lunes, 1 de febrero de 2016

No seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6
¡¡¡A ÉL SEA TODA LA GLORIA!!!




DEÍSMOS EN EL MUNDOLOS DEÍSMOS QUE NOS ALEJAN DE DIOS
PREGUNTAS ACERCA DE OTROS DIOSES
Hay muchos «dioses» diferentes que compiten por los corazones y las mentes de la gente en la actualidad. El modo en que pensamos en cuanto a cómo es Dios y su relación con el mundo determina en gran parte la manera en que enfocamos las cosas de nuestro diario vivir. Por ejemplo, las personas con diversas creencias acerca de Dios pueden considerar en formas diferentes los problemas del hambre mundial o de los derechos civiles.

Alguien que crea que todo es parte de Dios, como los panteístas orientales, considerará que cualquier cosa dolorosa o mala es irreal; por lo tanto, podría dirigir seminarios sobre meditación para hacer que las víctimas vean que sus problemas son solo ilusiones suyas. Una persona que piense que Dios se desarrolla con el progreso del mundo, tal vez se enrole en alguna organización de ayuda a países con hambrunas o en Amnistía Internacional, creyendo firmemente que contribuye a mejorar a Dios. Alguien que tenga fe en el Dios de la Biblia mostrará compasión a quienes estén necesitados y proveerá alimento, ropa y refugio.

Estas personas tienen diferentes maneras de ver el problema, con distintas motivaciones para resolverlo debido a sus diversos puntos de vista acerca de Dios. La manera en que uno entienda a Dios determinará, en gran medida, la forma en que ve al mundo. A cada una de esas concepciones las llamamos cosmovisión, y son seis las que se oponen mayormente al cristianismo, las que deseamos examinar:
1.     Ateísmo—Dios no existe
2.     Deísmo—Dios existe, pero no hace milagros
3.     Panteísmo—Todo es Dios
4.     Panenteísmo —Dios se desarrolla junto con el mundo
5.     Deísmo finito—Dios existe, pero es limitado y/o imperfecto
6.     Politeísmo—Existen muchos dioses
Examinaremos en cada una de estas ideas el punto de vista acerca de Dios, el mundo, el mal, los milagros y los valores morales o éticos. El diagrama que sigue organiza esas variadas cosmovisiones de acuerdo con las opciones lógicamente posibles concernientes a Dios. Cada nivel del diagrama plantea una de las cuatro preguntas básicas respecto a Dios: ¿Cuántos dioses hay? ¿Son finitos o infinitos?
SIETE COSMOVISIONES PRINCIPALES
¿Se identifican con el mundo o no? ¿Son posibles los milagros? Escribimos en cursivas el nombre de cada cosmovisión y el camino que lleva a la conclusión cristiana lo escribimos en negritas.
ATEÍSMO: ¿Y SI NO HAY DIOS?
Aunque una encuesta reciente indica que solo un cinco por ciento de los norteamericanos no cree en Dios, la influencia de los pensadores ateos está, ciertamente, muy difundida en nuestra época. La mayoría de los estudiantes universitarios ha estudiado las obras o pensamientos del existencialista Jean Paul Sartre, el comunista Karl Marx, la capitalista Ayn Rand o los sicólogos Sigmund Freud y B.F. Skinner. El movimiento «Dios ha muerto» de los años sesenta tuvo como lema el siguiente pasaje, tomado de Friedrich Nietzsche:
«¿A dónde se fue Dios?» gritó. «¡Te lo explicaré! ¡Lo matamos: tú y yo! ¡Todos nosotros somos sus asesinos! … ¿Acaso no oímos el ruido de los enterradores que lo están sepultando?… ¡Dios ha muerto! ¡Dios sigue muerto!»
Sin embargo, no todos los ateos son tan militantes. Karl Marx se hizo eco de los sentimientos de muchos ateos modernos cuando escribió: «Hoy no hay lugar para un creador o un gobernante en nuestra concepción evolucionista del universo».
Mientras el escéptico duda que Dios exista y el agnóstico dice que no se puede saber si hay Dios afuera [de sí mismo], el ateo proclama que no hay Dios. Solo existe el mundo y las fuerzas naturales que operan en él.
¿Religión sin Dios?
En 1961, la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó la existencia de ciertas religiones ateas, y citó entre ellas al budismo hinayana, el taoísmo y el humanismo secular. He aquí algunas de las creencias del humanismo secular:
1.     «Los humanistas religiosos consideran al universo como autoexistente y no como creado».
2.     «El humanismo cree que el hombre es una parte del universo y que emerge como resultado de un proceso continuo».
3.     «No encontramos propósito o providencia divinos para la especie humana … Ninguna deidad nos salvará; debemos salvarnos nosotros mismos».
4.     «Afirmamos que los valores morales tienen su origen en la experiencia humana. La ética es autónoma y situacional, y no necesita sanción teológica ni ideológica».
5.     «La educación moral para niños y adultos es una manera importante para desarrollar conciencia y madurez sexual».
6.     «El individuo debe experimentar una gama completa de libertades civiles en todas las sociedades para realzar la libertad y la dignidad. Esto incluye … el derecho individual a morir con dignidad, la eutanasia y el derecho a suicidarse».
(Todas son citas del Manifiesto Humanista I y II, por Paul Kurtz, Prometheus Books, Buffalo, 1973).
¿QUÉ CREEN LOS ATEOS ACERCA DE DIOS?
Hay diferentes clases de ateísmo. Algunos creen que Dios existió una vez, pero murió en el cuerpo de Jesucristo. Otros dicen que es imposible hablar de Dios porque no podemos saber nada de Él, así que puede muy bien no existir. Aun otros dicen que ya no se necesita el mito de Dios que una vez floreciera entre los hombres. Pero el enfoque clásico sostiene que nunca hubo ni habrá Dios en el mundo o más allá. Quienes tienen esta cosmovisión objetan que los argumentos para demostrar la existencia de Dios son defectuosos. Dios es sencillamente una creación de la imaginación humana.
¿QUÉ CREEN LOS ATEOS ACERCA DEL MUNDO?
Muchos creen que el mundo es increado y eterno. Otros dicen que empezó a existir «de la nada y por nada». El mundo se autosostiene y se automantiene. Aducen que si todo necesita una causa, entonces uno puede preguntar: «¿Qué causó a la primera causa?» Así pues, proclaman que debió existir una serie de causas que se remontan al pasado eterno. Algunos dicen sencillamente que el universo no es causado, sino que está ahí.
¿ QUÉ CREEN LOS ATEOS EN CUANTO AL MAL?
Afirman la realidad del mal aunque niegan la existencia de Dios. Piensan que el mal es una de las principales pruebas de que no hay Dios. El filósofo ateo se pregunta qué obligaría a un cristiano a admitir que sus creencias son falsas, creyendo aun en la existencia de Dios, a pesar de que el mal continúa presente en el mundo. Algunos también alegan que es absurdo creer en Dios, ya que si Él hizo todas las cosas, también debe haber hecho el mal.
¿ QUÉ CREEN LOS ATEOS ACERCA DE LOS VALORES?
Si no hay Dios, y si el hombre no es más que un conjunto de sustancias químicas, no hay razón para creer que algo tenga valor eterno. Los ateos creen que la moral es relativa y situacional. Puede que haya algunos principios éticos que perduren más que otros, pero todos fueron creados por el hombre, no revelados por Dios. La bondad es definida como cualquier cosa que apunte al logro de los resultados deseados.

Los filósofos ateos plantean ciertas preguntas que nos desafían a pensar en nuestra fe. Sin embargo, las objeciones que suscitan contra la existencia de Dios ya fueron vistas en el capítulo dos. Dicho en forma breve, una serie infinita de causas es imposible e innecesaria, porque los cristianos nunca dijeron que todo necesite una causa, solamente los eventos o cosas que cambian necesitan causas. Preguntar: «¿Qué causó a la primera causa?» es como plantear: «¿Cómo se ve un triángulo cuadrado? o ¿Cómo huele el azul?» Son preguntas sin sentido. Los triángulos no pueden tener cuatro lados; los colores no huelen; y las primeras causas no tienen causas porque son primeras. (Véase el capítulo cuatro para saber las respuestas acerca del mal.)
DEÍSMO: ¿Y SI DIOS HIZO EL MUNDO, Y DESPUÉS LO DEJÓ SOLO?
Los deístas tienen una visión de Dios muy parecida a la cristiana, salvo que piensan que jamás obra milagros. Concuerdan en que hizo el mundo, pero creen que lo deja trabajar en base a los principios naturales. Él «supervisa» la historia humana, pero no interviene. Pueden comparar a Dios con un relojero que hace un reloj, le da cuerda, y después lo deja que funcione solo.

