domingo, 30 de septiembre de 2012

Guía Curricular Para Maestros de Escuela Dominical: La Biblia Dice

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Cómo usar estas lecciones ............................................iii
Unidad 1:  ¿CÓMO ES DIOS?. ................................. 1
Lección 1 La creación del cielo y la tierra .............................. 2
(Creación: días 1 y 2)
Lección 2 Maravillas innumerables .................................... 8
(Creación: días 3 a 5)
Lección 3 Creación - el hombre  ..................................... 14
(Creación: días 6 y 7)
Lección 4 Dios nos habla en la Biblia ................................. 20
(Moisés recibe los diez mandamientos)
Lección 5 Dios nos habla por la gente ................................ 26
(Josué llega a ser líder)
Lección 6 Dios nos habla por la oración y la adoración .................. 32
(Dios habla con Isaías)
Lección 7 Dios nos habla por su Hijo ................................. 37
(La transfiguración de Jesús)
Lección 8 Dios busca y cuida ....................................... 42
(La oveja perdida)
Lección 9 Dios siempre está con nosotros ............................ 49
(Dios envía al Espíritu Santo)
Lección 10 Dios tiene un plan para mí ................................. 55
(Pablo y Timoteo)
Unidad 2: CÁNTICOS DE ALABANZA A DIOS .................. 60
Lección 1 Alabanza a Dios por estar cerca ............................ 61
(Dios ayuda a David)
Lección 2 Alabanza a Dios por su cuidado ............................ 67
(Los israelitas regresan a Jerusalén)
Lección 3 Alabanza a Dios por la salvación ............................ 73
(Pablo y Silas en la cárcel)

Este material está diseñado para niños del primero al tercer grado.  La serie consiste de lecciones para tres años.  (OJO:  Las lecciones en este paquete son para solamente uno de los tres años.)  En los tres años se presentan las verdades básicas de la fe cristiana que un niño de esta edad debe saber, todas basadas en historias bíblicas.  Después de tres años las lecciones se vuelven a repetir. 
Cada año está dividido en cuatro trimestres según lo siguiente:
Septiembre a noviembre - Trimestre 1
Diciembre a febrero -  Trimestre 2 (incluye lecciones navideñas)
Marzo a mayo  -  Trimestre 3   (incluye lecciones para la Semana Santa)
Junio a agosto  - Trimestre 4
Es recomendable usar los materiales de cada trimestre en los meses designados.
  Por ejemplo, si usted está comenzando este currículo en marzo, comience con el
Trimestre 3, siga con el Trimestre 4 (junio a agosto),  el Trimestre 1 (septiembre a
noviembre), y el Trimestre 2 (diciembre a febero).  Llegando otra vez a marzo, comience
las lecciones del Año 2, usando Trimeste 3, 4, 1 y 2 en este orden.
Las lecciones de cada trimestre están organizadas en unidades, y es recomendable usar el material en orden.  Una excepción es Semana Santa.  Puesto que la Semana Santa no cae siempre las mismas fechas, es recomendable planear el trimestre de modo que las lecciones designadas para esa temporada se usen en ese entonces.

COMO USAR LAS LECCIONES
EL GUIA DEL MAESTRO
Cada lección contiene varias partes.  Comienza con el título de la unidad.  Después se encuentra el título de la lección.  Abajo del título hay un párrafo que se llama “¡Descubrir!”, el cual, en pocas palabras, explica el propósito de la lección.
ESCRITURA:  Donde se encuentra la historia bíblica.  Debe leer la escritura antes de estudiar la lección.
VERSÍCULO PARA MEMORIZAR: El versículo que se debe memorizar.  Más tarde en la lección se encuentra una actividad para ayudar a realizarlo.
META: Contiene tres propósitos para los niños que empiezan con el entendimiento de la verdad bíblica, sigue con la realidad de que esta verdad debe aplicar a su vida y termina con el deseo de cambiar su vida de acuerdo con esta verdad.
LLAMAR LA ATENCIÓN: Algo para captar la atención y el interés de los estudiantes.
EXPLORAR LA BIBLIA Y LA VIDA: En lo que consiste esta lección.
APLICAR LA VERDAD A LA VIDA: Contiene un cuento relacionado al propósito de la historia bíblica y actividades para los niños con las que pueden aplicar la verdad de la lección a sus vidas personales.

