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martes, 26 de marzo de 2019

TU ENSEÑANZA, OH MAESTRO... ES PARA SIEMPRE

PARA RECORDAR ... El que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



 
PREPARARSE PARA EL SALVADOR  


Juan el Bautista señala el camino
TEXTO: Marcos 1:1–15
Propósito: A los niños se les requerirá su propia respuesta a la venida del Señor después de describir estos acontecimientos tempranos que encontramos al inicio del Evangelio según Marcos.


Introducción para los maestros

Anhelamos que cada uno de los niños que tenemos a nuestro cuidado se convenza de que ha de buscar al Señor, y esperamos que Él les llame mientras estén en nuestras clases. ¿Cómo podemos prepararles para que oigan? Juan el Bautista preparó al pueblo de Judea para la llegada de su Mesías. Podemos aprender mucho de él.

Tres errores que debemos evitar. 

  1.  El primer error que hemos de evitar es el de dar la impresión de que el arrepentimiento es “una buena obra”, o una forma de ganarnos la salvación. Juan el Bautista llamaba a la gente al arrepentimiento porque sabía que era la preparación adecuada para la visita del Salvador, el único que podía reformar el corazón mediante la obra del Espíritu Santo.
  2. El segundo error es el de hacer que la lección se vuelva demasiado solemne. El arrepentimiento es, por supuesto, solemne, pero aquí lo estamos enseñando en el contexto de “ganancias” gloriosas. El motivo de la petición de arrepentimiento de Juan fue la gran venida del Señor, tan larga y ansiosamente esperada. Dejar nuestros caminos pecaminosos no se puede comparar en modo alguno con el privilegio de conocer al Salvador y sus bendiciones. El mismísimo Señor da un ejemplo de ello con la parábola de la Perla de gran precio.
  3. El tercer error que hemos de evitar es aquel que el mismo Juan trata con minucia: concluir la lección con Juan y su misión en lugar de con el Señor y su obra (cf. Marcos 1:7)
Bosquejo de la lección

Prepararse para recibir visitas. 
Atrae la atención de los niños mediante la descripción de la forma en que se hacen los preparativos para recibir a las visitas especiales. A las clases de los mayores quizá les guste pensar en la preparación y revisión de la contabilidad antes de la llegada del auditor. Las clases de los pequeños habrán vivido la tarea de poner orden y de colocar exposiciones especiales en la escuela cuando preparan una fiesta para los padres. Recuerda a la clase que, cuando los líderes mundiales visitan otro país, es necesario hacer frenéticos preparativos —desfiles militares y banquetes de Estado— para impresionar al invitado.

Prepararse para una visita real. 
Luego haz que los niños se remonten atrás en el tiempo a un viaje de un personaje real. Explica que, en aquellos días, los reyes orientales, acompañados de sus sirvientes, tenían que viajar por los desiertos con una caravana de camellos, y cargar a los animales con todas sus pertenencias y todos sus regalos. Podían surgir todo tipo de problemas, que retrasarían su llegada durante semanas y hasta meses. No había teléfonos para avisar a sus anfitriones de la hora a la que esperaban llegar. La costumbre era, por tanto, que el visitante real o especial enviase a un mensajero por delante para que anunciara que ya se encontraba cerca. Los ciudadanos recibirían el aviso con tiempo para poder llevar a cabo los planes necesarios ante la llegada de su visitante.

¡Viene un Salvador! 
Recuerda a la clase que ya en el principio del mundo, cuando Adán y Eva pecaron por primera vez y fueron expulsados del huerto de Edén, Dios había prometido enviar a un Salvador que llevaría el pecado y restituiría a Dios a aquellos que creyeran en Él. En todas las épocas del Antiguo Testamento, Él renovaba su promesa: a Abraham, a Moisés, al rey David y luego, con detalles aún más gráficos, a profetas como Isaías y Malaquías.

Se promete un mensajero. 
Tan grande e importante iba a ser la venida del Salvador que Dios prometió enviar a un mensajero para preparar su camino. Isaías predijo que este mensajero no aparecería en cortes reales, ni tampoco en el palacio de un rey judío, sino en el desierto. Profetizó que el mensajero sería una voz solitaria que llamaría al pueblo a prepararse para la venida del Señor y lo instaría a enderezar sus sendas (cf. Marcos 1:3). Luego indica a los niños que, aunque Isaías habló más de 700 años antes del nacimiento de Cristo, esto fue exactamente lo que ocurrió.

