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martes, 4 de agosto de 2015

He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




 
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   LA Naturaleza, CREACIÓN AMOROSA
Sinopsis
La creación de Dios, frecuentemente con especial referencia a la vida animal y vegetal.
La naturaleza es la creación de Dios
Salmo 89.11 (BTX) — 11 Tuyos son los cielos, tuya también la tierra, El mundo y su plenitud, Tú lo fundaste.
Isaías 45.12 (BTX) — 12 Yo hice la tierra y creé sobre ella al hombre. Yo extendí los cielos con mis propias manos, Y Yo soy el que da órdenes a todo su ejército.
Jeremías 27.5 (BTX) — 5 Yo hice la tierra, el hombre y las bestias que están sobre la faz de la tierra con mi gran poder y con mi brazo extendido, y a quien me parece conveniente la doy.
Hechos de los Apóstoles 4.24 (BTX) — 24 Y cuando ellos lo oyeron, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano, Tú eres el que hiciste el cielo y la tierra y el mar, y todo lo que en ellos hay;
Hechos de los Apóstoles 14.15 (BTX) — 15 y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis estas cosas? También nosotros somos hombres semejantes a vosotros, y os anunciamos el Evangelio, para que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo, la tierra y el mar, y todas las cosas que hay en ellos;
Hechos de los Apóstoles 17.24 (BTX) — 24 El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, siendo Señor de cielo y tierra, no habita en templos hechos por manos,
Apocalipsis 4.11 (BTX) — 11 ¡Digno eres, oh Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria y el honor y el poder, porque Tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existieron y fueron creadas!
Apocalipsis 10.6 (BTX) — 6 y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que ya no habría más dilación,
Plantas
Génesis 1.11–12 (BTX) — 11 Entonces dijo ’Elohim: Produzca la tierra vegetación: hierba que haga germinar semilla, árbol frutal que dé fruto sobre la tierra según su especie, cuya semilla esté en él. Y fue así. 12 Y la tierra hizo brotar vegetación: hierba que hace germinar semilla según su especie, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su especie. Y vio ’Elohim que estaba bien.
Ver también Gn 2.4–9 ; Sal 104.14–16
Génesis 2.4–9 (BTX) — 4 Tales son los orígenes de los cielos y la tierra cuando fueron creados. El día en que yhvh ’Elohim hizo tierra y cielos 5 no había aún ninguna planta del campo, ni había brotado aún en la tierra ninguna hierba del campo, porque yhvh ’Elohim no había hecho llover sobre la tierra, ni había hombre para que labrara el suelo, 6 ni había hecho subir de la tierra vapor que irrigara la superficie del suelo. 7 Entonces yhvh ’Elohim modeló al hombre de la tierra roja, e insufló en sus narices aliento de vida. Y el hombre llegó a ser alma viviente. 8 Y plantó yhvh ’Elohim un huerto en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado. 9 yhvh ’Elohim hizo brotar de la tierra todo árbol agradable a la vista y bueno para comida. Y en medio del huerto estaba el árbol de la vida, y el árbol del conocimiento del bien y del mal.
Salmo 104.14–16 (BTX) — 14 El que hace brotar la hierba para el ganado, Y la vegetación para el servicio del hombre, Para que él saque el pan de la tierra, 15 Y el vino, que alegra el corazón del hombre; Y el aceite, que hace brillar su rostro, Y el alimento, que sustenta el corazón del hombre. 16 Los árboles de yhvh se llenan de savia, Los cedros del Líbano que Él plantó,
Tierra y mar
Salmo 24.1 (BTX) — 1 De yhvh es la tierra y su plenitud, El mundo y los que en él habitan.
Génesis 1.9–10 (BTX) — 9 Y dijo ’Elohim: Reúnanse las aguas de debajo de los cielos en un solo lugar, y muéstrese lo seco. Y fue así. 10 Y a lo seco llamó ’Elohim tierra, y a la reunión de las aguas llamó mares. Y vio ’Elohim que estaba bien.
Job 38.4–11 (BTX) — 4 ¿Dónde estabas tú cuando Yo fundaba la tierra? Decláralo, si tienes inteligencia. 5 ¿Quién determinó sus medidas? Ya que tanto sabes, ¿Quién extendió sobre ella cordel? 6 ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿Quién puso su piedra angular, 7 Cuando alababan todas las estrellas del alba, Y todos los hijos de Dios daban gritos de júbilo? 8 ¿Quién encerró al mar con doble puerta, Cuando irrumpía saliéndose de su seno? 9 Cuando le puse nubes por vestido, Y densas tinieblas por envoltura, 10 Cuando establecí sobre él mi límite, Y puse barra en sus puertas, 11 Y le dije: ¡Hasta aquí llegarás y no pasarás, Y aquí se detendrá el orgullo de tus olas!
Isaías 40.12 (BTX) — 12 ¿Quién midió a puñados el mar, o mensuró a palmos los cielos, o a cuartillos el polvo de la tierra? ¿Quién pesó en balanza los montes, y en báscula las colinas?
Amós 5.8 (BTX) — 8 Que creó las Pléyades y Orión, Que cambia en mañana las tinieblas, y oscurece el día como la noche, Que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la faz de la tierra. yhvh es su nombre,
