inteligentes y capaces (en todo sentido) de Israel (1:3–4a). El rey quería que recibieran preparación académica de los mejores maestros caldeos y que fueran instruídos en todas las ramas de la cultura (1:4b). Además, comerían de la mejor comida disponible (1:5).
Deseaba que una vez pasados los tres años de preparación, sirvieran en su corte. El autor sólo da los nombres de los cuatro que se comprometieron a mantenerse fieles a su Dios. Los demás permanecen en el anonimato (1:6–7). A estos cuatro se les dieron nombres conforme a los dioses de Babilonia.


Abstinencia 1:8–16
Los cuatro mancebos reconocieron que la dieta especial del rey no estaba de acuerdo con sus normas bíblicas y pidieron una distina (1:8–10). El ejemplo fiel de Daniel motivó a los otros tres a mantenerse firmes juntamente con él.
El oficial encargado de alimentarlos estuvo dispuesto a cooperar con ellos, pero tenía miedo. Si sucediera que no satisfacían los requisitos del rey, él sería condenado a muerte (1:10). Su problema era que evaluaba todo desde la perspectiva humana; no sabía lo que Dios podía hacer a favor de ellos. Por eso, Daniel le sugirió que hiciera una prueba de diez días para ver cómo resultaba el experimento (1:11–14).
Al final de ese tiempo, se compararon los resultados. A pesar de su dieta de agua y verduras, los cuatro estaban en mejores condiciones que los demás y el encargado aprobó con confianza la dieta solicitada (1:15–16). Es pertinente comentar que el factor significativo de este ejemplo no era la dieta vegetariana, porque este capítulo no fue escrito para enseñarnos a comer sólo legumbres. Dios intervino a favor de ellos de manera especial porque ellos lo honraron con su fe y obediencia, tal como en los capítulos siguientes. El éxito fue el resultado de la obra de Dios en sus vidas.


Exaltación 1:17–21
Al final de la historia encontramos que Dios los recompensó y honró debido a su fe y acato a sus mandamientos. Les dio mayor sabiduría e inteligencia que a los demás jóvenes que no se comprometieron de la misma manera. A Daniel, el líder que animó a los otros para que se unieran a él, Dios le dio además la capacidad extraordinaria de entender visiones y sueños (1:17–19).
Estos cuatro jóvenes no solamente sobrepasaron a sus compañeros, sino también a sus maestros (1:20–21). El rey los encontró diez veces superiores a todos los magos y astrólogos del reino, aun sobre los que tenían muchos años más de experiencia.


¡PENSEMOS!

 ¿Qué nos enseña este incidente histórico de la vida de Daniel? ¿En qué sentido triunfaron los fieles en su caso? ¿Cómo podríamos enfrentar semejantes circunstancias hoy día? ¿Cómo debemos responder?


 
La lección que podemos aprender de este caso ejemplar es un principio que se repit a través de la Biblia. Romanos 12:2 nos indica que no debemos permitir que el mundo nos conforme a su patrón de comportamiento. Siempre existe la presión a que actuemos igual a quienes nos rodean. Creemos que el éxito en la vida requiere que nos comportemos según las normas de los demás.
Esta historia demuestra que no tenemos que ser iguales a nuestros compañeros para triunfar. Inclusive, se puede sobresalir aun más si seguimos fieles a nuestro Dios. El Señor bendice a quienes se preocupan por obedecerle a él primero, aún en medio de circunstancias adversas.


¡PENSEMOS!

 El caso histórico de Daniel demuestra que a veces, el recuerdo del pasado nos ayuda a permanecer fieles. Describa algún incidente en que usted se mantuvo fiel a las normas divinas en lugar de conformarse al patrón de sus vecinos o compañeros. ¿Cómo resultó? ¿Debía de haber hecho algo distinto? ¿Qué cambiaría si volviera a darse la misma situación? ¿Qué resultado podría esperar?
 ¿Cómo podemos imitar el ejemplo de Daniel y sus amigos esta semana? Considere su propia relación con el mundo que le rodea. ¿Qué clase de presión siente para seguir el estilo de vida de los demás? ¿Qué quiere Dios que usted haga? ¿En qué forma sería distinta su vida de la de los demás si se conforma a las normas divinas? ¿Qué hará para distinguirse y honrar a Dios? Haga con él un compromiso de fidelidad y un plan específico para hacer lo conducente.