Aparece Juan el Bautista. 
Explica que su primo Juan apareció como un solitario mensajero en el territorio desértico situado a las afueras de Jerusalén, poco antes de que el Señor Jesús empezara su ministerio público. Había sido preparado solo por Dios para esta obra especial. No provenía de las filas de los líderes religiosos de aquellos días, tampoco se había educado en sus escuelas. En lugar de eso, un ángel había anunciado su nacimiento a su anciano padre Zacarías. El ángel había predicho que Juan conocería al Señor desde su nacimiento y que su vida se reservaría para la tarea especial que tenía por delante. Viviría una vida austera en el desierto, que haría recordar a los judíos al profeta Elías (cf. Lucas 1:13–17). Esta singular figura, que se vestía de pelo de camello, que ceñía en sus lomos con un cinto de cuero y que vivía de la comida del desierto —langostas y miel silvestre— (cf. Marcos 1:6), aparece súbitamente en escena predicando a las multitudes que acudían en masa procedentes de las ciudades, de los pueblos y de la capital, Jerusalén.

Prepararse para el Señor. 
Pregunta a los niños qué suponen ellos que decía Juan a estas multitudes. ¿Les pedía que cambiaran la decoración del palacio, o que colgaran vistosas guirnaldas para la venida del Mesías? Si el Señor Jesús hubiese sido un rey terrenal, una bienvenida semejante habría sido adecuada, pero era el Rey del Cielo. No le preocupaba la parafernalia externa. Había nacido, en efecto, en un pobre establo, y su cuna fue el pesebre. Su preocupación era la situación de los corazones de las personas. Recuerda a los niños que uno de los nombres de Cristo es “Sol de justicia” (Malaquías 4:2). Cuando sale el Sol, pone en evidencia la suciedad y la oscuridad de los meses de invierno, y nos indica que es tiempo de hacer la limpieza de primavera. Cuando el Señor Jesús aparece, brilla en los corazones, mostrando todo el egoísmo y el pecado, y haciendo que hombres y mujeres se avergüencen de sus caminos.

Se arrepintieron. 
Así fue como respondieron los oyentes de Juan cuando este anunció la llegada del Salvador. Se sintieron avergonzados y poco preparados para un invitado semejante. El pueblo de Judá y de Jerusalén sabía que su Dios era puro y santo y que la venida de su Mesías significaría que tenían que arrepentirse y rechazar sus pecados. Juan hizo algunas indicaciones muy prácticas al pueblo, mostrándoles que debían cambiar sus caminos, abandonar la falta de honradez, la opresión, el egoísmo y la hipocresía (cf. Lucas 3:11–14).

Fueron bautizados. 
Muchas personas se tomaron muy en serio las palabras de Juan y, como señal de sus intenciones, fueron bautizadas en el río Jordán. Explica que esto es un buen ejemplo para explicar el arrepentimiento, el cual tiene dos aspectos claros: (a) pesar por el pecado pasado, y (b) resolución de no continuar en él, confesar y renunciar. El bautismo representa la necesidad de ser lavado y de mantenerse limpio en el futuro.

Buscaron al Salvador. 
Explica que Juan les enseñaba que, aunque el arrepentimiento y el bautismo eran signos esenciales de una actitud correcta, sin embargo, no tenían poder alguno para traerles el perdón. El agua pura nunca podría lavar el pecado. Las buenas intenciones no podrían producir un cambio verdadero del corazón. Les instaba a que esperaran con interés la venida de la única persona que sería capaz de lavar su pecado y darles un corazón y una vida nuevos. Él, el Señor Jesús, los bautizaría con su Espíritu Santo, cuya obra especial era esa. Debían esperar ansiosamente su venida, ya que llegaría pronto.

El bautismo del Señor Jesús. 
Explica a los niños que, en esta atmósfera de arrepentimiento y expectación, llegó el Salvador, y Él mismo fue bautizado, un humilde acto que nos enseña cuán maravilloso es nuestro Redentor. Nos muestra 

  1. Su obediencia. Explica cómo el Señor Jesús llegó de Nazaret y se unió a la multitud que escuchaba a Juan. Él también pidió ser bautizado, una señal de su obediencia y humildad. ¡Qué diferente de los orgullosos fariseos! Estos utilizaban la religión para reafirmar su posición y su importancia, sin un verdadero deseo de agradar a Dios. Él, en cambio, deseaba obedecer humildemente todas las leyes y mandamientos de Dios.
  2. Su bondad. El Señor Jesús, que no tenía que lavar pecado propio, se sometió a este acto externo y humilde al lado de personas culpables y egoístas que necesitaban su perdón. Ayuda a los niños a apreciar la bondad del Salvador. Pocos amigos en la Tierra están dispuestos a identificarse con nosotros cuando tenemos problemas y cuando se nos castiga.
  3. Su divinidad. Tan modesto era que ni siquiera Juan el Bautista se dio cuenta de que este Jesús de Nazaret era el Mesías prometido hasta que salió del agua, los cielos se abrieron, el Espíritu de Dios descendió sobre Él, y vino una voz del Cielo que decía: “Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia” (Marcos 1:11) (El relato del Evangelio no menciona si la multitud fue testigo de este acontecimiento. Marcos solo dice que el Señor “vio abrirse los cielos” (Marcos 1:10), y Juan, en su Evangelio, dice que Juan el Bautista no reconoció a Cristo hasta que vio al Espíritu descender sobre Él (cf. Juan 1:32–34); entonces se lo dijo a los demás).
  4. Su buena disposición a morir en el Calvario. El mismo amor que llevó al Señor Jesús a identificarse con los pecadores arrepentidos cuando eran bautizados en el río Jordán le llevó también al Calvario. Allí se humilló a sí mismo aún más y se hizo obediente aun hasta la muerte (cf. Filipenses 2:8). Clavado en la Cruz entre dos ladrones, insultado por el populacho y cargado con la vergüenza de todos los pecados de su pueblo, el Rey de gloria sufrió en agonía; todo por su amor hacia nosotros.

