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viernes, 7 de agosto de 2015

Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



 
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PREPARACIÓN DE SERMONES
3JUAN 1-4
  1. El anciano a Gayo, el amado, a quien amo en la verdad. 
  2. Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma. 
  3. Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad. 
  4. No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad.



V. 1. El anciano (V. “Paternidad Literaria” en la Introducción) saluda al destinatario de esta carta en forma breve y afectuosa. 

Este saludo es diferente a la mayoría de los que aparecen en las epístolas del N.T., en que le falta expresar el común deseo de gracia y paz. 

Sin embargo, la despedida incluye la expresión “la paz sea contigo” (v. 14).

La expresión el amado trad. las palabras gr. tō agapētō, que se derivan del vb. agapaō (amo). El espíritu de amor cristiano prevalecía en la actitud del anciano hacia Gayo. Y ese era precisamente el espíritu que debía caracterizar la actitud de Gayo hacia los predicadores itinerantes como Demetrio. En otras tres ocasiones, el escritor se dirige a Gayo usando este mismo significativo término (vv. 2, 5, 11).

Además, el amor del apóstol por Gayo se basaba en la verdad, i.e., era genuino y de acuerdo con la verdad de Dios. De la misma forma, Gayo debía expresar su amor cristiano ofreciendo una hospitalidad que apoyara la verdad (cf. v. 8). Como en las dos anteriores epístolas de Juan, el argumento de esta carta está dominado por el interés del escritor de que existiera la verdad y el amor en la experiencia cristiana de sus lectores (“verdad”: vv. 1, 3 [dos veces], 4, 8, 12; “verdadero”: v. 12; “amor”: vv. 1, 6).

V. 2. El anciano se sentía complacido por la condición espiritual de Gayo y deseaba que pudiera estar igualmente bien en lo físico. Como lo muestran los vv. 2–6, Gayo era evidentemente un extraordinario hombre espiritual. Las palabras yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma no es una expresión simple y convencional de buenos deseos. 

El apóstol estaba interesado en el bienestar temporal de otros, no tan sólo en su prosperidad espiritual. Seguramente debió haber aprendido esto de Jesús mismo, cuya preocupación por los problemas físicos de la gente se pone de manifiesto en los cuatro evangelios. Sin duda, este es un aliciente bíblico para los cristianos de hoy, para que oren por las necesidades temporales de sus compañeros.

V. 3. El anciano sintió mucho gozo (cf. v. 4) al saber, por algunos hermanos, acerca de la fidelidad de Gayo hacia la verdad. Las palabras dieron testimonio de tu verdad son una trad. lit. del gr. El apóstol estaba diciendo que él había oído que Gayo era un hombre de la verdad. Muy posiblemente, los “hermanos” que llevaron ese testimonio a Juan habían disfrutado de la hospitalidad de Gayo, la misma cosa que el escritor estaba solicitando en favor de Demetrio (v. 10). Las palabras de cómo andas en la verdad, detallan lo que los “hermanos” habían dicho de Gayo. El estilo de vida de Gayo (su “andar”) era consistente con la verdad de Dios.

V. 4. Nada hacía más feliz a Juan (cf. v. 3) que oir que sus hijos andaban en la verdad. Esta expresión es similar a la de 2 Juan 4. Es posible que Juan, al referirse a Gayo como uno de sus hijos, dijera que éste era uno de sus convertidos (cf. el uso que Pablo hace de esta misma idea en 1 Co. 4:14; Gá. 4:19; Fil. 2:22). Por otra parte, el anciano apóstol pudo simplemente haber considerado desde una perspectiva de padre—con interés paternal—a los que él ministraba.


  1.      El saludo del anciano, v. 1
De acuerdo a lo expresado en la Introducción, el anciano (presbuteros 4245) no es otro que el apóstol Juan, quien goza de suficiente autoridad pastoral para formular atinados comentarios de lo que está ocurriendo en las diferentes iglesias del Asia Menor. A diferencia del apóstol Pablo, Juan no incluye su nombre en sus escritos ni las expresiones “apóstol” o “siervo”. La tradición y la patrística, mayoritariamente, no han titubeado en asignar estos escritos al apóstol Juan. Un Juan lleno de bondad pero también muy consciente de lo que significa la sana doctrina y el orden que debe imperar en la iglesia del Señor.

  2.      El líder encomiado, v. 2
Los primeros cuatro versículos son suficientes para formarnos una clara imagen de quién era este dirigente cristiano. 

Todo indica que Gayo era el principal líder de la iglesia local, temporalmente confundido por lo que está ocurriendo en su congregación en relación con el pobre sentido de la hospitalidad, que algunos quieren darle, y el mezquino espíritu de uno de ellos que se quiere exaltar injustificadamente (vv. 5–9).

