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jueves, 11 de abril de 2019

Los humanos no se contentan con las enseñanzas fundamentales y eternas de la palabra de Dios.

PARA RECORDAR ... El que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




 La piedad y la verdadera riqueza
 1 Timoteo 6.3–10
3 Si alguien enseña algo diferente y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo y a la doctrina que es conforme a la piedad, 4 se ha llenado de orgullo y no sabe nada. Más bien, delira acerca de controversias y contiendas de palabras, de las cuales vienen envidia, discordia, calumnias, sospechas perversas, 5 y necias rencillas entre hombres de mente corrompida y privados de la verdad, que tienen la piedad como fuente de ganancia. 

6 Sin embargo, grande ganancia es la piedad con contentamiento. 7 Porque nada trajimos a este mundo, y es evidente que  nada podremos sacar. 8 Así que, teniendo el sustento y con qué cubrirnos, estaremos contentos con esto. 

9 Porque los que desean enriquecerse caen en tentación y trampa, y en muchas pasiones insensatas y dañinas que hunden a los hombres en ruina y perdición. 

10 Porque el amor al dinero es raíz de todos los males; el cual codiciando algunos, fueron descarriados de la fe y se traspasaron a sí mismos con muchos dolores.
 
MAESTROS DESCONTENTOS  
 1 Timoteo 6.3–10
Pablo hace alusión a otra persona en este pasaje: el que “no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad” (v. 3). Algunos maestros de Éfeso estaban descontentos en varios sentidos. El problema más serio era que no se contentaban con la enseñanza de Jesucristo, la doctrina que enseñaban los apóstoles como Pablo. Son los mismos que el apóstol señaló en el capítulo 1, los que enseñaban diferente doctrina y fábulas varias (1:3–4). En 4:1–5, el apóstol dice que enseñaban “doctrinas de demonios”, incluyendo normas legalistas que negaban la buena obra del Creador. Además, no estaban contentos con su estado económico y tomaban la religión “como fuente de ganancia” (v. 5).

Estos maestros no estaban contentos con la sana doctrina. Querían introducir enseñanzas falsas que causaron enfermedades espirituales. Debemos contrastar sanas palabras en el v. 3 y la palabra delira en el v. 4.

En 2 Timoteo 4:3, el apóstol habla de los que “no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oir, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias”. Los humanos no se contentan con las enseñanzas fundamentales y eternas de la palabra de Dios. 


Buscan creencias novedosas que dan la apariencia de intelectualismo o de espiritualidad (1:4; 4:7; 6:4, 20). Son atraídos por sistemas que exigen alguna regla o rito para agradar a Dios. Quieren sentirse merecedores de las bendiciones. Es humillante para el ser humano recibir gratuitamente la salvación y la bendición de Dios. Por ello:
  • Participa en algún rito o requerimiento religioso, o 
  • se priva de alguna satisfacción, pensando que estas actividades compensan sus pecados y le hacen ser acepto delante de Dios (4:3).
Tenemos que combatir la tendencia humana de hacer algo para obtener la salvación. 
  • Es muy posible que uno que se cree cristiano haya sólo sustituido diferentes normas, un nuevo estilo de vida y otros ritos por los que antes tenía. 
  • Tal vez no haya reconocido su orgulloso egocentrismo y sus pecados o que no haya sido regenerado a través de confiar totalmente en el suficiente sacrificio de Jesucristo por nosotros: “siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús” (Romanos 3:24).
LOS MAESTROS DEL ERROR
  1. No se conforman a las enseñanzas de Cristo y los apóstoles.
  2. Su doctrina no produce genuina espiritualidad.
  3. Son orgullosos.
  4. Realmente no saben la verdad.
  5. Están enfermos de contiendas, envidia, blasfemias.
  6. Buscan ganancia personal.


Otra característica de estos maestros era su orgullo
Creían que tenían conocimientos superiores a los demás y que su conducta legalista era mejor que la conducta de otros. En realidad, Pablo dice que no sabían nada de la verdad y sus enseñanzas causaban disensiones, envidias y blasfemias (vv. 4–5).

La tercera característica era su avaricia: 

“toman la piedad como fuente de ganancia”. Su apariencia de espiritualidad y actividades religiosas estaban motivadas por el deseo de tener más ingresos económicos (v. 5). 

En 5:17–18, Pablo enseñaba que la iglesia tiene la responsabilidad de sostener a los que ministran bien. Sin embargo, la ganancia no es lo que debe motivar al verdadero siervo de Dios

De estos falsos maestros el apóstol le dijo a Timoteo: “apártate de los tales”.  
  • Sus falsas enseñanzas, 
  • su legalismo, 
  • su avaricia y 
  • su mala conducta eran contagiosos como una epidemia que amenazaba a la salud de la iglesia.
CRISTIANOS CONTENTOS 6–10
La avaricia de esos maestros motivó al autor a introducir una enseñanza muy interesante acerca del contentamiento que debe caracterizar la vida de cada creyente en Cristo. En estos versículo encontraremos tres razones para tener contentamiento y no entregarnos a la avaricia.

