martes, 4 de agosto de 2015

Moraba entonces Israel en Sitim, y el pueblo comenzó a fornicar y a apegarse a las hijas de Moab

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



 
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PREPARACIÓN DE SERMONES 
   Castidad
Sinopsis
El estado de abstinencia sexual. Aunque las Escrituras recomiendan el matrimonio, insiste que el celibato debe ser honrado.

Condenación de inmoralidad sexual
Números 25.1 (BTX) — 
1 Moraba entonces Israel en Sitim, y el pueblo comenzó a fornicar y a apegarse a las hijas de Moab,
Mateo 15.19 (BTX) — 
19 Porque del corazón provienen malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios, difamaciones.
Hechos de los Apóstoles 15.20 (BTX) — 
20 Solamente escribirles que se abstengan de las contaminaciones de los ídolos, de la fornicación, de lo estrangulado, y de la sangre.
1 Corintios 10.8 (BTX) — 
8 Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y en un día cayeron veintitrés mil.
Apocalipsis 2.14 (BTX) — 
14 Pero tengo unas pocas cosas contra ti, porque tienes ahí a los que sostienen la doctrina de Balaam, quien enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer lo sacrificado a los ídolos, y a fornicar;
Apocalipsis 2.20 (BTX) — 
20 Pero tengo contra ti, que toleras a esa mujer Jezabel, quien se dice profetisa, y enseña y seduce a mis siervos a fornicar y a comer de lo que se ofrece en sacrificio a los ídolos.
Apocalipsis 9.21 (BTX) — 
21 Tampoco se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus hurtos.

El mandamiento a evitar la inmoralidad sexual
Romanos 13.13 (BTX) — 13 Andemos decentemente, como de día, no en orgías y borracheras, no en impurezas sexuales e indecencias, no en contienda y envidia.
Hechos de los Apóstoles 15.19–20 (BTX) — 
19 Por lo cual, yo juzgo que no se añadan dificultades a los que de los gentiles se convierten a Dios. 
20 Solamente escribirles que se abstengan de las contaminaciones de los ídolos, de la fornicación, de lo estrangulado, y de la sangre.
1 Corintios 6.18 (BTX) — 
18 ¡Huid de la fornicación! Todo pecado que el hombre cometa está fuera del cuerpo, pero el que fornica, contra su propio cuerpo peca.
1 Corintios 10.8 (BTX) — 
8 Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron, y en un día cayeron veintitrés mil.
Efesios 5.3 (BTX) — 
3 Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos;
1 Tesalonicenses 4.3 (BTX) — 
3 Porque la voluntad de Dios es vuestra santificación, que os apartéis de la fornicación,

los creyentes no deberían asociarse con aquellos que son inmorales
1 Corintios 5.9–11 (BTX) — 
9 Os he escrito en la carta que no os juntarais con fornicarios; 
10 pero no quise decir con los fornicarios de este mundo, o con los avaros y ladrones, o idólatras; pues entonces os sería necesario salir del mundo. 
11 Más bien os escribí entonces no juntaros con ninguno que, llamándose hermano, sea fornicario, o avaro, o idólatra, o calumniador, o borracho, o codicioso; con ese tal, ni aun comer.

La pureza sexual es tenida en honor
1 Corintios 6.18–20 (BTX) — 
18 ¡Huid de la fornicación! Todo pecado que el hombre cometa está fuera del cuerpo, pero el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 
19 ¿No sabéis que vuestro cuerpo es Santuario del Espíritu Santo que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 
20 Porque fuisteis comprados por precio. Glorificad, por tanto, a Dios en vuestro cuerpo.
Salmo 51.10 (BTX) — 
10 ¡Oh ’Elohim, crea en mí un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí!
Salmo 119.9 (BTX) — 
9 ¿Cómo podrá el joven mantener puro su camino? ¡Guardando tu palabra!
2 Timoteo 2.22 (BTX) — 
22 Huye de las pasiones juveniles, sigue en pos de la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón puro invocan al Señor.
1 Pedro 2.11 (BTX) — 
11 Amados, os ruego, como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,
Apocalipsis 14.1–4 (BTX) — 
1 Y vi, y he aquí el Cordero en pie sobre el monte Sión, y con Él ciento cuarenta y cuatro mil, que tienen su Nombre y el Nombre de su Padre escrito en sus frentes. 
2 Y oí una voz del cielo, como voz de muchas aguas y como voz de un gran trueno, y la voz que oí era como de citaristas que citareaban sus cítaras. 
3 Y cantan como un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos. Y nadie podía aprender el cántico, sino los ciento cuarenta y cuatro mil, los que habían sido rescatados de la tierra. 
4 Éstos son los que no se contaminaron con mujeres, porque son vírgenes; éstos son los que siguen al Cordero adondequiera que vaya; éstos fueron comprados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero;

Castidad y el matrimonio
El matrimonio es recomendado para aquellos que son incapaces de mantenerse castos
1 Corintios 7.9 (BTX) — 
9 pero si carecen de dominio propio, cásense; porque mejor es casarse que quemarse.

