Mostrando entradas con la etiqueta bosquejo homiletico. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta bosquejo homiletico. Mostrar todas las entradas

sábado, 19 de diciembre de 2015

El que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6





Un Libro Imperdible para tu ministerio
Historia y Geografía de la Biblia





Portada

Tabla de contenidos

Lección 1  Introducción

Lección 2  Una Breve Mirada a Todas las Tierras Bíblicas

Lección 3  La Geografía de Palestina -- Parte 1

Lección 4  La Geografía de Palestina -- Parte 2

Lección 5  Revisión de la Descripción de Palestina

Lección 6  Las Tierras del Antiguo Testamento

Lección 7  Las Tierras del Nuevo Testamento

Lección 8  Fechando los Eventos Bíblicos

Lección 9  El Libro de los Inicios

Lección 10 Las Promesas a Abraham

Lección 11 Isaac, Jacob y José

Lección 12 Repaso del Libro de Génesis

Lección 13 El Pueblo del Pacto de Dios

Lección 14 Esperando Que Muera Una Generación

Lección 15 Repaso del Éxodo y de la Peregrinación en el Desierto

Lección 16 La Conquista de Canaán

Lección 17 Se Cumple la Promesa Con Respecto a la Tierra

Lección 18 Repaso del Libro de Josué

Lección 19 Los Primeros Jueces

Lección 20 Los Últimos Jueces

Lección 21 Repaso del Libro de los Jueces

Lección 22 Saúl, el Primer Rey

Lección 23 Un Hombre Conforme al Corazón de Dios

Lección 24 El Imperio de Salomón

Lección 25 Repaso del Reino Unido

Lección 26 Un Resumen del Reino Dividido

Lección 27 Diagrama de los Reyes -- Parte 1

Lección 28 Diagrama de los Reyes -- Parte 2

Lección 29 Diagrama de los Reyes -- Parte 3

Lección 30 La Caída de Israel

Lección 31 Los Últimos Días de Judá

Lección 32 Repaso del Reino Dividido

Lección 33 La Cautividad

Lección 34 El Surgimiento de los Persas

Lección 35 Jerusalén es Reedificada

Lección 36 Repaso de los Imperios del Antiguo Testamento

Lección 37 Los Asuntos Mundiales Durante los Años del Silencio Bíblico

Lección 38 El Pueblo de Dios en una Sociedad Griega

Lección 39 La Rebelión Macabea

Lección 40 El Tiempo se Acerca

Lección 41 Repaso de los Años del Silencio Bíblico

Lección 42 La Familia Herodiana

Lección 43 La Vida de Cristo

Lección 44 La Geografía de los Evangelios

Lección 45 El Reino de los Cielos Establecido

Lección 46 La Temprana Obra de Pablo

Lección 47 Segundo Viaje de Pablo

Lección 48 Tercer Viaje de Pablo

Lección 49 Los Años del Encarcelamiento de Pablo

Lección 50 Repaso del Libro de Hechos

Lección 51 El Cierre del Primer Siglo

Lección 52 Repaso del Estudio de la Geografía


Bibliografía
DESCARGAR

domingo, 11 de octubre de 2015

Señor, si quieres, puedes limpiarme...Quiero, sé limpio...solamente vé y muéstrate al sacerdote...para testimonio de ellos

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6













                            Sanidad de un leproso
                                    Mateo 8:1-4

1      Cuando descendió del monte, lo siguieron grandes multitudes.
2      Y he aquí un leproso, se acercó, y se postraba ante Él diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
3      Y extendiendo la mano lo tocó diciendo: Quiero, sé limpio. Y al instante fue limpiada su lepra.
4      Entonces Jesús le dice: Mira, no lo digas a nadie, solamente vé y muéstrate al sacerdote y presenta la ofrenda que ordenó Moisés, para testimonio a ellos.

 
La obra Creciente de Jesús


La Lepra
La lepra es una enfermedad infecto contagiosa, crónica, con un largo período de incubación, propia del hombre, no hereditaria, endémica, curable y producida por el Mycobacterium lepra e (bacilo de Hansen). Ataca piel, nervios periféricos y otros órganos. La buena noticia es que es curable en la mayoría de casos.

Se trata de una de las enfermedades más antiguas y, aunque ya es curable, no se ha podido erradicar. Al año, República Dominicana presenta aproximadamente 150 casos nuevos de personas con esta enfermedad.

A propósito de celebrarse en septiembre el “Mes de Lucha contra la Lepra”, el patronato de lucha contra esa enfermedad, a través del Instituto Dermatológico Dominicano y Cirugía de Piel “Doctor Huberto Bogaert Díaz”, presentó un brochure informativo sobre ese mal, titulado “Lo que todo dominicano debe saber sobre la lepra”, según explica en el mismo el dermatólogo Juan Periche Fernández, director del Control de la Lepra RD Instituto Dermatológico y Cirugía de Piel (IDCP), cada año se diagnostican nuevos casos de lepra en nuestro país. Es también necesario que se sepa que la mayoría de ellos son diagnosticados temprano para obtener cura sin daños permanentes. El tratamiento y cuidado ofrecido a cada uno es de calidad, destaca el especialista.

