lunes, 4 de julio de 2016

Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento. Por cuanto tú has rechazado el conocimiento, yo también te rechazaré para que no seas mi sacerdote; como has olvidado la ley de tu Dios, yo también me olvidaré de tus hijos



¡Bienvenido!
Es un gran placer comenzar este estudio de la Biblia con usted. La Biblia es el libro más importante y popular del mundo. Sus verdades han vencido las pruebas del tiempo y toda oposición, y su influencia se ha extendido por todo el mundo. Le felicitamos por su sabia decisión de estudiar este curso titulado: ¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

Por medio de esta serie de lecciones usted puede estudiar privadamente lo que dice la Biblia acerca de los tópicos más importantes de la vida. El curso abarca toda la historia de la humanidad, haciendo énfasis en la voluntad de Dios para el hombre.
I. TÍTULOS DE LAS LECCIONES


II. CÓMO ESTUDIAR CADA LECCIÓN
Si el estudiante sigue las instrucciones dadas a continuación ahorrará tiempo y aprovechará más el estudio.

1.   Lea la lección completa la primera vez sin buscar las referencias en las Escrituras. Así

tendrá una idea general del contenido. Subraye cualquier término o frase sobre el cual tenga

dudas, señalándolo para un estudio cuidadoso en el futuro.

2.            Lea la lección por segunda vez, haciendo uso de las notas al pie de la página para
buscar las referencias bíblicas. 
     (Usted notará que aparecen en el texto unos números en letra
muy pequeña. Estos corresponden a las notas al margen que se hallan en la parte inferior de la
página. Las referencias bíblicas citadas en estas notas sostienen y documentan las declaraciones
de la oración o frase en la lección donde aparece cada    número.)    Escudriñe    cada    escritura
estipulada para ver la relación que tiene con lo enseñado en la lección.

3.            Mientras lee la lección por segunda vez y busca las citas en la Biblia, conteste al
mismo tiempo las preguntas. Las respuestas de éstas se encontrarán en la lección en el mismo
orden   en   el   cual   aparecen   las   preguntas correspondientes en el cuestionario.

