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jueves, 31 de marzo de 2022

¿Qué es lo que nos dice Dios a través de las Cartas de Juan?




Introducción a 1, 2 y 3 Juan

Los tres libros del NT conocidos como 1, 2 y 3 Juan que han llegado a nosotros son tan similares entre sí que mucho de lo que se dice de uno se puede aplicar a los otros. Por tanto, esta introducción tratará esas características que tienen en común los tres libros. El comentario sobre cada uno de ellos también viene precedido por una breve introducción que trata los temas específicos de cada carta.

Importancia de las cartas

Antes de centrarnos en los asuntos históricos, se debe tomar en consideración la cuestión de por qué molestarse en estudiar estos tres libros. Su presencia en el NT, por supuesto, exige la atención de aquellos que creen que la Biblia es la Palabra de Dios. Pero, ¿Cuál es la importancia de estas tres breves cartas que se encuentran hacia la parte final de nuestras Biblias?

¿Quieres conocer a Dios? ¿Te importa la verdad sobre Dios? Conocer de verdad a Dios es el tema general del evangelio de Juan y de sus cartas. En un mundo que ya estaba plagado de religiones y filosofías conflictivas, un mundo muy similar al nuestro en ese aspecto, Jesús dijo: “Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado” (Jn 17:3, cursiva añadida). Jesús define la vida eterna como el conocer a Dios, porque sólo respondiendo a la revelación que Dios hace de sí mismo a la humanidad, podemos llegar a conocerlo y a disfrutar la vida con él ahora y por toda la eternidad. Este es un tema bastante importante para toda persona en cualquier lugar a lo largo de la historia.

Es más, Jesús afirma que sólo hay un Dios verdadero, el Dios que envió a Jesucristo al mundo. Hay muchas maneras distintas, a veces conflictivas, de ver a Dios en las distintas culturas de hoy en día. Vivimos en unos tiempos espiritualmente confusos, especialmente desde que en las distintas culturas hay una mayor diversidad religiosa. Muchos creen que no importa lo que se crea sobre un poder más alto siempre y cuando creas en ello con sinceridad. Pero, ¿todas las religiones, desde las ideas orientales sobre la reencarnación a la espiritualidad de la “Nueva Era” pasando por las creencias que se enseñan en las sinagogas, las mezquitas y los templos sagrados  del mundo, pueden ser verdaderas? Juan escribió estas tres breves cartas en un tiempo espiritualmente confuso en el que había teologías en conflicto sobre Jesucristo, y lo hizo para confirmar a sus lectores que ellos tendrían vida eterna tras la muerte porque conocían de verdad a Dios en Cristo. ¿Qué puede ser más importante que eso?

Autoría y procedencia

La tradición eclesial de los primeros días del cristianismo le ha adscrito la autoría de estas cartas a Juan, del que habitualmente se cree que era el apóstol Juan — uno de los doce elegidos por Jesús, el hijo de Zebedeo, y “el discípulo al que Jesús amaba” del evangelio de Juan. Pero téngase en cuenta que ni el texto del evangelio ni las cartas llevan el nombre de Juan, o cualquier otro nombre. La segunda y tercera de Juan salieron de la pluma de “el anciano,” al que no se ha identificado en ningún momento. Las cartas y el evangelio son anónimos, pero los cristianos que los recibieron originalmente conocían sin duda alguna la identidad de su autor, y es probable que fuera debido al testimonio antiguo de esos creyentes por lo que las cartas se atribuyeron a Juan.

Pero Juan (gr. Ἰωάννης) era un nombre muy común en aquellos tiempos, y ya en los primeros momentos de la historia del cristianismo algunos pusieron en duda que “el anciano” fuera el mismo hombre que escribió 1 Juan y el evangelio de Juan. Los estudiosos modernos del NT han complicado aún más el tema al rechazar en su mayoría que el discípulo amado fuera realmente el apóstol Juan y conjeturando sobre cinco autores/redactores posibles para el evangelio y las cartas.

La adjudicación de la autoría a Juan más antigua procede de Policarpo, obispo de Esmirna (m. 156 d.C.), y de Papías, contemporáneo de Policarpo, cuyos escritos sobrevivieron únicamente como citas en escritos posteriores de Ireneo y Eusebio. 

Tanto Policarpo como Papías vivieron en los alrededores de Éfeso en Asia Menor occidental, el lugar al cual se dice que huyó el apóstol Juan cuando los romanos destruyeron el templo de Jerusalén (70 d.C.), llevándose a María, la madre de Jesús con él. Allí supuestamente vivió el resto de su larga vida, en los tiempos del reinado de Trajano, el emperador romano que dirigió el imperio desde 98 a 117 d.C. Ireneo (175–195 d.C.), obispo de Lyon, nació en Asia Menor y de niño conoció personalmente a Policarpo, del cual se dice que había sido elegido obispo de Esmirna por testigos oculares del Señor Jesús. Ireneo dice que Juan, el discípulo del Señor que estaba con Jesús en el aposento alto, escribió el evangelio mientras vivía en Éfeso (Haer. 3.1.2). Aún cuando estas fuentes están sujetas al mismo tipo de escrutinio histórico que otros documentos antiguos, suponen una impresionante cadena testimonial histórica que no tiene ningún otro libro del NT.

El testimonio de Papías es más complicado y ha estado sujeto a mayor debate, porque sus escritos sólo se han conservado dentro de los de Eusebio, cuya interpretación de las palabras de Papías plantearon la posibilidad de que hubiera dos hombres llamados Juan, uno autor del evangelio y otro, Juan el anciano, autor de las cartas y del libro del Apocalipsis (Hist. ecl. 3.39.3–17). Papías menciona a Juan dos veces, una como “discípulo del Señor” y otra como “anciano.” Pero Eusebio pasó por alto el hecho de que incluso cuando Papías se refiere a Pedro y Santiago, al principio no les llama “apóstoles” sino “ancianos,” sugiriendo que los dos títulos no eran mutuamente excluyentes en Papías. Pero incluso desde el siglo iv cuando escribió Eusebio, ha habido un debate en la iglesia sobre la autoría de las tres cartas atribuidas a “Juan” en el NT y sobre quién está enterrado en la “tumba de Juan” en Éfeso.

Aunque el tema de la autoría probablemente nunca se conozca con certeza, el autor de estas cartas claramente está reclamando ser el portador de la enseñanza apostólica de Jesús que se basaba en haber sido testigo presencial del ministerio público, muerte y resurrección de Jesús. La relación entre las tres cartas y de ellas con el evangelio (ver discusión más abajo) indica que el mismo autor escribió las tres cartas, y que fue también el autor del evangelio o un estrecho colaborador. Estas cartas insisten en que este testimonio apostólico impide cualquier reinterpretación de Jesús hecha por aquellos que no estaban comisionados por él y que estaban muy lejos de haberle conocido personalmente.

Situación histórica: ¿Lectura anti-gnóstica o lectura no polémica?

Como con cualquier carta del NT, debemos deducir el contexto histórico de las cartas de Juan y la razón por la cual fueron escritas de las cartas mismas, una tarea interpretativa intrínsecamente subjetiva que asumimos con muy poca información de otro tipo. Es difícil leer cualquier tipo de texto sin hacer suposiciones sobre la situación en la que fue escrito y la época y lugar en que vivió el autor, y cómo relacionar estas referencias en el texto con el “mundo real.” Pero al igual que una muestra de color parece cambiar dependiendo del fondo contra el que se expone, las suposiciones que los lectores aportan a la lectura pueden suponer una gran diferencia a la hora de entender el significado de un texto. Por tanto, es importante comprobar continuamente nuestras suposiciones sobre el contexto histórico de los libros bíblicos. Está claro que algunos desacuerdos perturbaban a las iglesias que estaban bajo la supervisión y la autoridad espiritual del autor, y que él pretendía reafirmar en su congregación la idea de que se salvarían si se adherían a las enseñanzas y creencias sobre Jesús que el autor representaba.

Los temas principales de cuáles son las verdaderas creencias sobre Jesús, cuál es la actitud adecuada hacia el pecado y la relación interpersonal caracterizada por el amor quedan claros, pero el porqué el autor ha escogido tratar estos temas en particular no tanto. Él refuerza su autoridad como portador de la enseñanza apostólica sobre la revelación de Dios en Jesucristo, lo cual implica que la fuente de la verdad sobre Dios en Cristo estaba un tanto en discusión. Pero el autor escribe con la intención de un pastor que se preocupa por su gente y no como un apologista que argumenta directamente en contra de aquellos que se habían ido de la iglesia o iglesias juaninas. Como escribió Brook: “Probablemente sea cierto que el escritor nunca pierde de vista las teorías de sus oponentes en ninguna parte de la epístola. Pero es importante enfatizar el hecho de que, a pesar de eso, el objetivo principal de la epístola no es exclusivamente, o siquiera principalmente, polémico.”

No obstante, la erudición a lo largo de finales del siglo xix y del xx gastaron mucho tiempo y tinta reconstruyendo la naturaleza más específica de las falsas enseñanzas suponiendo que contenían un impulso antinomiano motivado por tendencias (proto-)gnósticas. La suposición gnóstica la desarrolló en el siglo xx Rudolf Bultmann, tras lo cual las tres cartas se leyeron rutinariamente en relación con el error cristológico del Docetismo, que derivó de la aplicación del pensamiento gnóstico al evangelio de Jesucristo, y en contra de la vida licenciosa, que era una conclusión del pensamiento gnóstico aplicado a la vida cristiana. Leyendo a través de esta lente, los verbos de los sentidos en el prólogo de 1 Juan sirvieron para explicar la dimensión física de Jesús como ser humano real, y su venida en carne (1 Jn 4:2; 2 Jn 7).

