... El que tiene este cargo, ha de ser irreprensible, debe ser apto para enseñar; no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6
Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6
Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6
Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6
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La Semana Santa es la conmemoración anual cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. Por ello, es un período de intensa actividad litúrgica dentro de las diversas confesiones cristianas. Da comienzo el Domingo de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección, aunque su celebración suele iniciarse en varios lugares el viernes anterior (Viernes de Dolores) y se considera parte de la misma el Domingo de Resurrección. La fecha de la celebración es variable (entre marzo y abril según el año). La Semana Santa va precedida por la Cuaresma, que finaliza en la Semana de Pasión donde se celebra la eucaristía en el Jueves Santo, se conmemora la Crucifixión de Jesús el Viernes Santo y la Resurrección en la Vigilia Pascual durante la noche del Sábado Santo al Domingo de Resurrección. Durante la Semana Santa tienen lugar numerosas muestras de
religiosidad popular a lo largo de todo el mundo, destacando las
procesiones y las representaciones de la Pasión. El ciclo vacacional que
le corresponde a la Semana Santa en otros países, como Estados Unidos
de América, es conocida como "Spring Break". Una de las costumbres más arraigadas entre los
católicos durante la Semana Santa es preparar sus alimentos en base
a pescado o marisco, absteniendose totalmente de comer carne. Las preguntas que muchos
se hacen es: ¿por qué los católicos comen pescado o marisco durante la
Semana Santa? ¿por qué los evangélicos no se abstienen de comer carne en
estas fechas? Según el sacerdote católico Mauricio Catedral, de
la Parroquia de Don Bosco, se come pescado o marisco por tradición, para
cumplir con las Sagradas Escrituras. Los fieles católicos no comen
carne porque representa el cuerpo de Cristo crucificado.
Por su parte, los
evangélicos no guardan este tipo de prácticas. Según el pastor Gerald
Cumberbatch, para ellos es más importante guardar el corazón de las
contaminaciones de este mundo, es decir, del pecado. La Biblia dice que
“Lo que contamina al hombre no es lo que entra, si no lo que sale de él”
nos dijo.
Señaló que para los evangélicos la comunión con
Dios se encuentra a través de la oración y el cumplimiento de las
sagradas escrituras. Para ellos no es necesario dejar de comer carne u
otro alimento para guardar y cumplir con los mandamientos de la Biblia.
Las iglesias evangélicas desarrollan actos especiales
en la Semana Santa, pero los centran en la
Resurrección de Jesús, más que en su muerte.
Gerald se pregunta ¿por qué evitar comer carne,
cuando en realidad hay que abstenerse de caer en el pecado? En estas
fechas los evangélicos realizan actividades en conmemoración, no de la
muerte de Jesús; si no de la resurrección de Jesucristo para la vida
eterna, que para ellos es lo más importante.
.
Sin embargo, hay que
recordar que lo que se resalta en estas fechas, es la comunión de las
personas con el Todopoderoso y de guardar el corazón de lo que no nos
conviene.
Los evangélicos, junto a los católicos y ortodoxos,
conformamos el tronco de las religiones cristianas, porque tienen a
Jesucristo en la base y origen de sus creencias y razón de ser. Con
notables diferencias, cada una expresa y celebra el recuerdo de aquella
semana de pasión y dolor que relatan los evangelios sobre los últimos
días de Jesucristo aquí en la Tierra.
¿Por qué no usamos los evangélicos imágenes de pinturas, o esculturas en nuestras celebraciones y en nuestras iglesias?
Las
imágenes son precisamente una de las diferencias notables con otras
religiones cristianas y no las usamos por obediencia a Dios, porque
entendemos que en las Escrituras, la Biblia, se prohíbe categóricamente
por Dios mismo.
Jesucristo
identificado como el Mesías, el salvador prometido en las Escrituras
para los judíos, él mismo era judío, de la nación de Israel y de su boca
salieron las siguientes palabras:
No penséis que he venido para abolir la ley o los profetas; no he venido para abolir, sino para cumplir. Porque
en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se
perderá ni la letra más pequeña ni una tilde de la ley hasta que toda se
cumpla. Cualquiera, pues, que anule uno solo de estos mandamientos, aun de los más pequeños, y así lo enseñe a otros, será llamado muy pequeño en el reino de los cielos; pero cualquiera que los guarde y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos. Porque os digo que si vuestra justicia no supera la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.
(Mat 5:17-20)
En
este texto entendemos que Jesucristo no vino para abolir, desechar,
anular la ley que fue dada, que amaban y que cumplían los judíos, sino
que vino para cumplirla. Esto indica su acuerdo, aceptación y aprobación
de esta ley.
¿Qué dice esta ley del uso de las imágenes en nuestras creencias, nuestras celebraciones o prácticas religiosas?
El
pueblo judío tomó forma en Egipto, donde llegaron con Jacob padre de
las doce tribus de Israel. Allí se desarrollaron, crecieron durante 400
años y en el último periodo vivieron como esclavos obligados a trabajos
forzados. Fue Moisés el instrumento que Dios utilizó para dar
liberación y salvación a este pueblo conocido como “Los Hebreos”. El
pueblo vivió durante 40 años en el desierto y fue allí donde se
constituyó como pueblo y donde recibió la ley, como parte del pacto que
Dios hacía con ellos.
