martes, 17 de febrero de 2015

El sermón debe estar construido de tal manera que los oyentes puedan captar sin dificultad la esencia del mensaje

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
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Manual para la elaboración de sermones y estudios bíblicos



  1. Introducción
3.     Clases de sermones. Descripción
4.     El sermón Textual
  1. ¿Cómo se elaboran las divisiones de un sermón textual?
  2. El Sermón Expositivo

7.     Estructura del Sermón Expositivo

8.     El Sermón Temático ¿Cómo se elabora?

9.     La estructura del Sermón Temático

10.  El Sermón Biográfico

  1. La introducción, las ilustraciones y la conclusión
  1. Serie: ¿Cómo elaborar estudios bíblicos?

14.  La importancia del texto y el contexto

15.  El Estudio Bíblico Detallado
16.  Elaboración del cuadro de interrogantes

Una proclamación abierta del Evangelio

Con frecuencia el predicador se encuentra con interrogantes de hombres y mujeres interesados en la proclamación del Evangelio.

Sus interrogantes giran en torno a: ¿Cómo se elabora un bosquejo para predicar?¿Cuáles son los pasos para encontrar los aspectos más sobresalientes del sermón?¿Cómo se consiguen y para qué sirven las ilustraciones?¿De qué manera se puede compartir un mensaje sencillo y práctico que a la vez resulte eficaz en la formación espiritual de los oyentes?

Conscientes de que era necesario poner a disposición de nuestros lectores en todos los países un texto fácil de leer y de aplicar, que no pretende ser un tratado sobre homilética sino una guía básica, nos dimos a la tarea de diseñar y publicar el MANUAL PARA LA ELABORACIÓN DE SERMONES Y ESTUDIOS BÍBLICOS que tiene frente a usted.

Las lecciones son enteramente prácticas en aras de que el estudiante pueda, al final de cada enseñanza, evaluar sus conocimientos y en caso de encontrar falencias, volver sobre la lectura para despejar sus preguntas y vacíos.

Nuestra invitación es para que estudien despacio cada uno de los capítulos en que se encuentra divido el Manual, repasen y pongan en práctica lo aprendido, y comiencen a elaborar sus propios mensajes para compartir el Evangelio a miles de personas que todavía no han conocido al Señor Jesucristo como su Salvador personal.

El Manual puede ser compartido en retiros de un fin de semana con el liderazgo. Por esa razón fue escrito con un lenguaje asequible a todos. Estamos seguros de que después de recibir las instrucciones, sus inmediatos colaboradores en la iglesia tendrán las herramientas básicas para comenzar a preparar sermones.

Hacia el final del texto encontrará además los principios sobre cómo se elabora un Estudio Bíblico. Consideramos que este complemento era esencial para formar no solo a quienes aspiramos que nos sucedan pronto en el púlpito, sino también a los maestros de Escuela Dominical, de jóvenes, de adolescentes y de niños.

Si logramos que un mayor número de predicadores --hombres y  mujeres de oración, disciplina al estudiar las Escrituras y testimonio de vida cristiana-- comiencen a proclamar el Evangelio en las congregaciones, estaremos recibiendo la mejor compensación a este esfuerzo.

En caso que disponga la publicación masiva del MANUAL PARA LA ELABORACIÓN DE SERMONES Y ESTUDIOS BÍBLICOS en su denominación, le rogamos ponerse en contacto con los autores con el propósito de establecer los términos de la correspondiente autorización.

Por último queremos dejar sentada nuestra dedicatoria de este Manual a todos los soñadores que sueñan con una Latinoamérica bajo el dominio y soberanía de Jesucristo...

Lección 1
Una de las formas eficaces de llegar a la comunidad de creyentes, es mediante la exposición de la palabra en la estructura de Sermón. ¿Cómo se prepara un Sermón? ¿Cuáles son los componentes de su estructura? ¿Cuánto tiempo debe durar un mensaje?¿De dónde se obtienen las ideas principales?¿Qué son las Divisiones Mayores y cuáles las Divisiones Menores?

Todo estos interrogantes serán despejados en este módulo preparado para quienes forman parte de la Escuela de Liderazgo del Ministerio de Evangelismo y Misiones.

Nuestra aspiración es despejar sus dudas respecto a cómo se preparan los elementos básicos que deben contener, qué tipo de sermones hay y, por supuesto, los pasos sencillos y prácticos para preparar los mensajes.

Si en diferentes rincones del mundo, incluso en los más apartados, quienes desean proclamar a Jesucristo aprenden cómo trazar sus sermones, tendremos la satisfacción de lograr nuestro objetivo. Quizá muchos no tendrán la oportunidad de acudir a un Seminario Teológico o Instituto Bíblico. Pues humildemente, lo que buscamos es brindarles una orientación oportuna y eficaz... Y... ¡Comenzamos ya!

1. ¿Cuántas clases de sermones hay?
Hoy día existen muchas formas de exponer la Palabra de Dios. Todas  válidas y, en su mayoría, eficaces. Pero durante nuestra serie nos enfocaremos a estudiar las bases para elaborar: sermones textuales, expositivos, temáticos y biográficos. Son cuatro géneros que le permitirán al orador, presentar el mensaje de Dios para su pueblo.

2. Hay que definir un propósito
Desde el momento en que usted se pare al frente del púlpito, deberá tener claro qué espera lograr al término de la enseñanza. En tal sentido es importante que usted sepa que, al disponerse a realizar la exposición, debe tener claro si lo que pretende ofrecer a sus interlocutores son bases para el crecimiento y solidez espiritual, o llevarlas a tomar una decisión por Jesucristo.
Es necesario entonces que, en primera instancia, tenga definidos los dos grandes géneros de mensajes:
a. El sermón de edificación
b. El Sermón evangelístico
Los dos tienen orientaciones totalmente diferentes. Por tal motivo es necesario que hagamos, no solo la diferencia, sino que tengamos definido en qué consiste cada uno.
3. El sermón de edificación
Es el mensaje dirigido a toda la congregación, sobre la base de que todos ya aceptaron a Jesucristo como su único y suficiente Salvador. Por lo generar asisten a la congregación y lo que requieren son orientaciones sobre cómo vivir y crecer en la vida cristiana. Se trata de mensajes que tocan una temática variada, pero enfocada en su totalidad a lograr bases sólidas para el creyente, afirmándolo en la sana doctrina.
4. El sermón evangelístico
Es mucho más sencillo que el de edificación. N la mayoría de los casos se fundamentan en un solo texto y no saltan de un pasaje a otro. De entrada está orientado a crear entre los asistentes, conciencia sobre la necesidad de aceptar a Jesucristo como su único y suficiente Salvador. El sermón, en estos casos, termina con una invitación a hacer decisión de fe por Jesús.
Cuestionario para la Lección 1
1.- Si miramos la orientación de los sermones encontramos que los hay:
a.- Doctrinal
b.- Edificación y evangelístico
c.- Bíblico
d.- Ninguno de los anteriores
2.- El mensaje de edificación:
a.- Está dirigido a quienes no conocen a Cristo.
b.- Está dirigido a afianzar a quienes ya conocen a Cristo.
d.- Está dirigido a quienes no saben siquiera qué es la Biblia.
e.- Ninguna de las anteriores.
3.- ¿Cuál es el propósito al predicar un mensaje?
a.- Dejar una sólida enseñanza bíblica entre los oyentes.
b.- Ofrecer una conferencia que hable de todo un poquito.
c.- Contribuir a la extensión del reino de Dios.
d.- Proveer a los oyentes pautas y principios de vida cristiana práctica.
e.- Los puntos a,  c y d son correctos.

Lección 2
Clases de sermones. Descripción
Para que tengamos una mejor comprensión de cuáles y cuántas son las clases de sermones, hacemos a continuación una breve descripción:
1.- Sermón Textual
Aludimos a Sermón Textual al referirnos al mensaje que toma como base un texto específico, generalmente un solo versículo. Por ejemplo, Juan 3:16. Sobre este escrito entramos a desarrollar la enseñanza. El propósito es desglosar su estructura, haciendo particular énfasis en palabras en el sentido particular de las frases.
2.- Sermón Expositivo
Este género de Sermón se desarrolla fundamentado en un pasaje bíblico. Las ideas que se exponen guardan un orden lógico. El predicador no fuerza un versículo para que concatene con otro o quizá para que diga lo que él quiere. Por el contrario, toma con naturalidad cada una de las ideas y puntos que van surgiendo en cada versículo. Es uno de los estilos más complejos pero a su vez, de los más enriquecedores. Charles Spurgeon es uno de los mejores ejemplos de esta forma de predicación. N el siglo XIX ejerció una poderosa influencia en Inglaterra y Estados Unidos con sus poderosos mensajes.
3.- El Sermón Temático
Como su nombre lo indica, el Sermón Temática toma un tema y lo desarrolla. Por ejemplo, el pecado. Se analizan todos los versículos en los cuales la palabra pecado ejerce un papel preponderante. Se requiere una exploración bíblica con el propósito de definir sus orígenes, causas, evolución y consecuencias. Tenemos allí un tema expuesto. Este género es muy frecuente en las congregaciones.
4.- Sermón Biográfico
A diferencia de los anteriores, que se predican desarrollando un tema central, el Sermón Biográfico toma su base en un personaje de la Biblia y es el más apropiado para adelantar predicaciones en serie, es decir, para varios servicios religiosos. Del personaje objeto de estudio, se buscan aspectos positivos, los negativos, qué principios espirituales aplicó a su existencia y cuáles son válidos hoy día, etc.
División del Mensaje
Para facilitar la exposición de un tema, generalmente se divide en puntos específicos. Vendrían a ser lo que llamamos Divisiones Mayores. Son los grandes aspectos que abordaremos. Por ejemplo, vamos a hablar del pecado. Si lo fuéramos a hacer tomando tres grandes facetas, podría quedar así.
1. EL PECADO NOS LLEVA A LA CEGUERA ESPIRITUAL
2. EL PECADO NOS ALEJA DE DIOS
3. EL PECADO NOS LLEVA AL ESTANCAMIENTO ESPIRITUAL
Observe que se trata de ideas generales, que encierran muchos elementos.
Las Divisiones Menores son aquellos puntos que dan soporte a las Divisiones Mayores. Son los puntos que están relacionados con los primeros y que sirven para hacer una adecuada exposición. Si ya tenemos las Divisiones Mayores y vamos a incorporar las Divisiones Menores, quedaría de la siguiente manera:
1. EL PECADO NOS LLEVA A LA CEGUERA ESPIRITUAL
            a. Olvidamos los principios espirituales contenidos en la Biblia
            b. Dejamos de lado las pautas trazadas por Dios para su pueblo.
2. EL PECADO NOS ALEJA DE DIOS
a. Progresivamente regresamos al mundo pecaminoso
b. Nuestra conciencia nos redarguye y nos apartamos del Dios que da vida
3. EL PECADO NOS LLEVA AL ESTANCAMIENTO ESPIRITUAL
a. Un cristiano inmerso en pecado no progresa
            b. Un cristiano inmerso en pecado está ajeno a las verdades bíblicas
Es importante que tengamos claro el papel que juegan las Divisiones Mayores y las Divisiones Menores en la estructura del mensaje que compartiremos con las comunidades.
Cuestionario para la Lección 2
1.- ¿Cuántas clases de sermones hay?
a.- Solamente uno
b.- Hay dos géneros
c.- Hay cuatro géneros
d.- Ninguno de los anteriores
2.- Los tipos de sermones que maneja la homilética son:
a.- Sermón textual y expositivo.
b.- Sermón expositivo únicamente.
c.- Sermón textual y temático.
d.- Sermón textual, temático, expositivo, biográfico
3.- El sermón evangelístico:
a.- Es bastante elaborado y contiene muchas citas bíblicas.
b.- Se compone sólo de ilustraciones para hacerlo más sencillo.
c.- Está dirigido a quienes no conocen a Cristo.
d.- Utiliza un solo pasaje bíblico—en lo posible—e ilustraciones para facilitar la comprensión.
e.- Los puntos c y de son correctos.
4.- En el sermón textual:
a.- Se trabaja a partir de varios versículos.
b.- Se trabaja con un solo pasaje Escritural.
c.- Se trabaja a partir de un solo texto.
d.- Ninguno de los anteriores.
5.- El sermón expositivo:
a.- Al igual que el textual utiliza varios versículos de diferentes libros.
b.- No utiliza versículos sino un pasaje completo.
c.- Utiliza un pasaje complejo y trata de desglosarlo para que el oyente tenga una comprensión total.
d.- Con la sola lectura del texto basta para el oyente.
6.- El sermón biográfico:
1.- Es el que se desarrolla a partir de un solo pasaje bíblico.
2.- Es el que analiza cuidadosamente un versículo.
3.- Es el que se desarrolla con basa en los datos y desenvolvimiento de un personaje.
4.- Ninguna de las anteriores.
6.- Las divisiones mayores son:
a.- Las que separan un tópico de otro para facilitar la comprensión del mensaje.
b.- Las que se escriben con mayúsculas.
c.- Las que permiten desarrollar los grandes puntos del mensaje que a su vez son explicados en las divisiones menores.
e.- Ninguna de las anteriores.