A finales del siglo xx y principios del xxi ha surgido otra perspectiva que ha venido ganando terreno, la de que estas cartas no deberían leerse como una polémica directa contra el docetismo o su expresión efesia específica: el cerintianismo. La tradición enseña que Cerinto era un contemporáneo de Juan en Éfeso y enseñaba que la naturaleza divina descendió sobre el hombre ordinario que era Jesús en el momento del bautismo y que partió de él en Getsemaní, una teoría que los modernos teólogos denominan adopcionismo. (Ver comentario 1 Jn 2:19.) Ofreciendo varios factores que argumentan contra un supuesto contexto gnóstico, Lieu escribe: “Concediendo que este marco de interpretación tiene la convincente ventaja de permitir, al menos superficialmente, una exégesis coherente de toda la carta, la cuestión que debe plantearse es hasta qué punto es válido y verdadero para el pensamiento y la función de 1 Juan.”

Esta reciente teoría no polémica es un correctivo necesario para los estudios juaninos que con tanta fuerza han dependido de identificar lo que creían los secesionistas y por qué se fueron (1 Jn 2:19), y reenfoca la discusión para que sea más acorde con las propias declaraciones del autor sobre por qué escribió. Su preocupación era intentar que aquellos que estaban bajo su cuidado espiritual permanecieran dentro de los límites de la ortodoxia y no el tratar directamente la herejía (o herejías) que perturbaban a las iglesias; eso hace difícil reconstruir con especificidad los problemas que están siendo tratados. Libera a los intérpretes para que centren su atención en cómo define Juan la ortodoxia, lo cual en realidad implícitamente argumenta en contra no sólo del cerintianismo, el docetismo y el gnosticismo más ampliamente, sino también de muchas herejías a través de los siglos y en nuestro tiempo.

No obstante, queda claro por las cartas de Juan que se estaba argumentando contra algunos serios malentendidos y distorsiones del evangelio. Dado que el contexto probablemente sea Éfeso y por la probable fecha de las cartas, la influencia de las suposiciones filosóficas griegas, quizá combinadas con los malos entendidos respecto a las promesas del evangelio de Juan, habían producido creencias que, quizá inconscientemente, se oponían al evangelio de Jesucristo (o sea, eran creencias “anti-Cristo”).

Relación de las cartas con el evangelio de Juan

Queda claro que aunque el principal propósito de 1 Juan no era polemizar, el cisma dentro de la comunidad fue la razón inmediata de la carta, y los orígenes del cisma tienen que verse en esos elementos del pensamiento de la comunidad de 1 Juan que necesitaban tanto el debate cristológico como moral. Es al trazar las raíces de estos elementos del cuarto evangelio cuando entendemos mejor el problema y el logro de 1 Juan.

A pesar de las diferencias que podemos encontrar debido a que se trata de géneros diferentes, las cartas de Juan y el evangelio de Juan están más próximos en lenguaje, estilo, cosmovisión dualista y teología que cualquier otro libro del NT. Painter observa que las similitudes entre el evangelio y las cartas es más estrecho que entre otros libros del NT que se sabe pertenecen al mismo autor como por ejemplo, Lucas y Hechos o 1 y 2 Tesalonicenses.

Las similitudes obvias plantean la cuestión metodológica de si deberíamos permitir, y usar deliberadamente, el cuarto evangelio para influir en la exégesis de estas cartas. Por ejemplo, ¿debería el referente o sentido de un término en particular de las cartas ser definido según la misma palabra en el evangelio? Aunque las similitudes en su conjunto nos llevan en esa dirección, los propósitos diferentes por los cuales se escribieron el evangelio y las cartas nos debería advertir en contra de hacer una equiparación rápida del sentido en ambas. De hecho, algunos intérpretes sugieren que fue una mala interpretación y un mal uso del evangelio de Juan lo que hizo surgir las falsas enseñanzas en las iglesias juaninas, y que las cartas utilizan los mismos términos del evangelio pero con la intención de corregir la herejía. Esto, por supuesto, supone asumir que el evangelio se escribió primero y ya estaba en circulación, que surgieron los problemas al ser interpretado y utilizado y que las cartas vinieron a continuación.

Thatcher presenta otra opción: que aunque las cartas y el evangelio surgieron de la misma tradición y del mismo momento histórico, la controversia se desarrolló antes de que se escribiese el cuarto evangelio cuando las enseñanzas juaninas sobre Jesús todavía estaban en forma oral. Thatcher propone que las cartas fueron escritas para sofocar la controversia en ausencia de una narración autoritativa de la vida de Jesús en forma escrita. Según el punto de vista de Thatcher la controversia provocó que se escribiera el evangelio de Juan. Aunque esta teoría es interesante y creativa, parece que las cartas se relacionan tan bien con el evangelio en su forma escrita que la tradición oral tendría que haber sido esencialmente idéntica a la del evangelio de Juan.

Relación y fecha de las tres cartas

Se puede plantear una pregunta similar sobre la secuencia y relación de las cartas entre sí. Los temas, estilo y vocabulario son tan similares en 1 y 2 Juan que resulta difícil imaginar que no procedan de la misma mano. Y las similitudes entre 2 Juan y 3 Juan — ambas procedentes de “el anciano,” cuya principal preocupación era cuándo ofrecer la hospitalidad cristiana (3 Juan) y cuándo no (2 Juan) — se unen como las dos caras de la misma moneda. (Ver Introducción a 2 y 3 Juan.) Esta observación ha conducido a los comentaristas a proponer una serie de teorías sobre la secuencia en que fueron escritas estas cartas.

Strecker cree que 1 Juan se originó de forma independiente y posteriormente a 2 y 3 Juan, una teoría mantenida también por Marshall, que estructura su comentario tratando los libros en ese orden. Johnson propone que los tres fueron escritos por la misma persona a la vez y que se presentaron como un paquete.11 Según esa teoría, Demetrio llevó una carta de presentación a Gayo (3 Juan), junto con una carta para ser leída en la iglesia de Gayo (2 Juan) como introducción al sermón que debía impartirse (1 Juan). Painter cree que las tres cartas fueron escritas por el anciano, y probablemente en el orden en que aparecen en el NT, una idea compartida por esta autora. Propongo el escenario de que 1 Juan fue escrita y predicada en la iglesia casera del anciano poco después del cisma. Pero como los secesionistas se habían ido, llevándose con ellos sus falsas enseñanzas a otras iglesias de la zona, Juan envía 1 Juan a otras iglesias con una carta de presentación (2 Juan) “a la señora escogida y a sus hijos.” Por alguna razón, Diótrefes se niega a recibir a los portadores de 2 y 1 Juan, así que el anciano se vuelve hacia su amigo Gayo en busca de apoyo, enviando a Demetrio con una carta de presentación en mano (3 Juan). Aunque es casi imposible estudiar las cartas de Juan sin imaginarse un tipo de situación similar, cualquier escenario debe ser tratado con precaución y no permitir que dicte la exégesis, porque simplemente no sabemos los detalles de las circunstancias que relacionan a estos libros entre sí.

Si asumimos que el evangelio de Juan fue escrito en torno a 85–90 d.C. y que las cartas que surgieron tras el evangelio habían estado en circulación algún tiempo, las cartas probablemente daten de alrededor de 90–95 d.C., haciendo que sean posiblemente los últimos libros del NT en ser escritos. El evangelio de Juan y las tres cartas de Juan parecen haber sido escritas para gente dentro de la misma zona geográfica (probablemente la provincia romana de Asia, que conocemos como el extremo oeste de Turquía). Los cristianos nombrados en 3 Juan se conocían personalmente, lo cual sugiere una red de iglesias de la misma región que tenían un contacto frecuente y rutinario. La razón para que se conservara 3 Juan, como breve nota escrita a una persona, Gayo, es que era una parte importante de la misma historia por la cual se escribieron 1 Juan y 2 Juan. Por tanto, se nos pide que leamos las tres cartas teniendo en cuenta la relación existente entre ellas y con el evangelio de Juan.

El lugar de las cartas de Juan en la cronología histórica del Nuevo Testamento

La exégesis histórico-gramática es el enfoque metodológico utilizado por la mayoría de los estudiosos de la Biblia evangélicos. Eso significa interpretar el texto dentro de su contexto histórico original y prestar mucha atención a las palabras reales, a la sintaxis y estructura del texto en su idioma original. Téngase en cuenta que este no es el modo en que generalmente la iglesia lee la Biblia. La lectura devocional y litúrgica tiende a deshistorizar el texto pasando por alto su escenario histórico y leyendo la Biblia tal como se traduce en los idiomas modernos.

Es cierto que, aunque el lector general a menudo no lo tome en cuenta, los libros del NT no fueron escritos en el orden en que aparecen en el canon del NT. Y así al comienzo del estudio, es útil tener en mente la cronología de la historia del NT en la que fue escrito un libro, y lo que estaba sucediendo en aquel momento que puede ayudar la exégesis del libro. Después, también es útil considerar por qué los libros aparecen en una determinada secuencia en el NT. Seguramente había algún tipo de razón para que los libros fueran colocados en ese orden canónico particular en que los encontramos.

Todos los libros del NT se refieren a sucesos que ocurrieron en el siglo primero de esta era (esto es, 1–100 d.C., según el calendario moderno), como la vida de Jesús, la extensión del evangelio, y los problemas surgidos en las primeras iglesias. Los libros del NT se escribieron en la segunda mitad del ese mismo siglo. El NT en su conjunto se centra en una persona que vivió a principios del siglo primero, Jesús de Nazaret, y la importancia de su vida, muerte y resurrección. Los Evangelios que cuentan esta historia fueron escritos algunas décadas más tarde y se preocupan, primero, de los sucesos recogidos sobre la vida de Jesús pero, en segundo lugar, de lo que estaba sucediendo en las iglesias a las que iban dirigidos cada uno de los evangelios y que conformaron su contenido. Por tanto, es apropiado considerar lo que estaba sucediendo en las iglesias que eran las receptoras originales del evangelio de Juan, muy probablemente el último evangelio que se escribió.