Y
Moisés subió hacia Dios, y el SEÑOR lo llamó desde el monte, diciendo:
Así dirás a la casa de Jacob y anunciarás a los hijos de Israel:
"Vosotros habéis visto lo que he hecho a los egipcios, y cómo os
he tomado sobre alas de águilas y os he traído a mí. "Ahora pues, si en
verdad escucháis mi voz y guardáis mi pacto, seréis mi especial tesoro
entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra; y vosotros seréis
para mí un reino de sacerdotes y una nación santa." Estas son las
palabras que dirás a los hijos de Israel.
(Éxo 19:3-6)
La
ley era un compendio legislativo que daba forma a una Constitución por
la que se regiría a partir de ese momento el pueblo de Israel, pero
había en especial un decálogo, que nosotros conocemos como “Los Diez
Mandamientos” que constituían el pacto de obligado cumplimiento del
pueblo con Dios. Unos mandamientos escritos en dos tablas de piedra
directamente por el dedo de Dios.
¿Dice este decálogo algo de las imágenes?
Sí, en el primer mandamiento leemos:
Y
habló Dios todas estas palabras, diciendo: Yo soy el SEÑOR tu Dios, que
te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre. No tendrás
otros dioses delante de mí. No te harás ídolo, ni semejanza alguna de lo
que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas
debajo de la tierra. No los adorarás ni los servirás; porque yo, el
SEÑOR tu Dios, soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres
sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
(Éxo 20:1-5)
El
pueblo de Israel, los judíos, tienen muy claro que: No hay otro Dios;
que no deben hacer imágenes y que no deben adorarlas. Vamos a ver
también algunos textos donde los profetas de Israel hablan de los ídolos
e imágenes y del reproche que hace Dios a los que miran y sirven a las
imágenes como si fueran dioses
Y
los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos del SEÑOR, y
olvidaron al SEÑOR su Dios, y sirvieron a los baales y a las imágenes de
Asera. Entonces se encendió la ira del SEÑOR contra Israel, y los
vendió en manos de Cusán-risataim, rey de Mesopotamia; y los hijos de
Israel sirvieron a Cusán-risataim por ocho años.
(Jue 3:7-8)
Y
abandonaron todos los mandamientos del SEÑOR su Dios, y se hicieron
imágenes fundidas de dos becerros; hicieron una Asera, adoraron a todo
el ejército de los cielos y sirvieron a Baal.
(2Re 17:16)
Los
cielos proclaman su justicia, y todos los pueblos han visto su gloria.
Sean avergonzados todos los que sirven a imágenes talladas, los que se
glorían en los ídolos; adórenle todos los dioses.
(Sal 97:6-7)
He aquí, todos ellos son falsos; sus obras inútiles, viento y vacuidad sus imágenes fundidas.
(Isa 41:29)
Yo soy el SEÑOR, ése es mi nombre; mi gloria a otro no daré, ni mi alabanza a imágenes talladas.
(Isa 42:8)
Serán vueltos atrás y completamente avergonzados, los que confían en ídolos, los que dicen a las imágenes fundidas: Vosotros sois nuestros dioses. (Isa 42:17)
Avergonzados
y aun humillados serán todos ellos; los fabricantes de ídolos a una se
irán humillados. Israel ha sido salvado por el SEÑOR con salvación
eterna; no seréis avergonzados ni humillados por toda la eternidad.
Porque así dice el SEÑOR que creó los cielos (El es el Dios que formó la
tierra y la hizo, El la estableció y no la hizo un lugar desolado, sino que la formó para ser habitada): Yo soy el SEÑOR y no hay ningún otro.
(Isa 45:16-18)
¿A
quién me asemejaréis, me igualaréis o me compararéis para que seamos
semejantes? Los que derrochan el oro de la bolsa y pesan la plata en la
balanza pagan a un orfebre para que haga un dios de ello; se postran y
lo adoran. Lo levantan en hombros y lo llevan; lo colocan en su lugar y allí se
está. No se mueve de su lugar. Aunque alguno clame a él, no responde,
de su angustia no lo libra. Acordaos de esto, y estad confiados; ponedlo
en vuestro corazón, transgresores.
(Isa 46:5-8)
Y aún más en este texto que es muy descriptivo y rotundo:
Este dirá: "Yo soy del SEÑOR", otro invocará el nombre de Jacob, y otro escribirá en su mano: "Del SEÑOR soy"
y se llamará con el nombre de Israel. Así dice el SEÑOR, el Rey de
Israel, y su Redentor, el SEÑOR de los ejércitos: "Yo soy el primero y
yo soy el último, y fuera de mí no hay Dios. "¿Y quién como yo? Que lo
proclame y lo declare. Sí, que en orden lo relate ante mí, desde que
establecí la antigua nación. Que les anuncien las cosas venideras y lo
que va a acontecer. "No tembléis ni temáis; ¿no os lo he hecho oír y lo he anunciado desde hace tiempo? Vosotros sois mis testigos. ¿Hay otro dios fuera de mí, o hay otra Roca? No conozco ninguna."