La santidad del matrimonio
Ver también
Marcos 10.2–12 (BTX) — 
2 2 Y acercándose unos fariseos, le preguntaban, para tentarlo, si es lícito a un hombre repudiar a su mujer. 
3 Respondiendo Él, les dijo: ¿Qué os mandó Moisés? 
4 Ellos respondieron: Moisés permitió escribir carta de divorcio y repudiar. 
5 Pero Jesús les dijo: Por la dureza de vuestro corazón os escribió este mandamiento, 
6 pero desde el comienzo de la creación los hizo varón y hembra. 
7 Por esta razón, dejará el hombre a su padre y a la madre, 
8 y los dos vendrán a ser una sola carne. De manera que ya no son dos, sino una sola carne. 
9 Por tanto, no separe el hombre lo que Dios unció en un mismo yugo. 
10 Y en la casa, los discípulos le preguntaban otra vez acerca de esto. 
11 Y les dice: Cualquiera que repudie a su mujer y se case con otra, adultera con ella, 
12 y si ella repudia a su marido y se casa con otro, adultera.

La condenación del adulterio
Levítico 18.20 (BTX) — 
20 No tendrás acto carnal con la mujer de tu prójimo, contaminándote con ella.
Ver también Lv 20.10 ; Éx 20.14 ; Mt 5.27–28 ; Ro 2.22
Levítico 20.10 (BTX) — 
10 Si un hombre adultera con la mujer de otro, si adultera con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera serán muertos irremisiblemente.
Éxodo 20.14 (BTX) — 
14 No adulterarás.
Mateo 5.27–28 (BTX) — 
27 Oísteis que fue dicho: No adulterarás; 
28 pero Yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.
Romanos 2.22 (BTX) — 
22 Tú, que dices que no se adultere, ¿adulteras? Tú, que abominas de los ídolos, ¿profanas templos?

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He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