Un mensaje para ti. 
Recuerda a los niños de tu clase que este mismísimo Señor Jesús va a regresar pronto. ¿Están preparados para ese gran día en que venga a juzgar al mundo? Indica que tú, como maestro de escuela dominical, tienes el mismo papel que Juan el Bautista. Como él, has de instar a los niños a enfrentarse con su insuficiencia, a colocarse frente a su Dios, a reconocer su pecaminosidad con vergüenza y pesar, y a mirar al Salvador, que se dio a sí mismo para que fueran limpios y perdonados.


Complementos visuales

Haz o muestra un mapa claro y a color de la Tierra Santa en los tiempos de Cristo . Señala en particular el río Jordán donde los discípulos oyeron a Juan el Bautista y se encontraron con “el Cordero de Dios” (Juan 1:29). 
Señala las ciudades de Jerusalén y Belén. Utiliza los bordes del mapa para pegar imágenes pertinentes que añadan interés.
2 Como está escrito en el profeta Isaías:
  He aquí envío mi mensajero delante de ti,
  quien preparará tu camino.
  3 Voz del que proclama en el desierto:
  "Preparad el camino del Señor;
  enderezad sus sendas." Marcos 1.2–3

sábado, 20 de junio de 2015

Mi pueblo perece por falta de conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, Yo te desecharé de mi sacerdocio.

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
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                     UNA FIGURA RETÓRICA DE DICCIÓN CON REFERENCIA A PALABRAS

La Elipsis
El vocablo elipsis procede del griego élleipsis = omisión interior, de en = en, y leípein = dejar.
Esta figura se llama así porque existe en la frase un hueco, a causa de la omisión de una o más palabras, palabras que normalmente se requieren gramaticalmente, pero que no son necesarias para el sentido de la frase. Las leyes de la geometría nos dicen que, para cerrar un espacio, se requieren, por lo menos, tres líneas.

Asimismo las leyes de la sintaxis declaran que se necesitan, al menos, tres palabras para dar sentido completo a una frase. Los gramáticos no coinciden en los nombres que dan a estas tres palabras. 

En la frase «Tu palabra es verdad», «tu palabra» es el sujeto del que se habla, «verdad» es lo que se dice (el predicado) de la palabra, y el verbo «es» (llamado también «cópula») conecta el predicado con el sujeto. Pero cualquiera de estas tres palabras puede omitirse, por lo que la ley de la sintaxis puede ser suspendida legítimamente por medio de la elipsis.

Esta omisión no se debe a mengua de concepto o a indolencia u otra circunstancia accidental, sino que se lleva a cabo adrede, a fin de que no tengamos que pararnos a pensar o a poner de relieve la palabra omitida, sino que tengamos tiempo para prestar la debida atención a las otras palabras que, precisamente por dicha omisión, adquieren mayor relieve. Por ejemplo, en Mt. 14:19, leemos que el Señor Jesús «partió los panes y los dio a los discípulos, y los discípulos a la multitud». La última frase, tomada como está, «los discípulos a la multitud», está incompleta, puesto que no tiene verbo; se omite el verbo «dieron» mediante la figura elipsis, y ello se debe a algún propósito. Si leemos la última frase conforme está, parece como si Jesús ¡diese los discípulos a la multitud!

Esto sirve para concentrar nuestra atención y percatarnos de la figura empleada; nos damos cuenta del énfasis y aprendemos la lección intentada por el Espíritu Santo. ¿Cuál es esta lección? Simplemente, hacernos notar el hecho de que los discípulos dieron el pan no de sí mismos, sino sólo instrumentalmente, ya que únicamente Jesús fue el Dador de aquel pan. De este modo, nuestro pensamiento se centra, no en los discípulos, sino en el Señor.

Tales elipsis aparecen corregidas frecuentemente en cursiva en las versiones de la Biblia. En muchos casos es correcto suplir de este modo la palabra o palabras omitidas; pero, en algunos casos, los traductores cometen graves errores al completar así las frases. 

Curiosamente, hay veces en que no ven la elipsis del texto y, por tanto, no la toman en cuenta en la traducción, mientras que otras veces imaginan elipsis que no existen en el original y completan de mala manera el texto sagrado.

Cuando una elipsis es completada de mala manera (o de ninguna manera), las palabras del Texto han de ser traducidas libremente, a fin de que hagan sentido, pero aparece entonces, con frecuencia, una desviación del sentido literal del pasaje. 