Lecciones para Escuela Dominical: Búsqueda y Cuidado de Dios


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La  teología  cristiana  enseña  la  gracia  preveniente,  que,  dicho  brevemente,  significa  que  el hombre, antes que busque a Dios, Dios está buscándole.
Antes que el hombre pueda pensar bien acerca de Dios, debe haber en él una iluminación interior.  Esta puede ser  imperfecta,  sin embargo,  el  hecho existe y es  la causa de todos  los anhelos, búsquedas y oraciones subsiguientes.

Buscamos a Dios porque él  ha puesto en nosotros deseos de dar con él.  "Nadie puede venir a mi —dijo el Señor Jesús- si mi padre celestial no le trajere" Y es esa atracción de Dios lo que nos quita todo vestigio de mérito por haber acudido a él. El impulso de salir en busca de Dios emana del propio Dios, pero el resultado de dicho impulso es que sigamos ardorosamente en pos  de él.  Y mientras  andamos  en pos  de él,  estamos  en sus manos.  "Tu diestra me ha sostenido" Salmos 63:8 V.M.

En este sostén divino, y seguimiento humano no hay contradicción alguna, porque como dice von Hugel, Dios es siempre previo Pero en la práctica (esto es, cuando el hombre responde la obra de Dios)  el  hombre  debe  salir  en busca de Dios.  Debe  haber  de nuestra  parte una respuesta recíproca a la atracción de Dios, si queremos disfrutar de la experiencia. Este interés, este anhelo ferviente, lo tenemos expresado en el Salmo 42, donde dice "Como el siervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por tí, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo. ¿Cuándo vendré, y compareceré delante de Dios?" Este es un profundo llamado a lo profundo, y así lo entenderá el corazón anhelante.

La doctrina de la justificación por la fe -verdaderamente bíblica y bendita liberación del legalismo estéril y los vanos esfuerzos personales- ha caído en nuestros días en mala compañía.

Muchos la han interpretado en manera tal  que ha formado una barrera entre el  hombre y el conocimiento de Dios. Todo el  procedimiento de la conversión religiosa ha llegado a ser una cosa mecánica y sin espíritu. La fe, según dicen, puede llegarse a ejercer sin que tenga nada que ver con los actos de la vida, y sin turbar para nada al yo adámico. Se puede "recibir" a Cristo sin entregarle el alma ni tenerle amor alguno. El alma es salvada, pero no llega a sentir hambre y sed de Dios. Los que sostienen tal doctrina reconocen que el alma es capaz de contentarse con muy poco.

El  hombre de ciencia moderno ha perdido a Dios entre las maravillas de su mundo.  Nosotros  los  cristianos  corremos  peligro de perder  a Dios  entre las  maravillas  de su Palabra. Casi hemos olvidado que Dios es Persona, y que, por tanto, puede cultivarse su amistad como la de cualquier persona. Es propio de la persona conocer a otras personas, pero no se puede conocer a una a través De un solo encuentro. Solo al cabo de prolongado trato y compañerismo se logra en pleno conocimiento.

Toda relación social entre los seres humanos se origina en el trato personal de unos con otros. A veces comienza con un encuentro casual,  pero con el  trato continuo dicho encuentro fugaz se convierte en la más íntima amistad. La religión, siempre que sea genuina, es la respuesta que dan las personas creadas al Creador. "Esta, empero, es la vida eterna, que te conozcan el solo Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado."

