domingo, 25 de octubre de 2015

Porque si bien en otro tiempo erais tinieblas, ahora sois luz en el Señor. ¡Andad como hijos de luz!

RECUERDAEl que tiene este cargo ha de ser irreprensible, debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6







Ataduras espirituales - tratamiento
Testimonio contra ataduras
El abuso ritual y el TPM
Mientras dirigía un seminario en otro estado me pidieron que visitara a una joven hospitalizada en una unidad siquiátrica. Había leído mis libros y quería verme. El médico lo permitió, pero debía haber una enfermera y la sesión se debía filmar. Marie fue víctima de abuso ritual cuando niña. Sabía que no iba a poder hacer mucho en la hora que me asignaron, por cuanto lo único que iba a hacer era ofrecerle alguna esperanza. Con las víctimas del abuso ritual la sesión inicial puede durar varias horas si se quiere lograr algún cambio importante.

Le pedí su colaboración en que me dijera cualquier oposición mental que experimentara durante la sesión. La mente es el centro de control. No perderíamos el control mientras Marie dominara activamente su mente y expusiera a la luz los pensamientos mentirosos que trataban de distraerla. Fue una lucha, pero logró mantenerse centrada en toda la hora. Durante ese tiempo afirmé quién era como hija de Dios y la autoridad que tenía en Cristo. Traté de ayudarla a comprender cuál era la batalla que se libraba en su mente. Cuando me levanté para salir, habló una voz diferente: «¿Quién es usted? ¿Por qué no me quiere?»

¿Qué era eso? ¿Un demonio? ¿Otra personalidad? Su educación teológica y su visión bíblica del mundo van a influir mucho en la respuesta que dé. En vista de que la sicología secular no acepta la realidad del mundo espiritual, existe un solo diagnóstico posible: el TPM (trastorno de personalidad múltiple). En contraste, algunos ministerios de liberación ven sólo demonios en situaciones como esta. ¿Cuál interpretación es correcta? ¿Cómo podemos saberlo? ¿Hay otras explicaciones posibles?

Antes de apresurarse a contestar, permítame contarle otra historia. Después de una conferencia que di en una iglesia, varias personas me atiborraron de preguntas, entre las cuales estaba una mujer atractiva de unos treinta años. Al describirme el abuso del que fue víctima en su infancia, se le empezaron a poner vidriosos los ojos. Podía ver que algo en su mente la distraía y no quise apenarla en esos momentos. Entonces le pedí que me esperara hasta que terminara de atender a los demás, y concerté una cita para la siguiente semana.

Elaine era una mujer inteligentísima con una carrera profesional bien establecida. Sin embargo, su vida interior apenas se podía mantener a flote, a pesar de ir a ver un consejero secular y a un grupo de recuperación de doce pasos. Mientras me contaba su historia, proclamó de repente que uno de sus múltiples no se quería ir. Le pregunté si se le había diagnosticado TPM. Lo afirmó; su consejero le había informado que tenía doce personalidades alternas.

Pedí permiso para dirigirme sólo a ella y después de pasar por los pasos hacia la libertad, no hubo rastro de los múltiples. En su caso, creo que las voces eran claramente demoníacas. En otros casos extremos, creo que hay una combinación de fortaleza espiritual y mente fragmentada debido a un trauma severo.
La mente fragmentada
¿Qué es una mente fragmentada? Es una mente dividida como resultado de haber decidido desprenderse de las circunstancias inmediatas que rodean al individuo. En un sentido limitado, todo el mundo decide hacerlo. Recuerdo que cuando mis hijos eran pequeños optaba por desconectarme de mi entorno. Podían estar discutiendo y vociferando en la habitación vecina, y yo los «apagaba» como quien baja el volumen. Me concentraba tanto en lo que hacía, como estudiar o ver mi deporte favorito en el televisor, que consciente o inconscientemente decidía no ocuparme de ellos porque no quería enfrentar algo desagradable, o porque no quería que me distrajeran de lo que estuviera haciendo. Mentalmente me encontraba «en el jardín», como decía mi esposa. «Tierra llamando a Neil», era su forma de lograr que me sintonizara de nuevo con lo que me rodeaba.

No, no soy raro; de vez en cuando todos hacemos lo mismo. La gente que vive cerca de la línea del tren o de los aeropuertos aprenden a hacerle caso omiso al ruido. Una amistad puede estar en su casa cuando pasa el tren y pregunta: «¿Cómo aguanta esto?» Usted responde: «¿Aguantar qué? Ah, ¡el tren!» Al principio me molestó casi tres semanas y ahora ni siquiera me doy cuenta cuando pasa». Decidimos pensar en lo que es verdadero, bello, puro, etcétera (Filipenses 4:8). Podemos decidir no tratar con algo desagradable, disociarnos y pensar en otra cosa. Pero a lo mejor es malsano si nos desprendemos de la realidad como una manera de aguantar. También se puede transformar en un patrón de negar la realidad.

Multiplique por mil lo desagradable que es oír a niños pelear y a los trenes que pasan, y tal vez logre sentir un poco de lo que soportan quienes sufren de trastorno disociativo: Es un mecanismo de defensa, causado por trauma severo, mediante el cual la persona se disocia para sobrevivir. Desafortunadamente, las atrocidades de las que han sido víctimas están grabadas en su banco de memoria. Físicamente sus ojos siguen viendo, sus oídos oyendo y sus cuerpos sintiendo, pero la mente decide hacer caso omiso de todos esos horrores que rondan y crea un imaginario mundo «seguro», dentro del cual vivir.
Sólo hay un certificado de nacimiento
¿Cómo resolveremos este dilema? Primero, no me gusta mucho el término TPM, pues da la impresión de que hay mucha gente presente en un cuerpo. Sólo hay un certificado de nacimiento y cuando muera, una persona tendrá únicamente un certificado de defunción … sólo un nombre se puede escribir en el Libro de la Vida del Cordero … y sólo una persona puede presentarse ante Dios un día y rendir cuentas por las decisiones que haya tomado en la vida.

Los que intentan traer a la superficie e integrar otras personalidades reconocen que, por lo general, hay un ser dominante, y que casi siempre identifican como la personalidad anfitriona. El cuadro clínico TPM, tal y como lo ven la mayoría de los expertos en salud mental, sería este:






          Personalidades múltiples





No creo que esta sea la percepción correcta. Prefiero pensar que sólo hay una persona y que tiene una mente fragmentada. El cuadro entonces se vería de la siguiente manera:
Porciones fragmentadas de la mente escondidas de la memoria

Qué hacer con el viejo ser
La integración sicológica de las personalidades va mucho más allá de los límites de este libro, pero sí quiero presentar la necesidad de establecer en Cristo a estas queridas personas y de resolver primero sus ataduras espirituales. En muchos casos, las mismas víctimas no logran determinar si la voz en sus mentes es una personalidad alterna o un demonio. 

Mientras conducía a una joven por los pasos hacia la libertad, de repente confesó, al llegar al paso de la rebelión: «Siempre pensé que esa parte mía era otra personalidad». Renunció al espíritu maligno y a su participación con él y le ordenó que se fuera. El cambio en su rostro nos fue notable a ambos. Muchos consejeros que no conocen a Dios tratan de integrar a los demonios dentro de las personalidades de la gente, y muchos pastores bien intencionados tratan de echar personalidades. Hay que evitar ambos extremos.

Las personalidades anfitrionas no siempre quieren aceptar que sean TPM y a menudo se resienten con la intervención de otras personalidades menos desarrolladas que a veces los humillan delante de la gente. Las personalidades se desarrollan debido a ciertos factores ambientales. Cada personalidad emergerá involuntariamente a realizar la función para la cual fue desarrollada. Una personalidad puede dominar durante el trabajo cuando se encuentra presionada y otra puede salir para las ocasiones sociales. 

Cada trastorno de personalidad múltiple es distinto. En la mayoría de los casos las personalidades fragmentadas no se han desarrollado ni han aprendido a manejar la vida centrada en Cristo. En casos severos, la personalidad fragmentada quizás aun sea leal a la secta que causó la fragmentación. Han surgido numerosos casos en que un cristiano comprometido se haya escapado de noche y literalmente haya participado con los satanistas.

Por lo general, explico a las personalidades anfitrionas que su mente es como una casa, en la que ellas ocupan el espacio más dominante. Conforme ayudo a limpiar el espacio y las establezco en Cristo, puede ser que estén conscientes de que hay otros cuartos en la casa. Estos no se han limpiado ni están conscientes de que fueron establecidos en Cristo. Hay que reconocerlos, vencerlos y liberarlos de su pasado. Con el tiempo, deben estar de acuerdo en ser uno en Cristo. Los siguientes versículos ofrecen esperanza y dan dirección para conducir el tratamiento.
Porque los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos (Gálatas 5:24).
Porque si bien en otro tiempo erais tinieblas, ahora sois luz en el Señor. ¡Andad como hijos de luz! (Efesios 5:8)
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús (Filipenses 3:13, 14, RVR)
No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno (Colosenses 3:9, 10, RVR)
Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; pero cuando llegué a ser hombre, dejé lo que era de niño (1 Corintios 13:11)
Perfectos en Cristo Jesús
No hay lugar en las Escrituras donde se nos diga que debemos resucitar al viejo hombre o sanar la carne. Somos completos en Cristo. «A Él anunciamos nosotros, amonestando a todo hombre y enseñando a todo hombre con toda sabiduría, a fin de que presentemos a todo hombre, perfecto en Cristo Jesús» (Colosenses 1:28) No podemos remendar nuestro pasado, pero podemos liberarnos de él.

A todos los hijos fragmentados de Dios les digo que en la parte más profunda de su ser ya están completos. Están sanos porque son completos en Cristo (Colosenses 2:10). Lo único que queda por hacer en nuestro proceso de orientación pastoral es resolver los asuntos que causaron la fragmentación cuando eran jóvenes. Una vez resueltos esos asuntos, se pueden integrar plenamente. Oro que el Señor los reintegre, los haga completos y perfectos en Él. Cada personalidad debe decidir que va a formar parte de la persona completa y perfecta en Cristo. No podemos sanarlas, pero Jesús lo puede todo. Él vino a sanar a los quebrantados de corazón y a restaurar el alma.

