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sábado, 5 de diciembre de 2015

¡Oh YHVH, he oído tu palabra, y estoy atemorizado! En medio de los tiempos, oh, YHVH, Revive tu obra, En medio de los tiempos hazla conocer, Y en medio de la ira, ¡Acuérdate de tener misericordia!

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6





Nos preparamos para enseñar en la congregación
Salmo de sumisión
Habacuc 3:1-19

3:1      Oración del profeta Habacuc. Sobre shigayón.
    2      ¡Oh YHVH, he oído tu palabra, y estoy atemorizado!
    En medio de los tiempos, oh, YHVH,
    Revive tu obra,
    En medio de los tiempos hazla conocer,
    Y en medio de la ira,
    ¡Acuérdate de tener misericordia!
    3      Dios viene desde Temán,
    El Santo, de los montes de Parán.
      Selah
    Su esplendor eclipsa los cielos y la tierra se llena de sus alabanzas.
    4      Su resplandor es como el sol,
    Sus manos producen rayos de luz, allí se oculta su poder.
    5      Delante de Él marcha la Peste,
    La Fiebre Ardiente sigue sus pisadas.
    6      Se detiene y mide la tierra,
    Lanza una mirada,
    Y hace estremecer a las naciones.
    Las montañas antiguas se desmoronan,
    Se hunden los montes de antaño,
    Pero sus sendas son sendas eternas.
    7      Veo las tiendas de Cusán en aflicción,
    Se estremecen las cortinas de la tierra de Madián.
    8      Oh YHVH, ¿ardes en ira contra los ríos?
    ¿Es contra los ríos tu indignación o contra el mar el desborde de tu enojo,
    Para que cabalgues en tus caballos y en tu carro victorioso?
    9      Desnudas y alertas tu arco,
    Jurados son los castigos de tu promesa.      Selah
    Surcas la tierra con ríos,
    10      Te ven las montañas, y tiemblan;
    El turbión de aguas se desencadena,
    El abismo deja oír su voz, y eleva en alto sus manos.
    11      El sol y la luna se detienen en su cenit,
    A la luz de tus saetas, que parten,
    A la claridad del fulgor de tu lanza.
    12      Con ira has pisoteado la tierra,
    Con furor trillaste las naciones.
    13      Has salido en socorro de tu pueblo, para salvar a tu ungido.
    Destrozas el techo de la casa del impío
    Y desnudas su cimiento hasta la roca.      Selah
    14      Con sus propios dardos traspasas al caudillo,
    Y sus tropas se dispersan en torbellino,
    Cuando triunfantes iban a devorar una víctima a escondidas.
    15      Hollaste con tus caballos el mar,
    Y la mole de las grandes aguas hierve.
    16      Lo escuché, y se conmovieron mis entrañas,
    Y mis labios palpitaron al oírlo.
    La podredumbre entró en mis huesos,
    Y dentro de mí mismo me estremezco, porque debo esperar quieto el día de la adversidad,
    Cuando el pueblo que nos ha de invadir suba con sus tropas.
    17      Aunque la higuera no florezca,
    Ni en las vides haya fruto,
    Aunque engañe el producto del olivo
    Y los campos no produzcan alimento,
    Aunque se acaben las ovejas del redil
    Y no haya vacas en los establos,
    18      Con todo, yo me alegraré en YHVH
    Y me gozaré en el Dios de mi salvación.
    19      ¡Adonay YHVH es mi fortaleza!
    Él me da pies como de ciervas y me hace andar en las alturas.

Qué bueno es orar
ORACIÓN DE CONFIANZA
Habacuc 3:1-19
Los dos lamentos de Habacuc insinúan que para el profeta su mayor preocupación era su comprensión de la persona de Jehovah. Quería resolver la aparente contradicción entre su concepción de Dios y la situación actual del país y la anunciada invasión. En base a las respuestas divinas, en el cap. 3 Habacuc eleva una oración de fe y confianza.