Las cartas del NT son diferentes a aquellos relatos narrativos de la vida de Jesús porque cada una de ellas trata los temas apremiantes del momento y no intentan relatar los sucesos de un periodo de tiempo anterior. Los autores de las cartas están tratando cuestiones, temas y circunstancias reales apremiantes en aquel momento. En consecuencia, nos permiten distinguir tres periodos diferentes del siglo primero y colocar los sucesos y el origen de los libros dentro de cada periodo: (1) El tiempo en que vivió Jesús, durante el cual no se escribieron libros del NT; (2) un periodo de gran expansión del evangelio por todo el Imperio romano (33–60 d.C.); (3) un periodo de unificación doctrinal y eclesial (c. 60–100 d.C.). El evangelio y las cartas de Juan se escribieron en este último periodo, cuando la iglesia en general se enfrentaba a temas enormes, como la persecución de los cristianos por parte del gobierno romano, las herejías que se habían infiltrado en la iglesia (en especial las procedentes de las filosofías griegas) y la crisis de liderazgo en la iglesia, especialmente dado que los apóstoles habían muerto y el Señor no había regresado.

Las cartas de Juan reflejan estos dos últimos temas: la herejía y la crisis de liderazgo. Los falsos maestros habían surgido de las iglesias mismas del anciano, y sus creencias estaban desafiando su liderazgo apostólico. Si el anciano era Juan hijo de Zebedeo, probablemente era anciano y el último apóstol vivo. Como la iglesia estaba al borde de un futuro incierto en medio de una transición hacia un liderazgo en el que ya no había apóstoles, no había tema más importante que dónde encontrar la verdad sobre Jesucristo. El anciano argumenta que el liderazgo cristiano es esencialmente conservador, que conserva y pasa a la siguiente generación la enseñanza de los apóstoles a los que había elegido el Señor mismo. La innovación en las creencias y prácticas cristianas tenía que ir unida a la ortodoxia apostólica. Esto es relevante en toda generación de la iglesia hasta el regreso del Señor.

Canonicidad

En principio, cada uno de los libros del NT quedó dotado de este valor normativo, autoritativo tan pronto como se secó la tinta, en virtud de haber sido escritos por un autor apostólico inspirado por Dios. Pero todavía tardaron algún tiempo en ser colocados en el canon del NT para ser reconocidos como tal, especialmente cuando el texto empezó a circular más allá de los lectores originales y de las iglesias para las que fueron escritos cada uno de ellos. Raymond Brown resume:

Para mediados del siglo ii, las ideas, temas e incluso eslóganes de las epístolas juaninas (o, al menos, de i Juan) se estaban citando en otras obras cristianas. Pero ninguna de las similitudes propuestas es un cita textual, así que sigue siendo muy difícil estar seguros de que alguno de los autores mencionados tuviera el texto de las epístolas juaninas delante.

No obstante, es probable que el texto de 1 Juan estuviera a disposición de Policarpo (69–155 d.C.), que vivió en Esmirna, una ciudad de la región de Éfeso. La Carta a los filipenses de Policarpo (escrita antes de 140 d.C.) en 7:1 contiene un paralelismo claro con 1 Jn 4:2–3 y 2 Jn 7, “Porque todo el que no confiesa que Jesucristo ha venido en la carne, es anticristo,” aunque no lo atribuye a Juan o a sus cartas. Puede que haya otras alusiones menos obvias a las cartas de Juan en textos escritos antes de 175 d.C., pero la constatación más antigua de las tres cartas que ha sobrevivido es de Orígenes (c. 250 d.C.), que escribió que Juan “dejó también una epístola de unas pocas líneas y puede que una segunda y una tercera, pero no todos dicen que estas [la segunda y la tercera] sean genuinas” (citado en Eusebio, Hist. ecl. 6.25.10). La autoría apostólica de 1 Juan aparentemente no se cuestionaba, y Eusebio la enumera dentro de la lista de libros reconocidos (ver Introducción a 2 y 3 Juan para una discusión de la evidencia de Ireneo, que cita 1 y 2 Juan como si fueran un libro, lo cual sugiere que pueden haber circulado juntas). Las tres cartas fueron reconocidas como canónicas por la iglesia del siglo iv y están incluidas en el canon de Atanasio (367 d.c)

Bibliografía selecta

Comentarios

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lunes, 16 de mayo de 2016

Verdadero hijo en la fe... mi estimado hijo...verdadero hijo en esta fe que compartimos...pastorea la iglesia de Dios

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




Las cartas de Pablo

¿SON PASTORALES LAS CARTAS DE PABLO?

 Por lo que sabemos, D. N. Berdot, que escribió en 1703, fue el primero en usar el término pastoral para describir las cartas como un grupo.

Medio siglo más tarde, P. Anton usó el término para su comentario sobre estas cartas. La razón de esta descripción es clara: estaban dirigidas a individuos comisionados para cuidar de iglesias con necesidades específicas. Esto se aplica especialmente a 1 Timoteo y Tito, mientras que 2 Timoteo contiene más alusiones personales que eclesiásticas.

 ¿Pero es apropiado el término pastoral para estas epístolas?
La tarea asignada a Timoteo y Tito, que pueden describirse como “comisionados” o “delegados apostólicos”, era tratar los problemas que requerían una autoridad apostólica. La naturaleza del cuidado a recibir tenía más que ver con combatir falsas enseñanzas que con el pastoreo cotidiano de la congregación.

Su meta era dejar establecido un equipo de líderes estable dentro de las iglesias, y no tanto pastorear ellos mismos al rebaño por mucho tiempo. Pero durante ese periodo de tensión eran necesarios el cuidado pastoral, los dones y las cualidades personales, tanto en los delegados apostólicos como en lo ancianos a quienes trataban de establecer firmemente en las iglesias.

Pablo había exhortado previamente a los ancianos de Éfeso a “pastorear la iglesia de Dios” (Hch 20:28). Dichas cualidades pastorales son necesarias hoy, y el término pastoral, aunque no sea completamente apropiado, tiene su valor. ¿Cuál era entonces la relación de Timoteo y Tito con Pablo? ¿Cuál era su cometido?

 La relación de Timoteo y Tito con el autor

 El escritor llama a Timoteo su “verdadero hijo en la fe” (1Ti 1:2) y “mi estimado hijo” (2Ti 1:2), y llama a Tito “verdadero hijo en esta fe que compartimos” (Tit 1:4).

A pesar de las indicaciones de experiencias mutuas entre estos hombres y Pablo, muchos eruditos aducen que estas expresiones de relación afectuosa son construcciones de una carta seudónima a destinatarios ficticios. Sin embargo, en conjunto con las otras referencias a ellos en las cartas, el lector asume con naturalidad una relación real e íntima.

Además, las referencias a la relación de estos dos hombres con Pablo en sus anteriores cartas y (en el caso de Timoteo) en el relato de Hechos son importantes para que se entienda lo escrito.

 Timoteo pudo haber oído a Pablo durante su reciente primer viaje misionero, y quizá se convirtió por aquel entonces.

La primera mención específica de Timoteo está en Hechos 16:1-5, donde se une a Pablo en su segundo viaje misionero. El joven se ganó la confianza del apóstol y, aunque a veces se envió a Timoteo en misiones individuales (1Ts 3:1-6), a menudo trabajaban en estrecha unidad (ver Hch 18:5; 19:22; cf. también las referencias a Timoteo como coautor en 2Co 1:1; Fil 1:1; Col 1:1; 1Ts 1:1; 2Ts 1:1).

Dentro de las cartas de Pablo hay más pruebas del servicio de Timoteo con Pablo (1Co 4:17; 16:10-11; cf. también Ro 16:21, donde Pablo le llama “mi compañero de trabajo”). Por supuesto, en las Cartas Pastorales Pablo habla con afecto de Timoteo, como observaremos en el transcurso del comentario.

 Tito parece haber sido un solucionador de problemas para Pablo.

Es difícil seguir la pista de la correspondencia y la secuencia de visitas entre Pablo y los corintios, incluida la probabilidad de cartas adicionales no registradas en el Nuevo Testamento. Pero está claro que Tito jugó un papel importante como representante de Pablo en Corinto.

Su nombre aparece en 2 Corintios 2:12-13 y 7:5-7, 13-15, así como también en varios versículos referentes a la delicada cuestión de la ofrenda (8:5-6, 16-19). Pablo elogió a Tito por su arduo trabajo en 12:14-18.

Además, Tito acompañó a Pablo a Jerusalén en la importante visita descrita en Gálatas 2:1-5. Al leer la epístola a Tito es evidente que había recibido otra difícil tarea cuando Pablo le dejó en Creta. Durante el período descrito en las Cartas Pastorales, Pablo pidió a Tito que le visitara en Nicópolis (Tit 3:12). Por último, al final de la que muy probablemente es la última de las Pastorales en escribirse, Tito iba camino a Dalmacia, probablemente cumpliendo otra misión para Pablo (2Ti 4:10).

 El anterior resumen nos muestra dos cosas en particular:

  1. Es difícil aislar las referencias personales a Timoteo y Tito del resto de la correspondencia pastoral y separar dicha correspondencia de lo que podríamos llamar una relación en “tiempo real” entre ellos dos y Pablo. Esta observación en sí no constituye una prueba de que las cartas las escribiera el apóstol Pablo mismo ni de que fueran ciertamente enviadas a los destinatarios que se mencionan. Lo que indica es que si el Pablo histórico y el Timoteo y Tito históricos no son el autor y los destinatarios, no solo pasamos de la historia a la ficción, sino que también nos apartamos de una comprensión legítima y natural del texto.
  2. Al asumir aquí una realidad histórica aprendemos que, para ocuparse de complejos problemas y personas hostiles en Éfeso y Creta, Pablo escogió a dos hombres que tenían experiencia, en estrecho compañerismo, aunque quizá con menos madurez, posición social y distinción que los líderes de las iglesias. Esto enseña algo sobre los principios de Pablo al escoger personas para el liderazgo.