Por el contrario, cuando se corrige debidamente la elipsis (a veces, intercalando una sola palabra), se nos facilita el tomar todas las demás palabras de la porción en su sentido literal, lo cual supone una enorme ganancia, además de la grandiosa luz que emerge entonces, a nuestros ojos, de la Palabra de Dios.

Por tanto, estas elipsis no deben ser corregidas arbitrariamente según el capricho de nuestros personales puntos de vista, sino que obedecen a ciertas leyes bien conocidas y clasificadas, y a estas leyes hay que atenerse para completar el sentido de la frase.

Las elipsis pueden ser de tres clases:

A) Absolutas, cuando la palabra o palabras omitidas deben ser suplidas a la vista del texto mismo.
B) Relativas, cuando la palabra o palabras omitidas han de suplirse con base en el contexto.
C) De repetición, cuando la palabra o palabras omitidas han de suplirse repitiéndolas con base en la cláusula anterior o posterior.

Estas tres clases de elipsis se subdividen como sigue:

          A)      ELIPSIS ABSOLUTAS, en que se omiten:

            I.      Nombres y pronombres:

         1.      El nominativo.
         2.      El acusativo.
         3.      Algún pronombre.
         4.      Otros vocablos de conexión.

            II.      Verbos y participios:

         1.      Cuando falta el verbo, especialmente el verbo ser (no en infinitivo).
         2.      Cuando falta un verbo en infinitivo:

           (a)      después del hebreo yakhol = poder.
           (b)      después del verbo acabar o terminar.
           (c)      después de otro verbo, personal o impersonal.

         3.      Cuando falta el verbo sustantivo (ser, estar, haber).
         4.      Cuando falta el participio.

            III.      Ciertas palabras conectadas en el mismo miembro de un pasaje.
            IV.      Toda una cláusula en un pasaje conectado, ya sea:

         1.      La primera cláusula (prótasis).
         2.      La última cláusula (apódosis).
         3.      Una comparación.

          B)      ELIPSIS RELATIVAS, en que se omiten:

            I.      Palabras que hay que suplir con base en otra palabra afín que se halla en el contexto:

         1.      El nombre, suplido con base en el verbo.
         2.      El verbo, suplido con base en el nombre.

            II.      Palabras que deben suplirse con base en un vocablo contrario.
            III.      Palabras que han de suplirse a base de vocablos análogos o de alguna manera emparentados con ellas.
            IV.      Palabras que se hallan contenidas implícitamente en otro vocablo, el cual comporta el significado propio junto con el de la palabra omitida (concisión, laconismo, locución «pregnante», es decir, cargada de sentido).

          C)      ELIPSIS DE REPETICIÓN, que puede ser:

            I.      Simple, cuando la elipsis ha de ser completada a partir de la cláusula precedente, o de la siguiente:

         1.      A partir de la precedente, ya sea de:

           (a)      nombres o pronombres;
           (b)      verbos;
           (c)      partículas:

             (i)      negativas;
             (ii)      interrogativas;

           (d)      una frase entera.

         2.      A partir de la cláusula siguiente.

            II.      Compuesta, cuando las dos cláusulas se implican recíprocamente, de forma que la elipsis, en la primera cláusula, ha de suplirse o completarse a base de la segunda y, al mismo tiempo, la elipsis de la segunda ha de completarse a base de la primera cláusula. Esto puede darse de dos maneras:

         1.      Supliendo palabras.
         2.      Supliendo frases.

 
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domingo, 29 de marzo de 2015

1Tesalonicenses: La preocupación amorosa de Pablo por sus amigos en Tesalónica_la preparación para la venida de Cristo

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
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1 Tesalonicenses
1 Θεσσαλονικείς
"Dios alienta a su Iglesia"

1 Tesalonicenses en varias versiones:  
1  2  3  4  5

Tiempo de Lectura= 0:15 minutos.Contiene 5 capítulos, 89 versículos.