Dios nos redimió y estableció nuestra identidad en Cristo, y luego espera que tengamos una estructura de apoyo adecuada, antes de pelar las capas de la cebolla para mostrarnos cada vez más de nuestro ser (véase el capítulo dos). A menudo me preguntan: «¿Qué pasa si he bloqueado períodos de mi vida que no recuerdo?» Entonces siga buscando a Dios y sea un buen mayordomo de lo que Él le haya encomendado. En el momento preciso, «sacará a la luz las cosas ocultas de las tinieblas y hará evidentes las intenciones de los corazones. Entonces tendrá cada uno la alabanza» (1 Corintios 4:5). La única razón por la que es necesario traer el pasado a la superficie es para recordar experiencias con el fin de que se resuelvan. Si no hay nada escondido en la oscuridad, no se preocupe. Si lo hay, será revelado en el debido momento.
Trate con la persona
Cuando empiecen a emerger las atrocidades del pasado, ¿cómo nos damos cuenta si nos habla un demonio o un fragmento de la mente? A veces es difícil, aun cuando tengamos mucha experiencia y discernimiento espiritual. Hasta las personas más experimentadas y maduras pueden ser engañadas. 

Es más, yo lo he sido. En cierto sentido, no trato de diferenciar; siempre busco la solución tratando únicamente con la persona, porque no quiero que pierda su control a nivel mental. Siempre es malo dialogar con demonios porque ese proceso desvía íntegramente a la persona y con seguridad la conducirá al engaño, ya que todos los demonios hablan a partir de su naturaleza mentirosa. La gente que cree en lo que les diga un demonio corre el riesgo del engaño.

En el momento del abuso, la gente quizás se disocie mentalmente para sobrevivir. Cuando los aconsejo, no quiero que vuelvan a caer en ese patrón defensivo para lograr su sobrevivencia. Cristo es ahora su defensor y hago todo lo que encuentre a mano para ayudarles a mantener el control de sus mentes. Si uno anima a los clientes a separar reiteradamente sus personalidades fragmentadas y explora sus estados disociativos sin resolver nada, ni ganarlos para Cristo, termina fortaleciendo la existencia de un mecanismo de defensa en vez de establecer a Cristo como su única defensa necesaria. 

Los consejeros cristianos legítimos no desean reforzar la existencia de ningún otro mecanismo de defensa. Entonces, ¿por qué este? Expongámoslo a la luz y busquemos una manera mejor de resolver las cosas en Cristo. Cuando se usan técnicas seculares de orientación con múltiples, cuando ni siquiera dan resultados con una persona integrada, los múltiples se disocian aún más. Tenemos que aprender a resolver los asuntos en Cristo para que puedan seguir adelante con sus vidas.

Así como con la persona que escucha voces, la gente con trastornos disociativos no va a querer que se conozca lo que verdaderamente sucede en su mente. Cumplirán sus funciones como adultos en la sociedad, pero tendrán características muy distintas en casa. En la sala se comporta como un padre y luego como niño a puerta cerrada en el dormitorio.

Un consejero a quien respeto y que también entiende lo demoníaco, le pregunta a sus clientes atribulados: «¿Siente alguna vez que no está integrado?»

Si reconocen que ese es su caso, les pide permiso para hablar con la otra parte de ellos. La única razón por la que siempre es necesario hacer esto es para tener acceso al recuerdo de lo que sucedió, a fin de lograr que el individuo se disocie en primer lugar. En mi caso, prefiero pedirle al Espíritu Santo que me revele las «cosas ocultas de las tinieblas».

Si acaso va a sondear los estados alterados de la persona, recomiendo mucho que primero oren juntos y que haga orar al individuo, pidiéndole al Espíritu Santo que guarde su corazón y su mente para protegerlos de cualquier engaño. Al pedir permiso para dirigirse a un fragmento, asegúrese de que la persona permanezca activamente involucrada. Una vez que haya averiguado qué llevó a causar la disociación, resuelva los asuntos pidiéndole a la persona que perdone a los que la ofendieron y renuncie a toda experiencia con sectas o con el ocultismo.

En todo caso, recomiendo muchísimo que pase primero por los pasos hacia la libertad con la personalidad anfitriona, antes de empezar a sondear en su mente. El proceso de tomar los pasos resolverá los asuntos para la personalidad anfitriona y tal vez eliminará cualquier fortaleza demoníaca. He tenido a personas que cambian de personalidad a medida que van por los pasos. 

Si colabora, simplemente continúo. A menudo existe la necesidad de que una personalidad perdone a la otra. Un grupo cristiano conduce a todas las personalidades por los pasos. No creo que sea necesario, pero cada parte debe resolver sus propios asuntos. Hago un sondeo sólo después de seguir los pasos cuando siento que no ha habido una solución completa o cuando así lo ve el afectado.

Cuando se han resuelto los asuntos, jamás he tenido que volver con ellos a esas mismas experiencias. Las causas de la fragmentación y de las fortalezas demoníacas se resuelven simultáneamente. La persona seguirá recordando experiencias, pero ya el pasado no tiene ningún poder sobre ella. Su mente empieza a verse de la siguiente manera:
Lo viejo ha pasado




Muchos consejeros que tratan de integrar las personalidades del pasado en la personalidad anfitriona sin resolver los asuntos, tienen experiencias extrañas con sus clientes. Algunos adoptan varias personalidades de maneras destructivas: unos salen a merodear en la noche y luego llaman a la casa, o los encuentra la policía sin poder explicarse cómo llegaron a ese lugar. 

Este tipo de comportamiento sólo sucede cuando se disocian. Entonces, ¿por qué los ayudamos a disociarse? ¿Debemos animar a las víctimas a perder su control mental al comunicarse sin solución con los fragmentos de sus mentes? A nadie le gustaría salir de una sesión de consejería sin saber lo sucedido. Nadie quiere disociarse. Santiago 1:8 dice que el hombre de doble ánimo es «inestable en todos sus caminos». Esa inestabilidad es precisamente la que tratamos de evitar al ayudarles a no perder el control mental.

Ya sea el problema de mente fragmentada o de fortaleza espiritual, les pido una colaboración importante. Deben decirme lo que sucede en su interior. Les explico que su mente es el centro de control y que si no pierden el control en ella, no lo vamos a perder en la sesión. Hay dos razones por las que quizás no colaboren. En primer lugar, no van a revelar lo que sucede en su mente si sospechan que no les vamos a creer. 

También a lo mejor les dé pena debido a la naturaleza asquerosa de sus pensamientos. Les digo que no importa si esos pensamientos vienen desde adentro o desde un parlante en la pared, la única forma de ser dominados por esas ideas es creerlas. A veces digo a las personas que si pudieran ver un demonio, sería muy parecido a un mosquito con una enorme boca. Satanás es un matón y un engañador.

 Lo que enfrentamos es una enorme decepción.

Algunos tienen un pensamiento e inmediatamente lo creen o lo obedecen, sin saber que tienen una tecla que dice «no». Es como si no tuvieran voluntad. Antes de creer o ejecutar el pensamiento, les pido que me comuniquen lo que están pensando. Es muy intenso trabajar con casos severos porque les es muy fácil perder el hilo. A veces los hago levantarse y caminar por el cuarto para comprobarles que tienen el control y lo pueden ejercer. Otras habrá que quitar un poco la presión y dejar que el proceso siga con más lentitud.

La segunda razón por la que quizás no digan lo que les sucede por dentro es que los están intimidando. Por lo general, es la amenaza de que al llegar a casa van a recibir una paliza o que si quedan libres otros sufrirán daños. A menudo los espíritus malos amenazan a los padres con atacar a sus hijos. Tuve la sensación de que una persona no me estaba comunicando todo, por lo que le pregunté: «¿Están amenazándola de que si divulga lo que sucede en su interior la van a castigar al regresar a casa? Contestó afirmativamente. Entonces le dije: «Esto no tiene nada que ver con su casa ni con el momento de llegar allá, es cuestión únicamente de su libertad. Si lo resuelve aquí, también estará resuelto en su casa porque el problema no está allá, sino en su mente».
De inmediato me dijo: «Cuánto desearía que me lo comprobara».

Lo que mantiene el control es exponer a la luz el problema. Dios todo lo hace a la luz porque Él es la luz del mundo. El poder de Satanás está en la mentira, pero ese poder se rompe si desenmascara la mentira. El poder del cristiano está en la verdad, por eso debemos hablar la verdad en amor porque somos miembros unos de otros.

Hay un concepto sicológico popular en esta era, el del «niño interior del pasado». He oído decir a los promotores de este concepto: «Estoy aconsejando a dos personas: un adulto y un niño pequeño en su interior». No estoy de acuerdo con eso porque en términos bíblicos, ¿cuál es el niño interior de nuestro pasado? ¿Será parte de nuestra nueva identidad en Cristo o de nuestra vieja naturaleza? Las Escrituras nos aseguran que no somos primordialmente productos de nuestro pasado, sino que somos nuevas criaturas en Cristo. «De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas» (2 Corintios 5:17).

No me malinterprete; he visto personas acurrucándose en posiciones fetales cuando están recordando sus experiencias infantiles. He visto la regresión espontánea en edad de una personalidad cuando recuerda atrocidades. Sé que muchos se han estancado en su desarrollo emocional debido a las experiencias traumáticas, pero sólo una persona está sentada delante de mí, no dos. Por el bien de ella, no quiero que se disocie mientras experimenta un recuerdo muy doloroso. Quiero que aprenda una nueva manera de comportarse con el pasado, una manera fundamentada en la verdad.
Con respecto a vuestra antigua manera de vivir, despojaos del viejo hombre que está viciado por los deseos engañosos; pero renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre que ha sido creado a semejanza de Dios en justicia y santidad de verdad (Efesios 4:22–24).
Tenemos que reconocer el dolor emocional de nuestro pasado, buscar la sanidad que viene por medio del perdón y establecer en Cristo nuestra nueva identidad. No podemos arreglar nuestro pasado, pero podemos liberarnos de él. Para ser libres, debemos tener una manera bíblica de lograr acceso a los recuerdos reprimidos.
El acceso a las cosas pasadas
Lo repetiré por ser demasiado importante. Primero debemos establecer en la persona su identidad actual en Cristo antes de tratar de exponer el pasado, pues es el orden que dan las Escrituras por una razón muy importante. Cuando examinamos el pasado a partir de nuestra posición actual en Cristo, tenemos la seguridad de que ya hay victoria en Él. Estamos restablecidos en el hombre interior y perfeccionados en Cristo.

Supongamos que el consejero secular más dotado del mundo pueda reconstruir a la perfección el pasado de alguien, de tal manera que explique con exactitud lo que hace hoy en día y por qué siente lo que siente. Entonces, ¿qué? El alcohólico diría: «Tienes razón; precisamente es por eso que tomo. ¿Quieres tomarte un traguito conmigo?» La reconstrucción del pasado tiene su valor, pero en sí no ofrece ninguna solución. Debe haber un conocimiento de quiénes somos en Cristo para lidiar adecuadamente con los problemas del pasado. No queremos ponerle una venda a un síntoma; queremos sanar la enfermedad, que es la separación de Dios.

