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biblias y miles de comentarios
Tipo de Archivo: PDF | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información
esucristo
representa el vínculo común entre las dos religiones con mayor cantidad
de adeptos en el mundo, el Cristianismo y el Islam. El siguiente
estudio del mensaje de Jesús y su persona se basa en este vínculo. Es
nuestro anhelo que a través de este estudio, tanto musulmanes como
cristianos entiendan mejor el significado de Jesús y la importancia de
su mensaje.
No
obstante, para que podamos identificar con precisión el verdadero
mensaje de Jesucristo, hay que mantener un punto de vista objetivo a lo
largo de la investigación. No debemos dejar que las emociones opaquen
nuestra visión y terminen cegándonos de la verdad. Debemos prestar
atención a todos los temas de manera racional y separar la verdad de la
falsedad – con ayuda del Todopoderoso.
Cuando
vemos la variedad de falsas religiones y creencias desviadas que hay en
el mundo y el celo con el que sus seguidores sostienen esas creencias,
se hace evidente que esas personas no pueden encontrar la verdad debido a
su compromiso ciego con esas creencias. Su tenaz apego normalmente no
está basado en un entendimiento intelectual de las enseñanzas, sino en
poderosas influencias culturales y emocionales. Dado que fueron criados
en una familia o sociedad en particular, se aferran firmemente a las
creencias de esa sociedad, creyendo que tienen la verdad.
La
única manera en que podemos encontrar la verdad sobre cualquier cosa es
encararla de manera lógica y sistemática. Primero, debemos sopesar la
evidencia y luego juzgarla mediante la inteligencia que Dios nos ha
dado. En el mundo material, la inteligencia es fundamentalmente lo que
distingue a humanos de animales, los cuales actúan meramente por
instinto. Luego de determinar cuál es la verdad objetiva, debemos
comprometernos a ella emocionalmente. Sí, hay lugar para el compromiso
emocional, pero el mismo debe llegar después de una comprensión razonada
de todos los temas. El compromiso emocional es esencial, dado que es
evidencia de un verdadero entendimiento. Cuando uno entiende plena y
correctamente la realidad del tema, está preparado mental y
espiritualmente para sostener con fuerza esa realidad.
En
el Islam está prohibido celebrar cualquier festividad o acontecimiento
que tenga orígenes paganos o que no tengan una evidencia en los textos
de las fuentes del Islam: El Corán y la Sunnah.
Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Y
dijeron: Hemos matado al Mesías, Jesús hijo de María, el Mensajero de
Al-lah. Pero no lo mataron ni lo crucificaron, sino que se les hizo
confundir con otro a quien mataron en su lugar. Quienes discrepan sobre
él tienen dudas al respecto. No tienen conocimiento certero sino que
siguen suposiciones, y ciertamente no lo mataron.}
[Corán 4:157], al comparar este versículo del Sagrado Corán con las
diferentes celebraciones que se llevan a cabo durante la Semana Santa,
en especial las de la Iglesia Católica, el musulmán y el honesto
buscador de la verdad no pueden sino extrañarse y cuestionar la
autenticidad de dichos actos. Un argumento común presentado por quienes
apoyan estas tradiciones disfrazadas de formas de culto, es que las
mismas no tienen relación alguna con el paganismo y que están
sustentadas por la Biblia y la tradición cristiana. También, alegan que
los musulmanes y los críticos, al no creer en la autenticidad absoluta
de la Biblia, carecen de autoridad para defender sus argumentos.
Es
en este sentido que vemos conveniente reproducir la opinión de
seguidores del cristianismo y la Biblia que se oponen y denuncian a la
vez, con evidencias históricas y escriturales consideradas válidas por
la tradición judeocristiana, la celebración de la Semana Mayor.
Pascua, Cuaresma, Ayuno y Abstinencia
La
palabra “Viernes” viene del nombre “Freyja”, la cual era conocida como
la diosa del amor, la belleza y la fertilidad, por los antiguos paganos
(Fausset, pág. 232, artículo “Fish”). Su símbolo de fertilidad era el
pez, considerado sagrado por esa diosa. El pez había sido conocido como
el símbolo de la fertilidad desde tiempos muy antiguos. Así era entre
los antiguos babilonios, los asirios, los fenicios, chinos y otros
(Diccionario de símbolos). La propia palabra “Pez” proviene de la
palabra “Dag”, que implica aumento o fecundación (Fausset, pág. 232). La
razón por la cual el pez fue usado como símbolo de la fertilidad es por
el simple hecho de que el pez tiene un alto índice de reproducción. El
bacalao, por ejemplo, pone alrededor de nueve mil huevos, y otras clases
incluso ponen diez mil y hasta un millón de huevos al año. Por esta
razón, el pez ha sido símbolo de fertilidad y fue asociado por los
romanos con Freya, la diosa de la fertilidad, cuyo día conmemorativo era
el viernes. De ahí viene la palabra inglesa “Friday”, que significa
Viernes; así podemos empezar a ver el significado de los viernes y del
Pez.
A
la diosa de la fertilidad, los griegos la llamaban Venus. Y es de este
nombre que vienen las conocidas palabras de “venérea” y “enfermedad
venérea” (Fausset, pág. 232). El viernes era considerado como su día
sagrado (Fausset, artículo “Pez”), porque se creía que el planeta Venus
reinaba sobre la primera hora de este día y por esto era llamado “Dies
Veneris”. Y para hacer el significado más completo, el pez era
considerado la ofrenda consagrada a ella (Fausset, pág. 205). Venus y
Freyja eran originalmente la misma diosa y ambas provienen de la
madre-diosa original de Babilonia. El pez era considerado consagrado a
Astaroth, el nombre bajo el cual los israelitas adoraban a la diosa
pagana (Fausset, pág. 205). En el viejo Egipto, Isis es frecuentemente
representada con un pez en la cabeza.
La pascua pagana
La
palabra “Pascua” aparece en la Biblia. El origen de la palabra es
“Pascha” (Heb. “Pesaj”; Gr. “Pasja”), la fiesta ordenada por Jehová
(Lev. 23: 27-44) como Sábado de Expiaciones en recuerdo a la salida de
Israel de Egipto. En las regiones Nórdicas, así como también en los
Estados Unidos y Canadá, el Domingo de Pascua es celebrado con varias
costumbres que provienen de Babilonia, tales como el pintar huevos de
diferentes colores, éstos se esconden y los niños los buscan para
comerlos. ¿Pero de donde proviene esta costumbre? ¡El huevo era un
símbolo sagrado usado por babilonios! Creían en una vieja fábula acerca
de un huevo de gran tamaño que se suponía había caído desde el cielo al
río Éufrates. De este maravilloso huevo -de acuerdo con la historia-fue
engendrada la diosa Astarté. Por esto, el símbolo del huevo llegó a ser
asociado con esta diosa (en el idioma ingles se usa Easter) (Fausset,
pág. 105). De Babilonia -la madre de las falsas religiones-la humanidad
se llenó de estas creencias y toda la tierra recibió la influencia de la
idea del huevo místico; por esto hallamos el huevo como un símbolo
sagrado en muchas naciones:
· Los antiguos druidas portaban un huevo como emblema sagrado de su fe idólatra (Fausset, pág. 108).
· La procesión de Ceres, en Roma, era precedida por un huevo (Enciclopedia de las Religiones, de J.G. Forlong, tomo II pág. 13).
