martes, 4 de agosto de 2015

He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




 
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   LA Naturaleza, CREACIÓN AMOROSA
Sinopsis
La creación de Dios, frecuentemente con especial referencia a la vida animal y vegetal.
La naturaleza es la creación de Dios
Salmo 89.11 (BTX) — 11 Tuyos son los cielos, tuya también la tierra, El mundo y su plenitud, Tú lo fundaste.
Isaías 45.12 (BTX) — 12 Yo hice la tierra y creé sobre ella al hombre. Yo extendí los cielos con mis propias manos, Y Yo soy el que da órdenes a todo su ejército.
Jeremías 27.5 (BTX) — 5 Yo hice la tierra, el hombre y las bestias que están sobre la faz de la tierra con mi gran poder y con mi brazo extendido, y a quien me parece conveniente la doy.
Hechos de los Apóstoles 4.24 (BTX) — 24 Y cuando ellos lo oyeron, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano, Tú eres el que hiciste el cielo y la tierra y el mar, y todo lo que en ellos hay;
Hechos de los Apóstoles 14.15 (BTX) — 15 y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis estas cosas? También nosotros somos hombres semejantes a vosotros, y os anunciamos el Evangelio, para que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo, la tierra y el mar, y todas las cosas que hay en ellos;
Hechos de los Apóstoles 17.24 (BTX) — 24 El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, siendo Señor de cielo y tierra, no habita en templos hechos por manos,
Apocalipsis 4.11 (BTX) — 11 ¡Digno eres, oh Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria y el honor y el poder, porque Tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existieron y fueron creadas!
Apocalipsis 10.6 (BTX) — 6 y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que ya no habría más dilación,
Plantas
Génesis 1.11–12 (BTX) — 11 Entonces dijo ’Elohim: Produzca la tierra vegetación: hierba que haga germinar semilla, árbol frutal que dé fruto sobre la tierra según su especie, cuya semilla esté en él. Y fue así. 12 Y la tierra hizo brotar vegetación: hierba que hace germinar semilla según su especie, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su especie. Y vio ’Elohim que estaba bien.
Ver también Gn 2.4–9 ; Sal 104.14–16
Génesis 2.4–9 (BTX) — 4 Tales son los orígenes de los cielos y la tierra cuando fueron creados. El día en que yhvh ’Elohim hizo tierra y cielos 5 no había aún ninguna planta del campo, ni había brotado aún en la tierra ninguna hierba del campo, porque yhvh ’Elohim no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrara el suelo, 6 ni había hecho subir de la tierra vapor que irrigara la superficie del suelo. 7 Entonces yhvh ’Elohim modeló al hombre de la tierra roja, e insufló en sus narices aliento de vida. Y el hombre llegó a ser alma viviente. 8 Y plantó yhvh ’Elohim un huerto en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado. 9 yhvh ’Elohim hizo brotar de la tierra todo árbol agradable a la vista y bueno para comida. Y en medio del huerto estaba el árbol de la vida, y el árbol del conocimiento del bien y del mal.
Salmo 104.14–16 (BTX) — 14 El que hace brotar la hierba para el ganado, Y la vegetación para el servicio del hombre, Para que él saque el pan de la tierra, 15 Y el vino, que alegra el corazón del hombre; Y el aceite, que hace brillar su rostro, Y el alimento, que sustenta el corazón del hombre. 16 Los árboles de yhvh se llenan de savia, Los cedros del Líbano que Él plantó,
Tierra y mar
Salmo 24.1 (BTX) — 1 De yhvh es la tierra y su plenitud, El mundo y los que en él habitan.
Génesis 1.9–10 (BTX) — 9 Y dijo ’Elohim: Reúnanse las aguas de debajo de los cielos en un solo lugar, y muéstrese lo seco. Y fue así. 10 Y a lo seco llamó ’Elohim tierra, y a la reunión de las aguas llamó mares. Y vio ’Elohim que estaba bien.
Job 38.4–11 (BTX) — 4 ¿Dónde estabas tú cuando Yo fundaba la tierra? Decláralo, si tienes inteligencia. 5 ¿Quién determinó sus medidas? Ya que tanto sabes, ¿Quién extendió sobre ella cordel? 6 ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿Quién puso su piedra angular, 7 Cuando alababan todas las estrellas del alba, Y todos los hijos de Dios daban gritos de júbilo? 8 ¿Quién encerró al mar con doble puerta, Cuando irrumpía saliéndose de su seno? 9 Cuando le puse nubes por vestido, Y densas tinieblas por envoltura, 10 Cuando establecí sobre él mi límite, Y puse barra en sus puertas, 11 Y le dije: ¡Hasta aquí llegarás y no pasarás, Y aquí se detendrá el orgullo de tus olas!
Isaías 40.12 (BTX) — 12 ¿Quién midió a puñados el mar, o mensuró a palmos los cielos, o a cuartillos el polvo de la tierra? ¿Quién pesó en balanza los montes, y en báscula las colinas?
Amós 5.8 (BTX) — 8 Que creó las Pléyades y Orión, Que cambia en mañana las tinieblas, y oscurece el día como la noche, Que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la faz de la tierra. yhvh es su nombre,
Jonás 1.9 (BTX) — 9 Y él respondió: Soy hebreo y temo a yhvh, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra.
El sol, la luna y las estrellas
Job 9.9 (BTX) — 9 Hacedor de la Osa y del Orión, De las Pléyades y las recónditas cámaras del mediodía.
Génesis 1.14–18 (BTX) — 14 Y dijo ’Elohim: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para diferenciar entre el día y la noche, y sirvan por señales, y para solemnidades, y para días y años, 15 y sean por luminarias en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. 16 E hizo ’Elohim las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para regir el día, y la lumbrera menor para regir la noche. 17 Y puso ’Elohim las estrellas en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, 18 y para regir durante el día y la noche, y para separar la luz de la oscuridad. Y vio ’Elohim que estaba bien.
Salmo 8.3 (BTX) — 3 Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que Tú afirmaste,
Salmo 148.3–5 (BTX) — 3 ¡Alabadlo, sol y luna! ¡Alabadlo, vosotras todas lucientes estrellas! 4 ¡Alabadlo, cielos de los cielos, Y las aguas que están sobre los cielos! 5 Alaben el nombre de yhvh, Pues Él lo mandó, y fueron creados.
Jeremías 31.35 (BTX) — 35 Así dice yhvh, Que estableció el sol para alumbrar el día, Y las leyes de la luna y de las estrellas para alumbrar de noche; Que aterroriza al mar, Y se ponen en consternación sus olas: ¡yhvh Sebaot es su nombre!
Animales