Jonás 1.9 (BTX) — 9 Y él respondió: Soy hebreo y temo a yhvh, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra.
El sol, la luna y las estrellas
Job 9.9 (BTX) — 9 Hacedor de la Osa y del Orión, De las Pléyades y las recónditas cámaras del mediodía.
Génesis 1.14–18 (BTX) — 14 Y dijo ’Elohim: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para diferenciar entre el día y la noche, y sirvan por señales, y para solemnidades, y para días y años, 15 y sean por luminarias en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. 16 E hizo ’Elohim las dos grandes lumbreras: la lumbrera mayor para regir el día, y la lumbrera menor para regir la noche. 17 Y puso ’Elohim las estrellas en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, 18 y para regir durante el día y la noche, y para separar la luz de la oscuridad. Y vio ’Elohim que estaba bien.
Salmo 8.3 (BTX) — 3 Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que Tú afirmaste,
Salmo 148.3–5 (BTX) — 3 ¡Alabadlo, sol y luna! ¡Alabadlo, vosotras todas lucientes estrellas! 4 ¡Alabadlo, cielos de los cielos, Y las aguas que están sobre los cielos! 5 Alaben el nombre de yhvh, Pues Él lo mandó, y fueron creados.
Jeremías 31.35 (BTX) — 35 Así dice yhvh, Que estableció el sol para alumbrar el día, Y las leyes de la luna y de las estrellas para alumbrar de noche; Que aterroriza al mar, Y se ponen en consternación sus olas: ¡yhvh Sebaot es su nombre!
Animales
Génesis 1.20–22 (BTX) — 20 Entonces dijo ’Elohim: Bullan las aguas seres vivientes y ave que vuele sobre la tierra en la expansión de los cielos. 21 Y creó ’Elohim los grandes monstruos marinos y todo ser vivo que repta, que produjeron las aguas, según su especie, y toda ave alada según su especie. Y vio ’Elohim que estaba bien. 22 Y ’Elohim los bendijo diciendo: Fructificad y multiplicaos, llenad las aguas en los mares y multiplíquese el ave en la tierra.
Ver también Job 12.7–10 ; Sal 104.25
Job 12.7–10 (BTX) — 7 Y si no, pregunta ahora a las bestias, y ellas te enseñarán, O a las aves de los cielos, y ellas te mostrarán, 8 O habla a la tierra, para que te instruya, Y te lo declaren los peces del mar. 9 ¿Quién de ellos no sabe que la mano de yhvh ha hecho esto, 10 En cuya mano está el alma de todo viviente, Y el hálito de toda la humanidad?
Salmo 104.25 (BTX) — 25 He allí el grande y ancho mar, Donde hay un hervidero innumerable de seres, Seres pequeños y grandes.
Seres humanos
Éxodo 4.11 (BTX) — 11 Pero yhvh le respondió: ¿Y quién ha dado boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo, al vidente y al ciego? ¿No soy Yo yhvh?
Isaías 45.12 (BTX) — 12 Yo hice la tierra y creé sobre ella al hombre. Yo extendí los cielos con mis propias manos, Y Yo soy el que da órdenes a todo su ejército.
La narración de la creación en Génesis pone a los seres humanos en el pináculo de la creación de Dios:
Génesis 1.26–27 (BTX) — 26 Entonces dijo ’Elohim: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y ejerzan dominio sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos, sobre el ganado, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que repta sobre la tierra. 27 Y creó ’Elohim al hombre a su imagen, a imagen de ’Elohim lo creó, macho y hembra los creó.
Génesis 2.7 (BTX) — 7 Entonces yhvh ’Elohim modeló al hombre de la tierra roja, e insufló en sus narices aliento de vida. Y el hombre llegó a ser alma viviente.
Salmo 95.6 (BTX) — 6 ¡Venid, inclinémonos y postrémonos, Arrodillémonos ante la presencia de yhvh, nuestro Hacedor!
Salmo 100.3 (BTX) — 3 Reconoced que yhvh es ’El, Él nos hizo y suyos somos, Pueblo suyo y ovejas de su prado.
Proverbios 22.2 (BTX) — 2 El rico y el pobre se encuentran: A todos ellos los hizo yhvh.
Jeremías 27.5 (BTX) — 5 Yo hice la tierra, el hombre y las bestias que están sobre la faz de la tierra con mi gran poder y con mi brazo extendido, y a quien me parece conveniente la doy.
La distinción entre la humanidad y el resto de la naturaleza
Dios solamente creó a los seres humanos a su imagen
Génesis 1.26–27 (BTX) — 26 Entonces dijo ’Elohim: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y ejerzan dominio sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos, sobre el ganado, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que repta sobre la tierra. 27 Y creó ’Elohim al hombre a su imagen, a imagen de ’Elohim lo creó, macho y hembra los creó.
Colosenses 3.9–10 (BTX) — 9 No mintáis los unos a los otros, ya que os habéis desvestido del viejo hombre con sus prácticas, 10 y revestido del nuevo, el cual, conforme a la imagen del que lo creó, se va renovando hasta un conocimiento pleno,
Ver también Gn 5.1 ; Gn 9.6 ; Stg 3.9
Génesis 5.1 (BTX) — 1 Este es el libro de las generaciones de Adam. El día en que ’Elohim creó al hombre, lo hizo a imagen de ’Elohim.
Génesis 9.6 (BTX) — 6 El que derrame sangre de hombre, por los hombres su sangre será derramada, porque a imagen de ’Elohim hizo ’El al hombre.