 

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miércoles, 6 de mayo de 2015

Teatro para el Día de La Madre: Libretos para el Día de La madre ... Un Tesoro incomparable

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
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El rey busca un tesoro

15 Minutos y 9 Personajes. Un rey va en busca de un tesoro. En su camino pregunta a diversos personajes y un niño le muestra cuál es el mejor tesoro: su madre.


EL REY BUSCA UN TESORO


PERSONAJES

FEISEL
SÉQUITO DEL REY
ABDUL
SARA
RAMA
ABDIEL
DAHANA
ALOHA
NARRADOR


NARRADOR. Hoy nos trasladaremos por unos minutos al reinado de Feisel, en un país oriental muy distante. ¿Qué sucede en el palacio? Todo es excitación y se oyen comentarios por todas partes. El Rey está vestido con su traje de gala y sale con su corte de honor. Está buscando algo, parece muy preocupado y toda la corte está en acción. ¿Qué buscará el rey con tanto empeño? Veamos lo que está sucediendo en ese reinado imaginario.


ESCENA 1

(Aparece el rey hablando con los hombres que componen su séquito.)

REY. Os ruego que me ayudéis a encontrar el tesoro que vi anoche en un sueño. Una voz me dijo que es el tesoro más valioso que jamás se haya visto en esta tierra. Yo quiero encontrarlo, por eso os he llamado. Saldremos en busca de él y no regresaremos al palacio hasta que lo tenga en mis manos. Salgamos presto. (el séquito se inclina ante el rey en señal de aprobación y salen juntos con el rey.)

ALOHA. (Hablando sola.) El Señor tenga piedad de mi hijo y prospere su camino. Tal vez no encuentre nunca lo que busca. Es muy difícil… (con gran preocupación.) Le oí decir que no regresaría hasta tener en sus manos el tesoro que vio en su sueño… ¡Oh, qué terrible sería si no lo encontrara! Tal vez nunca más lo volvería a ver. ¡No, no puede ser! Tal vez despierte a la realidad y se dé cuenta de que los sueños no son más que suelos… Ten piedad de mi hijo, Señor, te lo ruego. (Se retira.)

ESCENA II

(Aparece el rey con su séquito de nuevo, anda en busca del tesoro y está hablando con un señor de alto rango.)

ABDUL. Su majestad, os ruego que se me diga en qué puedo serviros, vuestro siervo se sentirá complacido de ser vuestro esclavo.

REY. Tan sólo una merced reclamo de tu mano, noble Abdul.

ABDUL. Soy todo vuestro. Decime vuestro encargo y trataré de complacer a mi señor el rey.

REY. Anoche tuve un sueño. Me ofrecieron un gran tesoro de inapreciable valor. He salido a buscarlo por campos y ciudades, pero nadie me sabe dar razón de él, y no regresaré al palacio hasta que lo haya encontrado.

ABDUL. Difícil empresa la de mi señor el rey. No es fácil hallar un tesoro donde abunda la pobreza. Si en realidad existiera alguno, habrían tantos ojos sobre él que jamás mi señor el rey lo vería.

REY. ¿Tratas de desanimarme, Abdul? Veo que eres un hombre pesimista. Pero yo no dejaré de buscar ese tesoro, seguiremos adelante.

ABDUL. Que el éxito corone vuestra empresa, su majestad. Vuestro siervo se retira, tengo otras cosas que debo atender. (Se va.)

REY. Aquí estaremos algún tiempo hasta que preguntemos a los que transitan por este lugar. Tal vez tengamos suerte.

SÉQUITO. Mande y ordene, vuestra majestad. Cumpliremos vuestras órdenes. (Una mujer que va pasando se detiene al ver al rey. Con respeto se inclina y lo saluda.)

SARA. Salve, su majestad. Bendita la tierra que besa vuestros pies.

REY. Bendito seré cuando encuentre lo que con tanto afán busco por campos y ciudades.

SARA. Si está en las manos de vuestra humilde sierva el dar reposo a mi señor el rey de vuestra fatiga, me llamaré dichosa.

REY. Busco un tesoro de gran precio que anoche me fue mostrado en sueño y no lo encuentro. No volveré al palacio hasta que mi deseo sea cumplido.

SARA. ¡Miserable de mí! Jamás los ojos de vuestra sierva han visto siquiera una piedra de las que usan las doncellas en el palacio del rey.

REY. Vete en paz, hija mía, tal vez un día tengas en tu mano una joya de valor.

