viernes, 27 de noviembre de 2015

¡Bueno es Jehovah! Es una fortaleza en el día de la angustia, y conoce a los que en él se refugian

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6







Nos preparamos para enseñar a la congregación
  Mensaje contra Nínive, la capital de Asiria
Nahúm 1:1-14
1 Yo soy Nahúm de Elcós. En un sueño Dios me habló acerca de Nínive, y éste es el mensaje que escribí contra esa ciudad: 

      2 Nuestro Dios exige 
      que le seamos fieles. 
      Cuando se enoja, toma venganza 
      de sus enemigos y de sus contrarios. 

      3 Nuestro Dios es muy poderoso 
      y siempre castiga a quien lo merece, 
      pero también es un Dios paciente, 
      y no se enoja con facilidad. 

      Nuestro Dios camina entre las tormentas; 
      las nubes son el polvo que levanta. 
      4 Si reprende al mar y a los ríos, 
      estos se quedan secos por completo 
      y se marchitan las flores del Líbano, 
      los campos de Basán y el monte Carmelo. 

      5 En presencia de nuestro Dios 
      tiemblan la tierra y sus habitantes, 
      y los cerros y las montañas se sacuden. 

      6 Cuando nuestro Dios se enoja, 
      las piedras se hacen polvo, 
      como si las partiera un rayo; 
      cuando nuestro Dios se enoja, 
      nadie puede mantenerse firme. 

      7 Nuestro Dios es bondadoso 
      y cuida de los que en él confían. 
      En momentos de angustia, 
      él nos brinda protección. 
      8 Pero también destruye a sus enemigos; 
      los arrastra como un río desbordado, 
      ¡los persigue hasta en la oscuridad! 

      9-11 Ustedes, habitantes de Nínive, 
      ¿por qué hacen planes malvados? 
      Hay entre ustedes un consejero malvado, 
      que hace planes contra nuestro Dios, 
      pero Dios acabará con ustedes; 
      los destruirá por completo, 
      y no les dará otra oportunidad; 
      les prenderá fuego, como a la paja, 
      como si fueran un montón de espinas. 

  Mensaje al pueblo de Dios
12-14 Nuestro Dios ha dicho: 

      «Asiria es un país poderoso, 
      pero yo lo voy a destruir. 
      Destruiré su templo, 
      sus ídolos y sus imágenes, 
      y todos se olvidarán de él. 
      Dejaré ese país en ruinas, 
      pues sólo merece mi desprecio. 

      »Y aunque a ti, pueblo de Judá, 
      te hice sufrir al principio, 
      ya no te haré sufrir más. 
      Al contrario, te pondré en libertad 
      y no volverás a ser esclavo. 

LA HONRA DE DIOS
NAHÚM
PRÁCTICA homilética
¿Qué demanda la honra de Dios?
Todo el libro
Introducción: 
Para Nahúm la ciudad de Nínive representaba la maldad en su totalidad. Una maldad que todavía frustra y trata de suprimir los planes de Dios y su propósito para su gente. Ante una maldad que nunca responde a Dios, ¿qué demanda la honra de Dios? La honra de Dios vindica en tres formas:
     I.     La terminación de la maldad.
1.     Será completa, Nahúm 1:2–8.
2.     Será para siempre, Nahúm 1:9–15.
3.     Será hecha por el poder de Dios, Nahúm 2:1–3:19.

     II.     El final del sufrimiento del pueblo de Dios.
1.     Dios es fiel a su pacto, Nahúm 1:2, 13, 15.
2.     Dios es paciente con su pueblo, Nahúm 1:3a.
3.     Dios cuida a los suyos, Nahúm 1:7, 13–15.
4.     Dios mantiene su dominio y propósito, Nahúm 1:9.
5.     Dios derrota a los que desafían su sobe-ranía, Nahúm 1:2, 8; 2:13; 3:5–7.

     III.     La destrucción de aquellos que siguen la maldad.
1.     Dios está contra todos los que siguen la maldad, Nahúm 2:13.
2.     Dios hace que los malos sufran lo que les han hecho a otros, Nahúm 3:19.