· En
los misterios de Baco se consagraba un huevo como parte de la ceremonia
festiva. En China, hasta nuestros días, se siguen usando huevos de
colores en su festival sagrado.
· En
el Japón, una vieja costumbre consiste en colorear los huevos sagrados
de forma muy brillante. En la Europa del Norte, en tiempos paganos, los
huevos eran usados como un símbolo de la diosa Astarté (Easter).
· Entre
los egipcios, el huevo asociado con el sol -”el huevo dorado”- (Ibid,
pág. 12). Sus huevos coloreados eran usados como ofrenda de sacrificio
durante las fiestas de Astarté (Creencias Egipcias y pensamientos
modernos, de James Bonwick, pág. 24).
La
Enciclopedia Británica dice: “El huevo, como un símbolo de fertilidad y
de renovación de la vida, proviene de los antiguos egipcios y persas,
quienes también tenían por costumbre colorearlos y comerlos durante su
festival de primavera (Pág. 859, artículo “Easter”).
Así,
en este caso, sugirió que al igual que un pollo sale del huevo, ¡Cristo
salió de la tumba! De esta manera los líderes de la iglesia dijeron a
su pueblo que el huevo era un símbolo de la resurrección de Cristo. El
papa Paulo V decretó una oración en conexión con el huevo: “Bendice, oh
Señor, te pedimos, a esta tu creación de “Huevos”, que sean sustento
para tus siervos, comiéndolos en recuerdo de nuestro Señor Jesucristo”
(Las Dos Babilonias, pág. 110).
En
el Islam está prohibido celebrar cualquier festividad o acontecimiento
que tenga orígenes paganos o que no tengan una evidencia en los textos
de las fuentes del Islam: El Corán y la Sunnah.
Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Y
dijeron: Hemos matado al Mesías, Jesús hijo de María, el Mensajero de
Al-lah. Pero no lo mataron ni lo crucificaron, sino que se les hizo
confundir con otro a quien mataron en su lugar. Quienes discrepan sobre
él tienen dudas al respecto. No tienen conocimiento certero sino que
siguen suposiciones, y ciertamente no lo mataron.}
[Corán 4:157], al comparar este versículo del Sagrado Corán con las
diferentes celebraciones que se llevan a cabo durante la Semana Santa,
en especial las de la Iglesia Católica, el musulmán y el honesto
buscador de la verdad no pueden sino extrañarse y cuestionar la
autenticidad de dichos actos. Un argumento común presentado por quienes
apoyan estas tradiciones disfrazadas de formas de culto, es que las
mismas no tienen relación alguna con el paganismo y que están
sustentadas por la Biblia y la tradición cristiana. También, alegan que
los musulmanes y los críticos, al no creer en la autenticidad absoluta
de la Biblia, carecen de autoridad para defender sus argumentos.
Es
en este sentido que vemos conveniente reproducir la opinión de
seguidores del cristianismo y la Biblia que se oponen y denuncian a la
vez, con evidencias históricas y escriturales consideradas válidas por
la tradición judeocristiana, la celebración de la Semana Mayor.
La pascua pagana
Otra
costumbre de la Pascua es la celebración del culto “al amanecer”. La
opinión común es que este servicio en honor de Cristo es debido a que él
resucitó en la mañana del Domingo de Pascua, ¡al salir el sol! Pero ya
hemos visto que la resurrección de Cristo no ocurrió al amanecer, ya que
siendo aún oscuro María Magdalena llego al sepulcro el primer día de la
semana (Jn. 20: 1). En cambio, había un tipo de culto pagano al
amanecer conectado con la “adoración al sol”.
En
el Antiguo Testamento, el pueblo escogido por Dios fue llevado en
cautiverio a Babilonia debido a su mezcla de paganismo y el culto al
sol. Dios les indicó esto por medio de Ezequiel. “Y me llevó al atrio
interior del templo. A la entrada del templo, entre el vestíbulo y el
altar, había unos veinticinco hombres que estaban mirando hacia el
oriente y adoraban al sol, de espaldas al templo del Señor.” (Ezequiel
8: 16). Aquí vemos que el pueblo que había conocido a Dios, había
permitido que esta mezcla de culto solar entrara y corrompiera su culto
al verdadero Dios.
Los
ritos relacionados con el amanecer -en una u otra forma- eran conocidos
en infinidad de naciones. Los que construyeron la Esfinge en Egipto, lo
hicieron para que cuidase del nacimiento del sol al Oriente. Desde el
monte Fuji-Yama (Japón) se dan oraciones cara al Oriente, “Los
peregrinos oran a su sol naciente, mientras escalan los lados de la
montaña… A veces se pueden ver cientos de peregrinos que van a Shinto en
sus túnicas blancas saliendo de sus sombrillas y cantando al sol
naciente” (La Historia del Culto Mundial, pág. 330). Y los mitraistas
paganos de Roma, a los cuales ya hemos mencionado, se reunían al
amanecer en honor de su dios solar.
Volviendo
al capítulo ocho de Ezequiel, cuando el profeta vio a 25 hombres
mirando hacia el Oriente al amanecer, no pensaban que importaba mucho
que su costumbre estuviera mezclada con otro culto. Pero debido a esto,
Dios dijo a Ezequiel: “Me dijo: «Hijo de hombre, ¿ves esto? ¿Tan poca
cosa le parece a Judá cometer tales abominaciones, que también ha
llenado la tierra de violencia y no deja de provocarme? ¡Mira cómo me
enardecen, pasándome por la nariz sus pestilentes ramos!” (Vers. 17).
Este
rito de poner hedor en las narices era también relacionado con el
amanecer del sol en el Oriente. Este era un rito idolatra de ponerse una
rama al amanecer en la nariz mientras entonaban himnos al sol naciente
(Fausset, pág. 304). ¿Hay alguna indicación de que estos servicios
fueron conducidos durante la “Primavera”? Sí, sí la hay. En realidad, el
mismo nombre de “Easter” (Pascua) viene de la diosa de la “Primavera”.
De esta palabra sajona tenemos en español la palabra “Este”, que es el
lugar donde nace el sol.
En
Ezequiel 8: 14, leemos: “Y he aquí mujeres que estaban sentadas
lamentando por (el dios) Tamuz”. Y luego en los versículos siguientes,
Ezequiel vio los ritos al sol. De modo que incluso la gente que conocía a
Dios, se había mezclado con la religión de Babilonia, lamentando con
Ishtar, la “madre”, al dios Tamuz muerto, su hijo. Esto era parte del
festival de primavera (el renacimiento de la nueva vida de la
vegetación, etc.), representando así, la venida del dios Tamuz desde el
fondo de la tierra. Y juntamente conectando con estas festividades
primaverales, estaban los ritos en los cuales los hombres miraban hacia
el Este, al sol naciente. La Enciclopedia Británica dice: “El
Cristianismo incorporó en su celebración de la gran fiesta cristiana
muchos de los ritos y costumbres paganos del festival de primavera
idólatra” (Tomo 7, pág. 859, artículo “Easter”).
