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domingo, 8 de mayo de 2016

Voceando palabras arrogantes y necias, seducen con las pasiones sensuales de la carne a los que hasta hace poco iban escapando de los que viven en error

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6
Fuentes sin agua... seducen...les prometen libertad




Llevemos a pastos frescos a la Congregación
FUENTES QUE DEBERÍAN TENER AGUA
2Pedro 2:17-19
17      Éstos son fuentes sin agua, nubes impulsadas por la tormenta, para los cuales está reservada la negrura de las tinieblas.
18      Porque voceando palabras arrogantes y necias, seducen con las pasiones sensuales de la carne a los que hasta hace poco iban escapando de los que viven en error.
19      Les prometen libertad, y ellos mismos son esclavos de corrupción; porque de quien uno es vencido, de éste queda hecho esclavo.

FUENTES SIN AGUA
Naturaleza
2 Pedro 2:17. Estos son fuentes sin agua y niebla llevada por la tormenta, para quienes está reservada la más densa oscuridad.
¡Qué imagen! Judas tiene una descripción ampliada en la cual solamente la primera y la última línea son similares a la versión de Pedro. He aquí las líneas tomadas de Judas 12–13:
Son nubes sin agua, llevadas por el viento. Son árboles que no dan fruto a su tiempo, dos veces muertos y arrancados de raíz. Son olas violentas del mar, que arrojan la espuma de su propia vergüenza. Son estrellas errantes, a las cuales la más densa oscuridad les está reservada para siempre.
Sin vacilar adoptamos la regla que estipula que la versión más breve de un texto es generalmente la lectura original, ya que los copistas siempre tienden a expandir, no a abreviar, un texto. 

Si aplicamos esta regla al texto de Judas, debemos dar lugar a la posibilidad de que Judas haya tenido el texto de la carta de Pedro en su poder. 

Sin embargo, también podemos suponer que Pedro y Judas se reconocían mutuamente como obreros en la iglesia y que juntos hablaban de los problemas que la iglesia enfrentaba en la segunda mitad del primer siglo. 

Ellos compartieron lo que habían considerado y escribieron, de manera que sus documentos exhiben interdependencia.

Pero volvamos a la descripción que Pedro hace de los apóstatas. 

Toma imágenes del mundo natural y manifiesta en tres breves cláusulas la verdadera naturaleza de estos infieles.

a. “Estos son fuentes sin agua”. Esta es una descripción que trae la imagen de un desierto en que el viajero está buscando un manantial. Pero al encontrar el manantial, descubre consternado que está seco. De igual manera, los falsos maestros no tienen nada que ofrecerles a los miembros de la comunidad cristiana: son como fuentes secas.

La segunda ilustración es igualmente adecuada:
b. “Niebla llevada por la tormenta”. ¡Qué desilusión sufre aquella gente que, víctima de una sequía, ve llegar las nubes típicas de una tormenta, de las que esperan lluvia abundante, sólo para observar luego como la tormenta se lleva de largo a las tumultosas nubes que no tienen agua. 
Así los herejes causan conmoción en la comunidad pero no ofrecen nada que sea substancial y digno de atención. En cierto sentido, traen abatimiento.

c. “Está reservada la más densa oscuridad”. 
Cerca de fin de siglo Juan escribe: “Dios es luz” (1 Jn. 1:5). 
Lo opuesto a la luz es la oscuridad absoluta. Mientras los hijos de Dios comparten su luz, los hijos del diablo andan en la oscuridad que han escogido. 

A ellos les espera el juicio de Dios que Pedro describe como “la más densa oscuridad”. 
En el griego, Pedro usa el superlativo la más densa, que es el mismo término lóbregos que ya hemos encontrado en el versículo 4 (Es que si Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que los arrojó al infierno, metiéndolos en lóbregos calabozos a ser reservados para el juicio”).
Intención
18. Porque profieren palabras arrogantes y sin sentido y, apelando a los deseos de la naturaleza pecaminosa del hombre, seducen a quienes acaban de escapar de los que viven en el error.
De las metáforas que tomó del ambiente de la creación de Dios, Pedro pasa ahora a una descripción de la intención que tienen estos falsos maestros. Casi como resumen de lo dicho en la primera parte del capítulo, 

Pedro exhibe los métodos y fines que estos herejes buscan ejecutar.