Contenidos
  1. 1 Estructura de 1 Tesalonicenses
  2. 2 Autor y fecha
  3. 3 Contexto Histórico de 1 Tesalonicenses
  4. 4 Fórmulas de Revelación en 1 Tesalonicenses
  5. 5 La Resurrección de los Muertos
  6. 6 Retos de Interpretación
  7. 7 Temas históricos y teológicos
  8. 8 Vista Panorámica de 2 Tesalonicenses
  9. 9 Conexiones 
  10. 10 Extras de 1 Tesalonicenses 
  11. 11 Hojas de trabajo de 1 Tesalonicenses
MÉTODO CRÍTICO 
1)¿QUIÉN ESCRIBIÓ EL  LIBRO? Pablo, Silvano y Timoteo
2) ¿CUÁNDO FUE ESCRITO? 51 d.C.
3) ¿A QUIÉN FUE ESCRITO? A la iglesia de Tesalónica
4) ¿DE DONDE FUE ESCRITO? Desde Corinto
MÉTODO  HISTÓRICO
1)¿CUÁL ES EL TRASFONDO  HISTÓRICO DEL LIBRO?
Esta carta dirigida a la iglesia de Tesalónica, la cual fue organizada en el segundo viaje misionero de Pablo, fue la primera de las epístolas de Pablo. Fue escrita desde Corintios en el año 51 d.C. Pablo estaba satisfecho con la vitalidad de la iglesia, la cual esta formada por convertidos de diferentes orígenes. Pero él pensaba que era necesario corregir ciertos errores en sus pensamientos, particularmente con respecto a la segunda venida de Cristo. Tanto la primera como la segunda carta a los Tesalonicenses explican la doctrina de la segunda venida de Cristo.
2) ¿SI ES UNA EPÍSTOLA CUANDO FUE FUNDADA LA IGLESIA?
3) ¿DE QUIÉN ESTÁ COMPUESTA LA IGLESIA? Judíos y Gentiles
4) ¿CUÁLES SON SUS FUERZAS Y SUS DEBILIDADES? 
MÉTODO LITERARIO
1) ¿QUÉ GÉNERO DE LITERATURA ES EL LIBRO?  Epistolario.
MÉTODO PANORÁMICO
1) ¿CUÁL ES LA IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO?
2) ¿CUÁL  FUE LA RAZÓN PRINCIPAL POR LA CUAL SE ESCRIBIÓ ESTE LIBRO?

PALABRAS CLAVE EN 1 TESALONICENSES (RV1960):  el evangelio (la palabra), fe, amor, esperanza, Señor Jesucristo (cualquier referencia a Jesucristo), Dios, Espíritu Santo,  aflicción (tribulación, padecer), del Señor, día del Señor. 

Temas: Regreso de Cristo, "arrebatamiento", importancia de la santidad, La Resurrección, Los Muertos.



RECIPIENTES: Nuevos convertidos a Cristo en Tesalónica, en su mayoría gentiles (1:9, 10); Tesalónica era una ciudad norteña del puerto marítimo ageo que también se encontraba a ambos lados de la Vía Ignacia (ver recipientes en Filipenses), que en el tiempo de Pablo era la principal ciudad de Macedonia. 


OCASIÓN: El regreso de Timoteo hasta Corinto en donde estaban Pablo y Silas; Timoteo había sido enviado a Tesalónica para ver cómo les iba a los nuevos creyentes (3:5-7).



ÉNFASIS: La preocupación amorosa de Pablo por sus amigos en Tesalónica; el sufrimiento como parte de la vida cristiana; la santidad con respecto a los asuntos sexuales; la necesidad de que cada uno haga su propio trabajo y no viva a costa de la generosidad de otros; la resurrección de los cristianos muertos; la preparación para la venida de Cristo. 

Estructura de 1 Tesalonicenses

Título: “Afirmados en la Esperanza”
Versículo Clave3:13 “Para que sean afirmados vuestros corazones irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro padre en la venida de nuestro Señor  Jesucristo con todos sus santos”.
1:1  Pablo, Silvano y Timoteo
LOS TESALONICENSES



ENSEÑANDO PARA SU VENIDA
1:2  Gracias a Dios por vosotros        10
2:1  Nuestra visita a vosotros

NOSOTROS
2:9  Nuestro trabajo
2:13  Cuando recibisteis la palabra    16
2:17  Separados de vosotros


SEPARADOS
3:1  Acordamos quedarnos en Atenas
3:6  Cuando, Timoteo volvió
3:11  Nuestro Señor  Jesucristo dirija 13
4:1  Os rogamos y exhortamos

HACED Y ABUNDAD


PRACTICANDO
PARA SU VENIDA
4:9  Acerca del amor fraternal           12
4:13  Los que duermen
LA VENIDA DEL SEÑOR
5:1  Como ladrón en la noche            11
5:12  Reconozcáis a los que trabajan

OS ROGAMOS
5:23 El mismo Dios de paz
5:25 Saludad                                       28

Autor y fecha

    El apóstol Pablo se identificó a sí mismo dos veces como el autor de esta carta (1:1; 2:18). Silvano (Silas) y Timoteo (3:2, 6),los compañeros de viaje de Pablo en el segundo viaje misionero cuando la iglesia fue fundada (Hch 17:1-9), también fueron mencionados en el saludo de apertura de Pablo (1:1). Aunque Pablo fue el autor inspirado, la mayoría de los pronombres en la primera persona del plural (nosotros, nuestro) se refiere a los tres. No obstante, durante la vista de Timoteo de regreso a Tesalónica, únicamente se refieren a Pablo y a Silvano (3:1, 2, 6). Comúnmente Pablo usó tales plurales editoriales porque las cartas venían con el apoyo total de sus compañeros.

