LECCIÓN UNO:
INSTRUCCIONES SOBRE EL CULTO
PÚBLICO
INTRODUCCIÓN
Desde alguna ciudad de la provincia de Macedonia, quizá
Filipo, Pablo escribió esta carta a su hijo espiritual, llamado Timoteo. Esta
es una epístola escrita por Pablo quien recibió inspiración del Espíritu Santo,
la misma es dirigida a un joven predicador de la iglesia en la ciudad Éfeso. Le
instruye en varios aspectos, como un padre lo hace con su hijo. El tema
principal de la carta es la verdadera piedad.
I.
SALUDA
A TIMOTEO
v.1_ “Pablo,
apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios nuestro Salvador y de Cristo Jesús
nuestra esperanza,”
En
esta salutación de Pablo encontramos la autoridad de esta carta, no es un mero mensaje
personal que el apóstol envía a Timoteo; sino es un mensaje de un mensajero
comisionado por Cristo.
También
es un esfuerzo constante para recordarse a sí mismo y a sus oyentes la verdadera naturaleza de su oficio como un
predicador del evangelio y un apóstol de Cristo Jesús.
Un
apóstol no es solamente una persona religiosa, sino alguien que representa a
otra persona. Es decir, Pablo representaba a Cristo Jesús mismo.
También
vemos en las Escrituras a otros quienes eran apóstoles, pero ellos no fueron
enviados por Jesucristo, ellos eran apóstoles de diferentes iglesias de Cristo.
Hch. 14:14, “Al enterarse de esto los
apóstoles Bernabé y Pablo, se rasgaron las vestiduras y se lanzaron por entre
la multitud, gritando…”. Bernabé no era apóstol de Jesucristo, era un enviado
de la iglesia del Señor en la ciudad de Antioquía, según Hch. 13:1-3, ellos
fueron escogidos para una obra especial. Se identifican como apóstoles de la
iglesia de Antioquía, Hch. 14:26, puesto que en esta ocasión eran enviados por
dicha iglesia.
Había
apóstoles que eran enviados por las iglesias. En cambio, los doce apóstoles fueron
escogidos por Cristo, ellos tenían inspiración y autoridad apostólica.
Esta
carta no es una carta escrita por un hombre sino Palabra de Dios para el
hombre. Pablo no decidió ser apóstol por su propia voluntad, Dios le ordenó
para ser su apóstol o mensajero.
“Cristo”
Veamos
algunos significados de este poderoso nombre:
Jesús es un nombre propio y
significa: “Salvador”, Mt. 1:21.
Cristo es un título (griego - Cristos) Ungido. El ser Ungido es ser el
Mesías. El Ungido de Dios. Cristo es el Rey.
Josué (hebreo - Yhoshua), Jehová es salvación.
El
nombre de Jesús es la forma novotestamentaria de Josué del Antiguo Testamento,
que significa: Jehová salva.
“Dios nuestro Salvador”
Esta
frase es usada únicamente en las cartas a Timoteo y Tito. Tit. 1:3; 2:10. Y a
su vez la encontramos en Lucas 1:47.
“Cristo Jesús nuestra
esperanza”
La
esperanza que presenta el N.T. es deseo más seguridad, no es algo que
solo anhelamos, sino algo que deseamos fervientemente, pero también estamos
seguros que así será, pues está basado en la persona de Jesucristo. Él nos ha
dado razones por qué creer, para estar seguros que recibiremos las promesas. No
es un “ojalá” sino una seguridad de que así será.
Jesucristo
nos ayudará a vencer las circunstancias de la vida. Por tanto, si tenemos esta
esperanza no debemos estar afanosos, Fil. 4:4. “Regocijaos en el Señor siempre”. Las situaciones por las que
pasamos pueden ser fuertes, pero no nos preocupamos porque el Señor está cerca.
Fil.
4:11-13, me contento en cualquier situación sea de escasez o abundancia, porque
Jesucristo es mi fortaleza y esperanza. Esa es la seguridad que siente el
cristiano aún en medio de circunstancias adversas, pues Cristo le fortalecerá
de acuerdo a sus riquezas. Jesucristo es la esperanza para vencer la gran
variedad de dificultades de la vida.
Jesucristo
es nuestra esperanza, él es la fuente, objeto, esencia y base de de nuestra
única esperanza para vencer el pecado.
Esta
esperanza de ser como Él, nos anima a vivir una vida fiel. 1 Jn. 3:2,3 dice: “Queridos hermanos, ahora somos hijos de
Dios, pero todavía no se ha manifestado lo que habremos de ser. Sabemos, sin
embargo, que cuando Cristo venga seremos semejantes a él, porque le veremos tal
como él es. Todo el que tiene esta esperanza en Cristo, se purifica a sí mismo,
así como él es puro”.
Jesucristo es nuestra esperanza para:
a. Vencer
el castigo de pecado.
b. Vencer
la práctica del pecado.
c. Vencer
a la muerte. Aún la muerte no puede
contener al cristiano, porque su Salvador, su Rey ha vencido.
v.2_ “a Timoteo, mi verdadero
hijo en la fe: Qué Dios el Padre y Cristo Jesús nuestro Señor te concedan
gracia, misericordia y paz”.
Verdadero. Esta
palabra señala algo legítimo, algo verdadero.
Timoteo era alguien legítimo
o verdadero en la fe, en la doctrina de Cristo. Timoteo era hijo espiritual de
Pablo en el sentido de haber sido instruido en la verdadera Doctrina.
Tit.
1:4, Tito también es llamado verdadero hijo en la fe.
Timoteo
aparece como compañero de Pablo comenzando desde Listra en Hechos 16:1-5,
también estuvo en Berea, Macedonia, Corinto. Acompañó al apóstol Pablo
apoyándolo en su labor evangelística, en muchos otros lugares.
Pablo
expresa el cariño que tiene hacia Timoteo y también la gran confianza que tiene
en este joven respecto a la fe, y a la sana doctrina.
En
este saludo del v.2, tenemos varias bendiciones que Pablo desea para Timoteo.
a.
