martes, 25 de febrero de 2014

!Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca: AYUDA MINISTERIAL

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
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Doctrina de la Biblia

B I B L I A

DEFINICION: Este término se forma de dos voces Griegas: "Biblos" y "Logos" - tratado o estudio acerca de la Biblia.

LA BIBLIA - PALABRA DE DIOS
I. LA NECESIDAD DE UNA REVELACION:
La luz de la razón y la naturaleza dan a los hombres la capacidad de descubrir muchos secretos del universo, pero no los capacita para resolver los problemas más profundos de su existencia, tales como: su relación a Dios, el propósito de la existencia, y el destino futuro del hombre. Estas cosas no pueden ser conocidas sin una revelación especial del creador.

1. ES IMPOSIBLE CONOCER LOS ATRIBUTOS DE DIOS SIN UNA REVELACION.
Hagamos diferencia en primer lugar entre la existencia de Dios y el carácter de Dios. El mar, los árboles, los ríos nos hablan de la existencia de un Dios - creador, pero nada nos dicen de su carácter, es decir si odia el pecado, si es amor, si es perdonador. La razón, esa luz o conocimiento natural que todo hombre tiene, se limita a las cosas del tiempo; necesita d ela revelación divina para llegar a conocer todo lo que no pertenece al reino de su anturaleza; la bondad, la omnipresencia y todos los atributos de Dios, no se pueden conocer sin una revelación de El Mismo.

2. ES IMPOSIBLE CONOCER O CONCEBIR LA IDEA DE LA TRINIDAD SIN UNA REVELACION.
El hombre ha podido pensar en un Dios o en muchos dioses, pero el hecho de que exista un sólo Dios en tres personas es imposible conocer, ni por la luz de la razón ni por la naturaleza, sino solamente mediante una revelación especial de ese mismo Dios-Trino.

3. ES IMPOSIBLE CONOCER LA GRACIA DE DIOS SIN UNA REVELACION.
El mundo no sabe lo que es la gracia de Dios. La gracia es más que compadecimiento y longaminidad; es el favor divino hacia los pecadores, manifestado al enviar a Jesucristo a morir por ellos para que sean salvos.¿Quién podría imaginar tal plan maravilloso de salvación para los hombres? Sería imposible sin una revelación divina.

4. EL HOMBRE NO CONOCE EL ORIGEN Y EL PROPOSITO DE SU EXISTENCIA SIN UNA REVELACION.
El hombre necesita luz sobre su pasado, presente y futuro. Mucho se ha especulado sobre el problema del origen del hombre, pero nadie ha podido dar una solución satisfactoria del enigma. Solamente la revelación de Dios resuelve el problema revelando la verdad de que el hombre fue hecho por Dios a su imagen y semejanza. ¿Cómo hubiera sido posible conocer una cosa que parece increíble, una verdad que hace tanto bien a nuestras almas? Solamente por una revelación de aquel quien hizo al hombre.

5. ES IMPOSIBLE CONOCER EL PROPOSITO DE LA EXISTENCIA DEL HOMBRE EN LA TIERRA SIN UNA REVELACION.
El hombre fracasa por que se ha equivocado en cuanto a este asunto tan importante. Muchos creen que el hombre es un accidente de la naturaleza y que su existencia carece de propósito verdadero. Cuando el hombre descubre que su misión es glorificar a Dios, toda su vida cambia. Ahora comprende que su responsabilidad es la de alejarse del mal y obedecer la voluntad de Dios.

6. ES IMPOSIBLE CONOCER EL ESTADO FUTURO SIN UNA REVELACION.
Las opiniones de los hombres han sido muy variadas en relación a esto. Unos han dicho que la vida se extingue con la muerte (deja de existir); otros han dicho que se vuelve a encarnar (reencarnación); y otros se han imaginado un cielo de placeres mundanales. Estas teorías confunden y sumergen a las almas sinceras en desesperación. ¿Cómo hubiéramos llegado a saber que la vida no termina con la muerte? ¿Cómo hubiéramos sabido del juicio de Dios? ¿Cómo hubiéramos llegado a saber que "la paga del pecado es la muerte y la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús? Sin una revelación el futuro es obscuro e incierto. La revelación disipa las tinieblas e ilumina el futuro con las promesas de salvación en Cristo.

II. EL HECHO DE UNA REVELACION.
Los hombres necesitaban una revelación. Dios podía revelarse y quiso revelarse para el bien de los necesitados y para Su gloria. Esa revelación es la Biblia. Dios escogió a hombres para escribir de una manera permanente esa revelación. (II Ped. 1:21; Ex. 17:14, 34:27; Isa. 8:1; Hab. 2:2; Heb. 1:1-2).
Los escritores de la Biblia son los mejores testigos de eso, porque ellos dicen en estos textos que Dios les mandó escribir. Además, muchas veces usaron expresiones como las siguientes: "Dijo Jehová", "Así ha dicho Jehová", "Empero Jehová había dicho". La Biblia del principio al fin da la gloria a Dios. El es el primero y el último. La expresión "Gloria a Dios en las Alturas: parece estar en cada página. De El, por El, y para El son todas las cosas. La Biblia es la Palabra de Dios; es el libro de Dios. Este libro nos revela las realidades espirituales y las realidades del cielo. Descorre el velo de la eternidad y nos muestra un mundo que nunca hubiéramos podido descubrir por nuestro propio esfuerzo. "Cosas que ojo no vió, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre" son las que Dios tenía guardadas en su secreto eterno, las cuales son reveladas en la Biblia. Por ellas podemos tener un conocimiento suficiente del carácter de Dios para adorarle como El quiere que le adoremos. Por ella conocemos de donde venimos y a donde vamos. En ella hay respuesta a todas nuestras preguntas. Es el pan de vida para el hambriento, agua de vida para el sediento, fuego que quema la impureza, espada que penetra hasta lo más profundo del alma.

EVIDENCIAS DE QUE LA BIBLIA ES LA PALABRA DE DIOS
Ya nosotros los cristianos creemos quela Biblia es la Palabra de Dios. Lo hemos comprobado y no lo discutimos. Pero con frecuencia nos encontramos con personas que exigen algunas pruebas, el obrero del Señor debe saberlas a fin de poder guiar a otras almas a la sublime verdad de que Dios se ha revelado a los hombres y de que esa revelación es LA BIBLIA.

Es cierto que el hombre posee una inteligencia grande y poderosa pero también es cierto que los conceptos vertidos en la Biblia revelan una mentalidad más elevada que la del hombre. (Isa. 55:8-9). Hay conceptos como el de la omnipresencia de Dios - el hecho de que Dios está en todo sitio al mismo tiempo - que aún ahora después de habernos sido revelado, nos es difícil entenderlo ¡Cuánto más inventarlo!. En esta misma forma se puede pensar en otras verdades como la Trinidad, la Encarnación, la Gracia y otras que están fuera de la mentalidad humana y que nos enseñan que el hombre no ha podido producir un libro como la Biblia y que, por lo tanto, éste tiene que ser de origen DIVINO.

Supongamos por un momento que el hombre hubiese podido producir un libro como la Biblia. Entonces no hubiera querido producirlo, porque la Biblia lo sitúa en una condición muy baja; caído en el pecado y la depravación, imposibilitado de hacer obras para salvarse, porque su justicia es "Como trapos de inmundicia" y por fin lo declara pecador y destituido de la Gloria de Dios.
1. UNO DE LOS ARGUMENTOS MAS FUERTES PARA PROBAR QUE LA BIBLIA ES LA PALABRA DE DIOS ES LA PROFECIA CUMPLIDA.

Tanto en el Antigüo Testamento, hay un sinnúmero de profecías cumplidas en relación con el pueblo judío, en relación con otras naciones y muy especialmente, en relación con Cristo. Tomando a Cristo como ejemplo, veamos algunas de Sus profecías cumplidas. Se predijo Su venida desde tiempos muy remotos. (Gén. 3:15, Deut. 18:15) Isaías anunció Su linaje. (Isa. 11:1) Miqueas dijo el sitio donde había de nacer. (Miq. 5:2) En el capítyulo 53 de Isaías se habla tan claramente de Sus sufrimientos como si se hubiera escrito después de su venida. ¿Quién puede profetizar con tanta exactitud a no ser que sea guiado por el Espíritu Santo? Tenemos que llegar a la conclusión de que "toda Escritura es inspirada divinamente". (II Tim. 3:16).

2. LA PERSONA Y EL CARACTER DE CRISTO SEGUN LO PRESENTAN LAS ESCRITURAS, DEMUESTRAN SU ORIGEN DIVINO.
Su persona es única en toda la literatura. Además, Su nacimiento de una Virgen, hijo de María y no de José, Hijo de Dios e Hijo de hombre al mismo tiempo, poseyendo dos naturalezas y una sola persona. ¿Quién hubiese imaginado una persona con tales atributos? En cuanto a su carácter, un hombre que no cometió pecado en toda Su vida, el cual pudo decir a Sus enemigos: "¿Quién de vosotros me redarguye de pecado?" La persona y el carácter de nuestro Señor Jesucristo prueban inequivocadamente que la Biblia es de origen divino porque lo imperfecto no puede producir lo perfecto.

3. LA UNIDAD DE LA BIBLIA PRUEBA SU ORIGEN DIVINO.
Es un libro escrito por más de 30 autores que escribieron en distintas épocas cubriendo un período como de catorce siglos. Sin ningún plan trazado de antemano y sin embargo todos representan los mismos atributos de Dios; hablan del estado caído del hombre, presentan para la humanidad a Cristo como la única esperanza de salvación; parecen escritos por una sola persona, y así es la realidad, pues Dios les inspiró para que escribieran en esa forma, de lo contrario no habría unidad en el libro. (II Ped. 1:21)

4. EL EFECTO DE ESTE MARAVILLOSO LIBRO SOBRE LAS VIDAS DE LOS HOMBRES PRUEBA SU ORIGEN DIVINO.
Se han escrito muchos libros de moral pero ninguno puede transformar los corazones como la Biblia. Se cuenta de un incrédulo francés que viajaba por el sur del Pacífico, deteniéndose en una de las islas entró en conversación con su jefe. Este empezó a contarle de todos los adelantos que tenían, haciendo énfasis de que todo lo debían a la religión de la Biblia. El francés por su parte, dijo que ya en Francia no creían en la Biblia. Y le puso algunas objecions al origen divino de ella. El isleño humilde no teniendo argumentos con que refutar al francés, repuso: "Amigo, no puedo contestar a sus objeciones, pero una cosa le diré y es que si no fuera por este libro, Ud. No estaría aquí vivo porque ya nos lo hubiéramos comido." Este relato prueba elocuentemente el poder transformador que tiene la Biblia y ese poder no sindica que la Biblia es de origen divino.

LA BIBLIA ES INSPIRADA POR DIOS
Los autores de la Biblia declaran que escribieron guiados por Dios. El apóstol Pablo dice enfáticamente que toda Escritura es inspirada divinamente. (II Tim. 3:16) A esa influencia divina que cobijó a los autores mientras que escribieron la Biblia se le llama inspiración. No debe confundirse la inspiración así descrita con la inspiración de los poetas, pintores o los músicos; eso es un don natural que Dios da a ciertas personas; la inspiración de los autores sagrados no fue natural sino sobrenatural, milagrosa. Nunca hubo hombres igualmente inspirados antes, ni los habrá en el futuro.
Tratando de definir el término, diremos que la inspiración bíblica es aquella influencia inexplicable del Espíritu Santo sobre ciertos hombres escogidos, por Dios, para escribir la revelación del carácter y Su volntad, que los guardaba de error en la comunicación de todo lo que debía constituir una parte de esa revelación.

TEORIAS SOBRE LA INSPIRACION
(Sal. 12:6, 18:30, 19:7; Prov. 30:5)
1. LA BIBLIA ES UN LIBRO CUALQUIERA.
Esta teoría es a veces conocida como la teoría natural. Hoy mas que nunca hay muchas personas que la Biblia es un producto de la mente humana. Creen que la Biblia debe estimarse por su antigüedad, por contener datos históricos de mucho valor y por haber sido el libro que más influencia ha ejercido sobre la humanidad. Por supuesto, circunscribir el valor de la Biblia a sólo esto, es negar su inspiración.

2. LA BIBLIA FUE DICTADA POR DIOS.
Es conocida a veces como la teoría mecánica. Los que así creen sostienen que Dios dictó la Biblia palabra por palabra según aparece en los idiomas originales. Según esta teoría los autores fueron meras máquinas que escribieron aún sin sentir lo que escribían. Esto sería un atropello de las facultades humanas y una violación de la personalidad, lo que Dios nunca haría. La primera teoría descarta a Dios y da el énfasis al hombre; ésta por el contrario, descarta al hombre y le da el énfasis a Dios. La primera teoría carece de fundamento porque el mismo libro reclama ser inspirado y la segunda, porque está a la vista el rastro del hombre, cada uno con su propio estilo literario y con sus propias palabras.

3. DIOS INSPIRO EL CONCEPTO Y NO LAS PALABRAS.
Los siguientes versículos dan énfasis a las "palabras", I Cor 2:13, Juan 17:8, y Ex. 20:1. Dios dejó a los escritores libres para escoger las palabras que le eran conocidas y las que acostumbraban usar, o sea Dios los dejó usar su estilo individual; sin embargo, fueron palabras de Dios. Leemos una y otra vez, "Así dice el Señor" y "El Señor habló, diciendo" o "Así ha dicho Jehová".

4. HAY GRADOS DE INSPIRACION.
Unas personas dicen que en partes son más inspiradas que en otras. Por ejemplo, que las palabras de Cristo en los Evangelios valen más que los escritos de Pablo o que las cartas de Pablo so más inspiradas que el Antigüo Testamento. "Toda Escritura" es inspirada divinamente.

