domingo, 9 de enero de 2011

El Tiempo se ha cumplido

Historia Criminal del Catolicismo Romano: Tomo 6 - Estudios Ministeriales

Historia Criminal del Catolicismo Romano: Tomo 6 - Estudios Ministeriales
 
 Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 2MBytes | 242 páginas | Idioma:Spanish | Categoría: Historia papal
 Información 
Índice
Visión panorámica. ..15
De subditos convencidos a convencidos señores 18

1. La cristianización de los germanos.  27
Difusión del catolicismo en Occidente .  29
Métodos y motivos de conversión.  30
Jesucristo pasa a ser el espadón germánico, o sobre «el dominio de la vida».32
Subterfugios apologéticos.35
La tara del pasado .37
«Destrucción demostrativa...» . 39

2. Clodoveo, fundador del gran imperio franco 45
El encumbramiento de los merovingios .47
Ascensión relampagueante de un bandido estatal.49
Un gran baño de sangre y la primera fecha de la historia  de la Iglesia alemana.51
El rey Clodoveo y dos «santos de Dios» .  53
La guerra de Clodoveo contra los burgundios (500): «la felicidad del reino » y un santo traidor a la patria . 57
Los visigodos . 60
La guerra contra los visigodos. .62
¿Hemos de liberarnos de una valoración moralista de la historia? .67

3. Los hijos de Clodoveo .71
División del reino y rebelión de los señores de Auvernia. 73
La guerra de los burgundios de 523-524, reclamada por una santa contra un santo y  asesino


«Antes muertos que tonsurados...» Una santa da orden de asesinar a sus nietos .78
La aniquilación del reino de Turingia y la eliminación de su casa real.79
Otras guerras contra godos y burgundios.81
Teudeberto I, «magnus», «religiosus», «christianus princeps» y
«una especie de cumbre» .84
Reyes y papas asesinos .86

4. La invasión de los longobardos. 91
La invasión .94
Colaboración y celo por las conversiones.97

5. Los últimos merovingios .101
Los nietos de Clodoveo.103
«... Dignas de una Mesalina y una Agripina.105
Chilperico I: Expediciones militares y cantos espirituales 107
Los prelados y la alta nobleza se disputan el poder .110
La revuelta de Gundowaido y los obispos desertores .112
El rey Guntram prueba su santidad .114
Afanes belicosos de los papas .116

6. La conversión de los visigodos al catolicismo .119
La fundación del reino visigótico en España.121
La conversión al catolicismo de los suevos .122
El amano Leovigildo y la oposición católica .123
Un rebelde y traidor se convierte en santo .125
«... Inflamado del fuego de la fe», o «Nunca me haré católico» .128

7. El papa Gregorio I (590-604) .133
La huida del mundo y el afán de hacer carrera .135
La disputa de los títulos con el «Ayunador», o el «afán de la propia celebridad» .138
En «el polvo de las ocupaciones terrenas» .141
El hombre de la doble moral .143
«Pensar distinto de la mayoría... casi un crimen merecedor de la muerte».146
¿Justo y comprensivo con los judíos? .151
Negocios antes del fin del mundo, o de «la propiedad de los pobres».153
Uso y abuso de esclavos como ganado, o «la diversidad de los estados» .156
A veces con el emperador y a veces contra él .157

6. La conversión de los visigodos al catolicismo.119
La fundación del reino visigótico en España.121
La conversión al catolicismo de los suevos .122
El arriano Leovigildo y la oposición católica .123
Un rebelde y traidor se convierte en santo.125


El Santo Padre recomienda los ataques por la espalda, la tomade rehenes y 

el pillaje.161
El papa Gregorio celebra a un asesino del emperador.164
La propaganda papal empieza en Inglaterra.167
Despreciador de la cultura y profeta de la destrucción del mundo .171
Bueyes, asnos y el comentario de Gregorio al Libro de Job .173
Hasta los mayores disparates del Grande apuntan «hacia adelante».176
Reliquias, o mentiras como casas .181

8. Brunichilde, Clotario II y Dagoberto I, o «la cristianización de 

la idea de rey»185
El papa Gregorio I galantea con «un animal político salvaje» .187
Ocaso de Brunichilde y primera cumbre en la cristianización de la idea de rey .190
El santo de Metz reo de alta traición. 193
«Miedo y terror» y la plegaria permanente bajo Dagoberto I .195
Misión y matanza .196

9. La Iglesia en el período merovingio.201
Una especie de santa úlcera cancerosa. 204
Ignorante, criminal en gran escala y buen católico. 206
Dos representantes famosos .209
Aduladores serviles y fervorosos del poder, o «ellos son los personajes que actúan» .210
El trono y el altar.213
¿«... Los intereses más bien materiales de la Iglesia del reino merovingio»? .216
«... Un nivel bajo», «... un nivel bárbaro» .219
Pequeña revista a los hombres de Dios .223
Rebelión en los monasterios de monjas .225
«... Y se encaminaron a Marsella», o sin judíos el católico goza de salud . 227