Los deístas surgen del Iluminismo del siglo XVIII, ponen la razón por encima de la revelación (puesto que esta última es un milagro). Algunos deístas famosos son Thomas Hobbes, Thomas Paine, y Benjamín Franklin. Thomas Jefferson usó sus criterios deístas para sacar todos los milagros de la Biblia. Su Evangelio de Juan termina en el capítulo diecinueve con las palabras: «Y en el lugar donde había sido crucificado, había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aún no había sido puesto ninguno. Allí, pues, por causa de la preparación de la pascua de los judíos, y por que aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús». En las Biblias normales, todo lo que sigue (Juan 20–21) trata precisamente de la resurrección.
Thomas Paine (1737–1809) fue uno de 105 deístas más militantes que ha existido, como se advierte en su libro La edad de la razón (1794–95). Sostenía que el Iluminismo terminó con la necesidad de una religión revelada y que había llegado la edad de la ciencia, diciendo: «LA PALABRA DE DIOS ES LA CREACIÓN QUE CONTEMPLAMOS». El universo «revela al hombre todo lo que le es necesario saber acerca de Dios». Despreció especialmente al cristianismo, temiendo que podría amenazar a un gobierno republicano.

«De todos los sistemas religiosos inventados, no hay otro más insultante para el Todopoderoso, más destructor para el ser humano, más repugnante a la razón, ni más contradictorio en sí mismo que esa cosa llamada cristianismo. Es demasiado absurdo para creer, demasiado imposible para convencer, y demasiado incoherente para practicar; entorpece el corazón, y produce nada más que ateos o fanáticos. Sirve, como poderoso motor, al propósito del despotismo; y como medio de enriquecimiento, a la avaricia de los sacerdotes; pero en cuanto concierne al bien de los hombres en general, conduce a nada, aquí o más allá.» (Citas de The Complete Works of Thomas Paine, ed. por Calvin Blanchard, Belford, Clark & Co., Chicago, 1885.)
¿QUÉ CREEN LOS DEÍSTAS ACERCA DE DIOS?
Casi todo lo que un teísta cree, excepto en los milagros. Creen que Dios está más allá del mundo, personal, todo bueno, todo amante, todopoderoso y omnisciente. Hasta le oran. Sin embargo, piensan que nunca interviene en forma especial para ayudar a la humanidad. Como eso también significa que Jesús no fue Dios (eso sería un milagro), no hay razón para que crean que Dios es una Trinidad. La idea de tres personas en una sola naturaleza (la Trinidad) es matemática mala para ellos. Debido a que el juicio de Dios sería una intervención suya en los asuntos humanos, algunos deístas son universalistas, pues aseveran que nadie será juzgado.
¿QUÉ CREEN LOS DEÍSTAS EN CUANTO AL MUNDO?
Al igual que los teístas, los deístas piensan que el mundo fue creado por Dios y que podemos saber algo de Él con solo ver al mundo. Este, dicen, es la única y sola revelación de Dios. Nos dio conciencia para que podamos entenderlo mediante las cosas que hizo.
¿QUÉ CREEN LOS DEÍSTAS RESPECTO AL MAL?
Concuerdan en que las acciones del hombre son la fuente del mal. La mayoría de ellos reconocen un principio maligno que opera dentro del ser humano. Algunos culpan del mal al uso —abusivo o negligente— de la razón para regir la vida. Para la mayoría de los deístas, el hombre enfrentará, consecuentemente, recompensa o juicio después de la muerte.
¿QUÉ CREEN LOS DEÍSTAS ACERCA DE LOS VALORES?
Sostienen que todas las leyes morales se basan en la naturaleza; sin embargo, como la razón es el único medio de conocer las leyes morales, hay desacuerdo entre ellos respecto de cuáles son obligatorias y cuán universales son. Algunos reconocen el anhelo de la felicidad como el único principio moral que guía sus acciones. Todas las leyes morales específicas serían, entonces, aplicadas en forma diferente de acuerdo a las diversas circunstancias según lo dicte la razón.
¿CÓMO DEBEMOS RESPONDER AL DEÍSMO?
El deísmo es incongruente hasta en su premisa más elemental. Los deístas creen en el milagro más grande de todos (la creación), pero rechazan lo que consideran milagros menores. Si Dios fue suficientemente bueno y poderoso para crear el mundo, ¿no es razonable suponer que puede y podrá cuidarlo también? Si puede hacer una cosa de la nada, más aún puede hacerlo a partir de algo; como, por ejemplo, cuando Jesús hizo vino del agua. Al contrario de los pensadores del Iluminismo del siglo diecisiete, los científicos de hoy no consideran que las leyes naturales sean universales ni absolutas. Esas leyes describen de alguna manera lo que vemos en la naturaleza, pero no distan lo que debe ser.
PANTEÍSMO: ¿Y SI EL MUNDO ES DIOS?
Las religiones orientales son el asiento del pensamiento panteístico desde hace mucho tiempo, filosofía que está entrando a Occidente por medio del movimiento de la Nueva Era, bajo la forma de yoga, meditación, dietas macrobióticas y canalización. El enfoque central del panteísmo es que todo es Dios y Dios es todo. Además del hinduismo, taoísmo y algunas formas del budismo, el panteísmo es también el punto de vista de religiones occidentales como la «ciencia cristiana», unitarismo, cientología y la teosofía. Inclusive algunos de los primeros filósofos griegos eran panteístas, como ciertos pensadores europeos posteriores, G.W.F. Hegel y Benedict de Spinoza, entre ellos. Esta cosmovisión ha sido recientemente popularizada por las películas de la serie de La guerra de las galaxias.
Panteísmo: Al estilo de Hollywood
Irvin Kershner, director de la conocida película El imperio contraataca, dice: «Quiero poner un poco de zen aquí», refiriéndose al personaje llamado «el Yoda», al cual cataloga como «maestro del zen». George Lucas, otro cineasta dedicado a este tipo de películas, confesó que trataba de decir en forma muy simple … que hay un Dios, y un lado bueno y uno malo. Uno tiene que elegir entre ellos, pero el mundo funciona mejor si se está en el lado bueno». La guerra de las galaxias enseña intencionalmente el siguiente mensaje religioso: Dios es una fuerza. Lo sabemos porque lo sentimos, la materia es nada, podemos usar la fuerza para liberarnos de la rabia, del miedo y la agresividad, y podemos acceder a la inmortalidad al ser absorbidos por la fuerza (como lo fue Obe Wan Kenobe, otro personaje de esas películas). «La gente puede gritar: “¡Entretenimiento! ¡Diversión!” hasta quedar cianóticos, pero el asunto es que las películas como La guerra de las galaxias se han vuelto sustitutos de pacotilla de los grandes mitos y rituales de la creencia, esperanza y redención, que solían moldear las culturas antes que llegara la sociedad secular de masas». (Citas de Rolling Stone, 24-07-1980, p. 37. Time, 25-05-1983, p. 68. Newsweek, 1-01-1979, p. 50.)
¿QUÉ CREEN LOS PANTEÍSTAS ACERCA DE DIOS?
Dios es, para el panteísta, el ser absoluto que une todas las cosas. Algunos dicen que simplemente trasciende la multiplicidad, otros que se manifiesta en muchas formas y aun otros que afirman que es una fuerza que permea todas las cosas. Sin embargo, todos concuerdan en que no es una persona sino un ser neutro. También, afirman que es tan diferente de todo lo que conocemos que no podemos saber nada sobre Él. Por ende, la razón no sirve para entender la verdadera realidad. Una escritura hindú dice:
«El ojo no lo ve, la lengua no lo expresa ni la mente lo entiende (al Brahman). Tampoco lo conocemos ni somos capaces de enseñarlo. Es diferente a lo conocido y … a lo desconocido. »Quien conoce verdaderamente al Brahman es aquel que se conoce a sí mismo, más allá de todo saber; el que piensa que sabe, no sabe. El ignorante piensa que Brahman es cognoscible pero el sabio lo sabe trascendente a toda gnosis».
La condición para llegar a conocer algo de Dios (o el Tao) es darse cuenta de que la verdad se encuentra en las contradicciones (esto se llama el «Tao» o el camino, en el taoísmo). De modo que uno debe meditar para vaciar la mente de toda razón, y contemplar luego cuestiones como: «¿Qué sonido produce aplaudir con una sola mano?» Estas preguntas, que carecen de respuesta en sí, son concebidas para que la mente acepte que el ätman (el mundo, la multiplicidad, el mal, la ilusión) es Brahman (Dios, la unidad, el bien, la realidad). De ahí que Dios sea todo y todo sea Dios. El hombre existe para percatarse de que también es Dios.