Los que dan forma a un ídolo todos ellos son nada, y sus cosas más
preciadas de nada sirven; aun sus propios testigos no ven ni entienden,
por eso serán avergonzados. ¿Quién ha dado forma a un dios o fundido un
ídolo para no tener ganancia? He aquí, todos sus compañeros serán
avergonzados, pues los artífices son sólo hombres. Que se reúnan todos,
que se levanten, que tiemblen, que sean a una avergonzados. El herrero hace un instrumento cortante; lo trabaja
sobre las brasas, lo forma con martillos y lo forja con su brazo
fuerte. Después siente hambre y flaquean sus fuerzas; no bebe agua, y
desfallece. El carpintero extiende el cordel de medir, traza el diseño
con tiza roja, lo labra con gubias, lo traza con el compás y le da forma
de hombre y belleza humana para colocarlo en una casa. Corta cedros
para sí, toma un ciprés o una encina, y hace que sea fuerte entre los
árboles del bosque; planta un pino y la lluvia lo hace crecer. Luego
sirve para que el hombre haga fuego, y toma uno y se calienta; también
hace fuego para cocer pan; además hace un dios y lo adora; hace de él
una imagen tallada, y se postra delante de ella. La mitad del leño quema en el fuego; sobre esta mitad
prepara un asado, come carne y se sacia. También se calienta, y dice:
¡Ah!, me he calentado, he visto la llama. Y del resto hace un dios, su
ídolo. Se postra delante de él, lo adora, y le ruega, diciendo:
Líbrame, pues mi dios eres tú. Ellos no saben ni entienden, porque El ha
cerrado sus ojos para que no vean y su corazón para que no comprendan.
Ninguno reflexiona; no tienen conocimiento ni inteligencia para decir:
He quemado la mitad en el fuego, y también he cocido pan sobre sus
brasas. He asado carne y la he comido; y del resto ¿haré una
abominación? ¿Me postraré ante un pedazo de madera? Se alimenta de
cenizas; el corazón engañado le ha extraviado. A sí mismo no se puede
librar, ni decir: ¿No es mentira lo que tengo en mi diestra? Recuerda estas cosas, Jacob, y tú Israel, porque mi siervo eres. Yo te he formado, siervo mío eres; Israel, no me olvidaré de ti.
(Isa 44:5-21)
También
el mismo Jesucristo tenía claro el asunto de las imágenes y la
idolatría. Conocía, cumplía esta ley y aprobaba estos textos. En el
Nuevo Testamento que es la parte de la Biblia que contiene los textos de
la época cristiana también los apóstoles se pronuncian sobre la
idolatría.
Por tanto, amados míos, huid de la idolatría. (1Co 10:14)
El apóstol Pablo decía que la idolatría era fruto de los instintos más desviados de la naturaleza humana
Ahora
bien, las obras de la carne son evidentes, las cuales son: inmoralidad,
impureza, sensualidad, idolatría, hechicería, enemistades, pleitos,
celos, enojos, rivalidades, disensiones, sectarismos,
(Gál 5:19-20)
El
cristianismo no tiene un Dios distinto, es el mismo Dios de Israel.
Jesucristo es el Dios hecho carne que vino para salvar a su pueblo
Israel, pero su pueblo no le reconoció, ni le recibió. Por esto dicen
las Escrituras: A lo suyo vino, y los suyos no
le recibieron. Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de
llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre, (Jua 1:11-12)
Los
dos mandamientos que estableció el Señor Jesús fueron el bautismo y la
cena del Señor. Toda persona que decide seguir a Jesucristo como
cristiano debe bautizarse y debe tomar del pan y del vivo en
comunidad con los demás cristianos que comparten la misma fe. Nada dijo
el Señor, ni nada hay escrito sobre la necesidad de recordar la semana
santa. Recordamos, no obstante, la muerte del Señor y su resurrección
por medio del pan y el vino en la cena del Señor. Los evangélicos, en
esta semana que se rememora aquellos días cuando nuestro amado Señor es
detenido, torturado, juzgado y finalmente asesinado, lo recordamos
juntos en nuestras respectivas iglesias, reflexionando en el significado
y la trascendencia de todo aquello que pasó y que tiene un valor y
vigencia actual; dando culto de adoración y celebrando juntos la
resurrección y la victoria sobre la muerte y sobre el pecado de nuestro
amado Señor. Celebramos que Dios haya tenido misericordia de nosotros y
que muriera en nuestro lugar para que nosotros, por medio de ese
sacrificio pudiéramos tener la esperanza de la vida eterna y el perdón
de nuestros pecados. Celebramos que la humanidad entera tenga la
oportunidad de reconciliarse con Dios a través de la muerte expiatoria y
resurrección de Jesucristo.