 Las situaciones a las que Timoteo y Tito se enfrentaron eran más graves de lo que pudiera parecer en principio. Las falsas enseñanzas ya estaban avanzando con fuerza en Éfeso. El uso del presente en el verbo compuesto “enseñar doctrinas falsas” (1Ti 1:3) indica que esta actividad ya estaba en marcha y no era una simple nube en el horizonte. La mención de “leyendas y genealogías interminables” en 1:4 sugiere una herejía compleja y esotérica.

 En el comentario mismo se tratará la naturaleza de esta enseñanza falsa, pero aquí observamos que incluía una aplicación inapropiada de elementos judaicos (véase la mención de “la ley” en 1:7-11).

Las enseñanzas de dos herejes mencionados por nombre (el término hereje no parece demasiado fuerte, dadas las evidencias), Himeneo y Alejandro, contenían blasfemia o se expresaban de forma blasfema (1:20); esto hizo necesario entregarlos a Satanás. Las palabras “en los últimos tiempos, algunos abandonarán la fe para seguir a inspiraciones engañosas y doctrinas diabólicas” muestra que las falsas enseñanzas no eran meras especulaciones humanas, sino mentiras demoníacas (4:1).

No es que simplemente los maestros fueran llevados a error, sino que eran “embusteros hipócritas” (4:2). Había también una dimensión ascética en esa enseñanza falsa: “Prohíben el matrimonio y no permiten comer ciertos alimentos” (4:3). Después de leer sobre mentiras y enseñanzas demoníacas, podemos pensar que, en comparación, “las leyendas profanas y otros mitos semejantes” (4:7) no son tan graves. Sin embargo, que estén en contraste con “la piedad” muestra su carácter engañoso. Otra referencia a las enseñanzas falsas en 6:3-10 muestra que la avaricia también jugaba su parte (6:6-10).

 Hacia el tiempo de 2 Timoteo las actividades de los falsos maestros pueden parecer cosa del pasado. Sin embargo, 2 Timoteo 2:17-18 nos da una pista significativa acerca de al menos una faceta importante de la enseñanza falsa. Himeneo y Fileto “se han desviado de la verdad. Andan diciendo que la resurrección ya tuvo lugar”.

En principio puede no parecer serio, pero Pablo dice que con esa doctrina “trastornan la fe de algunos”. Esta enseñanza ha recibido en ocasiones la denominación de escatología sobrerrealizada. Como personas con cierto interés en la ley y las enseñanzas judías, estos maestros estaban probablemente familiarizados con la idea de las dos edades, la era presente y la venidera. También conocían la enseñanza de Jesús acerca de la inauguración del reino venidero. Aparentemente desdeñaban o contradecían las enseñanzas escatológicas de Jesús y de Pablo acerca de los acontecimientos aún futuros.

 Muchos eruditos han llegado a la conclusión de que algunas personas de la iglesia corintia habían impartido una enseñanza similar aunque no idéntica: los cristianos ya estaban experimentando tanto de la realidad de la edad futura que podían hacer caso omiso de algunas de las pretensiones de la vida de su entorno, envaneciéndose por tener una espiritualidad superior.

Esta escatología sobrerrealizada de los corintios se manifestaba en el ascetismo y el orgullo espiritual. Pero el error de los herejes efesios parece haber sido diferente. Mientras que, al parecer, los de Corinto decían que no hay resurrección (1Co 15:12), Himeneo y Fileto afirmaban que ya había tenido lugar. Esto quiere decir que tuvieron que negar una gran cantidad de enseñanza ortodoxa, y que lo hicieron con la suficiente fuerza como para destruir la fe de algunas personas.

 Otra indicación de la enseñanza falsa y de las serias circunstancias que afrontó Timoteo en Éfeso se encuentra en 2 Timoteo 3:6-9.

Los falsos maestros perjudicaron a mujeres que carecían de una sobria autodisciplina y que se dejaron llevar por deseos pecaminosos. Un comentario curioso sobre estas féminas es que “siempre están aprendiendo, pero nunca logran conocer la verdad” (3:7). Por eso están abiertas a ser explotadas en más de un nivel. Junto con otros indicios en las Cartas Pastorales, este pasaje ha sugerido a algunos estudiosos que había algo en estas mujeres (si no en el género femenino en general, como algunos han aducido) que las hacía especialmente vulnerables a la enseñanza falsa.

Ante esta situación, la importancia del culto a la diosa en Éfeso y los significativos cambios sociales en el papel de las mujeres y en cómo se las veía (sobre todo en las incipientes ideas que más tarde convergerían en el gnosticismo), el intérprete de las Cartas Pastorales debe considerar tales elementos como justificación de las limitaciones que Pablo impuso a las mujeres, especialmente en 1 Timoteo 2:9-15.

 Pero no hay que precipitarse a conclusiones poco sabias sobre este punto. Estas cuestiones son complejas e importa la forma de resolverlas. El modo como lo tratamos  consiste en sacar ideas primeramente del material de las Pastorales para entender la situación de la iglesia de Éfeso, permitiendo que esos datos de trasfondo nos ayuden, pero no determinen, en la interpretación.

No sería apropiado ignorar el entorno social y religioso, sobre todo en lo que respecta a las mujeres, pero las condiciones de ellas no eran uniformes en todo el Imperio romano y puede ser que sus circunstancias en Éfeso hayan sido sobrevaloradas por algunos expertos.

No obstante, debemos ser realistas y reconocer que las circunstancias y la consideración de las mujeres de hoy son muy diferentes de lo que podríamos encontrar en otras partes del mundo del primer siglo.

Debemos realizar con cuidado nuestra aplicación del texto. Para hacer frente a las falsas enseñanzas, Timoteo y Tito recibieron autoridad de Pablo como delegados apostólicos. La autoridad especial del apóstol se extendía, por tanto, mediante el ministerio de estos dos hombres a las iglesias en Éfeso y Creta.

Como se señala, no puede identificarse su ministerio con el del pastor moderno. Fueron enviados para tratar circunstancias específicas en nombre del apóstol. Es decir, acudieron bajo el mandato de Pablo y se les encargó aplicar sus mandamientos a las circunstancias de estas iglesias ( 1 Timoteo 1:3-5; 4:1).

 Que las palabras de Pablo en 1 Timoteo 4:13: “Dedícate a la lectura pública de las Escrituras, y a enseñar y animar a los hermanos” estén prologadas por “en tanto que llego” significa que esta comisión no era para mucho tiempo, sino por un período limitado, el suficiente para lograr las metas necesarias. Dicho de otro modo, como delegados apostólicos, Timoteo y Tito tenían más autoridad personal de la que poseemos hoy quienes estamos en el ministerio de la iglesia, pues estamos bajo la autoridad de la Biblia. Además, su ministerio tenía un propósito más específico que el del pastor promedio de hoy, aunque ese enfoque no excluyera otros ministerios, como el evangelismo (2Ti 4:5).

 Es importante comprender las implicaciones de este papel singular de Timoteo y Tito como delegados apostólicos.


  1. Su ministerio constituía una extensión de la firme autoridad de Pablo, y ese hecho es parte integral de las instrucciones en las tres cartas.
  2. Reconocer el ámbito específico de su tarea nos previene contra una aplicación indiscriminada e inapropiada de los textos relativos a su ministerio a los ministerios en la iglesia actual, que son distintos.
  3. Dado que el contenido de las tres Cartas Pastorales estaba tan estrechamente vinculado a la misión de estos delegados apostólicos “en tiempo real”, a menos que descartemos a la ligera estas circunstancias y el verdadero alcance de autoridad apostólica presente en ellos, es imposible excluir el papel de Pablo en la composición de las cartas. Si asumimos que los nombres Timoteo y Tito representan meramente a figuras ideales o al “Rvdo. Todopastor”, los intentos de recuperar la situación real y la autoría de las cartas están condenadas desde el principio.


 Esta reconstrucción, a su vez, está relacionada con la narración de Hechos 20:17-38. En estas palabras a los ancianos de Éfeso, Pablo predijo que los “lobos” atacarían al rebaño y que surgirían otros disidentes “aun de entre ustedes”. Las cartas a Timoteo aluden a circunstancias que coinciden con esa predicción. Si la mención de Timoteo, Tito y Pablo es invento, perdemos esa conexión.

 Al asumir que los Tito y Timoteo históricos son los destinatarios reales de las cartas de Pablo tal como aquí se describen quedan todavía algunos problemas pendientes: en concreto, la dificultad de seguir los itinerarios de Pablo y de Timoteo y Tito.

La afirmación de que hubo viajes misioneros de Pablo y estos dos colaboradores después de la conclusión de Hechos no nos da un panorama completo. En una posible reconstrucción de viajes misioneros adicionales de Pablo, tal vez hacia el este y luego al oeste, a España (sufriendo otro arresto en el proceso), al parecer volvió a visitar Éfeso con Timoteo.

La duración de esta visita no podemos estimarla, pero duró lo suficiente para que Pablo descubriera que se habían cumplido las predicciones dadas por él a los ancianos efesios en Hechos 20 sobre la llegada de lobos y falsos maestros a la iglesia.

Eran problemas de suficiente gravedad como para requerir la visita de alguien que trabajase bajo la autoridad de Pablo, para plantar cara y corregir. Por alguna razón, decidió ir al norte y al este desde Éfeso de regreso a Macedonia (cf. 1Ti 1:3).

Debió de haber visto que, aunque relativamente joven, Timoteo tenía la sabiduría y la madurez suficientes para ocuparse de los problemas en la iglesia de Éfeso y para que “les ordenara[s] a algunos supuestos maestros que [dejaran] de enseñar doctrinas falsas” (1:3).

 Es imposible determinar si Pablo y Tito visitaron Creta antes de la visita con Timoteo a Éfeso o después de la visita a Macedonia. La redacción de Tito 1:5, “Te dejé en Creta”, se entiende con más naturalidad como indicio de que Pablo estaba con Tito en Creta, dejándole allí cuando el apóstol siguió adelante.

