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viernes, 22 de enero de 2016

Te ruego que me dejes ir al campo, y rebuscaré espigas detrás de cualquiera ante cuyos ojos halle gracia

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




Nos preparamos para Enseñar en la Congregación
RUT EN LOS CAMPOS DE BOOZ
Rut 2:1-3
2:1      Y tenía Noemí un pariente por parte de su marido, hombre de mucha riqueza, de la familia de Elimelec, cuyo nombre era Booz.
2      Y Rut la moabita dijo a Noemí: Te ruego que me dejes ir al campo, y rebuscaré espigas detrás de cualquiera ante cuyos ojos halle gracia. Y ella le respondió: Ve, hija mía.
3      Fue pues, y al llegar, espigó en el campo tras los segadores. Y ocurrió que aquella parte del campo era precisamente de Booz, el cual era de la familia de Elimelec.

Trabajo Providencial: Rut en el campo de Boaz
Rut  espiga en el campo de Boaz
Rut 2:1-3

El v. 1 introduce el tercer personaje principal de todo el relato: Boaz. Se identifica como un pariente (aquí se usa la palabra moyda’ , diferente de goel , redentor, comp. 2:20) del fenecido esposo de Noemí. Como indica la nota en la RVA (véase), la frase descriptiva de él admite varias traducciones. 
Lit. dice: “Varón grande él”. La RVR-1995 lo toma en un sentido económico y traduce: “hombre rico”. Otras Biblias enfatizan su poder y valor como un hombre respetado e influyente. “De buena posición” (como la RVA) o “de muy buena posición” (como la Nueva Biblia Española) satisface bien. El significado de su nombre Boaz no es tan fácil de elucidar como el de su pariente Elimelec; sin embargo, se ha observado que el elemento -az que se usa en su nombre conecta con la idea de fuerza; y realmente fue un hombre fuerte.
Bosquejo homilético
El cuidado de Dios
Rut 2:1–16
Introducción:
A veces las circunstancias nos hacen pensar que Dios se ha olvidado de nosotros. Así nos parece cuando pasan una serie de tragedias. Pero podemos tener la seguridad de que, como en el caso de Noemí, Dios esta caminando con nosotros, y abrirá las puertas en su tiempo. Su cuidado:
I.     Se manifiesta en momentos de necesidad (v. 2).
1.     La situación económica forzó a Rut a buscar trabajo.
2.     La falta de apoyo de familiares les forzó a buscar su propio sostenimiento.

II.     Se manifiesta en circunstancias diarias (Rut 1:22).
1.     Era la época de la cosecha de la cebada.
2.     La ley abrigaba a los necesitados, permitiéndoles espigar detrás de los cosechadores.

III.     Se manifiesta para lograr su propósito en nuestras vidas (Rut 2:14–16).
1.     Dios quería utilizar a Rut en su plan divino.
2.     Dios movió el corazón de Boaz para manifestar misericordia y después amor hacia Rut.
Conclusión: 
En momentos difíciles, en vez de desesperarnos debemos alzar nuestros ojos hacia Dios, utilizar todas nuestras capacidades para solucionar nuestros problemas, y confiar en el poder divino para actuar en forma milagrosa.

Con esta presentación inicial de Boaz, el autor vuelve a su historia: Noemí y Rut ya están en Belén, pero sin una vida de bonanza. 
Y ante la escasez que están viviendo, Rut pide permiso de su suegra para ir al campo para recoger espigas (v. 2), tras cualquier dueño o segador que quisiera admitirla. Ya sabemos que “la siega de la cebada” (Rut 1:22) había comenzado. 
(Correspondería aproximadamente a nuestro mes de abril, época de cosecha en el hemisferio norte; la siega del trigo seguiría unas pocas semanas después.) Noemí, recordando probablemente las tradiciones y leyes pertinentes (ver Deut. 24:19; Lev. 19:9, 10; 23:22), accede, y Rut va (v. 3a). Noemí le explicaría tal vez que aunque la ley daba a los pobres el derecho de espigar, el ejercicio de ese derecho dependía de la buena voluntad del propietario, o de los encargados de la propiedad.
¿Casualidad o providencia divina?
Rut 2:3
Lo que a primera vista puede parecer una casualidad muchas veces es la providencia de Dios, brindándonos oportunidades para tomar nuevos caminos que son como la luz de la aurora que aumenta hasta que el día es perfecto.

Casi siempre los segadores (v. 3a) eran hombres; y tras ellos iban las mujeres como “espigadoras” (el sustantivo no aparece en el texto, pero el verbo sí en los vv. 3, 7, etc.). Ellas podrían ser pobres, viudas u otras personas necesitadas; o “criadas” (v. 13) del dueño.

El autor, con una simplicidad cautivante, escribe que dio la casualidad que la parcela del campo [donde Rut fue a espigar] pertenecía a Boaz (v. 3). A la luz de todo el relato, es obvio que hemos de entender que sin el conocimiento de Rut, la providencia divina estaba guiando sus pasos. Entonces, antes y después.

Si el autor hubiera sido un predicador cristiano de nuestro tiempo, ¡habría citado Romanos 8:28 !
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