Notas .231
Bibliografía  




Las divisiones en épocas históricas no están fijadas de antemano. No se 

decretaron en un lugar «superior», para que después las cumpliese la humani
dad. Ocurre más bien que la historia del hombre es un caos inaudito de histo
rias, y posteriormente intenta poner un cierto orden en el curso zigzagueante  
de los acontecimientos y en la desconcertante diversidad de tendencias redu
ciéndolo todo a esquemas perfectamente claros. Introduce estructuras y cesu
ras, y así aparece el conjunto como expresión de unas fuerzas que actúan con  
coherencia, y de ese modo todo se presenta como si así hubiera tenido que ser 
y no pudiera haber sido de otro modo, cual si por ejemplo el imperio romano 
occidental sólo se hubiese dado para que Europa pudiera heredarlo. Una vi
sión que favorece nuestro gusto por la periodización, y que sin duda también 
puede fomentarlo. En realidad toda esa delimitación y ordenamiento temporal 

todos esos supuestos puntos fijos, datos orientativos y líneas de evolución no 
son más que el resultado de ciertos  - o, por mejor decir, muy inciertos - 
puntos de vista, de precarias tentativas de orientación, son puras construccio
nes, a las que la gente se ha acomodado, bien dándoles unos contenidos «su
periores» o sin tales contenidos.





La «alta Edad Media», época que comprende aproximadamente desde el 
siglo vi al x, es un período de cambios y transformaciones violentas; pero es 
también un tiempo de componendas o, para decirlo en forma más elegante, de 
asimilación, de continuidad, un período de decadencia y transición, de vieja 
herencia y de un nuevo comienzo: en él se dan la constitución de Occidente, 
de Europa, de Alemania, el entrelazamiento de tradiciones antiguas, cristianas 
y germánicas, la separación de Bizancio, de la Iglesia oriental, y la llegada del 
islam. Y no deja de ser importante: es una época en la cual política y religión 
son inseparables. 

sábado, 8 de enero de 2011

Lucha Contra el mal: El Poder de Atar y Desatar - Crecimiento Espiritual


Lucha Contra el mal: El Poder de Atar y Desatar - Crecimiento Espiritual 
 
 Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 4MBytes | 100 páginas | Idioma: Spanish | Categoría: Lucha Espiritual
 Información 
INDICE
Introducción9
CAPíTULO I
¿Cuál es el propósito de la intercesión? 11
CAPITULO 11
¿Qué es intercesión?
CAPITULO 111
El don de la intercesión 33
CAPíTULO IV
El poder de la intercesión 41
CAPíTULO V
¿Cómo interceder efectivamente? 55
CAPíTULO VI
La intercesión profética 69
CAPíTULO VII
El poder y la autoridad de atar desatar 79
Bibliografía 99

Uno de los grandes problemas que he visto en el cuerpo de Cristo, es la falta de intercesión y guerra espiritual de parte del pueblo de Dios. Lamentablemente, las reuniones más pequeñas de las iglesias son las de intercesión. Por esto, una de las preguntas que nos hacemos al respecto es: ¿por qué las personas no interceden? Creo que esto sucede por dos razones principales:

1. LAS PERSONAS NO CONOCEN EL PROPÓSITO DE LA INTERCESIÓN.
Para entender mejor este punto, definamos la palabra propósito. Propósito es la intención original para lo cual fue creado algo. La primera razón por la que muchos creyentes no interceden es porque no saben cuál es el propósito por el cual Dios creó la intercesión. Cuando no se conoce el propósito de algo, no se usa o no se tiene visión ni dirección para usarlo correctamente.

2. LAS PERSONAS NO INTERCEDEN PORQUE NO OBTIENEN RESULTADOS POSITIVOS.
Al no conocer el propósito de la intercesión, automáticamente se pierde el sentido de la misma; y por tal motivo, intercedemos mal y no tenemos buenos resultados.
Otras preguntas que surgen al respecto son: ¿por qué debemos interceder? Si Dios es poderoso y hace lo que Él quiere, ¿por qué interceder? ¿Cuál es el propósito de la intercesión?

Existen muchas definiciones acerca de lo que significa la intercesión; pero aún así, la mayoría de los creyentes no la practican. Debido a esto, muchos no logran obtener lo que Dios ya ha establecido que les pertenece.

