Los pueblos antiguos sólo veían a lo largo del lapso que dura el año dos estaciones: la próspera , que contiene los meses diáfanos, y la sombría , que coincide con los meses fríos. Todo esto nos recuerda el viejo y encantador mito de Perséfone (la versión griega de la romana Proserpina): raptada por el dios Hades y sumergida en las profundidades del inframundo, a Perséfone se le permite regresar a la tierra durante la mitad del año (la mitad luminosa), en tanto que mientras dura su encierro el clima en la tierra dista de ser acogedor. Perséfone se convierte así en lo que llamamos una divinidad ctónica : ligada a la tierra y el mundo de las sombras.
¿A qué remite esta rara palabra? Proviene del griego y significa “que pertenece a la tierra” , pero no en el sentido de la corteza terrestre o de la naturaleza, sino del mundo inferior ; en otras palabras, el mundo de los espíritus desencarnados. Para muchas naciones de la Antigüedad, el año comenzaba en su parte oscura (esto es especialmente cierto para los celtas), y no son pocos los historiadores que arguyen que los alrededores de la época de Halloween marcaban una festividad relacionada con el día de los muertos (en otras palabras, de los espíritus que han partido pero aún no han encontrado su camino) lo cual se relaciona tanto con el Día de los Fieles Difuntos en los ritos cristianos como con la leyenda de Jack el del Farol, un espíritu que vaga entre el cielo y el infierno, sin poder hallar descanso ni paz merced a sus tratos con el Diablo.
Apaciguar a esos espíritus vagabundos, ganarse su favor con dádivas, o al menos evitar ser atacados por ellos era una preocupación muy seria para los antiguos. No obstante, siempre han existido personas que han deseado ir más allá y establecer contacto con estas entidades y, de ser posibles, controlarlas o inclinarlas en su favor. Dado que se supone que la pared que separa el frágil mundo de los vivos del de los muertos es delgada pero infranqueable, existen dos maneras de intentar el contacto: a través del ritual o la ceremonia individual, realizada a solas en pequeños grupos por adeptos (que en algunas ocasiones son mal vistos por la comunidad en razón de estas relaciones sospechosas, y que han sido llamados magos, hechiceros, chamanes o brujas según la cultura), y a través del ritual o la ceremonia colectiva, una de las cuales podría haber sido, o ser, Halloween.
Samhain era la festividad celta que marcaba el final de la estación luminosa (en idioma gaélico este término significa, precisamente, fin del verano ). Inicio a la vez del año, era el momento propicio para invitar a los espíritus de los ancestros a visitar a los parientes vivos y traerles un soplo de su vida inmortal.
No obstante, la contracara de esta alegría por el comienzo del nuevo año es el miedo: nunca faltaban parientes que habían tenido un deceso violento, habían llevado una vida reprochable o habían cometido suicidio, razones para temer un regreso furibundo del mundo de los muertos. Samhain era, entonces, una celebración que incluía ritos propiciatorios: comidas y bebidas era dejadas en las afueras de los hogares para el consumo de los espíritus, especialmente para aplacar a los más revoltosos, para que en la jornada de su estancia en la esfera de los vivos fuera lo menos dañina posible. Es de allí que proviene la costumbre de pedir dulces como salvoconducto para evitar una broma pesada.
¿Qué hay de quienes buscan deliberadamente el contacto con los muertos? Hay indicios de que las sociedades celtas veían con malos ojos estas prácticas. Los druidas, especie de magos-sacerdotes-filósofos de elevado rango social en estos grupos, eran los encargados de la intercesión con el inframundo; cualquier otra persona que intentara usurpar esa función era expulsada de la comunidad. La tentación de controlar los aspectos más oscuros del universo de los muertos siempre es muy fuerte; esa amenaza no debió detener a todos en esa época, como tampoco lo hará hoy día.
Para ellos era un día en donde los mundos sobrenaturales chocaban el uno contra el otro. La muerte y los espíritus eran centrales en las ceremonias de samhain, y siguen siendo temas atractivos para los que celebran halloween.
Halloween celebra todo relacionado con la muerte y el mundo de las tinieblas. Esta exaltación de lo oscuro contradice lo que la Biblia nos enseña. Jesucristo vino para vencer al príncipe de las tinieblas, Satanás, y precisamente lo hiso al resucitar de la muerte. La esperanza que ofrece Jesús es de gozo, alegría, paz, seguridad y vida eterna. No de miedo, tormento, oscuridad y mucho menos la muerte.
