martes, 11 de agosto de 2015

Un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6






 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información 



CONSTRUCCIÓN DE SERMONES
JUAN 5:1-17
I. El paralítico sanado
(
5:1–17)
A. Autoridad asombrosa (1–9)
1Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén. 2Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos. 3En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua. 4Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese. 5Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. 6Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? 7Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. 8Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho y anda. 9Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.
1. La impotencia del hombre (1–5).
Este hombre que durante años había permanecido inmóvil, es una figura de la situación del hombre moderno que no ha experimentado la vida nueva que llena el vacío del corazón.
El pecado inmoviliza el alma. Por más que el hombre sea culto o muy preparado profesionalmente, es impotente a nivel espiritual. En lo profundo de su ser está vacío, arruinado, fracasado y es incapaz de mover un solo dedo con acciones que lo lleven a Dios. Por sí solo es el mayor de los incapaces. Este paralítico junto al pórtico de Betesda1 es un símbolo de la impotencia espiritual del hombre de hoy.
Junto a este paralítico había una multitud de enfermos esperando que apareciera un ángel a mover las aguas, pues el primero que se echaba al agua del estanque, sanaba en forma milagrosa. Pero este pobre hombre estaba enfermo desde hacía 38 años, ni siquiera podía moverse, y por lo tanto nunca tenía la oportunidad de tirarse al agua y experimentar sanidad. El estanque se parecía a lo que tendríamos que hacer según la ley, pero somos incapaces de cumplir, no podemos llegar.
Aparece entonces en escena Jesucristo. (Sobre el tema del por qué de las enfermedades y de la parálisis de este hombre, ver recuadro LA ENFERMEDAD COMO CASTIGO DIVINO.)
2. La pregunta de Jesús (6).
Jesús preguntó: “¿Quieres ser sano?” Dada la situación del hombre, la pregunta pareciera un tanto ridícula. ¿Qué enfermo no desea ser sano? Sin embargo, la pregunta no es tan pueril puesto que este individuo necesitaba confrontar la realidad. Hay millones que con desesperación buscan su sanidad, buscan escapar de su dilema personal, de los problemas y vacío de su alma, y sin embargo se niegan a ser sanados moral y espiritualmente. Por ello Jesús le preguntó al paralítico si deseaba ser sano.
Es la misma pregunta que le hace hoy al hombre: ¿Quieres ser sano? ¿Quieres que tu alma y tu mente sean sanadas? ¿Quieres que tu mente y todo tu ser sea regenerado de una vez por todas?
3. El palabrerío por ignorancia (7).
La respuesta del enfermo no contestó directa ni específicamente la pregunta de Jesús. El paralítico sólo se limitó a relatar por qué le era imposible sanar cada vez que aparecía el ángel. Este enfermo ignoraba quién era Jesús, y con palabrería empieza a filosofar, dando explicaciones y argumentos humanos.
La actitud de este hombre enfermo es similar a la de muchos hoy día, que comienzan con argumentos y excusas en lugar de reconocer con honestidad su enfermedad física, moral y espiritual.
4. El poder de Jesucristo (8–9).
A pesar de todo, Jesús le dice: “Levántate, toma tu lecho y anda.” Hay cierto paralelismo entre estas palabras de Jesús y lo que dice a todo pecador arrepentido, al pecador con parálisis mental, moral y espiritual. Ningún pecador que en verdad se arrepiente tiene por qué quedar tirado, postrado en el camino de la vida. Al recibir a Cristo en su ser, el paralítico espiritual puede levantarse.
La obra de Jesús fue instantánea: en ese mismo instante el hombre sanó y volvió a caminar.
B. Ofendidos por un milagro (10–17)
10Entonces los judíos dijeron a aquel que había sido sanado: Es día de reposo; no te es lícito llevar tu lecho. 11El les respondió: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda. 12Entonces le preguntaron: ¿Quién es el que te dijo: Toma tu lecho y anda? 13Y el que había sido sanado no sabía quién fuese, porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar. 14Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor. 15El hombre se fue, y dio aviso a los judíos, que Jesús era el que le había sanado. 16Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo. 17Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.
1. Los espectadores ofendidos (10).
Estos versículos muestran la dureza del corazón de los hombres, la conciencia cauterizada. Cuando ocurre un milagro o un hecho maravilloso, hay quienes en vez de gozarse en su corazón, se ofenden y hasta se enojan. Precisamente eso sucedió con los enemigos de Jesús cuando sanó al paralítico. En lugar de alegrarse por el milagro que beneficiaba a otro, sacan a relucir su legalismo1 y se convierten en religiosos hipócritas. ¡Cuán poco comprendían!
