sábado, 4 de junio de 2011

Atrévete a Ser Santo: Esperar en Dios


Atrévete a Ser Santo: Esperar en Dios
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 16MB | Idioma: Spanish | Categoría: Preparación Ministerial
Información
contenido
  I Descender hacia la santidad  
  Seamos santos  7
 2 La Biblia como guía  35
 3 Liberación del orgullo  47
 4 Arrepentirnos  63
 5 Cambio verdadero  79
 6 Adorar en espíritu y en verdad  93
 7 Unción y santidad  
 8 Dios nos hace justos  3
  II El camino de la santidad  47
 9 Esperar en Dios  5
 0 Dios vive en nosotros  63
  Contemplar a Cristo  87
 2 Una iglesia apasionada  205
 3  Una iglesia unida  227
  Apéndice: Discernir la verdad  243
  Notas  257
Dios es Santo y por su gracia, él nos declara santos en Cristo. Pero, ¿podemos nosotros, seres pecadores, llegar a ser santos? Siendo imperfectos y finitos, ¿cómo podemos imitar a un Dios perfecto e infinito? ¿Es esta una meta imposible o un llamado de Dios que puede ser cumplido?
John White aborda estos temas con la intensidad y franqueza que lo caracteriza. Comparte su experiencia personal y la de otros cristianos. Además, se nutre en el legado de los puritanos y en otras fuentes de la tradición cristiana, que tenían mucho para decir acerca de los desafíos y las satisfacciones de una vida de santidad personal.
En este libro usted encontrará temas tales como: el deseo de Dios de que seamos verdaderos adoradores, cómo contemplar a Cristo, de qué manera esperar en Dios y meditar en su Palabra. También se abordarán asuntos vitales de la vida cristiana, como el arrepentimiento, el fruto del Espíritu Santo, la pureza, la humildad y la santidad de la iglesia.
Vencemos al pecado en la medida en que alimentamos la vida de Dios en nosotros, afirma el autor. Si usted desea acercarse más a Dios y experimentar más santidad en su vida, encontrará fuerza y estímulo en estas páginas.
John White es autor de muchos libros, entre ellos: Oración: un diálogo que cambia vidas, Hacia la sanidad sexual, Cuando el Espíritu Santo llega con poder y La lucha. Se graduó como médico y psiquiatra, y sirvió en la iglesia tanto en Bolivia y Argentina como en Canadá y los Estados Unidos.
Antes se decía que podíamos hacer cualquier cosa siempre que no dañáramos al prójimo. Actualmente, en cambio, los abogados defienden a individuos que han cometido graves daños contra otros. Tenemos un sistema jurídico por el que los abogados, aprovechando tecnicismos legales, logran que no se encarcele a ladrones y criminales; hay abusadores de niños que salen de la cárcel por buena conducta, y por otro lado hay personas inocentes injustamente condenadas. La gente protesta por estos y muchos otros motivos.
El mundo percibe que la iglesia no está mucho mejor, y está casi acertado. Los cristianos tenemos ambiciones de dinero, sexo y poder. Abundan los escándalos en la iglesia, y tenemos un índice increíblemente elevado de pecado. Los consejeros cristianos, a los que muchos creyentes recurren en busca de ayuda, tienden a desestimar la disciplina eclesiástica. Aun si están de acuerdo con la idea de que la iglesia debe disciplinar, se ven atrapados en un conflicto de lealtades, ya que deben mantener el carácter confidencial de la consulta. Los consejeros cristianos podrían estar contribuyendo, sin poder evitarlo, a perpetuar el comportamiento pecaminoso de la iglesia en lugar de cooperar en la solución del problema.
¿Qué hacer, entonces? Con demasiada frecuencia, es el mundo el que marca el rumbo para la iglesia, cuando debiera ser esta la que guíe al mundo. La iglesia puede hacerlo, una vez que comienza a ser invadida por la santidad de Dios. Dios es un Dios santo. Pronto llegará el día en que el mundo temblará ante la santidad de Dios que será visible a través de la iglesia.
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El Misterio del Espíritu Santo: Estudio Neumatológico para Obreros y Ministros Cristianos

El Misterio del Espíritu Santo: Estudio Neumatológico para Obreros y Ministros Cristianos
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 1000Kb | Idioma: Spanish | Categoría: Pneumatología
Información
Prefacio                  7
1  ¿Quién Es el Espíritu Santo?          9
2  El Espíritu Santo Es Dios          17
3  El Misterio de la Trinidad        
4  Esencia y Persona: Explorando el Misterio de la Trinidad
5  El Espíritu Santo en la Creación
6  La Nueva Génesis: El Espíritu Santo y la Regeneración
7  Sanos y Salvos por el Espíritu Santo
8  El Bautismo del Espíritu Santo
9  El Fruto del Espíritu
10  El Otro Consolador
“El Espíritu Santo no deja huellas en la arena”. Estas palabras provienen de la obra clásica de Abraham Kuyper sobre el Espíritu Santo. Jesús sí dejó huellas en la arena. Él era Dios encarnado, Dios con una naturaleza humana.
Cuando sus discípulos caminaron con Él, podían oír su voz, tocar sus manos y ver la arena moviéndose entre sus pies mientras Él pisaba las costas del Mar de Galilea. 
Pero el Espíritu Santo es como el viento. Jesús dijo “El viento sopla donde quiere, y oyes su sonido, pero no
sabes de dónde viene ni adónde va” (Juan 3:8). No podemos capturar el viento en una botella. Es escurridizo
y misterioso, y sin embargo, es real. Vemos los efectos del viento  árboles encorvándose y balanceándose en la brisa; banderas agitándose . Vemos la devastación producida por el huracán feroz. Vemos el océano violentarse a causa de un vendaval. Somos refrescados por los suaves céfiros de un día de verano. Sabemos que el viento está allí.
  Lo mismo sucede con el Espíritu Santo. Es intangible e invisible. Sin embargo, su obra es más poderosa que el más feroz de los vientos. El Espíritu genera orden a partir  del caos y belleza a partir de la fealdad. Puede transformar un hombre cubierto de ampollas de pecado en un modelo de virtud. El Espíritu cambia a las personas. El Autor de la vida es también el Transformador de la vida.
  Puesto que el Espíritu es misterioso, somos vulnerables a las supersticiones y distorsiones de su Persona y su obra. Debemos aquí escuchar cuidadosamente a la Escritura mientras ésta nos revela el carácter de Dios el Espíritu Santo.
  Este libro se trata de Él, quien es la Tercera Persona de la Santa Trinidad. El libro ha sido escrito para el laico serio y busca evitar tecnicismos teológicos indebidos. Algunas secciones requerirán un pensamiento  profundo. Algunas exploran lo abstracto porque es inevitable si hemos de crecer en nuestra comprensión del
Espíritu.
  El libro ha sido escrito para quienes anhelan una vida espiritual más profunda, un resultado que no puede  obtenerse sin el Espíritu, Aquel que santifica.
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Estudios de Teología Bíblica: Capacitación a nivel de Seminario Bíblico