 
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   LA Naturaleza, CREACIÓN AMOROSA
Sinopsis
La creación de Dios, frecuentemente con especial referencia a la vida animal y vegetal.
La naturaleza es la creación de Dios
Salmo 89.11 (BTX) — 11 Tuyos son los cielos, tuya también la tierra, El mundo y su plenitud, Tú lo fundaste.
Isaías 45.12 (BTX) — 12 Yo hice la tierra y creé sobre ella al hombre. Yo extendí los cielos con mis propias manos, Y Yo soy el que da órdenes a todo su ejército.
Jeremías 27.5 (BTX) — 5 Yo hice la tierra, el hombre y las bestias que están sobre la faz de la tierra con mi gran poder y con mi brazo extendido, y a quien me parece conveniente la doy.
Hechos de los Apóstoles 4.24 (BTX) — 24 Y cuando ellos lo oyeron, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano, Tú eres el que hiciste el cielo y la tierra y el mar, y todo lo que en ellos hay;
Hechos de los Apóstoles 14.15 (BTX) — 15 y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis estas cosas? También nosotros somos hombres semejantes a vosotros, y os anunciamos el Evangelio, para que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo, la tierra y el mar, y todas las cosas que hay en ellos;
Hechos de los Apóstoles 17.24 (BTX) — 24 El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, siendo Señor de cielo y tierra, no habita en templos hechos por manos,
Apocalipsis 4.11 (BTX) — 11 ¡Digno eres, oh Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria y el honor y el poder, porque Tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existieron y fueron creadas!
Apocalipsis 10.6 (BTX) — 6 y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que ya no habría más dilación,
Plantas
Génesis 1.11–12 (BTX) — 11 Entonces dijo ’Elohim: Produzca la tierra vegetación: hierba que haga germinar semilla, árbol frutal que dé fruto sobre la tierra según su especie, cuya semilla esté en él. Y fue así. 12 Y la tierra hizo brotar vegetación: hierba que hace germinar semilla según su especie, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su especie. Y vio ’Elohim que estaba bien.
Ver también Gn 2.4–9 ; Sal 104.14–16
Génesis 2.4–9 (BTX) — 4 Tales son los orígenes de los cielos y la tierra cuando fueron creados. El día en que yhvh ’Elohim hizo tierra y cielos 5 no había aún ninguna planta del campo, ni había brotado aún en la tierra ninguna hierba del campo, porque yhvh ’Elohim no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrara el suelo, 6 ni había hecho subir de la tierra vapor que irrigara la superficie del suelo. 7 Entonces yhvh ’Elohim modeló al hombre de la tierra roja, e insufló en sus narices aliento de vida. Y el hombre llegó a ser alma viviente. 8 Y plantó yhvh ’Elohim un huerto en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado. 9 yhvh ’Elohim hizo brotar de la tierra todo árbol agradable a la vista y bueno para comida. Y en medio del huerto estaba el árbol de la vida, y el árbol del conocimiento del bien y del mal.
Salmo 104.14–16 (BTX) — 14 El que hace brotar la hierba para el ganado, Y la vegetación para el servicio del hombre, Para que él saque el pan de la tierra, 15 Y el vino, que alegra el corazón del hombre; Y el aceite, que hace brillar su rostro, Y el alimento, que sustenta el corazón del hombre. 16 Los árboles de yhvh se llenan de savia, Los cedros del Líbano que Él plantó,
Tierra y mar
Salmo 24.1 (BTX) — 1 De yhvh es la tierra y su plenitud, El mundo y los que en él habitan.
Génesis 1.9–10 (BTX) — 9 Y dijo ’Elohim: Reúnanse las aguas de debajo de los cielos en un solo lugar, y muéstrese lo seco. Y fue así. 10 Y a lo seco llamó ’Elohim tierra, y a la reunión de las aguas llamó mares. Y vio ’Elohim que estaba bien.
Job 38.4–11 (BTX) — 4 ¿Dónde estabas tú cuando Yo fundaba la tierra? Decláralo, si tienes inteligencia. 5 ¿Quién determinó sus medidas? Ya que tanto sabes, ¿Quién extendió sobre ella cordel? 6 ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿Quién puso su piedra angular, 7 Cuando alababan todas las estrellas del alba, Y todos los hijos de Dios daban gritos de júbilo? 8 ¿Quién encerró al mar con doble puerta, Cuando irrumpía saliéndose de su seno? 9 Cuando le puse nubes por vestido, Y densas tinieblas por envoltura, 10 Cuando establecí sobre él mi límite, Y puse barra en sus puertas, 11 Y le dije: ¡Hasta aquí llegarás y no pasarás, Y aquí se detendrá el orgullo de tus olas!
Isaías 40.12 (BTX) — 12 ¿Quién midió a puñados el mar, o mensuró a palmos los cielos, o a cuartillos el polvo de la tierra? ¿Quién pesó en balanza los montes, y en báscula las colinas?
Amós 5.8 (BTX) — 8 Que creó las Pléyades y Orión, Que cambia en mañana las tinieblas, y oscurece el día como la noche, Que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la faz de la tierra. yhvh es su nombre,
Jonás 1.9 (BTX) — 9 Y él respondió: Soy hebreo y temo a yhvh, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra.