4.            Si tiene tiempo, lea varios versículos antes y  después de  cada  cita  mencionada en
conexión   con   la   pregunta,  para  que   así entienda mejor el tópico.
III. CÓMO ENTENDER LAS REFERENCIAS
La Biblia se compone de 66 libros, y cada uno de ellos tiene su propio nombre.
El sistema usado en este curso para encontrar las citas bíblicas se explica en los ejemplos siguientes. Un examen cuidadoso de estos ejemplos tal vez evitará confusión y la pérdida de tiempo en el estudio de las lecciones.
Mateo 5. Esto se refiere al capítulo 5 del libro de Mateo. Como no hay mención de cierto versículo, quiere decir que el capítulo entero se incluye en esta referencia.
Mateo 5, 8. Aquí la coma quiere decir "y". La referencia, entonces, incluye los capítulos 5 y 8 en su totalidad.
Mateo 5-8. Esto quiere decir todos los versículos de los capítulos 5, 6, 7 y 8. (El guión (-) significa "al".)
Mateo 5:8. Los dos puntos (:) separan el número del capítulo de los números de los versículos. Esto se refiere al capítulo 5 de Mateo, versículo 8.
Mateo 5:5, 8. Esto indica los versículos 5 y 8 del capítulo 5. Otra vez, la coma quiere decir "y"
Mateo 5:5-8. Esto se refiere a los versículos 5, 6, 7 y 8 (o 5 al 8 inclusive) del capítulo 5 de Mateo.
Mateo 5:5-8; 6:1; 8:5-10. Esta es una lista de varias referencias. Los capítulos siempre se separan de los versículos con los dos puntos (:), pero una referencia se separa de otra por el punto y coma (;). Todo esto, entonces, quiere decir: Mateo, capítulo 5, versículos 5 al 8; capítulo 6, versículo 1: y capítulo 8, versículos 5 al 10.
Mateo 5:5-8; 6:1; 8:5-10; Romanos 6:1-3, 9, 11. En una lista de referencias también son separados los diferentes libros de la Biblia de otros por el punto y coma. La cita aquí indicada en Romanos se refiere a los versículos 1 al 3 y los versículos 9 y 11 del mismo capítulo 6.
Note que un número romano apareciendo antes del nombre de un libro indica uno de los libros de una serie, en la cual todos tienen el mismo nombre. Por ejemplo: I Corintios, II Corintios; I Juan, II Juan, III Juan.
IV.  CÓMO ENCONTRAR LAS REFERENCIAS EN LA BIBLIA
El mejor método para encontrar las referencias de la Escritura es memorizar los libros de la Biblia en orden, especialmente los libros del Nuevo Testamento. Si el estudiante no tiene tiempo para este trabajo de memoria, puede usar la tabla de contenido en la Biblia, donde hay una lista de los libros con sus páginas respectivas.
V.   QUÉ VERSIÓN DE LA BIBLIA USAR
El curso está diseñado de tal manera que usted pueda usar cualquier versión autorizada de la Biblia. Si la versión católica se usa, uno encontrará una diferencia en la enumeración de los Salmos. Pero el contenido de las diferentes versiones es siempre el mismo.
VI.   CÓMO CALIFICAR LOS CUESTIONARIOS
Después de cada lección en esta serie aparece un cuestionario que consiste de preguntas sobre la materia que usted habrá estudiado. El estudiante, naturalmente, ha de estudiarlas detenidamente y contestarlas. Al empezar cada sección en el cuestionario tenga cuidado de leer las instrucciones antes de marcar las contestaciones. Después, habiendo revisado sus respuestas para estar seguro de no haber cometido errores, puede pasar a las páginas al final del libro (números 89 y 90), donde encontrará las contestaciones correctas. Favor de no mirar las respuestas en la última parte del libro antes de llenar el cuestionario. Hacer lo contrario sería engañarse a sí mismo y restar valor a su estudio de las Escrituras.
VIL CÓMO RECIBIR SU DIPLOMA
Al terminar todas las lecciones en este curso autodidáctico, favor de remover la página donde dice REPLICA que se encuentra al final de este estudio. Después de escribir toda la información allí solicitada (nombre, dirección, etc.), favor de enviar la RÉPLICA a la dirección indicada para reclamar su diploma absolutamente gratis. En adición, y si usted lo desea, puede entonces pedir más ayuda para continuar sus estudios sobre la Biblia.
VIII.  BENEFICIOS RECIBIDOS AL TERMINAR
EL CURSO
Si usted termina el curso completo de las once lecciones bíblicas, recibirá los siguientes beneficios:
1.       Tendrá mejor conocimiento de la Biblia, el libro
más importante e interesante del mundo.
2.       Tendrá mayor entendimiento para mejorar su
vida actual y para alcanzar la vida eterna.
3.       Habrá completado un curso que es equivalente
a un curso universitario sobre religión.
IX.  CONCLUSIÓN
Al empezar su estudio del curso "¿QUÉ DICE LA BIBLIA?", esperamos que le sirva de inspiración para acercarse más a su Creador y Padre Celestial, llevando una vida cada día mejor. Recuerde que este estudio no representará para usted ningún gasto material, sino al contrario, le proporcionará grandes recompensas y riquezas espirituales. ¡Que Dios le bendiga!


Ahora puedes estudiar un curso serio a nivel de Seminario completamente gratuito, como has visto son 11 lecciones de gran provecho para tu carrera cristiana.


DESCARGA GRATUITAMENTE LAS LECCIONES:


Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento. Por cuanto tú has rechazado el conocimiento, yo también te rechazaré para que no seas mi sacerdote; como has olvidado la ley de tu Dios, yo también me olvidaré de tus hijos



¡Bienvenido!
Es un gran placer comenzar este estudio de la Biblia con usted. La Biblia es el libro más importante y popular del mundo. Sus verdades han vencido las pruebas del tiempo y toda oposición, y su influencia se ha extendido por todo el mundo. Le felicitamos por su sabia decisión de estudiar este curso titulado: ¿QUÉ DICE LA BIBLIA?

Por medio de esta serie de lecciones usted puede estudiar privadamente lo que dice la Biblia acerca de los tópicos más importantes de la vida. El curso abarca toda la historia de la humanidad, haciendo énfasis en la voluntad de Dios para el hombre.
I. TÍTULOS DE LAS LECCIONES


II. CÓMO ESTUDIAR CADA LECCIÓN
Si el estudiante sigue las instrucciones dadas a continuación ahorrará tiempo y aprovechará más el estudio.

1.   Lea la lección completa la primera vez sin buscar las referencias en las Escrituras. Así

tendrá una idea general del contenido. Subraye cualquier término o frase sobre el cual tenga

dudas, señalándolo para un estudio cuidadoso en el futuro.