SARA. El cielo escuche vuestra voz. Vaya con Dios mi señor el rey. (Sigue su camino.)

(Pasa un campesino y saluda también al rey.)

RAMA. ¡Salve, mi señor el rey!

REY. Dios bendiga tus faenas, labrador.

RAMA. Para serviros, su majestad, vivo en vuestro reinado.

REY. Tan solo un favor demando de tu mano, labrador.

RAMA. (Se inclina.) Ordene, su majestad.

REY. Busco un tesoro, el más preciado que ojos humanos hayan visto. Anoche lo vi en un sueño, pero nadie me da razón de haberlo visto… de haberlo encontrado. Tal vez tú, labrando la tierra has descubierto lo que otros no han podido encontrar.

RAMA. El cielo corone de favores y de tesoros a mi señor el rey. Este humilde labrador no ha visto otra cosa en toda su vida que el rico tesoro que Dios da a todos en la espiga del trigo, en la mies ya madura que sacia el hambre de un pueblo, que alimenta al humilde labriego y que corona la mesa del rey.

REY. Dios bendiga tus manos, labrador.

RAMA. Vaya con Dios el rey. (Se retira y sigue su camino.)

NARRADOR. Durante varios días el rey ha buscado el tesoro y a todos, ricos y pobres, grandes y pequeños, mujeres y hombres, ha preguntado si lo han visto, pero parece que su sueño jamás se convertirá en realidad. El séquito que lo acompaña se ve cansado y algunos piensan que el rey está perdiendo la razón. Pero éste no se cansa de preguntar y está decidido a no regresar al palacio hasta que haya encontrado el tesoro de su sueño.

REY. Si alguno de los que forman este séquito está cansado y quiere volverse, pensando que mi labor es un fracaso, puede retirar. Yo no regresaré hasta que haya logrado mi objetivo.

SÉQUITO. ¡Viva el rey! No nos apartaremos de su majestad.

(Viene un muchacho cantando alegremente, con sus libros de la escuela.)

ABDIEL. ¡Que tenga muy buenos días, su majestad el rey!

REY. Así lo pases tú, hijo mío. ¿A dónde vas tan alegre?

ABDIEL. A la escuela, su majestad, pero si en algo puedo seros útil, estoy listo a serviros.

REY. Lo que busco es difícil para ti, hijo mío. Mujeres y hombres que han pasado por este lugar no han podido darme lo que por días he tratado de encontrar.

ABDIEL. A veces un muchacho puede lograr lo que hombre y mujeres no son capaces de alcanzar. Si vuestra majestad me favorece al decirme lo que busca, tal vez puedo ayudaros a encontrarlo.

REY. Busco un tesoro, un tesoro de gran valor. Lo vi en un sueño, pero nadie ha podido darme razón acerca de él.

ABDIEL. Para deciros dónde está el tesoro que con empeño buscáis, tenéis que hacerme una promesa.

REY. Si estás seguro de que puedes decirme dónde está, dime cuál es tu petición y te será concedida.

ABDIEL. Estoy más que seguro, su majestad. Pero quiero pediros que nunca me separéis de él. Es todo lo que poseo en esta vida.

REY. Tu petición te será concedida. Anda, ve rápido y trae ese tesoro. Tengo mucha prisa.

ABDIEL. En unos minutos regresaré, su majestad. (Sale de prisa.)

REY. Ojalá que este plebeyo no se aparezca con una sucia moneda, pensando que tiene un gran tesoro…

SÉQUITO. Tenga fe, su majestad el rey. Tal vez pueda ver su sueño convertido en realidad.

REY. El cielo me depare su ventura.

SÉQUITO. Salud para su majestad el rey.

REY. Salud para mi reino, mi corte, mis súbditos y mis vasallos.

SÉQUITO. Allá viene el muchacho, su majestad, pero no viene sólo.

REY. Mi curiosidad es grande…

ABDIEL. (Llega sonriente, lo acompaña Dahana, los dos se inclinan y saludan al rey.) Su majestad, aquí traigo el tesoro de vuestro sueño. No hay en el mundo tesoro de mayor valor. Ni piedras preciosas, ni oro, ni plata, ni las más relucientes perlas del mar pueden igualarse al tesoro que hoy os presento. Este tesoro es mi madre. Cuando estoy enfermo es mi enfermera que me ciudad y me cura. Cuando estoy triste me consuela, si estoy alegre ríe y se goza junto a mí, si me va mal en mis estudios es mi maestra que me ayuda a comprender las lecciones difíciles. Ella, su majestad, es todo para mí. ¿Puede haber un tesoro mayor en el mundo?