Santiago 3.9 (BTX) — 9 Con ella bendecimos al Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que han sido hechos a semejanza de Dios.
La humanidad es administrador de la naturaleza
Salmo 115.16 (BTX) — 16 Los cielos son los cielos de yhvh, Y ha dado la tierra a los hijos del hombre.
Ver también Gn 1.26–30 ; Gn 2.15 ; Sal 8.5–8
Génesis 1.26–30 (BTX) — 26 Entonces dijo ’Elohim: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y ejerzan dominio sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos, sobre el ganado, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que repta sobre la tierra. 27 Y creó ’Elohim al hombre a su imagen, a imagen de ’Elohim lo creó, macho y hembra los creó. 28 Luego ’Elohim los bendijo; y les dijo ’Elohim: Fructificad y multiplicaos, llenad la tierra y sojuzgadla, dominad sobre los peces del mar y las aves de los cielos y sobre todo ser vivo que se mueve sobre la tierra. 29 Y dijo ’Elohim: He aquí os he dado toda hierba que disemina semilla que está sobre la faz de toda la tierra, y todo árbol en el que hay fruto, árbol que germina semilla, os será de alimento. 30 Y a toda bestia de la tierra, y a toda ave de los cielos, y a todo lo que repta sobre la tierra, en los cuales hay vida, toda hierba verde les será por alimento. Y fue así.
Génesis 2.15 (BTX) — 15 Tomó, pues, yhvh ’Elohim al hombre y lo colocó en el huerto de Edén para que lo cultivara y lo guardara.
Salmo 8.5–8 (BTX) — 5 Lo hiciste un poco menor que los ángeles, Lo coronaste de gloria y honor. 6 Lo haces señorear en las obras de tus manos, Pusiste todas las cosas debajo de sus pies: 7 Ovejas y bueyes, todo ello, Y también los animales del campo, 8 Las aves de los cielos y los peces del mar, Todo cuanto atraviesa las sendas de los mares.
Dios está activo en la naturaleza
Sustentando la naturaleza
Mateo 10.29 (BTX) — 29 ¿Acaso no se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre.
Salmo 147.1–17 (BTX) — 1 ¡Alabad a YH! Porque es bueno entonar salmos a nuestro Dios, Porque suave y hermosa es la alabanza. 2 yhvh es el que edifica a Jerusalem Y congrega a los dispersos de Israel, 3 El que sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas. 4 El que cuenta la muchedumbre de las estrellas, A cada una la llama por su nombre. 5 Grande es nuestro Señor y abundante en poder, Y su inteligencia es infinita. 6 yhvh sostiene a los humildes, Y abate a los malos hasta el polvo. 7 Cantad a yhvh en acción de gracias, Entonad salmos con la cítara a nuestro Dios, 8 El que cubre de nubes los cielos, El que prepara lluvia para la tierra, El que hace brotar la hierba en los montes. 9 El que da su alimento al ganado, Y a las crías del cuervo que graznan. 10 No se deleita con la fortaleza del caballo, Ni estima la agilidad de las piernas del hombre. 11 yhvh se complace en los que lo temen, A los que con ansia esperan en su misericordia. 12 ¡Alaba a yhvh, oh Jerusalem! ¡Alaba a tu Dios, oh Sión! 13 Porque ha reforzado los cerrojos de tus puertas, Y bendice a tus hijos dentro de ti. 14 El que pone paz en tus fronteras, Y te sacia con lo mejor del trigo. 15 El que envía su mensaje a la tierra, Y su palabra corre velozmente. 16 El que envía la nieve como lana, Y esparce la escarcha como ceniza. 17 El que arroja su granizo como mendrugos, ¿Quién puede resistir su helada?
Hechos de los Apóstoles 17.24–28 (BTX) — 24 El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, siendo Señor de cielo y tierra, no habita en templos hechos por manos, 25 ni es servido por manos humanas, ni tiene necesidad de cosa alguna, pues Él da a todos vida y aliento y todas las cosas; 26 y de uno hizo todo el linaje de los hombres para que habiten sobre toda la faz de la tierra, prefijándoles el orden de los tiempos y los límites de su habitación, 27 para que busquen a Dios, por si tal vez, palpando, puedan hallarlo; aunque no está lejos de cada uno de nosotros. 28 Porque en Él vivimos, nos movemos y existimos, como incluso algunos de vuestros poetas han dicho: Porque linaje suyo somos.
Colosenses 1.17 (BTX) — 17 y Él es antes de todas las cosas, y todo subsiste en Él,
Hebreos 2.10 (BTX) — 10 Porque convenía a Aquél por cuya causa son todas las cosas, y por medio del cual todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar a muchos hijos a la gloria, perfeccionara por medio de padecimientos al Autor de la salvación de ellos.
Proveyendo para la vida vegetal
Levítico 26.4 (BTX) — 4 entonces Yo daré vuestras lluvias en su época y la tierra rendirá su cosecha y el árbol del campo dará su fruto.
Mateo 6.28–29 (BTX) — 28 También en cuanto al vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad atentamente los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan con fatiga, ni hilan, 29 pero os digo que ni Salomón en todo su esplendor se vistió como uno solo de éstos.
Job 38.25 (BTX) — 25 ¿Quién le abrió cauce al aluvión, O camino al rayo del trueno,