2.            Lea la lección por segunda vez, haciendo uso de las notas al pie de la página para
buscar las referencias bíblicas. 
     (Usted notará que aparecen en el texto unos números en letra
muy pequeña. Estos corresponden a las notas al margen que se hallan en la parte inferior de la
página. Las referencias bíblicas citadas en estas notas sostienen y documentan las declaraciones
de la oración o frase en la lección donde aparece cada    número.)    Escudriñe    cada    escritura
estipulada para ver la relación que tiene con lo enseñado en la lección.

3.            Mientras lee la lección por segunda vez y busca las citas en la Biblia, conteste al
mismo tiempo las preguntas. Las respuestas de éstas se encontrarán en la lección en el mismo
orden   en   el   cual   aparecen   las   preguntas correspondientes en el cuestionario.

4.            Si tiene tiempo, lea varios versículos antes y  después de  cada  cita  mencionada en
conexión   con   la   pregunta,  para  que   así entienda mejor el tópico.
III. CÓMO ENTENDER LAS REFERENCIAS
La Biblia se compone de 66 libros, y cada uno de ellos tiene su propio nombre.
El sistema usado en este curso para encontrar las citas bíblicas se explica en los ejemplos siguientes. Un examen cuidadoso de estos ejemplos tal vez evitará confusión y la pérdida de tiempo en el estudio de las lecciones.
Mateo 5. Esto se refiere al capítulo 5 del libro de Mateo. Como no hay mención de cierto versículo, quiere decir que el capítulo entero se incluye en esta referencia.
Mateo 5, 8. Aquí la coma quiere decir "y". La referencia, entonces, incluye los capítulos 5 y 8 en su totalidad.
Mateo 5-8. Esto quiere decir todos los versículos de los capítulos 5, 6, 7 y 8. (El guión (-) significa "al".)
Mateo 5:8. Los dos puntos (:) separan el número del capítulo de los números de los versículos. Esto se refiere al capítulo 5 de Mateo, versículo 8.
Mateo 5:5, 8. Esto indica los versículos 5 y 8 del capítulo 5. Otra vez, la coma quiere decir "y"
Mateo 5:5-8. Esto se refiere a los versículos 5, 6, 7 y 8 (o 5 al 8 inclusive) del capítulo 5 de Mateo.
Mateo 5:5-8; 6:1; 8:5-10. Esta es una lista de varias referencias. Los capítulos siempre se separan de los versículos con los dos puntos (:), pero una referencia se separa de otra por el punto y coma (;). Todo esto, entonces, quiere decir: Mateo, capítulo 5, versículos 5 al 8; capítulo 6, versículo 1: y capítulo 8, versículos 5 al 10.
Mateo 5:5-8; 6:1; 8:5-10; Romanos 6:1-3, 9, 11. En una lista de referencias también son separados los diferentes libros de la Biblia de otros por el punto y coma. La cita aquí indicada en Romanos se refiere a los versículos 1 al 3 y los versículos 9 y 11 del mismo capítulo 6.
Note que un número romano apareciendo antes del nombre de un libro indica uno de los libros de una serie, en la cual todos tienen el mismo nombre. Por ejemplo: I Corintios, II Corintios; I Juan, II Juan, III Juan.
IV.  CÓMO ENCONTRAR LAS REFERENCIAS EN LA BIBLIA
El mejor método para encontrar las referencias de la Escritura es memorizar los libros de la Biblia en orden, especialmente los libros del Nuevo Testamento. Si el estudiante no tiene tiempo para este trabajo de memoria, puede usar la tabla de contenido en la Biblia, donde hay una lista de los libros con sus páginas respectivas.
V.   QUÉ VERSIÓN DE LA BIBLIA USAR
El curso está diseñado de tal manera que usted pueda usar cualquier versión autorizada de la Biblia. Si la versión católica se usa, uno encontrará una diferencia en la enumeración de los Salmos. Pero el contenido de las diferentes versiones es siempre el mismo.
VI.   CÓMO CALIFICAR LOS CUESTIONARIOS
Después de cada lección en esta serie aparece un cuestionario que consiste de preguntas sobre la materia que usted habrá estudiado. El estudiante, naturalmente, ha de estudiarlas detenidamente y contestarlas. Al empezar cada sección en el cuestionario tenga cuidado de leer las instrucciones antes de marcar las contestaciones. Después, habiendo revisado sus respuestas para estar seguro de no haber cometido errores, puede pasar a las páginas al final del libro (números 89 y 90), donde encontrará las contestaciones correctas. Favor de no mirar las respuestas en la última parte del libro antes de llenar el cuestionario. Hacer lo contrario sería engañarse a sí mismo y restar valor a su estudio de las Escrituras.
VIL CÓMO RECIBIR SU DIPLOMA
Al terminar todas las lecciones en este curso autodidáctico, favor de remover la página donde dice REPLICA que se encuentra al final de este estudio. Después de escribir toda la información allí solicitada (nombre, dirección, etc.), favor de enviar la RÉPLICA a la dirección indicada para reclamar su diploma absolutamente gratis. En adición, y si usted lo desea, puede entonces pedir más ayuda para continuar sus estudios sobre la Biblia.
VIII.  BENEFICIOS RECIBIDOS AL TERMINAR
EL CURSO
Si usted termina el curso completo de las once lecciones bíblicas, recibirá los siguientes beneficios:
1.       Tendrá mejor conocimiento de la Biblia, el libro
más importante e interesante del mundo.
2.       Tendrá mayor entendimiento para mejorar su
vida actual y para alcanzar la vida eterna.
3.       Habrá completado un curso que es equivalente
a un curso universitario sobre religión.
IX.  CONCLUSIÓN
Al empezar su estudio del curso "¿QUÉ DICE LA BIBLIA?", esperamos que le sirva de inspiración para acercarse más a su Creador y Padre Celestial, llevando una vida cada día mejor. Recuerde que este estudio no representará para usted ningún gasto material, sino al contrario, le proporcionará grandes recompensas y riquezas espirituales. ¡Que Dios le bendiga!