REY. Por cierto que no. Hijo mío, eres más sabio que todos los sabios de mi reino. Quien tiene una madre tiene todos los tesoros del mundo. Yo también tengo un tesoro, lo tenía cerca de mí salí a buscarlo lejos. Tal vez en esta hora esté triste pensando en su hijo ausente y rogando al cielo por su salud. Iré a su lado sin más demora. Gracias por haberme enseñado esta preciosa lección.

ABDIEL. Vaya en paz, su majestad el rey. El cielo bendiga a vuestra querida madre y a todas las madres del mundo… ¡Y bendiga a mi madre también!

REY. ¡Vivan todas las madres del mundo! Con razón el sabio Salomón dijo: “Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas”. (Prov. 31:10)

DAHANA. Gracias por desearnos la bendición de Dios. Yo pido al cielo que bendiga a nuestros hijos que son el tesoro que Dios nos ha dado. Que vaya en paz, su majestad el rey.

REY. Al cielo encomiendo mi reino y a todas las madres buenas del mundo. (Se retiran todos.)

CONCLUSIÓN. En la Santa Biblia podemos encontrar muchas historias de mujeres que supieron ser madres y que son una inspiración para todos, pero tenemos el ejemplo de una madre que fue la madre por excelencia, porque albergó en su seno al hijo de Dios. Su historia quedó registrada en las páginas sagradas para ayudarnos a comprender que la obra de una madre piadosa es la más importante en esta tierra. Cristo es el ejemplo del hijo perfecto, que siendo hombre no cometió pecado. Su vida debe ser un estímulo para cada hijo de Dios que trata de alcanzar la perfección por los méritos divinos de Aquel que dio su vida para darnos la redención. Que Dios bendiga a cada madre presente y con ellas a sus hijos, para que todos podamos alcanzar la perfección en Cristo Jesús. Recordemos que todo aquel que tiene una madre tiene un tesoro y que debemos honrar y respetar a nuestras madres en el temor de Dios.
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lunes, 27 de abril de 2015

La hermosura de un espíritu colaborador y respetuoso tiende a suavizar al marido: El esposo tiene la oportunidad de observar detenidamente la diferencia que el evangelio hace en la vida de su esposa

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



 
 