Conclusión: 
La destrucción de Nínive como el representante de la maldad es vista como una victoria de Dios y una evidencia de que había razón de la esperanza de su pueblo en su poder y su justicia.
I.     LA VENGANZA COMO ATRIBUTO DEL DIOS DE LA VIDA,                   Nahúm1:1-8
1.     El profeta y su misión, Nahúm 1:1
El nombre del profeta significa, como ya mencionamos, consolación o también podríamos decir “tener misericordia”, es decir que él es objeto de la misericordia de Dios pues lo ha colocado para anunciar la venganza que tomará sobre los enemigos de su pueblo, esto es un acto de misericordia para con el pueblo que Dios ama y desde luego Nahúm forma parte de dicho pueblo. 

Sobre Elcós ver Post anterior. El primer versículo describe el mensaje como un oráculo (masa) o lit. “una carga”. Es, en definitiva, un mensaje que le entregó Dios a Nahúm para que fuera presentado, aunque su contenido no fuera fácil. También es calificado como una visión, o sea que no fue visto por todas las personas.
2.     El Dios de la vida es poderoso para defenderla, Nahúm 1:2-8
Como ya se mencionó, esta parte es una poesía, o un himno acróstico realizado a base de la mitad del alfabeto heb., este tipo de construcción era elaborada así para facilitar la memorización.

Hay que entender estos versículos dentro del contexto general del AT, en el cual Dios se presenta como el Salvador del pueblo que estaba bajo el yugo de la muerte (Éxo. 3:7–9). Dios continúa siendo el dador y preservador de la vida.

Por esa razón es Dios celoso y vengador puesto que para él han significado una ofensa las violaciones cometidas por los asirios cuyo imperio se ha construido a base de la muerte; ahora el Dios de la vida …se venga de sus adversarios, y guarda su enojo contra sus enemigos. Pues no dejará impunes estos crímenes, todos serán castigados por sus pecados pero la venganza de Dios en este caso será contra sus enemigos.
PRÁCTICA  homilética
La venganza de Dios: Dios corrige
Nahúm 1:2–7
Introducción
La palabra traducida como vengador es usada como parte del nombre de Dios mostrando que su venganza es un atributo de Dios. Expresa parte de su naturaleza. Significa que Dios no admite ningún competidor o rival. En la venganza de Dios encontramos:
     I.     El celo de Dios.
1.     Su raíz: El carácter de Dios demanda un castigo. Dios es justo.
2.     Su razón: El carácter del hombre demanda un cambio. Dios es misericordioso.
3.     Su rectitud: El carácter del mundo demanda una corrección. Dios es recto.

     II.     El límite de Dios.
1.     Hay un límite a su paciencia con el hombre.
2.     Hay un límite a su tolerancia de pecado.
3.     Hay un límite a su tolerancia de la inmoralidad.

     III.     La paciencia de Dios.
1.     Implica gran poder, Nahúm 1:3b–5.
2.     Impide la destrucción del pecador, Nahúm 1:7a.
3.     Imparte la salvación, Nahúm 1:7b.

Conclusión: 
La venganza de Dios es una expresión de su paciencia y su justicia. La venganza de Dios está bajo su amor y su misericordia.

Hay términos que se usan y que merecen una explicación más amplia de lo que ya se ha dicho. 

El primer término es celo (canh), palabra que puede tener una connotación negativa, pecaminosa; pero que si se aplica a Dios se indica su preocupación por su pueblo y la búsqueda de bienestar del mismo. Implica también un deseo de Dios para que su pueblo tenga dedicación completa hacia él. No tolera compartir lealtades con otros dioses. La ira (jemah, ap) de Dios es un estado permanente suyo frente al pecado por ser santo y justo. 

Como atributo de Dios no es un sentimiento que aflora cuando alguien peca, es una cualidad personal en la que queda cubierta la persona que está fuera de la voluntad de Dios. La venganza (nacam), otro atributo de Dios; tiene la fuerza de ser retributiva, es decir que es ejercida cuando el hombre o un pueblo quebrantan los principios divinos. Esta palabra es usada en la literatura extrabíblica como para señalar la defensa que uno hace de sus propiedades.