Aunque la razón no lo reconozca, la esencia de Dios es que es mente. De ahí que no pueda haber existencia material ya que la mente es todo. (¿Qué es la mente? No materia. ¿Qué es materia? No importa.) Como lo expresa D.T. Suzuki: «Esta naturaleza [es decir, la naturaleza espiritual del hombre] es la mente y la mente es el buda y el buda es el camino y el camino es el zen». De igual manera el filósofo Plotino, del siglo III de la era cristiana, dijo que la primera emanación del absoluto era el Nous (mente, en latín), de donde Dios piensa acerca de sí mismo y toda la multiplicidad fluye de ahí.
¿QUÉ CREEN LOS PANTEÍSTAS EN CUANTO AL MUNDO?
El mundo no fue creado por Dios, sino que emana eternamente de Él. Los teístas dicen que Dios creó de la nada (ex nihilo), pero los panteístas afirman que Él saca el mundo de sí mismo (ex Deo). Por supuesto, algunos panteístas (como la mayoría de los hindúes y Mary Baker Eddy) dicen que el mundo realmente no existe en absoluto, sino que es ilusión (maya).
Para superar la ilusión de la materia, del dolor y del mal debemos aprender a creer que todo es Dios, incluso nosotros mismos, y la ilusión no tendrá más asidero en nosotros.

Dado que Dios no está más allá del mundo sino en el mundo, no puede haber milagros en cuanto a acontecimientos sobrenaturales. Puede haberlos supranormales, como la levitación, la profecía por canalización, las curaciones y la habilidad de tolerar el dolor (como caminar sobre brasas encendidas). Estas cosas no son, sin embargo, hechas por poder alguno fuera del universo, sino por gente que se da cuenta de su potencial divino y que usa el que las rodea por todas partes.
¿No hay diferencia?
El ya fallecido Francis Schaeffer narra esta anécdota con un panteísta: «Un día, en Cambridge, hablaba a un grupo de personas en la habitación de un joven estudiante sudafricano. Entre los que me escuchaban se encontraba un joven indio, de antecedentes sikhs pero de religión hindú. Empezó a decir cosas muy fuertes contra el cristianismo, pero sin entender los problemas de su propia creencia. Fue así que le dije: «¿Estoy en lo cierto al decir que, basado en su sistema, la crueldad y la bondad son, en definitiva, iguales, pues no hay diferencia intrínseca entre ellas?» El indio asintió … entonces, el estudiante sudafricano, en cuya habitación nos reuníamos, entendiendo claramente las repercusiones de lo que el sikh reconoció, tomó el recipiente con agua hirviendo, con la que iba a preparar té, y se paró con el recipiente en su mano poniéndolo encima de la cabeza del indio. El hombre lo miró y le preguntó qué iba a hacer, a lo que el sudafricano le dijo, con fría pero amable decisión: «No hay diferencia entre la crueldad y la bondad». Enseguida el indio se levantó y se fue» (Francis Schaeffer, The God Who Is There, InterVarsity Press, Downers Grove, IL, 1968, p. 101).
¿QUÉ CREEN LOS PANTEÍSTAS SOBRE EL MAL?
«Aquí también se encuentra … el punto cardinal de la Ciencia cristiana, la cual afirma que la materia y el mal (incluyendo el pecado, la enfermedad y la muerte) son irreales». Tal es el consenso del panteísmo. Si Dios es todo —y Dios es bueno— entonces nada malo debe existir en realidad. Después de todo, si existiera el mal, también sería Dios. Sin embargo, a un nivel superior, Dios está más allá del bien y del mal, que son opuestos lógicos y no pueden existir en el Absoluto. Muchas de las imágenes de Dios en el hinduismo son feas y malas para demostrar esta verdad. La diosa Kali, la destructora, es también el símbolo de la maternidad. Su ser es a la vez bueno y cruel, y al mismo tiempo no es ni buena ni cruel. Dios trasciende el mal y el bien.
¿QUÉ CREEN LOS PANTEÍSTAS RESPECTO A LOS VALORES?
Los escritos panteístas rebosan de apelaciones morales al bien y al autosacrificio. Sin embargo, esos conceptos se aplican solamente a los niveles inferiores de desarrollo y logro espiritual. Una vez que el iniciado supera esos niveles, su meta es lograr la unión con Dios y «no siente más preocupación por las leyes morales». Si va a ser como Dios, también deberá trascender el bien y el mal. La conducta ética es un medio para el desarrollo espiritual. La moralidad no tiene base absoluta.
Lo siguiente es una declaración típica acerca de los valores panteístas:
… Toda acción (de cualquier clase), puede ser un escalón al crecimiento espiritual, si se realiza con espíritu de desapego, bajo ciertas circunstancias y para ciertas personas. Todo bien y todo mal son relativos respecto del punto de crecimiento individual … Pero, en el sentido más alto, no puede haber ni bueno ni malo.
¿CÓMO DEBEMOS RESPONDER AL PANTEÍSMO?
El panteísmo exige la absoluta devoción de sus seguidores y proporciona una cosmovisión general de toda realidad. También destaca correctamente el hecho de que no podemos atribuirle a Dios las restricciones de nuestro lenguaje limitado. Sin embargo, la declaración básica del panteísmo lo anula.
Ética de la Nueva Era
La gran mayoría de los seguidores de la Nueva Era concuerdan con que bueno y malo no son conceptos que les preocupen ni les interesen mayormente, según la idea de que no hay opuestos en última instancia, pero ellos no son amorales. Al contrario, tienen muchos principios morales. Mark Satin señala cuatro principios éticos:
1.     Desarróllate a ti mismo.
2.     Trabaja con los recursos de la naturaleza.
3.     Confía en ti mismo, pero coopera.
4.     No seas violento.
Sin embargo, estos lineamientos no deben considerarse absolutos. Deben aplicarse en forma situacional, solo cuando se presente la oportunidad. Ellos hacen el bien porque quieren evitar el karma malo o la retribución indeseada. En definitiva, no hay bien ni mal. «La moralidad es imposible en estado espiritual» porque «si deseas algo para ti mismo, aun lineamientos o principios, ya te has separado del Uno (y además, todo es como debe ser). Todos los juicios de valor: bueno y malo, correcto e incorrecto, pertenecen a un nivel inferior de conciencia que desaparece cuando llegamos a ser uno con el Uno y todo con el Todo». (Todas las citas de Mark Satin, New Age Politics, A Delta Book, Nueva York, 1979, pp. 103, 104, 198).
Por ejemplo, proclamar que la razón no se aplica a la realidad final es también contraproducente. Afirmar: «La razón nada puede decirnos acerca de Dios», es una declaración racional (significa que es verdadera o falsa, pues esa es la esencia de toda lógica) o no lo es. En vista de ello, parece ser una declaración razonable que la razón no nos dé información acerca de Dios, salvo que precisamente lo hizo. Eso acaba de decirnos que no podemos usar la razón. De modo que tenemos que usar la razón para negar el uso de ella, lo que hace lógica una realidad inevitable. Si el panteísta evita esto diciendo que esa no era una declaración racional, entonces no tenemos por qué creerla ya que no pasa de ser una charla incoherente, como esas canciones sin sentido que entonan los niños de dos años.