Sólo la ganancia espiritual es eterna (6:6–8)
Pablo ahora usa la palabra ganancia en un sentido diferente para enseñar una gran verdad. La verdadera ganancia no es la económica, la que buscaban los falsos maestros. La ganancia que es grande y valiosa es “la piedad acompañada de contentamiento”, o sea una vida de devoción y rectitud acompañada de tranquilidad en que la persona disfruta las circunstancias en las cuales Dios le ha puesto.
El vocablo contentamiento en el tiempo de Pablo era usado por los filósofos estoicos y significaba “la autosuficiencia”, el ser independiente de las circunstancias externas. La palabra describe a la persona cuyos recursos están dentro de sí misma. Pero sabemos que la idea de Pablo fue diferente del concepto que tenían los filósofos. Él nunca enseñó que el hombre es suficiente por sus propios recursos humanos. El cristiano puede sentir la autosuficiencia sólo porque Cristo está en su vida. El poder del Espíritu Santo provee la abundancia y satisfacción espiritual. El cristiano está completo sin tener las comodidades y lujos que el mundo materialista ofrece. El verdadero contentamiento brota de la devoción del corazón, no de las riquezas que-se tienen en mano. Un escritor dijo que un hombre es rico en proporción al número de cosas de que puede prescindir.
El apóstol vivía lo que enseñaba. Meses atrás, había estado encarcelado en Roma. Sin embargo, escribió: “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:12–13).


Parte del argumento de Pablo se encuentra en el v. 7: las cosas materiales son terrenales y temporales (comp. Job 1:21–22; Eclesiastés 5:15). Su uso e importancia se limita a un breve espacio de nuestra existencia. La esencia del hombre no depende de ellas. Es más importante lo que es eterno: 

  • la devoción a Dios, 
  • las almas de los hombres, 
  • la salvación eterna, 
  • el espíritu obediente y tranquilo. Lo necesario para la vida material, según el v. 8, son el sustento y el abrigo. “Estemos contentos con esto”, dice Pablo.
Jesús enseñó: 
“No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?… Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:25, 33).

La avaricia lleva a otros pecados (6:9)
El v. 9 señala una de las actitudes incorrectas con relación al dinero: querer enriquecerse. Se nota que Pablo no critica a personas que tienen recursos materiales. En los vv. 17–19, él tiene una orientación especial para los creyentes que tienen recursos (comp. Mateo 27:3–5; Hechos 1:18–19; 5:1–11; Lucas 16:19–31). Lo que es crucial es la actitud del creyente con respecto al dinero, sea uno que es pobre o uno que tiene más. El pecado es la ambición de hacerse rico, porque el creyente que lo hace está equivocado en su escala de valores. El cristiano ha de entregarse a los valores que no terminan con esta vida, que son eternos: el amor a Dios y a los demás, la salvación de los hombres y la edificación del cuerpo de Cristo.

  ¿POR QUÉ DEBEMOS ESTAR CONTENTOS?
  v. 6 La verdadera ganancia es la espiritual.
  v. 7 Lo material es temporal.
  v. 8 Son mínimas las verdaderas necesidades.
  v. 9 Querer enriquecerse hace caer en tentación y lazo.
  v. 9 Trae también codicias necias y dañosas.
  v. 10 El amor al dinero es raíz de muchos males.
  v. 10 Otros han dejado la fe y han sufrido por ello.


El deseo de enriquecerse trae dos consecuencias serias. La primera es que las personas que se proponen enriquecerse “caen en tentación y lazo”. Constantemente tienen la tentación de descuidar lo importante, como la familia, su testimonio, la ayuda a los demás, su participación en las actividades del Señor. Son tentados a ceder sus principios éticos para facilitar la ganancia. Pablo dice que este pecado no sólo trae tentaciones. El deseo de enriquecerse es una trampa (lazo). Nos enreda de manera que se pierde la libertad de tomar buenas decisiones.
La segunda consecuencia es que esta clase de vida trae “muchas codicias necias y dañosas”. Buscar el dinero sobre todo lo demás lleva al hombre a codiciar lo que el dinero puede conseguir, aunque estas cosas no tengan sentido (necias). El daño se refiere a que muchas de estas cosas no le hacen bien, ni a él ni a quienes lo rodean.
Estas codicias “hunden a los hombres en destrucción y perdición”. El apóstol está alumbrando el camino para que el creyente vea hacia dónde lleva el deseo de enriquecerse. Él describe las olas que alcanzan y ahogan al individuo que se ha metido mar adentro. Destrucción señala la derrota moral, emocional y espiritual en esta vida. Perdición probablemente indica las consecuencias eternas. Es el camino que caracteriza a los que no son creyentes y estarán perdidos. Si un creyente escogiera este propósito para su vida, perderá las bendiciones y el galardón que recibirá el creyente que se dedica a los valores eternos.

El amor al dinero trae muchos dolores (6:10)
La segunda actitud, muy parecida a la primera y tal vez la causa de ella, es el amor al dinero. Esta es una de las principales causas de todos los males, dice el autor. 


Al hablar de males, Pablo no enfoca aquí otros pecados, como hizo en el v. 9, sino 
  • las penas, 
  • desilusión, 
  • infelicidad, 
  • sufrimientos y aún 
  • el fracaso espiritual y doctrinal. Una de las mentiras de Satanás es que la felicidad viene de tener cosas materiales, cuando, en realidad, la vida se complica y las decisiones llegan a ser difíciles. Cuando una persona sustituye el dinero y lo que el dinero puede conseguir por los valores y las actividades espirituales y eternas, él trae a su vida, a su familia y a sus amigos, infelicidad y confusión. No sólo sufre él, sino también todos los suyos que le acompañan en ese camino equivocado.
Pablo dice que algunos dejan sus convicciones cristianas y fracasan espiritualmente por haber tomado el camino incorrecto de la avaricia. Como una espada, el amor al dinero penetra en el individuo y le inflige muchos dolores en la vida.
Después, en los versículos vv. 17–19, encontraremos una orientación positiva acerca del buen uso del dinero.


viernes, 2 de octubre de 2015

¡Maldito quien confía en el hombre y se apoya en un brazo de carne apartando su corazón de YHVH!...habitará lugares secos en el desierto, En tierra salitrosa y deshabitada.

