Las Parábolas Del Reino: ¿Qué son?¿A quiénes Va Dirigido? ¿Son Útiles? ¿Qué Enseñan?
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 1MByte | Idioma: Spanish |Categoría: Estudios Ministeriales
Información
A. de la Fuente: Presentación 11
Prólogo 17
Cap. I: Naturaleza y finalidad de las parábolas evangélicas 21
Interpretación alegórica 23.—¿Qué es una parábola?, 25.—Tipos de parábolas, 27.—Realismo de las
parábolas, 29.—La parábola como argumento, 31.— Cómo interpretar las parábolas, 33.—Parábolas aplicadas, 35.—El mayordomo infiel, 37.—Parábolas del reino, 39.
Cap. II: El reino de Dios 42 La palabra «reino», 43.—Las expectaciones judías, 45.—Fuentes de los Evangelios, 47.—Doble
empleo del término, 49.—Del judaismo al cristianismo, 51.—La llegada del reino, 53.—Está aquí, 55.— Presente y futuro, 57.—Predicción en los Evangelios, 59.—El reino de los cielos, 61.—Predicción de padecimientos, 63.—Futuros desastres, 65.—Destrucción del templo, 67.—La conquista romana, 69.— , «Esta generación», 71.—Visión profética, 73.—La «edad futura», 75.—¿«Escatología de felicidad»?, 77. El «juicio del reino», 79.—El reino y la muerte de Jesús, 81.
Cap. III : El día del Hijo del hombre 83
Semejante a un relámpago, 85.—Su llegada como juez, 87.—¿Es Jesús el «Hijo del hombre»?, 89.—
Resonancias apocalípticas, 91.—El «Hijo del hombre» en Daniel, 93.—Los doce tronos, 95.—La resurrección, 97.—El «tercer día», 99.—Resurrección y venida, 101.—Escatología y ética, 103.—Símbolo y realidad, 105.—Historia y escatología, 107.—La segunda venida, 109.
Cap. IV: La «situación en la vida» 110 Parábolas del reino de Dios, 111.—Parábola de los niños en la plaza, 113.—Lo viejo y lo nuevo, 115.— Parábola de la oveja perdida, 117.—Parábola del gran banquete, 119.—Parábola del hombre fuerte despojado, 121.—Parábola de los pérfidos viñadores, 123.La era del cumplimiento, 129.—Motivos del cambio, 131.—Parábola del demandado, 133.—Parábola de la sal, 134.—Parábola de la lámpara y el celemín, 137.—Parábola de los talentos, 141.
Cap. V: Parábolas de crisis 148
Parénesis de la Iglesia primitiva, 149.—Los siervos fieles e infieles, 151.—Los siervos vigilantes, 155.— El ladrón nocturno, 159.—Las diez vírgenes, 163.
Cap. VI: Parábolas de crecimiento 167 La semilla que crece, 169.—El sembrador, 173.—La cizaña, 175.—La red barredera, 177.—El grano de mostaza, 179.—La levadura, 181.—Sentido de estas parábolas, 183.
Cap. VII: Conclusiones 184 Significación central de las parábolas, 185.—«Ha llegado el reino de Dios», 187.—El reino de Dios como riesgo, 189.—Lo eterno entra en la historia, 191.— Visión cristiana de la historia, 193.Suprema crisis de la historia, 195. Parábolas estudiadas en particular 197 Parábolas mencionadas 197
índice onomástico 198
Publicar hoy en español un libro que apareció en Inglaterra hace casi cuarenta años podría parecer una
empresa fuera de lugar. Pero en el caso de Las parábolas del reino la publicación está plenamente justificada por tratarse de lo que llamaríamos «un clásico de la ciencia bíblica». Esta obra no sólo inauguró en su día una nueva etapa en la interpretación de las parábolas de Jesús, sino que conserva en la actualidad una vigencia indiscutída para el conocimiento del mensaje evangélico. Junto con la satisfacción que supone presentar la obra de un maestro, sólo nos cabe lamentar que su traducción española se haya diferido durante tanto tiempo.
Hasta hace menos de un siglo, la interpretación de las parábolas evangélicas estuvo presidida por la tendencia a descubrir en cada detalle de las mismas una referencia teológica o una implicación moral. Este método —conocido con el nombre de alegorismo— era sencillo: bastaba sustituir los elementos mencionados en la parábola por realidades de la existencia cristiana.
Así, el talento que no se multiplicó en manos del siervo temeroso podía ser la gracia de Dios, o bien los vendedores de aceite en la parábola de las diez vírgenes resultaban ser los representantes del ministerio eclesiástico. Esta tendencia, iniciada ya entre los primeros cristianos, alcanzó un amplio desarrollo en algunos Padres de la Iglesia y se cultivó con esmero en la catequesis y la predicación.
Fue el exegeta protestante Adolf Jülicher (1857 - 1938), profesor primero en Berlín y luego en Marburgo, quien puso las bases para romper definitivamente con la interpretación alegórica de las parábolas. Su obra Die Gleichnisreden Jesu (2 vols., 1888 y 1899) fue saludada como una liberación. En ella se describen hasta la saciedad los abusos y errores a que llevó elviejo alegorismo, se distingue claramente entre parábola y alegoría distinción que hoy constituye un principio elemental de Hermenéutica— y se "insiste"el que Jesus utilizó en su enseñanza parábolas, no alegorías. (Recordemos que la parábola se diferencia de la alegoría en que ofrece normalmente un solo punto de
\comparación, de suerte que los eventuales detalles han de considerarse como mero ingrediente literario).
Pero Jülicher, fiel a la visión de la «teología liberal» del siglo xix, consideró a Jesús como un simple predicador de buenas costumbres. A su juicio, el mensaje originario de las parábolas se reduce a una serie de verdades religiosas de alcance general. El reino de Dios anunciado en ellas vendría a coincidir con el estadio supremo de la evolución cultural preconizada por el liberalismo de la época. Quedaba así eliminado todo contenido escatológico. La «religión de Jesús» enseñada en las parábolas se distanciaba netamente de la «religión cristiana» proclamada por Pablo y por la Iglesia.
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