Estudios de Teología  Bíblica: Capacitación a nivel de Seminario Bíblico
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 2000Kb | Idioma: Spanish | Categoría: Teología Bíblica
Información 
Introducción General           4
Introducción a la Teología        5
Los Credos y las Confesiones        22
La Doctrina de Dios          46
Jesucristo            72
El Espíritu Santo          99
El Ser Humano            129
Las principales áreas que se verán en esta obra son:
  Biblia
  Teología
  Pastoral
  Espiritualidad
  Misionología 
Introducción General           4
Salvación            5
Predestinación            22
La Iglesia            54
Los Sacramentos          96
El Reino de Dios          135
Escatología            166
La Salvación es de Dios
Un Estudio Soteriológico desde la Perspectiva Reformada 
I. Introducción:
A. Resumen de los Temas Anteriores
1. Dios es Soberano y Santo
2. El Ser Humano es Pecador
B. Presentación del tema
C. Definiciones
1. Soteriología
2. Salvación
D. La Historia de la Salvación
1. En el Antiguo Testamento
2. En el Nuevo Testamento 
II. El Orden de la Salvación
A. El Conocimiento de Dios
B. Predestinación, o Elección
1. Definición
2. La Elección es Obra de Dios
3. La Enseñanza Bíblica Sobre la Elección
4. Un Conflicto Aparente y Un Balance
5. La Reprobación
6. Objeciones y Respuestas en torno a la Elección
C. El Llamado de Dios
D. Regeneración
E. Conversión
F. Justificación
1. La Remisión de los Pecados
2. La Aplicación de la Justicia de Jesucristo
G. Santificación
1. La Santificación es Victoria
2. La Santificación es Batalla
3. Los Medios de la Santificación 
4. El Objetivo de la Santificación
H. Perseverancia
1. Definición
2. La Base de la Seguridad
3. La Promesa de la Seguridad
4. El Sello de la Seguridad
5. La Protección de la Seguridad
I. Glorificación 
III. Conclusión
Yo era un nuevo convertido cuando  fui  a visitar a un amigo inconverso. Él era un joven muy decente, pero lamentablemente, él, como yo, había caído en las drogas y otros males. Éramos muy buenos amigos, pues  en unos diez años habíamos compartido juntos buenas y malas experiencias. Cuánto quería yo compartir mi nueva fe con él! Cuando le dije que era salvo, él me pregunto, "de qué?" Creía que yo me refería más bien a que yo me había salvado o librado de la policía. Traté de explicarle, pero él demostró no tener idea alguna de lo que le estaba hablando, no entendía el concepto bíblico de la salvación.

Pero, Qué es la salvación? es una pregunta importantísima. Otra es, Cómo se obtiene la salvación? Este estudio pretende contestar estas preguntas, y otras relacionadas al tema de la salvación.
Haremos un énfasis especial sobre la aplicación de la salvación, o sea, cómo la salvación llega al ser humano. Y al final, investigaremos cómo uno puede saber si es salvo o no.

Sin embargo, antes de proceder con este estudio específico, es necesario volver y tocar algunos puntos anteriores como base para éste.

A. RESUMEN DE TEMAS ANTERIORES
1. Dios es Soberano y Santo 
Antes de iniciar un estudio acerca de la salvación, hay que tener como fundamento un entendimiento adecuado de quién es Dios. Ya hemos estudiado sobre la persona y la obra de Dios el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo en los estudios anteriores a éste.

Primeramente, el hecho de que Dios es soberano establece la base de toda la teología. Que Dios es soberano significa que él es el único rey soberano de todo lo que existe
porque:
"en virtud de su obra creativa le pertenecen los cielos, la tierra, y todo lo que ellos contienen. Reviste plena
autoridad sobre los ejércitos del cielo y los habitantes de la tierra. Sostiene todas las cosas con su omnipotencia y determina la finalidad que cada uno está destinado a servir." (Teología Sistemática, Luis Berkhof; pag. 88) 

La soberanía de Dios es un tema dominante y básico en la Biblia. Desde la creación hasta la culminación, Dios se manifiesta como rey soberano. Es difícil escoger textos que afirmen la soberanía de Dios, porque son demasiados! Sin embargo, hay algunos que abarcan mucho en pocas palabras, como: 
Salmo 115:3:" Nuestro Dios está en los cielos. Todo lo que quiso ha hecho"

Jeremías 32:27: "He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne: habrá algo que sea difícil para mí?" 

Qué significa la soberanía de Dios en cuanto a la salvación? Fácil, si Dios es  soberano sobre todo, entonces, es soberano en cuanto a la salvación también. La salvación de un pueblo, obviamente un proyecto importante para Dios, no es algo fuera de su control o alcance. Él determina la salvación en todos sus aspectos igual como determina todas las otras cosas. Los textos que enseñan esta verdad también son muchos, pero basta mencionar solamente dos: 
Juan 6:44: "Ninguno puede venir a mí, si el Padre quien me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero". 
Efesios 1:11:  "En él también recibimos herencia, habiendo sido predestinados según el propósito de aquel que realiza todas las cosas conforme al consejo de su voluntad..."  
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Teología Sistemática: Curso Programado a Nivel Instituto - Universidad