Es más, los panteístas creen que hay una realidad absoluta e inmutable (Dios). También creen que podemos llegar a percatarnos de que somos Dios. Sin embargo, si llego a comprender algo, es que cambié. Pero Dios no puede cambiar. Por lo tanto, todo aquel que «llega a percatarse de que es Dios, ¡no lo es!» El Dios inmutable siempre supo que es Dios.
Además, debemos cuestionar por qué «la ilusión» de la materia nos parece tan real. Si la vida en un mundo material es un sueño de nuestra propia creación, ¿por qué tenemos esa pesadilla? ¿Por qué las relaciones físicas siguen produciendo niños? ¿Por qué los devotos de la Ciencia cristiana, que niegan la realidad de la materia y rechazan el dolor, siguen sufriendo y muriendo al dar a luz? (El Ministerio de Salud cerró la maternidad que tenían en Los Ángeles debido al alto número de muertes que ocurrían allí.) Aun los panteístas más devotos, que supuestamente han dominado la vida en el mundo, siguen viviendo con las limitaciones físicas como comer o moverse de un sitio a otro. Mark Twain señaló esta contradicción, del dicho al hecho, en su tratado sobre la Ciencia cristiana:
«¿Nada existe sino la mente?»
«Nada—respondió la doncella—.Todo lo demás carece de sustancia, todo lo demás es imaginario».
Le pasé un cheque imaginario y me entabló una demanda por dinero sustancioso. ¡Resulta incoherente!
La falta de fundamento moral en el panteísmo es completamente insatisfactoria. No solo lo deja a uno sin reglas ni guías para actuar, sino que, en realidad, fomenta la crueldad en aras de la expansión espiritual. Eso se advierte gráficamente en la tradicional falta de interés social en India. Si la gente sufre debido a su karma (la ley de causa y efecto que determina el destino, que no debe confundirse con la culpa moral), ayudar a la persona es obrar contra Dios. Esto le impediría al individuo cancelar su deuda kármica y demostraría que sigo atado al mundo más que indiferente a él. De ahí que sea mejor ignorar el sufrimiento que hacer algo por aliviarlo. La acción que trasciende lo bueno y lo malo iguala al mal con el bien.
PANENTEÍSMO: ¿Y SI EL MUNDO ES EL CUERPO DE DIOS?
El panenteísmo es la cosmovisión intermedia entre el panteísmo y el teísmo; también se le conoce como teología procesal. Afirma que Dios es al mundo lo que el alma al cuerpo. Como en el teísmo, el mundo necesita a Dios para existir, pero al igual que en el panteísmo, Dios también necesita al mundo para expresarse a sí mismo. Así que, aunque en un sentido Dios está más allá del mundo, en otro, Él también es el mundo. Lo que está más allá de nuestra esfera se hace sentir (concretándose a sí mismo) en el mundo. De modo que Dios siempre cambia como cambia el mundo. Él está en el proceso de llegar a ser todo lo que puede ser. Esta es una cosmovisión reciente desarrollada por filósofos del siglo veinte, como Alfred North Whitehead, Charles Hartshorne, Schubert Ogden y otros, pero se basa en ideas señaladas por Platón. Ninguna religión importante suscribe el panenteísmo, pero actualmente es enseñado en algunos seminarios cristianos. El movimiento feminista lo respalda parcialmente y es usado por la teología liberacionista de los marxistas sudamericanos y sudafricanos.
PANTEÍSMO
PANENTEÍSMO
Dios es el universoDios está en el universo
Dios no es personalDios es personal
Dios es infinitoDios es realmente finito
Dios es etemoDios es realmente temporal
Dios es inmutableDios es realmente mutable
Dios y las criaturas son idénticosDios y las criaturas no son idénticos
¿QUÉ CREEN LOS PANENTEÍSTAS ACERCA DE DIOS Y EL MUNDO?
Dios tiene dos polos: uno primordial, el cual es eterno, inmutable, ideal, que trasciende el mundo; y otro consecuente, temporal, cambiante, real e idéntico al mundo. La naturaleza primordial de Dios es su polo potencial: lo que Él puede ser; la consecuente es lo que Él realmente es en el momento. De manera que el mundo no es diferente de Dios, sino que es uno de Sus polos. El polo potencial habita el mundo tal como el alma mora en el cuerpo. Ahí se materializa. Así, el mundo es lo que, precisamente, Dios ha llegado a ser. Debido a eso, Dios nunca es realmente perfecto; solo está en proceso de perfección. Para llegar a ser «más» perfecto necesita nuestra ayuda, como escribió Hartshorne:
En su último estado concreto, Dios es «hecho» —o producido— conjuntamente por Él y el mundo, en estados independientes previos. No somos simplemente «cocreadores» con Dios del mundo sino, en último análisis, cocreadores con Él, de Él mismo.
El mundo crea a Dios justo como Él crea al mundo, como la gráfica de Maxwell Escher (que se ve en la página anterior), que muestra dos manos dibujándose una a otra. Dos polos en el mismo ser. El eterno dilema, pues ningún polo puede existir sin el otro en momento alguno; y el polo potencial, por ser infinito, nunca puede llegar a concretarse por completo en ámbito finito. De modo que Dios es «como era en el principio, es ahora y será siempre, mundo sin fin».
El pensamiento procesal y los evangélicos
El panenteísmo no es simplemente una discusión académica sin efectos en la gente común y corriente. Su influencia ya se siente en la comunidad cristiana. La Escuela de Teología Perkins de la Universidad Metodista del Sur —donde enseña Schubert Ogden— es adepta a la teología procesal, como lo es la Escuela de Teología Clairmont —donde enseñan John Cobb y David Griffin. Son varios los pensadores influyentes de la comunidad evangélica que han concluido que Dios no es eterno e infinito, sino perdurable en el tiempo; criterio publicado por Nicholas Wolterstorff, Clark Pinnock y Staniey Grenz. Aunque estos autores no han aceptado una cosmovisión completamente panenteísta, le han dado importantes concesiones al permitir que Dios cambie. Ya que si tiene algún potencial de cambio, no puede ser entonces el ser necesario de quien hablamos en el capítulo anterior.
¿QUÉ CREEN LOS PANENTEÍSTAS EN CUANTO AL MAL?
Debido a las limitaciones de Su polo real, Dios no es omnipotente sino que dirige al mundo solo mediante Su influencia. Pero no todo el mundo reconoce o está controlado por Su influencia, de modo que existe el mal. Dios no puede controlarlo, ni garantizar que alguna vez lo eliminará. Sin embargo, creen que el mal abre nuevas posibilidades para que Dios se autorealice, presentando nuevas oportunidades para crecer y llegar a ser perfecto, de modo que el mal no es necesariamente indeseable. Hay algunos aspectos en los cuales Dios no quiere eliminar el mal.
¿QUÉ CREEN LOS PANENTEÍSTAS ACERCA DE LOS VALORES?
Al igual que los teístas, los pensadores procesales sostienen que los valores se arraigan en la naturaleza de Dios, pero como ella es diferente en ambas cosmovisiones, también difiere la naturaleza de sus valores. Puesto que Dios cambia constantemente, también cambian los valores. Puede haber cierto ideal del bien en la naturaleza primordial de Dios, pero lo que debe interesarnos es crear belleza en nuestras vidas en el mundo real, sin referirla a algún imaginario estado futuro de las cosas. Nunca esperemos crear perfección, al contrario esforcémonos en hacer más bien. Es entonces cuando los valores se definen solo en términos generales, por ejemplo: estética, cuyo uso es muy frecuente. Como escribe Hartshorne: «El único bien que es intrínsecamente bueno, bueno en sí mismo, es la buena experiencia; y su criterio es la estética. La armonía y la intensidad tratan de resumirla … ser ético es procurar la optimización estética de la experiencia para la comunidad». Con esta norma, evitamos las disputas y el aburrimiento tanto en la comunidad como en nosotros mismos. La amabilidad conduce a la belleza y la armonía, mientras que la crueldad a la fealdad y la discordia. La preocupación produce intensidad, y su opuesto es la apatía. Todas las normas morales deben derivarse de estos principios y adaptar su influencia para mejorar la experiencia presente.

