Jesús el Misionero. (
4:1- 45)
1.La Misión a través de una Mujer. En una ocasión, cuando Jesús se
encontraba en Judea, se percató de que los fariseos conocían que sus discípulos
estaban bautizando y haciendo más discípulos que Juan el Bautista; y por esta
razón, prefirió salir hacia Galilea para no precipitar los acontecimientos
previstos en el Plan de Dios.
Galilea se encontraba al Norte de Judea
y Samaria, así que la ruta que escogió Jesús, fue la que pasaba por Samaria, a
pesar de que judíos y samaritanos tenían una fuerte enemistad por
acontecimientos anteriores, relacionados con la reconstrucción del muro de
Jerusalén y otros sucesos; por lo que,
debido a esto, preferían dar un rodeo, yendo hacia el Distrito de Perea
al otro lado del Jordán, evitando así pasar por el territorio de los
samaritanos. Para mayor información, lea el capítulo 4 de los Libros de
Nehemías y Esdras.
a.
Jesús ofrece “Agua Viva”: 4:10. Todas las decisiones que tomaba
Jesús, ciertamente estaban dentro del Plan de Dios, donde nada sucedía por
casualidad; así que, esta vez el propósito era el de predicar el Evangelio de
las Buenas Nuevas a los samaritanos. Al filo del mediodía, Jesús llegó a una
pequeña población samaritana llamada Sicar, sintiéndose fatigado por la caminata,
se sentó a descansar. Esto nos muestra la naturaleza humana de Jesús, como lo
hizo también en la cruz, según nos lo enseña Juan 19:28. El lugar dónde se
sentó a descansar fue junto al pozo del que se abastecían de agua los del
pueblo, el mismo que era conocido como “el Pozo de Jacob”. “Dipsao”,
define en el griego “tener sed”; es decir, estar el organismo carente de
líquido y sentir la necesidad de reponerlo.
Después
de un rato llegó al pozo una mujer samaritana con un cántaro para sacar agua,
donde inmediatamente Jesús el Misionero se puso en acción:
·
Al pedirle Jesús a ella agua para beber, captó toda su
atención por dos razones:
1). Judíos y
samaritanos no se hablaban.
2). No era costumbre
de los rabinos o maestros hablar con las mujeres en público, porque lo
consideraban inútil e irrelevante
¿Qué
razones tendría Jesús para pedir algo a esta mujer? Entonces, veamos lo que Él
deseaba
Tenía un interés particular en el espíritu de esta mujer,
porque su alma
debía ser rescatada y luego ser el medio para entrar a predicar
a los
samaritanos de Sicar.
Debido a las nulas relaciones entre los judíos y
samaritanos, era bastante improbable que
quisieran escuchar lo que este judío llamado Jesús, tenía que decirles.
·
Cuando Jesús ofreció a la mujer darle “agua viva”, despertó
su curiosidad y descubrió su gran necesidad espiritual.
¿Pero
qué tipo de agua es ésta y por qué el que la toma no tendrá sed
jamás?
·
Esta “Agua Viva”, es la Palabra de Dios, es Jesucristo mismo quien tiene
el poder de quitar el vacío del alma, o la sed espiritual para siempre, de
cuántos se acerquen a Él sinceramente.
·
Jesús le explicó que una vez que alguien tomara de esa agua,
ésta se convertiría en un manantial del que brotaría agua para vida eterna,
calmando así su sed espiritual.
b.
La Necesidad Espiritual de la Mujer es la Necesidad de Todos. La samaritana fue descubierta en su
pecado y lo reconoció, tenía la necesidad de creer, para saciar su sed espiritual; el “Agua Viva” que le ofreció
Jesús, era la respuesta a sus esperanzas de redimirse porque…:
·
¿Cuál sería la razón para que esta mujer fuera sola al pozo?
La respuesta es, seguramente nadie quería estar con ella por su mala
reputación, sabiendo que por seguridad y por costumbre, las samaritanas iban
juntas a sacar el agua para sus hogares.
·
¿Cuál era el vacío espiritual en esta mujer? Con cinco
maridos en su vida, demuestra su búsqueda infructuosa y equivocada de la
felicidad.
c)
¿Cómo reaccionó la mujer? Anotemos algunos aspectos
circunstanciales:
- Reconoció a Jesús como Profeta.