Génesis 1.20–22 (BTX) — 20 Entonces dijo ’Elohim: Bullan las aguas seres vivientes y ave que vuele sobre la tierra en la expansión de los cielos. 21 Y creó ’Elohim los grandes monstruos marinos y todo ser vivo que repta, que produjeron las aguas, según su especie, y toda ave alada según su especie. Y vio ’Elohim que estaba bien. 22 Y ’Elohim los bendijo diciendo: Fructificad y multiplicaos, llenad las aguas en los mares y multiplíquese el ave en la tierra.
Ver también Job 12.7–10 ; Sal 104.25
Job 12.7–10 (BTX) — 7 Y si no, pregunta ahora a las bestias, y ellas te enseñarán, O a las aves de los cielos, y ellas te mostrarán, 8 O habla a la tierra, para que te instruya, Y te lo declaren los peces del mar. 9 ¿Quién de ellos no sabe que la mano de yhvh ha hecho esto, 10 En cuya mano está el alma de todo viviente, Y el hálito de toda la humanidad?
Salmo 104.25 (BTX) — 25 He allí el grande y ancho mar, Donde hay un hervidero innumerable de seres, Seres pequeños y grandes.
Seres humanos
Éxodo 4.11 (BTX) — 11 Pero yhvh le respondió: ¿Y quién ha dado boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo, al vidente y al ciego? ¿No soy Yo yhvh?
Isaías 45.12 (BTX) — 12 Yo hice la tierra y creé sobre ella al hombre. Yo extendí los cielos con mis propias manos, Y Yo soy el que da órdenes a todo su ejército.
La narración de la creación en Génesis pone a los seres humanos en el pináculo de la creación de Dios:
Génesis 1.26–27 (BTX) — 26 Entonces dijo ’Elohim: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y ejerzan dominio sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos, sobre el ganado, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que repta sobre la tierra. 27 Y creó ’Elohim al hombre a su imagen, a imagen de ’Elohim lo creó, macho y hembra los creó.
Génesis 2.7 (BTX) — 7 Entonces yhvh ’Elohim modeló al hombre de la tierra roja, e insufló en sus narices aliento de vida. Y el hombre llegó a ser alma viviente.
Salmo 95.6 (BTX) — 6 ¡Venid, inclinémonos y postrémonos, Arrodillémonos ante la presencia de yhvh, nuestro Hacedor!
Salmo 100.3 (BTX) — 3 Reconoced que yhvh es ’El, Él nos hizo y suyos somos, Pueblo suyo y ovejas de su prado.
Proverbios 22.2 (BTX) — 2 El rico y el pobre se encuentran: A todos ellos los hizo yhvh.
Jeremías 27.5 (BTX) — 5 Yo hice la tierra, el hombre y las bestias que están sobre la faz de la tierra con mi gran poder y con mi brazo extendido, y a quien me parece conveniente la doy.
La distinción entre la humanidad y el resto de la naturaleza
Dios solamente creó a los seres humanos a su imagen
Génesis 1.26–27 (BTX) — 26 Entonces dijo ’Elohim: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y ejerzan dominio sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos, sobre el ganado, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que repta sobre la tierra. 27 Y creó ’Elohim al hombre a su imagen, a imagen de ’Elohim lo creó, macho y hembra los creó.
Colosenses 3.9–10 (BTX) — 9 No mintáis los unos a los otros, ya que os habéis desvestido del viejo hombre con sus prácticas, 10 y revestido del nuevo, el cual, conforme a la imagen del que lo creó, se va renovando hasta un conocimiento pleno,
Ver también Gn 5.1 ; Gn 9.6 ; Stg 3.9
Génesis 5.1 (BTX) — 1 Este es el libro de las generaciones de Adam. El día en que ’Elohim creó al hombre, lo hizo a imagen de ’Elohim.
Génesis 9.6 (BTX) — 6 El que derrame sangre de hombre, por los hombres su sangre será derramada, porque a imagen de ’Elohim hizo ’El al hombre.
Santiago 3.9 (BTX) — 9 Con ella bendecimos al Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que han sido hechos a semejanza de Dios.
La humanidad es administrador de la naturaleza
Salmo 115.16 (BTX) — 16 Los cielos son los cielos de yhvh, Y ha dado la tierra a los hijos del hombre.
Ver también Gn 1.26–30 ; Gn 2.15 ; Sal 8.5–8
Génesis 1.26–30 (BTX) — 26 Entonces dijo ’Elohim: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y ejerzan dominio sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos, sobre el ganado, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que repta sobre la tierra. 27 Y creó ’Elohim al hombre a su imagen, a imagen de ’Elohim lo creó, macho y hembra los creó. 28 Luego ’Elohim los bendijo; y les dijo ’Elohim: Fructificad y multiplicaos, llenad la tierra y sojuzgadla, dominad sobre los peces del mar y las aves de los cielos y sobre todo ser vivo que se mueve sobre la tierra. 29 Y dijo ’Elohim: He aquí os he dado toda hierba que disemina semilla que está sobre la faz de toda la tierra, y todo árbol en el que hay fruto, árbol que germina semilla, os será de alimento. 30 Y a toda bestia de la tierra, y a toda ave de los cielos, y a todo lo que repta sobre la tierra, en los cuales hay vida, toda hierba verde les será por alimento. Y fue así.
Génesis 2.15 (BTX) — 15 Tomó, pues, yhvh ’Elohim al hombre y lo colocó en el huerto de Edén para que lo cultivara y lo guardara.
Salmo 8.5–8 (BTX) — 5 Lo hiciste un poco menor que los ángeles, Lo coronaste de gloria y honor. 6 Lo haces señorear en las obras de tus manos, Pusiste todas las cosas debajo de sus pies: 7 Ovejas y bueyes, todo ello, Y también los animales del campo, 8 Las aves de los cielos y los peces del mar, Todo cuanto atraviesa las sendas de los mares.
Dios está activo en la naturaleza
Sustentando la naturaleza
Mateo 10.29 (BTX) — 29 ¿Acaso no se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre.
Salmo 147.1–17 (BTX) — 1 ¡Alabad a YH! Porque es bueno entonar salmos a nuestro Dios, Porque suave y hermosa es la alabanza. 2 yhvh es el que edifica a Jerusalem Y congrega a los dispersos de Israel, 3 El que sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas. 4 El que cuenta la muchedumbre de las estrellas, A cada una la llama por su nombre. 5 Grande es nuestro Señor y abundante en poder, Y su inteligencia es infinita. 6 yhvh sostiene a los humildes, Y abate a los malos hasta el polvo. 7 Cantad a yhvh en acción de gracias, Entonad salmos con la cítara a nuestro Dios, 8 El que cubre de nubes los cielos, El que prepara lluvia para la tierra, El que hace brotar la hierba en los montes. 9 El que da su alimento al ganado, Y a las crías del cuervo que graznan. 10 No se deleita con la fortaleza del caballo, Ni estima la agilidad de las piernas del hombre. 11 yhvh se complace en los que lo temen, A los que con ansia esperan en su misericordia. 12 ¡Alaba a yhvh, oh Jerusalem! ¡Alaba a tu Dios, oh Sión! 13 Porque ha reforzado los cerrojos de tus puertas, Y bendice a tus hijos dentro de ti. 14 El que pone paz en tus fronteras, Y te sacia con lo mejor del trigo. 15 El que envía su mensaje a la tierra, Y su palabra corre velozmente. 16 El que envía la nieve como lana, Y esparce la escarcha como ceniza. 17 El que arroja su granizo como mendrugos, ¿Quién puede resistir su helada?