Gracia
es el favor inmerecido de Dios, es un favor que no
podemos merecer nunca, jamás seremos tan buenos para merecer esta gracia o
favor de Dios. Pues no la podemos ganar o comprar porque es completamente
gratuita. Está en contraste con lo que realmente merecemos como pago del pecado,
que es muerte; esta es la dádiva de Dios, eterna en Cristo Jesús. Ef. 2:8,9
dice: “Porque por gracia ustedes han sido
salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino es el regalo de Dios,
no por obras para que nadie se jacte”. El cristiano luego de su conversión
sigue necesitando la gracia de Dios en su vida.
He.
4:16 dice: “Así que acerquémonos
confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y hallar la
gracia que nos ayude en el momento que más necesitamos”. Los cristianos
somos llamados a orar para que nuestros hermanos reciban la gracia y
misericordia que necesitan para sus vidas.
b.
Misericordia
es la compasión en acción. Es la actitud compasiva
manifestada por el buen samaritano ante el herido que estuvo en el camino, Lc.
10:25-37. Él usó la misericordia para ayudar al herido que estaba en aquel
sendero polvoriento de Jerusalén. Es la bondad de Dios que se manifiesta
ayudándonos y perdonándonos.
c.
La
Paz. La paz describe la naturaleza real de
salvación que el hombre puede disfrutar como resultado de la gracia y
misericordia de Cristo.
La verdadera
paz no resulta de una situación que vivimos sino de una relación correcta con Dios. En Ro. 5:1, la Biblia dice: “… justificados mediante la fe, tenemos paz
con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”. La paz viene cuando nos
volvemos dependientes, y tenemos plena confianza en Dios, quien suple nuestras
necesidades. Fil. 4:4-7: “No se preocupen
por nada, más bien pídanle al Señor lo que necesitan y agradézcanle siempre.
Verán que Dios les dará su paz, una paz tan grande que va más allá de lo que
podemos entender. La paz de Dios controlará todos sus pensamientos y
sentimientos porque están unidos a Cristo Jesús” (La Palabra de Dios para
todos). La paz que viene de saber que Dios tiene cuidado de nosotros y que él
proveerá todo lo necesario.
Esta
carta anima al joven evangelista, en vista de las angustias, persecuciones y sufrimientos,
que llegarán por cumplir la labor evangelística en la iglesia y fuera de ella.
Pablo pide para Timoteo estas bendiciones espirituales. Estas bendiciones espirituales no proceden del
mundo, ni del interior del ser humano sino de Dios.
Esta
sencilla declaración de Pablo, debería ser para nosotros una confirmación de
que Jesucristo y el Padre tienen igual
autoridad e igual poder, porque de ambos vienen la gracia, la misericordia
y la paz.
II.
LA
ORDEN A TIMOTEO
v.3_ “Al partir para Macedonia,
te encargué que permanecieras en Éfeso y les ordenaras a algunos supuestos
maestros que dejen de enseñar doctrinas falsas”.
v.4_ “y de prestar atención a
leyendas y genealogías interminables. Esas cosas provocan controversias en vez
de llevar adelante la obra de Dios que es por la fe”.
El encargo que dio Pablo a
Timoteo, era que se quedara en Éfeso para continuar la obra que el apóstol había
comenzado, y que ordenara a los falsos maestros abandonar sus enseñanzas
erróneas.
Hay dos aspectos del
mandamiento en los versículos 3 y 4.
1.
Timoteo
debía ordenar que no se enseñara falsas doctrinas.
Esta fue una constante lucha del apóstol, por ejemplo en Gá. 1:6-9, dice el que
enseña un evangelio diferente que sea anatema, también en 2 Co. 11:4, habla de su
preocupación por falsas enseñanzas. Es importante lo que creemos, la doctrina
que aceptamos. Es también importante no predicar doctrinas falsas e impedir que
se prediquen enseñanzas falsas.
Los
hermanos no deben pensar en estas ideas falsas ni prestar atención a fábulas
interminables. Una exhortación igual hay en Timoteo 1:13,14: “por eso, repréndelos con severidad a fin de
que sean sanos en la fe y no hagan caso de leyendas judías ni de lo que exigen
esos que rechazan la verdad”.
Los
hermanos también tienen la responsabilidad, de no dar oído a estas enseñanzas
que no están basadas en la Palabra de Dios.
Las leyendas y genealogías interminables
vienen del judaísmo. Tit. 1 habla de tradiciones judías o pueden venir de
enseñanzas de los gnósticos. La verdad está basada en la realidad y no en fábulas. Inventos del hombre. Por
tanto, estas enseñanzas falsas no pueden servir de base firme para vivir en
santidad.
Los
propósitos de las genealogías del
A.T. ya se cumplieron con la venida de Jesucristo. Estas tenían el propósito de
comprobar el linaje de Jesucristo.
Estas
genealogías identificaban a los verdaderos Levitas, quiénes servían
inicialmente en el Tabernáculo y luego en el Templo, pero una vez que
Jesucristo murió en la cruz su servicio sacerdotal concluyó como así también
fue el fin de la Ley. Ahora todos somos sacerdotes de Dios que servimos y
ofrecemos sacrificios agradables y aceptables a Dios por medio de Cristo.
Otro propósito de las genealogías
era la asignación de la heredad de las tribus de Israel en la tierra prometida
en tiempos del A.T. Pero, esta herencia carecía de importancia, puesto que la
tierra prometida para el pueblo de Dios ya no está en este mundo sino en el
mundo venidero.
Las diputas sobre opiniones no edifican,
porque no hay base segura para resolverlas, por esto dice 1 Ti. 1:4, estas
fábulas acarrean disputas en lugar de edificación, la cual es por fe. La
verdadera edificación es por Fe y la verdadera fe se produce por escuchar la
Palabra de Dios, Ro. 10:17.
Como miembros de la iglesia
de Cristo, debemos entender que no toda discusión religiosa es provechosa sino
aquella que está basada en la Biblia, a veces surgen preguntas que no tienen respuesta bíblica, son
preguntas acerca de asuntos que Dios no
nos ha revelado, por tanto no son provechosas. El propósito de toda
enseñanza en la iglesia, debe ser no satisfacer la curiosidad de los oyentes
sino la edificación, 1 Co. 14:26. Y para que haya edificación debemos tener una
base firme, la cual está en la Palabra de Dios.