Teología Sistemática: Curso Programado a Nivel Instituto - Universidad
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 1000Kb | Idioma: Spanish | Categoría: Estudios Pastorales
Información 
LA ESFERA DE LA TEOLOGÍA Y LA TEOLOGÍA
CRISTIANA
Lección 1 Lectura del Texto, Capítulo I – La Idea y las Relaciones de la Teología
Lección 1 Guía de Estudio
Lección 1 Preguntas de Estudio
Lección 2 Revisión de las Preguntas de Estudio, Lección 1
Lectura del Texto, Capítulo II – Las Fuentes de la Teología
Lección 2 Guía de Estudio
Lección 2 Preguntas de Estudio
Lección 3 Revisión de las Preguntas de Estudio, Lección 2
Lectura del Texto, Capítulo III – Sistemas y Métodos
Lección 3 Guía de Estudio
Lección 3 Preguntas de Estudio
Lección 4 Revisión de las Preguntas de Estudio, Lección 3
Lectura del Texto, Capítulo IV – La Teología en la Iglesia
Lección 4 Guía de Estudio
Lección 4 Preguntas de Estudio
Lección 5 Revisión de las Preguntas de Estudio, Lección 4
Lectura del Texto, Capítulo V – La Religión Cristiana
Lección 5 Guía de Estudio
Lección 5 Preguntas de Estudio
Lección 6 Revisión de las Preguntas de Estudio, Lección 5
Lectura del Texto, Capítulo VI – La Revelación Cristiana
Lección 6 Guía de Estudio
Lección 6 Preguntas de Estudio
Lección 7 Revisión de las Preguntas de Estudio, Lección 6
Lectura del Texto, Capítulo VII – La Inspiración de las Escrituras
Lección 7 Guía de Estudio
Lección 7 Preguntas de Estudio
Lección 8 Revisión de las Preguntas de Estudio, Lección 7
Lectura del Texto, Capítulo VIII – El Canon
Lección 8 Guía de Estudio
Lección 8 Preguntas de Estudio
PARTE II. LA DOCTRINA DEL PADRE
Lección 9 Revisión de las Preguntas de Estudio, Lección 8
Lectura del Texto, Capítulo IX – La Existencia y la Naturaleza de Dios
Lección 9 Guía de Estudio
Lección 9 Preguntas de Estudio
Lección 10 Revisión de las Preguntas de Estudio, Lección 9
Lectura del Texto, Capítulo X – Los Nombres y los Predicados Divinos
Lección 10 Guía de Estudio
Lección 10 Preguntas de Estudio
Lección 11 Revisión de las Preguntas de Estudio, Lección 10
Lectura del Texto, Capítulo XI – Dios como Realidad Absoluta
Lección 11 Guía de Estudio
Lección 11 Preguntas de Estudio
Lección 12 Revisión de las Preguntas de Estudio, Lección 11
Lectura del Texto, Capítulo XII – Dios como Eficiencia Infinita
Lección 12 Guía de Estudio
Lección 12 Preguntas de Estudio
Lección 13 Revisión de las Preguntas de Estudio, Lección 12
Lectura del Texto, Capítulo XIII – Dios como Personalidad Perfecta
Lección 13 Guía de Estudio
Lección 13 Preguntas de Estudio
Lección 14 Revisión de las Preguntas de Estudio, Lección 13
Lectura del Texto, Capítulo XIV – Los Atributos de Dios (1)
Lección 14 Guía de Estudio
Lección 14 Preguntas de Estudio
Lección 15 Revisión de las Preguntas de Estudio, Lección 14
Lectura del Texto, Capítulo XIV – Los Atributos de Dios (2)
Lección 15 Guía de Estudio
Lección 15 Preguntas de Estudio

¿Por qué estudiar Teología? ¿Qué es la Teología? ¿Qué se entiende por losdiversos aspectos de la Teología que estudiaremos en este curso y en los cursos siguientes? Nuestro estudio tratará con la disciplina de la Teología. En su sentido más general, el término teología significa el estudio o la ciencia de Dios. Sin embargo, es necesario expandir su alcance para incluir el estudio de ciertas áreas vitales relacionadas,especialmente las concernientes a las obras de Dios y a las relaciones entre Dios y los hombres. En un estudio como el que estamos emprendiendo, es de suma importancia que entendamos el significado de las palabras. Esto se aplica tanto a las palabras contenidas en los pasajes bíblicos que se han de considerar, como a las palabras que hemos de utilizar para la formulación de nuestras afirmaciones acerca de las enseñanzas que encontramos en la Biblia. No puede haber precisión en nuestro pensamiento a menos que entendamos de qué estamos hablando y a menos que asociemos el mismo significado a las palabras que utilizamos. Las diferencias de entendimiento en cuanto al significado de las palabras da como resultado una falla en la comunicación. Entonces, de la falta de comunicación surgen las diferencias de opinión, o al menos las diferencias en la expresión de las opiniones, y de ahí eventualmente las falsas doctrinas.
Toda ciencia o disciplina tiene su vocabulario especializado, lo cual es cierto también para la Teología. Su campo de interés particular crea la necesidad de cierto vocabulario especializado. Los casos en los que no se puede evitar el uso de vocabulario técnico son los siguientes:
  1. Términos teológicos especiales que no tienen vocablos equivalentes en ellenguaje común.
  2. Términos técnicos tan establecidos en el uso teológico, que el estudiante debe conocerlos cuando los encuentra en su lectura.
  3. Términos generalizados para un grupo o clase. Con frecuencia se quiere hacer referencia a varios elementos distintos como pertenecientes a una clase. Para ello se necesita un término especial, pues de lo contrario se debe enumerar cada vez que se hace referencia a los objetos o ideas bajo discusión. Por ejemplo, notamos que hay diversos tipos de organizaciones religiosas, las cuales se identifican con diferentes nombres.
Algunas son iglesias. Algunas no quieren ser llamadas iglesias y prefieren otro tipo de designación. De modo que encontramos denominaciones, asociaciones, comunidades, alianzas, convenciones, entre otros. Necesitamos un término que incluya a todas ellas en una sola frase, por lo que podemos hablar de organizaciones eclesiásticas.
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Setenta Veces Siete: Las Veces que menciona el Señor Jesucristo



Setenta Veces Siete: Las Veces que menciona el Señor Jesucristo
Tipo de Archivo: PDF| Tamaño: 1000Kb | Idioma: Spanish | Categoría: Crecimiento Espiritual
Información 
Índice
agradecimientos  v
introducción  x
¿se puede perdonar a semejante hombre?  1
resentimiento y amargura  4
el perdón en la vida diaria  9
el perdón en el matrimonio  25
perdonar cuando no hay reconciliación  33
padres abusivos  39
venciendo al odio con el amor  49
el perdón ante el prejuicio  62
“bendigan a los que les persiguen”  75
perdonar a Dios  87
perdonarnos a nosotros mismos  93
el perdón a través de la confesión  102
el perdón y la comunidad  109
“yo hago nuevas todas las cosas”  116
acerca del autor  120