Salmo 104.14–16 (BTX) — 14 El que hace brotar la hierba para el ganado, Y la vegetación para el servicio del hombre, Para que él saque el pan de la tierra, 15 Y el vino, que alegra el corazón del hombre; Y el aceite, que hace brillar su rostro, Y el alimento, que sustenta el corazón del hombre. 16 Los árboles de yhvh se llenan de savia, Los cedros del Líbano que Él plantó,
Jonás 4.6–10 (BTX) — 6 Y yhvh ’Elohim preparó una calabacera para que creciera sobre la cabeza de Jonás y le hiciera sombra y lo librara de su malestar. Y Jonás se alegró grandemente por la calabacera. 7 Pero al amanecer del día siguiente ’Elohim preparó un gusano, el cual hirió la calabacera, y se secó. 8 Y aconteció que al salir el sol, ’Elohim envió un sofocante viento oriental, y el sol hirió la cabeza de Jonás, de modo que se desmayaba y deseaba morir, y dijo: ¡Más me vale morir que vivir! 9 ’Elohim respondió a Jonás: ¿Tanto te irritas por lo de la calabacera? Él respondió: ¡Tengo razón para irritarme hasta la muerte! 10 Le dijo yhvh: Te apiadaste de la calabacera, por la cual no trabajaste ni la hiciste crecer, que en una noche nació y en una noche pereció.
En los elementos y las estaciones
Salmo 135.7 (BTX) — 7 Hace subir las nubes de los extremos de la tierra, Hace relámpagos para el aguacero, Saca de sus tesoros el viento.
Génesis 8.22 (BTX) — 22 Durante todos los días de la tierra, no cesarán la siembra y la cosecha, el frío y el calor, el verano y el invierno, y el día y la noche.
Job 5.10 (BTX) — 10 Da lluvia a la tierra, Riega los campos,
Job 36.27 (BTX) — 27 Va atrayendo las gotas de agua, Cuando el vapor se convierte en lluvia,
Job 37.11–13 (BTX) — 11 Carga de humedad las densas nubes, Y dispersa las nubes de tormenta, 12 Que giran y dan vueltas conforme a sus designios, Para cumplir sus encargos sobre la faz del orbe, 13 Y hace que acierten, unas veces como azote, Otras, a favor de su tierra, Y otras por misericordia.
Jeremías 10.13 (BTX) — 13 Cuando eleva su voz, hay un tumulto de aguas en los cielos, Y eleva los vapores de los extremos de la tierra. Hace los relámpagos para la lluvia, Y saca de sus tesoros el viento.
Dios se da a conocer mediante el orden natural
Job 36.24–26 (BTX) — 24 Acuérdate de engrandecer su obra, La cual han cantado los hombres, 25 Todos la contemplan, Los humanos la miran desde lejos. 26 He aquí, Dios es grande, Más de lo que podemos entender. El número de sus años es inescrutable,
Salmo 8.1–4 (BTX) — 1 ¡Oh yhvh, Señor nuestro, Cuán glorioso es tu Nombre en toda la tierra! Has puesto tu majestad sobre los cielos. 2 De la boca de los niños y de los que maman, Estableciste la alabanza frente a tus adversarios, Para hacer callar al enemigo y al vengativo. 3 Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que Tú afirmaste, 4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de él, El hijo de Adam, para que lo consideres?
Salmo 19.1–3 (BTX) — 1 Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento muestra la obra de sus manos. 2 Día tras día vierte su mensaje, Y noche tras noche da a conocer la sabiduría. 3 No hay lenguaje ni idioma, En que la voz de ellos no sea oída,
Hechos de los Apóstoles 14.15–17 (BTX) — 15 y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis estas cosas? También nosotros somos hombres semejantes a vosotros, y os anunciamos el Evangelio, para que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo, la tierra y el mar, y todas las cosas que hay en ellos; 16 el cual, en las edades pasadas, ha permitido que todas las gentes anduvieran en sus caminos; 17 si bien no se dejó a Sí mismo sin testimonio, haciendo el bien, dándoos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, y llenando de sustento y de alegría vuestros corazones.
Hechos de los Apóstoles 17.24–28 (BTX) — 24 El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, siendo Señor de cielo y tierra, no habita en templos hechos por manos, 25 ni es servido por manos humanas, ni tiene necesidad de cosa alguna, pues Él da a todos vida y aliento y todas las cosas; 26 y de uno hizo todo el linaje de los hombres para que habiten sobre toda la faz de la tierra, prefijándoles el orden de los tiempos y los límites de su habitación, 27 para que busquen a Dios, por si tal vez, palpando, puedan hallarlo; aunque no está lejos de cada uno de nosotros. 28 Porque en Él vivimos, nos movemos y existimos, como incluso algunos de vuestros poetas han dicho: Porque linaje suyo somos.
Romanos 1.18–21 (BTX) — 18 Porque la ira de Dios es revelada desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad. 19 Porque lo que de Dios es conocido, es evidente para ellos, pues Dios se lo manifestó. 20 Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, entendiéndose por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. 21 Porque habiendo conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se entregaron a vanas especulaciones, y su necio corazón fue entenebrecido.