2.
El
propósito de este mandamiento de no enseñar falsas
enseñanzas es el amor.
v.5_
“Debes hacerlo así para que el amor brote
de un corazón limpio, de una buena conciencia y de una fe sincera”.
La palabra para Pablo de amor es ágape:
Agape ha
sido definido como divino antes que humano, una virtud sin emociones.
Phileo (amor
de amigos) ha sido definido como
humano y mundano.
Este mandamiento de tener
cuidado con la doctrina que se enseña no es el fin en sí, no se trata de tener
la razón en lo que estamos enseñando, sino que esto tiene un propósito práctico
e importante para cada creyente, muchas personas no entienden la importancia de
la doctrina que creemos y practicamos, pero tiene gran valor práctico en la
vida cotidiana del individuo en su destino eterno, porque esta enseñanza está
relacionada con la capacidad de tener algo fundamental, el amor.
El
requisito que él presenta no es simplemente la negativa de enseñar diferente
doctrina y el resultado de esto será un corazón limpio, una buena conciencia y
la fe sincera. Pero, estos tres
requisitos tendrán como resultado final, el amor. Puesto que hay una
relación directa de no enseñar diferente doctrina y la importancia del amor en
la vida cristiana.
Para
tener amor (agape) es necesario tener:
a.
Un corazón limpio.
b.
Una buena conciencia.
c.
Una fe sincera.
Y para tener estos atributos
en su vida, es necesario recibir la doctrina verdadera de Jesucristo.
a. Un corazón limpio.
Limpiamos el corazón por medio de la obediencia a la verdad, 1 P. 1:22 dice: “Ahora que se han purificado obedeciendo a
la verdad…”. Una enseñanza no
basada en la Palabra de Dios, no limpia el
corazón.
La importancia de la
condición del corazón debe ser obvia, pues sabemos que en Pr. 4:23 dice que del
corazón mana la vida. Esto es lo que Dios mira, no lo exterior del hombre, no
la apariencia física sino la condición
de su corazón, 1 S. 16:7.
Pablo y Timoteo estaban
contendiendo con herejes, quiénes pusieron énfasis en la pureza ceremonial y la
contaminación ceremonial con una definición exterior de “limpio”, “puro” y
“santo” 1 Ti. 4:1-5. Pablo llama a la pureza interna.
b. Una buena conciencia.
Ahora consideremos la relación entre la
doctrina con una buena conciencia.
La
conciencia es aquel sentido del bien y el mal que
tenemos los humanos. Esta pequeña voz que hace sentir culpable e infeliz antes,
durante y después de hacer el mal. Cada persona normal tiene un sentido moral
en embrión, por el cual, él puede distinguir lo bueno y lo malo.
Brevemente diremos que este sentido moral puede ser condicionado en
el hombre desde:
1. La educación temprana del
niño. Por ejemplo. Padres que tengan preferencias
vegetarianas e inculquen a sus niños a comer solo vegetales, ya siendo adulto este
niño intentará comer carne, él con mucha probabilidad sufrirá un ataque de su
conciencia. Siendo que Dios ha bendecido los alimentos (vegetales y animales) 1
Co. 10:23-31. ¿Lo que diga su conciencia estará bien?
2. Por el entrenamiento. Pablo fue muy bien entrenado en escuelas
rabínicas a defender al judaísmo, cuando se estableció la iglesia, él se
entregó con mucho celo y dedicación a destruir el movimiento que estaba
amenazando a lo que creía correcto ante los ojos de Dios, ¿Su conciencia le podría
recriminar por tales acciones destructivas y homicidas?
3. Por la propaganda.
También nuestro sentido moral puede ser condicionado por la propaganda, tal es
el caso de la Segunda Guerra Mundial en donde la propaganda nazi fue un arma
para pervertir el sentido moral. Por ejemplo, apareció el deber positivo de
odiar a los judíos, de esta manera, un buen nazi no debería sufrir
remordimientos de conciencia por odiar a una raza de personas diferentes.
Literalmente la palabra
conciencia es conocimiento con.
Conciencia es conocimiento consigo, de lo que uno está consciente, el saber lo
que es bueno y malo. Es necesario, no obstante instruir la conciencia para que sea buena. Por ejemplo, el caso de
Saulo relatado en Hch. 23, en la persecución de la iglesia, respecto a todo
aquello que había sucedido en su vida pasada dijo: yo con mi buena conciencia
he vivido delante de Dios hasta el día de hoy, su conciencia no le molestaba,
vivía de acuerdo a sus convicciones. Su
conciencia no estaba instruida en la verdad del evangelio de Dios. Pero luego
de su conversión su conciencia le acusaría de que había obrado mal, así que una
buena conciencia está vinculada con la
instrucción en la verdad. Esto está relacionado con la importancia no de
enseñar diferentes doctrinas, si enseñamos algo ajeno a la voluntad de Dios, la
conciencia no será instruida para
acusarnos o aprobarnos en nuestras acciones debidamente. La ignorancia es
asociada con la débil conciencia.
Ro. 14:22,23, Pablo dice: “Así que la convicción que tengas tú al
respecto, mantenla como algo entre Dios y tú. Dichoso aquel a quién su
conciencia no lo acusa por lo que hace. Pero el que tiene dudas en cuanto a lo
que come, se condena; porque no lo hace por convicción. Y todo lo que no se
hace por convicción es pecado”.
Tenemos que vivir según
nuestras convicciones, según lo que consideremos correcto. Si nosotros actuamos
en contra a lo que consideramos correcto nuestra conciencia nos va a acusar.
Entonces primero debemos instruirnos en la Palabra de Dios para que nuestra
conciencia instruida nos acuse debidamente. De otra manera nos puede acusar en
algo que es bueno, y nos puede aprobar en algo que es malo. Así que la condición de la conciencia depende de
dos aspectos:
1. De
nuestra sinceridad de vivir según nuestras convicciones, y
2. De
la instrucción de la conciencia en la Palabra de Dios.
c.
La importancia de una fe no fingida.