En el comentario sobre Habacuc 1:3 se mencionó que Habacuc utilizó la estructura quiasmo, es decir, una estructura de espejo que puede poner el énfasis en el centro. En este capítulo se nota que esta estructura se extiende a lo largo de toda la sección:
a Título (Habacuc 3:1)
b Petición por la misericordia de Jehovah (Habacuc 3:2)
c Visión de la gloria de Jehovah (Habacuc 3:3–15)
b’ Declaración de fe en Jehovah (Habacuc 3:16–19a)
a’ Dirección musical (Habacuc 3:19b)

Se puede observar que el centro de la estructura (c, Habacuc 3:3–15) trata el tema de la persona de Jehovah. El cuadro que el profeta presenta de Jehovah en esta porción es de un Dios verdaderamente glorioso. La primera subdivisión (a, Habacuc  3:1) es paralela a la última (a’, Habacuc 3:19b) porque ambas mencionan la música. La petición (b, Habacuc 3:2) tiene su eco en la declaración de fe (b’, Habacuc  3:16–19a). Estos dos pasajes usan el verbo “oír” (Habacuc 3:2, 16) y la raíz heb. ragaz (Habacuc 3:2, “ira”; 3:16, dos veces, “se estremecieron”); en Habacuc  3:2 el profeta clama por la misericordia divina y en Habacuc 3:16–19a él anuncia que confiará en su cuidado y soberanía.
1.     Título, Habacuc 3:1
En Habacuc 2:20 Jehovah había dicho que todos callarían ante él. Allí termina su diálogo con el profeta. No obstante, Habacuc responde a las últimas palabras divinas con una oración. Sigionot puede ser un instrumento musical (comp. el título del Sal. 7). La mención del instrumento aquí y la referencia al director de música en Habacuc 3:19b sugieren que la oración circuló independientemente como un canto. Es posible que su impacto haya sido tal que fue cantada por el pueblo entero. Así como la revelación que tuvo Habacuc era pertinente a toda la nación, también su oración le fue de mucha edificación.

Algunos comentaristas proponen que este capítulo no era originalmente parte de esta obra. Frente a esta postura se debe señalar que el capítulo provee una solución al dilema de fe del profeta. Habacuc muestra aquí la confianza exigida por Jehovah en Habacuc 2:4. Cree en la predicción de la destrucción del invasor enemigo (Habacuc 2:6–20). Además, hay vínculos de vocabulario y teología que serán indicados en el transcurso del comentario.
2.     Petición por la misericordia de Jehovah, Habacuc 3:2
Habacuc dice que ha oído de la fama de Jehovah. En otras palabras, conoce la historia de sus proezas del pasado. Pero, esos grandes hechos fueron tanto para bendición como para maldición por el pecado. La reacción del profeta al contemplar esos relatos acerca del poder de Dios es temer.
Joya bíblica
Oh Jehovah, he oído tu fama; he considerado tu obra, oh Jehovah. ¡Avívala en medio de los tiempos; en medio de los tiempos hazla conocer! En medio de la ira acuérdate de tener misericordia (Habacuc 3:2).
Semillero homilético
El avivamiento que necesitamos
Habacuc 3:1, 2
Introducción: 
Los grandes despertamientos espirituales de la historia han sido el resultado de la intervención divina. Habacuc sintió la necesidad de un avivamiento en su pueblo. Por eso él oraba al Señor.

     I.     El avivamiento llega cuando al oír recor-damos nuestras raíces espirituales (Habacuc 3:2).
1.     La fama de Dios (Habacuc 3:2).
2.     La obra de Dios (2 Tim. 3:15, 16).

     II.     El avivamiento viene cuando Dios visita a su pueblo (Habacuc 3:3).

     III.     El avivamiento viene cuando el pueblo se humilla ante Dios (Habacuc 3:16).
1.     Oír a Dios.
2.     Estremecerse frente a Dios.
3.     Gemir y pedir misericordia de Dios.

Conclusión: 
Oremos para que Dios nos mande un avivamiento.

Algunos comentaristas y algunas versiones, como RVA, optan por la lectura de la LXX que dice he considerado (lit. “he visto”) en vez de “temí”. La RVR-1960 y Dios Habla Hoy, sugieren que el cambio provee un buen paralelismo con “he oído”. Sin embargo, la combinación de “oír” y “temer” es común (Deut. 17:13, 19:20, 21:21) y más adelante (3:16) se nota la misma combinación de ideas.

Lo que Habacuc teme es “la obra” de Jehovah. Una vez más, existe cierta ambigüedad. El término puede referirse a milagros hechos por el bien de Israel (por ej., Sal. 44:1, 111:3), pero también es el término utilizado en 1:5 (traducido algo en la RVA) por el juicio que Jehovah pronto efectuará sobre Judá (comp. Sal. 95:9). 