Dios es persona, y en las profundidades de su poderosa naturaleza piensa, tiene deseos, goces,  sentimientos,  amor y padecimientos,  como puede tenerlos cualquier otra persona.  Para darse a conocer a nosotros se nos presenta como una persona.  Se comunica con nosotros por medio de nuestra mente,  nuestra  voluntad y nuestras  emociones.  El  intercambio continuo e ininterrumpido de amor y pensamiento entre Dios y el alma creyente, es el corazón palpitante de la religión del Nuevo Testamento.

Conocemos esta relación personal entre Dios y el alma por medio de la conciencia que tenemos  de ello.  Se trata de algo personal,  que no nos  llega  por  conducto de un grupo de creyentes, sino que cada persona, individualmente, sabe lo que es. El conjunto se entera de ello por medio de las personas que lo forman.  Y la persona es bien conciente de ello,  porque es imposible que el alma no se entere de ello, como ocurre con el bautismo de niños. Entra dentro de la esfera del conocimiento, de modo que el hombre "sabe" lo que es encontrarse con Dios, como sabe de cualquier otra cosa que le ocurre.
Usted y yo somos en pequeño (exceptuando nuestros pecados) lo que Dios es en grande.

Habiendo sido hechos a la imagen suya, tenemos la facultad de conocerle. Cuando estamos en el pecado, carecemos de ese poder, pero cuando el Espíritu nos da vida en la regeneración, todo nuestro  ser  siente  el  parentesco  con  Dios.  Y gozoso  se  apresura  a  reconocerlo.  Este  es  el nacimiento celestial sin el cual no podemos ver el reino de Dios. Pero la regeneración, o nuevo nacimiento, no es el fin del proceso sino simplemente el principio. Es el mero momento cuando comenzamos la búsqueda,  la feliz exploración que hace el  alma en busca de las inescrutables riquezas  de  la  Divinidad.  Es  ahí  donde  comenzamos,  pero  nadie  puede  decir  dónde  nos detendremos, pues las misteriosas profundidades de Dios, Trino y Único, no tienen fin.

Mar  sin límites,  ¿quién podrá sondearte? Tu propia eternidad ha de rodearte,  ¡Divina Majestad'
El haber hallado a Dios, y seguir buscándole, es una de aquellas paradojas del amor, que miran despectivamente algunos ministros que se satisfacen con poco, pero que no satisfacen a los
buenos hijos de Dios de corazón ardiente.

San Bernardo se refirió a esta santa paradoja en un sonoro cuarteto que comprenderán fácilmente aquellos que rinden culto a Dios con sincero corazón:

Gustamos de tí, santo y vivo pan
y ansiamos seguir comiendo aún más;
Bebemos de tí, puro manantial
Sin querer dejar de beber jamás.