Ahora puedes estudiar un curso serio a nivel de Seminario completamente gratuito, como has visto son 11 lecciones de gran provecho para tu carrera cristiana.


DESCARGA GRATUITAMENTE LAS LECCIONES:

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domingo, 3 de julio de 2016

el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura; y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente


PIENSA SATANÁS
LA GUERRA INVISIBLE OBJETIVOS:
Al concluir este estudio serás capaz de:

  • Escribir el versículo llave de memoria. 
  • Demostrar entendimiento de los reinos espiritual y natural. 
  • Definir la palabra “rey”. 
  • Definir la palabra “reino”. 
  • Identificar los dos reinos espirituales. 
  • Determinar a cuál reino tú perteneces. 
  • Identificar las fuerzas espirituales del bien.
  • Identificar las fuerzas espirituales del mal. 
  • Explicar qué se entiende por “guerra espiritual”. 
  • Identificar la razón para la guerra invisible. 
  • Identificar el principio básico del entendimiento de la guerra espiritual. 
VERSÍCULO LLAVE DE LAS CLÁUSULAS DE LA GUERRA: 
“Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:12). 

Existe una gran guerra que está siendo librada en el mundo hoy. No es un conflicto entre naciones, tribus o líderes de gobierno. No es una rebelión o un golpe de estado. Es una batalla invisible que tiene lugar en el mundo del espíritu. 

Este estudio trata acerca de la guerra invisible en la que cada creyente está comprometido. Es una guerra en la que ninguno usa uniforme, pero en la cual cada uno es un blanco. El registro histórico y profético de esta guerra está contenido en la Palabra de Dios, la Biblia. 

LOS REINOS NATURAL Y ESPIRITUAL 
Para entender esta guerra invisible, primero debes entender los mundos natural y espiritual. El hombre existe en dos mundos: el mundo natural y el mundo espiritual.

El mundo natural es el que puede ser visto, sentido, tocado, escuchado, o tanteado. Es tangible y visible. El país, la nación, ciudad o villa en la cual vives es parte del mundo natural. Eres un residente en el mundo natural localizado en uno de los continentes visibles del mundo. Puedes ver la gente que es parte de tu ambiente. Puedes comunicarte con ellos. Puedes experimentar los paisajes, sonidos, y olores alrededor de ti. Pero existe otro mundo en el cual tú vives. Ese mundo es un mundo espiritual. No puedes verlo con tus ojos físicos, pero es tan real como el mundo natural en el que vives.

Pablo habla de esta división entre lo natural y lo espiritual: “Hay cuerpos celestiales y cuerpos terrenales” (1 Corintios 15:40). Todos los hombres tienen un cuerpo natural que vive en el mundo natural. Pero el hombre es también un ser espiritual con un alma eterna y espíritu. El hombre es cuerpo, alma y espíritu. Tu ser espiritual (alma y espíritu) es parte del mundo espiritual así como tu cuerpo natural es parte del mundo natural.