Cuando me pidieron que escribiera la introducción al libro “Setenta veces siete”, cuyo tema es la potencia del perdón, pensé acerca del tema, permitiendo que la mente se me volviera a los años 40 y 50, a los “guetos” de nueva york, donde la violencia era y sigue siendo parte de la vida.
Son tantas las veces que he oído a alguien decir: “oK, oK, te perdono, pero jamás lo olvidaré”, o negarse del todo a perdonar. Yo he sido uno de los innumerables que han hecho esa misma promesa amargada. Recuerdo el trauma doloroso que sufrí cuando murió mi madre, Dolores. Ella tenía 34 años, yo 17. le tenía rabia a Dios por no haber dejado a mi madre con vida, y me negué a perdonar a Dios por haber sido tan desconsiderado. Al pasar el tiempo, le perdoné a Dios, pero por muchísimo tiempo no pude olvidar, pues todavía ardía en mi corazón un gran dolor.
A los 22 años de edad me envolví en una serie de robos armados con tres otros hombres. al cometer el último robo armado, hubo un tiroteo con la policía. Fui herido por uno de los agentes, y a mi vez lo herí a él.
El policía se recuperó; de lo contrario, yo no estaría escribiendo estas líneas, pues hubiera sido ejecutado en la silla eléctrica del presidio de Sing Sing.
mientras me recuperaba en el hospital Bellevue, en el piso de los presos, uno de los tres bandidos, llamado Ángelo, le contó todo al fiscal a cambio de clemencia. Ángelo era como un hermano mío; ambos nos habíamos criado en la misma cuadra de la calle 104. Cuando los policías de la comisaría número 23 lo amenazaron con darle una paliza tal que su propia madre no lo iba a reconocer, Ángelo me delató por mi parte en previos robos cometidos sin armas. Se había quedado callado lo más que pudo, pero al fin se le derramaron las palabras y contó a los policías lo que era y lo que no era.Cuando me dieron de baja del hospital Bellevue, me encarcelaron en las tumbas de manhattan, en center Street 100, para esperar mi juicio.
Supe que todo lo que Ángelo había confesado me lo echaron encima a mí. Total, para acortar un cuento largo, en el 1950, nueve meses más tarde, me dieron dos sentencias: una de cinco a diez y otra de cinco a quince años, a labor dura, a cumplirse concurrentemente, primero en Sing Sing y después en comstock (institución correccional “great meadows”).
De vez en cuando, a través de los años, me enfurecía con Ángel y su traición que me había dejado con dos órdenes de detención pendientes por robo armado en el Bronx. de noche en mi celda, fantaseaba acerca de las formas en que iba a matar a Ángelo, o por lo menos apalearlo hasta que me implorara que lo mate. en la calle, habíamos sido como hermanos, y yo lo había querido a él como tal. Pero ahora, en la prisión, le tenía odio; lo único que quería era vengarme por lo que me había hecho. En verdad, a través de los años luché contra esos sentimientos asesinos; hasta solía orar para quitarme esos pensamientos violentos de la mente. A veces me olvidaba de Ángelo por largo tiempo, pero cuando menos lo esperaba, el recuerdo de su traición se me brotaba de nuevo por dentro.
Al fin me soltaron en 1957, para enfrentar las dos órdenes de detención en el Bronx, por las cuales me podrían haber dado una sentencia de 17 a 35 años. Pero gracias a Dios, por mi buen comportamiento y mis
estudios en comstock, me dieron libertad bajo palabra y con orden de presentarme una vez por semana ante dos oficiales diferentes.
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MANUAL DE LIBERACIÓN: Leerlo - Estudiarlo ¿Aplicarlo?


 
MANUAL DE LIBERACIÓN: Leerlo - Estudiarlo ¿Aplicarlo?
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 2MB | Idioma: Spanish | Categoría: Batalla Espiritual
Información 
INDICE
Capitulo 1  ……………………………………………… 3
La creación de los ángeles
Capitulo 2  ……………………………………………… 18
Satanás y su gobierno
Capitulo 3  ……………………………………………... 32
La carne, el pecado y su filosofía
Capitulo 4  ……………………………………………. . 41
Otras luchas
Capitulo 5  ……………………………………………… 45
La contaminación espiritual
Capitulo 6  ……………………………………………… 64
Las maldiciones
Capitulo 7  ……………………………………………… 75
¿Quiénes pueden necesitar liberación?
Capitulo 8  ……………………………………………… 80
El Rechazo
Capitulo 9  ……………………………………………… 86
La ministración

Génesis  1  declara  que Dios  creó  todas  las  cosas  de  la  tierra,  incluso  al  hombre,  corona  de  la creación. Como el hombre no estaba presente en el momento del acto creador, su creación es una cuestión  de  revelación.  La  creación  de  los  ángeles  también  nos  ha  sido  declarada  por  Dios.
Salmo 148:2­5 señala que los ángeles con todo su ejército, y también el sol,  la luna,  las estrellas y  la  inmensidad  de  los  cielos  son  producto  de  la  creación  de Dios.  Juan  1:1­3  enseña  que  el Señor Jesucristo, el Verbo eterno, creó todas las cosas, Jesús actuó como agente creador de Dios, ya que “todas  las cosas por él  fueron hechas, y sin él nada de  lo que ha sido hecho  fue hecho” (Jn.1:3). Y, lógicamente, ahí se incluye a los ángeles.
El apóstol Pablo, no obstante, declara específicamente que Cristo, quien es a su vez Dios, es el creador de  todas  las cosas,  incluso de  los ángeles. El Eterno Hijo de Dios  fue  la causa de  toda criatura, “porque en él fueron creadas todas  las cosas,  las que hay en  los cielos y  las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue  creado  por medio  de  él  y  para  él”  (Col.1:16).  Una  terminología  parecida  se  aplica  a  las criaturas  angélicas  en Efesios  6:12  y Romanos  8:38,  lo  que  nos  permite  interpretar  que Pablo indica a Cristo como el creador de todos los ángeles. El es su origen y de él dependen su cuidado y su continuidad, Cristo es su soberano.
En  el  rabinismo  está  prohibido  el  culto  a  los  ángeles  (Col.  2:18; Ap.  19:10  22:8­9)  critican  el culto  a  los  ángeles  y  no  permiten  la  adoración  de  un  ángel.  Los  saduceos  no  creían absolutamente  en  los  ángeles,  los  fariseos  los  admitían,  pero  con  cautela.  Los  libros  apócrifos tardíos como Crónicas, Ester, Ben sira, Sabiduría y Macabeos o no mencionan  los ángeles o  lo hacen  con  parsimonia.  Sin  embargo,  la  literatura  apócrifa  otorga  extraordinaria  importancia  a ángeles y demonios.
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viernes, 3 de junio de 2011

Gracia Para Todo Momento: Reflexiones Espirituales para Cada Día


 
Gracia Para Todo Momento: Reflexiones Espirituales para Cada Día
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 3MB | Idioma: Spanish | Categoría: Ejercicio Espiritual
Información 
Entonces Dios dijo: 
«Hagamos a los seres humanos a
nuestra imagen, a nuestra semejanza».
Génesis    1.26  
Ahora, imagina la creatividad de Dios. De todo lo que nosotros no sabemos acerca de la creación, hay una cosa que nosotros sí sabemos: Él lo hizo con una sonrisa.
Él debe haber tenido una especie de estallido creativo. Pintar las rayas en la cebra, colgar las estrellas en el cielo, poner el oro en la caída del sol. ¡Qué creatividad!
Estirar el cuello de la jirafa, poner la trepidación en las alas del pájaro burlón, poner la risa en la hiena.
Qué tiempo tuvo Él. Como un carpintero silbador en su taller, amó cada parte de esto. Se puso a sí mismo en el trabajo. Tan intensa fue su creatividad que se tomó un día libre al final de la semana solo para descansar.
Y luego, como final de un brillante acto, hizo al hombre. Con su típica sagacidad creativa comenzó con un montón de polvo sin ninguna utilidad, y terminó con una invalorable especie llamada «ser humano». Un ser humano que tuvo el único honor de usar el sello «a su imagen».

