domingo, 15 de mayo de 2016

Ahora los encomiendo a Dios y la Palabra de su gracia, palabra que puede edificarlos y darles una herencia entre aquellos que son santificados

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




Transformados por La Palabra
CÓMO DIOS NOS TRANSFORMA COMO CRISTO
¿cómo hace Dios para formar en nosotros la imagen de Cristo? 
La Biblia nos dice que Dios nos transforma como Cristo básicamente de dos maneras:

  1. Por medio de las circunstancias. No es por casualidad que Romanos 8:29 sigue a Romanos 8:28: ʺAhora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su hijo...ʺ (Romanos 8:28‐29 NIV). ¿Cómo sabemos que todas las cosas son dispuestas para bien? Porque Dios las está usando para hacerme más y más semejante a Jesús. Hay muchísimos versículos en la Biblia acerca de cómo Dios usa las circunstancias para hacernos como Cristo: la prueba de su fe, el sufrimiento produce carácter, el sufrimiento refina tu fe, las pruebas son buenas para usted y todos esos versículos similares. Dios nos hace semejante a Cristo a través de las circunstancias.
  2. A través de la aplicación de la Palabra de Dios a mi vida. Pablo nos dice en Hechos 20:32: ʺAhora los encomiendo a Dios y la Palabra de su gracia, palabra que puede edificarlos y darles una herencia entre aquellos que son santificadosʺ (NIV). Dios nos hace semejantes a Cristo a través de las circunstancias y por medio de la aplicación de su Palabra. Un día, cuando miremos a Cristo directamente, la Biblia dice que seremos cambiados instantáneamente para ser completamente como Él es. Ninguno de nosotros es completamente como Cristo en este momento. Un día vamos a ser completamente como Él porque la Biblia nos dice que lo veremos tal como Él es. En 1 Juan 32 dice así: ʺSabemos que cuando Cristo regrese, seremos como él, porque lo veremos a como él en realidad esʺ (NCV). Cuando lo mire cara a cara instantáneamente será como él. Y todas esas debilidades de carácter se van a desaparecer y será como Cristo porque lo verá cara a cara.

Pero ahora en el presente tenemos otra situación. 
Hoy no lo vemos cara a cara; ninguno de nosotros lo ve cara a cara. Entonces, ¿qué es lo que Dios está haciendo mientras tanto? 2 Corintios 3:18 nos da una idea:
ʺPero todos nosotros, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espírituʺ (NASB). La NASB es una traducción literal.

Englobe la frase ʺcontemplando como en un espejo.ʺ
Esta es una frase interesante.
En el griego es una sola palabra (katoptrizomenoi).
Es la única vez que esta palabra es usada en la Biblia. Una sola vez. Una sola palabra es traducida ʺcontemplando como en un espejo.ʺ

Lo que dice es que no miramos a Dios cara a cara, no miramos a Cristo cara a cara, vemos su gloria en un espejo. Entonces, ¿qué es el espejo? El espejo es la Palabra de Dios.

Cuando leemos esta Biblia, aunque no veo a Cristo cara a cara, lo veo. Y a medida que le veo, a medida que reflexiono en él, a medida que contemplo como en un espejo la gloria del Señor, soy cambiado, me vuelvo como Él.

Y a medida que miro al espejo de la Palabra de Dios entonces la aplico a mi vida y me transformo en alguien semejante a Cristo.

UN VERSÍCULO MUY IMPORTANTE PARA LA PREDICACIÓN
Santiago usa la misma metáfora del espejo. Aquí está lo que él dice: ʺEl que escucha la palabra pero no HACE lo que dice es como un hombre que ve su rostro en un espejo y, después de mirarse, se va y se olvida enseguida de cómo se miraba.

Pero el hombre que se fija atentamente en la ley perfecta que da libertad, y continúa haciendo esto, no olvidando lo que ha oído sino haciéndolo ‐‐ será bendecido en lo que hace.ʺ (Santiago 1:24‐25 NIV)

Este es un versículo muy importante para la predicación. Todo aquel que escucha la Palabra pero no hace lo que ella dice, no sirve para nada.

¿Tiene a alguien en su iglesia que oye la Palabra pero no la hace?
¿Le gustaría dar su testimonio personal acerca de esto?
¿Ha escuchado usted alguna vez la Palabra y no ha hecho lo que dice?

Por supuesto que sí. Y yo también.
Pero, fíjense en tres cosas, el hombre que hace estas tres cosas será bendecido:

  • uno, ʺse fija atentamente,ʺ 
  • dos, ʺno olvidando,ʺ y 
  • tres, ʺhaciéndolo.ʺ 
Si hace estas tres cosas, será bendecido. No es si oye la Palabra de Dios, sino que si mira atentamente, no se olvida y lo hace. Lo que estos versículos nos dicen es que cuando hacemos que nuestra audiencia mire, recuerde y practique la Palabra de Dios ¡son inevitablemente cambiados! Este es el poder de la Palabra de Dios.