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6






PREPARAMOS NUESTRO ESTUDIO PARA ENSEÑAR EN LA CONGREGACIÓN
EL PECADO DE JUDÁ
JEREMÍAS 17:1-13

17:1      El pecado de Judá está escrito con cincel de hierro;
            Con punta de diamante está grabado en la tabla de su corazón,
           Y en los cuernos de sus altares.
    2      Para memoria de sus hijos son sus altares y sus aseras junto a árboles frondosos,
            Sobre los altos collados.
    3      Sobre mi monte del campo
            Entregaré al saqueo tus riquezas y tesoros,
            Por el pecado de tus lugares altos en todo tu territorio.
    4      Tú misma serás privada de la herencia que te di,
            Y en una tierra que no conoces, te haré esclavo de tus enemigos;
            Porque habéis encendido en mi ira un fuego que arderá perpetuamente.
    5      Así dice YHVH:
            ¡Maldito quien confía en el hombre y se apoya en un brazo de carne apartando su                 corazón de YHVH!
    6      Será como retama en el desierto,
            Y no verá cuándo viene el bien,
            Sino que habitará lugares secos en el desierto,
            En tierra salitrosa y deshabitada.
    7      Bendito aquel que confía en YHVH,
            Y cuya confianza está en YHVH.
    8      Será como árbol plantado junto a las aguas,
            Que extiende sus raíces junto a las corrientes, y no teme cuando viene el calor,
            Pues que su follaje estará frondoso,
            Y en el año de sequía no se preocupará,
             Ni dejará de dar su fruto.
    9        Engañoso es el corazón más que todas las cosas,
              Incurable, ¿quién lo conocerá?
    10      Yo, YHVH, Yo escudriño el corazón y sondeo los riñones,
              Para dar a cada uno conforme a su camino,
              Conforme al fruto de sus obras.
    11      El que amontona riquezas injustas es como la perdiz que incuba lo que no puso:
              En la mitad de sus días las abandonará,
              Y ante su postrimería será un necio.
    12      Trono glorioso, excelso desde el principio,
              Es el lugar de nuestro Santuario.
    13      ¡Oh YHVH, esperanza de Israel!,
              Los que te abandonan serán avergonzados,
              Los que te abandonan serán inscritos en el polvo,
              Porque abandonaron a YHVH, fuente de agua viva.

EL PECADO: APOSTASÍA
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CONSIDERACIONES PRELIMINARES
  Características del corazón
  17:1–13
  Hay varios términos que son clave para una mejor comprensión de este texto. 

  • El primero es corazón (lev3820; vv. 1, 5, 9, 10). 
  • El segundo es escribir (katav3789, vv. 1, 13); 
  • al que le siguen dos sinónimos dejar-apartar (sur5493) y 
  • dejar-abandonar (`azav5800).

  El eje central del pasaje tiene que ver con el corazón humano:
  A. El pecado escrito en el corazón (vv. 1–4)
    B. Maldición y sus consecuencias (vv. 5, 6)
      C. Bendición y sus consecuencias (vv. 7, 8)
           D. El corazón humano (v. 9)
      C’. Consecuencias del análisis de Dios (vv. 10–12)
    B’. La esperanza de bendición (v. 13a)
  A’. El abandono de Dios escrito en el polvo (v. 13b)
  
¿Qué es el corazón? La palabra hebrea se usa en el Antiguo Testamento para referirse:

  •  al razonamiento, 
  • las emociones, 
  • pero principalmente para referirse a las decisiones; 
en este sentido se lo puede identificar con la fuerza de voluntad. De él se dice que es engañoso (’aqab6117, de donde se deriva Jacob) y sin remedio (’anash604). Desde una perspectiva humana, la persona (genérico) ha sido afectada por el pecado (escrito en el corazón) de tal manera que su propia capacidad de juzgar se ha tergiversado; es por ello que sin la acción de Dios no hay posibilidades de cambio real.
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Judá será castigado por su apostasía, 17:1–4. 
En estos versículos tenemos otro pleito contra Judá. Dios afirma que su pecado es tan grande que se ha escrito en forma imborrable en el corazón de ellos. No solamente está grabado allí sino en los altares que habían levantado a los dioses falsos. Además su pecado estaba tan grabado en el corazón de ellos y en su vida que sus hijos les han seguido en esta infidelidad. Es una idolatría perpetua. (Más tarde, en 31:33, Dios hablará del nuevo pacto cuando va a escribir su ley sobre el corazón de sus seguidores).

Asera era una de las diosas cananeas y parte de los cultos a la fertilidad. Dios les acusa de prostituirse bajo todos los árboles frondosos y en todas las colinas. Ellos habían tomado algunos de los elementos de la adoración a Dios y los incluían en la adoración a Asera. Su pecado estaba por todas partes. Como resultado, su castigo iba a ser grande. 

Toda su riqueza va a ser saqueada y su heredad quitada, la heredad de la tierra que Dios les había dado. Van a ser cautivos en una tierra desconocida. La paciencia del Señor ha terminado, ahora es su furor que va a arder contra ellos. No se puede desobedecer abierta y continuamente al Señor sin consecuencias. La desobediencia trae desplazamiento.

Los dos caminos, 17:5–13. 
Los vv. 5–8 traen a la memoria el Salmo 1. Es una enseñanza sapiencial. Maldito el hombre que se confía en sí mismo, que busca su propia autonomía en todo. Al hacerlo, se aparta del Señor. Se le compara con la retama en el Arabá, plantada entre los pedregales del desierto. No produce fruto, no tiene un propósito, no vale nada.