Dios el Se ñ o r hizo túnicas de pieles de animales, y con ellas vistió al hombre y a su mujer.
Génesis    3.21
Esta frase muy sencilla nos sugiere tres escenas poderosas.
Escena 1: Dios mata un animal. Por primera vez en la historia de la tierra, el suelo se mancha de sangre. Sangre inocente. El animal no cometió pecado. La criatura no merecía morir. Adán y Eva sí lo merecían. La pareja merecía morir, pero vivió. El animal merecía vivir, pero murió. En la primera escena se derrama sangre inocente.
Escena 2: Se hace ropa. El diseñador de las estrellas ahora se convierte en sastre.
Y en la  
Escena 3: Dios los viste.
Adán y Eva ya van de camino a la salida del Edén. Se les dijo que se fueran, pero ahora Dios les dice que se detengan un momento. «Con esas hojas de higuera», les dice sacudiendo la cabeza, «no van a conseguir nada». Y les hace algo de ropa. Pero no les tira la ropa a los pies y les dice que se vistan. Él mismo lo hace. «Estate quieto, Adán, a ver cómo te queda». Igual que lo haría una madre con su hijo. Como haría un padre con un niño de preescolar, subiéndole la cremallera. Como hizo un médico, cubriendo con su bata a una chica asustada. Dios los cubre.
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Un Libro Que trae Cierto Misterio: El Libro de Enoc


Un Libro Que trae Cierto Misterio: El Libro de Enoc 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: 2MByte | Idioma: Spanish | Categoría:  Libros Apócrifos
Información 
Mencionan al Libro de Enoc   las epístolas canónicas de Judas (6 y  14-16) y 2 Pedro (2:4), así como la no canónica de Bernabé y los escritos de Justino (100-165), Atenágoras (170); Tatiano (110-172); Ireneo,  Obispo de Lyon (115-185); Clemente de Alejandría (150-220); Tertuliano (160-230); Lactantio (260-325) y además los de Metodio de Filipo, Minucius Felix, Comodiano y Prisciliano (m. 385). Evidentemente  tiene  un  trasfondo  judaico  y  gnóstico  muy  marcado  (la  referencia   permanente a un Génesis y la referencia permanente a la separación  del bien y el mal separando carne de espíritu), también está lleno de   contactos angélicos y abducciones, y pertenece al orden de la llamada  literatura de género apocalíptico. En cuanto a la  soteriología, obsérvese el énfasis sobre la apelación a una conducta retributiva hacia el   “Señor de los espíritus”. Prácticamente la salvación está contada en  términos de imprecación y castigo, y no de rogativa a favor de los injustos necesitados de ella.


Capítulo 108

1 [Otro libro que escribió ‘Enoc para su hijo Matusalén y para
aquellos que vendrán después de él y guardarán la ley en los
últimos días.
2 Vosotros habéis obrado bien, esperad estos días hasta que  el
final sea consumado para los que obran mal y hasta que sea
consumido el poder de los pecadores.
3 Esperad porque verdaderamente el pecado pasará y el
nombre de los pecadores será borrado del  libro de la vida y
del libro de los santos; y su semilla será destruida para
siempre, sus espíritus serán muertos, se lamentarán en un
desierto caótico y arderán en el fuego porque allí no habrá
tierra.
4 Observé allí una nube que no se veía bien porque a causa de su
profundidad no podía mirar por encima; vi una llama de fuego
ardiendo resplandecer y como montañas brillantes que daban
vueltas y se arrastraban de un lado para otro.
5 Le pregunté a uno de los ángeles santos, que iba conmigo, y le
dije: "¿Qué es se objeto brillante?"
Porque no es el cielo sino solamente una llama brillante que
arde y un estruendo de gritos, llantos, lamentos y gran
sufrimiento.
6 Me dijo: "A este lugar que ves allí son arrojadas las almas
de los pecadores, de los impíos, de los que obran mal y de
todos aquellos que alteren lo que el Señor ha dicho por boca de
los profetas, lo que será.
7 Porque algunas de estas cosas están escritas en libros y otras
grabadas en lo alto del cielo para que los ángeles y los santos las
lean y sepan lo que ocurrirá a los pecadores, a los espíritus
humildes, a quienes han afligido sus cuerpos y han  sido
recompensados por Dios y a quienes han sido ultrajados por los
malvados;
8 a quienes han amado a Dios y no han amado el oro ni la plata
ni ninguna de las riquezas de este mundo y sus cuerpos han sido
torturados;
9 a quienes después de existir no han deseado alimento terrestre,
son mirados como una brisa que pasa y viven de acuerdo con
ello y el Señor ha probado sus almas y las ha encontrado puras
para bendecir su nombre.
10 He expuesto en los libros toda su bendición: Él les ha
recompensado pues ha sido hallado que aman más al cielo que al
solo de este mundo y mientras eran pisoteadas por los malvados
y oían las ofensas y maldiciones y eran ultrajadas, ellas me
bendecían.
11 Ahora apelaré a los espíritus de los buenos entre las
generaciones de luz y transformaré a quienes han nacido en
tinieblas y no han recibido en su cuerpo honor y gloria ni
recompensa como convenía a su fe.
12 Exhibiré en una luz resplandeciente a quienes han amado mi
nombre santo y los haré sentar en un trono.
13 Brillarán por tiempos innumerables, pues el juicio de Dios
es justo y Él restaurará la fidelidad de los fieles en la morada de
los caminos de la verdad.
14 Ellos verán arrojar en las tinieblas a quienes han vivido en las
tinieblas, mientras que los justos brillarán.
15 Los pecadores gritaran fuerte y los verán brillar a ellos, que
verdaderamente saldrán los días y tiempos que están prescritos
para ellos.
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jueves, 2 de junio de 2011

Cuidado con Dejarse Arrastrar por el Ecumenismo

Cristianos cuidado con dejarse arrastrar por el ecumenismo, aunque sea "evangélico"

En cada edad siempre han existido personas que profesan el nombre de Cristo aunque quieren seguir las doctrinas y prácticas en conformidad con sus propios deseos sin tener en cuenta para nada la Palabra de Dios. Otros no exhiben el testimonio de un creyente fiel separado de la mundanalidad. Estas personas están preocupadas por predicar un evangelio social de respeto, en lugar de declarar lo que dice la Biblia.