Como ocurre también en otros casos, no tenemos mayores informaciones de este receptor epistolar a quien Juan distingue y agradece por lo que está haciendo. La expresión repetida amado (agapetos27), (vv. 1, 5, 11) no es tan solo una palabra de cortesía o trato paternal de un pastor experimentado en la obra de Dios, sino que obedece al sentir íntimo de Juan para reconfortar y apoyar a su consiervo en los momentos difíciles que vive. 

Una palabra de amistad dada oportunamente vale mucho y, si es delicada, vale el doble. Aun dando consejos o corrigiendo intenciones (vv. 6b, 8, 10a), el pastor Juan lo hace con amor y optimismo; nunca para descalificar. Así, todo marcha mejor. Juan sabía que Gayo estaba bien anímicamente al decirle que su alma (psuce5590) prosperaba (v. 2b).

  3.      La alegría del buen testimonio, vv. 3, 4
Más que por uno mismo, el buen testimonio se capta por otros. Razón tenía el proverbista al decir: “Deja que sean otros los que te alaben; no está bien que te alabes tú mismo” (Prov. 27:2, DHH). 

El excesivo uso del yo, inevitablemente, se torna odioso a los demás. El Apóstol está feliz porque fueron los hermanos en la fe los que daban testimonio de tu verdad, es decir, de cómo andas en la verdad (comp. BJ, “vives según la verdad”). Los informantes nada habían ocultado al Apóstol acerca del proceder de Gayo en la iglesia y la respetuosa conducta que irradiaba como líder de la misma. 

“Andar en la verdad” no solo era la práctica de Gayo, sino también oír que mis hijos andan en la verdad (v. 4). El estilo paternal del anciano al hablar de mis hijos es manifiesto a causa de sus no disimulados elogios para Gayo y para quienes estaban observando una calidad de vida digna de imitar, porque esto es lo que quiere Dios (comp. 2 Jn. 4). Imaginar que Gayo hubiese sido calumniado ante Juan, como lo supone Weiss, es demasiado apresurado; de otro modo, Juan lo hubiese hecho notar de la misma forma como lo hizo con la conducta observada por Diótrefes (vv. 9, 10). Gayo no necesitaba ser consolado, sino apoyado. Y eso fue lo que hizo el Apóstol.



BOSQUEJO HOMILÉTICO

El valor del testimonio cristiano
3 JUAN V. 3
Introducción: El testimonio cristiano es de gran valor en medio de los que no conocen al Señor, porque …
        I.      Autentica las palabras de las Escrituras.
    1.      El mundo necesita ver el poder del evangelio.
    2.      La vida transformada da crédito a las Escrituras.
    3.      El testimonio pone en acción la verdad.

        II.      Glorifica el nombre de Dios.
    1.      El creyente proclama con su vida la gracia de Dios.
    2.      La vida redimida es un canto de alabanza a Dios.
    3.      El testimonio impulsa a otros a conocer a Jesús.

        III.      Modifica la opinión de otros.
    1.      La familia se sorprende de la nueva conducta.
    2.      La sociedad reconoce la vida transformada.
    3.      La iglesia jubilosa enaltece el poder y amor de Dios

        IV.      Magnifica la obra redentora.
    1.      Derrumba los argumentos de los incrédulos.
    2.      Ridiculiza las doctrinas humanas de salvación.
    3.      Despierta nueva pasión por las almas perdidas.

Conclusión: Necesitamos el testimonio cotidiano de los creyentes en medio de un mundo perdido.



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martes, 4 de agosto de 2015

El nombre del primero era Pisón. Éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde se halla el oro. Y el oro de aquella tierra es bueno. Allí hay bedelio y piedra ónice.

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6



 
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Preparador de Sermones Expositivos
GÉNESIS 2:8-14

8      Y plantó YHVH ’Elohim un huerto en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había           formado.
9      YHVH ’Elohim hizo brotar de la tierra todo árbol agradable a la vista y bueno para                 comida. Y en medio del huerto estaba el árbol de la vida, y el árbol del conocimiento             del bien y del mal.
10    Y del Edén salía un río que regaba el huerto y desde allí se dividía en cuatro cauces.
11   El nombre del primero era Pisón. Éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde            se halla el oro.
12   Y el oro de aquella tierra es bueno. Allí hay bedelio y piedra ónice.
13   El nombre del segundo río era Guijón. Éste es el que rodea toda la tierra de Cus.
14   El nombre del tercer río era Jidequel, que fluye al oriente de Asiria. Y el cuarto río era          el Éufrates.

    El jardín del Edén (2:8–14)
La palabra huerto (8) es una traducción de la hebrea gan, que se refiere a un lugar circunscrito. La Septuaginta la interpreta como “paraíso” paradeison, término persa que significa parque.