El doctor Periche aclara que la lepra es una enfermedad curable causada por una bacteria y que ninguna clase social está exenta de ser afectada. La mayoría de las personas en contacto con esta bacteria padecen de la enfermedad porque su sistema inmune no destruye la bacteria causante. “Una minoría de los infectados sí tendrán la erupción de la piel con pérdida de la sensación de ciertas áreas como manos y pies. Y sin tratamiento pueden llegar a aparecer deformidades”, dice.

Entorno social. La experiencia de ciertas regiones del mundo sugiere que la disminución de la pobreza, buena alimentación y educación pueden disminuir el número de casos con lepra.

Diagnóstico. El dermatólogo explica que los pacientes con lepra son diagnosticados cuando tienen varios años infectados y empiezan a presentar manifestaciones como las descritas: erupciones y anestesia. Cualquier persona con lesiones en piel y pérdida de la sensibilidad debe buscar ayuda médica de inmediato.

Para confirmar el diagnóstico de lepra se le realizan al paciente muestras de piel para biopsia y para bacteriología, también se realizan evaluaciones clínicas y de laboratorio. Todos estos se realizan en las instalaciones del IDCP.

Lepra lepromatosa. Las lesiones en piel son numerosas, presentando cuatro formas: nódulos o lepromas, máculas, infiltraciones, y úlceras. Los lepromas constituyen las lesiones típicas, aunque no son frecuentes.

Tratamiento. El tratamiento de la lepra consiste en tres antibióticos que deben ser tomados por un periodo de tiempo que va desde seis meses hasta dos años. Este tratamiento, gratuito por cooperación de la Organización Mundial de la Salud, la Fundación Nipona y Novartis, elimina la bacteria causante rápidamente, mientras el paciente puede seguir su vida rutinaria. Poco después de empezar este tratamiento el paciente deja de ser contagioso. Los pacientes sin tratamiento frecuentemente sufren daños de los nervios y pérdida de la sensación de frío, calor y dolor de manos, pies y ojos, que son las causas de las mutilaciones.

La prevención de estas complicaciones incluye la supervisión frecuente a los pacientes y el uso de sus medicamentos.

ZOOM

Síntomas
La lepra es una enfermedad curable. Si se trata en las primeras fases, se evita la discapacidad. Según el dermatólogo Juan Periche Fernández, en una primera etapa, el periodo de incubación de la lepra es muy lento, de modo que los afectados pueden permanecer asintomáticos. Sin embargo, lesiones cutáneas, manchas o nódulos pueden alertar al paciente… “una mancha en tu piel puede ser lepra”. Por eso recomienda que ante cualquier sospecha se le realice un examen físico completo al paciente.

El tratamiento es ambulatorio, e incluye el uso de distintos antibióticos combinados. El paciente tratado puede seguir haciendo su vida normal.




Jesús sana a un leproso
Mateo 8:1–4

Mateo inicia el relato del Sermón del monte diciendo que Jesús subió al monte (5:1) y cierra ese relato diciendo que descendió del monte (8:1). Por eso, el primer versículo del cap. 8 bien podría ubicarse al fin del cap. 7. Por otro lado, este versículo sirve de puente entre las enseñanzas y las obras milagrosas, pues las multitudes que escuchaban sus enseñanzas ahora son testigos de sus milagros. Recordemos que la división de los versículos y capítulos no se encuentra en los textos griegos del primer siglo, sino que es un arreglo que se hizo muchos siglos después.

La lepra era una enfermedad dolorosa, repugnante e inmunda
Era común en Egipto y los países del medio oriente. El término “lepra” es la transliteración del término griego leprós 3014 que significa “escama”. 

La enfermedad atacaba la piel y la carne de la víctima, dejando escamas sobre las llagas. En estado avanzado, la carne viva estaba expuesta y supuraba pus. A veces se caían las orejas, la nariz y los dedos de las manos y pies. 

La lepra se conocía como la “enfermedad blanca”, pues el cabello y la piel se volvían blancos en la zona afectada (Lev. 13). No había cura conocida, pero muy de vez en cuando un leproso era sanado por la misericordia de Dios.

Aunque la lepra no era contagiosa por el contacto físico, los judíos que tocaban a un leproso, o algo de su persona, quedaban inmundos ceremonialmente, es decir, inhabilitados para participar en las reuniones religiosas por un tiempo. 

Por eso, los leprosos vivían fuera de las ciudades y cuando se acercaban a personas sanas, tenían que gritar: “¡Inmundo, inmundo!”, para advertir a los demás del peligro de acercarse a ellos. De modo que, además del dolor de la enfermedad, se sentían rechazados socialmente. Al producirse la cura, el leproso tenía que presentarse a un sacerdote quien lo examinaba y lo declaraba sano.

La lepra era símbolo del pecado y de su efecto espiritual en el hombre. Dios castigaba a algunos de los más rebeldes con la lepra (Exo. 4:6; 2 Crón. 26:20). En el día de Jesús, el concepto general era que toda enfermedad venía por castigo de Dios, especialmente la lepra. Era el “azote divino”.