A mediados del siglo XX los liberales y modernistas, al ver la falta de interés y la poca asistencia de feligreses a sus cultos, comenzaron a unirse con evangélicos más tolerantes. Fue así como introdujeron en sus iglesias actividades diferentes con el pretexto de mostrar preocupación por el evangelismo del mundo y para unirse y participar con ellos.
Muchos de sus supuestos convertidos continuaron con la misma vida, doctrina y prácticas que seguían antes de su conversión. Se cambiaron ciertos métodos, mientras se elaboraron sistemas y estudios complicados pertinentes, accesibles y ajustables, al joven, al comerciante, al atleta, al político, a la estrella de cine y demás. Todo este programa es sumamente peligroso porque en el nombre del Espíritu Santo le presta más atención a la carnalidad, mientras se gloría por la cantidad de miembros, por las actividades, que más bien deberían llamarse diversiones, en vez de ser fieles a Cristo Jesús y a la Palabra de Dios. Le dan más importancia a la cantidad que a la calidad de vida fiel, sincera y obediente a Dios.
Entre los protestantes el movimiento ecuménico se inició a fines del siglo pasado y el término ha sido utilizado por organizaciones internacionales de las diferentes denominaciones, agencias interdenominacionales y paraeclesiásticas. El Concilio Nacional de Iglesias de Cristo en Estados Unidos y el Concilio Mundial de Iglesias, con sede en Ginebra, Suiza, son tal vez las más conocidas.
El ecumenismo, como tendencia dentro del cristianismo, tiene como su objetivo unificar a las iglesias o al menos acercarlas. Algunos tienen como meta la unión estructural de todas las iglesias, mientras que otros se proponen simplemente trabajar unidos en algunos proyectos.
A veces es difícil identificarlos porque gustan de asociarse con los cristianos fundamentalistas. De tal manera que muchos hoy en día, en favor de sus propios intereses, cuando están con los fundamentalistas se identifican como fundamentalistas sin serlo, y luego hacen lo mismo cuando están con los ecuménicos.
En otras palabras son personas que gustan de la simulación. Y esto es lo que dice la Biblia sobre un caso similar, "Porque cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos" (Gá. 2:11-13).
A continuación vamos a considerar algunas de las características del ecumenismo evangélico y también cuales son los rasgos que identifican a esas personas reconocidas como tales. El amor es lo primero
  • Usando como base el compañerismo y la confraternidad, consideran el amor superior a la sana doctrina. Las principales grupos que están promoviendo este concepto son el movimiento pentecostal y el carismático y varios grupos interdenominacionales. Declaran que la doctrina divide, pero que el servicio une. Predican un evangelio social, mientras promueven las buenas obras para la salvación. "Tiene que tener buenas obras para saber si en realidad es salvo" - es uno de sus principales lemas.
  • Basan su cristianismo en las emociones, en levantar las manos, hablar en voz alta con el propósito de excitar los ánimos o para controlar las emociones, lloran, gritan y gustan de decir a cada instante "¡Amén!, ¡Amén!, ¡Aleluya!, ¡Gloria a Dios!", etc. Con esto enardecen las emociones del ser humano y pasan por alto el consejo de la Palabra de Dios que nos enseña que debemos escuchar la predicación en silencio y ordenadamente. Las emociones son humanas, el oír en silencio y con orden es divino. "Pero hágase todo decentemente y con orden" (1 Co. 14:40).
No es posible tener un amor verdadero sin practicar la sana doctrina. "En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios y guardamos sus mandamientos. Pues este es el amor de Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos" (1 Jn. 5:2,3).
Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo. Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo. Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras” (2 Jn. 8-11).
“Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza. Antes bien, creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén” (2 Ped. 3:18,19).
No os dejéis llevar de doctrinas diversas y extrañas; porque buena cosa es afirmar el corazón con la gracia, no con viandas, que nunca aprovecharon a los que se han ocupado de ellas” (He. 13:9).
  • Una mente abierta con frecuencia se pueden escuchar expresiones como estas: “Es necesario volver a examinar, reinvestigar y dejar la mente abierta en cuanto a los fundamentos de la fe”. Dudan de la infalibilidad de la Escritura y ponen en tela de juicio su inspiración Divina. Sustituyen la razón del hombre por la revelación de Dios, minando así el fundamento de la autoridad de la Biblia. Sin embargo, las doctrinas y la fe en la Palabra de Dios y en el Hijo de Dios son revelación divina, no asunto de investigación.
“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad” (2 Ti. 2:15).
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Ti. 3:16,17).
Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina” (2 Ti. 4:1,2).
Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas” (Pr. 3:5,6).
“Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre. Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas, para arrastrar tras sí a los discípulos. Por tanto, velad...” (Hch. 20:28-31).
“Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 P. 1:21).
“Pues no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo... Para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor” (1 Co. 1:17,31).
  • Tergiversan la Palabra de Dios tuercen las Escrituras a fin de acomodarlas a los descubrimientos y teorías científicas, incluyendo la teoría de la evolución. Menosprecian el relato de la creación dado en Génesis y otros libros de la Biblia. Si el hombre supiera más que su Creador, esto implicaría entonces que Dios en realidad no existe.
“Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres” (1 Cor. 1:25).
“En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Gn. 1:1).
“Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho” (Jn. 1:3).
“Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracia. Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo” (Col. 2:6-8).
Dice el necio en su corazón: No hay Dios” (Sal. 53:1).
“Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros; teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo. Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal” (1 P. 3:15-17).
“Ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén” (Ro. 1:25).
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (Is. 55:8,9).
  • Una nueva línea de pensamiento busca la forma de revelar o crear líneas de pensamiento y argumentos que puedan cristianizar ideas, y sistemas paganos que se basan en la incredulidad. Su propósito es la glorificación de la filosofía, la sicología, siquiatría, astrología y demás. Pero no hay nada mejor para el hombre que la Palabra de Dios. Lo único verdadero es el arrepentimiento genuino y la fe en el Señor Jesucristo, el depositar toda nuestra confianza en él como el sustituto que recibió el castigo por nuestros pecados y entregarnos a él como nuestro único y suficiente Salvador. El ser salvos por su gracia es lo que nos ayuda a obedecer a Dios.
“La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales” (Col. 3:16).
“Mas os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos” (Ro. 16:17).
“Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracia. Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo” (Col. 2:6-8).
... Siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad” (2 Ti. 3:7).
“Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios” (3 Jn. 11).
  • Predican un “mensaje positivo” y muchas veces hacen declaraciones como esta: “Dios me llamó a ganar almas, no a criticar a otros”.
  • Con gran emoción mundana atraen a muchos porque no reprenden el pecado.
  • Pocas veces enseñan lo que es el arrepentimiento verdadero y mucho menos predican en contra del error.
  • Hacen grandes promociones a fin de lograr muchos “convertidos” y gustan de hacer preguntas como estas: “¿Le gustaría tener la seguridad de que va a ir al cielo cuando muera? Para ser salvo sólo tiene que recibir al Señor Jesucristo como su Señor y Salvador. Y ahora que sabe esto, sólo tiene que decidir, determinar si sigue en su pecado o si recibe a Cristo. Tiene que escoger entre Cristo y el pecado. ¿Qué va a hacer con Cristo? ¿Va a recibirlo ahora en su corazón y tener vida eterna en el cielo, o va a rechazarlo y continuar en su camino rumbo al INFIERNO?”. Es cierto que este es un paso para la salvación, pero Dios además ha llamado a todos los cristianos al ministerio de ganar almas, dando testimonio con la vida y con la boca y contendiendo ardientemente por la pureza de la predicación de la Palabra de Dios y por la pureza de la fe que proclaman.
“Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario esribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos” (Jud. 3).
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Ti. 3:16,17).
Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias, y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. Pero tú sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio” (2 Ti. 4:1-5).
  • No les gusta la separación, encuentran más compañerismo entre otros iguales a ellos que participan de los placeres mundanos, que entre los que siguen la santa doctrina bíblica de la separación. Esta confusión satisface a Satanás, pero la Escritura dice...
Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas” (Ef. 5:11).
No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres” (1 Co. 15:33).
No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente... Por lo cual salid en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré” (2 Co. 6:14-17).
  • Consideran la iglesia, sólo como una institución de beneficencia tratan cada vez más de hacer de la Iglesia un instrumento de cambios sociales por medio de programas de tipo humanitario.
  • Sin pensarlo ni quererlo avanzan en la misma dirección de los católicos y miembros de otras sectas. Dios por su parte nos hizo responsables de la gran comisión y nos insta a que contendamos por la pureza de la doctrina y el bienestar espiritual de nuestros hermanos.
Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados” (1 Co. 11:19).
Y hubo tal desacuerdo entre ellos, que se separaron el uno del otro; Bernabé tomando a Marcos, navegó a Chipre, y Pablo, escogiendo a Silas, salió encomendado por los hermanos a la gracia del Señor” (Hch. 16:39,40).
  • Se comportan como los mundanos otras de las características del nuevo evangelio es que sus seguidores disfrutan con las actividades y placeres mundanos.
  • No ven ningún peligro en ser partícipes de diversiones mundanas, tal como cine, televisión, música del mundo, discotecas, bailes, sensualidad entre los jóvenes, vicios como fumar, tomar socialmente bebidas alcohólicas o usar drogas.
  • Llevan a cabo negocios deshonestos. Se identifican con el mundo, no sólo con sus acciones, sino también con su modo de vestir y hablar, sin advertirse de que están practicando las obras de la carne. El creyente verdadero no tiene comunión con las tinieblas.
Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Jn. 1:5-7).
Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él” (Ro. 8:9).
Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis ... Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios” (Gá. 5:16-21).
Dios anhela tener una relación personal e íntima con cada uno de nosotros a través del estudio de su Palabra y la oración.
El cooperar con los que no siguen una sana doctrina produce la unificación de programas sociales, trabajos misioneros o campañas evangelísticas con aquellos que practican las obras infructuosas de las tinieblas.
  • La mayoría de los ecuménicos evangélicos presentan un "evangelio diferente", emocional y sensacional. Realmente han apostatado de la fe en Cristo, lo cual quiere decir que han cambiado y pervertido el plan de Dios para la salvación del hombre. Este plan nos enseña que primero debemos reconocer nuestra condición de pecador perdido, que debemos arrepentirnos, pedir el perdón de Dios y depositar nuestra confianza absoluta en el Señor Jesucristo como nuestro Señor y Salvador. Como resultado de la salvación, debemos mantener la sana doctrina sin dejar de congregarnos con fidelidad, sinceridad y obediencia a Dios, apartándonos del pecado y de toda práctica mundana. Dios nos ofrece en su palabra, reglamentos muy estrictos en cuanto a la confraternidad y compañerismo con falsos “hermanos”.
No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente... Por lo cual salid en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré” (2 Co. 6:14-17).
Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras” (2 Jn. 10,11).
Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos” (Jud. 3).
Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros. Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun ahora lo digo llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo; el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal. Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo” (Fil. 3:17-20).
No que haya otro (evangelio), sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo” (Gá. 1:7).
Es necesario escuchar el plan de Dios completo. Primero hay que escuchar la Palabra de Dios para poder creer en él, “¿Como, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?” (Ro. 10:14).

