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sábado, 20 de junio de 2015

Mi pueblo perece por falta de conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, Yo te desecharé de mi sacerdocio.

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información 



                     UNA FIGURA RETÓRICA DE DICCIÓN CON REFERENCIA A PALABRAS

La Elipsis
El vocablo elipsis procede del griego élleipsis = omisión interior, de en = en, y leípein = dejar.
Esta figura se llama así porque existe en la frase un hueco, a causa de la omisión de una o más palabras, palabras que normalmente se requieren gramaticalmente, pero que no son necesarias para el sentido de la frase. Las leyes de la geometría nos dicen que, para cerrar un espacio, se requieren, por lo menos, tres líneas.

Asimismo las leyes de la sintaxis declaran que se necesitan, al menos, tres palabras para dar sentido completo a una frase. Los gramáticos no coinciden en los nombres que dan a estas tres palabras. 

En la frase «Tu palabra es verdad», «tu palabra» es el sujeto del que se habla, «verdad» es lo que se dice (el predicado) de la palabra, y el verbo «es» (llamado también «cópula») conecta el predicado con el sujeto. Pero cualquiera de estas tres palabras puede omitirse, por lo que la ley de la sintaxis puede ser suspendida legítimamente por medio de la elipsis.

Esta omisión no se debe a mengua de concepto o a indolencia u otra circunstancia accidental, sino que se lleva a cabo adrede, a fin de que no tengamos que pararnos a pensar o a poner de relieve la palabra omitida, sino que tengamos tiempo para prestar la debida atención a las otras palabras que, precisamente por dicha omisión, adquieren mayor relieve. Por ejemplo, en Mt. 14:19, leemos que el Señor Jesús «partió los panes y los dio a los discípulos, y los discípulos a la multitud». La última frase, tomada como está, «los discípulos a la multitud», está incompleta, puesto que no tiene verbo; se omite el verbo «dieron» mediante la figura elipsis, y ello se debe a algún propósito. Si leemos la última frase conforme está, parece como si Jesús ¡diese los discípulos a la multitud!

Esto sirve para concentrar nuestra atención y percatarnos de la figura empleada; nos damos cuenta del énfasis y aprendemos la lección intentada por el Espíritu Santo. ¿Cuál es esta lección? Simplemente, hacernos notar el hecho de que los discípulos dieron el pan no de sí mismos, sino sólo instrumentalmente, ya que únicamente Jesús fue el Dador de aquel pan. De este modo, nuestro pensamiento se centra, no en los discípulos, sino en el Señor.

Tales elipsis aparecen corregidas frecuentemente en cursiva en las versiones de la Biblia. En muchos casos es correcto suplir de este modo la palabra o palabras omitidas; pero, en algunos casos, los traductores cometen graves errores al completar así las frases. 

Curiosamente, hay veces en que no ven la elipsis del texto y, por tanto, no la toman en cuenta en la traducción, mientras que otras veces imaginan elipsis que no existen en el original y completan de mala manera el texto sagrado.

Cuando una elipsis es completada de mala manera (o de ninguna manera), las palabras del Texto han de ser traducidas libremente, a fin de que hagan sentido, pero aparece entonces, con frecuencia, una desviación del sentido literal del pasaje. 

Por el contrario, cuando se corrige debidamente la elipsis (a veces, intercalando una sola palabra), se nos facilita el tomar todas las demás palabras de la porción en su sentido literal, lo cual supone una enorme ganancia, además de la grandiosa luz que emerge entonces, a nuestros ojos, de la Palabra de Dios.

Por tanto, estas elipsis no deben ser corregidas arbitrariamente según el capricho de nuestros personales puntos de vista, sino que obedecen a ciertas leyes bien conocidas y clasificadas, y a estas leyes hay que atenerse para completar el sentido de la frase.

Las elipsis pueden ser de tres clases:

A) Absolutas, cuando la palabra o palabras omitidas deben ser suplidas a la vista del texto mismo.
B) Relativas, cuando la palabra o palabras omitidas han de suplirse con base en el contexto.
C) De repetición, cuando la palabra o palabras omitidas han de suplirse repitiéndolas con base en la cláusula anterior o posterior.

Estas tres clases de elipsis se subdividen como sigue:

          A)      ELIPSIS ABSOLUTAS, en que se omiten:

            I.      Nombres y pronombres:

         1.      El nominativo.
         2.      El acusativo.
         3.      Algún pronombre.
         4.      Otros vocablos de conexión.

            II.      Verbos y participios:

         1.      Cuando falta el verbo, especialmente el verbo ser (no en infinitivo).
         2.      Cuando falta un verbo en infinitivo:

           (a)      después del hebreo yakhol = poder.
           (b)      después del verbo acabar o terminar.
           (c)      después de otro verbo, personal o impersonal.

         3.      Cuando falta el verbo sustantivo (ser, estar, haber).
         4.      Cuando falta el participio.

            III.      Ciertas palabras conectadas en el mismo miembro de un pasaje.
            IV.      Toda una cláusula en un pasaje conectado, ya sea:

         1.      La primera cláusula (prótasis).
         2.      La última cláusula (apódosis).
         3.      Una comparación.

          B)      ELIPSIS RELATIVAS, en que se omiten:

            I.      Palabras que hay que suplir con base en otra palabra afín que se halla en el contexto:

         1.      El nombre, suplido con base en el verbo.
         2.      El verbo, suplido con base en el nombre.

            II.      Palabras que deben suplirse con base en un vocablo contrario.
            III.      Palabras que han de suplirse a base de vocablos análogos o de alguna manera emparentados con ellas.
            IV.      Palabras que se hallan contenidas implícitamente en otro vocablo, el cual comporta el significado propio junto con el de la palabra omitida (concisión, laconismo, locución «pregnante», es decir, cargada de sentido).

          C)      ELIPSIS DE REPETICIÓN, que puede ser:

            I.      Simple, cuando la elipsis ha de ser completada a partir de la cláusula precedente, o de la siguiente:

         1.      A partir de la precedente, ya sea de:

           (a)      nombres o pronombres;
           (b)      verbos;
           (c)      partículas:

             (i)      negativas;
             (ii)      interrogativas;

           (d)      una frase entera.

         2.      A partir de la cláusula siguiente.

            II.      Compuesta, cuando las dos cláusulas se implican recíprocamente, de forma que la elipsis, en la primera cláusula, ha de suplirse o completarse a base de la segunda y, al mismo tiempo, la elipsis de la segunda ha de completarse a base de la primera cláusula. Esto puede darse de dos maneras:

         1.      Supliendo palabras.
         2.      Supliendo frases.

 
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