DISCERNIMIENTO ESPIRITUAL
Puesto que la guerra espiritual es justo eso... espiritual... debe ser entendida con una mente espiritual. En nuestro estado natural de pecado, nosotros no podemos entender las cosas espirituales: “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura; y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1 Corintios 2:14).

Es necesario usar “discernimiento espiritual” para entender las cosas espirituales. Quizás uno de los mejores ejemplos de discernimiento natural y espiritual está registrado en 2Reyes 6. Registra la historia de una batalla natural en la cual tropas de la enemiga nación de Siria habían rodeado un pequeño pueblo llamado Dotán donde el profeta Eliseo se estaba quedando. Cuando el siervo de Eliseo, Giezi, vio el gran ejército del enemigo sintió temor. Eliseo oró para que Dios abriera los ojos espirituales de Giezi para que él pudiera ver las huestes espirituales que los rodeaban y los protegían.

En esta ocasión, Dios abrió los ojos espirituales de Giezi y le permitió ver visiblemente las fuerzas superiores de Dios alistadas para la batalla. La historia de esta batalla en Dotán es similar a las condiciones espirituales en la Iglesia.

Hay algunos, como Eliseo, que ven claramente dentro del reino del espíritu. Ellos saben que hay un conflicto que está ocurriendo, han identificado al enemigo, y reconocido las grandes fuerzas de Dios que aseguran la victoria. Hay otros como Giezi, que con un poco de aliento, serán capaces de abrir sus ojos espirituales y no serán más temerosos o derrotados por el enemigo. Pero tristemente, hay muchas personas quienes, como aquellos en la ciudad de Dotán, están durmiendo espiritualmente. Ellos no saben incluso que el enemigo los ha rodeado y está posicionado para el ataque.

DOS REINOS ESPIRITUALES
Dentro de los reinos natural y espiritual de los cuales estamos hablando existen reinos separados que están gobernados por líderes naturales y espirituales.

REINOS NATURALES:
Todos los hombres viven en un reino natural de este mundo. Ellos viven en una ciudad o en un pueblo el cual es parte de una nación. Esa nación es un reino del mundo. Un reino natural es un territorio o pueblo sobre el cual un rey o líder político es el gobernante soberano. La Biblia habla de estos reinos naturales como los “reinos del mundo”. Los reinos del mundo han venido a estar bajo el poder y la influencia de Satanás: “Otra vez lo llevó [a Jesús] el diablo a un monte muy alto y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos,9 y le dijo: —Todo esto te daré, si postrado me adoras” (Mateo 4:8- 9). 1 Juan 5:19 tristemente nos recuerda que “ el mundo entero está bajo el control del maligno”.

REINOS ESPIRITUALES: 
En adición a los reinos naturales de este mundo hay dos reinos espirituales: 

  1. El Reino de Satanás y 
  2. El Reino de Dios. 
Cada persona viva es una residente de uno de estos dos reinos. 

El Reino de Satanás consiste: 

  1. De Satanás, 
  2. Seres espirituales llamados demonios, y 
  3. Todos los hombres que viven en pecado y rebelión a la Palabra de Dios. 
Éstos, junto con el mundo y la carne, son las fuerzas espirituales del mal que obran en el mundo hoy. 

El Reino de Dios consiste de: 

  1. Dios el Padre, 
  2. Jesucristo, 
  3. El Espíritu Santo, 
  4. Seres espirituales llamados ángeles, y 
  5. Todos los hombres que viven en justa obediencia a la Palabra de Dios. 
Éstas son las fuerzas espirituales del bien. El Reino de Dios no es un iglesia denominacional. Las denominaciones son organizaciones de hechura humana de grupos de iglesias. Han sido establecidas con propósitos prácticos de organización y administración. Las denominaciones son organizaciones como los Bautistas, Asambleas de Dios, Metodistas, Luteranos, etc. 

La Biblia nos habla de la verdadera Iglesia la cual no es una denominación u organización religiosa. La verdadera Iglesia está compuesta de todos aquellos que se han convertido en residentes del Reino de Dios. 

En el tiempo presente en el mundo natural, el Reino de Dios existe individualmente dentro de cada hombre, mujer, niño o niña que haya hecho a Jesús el Rey de su vida. 

Existe comunitariamente en la verdadera iglesia y dondequiera que las personas hagan de este mundo el tipo de mundo que Dios quiere que sea. En el futuro, habrá una manifestación visible del Reino de Dios. 

LA GUERRA INVISIBLE

La guerra espiritual invisible es una batalla que envuelve a todos los hombres y mujeres. Puesto que el Reino de Satanás es un reino espiritual... “...porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:12).