La reconstrucción de un itinerario posterior nos dejaría probablemente a Tito abandonando Creta y uniéndose a Pablo en Nicópolis (Tito 3:12). Quizá Pablo fue entonces a España y, mientras se hallaba en la parte occidental del Imperio romano, fue arrestado y encarcelado otra vez. En algún momento, Pablo envió a Tito a Dalmacia (2Ti 4:10).
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miércoles, 31 de octubre de 2012

Las Epístolas Pastorales: Nombre utilizado desde el S XVIII


 Las Cartas Pastorales
. biblias y miles de comentarios
 
LAS CARTAS PASTORALES
Introducción

DESTINATARIOS

Aunque estas cartas son generalmente conocidas como las epístolas pastorales, este nombre ha sido utilizado solamente desde el siglo XVIII. La descripción es quizá una cuestión de conveniencia más que de precisión, considerando que las cartas no son manuales de cuidado pastoral. Ambos, Timoteo y Tito, fueron asociados cercanos de Pablo, y estas cartas dirigidas a ellos son las únicas de este tipo incluidas en el NTNT Nuevo Testamento. No se sabe cuántas cartas semejantes a estas escribió el Apóstol. La carta a Film. es de este tipo.
 Timoteo es mencionado no sólo en Hech. sino también en otras cartas de Pablo. Es probable que se haya convertido a la fe cristiana durante el primer viaje misionero. Tuvo una participación muy cercana con el Apóstol en su segundo y tercer viajes. En Fil. 2:19, 20 Pablo habla cálidamente del cuidado e interés de Timoteo. Es admirable que hayan sido preservadas las cartas personales dirigidas a un compañero tan querido. Es extraño que Tito no es mencionado para nada en Hech., aunque sí en Gál. 2:1, 3, de donde sabemos que era griego, y en 2 Cor. 8:23 donde Pablo lo describe como su compañero y consiervo (ver también 2 Cor. 12:18). De los dos compañeros de Pablo, Tito parece haber sido el de personalidad más fuerte, porque en 1 y 2 Tim. hay varias alusiones a la timidez de Timoteo.

PATERNIDAD LITERARIA
Se dice que estas tres cartas fueron escritas por el apóstol Pablo. No hay evidencia en la iglesia primitiva de lo contrario. Pero desde principios del si glo XIX muchos eruditos han disputado la autoría paulina tal como la tenemos ahora. Hubo dos tipos principales de teorías alternativas, una consideraba las cartas como ficción, y la otra reconocía que había sido incluido en ellas algo de material paulino genuino. Ambas teorías consideran a las cartas como seudónimas, es decir firmadas por el apóstol pero escritas por algún otro. Generalmente se sostuvo por parte de aquellos que sostienen la no autoría paulina que este procedimiento era muy aceptable en aquellos días y que no se había incurrido en una falta moral, pero esto es discutible. ¿Cuáles son las razones pues, que nos han conducido a las teorías de la no autenticidad?

1. Las referencias históricas en las cartas
Estas presuponen que Pablo había visitado recientemente Efeso y Creta. El problema surge porque es difícil encuadrar estas alusiones en la historia que relata Hech. Algunos asumen que Pablo había sido liberado de la prisión mencionada al final de Hech., y que los eventos referidos en las cartas pastorales sucedieron después de esta liberación. Pablo debe haber sido encarcelado otra vez a último momento y finalmen te martirizado. Muchos eruditos, sin embargo, rechazan esta postura porque no hay evidencia para ella aparte de estas cartas. Se han hecho intentos, sin embargo, para encuadrar las referencias históricas dentro de la historia de Hech., aunque esto no sea lo correcto. Aquellos que no encuentran conveniente ninguna de estas reconstrucciones simplemente tratan las referencias históricas como ficticias y no hacen mucho esfuerzo para relacionarlas con la historia de Hech.

2. La mención de los oficiales de la iglesia
Se ha señalado que las referencias en las cartas a los “sobreveedores” (algunos traducen “obispos”) y “ancianos” reflejan un período tardío de la era apostólica. Otra vez hay amplias diferencias entre las teorías. Es difícil estar seguro de qué cosas significaban esos títulos en las diferentes etapas en la historia de la iglesia primitiva, y las cartas pastorales no hacen una distinción real entre ellos. El argumento por lo tanto es inconcluso. Pero, ¿hubiera necesitado el verdadero Pablo dar instrucciones a sus colaboradores sobre las cualidades requeridas de los oficiales de la iglesia? Si consideramos las cartas como semipúblicas no es difícil suponer lo que Pablo quiso enfatizar al escribir acerca de lo que ya debía haber instruido a sus colaboradores.

3. Las referencias a falsas enseñanzas
Algunos suponen que estas referencias pertenecen al período de herejías desarrollado en el siglo II y no pueden por lo tanto relacionarse con el tiempo de Pablo. Pero la evidencia no sostiene tal teoría, porque no hay relación entre los mitos y genealog ías referidas en las cartas pastorales y en las herejías gnósticas tardías. El principal interés era advertir a sus colegas a que no perdieran el tiempo en estas falsas doctrinas. Si, como suponen algunos eruditos, estas cartas fueron escritas para responder a las herejías del siglo II, ¿por qué no hay referencias más directas al tipo de error que prevalecía? Una justa conclusión sería que las falsas doctrinas no proporcionan una guía apropiada para fechar las cartas pastorales.

4. La posición doctrinal
Se dice que la posición doctrinal reflejada en estas cartas no está de acuerdo con la del apóstol Pablo. Se llegó a esta conclusión al comparar la teología de las otras cartas de Pablo con la teología de las pastorales. Se sostenía que hay mucho que es característico de otras cartas y que está ausente en las pastorales, aunque la autoría de Pablo está fuera de discusión. Existe, sin embargo, una fundamental debilidad en este argumento, ya que no considera la diferencia en las personas a quienes está dirigida o el propósito de las otras cartas. Pablo no esperaba escribir la suma total de su teología en todas las cartas que escribió. No hay nada en las pastorales que entre en conflicto con la posición teológica reflejada en las otras cartas. La ausencia de temas tales como la justicia de Dios o la presencia del Espíritu Santo debe ser considerada contra este trasfondo. Lo que es menos fácil de explicar es la repetición de lo que parecen ser declaraciones estereotipadas introducidas por ex presiones tales como “fiel es esta palabra”, la cual no se repite en ninguna de las cartas de Pablo. Pero, ¿elimina esto la autoría paulina? De ser así se necesitará demostrar que Pablo no había usado tales declaraciones, y la evidencia es simplemente insuficiente para probarlo.

5. Lenguaje y estilo

Los argumentos basados en el lenguaje son generalmente utilizados para señalar la no autenticidad de estas cartas. Sin embargo, aun aquí hay diferen tes maneras de pesar la evidencia. Es una cuestión aceptada que muchas palabras nuevas que sí son utilizadas en estas cartas no aparecen en ninguna parte de los escritos de Pablo, y hay muchas que no aparecen en ningún lugar del N.T. La cuestión importante es, sin embargo, si Pablo las había utilizado o no. Puesto que hay ejemplos contemporáneos de uso de casi todas las palabras menos un puñado de ellas, no hay razón por la cual Pablo no podría haberlas usado. Los argumentos basados en la utilización de las palabras son insuficientes.
En cambio, se ha colocado más énfasis en el estilo, y también se han utilizado varios métodos para determinarlo. Algunos han apelado al uso o no de pa labras tales como preposiciones, mientras que otros han recurrido a la extensión de las frases o a la frecuencia de las palabras. En términos generales cualquier cálculo estadístico de estilo es seria mente complicado a causa de la pequeñez de la muestra disponible en las cartas pastorales. Algunos eruditos que en otros terrenos favorecen a la autoría paulina se inclinan hacia alguna clase de “hipótesis del secretario” para referirse al cambio del lenguaje.
Aun si estas líneas de evidencia son consideradas suficientes como para asegurar un autor que no sea Pablo, subsiste el problema respecto de lo que impulsó a alguien a escribir estas cartas en nombre de Pablo y lo que lo llevó a elegir tres. Al no haber una salida satisfactoria, no parece irrazonable adherirse a la perspectiva tradicional de que Pablo escribió estas cartas a sus consiervos con un propósito histórico específico.

FECHA
La cuestión de la fecha de estas cartas está ligada íntimamente con la de su autor. Si Pablo no las escribió, entonces es posible cualquier fecha entre el año 50 del siglo I y el principio del siglo II. Tal como hemos visto, algunos eruditos entienden que estas cartas fueron escritas tan tarde que Pablo no podría ser el autor. Desde su punto de vista la fecha de estas cartas resuelve la cuestión del autor. Pero si Pablo fue el autor, quizás usando un secretario, entonces la fecha más probable para su composición es a mediados de la década de los 60 (los años exactos son motivo de controversia), cuando Pablo estuvo prisionero en Roma. Desde este punto de vista, es común sostener que Pablo fue liberado de la prisión mencionada al final de Hechos, pero fue arrestado por poco tiempo y finalmente martirizado, y que algunos de los eventos referidos en las pastorales tuvieron lugar durante este breve período de libertad. Verdaderamente, 2 Tim. suena como si hubiera sido escrita por alguien que sabía que le quedaba poco tiempo de vida.

PROPOSITO

Es más fácil determinar el propósito de 2 Tim. que de las otras dos cartas, porque ésta fue claramente escrita mientras Pablo estaba esperando el resultado del juicio. Es un urgente pedido a Timoteo para que trate de ir a verle mientras aún hay tiempo. Hay algunos pedidos personales en 2 Tim. 4 en relación con una capa, algunos libros y pergaminos. La carta entera es un aliento a Timoteo en el ejercicio de su ministerio.
En 1 Tim. el propósito parece ser el de dar alguna guía para la elección de los oficiales de la iglesia y para resistir a la falsa doctrina. Pablo declara su propósito en 1 Tim. 3:14, 15. Claramente intentó equipar a Timoteo con la instrucción necesaria esperando encontrarse con él pronto. En Tito hallamos una situación similar, así como Timoteo había quedado con responsabilidades en Efeso, Tito tenía una tarea de mayor responsabilidad en Creta. La carta, por lo tanto, habría ayudado a fortalecer las manos de Tito ante las dificultades del ministerio.