Hechos de los Apóstoles 17.24–28 (BTX) — 24 El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, siendo Señor de cielo y tierra, no habita en templos hechos por manos, 25 ni es servido por manos humanas, ni tiene necesidad de cosa alguna, pues Él da a todos vida y aliento y todas las cosas; 26 y de uno hizo todo el linaje de los hombres para que habiten sobre toda la faz de la tierra, prefijándoles el orden de los tiempos y los límites de su habitación, 27 para que busquen a Dios, por si tal vez, palpando, puedan hallarlo; aunque no está lejos de cada uno de nosotros. 28 Porque en Él vivimos, nos movemos y existimos, como incluso algunos de vuestros poetas han dicho: Porque linaje suyo somos.
Colosenses 1.17 (BTX) — 17 y Él es antes de todas las cosas, y todo subsiste en Él,
Hebreos 2.10 (BTX) — 10 Porque convenía a Aquél por cuya causa son todas las cosas, y por medio del cual todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar a muchos hijos a la gloria, perfeccionara por medio de padecimientos al Autor de la salvación de ellos.
Proveyendo para la vida vegetal
Levítico 26.4 (BTX) — 4 entonces Yo daré vuestras lluvias en su época y la tierra rendirá su cosecha y el árbol del campo dará su fruto.
Mateo 6.28–29 (BTX) — 28 También en cuanto al vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad atentamente los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan con fatiga, ni hilan, 29 pero os digo que ni Salomón en todo su esplendor se vistió como uno solo de éstos.
Job 38.25 (BTX) — 25 ¿Quién le abrió cauce al aluvión, O camino al rayo del trueno,
Salmo 104.14–16 (BTX) — 14 El que hace brotar la hierba para el ganado, Y la vegetación para el servicio del hombre, Para que él saque el pan de la tierra, 15 Y el vino, que alegra el corazón del hombre; Y el aceite, que hace brillar su rostro, Y el alimento, que sustenta el corazón del hombre. 16 Los árboles de yhvh se llenan de savia, Los cedros del Líbano que Él plantó,
Jonás 4.6–10 (BTX) — 6 Y yhvh ’Elohim preparó una calabacera para que creciera sobre la cabeza de Jonás y le hiciera sombra y lo librara de su malestar. Y Jonás se alegró grandemente por la calabacera. 7 Pero al amanecer del día siguiente ’Elohim preparó un gusano, el cual hirió la calabacera, y se secó. 8 Y aconteció que al salir el sol, ’Elohim envió un sofocante viento oriental, y el sol hirió la cabeza de Jonás, de modo que se desmayaba y deseaba morir, y dijo: ¡Más me vale morir que vivir! 9 ’Elohim respondió a Jonás: ¿Tanto te irritas por lo de la calabacera? Él respondió: ¡Tengo razón para irritarme hasta la muerte! 10 Le dijo yhvh: Te apiadaste de la calabacera, por la cual no trabajaste ni la hiciste crecer, que en una noche nació y en una noche pereció.
En los elementos y las estaciones
Salmo 135.7 (BTX) — 7 Hace subir las nubes de los extremos de la tierra, Hace relámpagos para el aguacero, Saca de sus tesoros el viento.
Génesis 8.22 (BTX) — 22 Durante todos los días de la tierra, no cesarán la siembra y la cosecha, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche.
Job 5.10 (BTX) — 10 Da lluvia a la tierra, Riega los campos,
Job 36.27 (BTX) — 27 Va atrayendo las gotas de agua, Cuando el vapor se convierte en lluvia,
Job 37.11–13 (BTX) — 11 Carga de humedad las densas nubes, Y dispersa las nubes de tormenta, 12 Que giran y dan vueltas conforme a sus designios, Para cumplir sus encargos sobre la faz del orbe, 13 Y hace que acierten, unas veces como azote, Otras, a favor de su tierra, Y otras por misericordia.
Jeremías 10.13 (BTX) — 13 Cuando eleva su voz, hay un tumulto de aguas en los cielos, Y eleva los vapores de los extremos de la tierra. Hace los relámpagos para la lluvia, Y saca de sus tesoros el viento.
Dios se da a conocer mediante el orden natural
Job 36.24–26 (BTX) — 24 Acuérdate de engrandecer su obra, La cual han cantado los hombres, 25 Todos la contemplan, Los humanos la miran desde lejos. 26 He aquí, Dios es grande, Más de lo que podemos entender. El número de sus años es inescrutable,
Salmo 8.1–4 (BTX) — 1 ¡Oh yhvh, Señor nuestro, Cuán glorioso es tu Nombre en toda la tierra! Has puesto tu majestad sobre los cielos. 2 De la boca de los niños y de los que maman, Estableciste la alabanza frente a tus adversarios, Para hacer callar al enemigo y al vengativo. 3 Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que Tú afirmaste, 4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, El hijo de Adam, para que lo consideres?
Salmo 19.1–3 (BTX) — 1 Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento muestra la obra de sus manos. 2 Día tras día vierte su mensaje, Y noche tras noche da a conocer la sabiduría. 3 No hay lenguaje ni idioma, En que la voz de ellos no sea oída,
Hechos de los Apóstoles 14.15–17 (BTX) — 15 y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis estas cosas? También nosotros somos hombres semejantes a vosotros, y os anunciamos el Evangelio, para que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo, la tierra y el mar, y todas las cosas que hay en ellos; 16 el cual, en las edades pasadas, ha permitido que todas las gentes anduvieran en sus caminos; 17 si bien no se dejó a Sí mismo sin testimonio, haciendo el bien, dándoos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, y llenando de sustento y de alegría vuestros corazones.
Hechos de los Apóstoles 17.24–28 (BTX) — 24 El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, siendo Señor de cielo y tierra, no habita en templos hechos por manos, 25 ni es servido por manos humanas, ni tiene necesidad de cosa alguna, pues Él da a todos vida y aliento y todas las cosas; 26 y de uno hizo todo el linaje de los hombres para que habiten sobre toda la faz de la tierra, prefijándoles el orden de los tiempos y los límites de su habitación, 27 para que busquen a Dios, por si tal vez, palpando, puedan hallarlo; aunque no está lejos de cada uno de nosotros. 28 Porque en Él vivimos, nos movemos y existimos, como incluso algunos de vuestros poetas han dicho: Porque linaje suyo somos.
Romanos 1.18–21 (BTX) — 18 Porque la ira de Dios es revelada desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad. 19 Porque lo que de Dios es conocido, es evidente para ellos, pues Dios se lo manifestó. 20 Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, entendiéndose por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. 21 Porque habiendo conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se entregaron a vanas especulaciones, y su necio corazón fue entenebrecido.