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martes, 12 de mayo de 2015

Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados.

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
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FILIPENSES: CRISTO NOS LIBERTÓ DE NUESTRAS CADENAS

BOSQUEJO GENERAL

INTRODUCCIÓN

      A.      El llamado macedónico (Hechos 16:6–10)
      B.      Trasfondo epistolar
         1.      Los primeros convertidos (Hechos 16:12–40)
         2.      La ciudad de Filipos
         3.      Lugar donde se escribió
         4.      Circunstancias
         5.      Autor y fecha
         6.      Propósito

SECCIÓN I
MAGNIFICANDO A CRISTO

Filipenses 1
    I.      SALUTACIÓN (1–2)
      A.      La firma del escritor
      B.      Identificación de amor
      C.      Posición de santidad
      D.      Liderazgo ejemplar
      E.      Deseo espiritual
    II.      ACCIÓN DE GRACIAS Y ORACIÓN (3–11)
      A.      La virtud de ser agradecidos (3–5)
         1.      Recordando con gratitud (3)
         2.      Recordando con gozo (4–5)
      B.      La obra fiel y constante de Dios (6)
         1.      El proceso de salvación
         2.      La responsabilidad en la salvación
      C.      Expresión de amor (7–8)
      D.      Una petición cuádruple (9–11)
         1.      Reflejando el amor de Cristo (9)
           a)      Un amor abundante
           b)      Un amor en ciencia y conocimiento
         2.      Aprobando lo mejor (10b)
           a)      Hay bendición asegurada
           b)      Hay pasos a seguir
         3.      Siendo sinceros e irreprensibles (10b)
         4.      Llenos de fruto de justicia (11)
    III.      CRISTO MAGNIFICADO A TRAVÉS DEL SUFRIMIENTO (12–19, 29–30)
      A.      Nuestro sufrimiento debe magnificar a Cristo (12–19, 29–30)
         1.      Debe redundar para el progreso del evangelio (12–13)
           a)      Nota de triunfo (12)
           b)      Resultados positivos (13)
         2.      Debe animar a otros a testificar (14)
         3.      Debe proveer otro medio para que el Señor obre (15–19)
      B.      Debe aceptarse como medio de fortaleza y madurez (29–30)
         1.      Parte de la experiencia cristiana
         2.      Parte de las promesas remuneradoras
    IV.      CRISTO MAGNIFICADO EN NUESTRO CUERPO, VIDA Y CONDUCTA (20–30)
      A.      En el cuerpo, o por vida o por muerte (20–24)
         1.      El vivir es Cristo (21)
         2.      El morir es ganancia (21)
         3.      Enfrentando un dilema (22)
         4.      Deseo de partir (23)
         5.      Necesidad de quedarse (24)
      B.      En la vida, para que sea de provecho (25–26)
         1.      Beneficio para otros (25)
         2.      Gozo de la fe (26)
      C.      En la conducta, que sea digna del evangelio (27–28)
         1.      Unidad en principio (29)
         2.      Unidad en acción (28)

SECCIÓN II
IMITANDO A CRISTO

Filipenses 2

    I.      SEMEJANZA A CRISTO (1–4)
      A.      Apelación a una verdadera unidad espiritual (1)
         1.      Consolación en Cristo
         2.      Consuelo de amor
         3.      Comunión del Espíritu
         4.      Corazón compasivo
         5.      Actitud de misericordia
      B.      Bases esenciales para imitar a Cristo (1–4)
         1.      Vivir en Cristo (1)
         2.      Tener un mismo sentir y amor (2)
         3.      No hacer nada por contienda o vanagloria (3)
         4.      Estimar a los demás como a superiores (3)
         5.      Mirar por el bien de los demás (4)
    II.      EJEMPLO DE CRISTO (5–11)
      A.      No se aferró a lo suyo (6)
      B.      Se despojó a sí mismo (7)
      C.      Tomó la forma de siervo (7b)
      D.      Se hizo semejante a los hombres (8)
         1.      Se humilló a sí mismo
         2.      Fue obediente hasta la muerte
      E.      Dios lo exaltó hasta lo sumo (9–11)
         1.      Toda rodilla se doblará ante él (10)
         2.      Toda lengua le confesará (11)
    III.      RAZONES PARA IMITAR A CRISTO (12–30)
      A.      Nuestra salvación es viva (12)
         1.      Responsabilidad del cristiano
         2.      Aplicación a la vida diaria
      B.      Nuestra salvación está de acuerdo con Dios (13)
         1.      Dios es el productor
         2.      La buena voluntad de Dios
      C.      Nuestra salvación rechaza toda murmuración y contienda (14–15)
         1.      Objeto de observación (14)
         2.      Luminares en el mundo (15)
      D.      Ejemplo de 3 imitadores (16–30)
         1.      Ejemplo de Pablo (17–19)
         2.      Ejemplo de Timoteo (19–24)
         3.      Ejemplo de Epafrodito (25–30)

SECCIÓN III
CONOCIENDO A CRISTO

Filipenses 3

    I.      UN ENTENDIMIENTO PROGRESIVO (1–7)
      A.      Una conclusión diferida (1)
      B.      El significado de conocer a Cristo (2–3)
         1.      Evitar los peligros que nos acechan (2)
           a)      Guardarse de los perros (2)
           b)      Guardarse de los malos obreros (2)
           c)      Guardarse de los mutiladores del Cuerpo (2)
         2.      Dar la gloria a Cristo (3)
           a)      Sirviendo a Dios en espíritu
           b)      No confiando en la carne
      C.      Conocer a Cristo es una renuncia total al pasado (4–6)
         1.      No confiar en los ritos (5)
         2.      No confiar en el linaje (5)
         3.      No confiar en la estatura religiosa (5)
         4.      No confiar en los logros (6)
      D.      Conocer a Cristo es estimar lo ganado como pérdida (7)
    II.      UN CONOCIMIENTO EXCELENTE (8–19)
      A.      Conocer a Cristo requiere renunciar al presente (8–16)
         1.      Este conocimiento es superior a todos los demás (8b–9)
         2.      Este conocimiento es una satisfacción no concluída (10–11)
         3.      Este conocimiento debe tener como meta la perfección (12–13)
         4.      Este conocimiento debe hacernos proseguir a la meta (14–16)
      B.      Conocer a Cristo implica seguir el ejemplo de creyentes maduros (17)
         1.      Aprendiendo de lo negativo
         2.      Aprendiendo de lo positivo
         3.      Aprendiendo de los fieles
      C.      Conocer a Cristo implica reconocer a los enemigos de la cruz (18–19)
         1.      Cuyo dios es el vientre (19)
         2.      Su gloria es su vergüenza (19)
         3.      Sólo piensa en lo terrenal (19)
         4.      Su fin será perdición (19)
    III.      LA ESPERANZA DE SU RETORNO (3:20–21)
      A.      Somos ciudadanos del cielo (20)
         1.      Somos peregrinos y extranjeros en la tierra (Hebreos 11:13)
           a)      Debe ser fuente de gozo
           b)      Debe estar basado en las promesas divinas
         2.      Somos embajadores en nombre de Cristo (II Cor. 5:20)
      B.      Seremos transformados conforme a su gloria (21)
         1.      Manifestación de su poder
         2.      Impulso a esperar su venida