La mayoría de los folletos y libros hablan de “recibir a Cristo”, pero no explican cómo, ni lo qué significa. Sólo dicen que hay que hacerlo.

Hay otros grupos religiosos que utilizan la misma frase pero con significado diferente. Por ejemplo, la secta católica romana dice que “recibir a Cristo” es recibir la hostia, “el cuerpo místico de Cristo”. La Iglesia Adventista del Séptimo Día sostiene que hay que “recibir a Cristo” y practicar buenas obras para obtener la salvación.
La Iglesia Pentecostal enseña que aunque una persona reciba a Cristo no se es salva "hasta que no habla en lenguas". Otros explican que hay que experimentar emoción y muchas cosas más, por eso en lugar de usar el término "aceptar o recibir a Cristo" deberíamos más bien decir “entregarse incondicionalmente a Cristo”.
Es indispensable que la persona tenga la convicción del arrepentimiento dado por Dios que viene de escuchar su Palabra. Es fundamental además que se entregue de corazón a Cristo, implorando arrepentido el perdón de sus pecados.
Pero... ¿Qué es el arrepentimiento?
El arrepentimiento no es el hecho de dejar o abandonar algunos pecados, porque de ser así sería una demostración de las obras para obtener la salvación. El arrepentimiento verdadero podríamos resumirlo así:
El arrepentimiento es importante, porque Juan el Bautista y el Señor Jesucristo lo predicaron. “En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mt. 3:1,2).
“Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio” (Mr. 1:14,15).
Los discípulos y los apóstoles lo predicaron, “Y saliendo, predicaban que los hombres se arrepintiesen” (Mr. 6:12).
Pedro lo predicaba constantemente. “Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados...” (Hch. 2:38).
“El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2 P. 3:9).
Pablo también lo predicaba de continuo. “Testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo” (Hch. 20:21).
“Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento...” (2 Co. 7:9).
¿Cómo debe ser el arrepentimiento?
En relación con la inteligencia, es un cambio de la mente. “Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, vé hoy a trabajar en mi viña. Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después arrepentido, fue” (Mt. 21:28,29).
En relación con las emociones, contrista: “Porque aunque os contristé con la carta, no me pesa, aunque entonces lo lamenté; porque veo que aquella carta, aunque por algún tiempo, os contristó. Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios” (2 Co. 7:8,9).
El arrepentimiento nos insta a confesarle el pecado a nuestro prójimo cuando lo hemos ofendido. A hacer restitución en el caso del creyente verdadero. “Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven presenta tu ofrenda” (Mt. 5:23,24).
“Confesaos vuestras ofensas unos a otros...” (Stg. 5:16).
A reconciliarnos con Dios admitiendo la maldad y suciedad del pecado, y el apartarnos de él. “Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar” (Is. 55:7).
El que encubre sus pecados no prosperará; mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia” (Pr. 28:13).
“Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento” (Mt. 3:8).