La guerra espiritual no es una batalla natural entre la sangre y la carne. No es una batalla del hombre contra el hombre. No es una batalla visible. Es un conflicto invisible en el mundo del espíritu. Es una batalla dentro y alrededor del hombre. No es una guerra visible porque los espíritus están involucrados y aprendemos de Lucas 24:39 que un espíritu no tiene carne ni huesos.

La guerra espiritual es “multidimensional”, lo cual significa que es librada en diferentes dimensiones. Es...

  1. Una batalla social entre el creyente y el mundo: Juan 15:18-27 
  2. Una batalla personal entre la carne y el espíritu: Gálatas 5:16-26 
  3. Una batalla supernatural entre el creyente y los poderes sobrenaturales malignos: Efesios 6:10-27 
Toda persona viva está comprometida en esta guerra, se de cuenta o no. No hay campo neutro. 

Los no creyentes están bajo el yugo del mal y han sido llevados cautivos por las fuerzas del enemigo. Son víctimas de la guerra. 

Los creyentes han sido librados del enemigo mediante Jesucristo y son victoriosos, pero están todavía comprometidos en la guerra. El versículo llave de este capítulo indica que nosotros (todos los creyentes) combatimos contra fuerzas espirituales malignas. “Combatir” implica contacto personal cercano. Ninguno está exento de esta batalla. Ninguno puede verla desde la distancia. Estás en el medio del conflicto ya sea que lo reconozcas o no. Si no lo reconoces será mejor... estás equivocado. La guerra del cristiano nunca cesa. 

DONDE LA BATALLA HACE FUROR
La guerra invisible está siendo librada en la tierra:
“El ladrón [Satanás] no viene [a la tierra] sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10).

Satanás lucha para mantener el control de los reinos del mundo. Él no quiere que estén bajo la autoridad de Dios. La batalla también se efectúa dentro de los corazones, mentes, y almas de los hombres y mujeres. Satanás ciega las mentes de los no creyentes y ataca a los creyentes en las áreas de adoración, Palabra, su caminar diario, y en su trabajo para Dios.

CÓMO COMENZÓ LA BATALLA
La guerra invisible comenzó en el cielo con un ángel llamado Lucifer que fue originalmente un hermoso ángel creado por Dios y era parte del Reino de Dios.

Lucifer decidió que quería tomar el control del Reino de Dios. Puedes leer de su rebelión en Isaías 14:12-17 y en Ezequiel 28:12-19. Un grupo de ángeles se unió a Lucifer (ahora llamado Satanás) en su rebelión. Lucifer y los ángeles rebeldes fueron expulsados del cielo por Dios.

Ellos formaron su propio reino sobre la tierra:
“Entonces hubo una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón [Satanás]. Luchaban el dragón y sus ángeles” (Apocalipsis 12:7). “Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él” (Apocalipsis 12:9).

Lucifer llegó a ser conocido como Satanás y los ángeles que lo siguieron en su rebelión como demonios. Los espíritus demoníacos pueden entrar, atormentar, controlar, y usar a los humanos que pertenecen al Reino de Satanás. Ellos motivan actos malignos que son realizados por hombres y mujeres. Satanás dirige a sus demonios en sus actividades malignas. Él combina estas fuerzas poderosas con el mundo y la carne para batallar contra todo el género humano.

RAZONES DETRÁS DEL CONFLICTO
El hombre fue originalmente creado a la imagen de Dios y para la gloria de Dios (Génesis capítulo 2). La guerra invisible contra el hombre comenzó con la primera tentación en el jardín del Edén (Génesis capítulo 3). Satanás hizo pecar a Adán y Eva. Esto resultó en que todo el género humano heredaría la naturaleza pecaminosa y realizara actos individuales de pecado conforme a esta naturaleza: “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” (Romanos 5:12).

También resultó en la guerra invisible entre el hombre y las fuerzas del mal: “Pondré enemistad entre ti [Satanás] y la mujer [género humano], y entre tu simiente [las fuerzas del mal] y la simiente suya [las fuerzas del bien representadas por el Señor Jesucristo]...” (Génesis 3:15).

A causa del pecado, el hombre fue separado de Dios y condenado a la muerte. Pero Dios amó al hombre tanto que ideó un plan especial para salvarlo del pecado: “De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él” (Juan 3:16-17).