Lección 3
La elaboración del Sermón Textual reúne muchas ventajas. Entre ellas, que permite captar el interés de los asistentes, evita salirse del tema y además, mantiene los márgenes bíblicos, es decir, que se sujeta específicamente a lo Escritural y no a las anécdotas del predicador que tienden a glorificarlo a él antes que a Jesucristo. En esencia, este género de exposición se centra en la Escritura.
¿Cómo se escoge un texto?
Esta constituye la pregunta que se formula todo predicador en sus comienzos. No es fácil. Pero sugerimos dos principios que son infalibles.
a. Busque la dirección de Dios
Esta es la estrategia principal. Todo predicador debe pasar buena parte de su tiempo en oración. No podemos hablar de un Dios de poder si no lo conocemos o si lo conocemos y no permanecemos en su presencia. ¿Cómo ser mensajeros de Aquél a quien no consultamos?
Al comenzar la semana o durante el transcurso de la misma, el expositor bíblico debe pedir la orientación del Supremo Hacedor en procura de guía sobre la porción escritural que debe escoger. Este principio no falla. Generalmente en el curso de las horas siguiente, Dios muestra pasajes que llaman poderosamente la atención y se constituyen en la base de mensajes para la membresía.
b. Estudie la Biblia y tome apuntes
Adoptar la costumbre de estudiar la Biblia e ir tomando apuntes en una libreta sobre los aspectos que nos llamaron la atención, los que podrían tener una aplicación práctica o aquellos en los que sentimos específicamente que Dios habló a nuestra vida, constituyen una valiosa herramienta.
En el futuro, cuando estemos frente al compromiso de exponer la Palabra de Dios, será de mucha utilidad revisar las notas. De seguro siempre encontraremos un tema para compartir con nuestras congregaciones.
Predicando sobre un texto específico
Una vez tengamos el texto o versículo a partir del cual vamos a elaborar el mensaje, es necesario que nos familiaricemos con él. Debemos leerlo cuantas veces sea necesario. En lo posible es aconsejable escoger un versículo con una idea completa.
            Lea lo que aparece antes y después del pasaje escogido. Eso nos ayudará a definir el contexto. Escriba aquellas palabras con las que no esté familiarizado con el fin de investigarlas con ayuda del Diccionario.
            Si tiene la posibilidad, le sugerimos que consulte ese mismo versículo en otras versiones de la Biblia. Haga comparaciones. Defina aspectos en los que pueden darse diferencias. Este análisis comparativo será enriquecedor cuando defina el enfoque que tendrá el mensaje.
Descubra las divisiones naturales del texto
Cuando esté familiarizado con el texto, busque las divisiones naturales que podría tener. Generalmente un versículo podría tener dos o tres ideas inmersas. Para que apreciemos este hecho, tomemos como base Juan 3:16. Dice así “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquél que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna” (Juan 3.16).
Tras un análisis sencillo, podríamos señalar que las divisiones naturales son:
a.Porque de tal manera amó Dios al mundo
b. “...que ha dado a su Hijo unigénito
c. “...para que todo aquél que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”
Aquí tenemos un esbozo de cuál podría ser la división natural para aplicarla a este versículo. En las próximas lecciones explicaremos cómo se definen las Divisiones Principales y las Divisiones Menores de este texto.
Cuestionario la Lección 3
1:- Entre las ventajas del Sermón Textual se cuentan:
a.- Mantiene los márgenes bíblicos, capta el interés de los oyentes y evita salirse del tema.
b.- Mantiene los márgenes bíblicos únicamente.
c.- Capta el interés de los oyentes y evita salirse del tema.
d.- Todas las anteriores.
2.- Para escoger el texto:
a.- Se utilizan las guías homiléticas que venden en librerías cristianas.
b.- Se busca la dirección de Dios en oración y recurrimos a los apuntes que realizamos en la lectura sistemática de las Escrituras.
c.- Partimos a partir de un pasaje que nos llame la atención.
3.- ¿Por qué es importante descubrir las divisiones naturales del texto?
a.- Porque esa es la razón de que la Biblia tenga capítulos y versículos.
b.- Porque captan la atención fácilmente de los lectores
c.- Porque nos facilitan la exposición del tema y no forzamos lo que quiso decir el autor sagrado.
4.- Un versículo puede tener incluidas:
a.- Una sola idea.
b.- Dos ideas. Más, sería imposible.
c.- Un solo versículo puede desarrollar varias ideas.
d.- Todas las anteriores.

Lección 4
Como recordarán, tras escoger nuestro texto que será la base del Sermón, que fue Juan 3:16 “Porque de tal manera amo Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquél que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”, acordamos que lo primero que debemos hacer, es dividirlo ojalá en tres partes que tengan sentido.
La primera parte sería “Porque de tal manera amo Dios al mundo”
La segunda: “...que ha dado a su hijo unigénito..”
Y la tercera: “...para que todo aquél que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”
Cada uno de estos segmentos constituirá un punto a tocar en el mensaje. De esta manera, tomando como referencia “Porque de tal manera amo Dios al mundo”, podemos crear una primera gran división:

DIOS AMA AL MUNDO

La referencia será: “Porque de tal manera amo Dios al mundo”
Ahora hay que anexarle puntos que sustenten este primer gran aspecto. Y podrían ser:
Dios ama al mundo porque El lo creó.
Dios ama al mundo porque el hombre él lo hizo.
Dios ama al mundo desde los comienzos de la creación.
Ahora unamos el primer gran postulado, que llamamos división mayor, con estos tres argumentos que dan soporte. Quedaría así:

I. DIOS AMA AL MUNDO

 “Porque de tal manera amo Dios al mundo”

a. Dios ama al mundo porque El lo creó.
b. Dios ama al mundo porque el hombre él lo hizo.
c. Dios ama al mundo desde los comienzos de la creación.
¿Se da cuenta qué hicimos? Propusimos el primer gran punto del mensaje y lo estamos acompañando de la sustentación para ese primer punto. Vamos ahora con el siguiente. Podría ser:

DIOS MANIFESTÓ SU AMOR MEDIANTE SU HIJO

La referencia bíblica sería: “...que ha dado a su hijo unigénito..”
Ahora nos corresponde dar soporte a este planteamiento. Lo  podríamos hacer así:
Jesús es la muestra suprema del amor de Dios al mundo
Jesús era el Hijo único, por tanto un gran sacrificio
Jesús, el Hijo de Dios, se dio por la humanidad
Si cuadramos este segundo gran punto con los tres argumentos de soporte, nos quedaría así:

II. DIOS MANIFESTÓ SU AMOR MEDIANTE SU HIJO

 “...que ha dado a su hijo unigénito..”
a. Jesús es la muestra suprema del amor de Dios al mundo
b. Jesús era el Hijo único, por tanto un gran sacrificio
c. Jesús, el Hijo de Dios, se dio por la humanidad
Llegamos al último aspecto. Lo podríamos describir así:

JESUCRISTO, PUERTA A LA VIDA ETERNA

La referencia escritural será: “...para que todo aquél que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”
Ahora le anexamos los argumentos, o puntos de soporte a esta división mayor:
Es necesario creer en Jesús, el Hijo de Dios.
Quien cree, no morirá para siempre
Quien cree tendrá la vida eterna
Ahora acomodemos este tercer elemento de nuestro sermón. Quedaría así:

III. JESUCRISTO, PUERTA A LA VIDA ETERNA

 “...para que todo aquél que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”
a. Es necesario creer en Jesús, el Hijo de Dios.
b. Quien cree, no morirá para siempre
c. Quien cree tendrá la vida eterna
Ahora sólo nos resta armar el Sermón en su totalidad:
Base Escritural: Juan 3:16

I. DIOS AMA AL MUNDO

 “Porque de tal manera amo Dios al mundo”

a. Dios ama al mundo porque El lo creó.
b. Dios ama al mundo porque el hombre él lo hizo.
c. Dios ama al mundo desde los comienzos de la creación.

II. DIOS MANIFESTÓ SU AMOR MEDIANTE SU HIJO

 “...que ha dado a su hijo unigénito..”
a. Jesús es la muestra suprema del amor de Dios al mundo
b. Jesús era el Hijo único, por tanto un gran sacrificio
c. Jesús, el Hijo de Dios, se dio por la humanidad

III. JESUCRISTO, PUERTA A LA VIDA ETERNA

 “...para que todo aquél que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”
a. Es necesario creer en Jesús, el Hijo de Dios.
b. Quien cree, no morirá para siempre
c. Quien cree tendrá la vida eterna
¿Se da cuenta? Es muy sencillo. Pero no puede partir de la base de la improvisación. Recuerde que el pasaje se debe estudiar con detenimiento, y en todo momento la oración debe constituir una base fundamental.
Por supuesto, se preguntará: ¿Y el título? Pues no sólo es el título lo que falta. También es necesario introducir el mensaje y plantear la conclusión. Pero son aspectos que iremos tratando poco a poco.
Por ahora tiene una tarea: buscar en su Biblia un texto al que le puedan aplicar estos pasos, e ir armando un sermón para la próxima clase. Recuerde que la práctica hace al maestro.

Lección 5
Del género de mensajes que se comparten a la congregación, el modelo más apasionante es el expositivo. Históricamente ha jugado un papel preponderante en la evangelización.
Entre las ventajas que ofrece, está el que se trabaja con base en un solo texto. Esto favorece concentrar la atención de los asistentes. No es necesario saltar de un versículo a otro como sí ocurre con los sermones temáticos.
Asimismo es el modelo más aconsejable cuando se trata de un mensaje en el que buscamos como objetivo central, que al terminar de predicar, las personas nuevas acepten a Jesucristo como su único y suficiente Salvador.
Concatenación de ideas
Cuando se hace una presentación expositiva, se sigue el orden de los acontecimientos descritos en el pasaje, no se fuerzan los aspectos que aborda cada versículo, y se logra coherencia y concatenación de las ideas. Por lo tanto, facilita que quien los asistentes sigan el curso de los hechos.
La asimilación es más fácil cuando se predica con un solo pasaje. Está probado que, al salir del servicio religioso, es más probable que los asistentes recuerden no sólo qué base escritural se utilizó, sino también de qué trató el mensaje.
Otro de los aspectos a favor es que facilita la inserción de ejemplos prácticos que tornan más próximo y entendible el acontecimiento bíblico, le da un aire de contemporaneidad y se transmite una enseñanza más aterrizada frente a la realidad actual.
El Sermón Expositivo se presta para que comparta lo que el autor quería decir originalmente, y cierra las posibilidades a un fenómeno frecuente entre algunos predicadores: forzar el texto para que la audiencia escuche lo que él quiere que escuchen y nada más.
Leer y releer el texto
El primer paso para la elaboración del Sermón Expositivo es familiarizarse con el pasaje. Esto nos lleva a una primera lectura. Así tendremos una visión panorámica de qué acontece, quiénes intervienen e incluso lugares relevantes que se describen. Es fundamental lograr una adecuada comprensión.
Una segunda lectura deberá estar orientada a intentar conocer en detalle, cuál era el propósito original del autor.
Para tornar práctico el ejemplo, tomaremos como base de lectura del capítulo veinte del segundo libro de Reyes. Nos centraremos en los versículos del uno al once.
El objetivo es que, para la próxima lección, tenga definidos los pasos anteriores, como también que investigue en un diccionario bíblico quién fue el rey Ezequías, en qué época vivió y algunos aspectos relacionados con su período de gobierno.
Cuestionario de la Lección 5
1.- El mensaje expositivo:
a.- Es uno de los más raros de escuchar porque pocos predicadores han desarrollado la técnica expositiva.
b.- Es uno de los preferidos por los predicadores porque desarrolla un tema con varios tópicos y es de fácil asimilación.
c.- Frente al sermón textual, el expositivo es mejor porque trabaja con un solo versículo.
d.- Facilita la asimilación porque no salta de un versículo a otro.
e.- Los versículos a y de son verdaderos.
2.- Entre las ventajas del sermón expositivo se cuentan:
a.- Fácil asimilación.
b.- Fácil asimilación, centrarse en un solo pasaje y se predica lo que realmente quiso decir el autor.
c.- Se predica lo que realmente quiso decir el autor.
d.- Ninguna de la anteriores.
3.- Para facilitar la elaboración del sermón expositivo se recomienda:
a.- Leer y releer el texto varias veces, tomando apuntes sobre las ideas relevantes.
b.- Tratar de conocer la idea central de autor, lo que se facilita al leer y releer el texto.
c.- Basta con leer el texto una sola ver y no tomar apuntes porque tendremos fácil comprensión del texto.
4.- Ahora que hemos avanzado en el estudio, repasemos lecciones vistas: En el sermón textual:
a.- Se trabaja a partir de varios versículos.
b.- Se trabaja con un solo pasaje Escritural.
c.- Se trabaja a partir de un solo texto.
d.- Ninguno de los anteriores.
5.- Para escoger el texto:
a.- Se utilizan las guías homiléticas que venden en librerías cristianas.
b.- Se busca la dirección de Dios en oración y recurrimos a los apuntes que realizamos en la lectura sistemática de las Escrituras.
c.- Partimos a partir de un pasaje que nos llame la atención.

