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sábado, 11 de junio de 2016

Estas señales seguirán á los que creyeren: En el Nombre de Jesucristo echarán fuera demonios; hablaran nuevas lenguas; Quitarán serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les dañará; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




Derrotando a satanás hoy y siempre
Las señales que seguirán a los que creen Hoy
La Unción del Espíritu Santo en el ministerio

La obra de Dios vive tiempos fructíferos en muchos países de América. Las personas están hambrientas de Dios, necesitan descubrir el verdadero camino. Por lo tanto, creo que es necesario estar preparados y para ello necesitamos la unción divina que respalde nuestros ministerios. Toda obra que no lleva la firma ungida de Dios es muerta.

La unción deben reconocerla aun los que no tienen a Cristo en sus vidas. Mientras caminamos, cuando trabajamos o realizamos diversas actividades, las personas que nos rodean deben reconocer algo diferente en nosotros; y aunque ellos no lo expresen con la misma palabra, esto se llama: unción. Si el mundo no ve en nosotros esa unción, no creerá que Dios nos envió. 

La mayor capacitación que un siervo puede tener es la del Espíritu Santo, sin su obra en nuestra vida sería imposible hacer la voluntad de Dios en esta tierra. Por eso es necesario que estemos investidos, que seamos llenos, renovados permanentemente en el poder y la gracia del Espíritu Santo.

Tal fue el caso de una joven mujer que ansiaba con desesperación encontrar a Dios, pero la misericordiosa mano del Señor la guió hacia alguien que sin conocerla le mostró el camino de su salvación. 

Ella misma relató el hermoso testimonio de esta manera:


«No me quite lo que me ha dado»
Mi vida tenía muchas complicaciones. Había tomado la decisión de suicidarme. Por lo tanto, llevaba en mi cartera una carta en la que expresaba mi determinación. 

Desconocía todo acerca de la campaña evangelística que precisamente ese día daría comienzo en la ciudad de Mar del Plata. No sabía nada del evangelista Annacondia, ni siquiera había oído hablar de él.

En ese tiempo trabajaba como jefa de personal de un importante hotel de esa ciudad. Por años llevé una vida de enfermedad y depresión a pesar de tener una familia bien constituida. No me faltaba nada, pero algo no andaba bien en mí.

Una tarde, mientras estaba parada en mi puesto de trabajo esperando que los empleados a mi cargo cambiaran de turno, decidí terminar con mi vida. Ese era el día que había elegido para suicidarme. Como mi trabajo estaba ubicado frente al mar, caminaría penetrando en las aguas sin mirar atrás y de esta manera le pondría fin a mis sufrimientos.

La entrada del hotel es muy hermosa con unas grandes puertas de vidrio y bronce. Desde allí se sienten los ruidos comunes del vestíbulo. A pesar de lo acostumbrada que estoy a ellos, esa tarde me llamó poderosamente la atención el sonido de la puerta que penetró en mis oídos muy profundamente. En ese instante, siento una mano muy fuerte que me toma de la espalda y me levanta, entonces comienzo a caminar bien erguida y me dirijo hacia una persona que estaba entrando por esa gran puerta. 

Me acerco, lo agarro fuertemente de su camisa y le digo:
—Señor, señor, ¿habrá alguien que me hable de Dios? Necesito que alguien me hable de Él.

Este hombre, con unos ojos muy limpios y una sonrisa muy tierna, me responde:
—Sí, yo te puedo hablar de Dios. Te puedo hablar de un Cristo que te ama y te salva, Él es Jesús de Nazaret.

Esas palabras jamás las voy a olvidar; en ese momento comencé a pedir perdón al Señor. Descubrí todos los pecados que había cometido en mi vida, incluso los que había hecho de niña. 

Al pedir perdón a Dios, entró una luz a mi interior y comencé a agradecerle. Luego miré al hombre que me había hablado y le dije:
—Dígame, ¿quién es usted?
—Yo soy un siervo de Dios, soy el evangelista Carlos Annacondia—me respondió.
—No lo conozco—repliqué—, pero no me quite lo que me ha dado.

A los quince minutos llegó mi esposo a buscarme a mi trabajo y no me reconoció. A partir de esa tarde mi vida cambió, nunca volví a ser la misma. Esa noche fui a la campaña de Annacondia y entregué mi vida a Dios frente a una gran multitud. Hoy puedo decir que fui la primera persona que entregó su vida al Señor a través del evangelista en esa primera e inolvidable campaña de Mar del Plata.

A los tres días de haber conocido a Dios, Él me habló con voz audible y me dijo que tendría una hija más. No fue fácil entenderlo y aceptarlo porque debido a una operación en la que me habían extraído algunos órganos reproductores, los médicos habían confirmado que nunca más podría tener hijos; en esos momentos tenía treinta y siete años y tres hijas. Hoy mi cuarta niña tiene once años y es el resultado de haberle creído a Dios.

No mucho tiempo después, Dios me llamó a su servicio. Hoy trabajo para la obra del Señor pastoreando junto a mi esposo un anexo de nuestra iglesia. Dios es nuestra fuerza y aliento.
María, ciudad de Mar del Plata, Argentina.
Sin la unción de Dios, ningún ministerio en la tierra puede ser eficaz. Si hay algo que nosotros necesitamos es lo que Jesús le encomendó a sus discípulos: «Quédense en Jerusalén hasta que descienda el Espíritu Santo y los llene con poder de lo alto» (Lucas 24:49, La Biblia al día). Ellos deberían primeramente ser llenos del poder de Dios para luego ser testigos en Jerusalén, también en Samaria y finalmente hasta lo último de la tierra. 

Cuando estamos investidos del poder, tenemos la capacidad de ser testigos y así es como comienza nuestra vida en el ministerio. Allí es donde veremos las señales que marcarán nuestro camino.

Cierto día llegó un hermano a mi iglesia para invitar a un predicador a realizar una campaña en una villa miseria por tres días. Dentro de la congregación se habían formado muchos predicadores, por lo tanto, cualquiera de ellos podría hacerlo. Sin embargo, el hermano insistió en que debía ser yo el que llevase la Palabra puesto que su esposa me había visto en visión predicando.

Para ese entonces Dios ya me había hablado diciéndome que si quería que Él me usara, solo debía creer. Allí me mostró abiertamente el verdadero significado de Marcos 16:17, Él me reveló que ese era el secreto de las señales: creer.

Entonces le dije a Dios que nunca me iba a proponer para predicar en una campaña, Él siempre enviaría personas que me invitaran, de esta manera me daría cuenta de que Dios estaba en ello. Así sucedió desde aquel momento hasta el día de hoy.

La campaña a la que me invitaron era en medio de una de las más peligrosas villas. La primera noche muchos pandilleros cayeron endemoniados al suelo, revolcándose y echando espumarajos, así fueron libres de todas las ataduras diabólicas. Al día siguiente estos muchachos eran los primeros en esperar el comienzo de la reunión.

La segunda noche de campaña, no sé si fueron aquellos pandilleros u otros, pero alguien cortó la electricidad del lugar. Igualmente junto con el resto de los hermanos comenzamos a alabar a Dios con todo nuestro corazón y el Espíritu Santo descendió de tal manera que los que estaban ubicados a mi derecha cayeron al suelo y la mitad de ellos comenzaron a revolcarse. 

Veía personas que entraban de la calle gritando, otros llorando, algunos se arrastraban, vi a otros golpearse la cabeza contra el púlpito dando gritos. Mientras tanto, todos continuamos alabando hasta que repararon el desperfecto eléctrico. Esa noche pude ver obrar al Espíritu Santo al darle convicción de pecados a tantas personas, además de sanidades y liberaciones.

El tercer día de campaña los espíritus inmundos continuaban saliendo. Algunas personas llevaban a los vecinos del lugar que se manifestaban en sus propias casas. Esa noche la reunión finalizó llena de prodigios y maravillas. Así fue mi primera campaña evangelística. La gloria de Dios estaba allí mostrando señales que respaldaban su Palabra.

Como le ocurrió a esta mujer, el mundo está esperando que alguien enviado les predique, les hable de salvación, sanidad y liberación. En Romanos 10:11 la Biblia nos dice:
Todo aquel que en Él creyere, no será avergonzado. Porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!
¿Es usted, estimado amigo, o es su ministerio el encargado de este mandato? Si es así, nunca olvide los pasos que describiré a continuación.
Siete pasos para la unción
Hay siete requisitos que cumplir para tener éxito en el ministerio cristiano. Estos son los elementos básicos para alcanzar un ministerio ungido y con éxito. Sin ellos, nuestro servicio será intrascendente y sin frutos. Observemos lo siguiente:
Consagración
Con esto me refiero a la entrega total de una persona a Dios. Ninguno de nosotros puede desarrollar un ministerio eficaz si no rendimos toda nuestra vida a Él.

En la empresa comercial y familiar que dirijo, cuando necesitamos emplear a una persona para trabajar con nosotros, publicamos un aviso en las páginas del periódico. Como respuesta a tal solicitud, se presentan muchos a los que se les hacen los exámenes pertinentes al puesto que se encuentra vacante. De acuerdo a la capacidad de cada aspirante, elegimos a uno de ellos que a nuestro parecer es el indicado. Sin embargo, esto no se hace sin antes evaluar algunas referencias, como por ejemplo: la capacidad para el desempeño de la correspondiente función y la experiencia. Así se suele proceder cuando se necesita contratar a alguien para que cubra un puesto específico.

La iglesia, por lo general, cuando necesita un ministro, un siervo, un colaborador, busca un teólogo que conozca perfectamente las Escrituras, que tenga sabiduría, capacidad, experiencia, etc. 

Pero, ¿qué busca Dios de un siervo? Él solo quiere una vida íntegramente rendida. Dios no busca un teólogo, ni un sabio, ni un dogmático, sino una persona del todo consagrada a Él. Dios no solo busca capacidad o sabiduría, sino consagración y entrega a Él. Lograr esto no es fácil, requiere luchas y demanda de nosotros una total entrega y muchas otras cosas que nos cuestan ceder.

Recuerdo cuando Dios me llamó al ministerio. El primer año fue de verdadera lucha entre Él y yo. La razón de esta batalla era que solo le había rendido el noventa por ciento de mi vida. A pesar de que había recibido el bautismo del Espíritu Santo, de que iba a los hospitales, oraba por los enfermos y se sanaban, de que predicaba y se convertían, había algo en mí que no estaba íntegramente entregado al Señor.

Recuerdo que muchos habían profetizado sobre el ministerio que Dios me había dado. Me decían que Él me enviaría a otros países, que sería un evangelista internacional, que toda América oiría mi voz y muchas otras cosas más. Sin embargo, no sentía una libertad plena en mi vida para desarrollar este ministerio.

Un día, en sueños, el Señor me mostró una villa miseria y me pregunté: ¿Será que Dios quiere que vaya allí a predicar? A lo que respondí de inmediato: No … allí no voy. Otro día Dios me vuelve a mostrar otra villa miseria. Y volví a decir: A ese lugar no voy. ¿Cómo voy a ir yo a una villa miseria? Esa era la lucha. Creía que les predicaría a magnates o artistas, pero Dios quería que predicara a los pobres.

Me sentía tan mal al darme cuenta de lo que Dios me mostraba y de mi negativa, que un día le dije a María, mi esposa: «¿Si regalo todo lo que tengo y nos vamos al norte argentino a predicar el evangelio, sin nada, con lo que tenemos puesto, tú me seguirías?» Y ella respondió: «Si sientes que es de Dios, te seguiré. Donde tú vayas, iré». Pensaba que Dios quería esto. 

Hasta que finalmente comprendí que la voluntad de Él era que predicara de Cristo en esos lugares, a esa gente. Así entendí que ya no me interesaba lo que tenía, había perdido ese amor enfermizo por la empresa comercial que, hasta ese momento, había sido mi vida. Cuando quité mi «yo» y cambié las prioridades de mi corazón, Él me envió a evangelizar a los pobres.

Predicamos en los lugares más marginados de la ciudad, bajo la lluvia, en medio del lodo. Así comenzó el ministerio. Allí realicé campañas entre ladrones, pervertidos, en medio del pecado. En ese lugar estábamos nosotros. En el auto, mi esposa y yo teníamos un par de botas para los días lluviosos en que debíamos caminar por esas calles llenas de barro. Pero, ¡con cuánta alegría predicábamos!

Dios necesitó de mí una entrega total. Ese es el primer paso. Si no hay una entrega total en nuestra vida, Él no nos puede usar. No hablo solamente de estar convertido ni de haber recibido el bautismo del Espíritu Santo, sino que Dios quiere una vida íntegramente consagrada a Él. Alguien que le diga: «Señor, donde me envíes iré».
Visión
El segundo punto es la visión. ¿Cuál es la visión ministerial que Dios le ha dado?
Dentro de la Iglesia de Cristo hay cinco ministerios importantes: apóstol, profeta, evangelista, pastor y maestro. Creo que no todas las personas llamadas al ministerio deben ser pastores, ni que todas deban ser evangelistas porque si no estaríamos construyendo un cuerpo deformado. 

Si Dios aún no le ha dado una visión ministerial para su vida, ¡pídasela! Usted necesita saber cuál es el llamado que Él le ha dado para luego poner sus ojos en ese objetivo. Debe tener una visión clara y exacta del ministerio que va a desarrollar. De no ser así, será difícil alcanzarlo. 

Hay un llamado específico para cada uno de nosotros que debemos cumplir. Cuando tenemos ese llamado, Dios nos da la visión, la forma y la capacitación del Espíritu Santo para poderlo llevar adelante.

¿Sabe cuál es el grave problema en la Iglesia de hoy? El triunfalismo. ¡Cuidado! Esa es una enfermedad que corroe los ministerios. ¿Por qué lo digo? Muy simple, resulta que si un pastor tiene tres mil almas en su iglesia, una cantidad menor de personas le resultaría un fracaso. Entonces para alcanzar ese número de asistentes no importará lo que se deba hacer, ya sea comprar un gran auditorio, dos horas de radio, pedir dinero prestado, etc., Todo esto con el simple propósito de tener una iglesia de tres mil personas. Eso es triunfalismo.