La palabra Edén no es una traducción sino una adecuación de los sonidos hebreos a la lengua vernácula. Fundamentalmente significa “placer” o “delicia”. Parece indicar una región. Edén, puede provenir de la palabra asiria edinu, que quiere decir llano, pradera, o desierto y designa al territorio comprendido entre los ríos Tigris y Eufrates. 

Si la expresión y salía de Edén un río (10) se interpreta como mirando río arriba, el huerto podría haber estado situado en la parte más baja de la Mesopotamia. Si en cambio se pensara en ella como mirando “río abajo”, el referido lugar podría estar en Armenia, cerca de las fuentes del Tigris y el Eufrates (véase mapa 1). Hasta el presente no se ha llegado a ninguna conclusión al respecto.

Más importante para la historia, es la presencia del árbol de la vida (9) y el árbol de la ciencia del bien y del mal. Parece que el primer árbol mencionado es la fuente de vida de la cual tuvo que ser separado el hombre después de su caída en el pecado (3:22–24). En Proverbios 3:18; 11:30; 13:12; 15:4, se menciona “un árbol de vida”, representándolo como fuente de felicidad, sabiduría y esperanza, en sentido figurado. La frase también se encuentra en Apocalipsis 2:7, como la recompensa suprema de los fieles; y como símbolo de vida eterna (22:2, 14).

En lo que concierne al árbol de la ciencia del bien y del mal, estos dos opuestos representan los extremos del conocimiento y son expresión idiomática para expresar totalidad—en este caso, omnisciencia y poder. En Deuteronomio 1:39 e Isaías 7:14–17, la falta de conocer lo bueno y lo malo indica inmadurez, mientras que en 2 Samuel 19:35, la plena maduración está indirectamente asociada con la facultad para discernir entre lo bueno y lo malo. Pero Génesis 3:5 sugiere que esa prerrogativa es un atributo divino; y Proverbios 15:3 hace una clara aseveración de que es un equivalente de la omnisciencia (véase 2 S. 14:17; 1 R. 3:9).

Jamás se ha identificado satisfactoriamente al río Pisón (11), aunque se han presentado conjeturas entre las cuales está la del río Indus de la India. Havila es el nombre de un territorio arenoso productor de finísimo oro. En esa tierra había bedelio (12), aparentemente una goma de gran valor muy conocida por los israelitas (véase Nm. 11:7). Es incierto que la palabra ónice, sea la traducción correcta de la hebrea shoham; la Septuaginta sugiere berilo.

Tampoco ha sido reconocido Gihón (13). Durante mucho tiempo se ha conjeturado que ese río puede ser el Nilo, porque la Septuaginta, la Vulgata y la versión inglesa identifican la palabra Kush con Etiopía. Pero, como en Génesis 10:7–10 los descendientes de Cus eran tribus o ciudades árabes o mesopotámicas, algunos han sostenido que Gihón es el río Araxes que corre hasta el Cyro y luego desemboca en el mar Caspio. Cus sería el nombre que los hebreos daban a los cassitas, habitantes de aquellas regiones.

El tercer río… Hidekel (14); se trata del bien conocido Tigris (vea mapa 1) que en el antiguo acadiano era llamado idiglat. El Eufrates corre paralelo al Tigris con el que se une para bañar el valle de la Mesopotamia. Todavía sigue siendo un río importante. Los asirios lo denominaban puratu, pero en el antiguo persa era ufratu, que sirvió de base al griego eufrates.