5. DIOS INSPIRO LA BIBLIA DE UNA MANERA VERBAL.
En los manuscritos originales, el Espíritu Santo guió en el escojimiento de las palabras usadas. El Espíritu Santo usó el estilo de cada uno de los autores para cumplir cierto propósito pero sin error. También quiere decir que la inspiración incluye todo, que la Biblia es en todo infalible según la verdad y final como la autoridad divina. Esto se respalda en los testimonios de los siguientes:
Moisés - Ex. 34:27
David - II Sam. 23:2, Sal. 45:1
Salomón - Prov. 30:6
Isaías - Isa. 6:5-8
Jeremías - Jerm. 1:7, 36:1-2
Zacarías - Zac. 7:7
Cristo - Mat. 8:17; Juan 8:47, 12:48, 14:10, 17:8
Pablo - I Cor. 2:4
Judas - Jud. 17-18

RESTRICCIONES DE LA INSPIRACION
1. La inspiración no implica una influencia sobrenatural en la preservación de las Escrituras, sino sólo en la primera comunicación de su contenido.

2. La inspiración no implica que los escritores fueran impecables, sino que como instrumentos de Dios en la revelación divina estaban exentos de error en todo lo que debía constituir parte de esa revelación.

3. Como se explicó antes, la inspiración no implica que los autores escribieran maquinalmente mientras Dios dictaba. Por el contrario, cada uno conserva su personalidad, su propio estilo y forma, lo que puede comprobarse en la lectura de los libros, con más o menos claridad.

4. En cuanto al relato de crímenes, hechos inmorales, palabras de hombres impíos y de Satanás, la inspiración no los aprueba, sólo asegura un relato verídico y los incluye para nuestra amonestación.

LA BIBLIA - SU MENSAJE
A pesar de que los libros de la Biblia fueron escritos por distintos hombres, en distintos sitios y en distintas épocas, sin embargo, todos los libros, ya sea en profecía, y en tipos o narraciones, unos en verso y otros en prosa, todos presentan un sólo mensaje para el hombre; redención en la persona de Jesucristo. 

La primera promesa del redentor está en Gén. 3:15, donde se le llama "la simiente de la mujer:. En el mismo capítulo se verifica el primer sacrificio, al sacrificar Dios dos corderos para vestir con sus pieles a la primera pareja que había pecado. De ahí en adelante corre por toda la Biblia una vena de sangre; de sangre redentora. Los sacerdotes la aumentan con sus sacrificios, los profetas la proclaman con su mensaje y los salmistas la cantan con sus Salmos. Ese mensaje de redención que la Biblia proclama, es anunciado en el Antigüo Testamento por medio de las profecias y los tipos y en el Nuevo Testamento por el relato del cumplimiento de esas profecias y tipos de la persona de Nuestro Señor Jesucristo; es narrado en los Evangelios, predicado en los Hechos, explicado y analizado en las Epístolas y consumado en Apocalipsis.

CRISTO EN LA BIBLIA
Para que Ud. Pued tener una idea más clara en cuanto al lugar que Cristo ocupa en cada libro de la Biblia, le damos a continuación la lista respectiva.
Génesis - La simiente de la mujer
Exodo - El cordero pascual
Levítico - El sumo sacerdote
Números - La estrella de Jacob
Deuteronomio - Un profeta como Moisés
Josué - Grande capitán
Jueces - Mensajero de Jehová
Ruth - El pariente más cercano
I y II Samuel - Simiente de David
I y II Reyes - Rey de Reyes
I y II Crónicas - El verdadero Rey de Dios
Esdras - Señor del cielo y de la tierra
Nehemías - Señor del cielo y de la tierra
Esther - Nuestro Mardoqueo
Job - Redentor resucitado
Salmos - El Hio de Dios
Proverbios - Sabiduría
Eclesiastés - Encima del sol
Cantares - El amado
Isaías - El proofeta suficiente y glorificado
Jeremías - Señor de justicia
Lamentaciones - Varón de Dolores
Ezequiel - El sumo sacerdote
Daniel - Rey
Oseas - el Hijo de dios
Joel - El dador del Espíritu Santo
Amós - Tu Dios, Oh, Israel
Abdías - El Señor en Su Reino
Jonás - El profeta resucitado
Miqueas - El Bethlemista
nahás - El profeta resucitado
Miqueas - El Bethlemista
Nahúm - Portador de buenas Nuevas
Habacuc - El Señor en Su Santo Templo
Sofonías - El Señor en medio de Israel
Hageo - El deseado de las naciones
Zacarías - Profeta, Sacerdtoe, y Rey
Malaquías - El sol de Justicia
Mateo - El Rey de los Judíos
Marcos - El Siervo
Lucas - El hijo del Hombre
Juan - El hijo de Dios
Hechos - Cristo en el cielo
Romanos - El Señor de Justicia
I Corintios - Primicias de lso que durmieron
II Corintios - Nuestra suficiencia
Gálatas - Nuestra Libertad
Efesios - La Cabeza de la Iglesia
Filipenses - El Señor en el Cielo
Colosenses - La plenitud de dios
I y II Tesalonicenses - El Rey que Viene
I y II Timoteo - El Solo Poderoso
Tito - Dios nuestro Salvador
Filemón - Pagador de nuestra deuda
Hebreos - Nuestro Sumo Sacerdote
Santiago - El Médico Divino
I Pedro - El Cordero suficiente
II Pedro - El Señor de la Gloria
I Juan - El hijo de Dios que Viene
II Juan - Hijo de Dios e Hijo del Hombre
III Juan - Cooperador de la Verdad
Judas - El Juez que Viene
Apocalipsis - El que está sentado en el Trono
Se puede ver claramente que la Biblia es un libro Cristocéntrico. El Cristo es suplenitud, su centro, su interés, y su finalidad. De la Biblia puede decirse: "Porque la gloria de Dios la ilumina y la lumbrera de ella es el Cordero"

El términio LOGOS o VERBO está usado 200 veces a indicar Palabra de Dios escrita y 7 veces a indicar el Hijo de Dios Vivo. (Juan 1:1, 14:1;Juan 1:1, 5:7;Apoc. 19:13)
Estas palabras tienen varias comparaciones con:
Verdad - Juan 14:6, 1:14; Sal. 119:151; Juan 17:17.
Luz - Juan 1:4, 8:12; Prov. 6:23; Sal. 119:105.
Preciosa - I Ped. 2:6-7,II Ped. 1:4.
Admirable - Isa. 9:6, Sal. 119:129.
Para Siempre - Sal. 119:89, Mat. 24:34-35, I Ped. 1:25.
Vida - Juan 11:25, 14:6; I Ped. 1:23; I Juan 1:1.
Ambas Contribuyen a Salvación - Heb. 7:25, I Juan 5:18.
Probadas - Isa. 28:16.
Salvan - Hech. 16:31, I Cor. 15:2.
Purifican - Tito 2 :14, I Ped. 1:22.
Santifican - Juan 17:17, Heb. 10:14.
Juzgan - Juan 5:26-27, 12:48.
Glorifican - Rom. 15:9, Hech. 13:48.
Ambas palabras son expresiones de la mente de Dios
Palabra Viva - Heb. 1:3.
Palabra Escrita - Oseas 8:12.
Mensajeros de Dios para bendecir - Hech. 3:26, Luc. 11:28.
Ambas infalibles - I Juan 3:5, Prov. 30:3.
Tienen que recibir las dos para salvación - Juan 1:12, Sant. 1:21.
Ambas desechadas y despreciadas por el hombre natural - Isa. 53:3, Mar. 7:9.
El LOGOS de Dios es la expresión de Dios - sea en forma viva o forma escrita.
Considere los atributos de la palabra de Dios en Sal. 119:86 - fiel. 119:96 - ancho, 119:128 - recto, 119:129 - maravilloso, 119:140 - puro, 119:160 - eterno, 119:172 - justicia y lea también Sal. 19:7-11.
La Biblia es:
Luz para nuestro entendimiento - Sal. 119:105.
Espejo para nuesto conocimiento propio - Sant. 1:23.
Espada para nuestro conflicto - Ef. 6:17.
Miel para nuestro deleite - Sal. 19:10.
Leche para nuestr nutrición - I Ped. 2:2.
Carne para nuestro fortalecimiento - Heb. 5:14.
Martillo para nuestra obstinación - Jerm. 23:29.
Fuego para nuestra purificación - Jerm 23:29.
Oro para nuestro enriquecimiento - Sal. 119:72.
Semilla para nuestra siembra - Luc. 8:11.

COMO SE DISTINGUE LA BIBLIA DE TODOS LOS OTROS LIBROS
"La Biblia es el Dios de los libros y el libro de Dios."

1. LA BIBLIA SE DISTINGUE DE TODOS LOS DEMAS LIBROS POR SU PROFUNDIDAD.
Este libro es insondable e inagotable. (Sal.36:6). En un solo versículo aparentemente sencillo puede haber volúmenes de sentido. Tenemos por ejemplo a Juan 3:16, I Juan 4:8 y Sal. 23:1. Estos versículos han dado origen a una extensa literatura espiritual que ha sido de bendición para el mundo entero. No hay cita de libro alguno que pudiera servir de fundamento para tanta literatura como estos versículos de la Palabra de Dios.

2. LA BIBLIA SE DISTINGUE DE TODOS LOS DEMAS LIBROS POR SU POTENCIA.
¿En cuáles aspectos se manifiesta esa potencia del Santo Libro? Veamos:
A. En su potencia salvadora - la sola lectura de este libro regenera a los pecadores y los conduce del pecado a la santidad y de la degradación al honor. Ningún otro libro de carácter profano o religioso tiene en sí el poder regenerador o salvador de la Biblia. Esto ha demostrado la experiencia en todos los campos misioneros.

B. En su potencia consoladora. ¿Cuál libro puede como este sostener el corazón humano en medio de la prueba, confortarlo en medio de la enfermedad, tranquilizarlo ante la pérdida irreparable de seres queridos? ¡Cuánto consuelo han llevado a corazones entristecidos los primeros versículos de Juan 14!
C. En su potencia alegradora - Sal. 19:8-10. El gozo que imparte en el corazón la lectura de las Sagradas Escrituras es un gozo profundo y duradero.

D. En su potencia iluminadora - Sal. 119:104, Prov. 1:7, II Tim. 3:15. La lectura de la Biblia ilumina la mente, despierta las facultades y hace sabio al hombre. A tal punto se cumple esta verdad que muchas personas han aprendido a leer en la Biblia y después de algún tiempo causa admiración ver a estas personas, sin ninguna preparación académica y con sólo la iluminación de la Palabra de Dios, como se expresan y con que sabiduría hablan de las verdades divinas.

3 LA BIBLIA SE DISTINGUE DE TODOS LOS DEMAS LIBROS POR SU ADAPTABILIDAD UNIVERSAL.
Los otros libros se adaptan a cierta categoría o a cierta raza pero la Biblia se adapta universalmente a todos los hombres: es el libro del niño, del joven y del adulto; del ignorante, del mediocre y del sabio: de la raza blanca, negra, amarilla y de todas las razas es el libro para todos los hombres. Es, además, el libro de todas las edades, que nunca envejece, nunca pierde actualidad. Es el libro eterno.

3. LA BIBLIA SE DISTINGUE DE TODOS LOS DEMAS LIBROS POR SU AUTOR.
(II Ped. 1:21) Los demás libros son del hombre; este es el libro de Dios. Dios es el autor de un solo libro - LA BIBLIA.

EVIDENCIAS DE LA CREDIBILIDAD DE LA BIBLIA
I. Evidencia Interna - Entendemos por evidencia interna la unidad de la Biblia en su fondo y en su forma.
A. La Unidad de su Mensaje.
Todos los autores, a pesar de haber escrito en distintas épocas y en distintos sitios, siguen una linea de pensamiento, presentan un solo tema y un solo propósito. Esto es algo maravilloso y sólo tiene una explicación posible: hubo una mente que dirigió a los escritores.
B. La Unidad en su Propósito Moral.
La Biblia es una historia de los seres humanos en relación con Dios. La Biblia en todas sus partes, tanto en la profecía como en la historia o la Salmodia. En todo persigue un fin y es el restablecimiento de las relaciones entre los hombres y Dios. En toda ella se condena el pecado y se ensalza la pureza y la santidad.
II. Evidencia Externa - Aquellos aspectos fuera de la biblia que atestiüan claramente la veracidad de la misma.
A. La Profecía.
Uno de los argumentos más fuertes para probar el origen divino de la Biblia y para demostrar que es un libro digno de ser creído y digno de confianza es la profecía cumplida. Es interesante ver por ejemplo las profecías acerca de Cristo en el Antigüo Testamento y constan su fiel cumplimiento en el Nuevo. Hay muchas profecías que aún no se han cumplido pero el hecho de que algunas se han cumplido nos hace creer que las demás se cumplirán. Recordemos que la Biblia es un libro principalmente profético y que ésto le hace ser un libro distinto a los demás.
B. La Preservación de la Biblia.
Ya hemos dicho que la Biblia ha sido atacada como ningún otro libro. A pesar de eso no ha podido ser destruída, antes cada día se traduce a nuevos idiomas y las prensas siguen sacando miles y miles de ejemplares para satisfacer la demanda cada vez más creciente. Eso en sí es un milagro y nos señala que la Biblia es un libro de origen divino digno de ser creído y obedecido.
III. Evidencia Espiritual - El cambio operado en los hombres que estudian la Biblia. Los casos abundan en cualquier sitio donde se haya predicado el Evangelio y haya sido recibido. Los hombres que han venido en contacto con las enseñanzas de la Biblia han empezado inmediatamente un proceso de superación moral. Los resultados son visibles inmediatamente. El ladrón deja de robar, el vicioso deja sus vicios, el hombre depravado aciende al trono de honor. Y es maravilloso el efecto de las doctrinas de este Santo Libro. ¿Cuál otro libro ejerce la misma influencia en el hombre que lee? Ninguno... la Biblia no es un libro, ES EL LIBRO.

IV. Evidencia Literaria - La seriedad y honorabilidad de los hombres, que como instrumentos de Dios, escribieron las páginas de la Escritura.

Un estudio detallado de los autores de la Escritura revelará que fueron hombres de Dios que bajo ningún concepto quisieron engañar sino por el contrario, hablaron siendo inspirados milagrosamente para ello. La autoridzd y fe de un documento histórico cualquiera depende de su autenticidad, su integridad y su veracidad. Es auténtico si realmente pertenece al autor; íntegro si ha llegado hasta nosotros como salió de las manos del autor; sin cambios substanciales y veráz si el autor conoció al autor de los hechos y los refiere con toda sinceridad. Los libros de la Biblia reúnen estos tres requisitos, luego su valor histórico es innegable y es un libro digno de ser creído, amado y obedecido.