En este caso, el leproso se acercó a Jesús y se postró ante él (v. 2). 
El tomó la iniciativa, vino hasta donde estaba Jesús. “Postrarse” es un verbo que a menudo se traduce “adorar”. Tanto este acto de humildad como también el término “Señor”, con el cual se dirige a Jesús, indican un alto grado de reverencia, pero no necesariamente un reconocimiento de la divinidad de Jesús. El título “señor” se usaba comunmente en las conversaciones, como hoy en día, pero en la Septuaginta (LXX) es el término que se usa para traducir del hebreo al griego el nombre “Jehovah”. Sólo el contexto nos ayuda a determinar el grado de reverencia cuando uno llama a otro señor.

Cuando el leproso manifestó su confianza en el poder de Jesús para sanar la lepra, cosa que ningún hombre podía hacer, quizá estaba reconociendo su divinidad. 
Por lo menos no era un rabí cualquiera. “Limpiarme” significa “curarme”. Puesto que la lepra se consideraba la inmundicia y contaminación más grande, el hecho de sanarlo significaba más que nada una limpieza de cuerpo y de espíritu. Con decir si quieres (v. 2b), la única duda que manifestaba era en cuanto a la disposición de Jesús para ayudarle. Tenía más confianza en su poder que en su querer.

¡Gloriosa verdad es ésta! Jesús no demora en aquietar la duda del leproso al decir: 
Quiero (v. 3b). 
Ese eterno “querer” expresa la disposición misericordiosa de Dios para con los necesitados. Aparentemente no es la voluntad de Dios de curar todas las enfermedades físicas (comp. 2 Cor. 12:7–9), pero no hay duda en cuanto a la disposición de Dios de perdonar los pecados y salvar a todos los que se arrepienten (Eze. 33:11; 1 Tim. 2:4; 2 Ped. 2:9). La sanidad fue instantánea y completa. Las tres cualidades hermosas vistas en el leproso que lo recomendaban a Jesús fueron: confianza, humildad y reverencia.
________________________________________________________

Bosquejo homilético

                                        La compasión activa de Jesucristo 

                                                                    Mateo 8:1–4

Introducción: 
¡Qué atractivo tenía nuestro Salvador que hasta los marginados se sentían impulsados a ir ante su presencia esperando alguna respuesta a su necesidad! Es que la compasión de Jesús tenía algunas características. Veamos:
  I.      La compasión activa de Jesús es aquella que va más allá de toda prohibición legal, ideológica, moral, o social.
  II.      La compasión activa de Jesús es aquella que hace posible no solo la sanidad sino lo que es más importante, la salvación de una persona.
Conclusión: 
Jesús vino para rescatar al hombre que está prisionero de su desgracia, sea pecaminosa o no, y para darle una nueva vida. Sólo pide una cosa: fe.
 _________________________________________________________

El prohibir la publicación de la noticia —Mira, no lo digas a nadie ( v. 4)— llama la atención. 
Esta clase de prohibición se encuentra en varios pasajes (9:30; 12:16; 16:20; 17:9). En otra ocasión manda que se publique (Mar. 5:19; Luc. 8:39). Surge la pregunta: “¿Por qué en unas ocasiones lo prohíbe, y en otros lo manda?” 

Se pueden mencionar tres razones para la prohibición: 
(1) Jesús quería que los sacerdotes lo pronunciaran limpio antes de enterarse de quién lo había sanado; de otro modo posiblemente no lo hubieran declarado limpio para no tener que reconocer que Jesús lo había hecho. 

(2) También, Jesús no quería crear innecesariamente la excitación entre el pueblo, de modo que la gente pensara que su reino sería en base a milagros (ver Juan 6:14 ss.). 

(3) No quería despertar más hostilidad de parte de los fariseos, antes de tiempo. 
Cuando Jesús mandó al hombre, curado de los demonios, que contara a todos lo que había pasado, estaba al este del mar de Galilea donde había pocos judíos y menos riesgo de que los líderes de Jerusalén se enterasen (ver Mar. 5:1–20).

Para testimonio a ellos (v. 4) se refiere al pueblo en general, o a los sacerdotes. 
Tal vez Jesús tenía en mente al pueblo y no a los sacerdotes, pues éstos tendrían que pronunciar al hombre sano antes de permitirle presentar una ofrenda. Por lo tanto, los sacerdotes habrían recibido el testimonio antes de ofrecer la ofrenda.
DESCARGAR
http://claudioxplabibliadice.blogspot.pe/p/guerra-espiritual.html

lunes, 22 de junio de 2015

¿No saben que los malvados no heredarán el reino de Dios? ¡No se dejen engañar! Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas, ni los pervertidos sexuales,

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información

La homosexualidad: consideraciones exegéticas y hermenéuticas (y otras apreciaciones)