Para
recordarle al pueblo todos estos hechos históricos, no es necesario
usar imágenes de talla, que más bien confunden a las personas y les
transmiten una idea de Dios distorsionada y falsa. Dios mismo fue el que
ordenó que no nos hiciéramos imágenes de él, porque no hay forma de
representar a Dios y lo que es él; intentarlo es un error y es
considerado pecado. Dios ha dejado con nosotros su Palabra, la Biblia,
donde podemos saber y conocer a Dios; Todos los episodios históricos que
tienen que ver con Jesucristo y su pueblo Israel; lo que él pide de
nosotros y también lo que en su bondad quiere darnos.
Si
usted es una persona que respeta la Semana Santa y que le gusta ver y
seguir las imágenes que con toda pulcritud y esmero engalanan y adornan
para dar más esplendor y que parezcan divinidades. A la luz de todo lo
dicho anterior mente, sea consecuente y decida si seguirá lo que demanda
Dios o lo que le ofrecen los hombres.
La
Semana Santa es la conmemoración anual cristiana de la Pasión,
Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret, es la conmemoración de
sus últimos días; es un período de intensa actividad litúrgica
dentro de las diversas confesiones cristianas. Da comienzo el Domingo
de Ramos y finaliza el Domingo de Resurrección, aunque su
celebración suele iniciarse en varios lugares el viernes anterior
(Viernes de Dolores) y se considera parte de la misma, el Domingo de
Resurrección
Semana
Santa es el periodo sagrado de los cristianos que se sucede desde el
Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección. En este período, se
vive intensamente el Cristianismo, ya que en estas fechas se
conmemora la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
En
cada ciudad, esta conmemoración de la muerte y resurrección de
Cristo se vive de forma muy parecida, pero no igual. Ya que las
vestimentas y las costumbres difieren en las distintas
localizaciones. Una de las costumbres más comunes es la realización
del viacrucis, que es una dramatización de la pasión y muerte de
Jesús. Otra es la de realizar la Quema de Judas, la cual consiste en
quemar un muñeco fabricado por las personas de la comunidad, con
diversos materiales, para castigar al apóstol traidor, y en
ocasiones se realiza la figura con características físicas de los
políticos venezolanos.
A
diferencia de lo que realiza el catolicismo, las iglesias evangélicas
no tienen un programa de celebración de la Semana Santa, sin embargo
está ligada a la evangelización y a la reflexión.
Salvación
El
apóstol Freddy Carmona, tutor del la iglesia "Centro Cristiano
para la Naciones (CCN), explica desde su punto de vista cómo los
evangélicos celebran la Semana Mayor.
-
Nosotros no festejamos ni Cuaresma ni Semana Santa, ya que esto es
algo tradicional creado por las religiones. La Biblia no establece
tal festejo, es parte de las costumbres y concepciones religiosas de
los pueblos. Creemos que el sacrificio de Cristo nos trae gozo,
redención y bendición a nuestra tierra, y sostenemos que la
expiación de Jesús, por medio de su sacrificio en la Cruz del
Calvario, entró la salvación para el ser humano; Jesús tenía un
propósito muy claro en la Tierra, él conocía su misión en la
Tierra. Para él no era ninguna tragedia mucho menos dolor alguno,
sino por el contrario sabía que su sacrificio representa la
salvación para la humanidad, por eso la Biblia dice "a lo suyo
vino, pero más los suyos no lo recibieron" porque Jesús tenía
claro su propósito aquí en la Tierra.
Y
para eso él tenía que morir en la Cruz y resucitar al tercer día.
Creemos en la resurrección de Cristo, allí está la base de la fe
cristiana, que él resucitó, que su nombre es un nombre sobre todo
nombre, aunque hoy en día algunos estudiosos quieren poner en duda
ese acto de la resurrección, tenemos la firme convicción, en ella
basamos nuestra fe y creencia de la resurrección al tercer día, que
no está en una tumba sino está sentado a la diestra de Dios Padre.
Hablamos
de un Cristo vivo resucitado y eso profetizamos y expandimos. Lo que
hacemos es mantener el ayuno y la oración en las vigilias, la Biblia
nos manda "velad y ayunad para que no caigas en tentación".
Jesús sabía que con su muerte y resurrección se establecía su
gobierno, aunque hoy podemos ver cosas incorrectas en el sistema;
tenemos la certeza que Jesús reina en el cielo y en la tierra, eso
es Semana Santa para nosotros.
Tradiciones
Asimismo
Miguel Alvarado, pastor de la iglesia "Dios Con Nosotros" (DCN)
nos da su versión de cómo ven Semana Santa y Cuaresma.
-
En relación a la Semana Santa y el termino Cuaresma forman parte de
los tantos ritos y costumbres que la iglesia tradicional ha enseñado,
lo mismo sucede con el purgatorio, la ceniza y la Divina
Misericordia. Mi punto de vista con la mal llamada Semana Santa, por
qué le llamo así, porque es la semana donde hay más accidentes,
más tragedias, la gente pierde las perspectivas en esos días y se
dedica a la ir a la playa, a beber y lo que menos hace es ir a la
iglesia. Creo que si Dios hizo los días, todos los días son santos,
y Dios no se busca por temporadas, son todos los días y
bíblicamente no hay nada establecido con esta semana. Dios tiene que
ser en nuestras vidas un diario vivir, darle gracias por la salud,
por la familia, por la vida, todas las semanas son santas.