- Al ser descubierta su vida íntima, sintió vergüenza y cambió
el tema de la conversación.
- Reconoció sus pecados y seguramente cambió su manera de
pensar, hablar y actuar
NOTA: Amable lector o lectora, si este
estudio le ha producido sed, no dude en beber el agua de “la fuente de Agua Viva que es Jesús”, obedeciendo sus mandamientos
y nunca más volverá a tener sed espiritual. Además, brotará en usted ese
manantial espiritual para vida eterna y sentirá la necesidad de compartir con
otros este maravilloso hallazgo que es la Salvación
Sintió la urgente necesidad de beber con avidez el “Agua
Viva” que le ofreció el Maestro, aunque no entendía cómo es que en su interior
brotaría ese manantial de vida eterna. Sin embargo, quiso compartir con los
demás esta buena noticia de haber encontrado al Mesías; por lo que fue al
pueblo y desbordando alegría dio testimonio de su hallazgo entre los
samaritanos, quiénes al escucharla varios de ellos creyeron también, abriendo
así la puerta para la predicación del Evangelio en Samaria.
1.La Misión a través de los Discípulos.
a) El Propósito de
Jesús: “Mi alimento es hacer la voluntad del
que me envió y terminar su obra, les dijo Jesús” (4:34). En este versículo podemos encontrar algunas enseñanzas de Jesús,
tales como:
·
La voluntad de Dios es la Voluntad Suprema.
·
El alimento espiritual de Jesús es la obediencia.
·
Jesús es el Mesías, el Enviado por Dios, el Ungido.
·
Lo más importante para Jesús, es terminar la Obra de su Padre.
b.
Una Gran Obra requiere de Muchos
Obreros. “…Yo les
digo: ¡Abran los ojos y miren los campos sembrados! Ya la cosecha está madura” (Jn. 4:35).
¿Qué obra encomienda Jesús a sus
discípulos, y por qué? Pues, veamos:
·
Él quiere que sus discípulos cosechen las almas de los
hombres y mujeres que tienen sed de Dios.
·
Él comprende que todos necesitamos urgentemente la
salvación.
·
Él sabe que los frutos de la cosecha de Dios, son los
hombres y mujeres salvados de este mundo perverso.
·
Él desea que todo lo que se haga, sea hecho para honra y gloria de Dios, porque es el dueño de
todo: la sementera, la semilla y los frutos.
2.La Misión a los Samaritanos.
a) Los Samaritanos
hicieron una Súplica a Jesús: 4:41. Cuando Jesús
logró captar la atención de la samaritana, se produjo en ella el siguiente
proceso:
· Jesús desvirtuó amorosamente su antagonismo
hacia los judíos.
·
Motivó y logró despertar la curiosidad de la samaritana.
·
La Palabra de Dios dejó el pecado de la
samaritana al descubierto. “Ciertamente
la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de
dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la
médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón” (He. 4:12).
·
Sintiéndose pecadora, deseó beber de esa agua viva que le
ofrecía Jesús, para lograr salir de su estado pecaminoso y poder encontrar esa
felicidad que tan infructuosamente había buscado.
·
Confesó su pecado públicamente.
·
Reconoció a Jesús como Profeta.
·
Recibió las instrucciones de la Palabra de Dios. “Toda la Escritura es inspirada
por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en
la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para
toda buena obra” (2 Ti. 3:16-17).
· Por último, la samaritana fue instruida en la verdadera
adoración a Dios.
b) El poder del Evangelio llevó a la
samaritana a un cambio de pensamientos, a un cambio de mente, que la llevarían
a un cambio de conducta y de vida; por lo que se apresuró a ir al pueblo para
dar testimonio de haber encontrado al Mesías Prometido; y los samaritanos que
la escucharon fueron al encuentro de Jesús y le suplicaron que se quedara con
ellos; así que, Él se quedó dos días, y muchos creyeron en Él y lo reconocieron como el Salvador del
Mundo.
Reflexión. Al
igual que esta samaritana, si ya hemos bebido de esa fuente de agua viva que es
Jesús, busquemos entonces con quién compartir ese manantial de vida eterna que
brotará en nosotros, cuando con una fe obediente hayamos podido recibir el
maravilloso regalo de la salvación.
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