SECCIÓN IV
GOZANDO A CRISTO

Filipenses 4

    I.      REQUISITOS PARA GOZAR A CRISTO (1–9)
      A.      Confiar en la entrega de galardones (1)
      B.      Ser de un mismo sentir (2–5)
         1.      Ayudando a otros (3)
         2.      Regocijándose en el Señor (4)
         3.      Siendo gentiles y pacientes (5)
      C.      Ser cristianos de oración (6)
         1.      No estar afanosos por nada
         2.      Dando a conocer nuestras peticiones
         3.      Siendo agradecidos
      D.      Gozar de la paz de Dios (7)
         1.      Supera todo entendimiento
         2.      Guardar nuestra mente y corazón en Cristo Jesús
      E.      Ser buen ejemplo (8–9)
         1.      Pensar en lo bueno (8)
         2.      Hacer lo bueno (9)
    II.      RESULTADOS DE GOZAR A CRISTO (10–23)
      A.      Contentamiento en cualquier situación (10–12)
         1.      Cuando otros ministran nuestras necesidades (10)
         2.      Cuando hay abundancia o escacez (11–12)
      B.      Fortaleza en la adversidad (13)
         1.      Victoria segura
         2.      Cristo es la respuesta
      C.      Gratitud que se expresa (14–16)
      D.      Desinterés por lo material (17–18)
         1.      No buscando provecho personal (17)
         2.      Buscando fruto espiritual (17)
         3.      Una ofrenda de olor fragante (18)
      E.      Seguridad de provisión (19)
         1.      Para toda necesidad
         2.      Conforme a sus riquezas en gloria
         3.      Por medio de Cristo Jesús
      F.      Conclusión (20–23)
         1.      Bendición (20)
         2.      Saludos (21–23)



  A. EL LLAMADO MACEDÓNICO (Hechos 16:6–10)

6Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, le fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia; 7y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió. 8 Y pasando junto a Misia, descendieron a Troas. 9Y se le mostró a Pablo una visión de noche: un varón macedonio estaba en pie, rogádole y diciendo: Pasa a Macedonia y ayúdanos. 10 Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio.

El nacimiento de la iglesia de Filipos fue parte del programa misionero divino que impidió a Pablo, Silas, Lucas y Timoteo, continuar la ruta que habían trazado previamente rumbo a Asia y Bitinia en el occidente. Hechos 16:6–10 narra cómo el Espíritu Santo, por medio de una visión, les prohibió seguir sus propios planes y ordenó cambiarlos por el plan perfecto y directo de Dios. “Les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia” (v. 6) “Pero el Espíritu no se los permitió” (v. 7). Estas dos expresiones nos indican cómo es que los pasos del siervo de Dios pueden ser guiados, sin lugar a duda, por caminos que el Espíritu ha preparado. Esa debe ser nuestra continua petición, repitiendo las palabras del salmista: “Sustenta mis pasos en tus caminos, para que mis pies no resbalen” (Sal. 17:5).
Pablo sabía que la visión del macedonio, suplicándole ayuda, era un mensaje directo de Dios. Por eso, de inmediato procuró partir con sus compañeros a Macedonia, cambiando la ruta que ellos habían trazado y enfilándose allá dispuestos a anunciar el evangelio en esos lugares. Cuán importante es reconocer la guía del Altísimo y estar dispuestos a obedecerla aunque esto signifique ir en contra de lo ya planeado, y a pesar de haber estado convencidos de que era lo correcto. Bendito el cristiano que está dispuesto a cambiar su ruta con la plena seguridad de que Dios ha cerrado la puerta. Un gran amigo mío salvadoreño decía: “Cuando Dios cierra la puerta, no te metas por la ventana”.
Pero también es necesario estar bien seguros de que es Dios quien ha impedido su realización y no el enemigo. En 1 Ts. 2:18, el apóstol Pablo testifica de otra experiencia donde reconoce que su viaje había sido estorbado no por Dios, sino por Satanás. Dios impide; Satanás estorba. ¿Puede usted recordar que cuando inició su vida nueva en Cristo tuvo que cambiar planes, encontrándose en un camino muy distinto al que había anticipado? Quizá de momento no lo comprendió, pero con el tiempo usted mismo comprobó que el plan divino era el mejor. ¿Le ha tocado luchar contra los estorbos de Satanás? Aún estando seguro de la voluntad directa de Dios, hay una fuerza espiritual que ataja, impide y se opone al plan aprobado. Es entonces cuando los recursos de la oración, apropiarse de las promesas de la Palabra de Dios y depender de la guía sobrenatural del Espíritu Santo deben entrar en acción.


  B. TRASFONDO EPISTOLAR (Hechos 16:12–15; 22–34; 40)

12Y de allí a Filipos, que es la primera ciudad de la provincia de macedonia, y una colonia; y estuvimos en aquella ciudad algunos días. 13Y un día de reposo salimos fuera de la puerta, junto al río, donde solía hacerse la oración; y sentándonos hablamos a las mujeres que se habían reunido. 14Entonces una mujer llamada Lidia, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que Pablo decía. 15Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos … 22Y se agolpó el pueblo contra ellos; y los magistrados, rasgándoles las ropas, ordenaron azotarles con varas. 23Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. 24El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro y les aseguró los pies en el cepo. 25Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. 26Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron. 27Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, sacó la espada y se iba a matar, pensando que los presos habían huido. 28Mas Pablo clamó a gran voz, diciendo: No te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí. 29Él entonces, pidiendo luz, se precipitó adentro, y temblando, se postró a los pies de Pablo y Silas; 30y sacándolos les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? 31Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa. 32Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. 33Y él tomándolos en aquella misma hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se bautizó él con todos los suyos. 34Y llevándolos a su casa, les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de haber creído en Dios … 40Entonces, saliendo de la cárcel, entraron en casa de Lidia, y habiendo visto a los hermanos, los consolaron, y se fueron.