Lección 6

Estructura del Sermón Expositivo

Como se recordará, el Sermón Expositivo se sujeta o extrae los principios contenidos en el texto. El propósito es compartir un mensaje ajustado a lo que se proponía el autor bíblico, sin desconocer que el contenido tiene su aplicación en la época que se escribió, y arroja pautas y principios que cobran particular vigencia en nuestro tiempo.
El primer paso es leer cuidadosamente los versículos objeto de estudio, identificar cuál es la esencia de cada uno. Como se recordará, nuestra Base Escritural o lectura bíblica es el segundo libro de Reyes, capítulo 20, versículos del uno al once.
Un resumen de la lectura
Una primera lectura nos indica que, en el momento de mayor prosperidad administrativa, militar, económica y religiosa del reino de Ezequias, el decimotercero en la dinastía sobre el pueblo de Judá (716-687 a.C.), las malas noticias golpearon a su puerta. El profeta Isaías le anuncia la inminencia de su muerte. Además, le exhorta a arreglar todo, de cara a su partida hacia el viaje sin retorno.
¿La reacción del rey? Angustia, preocupación y quizá la íntima sensación de que muchos planes y proyectos quedarían truncados si moría. Además, amaba la vida. Y clama al Señor desde su desesperación. En respuesta a su clamor, Dios no solo le otorga la sanidad de la enfermedad que padecía, sino que le prorroga la vida por espacio de quince años más.
A partir de ese hecho, usted como predicador bien puede compartir un extraordinario mensaje de parte de Dios para su pueblo. Además, la historia reviste no solo la fuerza descriptiva, de incalculable valor literario y narrativo, sino que arroja principios de vida que pueden aplicarse al cristiano de hoy.
Trazando el bosquejo
Ahora que tenemos claro el tema y que nuestro objetivo es compartir principios bíblicos de vida, retornemos nuevamente a los apuntes que hayamos escrito para sinterizar, en una idea, el versículo que hayamos leído.
Personalmente elaboré el siguiente prospecto, pero recuerde que quizá usted encuentre otras pautas prácticas.
Sé que la esencia del mensaje no cambia, pero si pueden variar las ideas que se deriven del estudio que hagamos del pasaje. Mi propuesta de bosquejo quedó así:
1. Debemos estar preparados para la hora de partir (v.1)
2. El modelo de una oración eficaz (vv. 2,3)
3. Dios escucha nuestras oraciones (vv. 4,5)
4. Dios nos ofrece una nueva oportunidad (vv.5,6)
5. Dios nos ofrece una salida al laberinto (v.7)
6. Las dudas impiden las bendiciones en nuestras vidas (v.8).
Observe que tomé seis principios de vida. A propósito, el título que le di a este sermón fue: “Seis principios para una vida cristiana victoriosa”.
Las anteriores vendrían a ser las divisiones mayores. ¿Y las divisiones menores? Estas se desprenden de una nueva lectura de cada versículo y de la idea central que hayamos logrado en cada uno. Esto nos arroja luces para darle soporte a cada argumento. En este orden de ideas, las divisiones menores propuestas son:
Título: “Seis principios para una vida cristiana victoriosa
Base Escritural: 2 Reyes 20: 1-11
1. Debemos estar preparados para la hora de partir (v.1)
a.     La hora de partir no avisa
b.    A la hora de partir no hay tiempo para arreglar asuntos pendientes
2. El modelo de una oración eficaz (vv. 2,3)
            a. La oración debe estar exenta de palabrería
b. La oración debe reconocer la grandeza y el poder de Dios
3. Dios escucha nuestras oraciones (vv. 4,5)
            a. Nuestras oraciones toca el corazón de Dios
            b. Nuestras oraciones no se pierden. Dios las escucha
4. Dios nos ofrece una nueva oportunidad (vv.5,6)
            a. Dios nos abre las puertas a una nueva vida
            b. Dios nos da una nueva oportunidad cada día
5. Dios nos ofrece una salida al laberinto (v.7)
            a. Si dependemos de Dios, encontramos soluciones
            b. Si dependemos de Dios, las crisis no nos desestabilizan
6. Las dudas impiden las bendiciones en nuestras vidas (v.8).
            a. Las dudas se convierten en un muro
  1. Las dudas nos impiden avanzar
Acompañamiento del mensaje
El Sermón Expositivo abre las puertas para el acompañamiento con ilustraciones de la vida práctica. Estas acotaciones con historias, anécdotas o hechos de la cotidianidad y acercan el mensaje al oyente. Es una de las razones por las cuales este género de exposición resulta atractivo para muchos predicadores.
Si tiene alguna duda o inquietud, no deje de compartirla.
Queremos ayudarle en lo que esté a nuestro alcance. No olvide que nuestro gran sueño es que en Latinoamérica hayan congregaciones hasta en los lugares más distantes. Que a todos llegue el mensaje transformador del Evangelio de Jesucristo.

Lección 7

El Sermón Temático ¿Cómo se elabora?

Llegamos al tercer sistema de exposición de la Palabra de Dios: el Sermón Temático. Como su nombre lo indica, este género de predicación gira en torno a un tema específico.
Requiere de ayudas generales como una buena concordancia. La mayoría de las ediciones de las Sociedades Bíblicas Unidas, tienen una, al final de cada Biblia. Pero también se pueden conseguir concordancias extensas en el mercado de la literatura cristiana. Cualquiera que sea su extensión, amplia o corta, son fundamentales en la elaboración de estos sermones.
Ventajas
El Sermón Temático es uno de los más comunes entre los predicadores evangélicos. Es favorable porque ofrece a los oyentes una amplia gama de posibilidades para absolver interrogantes en torno a un aspecto escritural en particular. Es como abrir un abanico: ofrece múltiples y variadas facetas. Además presenta una lista panorámica en cuanto al asunto objeto de estudio.
El propio expositor recibe mucha edificación durante la elaboración del mensaje. Aprende, agudiza su visión, trata de ponerse en el lugar de los creyentes y se adelanta a las  preguntas que se podrían formular. De igual manera, obliga a investigar aspectos que no quedan claros.
Recuerde que si hay algo que le genera dudas a usted, lo más probable es que a los asistentes a la reunión también.
Desventajas
Toda moneda tiene dos caras. Ya vimos una primera faceta del Sermón Temático: las ventajas. Son muchas. Pero también tiene sus desventajas. La otra cara de la moneda que les invito a analizar ahora.
Buen número de los expositores se limita a tener un tema y buscar cuanto versículo halla en la Biblia. Luego organizan su bosquejo sin mayor coherencia. Esta práctica puede llevar al desconcierto, a la desorientación e incluso a la incertidumbre a la audiencia.
He escuchado a sinnúmero de personas decir: “El sermón estuvo muy bueno, pero realmente no lo entendí”. Aseveraciones así son traumáticas, tanto para el expositor como para los oyentes. Para que eso no ocurra, lo fundamental es trabajar con sumo cuidado trazando el mensaje.
Definiendo el tema
A lo largo de este tiempo en el que ustedes y nosotros, mano a mano y a través de la Web hemos laborado en esta serie, se habrán percatado que es más fácil escuchar un mensaje que volcarnos a elaborarlo.
Este hecho debe conducirles a ser más cuidadosos en la preparación de cada exposición. Un bosquejo conlleva oración. No olvide que usted representa un embajador de Dios en el púlpito. Cada Sermón debería ser como una escultura. Una estructura en la que se cuidan mucho los detalles. No una pieza de oratoria preparada al azar.
Asimismo habrán podido descubrir que si deseamos tener la preparación necesaria, se requiere orar y ser buenos estudiantes de las Santas Escrituras.
Ahora, el primer paso es definir el tema, aterrizarlo. Que no de lugar a generalidades. Supongamos que, en nuestro Sermón Temático, nos inclinamos por “El amor de Dios”. Nuestra Base Escritural o Lectura Bíblica inicial sería Juan 3:16.
Hasta ahí vamos bien, pero si lo analiza detenidamente, encontrará que predicar sobre “El amor de Dios” puede sonar muy general e incluso, ambivalente.
Es necesario ser más específicos porque “El amor de Dios” puede expresarse con relación a la naturaleza, los niños, la humanidad, la mujer cabeza de familia, los farmacodependientes, las prostitutas y más y más etcéteras. En síntesis, podemos señalar que el amor de Dios tiene una proyección demasiado amplia.
Si no particularizamos más el tema, de entrada podemos generar confusión entre la audiencia.
Como predicador, usted debe tener claro qué aspecto desea focalizar, es decir, desarrollar en concreto. Es un ejercicio que debe poner en práctica los próximos días. Es un paso elemental pero a la vez, ineludible para todo buen expositor.
Al grano: usted debe escoger entre la gama de posibilidades. Supongamos que nos inclinamos por “El amor de Dios hacia la humanidad”. Es claro y conciso. De seguro, será un extraordinario mensaje.
Formulando interrogantes
Ahora que hay un tema definido, usted como predicador debe hacer algunos interrogantes, que probablemente son los que se haría como oyente en la congregación.
1. ¿Por qué ama Dios a la humanidad?
2. ¿Cómo es el amor de Dios hacia la humanidad?
3. ¿Qué genera el amor de Dios hacia la humanidad?
Por supuesto, usted puede hacerle otras preguntas.  ¿Qué paso vamos a seguir? Vaya a la concordancia y escoja versículos que refieren el tema del amor de Dios, y específicamente el amor de Dios hacia la humanidad. Encontrará una veintena, como mínimo.
Obviamente debe sumar los textos que usted conoce, y que considera apropiados. Con estos versos, trate de responder a las preguntas que escribió.
Para nuestra próxima cita, esperamos que tengan listo el volumen de versículos que no solamente halló, sino que espero, haya estudiado.
Cuestionario para la Lección 7
1.- El sermón expositivo incluye:
a.- Lectura cuidadosa del texto.
b.- Buscar las divisiones naturales del texto.
c.- Tomar apuntes.
d.- Todas las anteriores.
2.- Ahora que nos referimos al sermón temático resaltamos las siguientes ventajas:
a.- El mensaje gira en torno a varios temas bíblicos.
b.- El mensaje gira en torno a un solo tema sustentado por varios versículos bíblicos.
c.- El mensaje difiere de los demás por que maneja un solo versículo bíblico.
d.- Ninguna de las anteriores.
3.- El sermón temático:
a.- Tiene solo ventajas y no desventajas.
b.- Entre las desventajas del sermón temático se cuenta que es necesario investigar a fondo qué versículos permiten desarrollar un tema, son explicativos e incluso, se concatenan unos con otros.
c.- Es necesario organizar el bosquejo con coherencia.
d.- Las respuestas b y c son correctas.
4.- Cuando trabajamos un sermón temático:
a.- Es necesario definir un versículo base y a partir de allí trabajar los temas.
b.- Se requiere que el tema sea específico y no de lugar a divagaciones.
c.- Los puntos que se desarrollen deben sustentar el tema central.
d.- Todas las anteriores.
5.- Para dar solidez al sermón temático es necesario:
a.- Formular interrogantes al tema.
b.- Tratar de interpretar qué interrogantes se formularía el oyente.
c.- No es necesario formular interrogantes al tema.
d.- Los puntos a y b son correctos.

Lección 8

La estructura del Sermón Temático

Como tuvimos la oportunidad de apreciarlo, el Sermón Temático se desarrolla a partir de un tema. Ofrece una enorme variedad de posibilidades para, no solo presentar y desarrollar un asunto, sino para absolver todos los interrogantes que puedan surgir. Edifica a los oyentes, pero primero, edifica al predicador.
El Sermón a elaborar tiene como título propuesto: “El amor de Dios hacia la humanidad”.
Las Divisiones Mayores ¿De dónde salen?
Cuando no tenga claro qué puntos o Divisiones Mayores deben incluirse, lo más aconsejable es que le formule interrogantes al título.
Imagine por un instante que usted oye, de manera desprevenida, el título de la exposición que otra persona va a compartir. “El amor de Dios hacia la humanidad”. Usted ¿Qué puntos quisiera escuchar en torno a ese aspecto? También: ¿Qué preguntas le despierta el amor de Dios? Si usted se ubica en los zapatos de la congregación, seguramente podría plantearse los siguientes interrogantes:
1. ¿Por qué nos amó Dios?
2. ¿Cómo se manifiesta el amor de Dios?
3. ¿Qué produce el amor de Dios en nuestras vidas?
Definiendo las respuestas
El paso siguiente es más sencillo. Hay dos formas. La primera, buscar en una Concordancia  Bíblica los versículos y pasajes referentes al amor de Dios. Hay un buen número.
Un ejemplo práctico. Supongamos que ya hallamos los siguientes versículos:
Juan 3:16;  Filipenses 2:8; 1 Juan 3:1; 2 Corintios 5:17-19; Efesios 3:14-18
También encontramos otros versos que, aunque no hablan directamente del amor de Dios, expresan de qué manera y por qué, nos amó el Creador:
Génesis 1:1; Salmos 57:10; Romanos 5:5-7; Romanos 13:10
Es natural que encontremos muchos más. Pero específicamente en este ejemplo, utilizaremos los que anoté.
¿Qué paso seguir? Con base en todo este cúmulo de material bíblico, comenzar a responder los interrogantes. Las Divisiones Menores, es decir, los puntos que desarrollaremos, deben expresarse en ideas cortas, concisas.
Siguiendo este proceso, el Bosquejo del Sermón Temático podría quedar así:
Título: “El amor de Dios hacia la humanidad”
Base Escritural: Juan 3:16
I. ¿Por qué nos amó Dios?
1. Porque somos su creación (Génesis 1:1)
2. Porque la misericordia de Dios es eterna (Salmos 57:10)
3. Para abrirnos la puerta a hacernos sus hijos (1 Juan 3:1)
4. Porque no quiere que pasemos a la eternidad sin El (Juan 3:16)
II. ¿Cómo se manifiesta el amor de Dios?
1. A través de la obra de su Hijo Jesús (Juan 3:16)
2. Por el sacrificio de Jesús en la cruz (Filipenses 2:8)
3. A través del Espíritu Santo (Romanos 5:5-7)
¿Qué produce el amor de Dios en nuestras vidas?
1. Produce amor en nuestras vidas (Romanos 13:10)
2. Nos reconoce como Padre. Somos sus hijos (2 Corintios 5:17-19)
3. Hizo que Su Espíritu habitara en nuestras vidas (Efesios 3:14-18)
Este representa sólo el fundamento. Pero en esencia, la recomendación es que se tenga mucho cuidado, de un lado en la escogencia de los versículos y pasajes bíblicos, y de otra parte, no insertar versículos que digan lo que yo como predicador quiero decir, sino que expresen lo que Dios quiso decir a través de los autores de cada texto.

Lección 9

El Sermón Biográfico

Nos acercamos al final de la serie sobre cómo elaborar mensajes. En esta ocasión estudiaremos la estructura y dinámica del Sermón Biográfico. Conjuga elementos de los anteriores, es decir de los sermones textual, expositivo y el temático.
Entre las ventajas de este género, figura el que se puede analizar en detalle la existencia de un personaje de la Biblia, sus aportaciones a los demás, y en particular, los principios de vida práctica que arrojan pautas y luces para los cristianos de hoy.
Entre los elementos favorables que tiene este sistema de predicación, se cuenta el estrecho acercamiento de los creyentes con las experiencias, tanto positivas como negativas, de los hombres y mujeres de la Biblia. Ellos, al igual que nosotros, enfrentaron períodos de incertidumbre, persecuciones, intolerancia, duda y también de victoria.
¿Cómo se elabora un Sermón Biográfico?
El primer paso es la escogencia de un personaje. Tras orar y estudiar las Escrituras, seleccionaremos  quién será objeto de análisis. Una vez tengamos claro de quién se trata, nos dirigimos a la Biblia  y leemos todo cuanto digan las Escrituras sobre él o ella.
El estudio debe ser pormenorizado, en lo posible. La meta es no dejar escapar detalles. Examinar cuál es su origen, período histórico aproximado en el que existió, país o región donde residía, en qué momento se produjo el llamamiento de Dios y cuál fue su desempeño en la misión que el Señor le llamó a cumplir. Repito, es necesario no omitir detalles.