2. El sanado no comprende (11–13).
Por otra parte, el inválido curado ni siquiera reparó en dar gracias o averiguar quién había sido el autor de su sanidad. Después de 38 años de penurias por invalidez, llega el acto sobrenatural de Jesús, y hallamos que el sanado no podía explicar cómo había ocurrido ni sabía acerca de la persona que había realizado el milagro.
En nuestros días, hay quienes habiendo experimentado el milagro de la regeneración, quienes habiendo sido sanados aun físicamente, permanecen ignorantes de Cristo, de Dios y de la Biblia. Si alguien les preguntara cómo aconteció el milagro del nuevo nacimiento, lo único que sabrían responder es que creen en Cristo, que son cristianos. La maravilla de la nueva vida en el Señor es que si uno ha puesto toda su confianza en él, la obra es de Dios—aunque la persona sea ignorante y desconozca las enseñanzas de la Biblia.
El cristiano no debe conformarse con experimentar la nueva vida que Dios le ofrece, sino que debe estar dispuesto a conocer a su Salvador en calidad de Señor (ver 9:35–38 y 2 P. 3:18). Es triste ser un ignorante espiritual. Hay pocas cosas más tristes que ser cristianos ignorantes. Si pedimos a Dios sabiduría (Stg. 1:5), obtendremos crecimiento y madurez en la vida espiritual a fin de poder compartirla con otros.
3. El sanado al fin comprende (14–15).
Más tarde en el templo se produce el encuentro entre el ex-paralítico y Jesús. Con su advertencia el Señor le enseña que la sanidad también implica santidad (Ef. 4:17–32; 1 Jn. 3:6, 9). Al fin este hombre comprende el milagro que había acontecido en su vida por la misericordia divina, y lo anuncia a los demás.
4. El corazón incrédulo (16–17).
Jesús entra en conflicto con las autoridades judías por un tema que ellos consideraban crítico, y esto da lugar a la primera declaración abierta de hostilidad. La actitud del Señor con respecto al día de reposo era muy distinta a la actitud legalista de los fariseos. Estos religiosos guardaban el día sábado1 para santificárselo a Dios, conforme a su costumbre religiosa, y sin embargo, querían asesinar a Jesús. Es un cuadro fidedigno de la malicia y la crueldad en el corazón del ser humano, que puede ser muy religioso y a la vez muy corrompido.
La respuesta de Jesús a estos hombres incrédulos es indirecta (17). El día de reposo había surgido como descanso divino en la actividad creadora, aunque esto no equivalía a descansar de toda actividad. Si bien hubo reposo en cuanto a creación, Dios debía sustentar todo (He. 1:3), y ello implicaba actividad. Y Jesús, en razón de la íntima relación con su Padre,2 trabajaba de la misma manera. (Comparar Mr. 2:27–28.)
BOSQUEJO EXPOSITIVO

EL PARALITICO SANADO (5:1–17)
A.     Autoridad asombrosa (1–9)
1.     La impotencia del hombre (1–5)
2.     La pregunta de Jesús (6)
3.     El palabrerío por ignorancia (7)
4.     El poder de Cristo (8–9)
B.     Ofendidos por un milagro (10–17)
1.     Los espectadores ofendidos (10)
2.     El sanado no comprende (11–13)
3.     El sanado al fin comprende (14–15)
4.     El corazón incrédulo (16–17)
LA ENFERMEDAD COMO CASTIGO DIVINO
No todas las enfermedades son fruto del pecado personal del enfermo. Por lo general la enfermedad es resultado de ser parte de una raza caída. Es por ello que hasta criaturas inocentes se enferman, a veces gravemente.
Por otra parte, ciertos casos de enfermedad (sólo Dios sabe cuáles y no nos corresponde juzgar) son consecuencia de rebelión contra la Palabra de Dios (1 Co. 11:29–30).
La actitud del cristiano debe ser: En primer lugar, no pasar juicio sobre los enfermos sino tener compasión y orar por ellos (Stg. 5:10). En segundo lugar, no tratar de explicar por qué tal cosa le aconteció a tal persona y no a otra. A veces en realidad no hay explicación. Hay muchos descarriados a los que pareciera irles muy bien (Sal. 37:35; 73:3, 12; 94:3–5), y muchos justos que sufren tribulación (Sal. 37:32; 38:19–20; 59:1–4; 69:1–8; 73:21–26).
En el caso del paralítico, da la impresión de que su enfermedad fue castigo por su proceder (5:14). Tal vez se había rebelado contra Dios y como resultado quedó paralítico. “No peques más, para que no te venga alguna cosa peor” fue una clara advertencia que no debemos tomar livianamente.
La desobediencia a Dios no consiste, necesariamente, de pecados groseros de la carne sino de cualquier rebelión contra el Señor. Y cuanto más luz tiene el cristiano, tanto más responsabilidad tiene de andar en la luz. Quien no conoció la voluntad de Dios y desobedeció, será castigado poco. Por otro lado, quien conoció la voluntad divina y la desobedece, será castigado mucho (Lc. 12:47–48).