Una fe no fingida o
sincera. Estas palabras indican sin hipocresía. Según Hebreos 11:6, sabemos que
sin fe es imposible agradar a Dios. Aquí enfatiza que la fe sea sincera. Una fe
no fingida es una fe basada en la Palabra de Dios. Ro. 10:17.
El punto está en creer,
aceptar y practicar solamente lo que Dios dice.
Un corazón limpio,
una buena conciencia y la fe no fingida están basados en la instrucción
verdadera que hallamos en la Palabra de Dios.
Un amor que no procede
de un corazón limpio no es un amor aceptable a Dios.
Un amor que no está basado
en una buena conciencia no es un amor sincero que Dios acepte.
v.6_ “Algunos se han desviado de esa línea de
conducta y se han enredado en discusiones inútiles”.
Dejaron
lo más importante en la vida cristiana, ellos se apartaron siguiendo otras
cosas sin provecho, discusiones inútiles.
Debemos tener claro que no toda enseñanza religiosa es útil. Hay
enseñanzas religiosas que son vana palabrería.
“Algunos”
se refiere a personas que se jactaron de su conocimiento de la Ley, estas
personas fueron ignorantes en el verdadero propósito de la ley y la usaron para
sus propios propósitos impíos e ilegales.
“Discusiones
inútiles” sus discusiones fueron vacías, fútiles, e inútiles.
v.7_ “Pretenden ser maestros de la
ley, pero en realidad no saben de qué hablan ni entienden lo que con tanta
seguridad afirman”.
Mt.
23:7-12, Cristo advertía en contra de los fariseos y escribas. Vemos ese
orgullo queriendo ser doctores de la ley, es contraria a la actitud de servicio y humildad que Jesús enseñaba.
Estas personas estaban sin entendimiento en lo que afirman o lo que tratan de
comprobar. Carecen de base fundamental para una enseñanza. Vemos dos puntos
negativos:
a.
Su actitud de orgullo.
b.
Su falta de conocimiento de
la Palabra de Dios.
En
los versículos del 3 al 7, hallamos 6 aspectos de la mentalidad de los falsos
maestros:
a. Se
basan en opiniones sin fundamento bíblico, fábulas.
b. Se
interesan más en discusiones religiosas que en la edificación del alma.
c. Olvidan
lo que es más importante, el amor nacido de un corazón limpio.
d. Le
gusta más hablar en lugar de hacer.
e. Son
orgullosos, quieren que reconozcan su conocimiento.
f. Son
dogmáticos (inflexibles), enseñan, afirman pero, sin entendimiento.
En
oposición a esto encontramos la mentalidad del verdadero maestro:
a. Tiene
una mentalidad diferente, insiste que se enseñe la doctrina.
b. Se
interesa más en la edificación de los hermanos que en los argumentos religiosos
que acarrean disputas antes que edificación.
c. Reconoce
la importancia del amor.
d. Reconoce
la importancia del corazón limpio.
e. Reconoce
la importancia de una fe sincera.
f. Es práctico en su enseñanza, enseña aspectos
útiles para la vida.
g. No
enseña lo que no entiende.
h. Es
humilde, no busca autoridad sino un puesto de servicio.
Pablo fue muy bien entrenado
en una escuela de rabinos, él alcanzó fama como maestro, Hch. 19:9,10. Él
estaba al tanto con los diálogos fútiles y las discusiones vacías de hombres
que codiciaban la reputación de los eruditos.
III.
EL PROPÓSITO DE LA LEY, vv.8-11
v.8_ “Ahora bien, sabemos que la
ley es buena, si se aplica como es debido (legítimamente)”.
El
propósito de la ley o el uso correcto de la ley no es salvar sino convencernos de nuestro pecado. La ley es buena, santa,
correcta en su enseñanza, pero no es para salvar. Pablo dijo en Ro. 3:20, por
medio de la ley es el conocimiento del pecado. El conocimiento del pecado vino
por medio de la ley, pero no el perdón
del pecado ni la salvación al
pecador.
La
ley no podría ofrecer la perfecta remisión de los pecados, ni podría ofrecer
vida eterna a través de la obediencia de sus mandamientos
Los
versículos en 1 Timoteo capítulo 1 aclaran que al menos parte del problema en
Éfeso estaba relacionado con los judaizantes, aquellos que estaban insistiendo
que se guardaran algunos aspectos de la ley Mosaica para ser salvos. Enseñaban
que los cristianos bajo el Nuevo Pacto debían guardar estas enseñanzas.
En
griego la palabra ley viene de nomos y la palabra legítimo es nominos. Debemos usar la ley de la manera legal que Dios lo ha establecido.
Hoy muchos en nuestro tiempo no usan la ley legítimamente. Creemos en el
Antiguo Testamento, pero creemos en su uso legítimo.
v.9_ “Tengamos en cuenta que la ley no se ha instituido para los justos sino
para los desobedientes y rebeldes, para los impíos y pecadores, para los que
maltratan a sus propios padres, para los asesinos”.
Lo
que dice Pablo no implica que la gente
buena no necesita la ley civil; él trata con los asuntos de la obediencia
civil y el deber del cristiano bajo la ley civil en Ro. 13:1-7.
En
estos versículos 9 y 10, Pablo se está refiriendo a la ley de Dios expresada en
el Antiguo Testamento, dada para exponer o mostrar la injusticia del hombre.
v.10_ “para los adúlteros y los homosexuales, para los traficantes de
esclavos, los embusteros y los que juran en falso”. En fin, la ley es para todo
lo que está en contra de la sana doctrina”.
Esta
lista de pecados del versículo 9, estos 6 ítems que aparecen corresponden a las
actitudes condenadas en los primeros 4 mandamientos de los diez.
Y estos
primeros 4 mandamientos de la Ley están relacionados con nuestra actitud y acción con respecto a Dios y su ley.
a. Desobedientes,
aquellos que están en contra de la ley.
b. Rebeldes
o Insubordinados que no aceptan ninguna autoridad.
c. Impíos,
los que no adoran ni sirven a Dios.
d. Pecadores,
los que están errados.
e. Irreverentes
los que son indecentes, para quienes
nada es sagrado.
f. Profanos
los que pisotean lo santo.