a. “Porque profieren palabras arrogantes y sin sentido”
El término palabras tiene dos adjetivos calificativos en esta traducción. 
El primer adjetivo, “arrogantes”, se refiere a la forma y al sonido de dichas palabras. Son declaraciones engreídas, orgullosas y exageradas. 
El segundo, “sin sentido”, tiene que ver con el contenido de las palabras habladas. Son inútiles, faltos de todo significado, sin propósito. No tienen significado porque carecen de toda semejanza con la verdad y con la integridad. Sin embargo, los falsos maestros utilizan estas palabras para sus propios propósitos (cf. Jud. 16).

b. “Apelando a los deseos de la naturaleza pecaminosa del hombre, seducen a quienes …”. 
Esta es una variante del versículo 14: “Con los ojos llenos de adulterio, son insaciables en el pecar; seducen a las almas inconstantes”. 

Ellos declaran estas palabras arrogantes y sin sentido con el propósito de atrapar a gente inestable. 

¿Cómo logran su objetivo? Ellos excitan aquellos deseos sexuales del hombre que lo inducen a la lujuria y a la gratificación sexual. La inclinación de Pedro hacia la redundancia se hace evidente una vez más. El escribe literalmente: “Ellos tientan por medio de deseos carnales, por la sensualidad” (NASB). 

La expresión griega deseos carnales es fortalecida por el término sensualidad, que se refiere a la conducta indecente y a los excesos sexuales que eran prevalentes en Sodoma y Gomorra.

c. “Seducen a quienes acaban de escapar de los que viven en el error”
Como animales carnívoros que atacan a los miembros más débiles de la manada, así los falsos maestros centran su atención en los nuevos conversos. 

Los creyentes que no han tenido suficiente tiempo para crecer en la gracia y en el conocimiento de la fe cristiana tienen ahora que soportar las tentaciones de los apóstatas. 

Pedro agrega las palabras acaban de, que significa “apenas”. Otra traducción de esta sección del versículo es la siguiente: “seducen … a los que verdaderamente han huido de los que viven en error” (VRV, bastardillas añadidas; basadas en una lectura alternativa).

Sin embargo, el punto del mensaje de Pedro parece ser que es más probable que los falsos maestros tengan éxito en seducir a los nuevos conversos que a los cristianos experimentados que en el pasado escaparon de un modo malo de vivir. 

Además, un participio presente que encontramos en los manuscritos griegos más importantes indica que la acción de escapar era reciente. Pedro se está refiriendo a una minoría de la comunidad cristiana, no a toda la iglesia. Su preocupación abarca a los nuevos cristianos que todavía no han tenido suficiente enseñanza en la fe para oponerse al maligno. En general, los recién iniciados en la fe cristiana pueden fácilmente volver a ser atrapados por el mundo.

Los traductores favorecen la lectura que tiene el tiempo presente y la expresión acaban de, recién. Por ejemplo: “Seducen a los que acaban de alejarse de los que viven en el error” (BJer). Entre paréntesis, la Vulgata latina se aparta del texto griego al colocar las dos cláusulas en aposición: “Los que escapan de a poco, es decir, los que viven en error”. 

Las antiguas traducciones siriacas también difieren de la lectura griega: “Los que huyen de las palabras rectas y los que viven en error” ó “los que con pocas palabras escapan de los que viven en error”. Es posible, sin embargo, que estas versiones no sean más que simples intentos de mejorar el texto griego.

¿Quiénes son “los que viven en error”? No pueden ser los falsos maestros, caso así supondríamos que Pedro sería más explícito. La redacción no es lo suficientemente clara como para creer que estos maestros estuviesen tratando de recapturar a los nuevos conversos que acababan de escapar de su influencia y poder. Es mejor entender la cláusula como una referencia a la población gentil que seguía viviendo en la oscuridad espiritual.
Esclavitud
2 Pedro 2:19. Les prometen libertad, mientras que ellos mismos son esclavos de la depravación, ya que uno es esclavo de aquello que lo ha dominado.
¡Promesas doradas! Pero qué ironía es oír a los falsos maestros hablar acerca de una libertad que ellos mismos no poseen. Ellos son incapaces de cumplir su promesa de libertad porque están esclavizados por el pecado. Los esclavos del pecado prometen a su prójimo la libertad.