En realidad, no todos los llamados de Dios son iguales. Por lo tanto, si usted se equivoca en la visión, fracasa en el ministerio. Lo importante es que sepamos cuál es la voluntad de Dios para nuestras vidas. Dios llama al hombre y a la mujer para un ministerio, pero usted debe saber que hay pastores para mil, para diez mil y hay pastores para cincuenta o cien almas.
         
Hubo un ministerio en la tierra que creo fue el más hermoso que haya existido. En él todos los enfermos que llegaban se sanaban. El predicador que lo lideraba salía fuera de la ciudad a predicar y la ciudad entera iba tras Él. Y no eran solo los habitantes de una población, sino que llegaban de otros lugares a verlo. A miles les predicó y miles sanaron, a ciudades enteras conmovió, a endemoniados liberó, hasta muertos resucitó. Pero cuando terminó su ministerio público aquí en la tierra, ¿cuántas almas tenía? Apenas ciento veinte. ¿Y a usted le parece que este ministerio fracasó?

Si lo miramos con la óptica actual, tendríamos que decir que Jesús fracasó. Ciento veinte almas estaban en el aposento alto esperando la promesa de Dios. Más de quinientos lo vieron resucitado, pero solo ciento veinte fieles estaban allí. Sin embargo, ellos fueron los que llenaron el mundo de Cristo y hoy nosotros recibimos este evangelio de aquellos ciento veinte.

 Así que estemos conscientes de que quizás Dios nos llame a tener una iglesia de mil, de quinientos, de cincuenta o de veinte. ¿Qué importa la cantidad? Lo importante es cumplir el propósito y el plan de Dios para nuestras vidas.

Cuidémonos del triunfalismo, de tratar de obtener el éxito de cualquier modo. Debemos esperar de Dios lo máximo, pero por sobre todas las cosas, hacer su voluntad. Por eso hay muchos ministerios que fracasan. Por eso hay ministros, que teniendo iglesias de doscientos y de trescientos miembros, se encuentran tristes y amargados porque no se conforman. Pero si esa es la voluntad de Dios, acéptela y no se preocupe por las cantidades.

Dios quiere salvos, pero en su medida y a su modo. No todos van a predicar en las principales ciudades del mundo. Quizás Dios lo envíe a un pueblecito, a esos lugares tan difíciles donde a veces cuesta que la gente entienda el evangelio, pero para Dios esas almas también tienen mucho valor. Por eso nosotros estamos en un ejército, y allí no es valiente solo el que se encuentra en un puesto de batalla, sino aquel que administra, el que prepara los alimentos, los que se preocupan por la atención de los que están en la lucha. Todos los ministerios son importantes. El suyo también lo es.
Conocimiento
Tener conocimiento es fundamental, pero debemos usarlo para servir al Señor y no para demostrarle al mundo nuestro nivel intelectual. La capacitación es esencial para responder adecuadamente a los que preguntan sobre un determinado tema. Los que ministramos somos hombres y mujeres que debemos saber responder puesto que conocemos bien la Biblia, la Palabra de Dios. Si no la conocemos, vamos a estar en desventaja frente al diablo porque él sí la conoce.

Dios también nos capacita para que ministremos el amor y la gracia de Cristo a través de nuestras vidas. Si nos llenamos solo de conocimiento y no tenemos amor por las almas perdidas, no alcanzaremos el objetivo. Por lo tanto, todo tiene que ir ordenado, balanceado, en el ministerio eficaz. Trazando, como todo obrero aprobado, la palabra de verdad y no modificando las Escrituras.
Fe
La fe sin obras es muerta. Podemos tener fe, pero si no la ponemos en práctica, de nada nos sirve. Si cumplimos todos los pasos hasta aquí citados pero no tenemos fe, la unción no resultará. Son necesarios cada uno de estos ingredientes para alcanzar la unción.

El Señor nos dice claramente: «Y estas señales seguirán a los que creen» y menciona diferentes manifestaciones de poder, como por ejemplo: 
  • sanar enfermos, 
  • echar fuera demonios y otras cosas más. 
¿Usted cree que esas señales le seguirán? ¿Para quiénes son estas señales? Sin duda son para todos nosotros sin excepciones. El Señor nos dice hoy: «Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura» y avalará este envío con señales que se accionarán únicamente a través de la fe. (Véase Marcos 16:14–19.)

Cuando usted se para detrás de un púlpito, pone en obra la Palabra por la fe a fin de confirmarla. Todo lo demás corre por cuenta de Dios. Quizás me pregunte qué hago yo. Simplemente predico el evangelio como dice la Biblia en el Evangelio de Marcos: hablo la Palabra. Después que las personas aceptan a Jesús y se acercan a la plataforma como demostración de su paso de fe, echo fuera los demonios en el nombre de Cristo y estos salen. Oro por los enfermos y estos sanan. También en cada reunión oro por el bautismo del Espíritu Santo. Es fundamental cumplir con estas cuatro facetas. No deje de hacerlo, ya que cada una de ellas es necesaria: salvación, liberación, sanidad y bautismo del Espíritu Santo.

Entonces, ¿qué ocurre cuando oramos con fe? Lo sobrenatural comienza a suceder, el mover de Dios se activa con la única llave que puede darle movimiento y esa es la fe. Nosotros debemos creer que lo pedido se cumplirá porque Dios no falla.

Hace un tiempo me llamó un pastor para que fuera a predicar a su iglesia y le respondí: «Sí, iré. Dios me dio algo nuevo y quiero darlo a conocer». Ese día el culto fue una revolución. Pusimos en fila a todos los que querían el bautismo del Espíritu Santo y empecé a orar. A todo el que le imponía las manos comenzaba a hablar en lenguas. Creí que así sucedería y así ocurrió.

Eso es fe. Poner la Palabra en acción y con sencillez. Si creemos con candor en la Palabra, Dios revolucionará nuestra vida. En mi caso, predico el evangelio en la forma más sencilla posible para que todos lo entiendan sin importar el nivel cultural de los que escuchan.

Durante una reunión evangelística en Estados Unidos, Dios me dijo: «Predica una hora si es necesario. Las personas deben entender que son ellas las que necesitan de mí y no yo de ellas». 

Esto es una realidad, Dios le hace falta a los hombres, entonces nosotros tenemos que exponer sus necesidades diciéndoles: «Ustedes necesitan de Dios. ¿Piensan seguir con sus corazones destruidos, emborrachándose, adulterando, mintiendo o desean cambiar? Tengan en cuenta que vivir de espaldas a Dios solo trae dolor, tristeza y amargura».

Así de simple es el evangelio. Aprendamos las cosas sencillas y prediquemos a un Jesús sencillo para que todo el mundo pueda entender las verdades de Dios.
Acción
Para entender este paso deseo que tomemos el ejemplo de Nehemías. Él recibió Palabra de Dios diciendo que debía hacer algo. Y no se quedó sentado esperando que Dios lo hiciera, sino que se puso en acción y dijo: «Ayúdame cuando le presente al rey mi petición. Haz que su corazón sea propicio a mí» (1:11, La Biblia al día).

Muchos oran y oran, y cuando les decimos: «Hermano, ganemos aquel barrio para Cristo», responden: «Estamos orando». Al año siguiente le repetimos: «Hermano, hay que ganar el barrio para Cristo, hay muchos drogadictos». Y ellos vuelven a responder que siguen orando. 

En definitiva, se pasan la vida solamente orando. Debemos orar, pero una vez que Dios nos da la seguridad es momento de pararnos como Nehemías y decir: «¡Vamos! Reedifiquemos los muros de Jerusalén y quitemos de nosotros este oprobio» (Nehemías 2:17, La Biblia al día). Siempre estamos esperando que Dios lo haga todo, que Él sea el que venga a predicar. Oramos dos minutos y decimos: «Señor, salva el barrio», y ya está. Y de esta manera pretendemos que una persona se convierta.

En cierta oportunidad Dios me dio una visión en la que vi un gran oasis, palmeras, plantas exóticas, árboles frutales de todo tipo, arroyos de agua cristalina, flores, césped de color verde oscuro, pájaros y una multitud bebiendo refrescos, comiendo frutas, cantando, riendo, jugando. Y pensé, este lugar es «el paraíso». Mas cuando comencé a acercarme al vallado que lo circundaba vi al otro lado un gran desierto. No había árboles, agua, flores, no había sombra, el sol partía las piedras y vi la multitud agonizante mirando. Muchos tenían la piel agrietada, la lengua hinchada y se sostenían el uno con el otro. Sus manos tendidas hacia los que estábamos en el paraíso imploraban ayuda.

Esta visión de Dios me ayudó a reflexionar como parte de la Iglesia de Cristo. Nuestros templos están cansados de oírnos. Cada ladrillo puede ser un doctor en teología. Saquemos el púlpito a la calle, a las plazas, a los parques. Vayamos de puerta en puerta hablando de Cristo.

 Los lamentos de los que sufren golpean nuestros tímpanos. Despertemos, los noticieros de radio y televisión, los periódicos y semanarios cantan loas al destructor. ¡Prediquemos de Cristo!

Dios quiere hombres y mujeres de acción. Seamos sensatos y sabios. En la vida, si no entramos en acción, no movemos. Si no nos esforzamos, fracasamos. Si no hay acción, aunque tengamos mucha sabiduría, no vamos a ganar las almas para Cristo. 

Aunque nos instalen una iglesia completa con todo lo necesario; ¡olvídese! A todo proyecto hay que agregarle acción y eso se demuestra saliendo a servir al Señor. Si es haragán, renuncie al ministerio o dígale al Señor que le saque la pereza. 

Ningún perezoso va a tener éxito en la obra del Señor porque Él necesita personas valientes y esforzadas. Eso fue lo que Dios le dijo a Josué: «Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes» (1:9).

¿Qué es esforzarse? Es sobrepasar los límites de nuestras fuerzas. Si por ejemplo nos gusta dormir mucho, el ministerio no resultará en nuestras vidas. En realidad, todo debe tener un límite y una medida. Tampoco es necesario llegar al extremo de tener tanta actividad que nos pasemos el día corriendo y dejemos de orar.
Oración y ayuno
Somos sacerdotes de Cristo. Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de tener el fuego encendido, mantener el fuego del altar en nuestra vida devocional a través de la oración constante. Así el fuego del Espíritu Santo no se apagará jamás.
Y el fuego encendido sobre el altar no se apagará, sino que el sacerdote pondrá en él leña cada mañana, y acomodará el holocausto sobre él, y quemará sobre él las grosuras de los sacrificios de paz.
Levítico 6:12
Es importante que sintamos amor por las almas perdidas; que doblemos nuestras rodillas para gemir, para clamar por el mundo que se pierde. Cuando aceptamos a Jesús, las llamas del altar llegan hasta el techo. Sin embargo, al pasar el tiempo el amor se va apagando y el altar también. 

Entonces, allí donde había fuego, solo quedan cenizas. Si dejamos apagar el fuego del altar, como le sucedía a los levitas, no servimos como sacerdotes, fracasamos en nuestra función. Si no mantenemos el altar a Dios encendido en nuestras vidas, nos enfriamos. De pronto comenzamos a perder el amor por las almas sin Cristo, por la obra y por los hermanos.

Pero aún estamos a tiempo de recuperar ese primer amor, como la iglesia de Éfeso. Perdió su primer amor y su altar se consumió. Había trabajado mucho, había andado mucho, había obrado mucho, pero algo andaba mal. Dios vio los esfuerzos de la iglesia de Efeso, su trabajo incansable, que resistía a los malos y a los que decían ser apóstoles y no lo eran. Sin embargo, le dijo: «Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete» (Apocalipsis 2:4, 5).

Podemos mantener el fuego del altar encendido con oración y con ayuno. Buscando a Dios con todo nuestro corazón e intercediendo. Así nos prepararemos para enfrentar los obstáculos, pues, como el Señor nos dice, no tenemos lucha contra carne ni sangre, sino contra principados, contra potestades y contra huestes espirituales de maldad. 

La Biblia es clara al mostrarnos que nuestra lucha no es contra los hombres, sino contra las potestades del aire. Es allí donde debemos tener victoria, orando permanentemente y diciendo: «Satanás suelta la ciudad. Diablo suelta las finanzas. Satanás, diablo inmundo, tú que traes el pecado sobre la Iglesia, suéltala en el Nombre de Jesucristo».

Satanás es real, pero muchas veces pareciera que lo pasamos por alto, creemos que de esta manera no nos va a hacer nada. El diablo anda como león rugiente, buscando a quien devorar y nosotros debemos librar esta batalla en oración, en el altar; y cada vez que lo reprendemos es como si le echáramos un balde de nafta al altar.

Es importante la consagración, la visión, el conocimiento, la fe, la acción, pero a la oración y al ayuno debemos cuidarlos celosamente. Este es un ingrediente que no puede faltar en su ministerio. Si fracasa en esto, lo demás no sirve. Cada tema debe cuidarse con celo. Cada cosa tiene su componente real para nuestra vida cristiana, pero es importante que le agreguemos una vida de oración e intercesión. Además, como líder de un ministerio, es importante que organice un grupo que esté orando constantemente a su alrededor e intercediendo por su vida.
Amor
A todo lo enunciado hasta aquí debemos abrazarlo con amor. Si no hay amor por las almas perdidas y por las ovejas propias, el ministerio cristiano es ineficaz y no va a tener en nuestra vida ningún resultado. Usted puede ser una persona de acción, de fe o de conocimiento, pero si no tiene amor, ¿de qué sirve? Todo lo que pueda construir lo termina destruyendo por falta de amor.

Diariamente elevo esta oración a Dios: «Señor, dame amor. Porque sé que si no tengo amor, nada soy». Si no amara en verdad al que sufre, me sería imposible continuar en el ministerio. Hay días en que tengo tres personas que me están hablando en un oído, tres en el otro y tres por detrás. Le puedo asegurar que a veces no es fácil, por eso necesitamos Una cuota de amor especial, pues muchas veces la paciencia se termina y si no tenemos amor no podemos continuar.

