domingo, 4 de abril de 2010

Estudios Ministeriales: Escatologia_El Apocalipsis - Enfoque Integral



Estudios Ministeriales: Escatologia_El Apocalipsis - Enfoque Integral

Formato: PDF | Tamaño: 8.5 MB | 513 páginas | Idioma: Español
El título griego de este libro es Apokalupsis (lo que se está descubriendo), pero los lectores quizá sientan que en él no se revela gran cosa. El libro de Apocalipsis parece que no logra lo que su título promete, confundiendo a sus lectores con todas las imágenes, metáforas y números con los que se encuentran.
Los pastores suelen predicar sólo una serie de siete sermones sobre las cartas a las siete iglesias en Asia Menor, que se encuentran en los capítulos dos y tres.

Se considera que el libro es parte de las sagradas Escrituras, pero no lo utilizan como tal. Para muchos lectores, Apocalipsis no es una revelación sino más bien un misterio profético que sobrepasa la comprensión humana. Con todo, en este último libro de la Biblia, Dios nos permite ver algo de Cristo y de la iglesia en el cielo y en la tierra, y lo que vemos es, en verdad, sobrecogedor.

Al examinar con cuidado este libro, comenzamos a darnos cuenta de que no es una simple composición humana parecida a los Apocalipsis de 1 Enoc, 4 Esdras (=2 Esdras en los Apócrifos del AT) y 2 Baruc. En Apocalipsis el Dios trino revela su palabra al lector; es decir, Dios mismo habla a su pueblo. Esto se ve con claridad en las palabras introductorias «Esta es la revelación de Jesucristo, que Dios le dio» (1:1), y en las cartas a las siete iglesias. Ahí escuchamos la voz de Jesús, quien concluye cada una de las cartas con las palabras «el Espíritu dice a las iglesias» (2:7, 11, 17, 29; 3:6, 13, 22).

El último capítulo consigna la voz de Jesús (22:7, 12–20), la voz del Espíritu (22:17) y la advertencia divina de no agregar ni quitar nada en este libro (22:18–19). Hacer caso omiso de este mensaje equivaldría a modificar las Escrituras. Dios nos dice que consideremos a Apocalipsis como su Palabra santa, y nos insta a que lo leamos con reverencia.


La advertencia que Jesús pronuncia en 22:18–19 se puede comparar con la nota de derechos de autor en el anverso de la página del título en un libro moderno.

Doy testimonio a todo el que oye estas palabras de la profecía de este libro. Si alguien añade algo a ellas, Dios le agregará las plagas descritas en este libro. Y si alguien quita algo de las palabras de la profecía de este libro, Dios le quitará su parte en el árbol de vida y en la ciudad santa, que se describen en este libro.

En todo el libro de Apocalipsis se orienta la atención hacia su autor principal, Dios. Él es el artista divino, el arquitecto principal. Es un libro divinamente construido en el que Dios muestra su obra.

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