No
podemos negar que existen acontecimientos bíblicos como son el
nacimiento de Cristo, crucifixión, muerte y resurrección, la
estancia de Jesús en el Monte Getsemaní, pero nadie puede hacerse
dueño de ellos, ejemplo el nacimiento de Jesús no pudo haber sido
en diciembre, porque en diciembre en Jerusalén, Israel es invierno,
eso se hizo tradición debido a un emperador romano.
De
Santa no tiene mucho
Así
ocurre con la mal llamada Semana Santa, que de santa no tiene mucho.
La iglesia tradicional se basa en ello para representarlos, cuando a
Cristo lo crucifica aquel pueblo que una vez le dijo salve rey, dónde
están los que el Señor salvó, el ciego, el leproso, el cojo,
estarían escondidos, la iglesia tradicional toma esos argumentos
para transportarlos a una fecha, pero es más fuerte la costumbre y
me vino un texto que el Señor les daba a los religiosos de ese
tiempo: "Saduceos, fariseos, "Ustedes invalidan los mandamientos
de Dios a causa de las tradiciones,."
El
Evangelio es un estilo de vida, tenemos una vida devocional, creemos
que la iglesia no son cuatro paredes, la Semana Santa se ha
convertido en una temporada para buscar a Dios, y Dios se busca
siempre. Semana Santa debe servir para acercarse a Dios, no para
juzgar y criticar, sino para aceptar a Cristo como nuestro salvador,
creer en el perdón de Dios, y podamos estar en paz con Dios no sólo
una semana sino todos los años. "Lo que se celebra en Semana
Santa para la Iglesia Evangélica, es el centro de nuestra fe, la
resurrección de Cristo, por lo que en cada acto se hace referencia y
no sólo en esta fecha sino durante todos los días", aclaró.
Alto
precio
Por
su parte el reverendo de la Comunidad Cristiana de Avance Mundial
(Ccam), Iván Viloria señaló, tradicionalmente se celebra la muerte
y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, la idea no es recordar
esos hechos una vez al año sino el significado que ellos tienen, en
Semana Santa conmemoramos la muerte de Jesús, quien entregó su vida
por cada uno de nosotros para que tengamos una vida mejor. Cristo
muere en la Cruz del Calvario para que como lo dice la palabra,
llevarse nuestras enfermedades, dolencias, para darnos paz, pero lo
más importante es la resurrección en el tercer día, la palabra de
Dios dice que si Cristo no hubiese resucitado, los que creemos en él
seríamos unas personas de lástima y conmiseración, así que Cristo
resucita y esa es la celebración que nosotros podemos tomar y tener
presentes, eso evidencia que, lo que Cristo dijo es verdad.
Es
importante que la gente no sólo lo recuerde en Semana Santa, sino
tener presente que la muerte de Cristo es un hecho eterno, que tiene
un efecto poderoso sobre la vida de la gente y si cada persona, cada
familia, tomara en serio la obra redentora de Nuestro Señor
Jesucristo en la Cruz del Calvario, los beneficios serían
extraordinarios, no es religión a pesar de que la gente lo relaciona
como un hecho religioso, Cristo no fue un hombre religioso, su nombre
es Jesús que significa salvador, es la revelación de Dios al
hombre, es la gracia de Dios manifestada, es el amor de Dios
expresado, dando a su hijo para que todo aquel que en él cree tenga
vida eterna, vida abundante, Jesús dijo yo vine para que la gente
tenga vida en abundancia; cuando hablamos de abundancia, hablamos de
larga vida y calidad de vida. Semana Santa es la muerte y
resurrección de Cristo, pagando un alto precio por nosotros para que
tengamos vida abundante, armonía, salud, una vida integral.
Resurrección
Para
cerrar el ciclo de cómo los Evangélicos celebran la Semana Santa
consultamos al pastor Enrique Castillo de la Iglesia Rey de Gloria,
quien manifestó: En cuanto lo que tiene que ver con Semana Santa,
eso forma parte de la pascua judía que se celebrara en aquel
tiempo, y luego en el siglo Cuarto la iglesia cristiana comenzó o
inició la recordación de la muerte y resurrección de Jesucristo,
pero en el transcurso del tiempo se ha convertido en religiosidad, en
comercio y una serie de cosas que la alejan de su real sentido.
Yo
creo que cuando estamos cerca de la Semana Santa aclarando que todas
las semanas son santas, esta se escoge para recordar y conmemorar la
pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo y su resurrección es
importante, tomar en cuenta algunas cosas, cuando me pregunta que
cómo lo celebramos, lo hacemos de manera normal, realizamos obras de
teatro para representar o escenificar algunos hechos de lo que pasó,
significar algunos pasajes de la Biblia de ese acontecimiento, ya que
la gente, lo que menos piensa es recordar el sacrificio de Cristo,
sino para dónde voy, están muy lejos de tener un propósito bien
claro en cuanto a eso.
En
cuanto a nosotros como Iglesia Evangélica, cumplimos nuestra
actividad, no usamos como lo hace la iglesia tradicional sus ramos,
su ceniza, pero predicamos la entrada triunfal de Cristo a Jerusalén,
respetando el modo como cada quien lo haga.