El amor, dice la Biblia, «no se envanece … no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta» (1 Corintios 13:4–5, 7). Ese es el amor que debemos tener. 

Si usted tiene una vida de altar y el fuego está encendido, pídale a Dios que lo llene de su amor y Él lo hará. Pero no se olvide, ore a Dios, interceda ante Él, no se conforme con orar cinco o diez minutos, eso no alcanza. Ore a Dios cuanto quiera: una hora, dos horas … pero trate de dedicarle tiempo al altar. De manera que todos los pasos que debemos transitar para lograr un ministerio triunfante estén inundados con el amor precioso de nuestro Señor Jesús.

Hace un tiempo llegó un hermano, que ha escrito muchos libros, enviado por un pastor alemán. Estaba investigando todo acerca de los avivamientos y sus fallas. Habló de Finney, de Moody, de Wesley y de otros. Quería saber el porqué los avivamientos se detienen.

Entonces le respondí, de acuerdo a mi entendimiento, con una ilustración. Si dos boxeadores pelean en un ring, uno ataca y el otro se defiende. Cuando el que atacaba deja de hacerlo, el que se defendía comienza a atacar. Lo mismo sucede con la Iglesia y su lucha con Satanás. Cuando estamos librando la lucha por las almas perdidas, lo que sostiene el ataque es el amor por esas vidas. Cuando la Iglesia deja la acción, el diablo la ataca y pasa a defenderse de él. ¡No pierda su lugar de victoria dentro de la lucha!

Quiero terminar esto con lo que Dios me dijo al respecto:
El amor por los perdidos produce avivamiento. Cuando se termina el amor, se termina el avivamiento. Aquel que tiene pasión por las almas vive en un permanente avivamiento.
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miércoles, 24 de junio de 2015

Confesaos pues los pecados unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados. La petición eficaz del justo puede mucho.

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
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Ingredientes de una oración eficaz

Dios responde con poder a nuestras oraciones
Título: Ingredientes de una oración eficaz
 
Base Bíblica: Santiago 5:16; Salmo 34:9, 10
 
Introducción:
 
La vida del cristiano debe estar avivada. No se puede ser creyente y a la vez vivir desconectados de Dios, que es la fuente de nuestro poder. La única forma de ser eficaces es dependiendo de Él enteramente. Él puede obrar poderosamente en aquellos que disponen su corazón para estar en la Presencia divina. El Señor es quien nos asegura la victoria siempre. ¿Cuánto tiempo pasa usted en la Presencia del Señor? Hoy es el día para que evalúe su vida y se disponga a mantener una vida de intimidad con Él.
 
I. Dios está atento a nuestras oraciones
 
1. Dios espera que elevemos oraciones delante de Su Presencia (Jeremías 33:39
a. Es necesario clamar
b. Es necesario creer
c. Es necesario disponer el corazón para perseverar en Dios
2. Dios escucha nuestras oraciones y responde con poder (Salmo 34:4; 6)
a. Vamos a Dios en procura de que transforme nuestras circunstancias
b. Vamos a Dios creyendo que tiene cuidado de nosotros
 
II. Dios responde a nuestras oraciones
 
1. La oración delante de Dios debe estar revestida de fe (Santiago 5:16 a)
2. Cuando tenemos fe, estamos dando por sentado que Dios obrará con poder en respuesta a nuestras oraciones (Marcos 11:24 y siguientes)
3. Nuestro amado Dios no deja en vergüenza a quienes se atreven a creer (Salmo 34:5)
4. Dios nos provee en las dimensiones física y espiritual (Salmo 34:9, 10)
 
III. Dios valora nuestro compromiso y perseverancia en la oración
 
1. Si tan solo tenemos fe, lo imposible se hará posible con la oración (Mateo 17:20)
2. El Señor advirtió sobre la necesidad de estar alerta, dispuestos para orar y evitar que haya pecado en nuestra vida (Lucas 18:8)
3. Al orar dejamos de lado todo asomo de duda (Mateo 20:21, 22)
4. Si apartamos el pecado de nuestra vida, Dios responderá con poder (Juan 9:31)
5. Si perseveramos en la oración, Dios responderá de una manera sobrenatural (Lucas 18:1)
 
Conclusión:
 
Cuando vamos al Señor en Oración, es necesario que tengamos conciencia de que no sólo es la voluntad de Él, sino que nuestro amado Padre celestial responde con poder a nuestro clamor. No podemos perder el horizonte, desconociendo que lo posible se hace posible, cuando oramos, creemos y si es necesario, perseveramos hasta alcanzar el milagro. Hay que tener en cuenta que hay factores que pueden poner tropiezo a la oración, de ahí la necesidad de perseverar en el clamor.

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viernes, 3 de mayo de 2013

Un Guerrero Espiritual: Pablo de Tarso - Todo empieza en El Camino

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 2.9MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
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Pablo de Tarso es, en efecto, el  hombre de las mil facetas: a la vez judío, griego y romano; fariseo y cristiano; contemplativo y hombre de acción; evangelizador y maestro; escritor audaz y teólogo profundo; incansable en el andar y encadenado a la inactividad de una cárcel; acompañado de muchos y finalmente desamparado de todos .

Pero ¿cuál será la razón última de su vida y la explicación de su existencia? Es sin duda alguna ¡CRISTO JESUS, EL SEÑOR!, que se le apareció en el camino de Damasco. Frases impactantes y lapidarias, esparcidas a lo largo de sus Epístolas, podrían ser como  definiciones de su vida. A los filipenses les confía el secreto: "Para mí el vivir es Cristo, y morir, una ganancia" (Flp 1,21). Y a los gálatas les revela esta confidencia: 
"La vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Gal 2,20). 

Pero el conocimiento de quién es Jesús, llevó a Pablo a cambiar radicalmente su concepto de Dios: El Dios-YHWH (de su religión judía quedó totalmente transformado en "el Padre de nuestro Señor Jesu-Cristo" y en "nuestro Padre"; cercano y generoso, a quien podemos llamar filialmente ¡Abbá!, al impulso del Espíritu Santo, que la testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios (Rom 8,15-16). Qué intimidad tan grande con Dios se percibe cuando el Apóstol escribe  a los filipenses: "Doy gracias a MI DIOS cada vez que me acuerdo de vosotros" (Flp 1,3).

Y ¿qué decir de la relación con el Espíritu Santo? Pablo no sólo comprendió que el Espíritu de Dios  era quien guiaba sus pasos, preparaba sus caminos y lo impulsaba hasta los  confines de la tierra, sino que intuyó
ser él mismo un portador del Espíritu; o mejor todavía, un "santuario" en el que habita el Espíritu de Dios: "¿No sabéis que sois santuario de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? O ¿no sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo que está en vosotros? O ¿no sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo, que está en vosotros y que no os pertenecéis?" (1Cor 3,16; 6,19).

Fueron pues, el amor ardiente a Cristo Jesús, la misericordia de nuestro Padre Dios y el fuego devorador del Espíritu, los que lanzaron a Pablo a su incansable carrera evangelizadora. Así lo expone a los corintios: "Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe. Y ¡ay de mí si no proclamara el Evangelio!... Ahora bien, ¿cuál es mi recompensa? Predicar el Evangelio gratuitamente, renunciando al derecho que me confiere el Evangelio" (1Cor 9,16-18). Esta convicción impulsó al Apóstol para correr por todo el mundo llevando de mil maneras la Buena Nueva de Jesús a todos los pueblos, "desde Jerusalén y en todas direcciones hasta el Ilírico", y probablemente después hasta las apartadas regiones de la península ibérica (Cf. Rom 15,19.24).

Además, el apóstol Pablo heredó de Jesús el ejemplo de una entrega absoluta y total de la propia vida, sin  cálculos ni restricciones, en aras del amor al prójimo. Por eso escribe a los cristianos de Corinto con acentos de suprema donación personal: "Por mi parte, muy gustosamente me gastaré y me desgastaré totalmente por vosotros. Amándoos más, ¿seré yo menos amado?" (2Cor 12,15).

Una de las notas más características  del Apóstol es la riqueza de sus intuiciones teológicas. En nuestra época actual,  la teología de la Iglesia se ha renovado  profundamente y han sido los textos paulinos los que  han proporcionado una luz esclarecedora sobre el tema. Baste recordar aquel pasaje central: "Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para  santificarla, purificándola mediante el baño del agua, en virtud de la Palabra, y presentársela resplandeciente a sí mismo, sin que tenga mancha ni arruga, ni cosa parecida, sino que sea santa e inmaculada" (Ef 5,25-27).

Querido lector:

Lo que has leído no son sino unas cuantas pautas que quieren introducirte y animarte a correr juntamente con Pablo en esta pista que se llama "el Secreto de Pablo". Toma el  libro en tus manos y léelo. Los doce capítulos que lo integran poseen un dinamismo tal, que te sentirás atraído a seguir muy de cerca las huellas del Apóstol de los gentiles en una doble dirección: primero para tener un  encuentro nuevo y gozoso con Jesús resucitado -tu camino personal de Damasco- y luego para arder en ideales de proclamar la Buena Nueva de Jesús por todas partes, al impulso del Espíritu Santo.

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martes, 26 de junio de 2012

Libro de cheques del banco de la fe


LA CHEQUERA DE SPURGEON
 

Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 6 MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Guerra Espiritual 
 Información 
Una promesa de Dios puede compararse a un cheque pagadero a la orden del portador. Esta promesa ha sido otorgada al creyente con el propósito de que reciba una gracia, no para que la lea superficialmente y después prescinda de ella. 

El cristiano ha de considerarla como algo real, del mismo modo que lo es un cheque para el comerciante. El cristiano debe tomarla en sus manos, poner al pie de ella su firma, aceptándola personalmente como verdadera. Por fe la acepta y se la apropia, declarando así que Dios es verdad y que también lo es por lo que atañe a esta su promesa. 

En consecuencia, se cree en posesión de la bendición que le ha sido prometida, y por anticipado entrega el recibo firmado en su nombre acreditando haber recibido dicha bendición. Hecho esto, presenta a Dios esta promesa, de la misma manera que se presenta un cheque al cajero del banco, y ora en la seguridad de que tendrá cabal cumplimiento. A fecha fija recibirá la gracia prometida. Si la fecha de pago no hubiese llegado todavía, espera pacientemente hasta que llegue; entre tanto, debe considerar la promesa como si fuera dinero, ya que cuenta con la certidumbre de que el Banco le pagará a su debido tiempo.

Personas hay que olvidan estampar su firma de fe en el cheque, de suerte que nada reciben; otros lo firman, pero no lo presentan, y tampoco reciben. La culpa no es de la promesa, sino de quienes no saben utilizarla de un modo práctico y sensato.
 Dios no ha empeñado su palabra para des-pués no cumplirla, ni alienta una esperanza para dejarla fallida.
He preparado este librito con el fin de ayudar a mis hermanos a creer en su fidelidad. La contemplación de estas promesas es un acicate que estimula la fe; cuanto más estudiemos y meditemos en las palabras de gracia, mayor y más abundante será la gracia que obtendremos de las palabras. A las afirmaciones alentado-ras de la Sagrada Escritura he añadido mi testimonio personal, fruto de la prueba y de la experiencia. Creo firmemente en to-das las promesas hechas por Dios; pero muchas de ellas las he experimentado por mí mismo, y reconozco que son verdaderas porque han tenido en mí perfecto cumplimiento. Estoy cierto de que esto servirá de aliento para los jóvenes y consolará a los más ancianos. La experiencia de uno puede ser de gran utilidad para los otros. Por eso, en otro tiempo escribió un siervo de Dios: «Busqué al Señor y me oyó». Y en otro lugar: «Este pobre clamó al Señor, y Él le oyó».
Comencé a escribir estas meditaciones co-tidianas en una época de mi vida en que me creía lanzado contra la escollera de la controversia. Desde entonces me vi sumer-gido «en las aguas que no se podían pasar sino a nado», y si no fuera por el brazo de Dios que me sostuvo, habrían sido para mí las aguas donde nadie puede nadar. Fui herido y quebrantado por muchos azotes: violentos dolores físicos, decaimiento de espíritu, y la pérdida del ser más querido de mi vida. Ola tras ola, pasaron sobre mí las aguas de la tribulación. No refiero estas cosas para atraerme la simpatía de los demás, sino para de-mostrar que no soy marino en la tierra. He atravesado estos océanos que no son precisamente océanos pacíficos. Conozco el rugido de las olas y la violencia de los vientos, y jamás han sido para mí tan preciosas las promesas de Dios como en la hora presente. Algunas de ellas no las he comprendido hasta ahora;no había llegado aún para mí la época de su madurez, porque no estaba yo maduro para comprender su significado.
¡La Biblia me parece ahora mucho más admirable que antes! Obedeciendo al Señor, y llevando su oprobio
fuera del campo, no he recibido nuevas promesas; sin embargo, para mí el resultado ha sido el mismo, porque estas promesas me han proporcionado riquísimos tesoros. Las palabras de Jehová dirigidas a su siervo Jeremías han sido muy gratas a mis oídos. Su misión fue hablar a quienes no querían oír, o que oyendo no querían creer. Decidido a permanecer en el camino del Señor, su mayor deseo hubiera sido apartar a su pueblo de la senda del error. Las palabras alentadoras que encontró en el libro de Dios impidieron que desfalleciera su ánimo cuando, aban-donado a sus propias fuerzas, habría sucumbido. Con estas palabras y con otras muchísimas promesas he procurado enrique-cer las páginas de mi libro.
¡Ojalá pudiera yo consolar a muchos servi-dores de mi maestro! He procurado escribir lo que siente mi propio corazón con el fin de fortalecer su corazón. En medio de sus pruebas quisiera decirles: hermanos, Dios es bueno y miseri-cordioso; no os abandonará, Él os sacará ilesos de todo. Para todas vuestras necesidades presentes tiene una promesa, y si sabéis usar de ella para presentarla ante el trono de la gracia por medio de Jesucristo, veréis cómo se extiende la mano del Señor para protegeros y ayudaros. Podrán fallar todas las demás cosas, empero la Palabra de Dios nunca fallará. Para mí ha sido tan fiel en innumerables circunstancias de mi vida, que yo no puedo por menos que exclamar: ¡Confiad en Él! El no hacerlo así sería una ingratitud para mi Dios y una falta de caridad para con nosotros