Los consejeros legítimos saben que deben escuchar la historia de la persona para lograr resolver su conflicto. La mayoría de los programas de formación de consejeros se centran en técnicas de consejería como confianza, cariño, congruencia, empatía exacta, concreción, urgencia, transparencia, etc. Estas son imprescindibles cuando la persona tiene buena memoria y sólo requiere de una relación de confianza para ser franca. Pero cuando la memoria está bloqueada, sólo Dios puede revelar las cosas ocultas en las tinieblas y exponer los motivos de nuestro corazón (1 Corintios 4:1–5).
Dios trae todo a la luz
«Él revela las cosas profundas y escondidas; conoce lo que hay en las tinieblas, y con Él mora la luz» (Daniel 2:22). Satanás hace todo en la oscuridad; como un ladrón en la noche, teme ser desenmascarado. Sin embargo, cuando un niño ha sido víctima del abuso ritual satánico, aunque haya sido en su propio hogar, téngalo por seguro que Dios lo va a exponer a la luz. «Si al padre de familia le llamaron Beelzebú, ¡cuánto más lo harán a los de su casa! Así que, no les temáis. Porque no hay nada encubierto que no será revelado, ni oculto que no será conocido» (Mateo 10:25, 26).
Y esta es la condenación: que la luz ha venido al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que practica lo malo aborrece la luz, y no viene a la luz, para que sus obras no sean censuradas. Pero el que hace la verdad viene a la luz para que sus obras sean manifiestas, que son hechas en Dios (Juan 10:19–21).
Lo común es que los perpetradores no aceptan lo que Dios revela. La mayoría de los abusadores no admitirán jamás su pecado; los satanistas no lo hacen porque están bajo pena de muerte si revelan alguna vez sus acciones. Sus hechos son malos, y odian la luz y rara vez van hacia ella.

No le pido a la persona que trate de recordar lo que pasó, sino más bien le insto a pedirle a su Padre celestial que le revele la verdad. «Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres» (Juan 8:31, 32). Hacerle frente a la verdad puede ser una experiencia espantosa para muchos. Algunos prefieren no encararla, pero la libertad sólo viene cuando se conoce toda la verdad, la verdad de la Palabra de Dios y la verdad sobre nosotros mismos. David clama en el Salmo 51:6: «He aquí, tú quieres la verdad en lo íntimo».
La obra del Espíritu de Dios
La gran obra del Espíritu Santo es divulgar esta verdad dentro del hombre interior. Jesús dijo: «Yo rogaré al Padre y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre. Este es el Espíritu de verdad» (Juan 14:16, 17). «Y cuando venga el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda la verdad» (Juan 16:13). No tenemos ningún poder para revelar la verdad del hombre interior, ni hay una técnica que se pueda aprender para cumplir esta tarea. Nuestra parte consiste en colaborar con Dios, como lo dice 2 Timoteo 2:24–26:
Pues el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar y sufrido; corrigiendo con mansedumbre a los que se oponen, por si quizás Dios les conceda que se arrepientan para comprender la verdad, y se escapen de la trampa del diablo, quien los tiene cautivos a su voluntad.
Este pasaje no se refiere a un modelo de liberación, sino a un modelo amable, paciente, «apto para enseñar» que exige que el pastor o consejero dependa de Dios. Sólo Dios puede conceder el arrepentimiento y conducir a la verdad, lo que da la libertad al cautivo. Parte de nuestro papel es ser pacientes; requiere tiempo procesar las más grandes atrocidades. Las víctimas del abuso ritual satánico necesitan muchas sesiones, y aun así me cuido de no avanzar demasiado rápido, porque si lo hago, la persona perderá el dominio.

No he perdido el control en mucho tiempo, pero si sucediera, detendría el proceso de consejería. Hace poco, por unos momentos se me manifestó un demonio y dijo: «¿Quién caramba crees que eres?» «Soy un hijo de Dios», respondí. «¡Cállate!»
Inmediatamente, la señora volvió en sí. No podemos dejarnos intimidar por esos mentirosos. Con frecuencia oigo a la gente decir durante una sesión que tienen que salir de allí. Les digo:
«Está bien, no voy a hacer nada para violar su mente».
Toda persona que haya salido de mi oficina ha regresado al cabo de unos cinco minutos. Recuerde que pensar es responsabilidad de la persona misma.
El diario de la oración
Una recuperación de la memoria guiada por el Espíritu Santo se puede dividir en cuatro categorías: primero, hacer un diario de oración. A veces animo a las personas entre cita y cita a que personalmente pidan a Dios que les revele la verdad en sus casas y que luego mantengan un diario de lo que el Espíritu Santo les traiga a la memoria. Algunos tienen un compañero o una compañera de oración en quien confían para pedir ayuda. Cuando nos reunimos de nuevo, les ayudo a procesar lo que recordaron. Es muy común que traigan dos o tres páginas de detalles vergonzosos.

Si tratan de hacerlo por su propia cuenta, les indico que le pidan protección a Dios. Sugiero que escriban exactamente lo que les revele el Espíritu Santo, sin cuestionarlo, sólo registrando hasta el más mínimo detalle. Muchos se preguntarán si estarán inventándolo todo. Una señora visitó la casa donde se crió para ver si los detalles de su vecindario eran los que pensaba que el Espíritu Santo le permitió recordar. 

Para su sorpresa, el vecindario era exactamente como se lo había revelado el Espíritu Santo, a pesar de que no había pasado por allí en veinticinco años. Los recuerdos de mi primera infancia son muy vagos, así que, ¿cómo va a recordar esta gente con tanta claridad las primeras experiencias de su infancia? No las recuerdan: Dios se las revela.
Atravesemos el punto muerto con la oración
Un segundo método de recuperación es que las personas, en presencia suya, le pidan a Dios que les revele lo que las mantiene atadas. Casi siempre hago esto si nuestras reunión ha llegado a un punto muerto, o después de haber pasado por los pasos hacia la libertad sin lograr una solución completa. Hemos procesado todo lo que pudiéramos, pero algo todavía no llega a la superficie.

Una señora pasaba por el proceso del perdón cuando paró al llegar a su maestra de tercer grado. Lo único que recordaba era que salía del aula y de alguna manera se sentía atada a ella. La perdonó por eso, pero ambos sabíamos que este no era el asunto clave. La animé a orar, pidiéndole al Señor que le revelara lo ocurrido realmente en el tercer grado. Lo hizo y se vio en el baño con la maestra maltratándola sexualmente.

¿Cómo sabemos que ese no era un juego mental o un engaño satánico? Una manera es ver si hay alguna confirmación externa. En este caso, sus compañeras le habían dicho años después que su maestra la había tratado muy mal. También, que la enviaron a casa sangrando del útero con la explicación de que se había caído, aunque jamás recuerda ninguna caída. La atadura fue espiritual debido al maltrato sexual, y no una atadura sicológica que puede darse debido a la cercanía de una relación entre maestro y alumno.

Jamás debe implantar sugerencias en la mente de otra persona, aun cuando sospeche de maltrato, porque la mente es demasiado vulnerable a las sugerencias. Un recuerdo vago de un abrazo honesto de un padre o una madre se puede distorsionar muy fácilmente e interpretarse como un cariño inapropiado o algo peor. Como pastor y consejero pido sabiduría y dirección al Señor para mí, pero también pongo a la persona a pedir al Señor que le revele lo que le causa la atadura. 

Sospecharía de lo veraz de cualquier detalle que provenga de un sueño. Por lo general, las pesadillas indican un tipo de asalto espiritual, pero casi siempre se acaban después que la persona encuentra su libertad en Cristo. Una mujer acusó a sus padres de abuso sexual por un sueño que tuvo, y una amiga se lo confirmó mediante «palabras de conocimiento». Esto es demasiado subjetivo como para presentar acusaciones. Casi siempre habrá alguna confirmación externa para los recuerdos.

Satanás ataca la mente de las personas lastimadas y busca desacreditar a los líderes espirituales con pensamientos sembrados en la mente de sus hijos o de sus asociados. Conozco varios casos en que los hijos acusan falsamente a los padres. Satanás es muy astuto. Si puede inducir recuerdos falsos de abuso ritual y que luego se absuelva de todos los cargos a los acusados, muchos van a pensar que los casos legítimos también son falsos.

¿Qué tal si la gente ora y no surge nada a la superficie? Entonces los animo a continuar en su búsqueda de Dios. A lo mejor este no sea el momento oportuno. O que tal vez no haya nada y debamos explorar otra razón por sus dificultades. Usted sólo puede procesar lo que conoce. No creo que debamos indagar mucho sobre el pasado, sino esperar hasta que Dios revele las cosas ocultas de las tinieblas.
Pidamos iluminación para las áreas donde hay ataduras

La tercera forma es pedir al Señor que revele áreas específicas de atadura. Por lo general, lo hago a medida que conduzco a las personas por los pasos hacia la libertad. En el primer paso oran y piden a Dios que les revele toda experiencia que hayan tenido con sectas, con el ocultismo o con cualquier otra cosa que no sea cristiana. Después de orar, les pido que señalen esas participaciones en una lista de experiencias no cristianas incluidas dentro de este paso. Pero la lista no es completa, pues hay miles de fraudes, a veces la gente los agrega a la lista. Si siento que van pasando demasiado rápido por este paso, les pido que oren de nuevo para que Dios les recuerde todas las participaciones que hayan tenido en esta área. 

Cuando llegamos al paso del perdón, la persona le pide a Dios que le revele los nombres de las personas que deben perdonar. En la mayoría de los casos emergen algunos nombres que había enterrado conscientemente. Cuando pasa por el proceso del perdón, muchas veces Dios le trae recuerdos sumidos en el pasado, sea consciente o inconscientemente.

Cuando ha habido abuso sexual, conduzco a la persona que pida al Señor que le revele toda ofensa sexual, para que renuncie a cada una diciendo: «Renuncio a esa (violación específica) de mi cuerpo». Cuando termina la dirijo en una declaración general basada en Romanos 6:1, 2, 13 y 12, 1, 2: «Renuncio a todo uso de mi cuerpo como instrumento de iniquidad y presento mi cuerpo ante Dios como instrumento de justicia, un sacrificio vivo y santo y agradable a Dios». Si la persona es casada, le pido que agregue: «Reservo el uso sexual de mi cuerpo únicamente para mi cónyuge».

Estas personas no sólo recuerdan una experiencia, la reviven. Hacerlas sumirse en el pasado es mantenerlas en la esclavitud y fortalecer la atadura por lo cual jamás debemos reforzar lo sucedido. Cuando Dios concede el arrepentimiento que lleva a la verdad, debemos participar bajo su dirección, ayudando a la persona a lograr un arrepentimiento pleno. 