Y dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ammi, porque vosotros no sois mi pueblo, ni yo seré vuestro Dios

El propósito de este curso es que la Iglesia de Cristo aprenda y reflexione sobre el mensaje dado por este Profeta al reino del norte, y evite las consecuencias desastrosas que ellos sufrieron por abandonar a Dios. La expresión: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento”, nos lleva a pedira cada miembro de la iglesia que aprenda, enseñe y viva los mandamientos de Dios; por ello recomendamos la memorización del decálogo durante este tiempo de estudio. Oseas vivió la experiencia de lanzar el mensaje de Dios al reino del norte con la esperanza de que éste se arrepintiera y comprendiera cuánto le amaba el Señor.

El libro de Oseas se denomina así por el nombre del profeta que lo escribió. Óseas es el primero de los doce profetas menores. 

Se llaman "menores" no porque sean de menor importancia que los profetas mayores, sino porque sus libros son más cortos. 

Muchos escritores antiguos hebreos y cristianos consideraban los escritos de los profetas menores como un solo libro. En vista de que la época abarcada por estos profetas se parece a la nuestra en su espíritu materialista y comercial, y por sus males sociales, estos libros tienen un mensaje definido e importante para nosotros hoy. 

El nombre Óseas (Heb. Hoshea') es una forma abreviada del Heb. Hosha'eyah (Jer 42: 1; 43: 2), que significa "Yahweh ha salvado". 

2. Paternidad literaria.- 
No se sabe nada más de la historia de la familia de Óseas que lo que se dice en los versículos con que comienza su profecía. El nombre del padre del profeta, Beeri (Heb. Be'eri, "mi pozo"), no revela la tribu a la cual pertenecía Óseas. 

No sabemos nada de los acontecimientos de los últimos días de Óseas, ni del lugar ni el tiempo de su muerte. Sin embargo, la evidencia interna aclara que Óseas pertenecía al reino del norte, Israel, y que allí ejerció su ministerio. 

3. Marco histórico.- 
Los reinados durante los cuales Óseas profetizó están ubicados, según la cronología de este Comentario, como sigue (los años son a. C.):

  • Uzías (790- 739), 
  • Jotam (750-731), 
  • Acaz (735-715) y 
  • Ezequías (729-686), 
  • reyes de Judá; y 
  • Jeroboam II (793-753), rey de Israel. 
Óseas debe haber empezado su ministerio mucho antes de 753 a. C., y tuvo que haber continuado en actividad hasta algún tiempo después de 729 a. C. 

Vivió en el período más tenebroso de la historia del reino de Israel, precisamente antes de que la nación fuera llevada al cautiverio por Asiria. Como el libro de Óseas no hace mención ninguna de este acontecimiento, es probable que fuera escrito antes de la ruina final del reino del norte. 

En los días de Jeroboam II, Israel prosperó materialmente y progresó más que en cualquier otro tiempo desde los reinados de David y Salomón (ver com. Ose. 2: 8). Sus límites por el norte eran casi tan extensos como los que existieron en los días de aquellos reyes (2 Rey. 14: 25, 28). 

Sin embargo, esta gloria externa sólo hacía destacar más la decadencia moral interior y la declinación espiritual del pueblo. La anarquía política y la falta de gobierno caracterizaron esos tiempos. 

Hubo reyes que ascendieron al trono después de matar a sus predecesores, y a su vez ellos fueron asesinados. 

  • Salum asesinó a 910 
  • Zacarías, y Manahem asesinó a Salum, 
  • Peka asesinó a Pekaía, hijo de Manahem; y 
  • Óseas, el último rey de Israel, asesinó a Peka. 
Posiblemente por esta anarquía vergonzosa que se produjo después de Jeroboam II, éste solo es mencionado por Óseas, y sus sucesores son omitidos (Ose. 1: 1); o posiblemente el profeta se fue al sur, a Judá, después del reinado de Jeroboam. 

Oseas se refiere varias veces al culto idolátrico al becerro levantado por Jeroboam I (1 Rey. 12), como causa principal de la impiedad de Israel. Este culto al becerro quizá preparó el camino más tarde para un culto más cruento y más inhumano que se ofrecía en honor de Baal y Astoret: la espantosa abominación del sacrificio de niños y la inexplicable degradación de una desenfrenada sensualidad. 

Oseas vivió en el tiempo de la cosecha de esta mala siembra. La adoración a la criatura desplazó la adoración al Creador. Ningún mandamiento del verdadero Dios era obedecido. Prevalecían la falta de honradez, la desconfianza mutua y la falsedad frente a Dios y al hombre. 