Durante el estudio, iremos tomando nota de lo que aprendemos. Es aconsejable tomar referencia del capítulo y los versículos donde se encuentra algún dato relevante. No olvide que estos pormenores serán de grana ayuda cuando estructuremos la predicación.
Llevando la teoría a la práctica
Tomemos como ejemplo la vida de Noé. Es una existencia relativamente corta en el registro Escritural y nos ayudará a tornar práctica esta enseñanza.
Una vez hayamos identificado en qué capítulos de la Biblia encontramos aspectos sobre el desenvolvimiento del personaje en estudio, sería útil que nos formuláramos los siguientes interrogantes:
1.- ¿Cuál es su origen y a qué familia pertenecía?
2.- ¿Cómo se produjo el llamamiento de parte de Dios?
3.- ¿Qué misión específica le encomendó?
4.- ¿Desde un comienzo Dios le reveló qué propósito debía cumplir o le fue mostrando el camino de manera progresiva?
5.- ¿Cuál fue su respuesta frente al llamamiento de Dios?
6.- ¿Qué podemos aprender de la relación de nuestro personaje seleccionado con Dios?
7.- ¿Hay peligros que haya enfrentado y que pueden alertarnos hoy para observar transparencia y consagración en nuestro caminar con Jesucristo?
8.- ¿Cómo describiría usted el secreto del éxito tanto secular como espiritual del personaje sobre el cual realizamos el análisis?
9.- ¿Cuál fue la conclusión de su vida?
La meta es que se tome el trabajo de despejar estos interrogantes para el momento en que publiquemos nuestra próxima lección. No olvide que es aconsejable disponer de una Biblia, de un diccionario bíblico, una buena concordancia y un diccionario que permita ampliar el significado de ciertos términos... ¡Adelante!
El Sermón Biográfico y su estructura
Estructura
El Sermón Biográfico  responde a la necesidad de analizar el llamamiento, crecimiento y evolución personal y espiritual de los hombres de Dios conforme lo registra la Biblia.
Es un método sencillo, aunque rico en posibilidades para descubrir a partir de las Escrituras, principios y valores que tienen aplicación para el hombre de hoy. Recaba en la trascendencia de las pautas de vida para los seres humanos conforme lo dispone Dios, sin que esos lineamientos de la forma indicada de pensar y actuar, cambien así se modifiquen los tiempos.
Otra característica de suma importancia es que permite estimular un acercamiento entre los problemas y victorias del hombre en los pasajes bíblicos y el hoy. Lleva a pensar que ellos no fueron diferente de nosotros, salvo por su fe y dependencia del Creador, que es justamente lo que estamos llamados a aprender en nuestra cotidianidad.
Como acordamos, el primer paso es realizar un estudio pormenorizado sobre la vida del personaje. Escogimos a Noé con el propósito de ofrecer un ejemplo. De acuerdo con el texto, algunas de las características de este hombre son:
Aspectos que sobresalen en la vida de Noé:
a.- El nombre de Noé está estrechamente ligado con el alivio del dolor de la humanidad y el descanso de los trabajos (v. 29).
b.- Era descendiente de Adán e hijo de Lamec (Génesis 5:30).
c.- Tuvo otros hermanos porque el texto refiere que Lamec “engendró hijos e hijas...”(Génesis 5:30).
d.- Noé vivió en medio de una sociedad inmoral, centrada en el placer (Génesis 6:1, 2).
e.- En los tiempos de Noé había gigantes (6:4).
f.- Dios reconoció en tiempos de Noé la naturaleza pecaminosa del hombre (vv.3, 5).
g.- La maldad se había multiplicado (v.5). Noé halló gracia delante del Señor (v. 8).
h.- Noé era un varón justo (v. 9 a).
i.- Noé era perfecto en medio de una generación corrupta (v. 9 b).
j.- Noé tenía una familia normal (v. 10).
k.- La maldad y el desmoronamiento moral abarcaron todo el género humano (vv.11-13).
l.- Dios impartió instrucciones específicas a Noé (vv. 14-16 y 19-21).
m.- Los planes a mediano y largo plazo fueron revelados a Noé.
n.- Noé era obediente a Dios (v. 22).
Como podrá apreciar realizamos un estudio preliminar a los capítulos 5 y 6 del Génesis que nos refieren aspectos importantes de la vida de Noé. Por supuesto, la historia se extiende mucho más allá y encontrará en los capítulos subsiguientes muchas cosas que son relevantes. Pero para el caso, tomamos sólo estos dos capítulos que nos servirán para elaborar un mensaje como el que se encuentra a continuación:
Título: Noé, un ejemplo de integridad en una sociedad sin Dios
Bases Escriturales: Génesis 5 y 6
I.- NOE FUE LLAMADO A CUMPLIR UNA MISIÓN EN UN MOMENTO COYUNTURAL DE LA HISTORIA
1.- Históricamente hombres de Dios han impactado el mundo que les rodea (Noé, José, Moisés, Abraham, Josué,  Gedeón ...).
2.- Había conciencia de la importancia de caminar con Dios (Génesis 5:23, 24)
3.- Noé entra en escena para cumplir los designios de Dios (Génesis 6: 6, 7).
4.- Como en el caso de Jeremías y otros hombres de Dios, el Señor le tenía escogido desde antes de nacer.
II.- NOE FUE UN EJEMPLO DE INTEGRIDAD EN UNA SOCIEDAD CORRUPTA (Génesis 6:8, 9). (vv.8, 9).
1.- La integridad de Noé le llevó a alcanzar gracia delante del Señor (v. 8).
2.- Noé se caracterizó por ser justo delante de Dios (v. 9 a)
            ... cumplidor de principios conforme a la voluntad del Señor...
3.- Noé era perfecto en medio de una generación corrupta (v. 9 b).
III.- DIOS REVELA SUS PLANES A QUIENES SON LLAMADOS (vv.10-16).
1.- Noé era un hombre normal, con una familia normal y obligaciones (vv.10).
            ... Dios escoge hombres comunes y corrientes...
2.- Dios escogió a Noé para desarrollar una misión específica en un momento específico (vv.11-13).
3.- Las revelaciones de Dios se producen en hombres dispuestos a escucharle y hacer Su voluntad (vv. 14-16).
IV.- LOS PLANES DE DIOS SE CUMPLEN A MEDIANO Y LARGO PLAZO (vv.17-22).
1.- Dios reveló a Noé los planes a mediano plazo (v. 17).
2.- Dios reveló a Noé los planes a largo plazo (v. 18).
3.- El hombre debe aprender a descansar en las promesas de Dios (v. 18).
4.- Mantenernos en los planes de Dios nos obliga a ser obedientes (v. 22).
Una estructura sencilla
Como podrá apreciar, la estructura que se siguió es muy sencilla. No se sujeta a casillas específicas. Fluye libremente. La esencia es presentar a Noé, como hombre del común, pero también, como hombre de Dios. Ver el mundo a través de sus ojos y conocer de qué manera el Creador trató con su vida. Es un ejercicio sumamente enriquecedor para los oyentes.
Le sugiero que revise nuevamente el ejemplo. Y trate de elaborar su propia versión del mensaje. Le ayudará a ampliar su panorama.
No olvide, con base en los próximos capítulos (Génesis 7 y 8, entre otros), podrá usted preparar otros mensajes. Eso sustenta lo que dijimos al comienzo de esta serie respecto del Sermón Biográfico, y es que sirve para desarrollar varios mensajes.
En la próxima lección aprenderemos qué son las introducciones al mensaje, lo mismo que las conclusiones y qué importancia revisten en la exposición de la Palabra de Dios.
Cuestionario a la Lección 9
1.- Entre las ventajas del sermón biográfico se cuentan:
a.- Analizar en detalle el desenvolvimiento histórico de un personaje.
b.- Analizar en detalle la relación de un personaje determinado con Dios.
c.- Analizar en detalle qué misión cumplió.
d.- Analizar en detalle cuáles fueron sus puntos fuertes como también los débiles.
e.- Ninguna de las anteriores.
f.- Todas la anteriores.
2.- Cuando señalamos la preparación de un sermón biográfico:
a.- Nos referimos a la necesidad de definir inicialmente qué personaje estudiaremos.
b.- Definido el personaje, buscamos los versículos y pasajes que aluden a su desenvolvimiento.
c.- Al estudiar el personaje tomaremos nota de sus reacciones.
d.- No es necesario abundar en detalles del personaje.
e.- Las respuestas a, b y c son correctas.
f.- Ninguna de las anteriores.
3.- El sermón biográfico responde a:
a.- La necesidad del llamamiento y crecimiento personal.
b.- Analizar el crecimiento, evolución personal y espiritual de un personaje.
d.- Analizar el llamamiento, crecimiento, evolución personal y espiritual de un personaje.
e.- Ninguna de las anteriores.
4.- Vamos a recordar algunos temas vistos en otros capítulos:  Para facilitar la elaboración del sermón expositivo se recomienda:
a.- Leer y releer el texto varias veces, tomando apuntes sobre las ideas relevantes.
b.- Tratar de conocer la idea central de autor, lo que se facilita al leer y releer el texto.
c.- Basta con leer el texto una sola ver y no tomar apuntes porque tendremos fácil comprensión del texto.
5.- Para escoger el texto con el cual predicar:
a.- Se utilizan las guías homiléticas que venden en librerías cristianas.
b.- Se busca la dirección de Dios en oración y recurrimos a los apuntes que realizamos en la lectura sistemática de las Escrituras.
c.- Partimos a partir de un pasaje que nos llame la atención.

Lección 10
Durante toda la serie hemos aprendido sobre las estructuras de los sermones textual, expositivo, temático y biográfico. Paso a paso hemos visto cómo se concluye la armazón sobre la cual descansan los argumentos bíblicos de las enseñanzas que compartimos con la audiencia. Ahora es necesario complementar este cuadro con tres elementos fundamentales: la introducción, las ilustraciones y la conclusión.
La introducción
Todo tema debe tener una introducción apropiada, una vez se comparte la Base Escritural o Base Bíblica, y por supuesto, cuando hemos leído la porción sobre la cual realizaremos el análisis. Se trata de una síntesis de todos los aspectos que abordaremos en la predicación. Es la antesala o aperitivo, y por tanto, debe circunscribirse a marcar pinceladas de lo que todos escucharán a continuación. Su propósito fundamental es despertar interés.
Lo aconsejable es que, en cuanto a tiempo, oscila entre los tres y cinco minutos. A partir de entonces se puede tornar monótona, y si se quiere, contraproducente ya que los oyentes caerán en múltiples distracciones.
La introducción puede realizarse acudiendo a una pregunta o quizá, con una breve historia. Cualquiera que sea el recurso que se utilice, debe despertar inquietud y deseos de conocer qué sigue a continuación.
En caso que se incline por un relato, debe en lo posible, ser comprensible. Recuerde que si no es preciso al compartir la información, puede provocar confusión. Otra recomendación es que las frases sean cortas. Esto da mayor impacto a las palabras e incluso, despiertan curiosidad.
Las ilustraciones
Juegan un papel importante en la exposición del mensaje. Son las historias, anécdotas o narraciones que le permiten al oyente, entender que la Palabra de Dios tiene aplicación práctica en nuestro tiempo.
Un sermón debe contener un buen número de ilustraciones, aunque cuidando de no incurrir en excesos.
¿De dónde se obtienen? De muchas partes. Usted puede tomarlas de los libros que lea, de los hechos cotidianos que transmiten los noticieros de televisión, de la radio, de los diarios e incluso, de los argumentos que se manejan en las películas. El trato con las personas que le rodean, ofrece asimismo un excelente repertorio de ilustraciones.
Para no olvidarlas con facilidad, es aconsejable llevar con nosotros una agenda o libreta en la que anotemos cada hecho que, a futuro, nos puedan servir. Es recomendable también tener en cuenta los detalles, así parezcan irrelevantes. Pueden a la postre ser muy útiles.
Las ilustraciones tornan amena la enseñanza y se constituyen en una excelente herramienta para que la audiencia memorice o al menos, asimile los principios que recibieron a partir de la Palabra.
La conclusión
Imagine siempre un sermón como la experiencia de subir una montaña. Cuando ascendemos, lo hacemos despacio, cuidando en qué lugar pisamos. Asimilado a la predicación, es lo mismo que ocurre cuando compartimos los principios bíblicos acompañados de ilustraciones.
Una vez nos encontramos en la cima de la montaña, podemos caminar e incluso correr con confianza. Pero llega el momento en que debemos iniciar el descenso. En el caso del  mensaje, la conclusión es un segmento de suma importancia porque es allí cuando guiamos a nuestra asistencia al punto que, desde un comienzo, queríamos que alcanzaran.
Puede ser que hagan decisión de fe por el Señor Jesucristo o quizá, que apliquen en su vida cotidiana principios prácticos que hayamos compartido durante la exposición.
Es recomendable entonces, recordar en síntesis, cada uno de los puntos objeto de estudio en el sermón. Repetirlos de manera tal que se facilite aún más su asimilación por parte de los asistentes a la reunión. Debe hacerlo despacio, sin correr. Si bien ya está terminando su mensaje, es un tiempo que debe aprovechar para enfatizar aquellos aspectos que desea, queden grabados --con ayuda del Espíritu Santo—en el corazón y en la mente de los creyentes.
Así quedaría entonces la estructura del mensaje:
1.- Base escritural
2.- Introducción
3.- Desarrollo del tema (En el que se incluyen las ilustraciones).
4.- Conclusión
Le invitamos para que, en adelante, ponga en práctica estos senillos pero efectivos elementos cuando vaya a compartir la Palabra de Dios en su congregación.