Al otro lado: Bendito es el hombre que confía en Jehovah, … Será como un árbol plantado junto a las aguas … No tiene que preocuparse ni por el calor ni por la sequía porque tiene sus raíces firmemente plantadas. Su confianza en el Señor dará estabilidad a su vida. El destino de su vida depende de la relación con él.

Los vv. 9, 10 dan un comentario sobre los dos versículos anteriores. El corazón del hombre es engañoso y el Señor está escudriñándolo constantemente. En el v. 1 se habló del pecado grabado en el corazón, en el v. 5 ha hablado del corazón que se aparta del Señor y aquí se describe al corazón como engañoso. Es interesante que la palabra engañoso tiene la misma raíz que el nombre Jacob (comp. Gén. 27:36). Al leer los pasajes de su vida se nota como este “suplantador” engañaba y fue engañado vez tras vez en su vida.

El concepto hebreo del corazón no es solamente el centro de las emociones y los sentimientos, es también el centro de la actividad racional, la voluntad y la toma de decisiones de parte de la persona. Con el corazón uno reflexiona y decide en cuando a lo que debe hacer. En el concepto del corazón se combina la acción de la voluntad, la intención, los sentimientos, la devoción, la mente; es una forma de dar expresión a lo más profundo de quién es la persona. 

Si la persona llena su corazón con sus propias ideas o de su propia autonomía, apartándose del Señor, va a la ruina, porque ha rechazado las enseñanzas y la guía de su Creador, el que conoce al ser más íntimo de la persona. Al contrario, cuando la persona pone al Señor y sus enseñanzas en su corazón recibirá la fuerza y dirección para las decisiones que deberá tomar. Será bendecida por el Señor.

El v. 11 es un proverbio usado para hacer un comentario sobre los versículos anteriores. Tal como la perdiz que incuba huevos que no son suyos más adelante va a perder los polluelos, así también la persona que escoge mal su camino, acumulando riquezas de lo que no le pertenece, más adelante va a perderlo todo. La insensatez de no vivir con honestidad y justicia trae su propia ruina.


  TESORO BIBLICO
  Oh Jehovah, esperanza de Israel, todos los que te abandonan serán avergonzados, y los que se apartan de ti serán inscritos en el polvo; porque han abandonado a Jehovah, la fuente de aguas vivas ( Jeremías 17:13 ).

Los vv. 12 y 13 son una doxología de alabanza a Jehovah, la esperanza de Israel. Hablar del trono del Señor en el cielo y/o en el templo es muy común en el AT y es una forma favorita de alabarle. Pero esta alabanza incluye también un juicio. Los que le abandonan a él serán avergonzados, totalmente olvidados como el nombre inscrito en el polvo. 

No habrán tenido el agua que viene de la fuente de aguas vivas que es el Señor. Van a morir de sed. Se puede deducir de estos versículos que la persona que escoge el otro camino, el de la esperanza y el de las aguas vivas, será bendecida y perdurará. Será como un árbol plantado junto a las aguas y extiende sus raíces a la corriente.

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domingo, 22 de marzo de 2015

¿Qué le pasa al pueblo de Dios? ¿Por qué muchos van en busca de otras doctrinas? Conocen bien la verdad, aceptan ser desviados de ella