Habacuc quiere que Dios manifieste su poder nuevamente (¡avívala!) en medio de los tiempos difíciles por los cuales pasará su pueblo. Sabe que la invasión babilónica sí será una demostración de la soberanía y fuerza de Jehovah, pero anhela que haya también proezas de misericordia. Que en su ira, Jehovah también tenga compasión.
El sustantivo ira (rogez ) también puede traducirse “agitación” o “aflicción”. 

Aparece una vez más en el v. 7 (el verbo derivado de la misma raíz se usa dos veces en 3:16, se estremecieron). Si se tradujera “aflicción” en vez de “ira”, el profeta estaría pidiendo misericordia divina en el contexto del gran sufrimiento judío que será la invasión.
3.     Visión de la gloria de Jehovah, Habacuc 3:3-15
Esta visión de la gloria de Jehovah se basa principalmente en eventos históricos que mostraron su unicidad: Sinaí, el éxodo y la conquista. La sección se divide en dos partes. Primero, el profeta describe la llegada impresionante de Dios (Habacuc 3:3–7). Luego, habla de su gran victoria (Habacuc 3:8–15).

(1) Llegada de Jehovah, Habacuc 3:3-7
Otra vez Habacuc usa la estructura de inclusio (ver el comentario sobre Habacuc 2:18–20) para enmarcar una sección. Los vv. 3 y 7 mencionan lugares relacionados con el Sinaí. Esta porción describe la gloria de Jehovah y, por lo tanto, los verbos que hablan de Dios están en tercera persona singular. En Habacuc 3:8–15 el profeta se dirige a Jehovah en segunda persona.

Cuando Habacuc piensa en la intervención futura de Jehovah, hace alusión a acontecimientos del pasado. En Habacuc 3:3–7 aparentemente está pensando especialmente en la manifestación de Dios en el Sinaí. No menciona ese lugar por nombre, pero otros detalles apuntan en esa dirección. 

Temán, ciudad de Edom (Amós 1:12; Abd. 9), y Parán (Gén. 21:21; Núm. 10:12) están en la región de la península del Sinaí (Deut. 33:2, Edom = Seir). Los vv. 4 y 5 hablan de relámpagos, mientras que los vv. 6 y 7 de los temblores por la presencia de Dios. Ambos fenómenos ocurrieron cuando Jehovah dio su ley (Éxo. 19:16–20, 20:18; Jue. 5:4, 5). Es el Santo (Habacuc 3:3; 1:12) que allí reveló sus mandamientos a Israel (Éxo. 19:6; Lev. 11:44, 45).

Además del Sinaí, es probable que Habacuc también tenga otros eventos en mente. La mortandad (Habacuc 3:5) puede referirse a las plagas de Egipto (Éxo. 7–12). Madián (Habacuc 3:7) es una tribu asociada con el Sinaí (Éxo. 2:15, 16) y Cusán puede ser otra tribu relacionada con ella u otro nombre de la misma (comp. Éxo. 18:1–5; Núm. 12:1). Es decir, la mención de ellas podría ser otra alusión a la manifestación divina en aquel monte. 

Pero, a la vez, hay una posible referencia a la reacción de Madián ante los milagros asociados con la salida de Egipto (comp. Éxo. 15:14–16). Otra opción es que estos dos nombres sean una referencia a dos opresores derrotados con la ayuda de Dios en la época de los jueces (Jue. 3:8, 6:1–7:25).

Todos los datos textuales recalcan que el Dios que vendrá a socorrer a Judá es majestuoso. Su gloria trasciende a toda la creación (Habacuc 3:3; comp. 2:14). Aún las montañas, símbolos de permanencia, no pueden compararse con los caminos eternos de Jehovah (Habacuc 3:6). Es decir, su carácter nunca cambia: así como mostró su poder a favor de su pueblo varias veces en el pasado, lo hará de nuevo.