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Que prediques la Palabra; que apresures a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende duramente; exhorta con toda paciencia y doctrina.

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



 
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Cómo preparar un sermón expositivo

El sermón expositivo es “el rey de los sermones”.
            Un sermón expositivo bien hecho es lo máximo a lo que puede aspirar un preparador de sermones. La generalidad de los predicadores tienen más bien pocos sermones expositivos en comparación a los textuales y tópicos que han hecho. La razón es sencilla. No es tan fácil elaborar un sermón expositivo.

            Pero aquellos que nos quieren hacer creer que solamente los que tienen un conocimiento muy profundo de la Biblia y de los idiomas originales están capacitados para hacer esta clase de sermones, exageran. Si hay alguien que está obligado a decir que exageran, ése soy yo,porque sin ser nada en este mundo, me deleito en hacer y predicar sermones expositivos.

1. Para preparar un sermón expositivo, (SE de aquí en adelante) lo primero que se necesita es saber de qué se trata.
            Posiblemente lo que distingue más a un SE es que todo él (o casi todo él), tema, puntos, subpuntos, etc. se desprende del texto. (Lea en esta misma sección el artículo "El texto")

            Entonces, aunque se le distingue del sermón textual, yo diría que no hay sermón más textual que el SE. Es por eso que los sermones expositivos tienen como texto un pasaje más bien largo, tal vez de unos tres, cuatro, cinco o más versículos. Si usted ha hecho un sermón sobre una parábola del Señor, en que le ha sacado todo el jugo al pasaje-texto, es casi seguro que usted hizo un sermón expositivo.

            Cualquier pasaje más o menos largo con un tema central importante puede ser el texto para un SE. Por ejemplo un salmo como el 1 o el 23.

2. Llegue a “dominar” el texto de su SE
            Es decir, uno debe entenderlo; debe conocer cada frase, cada palabra. Debe poder hacer un análisis de él, incluida cada cosa, (aunque en el producto final no se incluya absolutamente todo). Creo que es por esto que algunos dicen que solamente ciertos mortales muy conocedores tienen la preparación necesaria para elaborar un SE.

            Ya dije que exageran. Pero es claro que si uno ha de entender y analizar el texto, debe tener a la mano las herramientas necesarias para lograrlo: Léxicos, diccionarios, comentarios escritos por estudiosos serios, etc. Me parece que muchos de los cristianos a quienes va principalmente dirigido este sitio, son hermanos de recursos limitados a quienes comprendo a la perfección por ser yo uno de ellos. Pero cuando se tiene pasión por la predicación no es imposible hacerse de libros-herramienta básicos con la ayuda de Dios (Vea en esta misma sección el artículo “Los libros del expositor”).

            Bien. Escriba con cuidado un análisis del texto, como si lo hiciera para explicárselo a alguien. En ese análisis incluya notas de lo que se le ocurra sobre cualquier cosa interesante, por ejemplo, usos que le daban a cierta palabra griega los que hablaban ese idioma, otros usos de ella en otros pasajes; y así siga al mismo tiempo que hace una lista aparte de cosas que a pesar de los léxicos y diccionarios no entiende bien.Pero por lo que más quiera, en esta etapa no consulte ningún comentario ni nada que contenga las conclusiones de otro. Aquí se trata de hacer únicamente su propio trabajo intelectual. ¿Por qué? Porque las conclusiones ajenas obstaculizarán en mayor o menor grado su propio razonamiento.

            Mientras trabaja en su análisis del texto, en otra hoja vaya haciendo los primeros esbozos de su bosquejo, sin seguir ningún orden, Por ejemplo aplicaciones que se le vayan ocurriendo de lo que está aprendiendo durante su análisis.
            Trate de encontrar la frase o una palabra en el texto que contenga la idea central del mismo. Como sea, muchas veces usted ya la tiene en mente desde que comenzó a ahondar en el pasaje, pues eso fue precisamente lo que le llamó la atención y le hizo interesarse en el pasaje como un posible texto para su SE.
            Perfecto. Cuando usted sienta que ya no hay más por analizar, o si usted lo prefiere déjeme decirlo en otra forma, que ya no hay más por examinar con una lupa, dése por satisfecho. Ya hizo una gran parte del trabajo. Un SE es la explicación y aplicación de un pasaje más o menos largo, tratado homiléticamente. Ahora usted conoce su texto y está capacitado para explicarlo. Es posible que hasta sienta la tentación de detenerse aquí y decidir llevar sus notas al púlpito. No sucumba a ella. Todavía le falta buen trecho por recorrer.

3. Ahora comience a convertir su análisis en el bosquejo de su sermón. Imagínese que el texto y el análisis de él es todo lo que tiene en este mundo para hacer su sermón.
            1. Redacte una proposición que contenga una palabra clave como he mostrado en el artículo “La proposición” que se encuentra en esta misma sección. Ahora extiéndase en la elaboración de sus notas. Repito que la diferencia radica en que todas las partes del sermón serán elaboradas empleando el texto y su análisis. Si usted sabe cómo elaborar un sermón, sabrá cómo elaborar un SE. La diferencia radicará en que —repitiendo otra vez— ninguno de los puntos principales de su sermón se estará basando en ninguna otra porción de la Escritura.

            2. Revisando cuidadosamente su análisis, vea todo lo que puede incorporar bajo cada punto principal, que sería lo que algunos llaman los subpuntos. Si resulta que no sólo los puntos sino los subpuntos han sido extraídos del texto, y usted ya ha puesto las aplicaciones pertinentes, usted habrá elaborado ¡Un sermón expositivo perfecto! (al cual solamente le faltan la introducción y la conclusión)

            3. La realidad es que lograr un SE perfecto (todo basado en el texto) es sumamente difícil, principalmente porque el texto casi nunca da para tanto. Por eso es que todavía hay algo más qué hacer: Aunque ya dije que cada punto principal, sin excepción, está sacado del texto, usted puede verse precisado a añadir un subpunto o un sub-subpunto basado en otra porción de la Palabra. Esto es necesario cuando siente que algo debe ampliarse o clarificarse. Pero generalmente mucho está en el texto y usted así lo ve cuando ha hecho un buen análisis de él, análisis que usted ya puede notar es de la más grande importancia en la elaboración del SE.

4. Pero un sermón sin aplicación no es sermón. Entonces, se requiere que observando lo que ya ha hecho, se fije con cuidado dónde puede usted incluir una aplicación a la vida de sus oyentes.

            Se podría decir que el sermón estará “salpicado” de aplicaciones. El aforismo que reza “predicación es explicación y aplicación de la Palabra” es ineludible en un SE: Aplique en su debido lugar todo lo que el texto tiene para las vidas de los que ocupan las bancas.

            Una de las virtudes del SE es que usted puede decir cosas que atañen a la conducta de sus oyentes en la forma más natural y aceptable.