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El Matrimonio que Vive Sabiamente
1 Pedro 3:1–7
El alto índice de divorcios muestra que la fibra que une a nuestra sociedad es muy frágil. En algunos lugares, hay tantos divorcios como bodas. En realidad, este no es el único problema, porque muchas parejas mantienen la fachada y permanecen casadas pero sin unidad en el pensamiento, las metas y los valores. No se conocen realmente y no se apoyan mutuamente.
La clave para entender estos versículos es observar la relación que tienen con el capítulo 2. La palabra asimismo con que se inicia 3:1 relaciona el pasaje acerca del matrimonio con el ejemplo de Jesucristo. El, con paciencia y propósito, se sujetó a los demás y sufrió para llenar las necesidades de otros. Este es el secreto de un matrimonio feliz y duradero.
Imitar buenos modelos asegura el éxito en la vida personal y conyugal. Lo triste es que gran número de personas sólo han visto los modelos de padres y familiares que no pudieron desarrollar un matrimonio estable y feliz. Muchos ven telenovelas o leen revistas que reportan las vidas de las estrellas del cine con todos sus altibajos emocionales. Estas personas no practican los fundamentos del matrimonio cristiano.
Pedro nos recuerda el comportamiento de Jesucristo que es Dios mismo y quien diseñó el matrimonio, por lo que es el experto en relaciones humanas. La Biblia es el manual del fabricante que instruye a las parejas sobre el buen funcionamiento de esa institución.
El pasaje tiene dos párrafos dirigidos primero a la mujer y después al varón.
3:1–6
3:7
La belleza que necesita la esposa
La sabiduría que necesita el esposo
LA ESPOSA HERMOSA 3:1–6
Aquí instruye a la mujer en los secretos de la belleza personal, que bien entendida tiene poder, junto con la obra del Espíritu Santo, para ganar al esposo para Cristo
¡PENSEMOS!
Medite en los versículos 1–6. ¿Cuáles son las características de la mujer cristiana que pueden ganar a un esposo que no conoce al Señor? ¿Cuáles son los dos tipos de belleza que Pedro menciona? ¿Qué caracteriza a cada uno? ¿Cómo se muestra hoy en día el espíritu afable y apacible? ¿Qué aprende la mujer del modelo de Sara? ¿Por qué se comportaron así las santas mujeres? ¿Cuáles pueden ser algunos temores de la mujer actual? ¿Cómo puede la conducta correcta evitar el temor?
La belleza interna impacta al esposo (3:1–2)
En primer lugar, la mujer ha de seguir el ejemplo de Cristo; él mostró fuerza, paciencia y ternura, aun en medio de circunstancias que amenazaban su vida y controlaba sus reacciones para no pecar. Soportó los insultos y mal trato de sus enemigos. Dio su vida por los demás; es el tierno Pastor y Obispo de las almas.
Pedro instruye a las mujeres acerca de su relación con su esposo, sea creyente o no y aclara que, para ganar al esposo que no conoce a Cristo, es más importante la conducta que las palabras (sin palabra). La constante e insistente predicación de la esposa puede alejar al esposo y endurecer su corazón.
La hermosura de un espíritu colaborador y respetuoso tiende a suavizar al marido. En el versículo 2, la palabra considerando sugiere que el esposo tiene la oportunidad de observar detenidamente la diferencia que el evangelio hace en la vida de su esposa.
Note que la exhortación a que las esposas se sometan a sus maridos no sugiere inferioridad. Cristo no era inferior a quienes lo maltrataron y mataron. Un soldado puede ser mejor persona que un general. En todos los niveles de la sociedad existe el liderazgo, pero esto no significa que una persona sea superior a otra. Tanto la mujer como el hombre fueron hechos a la imagen de Dios; él les dio a los dos el dominio de la creación. Cuando reciben a Cristo, los dos vienen a ser uno en él.
Y DIJO JEHOVA DIOS: NO ES BUENO QUE EL
HOMBRE ESTE SOLO; LE HARE AYUDA IDONEA
PARA EL (GENESIS 2:18)
Tampoco debemos pensar que la mujer es la sirviente del hombre; ni debe ser maltratada o explotada porque Dios la creó para complementarlo. Ella es lo que él no puede ser y hace lo que hace mejor. La Biblia no humilla a la mujer sino que la dignifica como una persona que ayuda a su marido para que él sea mejor y más efectivo. Para este fin, ella ha de sentir confianza de expresar sus ideas y deseos. Su marido aprovechará su sabiduría femenina, conocimientos e intuición.
Ella por su lado, debe apoyar, animar y escuchar a su esposo; no manipularlo ni engañarlo. Tampoco despreciarlo ni criticarlo porque después de Dios, es la persona más importante en su vida.
El Señor ha creado el orden en el universo y también en el hogar para que haya unidad y tranquilidad. Los cónyuges no son competidores, sino socios en la tarea de crear un hogar que contribuya al bienestar, crecimiento y santidad de la pareja, de los hijos y de otras personas.