El arrepentimiento significa literalmente un «cambio de mentalidad». La idea es: «Antes creía eso; pero ahora creo esto». No obstante, el concepto es mucho más amplio que la aceptación mental. El arrepentimiento pleno significa «antes caminaba por aquí, y ahora he dado una vuelta completa y camino de acuerdo al camino, la verdad y la vida. Renuncio a la mentira y a todas las experiencias satánicas que he tenido, anuncio la verdad y toda la realidad de la salvación que es mía como una nueva criatura en Cristo».
Renunciamos al reino de las tinieblas
El cuarto método de lidiar con el pasado es conducir a la persona a través de varias renuncias. Uso este método al inicio del proceso de consejería si el individuo tiene bloqueados varios períodos de su vida. Es un medio de aplicación general tanto para revisar el pasado, como para resolver ciertos asuntos que acompañan al abuso ritual satánico. Si no hay maltrato de ese tipo, no hay nada que perder.

En el abuso ritual satánico, los satanistas hacen todo en directa oposición al cristianismo. El satanismo es la antítesis del cristianismo y Satanás es el anticristo, por lo que pido a los clientes que renuncien de la siguiente manera a cualquier participación:
El reino de las tinieblas
El Reino de la luz
Renuncio a haber entregado mi
Declaro que mi nombre ahora está
nombre a Satanás o haber dejado que
escrito en el Libro de la Vida del
otro entregue mi nombre a Satanás.
Cordero.
Renuncio a toda ceremonia en que
Declaro que soy la Esposa de Cristo.
me haya casado con Satanás.
Renuncio a todos y cada uno de los
Declaro que soy partícipe del nuevo
pactos que he hecho con Satanás.
pacto con Cristo.
Renuncio a toda asignación satánica
Declaro que me comprometo a
para mi vida, incluyendo obligaciones,
conocer y a cumplir únicamente la
matrimonio e hijos
voluntad de Dios y aceptar sólo su
dirección.
Renuncio a toda espíritu guía que se
Declaro que acepto sólo la dirección
me haya asignado.
del Espíritu Santo.
Renuncio a haber entregado mi sangre
Confío sólo en la sangre derramada
al servicio de Satanás.
por mi Señor Jesucristo.
Renuncio a haber comido carne o
Por fe, tomo sólo de la carne y de la
bebido sangre en alabanza a Satanás.
sangre de Jesús a través de la Santa
Cena.
Renuncio a todos y cada uno de los
Declaro que Dios es mi Padre y que el
guardianes y padres satanistas que se
Espíritu Santo es mi Guardián, en
me han asignado.
quien estoy sellado.
Renuncio a cualquier bautismo y a
Declaro que sólo el sacrificio de Cristo
todo sacrificio en mi beneficio por
tiene poder sobre mí. Le pertenezco a
medio del cual Satanás podría
Él. He sido comprado por la sangre del
reclamarme como propiedad suya.
Cordero.

Para las víctimas del abuso ritual satánico las renuncias anteriores son una extensión de la confesión que se hacía en la iglesia primitiva: «Renuncio a ti, Satanás, a todas tus obras y todos tus caminos». Sin embargo, aun las renuncias anteriores son de aplicación general porque cada víctima del abuso ritual satánico se ha entregado, de una manera u otra, a los ritos mencionados y a otros más. Además, conforme el Espíritu Santo revele las cosas específicas que se ocultan en las tinieblas, hay que renunciar a ellas específicamente.
La forma en que engaña Satanás
Los satanistas llaman el «libro de la vida del chivo» al referirse al libro o al pergamino en donde piden que la gente firme, a menudo con sangre. Un colega de nuestro seminario me trajo una muchacha de quince años de edad que había participado en el satanismo durante diez años. Fue difícil, pero al fin entregó su vida al Señor. Sin abrir los ojos, exclamó:
—¡Se está quemando! ¡Se está quemando!
—¿Qué se quema?—le pregunté.
—¡El libro en que escribí mi nombre!

Al parecer, Dios le estaba dando una ayuda visual para que pudiera aceptar que su nombre ahora está escrito en el Libro de la Vida del Cordero.

Los satanistas también realizan ritos matrimoniales en que una niña o una adulta se casa con Satanás, luego el matrimonio se consuma con espantosas violaciones sexuales. 

Comer carne humana y tomar sangre son parte normal de sus ritos, como una falsificación de Juan 6:53: «De cierto, de cierto os digo que si no coméis la carne del Hijo del Hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros». Juan equipara el comer y tomar con creer (Juan 6:40: 47, 48), pero ellos lo toman literalmente. 

Una persona a quien estuve aconsejando no podía comer carne porque le traía recuerdos de haber comido carne cruda. Renunció a ello a la luz de 1 Timoteo 4, donde se nos dice que los que han sido engañados (v. 1) son los que «prohibirán casarse y mandarán abstenerse de los alimentos que Dios creó para que, con acción de gracias, participasen de ellos los que creen y han conocido la verdad. Porque todo lo que Dios ha creado es bueno, y no hay que rechazar nada cuando es recibido con acción de gracias»
(vv. 3–4).

El cortarse en un rito con el fin de derramar sangre es común en muchas religiones paganas, en que la gente se corta ritualmente como una falsificación del derramamiento que hizo Cristo de su sangre. La idea es que así nos convertiremos en nuestro propio dios y derramaremos nuestra sangre por nosotros mismos. Hay que renunciar a todo pacto de sangre, hasta los «inocentes» que hicimos con nuestros «hermanos de sangre».
El sacrificio satánico
El sacrificio es un intento de establecer propiedad. Fuimos redimidos «con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación» (1 Pedro 1:19).

En el abuso ritual satánico a menudo se obliga a los niños a matar en sacrificio por dos motivos: primero, eso los prepara para una participación futura en el rito. Con frecuencia, las drogas son medios para obligarlos a acceder en el espantoso abuso sexual y en los ritos del sacrificio. 

O quizás obedezcan por las amenazas de hacer daño a otros, como en el caso de una niña a quien le dijeron que si no participaba le harían daño a su hermano. ¿Por qué realizan estas matanzas de víctimas inocentes como bebés, fetos y animales? Dicen: «Tu Dios sacrificó a su único Hijo, quien era perfectamente inocente». Para ellos, mientras mayor sea el sacrificio, más grande es el poder; y los satanistas van tras el poder.

En segundo lugar, a los niños se les obliga a matar porque los sujeta a mantener el secreto: quien mató a un niño inocente o a un animal jamás va a contarlo a los del mundo exterior. Sus recuerdos se pueden bloquear, pero cuando años más tarde recuerde las atrocidades, todavía no podrá hablar de ellas porque siente responsabilidad por haberlas cometido. Tiene que tomar en cuenta las drogas u otros medios que se usaron para obligarle a acceder. 


Esta gente teme por su vidas, en ese entonces y ahora, porque saben que sacrificar una vida no es nada para un satanista. Si rehúsan matar durante el rito, los matarán a ellos, o al menos temen esa posibilidad. El temor les impide divulgar las cosas hechas en lo oculto, y se sienten abrumados por la culpabilidad y el dolor presentes.
Los síntomas del abuso ritual
Los dos síntomas principales del abuso ritual satánico son la disfunción sexual y la falta de afecto (cero emoción). La mayoría de los ritos satánicos son orgías desgarradoras y estrepitosas de violencia sexual; no es el sexo que experimentarían los seres humanos normales. El clímax óptimo sería el orgasmo sexual en el momento de la matanza. De esto se trata la pornografía más extrema e intensa: el uso de animales, objetos y actos sadomasoquistas. Es más, a menudo se liga la pornografía extrema con el satanismo.

Quienes han sufrido maltrato de esta manera, deben renunciar a este uso sexual de su cuerpo y perdonar a los abusadores sexuales. Una víctima pudo recordar con claridad a veintidós abusadores sexuales. Sinceramente, ¿podríamos esperar que perdonara esas ofensas múltiples? Recuerde, el hecho de que los perdone no excusa lo que hicieron los abusadores; más bien la libera de su pasado.

La falta total de emoción es el resultado de la programación. Condicionan a las víctimas a creer que si lloran, alguien o algo será destruido o le sobrevendrá un grave daño físico. Una señora recuerda que tuvo que abortar para cumplir con un sacrificio. Cuando gritó horrorizada, le dijeron que si lloraba moriría otro bebé. Como resultado, no había podido llorar durante años. Le dije que renunciara a esa experiencia y a la mentira de que su llanto traería la muerte de algo o de alguien. Apenas lo hizo, sollozó por varios minutos.

La esposa de un pastor manejó varios kilómetros para asistir a una conferencia. Acababa de empezar a recordar el abuso ritual satánico y estaba perpleja ante su incapacidad de llorar. No tenía recuerdos específicos de los acontecimientos, sólo imágenes vagas y leves. Le dije: «Tal vez no va a comprender esto, pero quiero que renuncie a la mentira que su llanto terminará en la muerte de alguien». Apenas lo hizo, una lágrima comenzó a correr por su mejilla.

Hay que renunciar a cada asignación específica. Como las maldiciones, las asignaciones que se dan durante los ritos. Por ejemplo, estaba trabajando con una víctima en el área del perdón y cuando llegó a su madre no la podía perdonar. No era porque no quería hacerlo, sino que había una experiencia en particular con la que no se podía conectar emocionalmente. 

Ya había perdonado a su padre, quien la había llevado a los ritos, un proceso muy emotivo y doloroso que duró mucho tiempo en realizarse. Podía recordar con claridad una experiencia en que su padre la violó y ella clamó a su madre para que la rescatara, pero no lo hizo. Era como si contara la historia de otra persona, porque no se podía conectar emocionalmente con la experiencia (por lo general, cuando describen la experiencia hay muchísima emoción en el relato, porque no sólo la recuerdan, sino que la viven).

No pudimos resolverlo, así que proseguimos con los demás nombres de su lista, lo que casi nunca me gusta hacer; llegó al nombre de una mujer a quien recordó del abuso ritual satánico y de quien dijo: «Me la asignaron como mi madre». «¡Eso es!», exclamé. «Renuncie a esa asignación». Manifestó:
«Renuncio a la asignación de esa mujer como mi madre y declaro que solamente tengo una madre que es (nombre)».
Tan pronto lo dijo empezó a llorar histéricamente:
«¡Mi madre me abandonó!» Pasó los siguientes diez minutos reviviendo el horror de su madre rescatando de su padre a su hermano, sin rescatarla a ella.