    1.      Los primeros convertidos
Se considera al llamado macedónico como el acto que cambió el curso de la historia universal. Por medio de ese evento, el evangelio inició su viaje hacia el occidente para penetrar por primera vez en el continente europeo. Zarpando de Troas, Pablo y su equipo pasaron a Samotracia y Neápolis y de allí posiblemente caminaron los 15 kilómetros que los separaban de Filipos, la primera ciudad de la provincia de Macedonia (Ver mapa de la página anterior). Fue aquí donde se reunieron con un grupo de mujeres judías que acostumbraban salir de la ciudad, y junto al río tener su tiempo de oración en el día de reposo. Como era su costumbre, Pablo se dirigió primero a los judíos para compartir el mensaje de salvación (Ro. 1:16). De entre las mujeres reunidas, Dios preparó el corazón de Lidia. Ella no sólo estuvo atenta a la nueva enseñanza, sino que recibió la gloriosa salvación por medio de Cristo Jesús. Lidia fue la primera convertida europea. Más tarde su familia daría el mismo paso.
En este capítulo 16 de los Hechos encontramos dos dignos ejemplos del interés que Dios tiene en alcanzar a las familias completas. La experiencia de esta vendedora de púrpura es muy semejante a la del carcelero que testifica de su salvación y la de su casa (Hch. 16:22–34). Lucas, el autor, enfatiza la salvación de las familias. Es alentador pensar en la importancia que Dios da a los componentes del hogar de un creyente. Cuando una persona se convierte, puede estar segura de que sus familiares están bajo la promesa de salvación, aunque esta no es automática, ya que cada uno de ellos tendrá que tomar su decisión personal por Cristo Jesús. Un acto de fe sería hacer una lista de sus familiares más cercanos que aún no han recibido a Cristo como Salvador y registrar la fecha cuando comience a orar por ellos. Como respuesta a la oración fiel, el Espíritu Santo comenzará a mover sus corazones para venir a Cristo.
La narración del capítulo 16 de los Hechos concluye hablando de una reunión que se efectuó en casa de Lidia, donde ya se congregaba un grupo de hermanos. Esta fue la semilla que hizo nacer a una iglesia ejemplar. Los primeros convertidos fueron bautizados. Diez años después, el apóstol escribe esta epístola a ese grupo reconocido de santos ya organizados que contaba con obispos y diáconos. Casi todos habían sido gentiles y paganos anteriormente, pero ahora formaban una congregación escogida por el Señor.

    2.      La ciudad de Filipos
Ubicada al este de Macedonia y al norte de lo que hoy conocemos como Grecia, estaba situada en la importante ruta comercial que existía entre Europa y Asia. Fue fundada alrededor del año 357 por Felipe II, padre de Alejandro Magno, a.C. Era rica en minas de oro y plata; su tierra era fértil y su comercio abundante. Esta era una situación geográfica estratégica para la iglesia cristiana, puesto que sus visitantes podían escuchar el evangelio ahí y llevarlo a sus lugares de origen.
En el año 31 a.C., Filipos fue establecida como colonia romana con privilegios especiales de ciudadanía. Este último hecho explica por qué Pablo hace énfasis en que “nuestra ciudadanía está en los cielos” (3:20). Quería recalcar la importancia para el cristiano de considerar su ciudadanía espiritual por encima de la terrenal, aun siendo tan distinguida como era la romana. La comunidad judía era pequeña y no tenía sinagoga propia. Por esta razón preferían reunirse a la orilla del río (Hch. 16:13).

    3.      Lugar donde se escribió
Se mencionan tres posibles lugares: Éfeso, Cesarea y Roma. Diversos argumentos respaldan estos sitios. Pero a la luz de las deducciones obtenidas por los conocidos comentaristas Lightfoot y Hendriksen2, el lugar más aceptado es Roma. La palabra que se traduce como “pretorio” en 1:13 ha inclinado a varios a considerar Éfeso como el lugar desde donde Pablo escribió. Por otro lado, Hch. 23:35 menciona el pretorio en Cesarea y, por eso, algunos respaldan este lugar como la cuna de esta epístola. Considerando la mención que Pablo hace de su encarcelamiento, y su referencia a la casa de César (4:22), el origen de esta carta nos refiere a Roma. Existen serias dudas con respecto a su encarcelamiento en Éfeso. J. B. Lightfoot señala que la palabra “pretorio” significa propiamente la guardia pretoriana, tal como se traduce en muchas versiones, más que un palacio o casa de gobierno. En Hch. 28:16 se indica que Pablo fue a Roma y en 28:30 leemos que vivió en su propia casa alquilada vigilado por guardias.