La belleza interna agrada a Dios (3:3–4)
En el primer siglo, la mujer invertía dinero y tiempo para adornarse según se indica en el versículo 5. ¿Cuáles son las tendencias de la mujer actual al respecto?
La pureza y modestia son cualidades internas que afectan la conducta y el adorno externo. Pedro no prohibe esto último; más bien enseña que el creyente no debe dejarse influir por la sociedad en su deseo de atraer la atención a través de la ostentación y la pompa. El apóstol dice que lo que está adentro es el adorno más valioso e impactante.
La mujer no ha de imitar la corriente de este mundo. Su encanto reside en una actitud pacífica de cooperación con su marido, sin mostrar rebeldía ni resentimientos.
Es evidente que Pedro no infiere que la mujer descuide su aspecto físico. El vocabulario que usa indica que es de esperarse que ella busque ser atractiva. Sara, el modelo de santidad, era una mujer conocida por su belleza y atractivo.
…QUE ENSEÑEN A LAS MUJERES JOVENES A AMAR
A SUS MARIDOS Y A SUS HIJOS, A SER
PRUDENTES, CASTAS, CUIDADOSAS DE SU CASA,
BUENAS, SUJETAS A SUS MARIDOS, PARA QUE LA
PALABRA DE DIOS NO SEA BLASFEMADA
(TITO 2:4–5).
La belleza interna ha sido comprobada a través de la historia (3:5–6)
Pedro cita los nombres de mujeres de la antigüedad que poseían cualidades sobresalientes de espíritu y conducta que adornaban sus vidas
En el versículo 5 menciona tres de estas características:
1)     santas,
2)     esperaban en Dios y
3)     sujetas a sus maridos.
“Santa” corresponde a la palabra “casta” que mencionó en el versículo 2. La esperanza que tenían puesta en el Padre celestial tiene relación con “afable” que usa en el versículo 4. Este adjetivo describe a la persona que vive tranquila porque acepta la voluntad del Altísimo para su vida. Aunque las circunstancias, incluso las del hogar, no son lo perfectas que quisiera, ella pone su fe en Dios para que él llene su vida de gozo y contentamiento.
Sara es ejemplo de sumisión. Si la mujer de hoy la imita, entonces será llamada “hija de Sara”, así como los que son salvos por la fe son “hijos de Abraham” (Gálatas 3:7).
En el versículo 6, el autor menciona dos cualidades más:
1)     “hacer el bien” que significa cultivar y practicar el estilo de vida que este pasaje describe, y
2)     estar sin temor. Esto último significa literalmente estar libre de pánico o agitación y exhibir serenidad. Esta característica es consecuencia de confiar en su esposo y reconocer que él es responsable delante de Dios del bienestar del hogar. Como dice el libro de Proverbios: “…no se aparten estas cosas de tus ojos; guarda la ley y el consejo. Y serán vida a tu alma, y gracia a tu cuello. Entonces andarás por tu camino confiadamente, y tu pie no tropezará. Cuando te acuestes, no tendrás temor, sino que te acostarás, y tu sueño será grato. No tendrás temor de pavor repentino, ni de la ruina de los impíos cuando viniere, porque Jehová será tu confianza, y él preservará tu pie de quedar preso” (3:21–26)
¡PENSEMOS!
Para la mujer: ¿Cuáles son las cualidades personales en los versículos 1–6 que usted necesita cultivar más? ¿En qué formas puede mostrar respeto y admiración a su esposo? ¿Ha de someterse la esposa a su marido aun cuando él no demuestra amor? ¿Pueden existir circunstancias en las cuales la mujer no deba obedecer a su esposo? ¿Qué significa para usted el ser casta y santa? ¿Cuáles son algunos temores comunes de las esposas? ¿ ?Cómo puede la conducta correcta evitar el temor? Comparta algo que usted ha aprendido acerca de la sumisión en su vida matrimonial.
Para el hombre: ¿Qué puede hacer el esposo para hacer más fácil que su esposa se conduzca en la forma correcta?
EL ESPOSO SABIO 3:7
Es importante notar que Pedro dedica más espacio a la mujer que al hombre en este pasaje. No se debe a que el hombre tiene menos necesidad de orientación. En Efesios 5, Pablo dice mucho más al hombre que a la mujer. Posiblemente Pedro sabía que en aquellas congregaciones había muchas señoras cuyos maridos no eran creyentes todavía o conocía que eran rebeldes no sólo en las relaciones con el gobierno y sus amos, sino también en el hogar.
¡PENSEMOS!
¿En qué debe ser el comportamiento del hombre semejante al de la mujer? ¿En qué forma puede un esposo mostrar sabiduría en su relació con su compañera? ¿Qué significa que la mujer es un “vaso más frágil”? ¿Encuentra la idea de sumisión en las instrucciones a los hombres? ¿Qué significa para usted “coherederas de la gracia de la vida”?
El hombre también debe sujetarse