Pedro llama a esta gente “esclavos de la depravación”. El grado de depravación es evidente en la distorsión de los hechos. Pedro no describe a estos maestros como gente que, en su ignorancia y falta de un conocimiento pleno del evangelio—andan predicando “los beneficios y bendiciones de Cristo”. Al contrario, ellos distorsionan adrede la verdad para socavar el progreso del evangelio de Cristo.

La libertad en Cristo significa que somos libres del peso del pecado, que Cristo ha cumplido la ley por nosotros (Ro. 10:4), y que obedecemos la ley de Dios para expresarle a él nuestra gratitud. Pero esta no es la libertad que estos promotores del error ofrecen a los recién convertidos a la fe cristiana. Esa supuesta libertad está totalmente depravada, puesto que se trata de un permiso para vivir fuera de la ley de Dios.

Pedro escribe acerca de las promesas de libertad en otro contexto. Allí él da a conocer a los lectores las preciosas promesas que Dios les ha hecho, a fin de que ellos “escapen de la corrupción que hay en el mundo debido a los malos deseos” (1:4).

“Ya que uno es esclavo de aquello que lo ha dominado”. 
Esta oración es un proverbio que aparece algunas veces en la literatura cristiana primitiva. Tiene su paralelo en la observación de Pablo: “¿No sabéis que cuando os ofrecéis voluntariamente a obedecer a alguien como esclavos, sois esclavos de aquel a quién obedecéis?” (Ro. 6:16; y véase Jn. 8:34). 

Pedro se opone a los falsos maestros que han escogido deliberadamente obedecer al pecado y que, por consiguiente, han llegado a ser esclavos del pecado. El pecado los ha dominado completamente. Pedro los describe vívidamente con las siguientes palabras: 
“con los ojos llenos de adulterio, son insaciables en el pecar” (v. 14).
Consideraciones doctrinales en 2 Pedro 2:19
¿Qué es la libertad? Ni bien hacemos esta pregunta, se hace necesario especificar de qué tipo de esclavitud hemos sido librados. La gente que ha estado esclavizada por el alcohol o por las drogas pueden alegar libertad de su dependencia química. Las naciones que han sido libradas de una ocupación del enemigo experimentan la libertad de la opresión. Esta creación que ha sido colocada bajo el cautiverio del pecado, espera pacientemente el día en que “será liberada de la esclavitud de la corrupción y llevada a la libertad gloriosa de los hijos de Dios” (Ro. 8:21).

Muchos de los primeros lectores de la epístola de Pedro tenían un conocimiento personal de la esclavitud y de la libertad. El Nuevo Testamento nos enseña que en la iglesia primitiva muchos de los cristianos eran esclavos (Ef. 6:5–8; Col. 3:22–25; 1 Ti. 6:1–2; Tit. 2:9–10; 1 P. 2:18). 

Pero en la comunión de la iglesia cristiana, las distinciones entre amo y esclavo desaparecieron. Por ejemplo, Pablo presenta a Onésimo como hermano cristiano de Filemón.

 También enseña a los Gálatas los principios de la libertad cristiana: “Ya no hay judío ni griego, no hay esclavo ni libre, no hay hombre ni mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Gá. 3:28). La verdad del evangelio libera al creyente del poder del pecado.

En el mundo gentil del primer siglo, los filósofos atenienses enseñaban que “las personas que son legalmente libres pero que están controladas por sus vicios son en realidad esclavos, los que son legalmente esclavos pero que buscan la bondad y la verdad son realmente libres”. 

Aunque esto no deja de ser un comentario elogiable, lo cierto es que los filósofos no están en condiciones de librar al hombre de las cargas y cadenas del pecado. Pero mediante su obra y palabra. Cristo Jesús concede verdadera libertad a todo aquel que viene a él en fe y arrepentimiento. Solamente el hijo de Dios libera al creyente de tal modo que sea verdaderamente libre (Jn. 8:36).
Palabras, frases y construcciones griegas en 2 Pedro 2:18–19
Versículo 18
ματαιότηος—si bien las traducciones le otorgan un significado adjetival (“vacías”) a esta palabra, es un sustantivo que significa “vacuidad, inutilidad, falta de propósito”.

ἀσελγείαις—este es el dativo plural del sustantivo femenino que significa “sensualidad”. Unos pocos manuscritos griegos tienen el genitivo singular de este sustantivo (“a los codiciosos deseos de sensualidad”). No obstante, esta lectura es innecesariamente repetitiva.