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sábado, 19 de mayo de 2012

¿Tu congregacion Viaja para orar?: La Oracion Misionera


biblias y miles de comentarios
 
Expediciones de oración
En 1991, suiza celebró su 700 aniversario como nación.
En 1990, una diaconisa suiza que tenía un fuerte ministerio de intercesión escuchó el llamado de Dios para dirigir una expedición de oración. ¡Ella habría de orar alrededor de las fronteras nacionales de Suiza!
Oración por las fronteras de Suiza
La diaconisa suiza reclutó 2 compañeros de oración para que se le unieran, formando un núcleo de 3. Así que comenzaron en Lausana y establecieron su curso para caminar la periferia de cada una de las 12 provincias suizas que señalan las fronteras de la nación. Ella sostuvo seminarios de intercesión en las ciudades capitales de cada una de las provincias, invitando a las personas de las iglesias locales a que se les unieran en la expedición. En algunos días, sólo el núcleo de 3 estaba andando, pero luego participaron hasta 50. El promedio fue de 8 personas al día.
La expedición tomó 11 semanas. Cada mañana el grupo se reunió a las 9:00 A.M. para sus devociones y la oración. Dependiendo del terreno, generalmente cubrían de 14 a 19 kilómetros al día. Caminaban callados durante la primera media hora, sintonizándose espiritualmente con las direcciones que Dios les daba para sus oraciones de ese día. A medida que seguían caminando, comentaban entre sí lo que sentían escuchar de parte de Dios. Entonces oraban en voz alta mientras caminaban durante las próximas 1 ó 2 horas. Dos de los temas de oración que surgieron con más frecuencia fueron: (1) orar para que Dios levantara una nueva generación de líderes cristianos en Suiza que no estuvieran encadenados por las tradiciones edificadas por más de 700 años; y (2) que los niños fueran utilizados poderosamente de alguna manera en el Reino de Dios en Suiza. Por supuesto, oraron por muchas otras cosas también.
Cómo concentrarse en regiones
Las marchas de alabanza se enfocan principalmente a las ciudades. Las caminatas en oración a los vecindarios. Las expediciones de oración (que también han sido llamadas «caminatas en oración» en el pasado),1 como la de Suiza, se enfocan principalmente en las regiones. El equipo de la diaconisa estaba orando fuera de las paredes de su iglesia, en esta ocasión por toda la nación.
¿Acaso no pudieron reunirse en un cómodo santuario de la iglesia y orar por su nación en lugar de subir y bajar esos Alpes? Por supuesto, y Dios continuará dirigiendo a muchos en Su pueblo para continuar haciendo justamente eso. Pero en estos días parece que Él también está llamando a algunos a involucrarse en una clase de oración más atrevida y pública. Una palabra de Dios que he mencionado con frecuencia es: «Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie» (Jos 1:3). Graham Kendrick y John Houghton dicen que el gran mérito de una expedición de oración «es la absoluta abundancia de oración que genera, y frecuentemente los asuntos nacionales e internacionales se aclaran de una manera que se desconoce en las caminatas más cortas».2
Las expediciones de oración, como las caminatas, no tienen a nadie que pueda considerarse como su fundador. El Espíritu Santo le ha estado hablando a muchos líderes cristianos en ministerios diversos y desconectados para que saquen sus oraciones al público en general. Como podría predecirse, el mismo grupo de innovadores en Londres que también influyó en las marchas de alabanza y en las caminatas en oración está tras los que fueron pioneros en las expediciones de oración.
La visión vino en parte cuando Dios les habló a ellos mediante Isaías 35:8: «Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad», y luego los redimidos del Señor vendrán a esta autopista «con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas» (Is 35:10). La primera expedición de oración se condujo simultáneamente desde John O’Groats, Escocia, a Londres, Inglaterra, reuniéndose con la otra de Land’s End en el sur de Inglaterra a Londres.3
Dios también les habló mediante referencias geográficas en Isaías 43:5, 6: «No temas, porque yo estoy contigo; del oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré. Diré al norte: Da acá; y al sur: No detengas; trae de lejos mis hijos, y mis hijas de los confines de la tierra».
El sendero de los indignos del mundo
Gwen Shaw, fundadora de las «Siervas del tiempo final» y miembro organizador de la Red de Guerra Espiritual, recientemente sintió que Dios la estaba enviando, juntamente con su esposo, Jim, a una expedición de oración que siguiera los senderos de los creyentes perseguidos «de los cuales el mundo no era digno» como el escritor de Hebreos podría describirlos (véase Heb 11:38). Su enfoque fue en su ancestral Europa, Dios la impresionó profundamente con las atrocidades perpetradas contra grupos como los cátaros, los hugonotes, los luteranos, los anabautistas, los menonitas, los hutteritas, los moravos y otros. Sintió que algunos de los pecados cometidos por cristianos contra estos grupos mantenían un efecto negativo en la atmósfera espiritual de la Europa actual.
En el verano de 1992, los Shaws pudieron visitar y orar sobre los lugares que los cátaros, los hugonotes y los moravos habían ocupado. Los cátaros del sur de Francia, que sostenían algunas doctrinas que la iglesia tradicional consideraba inaceptables, fueron totalmente eliminados en los 1200. Hasta 140 a la vez, independientemente de la edad, fueron quemados en enormes piras ardientes.
Gwen Shaw informa: «Visitamos casi todos esos sitios, y oramos, pidiéndole a Dios que eliminara la maldición del derramamiento de sangre inocente del sur de Francia, rogándole que extendiera su misericordia y enviara un colosal y misericordioso reavivamiento sobre los descendientes de los que habían realizado estas malvadas obras».4
Pasaron varias horas en oración en los cuarteles secretos del desierto en donde los perseguidos hugonotes habían escapado por sus vidas. Hicieron lo mismo en el antiguo refugio moravo en Alemania Oriental en el que éstos se retiraron después de haber sido echados de su tierra natal al sur de Checoslovaquia.
La hermana Gwen escribe: «Sí, seguimos el “sendero de lágrimas”, lágrimas que nuestros padres y madres de la fe señalaron para nosotros con su valor, dedicación y amor por Dios: persona “de los cuales el mundo no era digno”».5
De Londres a Berlín
La expedición más extensa y mejor organizada que conozco al momento de escribir fue organizada en 1992 por el equipo londinense de Roger Forster, Gerald Coates, Lynn Green y Graham Kendrick. Cubrió una ruta de 1200 millas desde Londres a Berlín con la participación de intercesores de 6 naciones. El equipo varió en tamaño, hasta 30 en diferentes puntos de la ruta. Diez de los del equipo original caminaron toda la ruta.6 A medida que pase el tiempo, creo que Dios motivará muchas expediciones de ese tipo, algunas indudablemente más sofisticadas, a medida que adquiramos experiencia.
Pero, al momento, la expedición de Londres a Berlín puede considerarse como un prototipo. Con esto no propondría que cada expedición de oración se realizara de la misma manera, pero los asuntos que surgieron y las lecciones aprendidas en aquella nos ayudarán mucho a entender el concepto.
¿Dónde se debe lanzar una expedición?
Las expediciones de oración son un tanto más avanzadas en su alcance y complejidad que las marchas de alabanza o las caminatas en oración. Los que las planifiquen deben tener alguna experiencia en la intercesión a alto nivel. Deben saber lo que es «orar en el Espíritu» como dice Efesios 6:18. Realizar o no una expedición, en dónde y cuándo hacerla son preguntas de tanta importancia que debe llegar un mandato claro de parte de Dios. Las expediciones de oración fácilmente podrían llegar a ser algo trivial o rutinario y podemos creer que Satanás le gustaría ver eso. Su dominio es seriamente amenazado por cristianos que se mueven en intercesión poderosa a través de una región.
Dios dio la visión para una expedición desde Londres a Berlín mientras los planes para la primera Marcha por Jesús del «Día europeo» se desarrollaban para el 23 de mayo de 1992. Aunque ese día habrían de sostenerse marchas en 40 ciudades europeas, parecía correcto preparar el camino para ellas con una expedición de 31 días a través de la región. Los organizadores de la Marcha por Jesús en Berlín estaban confrontando respuestas poco comunes al concepto de cristianos celebrando una Alemania unificada, particularmente si podían marchar y alabar a Dios bajo la Puerta de Brandeburgo, que había simbolizado la división.
Por lo tanto, Berlín, pareció la ciudad correcta hacia donde debía moverse la expedición. Londres fue la base de los organizadores, y ya habían oficinas adecuadas para proveer el apoyo logístico necesario. Ciertamente un vínculo espiritual entre las ciudades más prominentes del Reino Unido y Alemania también tendría un significado político Pan Europeo justamente cuando se estaba abriendo el Mercado Común Europeo.
Una vez anunciada esta expedición, los líderes de oración en otras partes de Europa sintieron que ellos también debían formar parte de la misma. Entonces se organizaron cuatro expediciones subordinadas, cada una tributaria al arroyo de Londres a Berlín:
     Un equipo habría de caminar a través de Irlanda desde Port Stewart a Dublín y unirse a la expedición en Dover, Inglaterra.
     Otro equipo habría de caminar desde París y unirse a la expedición en Calais, Francia.
     Otro caminaría desde Amsterdam y debía unirse a la expedición en Maastricht, Países Bajos.
     Otro equipo habría de caminar desde Tubinga y unirse a la expedición en Braunschweig, Alemania.
Cómo echar una red de oración
En agosto de 1992, Women’s Aglow Fellowship [Organización Aglow], sintió que Dios las estaba dirigiendo a «echar una red de oración» sobre los EE.UU. Jane Hansen, Bobbye Byerly, Doris Eaker y otras líderes retaron a las directivas regionales en cada estado para que participaran y así lo hicieron. Aunque hubo espacio para mucha creatividad particular, se hicieron dos sugerencias generales.
La primera fue que cada estado debía ser cubierto en oración: de este a oeste y de, norte a sur. Algunos caminaron, otros manejaron, otros volaron, otros pusieron las manos sobre sus mapas estatales y oraron.
Segundo, al final de tres días un equipo debía visitar cada edificio del capitolio estatal, orar en los escalones y «plantar la Palabra» enterrando literalmente en alguna parte de los terrenos del capitolio un papel que tuviera esta Escritura en él: «Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie» (Jos 1:3).
La iniciativa se lanzó a través de una vigilia de oración de 24 horas el 21 de agosto de 1992. Habrían de sostenerse reuniones especiales de oración el 24 y el 25 de agosto, entonces el 26 fue el día de la multifacética expedición de oración que cubría a toda la nación. Luego de realizarse, el reporte indicó: «Cada estado en los EE.UU. ha sido “reclamado” para los propósitos de Dios y se le declaró al enemigo que esta tierra pertenece a Dios: ¡El todavía es el regente!»
¿Para qué oran las expediciones de oración?
La expedición de oración de Londres a Berlín cubrió 28 segmentos en 31 días. La ruta se estableció de forma cuidadosa; un manual de la expedición presentó puntos clave de oración para cada día. El manual también fue distribuido a intercesores y equipos de oración que se quedaron en sus hogares, pero que accedieron a orar diariamente por los que estaban en la expedición.
Cada uno de los 28 segmentos del manual incluía:
     Una sugerencia de oración general para que el equipo apropiado para ese día en específico.
     Asuntos para alabanza y agradecimiento incluyendo Escrituras para orárselas a Dios.
     Un enfoque específico de oración para el día.
     Varios puntos clave de oración.
La cartografía de la expedición
Los puntos clave de oración del manual de la expedición no llegaron fácilmente. Surgieron mediante una cuidadosa cartografía espiritual. Ella es útil, pero no un prerrequisito para las marchas de alabanza y las caminatas en oración. Sin embargo, la efectividad de una expedición de oración frecuentemente se determinará por la capacidad de los cartógrafos espirituales que participan dirigiendo a los participantes.
Siguiendo la dirección del experto más prominente de ellos, George Otis, hijo, describimos la cartografía espiritual como un intento de ver a nuestra ciudad (o cualquier otra) como realmente es, y no como parece ser. Intentamos llegar detrás de lo visible y discernir lo invisible, tanto bueno como malo. La idea es predicada sobre el concepto bíblico de una jerarquía de principados y poderes que operan bajo el comando central de Satanás para prevenir que Dios sea glorificado en el mundo (Véanse Dn 10:13, 20; Mt 25:41; Ef 3:10; 6:12; Col 2:15; cf. Ap 9:11). En la medida en que los poderes, o espíritus territoriales, puedan identificarse o desenmascararse, se presume que nuestras oraciones por una ciudad, un vecindario o una región pueden enfocarse de manera más precisa. (Compárense Ef 6:12 y Ro 15:30; Col 4:12).
La cartografía espiritual procura primeramente descubrir el «don de redención» de Dios para la ciudad. John Dawson dice: « Determinar el don redentor de su ciudad es más importante aún que discernir la naturaleza de su principado maligno. Los principados gobiernan por medio de la perversión del don de una ciudad de la misma manera que un don individual es vuelto para el uso del enemigo mediante el pecado».7 Cuando una expedición de oración se acerca a una ciudad en particular, es importante preguntarse: «¿Por qué está esta ciudad aquí? Si el Reino de Dios fuera a llegar en su plenitud, ¿qué contribución singular se le pediría que hiciera?»
Este es el punto de partida positivo para la cartografía espiritual. Pero también es importante descubrir las fortalezas satánicas en la ciudad. Cindy Jacobs describe nueve distintas clases de fortalezas: las personales, las mentales, las ideológicas, las ocultistas, las sociales, las fortalezas entre la ciudad y la iglesia, los asientos de Satanás, las sectarias y las fortalezas de iniquidad.8 La influencia de Satanás en una ciudad puede debilitarse al derrumbar las fortalezas que le dan el derecho legal de perpetuar el mal en ella (cf 2 Co 2:10, 11; Ef 4:26, 27; Ap 2:9, 13), y mientras más sepamos acerca de las fortalezas mejor podemos dirigir nuestra intercesión contra ellas.
Los pecados corporativos de la ciudad, tanto pasados como presentes, que no han sido perdonados proveen apoyo incesante para algunas de las fortalezas del enemigo. He escrito de forma más extensa acerca de esto en otro libro en esta serie, Oración de guerra.9 En Cómo destruir las fortalezas en su ciudad, he provisto una lista de 60 preguntas (véase el cap. 9) que pueden ser útiles para llegar a las raíces de las cosas como verdaderamente son en una ciudad. Es necesario acercarse de tres maneras: la investigación histórica, la investigación física, y la investigación espiritual.
Cuando se junta con la ayuda de intercesores experimentados y los que tienen los dones espirituales de discernimiento de espíritus, la información reunida puede ser inmensamente útil para los que se están moviendo en una expedición de oración. La cartografía espiritual hace lo mismo para los intercesores que lo que hacen los rayos X para un médico.
Puntos clave de oración
La cartografía espiritual realizada para los «puntos clave de oración» en los 28 segmentos de la expedición de Londres a Berlín es muy impresionante. Sin embargo, al leerlos no pude dejar de pensar que quizás en menos de 2 años de aquí en adelante los consideraremos como buenos, pero bastante elementales. En una ocasión las máquinas de escribir fueron consideradas como algo avanzado, pero desde la llegada de los procesadores electrónicos de palabras ya no es así. Estoy confiado de que en el futuro la cartografía espiritual será mucho más sofisticada que cualquier cosa que conozcamos actualmente.
¿Qué quiero decir? He aquí algunos de los ejemplos concretos del Diario de oración de Londres a Berlín.
• El domingo 26 de abril, la expedición irá desde Dover, Inglaterra a Calais, Francia. Calais es el lugar de la famosa catedral de Notre Dame en donde sostendrán un concierto de oración esa noche con cristianos de Gran Bretaña y Francia. En Calais ellos han de dirigir sus oraciones hacia:
1.     La humillación: El símbolo de la ciudad es una estatua con seis residentes locales, con sogas alrededor del cuello y sus cabezas inclinadas. El 3 de agosto de 1342, Eduardo III, rey de Inglaterra, ordenó que seis de los hombres más prominentes del pueblo se rindieran y se fueran de la ciudad para ofrecerle las llaves de la ciudad. Fueron forzados a salir descalzos y con cabestros alrededor de sus cuellos.
2.     Poderes fuertes: Un dragón alado domina el tope del reloj de la alcaldía de la ciudad. ¡En la mayoría de los pueblos franceses hay un gallo, no un dragón!