TEÍSMO
PANENTEÍSMO
Dios es el creador del mundoDios es el director del mundo
El mundo es diferente de DiosEl mundo es lo mismo que el cuerpo de Dios
Dios gobierna el mundoDios coopera con el mundo
Dios es independiente del mundoDios es interdependiente con el mundo
Dios es inmutableDios está cambiando continuamente
Dios es absolutamente perfectoDios es constantemente perfeccionado
Dios es infinito y eternoDios es efectivamente finito y temporal
Dios es absolutamente unoDios tiene dos polos

¿CÓMO DEBEMOS RESPONDER AL PANENTEÍSMO?
El panenteísmo ve a Dios en íntima relación con el mundo; capaz de incorporar a su sistema el pensamiento científico moderno con toda facilidad. Uno debe plantearse con sencillez, cómo empezó a formarse todo el sistema; algo así como: «¿Qué fue primero: el huevo o la gallina?» Si el polo potencial vino antes que el real, ¿cómo se materializó alguna vez? El polo real no pudo haber venido primero porque no tenía potencial para llegar a ser. Los panenteístas dirían que siempre existieron juntos, pero entonces tenemos que encarar el hecho de que el tiempo no puede retrotraerse infinitamente al pasado.

La única respuesta sería que algo más creó la esfera completa. Se precisó un creador tras el proceso, como Maxwell Escher al trazar las manos que se dibujan eternamente una a otra. Se necesitó un Dios trascendente para crear una gallina que pusiera huevos. Además, ¿cómo se puede saber que todo está cambiando si no hay un parámetro inmutable para medir el cambio? Debido a que nos movemos junto con la tierra, no nos percatamos de que el planeta rota sobre su eje ni que gira en torno al sol. 

Parece que estuviéramos quietos. Lo mismo pasa si lanzamos al aire una pelota, en línea recta ascendente, dentro de un avión. No notamos que la pelota va viajando, en realidad, a unos ochocientos kilómetros por hora, porque nos vamos moviendo a la misma velocidad. Solo estamos seguros de que algo se mueve cuando lo medimos por algo que no se mueve. Así que, ¿cómo sabremos que todo cambia sin mirar algo que no cambia? El panenteísmo carece de explicaciones porque sostiene que aun Dios cambia constantemente.
DEÍSMO FINITO: ¿Y SI DIOS NO ES TODOPODEROSO?
El panenteísmo no es la única cosmovisión que sostiene que Dios está sujeto a limitaciones. El deísmo finito afirma que Dios se parece mucho al Dios cristiano, salvo que no es perfecto: Dios es limitado en poder y naturaleza. Esta cosmovisión ha sido sostenida por muchos desde Platón a la fecha, pero nunca fue adoptada por una religión en particular, aunque recientemente Rabbi Kushner la popularizó con su libro When Bad Things Happen to Good People [Cuando a los buenos les ocurre lo malo]. A causa de la muerte prematura de su hijo, este autor concluyó que «Dios quiere que el justo lleve una vida pacífica y feliz pero, a veces, no puede hacerlo … hay algunas cosas que están fuera del control de Dios».
POLITEÍSMO ANTIGUO
El siguiente cuadro muestra las similitudes de los dioses de tres culturas diferentes. Los romanos sencillamente adaptaron la mitología griega; los dioses noruegos fueron inventados de modo independiente y no equivalen a los otros. Es interesarte notar que cada uno tiene un padre, una madre y un hijo preferido que encama los ideales de su cultura.
Ámbito
Griego
Romano
Noruego
Dios PadreZeusJúpiterOdin
MabreHeraJunoFrigga
Luz, verdadApoloApoloBalder
Caza,ArtemisaDianaFreyer
cosechasAfroditaVenusFreya
Belleza,HermesMercurioHámdall
amorPoseidónNeptuno
MensajeroAresMarteTyr
Mar
Guena
¿QUÉ CREE EL DEÍSMO FINITO ACERCA DE DIOS?
Concuerdan básicamente con los teístas en que Dios está más allá del mundo al cual ha creado. No pueden afirmar que Él es perfecto o infinito en poder y naturaleza. Los deístas finitos argumentan que el universo finito solo necesita una causa finita y que la imperfección del universo exige una fuente imperfecta.
¿QUÉ CREEN LOS DEÍSTAS FINITOS SOBRE EL MUNDO?
Creen que fue creado por Dios, de la nada o de alguna materia preexistente. Sin embargo, no creen que el diseño del mundo sea perfecto. La naturaleza parece tener violentas alteraciones críticas como los volcanes, los tornados y los terremotos. Estos son males naturales que Dios, evidentemente, no pudo quitar del sistema. La mayoría de los deístas finitos no creen que Dios obre milagros.
¿QUÉ CREEN LOS DEÍSTAS FINITOS RESPECTO AL MAL?
La existencia del mal es la razón principal de esta cosmovisión. El rechazo panteísta a la realidad del mal les repugna, y la explicación de Leibniz de que este es el mejor de todos los mundos posibles, los ha llevado a la conclusión de que: «Si este es el mejor de todos los mundos posibles, Él debe tener varios problemas reales». Como lo expresa Peter Bertocci:
Si Dios es omnipotente y, por lo tanto, creador de tanto mal, ¿cómo puede ser bueno? O si es bueno y no concibió el mal, ¿puede ser omnipotente en el sentido definido? ¿No será que hay algo fuera del control de su buena voluntad que es la fuente del mal del mundo?
Es la única manera en que entienden el mal: que Dios no puede controlarlo.
¿QUÉ CREEN LOS DEÍSTAS FINITOS SOBRE LOS VALORES?
No hay consenso acerca de este tema en sus escritos. Platón creía en los valores intrínsecos y la moral absoluta. William James file el padre del pragmatismo norteamericano y, para él, cualquier cosa conveniente estaba bien. No hay conexión necesaria entre los valores y esta manera de ver a Dios porque Él puede, o no, haber establecido el orden moral. Es decir, establecer el orden moral puede o no estar dentro de sus limitaciones.
¿CÓMO DEBEMOS RESPONDER AL DEÍSMO FINITO?
Esta cosmovisión ve el mal de manera muy realista, y plantea una pregunta muy buena: «¿Cómo puede reconciliarse la presencia del mal con la existencia de un Dios todopoderoso y todo amor?» Sin embargo, al igual que cualquier otra cosa finita, un Dios finito necesita una causa. Además, un Dios imperfecto no es digno de ser adorado ni venerado.
No obstante, el Dios perfecto e infinito no tiene estos problemas y es capaz de vencer el mal puesto que tiene tanto el deseo como la habilidad para hacerlo (véase capítulo cuatropara una discusión completa).
POLITEÍSMO: ¿Y SI HAY MUCHOS DIOSES?
El politeísmo afirma que hay muchos dioses finitos que imperan en reinos separados del universo. Los dioses de la antigua Grecia, Roma y Noruega son buenos ejemplos de esta cosmovisión. Cada dios tenía un cierto dominio y era adorado como supremo solo en ese aspecto. Por ejemplo, Poseidón era el dios griego del mar; la persona oraba a él para navegar seguro. Pero para triunfar en la guerra debían orar a Ares. El politeísmo no se confina a la antigüedad. David L. Miller, profesor de religión en la Universidad de Siracusa, Estados Unidos, dice que Occidente ya no busca un solo principio de unidad y que «la muerte de Dios ha dado lugar al nacimiento de los dioses». Y cita el interés creciente por las antiguas tradiciones politeístas, lo que algunos llaman neopaganismo. Uno de esos grupos, en Breckenridge, Texas, configuró su adoración conforme al panteón de los dioses escandinavos que aparecieron en la película The Vikings, de 1959, donde actuaba Kirk Douglas. La religión politeísta más grande y de mayor crecimiento en los Estados Unidos de Norteamérica hoy es el mormonismo. Aunque su aparato de relaciones públicas quiere hacernos creer que son solo otra denominación cristiana, su doctrina dice algo diferente:
¡Dios mismo fue una vez como nosotros; es un hombre exaltado y entronizado en los cielos y más allá! … Entonces, aquí es la vida eterna —conoce al verdadero, único y sabio Dios; y aprende cómo ser dios tú mismo … igual que hicieron todos los dioses antes que tú.
¿QUÉ CREEN LOS POLITEÍSTAS ACERCA DE DIOS?
Los politeístas rechazan la idea de un solo Dios que gobierna sobre todas las cosas y, en cambio, se enfocan en la multiplicidad y el caos del mundo para demostrar que hay muchos dioses con planes a veces, discordantes. Algunos politeístas dicen que los dioses surgen de la naturaleza, otros que fueron, una vez; hombres. Los mormones plantean una regresión infinita de dioses que engendran dioses, de modo que todos ellos son «espíritus hijos de un padre eterno» y «descendencia de una madre eterna», pero sin primera causa de existencia. Todos los dioses tienen un comienzo pero no tienen fin. En el caso de las deidades antiguas, sus conductas no siempre son propias de sus estados exaltados, pues es característico verlos peleando, vengándose y engañando tanto a dioses como a hombres.
¿QUÉ CREEN LOS POLITEÍSTAS ACERCA DEL MUNDO?
Según ellos, el universo es eterno o hecho de materia eterna. El Libro de Abraham, una obra mormona, dice: «Y entonces dijo el Señor: Descendamos. Y descendieron al comienzo y ellos, esto es, los dioses, organizaron y formaron los cielos y la tierra»(4.1) Al material utilizado para formar la tierra, Joseph Smith lo llamó elemento, cierta materia caótica que «no tuvo principio ni puede tener fin». La naturaleza puede ser considerada como poseedora de principios vitales, los cuales explican por qué le es posible haber dado nacimiento a los dioses (por ejemplo: Afrodita, que surge de la espuma del mar). Pero este principio vivificante también explica el caos de la naturaleza, puesto que las diferentes fuerzas pelean entre sí.
¿QUÉ CREEN LOS POLITEÍSTAS RESPECTO AL MAL?
El mal es parte necesaria de la naturaleza. Los griegos vieron el mal en la primera lucha por el poder entre los dioses, lo que resultó en la creación de modo que el mundo fue una mezcla del bien y del mal desde el comienzo. El mormonismo afirma que el mal es necesario para el progreso y la existencia de todo, pues sin oposición no hay desafío qué superar en las opciones morales.
¿QUÉ CREEN LOS POLITEÍSTAS EN CUANTO A LOS VALORES?
Algunos dicen que las leyes morales son dadas por los dioses y que ellos castigan a quienes las transgreden. Otros afirman que la idea de leyes absolutas proviene del monoteísmo y es ajena a su sistema orientado a muchos dioses; Estos, como David Miller, prefieren una ética relativista. Los valores no pueden ser absolutos, dice, porque «la verdad y la falsedad, la vida y la muerte, la belleza y la fealdad, el bien y el mal están entretejidos para siempre en forma inextricable». En todo caso, la motivación principal para hacer el bien es el interés propio.
¿CÓMO DEBEMOS RESPONDER AL POLITEÍSMO?
La multiplicidad del mundo y sus fuerzas destacadas por el politeísmo son muy reales; se han desarrollado algunas imágenes y expresiones maravillosas de las luchas humanas contra estas fuerzas. Pese a todo, el politeísmo se afirma en sus propios principios. Si los dioses no son eternos, sino que vienen de la naturaleza, entonces no son trascendentes. ¿Por qué adorar algo que no es trascendente? Sería mejor adorar a la naturaleza misma que dio nacimiento a los dioses; sin embargo, eso sería panteísmo (el hinduismo es, en realidad, una religión politeísta que reconoce la unidad definitiva y trascendente a todos los dioses). También se plantea el problema de la noción del universo eterno. 
La prueba del comienzo del universo se trata en los capítulos dos y diez. Por último, resulta cuestionable la naturaleza antropomórfica de los dioses politeístas. Debemos esperar cierto parecido entre Dios y el hombre, pero ¿debemos también imponerle la imperfección humana a Dios? Esto disminuiría Su valor y lo juzgaría indigno de ser adorado. Este aspecto hace que los dioses parezcan demasiado hechos a la imagen del hombre.