Lección 11
Una de las preguntas que formulan con mayor frecuencia quienes toman los cursos de homilética práctica es ¿Cómo se logra influir en el oyente y además, que el mensaje quede sembrado en sus corazones? Este interrogante es comprensible y nos proponemos despejarlo con una serie de principios que si bien, son elementales, arrojan excelentes resultados.
1.- La oración
Es fundamental que el líder o predicador pase tiempo delante de la presencia de Dios en oración. No podemos hablar en nombre del Señor y Creador del universo, si ni siquiera le conocemos.
Cuando oramos, lo más seguro es que se producirán resultados positivos e impactantes entre quienes nos escuchen, como se evidenció en el pasaje bíblico en el cual el escriba Esdras compartió la Palabra a los repatriados de Israel.
“Abrió, pues, Esdras el libro a los ojos del pueblo, porque estaba más alto que todo el pueblo; y cuando lo abrió, todo el pueblo le estuvo atento... y leían el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura” y relata la historia que hasta tal punto impactó su intervención, que fue necesario le dijese a los presentes:”... Día santo es a Jehová nuestro Dios: no os entristezcáis, ni lloréis: porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley”(Nehemías 8:5, 8 y 9).
2.- Claridad en la exposición
Es evidente que además de  tratarse de un instrumento en manos de Dios, el escriba Esdras tenía a favor que sus exposiciones eran claras, y en segundo lugar, tenía definida la necesidad de presentar un mensaje que por igual entendieran desde un adolescente hasta un adulto mayor.
3.- Tener definidas las ideas o puntos a exponer
“¿Para qué se requiere de un bosquejo?” Se preguntan muchos y es probable que también, argumenten que sólo basta la inspiración del Espíritu Santo. No lo discutimos. Pero salta a la vista que quien no tiene claro de qué disertará, confiado en la improvisación, corre el peligro de divagar. Por el contrario, cuando tenemos un resumen o bosquejo de los asuntos a tratar, aprovechamos mejor el tiempo, vamos directamente al grano  y no discurrimos de un segmento a otro, generando confusión entre quienes escuchan.
4.- Utilización de argumentos sólidos e ilustraciones
Un buen expositor de la Palabra de Dios tiene la certeza de qué va a exponer, fundamentado en la Biblia y no en vivencias personales. Nada más chocante que escuchar a quienes leen un pasaje bíblico y durante su intervención plantean cosas que nada tienen relación con el texto. Igual quienes posan de súper-espirituales y circunscriben toda la predicación a las experiencias, revelaciones, diálogos y hasta encuentros individuales que han tenido con el Señor.
Para contemporizar el mensaje, es aconsejable utilizar ilustraciones. Tornan agradable el tiempo de exposición, y como lo anotamos anteriormente, permiten que los asistentes comprendan que los hechos objeto de estudio, impactaron a hombres y mujeres como nosotros, con debilidades y fortalezas.
5.- Definir el tiempo de exposición
Juega un papel importante el definir, desde un comienzo, cuánto tiempo tardará la exposición. Esto permite al líder o predicador, tener control sobre el desarrollo de cada uno de los puntos, y no extenderse hasta el límite en que las personas resultan fatigadas.
He escuchado a quienes dicen “no hay que poner limitaciones ni sujetarnos a horarios específicos porque así no obra el Espíritu Santo”. Y a tales personas he tenido que el Espíritu Santo es un Espíritu de orden.
6.- Anunciar el título y resumir, hacia el final
Es aconsejable que, al comenzar la exposición, anunciemos de qué se trata. De esa manera los oyentes tendrán ilustración sobre el asunto en torno al cual girará la predicación. También, hacia el final y como ya lo anotamos en otra lección, es de suma importancia resumir y recordarle a los oyentes qué puntos se abordaron. Esto contribuye a la asimilación de la enseñanza.
7.- Buena vocalización
Además de mirar al público, es fundamental que el pastor, líder o predicador, vocalicen bien. Pronuncien claramente las palabras y, en caso que se equivoquen en algún término, lo corrijan. No deben sentir vergüenza sino por el contrario, la tranquilidad de que se es honesto al admitir las fallas.
8.- No permanecer estáticos
Con mucha frecuencia se observa desde los púlpitos a expositores que permanecen en el mismo sitio y no se desplazan. Pareciera que se trata de estatuas o de una fotografía colocada junto a un atril. Por esa razón, es aconsejable que se utilicen las manos y el movimiento corporal para tornar más amena la enseñanza. Ir de un lado a otro, con mesura, descansa a los oyentes.
9.- Modular el tono de voz
Lo más aconsejable, cuando se realiza una exposición, es primero utilizar un estilo ameno, de charla, que suene informal, así se trate de un mensaje profundo.  Lo segundo, aprender a elevar o disminuir el tono de voz, de acuerdo con el asunto que se esté exponiendo.
Un volumen plano ayuda a que muchos sientan ganas de dormitar o al menos, experimenten arrullo permanente o “echase un sueñito”.
Si alguien se está durmiendo en el auditorio: primero, guarde silencio y con seguridad, despertará. O segundo, baje o eleve el tono de voz. Son dos recursos infalibles.
10.- Utilizar términos comunes
Cuando exponemos la Palabra de Dios, siguiendo el ejemplo de Esdras, debemos aspirar que todos los asistentes entiendan el tema. Para lograrlo, además de claridad en la exposición, es importante no utilizar términos rebuscados o que obliguen a cada creyente, además de su Biblia, el que necesite llevar un diccionario bajo el brazo cuando asista a un servicio religioso en el que usted será el exponente.
Además de lo anterior, sobra recordar la necesidad de que el predicador vaya vestido conforme a la ocasión. La presentación revela mucho del expositor, no lo olvide.

Lección 12 - Complemento
Introducción
“¿Cuál es el método más sencillo, práctico y, sobretodo, eficaz para realizar un estudio bíblico?”  Esta es una de las preguntas que recibo con mayor frecuencia en el volumen que recibo diariamente de correspondencia. Y es natural. Los nuevos creyentes, pero también aquellos que llevan un buen tiempo caminando de la mano del Señor Jesucristo, desean aprender más de Su Palabra y quieren aprovechar al máximo la lectura diaria y devocional de la Biblia.
A esta inquietud se suma el interés creciente en nuestras congregaciones por formar líderes que contribuyan a llevar la carga y estén debidamente capacitados para ejercer la labor de evangelización y predicación.
Unos y otros confluyen en la necesidad de realizar un estudio sistemático de las Escrituras de manera que, además de recibir edificación espiritual, puedan extraer mensajes para  compartir con otros creyentes.
Con el propósito de responder a ese interés, desde el Ministerio de Evangelismo y Misiones “Heraldos de la Palabra” hemos diseñado la presente serie, que esperamos, constituye una valiosa herramienta para cada uno de nuestros lectores.
¿Qué se requiere para iniciar un estudio bíblico?
Ante todo se requiere disposición de sacarle provecho al texto objeto de estudio, encontrando lecciones para su aplicación práctica en la vida. Un buen número de cristianos no son muy asiduos a la lectura y, cuesta reconocerlo, no son estudiantes regulares de las Escrituras. Pero una vez aprendan a realizar un estudio, estamos seguros que su actitud será diferente.
La libreta de notas
Al iniciar la elaboración de un estudio bíblico, es fundamental tener a mano una libreta de notas. Allí el estudiante de la Biblia irá consignando apuntes sobre aspectos que le llamen la atención en la lectura, pero también podrá registrar anécdotas e información que en el futuro le sirvan para ilustrar los mensajes.
Un diccionario
De acuerdo con la versión de la Biblia que se utilice, hay términos que pueden ser desconocidos para el lector. Por esa razón le recomiendo que tenga a mano un diccionario. De esa manera podrán absolver interrogantes sobre palabras que desconoce.
En la medida que vaya leyendo y desconozca alguna expresión, el estudiante la anotará en su libreta y buscará el significado. Esto ayudará a enriquecer su léxico y por supuesto, facilitará su comprensión de la lectura.
Mucha oración
El encontrar revelación en la Palabra de Dios siempre debe estar antecedida por un buen tiempo de oración delante del Señor.
Históricamente ha sido así. Los hombres y mujeres que mantuvieron un estrecho contacto con el Creador, recibieron siempre mensajes nuevos. Y con la lectura de la Biblia ocurre lo mismo.
Lectura panorámica del texto
El primer paso al comenzar un estudio bíblico es definir qué pasaje queremos estudiar.
En caso que se trate de un libro de la Biblia (todo el texto de Jonás, por ejemplo), lo aconsejable es realizar una lectura rápida, sin mayores prevenciones.
Imagine que se encuentra en lo alto de una montaña. Desde allí puede divisar toda su ciudad. Las calles, las transversales, los pasajes. Es cierto, no puede particularizar una dirección o determinar el color específico de una edificación, pero tiene una visión muy amplia de la zona urbana. Ve todo. Eso es lo que ocurre cuando realizamos una lectura rápida: nos permite tener a una idea general del texto.
Los términos que desconozca, aquellas cosas que le llamen la atención o quizá, aspectos que en otras ocasiones no le despertaron interés pero ahora pareciera que cobran una importancia especial, debe anotarlos en su libreta.
Resumir las ideas
Cuando vaya a apuntar algo que le llamó poderosamente la atención, le sugiero que sea lo más breve posible. Simplemente anote la idea general. Por ejemplo, los versículos 1 y 2 del Salmo 23. Dice el texto: “El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace descansar. Junto a tranquilas aguas me conduce...” (Nueva Versión Internacional).
Al resumir, usted podría colocar: “Dios es mi pastor”, “Dios es mi proveedor” o simplemente “Dios nos cuida en todo”. Esas ideas concretas nos permiten, de un lado recordar fácilmente la información, y de otra parte, nos preparan para la elaboración de mensajes.
Hay que destacar que los resúmenes facilitan formarnos una idea general de todo lo que trata el texto objeto del estudio. Facilitan la elaboración de esquemas fáciles de estudiar.
Es importante tener en cuenta que la división de un libro de la Biblia en capítulos, en ocasiones no corresponde al paso de un tema a otro. Debemos ser muy cuidadosos con eso, para no perder el hilo del asunto que viene tratando el autor. Este aspecto lo abordaremos en el siguiente capítulo, en el que podremos mirar qué es texto, qué es contexto y la importancia de mirar qué hay antes, durante y después del pasaje que estemos analizando.

Lección 13

La importancia del texto y el contexto

Con demasiada frecuencia encontramos personas que toman un solo versículo de la Biblia y a partir de allí generan toda una serie de principios doctrinales. Lo grave es que, sin tener suficiente basamento Escritural, comparten mensajes totalmente desfasados, fuera de su contexto. Yerran y conducen a otras personas al error.
Igual ocurre cuando se elabora un estudio bíblico. No podemos, bajo ninguna circunstancia, tomar un solo versículo para tratar de explicar todo lo que dice el pasaje, el capítulo o el libro.
Para no incurrir en errores, definiremos qué es el texto y cuál su contexto.
El texto
Por texto podemos definir un versículo o un pasaje específico que vayamos a estudiar.
Imagine una pared con muchos ladrillos. El texto vendría a ser uno de aquellos ladrillos. Hagámoslo mucho más gráfico: imagine un rompecabezas. ¿Qué es el texto? Vendría a ser una de las muchas piezas que conforman la totalidad del juego.
Cuando tenemos esa imagen clara, podemos entender que un solo eslabón de la cadena, no constituye el todo sino una parte. No puedo tomar un ladrillo y decir: “Tengo en mis manos toda una pared o muro”.
¿Qué es el contexto?
El contexto es todo el conjunto de piezas del rompecabezas o el muro completo. Es el todo en el cual se encuentra incrustado el texto.
Vamos a otro ejemplo. Ubíquese mentalmente en el templo al que asiste. ¿Ve todas las sillas? Pues ese conjunto de bancas vendría a ser el contexto. Pero ahora enfoque su atención en una sola de las sillas. Si lo explicamos gráficamente, diríamos que ese taburete vendría a ser el texto.
Tener estos dos conceptos claros reviste particular importancia porque al elaborar un estudio bíblico es necesario que no vamos saquemos un texto, de su contexto.
Mirando un pasaje dentro de su contexto
Al elaborar una lectura panorámica, tenemos una visión general de qué acontece en la totalidad del libro o texto que vamos a estudiar. Nos permite estar en la cima de la montaña y apreciar el paisaje: las montañas, las nubes, los ríos, las carreteras y la ciudad.
Este ejercicio nos permite hilar ideas generales y conocer cuáles son los aspectos más relevantes. Este paso es fundamental porque en el momento de realizar un análisis detallado, tenemos una cosmovisión aproximada de qué ocurre a lo largo del texto.
Incluso, es probable que nos surjan interrogantes o que por el contrario, absolvamos preguntas. En todos los casos, es recomendable leer el libro de forma panorámica.
Pero supongamos que, una vez lo haya hecho, usted se interesa por un solo capítulo. Es de allí que extraerá una enseñanza. Pues lo aconsejable es que se tome el tiempo para leer los capítulos anteriores y los posteriores. Así tendrá una idea mucho más aterrizada de qué está ocurriendo.
Entramos ahora en una experiencia apasionante para todo estudiante de la Biblia. Es lo que conocemos como Lectura Detallada, es decir, un paso de avanzada en la elaboración del estudio bíblico.
¿Qué es la Lectura Detallada?
Este tipo de lectura exige mucho más. Nos lleva a investigar, analizar, corroborar y tomar apuntes. Es un ejercicio enriquecedor porque nos abre las puertas para conocer en particular, de qué trata el capítulo.
Supongamos que ya leímos la totalidad del libro que vamos a estudiar. Tenemos una cosmovisión de qué se trata. Ahora comenzamos a particularizar y elaborar el estudio.
Es recomendable que usted como pastor, predicador, líder o cristiano que comienza a involucrarse en las tareas y ministerio de la iglesia, desarrolle el buen hábito de realizar estudios bíblicos siguiendo dos pasos esenciales: tanto la Lectura Panorámica como la Lectura Detallada o pormenorizada.
Cuestionario a las lecciones 12 y 13
1.- Al disponernos a la elaboración de estudios bíblicos es necesario tener:
a.- Una buena bíblica con ayudas de estudio y tiempo para estudiar cada tópico objeto de análisis.
b.- Libreta de notas, una concordancia, un diccionario bíblico, oración y un estudio panorámico del texto.
c.- Una buena concordancia únicamente.
d.- Ninguna de las anteriores.
2.- Un análisis panorámico del texto es de suma importancia porque:
a.- Nos permite conocer qué pasó antes, durante y después del texto estudiado.
b.- Profundizar en términos que normalmente suenan extraños.
c.- Las dos anteriores.
d.- Ninguna de las anteriores.
3.- Es importante que al leer el texto objeto de estudio:
a.- Tomemos notas para el momento de elaborar el estudio.
b.- Subrayar nuestra Biblia con aspectos interesantes.
c.- Tomar notas de los aspectos interesantes observados al leer el texto.
4.- ¿Qué importancia juegan el texto y el contexto en el estudio bíblico?
a.- Permiten determinar de dónde viene un hecho determinado, observando lo que ocurrió antes, durante y después.
b.- Sólo basta leer el texto. El contexto no es necesario.
c.- El contexto es determinante porque nos ayuda a tener una mejor comprensión del texto que estudiamos.
d.- Las respuestas a y c son correctas.