Hoy en día, para muchas cristianas y cristianos evangélicos, el tema de la homosexualidad [1] es el más espinoso y angustioso de todos.  Como evangélicos, herederos de la Reforma protestante, respetamos con toda seriedad el testimonio de las Sagradas Escrituras como nuestra norma de fe y conducta. Por otro lado, nos encontramos muy desafiados por la revolución sexual de nuestro tiempo y específicamente por los debates actuales sobre la homosexualidad.  Somos sensibles — o debemos serlo — al valor humano y la situación delicada de este sector de nuestra sociedad actual. Algunos tenemos parientes o cercanos amigos y amigas que son homosexuales, y sufrimos con ellos su situación difícil.
Dada la importancia central del problema bíblico, comenzaré con ese aspecto. Intentaré analizar las evidencias bíblicas primero desde una perspectiva exegética y después desde la perspectiva hermenéutica, para terminar con unas observaciones eclesiales. Por “exegética” voy a entender, para efectos de este ensayo, el esfuerzo de aclarar el texto lo mejor posible en su contexto original de hace muchos siglos. En lenguaje evangélico, significa escuchar atentamente “lo que Dios dijo” a su pueblo en aquel entonces. Para esto, es esencial la exégesis histórico-gramatical.  Por “hermenéutica” vamos a entender la relectura fiel de ese mismo mensaje ahora para nuestro contexto actual. Significa “escuchar lo que Dios está diciendo”, aquí y ahora  en el mismo texto.[2]
Consideraciones exegéticas
Los textos bíblicos que pueden relacionarse con la homosexualidad, aunque no muy numerosos, parecen ser bastante explícitos. Como punto inicial de referencia, podemos citar los textos principales según la Nueva Versión Internacional:[3]
- Lev 18.22: No te acostarás con un hombre como quien se acuesta con una mujer. Eso es una abominación.
- Lev 20.13: Si alguien se acuesta con otro hombre como quien se acuesta con una mujer, comete un acto abominable y los dos serán condenados a muerte…
- Dt 22.5: La mujer no se pondrá ropa de hombre, ni el hombre se pondrá ropa de mujer, porque Yahvéh tu Dios detesta a cualquiera que hace tal cosa.
- Ro 1.26-27: Por tanto, Dios los entregó a pasiones vergonzosas. En efecto las mujeres cambiaron las relaciones naturales por las que van contra la naturaleza. Así mismo los hombres dejaron las relaciones naturales con la mujer y se encendieron en pasiones lujuriosas los unos con los otros.
Hombres con hombres cometieron actos indecentes, y en sí mismos recibieron el castigo que merecía su perversión.
- 1Cor 6.9: ¿No saben que los malvados no heredarán el reino de Dios?… Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los sodomitas,[4] ni los pervertidos sexuales… heredarán el reino de Dios.
- 1Tm 1.10: La ley es para… los adúlteros y los homosexuales…[5]
Algunos defensores de derechos homosexuales minimizan estos datos bíblicos; “cuatro frasecitas”, dijo uno. “¿Qué dice la Biblia sobre la homosexualidad?”, pregunta otro, y contesta, “Casi nada”. Otros reinterpretan los textos de diferentes maneras. Irene Foulkes (1Cor p.166) infiere del término malakoi (“suave”) en 1Cor 6:9 que se refiere a los niños víctimas de pederastia y que arsenokoitai se limita a los pederastas y no a los homosexuales en general.[6]  Renato Lings, filólogo y biblista danés, en Biblia y homosexualidad: ¿Se equivocaron los traductores? (UBL 2011) propone una traducción alternativa de Lev 18:22 como “Con un familiar varón no te acostarás como tampoco lo harás ilícitamente con una familiar hembra” (p. 96) para que sea prohibición de incesto pero no de homosexualidad. El mismo Lings reconoce que su propuesta es sólo una posibilidad, y es dudoso que haya demostrado que sea la mejor posibilidad o el sentido más probable del texto.
Es casi imposible que los que buscan soluciones exegéticas a este tema logren explicar positivamente todos los textos relacionados con el tema. Algunos de los textos tienen problemas exegéticos muy difíciles (p.ej. la relación sintáctica de “yaceres de mujer” con la oración principal de Lev 18:22 y 20:13, o el sentido de malakoi y arsenokoitês en 1Cor 6:9). Para “deshomofobicar” la Biblia de una manera convincente para los y las creyentes, tendrían que explicar todos los textos pertinentes y demostrar que ninguno condena la homosexualidad y que algún texto lo aprobara, por lo menos implícitamente.
Pareciera que la vía exegética nos deja con un dilema: ¿Biblia errada o Biblia homofóbica?
Consideraciones hermenéuticas
La lectura hermenéutica de un texto es por su naturaleza una relectura del texto para serle fiel en un nuevo contexto. La hermenéutica es un continuo diálogo entre la Biblia y la cultura, el pasado y el presente, el texto y el contexto. Con los siglos algunos textos cambian de sentido o pierden la vigencia que tenían, como los que suponían una tierra plana y cuadrangular o que parecían defender la esclavitud, la conquista y la monarquía y se empleaban en defensa de esas causas. Cambios culturales pueden afectar el significado; el lavar los pies hoy no significa lo que significaba en tiempos de Jesús y hasta puede significar lo contrario (ostentación, falsa humildad). La Palabra de Dios permanece para siempre, pero somos nosotros, en oración y en la comunidad de fe movida por el Espíritu, que la interpretamos, decidimos qué pasajes enfatizar y cómo aplicarlos.
Es importante observar que todos los pasajes del N.T. que mencionan la homosexualidad condenan, en términos iguales, muchas otras conductas, especialmente la avaricia, la calumnia y la envidia. Y si el amor a Dios y al prójimo son los mandamientos mayores de Dios, entonces no amar (aun al homosexual) es el mayor de todos los pecados. Hacia los que sufren, el amor se manifiesta como compasión (“sentir-con”) y misericordia. Otro principio central en la Biblia es la justicia. ¿Cómo debemos expresar nuestra compasión, misericordia y sed de justicia hacia los homosexuales y lesbianas?
Hermenéuticamente, el debate sobre la homosexualidad plantea una pregunta fundamental para la iglesia hoy: ¿estas enseñanzas y otras parecidas tuvieron la intención de establecer para siempre un código de conducta para todos, en todas las culturas? ¿Estamos ante un peligro de literalismo y legalismo más allá de la intención del texto? Creo que aquí funciona la diferencia entre un fundamentalismo de la letra y la ley, y una perspectiva evangélica (ni liberal ni fundamentalista) que “examina todas las cosas” y busca una ética más razonada, de convicciones más profundas y sólidas.
No pretendo decidir, para el tema de la homosexualidad, cuál de esas dos perspectivas es preferible, pero sí podemos señalar las consecuencias si el N.T. se toma como un código “por los siglos de los siglos” para nuestra conducta:
- El divorcio podría aceptarse sólo por causa de adulterio, ni aun por violencia doméstica y jamás por incompatibilidad; si no es por adulterio, segundas nupcias son pecado y son prohibidas;
- Las mujeres no pueden hablar en el culto, mucho menos predicar;
- Las esposas deben someterse al esposo;
- Ninguna mujer debe gobernar sobre hombres, ni en la iglesia ni en la sociedad; países hoy con presidentas están en pecado;
- Los varones deben llevar el cabello corto y las mujeres cubrir la cabeza;
- No podemos comer morcilla (Hch 15:20,29).[7]
Algunos cristianos y cristianas, y algunas iglesias, entienden el N.T. de esta manera e intentan aplicar todo este código de conducta. Ellos son los fundamentalistas, y merecen también nuestro respeto. Pero muchos, que creen igualmente en la normatividad de la Biblia, han bregado más con los desafíos hermenéuticos y han ampliado criterios sobre el divorcio y el papel de la mujer (y la morcilla).