5. Ahora sí, —jamás antes de esta última etapa de su elaboración— vaya a los comentarios y a los sermones o bosquejos de sermones escritos por otros.
            Le sorprenderá que algunas cosas que usted puso, otros también las pusieron. También será muy satisfactorio ver que cosas que usted incluyó, al parecer otros no las vieron. Si encuentra en esos trabajos ajenos algo que puede mejorar este o aquel punto, incorpórelo a su sermón. A veces uno aprende un detalle interesante sobre una palabra o frase del texto. Otras veces, uno ve una muy buena aplicación que un autor hizo. Incorpore cualquier cosa que ayude al sermón.
            Podría suceder que comparando lo suyo con lo ajeno, descubra que  por allí usted cometió un errorcillo o equivocación de cualquier índole. Haga la corrección debida o de plano use el borrador. ¿Recuerda que más arriba, dije que si algo del texto no entendía bien lo apuntara? Pues el momento de consultar obras, comentarios, sermones basados en el mismo texto, etc. ha llegado. Casi siempre encontramos la respuesta a nuestra interrogante.

            Si usted nota que ciertos detalles de su análisis no encajan en una forma natural y fluida en su sermón no trate de forzar nada. Déjelos de lado. Déjeme decirle que el trabajo intelectual que la preparación de un SE exige es muy benéfico. Uno se obliga a aprender cosas de gran interés e importancia.
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La introducción y la conclusión del SE básicamente se rigen por los mismos principios que todas las demás, de manera que no es necesario ahondar aquí en ellas. No obstante podría ser de mucha utilidad ir a un artículo en esta misma sección titulado “La introducción” (cuando me sea posible escribiré algo sobre la conclusión del sermón).
            Cuando haya terminado de hacer sus notas (su bosquejo), una cosa le llamará la atención: El bosquejo de ninguna manera será mucho más corto que los de otros sermones.
            Y cuando lo predique, otra cosa lo sorprenderá. A su audiencia, aunque no sepa nada de sermones expositivos y cosas semejantes, le gustará mucho el sermón. Pero sobre todo, le beneficiará grandemente.
            No por nada al principio le llamé al SE “el rey de los sermones”.


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El nombre del primero era Pisón. Éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde se halla el oro. Y el oro de aquella tierra es bueno. Allí hay bedelio y piedra ónice.

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



 
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Preparador de Sermones Expositivos
GÉNESIS 2:8-14

8      Y plantó YHVH ’Elohim un huerto en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había           formado.
9      YHVH ’Elohim hizo brotar de la tierra todo árbol agradable a la vista y bueno para                 comida. Y en medio del huerto estaba el árbol de la vida, y el árbol del conocimiento             del bien y del mal.
10    Y del Edén salía un río que regaba el huerto y desde allí se dividía en cuatro cauces.
11   El nombre del primero era Pisón. Éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde            se halla el oro.
12   Y el oro de aquella tierra es bueno. Allí hay bedelio y piedra ónice.
13   El nombre del segundo río era Guijón. Éste es el que rodea toda la tierra de Cus.
14   El nombre del tercer río era Jidequel, que fluye al oriente de Asiria. Y el cuarto río era          el Éufrates.

    El jardín del Edén (2:8–14)
La palabra huerto (8) es una traducción de la hebrea gan, que se refiere a un lugar circunscrito. La Septuaginta la interpreta como “paraíso” paradeison, término persa que significa parque.

La palabra Edén no es una traducción sino una adecuación de los sonidos hebreos a la lengua vernácula. Fundamentalmente significa “placer” o “delicia”. Parece indicar una región. Edén, puede provenir de la palabra asiria edinu, que quiere decir llano, pradera, o desierto y designa al territorio comprendido entre los ríos Tigris y Eufrates. 

Si la expresión y salía de Edén un río (10) se interpreta como mirando río arriba, el huerto podría haber estado situado en la parte más baja de la Mesopotamia. Si en cambio se pensara en ella como mirando “río abajo”, el referido lugar podría estar en Armenia, cerca de las fuentes del Tigris y el Eufrates (véase mapa 1). Hasta el presente no se ha llegado a ninguna conclusión al respecto.

Más importante para la historia, es la presencia del árbol de la vida (9) y el árbol de la ciencia del bien y del mal. Parece que el primer árbol mencionado es la fuente de vida de la cual tuvo que ser separado el hombre después de su caída en el pecado (3:22–24). En Proverbios 3:18; 11:30; 13:12; 15:4, se menciona “un árbol de vida”, representándolo como fuente de felicidad, sabiduría y esperanza, en sentido figurado. La frase también se encuentra en Apocalipsis 2:7, como la recompensa suprema de los fieles; y como símbolo de vida eterna (22:2, 14).

En lo que concierne al árbol de la ciencia del bien y del mal, estos dos opuestos representan los extremos del conocimiento y son expresión idiomática para expresar totalidad—en este caso, omnisciencia y poder. En Deuteronomio 1:39 e Isaías 7:14–17, la falta de conocer lo bueno y lo malo indica inmadurez, mientras que en 2 Samuel 19:35, la plena maduración está indirectamente asociada con la facultad para discernir entre lo bueno y lo malo. Pero Génesis 3:5 sugiere que esa prerrogativa es un atributo divino; y Proverbios 15:3 hace una clara aseveración de que es un equivalente de la omnisciencia (véase 2 S. 14:17; 1 R. 3:9).

Jamás se ha identificado satisfactoriamente al río Pisón (11), aunque se han presentado conjeturas entre las cuales está la del río Indus de la India. Havila es el nombre de un territorio arenoso productor de finísimo oro. En esa tierra había bedelio (12), aparentemente una goma de gran valor muy conocida por los israelitas (véase Nm. 11:7). Es incierto que la palabra ónice, sea la traducción correcta de la hebrea shoham; la Septuaginta sugiere berilo.

Tampoco ha sido reconocido Gihón (13). Durante mucho tiempo se ha conjeturado que ese río puede ser el Nilo, porque la Septuaginta, la Vulgata y la versión inglesa identifican la palabra Kush con Etiopía. Pero, como en Génesis 10:7–10 los descendientes de Cus eran tribus o ciudades árabes o mesopotámicas, algunos han sostenido que Gihón es el río Araxes que corre hasta el Cyro y luego desemboca en el mar Caspio. Cus sería el nombre que los hebreos daban a los cassitas, habitantes de aquellas regiones.

El tercer río… Hidekel (14); se trata del bien conocido Tigris (vea mapa 1) que en el antiguo acadiano era llamado idiglat. El Eufrates corre paralelo al Tigris con el que se une para bañar el valle de la Mesopotamia. Todavía sigue siendo un río importante. Los asirios lo denominaban puratu, pero en el antiguo persa era ufratu, que sirvió de base al griego eufrates.

