miércoles, 8 de febrero de 2012

Bosquejos Expositivos de Exodo: Ideal para Instruir y enseñar


biblias y miles de comentarios
 
Tipo de Archivo: PDF | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información
UNA VISION DE GLORIA
Exodo 3:1–10
Realmente nadie puede servir a Dios fielmente sin esta visión.
Es verdad que Moisés aprendió mucho en las escuelas egipcias.
Pero el saber humano no tiene prioridad al saber de Dios.
Pablo rechazaba la eficacia de filosofías humanas. (1 Cor. 2:2-5).
Dios había dicho a Abraham que su simiente sería librada, y Dios siempre cumple sus maravillosas promesas. (Gén. 15:13-14).
I.     FUE UNA VISION DEL SEÑOR MISMO
Hay una experiencia que se llama del fracaso y del desaliento.
La historia de Moisés comenzó con un rotundo fracaso.
Había en su vida dos corrientes, vida de Egipto y su raza.
Primero el mundo con toda su majestad, esplendor y energía.
Segundo la revelación de Dios, mediante sus padres de LEVI.
Su esfuerzo, aparentemente legítimo, fue sofocado. (2:14).
Huyó al desierto, y allí vio la zarza y oyó la voz de Dios.
II.     FUE UNA VISION DE PERMANENCIA
Esa zarza habla de Israel pues es pueblo que “no se consume”.
En su aflicción en Egipto no pudo ser aniquilado. (1:12).
Esa zarza habla de Jesús, ni la cruz pudo consumirlo.
Cada iglesia fiel a su Señor, aunque pequeña, es zarza ardiendo.
Dijo Gamaliel (Hch. 5:38-39); “Si es de Dios, no la podréis destruir.”
Hay fuerzas que quemarán lo carcomido, pero jamás lo de Dios.
Esa zarza nos da una visión de permanencia. (Heb. 13:8).
III.     FUE UNA VISION DE PUREZA
El secreto de la permanencia estriba precisamente en la pureza.
Dios le recuerda que su fracaso fue porque no fue puro. (4:6-7).
Aquella mano leprosa le hablaba de su esfuerzo humano sin Dios.
Todo lo que no es puro está destinado a desaparecer. (Prov. 14:34).
Sabemos que la corrupción siempre traerá muerte. (Hch. 5:9).
IV.     FUE UNA VISION DE PODER
Detrás de la pureza hay un Dios todopoderoso. (6, 11, 14-15).
Abraham era diferente de Isaac e Isaac de Jacob.
Dios era el Dios de cada uno de ellos y también de Moisés.
El Dios de un pueblo que ya no parecía pueblo en Egipto.
Pueblo débil, embrutecido, pero he aquí Dios todopoderoso.
Cada zarza ardiendo contiene la luz de Dios. (Mat. 5:8).
Sólo los que abren los ojos y quitan sus zapatos oyen a Dios.
RASGOS DE LA HISTORIA DE MOISES
Exodo 3:1–14; 4:1–17
Su vida puede dividirse en tres períodos iguales de cuarenta años.
En la corte de Faraón, en el desierto y en el viaje a Canaán.
Estos tres períodos son indispensables para todo fiel creyente.
Conocimiento, visión divina, actividad y lucha en el camino.
I.     MOISES COMISIONADO
En realidad Moisés tuvo que hacer frente a cuatro realidades.
1.     Con Dios mismo, Moisés tiene que saber quién lo envía. (3:15).
2.     Con Israel, (3:16-17) No como la primera vez, sin comisión. (2:11-14).
3.     Con Faraón, (3:18-20) Viaje de tres días, recuerda la resurrección.
4.     Con los egipcios, (3:21-22). Pagarían los sueldos atrasados.
Los israelitas se alegrarían al saber su misión oficial. (3:16).
Israel comenzaría una vida nueva. Vida de resurrección.
II.     LOS PRETEXTOS DE MOISES
Cinco veces Moisés procuró evadir su responsabilidad.
1. Falta de suficiencia (3:11). 2. Falta de conocimiento (3:13).
3. Falta de autoridad (4:1). 4. Falta de palabra (4:10).
5. Falta de ganas (4:13). En otras palabras, no quiero responsabilidad.
Vemos la modestia de Dios. El YO divino y el yo humano.
El YO divino representa todo; el yo humano no significa nada.
Este proceder desagrada a Dios y empobrece la vida cristiana.
III.     LA PACIENCIA Y LONGANIMIDAD DE DIOS
Esperaríamos que Moisés dijera: “heme aquí” o “¿qué quieres que haga?”
Tal vez el recuerdo de su primer fracaso lo hizo vacilar.
Cuando se obra sin Dios es seguro que vendrá el desaliento.
Así somos: o demasiado rápidos o demasiado lentos, sin paciencia.
Desde que mató a aquel egipcio se hizo desconfiado y temeroso.
Es evidente que no confiaba suficientemente en Dios (Sal. 66:18).
IV.     LOS PELIGROS DE PERDER LO PRIMERO POR LO SEGUNDO
Su tardía sumisión hizo que le restara el honor que le esperaba.
Rehusó ser el único mensajero y tuvo que compartir con Aarón (4:14).
Ciertamente no fue Aarón lo que debía de haber sido para Moisés.
Fue Aarón el que levantó el becerro de oro en el desierto. (32:21).