• El viernes, 15 de mayo el grupo viaja desde Hanover hasta Braunschweig, Alemania. Por su trasfondo, Adolfo Hitler llegó a ser ciudadano alemán en la ciudad de Braunschweig. Bajo su dirección, la catedral principal fue tomada por la SS y utilizada para oficiales aspirantes de la SS. Hitler encontró tremendo apoyo de parte de las personas de Braunschweig, sin ninguna objeción significativa de parte de la Iglesia Estatal. Actualmente, Braunschweig tiene la menor asistencia a la iglesia de cualquier ciudad alemana. Oren:
1.     Contra las fuerzas de la masonería.
2.     Contra los espíritus de división que luchan contra cada paso tomado hacia la unidad entre los creyentes y sus respectivas comuniones.
3.     Contra espíritus de desconfianza que utiliza Satanás para extinguir el flujo del amor de Dios entre sus hijos.
Mosrsleben, Alemania: El único lugar en Alemania en donde, hasta hace poco, se podían tomar desperdicios nucleares. Hay una fortaleza de muerte. Es un lugar de reunión para muchos neonazis. Los pocos cristianos que hay allí son denominados como secta y están seriamente atacados por enfermedades.
• Erxleben, Alemania: Oren contra el desempleo en el área. Un 50% de la población está desempleada.
• Magdeburgo, Alemania: Oren contra el espíritu de muerte, que es muy fuerte. Niños y jóvenes mueren con frecuencia de forma antinatural. El autobahn [la super autopista] es la que tiene más accidentes en Alemania y allí han muerto muchas personas.
¿Quién va a las expediciones de oración?
Es obvio que no todo cristiano se sentirá llamado a invertir el tiempo, la energía y el dinero para participar en una expedición de oración. La necesidad de madurez, el compromiso y el llamado divino específico es mayor que en las marchas de alabanza y las caminatas en oración. Cada equipo de expedición de oración debe tener un número razonable de intercesores dotados y experimentados, además necesitan estar acostumbrados a participar en oración continua.
Sería tonto lanzarse a una expedición de oración sin suficiente acompañamiento de intercesión. Se debe requerir que cada miembro del equipo reclute intercesores que se queden en casa pero que prometan orar diariamente. El Diario de oración de Londres a Berlín está adecuadamente diseñado para ayudarlos a hacer esto de forma inteligente.
El Diario de oración enumera los nombres de 54 personas que se comprometieron a participar en toda o parte de la expedición de Londres a Berlín juntamente con otros ocho como personal de apoyo. Para involucrar más creyentes, en 21 de las 30 noches de la expedición organizaron de antemano un concierto de oración con los cristianos del pueblo al cual llegaban. En varios de los pueblos, los cristianos locales llegaron a entusiasmarse mucho y muchedumbres de hasta 400 les daban la bienvenida en la frontera de sus pueblos cuando llegaban caminando.
La expedición estadounidense «Echar una red de oración» de la Organización Aglow utilizó mayormente autos como medio de transporte. El reporte dice: «Desde el Monte Denali en Alaska hasta las costas de Nueva Jersey, las cintas amarillas atadas a los autos o a los brazos fueron un símbolo del amor de Cristo que rodeaba a las mujeres mientras cubrían sus áreas con “redes de oración”».
Tanto en Loisiana como en Florida, las mujeres manejaron por la costa todo el día y se detuvieron cada 11 kilómetros a orar. En California, equipos manejaron del este al oeste y del norte al sur, cruzando al estado en oración. Y dijeron: «Fue como atar una cinta a un paquete». Una dama en Virginia manejó 20 horas en 3 días. Otro grupo en Virginia alquiló un aeroplano y cubrió al estado desde la frontera con Carolina del Norte hasta el límite con Virginia Occidental con oración.
En Japón, Paul K. Ariga, coordinador nacional de la Red de Guerra Espiritual, organizó una expedición de oración en ferrocarril. Un ejecutivo cristiano los asistió al alquilar un tren que tenía 6 vagones de pasajeros, y 400 personas que habrían de orar se ofrecieron de voluntarios para viajar juntos a 6 ciudades en el área de Osaka, orando y alabando dentro del tren mientras viajaban, y fuera del tren a medida que se detenían en las ciudades. Ariga luego alquiló una barca de pasajeros para llevar 1.000 a una expedición de oración de un día alrededor del puerto de Osaka.
En 1992, David Bryant y Jeff Marks de Conciertos de Oración organizaron doce líderes de iglesias en Nueva Inglaterra para una expedición de oración que habría de cubrir 5 estados. Viajaron más de 1.200 kilómetros en dos vehículos familiares y un Toyota. En un período de 78 horas participaron en 4 conciertos de oración y nueve reuniones de oración para pastores y líderes. Nueva Inglaterra muy bien podría dirigir el camino hacia el reavivamiento para todo el resto de los EE.UU.
La razón para las expediciones de oración
La razón para las expediciones de oración puede declararse de forma sencilla: abrir espiritualmente una región para el Reino de Dios.
Cuando oramos: «Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra» (Mt 6:10), es correcto que esperemos que Dios se mueva. En este caso, Él mueve los corazones de su pueblo para usar la oración como la principal arma de guerra espiritual, allá afuera es donde obviamente se resiste al Reino de Dios.
Cuando oramos para que venga el Reino de Dios, ¿qué estamos pidiendo? Es probable que las respuestas específicas a esto varíen entre los grupos cristianos. Pero en donde se esté manifestando el Reino de Dios y en donde se esté haciendo su voluntad, podemos concordar en general que no habrá guerra, asesinatos ni derramamiento de sangre; ni pobreza, hambre o miseria; ni almas perdidas; ni codicia, injusticia o explotación; ni odio, prejuicio o discriminación; ni enfermedad, posesión demoníaca o abuso de sustancias controladas; ni habrá inmoralidad sexual, perversión ni pornografía.
Ministerios del Reino
Aunque personalmente deseo que llegue todo el Reino de Dios, mi llamado es a darle prioridad al evangelismo. Tengo amigos que también creen en él, pero se sienten llamados a ocuparse primordialmente con el asesinato de bebés por nacer. Otros participan en alimentar a los hambrientos, liberar a los endemoniados, reconciliar las razas o cualquiera otra cosa que ayude a esparcir la voluntad de Dios a través de la sociedad.
Cuando leí Seasons of Faith and Conscience [Temporadas de fe y conciencia] de Bill Wylie-Kellermann, encontré que él está más preocupado que otros por eliminar la guerra como medio para resolver las diferencias humanas. Jamás he estado inclinado al pacifismo, pero soy lo suficientemente bíblico como para percatarme de que una característica principal del Reino de Dios es la paz y no la violencia.
Menciono eso porque en su libro Wylie-Kellermann percibe a las expediciones de oración como un medio principal para traer paz y justicia. Por ejemplo, en Viernes Santo cada año, 300 cristianos hacen una expedición de oración a través de las calles de Detroit, Michigan, «deteniéndose a orar en lugares en donde el sufrimiento es manifiesto (vecindarios ignorados y destruidos, la cárcel del condado, el lugar de tiroteo con pistolas), en donde se sirve a las necesidades (un lugar donde se alimenta a los desahuciados, una clínica gratuita de salud, un albergue para personas que han tenido que escaparse de sus hogares) o en donde se toman decisiones (el edificio del condado o la ciudad, el edificio federal)».10 No dudo que los que estuvieron en la expedición de oración de Londres a Berlín o las mujeres de la Organización Aglow hubieran elegido blancos similares para sus oraciones.
En marzo de 1992, se sostuvo una expedición de oración en las Filipinas llamada «Marcha por la Vida 1992», trazando una ruta de 150 kilómetros de la infame Marcha de la Muerte de Batán con prisioneros estadounidenses y japoneses por los japoneses mismos durante la Segunda Guerra Mundial. De los 70.000 que fueron forzados a marchar, 10.000 perdieron sus vidas. Un pastor japonés propuso la expedición de oración, y como parte de ella los líderes japoneses se arrepintieron públicamente de los crueles pecados de los soldados nipones y pidieron perdón. Los estadounidenses pidieron perdón por el holocausto atómico de Hiroshima. Puntos especiales adicionales de oración incluyeron la terrible deuda forzada sobre las Filipinas por la Planta de Energía Nuclear en Batán construida por la Westinghouse bajo el corrupto gobierno de Marcos, por la destrucción causada por la erupción del Monte Pinatubo, y por la devastación económica en las áreas que estaban siendo abandonadas por las bases militares de los EE.UU.11
Como he dicho anteriormente, es fascinante ver cómo el Espíritu de Dios está hablándole al amplio Cuerpo de Cristo en estos días cuando comenzamos a percatarnos de que la verdadera batalla por la evangelización mundial y la justicia social es una batalla espiritual y que nuestra principal arma de guerra espiritual es la oración. Comenzamos a reconocer que el verdadero enemigo es el diablo y no el uno o el otro. Me sentí intrigado al ver que Walter Wink discute en un mismo párrafo de su excelente libro Engaging the Powers [Cómo confrontar los poderes], a Peter Wagner y a Bill Wylie-Kellermann y dice: «Aquí siento una convergencia de metas que podría resultar en el desconcertante vínculo de carismáticos, evangélicos conservadores, y liberales de acción social en un frente unido de enorme poder».12
¿Cómo podemos orar?
Las expediciones de oración se caracterizan por cuatro clases principales de oración:
1. Oraciones de arrepentimiento. Gwen Shaw se arrepintió de los pecados de sus antepasados al perseguir a compañeros creyentes. Los cristianos japoneses se arrepintieron de los pecados de sus fuerzas militares en la Marcha de la Muerte de Batán. La Escritura dice, «si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado» (2 Cr 7:14). La humildad y el arrepentimiento están entre los requisitos de Dios para su respuesta de «sanar la tierra».
2. Oraciones de intercesión. El Señor dijo: «Y busqué entre ellos hombre que hiciesen vallado y que se pusiesen en la brecha delante de mí, a favor de la tierra» (Ez 22:30). Los participantes en las expediciones de oración sienten la responsabilidad de pararse sobre la brecha por la tierra a través de la cual están viajando. Le ruegan a Dios, mediante la intercesión, que les revele las fortalezas del enemigo en cada lugar que visitan y que les muestre su estrategia para derribar las fortalezas como se les ordena hacer en 2 Corintios 10:4, 5.
3. Oraciones de proclamación. Anunciar en voz alta la gloria y la majestad de Dios es un privilegio y una responsabilidad de los que oran. «Oh Señor, ninguno hay como tú entre los dioses, ni obras que igualen tus obras. Todas las naciones que hiciste vendrán y adorarán delante de ti, Señor» (Sal 86:8, 9). Esto se hace con frecuencia mediante el canto y ocasionalmente gritando.
4. Oraciones de bendición. Los individuos necesitan sanidad. Las familias necesitan sanidad. Pueblos y ciudades necesitan sanidad. Los centros de poder político, económico, militar y religioso necesitan sanidad. Las almas perdidas necesitan salvarse. Una gran parte de las oraciones de una expedición de oración le imploran a Dios por la bendición sobre la tierra y el pueblo.
¿A dónde iremos a partir de este punto?
Si las expediciones de oración verdaderamente pueden ayudar a abrir regiones para la venida del Reino de Dios, las posibilidades para desarrollarlas son enormes.
Me conmoví profundamente cuando hablé hace poco con Lynn Green de YWAM, uno de los del grupo de Londres que está apoyando mucho a las expediciones de oración. Él tiene una carga poco común, como la tienen muchos hoy, y es ver a los musulmanes llegar a la bendición de Dios a través de Jesucristo. También creo que estamos al borde de ver una enorme cosecha espiritual entre los musulmanes. Pero si ha de haber un masivo momento de conversión, creo que sólo sucederá con alguna victoria espiritual cataclísmica en el mundo invisible.
Lynn Green dice: «Me pregunto cómo sería si algún día pudiéramos movilizar miles de cristianos que se comprometan a realizar expediciones de oración de forma simultánea a través de cada ruta de las cruzadas. Haríamos que comenzaran en cada ciudad y pueblo de donde surgieron ellas, siguiendo las rutas, convergiendo en Estambul y caminando a Jerusalén. Sólo habría un asunto en la agenda: un arrepentimiento sincero y público por los pecados cometidos por los cristianos contra los musulmanes y los judíos». Es más, un evento inicial se sostuvo en Jerusalén en 1993.
No faltarían pecados e iniquidades de qué arrepentirse si se hiciera una cartografía espiritual adecuada. Escuché acerca de una ciudad en Alemania, por ejemplo, en la cual los líderes cristianos financiaron su cruzada confiscando los bienes materiales de 500 familias judías. Se dice que Bernard de Clairvaux predicó: «¡Vamos a las armas! Permitan que la santa indignación los anime al combate, que permitan que el grito de Jeremías retumbe a través del cristianismo: ¡Maldito sea el que aparte su espada de la sangre!»13 Cuando leemos esas cosas ya no nos preguntamos por qué los líderes musulmanes llaman a los presidentes estadounidenses «El gran Satán». Y por qué declaran que el cristianismo es algo prohibido para sus ciudadanos.
La política internacional, las cumbres económicas y las Tormentas del Desierto no pueden hacer nada más que realizar ajustes cosméticos en el status quo porque la verdadera batalla por el mundo musulmán es en la arena invisible, de la cual las Naciones Unidas no saben nada. Pero Lynn Green y los líderes de oración como él saben mucho acerca de ella, y saben que sin arrepentimiento y el derramamiento de sangre no hay remisión de pecado. La sangre de Jesucristo ha sido derramada, y sólo un arrepentimiento dirigido por el Espíritu en el tiempo de Dios y a la escala del tamaño de Dios comenzará a abrir el camino para que éste sea aplicado como Dios lo desea.
Creo de forma personal que al tener la clase de expedición de oración que Lynn Green vislumbra, el mundo musulmán podría quebrantarse de forma permanente para que se derrame la bendición de Dios sobre ellos.
Preguntas de reflexión
1.      Medite en la caminata en oración por 30 días desde Londres a Berlín. ¿Qué tipo de personas se involucrarían en algo así? ¿Se entusiasmaría por formar parte de algo como eso?
2.      ¿Por qué cree que los miembros de la Organización Aglow enterrarían versículos bíblicos en los terrenos de los capitolios estatales? ¿Hay algún precedente bíblico para tales acciones proféticas de oración?
3.      La «cartografía espiritual» podría ser un término nuevo para usted. De ser así, nombre algunos de los beneficios que podría tener para enfocar la oración de manera más precisa. Para más información acerca de la cartografía espiritual, asegúrese de obtener el libro anterior de esta serie Guerrero en oración: La destrucción de fortalezas en su ciudad.
4.      En la mayoría de las expediciones de oración, se destacan las oraciones de arrepentimiento. Repase el capítulo y vea si puede nombrar cuatro o cinco ejemplos específicos. ¿Por qué es tan importante esto?
5.      Considere la propuesta de Lynn Green de expediciones de oración que se ocupen de las cruzadas. ¿Cuál es su opinión? ¿Hay otras iniquidades prominentes con las cuales se podría lidiar de la misma manera? ¿Qué de la esclavitud y el racismo?
Viajes de oración
Harold caballeros es pastor de la iglesia El Shaddai, en ciudad de Guatemala, de 4.000 miembros y es también uno de los líderes de más alto rango en la Red de Guerra Espiritual. Él ha sabido por algún tiempo lo que significa orar fuera de la iglesia y en la comunidad.
Guatemala en la encrucijada
En 1990 Guatemala estaba en una encrucijada política. La iglesia evangélica había crecido rápidamente hasta que un 30% de la población eran cristianos evangélicos, el mayor porcentaje en Latinoamérica. Cristianos a través de toda la nación estaban orando por la justicia y el derecho en su nación, y las elecciones nacionales que vendrían en el 1991.
Sucedió que uno de los candidatos presidenciales, Jorge Serrano Elías, era un miembro activo de la Iglesia El Shaddai. Naturalmente, sus hermanos y hermanas en Cristo oraron con él cuando entró en la carrera política. Había participado anteriormente en 1986, mientras era miembro de otra iglesia, y había perdido. El Shaddai es una iglesia que ha sido entrenada en la oración de dos direcciones, y a través de la oración Dios les ofreció un mensaje profético de que Serrano Elías habría de ser el presidente de Guatemala. Ellos oraron, tomando la palabra del Señor con seriedad, para que se realizara la voluntad de Dios y para que Serrano Elías ganara la elección.