A mayor luz, mayor responsabilidad, y también potencialmente mayor castigo por la desobediencia.
1 En hebreo Betesda significa “casa de misericordia”. Este estanque estaba cerca de la puerta de las ovejas (ver Neh. 3:1, 32; 12:39).
1 Ver también 9:14; 19:31.
1 Ver Jer. 17:21–22.
2 Ver también 2:16; 20:17.

Mientras estemos en esta tierra hay una sola realidad y es que el hombre siempre tendrá necesidades, de una o de otra forma.
Hay personas que tienen mucha plata pero están enfermos, hay otros que están sanos pero no tienen plata, y lo que es peor otros están enfermos y no tienen plata.
La única forma de poder vivir bien, es con Jesús, pero vivir bien no necesariamente es no tener problemas, vivir bien con Jesús es tener la capacidad de sobrellevar los problemas.
La biblia nos habla de un personaje en especial que tenía un grave problema era paralitico, y por muchos años había lidiado con ese impedimento. V 5 “Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.”
Betesda significa casa de misericordia. La gente enferma tenía la esperanza que en ese lugar recibirían sanidad, solo que tenían que esperar, es mas esa situación les producía tención, angustia, ansiedad, tenían que estar pendientes de que el agua se moviera, y en el momento en que esto sucedía tenían que luchar por ganarle a los demás, empujar, tirar. Etc. imagínate era un caos total. Y si el agua se movió por otro motivo, una piedra que cayó, un animal que paso, muchos se tirarían y saldrían decepcionados. O hasta enojados.
Pero algo de especial sucedió ese día un paralitico tuvo un encuentro con Jesús. Alguien que no podía moverse por sí solo. V 7Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo.”
¿Que hizo que Jesús se fijara en él y no en cualquiera de los otros enfermos? El paralitico no podía moverse del lugar en el que estaba para entrar en el agua, entonces como hizo para llegar hasta ese lugar llamado casa de gracia.
El tenia tanto anhelo por llegar a ese lugar que me imagino rogo mucho, o se esforzó demasiado para llegar, este esfuerzo posiblemente movió a Jesús a misericordia. V 6 “Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?” que tanto anhelo tienes para llegar hasta la casa de gracia que es el templo, el hacer el esfuerzo de congregarnos demuestra cuanto en realidad queremos ser sanos. Pero hay muchos que tienen muchas excusas para no hacerlo: Dios me escucha en cualquier lugar, esta mucho frio, no tengo para el transporta en fin.
Jesús le pregunta ¿quieres ser sano? Muchos dirían que pregunta tan ilógica, si el estaba en ese lugar y estaba enfermo. Claro que quería ser sano. Pero Jesús lo que quería saber es cuan dispuesto esta a hacer y a obedecer para ser sano. Hay gente que quiere ser millonario pero no está dispuesto a trabajar. Hay muchos que quieren engordar pero no quieren comer.
El paralitico no se dejo vencer por sus limitaciones, a pesar de que era una multitud la que estaba con él, y que humanamente él no tenía ninguna posibilidad de adelantarse a  los demás él siempre espero el momento, y nunca se desanimo, la prueba es que siempre estaba en ese lugar.
El milagro que recibió el paralitico fue producto de la obediencia. V 8 “Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda.”
Cuando Jesús le dijo levántate, todavía no estaba sano el pudo haberse opuesto, pero obedeció y pudo recibir el milagro. V 9Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.”
El paralitico no conocía a Jesús pero le obedeció. V 13 “Y el que había sido sanado no sabía quién fuese, porque Jesús se había apartado de la gente que estaba en aquel lugar.”
No mires cuán grande es tu problema, mira cuán grande es tu fe y tu disposición a obedecer.
I.-    Los espíritus similares se buscan.
       Hay un principio no bíblico, pero espiritual que dice que los espíritus similares o afines se buscan.  Es por ello, que usted siempre verá gente deprimida al lado de otras personas deprimidas; gente triste con otros que están en igual condición y gente amargada con otros que también están amargados.  Sin embargo, a las personas de fe usted las encontrará al alado de otras personas de fe, o en última instancia, los encontrará solos.
La prueba de esto está en que las personas se reúnen a discutir sus problemas y comparar sus situaciones.  No caigas en ese error, pues aunque tu situación pareciera similar a la que tienen otros, sin embargo, Dios tiene un propósito que va a lograr en tu vida y por ello, te permite pasar por la prueba porque desea prepararte para usarte más ampliamente.
II.-   Por qué estaban allí?