LEYES DE INTERPRETACION DE LAS ESCRITURAS
Cualquier libro escrito tiene palabras, ideas u oraciones que necesitan explicación. ¡Cuánto más la Biblia! Es un libro escrito con temas que abarcan el cielo y la tierra, el tiempo y la eternidad, lo visible y lo invisible, lo material y lo espiritual; un libro que fue escrito por personas de varias naturalezas y en épocas remotas, en países distantes entre sí y en medio de gentes de costumbres diferentes y más que eso, en un idioma que no es el nuestro. Es cierto que todos los hombres tienen derecho de leer e interpretar las Sagradas Escrituras, pero no caprichosamente; lo que ha traído por consecuencia tantos errores y tantas herejías, sino ciñendose a las leyes de interpretación. El estudio de las leyes de interpretación de las Escrituras se le llama Hermenéutica.  En seguida se encuentran algunas leyes de interpretación.

1. La misma Biblia es el mejor intérprete de la Biblia.
Esta es la regla fundamental, el principio básico para entender o interpretar la Palabra de Dios. Sin peligro de poder añadir o quitar lo que sabemos que es condenado por el mismo libro. (Apoc. 22:18-19) Un pasaje aclara otro, o da la interpretación correcta. Es Dios mismo interpretando SU PALABRA. Por lo tanto, esta interpretación debe ser preferida y respetada por encima de todas las que el hombre quiere formular. Ninguna persona está tan autorizada para interpretar su documento como su propio autor; por lo cual Dios, que es el autor de la Biblia, es el mejor que puede explicarla. (Sal. 22:18 y Mat. 27:35, Juan 16:16 y 16:19).

2.Un pasaje debe entenderse literalmente, a menos que el contexto o las condiciones del caso hagan que tal interpretación sea imposible o poco probable.

En la Biblia, como en cualquier libro, hay dos maneras de expresión: literal o figurada. Es literal la expresión: literal o figurada. Es literal la expresión donde las palabras se usan en un sentido o significado recto y absoluto. Ejemplo: "y lloró Jesús", "ycerca de la cuarta vigilia de la noche, vino a ellos andando sobre el mar". Ahí no hay nada que interpretar. Cuando dice que "lloró", significa que lloró como lo hacen todas las personas y cuando dice que "andaba sobre las aguas:, quiere decir que andaba sobre ellas como anda uno de nosotros sobre la tierra. Es lenguaje figurado aquel en el cual las palabras no conservan su propio significado. Por ejemplo: "Toda carne había corrompido su camino sobre la tierra". Las palabras "carne" y "camino" están usadas en sentido figurado; "carne" está usada en lugar de "persona" y "camino" en sentido de "costumbre, modo de proceder o religión". El versículo quiere decir: Toda persona había corrumpido sus costumbres, modo de proceder a su religión. En muchas ocasiones se ha abusadoa de esto y se ha creído que todo es figurado. Algunas al interpretar el Sal. 8:7-8 en forma figurado han dicho que los bueyes y las ovejas allí mencionadas se refieren a los creyentes y las aves y los peces se refieren a los inconversos; formulando de esto la doctrina de que todos los hombres, quieren o no, estan en las manos del Señor. Todo el error se debe a que el pasaje no es figurado sino literal. Por lo tanto se establece esta ley de interpretar la Biblia literalmente hasta donde las circunstancias lo permitan. Hay pasajes que al solo verlos se sabe si son literales o figurados. En otros casos debemos estudiar el contexto y los pasajes paralelos para saber como hemos de tomas las palabras para una recta interpretación.

3. Entre dos interpretaciones igualmente posibles debe escogerse la más natural y evidente.
Esto no merece discutirse. Hay pasajes que cuando se estudian a fondo, ofrecen dos o tres posibles soluciones. Entre ellas el intérprete de la Biblia debe escoger la más natural y la más evidente, tratando en todo de conocer el propósito del Espíritu Santo al hablar en tal o cual forma.
4. Claves para la interpretación correcta de una palabra o frase obscura.

Tanto en la Biblia, como en cualquier otro libro, hay palabras y frases cuyo significado varía mucho, según el sentido de la oración o argumento en que se emplean. Para determinar cual es el pensamiento que se propone expresar el autor se necesita, en estos casos, un cuidadoso estudio.

A. Si se trata de una palabra cuyo significado no es claro, debe tomarse en consideración la frase en que aparece; si es una frase dudosa, debe tomarse en cuenta la oración completa. Pudiéramos decir que éste es el primer tribunal donde se juzga la palabra o frase dudosa para encontrar su recta interpretación. Por ejemplo: La palabra FE, ordinariamente significa confianza, pero tiene también otras acepciones. Leemos de Pablo, por ejemplo: "Ahora anuncio la fe que en otros tiempos destruía". Del conjutno de esta frase vemos claramente que la fe aquí significa creencia o sea, la doctrina del Evangelio. Al decir los judíos: "Su sangre sea sobre nosotros y sobre nuestros hijos" usaron la palabra sangre en sentido de la culpa y sus consecuencias por haber dado muerte al inocente Hijo de Dios.

B. En muchos casos la frase o la oración no dan la luz suficiente para interpretar correctamente, entonces se apela al contexto o sea a la porción que está antes y después del texto incluyendo así todos los versículos que tengan que ver con el texto. Por ejemplo: Al decir Pablo, "Podéis entender cual sea mi inteligencia en el misterio de Cristo: quedamos un poco dudosos en relación con la palabra misterio. Pero leyendo los versículos que están antes y después de éste nos damos cuenta que la palabra misterio aquí empleada se aplica a la participación de los gentiles en los beneficios del Evangelio.

C. Cuando los recursos anteriores fallan para poder interpretar correctamente una palabra o frase, debemos de tratar de explicarla a la luz del objeto y designio donde se encuentra. El propósito del libro se entiende leyendo el libro. En algunos casos el mismo libro dice claramente cual es su propósito. Por ejemplo: El propósito de toda la Biblia se encuentra en Rom. 15:4 y II Tim. 3:16-17; el propósito de los Evangleios está claro en Juan 20:31 y el de la segunda Epístola de San Pedro en II Ped. 3:2. Otro ejemplo: Las epístolas de Pablo parecen estar en contradicción con la de Santiago porque una dice lo contrario de las otras. Pablo afirma que el hombre se justifica por la fe solamente, sin necesidad de las obras, (Rom. 2:23), mientras que Santiago afirma que si alguno tiene fe y no tiene obras, su fe es muerta. (Sant. 2:14, 17,20). La presente contradicción que hay aquí desaparece cuando se toman en consideración los designios de ambos libros. Pablo escribe para refutar el error de los que confiaban en las obras de la ley Mosaica para su justificación delante de Dios y hace bien claro que el hombre delante de Dios se justifica solamente por fe; mientras que Santiago no está hablando de la justificación delante de Dios sino delante de los hombres. Como los hombres no pueden ver la fe, tenemos que mostrársela por medio de buenas obras, que son el fruto de la justificación que hemos alcanzado delante de Dios. Sobre todo en las epístolas es muy necesario conocer el propósito inicial con que fueron escritas para una recta y fácil interpretación de ellas.

D. La última cosa que debemos tomar en consideración para la recta interpretación es que la Biblia es un sólo libro inspirado por una sola mente, por cuya razón sus enseñanzas tienen que armonizar sin contradicciones. Por eso, no se puede formular una doctrina basada en un versículo independientemente de los demás que hablan sobre el mismo asunto. El que quiere conocer las enseñanzas de las Escrituras, libre de prejuicios y de previas interpretaciones, ha de comparar los pasajes que hablan sobre el asunto y entonces, a la luz de todos ellos formular la sana interpretación. Este es lo que se llama "analogía de la Fe.".

5. Figuras Retóricas
Hemos establecido ya la regla de que un pasaje debe ser interpretado literalmente a menos que por medio del contexto estemos seguros de que se trata de lenguaje figurado. El lenguaje figurado consta de formas poéticas o figuras retóricas de algunas de las cuales vamos a ocuparnos a continuación.

A. Metáfota - Alguien ha dicho que metáfora es una comparación implicada. O, como dice otro autor, es "una relación de semejanza". En el discurso del Señor, en Juan 15:5, tenemos un claro ejemplo cuando dice, "Yo soy la vid, vosotros los pámpanos". La comparación clara sería: "Yo soy como la vid, vosotros como los pámpanos", o para tener la misma fuerza de la semejanza: "Yo soy para vosotros como la vid es para los pámpanos". Otros ejemplo son: "Yo soy la Puerta", "Yo soy la luz" etc.

B. Símil - Esta figura distingue de la metáfora en que la comparación se establece claramente por el adverbio "como", por la expresión semejante a, o cualquiera otra frase adverbial de comparación. Cuando el Señor pronuncia Su profecía contra Jerusalén usa esta figura: "Jerusalem, Jerusalem, cuántas veces quise juntar tus hijos como la gallina junta sus pollos debajo de sus alas". (Mat. 23:37).
Otros ejemplos: "Como el relámpago, que sale del Oriente", (Luc. 17:24). "El reino de los cielos es semejante a la levadura", (Mat. 13:33).

C. Sinécdoque - Hacese uso de esta figura donde la parte se toma por el todo o el todo por la parte. Por ejemplo: El salmista pone la parte por el todo al decir: "Mi carne reposará segura", queriendo decir: mi ser, mi todo, reposará seguro. Cuando Pablo exhorta que presentemos nuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, está tomando la parte por el todo, queriendo decir que debemos presentar toda nuestra vida y nuestro ser entero en sacrificio vivo.

D. Metonimia - Cuando se emplea la causa por el efecto o el símbolo por la realidad. Por ejemplo: Cuando Abraham dice al rico: "A Moisés y a los profetas tienen", se refiere a los libros de Moisés y de los profetas usando a Moisés, que es la causa, por sus libros que son el efecto. Cuando Juan dice: "La sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecado", está tomando el símbolo por la realidad queriendo decir: La muerte expiatoria es la única cosa eficaz para satisfacer por el pecado y para limpiar al hombre mismo.

E. Hipérbole - Cuando una cosa es presentada mucho más grande o más pequeña de lo que realmente es apra presentarla más viva a la imaginación, entonces, se ha usado la hipérbole. Tal fue el lenguaje que usaron los espías a su regreso de la tierra prometida: "Vimos allí gigantes - y eramos nosotros a nuestro parecer, como langostas...las ciudades son grandes y amuralladas hasta el cielo". Ese lenguaje es el que usamos nosotros en la conversación diaria al decir, por ejemplo: "Te lo he dicho mil vece," o "Ya todo el mundo lo sabe"; expresiones en las que se aumenta la cantidad para dar fuerza a la expresión. También se dice: "Espérame un segundo", queriendo decir un rato. Aquí se habla de la cosa disminuyendo su valor con el mismo propósito.

F. Alegoría - Esta consta de varias metáforas unidas, representando cada una de ellas realidades correspondientes. Por ejemplo: Jesús hace una expresión alegórica al decir: "Yo soy el pan vivo que ha descendido del cielo". Si alguno comiere de este pan vivirá para siempre y el pan que yo daré es mi carne. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna... La expresión de esta alegoría que empieza en Juan 6:50 y termina en el versículo 65 tiene su explicación en el mismo pasaje y especialmente en los versículos 47, 63-65 y 68.

G. Fábula - Es una figura retórica en la cual se presenta un hecho mediante la personificación de animales o cosas. Por ejemplo: En II Reyes 14:9, dice: "El cardillo que está en el Líbano envió a decir al cedro que está en el Líbano: da tu hija por mujer a mi hijo." Aquí aparecen hablando estos dos árboles tomando el sitio o representando a los dos reyes de Israel y Judá. Otra fábula nos presenta Jotham en Jueces 9:8-15 relatando como los árboles eligieron al escaramjo por rey sobre todos; con cuya fábula hace comprender a los que habían elegido por rey a Abimelec las consecuencias funestas que les vendrían.

H. Parábola - Es una historia o relato terrenal con un significado celestial o espiritual. Este fue un método favorito usado por el Señor para presentar las grandes verdades del Evangelio. En algunos casos en el mismo pasaje está explicada la parábola. Para interpretar una parábola debe buscarse el objeto o el incidente que la motivó, esto puede ser la clave para entenderla. Al hacerse la interpretación deben tomarse en cuenta los rasgos principales solamente, pues, los rasgos de menos importancia son adornos para completar el cuadro.

I. Hebraísmos - Se entiende por hebraísmos aquellas características peculiares del idioma hebreo en que fue escrito el Antigüo Testamento.

1. Era la costumbre de los hebreos llamar a la persona hijo de la cosa que más le caracterizaba, de modo que al pacífico y bien dispuesto se le llamaba Hijo de Paz al iluminado o entendido, Hijo de Luz; a los desobedientes, Hijos de Desobediencia.

2. Las palabras "amar" y "aborrecer" se usaban para expresar preferencia de una cosa a otra, por ejemplo: "A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí" debe entenderse: "Preferí a Jacob en lugar de Esaú".

3. Con frecuencia usaban los judíos el nombre de los padres para designar a los descendientes. Decían: "Maldito sea Canaán", por decir, "Malditos sean los descendientes de Canaán".

4. La palabra hijo se usaba como en otros idiomas, para designar un descendiente más o menos remoto. Así es que los sacerdotes, por ejemplo, se llamaban Hijos de Leví.

DISPOSICIONES NECESARIAS PARA EL ESTUDIO PROVECHOSO DE LAS ESCRITURAS
Ya hemos estudiado que la Biblia es la revelación de Dios. Por ella podemos conocer Su carácter y saber como adorarle en una forma correcta y agradable ante Sus ojos. Es el privilegio de toda persona que lea la Biblia. Pero nos damos cuenta que muchos la leen y no sacan el verdadero provecho de ella. La razón es que no leen el Santo libro con el verdadero espíritu con que debe leerse. Estudiemos a continuación algunas disposiciones necesarias para el estudio provechoso de las Escrituras.