Estas seis cosmovisiones representan seis maneras diferentes de considerar la realidad. Para sus adherentes, son un filtro por el cual interpretan todo lo que los rodea. Al igual que la persona que usa anteojos con vidrios pintados de rosado verá todo color de rosa, todo lo que vemos está coloreado por nuestra cosmovisión.

Mostramos algunas razones para rechazar cada una de las seis cosmovisiones , pero eso no hace que el cristianismo sea verdadero por deficiencia. 
DESCARGAR

sábado, 30 de enero de 2016

Abandonando el camino recto, se extraviaron siguiendo el camino de Balaam, quien amó el pago de la injusticia, y recibió reprensión de su propia maldad

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




Nos Preparamos para enseñar en la Congregación
El pago justo por las transgresiones
2Pedro 2:13-16
13      sufriendo el mal como pago de la injusticia. Teniendo por placer el libertinaje a pleno día, son inmundicias y manchas que se recrean en sus errores, mientras comen alegremente con vosotros;
14      teniendo los ojos llenos de adulterio, e insaciables de pecado; seduciendo a las almas inconstantes; teniendo el corazón habituado a la codicia; hijos de maldición.
15      Abandonando el camino recto, se extraviaron siguiendo el camino de Balaam (el de Bosor), quien amó el pago de la injusticia,
16      y recibió reprensión de su propia maldad por un mudo animal de carga, que hablando con voz humana, refrenó la locura del profeta.

Adulterio Espiritual y Carnal
El adulterio
2Pedro 2:13–14
Nos enfrentamos con una pregunta acerca de la división en párrafos en este punto. Algunos traductores ubican una coma después del versículo 12 y luego siguen con el versículo 13
Otros ven una división definida y comienzan una nueva oración con el versículo 13
Desafortunadamente, los antiguos escritos del Nuevo Testamento griego ofrecen poca ayuda en este punto, ya que no aportan ninguna indicación en cuanto a una división. 
La NVI marca una división y presenta al versículo 13 como comienzo de un nuevo párrafo.


13 Sufrirán daño en pago del daño que han hecho. Su concepto de placer es entregarse a las pasiones sensuales en pleno día. Son manchas y suciedad, que se gozan en sus placeres mientras los acompañan a ustedes en sus comidas.

En la primera oración, el texto griego tiene un juego de palabras que Pedro ha escogido intencionalmente. 

Traducido en forma literal significa “sufriendo daño como pago por hacer daño” (NASB). Pero el verbo sufriendo daño, tomado junto con la frase la paga de hacer el mal también puede traducirse “siendo defraudados de las ganancias de su mal obrar”. 

Cierta cantidad de escritos griegos, sin embargo, tiene otro verbo en este lugar, que ha sido adoptado por algunas traducciones como una lectura mejor: “Sufriendo el daño como salario de su iniquidad” (NTdT). 

Sin embargo, es probable que Pedro haya introducido un juego de palabras y que los escribas de los primeros siglos hayan alterado el texto. Por consiguiente, los traductores favorecen la redacción que tiene la ingeniosidad verbal.

La intención del mensaje de Pedro es señalar la verdad del antiguo proverbio: “El hombre cosechará lo que sembró” (Gá. 6:7; cf. también Pr. 22:8; Os. 10:12–13; 2 Co. 9:6). 

Es decir, que los falsos maestros recibirán el pago total de los males que han perpetrado. ¿Cuál es, entonces, el daño que estos apóstatas han causado? 

En los versículos 13 al 15 Pablo presenta un catálogo de males. Aquí están los dos primeros:
a. “Su concepto de placer es entregarse a las pasiones sensuales en pleno día”. 

El objeto de esta oración no es dar a entender que la diversión nocturna sea aceptable. El pecado es habitualmente cometido bajo la protección de la oscuridad (referirse a Jn. 3:19); por ejemplo, Pablo escribe: “Los que se emborrachan, se emborrachan de noche” (1 Ts. 5:7; compárese también con Ro. 12:11–13). 

Pero esta gente se burla de todas las normas de conducta y va de parranda aun durante el día. 

Aparentemente los herejes no tiene deseos de tener un buen empleo, no tienen nada que hacer durante el día, y pasan su tiempo de parranda en parranda (véase Is. 5:11). 