Otra persona recordó que se le asignó una familia como sus padres satanistas y al hijo de ellos como su esposo. Esta era una familia eminente en la iglesia donde se crió. Tampoco tenía libertad emocional para llorar ni sentir algo profundamente. El hijo la embarazó y el bebé fue abortado y sacrificado. 

Cuando lloró histéricamente, le pusieron en brazos otro bebé. Le dijeron que ese bebé también moriría si ella lloraba. Apenas pudo renunciar a esa mentira tuvo libertad para sentir emociones y llorar. También renunció al que le asignaron como su marido. Cuando salió de mi oficina, me dijo: «Ahora me puedo casar, ahora puedo tener hijos». Mientras no se recuerden esas asignaciones y se renuncien a ellas, seguirán atando a las personas.

Una señora recordó una asignación que le dieron cuando estaba apenas en el cuarto grado de primaria. Un niño en el grupo iba a ser su marido y ellos debían procrear un hijo. Cualquier otro hombre la rechazaría y cualquier otro vástago sería asesinado.

Con el tiempo, la señora se casó con otro hombre, pero sentía paranoia de que él la iba a rechazar y temía tener hijos. Cuando la insté a renunciar a esa asignación, se aterrorizó. Me dijo que no lo podría hacer. Le aseguré que no sólo podía, sino que debía hacerlo. Más tarde me enteré que su mente era bombardeada de mentiras y visiones de bebés moribundos. 

Le dije:
«Esto nada tiene que ver con algún bebé en el futuro; sólo tiene que ver con su libertad actual». Le dije que Dios protegería a cualquier descendencia en el futuro. 

Renunció a la asignación, rompió la fortaleza satánica y cayó hecha un mar de lágrimas. Ahora tiene la libertad para tener bebés, entendiendo por qué no la tenía antes.

Conforme el Espíritu Santo trae recuerdos a la mente, le pido a la persona que renuncie a las mentiras y a las asignaciones, que proclame la verdad y que acepte solamente la voluntad de Dios para su vida

Esto se debe hacer específica y verbalmente conforme los recuerdos lleguen a la mente.
Sólo el Señor puede liberar a los cautivos
En la medida en que tratamos de ayudar a otros, encontraremos que cada caso es diferente y en cada circunstancia tendremos que esperar pacientemente al Señor y confiar en su dirección porque Él es el único capaz de liberar a los cautivos. Nuestro papel es colaborar con Dios para ayudar a sus hijos a encontrar su identidad y su libertad en Cristo.

En este libro usted ha leído las historias de varias personas muy queridas, que clamaban a Dios con desesperación en busca de su libertad. Le pido a Dios que estos relatos le ayuden a comprender lo que sucede con mucha gente en su iglesia. Quizás a usted le esté sucediendo y es mi oración que hayamos podido darle alguna esperanza y dirección para encontrar la libertad que Jesús compró para usted en la cruz. ¡Dios le ama y quiere que sea libre en Cristo!

Un último testimonio … pero este lo reconocerá del Salmo 18:16–19:
Envió desde lo alto y me tomó; me sacó de las aguas caudalosas. Me libró de mi poderoso enemigo y de los que me aborrecían, pues eran más fuertes que yo. Se enfrentaron a mí el día de mi desgracia, pero Jehová fue mi apoyo. Él me sacó a un lugar espacioso; me libró, porque se agradó de mí.

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viernes, 23 de octubre de 2015

Construyámonos una ciudad y una torre con una representación de los cielos. Y hagámonos un nombre...confundamos allí su lengua para que nadie entienda el lenguaje de su compañero.

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6









Babilonia
Génesis 11: 1-9

1      Entonces toda la tierra era de una sola lengua y de unas mismas palabras.
2      Y en su deambular hacia el oriente, encontraron una llanura en la tierra de Sinar y se establecieron allí.
3      Entonces dijo cada cual a su prójimo: ¡Vamos! Fabriquemos ladrillos y cozámoslos al fuego. Y el ladrillo les fue por piedra y el asfalto por argamasa.
4      Y dijeron: ¡Vamos! Construyámonos una ciudad y una torre con una representación de los cielos. Y hagámonos un nombre, no sea que seamos esparcidos por la faz de toda la tierra.
5      Pero YHVH descendió para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos del hombre.
6      Y dijo YHVH: He aquí que son un pueblo, y todos ellos tienen la misma lengua, y este es sólo el principio de su obra, y nada les hará desistir de lo que traman hacer.
7      ¡Vamos!, descendamos ya y confundamos allí su lengua para que nadie entienda el lenguaje de su compañero.
8      Y los dispersó YHVH de allí por toda la superficie de la tierra, y desistieron de construir la ciudad.
9      Por eso llamó su nombre Babilonia, porque allí confundió YHVH la lengua de toda la tierra, y desde allí los esparció YHVH por la superficie de toda la tierra.

LA DISPERSIÓN Y SUS CONSECUENCIAS

ESTUDIAMOS NUESTRA LECCIÓN PARA ENSEÑAR EN LA CONGREGACIÓN 
 LA DISPERSIÓN DE BABEL 
Génesis 11:1–9


Este pasaje explica cómo se esparcieron las naciones por toda la tierra del mundo antiguo. Contiene un mensaje de juicio: lo que era el orgullo de los hombres, fue precisamente lo que provocó su caída, y lo que más temían, fue lo que vino sobre ellos (cf. Pr. 10:24a).

El relato se estructura usando el paralelismo antitético y el quiasmo (fig. de la retórica que consiste en presentar en orden inverso los miembros de dos secuencias; e.g. “Cuando quiero llorar no lloro, y a veces lloro sin querer”). Todo lo que la humanidad se propuso en la primera parte de la porción (Gn. 11:3–4), desapareció en la segunda (vv. 5–9); es casi un deshacer o regresión de su actividad, aun al extremo de que se expresa en términos paralelos. La narración gira alrededor del hecho central: “Y descendió Jehová” (v. 5).

Uno de los problemas de este pasaje es la relación que tiene con el cap. 10. El principio del cap. 11 dice que todo mundo hablaba “una sola lengua” y usaba un solo vocabulario, pero en el cap. 10, el relato dice que ya se habían dividido las naciones de acuerdo a sus pueblos y lenguas. Las palabras “tierras”, “naciones”, “familias” y “lenguas” aparecen tres veces, aunque no siempre en el mismo orden (10:5, 20, 31). 

Es probable que 11:1–9 sea la explicación de cómo surgió el arreglo del cap. 10, ya que a menudo, Génesis se sale del orden cronológico para componer el material temáticamente. La cronología exacta sólo se esboza en la expresión que se incluye acerca de Peleg: “en sus días fue repartida la tierra” (10:25).

11:1–4. Parece que el pecado de los sinaritas (habitantes de una llanura en la tierra de Sinar) fue el orgullo desmedido, porque dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y hagámonos un nombre. Esta fue una rebelión abierta contra Dios, porque pretendieron independizarse de él. Con frecuencia se compara a la humildad con la confianza y la obediencia. 

Por el contrario, el orgullo se relaciona con la independencia y desobediencia. Aquí, la gente se unió para fortalecerse y orgullosamente, hacerse de una reputación por sí mismos: por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la tierra. Parece que esta fue una directa oposición a la orden divina de que se multiplicaran y llenaran la tierra (9:1).

11:5–9. Su deseo de aumentar su unidad y fortalecerse llevaba en sí mismo un gran potencial para cometer la maldad más grande, según la evaluó Dios: han comenzado a hacer la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer (“y ahora nada de lo que se propongan hacer les será imposible”, BLA). Así que lo que no quisieron hacer en obediencia (i.e., esparcirse por la tierra, v. 4), al castigarlos, el Señor lo hizo por ellos (v. 8).

Sin duda, Sinar (v. 2) se refiere a la zona de Babilonia, porque el pasaje culmina (v. 9) usando un juego de palabras. Babel (bāḇel) suena muy parecido al vb. confundió (bālal). Los escritos babilónicos que relatan la construcción de la ciudad de Babilonia refieren que fue edificada en el cielo por los dioses como una ciudad celestial, la cual es una expresión de vanagloria (Enuma Elish VI, líneas 55–64). Esos registros dicen que fue edificada siguiendo el mismo proceso de hacer ladrillos que se describe en el v. 3, pero además, cada ladrillo tenía inscrito el nombre del dios babilonio Marduk. 

Asimismo, el zigurat, la torre que se cree fue construida por primera vez en Babilonia, se decía que tenía su punta en el cielo (cf. v. 4). Esa montaña artificial se convirtió en el centro de adoración de la ciudad, y tenía un templo en miniatura en lo alto de la torre. Los babilonios se enorgullecían de su capacidad de construcción y se vanagloriaban de su ciudad, porque la consideraban no sólo impenetrable, sino también la ciudad celestial bābili (“la puerta de Dios”).

Pero el registro de Génesis ve a esa ciudad como la primera potencia del mundo, el epítome de los poderes impíos. En una palabra, es el “anti-reino”. Por lo tanto, el registro de los vv. 1–9 es literatura polémica, porque muestra el poder absoluto de Dios al dictar ese castigo sumario. 

Lo que la gente creía que era su mayor fuerza—la unidad—el Señor la destruyó con rapidez al confundir su lengua (v. 7; cf. v. 9). Lo que ellos temían más—ser esparcidos (v. 4)—fue lo que vino sobre ellos en forma natural (los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, v. 8; cf. v. 9). Lo que ellos más deseaban—hacerse un nombre (v. 4)—irónicamente fue precisamente lo que sucedió, porque su ciudad vino a ser conocida como “Babel”. Fue así que dejaron de edificar la ciudad y fueron esparcidos por toda la tierra.

Este relato provee una conclusión muy adecuada para los acontecimientos primigenios. La narración describe a las familias de la tierra esparcidas través de todo el mundo entonces conocido y sin esperanza. Ya habían desaparecido tanto la señal de protección para los fugitivos (cf. 4:15) como la señal del arco iris en las nubes (9:13). 

Los hombres se quedaron sin un rayo de esperanza o muestra de la gracia divina. Todo esto deja al lector esperando una solución. Después de incluir una genealogía como conexión (11:10–26), se provee precisamente esa solución. De entre las naciones esparcidas, Dios formó una nación que posteriormente fue su canal de bendición. Así que el Señor no había terminado su plan para la raza humana. Este cap. simplemente prepara al lector para la obra que él va a realizar.

Ciertamente, en todo esto se encuentra algo más que un simple relato de lo que pasó para explicar la lista de naciones (cap. 10). Si Moisés sólo hubiera querido trazar el desarrollo del programa de Dios, lo habría hecho en forma directa. Pero hace uso de juegos de palabras, repeticiones, caracterizaciones y moralejas—todo ello teniendo en mente a la tôrâh (“ley”), la regla moral—para enseñar una lección.