1. SE NECESITA UN ESPIRITU RESPETUOSO.
Por ejemplo, un hijo irreverente, ligero y frívoro, ¿qué caso hará de los consejos, avisos y palabras de su padre? La Biblia es la revelación omnipotente. Es el milagro permanente de la soberana gracia de Dios. Es el código divino sellado con la sangre de Cristo. Ante tal maravilla, el hombre irreverente se hallará como el ciego ante los majestuosos Alpes de Suiza, o peor aún, como el insensato que echa lodo sobre el monumento artístico, al que todo el mundo admira. He aquí el Espíritu, a la vez reverente y humilde con que contemplaban la Palabra de Dios, los cristianos del primer siglo. "Damos gracias a Dios sin cesar de que habiendo recibido la palabra de Dios que oísteis de nosotros recibísteis no palabra de hombre, sino, según es en verdad, la palabra de Dios." (I Tes. 2:13) Ahora, fíjese lo que dice Dios: "A aquel miraré que es pobre y humilde de espíritu y que tiembla a mi palabra." (Isa. 66:2) Estudie la Biblia con este sentimiento de humildad y reverencia y descubrirá, como el Salmista, "las maravillas de su ley."

2. LA BIBLIA DEBE ESTUDIARSE CON ORACION.
En nuestra oración debemos pedir la asistencia del Espíritu Santo para poder comprender las lecciones que Dios ha querido enseñar por medio de Su Palabra. La oración del salmista debe ser nuestra oración: "Abre mis ojos y miraré las maravillas de tu ley". (Sal 119:18) El Espíritu Santo debe ser nuestro maestro (Juan 14:26, 16:13). La oración, además prepara nuestro Espíritu para poder oir con claridad la voz de Dios por medio de Su Santa Palabra. Hemos de encontrar pasajes difíciles de interpretar, pero, por medio de la oración podemos pedir sabiduría del Señor, según El nos lo ha prometido para obtener la interpretación correcta. (Sant. 1:5)

3. SE NECESITA UN ESPIRITU DOCIL PAR AEL ESTUDIO DE LA BIBLIA PROVECHOSO.
Pues, ¿qué se aprenderá en cualquier estudio si falta la docilidad para disponer nuestra manera de pensar y aceptar lo que es correcto? Cuando se carece de esta docilidad pasará lo que dice Pablo del "hombre animal": "El hombre animal no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque le son locura y no las puede entender, porque se han de examinar espiritualmente." Sacrifíquese, pues, las preocupaciones, las opiniones preconcebidas e ideas favoritas y empréndese el estudio en el espíritu dócil del verdadero discípulo para ganar a Cristo. (Fil. 3:8) Debe tenerse siempre en cuanta que la obscuridad y aparente contradicción que se pudiera encontrar no reside en el maestro, ni en su infalible libro de texto, sino en el corto alcance del discípulo. (II Cor. 4:4). Pero el discípulo humilde y dócil que, abandonando a este maestro que ciega los entendimientos adopta a Cristo por su maestro, verá y entenderá la verdad, porque Dios promete "encaminar a los humiodes por el juicio y enseñará los mansos su carrera". (I Cor. 2:14, II Cor. 4:3-4, Sal. 52:9)

4. ES PRECISO SER AMANTE DE LA VERDAD.
¿Quién se cuidará de buscar con afán y recoger lo que no aprecia o estima? Es de necesidad imperiosa para el estudio de la Sagrada Escritura poseer un corazón amante de la verdad. Y téngase presente que el hombre no posee por naturaleza tal corazón, sino al contrario, un corazón que huye de la verdad espiritual y abraza con preferencia el error. "La luz vino al mundo pero los hombres amaron más las tinieblas que la luz". Dice aún más, que la "aborrecieron" y en su creciente ceguedad pasaron del aborrecimiento a la persecución y de la persecución a la crucifixión del Maestro. Al que estudia la Biblia con el supremo deseo de encontrar en ella la verdad, "el Padre de Gloria dará espíritu de sabiduría y de revelación" para su conocimiento. (I Ped. 2:1-2, Ef. 1:17, Juan 3:19-20, Sal. 25:14, Juan 7:17)

5. DEBE SER PACIENTE EN EL ESTUDIO.
¿Qué adelanto hará una persona impaciente e inconstante en cualquier trabajo que emprenda? Para el estudio provechoso de la Biblia se necesita esta virtud. Al decir Jesús: "Escudriñad las Escrituras" (Juan 5:39) se vale de una palabra que denota el trabajo del minero que cava y revuelve la tierra buscando con diligencia el preciso mineral. Las Escrituras, necesariamente eben ser ricas en contenido e inagotables, como las entrañas de la tierra. Y por lo mismo, sin duda, Dios ha dispuesto que en algunas partes fuesen profundas y de difícil penetración. Por otra parte, el fruto de la paciencia es deleitoso y cuanto más paciencia se ha empleado para encontrar un tesoro, tanto más se aprecia y tanto más felicidad produce. En el estudio de las Escrituras debemos manifestar esa "nobleza" que manifestaron los cristianos de Berea de quienes nos dice la Biblia que "fueron más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues, recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras". El estudio paciente de las Escrituras nos hará exclamar como el salmista: "!Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca." (Hech. 17:11, Sal. 119:103)


Para siempre, oh Jehová, permanece Tu Palabra en los cielos: Ayuda Ministerial

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 

 
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  1. LA INSPIRACION DE LAS ESCRITURAS
La Biblia es la palabra inspirada de Dios, la revelación divina para el hombre, y la regla infalible de fe y conducta. Es superior a la conciencia y a la razón, sin ser empero contraria a ésta.
2 Timoteo 3:15, 16; 1 Pedro 2:2.

    1. LA INSPIRACION DE LAS ESCRITURAS
El gran avivamiento pentecostal se originó a raíz del profundo deseo de hombres y mujeres de disfrutar de una comunión más íntima con Dios, de entender mejor su Palabra y de participar de una experiencia que correspondiera exactamente con el modelo del Nuevo Testamento. Fué la reacción contra el formalismo, la frialdad y la incredulidad prevalentes de la hora. El creyente pentecostal, más que ningún otro, ha experimentado el poder sobrenatural en su vida y proclama al unisono su fe en la Biblia, considerándola un libro sobrenatural, al cual, en calidad de Palabra infalible e inspirada de Dios, se suscribe y apoya con todo vigor.

Al decir la inspiración de las Sagradas Escrituras, nos referimos a lo siguiente: “Una influencia especial divina, ejercida sobre la mente de los escritores de la Biblia, en virtud de la cual sus escritos, aparte de los errores de transcripción, y cuando fueren interpretados correctamente, constituyen juntos la regla infalible de fe y conducta.”—A. H. Strong.

El apóstol Pablo dijo en cierta oportunidad a Timoteo: “Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia, para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruído para toda buena obra.” 2 Timoteo 3:16, 17.

El apóstol Pedro afirma que “los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo.” 2 Pedro 1:21. En Hebreos 1:1, 2 se nos dice que Dios habló por intermedio de los profetas primero y luego por su Hijo. Nadie podrá leer la Biblia detenidamente sin notar que todos los escritores afirman que escriben y hablan por autoridad divina, bajo la dirección del Espíritu de Dios. La inspiración divina hace entonces de la Biblia el Libro de Dios por excelencia, fundamentalmente distinto de todos los demás libros del mundo. Consideremos brevemente el por qué nos subscribimos a la enseñanza relativa a la inspiración amplia y total de la Biblia.

1. EL SEÑOR JESUS SANCIONO, SIN RESERVA ALGUNA, LAS ESCRITURAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO.
El Maestro aceptó el Antiguo Testamento como la Palabra infalible de Dios. En efecto, dijo lo siguiente: “Porque de cierto os digo, que hasta que perezca el cielo y la tierra, ni una jota ni un tilde perecerá de la ley, hasta que todas las cosas sean hechas.” Mateo 5:18.

2. EL LIBRO ES EL PRODUCTO DE UNA MENTALIDAD MAESTRA.
Los sesenta y seis libros de la Biblia fueron escritos por unos cuarenta escritores distintos, quienes vivieron en lugares diferentes, procedían de distintos ambientes, y abarcaron con sus obras un período de 1600 años. Cada uno de ellos, sin saberlo, contribuyó con una parte esencial del todo, añadiendo a veces a los escritos de los demás, aclarándolos otras, mas nunca contradiciéndolos. Tal milagro sólo se puede explicar por el hecho de que existió una mentalidad maestra que dirigió la pluma de estos autores. 1 Pedro 1:10, 11; Apocalipsis 19:10; Juan 5:39, 46; Lucas 24:27.

1 Pedro 1:10, 11

De la cual salud los profetas que profetizaron de la gracia que había de venir a vosotros, han inquirido y diligentemente buscado,
Escudriñando cuándo y en qué punto de tiempo significaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual prenunciaba las aflicciones que habían de venir a Cristo, y las glorias después de ellas.

3. LOS TIPOS, SIMBOLOS Y CEREMONIAS CONSTITUYEN PRUEBAS DE LA INSPIRACION.
Las profecías relativas a Cristo son maravillosas; empero más extraordinaria es la historia de Jesús reflejada en la biografía de los patriarcas, en la construcción del tabernáculo y del templo, en los servicios religiosos, en los sacrificios y ceremonias y en otros tipos y símbolos diversos.

4. LAS PROFECIAS BIBLICAS CORROBORAN LA DIVINIDAD DEL LIBRO.
Nadie sino el Dios Todopoderoso, que conoce perfectamente el futuro, podría haber capacitado a los profetas para formular con tanto lujo de detalles predicciones relativas a individuos, ciudades, naciones y especialmente en lo que respecta al nacimiento del Señor Jesús, su ministerio, su mensaje, su muerte y resurrección y finalmente su gloria futura. 1 Pedro 1:10, 11.

5. EL NIVEL MORAL DE LA BIBLIA DEMUESTRA SU DIVINIDAD.
Las enseñanzas de la Biblia proclaman el nivel moral más elevado de conducta que el hombre conoce. En realidad es tan elevado y santo que el hombre jamás podrá alcanzarlo sin la ayuda divina. Los dioses de las religiones paganas son inmorales, aman la obscuridad, mas el Dios de la Biblia habita “en luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver.” 1 Timoteo 6:16. Nuestro Dios es santo, y por ello nos puede decir autorizadamente: “Sed santos, porque yo soy santo.” 1 Pedro 1:16. Nuestro Señor jamás estará satisfecho hasta que no haya creado su santidad en nosotros, y podamos así presentarnos ante él sin mancha ni arruga ni cosa semejante. Efesios 5:27. El hombre carnal nunca podrá alcanzar ese nivel.

6. EL CREADOR DEL HOMBRE ES EL AUTOR DEL LIBRO.
La Biblia revela el hombre al hombre mismo, y penetra hasta las partes más recónditas de su ser, más que ningún otro libro. “Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos: y que alcanza hasta partir el alma, y aun el espíritu, y las coyunturas y tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.” Hebreos 4:12.

7. LA BIBLIA REVELA EL UNICO MEDIO DE LA SALVACION.
Solamente Dios puede enseñar al hombre cómo obtener el perdón y la purificación de los pecados y librarse de los malos hábitos y del poder demoníaco. El plan de la salvación es delineado en forma tan sencilla en los evangelios que aun la persona más ignorante sabrá cómo allegarse a Dios, mientras que por otra parte las inteligencias más preclaras jamás podrán sondear las profundidades de la sabiduría de Dios, expresada en el plan divino de la salvación. Romanos 11:33–36.

8. EL MUNDO RECONOCE LA DIVINIDAD DEL LIBRO.
Todos los pensadores colocan a la Biblia en una clase por separado, y reconocen su carácter sobrenatural. Es el Libro por excelencia, como su nombre lo indica en el idioma griego. Ha sido traducido a más idiomas y dialectos que cualquier otro libro y es el que goza de mayor venta y circulación. Se han escrito bibliotecas enteras para interpretar sus páginas sagradas, y los sabios más ilustres de la tierra se inclinan ante ella en reverencia.

9. SABEMOS QUE EL LIBRO ES DIVINO POR SUS RESULTADOS.
En todo lugar donde se lee, se predica y se obedecen los preceptos bíblicos, se ha observado no solamente la transformación de individuos, sino de naciones enteras. Las enseñanzas de la Biblia son buenas y edificantes, pues incitan a la virtud. La desobediencia a la Palabra divina conduce al pecado, al sufrimiento y al dolor.

10. LA BIBLIA SOBREVIVIRA AL UNIVERSO.
Las Sagradas Escrituras han resistido el asalto brutal de sus enemigos, y peor aún, han debido soportar las interpretaciones erróneas de sus adeptos. Las fuerzas de la infidelidad han atacado a la Biblia en numerosas oportunidades, mas ni aun la más pequeña torrecilla de este poderoso castillo de la verdad ha sido derribada. Salmo 119:89; Mateo 5:18.

Salmo 119:89; Mateo 5:18

Para siempre, oh Jehová, permanece tu palabra en los cielos.
“No hay libro más perseguido por los enemigos, ni libro más torturado por los amigos, que la Biblia, debido lo último a la ignorancia de toda sana regla de interpretación.”—Lund, en Hermenéutica, página 4.

Debe recordarse siempre que los escritos inspirados fueron solamente aquéllos redactados por primera vez en los idiomas originales, y no las traducciones, por buenas que sean. Puede decirse asimismo que las traducciones antiguas no son las mejores, aunque la opinión general afirme lo contrario. Algunas de estas primeras obras no fueron traducciones de las lenguas originales, sino de otras traducciones. Se puede citar al respecto la versión inglesa de Juan Wiclef, publicada en 1380, y que fué una traducción de la Vulgata Latina. No obstante ello, contribuyó notablemente a la causa de Cristo, y fué la primera Biblia distribuída entre el pueblo de habla inglesa. Se dieron a publicidad posteriormente otras traducciones, hasta que en 1611 se imprimió la obra monumental conocida con el nombre de versión del rey Jacobo.

Durante los últimos cien años se han descubierto numerosos manuscritos del Antiguo y del Nuevo Testamento, que han permitido a los eruditos de las Sagradas Escrituras profundizar sus estudios y aclarar muchos pasajes hasta entonces obscuros.