Debe haber un cambio de actitud y aborrecimiento y desprecio hacia el pecado.

El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios” (1 Jn. 3:8-10).
El arrepentimiento verdadero es un don de Dios. “Entonces, oídas estas cosas, callaron y glorificaron a Dios, diciendo: ¡De manera que también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida!” (Hch. 11:18).
Que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad” (2 Ti. 2:25).
Lo produce la Palabra de Dios. “Al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hch. 2:37,38).
Dios incluso, a veces castiga y reprende a los creyentes, “Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete” (Ap. 3:19).
Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido por él; porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo” (He. 12:5,6).
Si, pues, nos examinásemos a nosotros mismos, no seríamos juzgados; mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo” (1 Co. 11:31,32).
El arrepentimiento verdadero capacita al hombre para ser perdonado, “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio” (Hch. 3:19).
El arrepentimiento verdadero acompañado de una fe real en el Señor Jesucristo trae la conversión auténtica, “Para que abras sus ojos, para que se conviertan de las tinieblas a la luz, y de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados” (Hch. 26:18).
El don del Espíritu Santo es para el pecador arrepentido que ha depositado su confianza en Cristo Jesús como su Señor y Salvador. El Espíritu Santo confirma la salvación y bautiza y sella al cristiano en el propio momento de su conversión.
“Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo, para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo” (Hch. 2:38).
“El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios” (Ro. 8:16).
  • Los evangélicos ecuménicos son todos los que practican uno o todos los puntos que he mencionado a través de toda esta serie de mensajes.
El ecumenismo evangélico es peligroso, porque va en contra de la sana doctrina esbozada en la Biblia.
Aunque algunos líderes religiosos respetables aceptan y apoyan estas prácticas no debemos ser arrastrados por el engaño. Debemos contender incansablemente por la sana doctrina. No podemos hacer “males para que vengan bienes” (Ro. 3:8). El cristiano tiene que obedecer a Dios, de otra manera está desobedeciéndole. Finalmente permítame presentarle los puntos claves a seguir para no caer en el ecumenismo evangélico:
1. No debemos ser tolerantes con quienes creen y tiene tales prácticas.
2. Tampoco debemos cooperar con ellos.
Mucho menos debemos contaminarnos, haciéndonos partícipes con ellos.
La Palabra de Dios nos advierte en Mateo 13:24-30, que estos falsos cristianos, son como la cizaña que se mezcla con la buena semilla para ahogarla. “Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. Vinieron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña? Él les dijo: Un enemigo ha hecho esto.
Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos? Él les dijo: No, no sea que al arrancar la cizaña, arranquéis también con ella el trigo.30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero”.
¡Pronto llegará el dueño del campo, ojalá usted no sea parte de la cizaña!

El Libro de Enoc: Para sacar conclusiones por uno mismo

EL LIBRO DE ENOC

Teólogos respetables y eruditos en la Palabra de Dios aseguran que Enoc dejó un registro. Se dice que este libro fue escrito originalmente en hebreo o arameo, y que la iglesia abisinia primitiva lo aceptó como parte de su canon.


Según Moisés, Enoc fue uno de los patriarcas originales. Vivió en el tiempo antes del diluvio y era hijo de Jared. Su hijo Matusalén vivió más que ningún otro hombre en la tierra, 969 años. Luego de haber vivido en compañerismo con Dios, Enoc fue llevado al cielo en un carro de fuego, y dice la Escritura: “Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios” (Génesis 5:24).
No fue sino hasta 1773 que el explorador africano J. Bruce trajo una copia de este manuscrito a Inglaterra. En 1885, el libro fue traducido al alemán por primera vez en Frankfurt Mientras tanto se descubrieron fragmentos de una copia mucho más antigua escrita en griego. La comparación entre los textos etiope y griego mostraron que concordaban, por lo tanto se puede suponer que ahora poseemos una copia auténtica del libro de Enoc.
Segunda venidaLos capítulos 1 al 5, anuncian el juicio final.
( Capítulos 1 - 6 )

Aseguran que el Dios del cielo dejará su morada celestial para aparecerse en la tierra con su hueste de ángeles. Sin duda a esto fue a lo que se refirió Judas cuando dijo: “De éstos también profetizó Enoc, séptimo desde Adán, diciendo: He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares” (Judas 14).

angeles caidosLos capítulos 6 al 16 describen la caída de los ángeles rebeldes y mencionan los nombres de los ángeles que se unieron a las hijas de los hombres en contra del orden divino.
(
Capítulos 10 - 14 ,Capítulos 15 - 23 )
Judas también hizo alusión a esto cuando dijo: “Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día” (Judas 6).
universosEn los capítulos 17 al 36, Enoc viaja a mundos diferentes y describe firmamentos distantes. ( Capítulos 15 - 23 , Capítulos 24 - 36 )

Los capítulos 37 al 71 contienen todas las parábolas que Dios le confió al profeta.
( Capítulos 37 - 39 , Capítulos 40 - 49, Capítulos 50 - 59, Capítulos 60 - 71 )
También le ordenó a Enoc que le entregara el libro a generaciones futuras, porque los hombres de su tiempo no iban a comprender las connotaciones técnicas, que estaban dirigidas a otras generaciones.
Los capítulos 72 al 82 ofrecen detalles increíbles sobre las órbitas del sol, la luna y las estrellas.
( Capítulos 72 - 88 )

En la información registrada en el libro de Enoc, que según el patriarca le fue confiada por el Altísimo, su compendio astronómico abarca fracciones complicadas y series exponenciales que se asemejan increíblemente a nuestro propio conocimiento matemático actual, extendiéndose por muchas páginas. Enoc argumenta que el tiempo no debía medirse en conformidad con la luna, sino con el sol. De manera interesante el año solar de Enoc es de 364 días, aunque el patriarca estaba al tanto del año de 365 días y un cuarto de día.
El resto de los capítulos contienen conversaciones entre Enoc y su hijo Matusalén, a quien advierte del diluvio inminente.
( Capítulos 89 - 91 , Capítulos 92 - 105 , Capítulos 106 - 108 )
Antes que Enoc desapareciera en el cosmos para estar con Dios, le dio este mensaje a su hijo: “”Mi hijo Matusalén, guarda estos libros escritos por tu padre y entrégaselos a generaciones futuras del mundo” (Capítulo 82). Génesis 5:23 dice “Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años”. Luego fue arrebatado al cielo.

EL LIBRO DE ENOC COMPLETO EN ESPAÑOL
El libro de enocCapítulos 1 - 6 Capítulos 7 - 9 Capítulos 10 - 14 Capítulos 15 - 23 Capítulos 24 - 36 Capítulos 37 - 39 Capítulos 40 - 49 Capítulos 50 - 59 Capítulos 60 - 71 Capítulos 72 - 88 Capítulos 89 - 91 Capítulos 92 - 105 Capítulos 106 - 108

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