Israel fue llamado de Egipto para constituir la teocracia escogida por Dios. Debía establecerse como el pueblo unificado de Dios y ser conocido en todo el mundo. El único requisito era que le obedecieran. Si lo hacían, el Señor los establecería con firmeza. Pero si por el contrario erguían la cabeza en señal de desafío y se rebelaban contra él, serían esparcidos por toda la tierra. Por lo que siguió, sabemos que Israel continuó por el mismo camino desastroso que los babilonios.

Entonces, el tema del orgullo aquí es muy importante. Dios corrige a los que se exaltan con soberbia. Para él, la dispersión (con sus guerras y conflictos) es preferible a una apostasía unificada. El plan divino se llevará a cabo, si no es contando con la obediencia del hombre, entonces a pesar de la desobediencia de él.

El profeta Sofonías explica maravillosamente la humillación de Babel. De cierto, sus palabras vuelven a estos acontecimientos y anticipan la gran unificación que ocurrirá en el reino milenial, cuando todos hablarán un solo y puro lenguaje para adorar a Dios en su monte santo. 

Además, todos se reunirán de las naciones a las cuales habrán sido esparcidos (Sof. 3:9–11). El milagro que se realizó en Pentecostés (Hch. 2:6–11) fue un atisbo de ese acontecimiento que todavía está por venir.


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jueves, 22 de octubre de 2015

En estos postreros días nos ha hablado a nosotros por el Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, y por el cual hizo el universo

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6








PREPAREMOS NUESTRO ESTUDIO PARA ENSEÑAR EN LA CONGREGACIÓN
Hebreos 1:1-3
1      Habiendo Dios hablado en el tiempo antiguo muchas veces y de muchas maneras a los padres por los profetas,
2      en estos postreros días nos ha hablado a nosotros por el Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, y por el cual hizo el universo;
3      quien siendo el resplandor de su gloria y la imagen misma de su Ser, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,

Jesucristo: la Postrera Revelación de Dios



  LA ÚLTIMA REVELACIÓN EN JESUCRISTO
Hebreos 1:1–3
Sin saludo u otro preliminar, el autor de Hebreos declara la tesis de su obra. Afirma que Jesús, el Hijo de Dios, es la revelación final de Dios, superior a toda revelación anterior. Luego enumera siete hechos acerca del Hijo.

Esencial al pensamiento de Hebreos es el hecho de que Dios…ha hablado. A través de los siglos, no ha dejado al hombre ignorante de su naturaleza o de su voluntad. Dios es un Dios que se revela, que quiere que lo conozcamos. Constantemente está hablando, buscando al hombre, dándose a conocer. 

Porque Dios ha hablado podemos tener una relación personal, y podemos entender la naturaleza de su creación y el propósito de Dios para nosotros y para nuestro mundo.

CONSIDEREMOS ESTE VERSÍCULO PRECIOSO
Dios…en estos últimos días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por medio de quien, asimismo, hizo el universo (1:1a, 2).


Pero ahora, ha dado su revelación final. Los primeros dos versículos de Hebreos mencionan cuatro contrastes entre las revelaciones del pasado y la revelación final en Jesucristo. 

Primero, aquellas eran parciales: muchas veces traduce una palabra que significa lit. “en muchas porciones o fragmentos”.  La revelación del Hijo, por implicación, es completa. 
Segundo, aquellas revelaciones se dieron en otro tiempo o hace mucho; esta llega en estos últimos días, en el momento crítico cuando Dios finaliza la edad, trayendo la bendición escatológica y el juicio. 
Tercero, aquellas vinieron de muchas maneras, pero esta viene por la única manera adecuada a una revelación completa: el Hijo. No habrá otra revelación de Dios después, porque la revelación en Jesucristo es la revelación de los últimos días, y porque no hay un mensajero superior al Hijo que se pueda enviar. El vocablo profetas no se debe limitar a los libros que llamamos proféticos en el AT. El autor se refiere a todas las personas que recibieron un mensaje de Dios y lo transmitieron a otros. Según el cap. 3, uno de los principales profetas en este sentido era Moisés, y el cap. 11 menciona a otros que mediaron el mensaje de Dios en otro tiempo. 
Cuarto, aquellas revelaciones eran muchas; esta es una. En el pensamiento de Hebreos uno es mejor que muchos porque tiene unidad; una proliferación implica la insuficiencia de miembros de la serie. 

Estos cuatro contrastes básicos se desarrollarán en toda la carta.
Un ejemplo de la belleza retórica de Hebreos es el hecho de que cinco de las palabras en el gr. de 1:1 empiezan con la letra pi. Este fenómeno, llamado aliteración, es común en Hebreos.

Hebreos ataca directamente la tentación de regresar a la religión anterior. Si bien es cierto que Dios ha hablado a los padres, el mismo Dios ha hablado ahora a nosotros. ¿Cómo podemos preferir la revelación anterior e inferior a ésta que nos vino por medio del Hijo? 

Nuestro autor ilumina la superioridad del Hijo con siete características o acciones de él.
1. Dios lo hizo heredero de todo
Hay solamente un Hijo, y su control se extiende a todo. No debemos entender heredero en el sentido de recibir una herencia cuando muere su dueño. El trasfondo de la expresión es más bien el AT, en el cual el hijo mayor tiene autoridad sobre toda la hacienda del padre. Ya que la hacienda de Dios es toda la creación, el Hijo es Señor de todo. Tal vez el autor quiera que sus lectores recuerden el Salmo 2:8: Pídeme, y te daré por heredad las naciones, y por posesión tuya los confines de la tierra. En 1:5 se apoya esta alusión, porque cita el versículo anterior del mismo Salmo (Sal. 2:7).

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CONSIDERACIONES PRÁCTICAS
Hebreos 1:1–3
1. No hubo un momento ni una situación en toda la historia humana en que Dios no haya hablado a los hombres, para presentarles su plan salvífico.
Hoy en día Dios está hablando a los hombres a través de diversos instrumentos (pastores, predicadores y laicos) y métodos (campañas masivas, campañas al aire libre, campañas personales casa por casa, mensajes por radio, mensajes por la televisión, y otros más), pero la gran pregunta es, ¿Cuántos le prestan un momento de atención? Muy pocos. Aun, muchos de los que nos decimos ser cristianos o evangélicos, somos lo que dice la carta de Santiago: sed hacedores de la palabra y no solamente oidores (Stg. 1: 22). Pues, si como personas esperamos que se nos escuche cuando hablamos, ¡cuánto más Dios merece ser escuchado!

2. No hubo un momento, ni una situación en toda la historia humana en que Dios no haya buscado entrar en relaciones personales con los hombres, para presentarles su plan salvífico.
Hoy en día los hombres buscan entrar en relaciones con las personas más equivocadas (interesadas, de mal vivir, espíritus, demonios y otros), pero menos con el Dios de amor, que siempre busca entrar en relaciones personales con los hombres, para darles una vida más abundante, una salvación eterna. Quizá una de las razones por el que no quieren entrar en relaciones personales con Dios es porque Dios exige demandas éticas, exige compromiso con su causa.

3. No hay otra revelación mayor, completa y directa sino a través del Hijo, de Jesucristo. Después de él no puede haber otra revelación. Él es la máxima y final revelación que nos fue dada en los últimos tiempos. Hay religiones y sectas que esperan una revelación mayor de Dios. Otras consideran el Antiguo Testamento. como la revelación mayor, pero, el autor de Hebreos nos dice que Dios se dio a conocer en forma final y completa a través de su Hijo. No debemos esperar otra mayor revelación que la salvación que Dios nos ha dado en su Hijo Jesucristo como prueba de su amor a los hombres.
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2. Por medio de él, Dios hizo el universo. 
Dios dispuso de antemano que el fin de la creación es sujetarse al Hijo como su Señor (el heredero). Es propio, entonces, que el Hijo sea su agente en la creación. Hebreos dice lit. que por él Dios hizo “las edades”, pero la forma plural de esta palabra adquirió por extensión el sentido que vemos aquí. La idea que el Hijo fue agente de Dios en la creación se encuentra también en Juan 1:3 y Colosenses 1:16. El comentarista F. F. Bruce piensa que los tres autores emplean el lenguaje de un himno o confesión de fe de las primeras décadas de la iglesia.

3. Es el resplandor de su gloria. 
Aunque la palabra traducida resplandor puede significar también “reflejo”, la idea aquí es que el Hijo tiene en sí la misma naturaleza gloriosa del Padre. Si Dios es luz, el Hijo es la misma luz brillando en este mundo. La expresión describe tanto la gloria trascendente que caracteriza al Padre y al Hijo, como el hecho de que en la encarnación esta gloria resplandece en nuestro mundo. Es imposible separar el resplandor de la luz, y es solamente por medio del resplandor que vemos la luz.

4. Es la expresión exacta de su naturaleza. 
Esta afirmación es semejante a la anterior. Expresión exacta traduce una palabra que se refiere a la impresión que deja el troquel en una moneda. Hebreos emplea esta palabra para enfatizar la correspondencia exacta entre la naturaleza del Hijo y la del Padre: El que me ha visto, ha visto al Padre (Juan 14:9). Esta figura y la anterior declaran, dentro de las limitaciones del lenguaje humano, el misterio de la Trinidad: la unidad y la distinción de las personas divinas.
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Bosquejo homilético
Dios siempre ha buscado entrar en relaciones personales con los hombres
Hebreos 1:1–3
Introducción: 
En el tiempo de la oleada de los OVNIS, la gente se hacía muchas preguntas. De esas preguntas sin respuestas, queda hasta el día de hoy una: ¿Habrá algún registro o evidencia de comunicación con la tierra, por parte de alguna forma de vida inteligente del espacio extraterrestre? ¡Los hombres de ciencia responderían todavía diciendo que no! pero, nosotros tendríamos que responder diciendo que si. ¿Por qué?
Porque el pasaje abordado nos habla de que Dios, un ser extraterrestre, creador del universo, siempre ha buscado entrar en relaciones personales con los hombres. Veamos esta evidencia en la palabra de Dios.

  I.      Dios les ha hablado a los hombres que vivían en el pasado (v. 1).
    1.      A los hombres del pasado les ha hablado muchas veces.
      (1)      Les habló muchas veces a los antiguos, aunque por medios impersonales, indirectos.
         a.      Porque los profetas, por su limitación humana no reflejaban toda la realidad divina.
         b.      Porque los profetas, por su limitación humana no reflejaban toda la verdad de Dios.
      (2)      Les habló muchas veces a los antiguos, aunque en forma incompleta e imperfecta.
         a.      Porque los profetas por su limitación humana no captaron ni transmitieron todo el mensaje de Dios.
         b.      Porque los profetas transmitieron el mensaje de Dios en términos sólo de promesa y no de cumplimiento.
    2.      A los hombres del pasado les ha hablado de muchas maneras.
      (1)      Les habló de muchas maneras por medio de los profetas queriendo que los antiguos no queden ignorantes de su naturaleza o de su voluntad.
      (2)      Les habló de muchas maneras porque los profetas no eran los canales perfectos para toda la verdad de Dios.