Notas con respecto a importantes manuscritos

1. El códice Vaticano, quizá se trate del más antiguo que existe en la actualidad. Está escrito en idioma griego y su fecha es del año 350 D.C. Contiene toda la Biblia, con la excepción de algunos pasajes del Génesis, ciertos versículos de los Salmos, las epístolas pastorales, Filemón, Apocalipsis y una parte de los Hebreos. Se encuentra en la Biblioteca del Vaticano.
2. El códice Sinaítico, descubierto en el monte Sinaí en 1859 está escrito en el idioma griego, y data del año 350 D.C., aproximadamente. Contiene todo el Nuevo Testamento y algunas partes de la versión de los Setenta. Se encuentra en el Museo Británico.
3. El códice Alejandrino, escrito en el idioma griego en el siglo cuarto de nuestra era, contiene casi todo el Nuevo Testamento y parte del Antiguo Testamento. Se encuentra también en el Museo Británico.
4. La versión Samaritana, copia en hebreo del libro denominado Pentateuco, hecha para los samaritanos antes de la cautividad.
5. La versión Siriaca, traducción completa de la Biblia, hecha por cristianos a principios del siglo segundo de nuestra era en Palestina. Se trata probablemente de la primera Biblia traducida por cristianos.
6. La versión conocida con el nombre de Vulgata Latina constituye una traducción completa de la Biblia hebrea al Latín, realizada por Jerónimo en el año 400 D.C.


Versiones de la Biblia española
1. Traducción de la Vulgata, realizada bajo los auspicios de Alfonso el Sabio, y dada a conocer en el año 1284 D.C.
2. La Biblia de Ferrer, traducción del latín al valenciano, publicada en Valencia en 1478.
3. El Nuevo Testamento de Francisco de Enzinas, en 1543.
4. La versión de Ferrara, traducción del Antiguo Testamento al castellano, en 1553.
5. Revisión del Nuevo Testamento de Enzinas por Juan Pérez en 1556.
6. La Biblia de Casiodoro de Reina, publicada en 1569.
7. La Biblia de Cipriano de Valera, revisión de la anterior, dada a publicidad en 1602.
8. La versión de Felipe Scío de San Miguel, obispo de Segovia, publicada en 1793. Se trata de una versión católico-romana.
9. La versión de Félix Torres Amat, publicada en 1824. Es también traducción católico-romana.
10. La versión Moderna, traducida de las lenguas originales bajo los auspicios de la Sociedad Bíblica Americana a fines del siglo XIX. Hay también varias versiones que circulan entre los cristianos evangélicos que son revisiones de la Biblia de Valera.

Versiones de la Biblia en inglés

1. La versión de Juan Wiclef publicada en 1383. Fué una traducción de la Vulgata.
2. La versión de William Tyndale, publicada en 1531. Esta versión ejerció enorme influencia en las versiones que la siguieron.
3. La versión de Miles Coverdale, terminada en el año 1535. Se trata de la primera versión en inglés que contiene toda la Biblia.
4. La versión Autorizada, traducción de los idiomas originales, realizada por 47 sabios bajo los auspicios de Jacobo I, en 1611. Se trata de la versión más empleada.
5. La versión Revisada norteamericana, revisión de la versión Autorizada, publicada en 1901.
6. La versión Revisada, revisión también de la Biblia del rey Jacobo I, publicada en 1952.


lunes, 24 de febrero de 2014

Que el maligno no tome ventaja: Cerrar toda brecha espiritual

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
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 ¿Le estoy abriendo la puerta al diablo?

   ...para que Satanás no se aproveche de nosotros, pues no ignoramos sus artimañas
(2 Corintios 2:11)

Hay varias maneras en que Satanás busca ganar ventajas sobre los santos usando los propios deseos carnales como soberbia, ansiedad, falta de dominio propio, falta de preparación espiritual (como veremos en las siguientes páginas).

Sin embargo, el Nuevo Testamento hace hincapié en cinco que son especialmente peligrosos: la falta de perdón, el enojo, la ansiedad,  los chismes y los deseos de la carne. Estamos seguros de que esta lista no es exhaustiva y que hay varias subclases. Sin embargo siempre conviene prestar atención en lo que la Biblia dice. Allí es cuando individualmente o en forma grupal somos terreno fértil para el diablo y sus maquinaciones.

 El cristiano que conoce la verdad de Dios y las mañas del diablo no estará desprevenido.

Es bastante evidente en 2 Corintios 2:11 que las artimañas de Satanás están basadas, en parte, en nuestra ignorancia. Si estuviéramos alerta no haríamos cosas que le dan ocasiones de ganar terreno. Por otro lado, el cristiano que conoce la verdad de Dios y las mañas del diablo no estará desprevenido.

Es notable que en los pasajes que estamos exponiendo en este libro, tanto Pablo como Pedro y Santiago tratan al creyente como responsable ante Dios por sus pecados. Y como responsable, el cristiano es llamado a poner en práctica los sencillos principios que ellos exponen. El lector notará que el NT enfatiza cómo, en el poder del Espíritu Santo, el guerrero cristiano puede vivir para la gloria de Dios.

Falta de perdón

En 2 Corintios 2:5–11 un miembro de la iglesia de Corinto había pecado. Siguiendo las indicaciones de Pablo, los líderes lo pusieron bajo disciplina. La sanción logró el efecto deseado y el hombre se arrepintió. Era el momento para perdonarlo y restaurarlo a plena comunión en la congregación. Sin embargo, había resistencia de parte de muchos de los miembros que rehusaban perdonarlo.
De este contexto, es posible extraer tres actitudes que Satanás bien podría aprovechar para su propia causa.

1) Falta de perdón. Pablo, reconociendo que la falta de perdón daría lugar a Satanás para dividir, insiste en que perdonen al hermano.

El espíritu no perdonador es algo suficientemente serio en sí mismo, pero tal actitud a la larga se convierte en resentimiento, rencor y amargura.

2) Falta de compasión. El pecador ya arrepentido no encontró los brazos perdonadores de sus hermanos en Cristo. No querían consolarlo (v. 7) y el hombre estaba a punto de ser consumido por su tristeza. Los corintios se habían vuelto duros de corazón a pesar de lo que dice la Palabra de Dios en pasajes como Efesios 4:32 y 1 Pedro 3:8–9.

3) Falta de sumisión a la decisión del liderazgo. Uno de los propósitos de Pablo era averiguar si los corintios estaban dispuestos a sujetarse a sus instrucciones (v. 9). La crítica y falta de respeto a los líderes de la iglesia local son algunas de las principales maneras en que damos campo libre a Satanás. La Escritura del NT insiste en que los feligreses asumamos una actitud de sumisión a nuestros líderes (He. 13:17; 1 P. 5:5).

Estas tres actitudes mencionadas son comunes y obran en conjunto para dar lugar a Satanás y así dividir una iglesia.

Permitir que el sol se ponga sobre el enojo

Otro ejemplo donde abrimos una brecha para el diablo es el enojo pecaminoso. Si se enojan, no pequen. No dejen que el sol se ponga estando aún enojados, ni den cabida al diablo(Ef. 4:26–27).

Uno se acuesta enojado y se levanta resentido; y se acuesta resentido, y se levanta amargado. La amargura nunca se queda en casa; siempre busca amistades y termina contaminado a muchos (He. 12:15). ¡Qué manera de dar oportunidad al diablo para dividir amistades y hasta iglesias aprovechando la autocompasión y los sentimientos lastimados!  Proverbios explica cómo el enojo abre campo al enemigo.

El necio pierde el control (Pr. 12:16; 29:11); el que se enoja comete locuras (14:17); el enojo enaltece la necedad (14:29 RV); echa leña al fuego (15:1); provoca contiendas (15:18; 30:33); infecta a los amigos (22:24–25); provoca peleas (29:22); no produce la vida justa que Dios quiere (Stg. 1:20).

La ansiedad
Otro sitio donde encontramos la misma advertencia de no dar lugar a Satanás es 1 Pedro 5:7–8. En este contexto la puerta abierta para el diablo es la ansiedad y el afán. Nunca estaremos sobrios RV y alerta NVI si estamos hundiéndonos en los afanes.

Chismosas y entrometidas

Pablo explica que el adversario se aprovecha cuando ¡las mujeres están desocupadas! Para entender cómo, es necesario estudiar el contexto de 1 Timoteo 5:11–14. El apóstol distingue entre la viuda que en verdad es viuda (v. 5 RV) y las viudas más jóvenes (v. 11). El primer grupo tiene dos opciones: depender de los hijos o nietos o (si no los tuviera) figurar en la lista de las viudas sostenidas por la iglesia. Para permanecer en «la lista» (v. 9) era necesario tener más de 60 años, haber sido fiel a su esposo, y ser reconocida por sus buenas obras.

Las viudas más jóvenes no se incluían en dicha lista. Era posible, debido a la angustia de la viudez, que una viuda joven hiciera votos apresurados (véase Pr. 6:1–5) de no casarse de nuevo y consagrarse al servicio de Dios. En efecto, así estaría permitiendo que el Señor tome el lugar del esposo (véase Is. 54:4–5).

Ahora bien, parte del ministerio de las viudas «en verdad» era ir de casa en casa visitando a los santos. Pablo explica que después de poco tiempo la viuda joven se podía dar cuenta de que deseaba casarse de nuevo. Es más, por no tener suficiente que hacer y debido a los deseos de casarse, terminaban siendo una maldición en vez de una bendición a la iglesia y al nombre de Cristo: ociosas, chismosas y entrometidas (1 Ti. 5:13).

La solución paulina para las viudas jóvenes es que se casen de nuevo, que tengan hijos y que gobiernen su casa y no den al adversario ninguna ocasión de maledicencia (v. 14 RV). Es importante entender claramente la palabra gobiernen. Está formada por dos interesantes palabras griegas. La primera es oiko, que significa casa, y la otra es despoteo, que significa «señor o dueño». ¡Tiene que ser una persona que en verdad maneja los asuntos domésticos!

Las inferencias son claras. Cuando una mujer no gobierna su casa, el enemigo se aprovecha. Posteriormente, no empleando bien su tiempo en la casa (no siendooikodespoteo), el apóstol sostiene que se convierten en chismosas y entrometidas, y que el enemigo se aprovecha.
El antídoto bíblico es que las mujeres manejen bien sus casas.

El mal testimonio de los líderes de la iglesia

Refiriéndose a los ancianos (los líderes) de la Iglesia, Pablo estipula: Se requiere además que hablen bien de él los que no pertenecen a la iglesia, para que no caiga en descrédito y en la trampa del diablo (1 Ti. 3:7).

Hace años los de afuera (los inconversos) tenían a los cristianos bíblicos en alta estima. Sin embargo, debido a la caída de muchos líderes, esa apreciación se ha tornado en deshonra haciendo que el evangelismo personal sea cada vez más difícil. Los líderes de la obra del Señor deben gozar entre los no cristianos de una buena reputación (BLA).

La palabra buena (kalos – griego) comprende tanto el carácter interno como el externo, es decir es algo interior que se ve en el comportamiento y que da como resultado una buena reputación.

La palabra traducida hablan bien [reputación (BLA), testimonio (RV)] es marturomai, de donde deriva la palabra «mártir». El sentido aquí es una buena reputación atestiguada por conocidos fuera del pueblo de Dios. De manera que entre sus vecinos y en la sociedad en general, el líder de la iglesia debe ser conocido por su bondad, generosidad, amor, honestidad e integridad. Es posible que muchos no estén de acuerdo con sus creencias, y según Juan 3:19–21 es aun probable que ocasione cierto antagonismo en el mundo no cristiano, pero debe gozar de la reputación de ser un hombre de carácter, de integridad.

El mal testimonio de un líder lo hacer caer en descrédito. ¿Cuáles son las actitudes y acciones que causan que un anciano caiga en descrédito?  Por supuesto la inmoralidad encabeza la lista, pero no es la única. Puede ser el trato a la familia, el manejo de dinero, no cumplir su palabra, y hasta la manera de conducir el auto. Que nunca tengamos que soportar lo que yo escuché acerca de un líder en un país sudamericano: «Es una persona en la iglesia, y otra fuera de ella».

Hablando acerca de Israel Pablo afirmó: Por causa de ustedes se blasfema el nombre de Dios entre los gentiles (Ro. 2:24 véase Fil. 2:15; Col. 4:5).

El mal testimonio del líder le hace caer en la trampa del diablo. Si Satanás puede provocar la caída de un cristiano, atrapa al cristiano. Si provoca la caída de un líder, trae deshonra a toda la Iglesia.

En nuestra asociación evangelística tenemos varias normas no escritas por el motivo descrito más arriba. Por ejemplo, nunca estamos a solas con una persona del sexo opuesto que no sea nuestro propio cónyuge. Nos han acusado de ser de «la vieja ola, anticuados y cuadrados» pero en más de 35 años de ministerio nunca hemos tenido un fracaso sexual en nuestra asociación. ¿Por qué? No queremos caer en las astutas trampas del enemigo y así desacreditar el nombre de Dios entre los inconversos.

Proveyendo para los deseos de la carne

Uno de los apetitos humanos más fuertes es el sexual. Pablo garantiza que durante etapas de vulnerabilidad Satanás tentará al creyente. Por eso exhorta al casado: No se nieguen el uno al otro, a no ser de común acuerdo, y sólo por un tiempo, para dedicarse a la oración. No tarden en volver a unirse nuevamente; de lo contrario, pueden caer en tentación de Satanás, por falta de dominio propio (1 Co. 7:5). No es por demás que el apóstol advierte: No proveáis para los deseos de la carne (Ro. 13:14 RV); Huyan de la inmoralidad sexual (1 Co. 6:18); Huye de las malas pasiones de la juventud (2 Ti. 2:22).

Debido a que este tema ha sido piedra de tropiezo de tantos siervos y siervas del Señor, vale la pena considerarlo. En primer lugar, como hemos indicado más arriba, el enemigo busca momentos cuando el creyente es vulnerable, es decir con las «defensas bajas».

Observe cómo el rey David fue imprudente, y le facilitó las cosas a Satanás: ...era la época en que los reyes salían de campaña, David... se quedó en Jerusalén. Una tarde, al levantarse David de la cama, comenzó a pasearse por la azotea del palacio... (2 S. 11:1–2). En lugar de estar en la campaña,

David estaba en el palacio, aprovechándose de la tranquila posición del reino consolidado –época de sus mayores conquistas. David no era un joven inexperto –tenía cerca de 50 años. Su mente no estaba ocupada ni en los asuntos del Señor ni en cuestiones de estado. En medio de aquella ociosidad, David toma su siesta, despierta, y va a pasearse en la azotea del palacio, como quien no tiene nada que hacer... Satanás sabía que tenía las «defensas bajas» y al ver a la bella Betsabé que se estaba bañando, esto pasó a ser para el rey algo provocador pero no irresistible.