    El hecho de que Pablo es el autor no ha sido cuestionado hasta hace poco por críticos radicales. Sus intentos por atacar a Pablo como el autor han fracasado a la luz del peso combinado de evidencia favoreciendo a Pablo, como:
  1. Las afirmaciones directas que afirman que Pablo es el autor (1:1; 2:18).
  2. La correlación perfecta de la carta con los viajes de Pablo en Hechos 16-18).
  3. La multitud de detalles íntimos con respecto a Pablo.
  4. La confirmación de verificaciones históricas múltiples comenzando con el canon de Marción en el 140 d.C.
    La primera de dos cartas de Pablo escrita de Corinto a la iglesia de Tesalónica es fechada 51 d.C. Esta fecha ha sido arqueológicamente verificada por una inscripción en el templo de Apolos en Delfos (cerca de Corinto) que fecha el servicio de Galión como procónsul en Acaya en el 51-52 d.C. (Hch 18:12-17). Debido a que la carta de Pablo a las iglesias de Galacia probablemente fue escrita 49-50 d.C., esta fue su segunda pieza de correspondencia canónica.       

Contexto Histórico de 1 Tesalonicenses

     Tesalónica (Salónica moderna) yace cerca del lugar antiguo de Terma en el Golfo Termaico en las partes norte del Mar Egeo. Esta ciudad se volvió la capital de Macedonia (168 a.C.) y disfrutó del estatus de una "ciudad libre" la cual fue gobernada por su propia ciudadanía (Hch 17:6) bajo el Imperio Romano. Debido a que estaba localizada en la carretera principal que iba de este a oeste, la Vía Ignacia, Tesalónica servía como los cuarteles generales de actividad política y comercial en Macedonia, y llegó a ser conocida como "la madre de toda Macedonia". En el día de Pablo la población alcanzó las 200.000 personas.
    Originalmente Pablo viajó 160 km de Filipos vía Anfípolis y Apolonia a Tesalónica en su segundo viaje misionero (50 d.C.; Hch 16:1-18:22). Como era su costumbre al llegar, él buscó la sinagoga en la cual enseñar a los judíos locales el evangelio (Hch 17:1, 2). Es esa ocasión, dialogó con ellos a partir del AT en referencia a la muerte y resurrección de Cristo para probar que Jesús de Nazaret verdaderamente era el Mesías prometido (Hch 17:2, 3). Algunos judíos creyeron y poco después, prosélitos griegos y algunas mujeres de recursos de la comunidad también fueron convertidos (Hch 17:4). Entre estos nuevos creyentes se menciona a Jasón (Hch 17:5)m Gayo (Hch 19:29), Aristarco (Hch 20:4), y Segundo (Hch 20:4). 
    Debido a su ministerio eficaz, los judíos causaron que el equipo de Pablo fuera arrojado de la ciudad (Hch 17:5-9), y entonces se fueron al sur a evangelizar Berea (Hch 17:10). Ahí Pablo tuvo una experiencia similar a la de Tesalónica con conversiones seguidas por hostilidad, y así los creyentes enviaron fuera a Pablo. Se dirigió a Atenas, mientras que Silvano y Timoteo permanecieron en Berea (Hch 17:11-14). Se volvieron a unir a Pablo en Atenas (Hch 17:15, 16, 31), desde donde Timoteo más tarde fue enviado de regreso a Tesalónica (3:2). Al parecer, Silas después viajó de Atenas a Filipos mientras que Pablo viajó solo a Corinto (Hch 18:1). Fue después de que Timoteo y Silvano se volvieran a unir a Pablo en Corinto (Hch 18:5), cuando escribió 1 Tesalonicenses en respuesta al buen reporte de Timoteo de la iglesia.
    Sin duda alguna Pablo tuvo razones múltiples para escribir, todas ellas viniendo de su preocupación suprema por el rebaño del cual él había sido separado. Algunos de los propósitos de Pablo claramente incluyeron: 1) alentar a la iglesia (1:2-10); 2) responder a acusaciones falsas (2:1-12); 3) consolar al rebaño perseguido (2:13-16); 4) expresar su gozo en la fe de ellos (2:17-3:13); 5) recordarles de la importancia de la pureza moral (4:1-8); 6) condenar el estilo de vida de pereza (4:9-12); 7) corregir un mal entendido de acontecimientos proféticos (4:13-5:11); 8) terminar con tensiones dentro del rebaño (5:12-15); y 9) exhortar al rebaño en las áreas elementales de vida cristiana (5:16-22) 