ὀλίγως ἀποφεύγδοντας—el adverbio fortalece al participio presente activo, que tiene una connotación ingresiva (“a punto de comenzar a escapar”). La lectura ὄντως (en realidad) debe ser tomada sintácticamente con el aoristo activo ἀποφυγόντες significa “en realidad ha escapado”. Los mejores manuscritos apoyan al presente participio con ὀλίγως (justo).
Versículo 19
ἥττηται—del verbo ἡττάω (hago inferior), este perfecto pasivo revela que una acción ocurrió en el pasado pero que los resultados son relevantes para el presente (véase v. 20). El tiempo perfecto de δεδούλωται (del verbo δουλόω, esclavizo), establece la misma distinción.
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viernes, 29 de abril de 2016

—¡Maestro! ¿No te importa que perecemos?...—¿Por qué estáis miedosos? ¿Todavía no tenéis fe? ...¿quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




MAESTROS Y MAESTRAS: ¡¡¡AQUÍ UNA LECCIÓN PARA USTEDES!!!
EL PODER DE JESÚS SOBRE LA NATURALEZA
Jesús calma la tempestad 
Marcos 4:35-41
35 Aquel día, al anochecer, les dijo:
—Pasemos al otro lado.
36 Y después de despedir a la multitud, le recibieron en la barca, tal como estaba. Y había otras barcas con él. 37 Entonces se levantó una gran tempestad de viento que arrojaba las olas a la barca, de modo que la barca ya se anegaba. 38 Y él estaba en la popa, durmiendo sobre el cabezal; pero le despertaron diciendo:
—¡Maestro! ¿No te importa que perecemos?
39 Y despertándose, reprendió al viento y dijo al mar:
—¡Calla! ¡Enmudece!
Y el viento cesó y se hizo grande bonanza. 40 Y les dijo:
—¿Por qué estáis miedosos? ¿Todavía no tenéis fe?
41 Ellos temieron con gran temor y se decían el uno al otro:
—Entonces, ¿quién es éste, que hasta el viento y el mar le obedecen?

SERIE: EL PODER DE JESÚS - SOBRE LA NATURALEZA

Los milagros que demuestran el 
PODER DE JESÚS


Introducción al Evangelio según S. Marcos.
El Evangelio según S. Marcos está dividido en tres secciones. Se titulan:
I.—    El Poder de Jesús: Cinco lecciones sobre los milagros y su enseñanza.
II.—  Oposición a Jesús: Incidentes que muestran la amarga hostilidad a la que se enfrentó el                         Salvador. Advertencias de cómo evitar tener nosotros mismos esas terribles actitudes.
III.— Beneficios y pérdidas por seguir a Jesús: Ejemplos y enseñanza del relato evangélico que nos               desafían a considerar seriamente este asunto.


LECCIONES SOBRE EL PODER DE JESÚS

1.— El poder de Jesús sobre la Naturaleza
“¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?” (4:41), preguntaron los conmocionados testigos de este asombroso acontecimiento. Único en la Historia de este mundo, este gran milagro también debería hacernos pensar.

2.— El poder de Jesús sobre la muerte
Desde el nacimiento de la civilización el hombre se ha dedicado a luchar contra ella en cuerpo y alma. Los individuos y las comunidades han tenido muy poco éxito en el intento de retrasarla o impedir que ocurra. Hoy aprendemos de un hombre que en un momento, con una palabra, pudo ordenar a la muerte que renunciara a su víctima con un éxito instantáneo. Este mismo Jesús está a la espera de rescatarnos de nuestra muerte espiritual.

3.— El poder de Jesús sobre el diablo
Un hombre atormentado y poseído por el diablo parecía un caso perdido, pero una vez más el poder de Jesús fue eficaz y le liberó de inmediato. Todos nosotros estamos tiranizados en mayor o menor medida por el enemigo de nuestras almas, y solo Jesús puede liberarnos.

4.— El poder de Jesús sobre nuestras necesidades
Todos nosotros sufrimos durante toda la vida la lucha por el dinero y la satisfacción de las necesidades básicas. La multitud comprendió rápidamente el significado de este suceso único y extraordinario. Pero en lugar de permitir que esto revelara a la persona y poder del Señor, lo desperdiciaron en la avaricia y en el provecho personal y egoísta. ¿Cuáles son nuestras razones para acudir a Él?