El problema es que una vez que proveemos para los deseos de la naturaleza pecaminosa cada uno es tentado cuando sus propios malos deseos lo arrastran y seducen. Luego, cuando el deseo ha concebido, engendra el pecado (Stg. 1:14–15).

Los siguientes pasos son bien conocidos y como asegura un amigo mío «así violó cada uno de los diez mandamientos»:  
(a) David manda a preguntar quién es la mujer.
(b) Toma ventaja de su autoridad como rey, y manda a buscarla. Satisface su codicia sexual, y la mujer vuelve a su casa.
(c) David se sumerge más hondamente en su pecado y manda a llamar a su esposo Urías, uno de sus hombres valientes (1 Cr. 11:41), pensando que éste llegaría de la guerra ardiendo de deseos de poseer a su mujer. Sin embargo, Urías rehusa ir a verla, porque era hombre íntegro y no quería privilegios, aun cuando fueran extendidos por el rey y estuvieran acompañados de soborno (2 S. 11:8).
(d) David, entonces, embriaga a Urías, pensando que el soldado cedería y el adulterio de David quedaría encubierto. Ni así Urías vuelve a casa.
(e) El pecado de David llega a su grado máximo de complicación: manda colocar a Urías en la línea del frente de batalla para que muera.
(f) Y cuando David se entera de que Urías murió, deja que la viuda llore por él, y luego la manda a buscar, como otro de sus trofeos. Y todo comenzó con un descuido de David.

¿Consecuencias?
(a) la criatura nacida del adulterio murió;
(b) Absalón, hijo rebelde de David, cohabitó con las concubinas de su padre a la vista de todo el pueblo;
(c) la serie de muertes en la casa de David se desencadenó cuando Absalón mató a su medio hermano Amnón; y
(d) Salomón, a pesar de ser sabio y bendecido por Dios, siguiendo el ejemplo de su padre, tomó muchas mujeres y acabó siguiendo a otros dioses.

Pero ¿cuál es el objeto del enemigo? Por supuesto seducir al creyente a pecar, presentándole una tentación que pareciera irresistible en el momento oportuno.

Consideremos las cosas desde otro ángulo. Satanás sabe, además, que el ser humano posee la capacidad de adquirir hábitos fácilmente. Un hábito es un movimiento, pensamiento o reacción, hecha vez tras vez, hasta que a uno se le pega. Una vez adquiridos, ciertos hábitos pecaminosos son difíciles de romper. Es así con la codicia.

Note lo que relata 2 Pedro 2:14: Tienen el corazón habituado a la codicia (RV). El diablo conoce bien tanto el corazón del ser humano como lo que las Escrituras dicen acerca de él. El enemigo sabe que el sexo no es como otras tentaciones sino que pide más y más para satisfacerlo. La meta de Satanás es inducirnos a formar hábitos que nos alejen de Dios, e inducirnos a dudar del poder de Dios para ayudarnos a vivir en victoria.

Hemos visto tanto hombres como mujeres bajar la guardia (proveer para los deseos de la carne) en las siguientes maneras:

1) Ausencias prolongadas.
En cada país donde ministramos la Palabra de Dios, por lo menos una dama acude a nosotros con el mismo problema. El esposo se ha mudado a otra ciudad o a otro país por razones económicas, alegando que una vez establecido la llamaría.

Pero el hombre llega a la ciudad o al otro país, se encuentra solo, conoce a otras mujeres solas, y «por h o por b» forma otro hogar. A veces hasta deja a una familia entera en el campo o en su país natal. Las ausencias prolongadas no son de Dios y dan lugar a Satanás. Todo lo contrario, es seguirle a Satanás el juego.

2) La pornografía.
Para mostrar cómo la pornografía puede dominar a una persona,  a continuación haré varias citas de un artículo escrito por un pastor que pasó diez años enredado en la pornografía.

«Recuerdo la noche en que experimenté por primera vez el apetito carnal. Fue durante un viaje lejos de mi hogar».

Está en una situación vulnerable, fuera de casa y solo.
«Para ser un cristiano eficaz tenía que experimentar la vida en su totalidad, ¿verdad? ¿Acaso Jesús mismo no comía con pecadores y prostitutas? Yo podía ir como un observador, en el mundo pero no del mundo. Los razonamientos se apilaban para fundamentar mis deseos, y en diez minutos estaba en un taxi rumbo a la ‘zona roja’ de la ciudad. Quizás Dios se presentaría, borraría mis deseos y me convencería de que yo estaba equivocado. Incluso se lo pregunté tímidamente. ¡No hubo respuesta!»

Este pastor empieza ahora a justificar su pecado.

«Dos horas después, salí del bar con una sensación extraña, una excitación intensa y sorprendido de que en realidad no me había pasado nada. En pocas horas, uno se da cuenta de que en cierto sentido todo cambió, pero por otro lado todo sigue igual. Por un tiempo, y como resultado del sentimiento de culpa, me limité a ver películas y revistas pornográficas. Durante más de diez años estuve en una guerra sin tregua.»

Desde aquella primera noche ya se había vuelto un hábito porque no se arrepintió. Seguramente el diablo estaba feliz porque este hombre era un pastor, un conferencista, un líder del pueblo de Dios.
«No hay otra experiencia que tenga esa fuerza salvaje», explicó el pastor. Es más que seguro que a esas alturas, el conferencista llega a la conclusión de que no existe victoria para él. Continúa y sus tristes palabras demuestran que está atrapado, que hay una guerra civil en su corazón. Comienza a hablar a los lectores.

 «Muchos de ustedes saben lo que es caminar con la mirada a la altura del pecho, hojear con ansias la revista Time en busca de una fotografía sexy, desear que hubiera cadenas en las habitaciones de los hoteles para no salir, a no ser que haya películas pornográficas en el cuarto. También saben lo que es revolcarse en la culpa de esa obsesión y orar llorando con toda la fe que uno pueda reunir para que Dios nos libere.

»Aprendí rápidamente que la codicia sexual va en una sola dirección: hacia abajo. Uno no puede volver a un nivel menor y estar satisfecho. Una revista estremece, una película excita, un show en vivo inflama la sangre...Experimenté la naturaleza insaciable del sexo lo suficiente como para sentirme aterrado. La codicia sexual no satisface; incita a más....»

En 1 Corintios 7:1–7 Pablo advierte que nuestro enemigo se aprovecha de la falta de dominio propio en el campo sexual. En forma especial, debido a que la pornografía está cada vez más accesible, se hace imprescindible mantener la guardia recordando la experiencia de este pastor: ¡La codicia es insaciable!

3) Falta de sabiduría.
La tercera manera que Satanás puede usar para inducirnos a tropezar en el campo sexual es la falta de sabiduría y sentido común. A pesar de ser hijos de Dios, seguimos violando los más elementales principios bíblicos, como por ejemplo no proveer para los deseos de la carne (Ro. 13:14).

Una mujer había recibido a Cristo en una cruzada evangelística de nuestro equipo. Al año siguiente volvimos a ese país para celebrar más reuniones y ella me vino a ver. Cuando se hizo cristiana estaba en una relación adúltera. Rompió con ese hombre y volvió a su esposo. Unos meses más tarde la llamó este otro hombre y le dijo: —Necesito verte, te quiero.

En vez de aplicar Romanos 13:14; 1 Corintios 6:14 y 2 Timoteo 2:22 y decir «lo nuestro ha terminado», ella acordó que iría a verlo. Acto seguido se arrodilló, rogó a Dios que la guardara en su hora de tentación, y salió al encuentro. No es sorprendente que el resultado fuera un nuevo acto de adulterio. Peor todavía su acusación fue: —Dios me falló, ya no puedo confiar en Él.

Si nosotros nunca proveyéramos para los deseos de la carne, si siempre huyéramos de la fornicación y de las pasiones juveniles, el diablo no encontraría terreno fértil para sus tentaciones. Sin embargo, muchos (incluyendo líderes de la obra) seguimos poniéndonos en el lugar del peligro. ¿Cuándo empezaremos a valernos de la sabiduría práctica que la Biblia nos proporciona en abundancia?

En un país sudamericano un hombre «profetizó» que Dios había llamado a cierta mujer para ser la representante nacional de un reconocido ministerio. Ella comenzó a hacerse ilusiones para ser escogida, aceptó el nombramiento y comenzó a trabajar con el grupo y en forma especial con uno de los integrantes. Pasaron mucho tiempo a solas y en pocos meses cometieron adulterio.

Una vez más vemos cómo el uso de sabiduría bíblica los hubiera guardado de semejante tragedia. En primer lugar, la Biblia indica que no debemos despreciar las profecías (1 Ts. 5:20) pero sí someterlas a prueba (1 Ts. 5:21; 1 Jn. 4:1). La palabra griega traducida someterlos a prueba en 1 Tesalonicenses 5:21, significa probar a fin de averiguar si es aceptable o no. ¡Nadie lo hizo!

Además la Biblia nos da una línea de autoridad que esta mujer debería haber seguido para tomar la determinación de aceptar el cargo. Su esposo es su cabeza (Col. 3:18; Ef. 5:23). A pesar de lo que dijera la profecía, ella no sólo tenía que consultar con su marido sino esperar la decisión de éste como cabeza de la familia. ¡No lo hizo!

En tercer lugar, aun en el caso de que el esposo hubiera estado de acuerdo, la sabiduría dicta que ella (junto con su esposo) debería haber acudido a los líderes espirituales de su iglesia local para que confirmaran el llamado de Dios sobre su vida (Hch. 13:1; 1 P. 5:1–5; He. 13:17). ¡Tampoco lo hicieron!

Finalmente, cuando algunos vieron que la relación entre la mujer y el integrante del ministerio estaba tomando un carácter demasiado íntimo, pudieron haber hecho algo (Gá. 6:1). Debido a que «no querían frenar la obra del Espíritu Santo», no lo hicieron.

¿Qué mejor ejemplo potencial que el reflejado por la falta de sabiduría en el ministerio de la consejería?  Muchos siervos del Señor han sido atrapados tratando de ayudar a una persona del sexo opuesto.

El ministerio de la consejería es un campo minado. Hablemos con claridad: Es peligroso aconsejar a una persona del sexo opuesto porque abre la puerta a los deseos carnales y al león rugiente. Existe el riesgo de enamorarse de una mujer que pide consejos –o de un hombre, según el caso.

La esposa de un pastor que conozco estaba atravesando por una etapa difícil; ser esposa de un pastor no era lo que ella esperaba; no sabía cómo actuar. Estaba deprimida. Llamaron a otro pastor para que la aconsejara, y así lo hizo. Después de algún tiempo se enamoraron.

Estoy convencido de que el proceso de solucionar problemas es parte de lo que se hace en el matrimonio. Cuando dos personas están resolviendo conflictos, se están abriendo, están profundizando su relación. Es lógico que se admiren, se vayan conociendo mejor, y comience una amistad íntima. Combinando este principio con el énfasis de hoy en las relaciones sexuales, terminamos con una situación explosiva y peligrosa. Es campo fértil para el tentador.

Cuando se está orientando a una mujer que tiene problemas matrimoniales, el consejero parece el esposo perfecto, padre y amante perfecto; y ella imagina que él es todo lo que le falta en su vida. Es más, el consejero como siervo de Dios siente simpatía por la mujer y se le cruza por la mente que él mismo podría contentarla si sólo tuviera la oportunidad. Es un momento oportuno para el «destructor» cuyo objetivo, sin duda, es destruir los matrimonios de los líderes cristianos.

¿Cómo, entonces, se puede guardar el corazón no dando lugar al enemigo y además continuando el ministerio de consejería bíblica?

a) Que las mujeres aconsejen a las mujeres y que los varones aconsejen a los varones.
Es hora de entrenar a mujeres santas, reverentes en su conducta, y no calumniadoras ni adictas al mucho vino. Deben enseñar lo bueno y aconsejar a las jóvenes (Tit. 2:3) para orientar a las mujeres con problemas.

b) Que el cristiano tenga la seguridad de estar aconsejando con la Biblia.
Cuando la base es la Escritura no es necesario pasar tantas horas para resolver los problemas. El padre de mentiras tuerce el carácter de Dios, la Palabra de Dios y los hechos de Dios. Lo que el aconsejado necesita es conocer y aceptar la verdad de Dios.

c) Valerse de grupos de apoyo para solucionar problemas.
La Biblia indica que parte del ministerio de la iglesia es orientarnos, aconsejarnos, animarnos, exhortarnos, amonestarnos unos a otros (Ro. 15:1, 14; Gá. 6:2; He. 10:24–25). El tentador sabe que la verdadera comunión cristiana es un antídoto para sus maquinaciones.

d) Que cada consejero forme parte de un grupo que se reúna semanalmente y allí dé razón de sus acciones.
La idea es cortar por lo sano cualquier problema antes que tenga la oportunidad de florecer y dar lugar a Satanás.


La trampa: Engañador del mundo entero ... Falsos profetas, herejías

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 

 
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Por qué la gente acude a las sectas
         Por qué es difícil salir
Nos quedan algunas preguntas espinosas. ¿Por qué tanta gente acude a las sectas cuando «todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia…» (2 Pedro 1:3)? ¿Cómo es posible que gente sincera crea lo que en realidad es una mentira? ¿Por qué quienes están en una secta no se dan cuenta y simplemente salen de ella? Para contestar estas preguntas es necesario tomar en cuenta varias cosas:

1. Nunca olvidemos el poder y la astucia del enemigo de nuestras almas.
Después de estudiar todos los pasajes relacionados con el diablo, llegué a la conclusión de que Satanás pasa la mayor parte de su tiempo en engaños y mentiras (Juan 8:44).

Satanás es el creador de las sectas; presenta una religión que niega la eficacia de la muerte de Jesucristo y la sustituye por un camino que apela al ego humano; cuestiona la salvación de los fieles y los acusa haciéndolos sentir culpables (Apocalipsis 12:10); edifica grupos falsos que en realidad son «sinagoga de Satanás» (Apocalipsis 2:9).