   Tierra, aspectos espirituales de la
Sinopsis
La Escritura presenta a la tierra desde una perspectiva espiritual. La tierra entera, que una vez fue perfecta pero que ahora está contaminada por la caída, será un día renovada. Habrá un nuevo cielo y una nueva tierra donde habrá vida en abundancia y la presencia de Dios se experimentará por siempre.
Edén: la buena tierra original
Génesis 2.8–9 (BTX) — 8 Y plantó yhvh ’Elohim un huerto en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado. 9 yhvh ’Elohim hizo brotar de la tierra todo árbol agradable a la vista y bueno para comida. Y en medio del huerto estaba el árbol de la vida, y el árbol del conocimiento del bien y del mal.
EL paraíso perdido: expulsión del jardín
Génesis 3.17–19 (BTX) — 17 Y al hombre dijo: Por cuanto atendiste a la voz de tu mujer, Y comiste del árbol del cual te ordené, diciendo: No comas de él, ¡Maldita sea la tierra por causa tuya! Con fatiga comerás de ella todos los días de tu vida, 18 Espino y abrojo te brotará y Comerás hierba del campo. 19 Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que retornes a la tierra, Porque de ella fuiste tomado, Pues polvo eres y al polvo volverás.
Ver también Ro 8.19–20
Romanos 8.19–20 (BTX) — 19 Porque el profundo anhelo de la creación espera la revelación de los hijos de Dios. 20 Porque la creación fue sometida a vanidad, no por su propia voluntad, sino por la del que la sujetó; en esperanza
La tierra prometida: un eco del Edén
Deuteronomio 8.7–10 (BTX) — 7 Porque yhvh tu Dios te conduce a una tierra excelente, tierra de arroyos de aguas, de fuentes y manantiales, que brotan en la planicie y en la montaña. 8 Tierra de trigo y de cebada, de vides, de higueras y granados, tierra de aceite, de olivas y de miel. 9 Tierra en la cual no comerás el pan con escasez ni en ella te faltará nada. Tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes extraerás el cobre. 10 Y siempre que comas y te sacies bendecirás a yhvh tu Dios por la buena tierra que te habrá dado.
Éxodo 3.8 (BTX) — 8 Descenderé, pues, para librarlo de mano de los egipcios y para hacerlo subir de ese país a una tierra buena y ancha, a una tierra que fluye leche y miel, al lugar del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo.
Éxodo 3.17 (BTX) — 17 Y he dicho: Os haré subir de la aflicción de Egipto a la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo, a una tierra que fluye leche y miel.
Éxodo 13.5 (BTX) — 5 y sucederá que cuando yhvh te introduzca en la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del heveo y del jebuseo, tierra que destila leche y miel, la cual juró a tus padres que te daría, celebraréis este ritual en este mes.
Levítico 20.24 (BTX) — 24 Pero a vosotros os he dicho: Vosotros poseeréis la tierra de ellos, y Yo os la daré para que la poseáis, tierra que fluye leche y miel. ¡Yo soy yhvh vuestro Dios, que os he apartado de entre los pueblos!
Números 13.27 (BTX) — 27 Y le contaron diciendo: Hemos llegado hasta el país al cual nos enviaste, y realmente es una tierra que fluye leche y miel. ¡Ved aquí sus frutos!
Deuteronomio 6.3 (BTX) — 3 Oye pues, oh Israel, y cuidarás de hacerlo, como te habló yhvh, el Dios de tus padres, para que te vaya bien y te multipliques en gran manera en la tierra que mana leche y miel.
Deuteronomio 11.8–12 (BTX) — 8 Guardad pues todo el mandamiento que yo os ordeno hoy, para que seáis fuertes, y entréis y poseáis la tierra donde vais a pasar para conquistarla. 9 Para que prolonguéis los días sobre la tierra que yhvh juró a vuestros padres que les daría a ellos y a su simiente, tierra que mana leche y miel. 10 Porque la tierra a la cual entras para poseerla, no es como la tierra de Egipto, de donde salisteis, donde sembrabas tu semilla y regabas con tu pie, como huerto de hortaliza. 11 Sino que la tierra que pasáis a poseer es una tierra de montes y planicies que se abreva con las aguas de la lluvia de los cielos. 12 Es una tierra que yhvh tu Dios cuida. Los ojos de yhvh tu Dios están siempre sobre ella, desde el principio del año hasta el final del año.
Deuteronomio 26.9 (BTX) — 9 y nos trajo a este lugar y nos dio esta tierra, tierra que mana leche y miel.
Deuteronomio 27.3 (BTX) — 3 Y escribirás sobre ellas todas las palabras de esta Ley, en cuanto hayas pasado para entrar en la tierra que yhvh tu Dios te da, tierra que mana leche y miel, tal como yhvh, el Dios de tus padres, te ha dicho.
La tierra de Israel después del exilio
Promesa del retorno a la tierra
Amós 9.14–15 (BTX) — 14 Y haré volver del cautiverio a mi pueblo Israel, Y reedificarán las ciudades asoladas y las habitarán, Y plantarán viñas y beberán su vino, Y harán huertos y comerán su fruto. 15 Los plantaré en su tierra, Y nunca más serán arrancados de la tierra que les di. Oráculo de yhvh, el Dios tuyo.
Isaías 14.1 (BTX) — 1 Sí, yhvh tendrá misericordia de Jacob, Él volverá a escoger a Israel. Y los hará reposar en su propia tierra; Los extranjeros se juntarán a ellos, Y se unirán a la casa de Jacob.
Isaías 35.1–10 (BTX) — 1 ¡Alégrense el desierto y el sequedal! ¡Regocíjese el Arabá y florezca como el lirio, 2 Florezca exuberante y desborde de júbilo, Alégrese y cante alabanzas! Porque le fue dada la gloria del Líbano, La hermosura del Carmelo y de Sarón. Sí, ellos verán la gloria de yhvh, La majestad de nuestro Dios. 3 Fortaleced las manos cansadas, Afirmad las rodillas endebles, 4 Decid a los de corazón apocado: ¡Esforzaos, no temáis! ¡He aquí vuestro Dios viene con retribución: La venganza es de ’Elohim; Él mismo vendrá y os salvará. 5 Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, Y los oídos de los sordos destapados. 6 Entonces el cojo saltará como un ciervo, Y cantará la lengua del mudo, Porque aguas han brotado en el desierto, Y torrentes en el Arabá. 7 La tierra árida se convertirá en lagunas, Y el sequedal en manantiales de aguas, Pastizales, juncos y cañaverales en el lugar Donde se tumbaban chacales. 8 Y habrá allí calzada y camino, Y será llamado Camino de Santidad. No pasará inmundo por él. El que ande por este Camino, Por torpe que sea, no se extraviará, Porque Él mismo estará con ellos. 9 No habrá allí león, ni fiera subirá por él, ni será allí hallada, Para que caminen los redimidos. 10 Y los redimidos de yhvh volverán y entrarán en Sión con gritos de júbilo, Alegría perpetua coronará sus cabezas, Y retendrán el alborozo y el regocijo, Porque la tristeza y el lamento habrán huido.
Ezequiel 20.41–42 (BTX) — 41 Y cuando os haya sacado de entre los pueblos y congregado de entre las naciones en que estáis esparcidos, os aceptaré como aroma que aplaca, y mi santidad será reflejada en vosotros ante los ojos de las naciones. 42 Y sabréis que Yo soy yhvh, cuando os haya traído a la tierra de Israel; tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a vuestros padres.
Ezequiel 34.11–13 (BTX) — 11 Porque así dice Adonay yhvh: He aquí Yo mismo buscaré a mis ovejas y las reconoceré. 12 Como el pastor reconoce su rebaño el día que está en medio de sus ovejas esparcidas, así reconoceré mis ovejas y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas en día nublado y de oscuridad. 13 Las sacaré de entre los pueblos, las reuniré de las naciones y las traeré a su propia tierra, y las apacentaré en los montes de Israel, por las riberas, y en todos los lugares habitados del país.
Amós 9.11–12 (BTX) — 11 En aquel día levantaré el tabernáculo de David, ya caído, Y cerraré sus brechas y reconstrui-ré sus ruinas, Y lo edificaré como en los días de antaño; 12 Para que posean el remanente de Edom Y a todas las naciones sobre las cuales es invocado mi Nombre, Dice yhvh, que hace esto.