Dios había estado dirigiendo a Harold Caballeros en la guerra espiritual a alto nivel. Uno o dos años antes habían comprado un terreno para su iglesia que tenía en la parte trasera un promontorio de tierra de 6 metros. Luego descubrieron que era una sección de una imagen de 22.5 kilómetros de un espíritu maya, Quetzacoatl, la serpiente alada. Había sido construida en tiempos precolombinos y su origen maya no fue reconocido por los arqueólogos hasta los sesenta. Harold comenzó a dirigir a la congregación de El Shaddai en una seria guerra espiritual contra los espíritus de la serpiente.
Guerra espiritual nacional
En 1990, Caballeros comenzó a sentir que Dios estaba llamando a su iglesia a entrar en una guerra nacional espiritual, antes de las elecciones, para aclarar el camino espiritualmente hasta donde fuera posible. Decidió organizar viajes de oración como el vehículo para ello.
La iglesia reclutó 66 de sus intercesores más dotados y experimentados para el viaje. Necesitaban 3 intercesores para cada uno de los 22 departamentos (estados) de Guatemala. Luego de que los intercesores se reunieran el uno con el otro para recibir entrenamiento y orar juntos, cada equipo fue a la ciudad capital del departamento, fue colocado en un hotel, para quedarse allí y orar tanto como fuera necesario hasta que sintieran un avance espiritual.
Se obtuvieron muchos resultados positivos de estos viajes simultáneos de oración. El gobernador de uno de los departamentos dijo: «Las oraciones de estas tres damas han cambiado literalmente la historia de mi departamento. Ahora la bendición de Dios está con nosotros». El gobernador también reconoció que la historia le pertenece a los intercesores, como diría Walter Wink.
Mientras los intercesores regresaban a la iglesia, algunos de ellos trajeron fascinantes reportes. Entre otras cosas, habían identificado tres seres humanos poderosos que estaban siendo utilizados por las fuerzas espirituales de las tinieblas como hombres fuertes. Dos de ellos eran candidatos presidenciales, y ambos tenían proyecciones más altas en las encuestas que Jorge Serrano Elías. En realidad, Serrano Elías estaba tan abajo en las encuestas en ese entonces que pocos estaban tomando su candidatura en serio. Muchas veces los medios noticiosos no le incluían en la lista de candidatos potenciales.
Los tres hombres fuertes
El primer candidato era un narcotraficante cuya candidatura tenía el apoyo de poderosos intereses creados. Los intercesores oraron para que su campaña no prosperara. Poco después del viaje de oración el candidato sostuvo una reunión con sus más cercanos auxiliadores, la mayoría de los cuales llevaban armas. Como precaución, se requirió que todos dejaran sus armas en una mesa en el cuarto mientras la reunión estaba en sesión. Pero una mujer que estaba arreglando las armas en la mesa accidentalmente dejó caer una que se disparó, y la bala hirió seriamente al candidato presidencial. Su familia tuvo que llevarlo a Houston, Texas, en donde tuvo que operarse para luego recuperar completamente su salud. ¡Pero mientras tanto tuvo que abandonar la carrera electoral!
El segundo candidato era el alcalde de la ciudad capital del departamento en el cual los intercesores estaban orando. Una semana después del viaje de oración de la iglesia, el alcalde fue arrestado por la policía por ser narcotraficante. Descubrieron grandes cantidades de drogas, enormes cantidades de efectivo en dólares estadounidenses y un almacén lleno de autos hurtados. Cuando se dio a conocer esto, los miembros de su partido se enojaron tanto que votaron por Serrano Elías, no tanto porque le favorecieran, sino porque querían derrotar a su antiguo candidato.
El tercer hombre fuerte identificado por los viajes de oración no era un narcotraficante, sino un líder que promovía la violencia. La Iglesia de El Shaddai también oró contra los espíritus de violencia que le controlaban.
El resultado fue que Jorge Serrano Elías fue elegido presidente mediante un 67%, hasta ahora el porcentaje más alto, de los votos en la primera elección, una de las pocas ocasiones en las cuales no hizo falta una elección adicional en una campaña con varios partidos.
Al momento de escribir el presidente, junto con el vice-presidente, que también es un creyente, ha estado reuniéndose dos veces al año para una reunión de oración de 9:00 A.M. a 2:00 P.M. con 1.800 a 2.000 de los pastores de Guatemala. Él dice que falta mucho para que la justicia y el derecho por los cuales están orando caracterice plenamente a la nación, pero todos sienten que se están tomando importantes pasos en esa dirección.
Los viajes de oración se concentran en las fortalezas
Las marchas de alabanza se concentran en las ciudades, las caminatas en oración en los vecindarios y las expediciones de oración en regiones, pero los viajes de oración se concentran primordialmente en las fortalezas.
Una fortaleza es un grupo de circunstancias en el contexto de la vida humana que proveen una base legal para los principados y las potestades sobre la cual establecer un centro de operaciones. Cindy Jacobs define una fortaleza como «un lugar fortificado que Satanás construye para glorificarse a sí mismo en contra el conocimiento y los planes de Dios».1
El apóstol Pablo dice: «porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, refutando argumentos, y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo» (2 Co 10:4, 5). Este pasaje sugiere cuatro clases de fortalezas:
1. Fortalezas sectarias. «Refutando argumentos» (v. 5). A un número bastante grande de cristianos les gusta argumentar. La naturaleza de los argumentos es probar que su posición es la correcta, y por supuesto una manera probada de intentar eso es probar que la persona con la cual uno está en desacuerdo está equivocada. Me sorprendo de la considerable cantidad de artículos así como libros que se están escribiendo, proponiendo que algunas de las cosas que digo acerca de la oración en esta serie Guerrero en oración están erradas. Un amigo mío, autor de gran parte de esos escritos, me dijo: «Creo que mi llamado es a ser polémico». Él no puede entender cómo puedo citar positivamente algunas de las cosas que una persona como, por ejemplo, Walter Wink pudiera decir sin llamar la atención a otros asuntos sobre los cuales estamos en desacuerdo y refutar su posición. Él quiere que me luzca haciendo que otros se vean mal.
La polémica raras veces persuade a otros de que deben cambiar de parecer y llegar a parecerse más a usted. Con más frecuencia hace que se endurezcan en su opinión y se ensanche la brecha. Ésta es precisamente la causa de mucha de la presente división en el Cuerpo de Cristo. Jamás debemos comprometer los principios bíblicos esenciales en cuanto a la persona y la obra de Jesucristo («un Señor, una fe» [Ef 4:2–5]). Pero hay mucho espacio para el desacuerdo y el respeto mutuo en doctrinas secundarias. Temo que gran parte de nuestra polémica cristiana constituye fortalezas para el enemigo.
2. Fortalezas ocultistas. «Toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios» (v. 5). El griego para «altivez» es hypsoma, del que The New International Dictionary of New Testament Theology [El nuevo diccionario internacional de teología neotestamentaria] dice: «probablemente refleja ideas astrológicas, y por lo tanto denota poderes cósmicos[…] poderes dirigidos contra Dios, buscando intervenir entre Dios y el hombre».2Cindy Jacobs dice: «Los espíritus territoriales sobre una ciudad o región reciben enorme poder mediante conjuros de ocultismo, maldiciones, rituales y fetiches usados por brujas, hechiceros y satanistas».3 Cuando Harold Caballeros descubrió la serpiente alada maya en el patio de su iglesia, comenzó a ver algunas fortalezas ocultistas, las que llegaron a ser debilitadas.
3. Fortalezas de la mente. «Llevando cautivo todo pensamiento» (v. 5). Muchos han criticado a Robert Schuller por enseñar «el pensamiento positivo» pero personalmente he hallado que intentar moldear mis pensamientos y planes en una luz positiva ha ayudado en gran manera a mi ministerio y a mi bienestar. Mi amigo Edgardo Silvoso ha dicho en varias ocasiones: «Una fortaleza es una manera de pensar impregnada con desesperanza que lleva al creyente a aceptar como inalterable algo que sabe es contrario a la voluntad de Dios». Tanto Schuller como Silvoso están describiendo la fe bíblica, sin la cual es imposible agradar a Dios (véase Heb 11:6).
La falta de fe es una fortaleza de la mente que utiliza Satanás. Jesús se enojó con ella lo suficiente como para exclamarle a sus discípulos en más de una ocasión, «¡Hombres de poca fe!»
4. Fortalezas personales. «Obediencia a Cristo, y estando prontos para castigar toda desobediencia» (2 Co 10:5, 6). Cualquier disminución de los patrones de obediencia o santidad en las vidas de los creyentes le provee un trampolín a Satanás. Si vamos a «resistir al diablo» como dice Santiago, también debemos «acercarnos a Dios» (Stg 4:7, 8). Esto significa, entre otras cosas, que debemos «limpiar nuestras manos» y «purificar nuestros corazones». Ya sean las acciones equivocadas o las motivaciones erradas o una combinación de las dos le pueden dar a Satanás fortalezas personales y un derecho legal para realizar su maligna labor.
Estas cuatro no agotan la lista de posibles fortalezas, pero sí ofrecen ejemplos concretos de algunas de las cosas que Dios desea que «derrumbemos». Una parte importante de los viajes de oración es hacer eso mismo, liberando así los ministerios de evangelismo y acción social que siguen.
Dos clases de viajes de oración
Hasta ahora la experiencia ha indicado que es útil distinguir entre dos clases de viajes de oración. «Viajes de oración intercesora» y «viajes de oración profética». Ambos son formas un tanto modernas de oración en la comunidad, pero los últimos son los más avanzados. Comparadas con otras clases de oración fuera de la iglesia, que podría percibirse como escuela primaria y secundaria, los viajes de oración intercesora son como la universidad y los viajes de oración profética son como el posgrado.
El diablo es muy celoso y se asegura de que las fortalezas que está utilizando actualmente se mantengan de forma segura. Los viajes de oración son una amenaza directa y abierta al bienestar del enemigo, y hará todo lo posible por oponerse a ellos. No digo esto para provocar temor porque «mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo» (1 Jn 4:4), pero lo digo para promover el adecuado grado de precaución. Unirse a las Marchas por Jesús y a la mayoría de las caminatas en oración es una cosa, pero confrontar al enemigo en viajes de oración es otra. Planificar un viaje de oración es una declaración de guerra contra Satanás.
Los viajes de oración intercesora
Para conducir un viaje de oración intercesora, una iglesia en particular o un ministerio recluta un equipo de oración de, digamos, 5 a 10 miembros, y los envía a otra ciudad o a algún otro punto estratégico con el propósito de orar en el lugar.
El ministerio de «Alcance Asiático» en Hong Kong envió recientemente un equipo de 4 intercesores a Da Nang, Vietnam, para un viaje de oración. Cuando desembarcaron de su viaje de 30 horas en tren, no tenían planes específicos. Pero sí tenían un propósito. «Habíamos venido a Danang con una meta específica en mente», dice Cao An Dien, uno de los intercesores. «Habíamos venido a orar».4 Ella dice que no sabía a donde los habría de dirigir el Señor en Vietnam una vez que salieran de Hong Kong, pero «a medida que oramos por las ciudades de Vietnam, sentimos tinieblas sobre Da Nang, como si hubiera algo significativo por lo cual se debía orar».5
Mientras comenzaron a explorar y buscar blancos de oración durante el primer día, se detuvieron para desayunar en un pequeño restaurante. El cocinero, un vietnamita chino llamado Trung, les contó que tenía 3 trabajos para poder ahorrar suficiente dinero para escaparse del país. No tuvieron la oportunidad de presentarle el evangelio, pero oraron por él frecuentemente mientras estuvieron en Da Nang. Oraron por la ciudad, oraron contra las fortalezas que pudieron discernir, oraron por los 67 grupos que no han sido alcanzados en Vietnam, oraron por los cristianos que son perseguidos allí y por los individuos que se habían encontrado diariamente.
Ocho meses después se emocionaron cuando uno de su equipo que estaba sirviendo en un campo vietnamita en Hong Kong ¡se encontró con Trung! Ella entonces le predicó el evangelio y le dejó un libro devocional, escrito en inglés y en chino. Seis meses después lo encontraron de nuevo. Esta vez estaba radiante. «Me he convertido en cristiano», indicó. «Mediante la lectura de este libro devocional he llegado a conocer a Jesús como mi Señor y Salvador».6
¿Y Da Nang? ¿Tuvo el viaje de oración algún efecto? Cao An Dien dice: «En los meses subsiguientes a nuestra visita, se reportó que la iglesia en Danang estaba descubriendo mayor libertad ya que el gobierno no estaba oprimiéndolos como antes. En esa ciudad se estaban salvando muchos». Entonces añade algo muy importante para que lo tengan en mente los guerreros de oración: «El Señor no sólo estaba respondiendo a nuestras oraciones sino también a las de muchos otros que estaban sosteniendo esta ciudad en oración».7
La oración a través de la Ventana
Durante el mes de octubre de 1993, se estará celebrando el evento más grande de oración internacional que pueda recordarse. Está patrocinado por el Movimiento 2000 A.D. del Curso de Oración Unida y se llama «Oración a través de la Ventana», además es coordinado por Dick Eastman de Cruzada a cada hogar y Jane Hansen de Women’s Aglow. Los cristianos a través del mundo serán retados a realizar un esfuerzo especial para orar por las personas que no han sido alcanzadas y las ciudades por evangelizar en la Ventana 10/40.
«Ventana 10/40»
Millones de intercesores se están alineando para orar a través del mes de octubre. Al momento de escribir se han establecido algunas metas atrevidas:
     Women’s As Aglow [Organización de mujeres Aglow] espera movilizar 500.000 mujeres para orar a lo largo del mes.
     William Kumuyi espera reclutar hasta 2 millones de africanos de más de 40 naciones.
     El comité coreano 2000 A.D. está bastante seguro de que tendrán 1 millón de coreanos orando de forma específica por la Ventana 10/40.
La idea de llenar estadios públicos ha sido sugerida por los japoneses. El representante del Curso de Oración Unida, Paul K. Ariga, está trabajando con el comité organizador de la Misión Koshien para el avivamiento de todo el Japón, que ha alquilado el famoso estadio de béisbol de Koshien por 3 noches. Ariga también está promoviendo 180.000 horas de oración intercesora hasta el comienzo de esta actividad. Debido a que esperan llenar el estadio de 60.000 asientos todas las noches, se ocuparán un total de 180.000 asientos. Para proveer una hora de oración para cada asiento, Ariga tiene a más de 7.000 creyentes japoneses comprometidos a orar, ayunar y enviar una tarjeta postal luego de haber completado 10 horas de oración. Los números son supervisados y puestos en computadoras.
Muchos líderes cristianos en otros países están planificando seguir la dirección de los japoneses, al menos por una noche, en algunos casos la noche de la fiesta de los inocentes, el 31 de octubre de 1993.
Doscientos cuarenta y ocho viajes de oración
Esta iniciativa no sólo desea orar por la Ventana 10/40, sino que también está planificando orar en ella a través de al menos 248 viajes de oración intercesora. El número 248 se deriva de la multiplicación de 62 naciones de la gran Ventana 10/40 designados para oración durante las 4 semanas de octubre. Los planes son de tener un equipo de oración en cada una de las 62 naciones (o en algunos casos tendrá que ser en la frontera) cada una de las 4 semanas del mes. Varios se reunirán con equipos partidarios de oración del lugar.
Sólo el Señor sabe si alguna o todas estas metas y otras que podrían surgir de forma subsiguiente se cumplirán total o parcialmente. De todas maneras, la visión de sincronizar los viajes de oración es un concepto avanzado digno de experimentación.
Los viajes de oración están siendo coordinados por Ted Haggard, pastor de la Iglesia Nueva Vida de Colorado Springs, Colorado, quien ha organizado un nuevo ministerio para esta faena llamado «Red de Información Cristiana». La tarea de Haggard es ver que cuatro equipos sean asignados a cada país, una semana cada uno. Se espera que los equipos de oración vendrán de muchas naciones del mundo, y dadas las restricciones de las visas en muchas de las naciones de la Ventana 10/40, Ted se asegurará de que los equipos de las naciones adecuadas sean asignados a los países con acceso limitado.
La cartografía espiritual será provista por la División de Cartografía Espiritual del Curso de Oración Unida bajo George Otis, hijo. Otis dice: «Debemos encontrar una manera de levantar el encanto del enemigo sobre los corazones y las mentes de los grupos de los residentes. Alcanzar esta tarea, que la Biblia define como atar al hombre fuerte (Mt 12:29), requiere una identificación precisa de nuestra competencia espiritual, así como la fe y el compromiso de perseverar en oración».8