   Tierra, aspectos espirituales de la
Sinopsis
La Escritura presenta a la tierra desde una perspectiva espiritual. La tierra entera, que una vez fue perfecta pero que ahora está contaminada por la caída, será un día renovada. Habrá un nuevo cielo y una nueva tierra donde habrá vida en abundancia y la presencia de Dios se experimentará por siempre.
Edén: la buena tierra original
Génesis 2.8–9 (BTX) — 8 Y plantó yhvh ’Elohim un huerto en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado. 9 yhvh ’Elohim hizo brotar de la tierra todo árbol agradable a la vista y bueno para comida. Y en medio del huerto estaba el árbol de la vida, y el árbol del conocimiento del bien y del mal.
EL paraíso perdido: expulsión del jardín
Génesis 3.17–19 (BTX) — 17 Y al hombre dijo: Por cuanto atendiste a la voz de tu mujer, Y comiste del árbol del cual te ordené, diciendo: No comas de él, ¡Maldita sea la tierra por causa tuya! Con fatiga comerás de ella todos los días de tu vida, 18 Espino y abrojo te brotará y Comerás hierba del campo. 19 Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que retornes a la tierra, Porque de ella fuiste tomado, Pues polvo eres y al polvo volverás.
Ver también Ro 8.19–20
Romanos 8.19–20 (BTX) — 19 Porque el profundo anhelo de la creación espera la revelación de los hijos de Dios. 20 Porque la creación fue sometida a vanidad, no por su propia voluntad, sino por la del que la sujetó; en esperanza
La tierra prometida: un eco del Edén
Deuteronomio 8.7–10 (BTX) — 7 Porque yhvh tu Dios te conduce a una tierra excelente, tierra de arroyos de aguas, de fuentes y manantiales, que brotan en la planicie y en la montaña. 8 Tierra de trigo y de cebada, de vides, de higueras y granados, tierra de aceite, de olivas y de miel. 9 Tierra en la cual no comerás el pan con escasez ni en ella te faltará nada. Tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes extraerás el cobre. 10 Y siempre que comas y te sacies bendecirás a yhvh tu Dios por la buena tierra que te habrá dado.
Éxodo 3.8 (BTX) — 8 Descenderé, pues, para librarlo de mano de los egipcios y para hacerlo subir de ese país a una tierra buena y ancha, a una tierra que fluye leche y miel, al lugar del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo.
Éxodo 3.17 (BTX) — 17 Y he dicho: Os haré subir de la aflicción de Egipto a la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo, a una tierra que fluye leche y miel.
Éxodo 13.5 (BTX) — 5 y sucederá que cuando yhvh te introduzca en la tierra del cananeo, del heteo, del amorreo, del heveo y del jebuseo, tierra que destila leche y miel, la cual juró a tus padres que te daría, celebraréis este ritual en este mes.
Levítico 20.24 (BTX) — 24 Pero a vosotros os he dicho: Vosotros poseeréis la tierra de ellos, y Yo os la daré para que la poseáis, tierra que fluye leche y miel. ¡Yo soy yhvh vuestro Dios, que os he apartado de entre los pueblos!
Números 13.27 (BTX) — 27 Y le contaron diciendo: Hemos llegado hasta el país al cual nos enviaste, y realmente es una tierra que fluye leche y miel. ¡Ved aquí sus frutos!
Deuteronomio 6.3 (BTX) — 3 Oye pues, oh Israel, y cuidarás de hacerlo, como te habló yhvh, el Dios de tus padres, para que te vaya bien y te multipliques en gran manera en la tierra que mana leche y miel.
Deuteronomio 11.8–12 (BTX) — 8 Guardad pues todo el mandamiento que yo os ordeno hoy, para que seáis fuertes, y entréis y poseáis la tierra donde vais a pasar para conquistarla. 9 Para que prolonguéis los días sobre la tierra que yhvh juró a vuestros padres que les daría a ellos y a su simiente, tierra que mana leche y miel. 10 Porque la tierra a la cual entras para poseerla, no es como la tierra de Egipto, de donde salisteis, donde sembrabas tu semilla y regabas con tu pie, como huerto de hortaliza. 11 Sino que la tierra que pasáis a poseer es una tierra de montes y planicies que se abreva con las aguas de la lluvia de los cielos. 12 Es una tierra que yhvh tu Dios cuida. Los ojos de yhvh tu Dios están siempre sobre ella, desde el principio del año hasta el final del año.
Deuteronomio 26.9 (BTX) — 9 y nos trajo a este lugar y nos dio esta tierra, tierra que mana leche y miel.
Deuteronomio 27.3 (BTX) — 3 Y escribirás sobre ellas todas las palabras de esta Ley, en cuanto hayas pasado para entrar en la tierra que yhvh tu Dios te da, tierra que mana leche y miel, tal como yhvh, el Dios de tus padres, te ha dicho.
La tierra de Israel después del exilio
Promesa del retorno a la tierra
Amós 9.14–15 (BTX) — 14 Y haré volver del cautiverio a mi pueblo Israel, Y reedificarán las ciudades asoladas y las habitarán, Y plantarán viñas y beberán su vino, Y harán huertos y comerán su fruto. 15 Los plantaré en su tierra, Y nunca más serán arrancados de la tierra que les di. Oráculo de yhvh, el Dios tuyo.
Isaías 14.1 (BTX) — 1 Sí, yhvh tendrá misericordia de Jacob, Él volverá a escoger a Israel. Y los hará reposar en su propia tierra; Los extranjeros se juntarán a ellos, Y se unirán a la casa de Jacob.