Sin embargo, Jehovah es lento para la ira… lo que nos indica que su ira no es desaforada, caprichosa e irracional como es común entre nosotros; la idea es más bien la de una copa que rebosa y se desborda, es decir, que Jehovah ha tenido paciencia pero esta ha sido desbordada por sus enemigos. 

Este castigo no busca la restauración y el arrepentimiento, y viene en el tiempo adecuado. El ser tardo o lento para la ira no significa una debilidad en Dios, pues inmediatamente se afirma: …y grande en poder. Con frecuencia se ha hecho tal énfasis respecto al amor de Dios y se ha dado pie para que se tenga una imagen frágil de su carácter, asemejándolo a aquel abuelo que todo lo tolera y resuelve las cosas con un golpecito en el hombro.

La grandeza de la ira de Dios se expresa en el pasaje por medio de imágenes violentas y de poder, las cuales explican por sí solas la idea del poder divino. Hay una comparación con una tempestad o gran torbellino, lo cual nos da una idea de grandeza que cubre el firmamento y está por encima de todos los seres vivientes. Son figuras comunes para Dios (Éxo. 19:16; Isa. 28:2; 29:6, etc.). 

Solamente recordemos cuando asecha una tormenta o un huracán, la sensación de miedo es inevitable y el sentimiento de impotencia es un hecho. Un testigo que presenciara en una oportunidad un huracán dijo: “la llegada del huracán me llenó de impotencia, todo el dinero que tengo no podía detenerlo, nada sirve cuando la naturaleza nos demuestra su poder, por eso recordé a Dios y me sentí humillado”. La imagen muestra a Dios en control de la naturaleza, lo cual nos señala la inmensidad de su poder.

Pero el pasaje no solo muestra a Dios en control de la naturaleza sino que él está por encima de ella, la domina, y ella le obedece. El lenguaje usado aquí refleja la interacción de Dios en medio del caos representado por el mar. En el v. 4 dice: Reprende al mar… dando a entender que es dueño y señor del elemento caótico del planeta (Éxo. 14:16–29); esto es probado en los acontecimientos de la creación y el éxodo. 
Por eso si ningún poder de la naturaleza puede sublevarse ante el señorío de Jehovah, mucho menos el poder humano de algún imperio que puede ser arrasado por cualquier evento de la naturaleza como un terremoto, un huracán o una inundación. El objetivo es de todas maneras subrayar la superioridad del poder de Dios sobre el de un imperio humano construido sobre la guerra y la muerte de muchos, lo cual les daba cierta fachada de invencibilidad a los asirios, razón por la cual continuaban sus campañas victoriosas y provocaban la ira de Dios que ahora sería derramada sobre ellos. 
Pero el poder va más allá del caos, Asiria llega hasta su señorío completo sobre la naturaleza; la abundante vegetación es también nada delante de Dios.
PRÁCTICA homilética
El carácter desconocido de Dios, su juicio
Nahúm 1:1–15
Introducción: 
Todas las naciones del mundo buscan la seguridad y la paz. Pero una seguridad y una paz ganadas por medio de la destrucción de otras naciones, tarde o temprano, trae el juicio de Dios. Nahúm nos muestra que en el juicio de Dios encontramos:
     I.     La justicia y el poder divinos, Nahúm 1:2–6.
1.     Dios es vengador. v. 2.
2.     Dios es bueno. v. 3a.
3.     Dios es poderoso. vv. 3b–6.

     II.     La misericordia a los justos y la ira a los injustos, Nahúm 1:7–11.
1.     Dios es constante en su protección a los suyos, v. 7a.
2.     Dios es constante en su misericordia a los suyos, v. 7b.
3.     Dios es constante en perseguir a sus enemigos, vv. 8–10.
4.     Dios es constante en destruir a los que levantan concejo contra él, v. 11.

     III.     La destrucción divina de los enemigos deDiosNahúm 1:12–15.
1.     Dios destruye totalmente la maldad. para librarnos, vv. 12, 13.
2.     Dios destruye completamente porque sus enemigos son viles, vv. 14, 15.