El equipo de Otis está comprometido a investigar y distribuir lo que ellos llaman «coordenadas para el objetivo», que se ocupan de fortalezas espirituales específicas de todo tipo para cada una de las 62 naciones que han de recibir intercesores. Además, él ha trabajado con Dick Eastman para producir una guía genérica de oración para el mes, que señala formas generales para orar todos los días por las 62 naciones.
El entrenamiento para los viajes de oración
Se proveerá entrenamiento para la guerra inteligente de oración a nivel estratégico para los que se ofrezcan como voluntarios para los viajes de oración intercesora. Una conferencia videográfica destacando a Luis Bush, Peter Wagner, Dick Eastman, David Bryant, Cindy Jacobs, George Otis Jr., y Ted Haggard está disponible de parte de la Red de Información Cristiana. Otis está produciendo un manual de entrenamiento llamado Strongholds of the 10/40 Window [Fortalezas de la Ventana 10/40], (The Sentinel Group), que incluirá instrucciones acerca de cómo entender a las fortalezas, cómo identificarlas y cómo responder a ellas. Muchos también están utilizando mis libros, Oración de guerra: La destrucción de fortalezas en su ciudad y Conquistemos las puertas del enemigo de Cindy Jacobs.
El costo de enviar 248 equipos de 5 a 10 cada uno al sureste de Asia, el norte de África, India, los Himalayas, Japón y otros destinos en la Ventana 10/40 es cuantioso. Y esto provoca una interesante pregunta para los líderes ministeriales y eclesiásticos: ¿Cuán importante es la oración para el evangelismo efectivo? La mayoría de los líderes cristianos dirán: «La oración es número uno», pero como señalé en el capítulo 2, gran parte de esto resulta ser mera retórica. Nada demuestra el verdadero nivel de compromiso de las personas que su disposición a comprometer dinero.
Dependiendo de muchos factores, a una iglesia podría costarle entre $10.000 y $25.000 enviar un equipo de oración intercesora a la Ventana 10/40. Esto, estoy consciente, es suficiente para atolondrar a muchos pastores. Sin embargo, también creo que las 248 iglesias o ministerios de muchas naciones consideran la oración de guerra como algo lo suficientemente fuerte como para comprometer los fondos. Una iglesia en Guatemala ya se ha alistado y está creyendo en Dios para que los fondos estén allí cuando llegue el momento y que su equipo irá. Otro equipo de indios estadounidenses navajos se han comprometido al viaje de oración.
Los que se ofrezcan como voluntarios para un viaje de oración intercesora deben percatarse de que no van de vacaciones. No será una semana o 10 días de juegos y diversión. Será una auténtica aventura en misiones breves y transculturales. Una ventaja que tienen es que no tendrán que aprender el idioma porque pueden orar en su idioma natal. Pero en muchos casos la comida será mediocre; estarán plagados de enfermedades como diarrea y catarros; el viaje en avión sacará de curso sus sistemas; en algunos casos las acomodaciones serán muy sencillas, con pocas de las comodidades del hogar. Y como es una guerra espiritual abierta, que reta áreas de profundo y duradero atrincheramiento demoníaco, es inevitable que hayan bajas. No es una labor para los débiles de corazón, sino para los pocos llamados, fortalecidos y endurecidos por el poderoso Dios.
Los resultados pueden ser cambios radicales en el equilibrio de poder en los cielos y un derramamiento del Reino de Dios en tierras que anteriormente fueron esclavizadas por las tinieblas.
Viajes de oración profética
Imagino que el porcentaje de cristianos que participan en viajes proféticos de oración, comparado con los viajes de oración intercesora, sería como el de los atletas de escuela secundaria que llegan a competir en los Juegos Olímpicos.
Aunque el concepto de los viajes de oración profética es nuevo para muchos de nosotros, no lo es para el intercesor sueco Kjell Sjöberg. Kjell (que se pronuncia «Shell») es uno de esos atletas espirituales olímpicos, por así decirlo, que ha adquirido tanta experiencia como cualquiera en este agotador ministerio. En su libro, Winning the Prayer War [Cómo ganar la guerra de oración], dice que ellos han «confirmado que existen individuos con el don del espionaje profético. Ciertas personas que han experimentado la santidad de Dios y su inconmovible amor, mientras adoran ante Él, se les ha dado un instinto de caza para seguirle el rastro a las manipulaciones del enemigo. El mal es algo que podemos localizar y nombrar».9
Sjöberg cree que los viajes de oración deben utilizarse mucho más de lo que han sido en la preparación del camino para el evangelismo. Y dice: «Hace cien años, cuando se estaba movilizando a los misioneros para ir a China y otras tierras con el evangelio, a los que apoyaban en oración se les dijo que se quedaran en casa y apoyaran a los que iban a luchar al frente. Creo que podemos hacer algo mejor que eso hoy en día, y le dijo a los intercesores: “¡Vayan ustedes primero, y aclaren el camino para los evangelistas y para los que plantan nuevas iglesias!”»10
En su libro, Sjöberg, que dice que ha sido llamado a «llevar equipos de oración a lugares difíciles y duros, tierras cerradas, y personas que no han sido alcanzadas»,11 cuenta de viajes de oración profética a ciudades como París, Bruselas, Bonn, Varsovia y Atenas. Habla de fortalezas que ha encontrado tales como Mamón, la Prostituta, el Materialismo, la Falta de Padre, la Muerte, la Conspiración y muchas otras. Y entonces habla de las victorias espirituales.
Por ejemplo, cuenta de un viaje de oración a Budapest en donde identificaron al hombre fuerte sobre Hungría como un espíritu de esclavitud. Ellos oraron muy específicamente para reprender ese espíritu territorial de esclavitud. «La respuesta a nuestra oración vino», dice, «cuando, dos años después, se cortó el alambre de púas alrededor de las fronteras y se vendió como recuerdo, y los húngaros una vez más pudieron viajar libremente a otros países».12
En París sintieron la necesidad de combatir el espíritu de revolución, y vino de forma particular contra las demostraciones del Día de Mayo. «Desde que oramos allí», dice Sjöberg, «las celebraciones del Día de Mayo en los países que anteriormente eran socialistas y comunistas han perdido su poder de atraer multitudes».13
Los actos de oración profética
Los que siguen las actividades de los intercesores proféticos a veces se confunden por parte de su conducta. Algunas de las cosas que hacen parecen irracionales, o hasta bizarras. Es triste que algunos entusiastas inmaduros y tontos cometen actos estúpidos que no son del Espíritu Santo. Pero a los intercesores que verdaderamente están en contacto con Dios a veces se les pide que hagan cosas extrañas. Kell Sjöberg dice: «Las acciones de oración profética se hacen solamente por mandato del Señor, en el tiempo perfecto que Él determina, y de acuerdo a la estrategia que el Señor ha revelado al equipo».14
Por ejemplo, mi amigo Filiberto Lemus, que pastorea una iglesia rural al oeste de Guatemala, también es un reconocido intercesor. En una reunión reciente de la Red de Guerra Espiritual me contó cómo las cosas habían marchado mal en su iglesia debido a una severa oposición al evangelio de parte de las personas del pueblo. Mientras oraba acerca de esto, Dios le dio instrucciones un tanto extrañas. A las 4:00 de la mañana, cuando el pueblo todavía estaba dormido, los miembros de su iglesia habrían de reunirse en tres grupos alrededor del pueblo, y conducir marchas simultáneas con antorchas a través de las calles de la ciudad, terminando en la iglesia para orar. Desde la fecha de ese acto de oración profética, la asistencia en su iglesia ha aumentado en forma dramática.
Kell Sjöberg cuenta de un grupo de intercesores dirigidos a realizar un acto de oración profética en el desierto cerca de Bersheva, Israel. Llevaron dos palos. En uno escribieron: «Para Judá y los hijos de Israel», y en el otro: «Para José, la vara de Efraín». Ataron los palos con un hilo de plata y los unieron con un anillo de bodas. Esta no era una idea nueva. Dios los había dirigido a revalidar Ezequiel 37:16–22, orando fervientemente por la unidad entre los judíos radicales ortodoxos y los judíos seculares, y por la armonía entre los judíos mesiánicos y los otros judíos.15
Cuando recordamos parte de la conducta dirigida por Dios de los profetas del Antiguo Testamento, las cosas llegan a su perspectiva. Ezequiel tuvo que recostarse sobre su lado izquierdo por 390 días, y luego en su derecho por 40 días (véase Ez 4:4–6). Tuvo que cocer tortas de centeno utilizando excremento humano como combustible (véase Ez 4:12, 13). Jeremías tuvo que enterrar sus interiores y luego desenterrarlos (véase Jer 13:1–7). Oseas tuvo que casarse con una prostituta (véase Os 1:2). Y así por el estilo. Sus actos de oración profética deben haber parecido irracionales y bizarros en ese momento, pero sabemos por la Escritura que en realidad fueron instrucciones del Señor.
Viajes a los puntos cardinales
Loren Cunningham, líder de Juventud con una misión (Jucum) sintió hace poco que Dios estaba dirigiendo al grupo a una estrategia profética de oración, que implicaba viajes a los puntos cardinales del mundo. Fueron motivados a hacer esto luego de estudiar el significado de «los confines de la tierra» en la Palabra de Dios y la invitación del Salmo 2:8 en particular: «Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y como posesión tuya los confines de la tierra».
Roger McKnight, que ahora dirige la Coordinación internacional de eventos de oración de Juventud con una misión, fue designado para organizar equipos de oración para orar en los extremos norte, sur, este y oeste de seis continentes. Al elegir el término técnico geográfico y cartográfico «puntos cardinales», la iniciativa de oración fue denominada «Estrategia de oración en los puntos cardinales». A pesar de los pronosticables retos logísticos y reportes tales como, «Sentimos que el enemigo estaba luchando cada milla que cubrimos. Fue una lucha», 24 equipos de oración estaban en su lugar y en oración el 21 de septiembre de 1991.
La visión de Roger McKnight se ha expandido, ahora que se ha unido al Curso de Oración Unida 2000 A.D., y que tiene más apoyo de parte del Cuerpo de Cristo a través del mundo. Como parte del Día para Cambiar al Mundo el 25 de junio de 1994, él espera no sólo organizar viajes de oración profética en una «segunda ola» a los mismos 24 puntos cardinales continentales, sino también añadir los 4 puntos cardinales de tantas naciones individuales del mundo como pueda en el mismo día.
Esta clase de acción de oración parece tan poco común que algunos se preguntarán: «¿Qué bien podría algo como esto realizar?» La misma pregunta posiblemente se la estaban haciendo los que vieron a Jesús mezclar barro con saliva antes de ungir los ojos de un hombre ciego. Es la lógica del Reino de Dios.
Además, la mayoría de los dueños de propiedades inspeccionan las fronteras de su tierra o al menos hacen que sus agentes lo hagan, o sus herederos. Las inspecciones usualmente vienen cuando algo significativo está a punto de sucederle a la propiedad. A la luz de esto, si la salvación de Dios ha de alcanzar «los confines de la tierra» (Is 52:10), entonces un viaje de oración profética que afirme el dominio de Dios sobre «el mundo, y los que en él habitan» (Sal 24:1) podrían no ser ortodoxo pero ciertamente no es inválido. Podría ser parte de un plan compuesto por Dios mismo, ¡anunciando un día de cambio para el mundo! Si Dios hizo que Jeremías enterrara sus interiores, también podría tener equipos de oración en Cabo Blanco, Brasil, y Xaafun, Somalia y Cape Prince of Wales, Alaska, el 25 de junio de 1994.
La oración contra la guerra
Bill Wylie-Kellermann y un grupo de amistades sintió la dirección del Señor para un viaje profético de oración en 1983. En esta ocasión sintieron que Dios los estaba dirigiendo a orar contra la guerra nuclear y que su acto de oración profética debía llevarlos nada más y nada menos que a la base de la fuerza aérea Wurtsmith al norte de Michigan, en donde 16 B-52 cargados con bombas nucleares estaban listos para salir en cualquier momento. Oraron por meses antes de buscar la dirección de Dios, entonces hicieron su viaje el Sábado Santo de 1983 para estar en la base la mañana del Domingo de Resurrección.
Oraron el Domingo de Resurrección a las 2:00 a.m., entonces comenzaron a caminar a través de la oscuridad hacia la base de la fuerza aérea en una tormenta de nieve húmeda. Cuando llegaron a la verja, sintieron que debían realizar dos actos proféticos: encender una vela pascual y cortar la verja, y entrar pacíficamente a la base de la fuerza aérea.
Llegaron hasta la pista de aterrizaje, oraron en voz alta para «renunciar a Satanás y a todas sus obras», (véase Ro 13:12) y se dirigieron al área iluminada en donde se encontraban los bombarderos en alerta. Llegaron justamente cuando el sol estaba saliendo, esperaban ser detenidos. Los vehículos estaban patrullando constantemente, pero Wylie-Kellermann informa: «Aquí ocurrió un fenómeno sorprendente, algo que no es raro en este tipo de empresa. ¡Pasamos sin ser vistos!»16
Cuando llegaron al área de máxima seguridad, se arrodillaron y tomaron la Comunión, pidiéndole a Dios que previniera que en cualquier momento las bombas nucleares eliminaran seres humanos inocentes. Antes de terminar fueron rodeados por guardias armados que estaban sorprendidos y avergonzados; les permitieron terminar su servicio con cánticos evangélicos de la Resurrección. Esperaban ser arrestados, pero sólo los rebuscaron y los llevaron a la entrada principal.
¿Quién sabe qué nos depara el futuro? Pero sí sabemos que desde ese viaje profético de oración el peligro de un holocausto nuclear mundial ha disminuido cada vez más. Hasta ahora las armas nucleares no han sido utilizadas.
Palabras clave en Irak
Un fascinante viaje de oración profética fue dirigido a Irak por Kjell Sjöberg en 1990. Mi hija Becky lo reportó para G.I. News, la revista de los Generales de Intercesión; dejaré que ella relate la historia:
«En el verano de 1990, Kjell Sjöberg dirigió a 15 hombres en un viaje de 10 días de oración a Irak. Fue durante la semana que llegaron que el Presidente Saddam Hussein había convocado una cumbre árabe justamente antes de su invasión a Kuwait. Como resultado, se cerraron las fronteras para todos los grupos de turistas. Milagrosamente, el grupo de Kjell fue el único al cual se le permitió entrada al país.
»Debido a que habían hecho los arreglos para visitar varios lugares arqueológicos, su guía turístico iraquí los confundió con arqueólogos y los escoltó a cada lugar que habían designado para orar. Sintiendo que estaban siendo vigilados por la policía secreta, el grupo arregló palabras clave para utilizarlas durante sus oraciones. Israel se llamaba la “Tierra de Miguel”, Saddam Hussein era “Oye hombre”; los musulmanes se denominaban “músicos”; las organizaciones misioneras eran “compañías”; y los gritos de aleluya a Dios eran “Honolulu”.
»Kjell reportó que su guía, llamado Mohammed Ali, gritó “¡Honolulú!” ¡tanto como el grupo de intercesores!
»La historia ahora refleja que la coalición de la cumbre árabe se deshizo durante el tiempo que Kjell y su grupo de oración estaban en Irak. Saddam Hussein se quedó solo invadiendo a Kuwait lo cual lo llevó a su derrota en la guerra. El Señor ya tenía a sus guerreros detrás de las líneas del enemigo batallando en los lugares celestiales en lo que ha probado ser un momento estratégico de la historia.
»Kjell Sjöberg y sus hombres ciertamente no fueron los únicos a los cuales el Señor impresionó para que intercedieran esa semana por los eventos en el Medio Oriente, pero creemos que su fidelidad al mandato de Dios sí tuvo un impacto histórico».17
Así que me uno a Walter Wink y a muchos otros que dicen: La historia pertenece a los intercesores.
Preguntas de reflexión
1.      Discuta el significado de «fortaleza» y ofrezca ejemplos de las distintas clases de fortalezas de las cuales usted está consciente en su iglesia o en su comunidad.
2.      Enviar 248 equipos para orar en la «Ventana 10/40» por una semana cada uno será muy costoso. ¿Es ésta una buena causa para el dinero de los cristianos o se debe gastar en otras cosas?
3.      ¿Siente usted que el concepto del «espionaje profético» es válido? ¿Qué clase de persona cree usted sería llamada a esa tarea? ¿Conoce a alguien que podría ajustarse a la descripción?
4.      ¿Cómo se siente en cuanto al equipo que oró dentro de la base de la fuerza aérea Wurtsmith? ¿Qué de aquellos que oraron en los puntos cardinales de la tierra en 1991? ¿Acaso estas acciones son demasiado radicales para ser aprobadas por la mayoría de los cristianos?
5.      ¿Puede alcanzar algunas conclusiones acerca de lo que usted, sus amistades y su iglesia pueden hacer para implementar la oración en su comunidad así como la oración por su comunidad?