Uno de los grandes propósitos por los cuales Dios creó a la humanidad, fue para llevar a cabo su voluntad en la tierra. Él está buscando hombres y mujeres como usted, que crean en el poder que Él nos ha dado para hacer que las cosas que establecemos en lo espiritual, se cumplan en lo natural.

Además, este libro tiene el propósito de transformar su vida espiritual, dándole un enfoque al verdadero poder que tenemos en Cristo Jesús. Al culminar su lectura, usted logrará entender mejor la posición y el llamado que Dios ha establecido para su vida.



Historia de Israel y Judá: Dos Pueblos Antagónicos y Únicos - Capacitación para Obreros Cristianos

Historia de Israel y Judá: Dos Pueblos Antagónicos y Únicos
 
 Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 12MB | 221 páginas | Idioma:Spanish |Categoría: Historia Eclesiática
 Información
Contenido
Prólogo 7
Introducción 9
El período estudiado 13
Geografía 14
Los grandes ejes 17
1. La prehistoria 19
2. Comienza la historia 25
Los amonitas .28
La tradición patriarcal 29
Los patriarcas 31
Abrahán 32
Isaac. Jacob 33
Israel 34
Los patriarcas y Egipto 34
Los hicsos 36
José 37
Egipto y los hurritas 37
Canaán 39
El siglo XIV 40
¿Habiru = hebreos? 41
La opresión de Egipto 42
Moisés. 43
La salida de Egipto 45
El Sinai y la legislación 47
3. Los tiempos de la conquista 51
Los protagonistas de la conquista 53
La conquista del sur 56
La Transjordania 57
Palestina central 60
Jericó 60
Ay - Gabaón 61
Dan, una tribu especial 62
Las tribus del norte 64
Las doce tribus 65
La asamblea de Siquén 65
La liga de las tribus 66
4. La época de los jueces 69
Los jueces 71
Los jueces menores 72
Jefté 72
Otoniel. Débora 73
Sangar 74
Ehud. Gedeón. Yerubaal .75
Abimelec 76
Sansón.77
5. Samuel y la institución de la realeza 79
6. Los reinados de David y Salomón 85
David 87
La sucesión 90
7. El cisma: 933 (1) 97
Las fechas 100
Jeroboán, rey de Israel. Roboán, rey de Judá 100
Guerra entre Judá e Israel 101
Israel. La dinastía de Omri 102
Ajab 102
Josafat, rey de Judá 104
La batalla de Qarqar 104
Elías 105
Desde la muerte de Ajab hasta Jehú 106
Elíseo. Jehú 106
Judá: Atalía y Joás 108
Israel: los reyes Joacaz y Joás. Amasías, rey de Judá .. 108
Jeroboán II de Israel y el profeta Amós 109
8. Dominación asiria y fin de Israel 111
Tiglatpileser III 113
Judá bajo Oseas y Yotán 113
Isaías 114
Los últimos años de Israel 114
Miqueas 116
Judá. Reinado de Ezequías 116
El reinado de Manasés 121
Nahún .123
El reinado de Josías 124
9. Dominación babilónica y fin de Judá 127
Jeremías 130
Joaquín 131
Después de la ruina de Jerusalén 134
Los judíos de Egipto 134
Los judíos de Mesopotamia 135
Ezequiel 136
El judaísmo babilonio 137
10. Dominación persa y vuelta del destierro 139
Fin del imperio neo-babilonio y nacimiento del imperio persa 141
El segundo lsaías 141
El período persa 142
Documentos 143
Vuelta del destierro y reconstrucción 143
Cambises 146
Daría 146
JéIjes 147
Ester . 148
Malaquías 148
ArtajeIjes 1 149
Daría II 150
Artajerjes II 152
Los samaritanos 155
11. La dominación helenística,157
Los diadocos 160
La dominación seléucida . 162
Los dos primeros libros de los Macabeos 164
Daniel 165
Judit165
12. Sublevación. de los macabeos y nuevo reino asmoneo 167
Intento de helenización de Jerusalén 169
La sublevación judía 170
Jonatán macabeo 172
Simón macabeo 174
Juan Hircano 174
Aristóbulo 1 175
Alejandro Janea 176
Salomé Alejandra 177
Aristóbulo II 178
Los nabateos 179
13. La ocupación romana.181
Herodes y la reconquista.186
La sucesión de Herodes 194
Arquelao 195
Herodes Antipas 195
Herodes Filipo 1.96
Judea, provincia romana 196
Calígula 200
Filón de Alejandría 202
La embajada a Roma .203
Los judíos bajo la dominación de los partos 203
Claudia, emperador 205
Agripa I  205
Judea hasta el año 66 206
Agripa II 207
La primera guerra judía 209
Josefa 210Organización de la revuelta 210
La campaña de Galilea 212
Jerusalén 212
Toma de Jerusalén 213
La última resistencia en Palestina 215
Qumran 216
Alejandria 220
Desde la ruina de Jerusalén hasta la revuelta de Bar Kosebá 220
Los cristianos y los judíos 221
La última guerra judía 223
Bibliografía 229
Indice 233
Cuadros cronológicos
Cronologia general 8
Comienza la edad del hierro 26
Desde el cisma (933) hasta la ruina de Jerusalén 95
El periodo persa 133
El periodo helenístico 155
El periodo romano 180
Mapas
Relieve y ejes de comunicación 15
El mundo de los patriarcas 20
Itinerario, santuarios y territorios ligados a los patriarcas y a sus familias 30
Rutas posibles de los hebreos desde Egipto a Canaán. 46
Las tribus en tiempos de la conquista 52
Extensión del reino de Israel y de Judá en tiempos de
David. 86
Israel y Judá después del cisma 98
El reino de Judá después de la caida de Samaria 112
El Medio Oriente en tiempos de los persas 140
Palestina en tiempos de Esdras y Nehemías 145
División del imperio de Alejandro 158
Palestina en tiempos de los macabeos 168
El reino de Herodes 182
La sucesión de Herodes el Grande 193
Palestina en tiempos de la primera guerra judía 208