Lecciones y Tutoriales para Clases de Escuela Dominical: La Creación

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La historia de la creación del mundo se encuentra en Génesis, el primer libro de la Biblia y el primero del pentateuco. Esta historia es importante porque introduce a Dios como el creador del mundo y como el único Dios. Diferente a otros cuentos o fábulas que tratan de explicar el origen del universo, en Génesis 1:1 vemos que Dios actúa solo. Que Dios es creador y que es uno solo es una de las creencias básicas del cristianismo.
Día 1: En el primer día Dios creó la luz y la separó de las tinieblas. Dios vio que la luz era buena y así concluyo el primer día. Nota que el pasaje no dice que Dios creo la oscuridad y que la considero buena. A la luz llamó día y a la oscuridad noche. (Génesis 1:3-5)
Día 2: En el segundo día de la creación Dios separó los cielos y la tierra. Dios hizo esto creando un espacio para separar las aguas de la tierra con las aguas de los cielos. (Génesis 1:6-8)
Día 3: Dios continúo organizando su creación en el tercer día. Agrupó las aguas y las llamó mares y dio a revelar la tierra seca. Ya para este punto las condiciones eran adecuadas para la vegetación. Dios ordenó que la tierra produjera toda semilla, planta y fruto. (Génesis 1:9-13)
Día 4: En el cuarto día Dios creó el sol, la luna y las estrellas. Recuerda que la luz ya existía desde el primer día. El propósito de estas estrellas, por lo menos en el verso 14, dice que eran para distinguir entre el día y la noche, y para darnos un sentido del tiempo. Dice que por el sol, la luna y las estrellas podemos marcas las estaciones, los días y los años. Desde la antigüedad han habido culturas paganas que adoran al sol y a la luna como dioses. Otros creen que las estrellas pueden revelar el destino de una persona. En este pasaje Dios nos da a entender que él esta sobre estas cosas. No hay divinidad en el sol, ni en la luna, ni en las estrellas. Son parte de la creación de Dios y sirven el propósito que Dios a determinado dentro de la naturaleza. (Génesis 1:14-19)
Día 5: Los primeros animales llegaron en el quinto día de la creación. En esta etapa la creación se estaba poniendo más compleja. Los mares fueron llenos de peces y otros animales marinos. Los cielos fueron llenos de aves. Dios los bendijo y los ordenó a multiplicarse. Esta primera bendición empezó un proceso natural que nada ni nadie ha podido parar. Mientras Dios diga, la vida siempre va a producir vida. Sea de un animal o de un ser humano, la vida es un milagro de Dios. (Génesis 1:20-23)
Día 6: El punto culminante de la creación ocurrió en el sexto día. Primero, Dios ordena que la tierra produjera todo tipo de bestia. Todo animal que corre, brinca y se arrastra vino en existía durante el día seis.
El verso 26 Dios cambia su tono al crear el hombre. En los días previos vemos que Dios ordena una acción. Vemos frases como "Dios dijo hágase…" o "Dijo Dios: Prodúzcase…". Ahora Dios dice "Hagamos al hombre en nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza". Esto no fue un mandamiento a la creación como lo fue cuando el ordeno que la tierra produjera vegetación, los mares peces y los cielos aves. La creación del hombre fue una obra muy personal. Muchos usan el este verso como evidencia de la presencia de la trinidad.
El verso 27 se puede leer como una celebración de la humanidad. Dice: "Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó". Es como un corto poema dentro de la narración.
Al final de las obras anteriores Dios vio que su creación era buena. En esta ocasión Dios expresa un poco más de gozo al reflejar en la creación de este día y dice que lo que había creado "…era bueno en gran manera". (Génesis 1:24-31)
Día 7: Dios descanso el séptimo día y lo declaro un día santo. Tradicionalmente el séptimo día es el sábado. (Génesis 2:1-3)
La creación en Génesis 2: El segundo capítulo de Génesis da un breve resumen de la creación pero mayormente se enfoca en la creación de los primeros seres humanos. Es como si pusieras una lupa sobre los versos de Génesis 1:26-28 para ver los detalles. Es en el segundo capítulo que vemos los nombres de Adán y Eva y su lugar en el huerto del Edén.




LA CREACIÓN

El Creador primero creó el cielo, y por tanto a los mismos ángeles. Estos son los guerreros, siervos y mensajeros del Creador. Sus ayudantes celestiales.

Para formar el mundo visible, el Creador sacó primero de la nada todo la materia de que se componen los cuerpos. Luego organizó el universo, procediendo por partes y por periodos sucesivos de tiempo, que se llamó los seis días de la creación.

Dios, con su omnipotencia, hubiera podido crearlo todo en un instante y con sólo quererlo, pero su prefirió organizar el universo en periodos sucesivos de tiempo. Al fin y al cabo, el Creador es un “hombre” de ciencias y quería observar cómo se desarrollaba su experimento.



LOS SEIS DÍAS DE LA CREACIÓN

El primer día dijo Dios: "Que la luz sea" y la luz fue. Después separó la luz de las tinieblas, dio a la luz el nombre de día y las tinieblas el de noche. Entonces despertó a los ángeles, dándoles forma con la luz que acababa de crear y les asignó misiones para que le ayudaran con su obra. Lucifer fue el primer ángel que despertó y por ello fue el más perfecto de todos. Tras el creo al resto y los puso a trabajar según iban despertando.