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
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El Reconocimiento del Error
2 Juan 7
La urgencia con que Juan exhortaba a sus hermanos a seguir obedientes a la verdad (4–6), se explica en el siguiente pasaje, donde les advierte del peligro. Ya circulaban falsos maestros negando la fe apostólica y sembrando confusión entre los hermanos (7). No debe haber sido una sorpresa para las iglesias ya que Pablo y Pedro, al igual que nuestro Señor, habían dicho que algunos vendrían después para introducir el error doctrinal (Lucas 21:8; 1 Timoteo 4:1–3; 2 Pedro 2:1–3).
La presencia de estos engañadores requiere que se manifieste la otra cara del amor. El mandamiento de Dios es que nos amemos unos a otros. Sin embargo, el andar en amor va de la mano con el andar en verdad (4–6). La comunión genuina se basa en ésta. Por eso, el amor sincero tiene que excluir a los que no andan conforme a la verdad (7–11).
El propósito de Juan no fue dejarnos una excusa para apartarnos de aquellos que no están de acuerdo con todo lo que creemos. No debemos examinar detalladamente cada declaración doctrinal de otros grupos con el fin de encontrar alguna cosa para poder criticarlos y para no tener comunión con ellos. Sin embargo, es obvio que Juan consideraba que ciertas doctrinas falsas eran lo suficientemente graves como para impedir la unión con esa gente. En este estudio, queremos evaluar la doctrina de estos “engañadores y anticristos” para observar cuáles eran sus enseñanzas.
EL ANDAR EN COMUNION
SE BASA EN LA VERDAD.
DOS NO PUEDEN ANDAR JUNTOS
SI VAN EN DIRECCIONES CONTRARIAS
LOS ENGAÑADORES Y LOS ANTICRISTOS
El engañador o impostor pretende ser lo que no es. Siempre tiene el propósito de desviarnos de la verdad, o de distraernos para que no nos demos cuenta de ella. Juan previene a los hermanos que andan muchos engañadores por el mundo. Lo peor es que profesaban venir de Dios siendo que su objetivo verdadero era infiltrar en las iglesias el error y las divisiones.
La palabra “anticristo” quiere decir uno que se opone a Cristo. Así que, para Juan el anticristo es cualquier persona que está en contra de El y de sus enseñanzas. En particular, porque niegan Su venida en carne, es decir la encarnación. “Engañador” y “anticristo” no se refieren a dos clases distintas de falsos maestros. Son títulos sinónimos del mismo oficio.
Negar la venida de Cristo en carne era el error fundamental de ellos. La forma que Juan empleó para expresarlo da lugar a un significado amplio de la palabra encarnación. Esta se refiere a la venida del Hijo de Dios en forma de hombre, con todo lo que esa venida incluía: Su muerte en la cruz, Su resurrección corporal, Su ministerio actual en cuerpo glorificado, la segunda venida, y Su reino en la tierra.
LA INFLUENCIA DEL GNOSTICISMO
Gran parte del error de estos maestros se relacionaba con las doctrinas falsas de los gnósticos. Esta corriente pregonaba la filosofía de la superación del hombre, que se obtenía por medio de sus elevados conocimientos. Consideraban que el espíritu era divino, pero la materia era corrupta. Para los gnósticos, el mayor problema del universo era que lo espiritual estaba esclavizado por lo material. Su salvación consistía en liberar al espíritu de su prisión material. El hombre, por lo menos el grupo selecto de conocedores, alcanzaba dicha separación por medio de su elevado entendimiento, es decir, por medio del gnosis.
Es fácil entender entonces, por qué los gnósticos tenían poco aprecio para el universo creado por el Dios Supremo. Para ellos, un Dios bueno y espiritual nunca hubiera creado nada material, puesto que la materia es mala en sí. Creían que Dios es Espíritu, pero que este universo había sido creado por una fuerza maligna.
Por estas razones, los gnósticos consideraban que el cuerpo era una prisión del espíritu humano e indigno de cuidado, mucho menos de salvación. El fin del hombre era liberarse de las ataduras de este cuerpo material.
Debido a ello, el gnosticismo negaba la encarnación de Jesucristo. Puesto que la materia es mala, el Hijo de Dios jamás hubiera tomado un cuerpo humano. Según ellos, el espíritu de Jesús sólo tenía la apariencia de un cuerpo. Por lo tanto, el nacimiento virginal, la muerte en la cruz, la resurrección con cuerpo glorificado, y la segunda venida en ese mismo cuerpo, carecían de sentido.
Los engañadores y anticristos de los cuales Juan escribió, sin duda sembraban esas ideas erróneas y mucho más. Lo peor del asunto, es que pretendían dar la interpretación correcta de las enseñanzas de Jesús, ya que poseían grandes conocimientos de los misterios del universo. Es fácil entender cómo algunos hermanos se quedaban impresionados con las ideas tan atractivas que exaltaban los logros humanos; la gente hoy en día responde de la misma manera. Con cuánta razón Juan se preocupaba por ellos y les advertía de los peligros de sus enseñanzas.
RESUMEN DE LA ENSEÑANZA DE JUAN
Conforme al propósito de esta carta personal, la corta descripción que hace Juan de los engañadores sería suficiente para sus lectores. Sus contemporáneos ya los conocían bien. No había necesidad de mayor definición. Probablemente la primera carta de Juan ya circulaba entre varias iglesias de la región. Es más, algunos de los mismos lectores tenían conocimiento de las cartas de Pablo y Pedro, escritas veinticinco años atrás. Sin embargo, a pesar de tanto tiempo transcurrido, nosotros necesitamos estudiar estos escritos para orientarnos en cuanto a la esencia de esta doctrina.
¡PENSEMOS!
Para comprender mejor la naturaleza del error contra el cual Juan luchaba, haga un estudio breve de pasajes en los cuales Juan se refiere a los “anticristos” o a “engañadores”. Elabore una lista de las expresiones que se utilizan para describirlos y a sus doctrinas en cada pasaje.
1 Juan 2:18–19
1 Juan 2:22–23
1 Juan 4:2–3
1 Juan 4:5–6
2 Juan 7
Después, resuma las doctrinas falsas que apoyaban. ¿Cuáles doctrinas bíblicas negaban? ¿Cómo podría usted reconocerlos si los viera en su vecindad hoy en día?