Así anduvieron cuarenta años dando vueltas sin poder entrar en Canaán.
Nosotros estamos al borde de la bendición, mas sin bendición.
LA GUERRA CON AMALEC
Exodo 17:9–16
Amalec desciende de Esaú, que siempre aborreció a Israel.
Su origen fue en su desprecio de la primogenitura. (Gén. 25:29-34).
Es la primera vez que Israel se encuentra ante un enemigo.
Hasta aquí Jehová peleó por ellos. (Ex. 14:14). Ahora “escogeos” (9).
I.     AQUI HAY DOS LUCHAS
No sería una lucha confiada al esfuerzo y estrategia humana.
Por primera vez se menciona aquí Josué como “capitán de nuestra salud”.
El dirigirá la batalla abajo. Es tipo del Señor Jesús que vino.
El secreto de la victoria estaba arriba. Moisés sobre la cumbre.
Aquellas manos alzadas hablan de la continua oración.
Son las manos que llegan hasta el mismo trono de Dios.
“Quiero … que oren en todo lugar, levantando manos santas.” (1 Tim. 2:8).
¡Qué consuelo es saber que el Señor nos dará la victoria!
II.     AQUI HAY DOS PODERES
Amalec representa el poder de la carne. (Gál. 5:17).
Israel representa el poder del Espíritu.
Saúl fue desechado por no destruir a los amalecitas. (1 Sam. 15:15, 23).
La guerra contra Amalec es para siempre “de generación en generación. (16)
III.     AQUI HAY DOS CONTRASTES
El conflicto empezó al declararse Israel contra Amalec.
La luz repele a las tinieblas (1 Tes. 5:5-9). Hijos del día.
El Don del Espíritu Santo nos conduce a luchar. (Ef. 6:12).
Donde todo está oscuro, nunca hay lucha. (Ef. 5:14).
La más pequeña lucha es motivada por la presencia de la luz.
Las victorias no se obtienen a obscuras y menos durmiendo.
IV.     AQUI HAY DOS RESULTADOS
Amalec derrotado y deshecho. Israel victorioso e íntegro.
Lucha en el valle e intercesión en el monte, van juntas.
Cristo ahora está arriba a la diestra de Dios intercediendo.
El Espíritu Santo abajo guiándonos, peleando por nosotros.
Curación es siempre después de la herida. La paz, después de la espada.
Cristo fue herido por nuestros pecados … (Is. 53:5).
Cada creyente tiene adentro su “Amalec”. Debe crucificarlo (Gál. 6:14).
LOS DIEZ MANDAMIENTOS
Exodo 20:1–17; 24–26
I.     FUENTE ORIGINAL DE LOS MANDAMIENTOS (Exodo 20:1-2)
Habló Dios, (1) entre truenos (18). Obra de Dios. (Ex. 31:18; 32:15-16).
Por siglos se guardaron en el Arca. Posible destrucción, cautiverio.
No necesarios en Edén, (inocencia), (Rom. 3:19-20; Gál. 3:24).
Jehová no se presenta en su soberanía y poder. Sino en actitud. (2)
“Te saqué” (2). Pueblo esclavo, salvo por gracia. Así salva Jesús.
El Verbo que liberó en Egipto. Así Jesús, (Mat. 5:1-12) monte.
Estos diez mandamientos se dividen en dos grupos distintos.
Nuestras relaciones entre Dios y el hombre y entre hombre y hombre.
II.     RELACIONES ENTRE DIOS Y EL HOMBRE (Exodo 20:3-11)
1.     Objeto del culto: ¿más placer que oración; otro libro que la Biblia.
     Otro hogar que la Iglesia; mesa que comunión; amigo que Jesús?
2.     Cómo celebrar el culto. Tres NO; Imagen, adorar y servir.
     Sólo Cristo es la imagen perfecta. (Col. 1:15), (Jn. 4:22-24).
3.     Espíritu del culto. Reverencia es la base. Así el Padre nuestro.
     Hay aquí tres puertas: 1. Filiación 2. Reverencia y 3. Obediencia.
4.     Tiempo del culto. Alimento doble, para el alma y para el cuerpo.
     “No sólo de pan vivirá el hombre” (Mat. 4:4) y para el alma (Mat. 5:6).
III.     RELACIONES ENTRE HOMBRE Y HOMBRE (Exodo 20:12-17)
1.     Perder el respeto al padre y la madre es motivo de desconfianza.
2.     El derecho de la vida ajena o propia es de Dios. Guerra es crimen.
3.     En la economía de Dios la santidad comienza en la pureza.
4.     Nadie debe tomar para sí lo que pertenece a otro.
5.     Lo que tiene hoy aplastada a la humanidad es la deshonestidad.
6.     El ambicioso quiere mandar; el avaro, oro; el codicioso, ser dueño.
Dos parábolas. El pródigo amor de Dios, samaritano al prójimo. (Mat. 22:37-40).
IV.     COMO ACERCARSE A DIOS (Exodo 20:24-26)
Hay dos altares y dos negaciones: tierra y piedra. Pico y gradas.
Tierra habla de Adán, piedra de Cristo. Obra no debía labrarse.
Gradas, es que Dios viene a nosotros. El nos amó primero. (1 Jn. 4:19).
Leemos en Hebreos: “tenemos un altar” y está unido a Jesús y su obra.
Dios se acerca a nosotros por medio de Jesús. (Heb. 12:18-24).
En Jesús tenemos nuestro altar: Revelación, Sacrificio, Comunión y Consagración.

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