Fórmulas de Revelación en 1 Tesalonicenses

(Fórmulas de Revelación son técnicas literarias de introducir información importante. En el caso de 1 Tesalonicenses, la gran mayoría de las instancias hacen referencias al conocimiento previo de los destinatarios.
Esto significa que los Tesalonicenses ya saben lo que necesitan saber, pero Pablo siente la necesidad de recordarles).
  1. 1.5: Bien sabéis cómo nos portamos entre vosotros
  2. 2.1: Vosotros mismos sabéis, hermanos, que nuestra visita a vosotros no fue en vano
  3. 2.5: nunca usamos de palabras lisonjeras, como sabéis
  4. 2.9: Os acordáis, hermanos
  5. 2.10: Vosotros sois testigos, y Dios también
  6. 2.11: También sabéis de qué modo….
  7. 3.3: porque vosotros mismos sabéis que para esto estamos puestos.
  8. 3.4: Cuando estábamos con vosotros os predecíamos que íbamos a pasar tribulaciones; y así sucedió, como bien sabéis.
  9. 4.2: Ya sabéis las instrucciones que os dimos
  10. 4.6: como ya os hemos dicho y testificado
  11. 4.9: Acerca del amor fraternal no tenéis necesidad de que os escriba, porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios
  12. 4.11: …de la manera que os hemos mandado
  13. 4.13: Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen
  14. 4.15: Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor:
  15. 5.1-2: no tenéis necesidad, hermanos, de que yo os escriba, porque vosotros sabéis perfectamente

La Resurrección de los Muertos

1. Resurrección viene de la palabra ANASTASIS en griego, y aparece 40 veces en el Nuevo Testamento solamente.

Mateo 22:23, 28, 30,31 - 27:53.
1 Corintios 15:12, 13, 21, 29,42.

Marcos 12:18,23.
Filipenses  3:10,11

Lucas 14:14 - 20:27, 33, 35,36.
2 Timoteo  2:18
Juan 11:24,25.
Hebreos 6:2 - 11:35
Hechos 1:22; 2:314:2,3317:18,3223:6,8; 24:15,21
 (Usadas en evangelismo)
1 Pedro 1:3 - 3:21
Romanos 1:4 - 6:5
Apocalipsis 20:5,6 
2. La Biblia especifica que son dos resurrecciones la de los justos y la de los injustos
  •  Lucas 14:14 y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos.
  • Juan 5:28,29 "No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación"
  •  Hechos 24:15 teniendo esperanza en Dios, la cual ellos también abrigan, de que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos.
  •  Filipenses 3:11 si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos.
  •  Daniel 12:2"Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, yotros para vergüenza y confusión perpetua.

      3. La Primera Resurrección es la de los Justos, tomaran parte todos los cristianos, los que están vivos y los que están muertos.

  •    1 Tesalonicenses 4:14 al 17.
    14- Porque si creemos que Jesús murió y resucito, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
    15- Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
    16- Porque el Señor mismo con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitaran primero.
    17- Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
      4. La Segunda Resurrección
Esta resurrección es para condenación, los muertos de toda la historia serán levantados para ser juzgados de acuerdo a sus obras.
Apocalipsis 20:12 al 15. “Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
13-Y el mar entrego los muertos que había en él; Y la muerte y el Hades entregaron los muertos que habían en ellos; Y fueron juzgados cada uno según sus obras.
14-Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.
15-Y el que no se hallo inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.   (Jn 5:29; Mt 24:51)
 Lo primero que hay que resaltar, es que el versículo 14 dice: Esta es la muerte segunda, afirmado que esta es la segunda resurrección, la de condenación.
 También en la segunda resurrección es cuando se llevara acabo el juicio final. Mt 11:36, Hch 24:25, He 6:2, 9:27, 1 P 4:17, 1 P 2:41 Juan 4:17. / Hebreos 6:2 - 11:35
      En esta resurrección no hay cristianos, porque ellos ya resucitaron en la primera resurrección.
(En Hechos la iglesia usaba la Resurrección como arma de evangelismo)

Retos de Interpretación

  •  Primordialmente los retos para entender esta epístola involucran las secciones que son escatológicas en naturaleza:
  1. La ira venidera (1:10; 5:9)
  2. El regreso de Cristo (2:19; 3:13; 4:15; 5:23)
  3. El rapto de la iglesia (4:13-18)
  4. El significado y tiempo del Día del Señor (5:1-11)

Temas históricos y teológicos

  •  Se ha hecho referencia a ambas cartas a Tesalónica como " las epístolas escatológicas". No obstante, a la luz de su enfoque más extensivo en la iglesia, serían categorizadas como las epístolas de la iglesia. Cinco temas principales se encuentran entretejidos en 1 Tesalonicenses:
  1. Un tema apologético con la correlación histórica entre Hechos y 1 Tesalonicenses
  2. Un tema eclesiástico con el retrato de una iglesia sana, creciente.
  3. Un tema pastoral con el ejemplo de actividades y actitudes de pastoreo
  4. Un tema escatológico con el enfoque en acontecimientos futuros como la esperanza de la iglesia
  5. Un tema misionero con el énfasis en la proclamación del evangelio y el establecimiento de iglesias.

Vista Panorámica de 2 Tesalonicenses

Localizada en la costa noroeste del mar Egeo, con el monte Olimpo a la vista, Tesalónica (actual Salónica) estaba estratégicamente situada. En el año 168 a.C. llegó a ser la capital de Macedonia. Cuando el apóstol Pablo la visitó, era una ciudad libre gobernada por sus propios ciudadanos (Hch 17:6) y tenía una población de unos 200,000 habitantes.