Isaías 35.1–10 (BTX) — 1 ¡Alégrense el desierto y el sequedal! ¡Regocíjese el Arabá y florezca como el lirio, 2 Florezca exuberante y desborde de júbilo, Alégrese y cante alabanzas! Porque le fue dada la gloria del Líbano, La hermosura del Carmelo y de Sarón. Sí, ellos verán la gloria de yhvh, La majestad de nuestro Dios. 3 Fortaleced las manos cansadas, Afirmad las rodillas endebles, 4 Decid a los de corazón apocado: ¡Esforzaos, no temáis! ¡He aquí vuestro Dios viene con retribución: La venganza es de ’Elohim; Él mismo vendrá y os salvará. 5 Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, Y los oídos de los sordos destapados. 6 Entonces el cojo saltará como un ciervo, Y cantará la lengua del mudo, Porque aguas han brotado en el desierto, Y torrentes en el Arabá. 7 La tierra árida se convertirá en lagunas, Y el sequedal en manantiales de aguas, Pastizales, juncos y cañaverales en el lugar Donde se tumbaban chacales. 8 Y habrá allí calzada y camino, Y será llamado Camino de Santidad. No pasará inmundo por él. El que ande por este Camino, Por torpe que sea, no se extraviará, Porque Él mismo estará con ellos. 9 No habrá allí león, ni fiera subirá por él, ni será allí hallada, Para que caminen los redimidos. 10 Y los redimidos de yhvh volverán y entrarán en Sión con gritos de júbilo, Alegría perpetua coronará sus cabezas, Y retendrán el alborozo y el regocijo, Porque la tristeza y el lamento habrán huido.
Ezequiel 20.41–42 (BTX) — 41 Y cuando os haya sacado de entre los pueblos y congregado de entre las naciones en que estáis esparcidos, os aceptaré como aroma que aplaca, y mi santidad será reflejada en vosotros ante los ojos de las naciones. 42 Y sabréis que Yo soy yhvh, cuando os haya traído a la tierra de Israel; tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a vuestros padres.
Ezequiel 34.11–13 (BTX) — 11 Porque así dice Adonay yhvh: He aquí Yo mismo buscaré a mis ovejas y las reconoceré. 12 Como el pastor reconoce su rebaño el día que está en medio de sus ovejas esparcidas, así reconoceré mis ovejas y las libraré de todos los lugares en que fueron esparcidas en día nublado y de oscuridad. 13 Las sacaré de entre los pueblos, las reuniré de las naciones y las traeré a su propia tierra, y las apacentaré en los montes de Israel, por las riberas, y en todos los lugares habitados del país.
Amós 9.11–12 (BTX) — 11 En aquel día levantaré el tabernáculo de David, ya caído, Y cerraré sus brechas y reconstrui-ré sus ruinas, Y lo edificaré como en los días de antaño; 12 Para que posean el remanente de Edom Y a todas las naciones sobre las cuales es invocado mi Nombre, Dice yhvh, que hace esto.
Hechos de los Apóstoles 15.16–17 (BTX) — 16 Después de estas cosas volveré, y restauraré el tabernáculo de David, que ha estado caído, Y reconstruiré sus ruinas, y lo reedificaré; 17 Para que el resto de los hombres busquen al Señor, Y todos los gentiles sobre los cuales es invocado mi Nombre,
Promesa de un medio ambiente restaurado
Isaías 51.3 (BTX) — 3 Ciertamente yhvh consolará a Sión, Consolará todos sus lugares desolados; Convertirá su desierto en un edén, Su yermo en paraíso de yhvh; Allí habrá gozo y alegría, Acciones de gracias y voz de melodía.
Ver también Zac 8.12–13
Zacarías 8.12–13 (BTX) — 12 Porque habrá una simiente de paz: La vid dará su fruto y la tierra su cosecha, y los cielos darán su rocío, y haré que el remanente del pueblo posea todo esto. 13 Y así como fuisteis maldición entre las naciones, oh casa de Judá y casa de Israel, así os salvaré para que seáis de bendición. ¡No temáis y esforzad vuestras manos!
La restauración final de la tierra
Isaías 65.17 (BTX) — 17 Porque he aquí, Yo creo nuevos cielos Y nueva tierra, Y de lo primero no habrá memoria, Ni vendrán más al pensamiento.
Ver también Is 66.22 ; Ro 8.21
Isaías 66.22 (BTX) — 22 Porque así como los nuevos cielosy la nueva tierra que voy a hacer Permanecerán delante de mí, dice yhvh; Así permanecerán vuestro linaje y vuestro nombre.
Romanos 8.21 (BTX) — 21 de que también la creación misma será liberada de la esclavitud de corrupción a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
Jesucristo reinará eternamente sobre nuevos cielos y nueva tierra
Zacarías 9.9–10 (BTX) — 9 ¡Alégrate mucho, capital de Sión! ¡Da voces de júbilo, ciudad de Jerusalem! Mira a tu Rey llegando, justo y victorioso, Humilde, montado en un asno, en una cría de asna. 10 Haré cortar el carro de en medio de Efraín, Y la cabalgadura dentro de Jerusalem, El arco de guerra será quebrado, Porque Él hablará paz a las naciones; Su imperio será de mar a mar Y desde el río hasta los confines de la tierra.
Mateo 21.5 (BTX) — 5 Decid a la hija de Sión: He aquí, tu Rey viene a ti, Manso, y sentado sobre un asna, y sobre un pollino, hijo de bestia de carga.
Juan 12.15 (BTX) — 15 No temas, hija de Sión; He aquí, tu Rey viene, Montado en un pollino de asna.
2 Pedro 3.13 (BTX) — 13 Pero, según su promesa, esperamos nuevos cielos y nueva tierra, en los cuales mora la justicia.