(2) Victoria de Jehovah, Habacuc 3:8-15
Esta sección, al igual que la anterior, está enmarcada por un inclusio. Referencias al mar y a los caballos de Jehovah aparecen en versículos 8 y 15. La serie de tres preguntas de Habacuc 3:8 sirve como una introducción. ¿Por qué viene Jehovah? La repetida mención de la ira divina en este versículo enfatiza que llega para efectuar juicio. 
La referencia a los ríos y al mar podría ser una alusión al conflicto con las aguas en la creación y el diluvio expresado en términos mitológicos (Job 26:12, 13; Sal. 74:12–17, 89:9, 10). En otros pasajes las aguas también simbolizan los enemigos del pueblo de Dios (Sal. 18:16, 17; 144:7). 
Sin embargo, hablar de caballos, carros y el mar indica que Habacuc quiere señalar el éxodo (Éxo. 14:6–15:19; Deut. 11:4; Jos. 24:6); ríos sería una referencia a los ríos Jordán (Jos. 3–4) y Cisón (Jue. 4:6–16, 5:19–21). Entonces, ¿cuál es la respuesta a las preguntas del v. 8? Al fin y al cabo, Jehovah no peleará contra la naturaleza, no lo hizo antes ni lo hará ahora. Él viene a juzgar a las naciones que amenazan a Judá (Habacuc 3:12). Como en el pasado cuando logró victorias milagrosas, traerá nuevamente salvación a los suyos.
Joya bíblica
Has desnudado completamente tu arco; has provisto en abundancia las flechas de tu palabra (Habacuc 3:9a).
El resto de los versículos de esta sección desarrollan este cuadro del “Dios guerrero”. El v. 9 presenta la imagen de Jehovah alistándose y comisionando flechas para la lucha. Habacuc hace dos referencias más al triunfo del mar Rojo (3:10, 15; comp. Éxo. 15:5, 8; Sal. 77:16–18). La descripción del v. 11 se refiere a la victoria sobre los amorreos en la conquista (Jos. 10:7–15). Los vv. 13 y 14 hablan de la liberación de Egipto. Jehovah derrotó a los ejércitos de aquella casa de servidumbre (Éxo. 13:3, 14; Deut. 5:6; Jos. 24:17), de ese impío (el faraón), donde maltrataron y “devoraron” a Israel (Éxo. 1:8–22, 14:3–5). Ahora Judá enfrenta a otra casa explotadora (2:9–11) y a otro impío (1:13), el imperio de Babilonia. Una vez más, Jehová tendrá que ayudar a su pueblo.

Esta sección tiene dos problemas textuales y uno de interpretación que merecen la atención. Primero, en el v. 9 las tres palabras heb. shebuot matot omer han ocasionado mucha especulación. 

Shebuot significa “juramentos” (o “juradas”), pero con una enmienda cambia a has provisto en abundancia. Matot puede traducirse “tribus” o “flechas” (como en Habacuc 3:14). Omer significa “palabra” o “promesa”. Ha habido varias combinaciones de estas opciones. Una posibilidad se menciona en la nota de la RVA: “los juramentos a las tribus fueron promesas” (comp. RVR-1960). La RVA sigue la enmienda anotada anteriormente y traduce has provisto en abundancia las flechas de tu promesa. 

Otra alternativa, que tiene un significado algo similar y no requiere el cambio textual, es: “juradas son las flechas (con) una promesa”. Es decir, Jehovah comisiona sus flechas para el conflicto (comp. Jer. 47:6, 7).

El segundo problema textual se encuentra en el v. 14. No hay acuerdo en cuanto a cómo traducir perazav. Algunas versiones antiguas como la LXX proponen “guerreros” (comp. RVR- 1960). Es posible que la palabra esté relacionada a un término que significa “él quien vive en una aldea” (Deut. 3:5; 1 Sam. 6:18). Esta opción se menciona en la nota de la RVA. La RVA presenta una traducción (los que me dispersaron) que es paralela a la siguiente línea y basada tal vez en otra raíz.
El problema de interpretación es cómo identificar quién es el ungido en el v. 13

Algunos creen que es una referencia a la nación y así las dos primeras líneas del versículo serían sinónimas. Sin embargo, el término en singular nunca se refiere al pueblo de Dios. Otros sugieren que el Ungido es el Mesías (Sal. 2:2, Dan. 9:25, 26). Es mejor definir el vocablo en el contexto del pasaje. 