El sol, la luna y las estrellas
Job 9.9 (BTX) — 9 Hacedor de la Osa y del Orión, De las Pléyades y las recónditas cámaras del mediodía.
Génesis 1.14–18 (BTX) — 14 Y dijo ’Elohim: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para diferenciar entre el día y la noche, y sirvan por señales, y para solemnidades, y para días y años, 15 y sean por luminarias en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. 16 E hizo ’Elohim las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para regir el día, y la lumbrera menor para regir la noche. 17 Y puso ’Elohim las estrellas en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, 18 y para regir durante el día y la noche, y para separar la luz de la oscuridad. Y vio ’Elohim que estaba bien.
Salmo 8.3 (BTX) — 3 Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que Tú afirmaste,
Salmo 148.3–5 (BTX) — 3 ¡Alabadlo, sol y luna! ¡Alabadlo, vosotras todas lucientes estrellas! 4 ¡Alabadlo, cielos de los cielos, Y las aguas que están sobre los cielos! 5 Alaben el nombre de yhvh, Pues Él lo mandó, y fueron creados.
Jeremías 31.35 (BTX) — 35 Así dice yhvh, Que estableció el sol para alumbrar el día, Y las leyes de la luna y de las estrellas para alumbrar de noche; Que aterroriza al mar, Y se ponen en consternación sus olas: ¡yhvh Sebaot es su nombre!
Animales
Génesis 1.20–22 (BTX) — 20 Entonces dijo ’Elohim: Bullan las aguas seres vivientes y ave que vuele sobre la tierra en la expansión de los cielos. 21 Y creó ’Elohim los grandes monstruos marinos y todo ser vivo que repta, que produjeron las aguas, según su especie, y toda ave alada según su especie. Y vio ’Elohim que estaba bien. 22 Y ’Elohim los bendijo diciendo: Fructificad y multiplicaos, llenad las aguas en los mares y multiplíquese el ave en la tierra.
Ver también Job 12.7–10 ; Sal 104.25
Job 12.7–10 (BTX) — 7 Y si no, pregunta ahora a las bestias, y ellas te enseñarán, O a las aves de los cielos, y ellas te mostrarán, 8 O habla a la tierra, para que te instruya, Y te lo declaren los peces del mar. 9 ¿Quién de ellos no sabe que la mano de yhvh ha hecho esto, 10 En cuya mano está el alma de todo viviente, Y el hálito de toda la humanidad?
Salmo 104.25 (BTX) — 25 He allí el grande y ancho mar, Donde hay un hervidero innumerable de seres, Seres pequeños y grandes.
Seres humanos
Éxodo 4.11 (BTX) — 11 Pero yhvh le respondió: ¿Y quién ha dado boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo, al vidente y al ciego? ¿No soy Yo yhvh?
Isaías 45.12 (BTX) — 12 Yo hice la tierra y creé sobre ella al hombre. Yo extendí los cielos con mis propias manos, Y Yo soy el que da órdenes a todo su ejército.
La narración de la creación en Génesis pone a los seres humanos en el pináculo de la creación de Dios:
Génesis 1.26–27 (BTX) — 26 Entonces dijo ’Elohim: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y ejerzan dominio sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos, sobre el ganado, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que repta sobre la tierra. 27 Y creó ’Elohim al hombre a su imagen, a imagen de ’Elohim lo creó, macho y hembra los creó.
Génesis 2.7 (BTX) — 7 Entonces yhvh ’Elohim modeló al hombre de la tierra roja, e insufló en sus narices aliento de vida. Y el hombre llegó a ser alma viviente.
Salmo 95.6 (BTX) — 6 ¡Venid, inclinémonos y postrémonos, Arrodillémonos ante la presencia de yhvh, nuestro Hacedor!
Salmo 100.3 (BTX) — 3 Reconoced que yhvh es ’El, Él nos hizo y suyos somos, Pueblo suyo y ovejas de su prado.
Proverbios 22.2 (BTX) — 2 El rico y el pobre se encuentran: A todos ellos los hizo yhvh.
Jeremías 27.5 (BTX) — 5 Yo hice la tierra, el hombre y las bestias que están sobre la faz de la tierra con mi gran poder y con mi brazo extendido, y a quien me parece conveniente la doy.
La distinción entre la humanidad y el resto de la naturaleza
Dios solamente creó a los seres humanos a su imagen
Génesis 1.26–27 (BTX) — 26 Entonces dijo ’Elohim: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y ejerzan dominio sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos, sobre el ganado, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que repta sobre la tierra. 27 Y creó ’Elohim al hombre a su imagen, a imagen de ’Elohim lo creó, macho y hembra los creó.
Colosenses 3.9–10 (BTX) — 9 No mintáis los unos a los otros, ya que os habéis desvestido del viejo hombre con sus prácticas, 10 y revestido del nuevo, el cual, conforme a la imagen del que lo creó, se va renovando hasta un conocimiento pleno,
Ver también Gn 5.1 ; Gn 9.6 ; Stg 3.9
Génesis 5.1 (BTX) — 1 Este es el libro de las generaciones de Adam. El día en que ’Elohim creó al hombre, lo hizo a imagen de ’Elohim.
Génesis 9.6 (BTX) — 6 El que derrame sangre de hombre, por los hombres su sangre será derramada, porque a imagen de ’Elohim hizo ’El al hombre.