       En su misericordia, de tiempo en tiempo, Dios enviaba un ángel para que agitara el agua.  El primero que descendiese        al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese.  Cuesta creer cuánta        gente estaba esperando la presencia de ese ángel e ignoraban el ministerio de Cristo.  Hay quienes rechazan venir a Cristo, porque andan buscando cualquier cosa que alivie sus problemas.  Este es un lugar, el cual –me imagino- muchas personas no querían pasar.  El solo hecho de pasar por allí era deprimente, ver tanta necesidad y uno sin poder hacer nada.  La gente encopetada (gente de dinero, aristócratas, sangre azul) evitaba pasar por este lugar.  La gente religiosa no tenía tiempo para detenerse en este lugar.  Pero Jesús se mete donde la religión no entra, se mete donde el dinero no alcanza.  El busca a los que están necesitados, solo para ofrecerles salvación y vida eterna.
III.-  ¿De quién es tipo este paralítico?
       Este paralítico es tipo del pecador que es impotente para poder salir de su condición.  Rodeado de personas que están        en la misma condición (todas enfermas), como almas sin salvación; paralítico (sin la posibilidad de moverse) y poder        salir por sus propios medios de su condición. Las personas que están en pecado les es imposible por sí mismas romper las cadenas que las atan.  Quisieran escapar de su actual condición, pero no pueden, les falta poder.  Tienen sus esperanzas cifradas en un estanque. En un estanque el agua no es limpia, por lo general es maloliente y de seguro no sirve para el uso de los seres humanos; pero eso es lo que tiene el mundo.  Es necesario dejar el estanque y dirigirse a la fuente de agua viva que salta para vida eterna.  En este caso, la fuente vino al estanque.
IV.-   Betesda.
       Los nombres en las Sagradas Escrituras significan mucho.  En ocasiones el nombre de una persona representa una promesa; en otras ocasiones puede estar relacionado con una acontecimiento de la vida de esa persona, y en otras ocasiones, refleja el carácter de esa persona.   En esta ocasión nos encontramos con el nombre de un lugar: Betesda.  Este nombre significa "Casa de Gracia".  Dios muestra Su gracia.  Gracia es recibir de parte de Dios, algo que no merecemos.  La gracia de Dios no es una bagatela, como algunos predicadores suelen presentarla.  La gracia significa mostrar bondad al que no la merece.  Solo aquellos que han sido liberados del pecado, pueden comprender mejor la gracia de Dios.
V.-    El obstáculo del paralítico.
      Su propia mente estaba paralizada, creía que su sanidad dependía de que alguien lo llevara primero al estanque, pero no se daba cuenta que ante él tenía La Fuente.  A Dios no le toma por sorpresa ninguno de nuestros problemas.  Él de antemano sabe lo que va a hacer y sabe por qué Él lo permite.  No obstante, muchas veces nuestro problema es que no le creemos a Dios o no creemos que Él es suficientemente capaz para resolver nuestra situación, cualquiera que sea.
     Jesús no tenía ningún problema para sanar a este paralítico.  La pregunta que le hace en el versículo 6 es sencilla y es directa ¿Quieres ser sano?  Muchas veces nuestro problema es que queremos solucionar en nuestras mentes los problemas, pero la fe nos indica que debemos confiar en Dios.  No te preocupes por cómo Dios va a resolver tu situación; lo único que tienes que hacer es serle fiel y confiar en Él.  Si en ocasiones te dan ganas de rendirte, en esta noche te digo, descansa en el Señor, renueva tus fuerzas y sigue adelante, pues Dios te dará la victoria.
VI.-  Cuando Jesús pasa, algo pasa.
     Cuando Jesús viene a la vida de una persona, no viene para dejarla en igual situación.  Él viene para levantarte, para limpiarte, para afirmar tus pies, para romper tus cadenas, para llevar tu carga, para poner un cántico nuevo en tus labios, para enderezar tus pasos.  No concibo cómo puede haber creyentes que por una parte dicen que están en el Señor, pero usted no ve al Señor gobernando sus vidas.  Nunca más pude ser el mismo desde el día que Él vino a mi vida.  Mis valores cambiaron, mis prioridades cambiaron, mis intereses cambiaron.  Me aconteció lo del mercader que halló una perla de gran precio.  Cambié lo que tenía con el único propósito de vivir para Él.
     Cuando Jesús viene a la vida de una persona, cambia su estilo de vida.  De nada vale mencionar varios versículos bíblicos, cantar algunos coritos o vestirse como un cristiano; usted quiere saber si Jesús está en la vida de una persona, préstele atención a la forma como vive.  Hay un cambio y eso se nota, lo demás es religión.
     Hermano, Dios tiene propósitos contigo,  Él no te salvó para dejarte a medio camino.  Nuestro Dios tiene propósitos firmes y determinados, pero sé fiel, vive en obediencia a Su Palabra, y por más dura que sea la prueba, no desmayes, pues Él te levanta y te da la Victoria.
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