Estas
actitudes son condenadas en la ley, especialmente en los primeros cuatro mandamientos.
Luego
los últimos 6 mandamientos de la Ley se relacionan con nuestra actitud
y acción con respecto al prójimo.
Así
que tenemos:
a. Parricidas
y matricidas (los que maltratan a sus propios padres) relaciona al respeto a
los padres y que corresponden al quinto mandamiento
b. Homicidas,
que corresponde al sexto mandamiento de no matar.
c. Adúlteros
y homosexuales que tiene que ver con el adulterio, relacionado con el séptimo
mandamiento.
d. Traficantes
o secuestradores que tienen que ver con el octavo.
e. Mentirosos
que tiene que ver con el noveno mandamiento y,
f. Perjuros,
se basa en la codicia y tiene que ver con el décimo mandamiento.
La
ley condena estas cosas, pero no nos salva de ellos, la ley según los
versículos 10 y 11 apoya la sana doctrina revelada en el evangelio. La ley
cumple un propósito distinto al evangelio. Aunque la ley es distinta al
evangelio, porque condena, y el evangelio es para salvación; sin embargo, la ley apoya la sana doctrina.
Todos
estos pecados que se han mencionado aquí y que la ley condena se oponen a la sana doctrina. La ley dice
según el versículo 11 es según el glorioso evangelio de Jesucristo. Gá. 3:24
dice: “Así que la ley vino a ser nuestro
guía encargado de conducirnos a Cristo, para que fuéramos justificados por la
fe”. “Todo esto es una sombra de las cosas que están por venir; la realidad se
halla en Cristo” Col. 2:17; Lc.
24:44-77 El evangelio de Cristo cumple las profecías de la ley. En Ro. 3:21,22
leemos en cuanto a la relación de las profecías del A.T. y el evangelio: “Pero ahora, sin la mediación de la ley, se
ha manifestado la justicia de Dios, de la que dan testimonio la ley y los
profetas. Esta justicia de Dios llega, mediante la fe en Jesucristo, a todos
los que creen”. La ley y los profetas dieron testimonio de esta enseñanza
del evangelio. En el evangelio se cumple la justicia de la ley, Ro. 8:3,4 dice que la justicia de la ley se
cumple en nosotros que no andamos en la carne sino conforme al espíritu.
En
los versículos 10 y 11 de 1 Ti. notamos 4 características del evangelio.
a. El evangelio es sana doctrina
porque da salud espiritual al hombre. El hombre está enfermo con el pecado y el
evangelio le da salud; por tanto es sana doctrina.
b. El evangelio es glorioso
porque revela la gloria de Cristo Jesús y la gloria que Dios ofrece al
pecador por medio de la fe en Cristo
Jesús.
c. El evangelio es de origen
divino porque proviene de Dios bendito.
d. El evangelio es comunicado
por medio de los hombres. Este evangelio no es
comunicado por ángeles, por sueños o visiones, es comunicado por el hombre.
Pablo dice se me ha encomendado a mí. Este es el plan de Dios, que el evangelio
se predique por medio de discípulos de
Jesús.
Resumiendo
la Herejía que estaba sucediendo en aquellos
tiempos en la ciudad de Éfeso. La enseñanza que estaba operando en la iglesia
de Éfeso en ese tiempo era:
a. Su
enseñanza se basaba en mucha especulación, ellos hacían preguntas necias,
discusión especulativa.
b. Su
enseñanza estaba basada en una actitud orgullosa.
c. Enseñaba
cierto ascetismo, la abstención de ciertos alimentos.
d. Algunos
practicaban y justificaban la inmoralidad.
e. Algunos
líderes tenían intereses mezquinos, querían aprovechar esta oportunidad para
tener alguna ganancia material.
f. Parte
de esta herejía estaba basada en el legalismo de los judaizantes, que como enseña en 1:7 exigían la enseñanza
de la ley
g. Y
algunos de ellos llegaban al extremo, según 2 Ti. 2:18 negar la resurrección
del cuerpo.
Es
evidente que las bases del gnosticismo ya comenzaban en esta iglesia, la que
atacó mucho a la iglesia a fines del primer siglo e inicios del segundo.
Muchos
de estos errores y otros sirvieron como
base para la APOSTASÍA que resultó en la
iglesia Católica Romana, después de varias generaciones; no comenzó como
iglesia Católica sino que después de varias generaciones esto fue el resultado
de la Apostasía.
v.11_ “enseñada por el glorioso
evangelio que el Dios bendito me ha confiado”.
“el glorioso evangelio” fue
y es esencial para la salvación del hombre (Ro. 1:16,17). Hay una relación
esencial entre el evangelio (kerugma)
y la doctrina (didache) en la fe
cristiana. La sana doctrina estaba basada en las enseñanzas de Jesús, la cual
estaba en armonía con este glorioso evangelio.
“confiado” Dios confío a Pablo la sana doctrina y el evangelio. Dios tenía confianza en Pablo al otorgarle
confianza en una delicada y difícil tarea. Dios tenía fe en Pablo y también en
nosotros.
IV.
AGRADECIMIENTOS
A DIOS
El
ministerio de Pablo es un ejemplo de la Misericordia de Dios, 1 Ti. 1:12-17.
Este ejemplo, está
relacionado también con el problema doctrinal que Pablo atacaba en la iglesia
de Éfeso, su propio fracaso antes de ser convertido, es ejemplo para ellos del resultado del uso ilegítimo de la ley. Pablo
usaba equivocadamente la ley.
También
manifiesta la necesidad y la suficiencia del evangelio para la salvación de la
humanidad.
v.12_
“Doy gracias al que me fortalece, Cristo
Jesús nuestro Señor, pues me consideró digno de confianza al ponerme a su
servicio”. Notamos brevemente la humildad de este hombre, al recalcar la
ayuda divina fortaleciéndole para cumplir su tarea.
Pablo va a dar gracias por
las siguientes razones:
a.
A
Cristo que le fortalece, quién era el único capaz de
fortalecerlo, también nosotros necesitamos
de Cristo, su fuerza, su fortaleza para que podamos ser herramientas útiles y
santificadas para así cumplir con su llamado. En Filipenses, Pablo dijo: “todo lo puedo en Cristo que me fortalece” Fil. 4:13.