Predicamos
las siete palabras, y la resurrección de Jesucristo el verdadero
significado para los evangélicos es recodar y conmemorar la muerte
de Jesucristo, lo hacemos a diario, todos los días son santos, y
vivimos en un país religioso eminentemente católico y está en el
calendario, aprovechamos la coyuntura pero no celebramos la fecha en
que Cristo murió, no se conoce, Semana Santa puede ser en marzo,
abril, no hay fecha; lo importante es el contenido de lo que
conmemoramos, que es la muerte de Jesucristo, que resucitó y está
sentado a la diestra del Padre y un día vendrá por sus justos.
Pérdida
de fe
Debido
al hecho de que son días de asueto, muchas personas acostumbran en
estas fechas hacer turismo a las diferentes regiones del país. Los
más jóvenes acostumbran hacer sus "farras" o "rumbas".
Lastimosamente, este término surge del hecho de que con el paso del
tiempo la tradición religiosa de estas fechas se ha perdido,
convirtiéndose muchas veces en fiestas estrepitosas.
Su
significado Jorge
Villegas: celebramos los días santos en la iglesia escuchando la
palabra de Dios a través de la Biblia, conmemorando la muerte y
resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Y creemos que el
fundamento de la fe está en la resurrección del cordero, porque así
demostró que lo que él dice es cierto.
Yolimar
Infante: por ejemplo el día viernes acostumbramos a meditar
sobre las 7 palabras, que fueron los últimos dichos de Jesús antes
de morir en la Cruz y el domingo reflexionamos en torno a la
resurrección, en la Iglesia.
José
Mavares: lo que se llama Semana Santa ha perdido significado en
la búsqueda de Dios, la mayoría de las personas piensan es para
dónde van a viajar, si a la playa o a Mérida, lo que menos hacen es
buscar a Dios. Nosotros sólo oramos y ayunamos como agradecimiento a
Cristo que nos redimió.
Víctor
Araujo: en Semana Santa, a pesar de que todos los días y los
años son santos, adoramos a Dios por dar a su único Hijo, Jesús,
para perdón de los pecados y redención del hombre en la Tierra,
glorificamos la resurrección de Jesús como prueba irrefutable de su
existencia.
Cristina
Pineda: para los evangélicos es recodar, conmemorar la muerte de
Jesucristo, lo hacemos a diario, todos los días son santos, hay que
ir a la iglesia no importa la creencia, cuando esto se descuida vemos
lo de ahora, una sociedad sin valores, porque hemos hecho a Dios a un
lado.
Dilia
Pirela: siempre asisto a la Iglesia de acuerdo a la programación
de estos días, que sirven para recordar la muerte y resurrección de
Cristo Jesús, cuyo sacrificio fue inmenso para la redención del
hombre, debemos buscar a Dios y seguir sus principios para vivir y
tener una sociedad justa y santa.
¿Qué significado dan los cristianos evangélicos a la Semana Santa? ¿Consideran bíblicos los rituales de esta celebración?Ofrecemos
nuestra segunda entrega sobre las expresiones, vivencias e importancia
que dan a la Semana Santa algunas religiones o creencias.
Si bien este espacio no pretende crear
discordias entre creyentes y adeptos, exponemos los diferentes puntos
de vista a manera de conocimiento para nuestros lectores.
En La
Biblia, el libro sagrado para los cristianos (católicos, evangélicos,
etc), no se encuentran instrucciones acerca de guardar una “Semana
Santa.” Así lo manifiestan los cristianos evangélicos. Algunas de las
costumbres y procedimientos que se siguen durante la celebración parecen
están en pugna con las enseñanzas de la Biblia; por ejemplo, la
costumbre de abstenerse de comer carne durante la “Semana Santa” (Este
tema en particular lo expondremos en un artículo posterior).
Lo que
celebra en Semana Santa la Iglesia Evangélica es el centro de su fe, la
resurrección de Cristo, por lo que en cada acto se hace referencia a
este suceso, sin limitarlo a esta fecha. A diferencia de las formas y
ritos seguidos por el catolicismo durante la Semana Santa, las iglesias
evangélicas no tienen un programa único para celebrar este tiempo, dado
que para este grupo de creyentes todos los días del año son santos. Sin
embargo, durante la semana santa la mayoría de las congregaciones optan
por dedicar tiempo a la evangelización, la reflexión, los retiros
espirituales, vigilias, ayunos y bautismos.
Para los evangélicos la semana santa es una conmemoración de la entrega de Jesucristo para el perdón de nuestros pecados y lo más importante, su resurrección,
el suceso que soporta la fe cristiana y el que nos da esperanza para la
vida eterna. “Porque si Dios no lo hubiese resucitado de entre los
muertos vana sería nuestra fe y aun estaríamos en nuestros pecados”.
Pero gracias a Dios por enviar a su hijo para que podamos alcanzar esta
gran promesa, de ser llamados hijos suyos y coherederos de su reino.
En relación a las tradiciones, el apóstol Freddy Carmona,
tutor de la iglesia “Centro Cristiano para la Naciones (CCN), explica
su punto de vista: “La Cuaresma y la Semana Santa, son algo tradicional
creado por las religiones. La Biblia no establece tal festejo, es parte
de las costumbres y concepciones religiosas de los pueblos”.