Conclusión: 
El juicio de Dios es tan activo como lo son su amor y su gracia. El amor de Dios demanda que él actúe con el pecador de una manera paciente para brindarle salvación. El juicio de Dios demanda que él actúe con el pecador que nunca se arrepiente de su vida dominada por el pecado, para que respete entonces su santidad.
Roca bíblica
¡Bueno es Jehovah! Es una fortaleza en el día de la angustia, y conoce a los que en él se refugian (Nahúm 1:7).
En el v. 5, aunque continúa la misma idea de los anteriores, aparece un elemento nuevo: los hombres también son objeto de la ira de Dios, …Ante su presencia queda desolada la tierra, y el mundo y todos los que lo habitan. Así como la humanidad es objeto del amor divino igualmente puede ser objeto de su ira. Así como él domina la naturaleza y esta es sumisa ante él, también los seres humanos podemos ser dominados por el Señor y nos daremos cuenta de cuán débiles somos; cuando su ira se desata nadie queda exento de ella, ni aún los más poderosos.

En el v. 6 se desea enfatizar sobre la ira de Dios, que no es un asunto que se puede tomar a la ligera. Se usan tres palabras diferentes: ira (zaam), enojo (ap), ira (jemah). Aquí encontramos ya la relación directa de la ira de Dios con los seres humanos, Dios ha actuado mostrando su poder no solo a través del amor sino a través de la ira, y los hombres han aprendido a ser humildes y sencillos después de esta acción. Se muestra, pues, cómo actúa Dios cuando ha sido desafiado por el orgullo y la prepotencia de los hombres. Las preguntas, ¿Quién resistirá delante de su ira? y ¿Quién quedará en pie ante el furor de su enojo?, tienen respuestas obvias después de que los hombres han hecho rebosar la copa de la tolerancia de Dios.

La venganza de Dios desatada a través de su ira es diferente de los fenómenos con los que fue comparada en los versículos anteriores. A diferencia de la tormenta que cuando se desata afecta a todos por igual sin importar si son buenos o malos, si la merecen o no, la venganza de Dios tiene un propósito definido y está dirigida a un grupo humano específico y por razones concretas en ese momento.

El v. 7 hace un equilibrio con lo que se ha dicho: nuestro Dios es un Dios que tiene celo, ira y venganza, pero también Bueno es Jehovah.

En este caso Nahúm celebra la venganza de Dios sobre los enemigos de su pueblo, por eso ¡Bueno es Jehovah! Es una fortaleza en el día de la angustia, y conoce a los que en él se refugian (v. 7). Jehovah está del lado de su pueblo el cual ha sido objeto de agravios por parte de sus enemigos; y si éste pueblo ha sido atacado y oprimido es una ofensa contra Dios. Por eso la venganza de Dios es también la respuesta de los que han sufrido, y que confían en Dios, contra los que han causado ese sufrimiento. 

Nahúm afirma esto sin mencionar que el pueblo de Judá también ha pecado y por lo tanto también recibirá la reprensión de Dios, pero esto no es óbice alguno para abandonar a su pueblo en el momento en que es angustiado por sus enemigos, y para dejar impunes los crímenes de quienes han irrespetado la vida del pueblo que pertenece al Dios de la vida. 

En el v. 8 habla de …al que se levanta contra él, y… sus enemigos, quienes son objeto de su venganza. Ellos han desafiado el poder de Dios tanto por levantarse en forma prepotente como por atropellar la vida de su pueblo. Oprimir al pueblo de Dios es levantarse contra el mismo Jehovah y eso no lo permitirá eternamente el Vengador.

Las figuras que usa Nahúm en este versículo muestran que ya no hay escapatoria para los enemigos y adversarios del pueblo de Jehovah. La primera figura dice: …arrasa con impetuosa inundación al que se levanta contra él. Las inundaciones se caracterizan por cubrir toda la superficie visible sin dejar rastro de lo pasado. Es interesante recordar aquí el diluvio con el que Dios castigó a la humanidad por su pecado (Gén. 7). 