CANONICIDAD

Existe fuerte evidencia del uso de las cartas pastorales en la iglesia primitiva. Los paralelos con los escritores eclesiásticos no son meramente alusio nes, sino que esto es igualmente cierto de algunas otras cartas paulinas. Existen algunos paralelos entre estas cartas y 1 Clemente, lo cual sustentaría su uso antes del 95 d. de J.C.d. de J.C. Después de Jesucristo, aunque algunos eruditos ponen en duda esta conclusión. Ciertamente, Policarpo parece haber citado a dos de ellas y después de su tiempo hay una fuerte evidencia no solamen te de su uso sino de su autoridad.
Sin embargo, dos líneas de evidencia son citadas a menudo para disputar la canonicidad temprana de estas cartas. Una es el hecho de que Marción las excluyó de su canon (mediados del siglo II). Ya que Tertuliano señala que Marción “las sacó” parece razonable sostener que él sabía de ellas pero las desaprobaba. Es claro que el canon de Marción fue altamente selectivo. La otra línea de evidencias cita el hecho de que las cartas pastorales no aparecen en el Papiro Chester Beatty. Sin embargo, la evidencia para el uso y autoridad de estas cartas es muy fuerte; aquellas dudas que se levantaron para esta clase de evidencia son insuficientes para superar la opinión de que estas cartas fueron preservadas y atesoradas desde una fecha temprana como cartas genuinas del apóstol Pablo.

TEOLOGIA

Aunque algunos de los grandes temas paulinos están ausentes en estas cartas, hay muchos pasajes doctrinales que están totalmente en línea con la teología de Pablo. Estos contienen una alta visión de Dios, especialmente entendida en la notable doxología de 1 Tim. 1:17. Su paternidad es mencionada tanto como su función como Salvador (1 Tim. 4:10; Tito 1:3; 2:10, 13; 3:4) y como Juez Justo (2 Tim. 4:8).
Las referencias a Cristo están igualmente en línea con la enseñanza usual de Pablo: su humanidad (1 Tim. 1:15), su paciencia (1 Tim. 1:16), su obra salvadora (2 Tim. 1:10; Tito 2:13; 3:6), su mediación (1 Tim. 2:5, 6) y su resurrección (2 Tim. 2:8).
Hay menos referencias al Espíritu Santo que en la mayoría de las cartas de Pablo, aunque su obra no es pasada por alto. El obrar predictivo del Espíritu es mencionado en 1 Tim. 4:1, y se le dice a Ti moteo que tenga atesorada la verdad que habita en él (2 Tim. 1:14). El es el responsable de la obra de regeneración y renovación (Tito 3:5).
Las pastorales dejan en claro que la salvalción es el resultado de la misericordia divina por medio de nuestra fe (1 Tim. 1:16). No hay nada en realidad en estas cartas que contraríe la enseñanza de Pablo en ninguna parte.

1 Timoteo, Tito, 2 Timoteo
En el Capítulo 7 echamos un vistazo a las cuatro cartas que Pablo escribió mientras era prisionero en la ciudad de Roma. Después de estar durante dos años en una prisión romana, Pablo fue finalmente liberado y él era nuevamente un hombre libre. Pablo podía ir y venir otra vez ayudando a los creyentes, predicando el evangelio a los inconversos y empezando y fortaleciendo a las iglesias. Fue durante este tiempo de libertad que Pablo escribió dos cartas, 1 Timoteo y Tito.
Finalmente, hacia el final de su vida, Pablo fue echado otra vez en prisión en Roma (ver 2 Timoteo 2:9). Este fue el segundo y último encarcelamiento de Pablo en Roma. Esta vez no sería liberado, sino sería ejecutado. Mientras Pablo estaba en el calabozo, envió otra carta a Timoteo, que ahora llamamos el Libro de 2 Timoteo. En este libro tenemos registradas las últimas palabras de Pablo. Era la última carta (sobreviviente) que Pablo escribió y mientras la escribía, Pablo sabía que el día de su muerte se acercaba.
Todas las demás cartas de Pablo (excepto Filemón) fueron escritas a iglesias, pero estas tres cartas fueron escritas a dos hombres, Timoteo y Tito. Estos dos hombres eran Pastores, lo cual significa que eran líderes en sus iglesias y que tal como un pastor ha de cuidar a sus ovejas, estos hombres eran responsables de cuidar a los creyentes que estaban en sus iglesias. Por este motivo estas tres cartas son llamadas “CARTAS PASTORALES” o “EPÍSTOLAS PASTORALES”.
¿Dónde ejercía Timoteo su ministerio como Pastor (1 Timoteo 1:3)? E_____________. ¿Dónde ejercía Tito su ministerio como Pastor (Tito 1:5)? En la isla de C_________. ¿Puedes encontrar estos dos lugares en un mapa bíblico?
Leemos acerca de Timoteo en el Libro de los Hechos, capítulos 16-20 (ver especialmente Hechos 16:1-3). Tito no es mencionado en el Libro de los Hechos, pero leemos acerca de él en algunas de las otras cartas de Pablo (ver 2 Corintios 2:13; 7:6, 13, 14; 8:6; 12:18; Gálatas 2:1, 3). Estos dos hombres eran fieles siervos del Señor Jesucristo.
Las cartas a Timoteo y Tito tienen un importante mensaje para nosotros hoy. Al leer las cosas que Pablo escribió a estos hombres, empezamos a entender que clase de hombre debería ser en realidad un Pastor. También comenzamos a descubrir cómo debería ser la iglesia. Entonces debemos preguntarnos, “¿Mi iglesia es así?” “¿Estoy en la iglesia correcta?” “¿Está haciendo mi Pastor realmente lo que Dios quiere que haga?”
Al estudiar estos tres libros, aprendemos al menos cinco cosas acerca del Pastor y su predicación. Estas cinco cosas también deben estar presentes en la vida de cada creyente cuando compartimos la Palabra de Dios y hablamos a otros de nuestro maravilloso Señor y Salvador.
1) EL PASTOR DEBE PREDICAR SALVACIÓN
Hay muchas iglesias que no enseñan el camino de salvación de Dios. Hay muchas iglesias en las cuales el pastor o sacerdote o ministro nunca habla a su gente acerca de las BUENAS NUEVAS DE SALVACIÓN, sobre las cuales aprendimos en el Capítulo 5. Puedes asistir a esas iglesias todos los domingos durante años y nunca escuchar cómo ser salvo (ni tampoco que necesitas ser salvo).
Cuando Pablo escribió a Timoteo y Tito, tuvo mucho que decir acerca de la SALVACIÓN. Pablo quería que estos dos hombres predicaran y enseñaran respecto a la maravillosa salvación que se encuentra en Jesucristo.
¿Por qué vino Jesucristo al mundo (1 Timoteo 1:15)? __________________________
¿A quién quiere salvar Dios (1 Timoteo 2:3-4)? __________________________ ¿Por quienes dio Cristo Su vida en rescate (1 Timoteo 2:6)? ______ __________ ( Nota:”Rescate” significa “que Cristo dio Su vida en un sacrificio expiatorio bajo el juicio de Dios por el pecado y proveyó así un rescate por medio del cual aquellos que le reciben a Él sobre esta base, obtienen liberación del castigo debido al pecado” –W.E.Vine ). ¿Quién es el único MEDIADOR (alguien que se interpone) entre Dios y los hombres y el Único que puede llevarnos a Dios (1 Timoteo 2:5)? _____________ ¿En quien debemos poner nuestra confianza y esperanza (1 Timoteo 4:10 y 6:17)? ___________ _______________
Cómo es salvo o justificado el hombre, ¿por sus propios esfuerzos y buenas obras o por la gracia de Dios (Tito 3:7)? __________________________ En los siguientes capítulos, encuentra un versículo que enseñe que una persona no es salva por sus propias buenas obras:
Tito capítulo 3, versículo ___________
2 Timoteo capítulo 1, versículo ____________
En los siguientes capítulos encuentra un versículo que enseñe que si una persona es realmente salva (y Dios mora en ella), entonces hará buenas obras:
Tito capítulo 3, versículo ___________
Tito capítulo 2, versículo ___________
2) EL PASTOR TIENE QUE PREDICAR A CRISTO
En 1 Corintios 2:2, Pablo se propuso que él predicaría y daría a conocer a _________________ y a éste crucificado. Hay muchas iglesias hoy que no predican a Cristo. Algunas predican sobre política o filosofías. Otras predican que debemos ayudar y amar a nuestros prójimos. Algunas predican contra la guerra y la pobreza y el crimen. Otras predican religión (el hombre tratando de llegar a Dios a su manera). Pablo era diferente a todos ellos. El animó a Timoteo y a Tito a predicar a Cristo. La única esperanza del hombre se encuentra en el Hijo de Dios.
Completa la siguiente tarea de concordancia que te ayudará a ver que las Cartas pastorales están repletas de la verdad acerca del Cristo que Pablo predicaba:

 
1. ____ Cristo es mi Juez justo
2. ____ Cristo es mi Mediador
3. ____ Cristo es mi Señor
4. ____ Cristo es mi Salvador
5. ____ Cristo es mi Sustituto que murió por mí
6. ____ Cristo es mi esperanza
7. ____ Cristo es Dios manifestado en carne
8. ____ Cristo es un verdadero hombre (un descendiente
de David) que murió realmente y que resucitó de
los muertos
9. ____ Cristo es Aquel que abolió la muerte
10. ____ Cristo es el Gran Dios que viene otra vez
 