Para exponer estos pasajes en una manera más amplia y detallada y para relacionarlos mejor con la enseñanza de 2 Juan, a continuacíon se incluye un resumen de su doctrina desde nuestra perspectiva.
1 Juan 2:18–19
Juan recordaba a sus lectores que el anticristo vendría, pero que otros muchos ya andaban sueltos. Eran muchos los que estaban en contra de Jesucristo. De la misma manera, mientras aparece el que encabezará la oposición a Dios, siempre habrá quienes apoyen este mismo espíritu de anticristo y sembrarán error y confusión.
Al principio, estos anticristos se identificaban con las iglesias cristianas, pero su misma herejía finalmente evidenciaba que no eran cristianos genuinos. Esto servía como una advertencia de que pudiera haber otros en medio del pueblo de Dios que todavía no habían demostrado lo que eran en realidad.
La “salida” de estos anticristos de las iglesias probablemente se refiere al desvío o separación de la doctrina de los apóstoles. Por lo que Juan escribió, parece que esos maestros falsos no dejaban en paz a las iglesias. Seguían abrumándolas con sus errores, queriendo atraer a otros.
1 Juan 2:22–23
Estos engañadores y anticristos eran también mentirosos, pues negaban que Jesús fuera el Mesías, el Ungido de Dios. De acuerdo al punto de vista gnóstico, el enviado de Dios no podría ser un hombre. Si acaso aceptaban que pudiera haber un Mesías, no toleraban la idea de que tuviera cuerpo humano. Es muy probable que ni siquiera aceptaran la doctrina de la venida del Salvador, y mucho menos que lo hiciera en el cuerpo de uno llamado Jesús.
Es más, al negar al Hijo, Juan afirmó que desechaban también al Padre. El hecho de negar al Hijo de Dios equivale a negar a Dios Padre también. El que busca al Padre, reconoce a Su Hijo a quien El ha enviado (Juan 5:23; 14:6–11; 15:23). Sin embargo, estos engañadores ponían en duda toda la obra de redención de Dios y que hubiera enviado a su Hijo a morir por los hombres. No aceptaban la intervención divina en el mundo por amor, y Su relación con el Hijo. En fin, rechazaban el fundamento y corazón del mensaje de salvación.
QUIEN SE OPONE A JESUCRISTO
SE OPONE TAMBIEN AL PADRE
1 Juan 4:2–3
Juan distingue claramente entre el espíritu de los maestros fieles que son de Dios y el del anticristo. El maestro fiel es guiado por el Espíritu de Dios, quien enseña todo acerca de Cristo, nuestro Salvador. El espíritu del anticristo no acepta que Jesucristo ha venido en carne, es decir, no cree en la encarnación. Los hermanos debían entender bien que este espíritu maligno ya estaba presente en el mundo.
1 Juan 4:5–6
Los anticristos provienen del mundo dominado por el diablo. Enseñan las cosas de él. Sus enseñanzas son atractivas y el mundo las oye bien. Parecen apelar también a los hermanos que no andan bien en los caminos del Señor, apoyando la misma perspectiva que sus vecinos y compañeros incrédulos.
Juan y los otros apóstoles eran de Dios, y los que verdaderamente eran de Dios los oían. Por el contrario, los que no son de Dios no oyen a los apóstoles. Así se puede distinguir entre el espíritu de verdad y el error, dependiendo de la disposición de aceptar la verdad que Dios ha revelado a Sus mensajeros.
2 Juan 7
A la luz de las referencias anteriores a la enseñanza de Juan en cuanto a los anticristos, podemos ver la importancia de afirmar la verdad en cuanto a Jesucristo. Estos engañadores se oponen a El. Niegan que Jesús es el Mesías, el que Dios envió a esta tierra en carne. Al negar a Jesús, niegan también al Padre.
Quien hace tal cosa se ha apartado de la verdad. Representa un espíritu que no viene de Dios, sino del mundo. No es vocero de El, ni de la verdad, sino del error. Proclama una mentira. Es una voz muy popular que a la gente les gusta oir, pero que no procede de la verdad. Por lo tanto, debemos comprender lo que representan y estar atentos para defendernos de su engaño. Tales doctrinas vienen del autor de la mentira.
EL QUE NIEGA LA ENCARNACION
DE JESUCRISTO
NO ES DE DIOS
No debemos creer que la doctrina mencionada en esta carta fuera un error aislado del primer siglo. Existe aún en la actualidad y parece que va en aumento. En América Central existe un grupo que se llama “Gnosis Cristiano”. Afirman el mismo error del primer siglo, sólo que actualizado y ahora profesan abiertamente ser “cristianos”.
Pensemos en otras sectas, como los mormones y los testigos de Jehová, que circulan en todas partes del mundo. Propagan muchas ideas erróneas, pero la principal es la relacionada con la persona y obra del Hijo de. Dios cuando vino al mundo. Tales grupos niegan que Cristo es el mismo Dios del universo hecho hombre. Aunque puede haber algunas doctrinas en las cuales estemos de acuerdo, en lo que se refiere a la persona y obra de Cristo, jamás podremos llegar a estarlo.
El apóstol Juan establece claramente que “el que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne es el engañador y el anticristo”. Según la prueba de Juan, aunque profesan ser cristianos, en realidad son engañadores que se oponen a Cristo. No son de Dios. Por amor a la verdad, tenemos que rechazar las enseñanzas de tales grupos.
¡PENSEMOS!
Identifique los grupos religiosos conocidos en el pueblo donde usted vive que tienen errores serios en cuanto a la persona y obra de Cristo. ¿Quiénes niegan que Jesucristo sea el Dios del universo hecho verdaderamente hombre? Conforme a lo enseñado por Juan, ¿cuál debe ser nuestra respuesta frente a los maestros de tales grupos?
En Gálatas 1:6–9, Pablo hace referencia a otra clase de error que considera tan grave como el que enfrentaba Juan. ¿Qué enseñaban ellos? Busque los indicios que revelan su error en 3:1–5, 10–14. ¿Merecen los que enseñan esta clase de doctrina el mismo trato que los de 2 Juan 7? ¿Habrá algún otro error doctrinal tan grave que exija semejante trato? ¿Cómo debemos responder al encontrarnos con maestros de esta clase de doctrina?
Debemos tomar en cuenta que una acción tan radical no debe aplicarse por cualquier error o diferencia de opiniones. Estos casos tienen que ver con la esencia del mensaje del evangelio.