5.— El poder de Jesús sobre la enfermedad
Aun los niños más pequeños han experimentado alguna dolencia física que ha bastado para hacerles sensibles hacia aquellos que sufren gravemente. El Salvador fue capaz de aliviar a quienes soportaban todo tipo de enfermedades y discapacidades. A una orden suya muchas personas experimentaron un restablecimiento inmediato y total. Él tiene la misma autoridad para curarnos de la enfermedad del pecado. ¿Hemos acudido alguna vez a Él en busca de curación?

Introducción para los maestros

La mayoría de los niños tiene al menos un ligero conocimiento de estos milagros.
Por desgracia, muchos los encuadran en la misma categoría que los cuentos de hadas. Para ellos los milagros están en el terreno de fantasía y de la ficción.

Nuestro primer objetivo será, pues, convencer a la clase de que estamos hablando de la Historia y de hechos, y no de meros cuentos. Desde esta perspectiva, estos acontecimientos son asombrosos y extraordinarios. Graban en la memoria el poder divino del Señor. Hemos de proponernos que los niños pregunten como los discípulos: “¿Quién es éste?”

Las señales. En Juan 20:30–31 se nos dice que los milagros eran “señales”. No solo nos enseñan quién es el Señor, sino cómo obra.

Nuestros antepasados los consideraban “representaciones de las parábolas”, señales de lo que su amor y su poder pueden hacer espiritualmente. Esta idea añadirá una nueva dimensión a la lección.

Podemos mostrar a los niños que ya piensan conocer estos sucesos que tienen todo un nuevo matiz por descubrir, lo cual les desafiará e influirá de forma muy personal.


Complemento visual

CV 1 está concebido para ser utilizado en toda esta serie.


LECCIÓN 1:
EL PODER DE JESÚS SOBRE LA NATURALEZA 


La tormenta apaciguada

Marcos 4:35–41

Propósito: 
Mostrar a los niños por qué deberían confiar en el Señor, y cómo pueden confiar en Él.

Bosquejo de la lección

Haz ver a los niños el tremendo significado de este acontecimiento único y asombroso.

Háblales de la utilización de los símbolos y de las señales en la vida cotidiana.
Al presionar un signo o una tecla en el ordenador obtenemos una gran cantidad de información. Cuando viajamos por el campo un solo nombre en una señal puede indicar un gran cambio en el paisaje a la llegada a una gran ciudad.

Explícales que cuando el Señor Jesús hacía alguno de sus imponentes milagros era también un símbolo que informaba de cosas grandes e importantes. La forma en que Jesús calmó la tormenta en el mar de Galilea pertenece a este tipo de símbolo.



      CV 1 — Complemento visual para su utilización en las lecciones sobre “El poder de Jesús…”.

Símbolo A.
— Empieza el viaje
Describe cómo el mismísimo Jesús mismo propuso que Él y los discípulos cruzaran el mar. Otros barcos les siguieron y se vieron implicados en todo lo que ocurrió.
La vida misma es como un gran viaje en un mar imprevisible. Zarpamos como marineros inexpertos. ¿Nos parecen innecesarios una carta de navegación, una brújula y un piloto? ¿Está el Señor con nosotros?

Símbolo B.
— Una embarcación frágil. 
Mientras los discípulos estaban de pie en la orilla su nave parecía sólida y segura, pero una vez que empezó a soplar la tormenta, fue sacudida como si fuera una caja de cerillas, y llegaron a temer ser aplastados por las olas. Nosotros viajamos por el mar de la vida en una frágil nave. Podemos suponer que nuestros cuerpos son sanos y fuertes, pero en realidad solo existe una latido de corazón entre nosotros y la muerte, y las fuerzas con que nos vamos a encontrar serán mucho más poderosas que nosotros.

Símbolo C.
— ¡Peligro! 
Describe la súbita aparición de una pequeña nube en el cielo nocturno, el viento soplaba y en breves momentos el tranquilo mar nocturno se transformó en una masa embravecida. Aun los pescadores veteranos estaban aterrorizados. El viaje por la vida es mucho más peligroso de lo que la mayoría de las personas cree.

Pregunta a los niños si han estado alguna vez realmente asustados. 
Ayúdales a imaginar cómo ha de ser estar en una nave aérea que cae en picado sin control. 
Recuerda a la clase que las tormentas inesperadas de la vida traen temores e inquietudes que a menudo se llevan consigo nuestra felicidad y determinan lo que hacemos. 