Fortalecer según el diccionario
de la lengua española es hacer más fuerte o vigoroso.
Ef. 6:10 dice: “Fortalézcanse con el gran poder del Señor”.
La verdadera fuente de fuerza espiritual, de potencia para la vida se recibe de
Cristo. Pablo, aunque en ciertas etapas duras de su vida se hallaba solo, sin un
hermano que le acompañase, él reconocía que el Señor siempre estaba a su lado
para fortalecerlo, 2 Ti. 4:17.
Cristo
fortaleció a Pablo y nos fortalecerá a nosotros los cristianos, con el mismo
poder, la misma fuerza, Cristo quiere otorgarnos la misma ayuda que dio a
Pablo.
b.
A
Cristo porque confió en él, a pesar de su falta de fe
en Cristo en el pasado. Humanamente es difícil dar confianza a alguien cuando
nos ha fallado. Pablo fue un gran destructor de la iglesia, pero Dios le mostró
misericordia porque era incrédulo y actuaba en ignorancia, 1 Ti. 1:13. Cristo
le tuvo por fiel porque conocía su corazón, Pablo se sentía humildemente
agradecido por esta confianza. Para este ministerio es que Pablo fue
fortalecido, de llevar el evangelio a los confines del mundo. Es un gran
privilegio ser mensajero de Cristo, ministros o siervos del Dios altísimo y de
su iglesia y predicar el glorioso
evangelio que el Dios bendito le ha confiado, v.11. Este privilegio requiere un
arduo trabajo y ninguno lo merece, pero Dios nos ha dado este privilegio, a todos
los que hemos recibidos la salvación, para que sirvamos como siervos
agradecidos a Dios predicando el evangelio.
V. LA CONDUCTA ANTIGUA DE PABLO
v.13_
“Anteriormente, yo era un blasfemo, un
perseguidor y un insolente; pero Dios tuvo misericordia de mí porque yo era una
incrédulo y actuaba con ignorancia”.
a.
Blasfemo. Esto es porque habló
contra Cristo, en Hch. 26:11 leemos: “Muchas veces anduve de sinagoga en
sinagoga castigándolos para obligarlos a blasfemar…”
Blasfemar (del griego blaptein,
"injuriar", y pheme, "reputación") etimológicamente
significa grave irreverencia hacia alguien. Pero en su uso estricto y
generalmente aceptado se refiere a una ofensa a un Dios.
No hablaba contra Cristo sino que obligaba a que cristianos débiles
blasfemaran. Y él pensaba que estaba haciendo un favor a Dios, cuán equivocado
estuvo este hombre. Qué importante es seguir la sana doctrina para no caer en
los mismos errores.
b.
Perseguidor, destructor de la
iglesia, cazador de cristianos. Con tanto afán y pasión perseguía a aquellos de
su propia nación, que inicialmente veían a Jesús como el Mesías prometido.
c. Insolente,
un injuriador que encontraba gozo al herir a otras personas, se deleitaba en su
propia crueldad.
d. Ignorante.
Bien estudiado pero ignorante, porque ignoraba la verdad de Dios, el hecho de
obrar por ignorancia no quiere decir que no era culpable, pero por su
ignorancia pudo encontrar misericordia y perdón cuando se arrepintió y fue
bautizado. Pensaba que estaba haciendo bien. Jn. 16:2 Jesús advertía a sus
discípulos, les dijo que los que los persigan y aún maten pensarán que están
haciendo un servicio a Dios, pero estaban equivocados por ignorancia lo estaban
haciendo. Lo mismo sucedió con Cristo Lc.
23:34 dijo: “Padre- dijo Jesús-
perdónalos, porque no saben lo que hacen”. Estaban obrando por ignorancia.
Hch. 26:9, Pablo estaba convencido que
estaba obrando bien, de acuerdo a su deber moral, espiritual y de acuerdo a la
voluntad de Dios; pero estaba equivocado, en pecado y si seguía en esta tarea
hubiese ido a los infiernos. Sabemos que lo hacía por ignorancia. En el caso de
Pablo, no estaba pecando en contra del
conocimiento, porque esta actitud de rebeldía contra la verdad que entendía
le hubiese impedido su conversión.
Esto sucede con aquellas personas que permiten que su conciencia se cauterice,
cuando conocen la verdad, saben qué tienen que hacer y no lo hacen, este no era
el caso de Saulo de Tarso. Creemos que esto hubiese sido el pecado de muerte, pecar conscientemente
y seguir en este pecado, saber lo que se tiene que hacer y no hacerlo, He.
10:26, así su conciencia sea tan cauterizada y no encuentre en su corazón lugar
para el arrepentimiento.
Pero cuando Pablo conoció y
entendió la verdad cambió su
incredulidad por FE. Así que declaró
al rey Agripa en Hch. 26:19,20: “Así que,
rey Agripa, no fui desobediente a esa visión celestial. Al contrario,
comenzando con los que estaban en Damasco, siguiendo con los que estaban en
Jerusalén y en toda Judea, y luego con los gentiles, a todos les prediqué que
se arrepintieran y se convirtieran a Dios…”. Pablo no era rebelde sino
ignorante, luego que esta ignorancia se remplazó con la verdad, conoció lo que
tenía que dejar de hacer y fue obediente a la revelación que Cristo le dio.
He. 6:4-6, dice que el que conoce la verdad
y no la obedece está en peor condición respecto al que no conoció la verdad de
Dios, comparar 2 P. 2:20-22.
v.14_
“Pero la gracia de nuestro Señor se
derramó sobre mí con abundancia, junto con la fe y el amor que hay en Cristo
Jesús”.
La gracia de nuestro Señor
fue mucho más abundante, junto con la fe y el amor de Cristo. La gracia de Dios
abundó más que el pecado en la vida de Pablo, el fruto de esto, su salvación. Esta
gracia divina (don inmerecido) tuvo que ser recibida por Pablo, él la recibió por fe en Jesucristo y por el
amor de Cristo que había sido derramado en su corazón.
Esta gracia divina está
disponible para todos, pero únicamente en CRISTO.