Hechos de los Apóstoles 15.16–17 (BTX) — 16 Después de estas cosas volveré, y restauraré el tabernáculo de David, que ha estado caído, Y reconstruiré sus ruinas, y lo reedificaré; 17 Para que el resto de los hombres busquen al Señor, Y todos los gentiles sobre los cuales es invocado mi Nombre,
Promesa de un medio ambiente restaurado
Isaías 51.3 (BTX) — 3 Ciertamente yhvh consolará a Sión, Consolará todos sus lugares desolados; Convertirá su desierto en un edén, Su yermo en paraíso de yhvh; Allí habrá gozo y alegría, Acciones de gracias y voz de melodía.
Ver también Zac 8.12–13
Zacarías 8.12–13 (BTX) — 12 Porque habrá una simiente de paz: La vid dará su fruto y la tierra su cosecha, y los cielos darán su rocío, y haré que el remanente del pueblo posea todo esto. 13 Y así como fuisteis maldición entre las naciones, oh casa de Judá y casa de Israel, así os salvaré para que seáis de bendición. ¡No temáis y esforzad vuestras manos!
La restauración final de la tierra
Isaías 65.17 (BTX) — 17 Porque he aquí, Yo creo nuevos cielos Y nueva tierra, Y de lo primero no habrá memoria, Ni vendrán más al pensamiento.
Ver también Is 66.22 ; Ro 8.21
Isaías 66.22 (BTX) — 22 Porque así como los nuevos cielosy la nueva tierra que voy a hacer Permanecerán delante de mí, dice yhvh; Así permanecerán vuestro linaje y vuestro nombre.
Romanos 8.21 (BTX) — 21 de que también la creación misma será liberada de la esclavitud de corrupción a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
Jesucristo reinará eternamente sobre nuevos cielos y nueva tierra
Zacarías 9.9–10 (BTX) — 9 ¡Alégrate mucho, capital de Sión! ¡Da voces de júbilo, ciudad de Jerusalem! Mira a tu Rey llegando, justo y victorioso, Humilde, montado en un asno, en una cría de asna. 10 Haré cortar el carro de en medio de Efraín, Y la cabalgadura dentro de Jerusalem, El arco de guerra será quebrado, Porque Él hablará paz a las naciones; Su imperio será de mar a mar Y desde el río hasta los confines de la tierra.
Mateo 21.5 (BTX) — 5 Decid a la hija de Sión: He aquí, tu Rey viene a ti, Manso, y sentado sobre un asna, y sobre un pollino, hijo de bestia de carga.
Juan 12.15 (BTX) — 15 No temas, hija de Sión; He aquí, tu Rey viene, Montado en un pollino de asna.
2 Pedro 3.13 (BTX) — 13 Pero, según su promesa, esperamos nuevos cielos y nueva tierra, en los cuales mora la justicia.
Apocalipsis 21.1–4 (BTX) — 1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar no existía más. 2 Y vi que descendía del cielo, de Dios, la ciudad santa: Una nueva Jerusalem, dispuesta como una esposa ataviada para su esposo. 3 Y oí una gran voz procedente del trono, que decía: He aquí el Tabernáculo de Dios con los hombres, y morará con ellos, y ellos serán pueblos suyos, y Dios mismo estará con ellos. 4 Y enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no existirá la muerte, ni habrá ya llanto, ni clamor, ni dolor. Las primeras cosas pasaron.
Apocalipsis 22.1–5 (BTX) — 1 Y me mostró un río de agua de vida, resplandeciente como el cristal, que fluye del trono de Dios y del Cordero. 2 En medio de su calle, a uno y otro lado del río, estaba el árbol de vida, que produce doce frutos, dando su fruto según cada mes, y las hojas del árbol son para sanidad de las naciones. 3 Y ya no habrá más maldición, sino que el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, 4 y verán su rostro, y su Nombre estará en sus frentes. 5 Y ya no habrá noche, y no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz de sol, porque el Señor Dios resplandecerá sobre ellos, y reinarán por los siglos de los siglos.
Visión de la vida en la nueva tierra
Isaías 11.6–9 (BTX) — 6 Entonces morará el lobo con el cordero, Y el leopardo sesteará junto con el cabrito; El becerro, el cachorro de león y el animal cebado crecerán juntos Y un niño los pastoreará. 7 Pacerán la vaca y la osa, Y sus crías se echarán juntas, Y el león comerá paja como el buey. 8 El niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, Y el recién destetado meterá su mano en el escondrijo de la serpiente. 9 No harán mal ni dañarán en todo mi Santo Monte, Porque como las aguas colman el mar, Así la tierra estará llena del conocimiento de yhvh.
Ver también Os 2.18–23 ; Mi 4.2–4
Oseas 2.18–23 (BTX) — 18 18 Pactaré a favor de ellos un pacto con las bestias salvajes, Con las aves de los cielos y con los reptiles de la tierra; Romperé el arco, la espada y las batallas de la tierra, Y haré que reposen seguros. 19 19 Te desposaré conmigo para siempre, Te desposaré conmigo en justicia y derecho, En benignidad y gran misericordia. 20 20 Te desposaré conmigo en fidelidad, y tú conocerás a yhvh. 21 21 Aquel día responderé. Oráculo de yhvh: Yo responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra, 22 22 Y la tierra responderá al trigo, al vino y al aceite, Y ellos responderán a Jezreel. 23 23 Y la sembraré en la tierra para mí mismo, Y me compadeceré de Lo-ruhama, Y diré a Lo-ammi: Pueblo mío. Y él responderá: ¡Tú eres mi Dios!
Miqueas 4.2–4 (BTX) — 2 Y muchas naciones irán allí y dirán: Venid, subamos al Monte de yhvh, a la Casa del Dios de Jacob; Él nos enseñará sus caminos, y nosotros andaremos en sus sendas. Porque de Sión saldrá la Ley, y de Jerusalem la palabra de yhvh. 3 Y Él juzgará entre muchos pueblos, y decidirá sobre naciones poderosas, Hasta las más distantes. Forjarán sus espadas en arados y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, Ni se adiestrarán más para la guerra. 4 Sino que cada uno se sentará debajo de su vid y debajo de su higuera, Y nadie los amedrentará, Porque la boca de yhvh Sebaot lo ha dicho.
El nuevo Edén: la herencia del cristiano
Hebreos 11.13–16 (BTX) — 13 Conforme a la fe murieron todos éstos, no habiendo recibido las promesas, sino mirándolas de lejos, las creyeron y las saludaron, confesando así que eran extranjeros y peregrinos en la tierra. 14 Porque los que dicen estas cosas dan a entender que buscan una patria, 15 y si ciertamente se acordaran de aquella de donde salieron, hubieran tenido tiempo de regresar, 16 pero anhelaban una mejor, esta es, la celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos, pues les preparó una ciudad.
Ver también Sal 37.11 ; Mt 5.5 ; Ro 8.17 ; 2 P 3.13 ; Ap 2.7 ; Ap 21.7
Salmo 37.11 (BTX) — 11 Pero los mansos heredarán la tierra, Y se deleitarán con abundante paz.
Mateo 5.5 (BTX) — 5 Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra.
Romanos 8.17 (BTX) — 17 Y si hijos, también herederos: por una parte, herederos de Dios, y por la otra, coherederos con Cristo, ya que juntamente padecemos para que juntamente seamos glorificados.
2 Pedro 3.13 (BTX) — 13 Pero, según su promesa, esperamos nuevos cielos y nueva tierra, en los cuales mora la justicia.
Apocalipsis 2.7 (BTX) — 7 El que tiene oído, oiga qué dice el Espíritu a las iglesias. Al que venza, le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios.
Apocalipsis 21.7 (BTX) — 7 El que venza heredará estas cosas, y le seré por Dios, y él me será por hijo.
“Paraíso” es una palabra persa asimilada al idioma griego, con el significado de “parque” o “jardín”. En Ge 2:8 se refiere al Edén:
Lucas 23.43 (BTX) — 43 Le dijo: De cierto te digo: Hoy estarás conmigo en el paraíso.
2 Corintios 12.1–4 (BTX) — 1 Ciertamente gloriarse no es provechoso, aunque es necesario. Vendré, pues, a las visiones y revelaciones del Señor: 2 Sé de un hombre en Cristo que hace catorce años (si en cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), el tal fue arrebatado hasta el tercer cielo. 3 Y sé del tal hombre (si en el cuerpo, o aparte del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), 4 que fue arrebatado al paraíso, y escuchó palabras inefables que no es dado al hombre expresar.