Confrontando el Error
2 Juan 8–13
¿Qué sucede con el pueblo de Dios? ¿Por qué será que tantos cristianos van en busca de otras doctrinas? Aunque muchas veces conocen bien la verdad, se les desvía de ella. ¿Por qué?
Esta situación no es nada nuevo, pues ya existía en el Antiguo Testamento. Después de la gran obra de redención que Dios había efectuado en el éxodo de Egipto (Exodo 12–14), Su provisión espectacular en el camino (Exodo 15–17), la revelación de Su gloria (Exodo 19–20), y la prohibición específica de hacer imagenes (20:4–5); mientras que Moisés estaba en el monte recibiendo la ley de Dios para gobernarlos conforme al plan divino, Israel se extravió de la senda indicada para seguir otra (Exodo 32:1–8). En lugar de perseverar en la verdad, se apartaron de lo que acababan de oir de parte de Dios mismo.
Al tratar de explicarnos cómo pudo suceder tal cosa, en su primera carta Juan explica que las personas que se oponían a Jesucristo habían salido de en medio del pueblo de Dios, pero no eran parte de él en realidad (1 Juan 2:19). Su misma separación comprueba que nunca pertenecieron a ellos de corazón. Más bien, su proceder sirve para recordarnos que no todos los que están en medio de nosotros son de verdad del cuerpo de Cristo. Por eso, tenemos que tener cuidado, estando seguros de nuestra propia doctrina y de la influencia de aquellos que pudieran estar entre nosotros con el propósito de desviarnos.
VIGILANCIA FRENTE AL ERROR 8–9
En esta segunda carta, Juan repite la misma advertencia (8–9). Los que quieren engañar intentan desviar a los verdaderos hijos de Dios de Su camino para que no hagan la voluntad del Señor y no reciban la recompensa del servicio fiel que El les quiere dar. Quienes se oponen de esta manera a la doctrina de Cristo, demuestran así que no tienen a Dios en su vida. Por lo tanto, debemos estar atentos para no caer en su trampa.
¡PENSEMOS!
Al observar la advertencia que Juan presenta en este pasaje, parece que existe el peligro de que un cristiano pierda la salvación. Juan afirma que se puede arruinar o destruir lo que se ha logrado. Además, enseña que para tener a Dios, se requiere perseverar en la doctrina de Cristo. ¿No indican estas advertencias que se puede perder la salvación?
Frente a una enseñanza que parece incluir tal cosa, siempre vale la pena estudiar el pasaje con cuidado. Observemos lo que estos versículos dicen. Al indicarles que deben estar atentos, Juan señala lo que deben procurar no perder (8). ¿Qué es esto? ¿Qué es lo que deben luchar por recibir? ¿Acerca de qué tema habla Juan aquí?
En la segunda parte de la advertencia, se afirma que hay riesgo de extraviarse y no perseverar en la doctrina de Cristo (9). Según este versículo, ¿quién es la persona que no se apega a la verdad? ¿Quién sí lo hace? El propósito no es asustar al creyente verdadero en cuanto a su salvación, sino, más bien, afirmar una verdad en cuanto a los maestros falsos. A la luz de este versículo, ¿qué se puede decir con seguridad en cuanto a la persona que niega la persona y obra de Cristo?
El Peligro de Perder el Premio 8
“Mirad por vosotros” es para decir a sus lectores que están en peligro de perder el fruto de su trabajo. Esto se refiere a los galardones que Dios ha prometido por el servicio fiel de su hijos.
La salvación es distinta de ellos. Tiene que ver con el perdón del pecado y la vida eterna. La salvación se recibe como un regalo de Dios por medio de la fe en Jesucristo. No la podemos ganar, sino que la obtenemos por la gracia y misericordia de Dios (Hechos 16:31; Efesios 2:8–9; Romanos 3:21–24).
Los premios son recompensas que se nos darán por haber servido fielmente como hijos de Dios después de nuestra salvación. En la Biblia se les llaman también coronas y varios autores del Nuevo Testamento las mencionan:
* 1 Corintios 9:16–27
Corona incorruptible
* 2 Timoteo 4:6–8
Corona de justicia
* Santiago 1:12
Corona de vida
* 1 Pedro 5:4
Corona incorruptible de gloria
* Apocalipsis 2:10
Corona de vida
Al final de esta era, todos tendremos que dar cuentas ante nuestro Señor Jesucristo por el servicio que hayamos rendido durante nuestra vida. Conforme a Su evaluación, se distribuirán los premios indicados para cada uno. Algunos recibirán coronas y otros apenas lograrán entrar, como alguien que acaba de escapar de un incendio: con vida pero con las manos vacías. No está en juego la salvación; sólo las recompensas (1 Corintios 3:10–15; 4:2–5).
El propósito de los engañadores que se oponen a Cristo es desviarnos de la verdad de tal manera que nos hagan inútiles y perdamos las recompensas que Dios nos quiere dar. Por eso, debemos tener cuidado para que no lo logren.
El Camino Extraviado 9
Juan explica nuevamente que el peligro consiste en la infiltración subversiva de doctrinas erróneas acerca de Jesucristo. Quienes se han apartado y no perseveran en la sana doctrina, son los falsos maestros. Extraviarse no es sólo perder el camino por ignorancia. Significa más bien adelantarse o salir del camino correcto para seguir uno propio, pero desviado. La expresión se empleaba con frecuencia para identificar a alguien que procuraba llevar adelante alguna cosa. En ese sentido, podríamos llamarle un promotor.
Así habían hecho esas personas. Decidieron seguir su propia interpretación en cuanto a la persona y obra de Jesucristo. Juan señaló las dos características principales de ellos: se habían apartado completamente de la enseñanza apostólica, y ya no se apegaban a la verdad. Se habían dedicado a promover otras doctrinas.