Además Apocalipsis 12:9 declara que él «engaña al mundo entero». Y «no es de extrañar, pues aun Satanás se disfraza como ángel de luz» (2 Corintios 11:13–14 BLA).

2. La secta proporciona a la persona un (falso, por cierto) sentido de la vida.
Daniel Jerusalimiec, profesor del Seminario de Fe en Buenos Aires explica:

  «Puede ser que estas personas han encontrado la hermandad y el compañerismo que la iglesia no supo proporcionar. Una secta sabe integrar rápidamente a un nuevo miembro haciéndolo sentir aceptado entre ellos.

De esta manera, el nuevo integrante encuentra una sensación de seguridad y una organización que cuida de él. Más aun, la secta le ofrece una vida radicalmente diferente que le presenta un desafío atractivo. Esto le da “sentido a la vida”. En este nuevo grupo él empieza a sentirse valorado, [y] ya no le importa si es ridiculizado por sus vecinos o amigos pues él ahora ha encontrado dirección a la vida que nadie antes pudo proporcionarle.»


3. Últimamente en la mente de muchos «éxito» equivale a »grande».
En varios sitios de América Latina las sectas —no las importadas sino los grupos cultivados en casa— son los grupos más numerosos y cuentan con miles y miles de seguidores.

La conclusión lógica es que porque es algo grande tiene que estar favorecido por Dios, o que porque hay mucho dinero Dios está bendiciendo. ¡Cuidado! Durante el tiempo del profeta Elías más personas seguían a Baal y a Asera que a Jehová. Jesús afirma:

   «…ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan»  (Mateo 7:13–14)

4. La persona escuchará testimonios asombrosos de cómo el grupo ha cambiado la vida de alguien, cómo ha sanado a un niño, o cómo Dios ha contestado oraciones. Por eso no siempre es fácil detectar los peligros de participar en una secta. No nos dejemos cautivar por testimonios y aparentes milagros porque «se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos» (Marcos 13:22).

El Señor advirtió: «Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad»(Mateo 7:22–23).

Además, después de un «lavado del cerebro» la persona no se dará cuenta de su situación pues el proceso habrá alterado su manera de pensar.

5. Gran parte de quienes recurren a las sectas es gente crédula, que sinceramente busca cómo apaciguar la ira de Dios por sus fracasos y pecados, cómo aliviar su culpa y cómo hallar una vida mejor.

Las sectas prometen todo esto y más todavía: sanidad física, financiera y emocional; la divulgación de «misterios» antes ocultos y ahora revelados al «ungido»; prometen ser la única iglesia que verdaderamente sirve a Dios; aseguran una unción especial, cosas por el estilo. Todo eso cautiva, seduce, hipnotiza y finalmente atrapa a muchos.

Pablo advierte al joven pastor Timoteo que debe seguir predicando la Palabra de Dios porque «vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas [mitos, BLA]» (2Timoteo 4:3–4). El mito, por definición, es algo inventado por los hombres. Puede ser algo bien pensado, bien enunciado, impactante y que inspira fe, pero sigue siendo algo inventado por la mente humana. Los cristianos somos personas de la verdad, de la Biblia.

6. Para muchos es más sencillo dejar que otro (los líderes del grupo) tome las decisiones y que les digan qué creer y qué hacer.
 La secta ofrece una manera visible (externa) de medir la espiritualidad. El legalismo es externo y demanda obediencia a reglamentos humanos. Una mujer atrapada en una secta me confesó una vez: —Yo sé que ando bien con Dios porque no corto mi cabello, no voy al cine…

Ella había pedido hablar conmigo porque estaba molesta con el predicador Luis Palau por haber predicado que las relaciones sexuales fuera del matrimonio siempre son pecaminosas. La mujer estaba separada de su esposo y disfrutaba de una o dos aventuras sexuales al año «solamente con gente buena».

Me dijo que Dios no la condenaría porque ella cumplía los mandamientos humanos que me había mencionado arriba (entre otros). Sin embargo, vivir por la gracia del Señor es algo interno y requiere responsabilidad, discernimiento, dominio propio y una relación íntima con Dios.

Para muchos es difícil comprender por qué la gente queda atrapada en una secta falsa. Sin embargo, sumando los seis aspectos ya citados, posiblemente sea más fácil apreciar y compadecerse de la situación de los prisioneros espirituales.

Ahora pasamos a una incógnita más espinosa todavía:
¿Por qué encontramos a tantos ex evangélicos en las sectas y semisectas?

         Las sectas: ¿Una trampa para los evangélicos en particular?

No es de sorprender que los estudios hayan revelado que las sectas están llenas de gente que estaba asistiendo a una iglesia.

Lo que sí desconcierta es la cantidad de ex evangélicos dentro de las sectas. Es bueno enfrentar la realidad y preguntarse por qué está sucediendo y qué podemos hacer para cerrar la puerta trasera de la iglesia a fin de que la gente no se aleje.

 Sin repetir los seis motivos ya mencionados (que, por cierto, son aplicables tanto a evangélicos como a no evangélicos) queremos presentar ciertas prácticas —en especial de los evangélicos— que ayudan a un terreno fértil para el advenimiento de una secta.

1. En nuestros círculos existe una fuerte tendencia a definir el cristianismo por lo que uno hace (orar, asistir a la iglesia, leer la Biblia, testificar, ofrendar, etc.) y por lo que uno deja de hacer (no fumar, no beber, no jugar y otras cosas que varían según la cultura) en vez de por una relación personal con Cristo a través de la Biblia.

La mayoría de las sectas adhieren a las mismas prohibiciones que los evangélicos, y más todavía. Cuando un creyente que sinceramente busca ser más consagrado al Señor, encuentra a un grupo que hace más o ha dejado de hacer más que él (llevando una vida más severa), muchas veces llega a la conclusión de que tal grupo «tiene que ser más cristiano que yo».

Esta forma de representar el cristianismo nos hace vulnerables a las sectas y al mismo tiempo causa que las sectas resulten atractivas. Una íntima amiga de mi esposa le confesó que admira a cualquier persona con una vida más rigurosa que la de ella, y que si no fuera por la buena doctrina enseñada en su iglesia, llegaría a la conclusión de que tal persona es más espiritual que ella.

Durante los últimos tres años notamos un ambiente extraño en una congregación muy querida por nuestra familia. El pastor es un joven dinámico con un profundo anhelo de vivir una vida consagrada al Señor; es lo que predica desde el púlpito. La congregación crecía y estaba haciendo planes para ampliar el templo. Para aliviar la carga de trabajo que tenía Esteban, el pastor, contrataron a un copastor, que parecía un hombre con vasta experiencia. Sutilmente y con el pretexto de ayudar a la congregación a consagrarse más a Dios y a la Biblia, el copastor comenzó a imponer ciertas reglas «más espirituales».

Algunas eran: La mujer debe llevar faldas hasta los tobillos; para el hombre llevar corbata es más espiritual que no llevar corbata; no hay que tener TV en la casa; debe haber aislamiento del mundo en forma extrema; nadie puede enseñar a los hijos con excepción de los propios padres (el copastor llegó a tal extremo que no permitía que sus propios hijos asistieran a la escuela dominical a menos que él estuviera enseñando); no había que juntarse con otras iglesias para no contaminarse.

No sabemos lo que hubiera sucedido después porque la gente más madura de la iglesia comenzó a cuestionar al copastor alegando que había impuesto sus convicciones como si fueran mandamientos divinos. Después de sesiones extraordinarias del cuerpo de ancianos, reuniones congregacionales, chismes y personas heridas, la congregación se dividió.

En ese momento alguien sugirió investigar los antecedentes del copastor. Descubrieron que había sido despedido como profesor de un seminario y que los directores no querían decir por qué; luego había tomado el pastorado de una iglesia y en dos años ésta se había dividido; había aceptado el pastorado de otra congregación, que también terminó dividiéndose.

Como resultado de la investigación, el hombre fue despedido de la iglesia y comenzó su propio grupo, un grupo pequeño de seguidores que se reúne en su casa. La secretaria de la iglesia (divorciada dos veces) era la defensora número uno del copastor, y lo hacía buscando desesperadamente una vida más cerca del Señor.

Es notable que el pastor Esteban originalmente también había creído todo debido a que «la consagración» del copastor lo había conmovido. Esto demuestra una vez más que el legalismo es llamativo, tiene su encanto y hasta personas maduras pueden caer en su trampa.

Por gracia de Dios la iglesia sobrevivió el golpe y está volviendo a crecer. Debido al discernimiento de varios hombres y mujeres maduras fue posible detener el proceso de lavado de cerebro, ¡pero había comenzado!

2. En nuestros círculos es común escuchar la frase «Dios me dijo» o «Dios me guió». 
 La mayoría de nosotros quedamos impactados cuando Dios habla a un individuo. Somos fácilmente manipulados por cualquier dicho que suena espiritual.

Las sectas abundan en todo tipo de frases similares que pretenden provenir de una línea directa del Señor. Primera Reyes 13 relata la historia de un profeta que engañó a otro profeta empleando la frase «…por palabra de Dios me ha sido dicho» (17). Jacob hizo lo mismo cuando engañó a su padre Isaac en Gn. 27:20.

Todos deseamos seguir a un líder fuerte, espiritual, con carisma, es decir un modelo. Cuando a este se le suma la tendencia (en la cultura latina) a pensar que en el pueblo de Dios hay diferentes niveles espirituales, terminamos con una situación ideal para el engañador.

He sido testigo de que la gente acude al pastor o al predicador itinerante imaginando que, simplemente por ser predicador o pastor, goza de un acceso superior al trono de la gracia. Esta tendencia bien podría ser la base para que una persona, aprovechándose de la ingenuidad de los oyentes, forme su propio grupo.

Frente a tales tendencias ofrecemos varios consejos:


    a)      Ser escéptico cuando alguien declara: «Dios me dijo».
Pablo mandó a los tesalonisences, «examinadlo todo; retened lo bueno» (1Ts. 5:21).

    b)      Resistir la tentación de responder a ilustraciones e historias que simplemente apelan a las emociones.
En su lugar, prestar cuidadosa atención al contenido del mensaje y preguntar si las historias ilustran el pasaje o bien sólo recurren al elemento emocional. Es posible evaluar las palabras por medio de las Escrituras pero no existe lo mismo para evaluar las emociones.

    c)      Estar alerta cuando un predicador «usa» (en realidad abusa) de la Escritura en vez de predicar o exponer la Biblia. Cuando una persona cita la Biblia para apoyar sus argumentos, hay que seguir el ejemplo de la gente de Berea (Hechos 17:10–11), investigar si lo que dice es verdad.

Existen varias maneras comunes de usar la Biblia para fines propios en vez de exponer la Palabra de Dios. Menciono cuatro de los más comunes.

En primer lugar, lo más usual es valerse de pasajes fuera de su contexto bíblico.
Empleando versículos fuera de contexto, es factible alegar que algo es Palabra de Dios cuando en realidad se persuade a la gente a creer una mentira.

 El segundo es el método alegórico de interpretar la Biblia en el que cada personaje, objeto o evento representa o significa algo más.
Por ejemplo, escuché a un predicador utilizar la historia de Abigaíl, Nabal y David (1S. 25) en un sentido alegórico. En dicho mensaje David representaba a Dios, Abigaíl al alma humana (o posiblemente al Espíritu Santo, no estaba claro) y Nabal la carne (la naturaleza humana). La idea principal era que hay que crucificar la carne (Dios mató a Nabal). Como consecuencia, Abigaíl y David deben casarse, es decir tiene que haber comunión entre la persona y Dios. Ahora bien, hay excelentes lecciones en este pasaje pero esta alegoría no es una de ellas. Es fácil entender cómo es posible «lavar el cerebro» de la gente valiéndose del método alegórico porque éste se presta para cualquier enseñanza.

La tercera desviación en la predicación de la Biblia que es común en las sectas es tergiversar el pasaje para que respalde conceptos propios.
Fui testigo cuando un predicador (que ya ha establecido su propio grupito) predicó un mensaje sobre Romanos 12. Nuestro hijo, Joel, quien en aquel entonces tenía sólo 12 años, comentó: «Papi, me parece que el pasaje enseña lo contrario de lo que el predicador dijo esta mañana». ¡Joel tenía razón!

Finalmente, hay predicadores que creen que los oyentes deben aceptar lo que ellos dicen sencillamente porque ellos mismos lo han dicho. En efecto, lo que han hecho es sustituir la Palabra de Dios con su propia palabra.

         Por qué es difícil salir de una secta

1. Algunos temen salir debido a lo que les pasaría a ellos y a su familia.
El libro de Hebreos es una exhortación a los destinatarios a perseverar, a seguir en la gracia y a no volver a obras muertas. Los hebreos habían salido de su vida de legalismo y habían entrado en la gracia del Señor, cuando inesperadamente las cosas cambiaron. No solamente fueron perseguidos por los romanos por ser judíos, sino también perseguidos por los judíos por ser seguidores del Mesías. Seguramente lo que pasó por sus mentes fue algo como: «¿Está Dios enojado con nosotros por haber salido de la »sinagoga» (la iglesia madre)? ¡Volvamos a ella!»

Las personas atrapadas en una secta han sido instruidas para creer que «aquí» (en la secta) Dios las ama y las bendice; y «allí» (fuera de la secta) Dios no las ama y tal vez las envíe al infierno. Además, muchos creen en la eficacia de las maldiciones. Al salir de una secta, cualquier cosa insólita que les sucede los lleva a creer que es resultado de una maldición instigada por el grupo. Sin duda ese temor (de una maldición) infundado por parte de muchos sectarios es el fundamento de la decisión de no salir.

2. El apóstol (ungido, siervo, profeta o cómo se llame) se ha sentado «en la cátedra de Moisés» (Mateo 23:2), es decir ha convencido a la gente de que él mismo posee la máxima autoridad y es vocero de Dios. ¿Quién se atrevería a contradecir al vocero de Dios?

Este líder «explota necesidades universales: el ansia de parte de algo, el deseo de cierto orden y seguridad, el querer conectarse con algo más grande que uno, el anhelo secreto de hallar un padre solícito que ofrezca protección y bienestar».

3. Si la secta logra uno de sus propósitos, el interlocutor ha sido apartado de sus familiares y amigos. 
 Este aislamiento causa que la persona esté más ligada al grupo y sea menos capaz de existir sin el grupo. Después de haber tomado la decisión de apartarse de la secta, la muchacha que cuenta su historia en el capítulo 11 permaneció otros seis meses porque «estaba sin amigos».