 
A. 1 Timoteo 1:1
B. 1 Timoteo 1:2
C. 1 Timoteo 2:5
D. 1 Timoteo 2:6
Tito 2:14
E. 1 Timoteo 3:16
F. 2 Timoteo 1:10
G. 2 Timoteo 2:8
H. 2 Timoteo 4:1, 8
I. Tito 1:4
J. Tito 2:13
3) EL PASTOR TIENE QUE PREDICAR TODA LA BIBLIA
Algunas iglesias solo predican de los Evangelios o de los Salmos o de otros pasajes favoritos. Pero hay muchas partes de la Palabra de Dios acerca de las cuales nunca predican. Otras iglesias predican todo el tiempo acerca de la salvación, pero no ayudan a la gente a entender como vivir la vida cristiana. Juan 3:16 es un versículo maravilloso, pero en la Biblia hay más que Juan 3:16. Si Dios hubiera querido que supiéramos sólo Juan 3:16, entonces ÉL nos habría dado una Biblia muy pequeña.
¿Qué dijo Pablo a Timoteo que predicara (2 Timoteo 4:2)? __________________ Si una persona ha de predicar la Palabra, entonces debe estudiar la Palabra de verdad de Dios (¿qué versículo de 2 Timoteo capítulo 2 muestra la necesidad de estudiar con cuidado la Palabra de verdad de Dios? versículo _____). ¿Cuánto de la Palabra de Dios es provechosa para nosotros de acuerdo con 2 Timoteo 3:16?
a. solo el Nuevo Testamento
b. solo el Nuevo Testamento y los Salmos
c. solo los Evangelios y los Salmos y los Proverbios
d. TODA ELLA (los 66 Libros de la Biblia)
¿QUÉ HARÁ POR MÍ LA PALABRA DE DIOS (2 Timoteo 3:16)?
4) EL PASTOR DEBE PREDICAR LA VERDAD RESPECTO A LA IGLESIA
El Pastor debe entender lo que Dios ha dicho acerca de Su iglesia. La razón principal por la cual Pablo escribió el Libro de 1 Timoteo fue para que Timoteo supiera como debía C_____________ en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente (1 Timoteo 3:15). Las Cartas Pastorales tienen mucho que decir en cuanto a las iglesias locales o asambleas locales. Estos libros nos hablan sobre la organización de la iglesia, los líderes de la iglesia, la doctrina (enseñanza) de la iglesia, los enemigos de la iglesia, la adoración de la iglesia y el futuro de la iglesia.
Mucha gente hoy en día no entiende realmente lo que es la iglesia y lo que la Biblia enseña en cuanto a la iglesia. Por ejemplo, muchas iglesias tienen hombres que se autodenominan “sacerdotes”. ¿Dicen la cartas pastorales que en la iglesia debería haber sacerdotes? Muchas iglesias tienen hombres que se llaman “directores”. ¿Dicen las cartas pastorales que debe haber directores en la iglesia? ¿Qué debe haber en la iglesia (1 Timoteo 3:12 y 1 Timoteo 5:17)? D_______________ y A____________________. Hay muchas otras cosas que se practican en las iglesias respecto a las cuales nada se dice en estas cartas. De igual modo, hay muchas cosas que se dicen en estas cartas que no son practicadas por las iglesias hoy. ¿Por qué es esto así?
5) EL PASTOR NO DEBE PREDICAR SOLO CON SUS LABIOS, SINO CON SU VIDA
Un buen pastor tiene que practicar lo que predica, de otro modo la gente que lo escucha dirá, “tus hechos hablan tan fuerte, que no alcanzamos a escuchar lo que estás diciendo”. El debe predicar la verdad y vivir la verdad. Timoteo fue instruido a cuidar no sólo de la doctrina (asegurarse de que estaba enseñando lo correcto), sino también de sí mismo (asegurarse de que estaba viviendo correctamente).
En 1 Timoteo 4:12 (ver también Tito 2:7), fue dicho a Timoteo que fuese un EJEMPLO de los creyentes, de modo que pudiesen mirar a Timoteo y decir, “eso es lo que un creyente debe ser”. Pablo también dijo a Timoteo que se ejercitara para la ______________ (1 Timoteo 4:7). El ejercicio físico es importante (1 Timoteo 4:8), pero el ejercicio espiritual es muchísimo más importante. ¿Cuáles son algunas de las cosas que deberíamos hacer en la esfera física para ser físicamente sanos y fuertes? ¿Cuáles son algunas de las cosas que deberíamos hacer en la esfera espiritual para ser espiritualmente sanos y fuertes?
Pablo quería que Timoteo y Tito fuesen espiritualmente fuertes. En 2 Timoteo capítulo 2, puedes encontrar los versículos que concuerdan con cada uno de éstos:
PABLO QUERÍA QUE TIMOTEO FUERA. . . .

Un buen SOLDADO

Versículo ________

Un buen ATLETA (uno que se esfuerza para recibir un premio)

Versículo ________

Un buen granjero o AGRICULTOR

Versículo ________

Un buen OBRERO

Versículo ________
¿Cuál es el significado espiritual detrás de cada uno de éstos? En otras palabras, ¿en qué manera debe un Pastor ser un buen soldado? ¿En qué manera debe un creyente ser un buen soldado? etc.
El Apóstol Pablo no era alguien que sólo enseñaba la verdad, sino alguien que también vivía la verdad. Cuando una persona vive bien, también podrá morir bien (ver Filipenses 1:21). Cuando Pablo escribió el libro de 2 Timoteo él estaba en prisión, y sabía que el día de su muerte se acercaba. ¿Pablo estaba preparado para morir (2 Timoteo 4:6)? ______ ¿Por qué Pablo no tenía temor de partir de esta vida (Filipenses 1:23)? _________________________ ¿Estaba Pablo avergonzado de la manera en que había vivido como cristiano (2 Timoteo 4:7)? ______ ¿Pablo esperaba con alegría el momento en que estaría ante el Juez justo, el Señor Jesucristo (2 Timoteo 4:8)? ______
Poco tiempo después que Pablo escribiera esta carta a Timoteo, él fue ejecutado por los romanos, fue decapitado con una espada e inmediatamente partió a estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor. (Favor escribir correctamente el versículo: Filipenses 1:21: “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es una gran pérdida y una gran tragedia”.
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Pudieron poner a Pablo en prisión y pudieron matarlo, pero, ¿pudieron detener la Palabra que él predicó (2 Timoteo 2:9)? _____


jueves, 11 de octubre de 2012

¿Què dice La Biblia acerca de la Mujer?: ¿Mujeres Pastoras?

biblias y miles de comentarios
 
¿Deberían las mujeres servir como pastoras?

Posiblemente no hay un tema más discutido en la iglesia de hoy, que el tema de las mujeres que sirven como pastoras en el ministerio. Por consiguiente, es muy importante no mirar este tema como hombres versus mujeres. Hay mujeres que creen que las mujeres no deberían servir como pastoras y que la Biblia coloca restricciones en el ministerio de las mujeres – y hay hombres que creen que las mujeres pueden servir como predicadoras y que no hay restricciones sobre las mujeres en el ministerio. Este no es un asunto de chauvinismo o discriminación. Es un asunto de interpretación bíblica.

1ª Timoteo 2:11-12 proclama, “La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio”.
En la iglesia, Dios asigna diferentes roles a los hombres y a las mujeres. Este es el resultado de la manera en que la humanidad fue creada (1ª Timoteo 2:13) y la manera en la que el pecado entró en el mundo (2ª Timoteo 2:14).
Dios, a través de los escritos del Apóstol Pablo, restringe a las mujeres de servir en roles de autoridad de enseñanza espiritual sobre los hombres. Esto impide a las mujeres servir como pastoras, lo cual definitivamente incluye predicar, enseñar y tener autoridad espiritual sobre los hombres.

Hay muchas “objeciones” a este punto de vista de tener a mujeres pastoras en el ministerio.


  • Una objeción común es que Pablo restringe a las mujeres de enseñar porque en el siglo primero, las mujeres por regla general eran incultas. Sin embargo, en ninguna parte de 1ª Timoteo 2:11-14 menciona el nivel de instrucción. Si la educación era un requisito para el ministerio, la mayoría de los discípulos de Jesús probablemente no habrían calificado.
  • Una segunda objeción común era que Pablo solamente restringía enseñar a las mujeres de Efeso (1ª Timoteo fue escrita a Timoteo, un pastor en la iglesia de Efeso). La ciudad de Efeso fue conocida por su templo de Artemisa, una diosa falsa griega/romana. Las mujeres eran la autoridad en la adoración de Artemisa. Sin embargo, en ningún lugar del libro de 1ª Timoteo, Pablo la menciona, tampoco menciona la adoración a Artemisa como una razón para las restricciones en 1ª Timoteo 2:11-12.
  • Una tercera objeción común es que Pablo solamente se está refiriendo a los esposos y las esposas, no a los hombres y a las mujeres en general. Las palabras en griego en 1ª Timoteo 2:11-14 podrían referirse a esposos y esposas. Sin embargo, el significado básico de las palabras son hombre y mujer.
    Adicionalmente, las mismas palabras en griego son utilizadas en los versículos 8-10. ¿Solo los esposos deben orar en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda (versículo 8)? ¿Solo las esposas deben vestirse con ropa decorosa, con pudor y modestia; tener buenas obras y adorar a Dios (versículos 9-10)? Por supuesto que no. Los versículos 8 al10 claramente se refieren a los hombres y mujeres en general, no solamente a los esposos y a las esposas. No hay nada en el contexto que debiera indicar un cambio para esposas y esposos en los versículos 11 al 14.

    Sin embargo,
  • Otra objeción frecuente a esta interpretación de mujeres pastoras, está en relación con Miriam, Débora, Hulda, Priscila, Febe, etc. – mujeres que mantuvieron posiciones de liderazgo en la Biblia. Esta objeción falla en considerar algunos factores significativos. En relación con Débora, ella fue la única jueza femenina entre 13 jueces masculinos. En relación con Hulda, fue la única profetiza femenina entre docenas de profetas masculinos mencionados en la Biblia. La única conexión de Miriam hacia el liderazgo fue por haber sido hermana de Moisés y Aarón. Las dos mujeres más prominentes en los tiempos de los reyes fueron Atalía y Jezabel – difíciles ejemplos de liderazgo femenino devoto.
En el libro de los Hechos, el capítulo 18, Priscila y Aquila son presentados como ministros fieles de Cristo. El nombre de Priscila es mencionado primero, indicando probablemente que ella era más “prominente”en el ministerio que su esposo. Sin embargo, en ninguna parte se describe a Priscila participando en una actividad de ministerio que esté en contradicción con 1ª Timoteo 2:11 al 14. Priscila y Aquila llevaron a Apolos a su hogar y fue discipulado por ellos, explicándole la Palabra de Dios con exactitud (Hechos 18:26).