La gracia permite a la gente
hacer selecciones y confiar en ellos para hacer la mejor selección. La gracia
es libre y fluye.
La gracia es sin trabas por la culpa o la
vergüenza o el miedo porque la
gracia dice: "Yo sé todo
sobre ti, y yo todavía te amo
con una aceptación piadosa".
v.15_ “Este mensaje es digno de crédito y merece ser aceptado
por todos: que Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores, de los
cuales yo soy el primero”.
PROPÓSITO
DE LA VENIDA DE CRISTO SALVAR A LOS PECADORES
|
La ley no fue dada para
salvar sino para condenar al pecador. Los que estaban insistiendo en guardar la
ley se estaban condenando a sí mismos, pero Cristo vino a salvar a todo
pecador. No sólo vino a los justos sino por los perdidos, Lc. 19:10. El rechazo
de los hombres y su muerte no frustró el propósito de su venida, porque él
logró la salvación por medio de su propia muerte. La única esperanza de
salvarnos fue que el Hijo de Dios viniera a la tierra, naciera, se hiciera
carne y diera su vida por rescate nuestro.
El concepto de la salvación es extenso, la
salvación incluye:
a.
Liberados de nuestros
pecados, Ef. 1:7.
·
Liberados de este cuerpo de
muerte.
·
Libres del dominio de la
oscuridad, Col. 1:13.
·
Liberados de la esclavitud.
b.
Liberados de la culpa de
nuestros pecados, no somos más culpables porque hemos sido perdonados.
c.
Liberados del castigo que
viene como el resultado del pecado, alejados de Dios. No solo separados de Dios
sino bajo la ira de Él, excluidos de su Santa presencia. Ahora no hay barreras
de separación entre Dios y el cristiano. Tenemos pleno acceso al Lugar
Santísimo en los cielos.
d.
La salvación incluye
llevarnos a un estado de justicia, de ser declarados inocentes. Justos, ser
justificados por medio de la fe. Vida eterna.
Pablo dice soy el peor
pecador, tiempo presente; pero gracias a
Dios somos pecadores perdonados. La sangre de Jesús nos sigue limpiando de
todo pecado cuando andamos en luz. Seguimos pecado como cristianos, pero somos
pecadores perdonados por la sangre preciosa de Cristo.
“Cristo
vino al mundo”, nos expresa el hecho que él existía
antes de venir al mundo. Ningún hombre vino al mundo, la persona que ahora
conocemos como Cristo Jesús vino al mundo porque él existía antes de nacer como
hombre, estaba con Dios en la forma de Dios, pero él se hizo hombre Fil. 2:5-8.
v.16_
“Pero precisamente por eso Dios fue
misericordioso conmigo, a fin de que en mí, el peor de los pecadores, pudiera
Cristo Jesús mostrar su infinita bondad.
Así vengo a ser ejemplo para los que, creyendo en él, recibirán la vida
eterna”.
Pablo viene a ser el ejemplo de la bondad de Dios para el
pecador. Si Cristo pudo perdonar a Pablo, rescatarlo de las tinieblas en que
andaba, siendo perseguidor de la iglesia. Si era posible que Dios perdonara a
Pablo todas las ofensas y darle un ministerio tan especial de predicar el
evangelio a los gentiles, siendo apóstol de Cristo, entonces también puede
perdonarnos a nosotros. La principal importancia para los pecadores hoy en día
es que sirve como prueba que Dios nos
perdonará sea cual fuera los pecados que tengamos, si nosotros llegamos por
fe en Cristo seremos perdonados. Los judíos que crucificaron a Jesucristo,
también recibieron esta invitación de ser perdonados en Hch. 2. Aún aquellos
pudieron recibir el perdón de los pecados y unas tres mil personas recibieron
ese día el perdón de los pecados por fe en Jesucristo.
Tenemos pruebas concretas
que la misericordia alcanza a todo el mundo que se arrepiente, llegar a tener
fe en Cristo y obedece el evangelio nos limpia y perdona por el poder de la misericordia
divina. Pablo tenía fe en Cristo y nosotros si llegamos a creer en él será para
vida eterna. La fe verdadera en Cristo
resulta en vida eterna. Cuando obedecemos a Cristo pasamos de muerte a
vida, Jn. 5:24. Esto es lo que Dios da en Cristo, vida eterna y la tenemos
ahora.
LA FE EN
CRISTO RESULTA
EN VIDA ETERNA
|
Un
verdadero ministro de la palabra, será un ejemplo de lo que un pecador puede
ser por la gracia de Dios.
v.17_
“Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, al único Dios, sea honor y
gloria por los siglos de los siglos, Amén”.
Pablo considerando la
misericordia que Dios le ha manifestando, el amor y la gracia, vuelve a adorar
a Dios.
Cuando consideramos este
amor, esta gracia, esta clemencia que ha
manifestado para nosotros, el resultado siempre será alabanza para su Santo
Nombre.
Él es el Rey eterno,
inmortal. Tiene vida en sí mismo, él jamás morirá.
Es invisible, ningún hombre
le ha visto y le podrá ver en esta vida terrenal. La idea dominante a través de
los escritos de Pablo es que Jesús, como Señor, está gobernando por el poder de
Dios el Padre, 1 Co. 15:24,25.
“honor”, uno honra a Dios al
honrar a otros en varias relaciones, por ejemplo entre las mujeres para los
hombres, las esposas para los esposos, los jóvenes para los adultos, los hijos
para los padres, congregaciones para los ancianos, siervos para los maestros.
Este tema lo veremos en 1 Timoteo capítulos 2 - 6.
Consideraciones
especiales. Cuatro resultados positivos de recordar
los pecados de Pablo.
a.
Eliminaba la vanidad porque
reconocía lo que realmente había sido.
b.
Avivaba la gratitud en su
corazón.
c.
Le impulsaba a trabajar más
y más tomando en cuenta sus pecados pasados.
d.
Le animaba y consolaba a
Timoteo.
Esto
animaba y consolaba a los demás, al tomar en cuenta los pecados de Pablo y como
Dios le había usado después de haberle perdonado de una manera maravillosa. No
debemos esconder nuestros pecados, sino más bien confesarlos, arrepentirnos,
cambiar y dar gracias a Dios por el perdón recibido en Cristo.