Así mismo Miguel Alvarado,
pastor de la iglesia “Dios Con Nosotros” (DCN) nos da su versión:
“Bíblicamente no hay nada establecido con esta semana. Dios tiene que
ser en nuestras vidas un diario vivir, con tiempos para darle gracias
por la salud, por la familia, por la vida. Por tanto, todas las semanas
son santas. No podemos negar que existen acontecimientos bíblicos como
son el nacimiento de Cristo, crucifixión, muerte y resurrección, la
estancia de Jesús en el Monte Getsemaní, pero nadie puede hacerse dueño
de ellos. La iglesia tradicional se basa en ello para representarlos y
transportarlos a una fecha, pero es más fuerte la costumbre.
Las
costumbres seguidas por un determinado pueblo o religión pueden
considerarse buenas mientras a) no contradigan la palabra de Dios y b)
no se transformen en doctrinas o mandamientos de hombres. Cada pueblo,
cada cultura tiene las suyas, pero no se debe hacer doctrinas de dichas
tradiciones.
El Evangelio es un estilo de vida, tenemos una vida devocional, creemos
que la iglesia no son cuatro paredes, la Semana Santa se ha convertido
en una temporada para buscar a Dios, y a Dios se busca siempre. Semana
Santa debe servir para acercarse a Dios, no para juzgar y criticar, sino
para aceptar a Cristo como nuestro salvador, creer en el perdón de
Dios, y podamos estar en paz con Dios no sólo una semana sino todos los
años. “Lo que se celebra en Semana Santa para la Iglesia
Evangélica, es el centro de nuestra fe, la resurrección de Cristo, por
lo que en cada acto se hace referencia y no sólo en esta fecha sino
durante todos los días”, aclaró.
Esta
conmemoración, en lugar de convertirse en una rutina la Semana Santa ,
debería aprovecharse para recordar la obra redentora de Jesucristo a fin
de esforzarnos por llevar una vida recta ante Dios, llevando cada uno
de sus mandatos grabados en nuestros corazones. Si hacemos esto,
estaremos conmemorando realmente la pasión, muerte y resurrección de
Jesús, no sólo durante esta semana, sino toda la vida.
Por su parte el reverendo de la Comunidad Cristiana de Avance Mundial (Ccam), Iván Viloria
señala que “Tradicionalmente se celebra la muerte y resurrección de
nuestro Señor Jesucristo. La idea no es recordar esos hechos una vez al
año sino el significado que ellos tienen; en Semana Santa conmemoramos
la muerte de Jesús, quien entregó su vida por cada uno de nosotros para
que tengamos una vida mejor. La palabra de Dios dice que si Cristo no
hubiese resucitado, los que creemos en él seríamos unas personas de
lástima y conmiseración, así que Cristo resucita y esa es la celebración
que nosotros podemos tomar y tener presentes, eso evidencia que lo que
Cristo dijo es verdad.
Es
importante que la gente no sólo lo recuerde en Semana Santa, sino tener
presente que la muerte de Cristo es un hecho eterno, que tiene un efecto
poderoso sobre la vida de la gente y si cada persona, cada familia,
tomara en serio la obra redentora de Nuestro Señor Jesucristo en la Cruz
del Calvario, los beneficios serían extraordinarios. No es religión. A
pesar de que la gente lo relaciona como un hecho religioso, Cristo no
fue un hombre religioso, su nombre es Jesús que significa Salvador, es
la revelación de Dios al hombre, es la gracia de Dios manifestada, es el
amor de Dios expresado, dando a su hijo para que todo aquel que en él
cree tenga vida eterna, vida abundante, Jesús dijo yo vine para que la
gente tenga vida en abundancia; cuando hablamos de abundancia, hablamos
de larga vida y calidad de vida. Semana Santa es la muerte y
resurrección de Cristo, pagando un alto precio por nosotros para que
tengamos vida abundante, armonía, salud, una vida integral”.
Finalmente consultamos al pastor Enrique Castillo
de la Iglesia Rey de Gloria: “La Semana Santa forma parte de la pascua
judía que se celebraba en aquel tiempo, y luego en el siglo IV la
iglesia cristiana comenzó o inició la recordación de la muerte y
resurrección de Jesucristo, pero en el transcurso del tiempo se ha
convertido en religiosidad, en comercio y una serie de cosas que la
alejan de su real sentido. Las personas hoy día, lo que menos piensan es
recordar el sacrificio de Cristo. Podría decir que están muy lejos de
tener un propósito bien claro en cuanto a eso.
En cuanto
a nosotros como Iglesia Evangélica, cumplimos nuestra actividad,
realizamos obras de teatro para escenificar algunos hechos de lo que
pasó, profundizando en algunos pasajes de la Biblia sobre ese
acontecimiento. No usamos como lo hace la iglesia tradicional sus ramos,
su ceniza, pero predicamos la entrada triunfal de Cristo a Jerusalén,
respetando el modo como cada quien lo haga.