II.      Dios nos ha hablado a los hombres que vivimos en estos últimos tiempos (vv. 2, 3).
    1.      A los hombres de los últimos tiempos nos ha hablado también muchas veces.
      (1)      Nos ha hablado muchas veces por el medio más directo y personal, su Hijo.
         a.      Ver a Cristo es ver al Padre (Juan 14:9). Así como la impresión que reproduce exactamente y en detalle la forma del sello.
         b.      El Hijo fue agente en la creación del universo, fue cocreador.
         c.      El Hijo es heredero de toda la creación, el Señor de todo.
         d.      El hijo es sustentador, es decir, el que mantiene y guía todas las cosas hacia su fin establecido.
      (2)      Nos ha hablado muchas veces a los hombres de estos últimos tiempos el mensaje completo y perfecto de Dios.
         a.      Todo lo que Dios quiso decir a los hombres lo dijo a través de su Hijo.
         b.      Su Hijo es la revelación mayor y final de Dios a los hombres. No habrá otra revelación de Dios después.
         c.      La mayor revelación de Dios a los hombre es la salvación de la humanidad entera. El Hijo efectuó la purificación de nuestros pecados por medio de su sacrificio en la cruz.
         d.      El Hijo es la revelación de los últimos tiempos.
         e.      El Hijo inaugura la era final, la época del cumplimiento de las bendiciones y del juicio prometido por Dios por medio de los profetas.
    2.      A los hombres de los últimos tiempos nos ha hablado por la única manera adecuada y perfecta, su Hijo.
      (1)      El Hijo vino a la tierra completamente Dios y completamente hombre.
      (2)      El Hijo fue el único y directo canal por el que Dios se acercó a los hombres.
      (3)      El Hijo es el resplandor de la luz gloriosa de su Padre, la encarnación del hijo entre los hombres es el resplandor de la luz divina que visita a los hombres, así como el resplandor del sol llega hasta la tierra. En Jesús Dios había entrado en la humanidad, la eternidad había invadido en la historia del hombre trayendo la vida y la salvación.

Conclusión: 
En todo este mensaje está presente la verdad de que Dios está constantemente preocupado en entrar en relaciones personales con el hombre, para darse a conocer y hacer conocer su plan de salvación. Esta iniciativa divina y esta perseverancia de Dios tienen suficientes motivos para llenarnos de admiración y confusión, pero también de gratitud maravillosa: ¡Oh Jehovah, Señor nuestro…! ¿qué es el hombre para que de él te acuerdes? (Sal. 8:1a, 4a; Heb. 2:6), al mismo tiempo se despierta en nosotros el sentido de responsabilidad: ¡ese Dios que nos habla y actúa buscando comunicarse con nosotros para ofrecernos una vida más abundante, tiene derecho a nuestra atención, no podemos quedar con los brazos cruzados! Su palabra nos compele a tomar una decisión de aceptar o rechazar el entrar en relaciones con él. No podemos rechazar semejante demostración de amor y perseverancia que muchas veces y de muchas maneras en nuestra vida se ha manifestado y hoy de manera particular. Su amor está a la puerta de tu corazón: déjalo entrar y se alumbrará en tu vida la luz de la vida abundante.
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5. Sustenta todas las cosas. El Hijo creador también lleva todo a su cumplimiento. La idea de Hebreos es semejante a Colosenses 1:17: En él todas las cosas subsisten, pero es más dinámica. Sustenta es lit. “conduce”: no sólo mantener en existencia, sino dirigir, guiar y llevar todo hacia la meta del Creador. El Hijo sustenta todo con la palabra de su poder. Según Génesis, la creación se efectuó por el simple hablar de Dios. Así también la palabra es el instrumento para sostener y perfeccionar la creación. De su poder puede ser un genitivo adjetival (un sustantivo usado como adjetivo). En tal caso, la idea sería “palabra poderosa” o “palabra dinámica”. La palabra de Cristo tiene poder y logra su fin.

6. Hizo la purificación de nuestros pecados
El autor pasa de la naturaleza eterna y de la obra cósmica de Jesucristo a su acción terrenal para los hombres. Las descripciones anteriores del Hijo inspiran nuestra adoración y admiración; esta inspira la gratitud personal. Con su muerte en sacrificio Jesús nos limpió de los pecados que hacían imposible que entráramos a la presencia de Dios. 

La figura de purificación anticipa la descripción de la obra de Jesús en Hebreos, como una expiación y como obra de un sacerdote. Las palabras “por sí mismo”, si son originales, aluden al sacrificio personal que fue necesario para que Jesús nos purificara (ver nota de la RVA). Tuvo que ofrecer su propio ser (aun su propio cuerpo) para nuestra purificación.

La inclusión de esta obra de redención, en la misma serie con la descripción de Cristo como el agente de Dios en la creación, indica la unidad básica entre los eventos de la creación y la redención. Es el mismo Creador que nos purifica en la cruz del Calvario. También, el Cristo crucificado es el que sustenta todas las cosas. Por tanto, este evento de redención/purificación es el más importante en toda la historia de nuestro mundo.

La preocupación de Dios de hablar a los hombres siempre en toda situación
El pueblo israelita se encontró en una dura opresión bajo el faraón Ramsés II; a causa de dicha opresión el pueblo gimió y clamó ayuda, pero sólo encontró un cruel silencio en la gente y los dioses de Egipto. Pero el Dios de la Biblia, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios que siempre intervino en la historia humana, no pudo quedar indiferente sin decir ni hacer nada ante dicho sufrimiento, inmediatamente bajó para hablar a Moisés y revelarle su plan redentor para su pueblo sufrido. En medio del sufrimiento y la desesperanza bajó para dar las palabras de consuelo y esperanza a su pueblo por medio de su enviado Moisés. (Éxo. 3:7–10).

7. Se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas. 
La posición a la diestra de un monarca oriental era el lugar de sumo honor y poder. La Majestad significa Dios. Tales circunlocuciones por el nombre de Dios eran comunes entre los judíos del primer siglo. El asiento a la diestra de Dios es el trono del universo. Después de su sacrificio Jesús ha alcanzado la posición de Señor de todos. El lenguaje viene del Salmo 110:1, un versículo que Jesús se aplicó a sí mismo (Mar. 12:36; 14:62).

CONSIDERACIÓN IMPORTANTE
…Y cuando había hecho la purificación de nuestros pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas (1:3).

De esta manera, Hebreos define su tema y describe con siete frases sublimes la superioridad de Jesucristo a cualquier otra persona. Servir a tal Señor tiene que ser superior a cualquier otra creencia o religión, aun a la que dio Dios en el AT.

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miércoles, 21 de octubre de 2015

Temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6





Halloween  y la muerte - Cristo y la Vida

¿Es Halloween el momento ideal para buscar contacto con el más allá? Nadie lo sabe a ciencia cierta, pero es verdad que no son pocas las autoridades del ocultismo que opinan que la Noche de Brujas es algo más (o mucho más) que una simple celebración en la que la gente se disfraza de calabaza.

Los orígenes de Halloween no están claros. Algunos la suponen un festival de inicio de lo que se denomina la parte oscura del año (los meses de otoño e invierno), en contraste con la parte clara oluminosa (los meses de primavera y verano).



Los pueblos antiguos sólo veían a lo largo del lapso que dura el año dos estaciones: la próspera, que contiene los meses diáfanos, y la sombría, que coincide con los meses fríos. Todo esto nos recuerda el viejo y encantador mito de Perséfone (la versión griega de la romana Proserpina): raptada por el dios Hades y sumergida en las profundidades del inframundo, a Perséfone se le permite regresar a la tierra durante la mitad del año (la mitad luminosa), en tanto que mientras dura su encierro el clima en la tierra dista de ser acogedor. Perséfone se convierte así en lo que llamamos una divinidad ctónica: ligada a la tierra y el mundo de las sombras.
¿A qué remite esta rara palabra? Proviene del griego y significa “que pertenece a la tierra”, pero no en el sentido de la corteza terrestre o de la naturaleza, sino del mundo inferior; en otras palabras, el mundo de los espíritus desencarnados. Para muchas naciones de la Antigüedad, el año comenzaba en su parte oscura (esto es especialmente cierto para los celtas), y no son pocos los historiadores que arguyen que los alrededores de la época de Halloween marcaban una festividad relacionada con el día de los muertos (en otras palabras, de los espíritus que han partido pero aún no han encontrado su camino) lo cual se relaciona tanto con el Día de los Fieles Difuntos en los ritos cristianos como con la leyenda de Jack el del Farol, un espíritu que vaga entre el cielo y el infierno, sin poder hallar descanso ni paz merced a sus tratos con el Diablo.
Apaciguar a esos espíritus vagabundos, ganarse su favor con dádivas, o al menos evitar ser atacados por ellos era una preocupación muy seria para los antiguos. No obstante, siempre han existido personas que han deseado ir más allá y establecer contacto con estas entidades y, de ser posibles, controlarlas o inclinarlas en su favor. Dado que se supone que la pared que separa el frágil mundo de los vivos del de los muertos es delgada pero infranqueable, existen dos maneras de intentar el contacto: a través del ritual o la ceremonia individual, realizada a solas en pequeños grupos por adeptos (que en algunas ocasiones son mal vistos por la comunidad en razón de estas relaciones sospechosas, y que han sido llamados magos, hechiceros, chamanes o brujas según la cultura), y a través del ritual o la ceremonia colectiva, una de las cuales podría haber sido, o ser, Halloween.
Samhain era la festividad celta que marcaba el final de la estación luminosa (en idioma gaélico este término significa, precisamente, fin del verano). Inicio a la vez del año, era el momento propicio para invitar a los espíritus de los ancestros a visitar a los parientes vivos y traerles un soplo de su vida inmortal. 