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Fantasmas, zombis y demonios:
Mucho se puede decir sobre lo que nos sucede después de morir. La parábola de Jesús sobre el rico y Lázaro , por ejemplo, nos dice que después de la muerte los justos pasaran a un lugar donde serán confortados y los injustos irán al lugar de tormento mientras esperan el juicio final. Los que han pasado a la eternidad están sujetos a estos lugares.
Cuando el rico pidió que Lázaro fuera a advertir a sus familiares sobre las consecuencias de vivir injustamente, Abraham no se lo permitió. Los detalles en las parábolas de Jesús no son coincidencias. Después en Hebreos 9:2, el apóstol Pablo dice que "está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio." No hay desorden aquí. No hay fantasmas vagando por el mundo tratando de comunicarse con los vivos. El mundo espiritual esta sujeto a un orden donde Dios tiene toda autoridad.
La Biblia si dice que Satanás y sus demonios se disfrazan como ángeles de luz para engañar. Dice 1 Corintios 11:14-15 "…porque el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan de ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.". Satanás y sus demonios no son mito, si existen. Se aprovechan de personas que creen en fantasmas y zombis pues estos son un engaño de las tinieblas. Tienen como propósito atormentar al ser humano, mantenerlo bajo la opresión del miedo, y evitar a que lleguen a tener un conocimiento verdadero de quien es Dios.
Así que el halloween, de una forma que aparenta ser inofensiva, celebra las cosas que son usadas por el enemigo para causar daño. Bíblicamente, un cristiano no tiene razón para creer en fantasmas ni en zombis. Tampoco tiene razón para estar asustado pues los evangelios nos enseñan que Jesús tiene toda autoridad sobre Satanás y los demonios y que estos ya han sido vencidos al morir Cristo en la cruz y ser resucitado de la muerte.
Supersticiones y adivinanzas:
Las supersticiones y las adivinanzas también forman parte de la historia del halloween. La Biblia habla claramente sobre las personas que tratan de consultar un mago, a un fantasma, o un adivino y que estos hechos no agradan a Dios. Recordando lo que dice arriba el pasaje de 1 Corintios 11, considera también este pasaje en Isaías 8:19 "Si os dicen: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos?"
La razón por la cual a Dios no le agradan estas cosas es porque son una forma de idolatría y llevan a la adoración diabólica. Hacen que las personas no confíen en Dios y contaminan el alma.
Otros pasajes:
Deuteronomio 18:10-12: "Que no haya en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni nadie que practique la adivinación, ni sea agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni nadie que consulte a los muertos. Al Señor le repugnan todos los que hacen estas cosas, y precisamente por estos actos repugnantes el Señor tu Dios va a expulsar de tu presencia a estas naciones."
1 Timoteo 4:1: "Pero el Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios."
Levítico 20:6: "La persona que preste atención a encantadores o adivinos, para prostituirse detrás de ellos, yo pondré mi rostro contra la tal persona, y la eliminaré de su pueblo."
Te animo a que continúes leyendo la Biblia para aprender más sobre las promesas de vida que ofrece Jesús y mejor considerar las cosas que celebras junto cada año.
¿Puede un cristiano celebrar halloween? Es un debate que surge cada año en las iglesias porque existen ciertas reservaciones sobre si un cristiano debe celebrar esta fecha o no, debido a su origen y símbolos. Este artículo trata ofrecer una breve historia del halloween y su significado para el cristiano.
¿Qué es halloween?
Halloween es un día festivo celebrado el 31 de octubre, mayormente en los Estados Unidos.
Es una fiesta que se distingue por los disfraces, dulces y temas sobrenaturales.
Origen e historia de halloween
Halloween se traza al festival celta de samhain, que ocurría el 31 de cada octubre, marcando el fin del verano y el empiezo del invierno. Los celtas creían que durante esa noche todos los mundos espirituales chochaban y los fantasmas regresaban para atormentar a los vivos. Rituales de este festival incluían el uso de disfraces y ceremonias para alejar a los espíritus y los sacerdotes de la comunidad hacían predicciones sobre el futuro. En ceremonias de fogatas, sacrificaban animales y frutas a sus dioses.
La celebración de samhain fue cambiando poco a poco debido a las influencias del imperio Romano en el área y eventualmente la iglesia católica. Para el siglo ocho, queriendo cristianizar la fecha, la iglesia católica declaró que el primer día de noviembre seria el día de Todos los Santos aunque la mayor parte de las prácticas de samhain continuaron. El nombre halloween viene de la frase en ingles All Hallow's Eve que significa "víspera de todos los santos".