En cierto momento estamos esperando con interés, por ejemplo, unas vacaciones, o un nuevo juguete o algún cachivache, cuando de repente nos golpea el desastre. Quizá el desempleo golpea a la familia, o una pelea terrible rompe la familia, o quizá uno de los padres cae enfermo. 

¿Podríamos hacer frente al problema? ¿Mientras crezcamos y pasemos por la juventud resistiremos el pecado y la tentación, o temeremos el desprecio de aquellos que se rinden a él y nos uniremos a ellos? La vida está llena de estos temores y estas inquietudes.

Símbolo D.
— Nuestra confianza puesta a prueba. Los discípulos creían que estaban siguiendo al Señor, pero Él les puso a prueba quedándose dormido durante la terrible tormenta. ¿Creyeron en Él? ¿Creyeron de veras que, dormido o despierto, Él era el Señor y que, por tanto, estarían a salvo? 

En tierra firme creían que confiaban en Él, pero ahora Él ponía su fe a prueba. Nadie es verdaderamente convertido sin confiar en Cristo.

Símbolo E.
— El enorme poder de Jesús. 
Los seres humanos no comprenden fácilmente el poder espiritual del Señor Jesús. 
Los discípulos, unos marineros experimentados, sintieron pánico. 
¡Aunque Jesús estaba a bordo, estaban seguros de que iban a morir! 
¡En su estado de desesperación, demostraron que no creían que Jesús podía salvarles si estaba dormido! ¡Como cualquier otro hombre normal, tenía que estar despierto para hacer cualquier cosa que les ayudara! Si hubieran entendido realmente que Él era Dios, se habrían dado cuenta de que no podía ahogarse en un accidente.

¿Somos nosotros mejores? ¿Comprendemos que el Señor Jesús, a pesar de que está fuera de la vista en el Cielo, posee el poder espiritual para cambiar nuestros propios corazones con una sola mirada?

Puede cambiar nuestro carácter, capacitarnos para comprender el Evangelio, fortalecernos y bendecirnos sin estar presente físicamente.

Símbolo F.
— Su poder hacia nosotros. 
La voluntad del Señor es todopoderosa, aun sobre cosas que parecen incontrolables. 

De la misma forma que dio órdenes al mar, puede transformar a la persona más rebelde y hacer que le conozca y le ame. Cuando oramos a Él pidiendo ayuda, aunque hayamos pecado contra Él, acude inmediatamente en nuestra ayuda y nos salva con una palabra.

Hemos oído de otros que afirman ser capaces de sanar a las personas, pero nadie ha pretendido jamás ser capaz de controlar el tiempo atmosférico. Sin embargo, el Señor Jesús, en presencia de muchos hombres completamente despiertos, dirigió tan solo dos palabras a las olas y al mar, y el resultado fue inmediato. Aun en la era de los satélites, las naves espaciales, los ordenadores que analizan el tiempo, etc., no podemos predecir el tiempo con exactitud, ni mucho menos controlarlo con palabras.

Di a los niños que el Señor cambió completamente no solo el tiempo, sino también las vidas de millones de personas. Él también les ha revelado su gran poder día tras día, respondiendo a sus oraciones y ayudándoles, especialmente en su servicio y su obra para Él. Recuerda a los niños que el Señor Jesús no ha cambiado. Sigue siendo el Señor del universo y Soberano de todas las cosas.

Símbolo G.
— Nuestra incredulidad pecaminosa. 
El Señor reprenderá a todos aquellos que rechazan confiar en Él. Afirma que Jesús expresó su decepción a sus discípulos. El viento y el mar “conocieron” y obedecieron a su Creador, sin embargo, a sus propios discípulos les entró pánico y se comportaron como si Él fuese tan solo un ser humano desvalido. (cf. Isaías 1:3).

Termina la lección mostrando a la clase que podemos apenar al Señor cuando rehusamos creer en Él. Vino de los atrios celestiales a hacer el milagro más grande de todos los que se han hecho: morir en la Cruz, para que tuviera el derecho y el poder de salvar a muchos, muchísimos niños y adultos de sus pecados.

¡Cuán trágico es separarse del Salvador y depositar nuestra confianza en alguna cosa o en alguien en su lugar! 

Anima a los niños a que consideren las evidencias y fijen su mirada con admiración y asombro en el Hijo de Dios —Señor del mar— que vino a este mundo para rescatar a todos aquellos que, al comprender que sin Él perecerán, claman a Él para recibir su ayuda.

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