La
evidencia es clara: la presente costumbre de la Semana Santa no es
cristiana. Sus costumbres son simplemente una mezcla de paganismo con
cristiandad. Algunos creen que podemos tomar estas costumbres y usarlas
para dar honor a Cristo. Después de todo, alegan ellos, ¿no piensa la
mayoría de los cristianos en Cristo durante esta temporada? A pesar de
que los paganos adoraban al sol de cara al Este, ¿no pueden los cultos
de Pascua al amanecer ser en honor de la resurrección de Cristo? ¿No
resucitó verdaderamente el Señor el domingo por la mañana? Y a pesar de
que el huevo era usado por los paganos, ¿no podemos continuar con su uso
para simbolizar la gran roca redonda que estaba en frente de la tumba?
En otras palabras, algunos creen que podemos tomar todas estas ideas y
creencias paganas y en vez de aplicarlas a dioses falsos, usarlas para
dar gloria a Cristo. A primera vista, parece ser un buen razonamiento,
¡pero esta idea de añadir costumbres paganas al culto cristiano, está
absolutamente condenada por la Biblia! Aquí está lo que en ella se
menciona: “Cuídate de no seguir su ejemplo y caer en la trampa de
inquirir acerca de sus dioses. No preguntes: "¿Cómo adoraban estas
naciones a sus dioses, para que yo pueda hacer lo mismo?" No adorarás de
esa manera al Señor tu Dios, porque al Señor le resulta abominable todo
lo que ellos hacen para honrar a sus dioses. ¡Hasta quemaban a sus
hijos e hijas en el fuego como sacrificios a sus dioses! Cuídate de
poner en práctica todo lo que te ordeno, sin añadir ni quitar nada.”
(Deut. 12: 30-32). Claramente entonces, nuestro Dios no quiere que
añadamos ni quitemos nada a su culto más allá de lo que Él mismo ha
establecido. Él no quiere que usemos costumbres y ritos que los paganos
usaron, aunque arguyamos que es en Su honor.
La Cuaresma
Habiendo
adoptado el festival pagano de primavera de Ishtar o Easter en la
Iglesia, fue natural el adoptar también la antigua costumbre del “ayuno”
que precede al festival de primavera. Este periodo de cuarenta días
antes de la Pascua, se conoce como Cuaresma. En tiempos pasados estos
cuarenta días eran observados con llantos, ayuno y maceraciones por el
dios Tamuz -a fin de renovar sus favores- para que saliera del centro de
la tierra, terminara el invierno y causara el principio de la
primavera. De acuerdo a las antiguas leyendas, el dios Tamuz tenía
cuarenta años cuando fue muerto por un cerdo salvaje. Así que cuarenta
días -uno por cada año que vivió en la tierra- fueron designados para
“llorar por el dios Tamuz”. La observación de este periodo en honor este
dios no solamente era conocida en Babilonia, sino también por los
fenicios, los egipcios y por un tiempo, incluso entre el pueblo escogido
por Dios cuando cayó en apostasía (Ez. 8).
Cuarenta
días de abstinencia o Cuaresma era conocido y practicado por los
adoradores del demonio en el Kurdistán, quienes heredaron la costumbre
primaveral de sus maestros, los babilonios (Las Dos Babilonias, pág.
104). Esta costumbre era conocida también entre los paganos mexicanos,
los cuales acostumbraban a tener “ayuno de cuarenta días en honor al
sol” (Indagaciones mexicanas, pág. 404, Vol. 1, Humboldt). “Entre los
paganos -dice Hislop- esta Cuaresma parece haber sido indispensable
antes del gran festival anual en memoria de la muerte y resurrección del
dios Tamuz” (Las Dos Babilonias, pág. 105).
Cuando
el paganismo y el cristianismo fueron mezclados, poco a poco la
Cuaresma pagana fue unida a la Iglesia profesante. Se decía, que era
para dar honor a Cristo y no a los dioses paganos. Durante el siglo VI,
el papa instituyó oficialmente la Cuaresma, llamándola “Fiesta Sagrada” y
ordenándola al pueblo, mandó que se abstuvieran de comer carne durante
este periodo.
Naturalmente,
la gente que no entiende el misterio de todo esto, piensa que el
periodo de la Cuaresma y los días de “abstención” son de origen
cristianos. La realidad es que la Biblia y la historia antigua enseñan
todo lo contrario.
Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Y
dijeron: Hemos matado al Mesías, Jesús hijo de María, el Mensajero de
Al-lah. Pero no lo mataron ni lo crucificaron, sino que se les hizo
confundir con otro a quien mataron en su lugar. Quienes discrepan sobre
él tienen dudas al respecto. No tienen conocimiento certero sino que
siguen suposiciones, y ciertamente no lo mataron.} [Corán
4:157], al comparar este versículo del Sagrado Corán con las diferentes
celebraciones que se llevan a cabo durante la Semana Santa, en especial
las de la Iglesia Católica, el musulmán y el honesto buscador de la
verdad no pueden sino extrañarse y cuestionar la autenticidad de dichos
actos. Un argumento común presentado por quienes apoyan estas
tradiciones disfrazadas de formas de culto, es que las mismas no tienen
relación alguna con el paganismo y que están sustentadas por la Biblia y
la tradición cristiana. También, alegan que los musulmanes y los
críticos, al no creer en la autenticidad absoluta de la Biblia, carecen
de autoridad para defender sus argumentos.
Es
en este sentido que vemos conveniente reproducir la opinión de
seguidores del cristianismo y la Biblia que se oponen y denuncian a la
vez, con evidencias históricas y escriturales consideradas válidas por
la tradición judeocristiana, la celebración de la Semana Mayor.
LA PASCUA CATOLICA
Echemos
in vistazo a la Pascua. ¿Qué significa el término Pascua por sí solo?
No es un nombre cristiano. Sostiene el origen caldeo en su propia
frente. La Pascua no es nada mas que Astarté, uno de los títulos de
Beltis, la reina de los cielos, cuyo nombre, fue pronunciado por las
gentes de Nínive, fue evidentemente idéntico con el nuevo uso común en
este pueblo. Ese nombre, encontrado por Layard en los monumentos
asirios, es ISHTAR (Layard’s Niniveh and Babylon, pág. 629). La
adoración de Bel y Astarté fue muy recientemente introducido en Gran
Bretaña, tal como los Drudos, “los sacerdotes los arboles”. Algunos han
imaginado que la adoración Druida fue al principio introducido por los
Fenicios, quienes, siglos antes de la era Cristiana, comerciaron las
minas de Estaño de Cornwall. Pero los rastros inequívocos de su
adoración son encontrados en las regiones de las islas Gran Bretaña,
donde los Fenicios nunca penetraron, y ha dejado en todas partes las
marcas indelebles del lazo fuerte del cual debió haber tenido lugar en
las mentes de la temprana Bretaña. De Bel, el 1 de Mayo todavía sigue
siendo llamado Beltana en el Almanaque (Oliver & Boyd’s Edimburgh
Almanac, 1860); y todavía conservamos costumbres subsistiendo hasta hoy
entre nosotros, lo cual prueba cuan exactamente la adoración de Bel o
Moloc, (ya que ambos títulos corresponden al mismo dios) ha sido
observado aun en las partes nordestales de estas islas.