Lección 14
El Estudio Bíblico Detallado
Como todo proceso, la elaboración de un Estudio Bíblico Detallado tiene unos pasos.
¿Cuáles son los pasos?
Para comenzar, le invitamos que los cumpla todos hasta que logre asimilar y dinamizar que se hace, es decir, cuál es el proceso. Esto le facilitará sus propios análisis en el futuro realizar.
Primer paso: Investigue sobre el libro que estudiará
Hoy día abundan excelentes Biblias de estudio a precios módicos. Hay muchas versiones, todas muy buenas. En particular considero que las de mayor aceptación en Latinoamérica son las que publican las Sociedades Bíblicas Unidas.
Pero es probable que usted reside en un lugar distancia. Tiene una Biblia sencilla. Pues lo aconsejable, en tal caso, es que pudiera acceder –bien sea a través de su pastor o de un líder—a un diccionario bíblico. Lo primero que hará entonces, es buscar el libro específico. Por ejemplo: Jonás.
Tome el mayor número de datos posibles. Apúntelos en su libreta. Es de suma importancia. Es vital que conozca todo lo que rodea el libro. El autor, la época en que se escribió, la situación social, económica, política, religiosa y cultural.
De esta manera, cuando vamos a una segunda lectura, mucho más cuidadosa, tenemos ya una idea general de todos los aspectos que rodean el texto general que vamos a analizar.
¿Qué ocurre si no tenemos a mano un diccionario bíblico? Este interrogante quedará despejado un poco más adelante.
El contexto de la época
Nuestra sociedad goza de los avances tecnológicos. Hay modernidad por todas partes. Pero imagine que por un extraño mecanismo usted logra traer al presente, a alguien que vivirá cincuenta o cien años después.
Por supuesto, su forma de vestir, hablar y de expresarse, será totalmente diferente a la nuestra.
Si le invita a escuchar música en CD, lo mirará con extrañeza. Igual que si le sugiere navegar por el Internet. Todo para él será estrafalario, obsoleto, cosas del pasado, es más, podrá tildarlo de arcaico. Es natural porque vive en una época diferente, con mucho mayor desarrollo en todos los órdenes.
Para que le entienda, tendría que entrar a explicarle muchas cosas que para nosotros son elementales hoy.
Eso mismo ocurre cuando usted viaja en el tiempo para realizar un estudio de la Biblia. Muchas cosas descritas allí no tendrán sentido para usted.
Allí estriba la importancia de conocer particularidades del tiempo que describe el libro que está estudiando.
Entre los elementos sobre los que sugerimos investigue antes de realizar una exploración en detalle, se encuentran:
Conocer sobre el autor
Es fundamental que conozcamos quién es el autor del libro. ¿De dónde era?¿En qué época vivió?¿Cuál era su profesión?¿Cuál fue el tiempo aproximado de su trabajo ministerial o desempeño secular?
Si estudiamos algunos datos sobre el escritor, podremos conocer incluso cuáles pudieron ser algunas de sus motivaciones.
Recuerde, si bien obró bajo inspiración del Espíritu de Dios, cualquiera haya sido la época en que viviera, enfrentó períodos de crisis, soledad, desánimo pero también de alegría. En cierta medida esos estados de ánimo, propios del momento que vivió, ejercieron una considerable influencia en él y en su desempeño.
Esto nos permitirá ponernos en los zapatos del autor, pisar su tierra, disfrutar la misma brisa del atardecer en la reseca Palestina de la época y tantas cosas que para nosotros son lejanas.
Condiciones sociales y políticas
¿Qué circunstancias políticas prevalecían en el momento de escribir el libro? Esta pregunta reviste mucha importancia. Su respuesta arroja luces sobre la razón por la que se escribió el texto.
Nos ayuda a determinar si el pueblo se encontraba bajo opresión, sumido en idolatría, alejado de Dios y detalles que son sumamente útiles en el estudio.
Las condiciones políticas están estrechamente ligadas al desarrollo social. Esto es otro aspecto de trascendencia.
Descubrirlo es enriquecedor en nuestro estudio. Ampliará la visión que pudiéramos tener del momento en que se estaba viviendo.
Circunstancias religiosas
A partir del libro de Josué, pasando por todo el Antiguo Testamento hasta llegar a las Páginas del Nuevo Testamento, toda la historia ha estado marcada por una amalgama de circunstancias políticas y religiosas. En un comienzo el gobierno era teocrático, es decir, regido por principios religiosos, pero con el tiempo, la parte político se vio inmersa en un matrimonio con el ejercicio de la religión judía.
De ahí que, dependiendo de cómo marchaba el mundo político, se veía un reflejo en la vida religiosa. O viceversa. También se pueden encontrar detalles valiosos al conocer  qué condiciones primaban en la relación de los hombres con Dios. Si estaban distantes, si estaban muy cercanos o por el contrario, esgrimían una actitud de indiferencia.
La economía de la época
Las fluctuaciones económicas de nuestro tiempo, nos afectan directa o indirectamente. Y eso es normal. Cuando la escasez o la recesión tocan nuestro bolsillo, nos golpean o si por el contrario, hay bonanza financiera, exalta positivamente nuestro ánimo, nos lleva a plantear proyectos hacia el futuro, planear viajes y un sinnúmero de factores que no tenemos ni el tiempo ni el espacio para pormenorizar.
Pero en esencia todo se enfoca resaltar la necesidad de investigar, cuando iniciamos la Lectura Detallada de un libro en particular, cuáles eran las condiciones económicas del momento.  Esto nos dará mucha claridad del por qué se escribieron ciertos pasajes.
La cultura prevaleciente
Es innegable el poder que ejerce la cultura que nos rodea. Trae costumbres y hábitos que de manera inconsciente, asimilamos y ponemos en práctica en lo que hacemos. Permea todo lo que nos compete. Incluso, podría llevarnos a pensar y actuar de una manera inexplicable para muchos.
Al realizar un estudio bíblico es inevitable que investiguemos sobre la cultura, no solo la que en ese momento formaba parte de la identidad del pueblo judío (en el caso del Antiguo Testamento) o de las diferentes ciudades y regiones en que transcurre el Nuevo Testamento. Igualmente es de suma importancia saber qué culturas externas les estaban influenciando en esos momentos.
Este hecho nos lleva a tener una idea muy amplia del por qué de su comportamiento religioso, por ejemplo, o de sus actitudes frente a la moral.
¿En qué época se escribió el libro?
Por último le sugerimos tener en cuenta la época en que se escribió el texto objeto de análisis.
Secularmente podemos investigar mucho de la historia y sus cambios. Pero cuando conocemos el tiempo aproximado de redacción del pasaje, podemos relacionarlo con las circunstancias que prevalecían en el momento.
No podemos olvidar que la vida y tiempos de los judíos, inicialmente, y de los cristianos, no estuvieron al margen de lo que ocurría a su alrededor.
Es por tanto de mucha importancia conocer qué estaba ocurriendo en esos momentos.
Segundo paso: Lectura detallada
Partamos de la base que ya tenemos unas notas de todo lo que concierte al libro. Estamos listos entonces para comenzar a identificar aspectos mucho más detallados. E iniciamos la segunda lectura, mucho más analítica.
Comenzamos leyendo cada capítulo y le ponemos una frase que resume el contenido.  Así, al leer la totalidad de los capítulos, tendremos el esqueleto o bosquejo general.
Cuestionario a la Lección 14
1.- ¿Por qué es importante investigar sobre el libro que estudiaremos
a.- Porque nos permite conocer al autor y época en que se escribió.
b.- Porque nos permite conocer al autor bíblico, la situación social y política.
c.- Porque nos permite conocer al autor bíblico, la época en que se escribió y aspectos relativos al mensaje.
d.- Ninguna de las anteriores.
2.- ¿Por qué es importante conocer al autor?
a.- Porque sabemos qué influyó social, política, económica y culturalmente en su ministerio.
b.- Porque conocemos cuál era su relación con Dios y qué frutos rindió.
c.- Porque sabemos qué motivaciones rodearon su ministerio.
d.- Todas las anteriores.
e.- Ninguna de las anteriores.
3.- Por qué es importante conocer sobre la situación social, política y económica.
a.- Nos ayuda a determinar si el pueblo se encontraba bajo opresión, sumido en idolatría, alejado de Dios y detalles que son sumamente útiles en el estudio.
b.- Porque las condiciones políticas están estrechamente ligadas al desarrollo social. Esto es otro aspecto de trascendencia.
c.- De alguna manera lo que rodeaba al autor, influyó en su ministerio y en lo que escribió.
d.- Todas las anteriores.
4.- ¿Qué papel ocupa la lectura detallada del texto en la elaboración del estudio bíblico?
a.- La lecturas detallada nos permite identificar aspectos en apariencia pequeños pero que son relevantes cuando vamos a exponer el tema.
b.- Nos permite sintetizar la idea general del texto y las ideas secundarias.
c.- Nos ayuda a bosquejar los puntos que aborda cada pasaje.
d.- Nos permite recrearnos en una buena lectura de edificación cultural y espiritual.
e.- Todas las anteriores excepto la d.
Lección 15
Elaboración del cuadro de interrogantes
Cuando iniciamos un estudio detallado de algún pasaje, es de suma utilidad la elaboración de un recurso que denominaremos cuadro de interrogantes. En él se busca auscultar al máximo la información que nos pueda suministrar el escritor sagrado.
En este cuadro, que le invitamos para que dibuje en una hoja de papel una vez reciba las instrucciones, usted de manera horizontal trazará cuatro casillas y dos casillas de forma vertical.
En las casillas de forma horizontal usted responderá a cuatro interrogantes elementales que son:
¿Qué?¿Quién?¿Cuándo?¿Dónde? 
A continuación vamos a describir cada uno de ellos. Para ilustrarlo, imagine que el texto que está leyendo, es como si estuviera viendo una muy buena película. Y usted, como buen televidente o cineasta, no quiere perderse los detalles. Quiere saber hasta lo más mínimo que ocurre en la trama y desenlace del film.
Primer interrogante: ¿Qué?
Si hemos tomado como base el ejemplo de una película, la idea es que usted responda a esta pregunta relatando, de manera resumida, qué es lo que ocurre. La idea es que, con sus propias palabras, pueda describir cuál es el argumento central de la presentación. Esto nos ofrece una idea aterrizada sobre los elementos que está tocando el autor del texto bíblico.
Es tratar de meternos en todo el transcurso de lo que ocurre en el pasaje, ponernos los zapatos del autor y determinar qué fue lo que quiso transmitirnos, decenas o centenares de años más tarde.
Este ejercicio es de suma importancia porque nos ofrece conceptos claros que nos ayudarán en la posterior elaboración de sermones. No olvide poner especial atención a todos los detalles, en el momento en que vaya a despejar este interrogante.
Segundo interrogante: ¿Quién?
Seguimos con la ilustración de la película. En todo buen film por supuesto intervienen los buenos, los malos y aquellos personajes que simplemente son importantes para que el argumento tenga peso.
Pues bien, en su cuadro es fundamental que usted anote qué personajes intervienen, definiendo con base en el texto leído, el cargo que ocupan, en lo posible si son o no individuos con actitudes buenas o malas y todo aquello que nos pueda ofrecer un panorama de cuál es su aporte o de qué manera toman parte en el texto bíblico: ¿Qué hacen?¿Por qué son importantes?¿Cuál era su relación con Dios? etc.
Tercer interrogante: ¿Cuándo?
Entramos aquí a un punto que jamás debemos olvidar. De un lado nos enriquece el panorama del texto que leemos, y de otro, nos ubica en el tiempo. Me refiero al interrogante “¿Cuándo?”. La idea es que, si el pasaje que leemos nos lo permite, podamos determinar en qué momento, cuándo, en qué año y bajo qué gobiernos o períodos específicos –religiosos o administrativos—ocurrieron los hechos descritos en el texto.
La datación, es decir, determinar el tiempo en el que ocurrieron los hechos, es necesario para el estudiante bíblico. Ahora, supongamos que en el pasaje no encontramos mayores referencias en cuanto al año en que ocurren los acontecimientos, pues entonces y para despejar cualquier duda, es aconsejable que usted acuda al diccionario bíblico.
Cuarto interrogante: ¿Dónde?
Despejar este interrogante nos ayuda a determinar el lugar en el cual acontecieron los hechos. Recuerde que en la Biblia se relatan, no solo aspectos relacionados diversos personajes, sino también la ubicación.
Dependiendo del sitio donde se desenvuelven los acontecimientos, podemos identificar si se trata de territorios poblados por creyentes (llámese israelitas o cristianos, según si está leyendo el Antiguo o el Nuevo Testamento).
Lo más aconsejable, por supuesto, es que usted se traslade a la sección de la Biblia que utiliza, en donde se publican los mapas. Son de una extraordinaria ayuda.  También y como veremos más adelante, es necesario que usted aprenda la utilización de escalas en el momento de determinar distancias. Estas instrucciones podrá consultar con su maestro bíblico.
Tener en cuenta las referencias textuales:
Cuando estudiamos en detalle un pasaje de la Biblia, es importante tener en cuenta las referencias que aparecen y que nos llevan a otros textos.
Pongamos un ejemplo. Vamos a realizar un análisis pormenorizado al primer capítulo del libro de Isaías. Nuestro propósito es averiguar qué ocurrió cuando el profeta inicia y desarrolla su ministerio.
Al comenzar a leer, encontramos en el texto que: “Visión de Isaías, hijo de Amoz, la cual vio acerca de Judá y Jerusalén en días de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequias, reyes de Judá” (Is. 1:1).
Para tener una idea aproximada de qué estaba ocurriendo en todos los órdenes: político, religioso, económico, administrativo y cultural, entre otros, es necesario  que nos tomemos el tiempo que se requiera para investigar en las referencias anotadas.
Si observamos con cuidado, encontraremos que las referencias al rey Uzías se encuentran en 2 Reyes 15:1-7 y 2 Cr. 26:1-23; las de Jotam, en 2 Reyes 15:32-38 y 2 Cr. 27:1-9; las de Acaz, en 2 Re. 16: 1-20; 2 Cr. 28:1-27 y las de Ezequias, en 2 Reyes 18:1-20 y 2 Cr. 29:1-32.
Un cuadro de características
Para determinar qué hizo cada uno de los monarcas israelitas y de qué manera, su desempeño administrativo y religioso pudo ejercer influencia no solo en el pueblo sino en el ministerio del profeta Isaías, es de mucha ayuda la elaboración de un cuadro.
En el debemos consignar: “¿Qué hizo positivo?”, “¿Qué hizo negativo?” y una tercera casilla en la que anotemos “¿Qué nos enseña para nuestro tiempo?”.
De esta manera podemos resumir las ejecutorias, evaluar su desenvolvimiento. Esto es fundamental ya que podremos entender un poco las circunstancias que rodearon el desenvolvimiento de Isaías y nos ayudará también a conocer, con más detalle, el por qué se escribió la profecía.
Ahora le aconsejamos que lea cada una de las referencias bíblicas que hay sobre los reyes. En el cuadro, anote qué hicieron, si su período administrativo fue bueno o malo de acuerdo con el relato del autor sagrado, si estuvieron cerca o alejados de Dios, de qué manera ejercieron influencia en el pueblo, cuántos años de edad tenían cuando iniciaron su reinado y, por supuesto, cuánto tiempo gobernaron.
Cuando tenga el análisis de cada uno de los cuatro reyes que vio gobernar Isaías, tendrá un panorama mucho más claro de cuál fue la influencia que ejercieron en su ministerio y de qué manera, las profecías que él transmitió tenían cumplimiento en el pueblo de Israel.
Se trata de un punto que no puede pasar por alto. Recuerde que generalmente las referencias a otros textos bíblicos, se escriben justamente para ubicar al estudiante de la Biblia.
Análisis versículo por versículo
Ahora vamos al análisis versículo por versículo. Es necesario que al hacerlo, anotemos en una hoja de papel cada versículo que estudiaremos en detalle. ¿Qué se debe tener en cuenta?
En primera instancia es necesario que tomemos nota:
Del centro del versículo
Con estos términos nos referimos a cuál es la enseñanza primordial en el versículo objeto de análisis. Por ejemplo, el versículo dos del primer capítulo de Isaías. Allí se comienza a describir en detalle la profecía. Nuestro propósito es encontrar el centro.
Dice así: “Oíd, cielos, y escucha tu, tierra; porque habla Jehová: Crié hijos, y los engrandecí, y ellos se rebelaron contra mí” (Is. 1:2).
Haga una segunda lectura de este versículo. De nuevo, si no le queda claro cuál es el punto central de ese pequeño texto. Usted podrá decir: “La profecía es para los cielos y la tierra”.  Está bien, no le discuto, pero es necesario ahondar un poco más. ¿Se da cuenta? A medida que avanzamos, descubrimos que es necesario aguzar mucho más los sentidos cuando leemos la Biblia. Una segunda opinión podría señalar: “El centro del pasaje es Jehová. Él es quien habla a través de su profeta”. Se aproxima pero definitivamente, todavía no es el punto.
De ser necesario, realice una nueva lectura. Sí, lo descubrió. El punto focal se encuentra no al principio del texto ni en la mitad, en este caso está al final. Sí, definitivamente lo descubrió. Esta refiriéndose a la rebeldía del pueblo de Israel.
Como usted está tomando nota en su libreta, anotaría Versículo 2 – centro: Rebeldía del pueblo.
Le invito para que ahora se dirija al versículo 3. Repitamos el ejercicio. Haga las lecturas cuantas veces considere necesario. La idea es que tome apuntes cuando ya tenga claro cuál es el centro de ese versículo.
Dice así: “El buey conoce a su dueño, y el asno el pesebre de su señor; Israel no entiende, mi pueblo no tiene conocimiento” (Is. 1:3).
Hagamos de nuevo el análisis. Despacio. De seguro ya pudo identificar el punto esencial. No es ni el buey, ni el dueño y menos el pesebre. En esencia, esta primera parte del versículo lo que hace es ilustrar la segunda parte que es donde se encuentra la enseñanza principal. Sí, el punto central sería el desconocimiento del pueblo, la ignorancia de las cosas de Dios.
Ahora le animamos para que prosiga así con los versículos que van desde el 4 hasta el 9.
Tome nota. No deje de hacerlo porque justamente aprenderá en la medida en que ponga en práctica la teoría. Realizar los ejercicios constituyen la base para que se constituya en un buen estudiante de la Biblia.
Supongamos que ya hizo los ejercicios. Los tiene en su libreta de notas. Habrá podido descubrir que todos reiteran un punto: la rebeldía y alejamiento del pueblo. Están al margen de la voluntad de Dios porque incurrieron en el pecado, la depravación y por supuesto, un desconocimiento absoluto de los preceptos trazados por el Señor.
Ahora diríjase de nuevo al versículo 9. Leámoslo de nuevo. Allí encontrará una enseñanza valiosa. Dice el texto:
“ Si Jehová de los ejércitos no nos hubiese dejado un resto pequeño, como Sodoma y Gomorra fuéramos, y semejantes a Gomorra” (Is. 1:9).
Si usted leyó los versículos anteriores, notará que en la profecía el Señor está recabando en el pecado del pueblo y su distanciamiento de la Palabra, es decir, de las leyes que El había prescrito. Pero este versículo 9 es diferente de los demás. Y la importancia de la diferencia radica justamente en que nos refiere que Dios ha dejado un pueblo pequeño. Un remanente que pareciera indicarnos, ha contribuido para que en ese momento no se desencadenara el juicio divino, que de hecho, estaba a las puertas.
¿Para quién iba dirigida la profecía?
Ahora una pregunta que es natural que se esté formulando: ¿A quién iba dirigida esta primera parte de la profecía?.
Si no hubiésemos hecho un estudio previo sobre los cuatro reyes.... pensaríamos que el anuncio profético tenía aplicación en todos los casos. Pero el análisis que ya realizamos, nos permite intuir que se refiere, probablemente a los dos últimos reyes y en particular al declive moral en el que sumieron al pueblo.
Cúmulo de material
Cuando ya realizamos un análisis pormenorizado, versículo por versículo en todo el capítulo, tenemos una serie de informaciones que nos ayudarán a tener un panorama amplio de qué estaba ocurriendo.
Es como si se encontrara en una Biblioteca y tras pedir libros de toda clase, los tuviese sobre la mesa. Sabe de qué trata cada uno de los textos. Tiene al menos las referencias. Pero usted lo que va es a responder un cuestionario. Le corresponde entonces ir ordenando los libros de consulta, de acuerdo con los temas.
Eso justamente es lo que hacemos cuando ya tenemos realizado el análisis de todo el pasaje. Tenemos a mano el cúmulo de información. Nos corresponde ahora ordenarla de manera que nos facilite la elaboración del sermón, de acuerdo con los modelos que aprenderemos más adelante.
No olvide que en todo este proceso juega un papel esencial la utilización de la libreta de apuntes. Guardar esa información es crucial, porque no solo ahora, cuando se apresta a elaborar un mensaje, sino en la posterioridad, puede servirle para elaborar otros estudios bíblicos relacionados.
Cuestionario a la Lección 15
1.- ¿Qué buscamos con el cuadro de interrogantes?
a.- Conocer más sobre el texto y el contexto.
b.- Tener una aproximación a las circunstancias sociales, políticas, económicas, religiosas y culturales de la época.
c.- Conocer al máximo la información que pueda suministrarnos el autor sagrado.
2.- ¿Cuáles son los interrogantes que formulamos?
a.- Son ¿Por qué?¿Cuándo? y ¿Dónde?
b.- Los más aconsejables son ¿Qué?¿Quién?¿Cuándo? y ¿Dónde? 
c.- Basta con preguntarnos ¿Cuándo? y ¿Quién?
d.- Todas las anteriores.
3.- ¿Por qué son importantes las referencias textuales?
a.- Porque nos permiten ampliar sobre los aspectos que estamos estudiando y que pueden tener mayor desarrollo en otros pasajes bíblicos.
b.- Nos permiten conocer qué estaba ocurriendo en aspectos de orden cultural, político, económico y social.
c.- Nos definen un cuadro de características de cuanto estamos estudiando.
d.- Las respuestas a y b son correctas.
e.- Sólo las preguntas a y c son correctas.
4.- El cuadro de características positivas, ¿qué papel juega en el estudio bíblico?
a.- Hace posible que conozcamos el contexto general.
b.- Responde a los interrogantes ¿Qué hizo positivo?, ¿Qué hizo negativo? Y ¿Qué nos enseña para nuestro tiempo?.
c.- Las anteriores.
d.- Ninguna de las anteriores.
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lunes, 16 de febrero de 2015