Apocalipsis 21.1–4 (BTX) — 1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar no existía más. 2 Y vi que descendía del cielo, de Dios, la ciudad santa: Una nueva Jerusalem, dispuesta como una esposa ataviada para su esposo. 3 Y oí una gran voz procedente del trono, que decía: He aquí el Tabernáculo de Dios con los hombres, y morará con ellos, y ellos serán pueblos suyos, y Dios mismo estará con ellos. 4 Y enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no existirá la muerte, ni habrá ya llanto, ni clamor, ni dolor. Las primeras cosas pasaron.
Apocalipsis 22.1–5 (BTX) — 1 Y me mostró un río de agua de vida, resplandeciente como el cristal, que fluye del trono de Dios y del Cordero. 2 En medio de su calle, a uno y otro lado del río, estaba el árbol de vida, que produce doce frutos, dando su fruto según cada mes, y las hojas del árbol son para sanidad de las naciones. 3 Y ya no habrá más maldición, sino que el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, 4 y verán su rostro, y su Nombre estará en sus frentes. 5 Y ya no habrá noche, y no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz de sol, porque el Señor Dios resplandecerá sobre ellos, y reinarán por los siglos de los siglos.
Visión de la vida en la nueva tierra
Isaías 11.6–9 (BTX) — 6 Entonces morará el lobo con el cordero, Y el leopardo sesteará junto con el cabrito; El becerro, el cachorro de león y el animal cebado crecerán juntos Y un niño los pastoreará. 7 Pacerán la vaca y la osa, Y sus crías se echarán juntas, Y el león comerá paja como el buey. 8 El niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid, Y el recién destetado meterá su mano en el escondrijo de la serpiente. 9 No harán mal ni dañarán en todo mi Santo Monte, Porque como las aguas colman el mar, Así la tierra estará llena del conocimiento de yhvh.
Ver también Os 2.18–23 ; Mi 4.2–4
Oseas 2.18–23 (BTX) — 18 18 Pactaré a favor de ellos un pacto con las bestias salvajes, Con las aves de los cielos y con los reptiles de la tierra; Romperé el arco, la espada y las batallas de la tierra, Y haré que reposen seguros. 19 19 Te desposaré conmigo para siempre, Te desposaré conmigo en justicia y derecho, En benignidad y gran misericordia. 20 20 Te desposaré conmigo en fidelidad, y tú conocerás a yhvh. 21 21 Aquel día responderé. Oráculo de yhvh: Yo responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra, 22 22 Y la tierra responderá al trigo, al vino y al aceite, Y ellos responderán a Jezreel. 23 23 Y la sembraré en la tierra para mí mismo, Y me compadeceré de Lo-ruhama, Y diré a Lo-ammi: Pueblo mío. Y él responderá: ¡Tú eres mi Dios!
Miqueas 4.2–4 (BTX) — 2 Y muchas naciones irán allí y dirán: Venid, subamos al Monte de yhvh, a la Casa del Dios de Jacob; Él nos enseñará sus caminos, y nosotros andaremos en sus sendas. Porque de Sión saldrá la Ley, y de Jerusalem la palabra de yhvh. 3 Y Él juzgará entre muchos pueblos, y decidirá sobre naciones poderosas, Hasta las más distantes. Forjarán sus espadas en arados y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, Ni se adiestrarán más para la guerra. 4 Sino que cada uno se sentará debajo de su vid y debajo de su higuera, Y nadie los amedrentará, Porque la boca de yhvh Sebaot lo ha dicho.
El nuevo Edén: la herencia del cristiano
Hebreos 11.13–16 (BTX) — 13 Conforme a la fe murieron todos éstos, no habiendo recibido las promesas, sino mirándolas de lejos, las creyeron y las saludaron, confesando así que eran extranjeros y peregrinos en la tierra. 14 Porque los que dicen estas cosas dan a entender que buscan una patria, 15 y si ciertamente se acordaran de aquella de donde salieron, hubieran tenido tiempo de regresar, 16 pero anhelaban una mejor, esta es, la celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos, pues les preparó una ciudad.
Ver también Sal 37.11 ; Mt 5.5 ; Ro 8.17 ; 2 P 3.13 ; Ap 2.7 ; Ap 21.7
Salmo 37.11 (BTX) — 11 Pero los mansos heredarán la tierra, Y se deleitarán con abundante paz.
Mateo 5.5 (BTX) — 5 Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra.
Romanos 8.17 (BTX) — 17 Y si hijos, también herederos: por una parte, herederos de Dios, y por la otra, coherederos con Cristo, ya que juntamente padecemos para que juntamente seamos glorificados.
2 Pedro 3.13 (BTX) — 13 Pero, según su promesa, esperamos nuevos cielos y nueva tierra, en los cuales mora la justicia.
Apocalipsis 2.7 (BTX) — 7 El que tiene oído, oiga qué dice el Espíritu a las iglesias. Al que venza, le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios.
Apocalipsis 21.7 (BTX) — 7 El que venza heredará estas cosas, y le seré por Dios, y él me será por hijo.
“Paraíso” es una palabra persa asimilada al idioma griego, con el significado de “parque” o “jardín”. En Ge 2:8 se refiere al Edén:
Lucas 23.43 (BTX) — 43 Le dijo: De cierto te digo: Hoy estarás conmigo en el paraíso.
2 Corintios 12.1–4 (BTX) — 1 Ciertamente gloriarse no es provechoso, aunque es necesario. Vendré, pues, a las visiones y revelaciones del Señor: 2 Sé de un hombre en Cristo que hace catorce años (si en cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), el tal fue arrebatado hasta el tercer cielo. 3 Y sé del tal hombre (si en el cuerpo, o aparte del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), 4 que fue arrebatado al paraíso, y escuchó palabras inefables que no es dado al hombre expresar.