EL PROBLEMA NÚMERO UNO EN NUESTRAS CONGREGACIONES
Pero hay un problema muy grande: la gran mayoría de los predicadores están usando un método y un estilo de predicación que hacen que los oyentes miren la Palabra pero no que la recuerden y tampoco que la practiquen.

La miran pero no la recuerden y por lo tanto no la practican. Este es el problema número uno en nuestras iglesias.

Hay mucha predicación que está produciendo oyentes pero no practicantes de la Palabra. Puede que estén llenando cuadernos de notas, puede que estén llenos de información, puede que estén familiarizados con los términos en el griego y el hebreo. Pero francamente un montón de predicación no es más que lecciones históricas con un poquito de gramática griega.

Y la gente está saliendo de nuestras iglesias por millones, muy informados pero no transformados. Están informados pero no son transformados.

El problema no es la gente. El problema está en el púlpito. Es nuestro método y nuestro estilo. No hace mucho George Gallup hizo una encuesta nacional y llegó a esta conclusión: ʺNunca antes en la historia de los Estados Unidos, el evangelio de Jesucristo ha penetrado tanto mientras que al mismo tiempo ha hecho poca diferencia en cómo la gente vive su vida.ʺ

¡Hay algo horriblemente erróneo con nuestra predicación! ¡Hay algo terriblemente erróneo con la manera en que estamos comunicando la Palabra de Dios! El propósito de Dios es hacernos semejantes a Cristo. La predicación debe de hacer lo mismo.

¿Cuál es, entonces, el propósito de la Biblia?
Su entendimiento del propósito de las Escrituras va a determinar obviamente cómo las predica. En 2 Timoteo 3:16‐17, Pablo nos dice,
ʺToda escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, pa‐ra reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto en todo, equipado para toda buena obraʺ (NASB).

Lo pongo aquí en el griego porque estos son unos de los versículos más mal entendidos de la Biblia.


Estos versículos no dicen que el propósito de la Biblia es doctrina o reprender o corregir o instruir en justicia.

No, estos no son el propósito de la Biblia.
Estos son cuatro métodos para lograr el propósito.
Estos son cuatro medios para lograr el fin.


  • Fíjense que dice: ʺpros didaskalian” (para enseñar), ʺpros elegmonʺ (para reprender), ʺpros epanorthosinʺ (para corregir), ʺpros paideian ten en dikaiosuneʺ (para instruir en rectitud). 


La Biblia es para estas cosas. Pero después el texto dice: ʺinaʺ (a fin de que). ʺInaʺ. ʺA fin de que.ʺ A fin de que. Este es el propósito, aquí está el propósito de la Biblia: ʺpara que el hombre de Dios pueda ser perfecto en todo, que esté completamente capacitado, completamente preparado, completamente equipado para toda buena obra.ʺ El propósito de la Biblia no es enseñar, reprender, corregir o instruir. El propósito de la Biblia es que nuestras vidas sean cambiadas.

¿Y cómo cambia Dios nuestras vidas?
A través de esas cuatro maneras:

  • a través de la enseñanza, 
  • a través del reprendimiento, 
  • a través de la corrección y 
  • a través de la instrucción en la rectitud. 
2 Timoteo 3:17 en la versión Good News dice así:
ʺPara que la persona que sirve a Dios esté totalmente calificada y equipada PARA HACER toda clase de buena obra.ʺ

¡El propósito de la Biblia es el cambio de vida!
Específicamente entonces, ¿cuál es el propósito de la Biblia? Específicamente es el cambio de nuestro carácter (perfeccionar, madurar, completar) y el cambio de nuestra conducta (reemplazar nuestras malas obras con buenas obras).

El carácter y la conducta. El carácter y la conducta y la convicción. Estos son los temas del Nuevo Testamento. Se ven una y otra vez repetidamente. El propósito es el cambio de vida. No es para llenar la cabeza de información.

Juan Calvino dijo: ʺLa Palabra de Dios no es para enseñarnos a hablar sin que se nos entienda o para ser elocuentes y sutiles... es para reformar nuestras vidas, para que tengamos el deseo de servir a Dios, para entregarnos totalmente a él y conformarnos a su buena voluntad.ʺ

D. L. Moody lo dijo así: ʺLa Biblia no se nos dio para aumentar nuestro conocimiento sino para cambiar nuestras vidas.”
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