La inundación que anuncia tiene el carácter de impetuosa, es decir arrasadora y destructora, dando a entender que cuando descienda el nivel de las aguas no habrá rastro de los adversarios sobre la superficie terrestre. De nuevo ha usado la figura de los fenómenos físicos que no pueden ser controlados después de que se han desatado, pero en este caso para castigar a los adversarios y desaparecerlos de la faz de la tierra. 

La segunda figura se refiere de otra manera a la tenacidad de la venganza divina sobre sus enemigos ¡Aun en las tinieblas perseguirá a sus enemigos! Dando la idea de que serán perseguidos hasta en la noche, lo cual evidencia la tenacidad del Vengador. Dios no descansará hasta ver destruidos a los enemigos de su pueblo pues no puede dejar que los promotores de la muerte se enseñoreen sobre la tierra y se muestren como los que detentan todo el poder, por ello se cierra la idea de este pasaje al retomar la idea del v. 2 que dice que Jehovah se venga de sus adversarios y guarda su enojo contra sus enemigos.

Nahúm nos muestra en este pasaje un aspecto de Dios que ha sido ignorado, consciente o inconscientemente, por los cristianos al mostrar parcialmente la persona de Dios como un ser tan amoroso que no tiene carácter para reprender, y que si lo hace es a nivel personal. Aquí hay un mensaje para los pueblos que confían en Dios y esperan en él, pues su venganza sobre los que retienen el poder injustamente será una realidad tan cierta como el amor que él nos ha mostrado.
Se debe notar que hasta aquí no se menciona a Nínive, no se ha revelado su nombre. La descripción de Dios en estos versículos es independiente de los actos que puede tener Nínive. Él es vengador, con Nínive o sin Nínive.
II.     LA VENGANZA DE DIOS COMO SEÑAL DE LIBERACIÓN, Nahúm 1:9-14
El profeta advierte que la venganza de Dios es definitiva, él no está jugando cuando de hacer justicia se trata (v. 9). Los enemigos pueden tramar muchas cosas pero la intervención de Dios es definitiva. El anuncio de la intervención de Dios no se ha indicado todavía que es en contra de Nínive. Seguramente los creyentes deben haber estado haciéndose muchas preguntas acerca de su propio comportamiento.

Hay una identificación entre hacer el mal contra Jehovah (v. 11) y haber oprimido al pueblo de Judá (v. 13). Quien trama el mal contra el pueblo de Dios está contra el mismo Dios (Mat. 25:31–46), por esa razón, como él es fiel, se siente agraviado y responde con juicio ante sus enemigos. Este acto de Dios significará para el pueblo de Judá la ruptura del yugo opresor (v. 13).
Roca bíblica
¡He aquí sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz! (Nahúm 1:15a).
Cada vez el profeta va delineando y especificando los objetos de la venganza divina. Asiria es el imperio al cual hace referencia el profeta (todavía sin mencionarlo), sin embargo parece que se hace alusión al rey de Asiria (Senaquerib), quien es el objeto directo de esta venganza pues él encabeza a quienes se han convertido en los enemigos de Jehovah, De ti salió un consejero de Belial (v. 11). 

Esta última frase también puede traducirse “un consejero perverso”. La palabra que aparece en la RVA es Belial (beliyael), que es un término bastante fuerte puede significar “perverso”, “inútil” o “perdido”. En pasajes como Deuteronomio 13:13; Jueces 19:22; y 1 Samuel 2:12 lit. significa “hijos de Belial”. El apóstol Pablo lo usa una vez en 2 Corintios 6:15, en donde llega a significar un personaje opuesto a Cristo. En la literatura apocalíptica se usó el término para describir al Anticristo o a Satanás.

Alcanzar el carácter de imperio es intolerable para Jehovah, es casi una consecuencia lógica que aquellos que alcanzan tanto poder anhelan todavía más, a eso el profeta llama …tramó el mal contra Jehovah (v. 11b), porque el emperador asirio consideró con sus hechos altivos y sus políticas soberbias que no había contrincante alguno que pudiera estorbar el extendimiento de su poder opresor. Por esta razón Aunque vivan reposadamente y sean muchos, con todo serán cortados y pasarán (v. 12a) porque Jehovah no admitirá para siempre que su pueblo padezca la opresión.