Si
Baal era adorado de esta forma en Gran Bretaña no es difícil creer que
su consorte Astarté fue también adorada por nuestros ancestros, y que de
Astarté, cuyo nombre en Nínive era Ishtar, las solemnidades religiosas
de Abril como ahora se practican son llamadas por el nombre de Easter
(Pascua), ese mes entre nuestros ancestros paganos llamándosele Easter –
Monath. Los cuarenta días de abstinencia de la Cuaresma fueron
directamente tomados de los adoradores de las diosas babilonias. Tal
como una Cuaresma de 40 días, “en la primavera del año”, se observa
todavía por los Yeziris o adoradores del demonio del Kurdistán (Layard’s
Niniveh and Babylon, pág. 93), quienes lo han heredado de sus primeros
maestros, los babilonios. Tal cuaresma de 40 días era mantenida por las
culturas mexicanas paganas, porque de esta forma leemos en Humboldt
(Mexican Research, tomo 1, pág. 404), donde él da cuenta de la
observancia mexicana: “Tres días después del equinoccio vernal,
comenzaba un solemne ayuno en honor al sol”. Tal cuaresma de 40 días era
observada en Egipto como puede verse al consultar Wilkingson’s
Egyptians Antiquities, tomo 1, pág. 278. Esta cuaresma de 40 días somos
informadas por Landseer’s Sabean Researches, pág. 212. Era mantenida
expresamente en conmemoración de Adonis u Osiris el gran dios medianero
al mismo tiempo la violación de Proserpina parece haber sido conmemorada
de manera similar; porque Julius Firmicus nos informa eso, ya que, “40
días” el “Gemido de Proserpina” continuaba (De errore, pág. 70), y desde
Arnobius aprendemos que el ayuno que los paganos observaban, llamado
“Castus” o el ayuno “Sagrado”, era observado por los Cristianos en su
tiempo, creían haber sido primeramente una imitación del largo ayuno de
Ceres, cuando por muchos días ella determinantemente rechazó comer por
“Exceso de Pesar” (Violentia Mœroris) (Arnobius, Adversus Gentes, lib.
v. Pág. 403). Eso es, debido a la pérdida de su hija Proserpina, cuando
fue arrebatada por Plutón, el dios del infierno. Como las historias de
Baco, o Adonis y Proserpina, aunque originalmente distinta, fueron
hechas para unir y encajar, para que Baco fuera llamado Líber y su
esposa Ariadna, Libera (El cual fue uno de los nombres de Proserpina,
según Smith’s Classical Dictionary, “Liber and Libera”, pág. 381) (Ovid,
Fasti, lib. iii. l. 512, tomo iii, pág. 184). Es altamente probable que
el ayuno de la Cuaresma fue hecho después en referencia a ambos, entre
los paganos, esta Cuaresma parece haber sido un preliminar indispensable
a la gran fiesta anual en conmemoración de la muerte y resurrección de
Tammuz, la cual se celebraba alternando el llanto y el regocijo, el cual
en muchos países fue considerablemente después que el festival
Cristiano siendo observado en Asiria y Palestina en junio, llamado por
tanto “Mes de Tammuz” En Egipto a mediado de Mayo y en Gran Bretaña
algún tiempo en abril. Para conciliar los paganos al Cristianismo
nominal, persiguiendo su política usual, tomó medidas para obtener que
las fiestas paganas y Cristianas se amalgamaran y por un complicado,
pero habilidoso ajuste del calendario, fue encontrado sin dificultad en
general conseguir que el paganismo y el Cristianismo ahora sumido en la
idolatría y esto como en muchas otras cosas, se dieron la mano. El
instrumento en cumplir esta amalgama fue el abad Dionisio el pequeño
(525 D.C.) a quien nosotros debemos, como los modernos cronólogos han
demostrado, el que la fecha de la era Cristiana o del nacimiento de
Cristo fuera movida 4 años después de su nacimiento.
Cuando
la adoración a Astarté estaba levantando con ascendencia, los pasos
fueron tomados para conseguir la Cuaresma Caldea completa de seis
semanas o cuarenta días, y su hecho imperativo en todos dentro del
imperio romano occidental. El camino estaba preparado para esto por el
Concilio en Aurelia en el tiempo de Hormisdas, obispo de Roma, alrededor
del año 519, que decretó que la Cuaresma debiera ser solemnemente
observada antes de la pascua.
Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Y
dijeron: Hemos matado al Mesías, Jesús hijo de María, el Mensajero de
Al-lah. Pero no lo mataron ni lo crucificaron, sino que se les hizo
confundir con otro a quien mataron en su lugar. Quienes discrepan sobre
él tienen dudas al respecto. No tienen conocimiento certero sino que
siguen suposiciones, y ciertamente no lo mataron.} [Corán
4:157], al comparar este versículo del Sagrado Corán con las diferentes
celebraciones que se llevan a cabo durante la Semana Santa, en especial
las de la Iglesia Católica, el musulmán y el honesto buscador de la
verdad no pueden sino extrañarse y cuestionar la autenticidad de dichos
actos. Un argumento común presentado por quienes apoyan estas
tradiciones disfrazadas de formas de culto, es que las mismas no tienen
relación alguna con el paganismo y que están sustentadas por la Biblia y
la tradición cristiana. También, alegan que los musulmanes y los
críticos, al no creer en la autenticidad absoluta de la Biblia, carecen
de autoridad para defender sus argumentos.
Es
en este sentido que vemos conveniente reproducir la opinión de
seguidores del cristianismo y la Biblia que se oponen y denuncian a la
vez, con evidencias históricas y escriturales consideradas válidas por
la tradición judeocristiana, la celebración de la Semana Mayor.
Tal
es la historia de la pascua. Las observancias populares que todavía
ocurren en el período de su muy extendida celebración confirman el
testimonio de la historia la cual les adscribe un origen babilónico. Los
pasteles calientes de la cruz del Viernes Santo y los huevos de la
Pascua o del Domingo de Pascua figuraban en los ritos Caldeos tal como
se hacen. El origen de los Huevos Pascuales es evidentemente claro. Los
antiguos Druidas tomaron prestado un Huevo como emblema sagrado de su
orden (Davies’s Druids pág. 208). En los misterios de Baco tan celebrado
en Atenas, una parte de la ceremonia nocturna consistía en la
consagración de un huevo. Las fábulas Hindúes celebran su huevo mundano
de color dorado (Col. Kennedy, pág. 223). El pueblo de Japón hace su
huevo sagrado bronceado (Coleman pág. 340). En China en esta hora, los
huevos teñidos o pintados se usaban en los festivales sagrados aun como
en este país. En tiempos antiguos los huevos se usaban en los ritos
religiosos de los egipcios y griego y eran colgados para propósitos
místicos en sus templos (Wilkingson, Vol. iii, pág. 20). El nombre
hebreo para un huevo es Baitz, o, en el femenino porque hay dos géneros,
Baitzan. Esto en Caldeo y Fenicio llegaba a ser Baith, o, Baitha, el
cual en estos idiomas era la forma usual de pronunciar el nombre de una
casa. (La palabra común “Beth” “Casa” en la Biblia sin los puntos es
“Baith” como puede ser visto en el nombre de Bethel que se da en Gn. 5: 1
de la Septuaginta donde es “Baith-El”). El huevo flotando en las aguas
que contenían el mundo era la “casa” flotando sobre las aguas del
Diluvio con los elementos del nuevo mundo en su base. La Iglesia Romana
adoptó este huevo místico de Astarté y lo consagró como un símbolo de la
resurrección de Cristo. Una forma de la oración era siempre citada para
ser usada en relación con ella, el papa Paulo V enseñaba la oración al
huevo de Pascua (Scottish Guardian, Abril 1844).