No obstante, la contracara de esta alegría por el comienzo del nuevo año es el miedo: nunca faltaban parientes que habían tenido un deceso violento, habían llevado una vida reprochable o habían cometido suicidio, razones para temer un regreso furibundo del mundo de los muertos. Samhain era, entonces, una celebración que incluía ritos propiciatorios: comidas y bebidas era dejadas en las afueras de los hogares para el consumo de los espíritus, especialmente para aplacar a los más revoltosos, para que en la jornada de su estancia en la esfera de los vivos fuera lo menos dañina posible. Es de allí que proviene la costumbre de pedir dulces como salvoconducto para evitar una broma pesada.
¿Qué hay de quienes buscan deliberadamente el contacto con los muertos? Hay indicios de que las sociedades celtas veían con malos ojos estas prácticas. Los druidas, especie de magos-sacerdotes-filósofos de elevado rango social en estos grupos, eran los encargados de la intercesión con el inframundo; cualquier otra persona que intentara usurpar esa función era expulsada de la comunidad. La tentación de controlar los aspectos más oscuros del universo de los muertos siempre es muy fuerte; esa amenaza no debió detener a todos en esa época, como tampoco lo hará hoy día.


La Biblia no habla directamente del halloween , pero si trata varios temas relacionados con los símbolos de este día. Este artículo intenta traer un punto de vista bíblico a los temas que sobre salen durante esta fecha.

La muerte:
El origen de halloween se traza al festival celta de samhain, que se basaba en la creencia de que los muertos regresaban la noche del 31 de octubre para atormentar a los vivos.




Para ellos era un día en donde los mundos sobrenaturales chocaban el uno contra el otro. La muerte y los espíritus eran centrales en las ceremonias de samhain, y siguen siendo temas atractivos para los que celebran halloween.
Halloween celebra todo relacionado con la muerte y el mundo de las tinieblas. Esta exaltación de lo oscuro contradice lo que la Biblia nos enseña. Jesucristo vino para vencer al príncipe de las tinieblas, Satanás, y precisamente lo hiso al resucitar de la muerte. La esperanza que ofrece Jesús es de gozo, alegría, paz, seguridad y vida eterna. No de miedo, tormento, oscuridad y mucho menos la muerte.

Fantasmas, zombis y demonios:
Mucho se puede decir sobre lo que nos sucede después de morir. La parábola de Jesús sobre el rico y Lázaro , por ejemplo, nos dice que después de la muerte los justos pasaran a un lugar donde serán confortados y los injustos irán al lugar de tormento mientras esperan el juicio final. Los que han pasado a la eternidad están sujetos a estos lugares.
Cuando el rico pidió que Lázaro fuera a advertir a sus familiares sobre las consecuencias de vivir injustamente, Abraham no se lo permitió. Los detalles en las parábolas de Jesús no son coincidencias. Después en Hebreos 9:2, el apóstol Pablo dice que "está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio." No hay desorden aquí. No hay fantasmas vagando por el mundo tratando de comunicarse con los vivos. El mundo espiritual esta sujeto a un orden donde Dios tiene toda autoridad.
La Biblia si dice que Satanás y sus demonios se disfrazan como ángeles de luz para engañar. Dice 1 Corintios 11:14-15 "…porque el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan de ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.". Satanás y sus demonios no son mito, si existen. Se aprovechan de personas que creen en fantasmas y zombis pues estos son un engaño de las tinieblas. Tienen como propósito atormentar al ser humano, mantenerlo bajo la opresión del miedo, y evitar a que lleguen a tener un conocimiento verdadero de quien es Dios.
Así que el halloween, de una forma que aparenta ser inofensiva, celebra las cosas que son usadas por el enemigo para causar daño. Bíblicamente, un cristiano no tiene razón para creer en fantasmas ni en zombis. Tampoco tiene razón para estar asustado pues los evangelios nos enseñan que Jesús tiene toda autoridad sobre Satanás y los demonios y que estos ya han sido vencidos al morir Cristo en la cruz y ser resucitado de la muerte.
Supersticiones y adivinanzas:
Las supersticiones y las adivinanzas también forman parte de la historia del halloween. La Biblia habla claramente sobre las personas que tratan de consultar un mago, a un fantasma, o un adivino y que estos hechos no agradan a Dios. Recordando lo que dice arriba el pasaje de 1 Corintios 11, considera también este pasaje en Isaías 8:19 "Si os dicen: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos?"
La razón por la cual a Dios no le agradan estas cosas es porque son una forma de idolatría y llevan a la adoración diabólica. Hacen que las personas no confíen en Dios y contaminan el alma.
Otros pasajes:
Deuteronomio 18:10-12: "Que no haya en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni nadie que practique la adivinación, ni sea agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni nadie que consulte a los muertos. Al Señor le repugnan todos los que hacen estas cosas, y precisamente por estos actos repugnantes el Señor tu Dios va a expulsar de tu presencia a estas naciones."
1 Timoteo 4:1: "Pero el Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios."
Levítico 20:6: "La persona que preste atención a encantadores o adivinos, para prostituirse detrás de ellos, yo pondré mi rostro contra la tal persona, y la eliminaré de su pueblo."
Te animo a que continúes leyendo la Biblia para aprender más sobre las promesas de vida que ofrece Jesús y mejor considerar las cosas que celebras junto cada año.

¿Puede un cristiano celebrar halloween? Es un debate que surge cada año en las iglesias porque existen ciertas reservaciones sobre si un cristiano debe celebrar esta fecha o no, debido a su origen y símbolos. Este artículo trata ofrecer una breve historia del halloween y su significado para el cristiano.

¿Qué es halloween?
Halloween es un día festivo celebrado el 31 de octubre, mayormente en los Estados Unidos.
Es una fiesta que se distingue por los disfraces, dulces y temas sobrenaturales.
Origen e historia de halloween
Halloween se traza al festival celta de samhain, que ocurría el 31 de cada octubre, marcando el fin del verano y el empiezo del invierno. Los celtas creían que durante esa noche todos los mundos espirituales chochaban y los fantasmas regresaban para atormentar a los vivos. Rituales de este festival incluían el uso de disfraces y ceremonias para alejar a los espíritus y los sacerdotes de la comunidad hacían predicciones sobre el futuro. En ceremonias de fogatas, sacrificaban animales y frutas a sus dioses.
La celebración de samhain fue cambiando poco a poco debido a las influencias del imperio Romano en el área y eventualmente la iglesia católica. Para el siglo ocho, queriendo cristianizar la fecha, la iglesia católica declaró que el primer día de noviembre seria el día de Todos los Santos aunque la mayor parte de las prácticas de samhain continuaron. El nombre halloween viene de la frase en ingles All Hallow's Eveque significa "víspera de todos los santos".
El halloween se ha celebrado en los Estados Unidos desde la era colonial.
Símbolos del halloween
Los muertos y espíritus: Los celtas creían que los muertos y los espíritus regresaban la noche del 31 para visitarlos y atormentarlos.
Truco o trato: Para ganar el favor de los fantasmas y malos espíritus, en cambio de que no los molestaran, familias dejaban frutas y dulces en el frente de sus casas.
Los disfraces: Originalmente los disfraces se usaban durante las ceremonias que hacían los celtas. Luego se usaban para representar a los espíritus que vagaban por las calles esa noche. Personas se vestían de ellos poder tomar las frutas y dulces que otros dejaban afuera. Si no encontraban nada pues les hacían bromas a los de la casa (truco o trato). Los disfraces siembre eran de fantasmas, esqueletos, brujas o demonios. La combinación de los disfraces y el truco o trato forman gran parte de las celebraciones de hoy.
Las supersticiones: Las solteras consultaban a adivinos para que estos les revelaran quienes serian sus futuros esposos. Usualmente el ritual involucraba algún tipo de espejo, dichos y manzanas.
La cosecha: Porque la fecha cae en el tiempo de las cosechas, es común que los frutos de la época formen parte de cualquier celebración durante este tiempo. Las calabazas y las manzanas son bastante típicas.
Las calabazas: Las calabazas talladas con la imagen de una cara y alumbradas con una vela por dentro tiene su origen en Inglaterra con la historia de un hombre llamado Jack, quien quiso engañar al diablo. En cambio, el diablo lo condeno a que anduviera la tierra por el resto de su vida con sólo la brasa del fuego del infierno para alumbrar su camino. La imagen ha sido asociada con el halloween desde la llegada de inmigrantes a las colonias.
¿Se puede reconcilia el holloween con el cristianismo?
Precisamente esto fue lo que el papa Gregorio III quiso hacer con al combinar las fiestas de samhain y las de todos los santos. Aun así, la gente continuó con los rituales y las supersticiones paganas.
El cristianismo se basa en el triunfo de la vida sobre la muerte, de la luz sobre las tinieblas. No podemos encontrar ningún pasaje bíblico que hable sobre la muerte, el diablo, los demonios y la oscuridad en un sentido celebratorio y digno de nuestra observación y reverencia. El nuevo testamento es básicamente la historia de como Jesús venció la Satanás y al pecado, y la liberación que nos ofrece de la muerte y el miedo.
Bíblicamente la respuesta es "no". No se puede reconciliar el halloween, y ninguna otra fiesta a los muertos, basado en lo que la Biblia nos enseña. Pero, secularmente, hay cristianos que continúan participando en eventos de halloween como lo hacen con otros días festivos como los son el día de independencia, el día de las madres, día de los trabajadores, etc.
Razones por la cual un cristiano participa de halloween
Algunos cristianos consideran esta celebración inofensiva y sin ningún significado espiritual para ellos. Los disfraces y los dulces hacen que el halloween sea un día divertido para ellos y sus hijos. Algunos de los que participan prefieren no usar disfraces relacionados con los aspectos oscuros de esta fiesta. Varias iglesias toman la oportunidad para hacer eventos este día para atraer a familias y proveerles un lugar seguro para congregarse.
Razones por la cual un cristiano no celebra halloween
Algunos cristianos se oponen al halloween debido a sus orígenes y los símbolos que caracterizan la fiesta. Usualmente un cristiano de esta opinión cita la diferencia que hay entre la luz y las tinieblas, o la vida y la muerte. Para ellos el contraste entre lo que representa halloween y lo que representa su fe son irreconciliables.
Entonces, ¿Qué debe hacer el cristiano con el halloween?
Cada cristiano tiene que depender de sus convicciones en cuanto a un tema como este. La Biblia habla claramente de que el cristiano es luz y que ya no pertenece a las tinieblas. Considerando los símbolos de halloween, podemos ser guiados por pasajes como Deuteronomio 18:10-12 que dice: "Que no haya en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni nadie que practique la adivinación, ni sea agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni nadie que consulte a los muertos. Al Señor le repugnan todos los que hacen estas cosas, y precisamente por estos actos repugnantes el Señor tu Dios va a expulsar de tu presencia a estas naciones.".
Tenemos que estar consientes de las cosas que permitimos en nuestras vidas y dejamos entrar en nuestras casas. Que nuestra meta sea celebrar las bendiciones que Dios nos ha dado por medio de su hijo Jesucristo.

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