La iglesia de Tesalónica era la segunda que el equipo de Pablo estableció en su primer viaje que lo llevó hasta Europa (véase Vista Panorámica de Filipenses). La historia de su fundación se relata en Hch 17:1–9. Después de ministrar durante tres días de reposo en la sinagoga, se desarrolló una fuerte oposición (Hch 17:5–9); pero hubo varios que pusieron su fe en Cristo. Entre los primeros convertidos había judíos, griegos devotos, un buen número de mujeres importantes y otros que dejaron la idolatría (1:9–10; Hch 17:1–4). Jasón (Hch 17:5), Gayo (Hch 19:29), Aristarco y Segundo (Hch 20:4) se nombran entre los creyentes. Contrario a como algunos piensan, el ministerio de Pablo en Tesalónica se extendió más de tres semanas (2:9; 2 Ts 3:8; Fil 4:16), pero eventualmente él y su equipo fueron expulsados de la ciudad (Hch 17:9–10).

Al no crecer ellos en su nueva fe, no es de sorprender que los problemas comenzaran a desarrollarse en la iglesia. Algunos pudieran haber llegado a la conclusión acerca de la enseñanza de “otro Rey, Jesús” (Hch 17:7), que Cristo volvería inmediatamente. Muchos habían dejado sus trabajos considerando que la segunda venida de Cristo era inminente (2 Ts 3:10–12). Y otros estaban confundidos por la muerte de seres queridos creyentes, sin saber de seguro la situación de ellos cuando Cristo volviera (4:13–18). Aun otros vivían descuidadamente o eran débiles en su fe (5:14–22). Puesto que el amor entre Pablo y los creyentes de Tesalónica era fuerte y mutuo (2:7–8; 3:1–2, 6; 4:13, 18), él no mencionó su apostolado. El sabía que ellos no cuestionarían su autoridad. A causa de su profundo interés por su crecimiento espiritualy un fuerte deseo por verlos otra vez, el apóstol envió esta carta (1:1; 2:18). El escribió a fines del año 50 d.C., o a principios del 51 desde Corinto mientras se encontraba en su segundo viaje misionero acompañado por Silas y Timoteo.

En los primeros tres capítulos, Pablo se muestra agradecido por el pasado. El elogia a los tesalonicenses por la realidad y reputación de su fe (1:2–10). En los capítulos 2 y 3, Pablo revisa el fiel ministerio de su equipo entre ellos. Señala el carácter ejemplar que ellos habían demostrado (2:1–12), contestando así las falsas alegaciones de algunos intrusos que se le oponían. El resultado de su ministerio fue excepcional a pesar de la continua persecución de los creyentes (2:13–16). El deseo de Pablo de pasar más tiempo entre ellos (2:17–20) lo motiva a enviar a Timoteo (3:1–5). Basado en las entusiastas noticias que Timoteo le trajo (3:6–10), Pablo hace una oración por ellos (3:11–13).

En los capítulos finales Pablo anticipa el futuro y prepara a los creyentes de Tesalónica en varias maneras. Les hace recordar que la gracia del Padre y del Hijo es lo que sostiene a los creyentes mientras aguardan el prometido regreso de Cristo por sus santos (1:1; 5:28). Este pensamiento es mencionado al final de cada capítulo. La necesidad de mantener la pureza moral (4:1–8) y el amor fraternal (4:9–12), fue enfatizado. También les hace recordar que no deben volver a las prácticas paganas ni que justifiquen la pereza. Las palabras de Pablo les consuela acerca de los seres amados fallecidos (4:13–18) y les enseña acerca del Día del Señor (5:1–11). Pablo les insta a ser ejemplo, teniendo actitudes correctas para con los líderes (5:12–13) y a hacer decisiones apropiadas en situaciones difíciles (5:14–22).
Sus saludos finales incluyen una bendición (5:23) y una referencia a la fidelidad del Señor (5:24), la cual siempre sobrepasa la de los creyentes (véase I., A. y B. en el Bosquejo). Una petición de oración (5:25), saludos a todos (5:26) e instrucciones acerca de la lectura de esta carta (5:27) preceden las palabras finales (5:28).
Hernández, E. A., & Lockman Foundation (La Habra, C. (2003). Biblia de estudio : LBLA. (1 Tes). La Habra, CA: Editorial Funacion, Casa Editoral para La Fundacion Biblica Lockman.


Conexiones 

    Pablo les recuerda a los tesalonicenses que la persecución que estaban sufriendo de sus “propios conciudadanos” (v. 2:15 14), los judíos que rechazaron a su Mesías, es la misma que sufrieron los profetas del Antiguo Testamento (Jeremías 2:30; Mateo 23:31). Jesús advirtió que los verdaderos profetas de Dios siempre tendrían la oposición de los impíos (Lucas 11:49). En Colosenses, Pablo les recuerda esa verdad.

Extras de 1 Tesalonicenses 





Hojas de trabajo de 1 Tesalonicenses




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