    4.      Circunstancias
Los eventos más sobresalientes o las experiencias más significativas de la vida no siempre se efectúan en circunstancias positivas o favorables. Basta recorrer las páginas de la Biblia para ver que los grandes héroes de la fe saborearon las victorias en medio de lo adverso y negativo. He. 11 es un resumen de aquéllos que podían testificar de su “gozo” después de haber pasado por persecución, pérdida material, enfermedad, maltrato, malos entendidos y pruebas. Por cierto, algunos no recibieron lo prometido. El mundo no era digno de ellos, pero dejaron un testimonio mediante su fe.
Pablo podría estar incluido en esta lista, pues no sólo sufrió en sus años de ministerio (2 Co. 11:23–28), sino también en los últimos dos, cuando estuvo privado de su libertad. Esta carta fue escrita desde la prisión (1:12–17); de modo que podemos reconocerla como parte del cuarteto epistolar que contiene melodías de victoria escritas bajo condiciones adversas. Las otras tres son: Efesios, Colosenses y Filemón. Comúnmente se les llama a estas cuatro epístolas “las cartas de la prisión”. Note que, en el nacimiento de la iglesia de Filipos, es la actitud de gozo la que se pone de manifiesto. En lugar de escuchar quejas, lamentos y sentir autocompasión por la injusticia de los azotes, el cepo y el encierro en una celda oscura y maloliente, Pablo y Silas entonaban alabanzas al Señor (Hch. 16:25).
En mis años de estudiante se hizo muy popular un himno cuyo tema central era: “Pero en el dolor, es mejor cantar”. Si el mundo sin Cristo encuentra en el canto un desahogo para sus sentimientos, cuanto más el creyente en Cristo debe recurrir a este método de alabanza, para hallar contentamiento y sumisión a la voluntad soberana de Dios.
Más de 16 veces encontramos la palabra “regocijo” en alguna de sus formas, en los 104 versículos de la epístola. Pablo amonestaba a la iglesia a gozarse en Cristo a pesar de las circunstancias adversas (cap. 1), de las personas (cap. 2), de las cosas (cap. 3) y de las preocupaciones (cap. 4). El creyente tiene que aprender a estar gozoso, pues tiene el gozo de Cristo. Aunque Pablo escribió desde una casa alquilada, es muy posible que estuviera custodiado por la guardia del palacio, y aun encadenado a un soldado que era relevado cada seis horas (Hch. 28:20; Fil. 1:7, 14, 16; Col. 4:18). Pablo aprovechaba todas las oportunidades para compartir el evangelio con los que le rodeaban. Es interesante notar las múltiples ocasiones en que el libro de los Hechos presenta a Pablo como fiel testigo de Cristo. Pablo cumplió su comisión con cabalidad y llevó el nombre de Jesucristo “en presencia de los gentiles y de los reyes, y de los hijos de Israel” (Hch. 9:15). Su ciudadanía romana le permitía algunos privilegios y cierta libertad para predicar (Hch. 28:30–31). Al parecer, sus amigos podían visitarlo. Aunque no se mencionan muchos nombres en esta epístola, es posible que conociera a muchos cristianos, a quienes cita en el capítulo 16 de su carta a los Romanos.

    5.      Autor y fecha
Pablo visitó Filipos por primera vez en su segundo viaje misionero, alrededor del año 51 o 52 d.C. Tres años más tarde visitaría a los hermanos de nuevo, durante el tercer viaje misionero, después del cual sería puesto en custodia, acusado falsamente de sacrílego por haber llevado un gentil al templo judío (Hch. 21:29–33). Permaneció dos años en una prisión militar en Cesarea esperando ser juzgado. Apeló a César y fue enviado a Roma, donde estuvo encarcelado otros dos años (Hch. 24:27; 25:11–12; 26:32; 28:30). En el comentario de J.B. Lightfoot, se presentan sólidos argumentos que proponen que la epístola fue escrita a fines del primer año de la llegada de Pablo a Roma y antes de las otras tres “cartas de la prisión”. Esto da una fecha probable de alrededor del año 62 d.C.
La opinión casi universalmente aceptada designa a Pablo como el autor de la carta. Él mismo asienta su firma al principio de ella y utiliza a Timoteo como un testigo silencioso (1:1). El estilo es el de una carta sencilla, afectuosa y no estudiada. Brota de un corazón amoroso y agradecido que expresa su sentir personal como un padre que escribe a sus hijos. Filipenses aparece en todos los cánones de la Escritura del segundo siglo porque tiene un alto grado de evidencia de inspiración divina. Su origen genuino es tan reconocido, que algunos comentaristas creen innecesaria cualquier acerca del asunto.

    6.      Propósito
La epístola fue escrita a los creyentes de la ciudad de Filipos. El propósito encerrado en sus líneas es cuádruple:

    a)      Proveer información acerca de su condición en la cárcel en Roma (1:12).
    b)      Expresar su gratitud por la ayuda económica que había recibido de ellos por medio de Epafrodito (4:17–18).
    c)      Corregir un conflicto personal que existía entre dos creyentes en la iglesia a causa del egoísmo y la rivalidad (4:2).
    d)      Acentuar la importancia de la “kenosis” (su significado literal en griego es “vaciamiento”), que se traduce como que Cristo “se despojó”; es el acto por el cual Dios se hizo hombre, tomando forma de siervo y humillándose hasta morir en la cruz (2:5–8).

Este último punto es quizá la máxima afirmación teológica del libro, aunque el énfasis es más existencial y personal, dirigido a un grupo de hermanos unidos a él por lazos de amistad, cuidado y amor recíproco. Para facilitar y llevar una continuidad en el estudio y comentarios de esta epístola, he escogido el siguiente bosquejo:
Capítulo 1. Magnificando a Cristo (v. 20)
Capítulo 2. Imitando a Cristo (v. 5)
Capítulo 3. Conociendo a Cristo (v. 10)
Capítulo 4. Gozando a Cristo (v. 4)

 
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