Santiago 3.9 (BTX) — 9 Con ella bendecimos al Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que han sido hechos a semejanza de Dios.
La humanidad es administrador de la naturaleza
Salmo 115.16 (BTX) — 16 Los cielos son los cielos de yhvh, Y ha dado la tierra a los hijos del hombre.
Ver también Gn 1.26–30 ; Gn 2.15 ; Sal 8.5–8
Génesis 1.26–30 (BTX) — 26 Entonces dijo ’Elohim: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y ejerzan dominio sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos, sobre el ganado, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que repta sobre la tierra. 27 Y creó ’Elohim al hombre a su imagen, a imagen de ’Elohim lo creó, macho y hembra los creó. 28 Luego ’Elohim los bendijo; y les dijo ’Elohim: Fructificad y multiplicaos, llenad la tierra y sojuzgadla, dominad sobre los peces del mar y las aves de los cielos y sobre todo ser vivo que se mueve sobre la tierra. 29 Y dijo ’Elohim: He aquí os he dado toda hierba que disemina semilla que está sobre la faz de toda la tierra, y todo árbol en el que hay fruto, árbol que germina semilla, os será de alimento. 30 Y a toda bestia de la tierra, y a toda ave de los cielos, y a todo lo que repta sobre la tierra, en los cuales hay vida, toda hierba verde les será por alimento. Y fue así.
Génesis 2.15 (BTX) — 15 Tomó, pues, yhvh ’Elohim al hombre y lo colocó en el huerto de Edén para que lo cultivara y lo guardara.
Salmo 8.5–8 (BTX) — 5 Lo hiciste un poco menor que los ángeles, Lo coronaste de gloria y honor. 6 Lo haces señorear en las obras de tus manos, Pusiste todas las cosas debajo de sus pies: 7 Ovejas y bueyes, todo ello, Y también los animales del campo, 8 Las aves de los cielos y los peces del mar, Todo cuanto atraviesa las sendas de los mares.
Dios está activo en la naturaleza
Sustentando la naturaleza
Mateo 10.29 (BTX) — 29 ¿Acaso no se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre.
Salmo 147.1–17 (BTX) — 1 ¡Alabad a YH! Porque es bueno entonar salmos a nuestro Dios, Porque suave y hermosa es la alabanza. 2 yhvh es el que edifica a Jerusalem Y congrega a los dispersos de Israel, 3 El que sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas. 4 El que cuenta la muchedumbre de las estrellas, A cada una la llama por su nombre. 5 Grande es nuestro Señor y abundante en poder, Y su inteligencia es infinita. 6 yhvh sostiene a los humildes, Y abate a los malos hasta el polvo. 7 Cantad a yhvh en acción de gracias, Entonad salmos con la cítara a nuestro Dios, 8 El que cubre de nubes los cielos, El que prepara lluvia para la tierra, El que hace brotar la hierba en los montes. 9 El que da su alimento al ganado, Y a las crías del cuervo que graznan. 10 No se deleita con la fortaleza del caballo, Ni estima la agilidad de las piernas del hombre. 11 yhvh se complace en los que lo temen, A los que con ansia esperan en su misericordia. 12 ¡Alaba a yhvh, oh Jerusalem! ¡Alaba a tu Dios, oh Sión! 13 Porque ha reforzado los cerrojos de tus puertas, Y bendice a tus hijos dentro de ti. 14 El que pone paz en tus fronteras, Y te sacia con lo mejor del trigo. 15 El que envía su mensaje a la tierra, Y su palabra corre velozmente. 16 El que envía la nieve como lana, Y esparce la escarcha como ceniza. 17 El que arroja su granizo como mendrugos, ¿Quién puede resistir su helada?
Hechos de los Apóstoles 17.24–28 (BTX) — 24 El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, siendo Señor de cielo y tierra, no habita en templos hechos por manos, 25 ni es servido por manos humanas, ni tiene necesidad de cosa alguna, pues Él da a todos vida y aliento y todas las cosas; 26 y de uno hizo todo el linaje de los hombres para que habiten sobre toda la faz de la tierra, prefijándoles el orden de los tiempos y los límites de su habitación, 27 para que busquen a Dios, por si tal vez, palpando, puedan hallarlo; aunque no está lejos de cada uno de nosotros. 28 Porque en Él vivimos, nos movemos y existimos, como incluso algunos de vuestros poetas han dicho: Porque linaje suyo somos.
Colosenses 1.17 (BTX) — 17 y Él es antes de todas las cosas, y todo subsiste en Él,
Hebreos 2.10 (BTX) — 10 Porque convenía a Aquél por cuya causa son todas las cosas, y por medio del cual todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar a muchos hijos a la gloria, perfeccionara por medio de padecimientos al Autor de la salvación de ellos.
Proveyendo para la vida vegetal
Levítico 26.4 (BTX) — 4 entonces Yo daré vuestras lluvias en su época y la tierra rendirá su cosecha y el árbol del campo dará su fruto.
Mateo 6.28–29 (BTX) — 28 También en cuanto al vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad atentamente los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan con fatiga, ni hilan, 29 pero os digo que ni Salomón en todo su esplendor se vistió como uno solo de éstos.
Job 38.25 (BTX) — 25 ¿Quién le abrió cauce al aluvión, O camino al rayo del trueno,