En la frase …no te afligiré más (v. 12b) hay un cambio de persona, de “ellos” se cambia a “tú”, que parece referirse a Judá; si es así, Jehovah ha permitido la aflicción de su pueblo en la que de alguna manera han sido responsables, pero esto no es lo que desea enfatizar el profeta, más bien es que dicho padecimiento Jehovah no lo permitirá más. 

Ha llegado el momento definitivo para la venganza de Jehovah ¡…no tomará venganza dos veces de su enemigo! (v. 9b) y Nunca más sea mencionado tu nombre (v. 14a) son frases que expresan el carácter definitivo del castigo de Jehovah sobre los gobernantes asirios y como consecuencia sobre todos sus habitantes, quienes de una u otra manera han sido cómplices de lo vil que ha significado este imperio.

Hay un fuerte contraste entre lo poderoso y estabilizado que estaba el imperio asirio (v. 12a) y el fin que le esperaba (v. 10), con lo que el profeta subraya la soberanía de Dios sobre todos los reinos de la tierra como un signo de esperanza para los pueblos que padecen opresión bajo algún imperio. Un refrán popular dice: “No hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista”. Al leer al profeta podría decirse “No hay imperio que dure cien años sin que Dios lo reduzca a la nada”.

La fe de Nahúm en la acción justa de Jehovah es la fe de los que hoy son conscientes de la opresión y sus causas, quienes confían a Jehovah el anhelo por hacer justicia pues recibirán en el tiempo de Dios la respuesta a su fe. El fin de Nínive es ahora relatado en forma clara. No quedará nada. Tampoco quedará nada de la familia de Senaquerib. 

Pero va más allá, pues también será destruido todo el culto a los dioses asirios. Es interesante saber que Senaquerib fue asesinado por uno de sus hijos mientras rendía culto a uno de sus dioses (2 Rey. 19:36, 37; Isa. 37:37, 38), así se cumplió literalmente este pasaje. Se hace necesario preguntar acerca de los imperios contemporáneos que tienen como dios al consumismo y al materialismo. Ellos serán consumidos en sus mismos templos.
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YHVH es lento para la ira, grande en paciencia. Pero no tendrá por inocente al culpable. Ante Su presencia se pone de pie la tierra, El mundo y todos los que en él habitan.

RECUERDA Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6







Libro de Nahúm - Antiguo Testamento
NAHÚM
INTRODUCCIÓN

TRASFONDO HISTÓRICO
Nahúm vivió durante el siglo VII a. de J.C., una época caracterizada por la violencia. Profetizó entre la caída de Tebas (663 a. de J.C.) y la de Nínive (612 a. de J.C.). Se puede llegar a esta conclusión porque menciona la caída de Tebas como algo consumado, y esto sucedió en el 663 a. de J.C. 

Menciona también a Nínive antes de ser conquistada (pensamos que el mensaje es predictivo), lo que ocurrió en el año 612 a. de J.C. Se puede aventurar más diciendo que 1:15 nos recuerda las reformas de Josías, realizadas en el 621 a. de J.C. (2 Rey. 22; 23), que parece estaban frescas en la memoria del profeta. Quizá podemos ubicar el libro entre el 621 y 612 a. de J.C.

Nínive, capital del imperio asirio, era una ciudad pomposa y comercial. Asiria fue, sin duda, el imperio más cruel e implacable del mundo antiguo, y su caída provocó alegría y esperanza en Judá, puesto que esta nación, al igual que muchas otras, había sufrido los estragos de la crueldad asiria. No obstante su alegría y su esperanza duraron poco pues Josías cayó en Meguido ante el faraón Necao (609 a. de J.C.). Además cuando Nabucodonosor dominó al Occidente en Karkemis (605 a. de J.C.) atacó posteriormente a Jerusalén (587 a. de J.C.).