El primer jardín (2.4–14)

La historia bíblica puede resumirse en cuatro jardines: (1) Edén, donde entró el pecado; (2) Getsemaní, donde Cristo se entregó a la muerte; (3) Calvario, donde murió y fue sepultado (véase Jn. 19.41–42); y (4) el «jardín del paraíso» celestial (Ap 21.1ss). 

Moisés describe el primer hogar que Dios le dio a la primera pareja. Aquí no se incluyen detalles adicionales del relato de la creación del capítulo 1; estos son complementarios, no contradictorios. 

El versículo 5 indica que Dios necesitaba al hombre para ayudarle a labrar la tierra. El hombre fue «formado» así como el alfarero da forma al barro (la misma palabra en Jer 18.1ss). El hombre era responsable por cultivar el jardín (cuidarlo) y guardarlo (lo que sugiere la presencia de un enemigo). Dios le dio a Adán y Eva todo lo que necesitaban para la vida y la felicidad, todo lo que fue bueno y placentero, y les permitió que lo disfrutaran en abundancia.

Los dos árboles son importantes. El texto de 3.22 sugiere que el árbol de la vida sustentaba la vida para la humanidad (véase también Ap 22.2). Si Adán hubiera comido del árbol de la vida después de pecar, no hubiera muerto y entonces la muerte no hubiera pasado a todos los hombres (Ro 5.12ss) y Cristo no hubiera muerto para redimir a los hombres. El árbol de la ciencia del bien y del mal simbolizaba la autoridad de Dios; comer de ese árbol significaba desobedecer a Dios e incurrir en la pena de muerte. No sabemos qué clase de árboles eran, sin embargo es cierto que Adán y Eva comprendieron su importancia.

EL RIO DE DIOS
Génesis 2:8–14
Ya el Salmista, (46:4) cantó acerca de un río que alegraba la ciudad de Dios.
Ese río del Edén que se repartía en cuatro ramales es figura del evangelio.
PISON “libertad”; GIHON “plenitud”; HIDEKEL “rapidez”; EUFRATES “dulzura”.
Cada uno de estos significados los alcanzamos en Cristo Jesús.
I.     EL ORIGEN DE ESTE RIO
Salía del Edén; región mesopotámica llena de hermosura y riqueza.
De ahí el significado de EDEN, “delicia”, “paraíso en la tierra”.
Ez. 47:12, sale del santuario y en Apoc. 22:1, del trono de Dios.
Ese río nos habla de un país, de otra manera no hablaría de un RIO.
Jehová en el Antiguo Testamento “es fuente de agua viva” (Jer. 2:13; Is. 12:3).
Jesús en el Nuevo Testamento dijo: “… venga a mí y beba” (Juan 7:37-39).
Si lo seco es esterilidad y muerte, manantial es fructuosidad y vida.
II.     EL CURSO DEL RIO
Dondequiera que Dios vaya, está el río de bendición y gracia.
Ese río ha seguido a través de Enoc, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, José, etcétera.
Fertilizándolo todo, así como el río del Edén fertilizó la Creación.
Israel mismo vino a ser un manantial para todo el mundo. (Juan 4:22).
Aunque el pecado ha hecho mudar sus cauces, el río siempre ha seguido.
Pablo comenta Ex. 17:6, diciendo que aquella piedra era Cristo. (1 Cor. 10:4).
III.     LA GRANDIOSIDAD DEL RIO
Al entrar el pecado en el EDEN el hombre fue expulsado de allí. (3:24).
La espada encendida tiene que ser afrontada y su justicia satisfecha.
El manantial abierto, fue por la herida que recibió Jesús. (Zac. 13:1).
El árbol no produce fruto para provecho propio: lo da.
Un árbol junto a un río siempre producirá. (Sal. 1:3).
IV.     EL LECHO FINAL DEL RIO
Apoc. 22:1-2, vemos que el río es limpio, de vida y resplandeciente.
Y en el v. 17: el Espíritu Santo y la iglesia invitan gratuitamente.
Para beber sólo se necesitan dos cosas: 1. Sentir sed y 2. Querer beber.
A quien de veras siente sed nadie tendrá que decirle que beba. (Mat. 5:6).
He aquí un EDEN maravilloso a nuestro alcance si permitimos el río de Dios.
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viernes, 26 de junio de 2015

Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, Y no abandones las enseñanzas de tu madre,

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
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Kenneth E. Bailey - Biblioteca Teológica Vida - Vol 6 - Las Parábolas De Lucas: Un Acercamiento Literario a Través De La Mirada De Los Campesinos De Oriente Medio


El trabajo extensivo de Bailey en la cultura campesina del Medio Oriente le ha ayudado en su intento de determinar las suposiciones culturales a las que habría llegado su audiencia al contarles las parábolas. Los mismos valores que comunicaron las parábolas en el tiempo de Jesús, sugiere Bailey, pueden ser descubiertos hoy en comunidades aisladas en lugares como Egipto, Líbano, Siria e Irak. Al explorar las visiones mundiales sobre estas culturas, es posible discernir, por ejemplo, lo que significó hace dos mil años atrás para un amigo venir a llamar a media noche, o que un hijo pidiera su herencia antes de que su padre muriera. A través de una combinación de análisis literario y cultural, estos estudios logran una gran cantidad de profundos avances en la interpretación de las parábolas de Jesús.

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Alfonso Calderón - Bosquejos Para Predicar


Contenido:
-Las Metas Del Cristiano
-Las Características De Una Iglesia Saludable
-La Perfección
-La Importancia Del Dominio Propio En El Cristiano
-La Bebida Bíblica
-Fuistes Formado Para La Familia De Dios
-Factores Que Unen Al Cuerpo De Cristo
-¡Estoy Débil!
-Enfermedades Del Corazón
-El Poder De La Alabanza y La Adoración
-El Enojo De Jonás
-El Carácter Cristiano-
-Nada Puede Estorbar-La Liberación Del Oprimido
-Necesitamos Conocer Las Armas Para La Batalla Espiritual
-Propósitos Para El Nuevo Año
-La Predicación Es Imperiosa Para Que Otros Se Salven
-Tesis De La Guerra Espiritual
-Oponer Resistencia a La Mayoría
-Ocho Desiciones Para Nuestro Crecimiento
-Higienizando Nuestra Casa Para Ser Testimonio
-La Restauración Del Creyente
-Conocer La Buena Nueva y No Predicarla Es Maldad
-El Altar Familiar,Una Necesidad De Nuestro Tiempo

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Martin Lloyd Jones - La Predicación y Los Predicadores


Que este libro está concebido ante todo para pastores y predicadores nadie lo puede negar. Pero limitarlo a los tales es algo que sí se puede cuestionar. Sin duda, los más beneficiados serán los ministros de la Palabra: ellos serán los que más provecho saquen de la rica experiencia de cuarenta y dos años del autor como predicador, y de la sabiduría y profundos conocimientos bíblicos que poseía. Sin embargo, los creyentes de base aprenderán también a apreciar por medio de este libro lo que es la verdadera predicación... ¡y quizá hagan alguna que otra sugerencia a sus pastores! Las abundantes anécdotas que cuenta el Dr. Lloyd-Jones (muy escasas por cierto en otras obras suyas) hacen muy amena esta obra (nada técnica por otra parte) y la enriquecen con ejemplos de la vida real.

Pero lo más importante de las dieciséis conferencias de que consta el libro (pronunciadas por el autor en el Seminario Teológico de Westminster) es la enseñanza e instrucción que contienen en cuanto al asunto vital de la predicación y con respecto a aquellos que han recibido lo que el Doctor consideraba "el más grande y el más glorioso llamamiento al que alguien puede ser llamado jamás". Aquí se hace ver (entre otros temas) la supremacía de la predicación, la preparación, la forma y las características del sermón, la persona misma del predicador y los peligros y el encanto que encierra la predicación.

En definitiva, todo un clásico para toda biblioteca cristiana.


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