Entonces estamos frente a dos preguntas hermenéuticas fundamentales:
- ¿Es la intención del N.T. imponer un código total de conducta para nosotros veinte siglos después?
-  ¿Cómo debe este desafío hermenéutico afectar nuestra actitud hacia los homosexuales?

Consideraciones científicas
Preguntas desde la biología y la genética, la sicología, la sociología, la jurisprudencia y otras disciplinas afectan el debate sobre la homosexualidad. Si la ciencia comprobara que la homosexualidad siempre (o a veces, o nunca) es congénita, ¿Cómo afectaría eso nuestro criterio ético al respecto? Si la sicología comprobara que la práctica homosexual siempre (o a veces, o nunca) hace bien (o hace daño) para la salud mental de ellos, ¿afectaría el debate? Si la sociología llegara a demostrar que la homosexualidad hace daño a la sociedad y al matrimonio heterosexual (o no hace daño, o hace ciertos daños y otros beneficios), ¿podría eso afectar nuestro criterio sobre este tema?

¿Debemos los cristianos (o deben las iglesias) imponer nuestras convicciones sobre la sociedad?  Aunque las iglesias y la Biblia tengan por pecado conductas como la borrachera, la fornicación y el adulterio, la avaricia y hasta la glotonería, ante la ley no son delitos y no deben ser penados por ningún gobierno. ¿Cuáles son los modelos bíblicos para la relación entre el pueblo de Dios y el pueblo civil? ¿Debe el estado defender los derechos humanos y civiles de los homosexuales?

Parece que hasta ahora estas ciencias no han llegado a muchas conclusiones definitivas. Cada lado en este debate cita como verdades firmes los argumentos que le convenga, y hacen caso omiso de las evidencias al contrario. Parece que tanto la iglesia como la sociedad necesitan tiempo para seguir estudiando estos temas con humildad y honestidad.

Consideraciones pastorales
Parece evidente que las instrucciones de Pablo sobre la conducta sexual, como también sobre el papel de la mujer, tenían una intención pastoral, de cuidar celosamente el buen testimonio de la iglesia en el mundo de su época. Aunque Pablo tuvo una teología bastante abierta para las mujeres (Gál 3:28) y tuvo colaboradoras en su ministerio, en sus instrucciones pastorales fue mucho más cauteloso y conservador, adaptándose a la sociedad de su época. ¿Podría haber un factor pastoral similar en las prohibiciones sobre la sexualidad?

De todos modos hoy, en medio del debate sobre la homosexualidad, los homosexuales y las lesbianas nos plantean un desafío pastoral muy urgente. ¿Pero cuál es el objetivo, “curar” al homosexual o ayudarle en la vida que está llevando? ¿Se debe decirle, o hacerle sentir, que está en pecado?  ¿Qué hacer si no siente ninguna culpa por su vida, o en cambio si siente culpa pero no logra cambiar? ¿Se le debe animar a “salir del clóset”?

Otras preguntas pastorales son si se los puede bautizar, si pueden tomar la comunión, celebrar sus bodas en la iglesia, enseñar, dirigir cultos o participar en la música, y ocupar puestos clericales. Las respuestas serán distintas, según la orientación fundamentalista, evangélica o liberal.

Abundan las preguntas sobre la pastoral de los homosexuales, pero lo importante es comenzar a realizarlo pronto. Para lograr eso, en vez de ser hostiles y condenatorios, debemos crear una atmósfera que invite al homosexual a buscar cualquier consejería que necesite.