El segundo día creó el firmamento, que llamó cielo. Lucifer se encargó de llenarlo de estrellas, pero cuando terminó se quedo sin nada que hacer. Entonces tuvo lugar la rebelión y la Caída, la primera guerra civil en el cielo.

El tercer día, solucionado ya el problema de los rebeldes, reunió las aguas que cubrían la superficie de la tierra y formó con ellas el mar; después hizo aparecer el suelo árido que llamó tierra. A su palabra se cubrió la tierra de plantas y árboles de toda especie.

El cuarto día creó los astros que brillan en el firmamento, entre ellos ese sol, globo inmenso de luz que alumbra el mundo, presidiendo al día, y la luna, para alumbrar y presidir de noche para restarle brillo a las estrellas que Lucifer había encendido antes de su Caída.

El quinto día creó los peces y las aves, que luego bendijo diciendo: "Crecer y multiplicaos; que los peces llenen las aguas del mar, y las aves se multipliquen en la tierra."

El sexto día dijo Dios: "Que la tierra produzca animales vivos de toda especie; " y enseguida aparecieron animales de muchas formas.

El séptimo día decidió descansar y contemplar su obra.

Entonces el Creador vio que tenía un mundo, pero quiso crear entonces a un hijo predilecto para que disfrutase del mundo que había creado, ya que en este mundo aún habitaban los ángeles que expulsó el segundo día del cielo y su superioridad sobre el resto de las criaturas era claramente muy obvia, pese a haber perdido parte de su luz con el descenso. Tras darle muchas vueltas al problema decidió crear un ser lo más parecido a él mismo. Entonces creo al primer hombre, que llamó Adan, quizás porque fue hecho con arcilla, de donde viene su nombre, pues lo moldeó en tierra, inspiró en él la vida, y le entregó un alma racional, e inmortal. Dios quedó entonces asombrado de su misma creación, y le permitió poner nombre a cada una de las criaturas que él mismo había creado sobre la Tierra.

Hasta entonces, Adan era el único ser de la tierra creado a imagen y semejanza de Dios, pero Dios se percató que no era bueno que el hombre estuviese solo, y fue entonces Dios creó a la primera mujer. Fue un intento fallido, así que cambió el método para crear la segunda, esta vez de la costilla del hombre. Y el hombre al verla exclamó lleno de gozo: "¡Esto si es hueso de mis huesos y carne de mi carne¡" Entonces el Creador decidió que a partir de entonces el hombre dejaría a su padre y a su madre, para vivir unido junto a una mujer. Ese fue el comienzo de los tiempos. Y a la segunda mujer la llamó Eva, que significa madre de todos los hombres.


En seguida, al Creador se le ocurrió crear el matrimonio y al entregar a Eva a Adan por compañera, los unió instruyéndoles la sociedad doméstica, fundamento de todas las demás. El Creador, muy satisfecho con su obra, les dio su bendición y dijo: "Creced y multiplicaos, llenad la tierra y dominad en ella."

Pero el Creador pensó que debía poner a sus seres preferidos en algún lugar protegido y más privilegiado que el resto del planeta. Colocó a Adan y Eva en un jardín delicioso, llamado comúnmente Paraíso terrenal o Eden, donde se hallaban reunidas todas las riquezas y todos los encantos de la naturaleza. El Creador les dio entonces el goce de ésta deliciosa mansión. Pero en este jardín crecía un árbol especial, el del conocimiento, también conocido como el árbol de la ciencia del bien y del mal. Pero, confiado como estaba de que sus nuevas creaciones serian tan leales y conformistas como el resto de los seres que poblaban su Obra (a excepción de Lucifer, claro, aunque prefería no pensar mucho en ello), solo les impuso la prohibición avisándoles sin darle demasiada importancia: "Comed de los frutos de todos los árboles del Paraíso; en cuanto los del árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, que está en medio del jardín, no los toquéis, porque en este caso moriréis." Supuso que con eso bastaría para disuadirles y entonces les dejó para que recorrieran el Edén a sus anchas.

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