El halloween se ha celebrado en los Estados Unidos desde la era colonial.
Símbolos del halloween
Los muertos y espíritus: Los celtas creían que los muertos y los espíritus regresaban la noche del 31 para visitarlos y atormentarlos.
Truco o trato: Para ganar el favor de los fantasmas y malos espíritus, en cambio de que no los molestaran, familias dejaban frutas y dulces en el frente de sus casas.
Los disfraces: Originalmente los disfraces se usaban durante las ceremonias que hacían los celtas. Luego se usaban para representar a los espíritus que vagaban por las calles esa noche. Personas se vestían de ellos poder tomar las frutas y dulces que otros dejaban afuera. Si no encontraban nada pues les hacían bromas a los de la casa (truco o trato). Los disfraces siembre eran de fantasmas, esqueletos, brujas o demonios. La combinación de los disfraces y el truco o trato forman gran parte de las celebraciones de hoy.
Las supersticiones: Las solteras consultaban a adivinos para que estos les revelaran quienes serian sus futuros esposos. Usualmente el ritual involucraba algún tipo de espejo, dichos y manzanas.
La cosecha: Porque la fecha cae en el tiempo de las cosechas, es común que los frutos de la época formen parte de cualquier celebración durante este tiempo. Las calabazas y las manzanas son bastante típicas.
Las calabazas: Las calabazas talladas con la imagen de una cara y alumbradas con una vela por dentro tiene su origen en Inglaterra con la historia de un hombre llamado Jack, quien quiso engañar al diablo. En cambio, el diablo lo condeno a que anduviera la tierra por el resto de su vida con sólo la brasa del fuego del infierno para alumbrar su camino. La imagen ha sido asociada con el halloween desde la llegada de inmigrantes a las colonias.
¿Se puede reconcilia el holloween con el cristianismo?
Precisamente esto fue lo que el papa Gregorio III quiso hacer con al combinar las fiestas de samhain y las de todos los santos. Aun así, la gente continuó con los rituales y las supersticiones paganas.
El cristianismo se basa en el triunfo de la vida sobre la muerte, de la luz sobre las tinieblas. No podemos encontrar ningún pasaje bíblico que hable sobre la muerte, el diablo, los demonios y la oscuridad en un sentido celebratorio y digno de nuestra observación y reverencia. El nuevo testamento es básicamente la historia de como Jesús venció la Satanás y al pecado, y la liberación que nos ofrece de la muerte y el miedo.
Bíblicamente la respuesta es "no". No se puede reconciliar el halloween, y ninguna otra fiesta a los muertos, basado en lo que la Biblia nos enseña. Pero, secularmente, hay cristianos que continúan participando en eventos de halloween como lo hacen con otros días festivos como los son el día de independencia, el día de las madres, día de los trabajadores, etc.
Razones por la cual un cristiano participa de halloween
Algunos cristianos consideran esta celebración inofensiva y sin ningún significado espiritual para ellos. Los disfraces y los dulces hacen que el halloween sea un día divertido para ellos y sus hijos. Algunos de los que participan prefieren no usar disfraces relacionados con los aspectos oscuros de esta fiesta. Varias iglesias toman la oportunidad para hacer eventos este día para atraer a familias y proveerles un lugar seguro para congregarse.
Razones por la cual un cristiano no celebra halloween
Algunos cristianos se oponen al halloween debido a sus orígenes y los símbolos que caracterizan la fiesta. Usualmente un cristiano de esta opinión cita la diferencia que hay entre la luz y las tinieblas, o la vida y la muerte. Para ellos el contraste entre lo que representa halloween y lo que representa su fe son irreconciliables.
Entonces, ¿Qué debe hacer el cristiano con el halloween?
Cada cristiano tiene que depender de sus convicciones en cuanto a un tema como este. La Biblia habla claramente de que el cristiano es luz y que ya no pertenece a las tinieblas. Considerando los símbolos de halloween, podemos ser guiados por pasajes como Deuteronomio 18:10-12 que dice: "Que no haya en ti nadie que haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni nadie que practique la adivinación, ni sea agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni nadie que consulte a los muertos. Al Señor le repugnan todos los que hacen estas cosas, y precisamente por estos actos repugnantes el Señor tu Dios va a expulsar de tu presencia a estas naciones.".
Tenemos que estar consientes de las cosas que permitimos en nuestras vidas y dejamos entrar en nuestras casas. Que nuestra meta sea celebrar las bendiciones que Dios nos ha dado por medio de su hijo Jesucristo.