En los prósperos días de Jeroboam II se derramaba sangre en abundancia, y se estimulaba el lujo en todas sus formas. Por regla general, se pervertía injusticia y se oprimía a los pobres. 

El adulterio era una práctica religiosa. Todos los niveles sociales se habían corrompido y la blasfemia y el escepticismo caracterizaban a la corte real. Los sacerdotes, entregados enteramente a la idolatría, se unían con el pueblo en su pecaminosidad, y aumentaban la corrupción que imperaba en el país. 

Oseas fue llamado por Dios para que se opusiera a esa inundación de maldad del reino del norte, y para que levantara diques de reprensión, condenación y súplica: de súplica basada en el eterno amor de Dios por sus hijos descarriados. Pero los ruegos de Óseas no fueron escuchados por un pueblo apóstata. 

La impía nación impenitente e inconversa, se aferró a su rebelde conducta, y fue llevada al cruel cautiverio del yugo asirio. 

Óseas dio el último mensaje de Dios al reino del norte antes de su caída en 723/722 a. C.

4. Tema.- 
El tema predominante del libro de Óseas es el amor de Dios para con su pueblo extraviado. Las experiencias por las cuales pasó el profeta en su vida familiar y los sentimientos de su propio corazón para con su esposa infiel, le dieron una idea de las profundidades insondables del amor del Padre para su pueblo. 

La terrible maldad del reino del norte aparece aún más tenebrosa a la luz de ese amor divino, y Óseas de ninguna manera disculpa al pueblo por su conducta. El profeta también describe con tonos lóbregos los terribles castigos que caerían sobre Jerusalén si persistía en su impiedad. Estas amonestaciones no son amenazas, sino declaraciones de hechos que muestran que el castigo sigue ineludiblemente al pecado. 

Sin embargo, en todo lo que escribe Óseas expresa el tierno amor de Dios para con su pueblo descarriado. El libro está lleno de exhortaciones al arrepentimiento y mensajes de esperanza para los que quisieran volver a su Padre amante. 

5. Bosquejo.- 
I. Sobrescrito, Oseas 1: 1. 
II. La relación de Dios con Israel simbolizada por la relación de Óseas con su propia                 familia, Oseas 1: 2 a Oseas 3: 5. 
   A. La infidelidad de Israel simbolizada por la familia del profeta, Oseas 1: 2-9. 
         1. Casamiento de Óseas, Oseas 1: 2-3. 
         2. Nacimiento de Jezreel, Oseas 1: 4-5. 
         3. Nacimiento de Lo-ruhama, Oseas 1: 6-7. 
      4. Nacimiento de Lo-ammi, Oseas 1: 8-9.  
   
   B. Promesa de que Dios aceptaría a Israel en el futuro, Oseas 1: 10 a Oseas 2: 1. 
   C. La idolatría de Israel comparada con la infidelidad de Gomer, 2: 2-13. 
   D. El amor de Óseas por Gomer, y el amor de Dios para con Israel, Oseas 2: 14-23. 
   E. El regreso de Gomer a Óseas, y el regreso de Israel a Dios, Oseas 3: 1-5. 

III. La condición de impiedad de Israel y la certeza del castigo, Oseas 4: 1 a Oseas 10: 15.      A. La acusación de perversidad, Oseas 4: 1 a Oseas 7: 16 
      1. Impiedad del pueblo en conjunto, Oseas 4: 1-19. 
      2. Impiedad de sacerdotes y gobernantes, Oseas 5:1-15. 
      3. Exhortación al arrepentimiento, Oseas 6: 1 - 11. 
      4. Perversidad de la casa real, Oseas 7: 1-16. 
  B. El castigo sobre la nación, Oseas 8: 1 a Oseas 10: 15. 
      1. La trágica cosecha de depender neciamente de Asiria, Oseas 8: 1-14. 
      2. Exilio a Asiria y disminución de la población, Oseas  9: 1-17. 
      3. El lugar de culto devastado y el reino destruido, Oseas 10: 1-15. 

IV. Resumen del trato de Dios con Israel, Oseas 11: 1 a Oseas 14: 9. 
   A. La misericordia de Dios y su amor para Israel, Oseas 11: 1-11 
   B. La ingratitud e impiedad de Efraín contrastadas con el caso de Jacob, Oseas 11: 12            a Oseas 12: 14. 
   C. El castigo divino sobre Efraín, Oseas 13: 1-16. 
   D. La súplica para regresar y la promesa de plena redención, Oseas 14: 1-9.
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