1 Caminata en oración fue anteriormente un término genérico que incluía lo que ahora distinguimos de forma más precisa como caminatas en oración, expediciones de oración y viajes de oración.
2 Graham Kendrick y John Houghton, Prayerwalking, Kingsway Publications, Eastbourne, Inglaterra, 1990, p. 37.
3 Graham Kendrick, Gerald Coates, Roger Forster y Lynn Green con Catherine Butcher, March for Jesus, Kingsway Publications, Eastbourne, Inglaterra, 1992, pp. 56–59.
4 Gwen Shaw, End-Time Handmaidens Newsletter [Cartas a las siervas del tiempo final], P.O. Box 447, Jasper, Arkansas 72641, octubre 1992, p. 1.
5 Ibid., p. 4.
6 Kendrick, et. al., March for Jesus, pp. 113, 114.
7 John Dawson, La reconquista de tu ciudad, Editorial Betania, Miami, Fl., 1991, p. 39.
8 Cindy Jacobs, «Cómo lidiar con las fortalezas», La destrucción de fortalezas en su ciudad, C. Peter Wagner, editor, Editorial Betania, Miami, FL, 1995 pp. 75–98.
9 C. Peter Wagner, Oración de guerra, Editorial Betania, Miami, FL, 1994 cap. 7: «La remisión del pecado de las naciones».
10 Bill Wylie Kellermann, Seasons of Faith and Conscience, Orbis Books, Maryknoll, Nueva York, 1991, p. 25.
11 Kathryn J. Johnson, «Marching for Life in the Philippines», The Christian Century, 3–10 de junio, 1992, pp. 573–574.
12 Walter Wink, Engaging the Powers, Fortress Press, Minneapolis, Minnesota, 1992, p. 314.
13 Citado en Marvin E. Tate, «War and Peacemaking in the Old Testament» [Guerra y pacificación en el Antiguo Testamento], Review and Expositor, otoño 1982, p. 589.
1 Cindy Jacobs, La destrucción de fortalezas en su ciudad, editor: C. Peter Wagner, Editorial Betania, Miami, FL, 1995, p. 83.
2 J. Blunck, «Height, Depth, Exalt», The New International Dictionary of New Testament Theology, Colin Brown, ed., Zondervan Publishing House, GrandRapids, Michigan, 1976, 2:200.
3 Jacobs, La destrucción de fortalezas en su ciudad p. 89.
4 Cao An Dien, «That God May Open a Door», Asian Report, mayo-junio, 1992, p. 17.
5 Ibid.
6 Ibid., p. 20.
7 Ibid.
8 George Otis, Jr., «Operation Second Chance» un documento circulado privadamente por The Sentinel Group, 1992, p. 2.
9 Kjell Sjöberg, Winning the Prayer War, New Wine Press, Chichester, England, 1991, p. 60.
10 Ibid.
11 Ibid.
12 Ibid., p. 76.
13 Ibid.
14 Kjell Sjöberg, «Cartografía espiritual para acciones de oración profética», La destrucción de fortalezas en su ciudad, C. Peter Wagner, Editorial Betania, Miami, FL, 1995, p. 108.
15 Tomado de la revista de Kjell y Lena Sjöberg, 21 de abril de 1992.
16 Bill Wylie-Kellerman, Seasons of Faith and Conscience, Orbis Books, Maryknoll, Nueva York, 1991, p. xxii.
17 Becky Wagner, «Profile of a General: Kjell Sjöberg», G.I. News, mayojunio de 1992, p. 4.
Wagner, C. P. (1995). Iglesias que oran : Cómo la oración puede revitalizar su congregación y derribar las paredes que la separan de su comunidad. Serie guerrero en oración (196). Nashville, TN EE.UU.


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