¿Por qué esta Historia de Israel y de Judá en la colección «Materiales de trabajo»? Los animadores bíblicos conocen ya la respuesta por su propia experiencia: los grupos que, a lo largo de los años, trabajan con los textos de la Escritura, así como muchos de los lectores solitarios de la biblia, intentan a menudo buscar un punto de referencia para una representación sistemática de la historia de Israel. Pero los instrumentos de este tipo no suelen estar fácilmente al alcance de todos.

El libro de Francois Castel ocupa aquí un espacio ni demasiado sucinto como suelen ser los memoriales históricos de las «introducciones de la biblia», ni cerrado e inaccesible al común de los mortales como son las historias de Israel (por otra parte muy meritorias), escritas en la perspectiva y el lenguaje de la investigación universitaria. Es verdad que el texto que sigue es bastante compacto y exigirá un poco de esfuerzo al lector, pero éste se verá pronto conquistado por la transparencia y las buenas dotes literarias de que hace gala su autor.

Abrir la biblia es descubrir la historia de un pueblo con Dios. Se trata desde luego de una historia vivida, en el centro de lo que solemos llamar el Creciente fértil, una historia que se expresará en las categorias de las culturas con las que se irá encontrando.

Si el acontecimiento está en el origen de muchos relatos bíblicos, esa historia se nos cuenta sin embargo para que saquemos de ella una lección: ¿cómo, basados en esa lectura de nuestra historia, tenemos que vivir, actuar, esperar y luchar hoy nosotros? La historia se narra para los contemporáneos del redactor; va orientada a ellos; no tiene siempre el mismo carácter, ya que unas veces es apología del rey, otras discurso profético y otras obra de unos sacerdotes. Por eso ante cada uno de los textos hemos de intentar captar las interpretaciones, a veces sucesivas, de los acontecimientos.

Es un trabajo difícil, que nunca acabará. Sólo cabe acudir a hipótesis, que habrá que afinar ampliando nuestro conocimiento de la historia y de las civilizaciones del Oriente Próximo, atendiendo a la historia literaria de los textos que poseemos.

Pongamos unos ejemplos para ilustrar lo que queremos decir: a primera vista, la historia de Caín y Abel puede situarse en el género de relato mítico, y al historiador se le podría ocurrir que ese texto no le interesa. En un segundo tiempo, puede estudiar cómo ese relato manifiesta una cultura propia de Israel, cómo Dios se pone al lado del débil, de la víctima. Yero puede llegar incluso hasta la historia de un clan poco conocido, el de los quenitas, descendientes de Caín.

Errantes por el mundo, poseerán por mucho tiempo el monopolio del trabajo de los metales; hoy ha vuelto a descubrirlos la arqueología, lo cual nos lleva a pensar en las relaciones de los quenitas con Moisés. Su suegro es considerado a veces como quenita (Jue 4, ll); por eso los quenitas parece ser que gozaron de un estatuto especial en medio de Israel.

Al contrario, la conquista de la ciudad de Ay se nos narra con tal lujo de detalles que parece evidente que estamos ante una tradición histórica muy firme. Sin embargo, la arqueología muestra que la ciudad de Ay era conocida como una ruina mucho antes de la llegada de los hebreos a Canaán. Cabe preguntarse entonces por qué escribieron los hebreos este texto. La respuesta no pertenece al orden de la historia de los sucesos, sino a la historia del pensamiento: ¿en qué lugar, en qué siglo, por qué motivos creyeron que tenían que escribir esa composición?

comportense conforme al evangelio


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