Se sabe que a finales del siglo VII a. de J.C. hubo varias alianzas que, con el apoyo de los egipcios y los babilonios, destruyeron el poder geopolítico alcanzado por los asirios.

Durante el reinado de Manasés, los emperadores asirios derrotaron a Egipto tomando la ciudad de Tebas, en el Alto Egipto. Este hecho fue recordado por Nahúm en su mensaje (Nahúm 3:8), lo que puede indicar el carácter retributivo de la destrucción de Asiria, pues ahora era Nínive la que padecería lo que ya había sufrido Tebas.

La política que caracterizó a los emperadores asirios de la época respecto a las colonias era la de obligarlos a proporcionarles piedra y madera necesarias para la construcción de sus palacios en Nínive, o en otros casos obligaban a los reyes sometidos a proveer barcos y tropas para las expediciones guerreras que tenían por objetivo conquistar otros pueblos y su consiguiente sometimiento y opresión.

Desde el año 623 a. de J.C. Babilonia se disponía para atacar a Asiria en su propio territorio; parece ser que la agudización de la crisis provocó que en menos de viente años el imperio dejara de existir.

El punto culminante de la destrucción de Asiria ocurrió en el año 612 a. de J.C. cuando Nínive cayó ante las fuerzas combinadas de los medos y los babilonios. Este hecho, junto a los efectos de las reformas de Josías, levantó un ambiente de optimismo y esperanza en Judá; quizá por esa razón Nahúm no haga referencia al pecado del pueblo de Dios sino al juicio de Jehovah sobre sus opresores, tal como ocurrió en Egipto. 

Con la muerte del emperador Asurbanipal, quien había destruido Tebas en el 661 a. de J.C., ocurrieron desórdenes en Asiria y Babilonia que dieron como resultado una lucha interna por la sucesión en el poder lo cual, a su vez, hizo imposible la estabilidad del imperio asirio.

El reinado de Josías, en Judá, significó una nueva manera de afrontar la dominación de los asirios, pues se creía que solo la intervención de Dios haría justicia y provocaría la caída del imperio.

Hay coincidencia entre el movimiento independentista de Judá promovido por Josías (633–632 a. de J.C.), junto con un llamado a someterse a Jehovah y a apartarse de la idolatría por parte de los profetas.

Con Josías hubo un rechazo a los dioses de los amos asirios (633 a. de J.C.) Luego se destruyeron los altares y las imágenes de los ídolos, no solo en Judá sino en Galilea e Israel (629–628 a. de J.C.).

En esta época se respiraba el albor de una nueva época. Para Jeremías y Sofonías, profetas contemporáneos de Nahúm, la quiebra del orden imperial de Asiria significaba la proximidad del día del Señor. Este hecho hace más comprensible aun la alegría implícita en el mensaje de Nahúm por la caída de Nínive.

EL AUTOR Y EL LIBRO
El nombre Nahúm posiblemente significa consolación, confortación o alivio y proviene de una voz hebra que significa “Jehovah ha consolado”. Este significado va muy bien con el anuncio de Nahúm, que es un poema de alegría por la acción de Dios sobre Asiria.

No se sabe mucho del profeta, solamente que es de Elcós. En el AT solo se lo menciona en Nahúm 1:1, y posiblemente en el NT en Lucas 3:25. Nunca se lo llama “profeta”, pero el libro siempre ha aparecido entre los libros proféticos; lit. el libro habla de un “oráculo” (masa, RVA profecía) y de una visión (jazon). No ha sido posible la identificación cierta de la ciudad de Elcós. 

Hay varias teorías: 
1) Se la ha identificado con varias ciudades como Alcús, al este del Tigris, en donde se dice que está la tumba de Nahúm, según una tradición de la Edad Media. Parece que se atribuyó a una ciudad ya existente el nombre del profeta. 
2) Jerónimo afirmó que la ciudad estaba ubicada en Galilea, la actual Elcesei, pero la única prueba es la semejanza del nombre. 
3) Otros ubican a Elcós en Capernaúm (que significa literalmente “aldea de Nahúm”), pero igualmente no hay muchas pruebas para sustentar esta teoría, igual que las otras.