Predicamos
las siete palabras, y la resurrección de Jesucristo. El verdadero
significado para los evangélicos es recodar y conmemorar la muerte de
Jesucristo, lo hacemos a diario y aprovechamos la coyuntura pero no
celebramos la fecha en que Cristo murió, porque ésta no se conoce,
Semana Santa puede ser en marzo, abril, no hay fecha; lo importante es
el contenido de lo que conmemoramos, que es la muerte de Jesucristo, que
resucitó y está sentado a la diestra del Padre y un día vendrá por sus
justos.
En relación a los sacrificios y penitencias
que se ofrecen en esta época, los cristianos evangélicos recuerdan las
palabras pronunciadas por Cristo en la cruz, cuando estaba a punto de
entregar su espíritu al Padre y dice ‘¡Está cumplido!’ Con estas
palabras da testimonio que todas las cosas necesarias para la expiación
(esto es, remoción) de los pecados, y para la redención de la maldición
de la ley, ha sido total, suficiente y abundantemente hecho y pagado por
su obediencia y sufrimiento. Nada se puede agregar. La obra de Cristo
fue completa. Nada podemos añadir”.
No existe
nada que una persona pueda agregar al sacrificio de Cristo hecho “una
sola vez para siempre”. Él fue el Cordero santo y su sacrificio bastó
para redimirnos, sanarnos y liberarnos. Las buenas obras no pueden ganar
el favor de Dios. La salvación es gratuita y está disponible siempre
para quienes deciden aceptarla, a través de Jesucristo. Sus bendiciones
también lo son. Dios no nos pide nada a cambio para poder bendecirnos.
Conclusión:
En Semana Santa, a pesar de que todos los días y los años son santos,
se adoras a Dios por dar a su único Hijo, Jesús, para perdón de los
pecados y redención del hombre en la Tierra, se glorifica la
resurrección de Jesús como prueba irrefutable de su existencia. El día viernes se acostumbra a meditar sobre las 7 palabras, que fueron los últimos dichos de Jesús antes de morir en la Cruz y el domingo se reflexiona en torno a la resurrección.
Estos
días son propicios para dar a conocer a otros el mensaje de salvación,
perdón y libertad. Gracias a la muerte y resurrección de Jesucristo ya
no somos esclavos del pecado, tenemos acceso directo al Padre, a través
de la oración y el regalo de la vida eterna. La fe cristiana debe ser
ejemplificada con nuestra propia vida, en todo momento, “siendo luz en
medio de las tinieblas”, exhortándonos unos a otros, aprendiendo y
enseñando al mundo que se puede reedificar lo que una vez fue bueno, y
que por la maldad del corazón del hombre se desmoronó y se desvió de su
camino. El Poder y la Misericordia de Dios son infinitos. Para Él no
existen pecados grandes o pequeños. Su corazón está dispuesto a perdonar
cualquier falta cuando derramamos nuestro corazón ante Él en oración,
mostrando genuino arrepentimiento y el anhelo de ser mejores personas
cada día.
Con
obras teatrales, cantos y alegría, celebran los cristianos evangélicos
la Semana Santa. Un importante grupo de cristianos que no adoran
imágenes, pues creen que Jesús murió pero también resucitó y por eso
basan su fe en un "Dios Vivo".
El pastor Fernando Lay muestra la obra de La Pasión de Cristo, pero
traída al siglo XXI. Esta narra el Vía Crucis de Jesucristo pero con
personajes actuales, es decir, policías que detienen al salvador y un
pueblo que lo juzga. Según el pastor, la obra destaca la resurrección de
Jesús, un Cristo que renace y vive entre los hombres.
“Quizás a diferencia de la religiosidad más popular donde el tema
central es la crucifixión, vemos imágenes y representaciones de un
Cristo sangrante, moribundo en la cruz y rostros tristes, la Iglesia
Cristiana Evangélica en un espíritu quizá más real y más bíblico pondera
la resurrección de Jesucristo”, comenta Lay.
La Iglesia Evangélica no adora imágenes de Jesús en la cruz ni
realiza procesiones como la Iglesia Católica. Ellos transmiten la
historia del creador a través de obras teatrales y cantos de adoración.
Por ello, en esta ocasión un grupo conformado por más de 50
hermanos evangélicos ponen en escena la Pasión de Cristo. Wilson
Salguero, actor que representa a Jesús, invita a todos a celebrar la
Semana Santa con alegría y reflexión.
“Hemos querido traerle a este tiempo para que la gente se sienta
identificada, que vivan este momento, no solamente por Semana Santa, la
presencia de Jesús en sus vidas, en sus corazones”, señala Salguero,
quien además es director de escena de la obra.
Por otro lado, el pastor Lay recomienda que durante estos días se
busque tener un momento de reflexión en familia: “aún si estuvieran de
vacaciones, no dejen de tener un tiempo de familia en que haya
recogimiento, que haya reflexión, diálogo y la pregunta crucial: ¿quién
es Cristo para nosotros?”.
Al igual que el Templo Evangélico Iñaquito, la mayoría de iglesias
cristianas del Ecuador celebran con cultos de adoración a un Jesús que
dio su vida sin condición.