Consideraciones eclesiales
La teología cristiana nació de la misión, y nunca debía de haberse separado de la iglesia y su misión.[8] El N.T y los padres apostólicos tuvieron una orientación evangelizadora, pastoral y contextual. Buscaban básicamente orientar la misión de la iglesia, no el buscar la coherencia teórica de algún “Sistema”. San Pablo, a pesar de ser muy riguroso doctrinalmente (Gál 1:6-9), pudo exclamar, “Aunque soy libre respeto a todos, de todos me he hecho esclavo para ganar a tantos como sea posible… Me hice todo para todos a fin de salvar a algunos por todos los medios posibles” (1Cor 9:19-22). Esa declaración paulina parece estar de acuerdo con la undécima tesis de Marx contra Feuerbach, que podríamos parafrasear así: “Hasta ahora los teólogos y las teólogas han contemplado la Biblia y la fe para entenderlas, pero se trata más bien de transformar a la iglesia y por medio de ella, al mundo”.

Este compromiso pastoral y eclesial se aplica también — y especialmente — a los que viven más en la Acadêmia que en la Ecclêsia. No deben (o no debemos) vivir fuera de la gran comunidad de fe, ni tampoco llevar una vida doble, como esquizofrénicos teológicos. Creo que los académicos en especial son los que necesitan tener un compromiso profundo con la iglesia, su misión y su constante transformación (ecclesia reformata semper reformanda secundum Verbo Dei; teología como “cogitare cum ecclesia”).[9] Para transformar la iglesia, debemos encontrarla donde está, en su marco de referencia, en el lenguaje que ellos entienden y con sus criterios de credibilidad (luchando por transformarlos cuando sea necesario y posible).[10] La academia no debe creerse superior, como una élite teológica, sino debe tener una gran dosis de respeto hacia las bases, que se sienten perplejos ante este tema tan delicado como complicado.

Creo que en la actual situación de la iglesia, irrespetar los sentimientos (y hasta los prejuicios) de la gran mayoría de los y las miembros de las iglesias, o brincar etapas en la promoción de derechos homosexuales, es contraproducente. 

El buscar protagonismo personal o institucional, con un vanguardismo que pretende avanzar sin que la iglesia lo acompañe (o creyendo que sólo ellos son la verdadera iglesia, como ecclesiola in ecclesia),[11] no sólo terminará fortaleciendo y aumentando la homofobia en la iglesia sino también frenará otras transformaciones que el pueblo de Dios necesita urgentemente.

Este efecto contraproducente es aún más negativo cuando se defiende los derechos homosexuales con exégesis dudosa de las escrituras, argumentos simplistas o aun posiblemente acertados pero que el pueblo cristiano (incluso católico) simplemente no puede asimilar. Eso garantiza el rechazo de dichos argumentos y probablemente de otros argumentos más válidos.

Es mucho peor el caso si con los derechos homosexuales se combina la defensa (y la práctica) de la libertad sexual. En iglesias donde “cayó en pecado” es sinónimo de fornicación, con eso queda garantizado el rechazo rotundo tanto de esa libertad sexual como de los derechos homosexuales. Juntos son el beso de la muerte para la transformación de la iglesia.

Al fin, la meta básica es la transformación de la iglesia, y la pregunta básica, ¿Cuál debe ser nuestro rol profético para guiar al pueblo de Dios y transformarlo bajo el mover del Espíritu de Dios hoy?

NOTAS:
[1] En este ensayo emplearemos el término “homosexual” para referirnos a la actividad homosexual voluntaria, no a alguna tendencia o preferencia (homoerotismo en cuanto tal). Además, para mayor facilidad, en este escrito emplearemos el término “homosexual” para incluir a lesbianas, bisexuales, transexuales y trasvestis.

[2]Explico esto con más detalle en “La Biblia, el lector y su contexto histórico”, Haciendo teología en América Latina 49-79 (disponible en www.juanstam.com 23 setiembre 2009).

[3] Ninguna traducción puede ser más que una aproximación al original. De los textos citados, no sólo el significado sino la misma traducción son debatidos y discutibles.

[4] Esta traducción es errada; el texto griego no hace ninguna alusión a Sodoma, y en toda la Biblia “sodomita” siempre significa “habitante de Sodoma”, sin alusión sexual. 

El siguiente término, “pervertidos” tampoco tiene base en el original, en cuanto a la idea de perversión.

[5] Hay muchos otros textos y relatos bíblicos que podrían relacionarse con el tema directa o indirectamente y han sido introducidos al debate de un lado u otro: la creación como varón y hembra (Gn 1:22), la creación de Eva (Gn 2:21-24), la historia de Sodoma y Gomorra (Gn 19), el rapto de Dina (Gn 34), el pecado de Judá contra su nuera Tamar (Gn 38), la violación de la concubina de un levita (Jue 19) y los supuestos prostitutos sagrados de los cultos paganos (Dt 23:18). Se debate también si el término genérico de “inmoralidad” (porneia), especialmente en boca de Jesús, incluía la práctica homosexual, por ser extra-matrimonial. Por otra parte, algunos defensores de derechos homosexuales citan las relaciones aparentemente homoeróticas entre David y Jonatán, Ruth y Noemí, y Jesús y el discípulo amado.