Algunas veces, conocer la voluntad de Dios es difícil. La gente quiere que Dios básicamente les diga qué hacer

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6




 
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Hay dos claves para conocer la voluntad de Dios en una situación dada 
(1) Asegurarse que lo que está pidiendo o considerando hacer, no sea algo que la Biblia lo prohíbe. 
(2) Asegurarse que lo que está pidiendo o considerando hacer, va a glorificar a Dios, y va a ayudarlo a usted a crecer espiritualmente. 

Si estas dos cosas son ciertas, y Dios todavía no le ha dado lo que le está pidiendo – entonces es probable que no sea la voluntad de Dios que usted obtenga lo que está pidiendo. O tal vez, usted simplemente necesita esperar un poco más de tiempo para recibirlo. Algunas veces, conocer la voluntad de Dios es difícil. La gente quiere que Dios básicamente les diga qué hacer – dónde trabajar, dónde vivir, con quién casarse, etc. Romanos 12:2 nos dice, “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”

Dios raramente da a la gente esa información directa y específica. Dios nos permite hacer decisiones referentes a aquellas cosas. La única decisión que Dios no quiere que hagamos es pecar o resistirse a Su voluntad. Dios quiere que tomemos decisiones que estén de acuerdo con Su voluntad. De manera que, ¿cómo saber cuál es la voluntad de Dios para usted? Si usted está caminando cerca del Señor, y deseando de verdad Su voluntad para su vida – Dios va a colocar Sus propios deseos en su corazón. La clave es desear la voluntad de Dios, no la suya propia. “Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón” (Salmos 37:4) Si la Biblia no habla en contra de sus peticiones, y si éstas genuinamente pueden beneficiarle espiritualmente – entonces la Biblia le da “permiso” para tomar decisiones y seguir a su corazón.

¿Cuál es la voluntad de Dios para su vida? Muchos estudiantes desean hacer la voluntad de Dios, pero fracasan porque no saben cuál es la voluntad de Dios. Los siguientes son algunos principios de la Palabra de dios que le ayudarán para discernir cuál es la voluntad de Dios para su vida.

  1. ¡Dios tiene grandes planes para su vida!
    Nosotros fuimos creados por Dios, a Su imagen, con un propósito. Así como Dios separó desde el nacimiento a Isaías (Isaías 49:1), Jeremías (Jeremías 1:5) y Pablo (Gálatas 1:15) para un propósito específico, él también tiene un plan específico para su vida.

    “'Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” (Jeremías 29:11)
    La Biblia dice que la voluntad de Dios es “buena, agradable y perfecta.” (Romanos 12:2)
  2. La voluntad de Dios, antes que nada, es que nosotros tengamos una relación con Él mediante Su Hijo, Jesucristo.
    “Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.” (1 Timoteo 2:3-4)
  3. Dios quiere que seamos discípulos de Cristo.
    Esto significa que los Cristianos deben comprometerse a seguir la voluntad de Dios a diario, cualquiera que sea el costo.

    “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome arriba su cruz cada día y sígame.” (Lucas 9:23)
  4. La Biblia nos ayudará a conocer la voluntad de Dios.
    “Lámpara es a mis pies tu Palabra y lumbrera a mi camino.” (Salmos 119:105)
  5. Dios promete darnos sabiduría si simplemente le pedimos oración, creyendo que Él lo hará.
    A veces sólo necesitamos pedir a Dios que nos de sabiduría para discernir su voluntad.

    “Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” (Santiago 1:5).
    En Filipenses 4:6, Dios nos dice que podemos orar por todo.
  6. Dios nos ha dado el Espíritu Santo para que nos guíe.
    “Pero cuando venga el Espíritu de Verdad, él os guiará a toda la verdad.” (Juan 16:13a)
  7. Debemos escuchar al consejo de mujeres y hombres santos que Dios ha puesto en nuestras vidas.
    Muchas veces el consejo de un padre, pastor, ministro de jóvenes, profesor de Escuela Dominical u otra persona madura es justo lo que necesitamos oír para decidir qué es lo que Dios quiere que hagamos.

    “El camino del necio es derecho en su opinión; mas el que obedece al consejo es sabio.” (Proverbios 12:15)
    “Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; mas en la multitud de consejeros se afirman.” (Proverbios 15:22)
  8. La Biblia dice que hay una paz que viene cuando agradamos a Dios con nuestras vidas.
    Cuando decides entre dos alternativas por las que has estado orando, a veces una de las opciones te dará más paz. Esa opción es probablemente la voluntad de Dios.

    “Y el efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia, reposos y seguridad para siempre.” (Isaías 32:17)
  9. Debemos confiar en Dios en fe que Él hará su voluntad en nuestras vidas.
    “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes sobre tu propia prudencia; reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.” (Proverbios 3:5-6)
    “estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.” (Filipenses 1:6)
  10. Dios nos ha dado dones y capacidades para usarlas en su servicio.
    Dios siempre nos equipa para hacer lo que él nos llama a hacer. Si usted no es talentoso en cierta área, probablemente Dios no lo ha llamado a ministrar en esa área. (vea Romanos 12:6-8, 1 Corintios12:1-11 y Efesios 4:11-13 para listas de dones espirituales y una discusión de ellos).