El v. 13 alude al éxodo para aplicarlo a la situación de la inminente invasión caldea. En este caso, el ungido habla del líder de Israel (Moisés) ante el faraón y, para los días de Habacuc, del rey davídico en Jerusalén (2 Sam. 1:14–16, 19:21; Lam. 4:20). La aplicación para el profeta sería que Jehovah preservará a la dinastía real (comp. 2 Rey. 25:27–30).
4.     Declaración de fe en Jehovah, Habacuc 3:16-19a
Estos versículos registran la reacción de Habacuc a la visión de Jehovah, el Dios glorioso y guerrero, de su oración. El temor al oír (comp. Habacuc 3:2) esta revelación acerca de Dios y los eventos del porvenir afecta sus emociones en gran manera (Habacuc 3:16).
Joya bíblica
Aunque la higuera no florezca
ni en las vides haya fruto,
aunque falle el producto del olivo
y los campos* no produzcan
alimento,
aunque se acaben las ovejas del redil
y no haya vacas en los establos;
con todo, yo me alegraré en Jehovah
y me gozaré en el Dios de mi
salvación (Habacuc 3:17, 18).
Semillero homilético
Cuando la fe es imprescindible
Habacuc 3:17–19
Introducción
Habacuc es un buen ejemplo para los que confían en Jehovah.

     I.     Cuando tenemos muchas razones para dudar.
1.     La tierra no producía la higuera, las vides, ni el olivo.
2.     El ganado no aumentaba.
        (a) Se acaban las ovejas del redil.
        (b) No haya vacas en los establos.

     II.     Cuando la situación nos parece desesperante.
1.     Con todo lo malo que pasaba.
2.     Sus dificultades eran reales.
3.     Decidió alegrarse en el Señor.
4.     Decidió gozarse en el Dios de su salvación.
5.     Hizo uso de la fuerza provista por su relación con Jehovah.

     III.     Cuando consideramos las posibilidades con Dios.
1.     Porque Jehovah es su fortaleza (Sal. 46, 23).
2.     Porque Jehovah da estabilidad.
3.     Porque Jehovah le sostiene y le lleva a lugares altos (1        Juan 3:1, Sal. 116:19, Ef. 2:6).

Conclusión
¿Cuál es su razón de tener fe?

Pero, a la vez, el profeta demuestra una confianza profunda en Jehovah. En el v. 16 (RVR-1960) él dice “estaré quieto en el día de la angustia” (comp. 1 Sam. 25:9). La RVA tiene la traducción gimo, que se basa en una enmienda al texto heb. El cambio, sin embargo, no tiene apoyo en versiones antiguas. Todas concuerdan con TM. Esta declaración de fe se amplía en los siguientes versículos. 

Una consideración mayor es que estas palabras indican que Habacuc ha cumplido con el deseo de Jehovah expresado en Habacuc 2:3. Así, el profeta promete vivir por fe (Habacuc 2:4).

Habacuc afirma que, a pesar del sufrimiento en ese terrible día que será la invasión de Babilonia, se regocijará en Jehovah (Habacuc 3:17, 18). Reconoce que Judá tendrá que sufrir las maldiciones del Pacto Mosaico por su desobediencia (Lev. 26:14–39; Deut. 28:15–68). Pero ese mismo Pacto también tiene palabras de esperanza y restauración después del juicio (Lev. 26:40–45; Deut. 30:1–10, 32:34–43). Jehovah no abandonará a su pueblo (comp. Habacuc 1:12).

Como muchos salmos de lamento (Sal. 28:6–9, 35:27, 28), esta obra que contiene los lamentos de Habacuc termina con alabanza (3:18) y con palabras de confianza (Habacuc 3:19a). Esta confianza se expresa por medio de los títulos que el profeta asigna a Jehovah. 

Aunque haya pérdida y derrota, Jehovah es el Dios de mi salvación; a pesar de la debilidad de Judá ante los ejércitos del imperio, Jehovah es mi fortaleza; no obstante el aparente caos de la situación nacional, Jehová es el soberano Señor. Al mencionar las pisadas firmes de las ciervas, Habacuc comunica que en medio de la situación precaria él andará seguro con su Dios (comp. 2 Sam. 22:34; Sal. 18:33).

Esta fe incondicional de Habacuc es el producto de un proceso. En base a un diálogo con Jehovah, en el cual pudo exponer sus dudas y recibir respuestas (caps. 1 y 2), él puede confiar en los planes divinos. Aunque no entienda todo, sabe que tiene un Dios grande y descansa en su soberanía y su poder.
5.     Dirección musical, Habacuc 3:19b
El oficio director del coro aparece a menudo en los títulos de los Salmos (por ej., Sal. 4–6, 51–62; comp. 1 Crón. 15:21, 23:4), así como también instrumentos de cuerda (por ej., Sal. 4, 6, 54, 55, 61, ver títulos). Esto nos indica que este capítulo fue usado en la adoración del pueblo. La fe en medio de tiempos difíciles que Habacuc expresa en su oración sigue siendo un ejemplo a través de los siglos.
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