Si dejamos de lado el verbo parrandear, la oración misma transmite un mensaje positivo, ya que el placer y la luz del día son dones hermosos de Dios, pero la presencia del verbo cambia todo el mensaje: el placer y la luz del día son puestos al servicio del pecado. Esta gente es esclava de Satanás.

b. “Son manchas y suciedad, que se gozan en sus placeres mientras los acompañan a ustedes en sus comidas”. 
Las palabras manchas y suciedad son lo opuesto de la descripción que Pedro hace de los creyentes. 

El los insta a “esfuércense por ser hallados sin manchas ni reproche, y en paz con el [Señor]” (3:14). 

Al describir a Jesucristo, Pedro lo describe “cordero sin mancha o defecto” (1 P. 1:19). Las personas que se describen en este texto, sin embargo, son exactamente lo opuesto a Cristo y de su iglesia. Entran en las casas de los miembros de la iglesia y comparten la comida y la bebida que el anfitrión les provee.

¿Cómo es posible que estos parranderos tuvieran comunión de mesa con los creyentes? 

El versículo paralelo de Judas 12 tiene la frase que sigue: “Estos son manchas en vuestros ágapes” (VRV). Los mejores manuscritos de la epístola de Pedro no tienen la lectura ágapes sino que tienen un sustantivo cuyo significado primario es decepciones, y como significado secundario, placeres

Muchas versiones han escogido la primera traducción, pero la lectura secundaria cuadra perfectamente. Quizá Pedro esté evitando hacer uso explícito del término ágape. ¿Cuál era este ágape?
[Se trataba] de una comida en la cual se usaba no sólo pan y vino sino todo tipo de viandas, una comida que tenía el doble propósito de satisfacer el hambre y la sed y de dar expresión al sentido de la comunidad cristiana. Al fin de esta fiesta, se tomaba el pan y el vino según el mandamiento del Señor … El ágape [fiesta de amor] estaba de este modo relacionado con la eucaristía, así como la última Pascua de Cristo lo estaba con el rito cristiano que él le injertó.
Quizás ya en el tiempo de Pedro, la comida comunitaria estaba separada de la Cena del Señor. Este ágape enfatizaba la hermandad de los participantes, la eucaristía marcaba la unidad que los creyentes tienen en Cristo. 
Pablo indica a los cristianos corintios que deben establecer una distinción entre las dos celebraciones cuando les dice: “¿No tenéis casa en las cuales comer y beber?” (1 Co. 11:22). El texto no dice si estos parranderos manchaban de esta manera la mesa del Señor en el tiempo de Pedro. 
Pedro, sin embargo, indica que banqueteaban hasta el punto de que se transformaban en manchas y suciedad para la comunidad cristiana.

14. Teniendo los ojos llenos de adulterio, son insaciables en el pecar; seducen a las almas inconstantes; son expertos en la avaricia—¡hijos de maldición!

Por medio de una serie de breves cláusulas, Pedro continúa su enumeración de vicios. 

No es raro que entre un grupo de parranderos el consumo de alcohol lleve a la lujuria y al abuso sexual. Por eso Pedro aporta la siguiente descripción, bien gráfica.

a. “Teniendo los ojos llenos de adulterio, son insaciables en el pecar”. 
La lectura literal del término adulterio es “adúltera”. En esta oración la palabra se refiere a “ojos que están llenos de (deseosos de) encontrar una adúltera, que siempre están buscando una mujer con la cuál cometer adulterio”. 

El lenguaje descriptivo de Pedro trae ecos de las palabras de Jesús: “Cualquiera que mira una mujer para codiciarla, ya ha adulterado con ella en su corazón” (Mt. 5:28).

Los traductores han vinculado las dos cláusulas que dependen mutuamente entre sí para formar una sola oración. Pedro describe a estos maestros como adúlteros que, por andar mirando codiciosamente a las mujeres, nunca dejan de pecar.

 ¡Qué punto de vista degradante del sexo opuesto! A ojos de estos, una mujer no es una persona sino una herramienta diseñada para satisfacer sus apetitos sexuales.

b. “Seducen a las almas inconstantes”. 
Pedro toma una palabra del lenguaje del pescador que tira un anzuelo para atrapar al incauto pez (v. 18; Stg. 1:14). 

Estos maestros tratan de atrapar a hombres y mujeres, especialmente a aquellos cristianos que son inconstantes en su fe, para hacerlos caer en pecados sexuales. 

Andan buscando miembros de la iglesia que no se han puesto la armadura de Dios (Ef. 6:13) y que no han atendido al consejo de Pedro de “estar afianzados en la verdad” (1:12). 

Se trata de personas que, por su inestabilidad, distorsionan las Escrituras (3:16) y se transforman en fácil presa del diablo y sus secuaces.

c. “Son expertos en la avaricia”
Una vez más Pedro recurre al lenguaje figurado. Lo toma esta vez del lenguaje del mundo de la gimnasia y dice que los falsos maestros han estado ejercitando sus corazones “como en un gimnasio” para la avaricia. 

El pecado de la avaricia no es sólo una transgresión del décimo mandamiento del Decálogo, sino que equivale a la idolatría (Col. 3:5). 

Es decir que el hombre no adora a Dios sino al ídolo de la codicia. Al comenzar su descripción de estos maestros, Pedro advierte a los creyentes contra el peligro de ser explotados. 

El dice: “Llevados de la codicia estos maestros se aprovecharán de ustedes con relatos inventados por ellos” (v. 3). Por hacer del dinero su ídolo (Mt. 6:24; Lc. 16:13), esta gente recibe la maldición de Dios.

d. “Hijos de maldición”
Pedro revela aquí su antecedencia hebrea, ya que exclama enfáticamente: “¡Hijos de una maldición!” La expresión hijos de es semita y aparece en diversas formas: por ejemplo: “hijos [objetos] de la ira” (Ef. 2:3), “hijos de la luz” (Ef. 5:8), e “hijos de la obediencia [hijos obedientes]” (1 P. 1:14
Esta expresión se asemeja a la frase hijos de la desobediencia (Ef. 2:2; 5:6).

¿Cuál es el resultado de la maldición de Dios sobre el hombre? Una maldición es lo contrario de una bendición. 

Cuando se pronuncia una maldición sobre alguien o algo, las bendiciones quedan retenidas y entonces sobreviene el desastre. Así vemos que la maldición pronunciada contra cualquiera que reedificase Jericó (Jos. 6:26) entró en efecto cuando, durante el reinado del rey Acab, Hiel de Betel reedificó Jericó; él perdió dos hijos a consecuencia de la maldición que Josué había proferido hacía siglos.

Pedro evita echar una maldición sobre los falsos maestros, ya que la Escritura enseña que los cristianos no deben maldecir a su prójimo sino más bien bendecirlo (Mt. 5:44; Lc. 6:28; Ro. 12:14, 19). Pedro observa y describe a la gente que de modo deliberado y constante pecan y por consiguiente se hacen objetos de la ira y de la condenación de Dios.
Palabras, frases y construcciones griegas en 2Pedro 2:13–14
Versículo 13
ἀδικούμενοι … ἀδικίας—“sufriendo la injusticia del salario de la injusticia”. Si bien esta combinación “incluye una construcción bastante extraña, … el autor parece haber tolerado la construcción gramatical poco usual en aras de poder urdir un juego de palabras [con estos dos vocablos]”.

τὴν … τρυφήν—el artículo determinado precede al sustantivo (“parranda”) para especificar el carácter distintivo de la implicación. Nótese también las estrechas relaciones de este sustantivo con el participio presente compuesto ἐντρυφῶντες (celebrar orgías).

ἀπάταις—en Judas 12 la lectura es ἀγάπαις (ágapes, fiestas de amor). Algunos manuscritos importantes tienen la misma lectura en la carta de Pedro. Sin embargo, la palabra ἀπάταις (engaños, placeres) probablemente sea la original; está libre del cargo de asimilación al texto de Judas 12.
Versículo 14
ἀκαταπαύστους—derivado del compuesto de (in), κατά (bajo) y παύω (detengo), este adjetivo verbal aparece solamente una vez en el Nuevo Testamento y se traduce “inquieto”.