En Romanos 16:1, aún si a Febe se la considera una “diaconiza” en lugar de una sierva – eso no indica que Febe fuera una maestra en la iglesia. “Apto para enseñar” es un calificativo dado para los ancianos, pero no diáconos (1ª Timoteo 3:1-13; Tito 1:6-9). Los ancianos / obispos / diáconos, son descritos como “maridos de una sola mujer”, “un hombre cuyos hijos creen”, y “hombres dignos de respeto”. Además, en 1ª Timoteo 3:1 al 13 y en Tito 1:6 al 9, los pronombres masculinos son utilizados exclusivamente para referirse a ancianos / obispos / diáconos.


La estructura de 1ª Timoteo 2:11 al 14 deja la razón perfectamente establecida.
El versículo 13 comienza con “Porque” y da la “causa” de lo que Pablo declara en los versículos 11 y 12. ¿Por qué las mujeres no deberían enseñar o tener autoridad sobre los hombres?
Porque: Adán fue formado primero, luego Eva. Y Adán no fue engañado; sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión”. Esa es la razón. Dios creó a Adán primero y luego creó a Eva a fin de que fuera “ayuda idónea” para Adán. Este orden de la creación tiene una aplicación universal para la humanidad en la familia (Efesios 5:22-23) y en la iglesia.
El hecho de que Eva fuera engañada también se da como una razón para que las mujeres no sirvan como pastoras o tengan autoridad espiritual sobre los hombres. Esto guía a algunos a creer que las mujeres no deberían enseñar porque son engañadas más fácilmente. Ese concepto es discutible… pero si las mujeres son engañadas más fácilmente, ¿por qué se les permitiría enseñar a los niños (quienes son fácilmente engañados) y a otras mujeres (quienes supuestamente son más fácilmente engañadas)? Eso no es lo que dice el texto. Las mujeres no deben enseñar o tener autoridad espiritual sobre los hombres porque Eva fue engañada. Como resultado, Dios ha dado a los hombres la autoridad de enseñanza principal en la iglesia.

Las mujeres superan en dones de hospitalidad, misericordia, enseñanza y ayuda. Mucho del ministerio de la iglesia depende de las mujeres. Las mujeres en la iglesia no están restringidas para oración pública o para profetizar (1ª Corintios 11:5), solamente para tener autoridad en las enseñanzas espirituales sobre los hombres. La Biblia en ninguna parte restringe a las mujeres de ejercitar los dones del Espíritu Santo (1ª Corintios capítulo 12). Así como los hombres, las mujeres, están llamadas a ministrar a otros, para mostrar el fruto del Espíritu (Gálatas 5:22-23), y para proclamar el Evangelio a los perdidos (Mateo 28:18-20; Hechos 1:8; 1ª Pedro 3:15).

Dios ha ordenado que solamente los hombres sirvan en posiciones de autoridad de enseñanza espiritual en la iglesia.
pastorasEsto no es necesariamente porque son mejores maestros, o porque las mujeres son inferiores o menos inteligentes (tal no es el caso). Es simplemente la manera en que Dios designó la iglesia para que funcione. Los hombres deben ser ejemplo en el liderazgo espiritual – en sus vidas y a través de sus palabras. Las mujeres deben tomar un rol de autoridad menor. Se las anima a enseñar a otras mujeres (Tito 2:3-5). La Biblia tampoco restringe a las mujeres de enseñar a los niños. La única actividad de la que están restringidas es de enseñar o tener autoridad espiritual sobre los hombres. Esto lógicamente debería incluir a las mujeres sirviendo como pastoras o predicadoras.
De ninguna manera esto las hace menos importantes, más bien les da un ministerio enfocado más de acuerdo con el talento dado por Dios.


domingo, 29 de mayo de 2011

Carta a la Iglesia de Dios que Está en Corinto: 1 Corintios - Estudio Completo



 
Carta a la Iglesia de Dios que Está en Corinto: 1 Corintios - Estudio Completo
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 2MBytes | Idioma: Spanish |Categoría: Estudios Pastorales
Información
PUNTOS SOBRESALIENTES DE CADA CAPÍTULO

CAPÍTULO 1:
1.  La gracia de Dios dada a los corintios
2.  La confirmación
3.  El espíritu sectario
4.  Cristo, poder y sabiduría de Dios

CAPÍTULO 2:
1.  La predestinación
2.  La revelación y la inspiración
3.  El hombre natural / el hombre espiritual

CAPÍTULO 3:
1.  Cristianos carnales
2.  El edificio de Dios
3.  El templo de Dios

CAPÍTULO 4:
1.  Servidores de Cristo
2.  No pensar más de lo que está escrito
3.  El amor paternal de Pablo

CAPÍTULO 5:
1.  Un hermano fornicario
2.  El tal sea entregado a Satanás
3.  Un poco de levadura leuda toda la masa

CAPÍTULO 6:
1.  Juzgando disputas entre hermanos
2.  Lavados, santificados, y justificados
3.  Huid de la fornicación
4.  Su cuerpo es templo del Espíritu Santo

CAPÍTULO 7:
1.  El matrimonio
2.  Quédese en el estado en que fue llamado
3.  La necesidad que apremia

CAPÍTULO 8:
1.  El conocimiento envanece
2.  Lo sacrificado a ídolos
3.  No poner tropiezo al hermano

CAPÍTULO 9:
1.  Los derechos de Pablo
2.  El sostenimiento de predicadores
3.  Derechos cedidos

CAPÍTULO 10:
1.  Ejemplos de desobediencia del Antiguo Testamento
2.  Huid de la idolatría
3.  Comer sin preguntar nada

CAPÍTULO 11:
1.  El orden de autoridad
2.  El velo
3.  La cena del Señor

CAPÍTULO 12:
1.  Diversidad de dones espirituales
2.  Hay muchos miembros de un solo cuerpo
3.  Todos se deben preocupar unos por otros

CAPÍTULO 13:
1.  El amor
2.  Lo perfecto
3.  Cesarán las lenguas

CAPÍTULO 14:
1.  Las lenguas / la profecía
2.  La reunión de la iglesia local
3.  Hágase todo para edificación
4.  Mujeres callen en las congregaciones

CAPÍTULO 15:
1.  El evangelio
2.  Testigos de la resurrección de Cristo
3.  La resurrección de los cristianos

CAPÍTULO 16:
1.  La ofrenda
2.  Los viajes de diferentes cristianos

A.  "LA IGLESIA DE DIOS QUE ESTÁ EN CORINTO"
  1. No se trata de una denominación con "Iglesia de Dios" por nombre propio SINO de la "iglesia", o sea los llamados, de Dios, los que pertenecen a Él. 
  2. "LA" señala que es ÚNICA y que debe estar UNIDA. 
  3. Hay que notar que, a pesar de los múltiples problemas en la iglesia en Corinto, siempre fue reconocida como "LA IGLESIA DE DIOS".  ¿Qué diríamos nosotros de una iglesia con los siguientes problemas?
          a.  Estaban divididos
             (1)  Eran carnales, no espirituales (3:1-4).
             (2)  Eran niños en Cristo a pesar de varios años de ser cristianos (3:1).
             (3)  Había celos y contiendas entre ellos (3:3).
             (4)  Confiaban en los hombres (1:10-12).
             (5)  Amenazaban con destruir la iglesia (3:16,17).
         b.  Toleraban la fornicación en la iglesia (5:1-13).
         c.  Había litigios entre hermanos, delante de los incrédulos (6:1-8).
        d.  Cometían graves errores en la cena del Señor (11:17-34).
        e.  Mal usaban los dones espirituales (12; 13; 14).
        f.  Tenían errores doctrinales sobre la resurrección (15).
  1. Esta iglesia NO es la iglesia de los corintios SINO la iglesia DE DIOS en la ciudad de Corinto.      
  2. La iglesia NO pertenece a los miembros SINO a DIOS.  No es correcto hablar de MI iglesia ni NUESTRA iglesia ni la iglesia de determinado hermano o predicador.  La iglesia es DE DIOS. 
  3. Al considerar la condición degenerada de la ciudad de "CORINTO" es maravilloso que haya existido en ella LA IGLESIA DE DIOS.
B.  "LOS SANTIFICADOS EN CRISTO JESÚS"
1.  Apartados para Dios.
2.  El tiempo del verbo griego ("santificados") es el perfecto y es la voz pasiva.  Esto significa que su  santificación fue efectuada por una fuerza externa (DIOS) no por ellos mismos.  Además es algo YA efectuado PERO siguen en la condición de ser santificados.  Fueron apartados del mundo y del pecado y ahora siguen en el servicio de Dios (lea Colosenses 1:13,14; Romanos 6:17,18).
3.  Cristo es nuestra santificación (I Corintios 1:30).  Es "EN CRISTO JESÚS" que recibimos esta bendición  (vea Romanos 6:3,4; Gálatas 3:26,27).  Conforme a estos textos, entramos en Cristo en el momento de ser bautizados BIBLICAMENTE.  EN Cristo recibimos toda bendición (Efesios 1:3).
4.  "LA IGLESIA DE DIOS" está compuesta de "LOS SANTIFICADOS EN CRISTO JESÚS."  TODOS los miembros de la iglesia de Dios SON SANTOS.
5.  ¿Quiénes son los santos?  "TODOS LOS QUE EN CUALQUIER LUGAR INVOCAN EL NOMBRE DE NUESTRO SEÑOR

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