Además
del huevo místico había otros emblemas de la pascua. La diosa reina de
Babilonia, con la granada en su mano, frecuentemente es representada en
antiguas medallas en la casa de Rimmon en la cual el rey de Damasco, el
maestro de Naamán el sirio adoraba, era una semejanza del templo de
Astarté donde era adorada la diosa con la granada o Rimmon.
La
granada es un fruto que está lleno de semillas y se suponía que era
empleado como un emblema de esa vasija la cual los gérmenes de la nueva
creación eran preservados donde el mundo tenia que ser sembrado por un
hombre con bestia después de la desolación del Diluvio.
El
papado inspira el mismo sentimiento con relación a la reina del cielo
romano y guía a los devotos a ver el pecado de Eva en mucho la misma luz
derivada del paganismo. En el Canon de la misa el servicio más solemne
en el misal romano que ocurre la siguiente expresión donde el pecado de
nuestro primeros padres es apostrofado:
“O Beata, culpa, quoe talem
meruisti redemptorem”, “Oh Bendita falta, la cual hizo procurar al
Redentor”. La idea contenida en estas palabras es puramente pagana. Como
Roma ama los mismo sentimientos como lo hacia el paganismo, así ha
adoptado los mismos símbolos, en su debida oportunidad. En este país y
en la mayoría de los países de Europa, no se da la granada y sin embargo
la superstición de la granada debe como sea posible ser observada. En
lugar de la granada, se emplea la naranja; y así los papistas de Escocia
juntan sus naranjas y huevos en la Pascua; como también cuando el
obispo Gillis de Edimburgo fue a través de la ceremonia vanagloriosa de
lavar los pies de doce irlandeses hace unos años en la Pascua, concluyo
por presentar cada uno de ello con dos huevos y una naranja.
Ahora,
este uso de la naranja como el representante del fruto del árbol
prohibido del Edén, se ha observado, no es de invención moderna; se
remonta a los tiempos de la antigüedad clásica. Los jardines de los
Herespidos en el occidente eran admitidos por todos los que habían
estudiado el asunto, contrapartida al paraíso del Edén en el Oriente.
Hércules, una forma del Mesías pagano, no el primitivo, sino el Hércules
Griego en estado de infelicidad mató o sometió a la serpiente, el ser
envidioso que corrompió la humanidad. Aquí Dios y el Diablo son lo mismo
cambiando de lugares. Jehová que prohibió al hombre comer del árbol del
conocimiento es simbolizado por la serpiente y sostenido con un ser
maligno mientras que emancipaba al hombre del yugo de Jehová y le dio el
fruto del árbol prohibido. En otras palabras, bajo el nombre de
Hércules, se celebra como el libertador gracioso y bueno de la raza
humana, he aquí el misterio de iniquidad. Hoy todo esto está envuelto en
la “Naranja” sagrada de la Pascua.
La Pascua Católica
PASCHA
latino, PASJA Griego, principal festival anual de la iglesia Cristiana,
celebrando la Resurrección de Jesucristo en el tercer día después de su
Crucifixión. Los orígenes de la Pascua data al comienzo del
Cristianismo, y es probablemente la observancia Cristiana más antigua
después del El Sábado (originalmente observó el sábado, luego el
domingo); el Sabat consecuentemente vino a ser observado como la
celebración semanal de la Resurrección. El nombre Inglés Pascua es de
origen incierto; el sacerdote Anglosajón Venerable Beda en el siglo VIII
lo derivó de la diosa Anglosajona
de la primavera Eostra.
La fecha de Pascua.
Los
Cristianos Occidentales celebran la Pascua en el primer Domingo después
de la luna llena (la luna pascual) que ocurre sobre o poco después del
equinoccio vernal (tomado como Marzo 21). Si la luna pascual, que es
calculada desde un sistema de números áureos y días y no necesariamente
coinciden con la luna llena astronómica, que ocurre en un Domingo, el
día de Pascua es el sucesor Domingo. La Pascua, por lo tanto, puede caer
entre Marzo 22 y Abril 25. Esta regla se fijó después de mucha
controversia y la incertidumbre, que duró en diversas partes de la
iglesia hasta el siglo VIII.
En
la Iglesia Ortodoxa Oriental, sin embargo, un cálculo ligeramente
diferente se sigue, con el resultado que La Pascua Ortodoxa, aunque a
veces coincidiendo con el de que el Oeste, poder caer uno, cuatro, o
cinco semanas después.
En
el siglo XX, la posibilidad de una fecha fija para la Pascua se ha
discutido y apoyado entre algunos Cristianos; la adopción dependería del
acuerdo siendo alcanzada entre diversas iglesias. El segundo Domingo en
Abril se ha propuesto.
Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Y
dijeron: Hemos matado al Mesías, Jesús hijo de María, el Mensajero de
Al-lah. Pero no lo mataron ni lo crucificaron, sino que se les hizo
confundir con otro a quien mataron en su lugar. Quienes discrepan sobre
él tienen dudas al respecto. No tienen conocimiento certero sino que
siguen suposiciones, y ciertamente no lo mataron.} [Corán
4:157], al comparar este versículo del Sagrado Corán con las diferentes
celebraciones que se llevan a cabo durante la Semana Santa, en especial
las de la Iglesia Católica, el musulmán y el honesto buscador de la
verdad no pueden sino extrañarse y cuestionar la autenticidad de dichos
actos. Un argumento común presentado por quienes apoyan estas
tradiciones disfrazadas de formas de culto, es que las mismas no tienen
relación alguna con el paganismo y que están sustentadas por la Biblia y
la tradición cristiana. También, alegan que los musulmanes y los
críticos, al no creer en la autenticidad absoluta de la Biblia, carecen
de autoridad para defender sus argumentos.
Es
en este sentido que vemos conveniente reproducir la opinión de
seguidores del cristianismo y la Biblia que se oponen y denuncian a la
vez, con evidencias históricas y escriturales consideradas válidas por
la tradición judeocristiana, la celebración de la Semana Mayor.
LA PASCUA CATOLICA
Echemos
in vistazo a la Pascua. ¿Qué significa el término Pascua por sí solo?
No es un nombre cristiano. Sostiene el origen caldeo en su propia
frente. La Pascua no es nada mas que Astarté, uno de los títulos de
Beltis, la reina de los cielos, cuyo nombre, fue pronunciado por las
gentes de Nínive, fue evidentemente idéntico con el nuevo uso común en
este pueblo. Ese nombre, encontrado por Layard en los monumentos
asirios, es ISHTAR (Layard’s Niniveh and Babylon, pág. 629). La
adoración de Bel y Astarté fue muy recientemente introducido en Gran
Bretaña, tal como los Drudos, “los sacerdotes los arboles”. Algunos han
imaginado que la adoración Druida fue al principio introducido por los
Fenicios, quienes, siglos antes de la era Cristiana, comerciaron las
minas de Estaño de Cornwall. Pero los rastros inequívocos de su
adoración son encontrados en las regiones de las islas Gran Bretaña,
donde los Fenicios nunca penetraron, y ha dejado en todas partes las
marcas indelebles del lazo fuerte del cual debió haber tenido lugar en
las mentes de la temprana Bretaña. De Bel, el 1 de Mayo todavía sigue
siendo llamado Beltana en el Almanaque (Oliver & Boyd’s Edimburgh
Almanac, 1860); y todavía conservamos costumbres subsistiendo hasta hoy
entre nosotros, lo cual prueba cuan exactamente la adoración de Bel o
Moloc, (ya que ambos títulos corresponden al mismo dios) ha sido
observado aun en las partes nordestales de estas islas.
