... El que tiene este cargo, ha de ser irreprensible, debe ser apto para enseñar; no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6
Acerca de Israel 1 Visión de Isaías ben Amoz, que vio sobre Judá y Jerusalem en días de Uzías, de Jotam, de Acaz y de Ezequías, reyes de Judá. 2 ¡Oíd, cielos, y tú, tierra, escucha, que habla YHVH! Crié hijos y los engrandecí, pero ellos se rebelaron contra mí. 3 El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor, Pero Israel no me conoce, mi pueblo no tiene entendimiento. 4 ¡Oh gente pecadora, pueblo cargado de maldad, Generación de perversos, hijos depravados! Abandonaron a YHVH, despreciaron al Santo de Israel y se volvieron atrás. 5 ¿Dónde seguiros hiriendo si os seguís rebelando? Toda la cabeza está enferma, y el corazón, agotado. 6 Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay nada sano, Solo llaga, contusión, y heridas supurantes, No drenadas ni vendadas, ni aliviadas con ungüento. 7 Vuestra tierra está asolada, vuestras ciudades incendiadas, Vuestro país, devorado ante vosotros mismos; Desolado, como la desolación que causan los extraños. 8 La hija de Sión ha quedado como cobertizo de viñedo, Como choza de melonar, como ciudad sitiada. 9 Si YHVH Sebaot no nos hubiera dejado un pequeño remanente, Habríamos llegado a ser como Sodoma, semejantes a Gomorra.
PREPARAMOS NUESTRO ESTUDIO PARA ENSEÑAR EN LA CONGREGACIÓN
EL PECADO DE JUDÁ
JEREMÍAS 17:1-13
17:1 El pecado de Judá está escrito con cincel de hierro; Con punta de diamante está grabado en la tabla de su corazón, Y en los cuernos de sus altares. 2 Para memoria de sus hijos son sus altares y sus aseras junto a árboles frondosos, Sobre los altos collados. 3 Sobre mi monte del campo Entregaré al saqueo tus riquezas y tesoros, Por el pecado de tus lugares altos en todo tu territorio. 4 Tú misma serás privada de la herencia que te di, Y en una tierra que no conoces, te haré esclavo de tus enemigos; Porque habéis encendido en mi ira un fuego que arderá perpetuamente. 5 Así dice YHVH: ¡Maldito quien confía en el hombre y se apoya en un brazo de carne apartando su corazón de YHVH! 6 Será como retama en el desierto, Y no verá cuándo viene el bien, Sino que habitará lugares secos en el desierto, En tierra salitrosa y deshabitada. 7 Bendito aquel que confía en YHVH, Y cuya confianza está en YHVH. 8 Será como árbol plantado junto a las aguas, Que extiende sus raíces junto a las corrientes, y no teme cuando viene el calor, Pues que su follaje estará frondoso, Y en el año de sequía no se preocupará, Ni dejará de dar su fruto. 9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, Incurable, ¿quién lo conocerá? 10 Yo, YHVH, Yo escudriño el corazón y sondeo los riñones, Para dar a cada uno conforme a su camino, Conforme al fruto de sus obras. 11 El que amontona riquezas injustas es como la perdiz que incuba lo que no puso: En la mitad de sus días las abandonará, Y ante su postrimería será un necio. 12 Trono glorioso, excelso desde el principio, Es el lugar de nuestro Santuario. 13 ¡Oh YHVH, esperanza de Israel!, Los que te abandonan serán avergonzados, Los que te abandonan serán inscritos en el polvo, Porque abandonaron a YHVH, fuente de agua viva.
1 Revelación que tuvo Jeremías de parte de YHVH, que decía: 2 Levántate y baja a la casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras. 3 Bajé, pues, a la casa del alfarero, y he aquí que éste estaba haciendo una obra sobre las dos piedras. 4 Y la vasija de barro que estaba haciendo se echó a perder en la mano del alfarero, así que volvió a hacer de ella otra vasija, según le pareció mejor hacerla. 5 Entonces vino a mí palabra de YHVH, diciendo: 6 ¿No podré Yo hacer con vosotros, oh casa de Israel, como hace este alfarero? dice YHVH. He aquí, como es el barro en mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel. 7 Si en un momento hablo contra una nación o reino para desarraigarlo, destruirlo y arruinarlo; 8 y esa nación contra la que he hablado se convierte de su maldad, Yo desistiré del mal que había pensado hacerle; 9 y si en otro momento hablo a una nación o reino para edificarlo y plantarlo, 10 pero hace lo malo ante mis ojos y no oye mi voz, entonces Yo también desistiré del bien que había prometido hacerle. 11 Ahora pues, habla a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalem, y diles: Así dice YHVH: He aquí, Yo doy forma a un mal contra vosotros, y tramo un diseño contra vosotros. Volveos pues cada uno de su mal camino, y mejorad vuestros caminos y vuestras obras. 12 Pero ellos responderán: Es inútil, porque seguiremos andando en pos de nuestros propios designios, y cada cual seguirá tras la obstinación de su malvado corazón. 13 Por tanto, así dice YHVH: Preguntad ahora entre las naciones: ¿Quién ha oído cosa semejante? ¡Algo horripilante ha hecho la virgen de Israel! 14 ¿Desaparecerá acaso la nieve del Líbano, De los peñascos de las montañas? ¿Se agotarán las frescas aguas que fluyen de tierras lejanas? 15 Pues mi pueblo me ha olvidado, Y ofrece sus sacrificios a dioses vanos, Los hacen tropezar en sus caminos, Los caminos antiguos, Para que anden por sendas, Por senderos no allanados, 16 Hasta que su tierra se convierta en desolación y burla perpetua: Todo el que pase por ella se asombrará y meneará la cabeza. 17 Como con viento solano los esparciré delante del enemigo, Y en el día de la derrota les daré la espalda y no la cara. Oración de Jeremías 18 Entonces ellos dijeron: ¡Venid, tramemos nosotros un plan contra Jeremías! Ciertamente no nos faltará la instrucción del sacerdote, ni el consejo del sabio, ni la palabra del profeta. ¡Venid, traspasémoslo con la lengua, y no prestemos atención a ninguna de sus palabras! 19 ¡Préstame atención Tú, oh YHVH, Y escucha la voz de los que contienden contra mí! 20 ¿Es que se pagan bienes con males? Porque han cavado una fosa para mi alma. Recuerda cómo intercedía por ellos ante Ti, Para apartar de ellos tu ira. 21 Ahora entrega sus hijos al hambre, Y arrójalos al poder de la espada; Queden sus mujeres viudas y sin hijos, Mueran de peste sus varones, Y sus jóvenes sean heridos a espada. 22 Óigase clamor en sus casas, Cuando de repente traigas contra ellos salteadores; Porque cavaron una fosa para atraparme, Y a mis pies han escondido lazos. 23 Pero Tú, oh YHVH, conoces sus designios homicidas contra mí: No perdones su iniquidad, Ni borres de tu vista sus pecados, Y sean derribados delante de Ti. Trata con ellos en el tiempo de tu ira.