La conclusión es que tales maestros no tienen a Dios; es decir, no son creyentes genuinos (1 Juan 5:12). Tal vez aún profesan pertenecerle pero lo hacen para engañar y sembrar el error. Pueden ser reconocidos porque no persisten en la enseñanza de Cristo. Por el contrario, los que sí perseveran en la sana doctrina de Cristo tienen al Padre y al Hijo. Son creyentes auténticos y lo manifiestan por su lealtad a El.
El apóstol Juan teme que los hermanos se dejen llevar por los dichos equivocados de los engañadores, y pierdan parte de su recompensa. En lugar de servir a Dios en la evangelización de los perdidos y la edificación del cuerpo de Cristo, irán a malgastar sus energías discutiendo y propagando doctrinas erróneas.
LOS MAESTROS DE DOCTRINA FALSA
LA PRESENTAN EN PAQUETES ATRACTIVOS.
SE REQUIERE MUCHO CUIDADO
PARA NO SER ENGAÑADO
EXCLUSION DE LOS MAESTROS FALSOS 10–11
A la luz de la amenaza que los falsos maestros presentan, se requiere cuidado en la selección de quienes colaboran en la educación cristiana en la iglesia. Si un maestro no trae la doctrina correcta sobre la encarnación de Cristo, no lo debemos recibir.
En aquel entonces, los que se dedicaban a la enseñanza, acostumbraban ir de pueblo en pueblo llevando sus ideas y acumulando discípulos. Esperaban que ellos y sus oyentes les dieran hospedaje, comida y donaciones para ayudar en el sostén.
Los apóstoles y enviados cristianos hacían lo mismo. El dar hospitalidad a los maestros acreditados entre las iglesias era una obligación para los hermanos. Pablo lo presentó como un deber y forma parte importante del ministerio en el cuerpo de Cristo (Romanos 12:8; Tito 1:8).
Juan no niega la importancia de la hospitalidad, sino que les exhorta a tener mucho cuidado y distinguir entre lo genuino y lo falso. Hay que probar la doctrina de un maestro antes de extenderle la bienvenida. Si no se acredita adecuadamente, los hermanos no deben recibirlo. Aceptarlo es igual a invertir en el ministerio de tal persona y apoyar sus enseñanzas.
La palabra “participar” significa entrar en un compañerismo íntimo (11). Juan aclara que no puede existir tal cosa entre el error y la verdad. Si tratan de acomodarse a sus desviaciones, sólo van a cosechar problemas. La tolerancia del error no es una virtud. No estamos obligados a hospedar a engañadores y anticristos. Si recibimos con entusiasmo a los que promueven otras doctrinas, nos hacemos copartícipes con ellos. No conviene que nos identifiquemos con los que apoyan otras ideas que se oponen a la verdad que la Palabra de Dios enseña en cuanto a la persona y obra de Cristo.
AL EXTENDERLES LA HOSPITALIDAD
A LOS MAESTROS FALSOS
NOS HACEMOS PARTICIPES
DE SUS MALAS OBRAS
¡PENSEMOS!
Hoy en día, las iglesias evangélicas confrontan una situación similar. Tienen que decidir si aceptan o no la oportunidad de recibir a un predicador o conferencista desconocido. Todavía existe el peligro de que traigan doctrinas falsas o divisionistas. Tomando en cuenta el dictamen de Juan en esta carta, ¿cuál debe ser nuestro proceder antes de invitar a un predicador?
¿Cuál debe ser nuestra actitud frente a la llegada de tal persona? ¿Qué factores debemos considerar para decidir si debemos colaborar en una campaña evangelística con otras iglesias?
Juan indica que nuestra meta debe ser la deno participar en la propagación de doctrinas falsas. ¿Prohibe este principio toda hospitalidad para los desconocidos? ¿Impide ésto la ayuda social a los necesitados que no son creyentes?
DESEO DE VISITARLES 12–13
Al concluir la carta, Juan indica que todavía quisiera presentar otros temas más. No sabemos sobre qué otras cosas quería escribirles. En lugar de enviárselas por carta, esperaba ir a visitarles para hablar con ellos cara a cara.
Los hijos de una hermana mandan saludos. Bien pudo ser hermana de la destinataria de la carta. El hecho de que los hijos manden saludos se explica satisfactoriamente si suponemos que la madre hubiera muerto.
La otra interpretación posible es que Juan siempre se refería a las iglesias de Asia Menor como hermanas. Una sería la destinataria; la otra es la iglesia desde donde Juan escribe. En tal caso, los hijos serían los miembros de la congregación.
RESUMEN DE 2 JUAN
En esta carta, Juan pone énfasis en dos principios importantes:
1. El amor y la verdad tienen que mantenerse juntos. El amor fraternal debe manifestarse dentro de los límites que la verdad impone; y ésta debe expresarse con amor (4–6).
2. La intolerancia ante el error doctrinal es aceptable. La corriente moderna es aceptar los extremos en asuntos de doctrina, lo cual trae muchos peligros, entre ellos el de perder nuestro galardón. No debemos participar en la maldad de quienes se oponen a Jesucristo y Su doctrina.
Que Dios nos dé sabiduría para distinguir entre la verdad y el error, y para seguir la verdad con amor.
¡PENSEMOS!
Señale las lecciones principales que ha aprendido por medio del estudio de este libro. ¿Qué pasos debe dar para poner en práctica lo que Dios le ha enseñado y para agradarle sólo a El?
AMAD A LOS QUE ANDAN EN LA VERDAD
3 JUAN

SALUDO INICIAL     1–2
FELICITACION A GAYO     3–8
DENUNCIA DE DIOTREFES     9–11
RECOMENDACION DE DEMETRIO     12
SALUDO FINAL     13–15

EL AMADO HOSPITALARIO
EL QUE AMA EL PRIMER LUGAR
EL DE BUEN TESTIMONIO

Autor y Destinatario     1
Deseo para su Bienestar     3
Regocijo por su Testimonio     3–4
Felicitación por su Hospitalidad     5–6a
Exhortación a la Hospitalidad     6b
Razón para la Hospitalidad     7–8
Causa de la Denuncia     9–10
Advertencia a los Demás     11
Testimonio de los Hermanos     12a
Testimonio de la Verdad     12b
Testimonio de Juan mismo     12c
Deseo de Visitarles     13–14
Entrega de Saludos     15

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