φυχάς—esta palabra significa “personas” (cf. 1 P. 3:20).
γεγυμνασμένην—como participio perfecto pasivo de γυμνάζω (adiestro, entreno), este término tiene como derivación el término español gimnasioEl tiempo presente denota acción comenzada en el pasado con un efecto obvio para el presente.
La maldad
2Pedro 2:15–16
15. Han abandonado el camino recto, y se han extraviado para seguir el camino de Balaam, hijo de Beor, a quien le encantó el pago de la maldad.

Consideremos dos puntos:
a. Observación
Pedro sigue describiendo a los apóstatas de su tiempo y observa que han olvidado el camino de la obediencia. Dice: “Han abandonado el camino recto”. 

El texto griego da a entender que cuando estos maestros dejaron de a andar por el camino recto comenzaron a andar de aquí para allá, sin rumbo fijo. Junto con los otros escritores de la Biblia, Pedro se expresa por medio de metáforas. 

La frase el camino recto es una expresión idiomática que apunta al camino en que los hijos de Dios deben andar según su Palabra.

Por implicación, Pedro indica que los herejes seguían alguna vez el camino recto, pero que más tarde lo dejaron. Como consecuencia de esta decisión, comenta Pedro, ahora ellos vagan en la oscuridad. 

Esta es la gente de la cual el apóstol Juan dice: “Si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros” (1 Jn. 2:19; y también Heb. 6:4–6). Esta gente también sigue el rumbo que lleva a la muerte y a la destrucción.

b. “Ilustración”
“[Siguen] el camino de Balaam, hijo de Beor, a quien le encantó eI pago de la maldad”. 

En el pasaje paralelo, Judas cita tres ejemplos del Antiguo Testamento: el odio de Caín, la codicia de Balaam y la rebelión de Coré (v. 11). 

Pedro, sin embargo, se limita a usar el ejemplo de Balaam (Nm. 22–24). Este quería maldecir a los israelitas, pero por medio del Espíritu del Señor fue forzado a bendecirlos (cf. Dt. 23:4). 

Pedro ve un reflejo de los falsos maestros en la vida y circunstancias de Balaam. Considerando el marco histórico de Balaam y el pueblo de Moab, el apóstol nota la inmoralidad sexual de los moabitas, quienes, aliados con Balaam, trataron de seducir a los israelitas (véase especialmente Nm. 25:1–9; 31:16; Ap. 2:14). 

Asimismo, Pedro nota el interés que Balaam tenía en la honra personal y en la ganancia material a expensas del pueblo de Dios. 

Y finalmente, Balac rey de Moab quería que Balaam maldijese, no bendijese, a los israelitas.

Las semejanzas son obvias. Los herejes del tiempo de Pedro están tratando de inducir a los creyentes hacia el desorden y la inmoralidad; su codicia es evidente para cualquier miembro de la comunidad; enseñan herejías destructivas que apuntan a desviar a los creyentes del camino de la verdad. Son, en efecto, una raza maldita.

Pedro declara que a Balaam “le encantó el pago de la maldad”. Balaam, aunque movido por la codicia, tenía bien en claro que los israelitas eran el pueblo escogido de Dios a quienes este mismo Dios protegía. Pero al unir sus fuerzas a las de los enemigos de Dios, recibió “el pago de la maldad”.

 Balaam era impelido por su amor a las recompensas materiales, no por el amor a Dios y a su pueblo. Poco tiempo después, el ejército de Israel mató a Balaam en la batalla contra los madianitas (Nm. 31:8).

Por medio de esta ilustración histórica Pedro revela los motivos de los falsos maestros. Los describe como seguidores de Balaam y intima que también ellos tendrán su recompensa. “Desde hace mucho tiempo la condenación se cierne sobre ellos, y su destrucción no se ha dado el lujo de dormir” (v. 3). Su recompensa será la misma que la de Balaam.

16. Pero por su maldad lo reprendió un burro—una muda bestia de carga—que habló con voz humana e impidió la locura del profeta.

Este versículo es en realidad una palabra indirecta de aliento a los lectores de la epístola de Pedro. 

Ellos ven las “manchas y suciedad” de los herejes que hay dentro de la comunidad cristiana, saben que el propósito específico de esta gente es llevar a la destrucción a la iglesia, pero se dan cuenta de que Dios “sabe como librarlos de las pruebas” (v. 9). 

Si el burro de Balaam reprobó al errado profeta, entonces los creyentes pueden reprobar a los falsos maestros mediante las enseñanzas de la Palabra de Dios.

El burro de Balaam, al ver al ángel del Señor con su espada desenvainada, trató de eludir el desastre inevitable (Nm. 22:21–28). Aun después que Dios le diera al asno el recurso del lenguaje humano, Balaam no alcanzaba a reconocer el peligro que le enfrentaba. En su misericordia, Dios abrió los ojos de Balaam para que él mismo pudiese ver al ángel del Señor con la espada lista para matarlo.

¿Por qué cuenta Pedro el relato del asno que habló? 
Por varias razones: para comparar la insensibilidad de Balaam con la de los falsos maestros; para demostrar que así como Balaam avanzaba ciegamente en el camino de la destrucción, del mismo modo están perdidos los herejes; para revelar la intervención de Dios al hacer que Balaam bendijese a Israel; y para darles a los creyentes del tiempo de Pedro la certidumbre de que Dios los protege.

Pedro llama a Balaam profeta, no para indicar que era un verdadero profeta, sino que Dios lo usó a pesar de su locura. 

Si hubiese sido un verdadero siervo de Dios, su conducta nunca se hubiese caracterizado por la locura. Su obstinación ocasionó su caída y su muerte.
Consideraciones doctrinales en 2 Pedro 2:15–16
Los críticos de la fe cristiana desvirtúan los relatos de milagros que aparecen en el Antiguo y en el Nuevo Testamento. 
Consideran que estas historias son leyendas y mitos cuyo contenido debe ser descartado a la luz de la ciencia moderna. Y consideran que cualquiera que acepta estos milagros por fe es una persona que no usa su capacidad de raciocinio. 
Describen al cristiano como una persona tan crédula que creería en la Biblia, ya fuese que ésta dijese que Jonás se tragó a la pez o que la pez se tragó a Jonás.

Sin embargo el creyente observa todos los milagros de la Biblia y ve en ellos la mano del Señor. Sabe que Dios hace milagros ya sea en respuesta a la fe de su pueblo o para inculcar y fortalecer la fe de los creyentes.

Entre los numerosos milagros que figuran en la Escritura, el burro de Balaam que habla no constituye un caso excepcional. Esto aconteció en un momento de crisis en la historia de Israel en que fuerzas hostiles trataban de lograr la maldición de Israel. 

Dios intervino y no sólo hizo que el burro de Balaam hablase, sino que también logró que Balaam bendijese al pueblo de Dios en vez de maldecirlo. Un milagro es, por lo tanto, un acto de Dios. Y dado que es Dios el que actúa, el cristiano cree.

¿Es el cristiano una persona crédula? 
Para él el milagro más grande que Dios efectuó es el de la resurrección de Cristo. 

Todos los otros milagros son secundarios. Si no creemos es la resurrección física de Cristo, entonces el mensaje del evangelio carece de valor y nuestra fe es inútil (1 Co. 15:14).
Palabras, frases y construcciones griegas en 2Pedro 2:15–16
Versículo 15
καταλείποντες—algunos manuscritos tienen καταλιπόντες (aoristo activo) en vez del presente activo. 
La diferencia reside en que el presente muestra acción simultánea con la del verbo principal, en tanto que el tiempo aoristo indica una acción previa al mismo. 
En lo fundamental, el efecto es el mismo. El participio denota causa.

ἐπλανήθησαν—deriva del verbo πλανάω (causo el extravio), el aoristo significa acción ingresiva; la voz pasiva (“ser descarriado”) implica la acción de un agente.
Versículo 16
ἰδίας παρανομίας—el uso del adjetivo ἰδίας es enfático: “su propio”. Este es el único lugar del Nuevo Testamento en que encontramos a este sustantivo. Se deriva de la preposición παρά (desde el lado de) y νόμος (ley) y significa “hacer mal”, “maldad”.
DESCARGAR
https://story.ad/site/file_download/smartpublicity1467919561neTNIrOs.html