Si
Baal era adorado de esta forma en Gran Bretaña no es difícil creer que
su consorte Astarté fue también adorada por nuestros ancestros, y que de
Astarté, cuyo nombre en Nínive era Ishtar, las solemnidades religiosas
de Abril como ahora se practican son llamadas por el nombre de Easter
(Pascua), ese mes entre nuestros ancestros paganos llamándosele Easter –
Monath. Los cuarenta días de abstinencia de la Cuaresma fueron
directamente tomados de los adoradores de las diosas babilonias. Tal
como una Cuaresma de 40 días, “en la primavera del año”, se observa
todavía por los Yeziris o adoradores del demonio del Kurdistán (Layard’s
Niniveh and Babylon, pág. 93), quienes lo han heredado de sus primeros
maestros, los babilonios. Tal cuaresma de 40 días era mantenida por las
culturas mexicanas paganas, porque de esta forma leemos en Humboldt
(Mexican Research, tomo 1, pág. 404), donde él da cuenta de la
observancia mexicana: “Tres días después del equinoccio vernal,
comenzaba un solemne ayuno en honor al sol”. Tal cuaresma de 40 días era
observada en Egipto como puede verse al consultar Wilkingson’s
Egyptians Antiquities, tomo 1, pág. 278. Esta cuaresma de 40 días somos
informadas por Landseer’s Sabean Researches, pág. 212. Era mantenida
expresamente en conmemoración de Adonis u Osiris el gran dios medianero
al mismo tiempo la violación de Proserpina parece haber sido conmemorada
de manera similar; porque Julius Firmicus nos informa eso, ya que, “40
días” el “Gemido de Proserpina” continuaba (De errore, pág. 70), y desde
Arnobius aprendemos que el ayuno que los paganos observaban, llamado
“Castus” o el ayuno “Sagrado”, era observado por los Cristianos en su
tiempo, creían haber sido primeramente una imitación del largo ayuno de
Ceres, cuando por muchos días ella determinantemente rechazó comer por
“Exceso de Pesar” (Violentia Mœroris) (Arnobius, Adversus Gentes, lib.
v. Pág. 403). Eso es, debido a la pérdida de su hija Proserpina, cuando
fue arrebatada por Plutón, el dios del infierno. Como las historias de
Baco, o Adonis y Proserpina, aunque originalmente distinta, fueron
hechas para unir y encajar, para que Baco fuera llamado Líber y su
esposa Ariadna, Libera (El cual fue uno de los nombres de Proserpina,
según Smith’s Classical Dictionary, “Liber and Libera”, pág. 381) (Ovid,
Fasti, lib. iii. l. 512, tomo iii, pág. 184). Es altamente probable que
el ayuno de la Cuaresma fue hecho después en referencia a ambos, entre
los paganos, esta Cuaresma parece haber sido un preliminar indispensable
a la gran fiesta anual en conmemoración de la muerte y resurrección de
Tammuz, la cual se celebraba alternando el llanto y el regocijo, el cual
en muchos países fue considerablemente después que el festival
Cristiano siendo observado en Asiria y Palestina en junio, llamado por
tanto “Mes de Tammuz” En Egipto a mediado de Mayo y en Gran Bretaña
algún tiempo en abril. Para conciliar los paganos al Cristianismo
nominal, persiguiendo su política usual, tomó medidas para obtener que
las fiestas paganas y Cristianas se amalgamaran y por un complicado,
pero habilidoso ajuste del calendario, fue encontrado sin dificultad en
general conseguir que el paganismo y el Cristianismo ahora sumido en la
idolatría y esto como en muchas otras cosas, se dieron la mano. El
instrumento en cumplir esta amalgama fue el abad Dionisio el pequeño
(525 D.C.) a quien nosotros debemos, como los modernos cronólogos han
demostrado, el que la fecha de la era Cristiana o del nacimiento de
Cristo fuera movida 4 años después de su nacimiento.
Cuando
la adoración a Astarté estaba levantando con ascendencia, los pasos
fueron tomados para conseguir la Cuaresma Caldea completa de seis
semanas o cuarenta días, y su hecho imperativo en todos dentro del
imperio romano occidental. El camino estaba preparado para esto por el
Concilio en Aurelia en el tiempo de Hormisdas, obispo de Roma, alrededor
del año 519, que decretó que la Cuaresma debiera ser solemnemente
observada antes de la pascua.
Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Y
dijeron: Hemos matado al Mesías, Jesús hijo de María, el Mensajero de
Al-lah. Pero no lo mataron ni lo crucificaron, sino que se les hizo
confundir con otro a quien mataron en su lugar. Quienes discrepan sobre
él tienen dudas al respecto. No tienen conocimiento certero sino que
siguen suposiciones, y ciertamente no lo mataron.} [Corán
4:157], al comparar este versículo del Sagrado Corán con las diferentes
celebraciones que se llevan a cabo durante la Semana Santa, en especial
las de la Iglesia Católica, el musulmán y el honesto buscador de la
verdad no pueden sino extrañarse y cuestionar la autenticidad de dichos
actos. Un argumento común presentado por quienes apoyan estas
tradiciones disfrazadas de formas de culto, es que las mismas no tienen
relación alguna con el paganismo y que están sustentadas por la Biblia y
la tradición cristiana. También, alegan que los musulmanes y los
críticos, al no creer en la autenticidad absoluta de la Biblia, carecen
de autoridad para defender sus argumentos.
Es
en este sentido que vemos conveniente reproducir la opinión de
seguidores del cristianismo y la Biblia que se oponen y denuncian a la
vez, con evidencias históricas y escriturales consideradas válidas por
la tradición judeocristiana, la celebración de la Semana Mayor.
Tal
es la historia de la pascua. Las observancias populares que todavía
ocurren en el período de su muy extendida celebración confirman el
testimonio de la historia la cual les adscribe un origen babilónico. Los
pasteles calientes de la cruz del Viernes Santo y los huevos de la
Pascua o del Domingo de Pascua figuraban en los ritos Caldeos tal como
se hacen. El origen de los Huevos Pascuales es evidentemente claro. Los
antiguos Druidas tomaron prestado un Huevo como emblema sagrado de su
orden (Davies’s Druids pág. 208). En los misterios de Baco tan celebrado
en Atenas, una parte de la ceremonia nocturna consistía en la
consagración de un huevo. Las fábulas Hindúes celebran su huevo mundano
de color dorado (Col. Kennedy, pág. 223). El pueblo de Japón hace su
huevo sagrado bronceado (Coleman pág. 340). En China en esta hora, los
huevos teñidos o pintados se usaban en los festivales sagrados aun como
en este país. En tiempos antiguos los huevos se usaban en los ritos
religiosos de los egipcios y griego y eran colgados para propósitos
místicos en sus templos (Wilkingson, Vol. iii, pág. 20). El nombre
hebreo para un huevo es Baitz, o, en el femenino porque hay dos géneros,
Baitzan. Esto en Caldeo y Fenicio llegaba a ser Baith, o, Baitha, el
cual en estos idiomas era la forma usual de pronunciar el nombre de una
casa. (La palabra común “Beth” “Casa” en la Biblia sin los puntos es
“Baith” como puede ser visto en el nombre de Bethel que se da en Gn. 5: 1
de la Septuaginta donde es “Baith-El”). El huevo flotando en las aguas
que contenían el mundo era la “casa” flotando sobre las aguas del
Diluvio con los elementos del nuevo mundo en su base. La Iglesia Romana
adoptó este huevo místico de Astarté y lo consagró como un símbolo de la
resurrección de Cristo. Una forma de la oración era siempre citada para
ser usada en relación con ella, el papa Paulo V enseñaba la oración al
huevo de Pascua (Scottish Guardian, Abril 1844).