[6] Si Pablo hubiera querido, contra toda la tradición judía, condenar sólo un abuso de la homosexualidad (la pederastia) e implícitamente aprobar la práctica homosexual en sí, tenía en el léxico griego de la época términos muy específicos (pederastia, paidofilia y otros), o hubiera podido emplear alguna frase como “acostarse con niños” para hacer tal distinción. Tampoco sería lógico ni justo culpar a las víctimas de la pederastia.  Hay un consenso muy amplio en la comunidad exegética en que estos dos términos se refieren respectivamente al agente pasivo y el agente activo en una relación homosexual (Danker, Barrett, Conzelmann, Fee y N.T. Wright). 

Walter Danker, en su clásico Léxico del griego del NT, confirma el uso de malakos, en correlación precisamente con arsenokoites, para referirse al participante pasivo en esa relación que él clasifica como “submissive homoeroticism” en contraposición con arsenokoites (p.613). El problema para los traductores hoy es que en nuestros idiomas modernos no existen términos que correspondan a esta distinción.

[7] Para los judíos, comer sangre era lo más abominable, como una especie de canibalismo (Lev 17:10-16). En el concilio de Jerusalén, que decretó que los gentiles no tenían que circuncidarse ni someterse a toda la ley judía para ser cristianos, insistió sin embargo en dos prohibiciones morales (idolatría, fornicación) y dos prohibiciones sociales (beber sangre, comer carne de animales ahogados o estrangulados). Es obvio que se aplica a cristianos y cristianas.

[8] Ver “Teología, contexto y praxis: una visión de la tarea teológica” en Stam, Haciendo teología en América Latina Tomo II (2005) pp. 17-31 (también www,juanstam.com 28 noviembre 3009).

[9] En situaciones extremas, como el régimen nazi o las tiranías asesinas de Somoza o el gobierno golpista de Honduras, el Espíritu de Dios nos puede llamar a acciones más drásticas, de ruptura con la iglesia establecida, pero siempre con la esperanza de transformarla.

[10] Para concientizar a la iglesia, la FTL escogió sabiamente “el evangelio del reino” y logró transformaciones impresionantes, a pesar de la influencia negativa de los medios de comunicación.

[11] Veo un paralelismo aquí con el foquismo sudamericano que luchó heroicamente pero solos, y por otro lado la revolución Sandinista que además de un ejército guerrillero fue acompañada por una insurrección urbana masiva

La Biblia, consistentemente nos dice que la actividad homosexual es pecado (Génesis 19:1-13; Levítico 18:22; Romanos 1:26-27; 1ª Corintios 6:9). Romanos 1:26-27 enseña específicamente, que la homosexualidad es el resultado de negar y desobedecer a Dios. La Biblia dice que cuando una persona continúa en pecado e incredulidad, Dios “lo entrega” aún al pecado más malvado y depravado, a fin de mostrarle lo inútil y desesperado de la vida, al hallarse separado de Dios. 1ª Corintios 6:9 proclama que los “transgresores” homosexuales no heredarán el reino de Dios.

Dios no crea una persona con deseos homosexuales. Dice la Biblia, que una persona se vuelve un homosexual a causa del pecado (Romanos 1:24-27), y definitivamente a causa de su propia elección. Una persona puede haber nacido con una gran susceptibilidad hacia la homosexualidad, al igual que hay gente que ha nacido con una tendencia a la violencia y otros pecados. Eso no la disculpa de escoger pecar al ceder a sus deseos pecaminosos. ¿Si una persona nació con una gran susceptibilidad hacia el enojo/cólera, le da derecho a sucumbir a aquellos deseos? ¡Por supuesto que no! Es igual con la homosexualidad.

Sin embargo, la Biblia no describe la homosexualidad como un “pecado” mayor que cualquier otro. Todo pecado es ofensivo hacia Dios. La homosexualidad es justamente uno de los muchos temas listados en 1ª Corintios 6:9-10 que van a dejar a la persona fuera del reino de Dios. De acuerdo con la Biblia, el perdón de Dios está disponible tanto para un homosexual, como para un adúltero, un adorador de ídolos, un asesino, un ladrón, etc. Dios también promete dar a todos aquellos que crean en Jesucristo para su salvación, la fuerza para la victoria sobre el pecado, incluyendo la homosexualidad. (1ª Corintios 6:11; 2ª Corintios 5:17).
DOWNLOAD HERE>>>
http://claudioxplabibliadice.blogspot.com/2015/06/no-te-postraras-ante-ellos-ni-los.html

sábado, 2 de mayo de 2015

Satanás edificará una súper iglesia falsa, Satanás es el maestro del engaño, astutamente levanta cortinas de humo para que la identidad de la ramera quede oculta

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información 


Le saludo en el precioso nombre de nuestro Señor Jesucristo. Lo que está a punto de leer en este Escrito es realmente devastador. La información y los hechos que presentaremos, cambiarán su vida. Sea paciente conmigo y, por favor, lea el libro hasta el final. Usted nunca será la misma persona.

Al estudiar la Biblia, vemos que Satanás edificará una súper iglesia falsa -la ramera de la cual habla el libro de Apocalipsis (capítulos 6, 13, 17, 18). Según la profecía bíblica, la ramera tendrá gran poder político, económico, militar y educativo, y perseguirá y matará a los verdaderos creyentes en Cristo.