Nahúm es contemporáneo de Jeremías, Sofonías y Habacuc; por esa razón sería importante estudiar paralelamente sus escritos. Por su parte Nahúm es un poeta que utiliza un estilo de gran fuerza y de vocabulario muy vivaz. El libro es una poesía hebrea (esta estructura poética se intenta darla en traducciones como DHH, NVI o RVR-1995) que una un lenguaje con sonidos que hacen vivir el relato, en el idioma original. 

Una sección que ha sido fuertemente debatida es Nahúm 1:2–8, en donde se ha encontrado un acróstico con la mitad del alfabeto hebreo. Esto se ha prestado a grandes discusiones en cuanto a la unidad del libro, pero la conclusión mayormente aceptada es que el libro tiene una unidad férrea. La unidad lingüística entre esta sección y el resto del libro es evidente. La estructura del libro también ha servido para pensar que posiblemente fue elaborado para ser usado dentro de la liturgia de una gran fiesta nacional.

El texto hebreo tiene algunos pasajes difíciles de leer, y varios hapax legómena que se han presentado para varias posibilidades de traducción e interpretación.

El tema del libro es uno solo: destrucción de Nínive. Nos muestra la expresión de gozo por la caída de Asiria, una nación violadora de todo tipo de derechos humanos. El mensaje profético se convierte en un canto de esperanza en el que la justicia divina no dará por inocente al culpable (Nahúm 1:3). Nahúm enseña que los reinos no pueden durar basados en el fraude y la violencia ya que Dios a su tiempo castiga la injusticia, la opresión y la idolatría.

El mensaje de Nahúm es claro sin lugar a dudas, Nínive será destruida; ya no hay oportunidad (comp. Jon.); se ha desbordado la ira de Jehovah (Nahúm 1:2) y ese hecho resultará en alivio para Judá de su yugo opresor (Nahúm1:13).

La ira, el celo y la venganza de Dios son atributos divinos, que son a su vez expresiones de la santidad. No se los puede entender como reacciones descontroladas de Dios frente al pecado del hombre. El ser humano, que es idólatra, experimenta el celo de Dios, quien exige dedicación única. La ira y la venganza caerá sobre el que no sigue a Dios. Estos tres atributos pueden tener una expresión en la eternidad y/o “ahora”, como en el caso de Nínive.

La denuncia del pecado de Nínive es específica, consta de dos aspectos: 
1) El cruel poder militar desarrollado por el imperio mediante el cual conquistó y sometió a un buen número de pueblos de la llanura occidental entre los cuales estaba Judá. 
2) El comercio inescrupuloso en el que la honestidad estaba de lado porque lo más importante era la adquisición de riquezas.

El libro ha sido criticado por algunos que lo consideran como un “falso profeta”, pues no condena el pecado que sin duda tenía Judá/Israel. Nahúm no habla sobre el pecado de Judá; esto no quiere decir que Dios lo ignore, lo que ocurre es que el momento de optimismo hace mirar hacia el hecho de la intervención divina en el escenario internacional en el que la hegemonía Asiria no podía pasar inadvertida. Es un libro que hace sobresalir al Dios que es dueño de la historia y soberano sobre todas las naciones.

BOSQUEJO DE NAHÚM
     I.     LA VENGANZA COMO ATRIBUTO DEL DIOS DE LA VIDA, 1:1-8
1.     El profeta y su misión, 1:1
2.     El Dios de la vida es poderoso para defenderla, 1:2-8
     II.     LA VENGANZA DE DIOS COMO SEÑAL DE LIBERACIÓN, 1:9-14
     III.     LA VENGANZA DE DIOS COMO SEÑAL DE SU FIDELIDAD, 1:15—2:12
1.     La liberación ha llegado, 1:15
2.     La destrucción de Nínive, 2:1-12
     IV.     LA VENGANZA DE DIOS COMO SEÑAL DE SU SEÑORÍO, 2:13—3:19
1.     La humillación de Nínive, 2:13—3:7
2.     Nínive caerá como Tebas, 3:8-11
3.     El fin de Nínive, 3:12-19
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