El primer jardín (2.4–14)

La historia bíblica puede resumirse en cuatro jardines: (1) Edén, donde entró el pecado; (2) Getsemaní, donde Cristo se entregó a la muerte; (3) Calvario, donde murió y fue sepultado (véase Jn. 19.41–42); y (4) el «jardín del paraíso» celestial (Ap 21.1ss). 

Moisés describe el primer hogar que Dios le dio a la primera pareja. Aquí no se incluyen detalles adicionales del relato de la creación del capítulo 1; estos son complementarios, no contradictorios. 

El versículo 5 indica que Dios necesitaba al hombre para ayudarle a labrar la tierra. El hombre fue «formado» así como el alfarero da forma al barro (la misma palabra en Jer 18.1ss). El hombre era responsable por cultivar el jardín (cuidarlo) y guardarlo (lo que sugiere la presencia de un enemigo). Dios le dio a Adán y Eva todo lo que necesitaban para la vida y la felicidad, todo lo que fue bueno y placentero, y les permitió que lo disfrutaran en abundancia.

Los dos árboles son importantes. El texto de 3.22 sugiere que el árbol de la vida sustentaba la vida para la humanidad (véase también Ap 22.2). Si Adán hubiera comido del árbol de la vida después de pecar, no hubiera muerto y entonces la muerte no hubiera pasado a todos los hombres (Ro 5.12ss) y Cristo no hubiera muerto para redimir a los hombres. El árbol de la ciencia del bien y del mal simbolizaba la autoridad de Dios; comer de ese árbol significaba desobedecer a Dios e incurrir en la pena de muerte. No sabemos qué clase de árboles eran, sin embargo es cierto que Adán y Eva comprendieron su importancia.

EL RIO DE DIOS
Génesis 2:8–14
Ya el Salmista, (46:4) cantó acerca de un río que alegraba la ciudad de Dios.
Ese río del Edén que se repartía en cuatro ramales es figura del evangelio.
PISON “libertad”; GIHON “plenitud”; HIDEKEL “rapidez”; EUFRATES “dulzura”.
Cada uno de estos significados los alcanzamos en Cristo Jesús.
I.     EL ORIGEN DE ESTE RIO
Salía del Edén; región mesopotámica llena de hermosura y riqueza.
De ahí el significado de EDEN, “delicia”, “paraíso en la tierra”.
Ez. 47:12, sale del santuario y en Apoc. 22:1, del trono de Dios.
Ese río nos habla de un país, de otra manera no hablaría de un RIO.
Jehová en el Antiguo Testamento “es fuente de agua viva” (Jer. 2:13; Is. 12:3).
Jesús en el Nuevo Testamento dijo: “… venga a mí y beba” (Juan 7:37-39).
Si lo seco es esterilidad y muerte, manantial es fructuosidad y vida.
II.     EL CURSO DEL RIO
Dondequiera que Dios vaya, está el río de bendición y gracia.
Ese río ha seguido a través de Enoc, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, José, etcétera.
Fertilizándolo todo, así como el río del Edén fertilizó la Creación.
Israel mismo vino a ser un manantial para todo el mundo. (Juan 4:22).
Aunque el pecado ha hecho mudar sus cauces, el río siempre ha seguido.
Pablo comenta Ex. 17:6, diciendo que aquella piedra era Cristo. (1 Cor. 10:4).
III.     LA GRANDIOSIDAD DEL RIO
Al entrar el pecado en el EDEN el hombre fue expulsado de allí. (3:24).
La espada encendida tiene que ser afrontada y su justicia satisfecha.
El manantial abierto, fue por la herida que recibió Jesús. (Zac. 13:1).
El árbol no produce fruto para provecho propio: lo da.
Un árbol junto a un río siempre producirá. (Sal. 1:3).
IV.     EL LECHO FINAL DEL RIO
Apoc. 22:1-2, vemos que el río es limpio, de vida y resplandeciente.
Y en el v. 17: el Espíritu Santo y la iglesia invitan gratuitamente.
Para beber sólo se necesitan dos cosas: 1. Sentir sed y 2. Querer beber.
A quien de veras siente sed nadie tendrá que decirle que beba. (Mat. 5:6).
He aquí un EDEN maravilloso a nuestro alcance si permitimos el río de Dios.
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