Siempre me preguntaba cómo Satanás lograría hacer esto sin que los cristianos se dieran cuenta y ofrecieran resistencia. Sin embargo, Satanás es el maestro del engaño, y he comprendido que él astutamente levanta cortinas de humo para que la identidad de la ramera quede oculta para la mayoría de los creyentes cristianos.

Permítame explicar lo que quiero decir con "cortinas de humo". En una guerra hay diferentes formas de atacar al enemigo. Una técnica es levantar cortinas de humo cuando se quiere invadir un territorio. El humo confunde a todos, de tal manera que no saben dónde está el enemigo. 

La otra técnica es crear una quinta columna cuando un país está a punto de caer. En ese caso, se envían agentes para desanimar al pueblo diciéndoles que no tienen esperanza, o por el contrario, que el enemigo no los atacará. En cierto sentido, ellos levantan sus propias cortinas de humo para crear confusión antes que ocurra el ataque.

Creo que se acerca un ataque de parte de la ramera que se menciona en Apocalipsis. Creo que ella está levantando cortinas de humo, y que hay otros, dentro de la comunidad cristiana, que también están levantando cortinas de humo. Así Creemos que la ramera del Apocalipsis es la Institución Católica Romana. Nuestra posición no es nueva. Durante la Reforma hubo hombres como Martín Lutero, Juan Knox, Juan Calvino y muchos otros; y luego los grandes predicadores como Moody, Finney, Spurgeon y otros, todos ellos creían lo mismo: que el Vaticano era la ramera. No fue sino hasta tiempos recientes que las cosas cambiaron.

Los jesuitas, en nuestros tiempos, influenciaron a la gente y comenzaron a levantar cortinas de humo a través de nuestros seminarios teológicos, y con esas cortinas, empezamos a ver a la ramera del Apocalipsis bajo una luz diferente. Ellos decían: [lo de la ramera] "es algo que sucederá en el futuro"; o, "eso sucedió ’hace mucho tiempo’". Lo hicieron para confundir a los cristianos. Hoy, muchos lo creen. Fueron engañados como yo lo fui la primera vez que escuché a algunas de esas personas. Fue una ingeniosa cortina de humo. Al principio me confundió, pero ahora veo a la ramera en toda su plenitud, y es alarmante.

En este escrito deseo mostrar algunas de las actividades que la ramera realizó en el pasado, lo que está haciendo ahora y cuál es su propósito final para el futuro. Al leer este mensaje, algunas personas se sentirán abrumadas, pero creo sinceramente que esta información debe darse a conocer. La gente debe saber lo que está sucediendo y cómo está trabajando Satanás para destruir la obra de Dios en estas horas finales.

A través de los medios de comunicación, se ha realizado una campaña multimillonaria para convencer a la gente de que soy un editor anticatólico intolerante que fomenta el odio. 

Realmente han logrado convencer a la gente. La verdad, sin embargo, es que amo tanto a los católicos que estoy dispuesto a arriesgar mi vida y mi empresa para alcanzarlos con el evangelio de Cristo, a fin de sacarlos del sistema religioso falso al que están sirviendo. Sé lo que este sistema ha hecho en el pasado y lo que está planeando hacer en el futuro. Estoy seguro de que cuando termine este mensaje, usted comprenderá a qué me refiero. Pero, oremos antes de comenzar.

"Amado Padre celestial y Señor, venimos ante ti y te damos gracias por el Calvario; te damos gracias, Señor, por tu obra consumada, por el terrible precio que pagaste por nuestros pecados, para que pudiéramos ser llevados al Amado. Padre, te damos gracias porque podemos acercarnos con confianza al trono de gracia, y porque eres un Dios que escucha y responde las oraciones, porque nos proteges, nos amas y nos cuidas.

"En el nombre de Jesucristo atamos las fuerzas de las tinieblas que rodean a todo aquel que esté leyendo este artículo, y pedimos que los ángeles de Dios los protejan contra los ataques de las fuerzas satánicas.

"Te pido que abras sus ojos espirituales y les des sabiduría para que puedan comprender. En el nombre de Jesucristo, ato en el lector todo espíritu de crítica o justicia propia. Señor, ayúdanos a quebrantarnos delante de ti cuando acudimos en busca de ayuda. Y Señor, oramos para que por la lectura de este libro, muchas personas sean salvadas, que comience a arder el fuego en el corazón de los cristianos, que puedan percibir quién es su enemigo, que sepan cómo está trabajando Satanás y que sepan cómo combatirlo.

"En el nombre de Jesucristo pedimos tu ayuda para ganar la victoria sobre los poderes de las tinieblas. Padre, abre los ojos y los oídos de los que están leyendo este libro. Tócalos y permite que se den cuenta de lo que sucederá en este mundo. Señor, ayúdanos a permanecer fieles en tu servicio. Oramos en el precioso nombre de Jesucristo. Amén".


DESCARGA Y LEE EL LIBRO SIGUIENDO EL ENLACE DE ABAJO
DOWNLOAD HERE>>>
http://www.mediafire.com/view/zqfdxo4i4crdm12/Cortinas_de_Humo_ClaudioxpGroup.pdf
https://story.ad/site/file_download/smartpublicity1467919561neTNIrOs.html