Un hecho notable a la lucha de quienes quieren salir de una secta lo constituyen aquellos que después de escaparse luchan para encontrar una nueva iglesia. Uno de los motivos se ilustra con la experiencia de un adolescente en México. Después de haber sido engatusado por una secta durante más de dos años, entró en razón, se dio cuenta de que el grupo estaba manipulando su vida y pudo salir. Cuando acudió a mí para pedir ayuda, andaba de iglesia en iglesia, no queriendo echar raíces en ninguna porque, decía, «ya no puedo confiar en nadie, y menos en los líderes».

Otro joven, después de haber salido de una situación similar, me explicó que tampoco se tenía confianza como para tomar la decisión de seleccionar una nueva iglesia. Confesó sentirse paralizado emocionalmente.

Cuando se juntan los varios ingredientes presentados en este capítulo: gente sincera pero crédula, la astucia de Satanás, el encanto del legalismo, las promesas de las sectas, la sagacidad del lavado de cerebro (ver capítulo siguiente), la desesperación de la gente por encontrarle sentido a la vida, la satisfacción al imaginar que uno está en presencia del «vocero de Dios», uno comienza a comprender por qué la gente entra en el mundo de las sectas y por qué simplemente no las abandonan cuando se dan cuenta de que se trata de sectas.


Muchos falsos profetas han salido por el mundo: Estaban con nosotros, pero no eran de nosotros

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
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 ¿Qué es una secta?
   Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos. Por tanto, velad…
(Hechos 20:29–31)

Hace poco leí en los titulares de uno de los diarios de mayor circulación en Buenos Aires: «Invasión de las sectas». Al leer el artículo me di cuenta de que para el autor en «las sectas» estábamos incluidos nosotros, los cristianos evangélicos.

En el primer siglo de nuestra era los judíos consideraban a Cristo y a sus seguidores como una secta. El tema de las sectas es tan candente que durante una cruzada en Brasil, el evangelista Luis Palau se vio obligado a explicar por televisión la diferencia entre una secta y una verdadera iglesia. No es fácil definir la palabra «secta». Una prominente revista secular, después del suicidio de 39 miembros de una secta explicó: «La línea divisoria entre religión y secta, entre fe y fanatismo, a menudo es difícil de trazar». El diccionario Espasa Calpe define secta como «conjunto de seguidores de una parcialidad religiosa o ideología», pero al agregar los sinónimos incluye «herejía».

En este libro consideramos que una secta es un grupo (generalmente sincero) que ha dejado la verdad enseñada en la Biblia y ha ido tras una doctrina extraña y/o un líder con mucho carisma. La secta se compone de elementos doctrinales y sociológicos. Para lograr sus propósitos termina manipulando y controlando a los feligreses.

Al exponer las marcas distintivas de las sectas, veremos que hay iglesias que no son sectas propiamente dichas pero exhiben una o más de las características; todavía no son sectas pero están en peligro de abusar de sus miembros y de convertirse en sectas.

Antes de entrar en el tema específico, es importante para el lector comprender lo siguiente:

1) La iglesia nunca estará libre de falsos profetas.
«Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor…» (2 Pedro 2:1).

No nos sorprendamos de que las sectas estén creciendo, pero al mismo tiempo estemos alertas. En la Biblia también hallamos exhortaciones como: «Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces» (Mateo 7:15); «Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo» (Filipenses 3:2); «…algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrina de demonios» (1 Timoteo 4:1); «Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz» (2 Corintios 11:14).

2) Según el apóstol Juan, la proliferación de las sectas falsas es una señal de que la última hora está cercana.
«Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo» (1 Juan 2:18).

3) Al referirse a las sectas, la prensa (y hasta algunos gobiernos) en Latinoamérica tiene en mente a todos los grupos que no pertenecen a la religión tradicional.

Prueba de ello es que en muchos diarios aparece una lamentable traducción al español del nombre de la secta «Heaven’s Gate» como «Puerta al Cielo». Numerosas iglesias evangélicas se llaman «Puerta del cielo» o «Puerta al cielo».

Los enemigos del evangelio lo han aprovechado para probar que el movimiento evangélico es una secta. El resultado es que al criticar a las sectas falsas por sus necedades y conductas extremas (un ejemplo es la malversación de fondos), incluyen a todos los cristianos evangélicos. Por eso es crucial que la iglesia misma sepa cómo distinguir entre una secta y una verdadera iglesia bíblica.

4) Sólo incluímos sectas que son derivaciones del verdadero cristianismo, y no hace referencia a otras religiones (por ejemplo el budismo, el hinduismo, etc.).

Características básicas de las sectas falsas

   Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo. (1 Juan 4:1)

El apóstol Juan nos exhorta, o mejor dicho, nos ordena probar los espíritus. En realidad uno de los propósitos de 1Juan es el discernimiento, y por ello el estudio de esta epístola resulta idóneo para ayudarnos con este tema. Esta epístola fue escrita hacia fines del primer siglo.

Había pasado suficiente tiempo desde el comienzo de la iglesia como para que herejías, doctrinas extrañas, falsos profetas y engañadores entraran en las congregaciones.2 Primera Juan es el libro más apropiado del Nuevo Testamento para conocer las características básicas de una secta falsa, a fin de poder discernirlas y preparar a los cristianos con sana doctrina para que no caigan en la trampa del enemigo.

Vemos que los cristianos de Berea fueron premiados y llamados «más nobles» porque «día tras día estudiaban las Escrituras para ver si era cierto lo que se les decía» (Hechos 17:11 VP). Debido a que los mismos vientos de doctrina que circulaban en el primer siglo todavía están molestando a la iglesia contemporánea, con urgencia necesitamos escudriñar la Escritura para ver si «estas cosas son ciertas».

1. Salen de nosotros.
La gran mayoría de quienes comienzan una secta falsa tuvieron sus principios en el movimiento cristiano evangélico, como advierte Juan:

   «Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros» (2:19)

Durante una visita a Argentina encontré literatura sobre la iglesia «evangélica» homosexual. Al indagar más, me enteré de que sus líderes anteriormente habían sido pastores de iglesias bíblicas.

En Guadalajara, México, los fundadores de «La Luz del Mundo» también salieron de dos grupos netamente evangélicos.

Es más, hemos recibido cartas (especialmente de Sudamérica) de personas atrapadas en la Iglesia de Unificación, cuyo fundador Sun Myung Moon antes de iniciar su propio grupo había comenzado en una iglesia presbiteriana y luego había sido miembro de una iglesia pentecostal.

Cuando con mi esposa vivíamos en México, «Los Niños de Dios» —ahora conocidos como «La Familia de Amor»— casi se llevaron el grupo de jóvenes de nuestra iglesia. El fundador, el ya fallecido David Berg, antes había sido ministro con la Alianza Cristiana y Misionera.

Jim Jones, el fundador del «People’s Temple», el grupo que se suicidó masivamente en Guyana, profesó su conversión en una Iglesia del Nazareno y luego pastoreó una iglesia carismática. El grupo conocido como «Dios es Amor» que proviene de Brasil, profesa ser una iglesia evangélica pentecostal.

De las sectas más conocidas podemos mencionar a Russell de los Testigos de Jehová, que comenzó en una iglesia congregacional; Mary Baker Eddy, fundadora de la Iglesia de Ciencia Cristiana, quien nació en una familia con tradición bíblica congregacional, y fue influenciada por las doctrinas de un hombre que había pertenecido primero a la iglesia metodista y más tarde a una iglesia pentecostal; José Smith de los mormones fue tocado por el avivamiento evangélico en Nueva Inglaterra en los Estados Unidos de América.

Seguramente cerca de nuestra casa se encuentra funcionado una secta cuyo fundador salió de una sólida iglesia bíblica. Pablo explica:

   «Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos»
(Hechos 20:30)


2. El error básico de la secta falsa radica en lo que cree sobre el Hijo de Dios y por ende sobre el plan de salvación.

   «¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo?» (2:22)

De este versículo deducimos que es posible estar equivocado acerca de la doctrina de Dios Padre o aun de Dios Espíritu Santo y seguir llamándose verdadero cristiano, pero jamás se puede estar equivocado acerca del Hijo de Dios. Juan afirma:

   «Todo aquel que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre» (1 Juan 2:23; véase también 2 Juan 7)

Hace tiempo una persona me escribió preguntando sobre un grupo en Centroamérica. Sucedía que al visitarlo le había impresionado el ambiente de «amor» y no le había parecido tan diferente de su iglesia a la que había asistido durante años. Después de investigar el tema, encontré en el grupo algo que Pablo seguramente denominaría «doctrinas de demonios» (1 Timoteo 4:1). Entre otras cosas, descubrí que ese grupo sostiene que Jesucristo evolucionó hasta llegar a ser un dios, y alega que Jesucristo y Satanás son hermanos. A este grupo Juan diría: «Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios» (2Jn. 9).

Pasé varias horas escribiendo una cuidadosa contestación a la carta. Tres semanas más tarde recibí la respuesta, mejor dicho una protesta acusándome de que yo había falseado la doctrina del grupo y que era imposible que lo que yo decía fuera verdad. Como por mi parte había hecho un estudio cauteloso y sabía que yo tenía razón, entonces en mi réplica le expliqué a esta persona que aunque un grupo hasta el momento no hubiera enseñado cierta doctrina, ésta igualmente forma parte de sus creencias. Muchas sectas esperan hasta que la persona sea parte integral del grupo para entonces revelar las grandes doctrinas falsas, que generalmente tienen que ver con la persona de Cristo.

   «Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo»
(Judas 4)

3. Emplea material extrabíblico colocándolo al mismo nivel que la Biblia.
 Puede ser algo escrito como El libro del Mormón o Las cartas de MO (David «Moisés» Berg, de «La Familia de Amor»), o la palabra de un líder caudillo —como el ejemplo del joven pastor que presentamos al comenzar este libro.

Aduciendo «revelaciones directas de Dios», esta clase de líder (generalmente llamado profeta, apóstol o ungido) controla a los miembros del grupo. Recuerdo un triste incidente en un país de Centroamérica. Durante el culto el líder de la iglesia recibió la «revelación» de que una mujer soltera tenía que casarse con cierto hombre en la congregación.

En forma inmediata celebraron el casamiento (por cierto no legal). La dama, que no estaba de acuerdo pero a la vez no quería oponerse al ungido de Dios, luego admitió: «Aquella noche básicamente fui violada».

Lo que más me molesta de este incidente es que los líderes de la congregación tratan a los miembros como si no fueran «coherederos de la gracia de la vida» (1 Pedro 3:7), como si no tuvieran capacidades espirituales (1 Corintios 12) con derecho al acceso directo al trono de la gracia (He. 4:16), como si fueran súbditos a quienes pueden manipular por su palabra.

4. Alegan que son los únicos con la verdad.
 La mayoría de las sectas profesan haber encontrado la iglesia y la doctrina «ideal» y su razón de ser es no seguir cometiendo los errores de las demás iglesias.

Es propio decir que Jesús es el único camino porque la Biblia lo enseña (Juan 14:6), pero es totalmente diferente decir que mi iglesia o el grupo al que asisto es el único con la verdad, y como consecuencia los demás no son salvos o, peor todavía, que están bajo el control de Satanás. En un grupo de ese tipo la salvación no consiste tanto en ir a Cristo sino en ir a un grupo o iglesia, o en un sistema de obras humanas. Declarándose los únicos poseedores de la verdad, ciertos grupos no permiten que sus miembros pisen el umbral de otra iglesia.

Hace poco mi hijo Joel, a quien Dios le ha dado una preocupación especial por los que están atrapados en doctrina falsa, asistió a la iglesia de unos amigos a quienes había estado testificando de su fe. Joel me comentó que el culto fue similar al de una iglesia evangélica, pero con una diferencia notable: cuando la gente pasaba a dar testimonio ninguno alababa al Salvador Jesús sino que toda la alabanza estaba dirigida a la iglesia en sí.

Dar la gloria a otro es peligroso porque Dios mismo declara: «…a otro no daré mi gloria ni mi alabanza a esculturas» (Is. 42:8).

5. Emplean sólo porciones de la Biblia, y generalmente fuera de contexto. 
Fundamentan su doctrina en unos pocos pasajes de la Escritura, pero ¡cuidado! pues llegan a ser expertos en los pasajes que apoyan sus creencias.

Hace tiempo José, un miembro de nuestra iglesia, tuvo un encuentro con un miembro de una semisecta y se sentía confundido porque el hombre había declarado que José no era salvo por no haber sido bautizado de la manera prescrita en su iglesia.

Grupos así son peligrosos pues conocen muy bien su doctrina y ciertos versículos —generalmente oscuros— que apoyan tal doctrina, y se valen de ellos para confundir a la gente. José no fue el único caso; a otros miembros de nuestra iglesia les han dicho que no son salvos porque celebran la Navidad, toman café, comen carne, no dan su diezmo a cierto grupo, y varias otras cosas relacionadas con la manera de vestir, el maquillaje, etc. El apóstol Pablo debió enfrentarse con muchas de las mismas creencias (y aun más), y como respuesta escribió:

   «Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo…. Pues si habéis muerto con Cristo en cuanto a los rudimentos del mundo, ¿por qué, como si vivieseis en el mundo, os sometéis a preceptos tales como: No manejes, ni gustes, ni aun toques (en conformidad a mandamientos y doctrinas de hombres), cosas que todas se destruyen con el uso? Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne»
(Col. 2:16–17, 20–23)

6. Emplean terminología bíblica pero con su propia definición de los distintos términos. 
Si cerca de su casa funciona una secta y usted llega a conversar con uno de sus integrantes, sugiero que le pregunte el significado de las siguientes palabras: salvación, pecado, redención, anticristo, evangelismo, reino de Dios, Hijo de Dios, Cuerpo de Cristo, justificación por la fe.

Luego, entonces, compare lo que ellos dicen con el significado bíblico. ¡Cuidado! Quizá al principio las definiciones de la secta tengan apariencia de verdad. Por eso es tan importante el discernimiento. Si Bernabé pudo ser arrastrado y engañado por falsa doctrina (Gá. 2:13), cuánto más nosotros.


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