VI.
COMPROMISO CONTRA LA APOSTASÍA, 1:18-20
v.18_
“Timoteo, hijo mío, te doy este encargo
porque tengo en cuenta de las profecías que antes se hicieron acerca de ti.
Deseo que, apoyado en ellas, pelees la buena batalla”.
El mandamiento que Pablo
encarga nuevamente a Timoteo es de luchar en la defensa de la doctrina del
Señor, este mandamiento estudiamos en los versículos 3 al 5 de mandar a algunos
que no enseñen diferente doctrina. El mandamiento es de pelear la buena
batalla, la buena milicia de la fe.
Además, hay que pelear de
acuerdo con el mensaje inspirado por los profetas novotestamentarios. Conforme
a las profecías que se hicieron antes acerca de ti. Este pasaje tiene dos
posibles interpretaciones:
a.
La idea que estas profecías
precedieron a Timoteo, no que él era el tema tratado en estas profecías. La
exhortación era que Timoteo debía militar de acuerdo con profecías que fueron
dadas antes que él comenzara a activar como cristiano.
b.
La otra posibilidad era que
eran profecías relacionadas con la elección de Timoteo como compañero de Pablo
y como evangelista de Dios, tal vez específicamente en cuanto a su ministerio
en Éfeso. La exhortación era que él debía militar de acuerdo de su elección
como ministro de Dios y como compañero de Pablo. Que fue una elección que se
llevó a cabo por medio de profecías que fueron dadas por revelación divina.
Sea
cual fuere la interpretación, la exhortación es la misma: Timoteo, tú debes
luchar porque esto está de acuerdo con la voluntad de Dios, y debes seguir esta
voluntad divina que se ha revelado en las profecías.
“Deseo
que, apoyado en ellas, pelees la buena batalla”. Luego
él debía luchar por medio del mensaje divino.
Al final del v.18 dice que pelees por ellas, por las revelaciones, por las
profecías, por el mensaje divino. Este es el medio por el cual el cristiano o
el evangelista lucha, por medio del mensaje de Dios.
La obra del predicador
cristiano es participar en una guerra, en una lucha por vencer los pensamientos
vanos, por vencer las ideas ajenas a la Palabra de Dios y lograr que todo
hombre esté sujeto al conocimiento divino. 2 Co. 10:3-5 habla de la lucha que
referimos.
v.19_
“y mantengas la fe y una buena
conciencia. Por no hacer caso a su conciencia algunos han naufragado en la fe”.
Este versículo nos presenta
dos armas importantes para pelear la buena batalla:
a. La Fe. Es
la confianza en Dios y la fidelidad a Dios y por este medio recibimos nosotros
la fuerza y ayuda divina que nosotros necesitamos para llevar esta lucha
espiritual.
b. Una buena conciencia.
La buena conciencia es cuando vivimos de acuerdo con lo que Dios dice, cuando
estamos instruidos con la voluntad divina y nosotros la cumplimos en nuestra
vida. Estas son las armas que Dios nos ha dado a los cristianos:
1. Enseñar de acuerdo con su
voluntad y
2. Vivir de acuerdo con su voluntad.
Hay un vínculo entre la buena conciencia y el conocimiento de la verdad.
v.20_ “Entre ellos están Alejandro e Himeneo, a quienes he
entregado a Satanás para que aprendan a no blasfemar”.
Los que desecharon la fe y
la buena conciencia eran Alejandro e Himeneo. El problema parece haber sido
doctrinal en cuanto a estos dos hombres, ellos habían abandonado la fe y la
buena conciencia, habían naufragado en cuanto a la fe. En 2 Ti. 2:17,18 se refiere a Fileto e Himeneo,
quienes se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se produjo y
así trastornaban la fe de algunos. Parece que Himeneo es el mismo mencionado en
1 Timoteo capítulo uno. En nuestros días a veces los hermanos se desvían de la
doctrina del Señor, no por este problema sino por problemas carnales, desánimo,
conflictos con otros hermanos. Como vemos el resultado es el mismo, han naufragado en la fe. Nuestra
responsabilidad es restaurar a los
hermanos con amor, pero si no se obtiene respuesta positiva de ellos hay que
pasar al siguiente delicado paso de entregarlos a Satanás. Este paso es muy delicado y requiere mucho
amor por el fin que persigue.
“Entregar
a Satanás”. Significa dejar de tener comunión espiritual
con los cristianos rebeldes. Ellos
debían entender que al seguir con la misma práctica errónea que habían adoptado
les conducía a los infiernos. Los cristianos debían y aún hoy deben cortar la
comunión con ellos para que sepan que ya
no tienen comunión con la iglesia, ya no eran considerados como hermanos
fieles.
En 1 Co. 5:1-13, hay un caso
de fornicación en donde habla de entregarlos a Satanás para destrucción de su
naturaleza pecaminosa, v.5 a fin de que el espíritu sea salvo en el día del
Señor. Y en el versículo 13 dice Pablo “Expulsen al malvado de entre ustedes”.
La iglesia ya no tenía que participar de comidas o cualquier tipo de comunión debido
a sus pecados. El propósito de manifestar a estos hermanos que ya no tenían
comunión con el pueblo de Dios, era para que aprendieran a no blasfemar. Este
propósito corresponde con lo que hemos citado de 1 Co. 5 “para destrucción de
la carne” a fin de que el espíritu sea salvo para el día del Señor. Se refiere
a hacer morir las obras de la carne, en Ro. 8:13, Pablo dice hacer morir las
obras de la carne y esto es lo mismo que destruir la carne.
El propósito final de entregar a un cristiano rebelde a Satanás es la
salvación de su espíritu de la condenación eterna y esto es igual a
aprender a no blasfemar como con Himeneo y Alejandro, en este caso el proceso
de disciplina no dio resultado, como vemos en 2 Ti. 2:16-18, Himeneo seguía en el error. En cambio, en el
caso de Corinto sabemos que el resultado del proceso de disciplina impuesto por
Pablo fue efectivo con el hermano. El hermano fue restaurado en la comunión y
los miembros manifestaron su genuino amor.