Además
del huevo místico había otros emblemas de la pascua. La diosa reina de
Babilonia, con la granada en su mano, frecuentemente es representada en
antiguas medallas en la casa de Rimmon en la cual el rey de Damasco, el
maestro de Naamán el sirio adoraba, era una semejanza del templo de
Astarté donde era adorada la diosa con la granada o Rimmon.
La
granada es un fruto que está lleno de semillas y se suponía que era
empleado como un emblema de esa vasija la cual los gérmenes de la nueva
creación eran preservados donde el mundo tenia que ser sembrado por un
hombre con bestia después de la desolación del Diluvio.
El
papado inspira el mismo sentimiento con relación a la reina del cielo
romano y guía a los devotos a ver el pecado de Eva en mucho la misma luz
derivada del paganismo. En el Canon de la misa el servicio más solemne
en el misal romano que ocurre la siguiente expresión donde el pecado de
nuestro primeros padres es apostrofado:
“O Beata, culpa, quoe talem
meruisti redemptorem”, “Oh Bendita falta, la cual hizo procurar al
Redentor”. La idea contenida en estas palabras es puramente pagana. Como
Roma ama los mismo sentimientos como lo hacia el paganismo, así ha
adoptado los mismos símbolos, en su debida oportunidad. En este país y
en la mayoría de los países de Europa, no se da la granada y sin embargo
la superstición de la granada debe como sea posible ser observada. En
lugar de la granada, se emplea la naranja; y así los papistas de Escocia
juntan sus naranjas y huevos en la Pascua; como también cuando el
obispo Gillis de Edimburgo fue a través de la ceremonia vanagloriosa de
lavar los pies de doce irlandeses hace unos años en la Pascua, concluyo
por presentar cada uno de ello con dos huevos y una naranja.
Ahora,
este uso de la naranja como el representante del fruto del árbol
prohibido del Edén, se ha observado, no es de invención moderna; se
remonta a los tiempos de la antigüedad clásica. Los jardines de los
Herespidos en el occidente eran admitidos por todos los que habían
estudiado el asunto, contrapartida al paraíso del Edén en el Oriente.
Hércules, una forma del Mesías pagano, no el primitivo, sino el Hércules
Griego en estado de infelicidad mató o sometió a la serpiente, el ser
envidioso que corrompió la humanidad. Aquí Dios y el Diablo son lo mismo
cambiando de lugares. Jehová que prohibió al hombre comer del árbol del
conocimiento es simbolizado por la serpiente y sostenido con un ser
maligno mientras que emancipaba al hombre del yugo de Jehová y le dio el
fruto del árbol prohibido. En otras palabras, bajo el nombre de
Hércules, se celebra como el libertador gracioso y bueno de la raza
humana, he aquí el misterio de iniquidad. Hoy todo esto está envuelto en
la “Naranja” sagrada de la Pascua.
La Pascua Católica
PASCHA
latino, PASJA Griego, principal festival anual de la iglesia Cristiana,
celebrando la Resurrección de Jesucristo en el tercer día después de su
Crucifixión. Los orígenes de la Pascua data al comienzo del
Cristianismo, y es probablemente la observancia Cristiana más antigua
después del El Sábado (originalmente observó el sábado, luego el
domingo); el Sabat consecuentemente vino a ser observado como la
celebración semanal de la Resurrección. El nombre Inglés Pascua es de
origen incierto; el sacerdote Anglosajón Venerable Beda en el siglo VIII
lo derivó de la diosa Anglosajona
de la primavera Eostra.
La fecha de Pascua.
Los
Cristianos Occidentales celebran la Pascua en el primer Domingo después
de la luna llena (la luna pascual) que ocurre sobre o poco después del
equinoccio vernal (tomado como Marzo 21). Si la luna pascual, que es
calculada desde un sistema de números áureos y días y no necesariamente
coinciden con la luna llena astronómica, que ocurre en un Domingo, el
día de Pascua es el sucesor Domingo. La Pascua, por lo tanto, puede caer
entre Marzo 22 y Abril 25. Esta regla se fijó después de mucha
controversia y la incertidumbre, que duró en diversas partes de la
iglesia hasta el siglo VIII.
En
la Iglesia Ortodoxa Oriental, sin embargo, un cálculo ligeramente
diferente se sigue, con el resultado que La Pascua Ortodoxa, aunque a
veces coincidiendo con el de que el Oeste, poder caer uno, cuatro, o
cinco semanas después.
En
el siglo XX, la posibilidad de una fecha fija para la Pascua se ha
discutido y apoyado entre algunos Cristianos; la adopción dependería del
acuerdo siendo alcanzada entre diversas iglesias. El segundo Domingo en
Abril se ha propuesto.
Cuando la adoración a Astarté estaba levantando con ascendencia, los pasos fueron tomados para conseguir la Cuaresma Caldea completa de seis semanas o cuarenta días, y su hecho imperativo en todos dentro del imperio romano occidental. El camino estaba preparado para esto por el Concilio en Aurelia en el tiempo de Hormisdas, obispo de Roma, alrededor del año 519, que decretó que la Cuaresma debiera ser solemnemente observada antes de la pascua.
Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Y
dijeron: Hemos matado al Mesías, Jesús hijo de María, el Mensajero de
Al-lah. Pero no lo mataron ni lo crucificaron, sino que se les hizo
confundir con otro a quien mataron en su lugar. Quienes discrepan sobre
él tienen dudas al respecto. No tienen conocimiento certero sino que
siguen suposiciones, y ciertamente no lo mataron.} [Corán
4:157], al comparar este versículo del Sagrado Corán con las diferentes
celebraciones que se llevan a cabo durante la Semana Santa, en especial
las de la Iglesia Católica, el musulmán y el honesto buscador de la
verdad no pueden sino extrañarse y cuestionar la autenticidad de dichos
actos. Un argumento común presentado por quienes apoyan estas
tradiciones disfrazadas de formas de culto, es que las mismas no tienen
relación alguna con el paganismo y que están sustentadas por la Biblia y
la tradición cristiana. También, alegan que los musulmanes y los
críticos, al no creer en la autenticidad absoluta de la Biblia, carecen
de autoridad para defender sus argumentos.
Es
en este sentido que vemos conveniente reproducir la opinión de
seguidores del cristianismo y la Biblia que se oponen y denuncian a la
vez, con evidencias históricas y escriturales consideradas válidas por
la tradición judeocristiana, la celebración de la Semana Mayor.