Salmo 104.14–16 (BTX) — 14 El que hace brotar la hierba para el ganado, Y la vegetación para el servicio del hombre, Para que él saque el pan de la tierra, 15 Y el vino, que alegra el corazón del hombre; Y el aceite, que hace brillar su rostro, Y el alimento, que sustenta el corazón del hombre. 16 Los árboles de yhvh se llenan de savia, Los cedros del Líbano que Él plantó,
Jonás 4.6–10 (BTX) — 6 Y yhvh ’Elohim preparó una calabacera para que creciera sobre la cabeza de Jonás y le hiciera sombra y lo librara de su malestar. Y Jonás se alegró grandemente por la calabacera. 7 Pero al amanecer del día siguiente ’Elohim preparó un gusano, el cual hirió la calabacera, y se secó. 8 Y aconteció que al salir el sol, ’Elohim envió un sofocante viento oriental, y el sol hirió la cabeza de Jonás, de modo que se desmayaba y deseaba morir, y dijo: ¡Más me vale morir que vivir! 9 ’Elohim respondió a Jonás: ¿Tanto te irritas por lo de la calabacera? Él respondió: ¡Tengo razón para irritarme hasta la muerte! 10 Le dijo yhvh: Te apiadaste de la calabacera, por la cual no trabajaste ni la hiciste crecer, que en una noche nació y en una noche pereció.
En los elementos y las estaciones
Salmo 135.7 (BTX) — 7 Hace subir las nubes de los extremos de la tierra, Hace relámpagos para el aguacero, Saca de sus tesoros el viento.
Génesis 8.22 (BTX) — 22 Durante todos los días de la tierra, no cesarán la siembra y la cosecha, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche.
Job 5.10 (BTX) — 10 Da lluvia a la tierra, Riega los campos,
Job 36.27 (BTX) — 27 Va atrayendo las gotas de agua, Cuando el vapor se convierte en lluvia,
Job 37.11–13 (BTX) — 11 Carga de humedad las densas nubes, Y dispersa las nubes de tormenta, 12 Que giran y dan vueltas conforme a sus designios, Para cumplir sus encargos sobre la faz del orbe, 13 Y hace que acierten, unas veces como azote, Otras, a favor de su tierra, Y otras por misericordia.
Jeremías 10.13 (BTX) — 13 Cuando eleva su voz, hay un tumulto de aguas en los cielos, Y eleva los vapores de los extremos de la tierra. Hace los relámpagos para la lluvia, Y saca de sus tesoros el viento.
Dios se da a conocer mediante el orden natural
Job 36.24–26 (BTX) — 24 Acuérdate de engrandecer su obra, La cual han cantado los hombres, 25 Todos la contemplan, Los humanos la miran desde lejos. 26 He aquí, Dios es grande, Más de lo que podemos entender. El número de sus años es inescrutable,
Salmo 8.1–4 (BTX) — 1 ¡Oh yhvh, Señor nuestro, Cuán glorioso es tu Nombre en toda la tierra! Has puesto tu majestad sobre los cielos. 2 De la boca de los niños y de los que maman, Estableciste la alabanza frente a tus adversarios, Para hacer callar al enemigo y al vengativo. 3 Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que Tú afirmaste, 4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, El hijo de Adam, para que lo consideres?
Salmo 19.1–3 (BTX) — 1 Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento muestra la obra de sus manos. 2 Día tras día vierte su mensaje, Y noche tras noche da a conocer la sabiduría. 3 No hay lenguaje ni idioma, En que la voz de ellos no sea oída,
Hechos de los Apóstoles 14.15–17 (BTX) — 15 y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis estas cosas? También nosotros somos hombres semejantes a vosotros, y os anunciamos el Evangelio, para que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo, la tierra y el mar, y todas las cosas que hay en ellos; 16 el cual, en las edades pasadas, ha permitido que todas las gentes anduvieran en sus caminos; 17 si bien no se dejó a Sí mismo sin testimonio, haciendo el bien, dándoos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, y llenando de sustento y de alegría vuestros corazones.
Hechos de los Apóstoles 17.24–28 (BTX) — 24 El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, siendo Señor de cielo y tierra, no habita en templos hechos por manos, 25 ni es servido por manos humanas, ni tiene necesidad de cosa alguna, pues Él da a todos vida y aliento y todas las cosas; 26 y de uno hizo todo el linaje de los hombres para que habiten sobre toda la faz de la tierra, prefijándoles el orden de los tiempos y los límites de su habitación, 27 para que busquen a Dios, por si tal vez, palpando, puedan hallarlo; aunque no está lejos de cada uno de nosotros. 28 Porque en Él vivimos, nos movemos y existimos, como incluso algunos de vuestros poetas han dicho: Porque linaje suyo somos.
Romanos 1.18–21 (BTX) — 18 Porque la ira de Dios es revelada desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad. 19 Porque lo que de Dios es conocido, es evidente para ellos, pues Dios se lo manifestó. 20 Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, entendiéndose por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. 21 Porque habiendo conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se entregaron a vanas especulaciones, y su necio corazón fue entenebrecido.