El escritor continúa la misma cadena de ideas. Empezó el versículo 1 diciendo: asimismo y en el 7 repite: igualmente para indicar que tanto las esposas como los maridos han de imitar a Jesucristo en el sometimiento y control personal. Ellos deben ejercer su liderazgo con amor, no buscando su propio bien y comodidad sino el bienestar de su esposa e hijos; deben entregarse a los que son de su familia y tratar de llenar sus necesidades. Esto requiere sacrificar sus deseos egoístas y sujetarse a los demás.
El hombre ha de ser sabio
“Vivid con ella sabiamente” significa adquirir conocimientos acerca de la naturaleza y necesidades especiales de su pareja. También quiere decir que el esposo ajusta su conducta de acuerdo a ellas y que se adapta a la naturaleza más frágil de la mujer.
El marido no puede disfrutar de autonomía personal. En primer lugar, Dios lo hace responsable del bienestar de los miembros de su familia y tendrá que rendirle cuentas de este importante encargo.
En segundo lugar, el esposo acepta el privilegio y el deber de compartir su vida con otro ser humano y guiar el hogar de manera que haya reciprocidad. El liderazgo del esposo es un ministerio, de manera que su esposa se siente amada, apoyada y edificada. El debe dedicarse a servir a los de su hogar administrándolo de tal manera que traiga seguridad, estabilidad, felicidad y desarrollo emocional y espiritual.
MARIDOS, AMAD A VUESTRAS MUJERES, ASI
COMO CRISTO AMO A LA IGLESIA, Y SE ENTREGO
A SI MISMO POR ELLA (EFESIOS 5:25).
Para comprender a su esposa, el marido necesita involucrarse con ella y sus preocupaciones, escucharla y dialogar con ella. El matrimonio provee una oportunidad única de conocer a otra persona, sus gustos, intereses, talentos, temores y ansiedades. La esposa anhela ser comprendida y
esto le hará sentir segura y amada.
El hombre ha de honrar a su esposa
Como la esposa ha de respetar a su esposo, también el marido tiene que asignarle una posición de honor, sabiendo que no es inferior, sino que tiene cualidades personales y habilidades únicas y valiosas. El esposo le hace sentir que es importante, atractiva y esencial para él.
Pedro explica que existen dos razones por las que la esposa merece consideración especial. En primer lugar, porque es más frágil. Es posible que se refiera a que por lo general, es más sensible y vulnerable emocionalmente. Por ejemplo, se siente profundamente lastimada cuando no ve afecto, lealtad y apoyo de su esposo.
En segundo lugar, Pedro dice que es “coheredera de la gracia de la vida”. En el matrimonio cristiano, ambos cónyuges son iguales porque los dos poseen la vida de Dios y tienen los mismos privilegios delante de él así como la misma responsabilidad de cumplir la voluntad divina; ambos son siervos del Altísimo.
MARIDOS, AMAD A VUESTRA MUJERES, Y NO
SEAIS ASPEROS CON ELLAS (COLOSENSES 3:19)
¿Cómo respeta y honra el hombre a su esposa? Cuidando su manera de hablar y siendo cortés; manifestando delante de otras personas su aprecio y respeto. Le asegura su lealtad y fidelidad, dando evidencias de que la ama y la hace sentir segura y apreciada por medio de los actos de apoyo, cariño y colaboración.
Un hombre así conserva la comunión con Dios
La relación que se desarrolla en el matrimonio es tan importante como cualquier otra conducta que Dios nos manda. Tiene muchas repercusiones para la tranquilidad del hogar, el testimonio a los demás, la unidad de la iglesia, la seguridad de los hijos y el crecimiento espiritual de los esposos. Además, también afecta nuestra relación con el Señor.
Cuando el esposo no vive sabia y respetuosamente con su mujer, se interrumpe su comunión con el Altísimo. Desobedecer el patrón divino para el matrimonio es pecado. Esta desobediencia y rebelión impide la comunicación y oración con el Señor. Mantener la armonía en el hogar es de suma importancia. El esposo, como líder, es la persona responsable por mantener el martimonio en el camino correcto. La oración es uno de los recursos más potentes que él y su esposa tienen.
¡PENSEMOS!
Para el hombre: ¿Qué debe hacer usted para llegar a comprender mejor a su esposa? ¿Está usted seguro que su esposa sabe que usted la ama? ¿Que ella siente que usted es leal y que la apoya? ¿Que usted la considera esencial? ¿Que aprecia su valor y su atractivo como persona? ¿Cómo podría mejorar su comunicación y su conducta para que ella sepa todo esto?
Para la mujer: ¿Cómo puede usted facilitar que su esposo la conozca mejor? ¿Necesita hacer combios en su comportamiento y comunicación para que le sea más fácil amarla y respetarla?
Para ambos: ¿Somos socios o competidores? ¿Contribuye cada uno a que el otro esté más cerca de Dios? ¿Nos entendemos mejor? ¿Tomamos en cuenta los sentimientos del otro? ¿Contesta Dios nuestras oraciones? ¿El matrimonio enriquece nuestras vidas? O, ¿estamos robándonos unos a otros la bendición de Dios?

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