Tal
es la historia de la pascua. Las observancias populares que todavía
ocurren en el período de su muy extendida celebración confirman el
testimonio de la historia la cual les adscribe un origen babilónico. Los
pasteles calientes de la cruz del Viernes Santo y los huevos de la
Pascua o del Domingo de Pascua figuraban en los ritos Caldeos tal como
se hacen. El origen de los Huevos Pascuales es evidentemente claro. Los
antiguos Druidas tomaron prestado un Huevo como emblema sagrado de su
orden (Davies’s Druids pág. 208). En los misterios de Baco tan celebrado
en Atenas, una parte de la ceremonia nocturna consistía en la
consagración de un huevo. Las fábulas Hindúes celebran su huevo mundano
de color dorado (Col. Kennedy, pág. 223). El pueblo de Japón hace su
huevo sagrado bronceado (Coleman pág. 340). En China en esta hora, los
huevos teñidos o pintados se usaban en los festivales sagrados aun como
en este país. En tiempos antiguos los huevos se usaban en los ritos
religiosos de los egipcios y griego y eran colgados para propósitos
místicos en sus templos (Wilkingson, Vol. iii, pág. 20). El nombre
hebreo para un huevo es Baitz, o, en el femenino porque hay dos géneros,
Baitzan. Esto en Caldeo y Fenicio llegaba a ser Baith, o, Baitha, el
cual en estos idiomas era la forma usual de pronunciar el nombre de una
casa. (La palabra común “Beth” “Casa” en la Biblia sin los puntos es
“Baith” como puede ser visto en el nombre de Bethel que se da en Gn. 5: 1
de la Septuaginta donde es “Baith-El”). El huevo flotando en las aguas
que contenían el mundo era la “casa” flotando sobre las aguas del
Diluvio con los elementos del nuevo mundo en su base. La Iglesia Romana
adoptó este huevo místico de Astarté y lo consagró como un símbolo de la
resurrección de Cristo. Una forma de la oración era siempre citada para
ser usada en relación con ella, el papa Paulo V enseñaba la oración al
huevo de Pascua (Scottish Guardian, Abril 1844).
Además
del huevo místico había otros emblemas de la pascua. La diosa reina de
Babilonia, con la granada en su mano, frecuentemente es representada en
antiguas medallas en la casa de Rimmon en la cual el rey de Damasco, el
maestro de Naamán el sirio adoraba, era una semejanza del templo de
Astarté donde era adorada la diosa con la granada o Rimmon.
La
granada es un fruto que está lleno de semillas y se suponía que era
empleado como un emblema de esa vasija la cual los gérmenes de la nueva
creación eran preservados donde el mundo tenia que ser sembrado por un
hombre con bestia después de la desolación del Diluvio.
El
papado inspira el mismo sentimiento con relación a la reina del cielo
romano y guía a los devotos a ver el pecado de Eva en mucho la misma luz
derivada del paganismo. En el Canon de la misa el servicio más solemne
en el misal romano que ocurre la siguiente expresión donde el pecado de
nuestro primeros padres es apostrofado:
“O Beata, culpa, quoe talem
meruisti redemptorem”, “Oh Bendita falta, la cual hizo procurar al
Redentor”. La idea contenida en estas palabras es puramente pagana. Como
Roma ama los mismo sentimientos como lo hacia el paganismo, así ha
adoptado los mismos símbolos, en su debida oportunidad. En este país y
en la mayoría de los países de Europa, no se da la granada y sin embargo
la superstición de la granada debe como sea posible ser observada. En
lugar de la granada, se emplea la naranja; y así los papistas de Escocia
juntan sus naranjas y huevos en la Pascua; como también cuando el
obispo Gillis de Edimburgo fue a través de la ceremonia vanagloriosa de
lavar los pies de doce irlandeses hace unos años en la Pascua, concluyo
por presentar cada uno de ello con dos huevos y una naranja.
Ahora,
este uso de la naranja como el representante del fruto del árbol
prohibido del Edén, se ha observado, no es de invención moderna; se
remonta a los tiempos de la antigüedad clásica. Los jardines de los
Herespidos en el occidente eran admitidos por todos los que habían
estudiado el asunto, contrapartida al paraíso del Edén en el Oriente.
Hércules, una forma del Mesías pagano, no el primitivo, sino el Hércules
Griego en estado de infelicidad mató o sometió a la serpiente, el ser
envidioso que corrompió la humanidad. Aquí Dios y el Diablo son lo mismo
cambiando de lugares. Jehová que prohibió al hombre comer del árbol del
conocimiento es simbolizado por la serpiente y sostenido con un ser
maligno mientras que emancipaba al hombre del yugo de Jehová y le dio el
fruto del árbol prohibido. En otras palabras, bajo el nombre de
Hércules, se celebra como el libertador gracioso y bueno de la raza
humana, he aquí el misterio de iniquidad. Hoy todo esto está envuelto en
la “Naranja” sagrada de la Pascua.
La Pascua Católica
PASCHA
latino, PASJA Griego, principal festival anual de la iglesia Cristiana,
celebrando la Resurrección de Jesucristo en el tercer día después de su
Crucifixión. Los orígenes de la Pascua data al comienzo del
Cristianismo, y es probablemente la observancia Cristiana más antigua
después del El Sábado (originalmente observó el sábado, luego el
domingo); el Sabat consecuentemente vino a ser observado como la
celebración semanal de la Resurrección. El nombre Inglés Pascua es de
origen incierto; el sacerdote Anglosajón Venerable Beda en el siglo VIII
lo derivó de la diosa Anglosajona
de la primavera Eostra.
La fecha de Pascua.
Los
Cristianos Occidentales celebran la Pascua en el primer Domingo después
de la luna llena (la luna pascual) que ocurre sobre o poco después del
equinoccio vernal (tomado como Marzo 21). Si la luna pascual, que es
calculada desde un sistema de números áureos y días y no necesariamente
coinciden con la luna llena astronómica, que ocurre en un Domingo, el
día de Pascua es el sucesor Domingo. La Pascua, por lo tanto, puede caer
entre Marzo 22 y Abril 25. Esta regla se fijó después de mucha
controversia y la incertidumbre, que duró en diversas partes de la
iglesia hasta el siglo VIII.
En
la Iglesia Ortodoxa Oriental, sin embargo, un cálculo ligeramente
diferente se sigue, con el resultado que La Pascua Ortodoxa, aunque a
veces coincidiendo con el de que el Oeste, poder caer uno, cuatro, o
cinco semanas después.
En
el siglo XX, la posibilidad de una fecha fija para la Pascua se ha
discutido y apoyado entre algunos Cristianos; la adopción dependería del
acuerdo siendo alcanzada entre diversas iglesias. El segundo Domingo en
Abril se ha propuesto.
“O Beata, culpa, quoe talem meruisti redemptorem”, “Oh Bendita falta, la cual hizo procurar al Redentor”. La idea contenida en estas palabras es puramente pagana. Como Roma ama los mismo sentimientos como lo hacia el paganismo, así ha adoptado los mismos símbolos, en su debida oportunidad. En este país y en la mayoría de los países de Europa, no se da la granada y sin embargo la superstición de la granada debe como sea posible ser observada. En lugar de la granada, se emplea la naranja; y así los papistas de Escocia juntan sus naranjas y huevos en la Pascua; como también cuando el obispo Gillis de Edimburgo fue a través de la ceremonia vanagloriosa de lavar los pies de doce irlandeses hace unos años en la Pascua, concluyo por presentar cada uno de ello con dos huevos y una naranja.
de la primavera Eostra.
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