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Que prediques la Palabra; que apresures a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende duramente; exhorta con toda paciencia y doctrina.

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



 
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Información 


Cómo preparar un sermón expositivo

El sermón expositivo es “el rey de los sermones”.
            Un sermón expositivo bien hecho es lo máximo a lo que puede aspirar un preparador de sermones. La generalidad de los predicadores tienen más bien pocos sermones expositivos en comparación a los textuales y tópicos que han hecho. La razón es sencilla. No es tan fácil elaborar un sermón expositivo.

            Pero aquellos que nos quieren hacer creer que solamente los que tienen un conocimiento muy profundo de la Biblia y de los idiomas originales están capacitados para hacer esta clase de sermones, exageran. Si hay alguien que está obligado a decir que exageran, ése soy yo,porque sin ser nada en este mundo, me deleito en hacer y predicar sermones expositivos.

1. Para preparar un sermón expositivo, (SE de aquí en adelante) lo primero que se necesita es saber de qué se trata.
            Posiblemente lo que distingue más a un SE es que todo él (o casi todo él), tema, puntos, subpuntos, etc. se desprende del texto. (Lea en esta misma sección el artículo "El texto")

            Entonces, aunque se le distingue del sermón textual, yo diría que no hay sermón más textual que el SE. Es por eso que los sermones expositivos tienen como texto un pasaje más bien largo, tal vez de unos tres, cuatro, cinco o más versículos. Si usted ha hecho un sermón sobre una parábola del Señor, en que le ha sacado todo el jugo al pasaje-texto, es casi seguro que usted hizo un sermón expositivo.

            Cualquier pasaje más o menos largo con un tema central importante puede ser el texto para un SE. Por ejemplo un salmo como el 1 o el 23.

2. Llegue a “dominar” el texto de su SE
            Es decir, uno debe entenderlo; debe conocer cada frase, cada palabra. Debe poder hacer un análisis de él, incluida cada cosa, (aunque en el producto final no se incluya absolutamente todo). Creo que es por esto que algunos dicen que solamente ciertos mortales muy conocedores tienen la preparación necesaria para elaborar un SE.

            Ya dije que exageran. Pero es claro que si uno ha de entender y analizar el texto, debe tener a la mano las herramientas necesarias para lograrlo: Léxicos, diccionarios, comentarios escritos por estudiosos serios, etc. Me parece que muchos de los cristianos a quienes va principalmente dirigido este sitio, son hermanos de recursos limitados a quienes comprendo a la perfección por ser yo uno de ellos. Pero cuando se tiene pasión por la predicación no es imposible hacerse de libros-herramienta básicos con la ayuda de Dios (Vea en esta misma sección el artículo “Los libros del expositor”).

            Bien. Escriba con cuidado un análisis del texto, como si lo hiciera para explicárselo a alguien. En ese análisis incluya notas de lo que se le ocurra sobre cualquier cosa interesante, por ejemplo, usos que le daban a cierta palabra griega los que hablaban ese idioma, otros usos de ella en otros pasajes; y así siga al mismo tiempo que hace una lista aparte de cosas que a pesar de los léxicos y diccionarios no entiende bien.Pero por lo que más quiera, en esta etapa no consulte ningún comentario ni nada que contenga las conclusiones de otro. Aquí se trata de hacer únicamente su propio trabajo intelectual. ¿Por qué? Porque las conclusiones ajenas obstaculizarán en mayor o menor grado su propio razonamiento.

            Mientras trabaja en su análisis del texto, en otra hoja vaya haciendo los primeros esbozos de su bosquejo, sin seguir ningún orden, Por ejemplo aplicaciones que se le vayan ocurriendo de lo que está aprendiendo durante su análisis.
            Trate de encontrar la frase o una palabra en el texto que contenga la idea central del mismo. Como sea, muchas veces usted ya la tiene en mente desde que comenzó a ahondar en el pasaje, pues eso fue precisamente lo que le llamó la atención y le hizo interesarse en el pasaje como un posible texto para su SE.
            Perfecto. Cuando usted sienta que ya no hay más por analizar, o si usted lo prefiere déjeme decirlo en otra forma, que ya no hay más por examinar con una lupa, dése por satisfecho. Ya hizo una gran parte del trabajo. Un SE es la explicación y aplicación de un pasaje más o menos largo, tratado homiléticamente. Ahora usted conoce su texto y está capacitado para explicarlo. Es posible que hasta sienta la tentación de detenerse aquí y decidir llevar sus notas al púlpito. No sucumba a ella. Todavía le falta buen trecho por recorrer.

3. Ahora comience a convertir su análisis en el bosquejo de su sermón. Imagínese que el texto y el análisis de él es todo lo que tiene en este mundo para hacer su sermón.
            1. Redacte una proposición que contenga una palabra clave como he mostrado en el artículo “La proposición” que se encuentra en esta misma sección. Ahora extiéndase en la elaboración de sus notas. Repito que la diferencia radica en que todas las partes del sermón serán elaboradas empleando el texto y su análisis. Si usted sabe cómo elaborar un sermón, sabrá cómo elaborar un SE. La diferencia radicará en que —repitiendo otra vez— ninguno de los puntos principales de su sermón se estará basando en ninguna otra porción de la Escritura.

            2. Revisando cuidadosamente su análisis, vea todo lo que puede incorporar bajo cada punto principal, que sería lo que algunos llaman los subpuntos. Si resulta que no sólo los puntos sino los subpuntos han sido extraídos del texto, y usted ya ha puesto las aplicaciones pertinentes, usted habrá elaborado ¡Un sermón expositivo perfecto! (al cual solamente le faltan la introducción y la conclusión)

            3. La realidad es que lograr un SE perfecto (todo basado en el texto) es sumamente difícil, principalmente porque el texto casi nunca da para tanto. Por eso es que todavía hay algo más qué hacer: Aunque ya dije que cada punto principal, sin excepción, está sacado del texto, usted puede verse precisado a añadir un subpunto o un sub-subpunto basado en otra porción de la Palabra. Esto es necesario cuando siente que algo debe ampliarse o clarificarse. Pero generalmente mucho está en el texto y usted así lo ve cuando ha hecho un buen análisis de él, análisis que usted ya puede notar es de la más grande importancia en la elaboración del SE.

4. Pero un sermón sin aplicación no es sermón. Entonces, se requiere que observando lo que ya ha hecho, se fije con cuidado dónde puede usted incluir una aplicación a la vida de sus oyentes.

            Se podría decir que el sermón estará “salpicado” de aplicaciones. El aforismo que reza “predicación es explicación y aplicación de la Palabra” es ineludible en un SE: Aplique en su debido lugar todo lo que el texto tiene para las vidas de los que ocupan las bancas.

            Una de las virtudes del SE es que usted puede decir cosas que atañen a la conducta de sus oyentes en la forma más natural y aceptable.

5. Ahora sí, —jamás antes de esta última etapa de su elaboración— vaya a los comentarios y a los sermones o bosquejos de sermones escritos por otros.
            Le sorprenderá que algunas cosas que usted puso, otros también las pusieron. También será muy satisfactorio ver que cosas que usted incluyó, al parecer otros no las vieron. Si encuentra en esos trabajos ajenos algo que puede mejorar este o aquel punto, incorpórelo a su sermón. A veces uno aprende un detalle interesante sobre una palabra o frase del texto. Otras veces, uno ve una muy buena aplicación que un autor hizo. Incorpore cualquier cosa que ayude al sermón.
            Podría suceder que comparando lo suyo con lo ajeno, descubra que  por allí usted cometió un errorcillo o equivocación de cualquier índole. Haga la corrección debida o de plano use el borrador. ¿Recuerda que más arriba, dije que si algo del texto no entendía bien lo apuntara? Pues el momento de consultar obras, comentarios, sermones basados en el mismo texto, etc. ha llegado. Casi siempre encontramos la respuesta a nuestra interrogante.

            Si usted nota que ciertos detalles de su análisis no encajan en una forma natural y fluida en su sermón no trate de forzar nada. Déjelos de lado. Déjeme decirle que el trabajo intelectual que la preparación de un SE exige es muy benéfico. Uno se obliga a aprender cosas de gran interés e importancia.
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La introducción y la conclusión del SE básicamente se rigen por los mismos principios que todas las demás, de manera que no es necesario ahondar aquí en ellas. No obstante podría ser de mucha utilidad ir a un artículo en esta misma sección titulado “La introducción” (cuando me sea posible escribiré algo sobre la conclusión del sermón).
            Cuando haya terminado de hacer sus notas (su bosquejo), una cosa le llamará la atención: El bosquejo de ninguna manera será mucho más corto que los de otros sermones.
            Y cuando lo predique, otra cosa lo sorprenderá. A su audiencia, aunque no sepa nada de sermones expositivos y cosas semejantes, le gustará mucho el sermón. Pero sobre todo, le beneficiará grandemente.
            No por nada al principio le llamé al SE “el rey de los sermones”.


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