    Recuerde que el propósito definitivo de Dios para todos nosotros es que Él sea glorificado (1 Corintios 10:31) y que el evangelio y el reino de Dios se expanda (Génesis 50:20 y Filipenses 1:12). 

    Nuestra vida consiste en una serie de decisiones. Aunque algunas son de poca importancia, otras tienen gran significado y traen consecuencias de largo alcance. En cierto momento, cada uno de nosotros define su postura con respecto a tres asuntos fundamentales. Primero, decidimos el papel que Dios y la religión tendrán en nuestra vida. Segundo, escogemos la carrera o profesión con que nos ganaremos el sustento diario. Tercero, resolvemos si nos casaremos o no y quién será la persona con quien formaremos un hogar.

    A medida que avanzamos en la vida, seguimos haciendo decisiones. ¿Dónde estudiaremos y qué título obtendremos? Al completar los estudios, ¿buscaremos empleo o trabajaremos de manera independiente? ¿En qué localidad nos radicaremos? ¿De qué manera emplearemos nuestras ganancias? Si nos casamos, ¿tendremos hijos o no? ¿Y cuántos?

    A través de los siglos, los seres humanos han utilizado diversos métodos para tomar decisiones. Algunos buscan el consejo de amigos de experiencia o consejeros de confianza. Otros abren la Biblia al azar para encontrar un pasaje orientador o consultan a adivinos.

    Como cristianos, queremos hacer la voluntad de Dios cada vez que nos encontramos frente a decisiones significativas. Cuando hablamos con el Señor en oración, a menudo repetimos las palabras del Padrenuestro, que incluye esta petición: “Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra” (Mateo 6:10). ¿Qué nos enseña la Biblia acerca de la voluntad de Dios?

    El significado de la palabra voluntad
    La palabra “voluntad” tiene tres significados básicos, que se aplican tanto a Dios como a los seres humanos.

    Voluntad: la capacidad y el poder de elegir. Dios posee la capacidad de decidir y la ha ejercido siempre. En cierto momento decidió crear el universo y poblarlo con seres inteligentes. También escogió ordenar este planeta y crear a Adán y a Eva para vivir en él. Más tarde eligió a Abraham y a sus descendientes para que fueran su pueblo especial. Asimismo decidió venir a este mundo como ser humano en la persona de Jesucristo para rescatarnos del pecado mediante su muerte y resurrección.

    Dios nos creó con la capacidad de tomar decisiones, lo que constituye una parte importante de haber sido formados “a imagen de Dios”. De ahí que podemos elegir obedecerle o desobedecerle con consecuencias previsibles. (Ver Deuteronomio 30:15, 19, 20; Apocalipsis 3:20.) Dios respeta y protege nuestra libertad individual de escoger. Él anhela que, al tomar decisiones, elijamos bien y de esa manera desarrollemos nuestro carácter.

    Voluntad: el deseo de realizar algo o de alcanzar un objetivo. Dios, cuyo carácter es perfecto amor y perfecta justicia, siempre desea lo bueno para sus criaturas (Jeremías 29:11) y nunca se siente inclinado hacia el mal (Santiago 1:13). Él desea, por ejemplo, que todos los seres humanos alcancemos la vida eterna (1 Timoteo 2:3, 4) y que crezcamos espiritualmente (Colosenses 1:9, 10). 

    Los seres humanos también sentimos el deseo de realizar algo o de alcanzar un objetivo en la vida. Con frecuencia, por causa del pecado que nos afecta, elegimos actuar de manera egoísta y perjudicial. El apóstol Pablo era consciente de su inclinación al mal: “No hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago” (Romanos 7:15, 20).

    Voluntad: propósito firme, determinación o plan. Pablo se refiere al plan de Dios, quien “hace todas las cosas según el designio de su voluntad” (Efesios1:11). Su plan de salvación, por ejemplo, fue diseñado antes de la creación del mundo (1 Pedro 1:18-20). Cristo vino a este planeta en el momento preciso en la historia de la redención (Gálatas 4:4, 5). Dios conoce el día y la hora en que Cristo regresará en gloria a este mundo (Mateo 24:26, 27). También ha escogido el día en que juzgará a los seres humanos de todos los tiempos (Hechos 17:31). En algunos casos, Dios ha revelado aspectos importantes de su gran plan mediante profecías cuyo cumplimiento es preciso. Y en el capítulo 2 del libro de Daniel, por ejemplo, encontramos una secuencia de los poderes que han venido dominando al mundo desde el imperio babilónico hasta el fin de la historia. Y en el libro de Apocalipsis capítulos 2 y 3 se bosquejan las principales etapas de la historia del cristianismo.

    Uno de los temas más interesantes para los cristianos es reflexionar sobre cómo Dios llevará a cabo su plan de acuerdo con su voluntad soberana, mientras permite que cada ser humano ejerza su libre albedrío. Esto inspiró al apóstol Pablo a exclamar: “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!” (Romanos 11:33).

    ¿Por qué es importante?
























































































  11. Algún lector podrá preguntarse por qué es importante conocer la voluntad de Dios para nuestra vida.

    Debemos reconocer que en nuestra condición natural no nos interesa ni nos importa conocer la voluntad de Dios. Y aunque supiéramos lo que él anhela para nosotros, tenderíamos a rechazar o a oponernos a sus mejores deseos. Por naturaleza, estamos en rebelión contra él. Sin embargo, Dios anhela que cambiemos nuestra actitud. Quiere ser nuestro Salvador y nuestro Amigo. Desea que le conozcamos, amemos y obedezcamos, para que nos vaya bien en la vida. Por eso el Espíritu Santo habla constantemente a nuestra conciencia. Nos invita: “Dame, hijo mío, tu corazón y miren tus ojos por mis caminos” (Proverbios 23:26). Quiere guiar nuestras decisiones para nuestro bien (Salmo 32:8, 9). El apóstol Pablo nos anima a volvernos especialistas en conocer la voluntad de Dios (Efesios 5:16, 17). Si la obedecemos, nos asegura que pasaremos la eternidad en su compañía (Mateo 7:21; 1 Juan 2:17).
    Por eso Satanás procura que permanezcamos separados de Dios y en rebelión contra él. Y aunque hayamos decidido obedecer a Dios, Satanás sigue intentando que le desobedezcamos. Este proceso de prueba se conoce con el nombre de tentación y es permitido por Dios. Cada día de nuestra vida se libra en nuestra conciencia este drama de consecuencias eternas. 
     
    Mediante el Espíritu Santo, Dios nos invita a que alineemos nuestra voluntad con la suya, mientras Satanás trata de convencernos de que Dios no nos ama y no quiere que disfrutemos de la vida. Sin embargo, cuanto más tiempo obedecemos a Dios, tanto más se debilitan las tentaciones, porque Dios fortalece nuestra capacidad de elegir lo bueno.
    Cuando entendemos la guerra mortal en que estamos involucrados, también llegamos a comprender por qué Dios está tan interesado en nuestra salud física y mental. El desea que nada afecte nuestra capacidad de elegir consciente y libremente entre obedecerle o desobedecerle. Por eso nos aconseja que mantengamos el cuerpo libre de sustancias que disminuyen nuestra capacidad de razonar y que conservemos nuestra mente libre de las influencias negativas que nos llegan a través de lo que leemos, miramos u oímos. Nada debe impedir que escuchemos con claridad la voz de Dios en nuestra conciencia.

    ¿Cuáles son las condiciones?
    Dios ha establecido tres condiciones básicas para conocer su voluntad para nuestra vida.

    Confianza en que Dios existe, que es bueno y justo, y que desea lo mejor para nosotros (Hebreos 11:6).

    Obediencia: Decidir obedecer a Dios en todo aquello en que ya haya revelado su voluntad para nosotros. Esto requiere desterrar de nuestra vida todo pecado conocido. Dice el salmista: “Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, el Señor no me habría escuchado” (Salmo 66:18). Por otra parte, “si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye” (1 Juan 5:14).

    Sumisión: Estar dispuestos a obedecer lo que Dios nos revele de su voluntad. Esto requiere una actitud especial, porque nuestra tendencia natural es decirle al Señor: “Muéstrame tu voluntad y después déjame que decida si la voy a obedecer o no”. Se cuenta que un joven elevó a Dios una oración parecida: “Señor, quiero servirte como misionero. Estoy listo a ir a cualquier parte que tú me envíes, con tal que el sueldo sea bueno y el clima agradable”. Esta actitud tragicómica se basa en dos falacias: Creer que sabemos mejor que Dios lo que nos conviene y pensar que él no desea nuestra felicidad ni nuestra salvación eterna.

    ¿Cuáles son los siguientes pasos?
    Existen cinco factores que nos ayudan a conocer la voluntad de Dios y aplicarla a nuestra vida. Vamos a repasarlos.

    1. La Biblia: En este libro inspirado Dios comunica su voluntad para todos los seres humanos de todos los tiempos. La Biblia nos provee instrucción específica sobre la voluntad de Dios. También encontramos en ella ejemplos sobre las bendiciones de la obediencia y los tristes resultados de la desobediencia. Por eso nos conviene estudiarla cada día, individualmente y en grupos. Ella contiene enseñanzas sobre la salvación, la familia, el trabajo, las finanzas, los hábitos de vida y muchos otros temas importantes. 

    Pablo dice que en las Escrituras podemos hallar todo lo necesario para vivir una vida digna y alcanzar la vida eterna (2 Timoteo 3:15-17). Los cristianos encontramos en los Diez Mandamientos (Éxodo 20:3-17) los grandes principios morales que definen nuestra relación con Dios y con nuestros semejantes (Lucas 10:27). Cuando aceptamos a Jesucristo como Salvador y Amigo, orientamos nuestra existencia en base a esos principios como una expresión de nuestro amor hacia él (Juan 14:15). Jesús no sólo presentó un modelo perfecto de cómo se viven esos principios, sino que también explicó sus implicaciones para la vida real (ver Mateo capítulos 5 al 7).

    2. El Espíritu Santo: Dios se comunica con nosotros mediante el Espíritu Santo hablando a nuestra conciencia. El Espíritu Santo es Dios mismo apelando a nuestra voluntad (Isaías 30:21). Sin embargo, la conciencia no es siempre ni necesariamente la voz de Dios, porque puede estar deformada o cauterizada. Aunque el Espíritu Santo venía actuando en el mundo desde la Creación, cuando Cristo completó su ministerio en esta Tierra y ascendió al cielo, nos dejó el Espíritu Santo para cumplir una misión especial (Hechos 1:8).

    Hay momentos cuando escuchamos la voz del Espíritu de Dios con más claridad. Esto sucede cuando oramos y permanecemos silenciosos aguardando la respuesta de Dios. También ocurre cuando estudiamos un pasaje de la Biblia, meditamos sobre su significado y le pedimos al Espíritu Santo que nos enseñe a aplicarlo a la vida. Además, podemos sentir las impresiones de Dios cuando participamos con otros cristianos en la adoración, el canto congregacional, la oración pública y cuando escuchamos la exposición de la Palabra de Dios con poder. 

    Es el Espíritu Santo quien nos hace entender las verdades espirituales (Juan 16:13) y nos capacita para hacer lo que Dios desea (Filipenses 2:13; Hebreos 13:20, 21. El Espíritu también estimula nuestro pensamiento para imaginarnos el gozo que experimentaremos cuando hagamos la voluntad de Dios (Salmo 37:3-6).

    3. Los eventos de la vida: Dios nos ayuda a discernir su voluntad al interpretar con sabiduría lo que nos acontece. Cuando tomamos una decisión que nos parece correcta y avanzamos en cierta dirección, Dios con frecuencia abre o cierra las puertas de la oportunidad delante de nosotros. Por ejemplo: Solicitamos admisión en tres universidades y una de ellas nos acepta y además nos ofrece una beca. Pedimos trabajo en dos empresas y una de ellas nos invita, con el sábado libre. Conocemos a alguien, aparentemente por casualidad, y ese encuentro abre oportunidades inesperadas.

    En la Biblia encontramos varios casos en que Dios utiliza los eventos para llevar adelante su plan. Cuando los hermanos de José están a punto de matarlo motivados por la envidia, una caravana de mercaderes pasa cerca de ellos en el momento oportuno y lo compran como esclavo (Génesis 37:12-28). Años más tarde, cuando José había llegado a ser el primer ministro del faraón en Egipto, les dice a sus hermanos que Dios, en su providencia, lo había enviado a esa tierra extraña para salvarles la vida a ellos y a toda su familia (Génesis 45:7, 8).

    Rebeca llega a buscar agua para su rebaño justamente cuando Eliezer, siervo de Abraham, se acerca al mismo pozo después de haber orado a Dios para que le ayudara a encontrar una esposa para Isaac (Génesis 24:12-46).

    Dos eventos en la vida de Pablo muestran la providencia divina en acción. Durante uno de sus viajes misioneros, el apóstol decide dirigirse a una región de Asia Menor para predicar el evangelio, pero el Espíritu Santo le impide hacerlo y en cambio lo guía hacia Europa con ese fin (Hechos 16:6-10). Algún tiempo después Pablo se propone viajar a Roma para comunicar el cristianismo en la capital del vasto imperio (Hechos 19:21). Eventualmente llega a Roma a predicar las buenas nuevas de salvación, pero como prisionero de las autoridades romanas (Hecho 23:11; Filipenses 1:12, 13).

    En cada caso, sin embargo, debemos interpretar los eventos y las circunstancias asegurándonos de que no contradicen los principios de la Biblia y que coinciden con la orientación del Espíritu Santo.

    4. Consejeros cristianos: Personas de experiencia y buen juicio que pueden ayudarnos a aplicar los principios de la Palabra de Dios a nuestra vida. Cuando estamos frente a una decisión importante, nos beneficiaremos mucho al escuchar el consejo de quienes nos conocen bien, como nuestros profesores y mentores (Proverbios 11:14). Nuestros padres, si son cristianos, también pueden orientarnos con sabiduría (Proverbios 23:22). De la misma manera, es valioso el parecer de pastores, capellanes y líderes de confianza.1 (El apóstol Pablo prestó atención al consejo de sus amigos durante los disturbios en Efeso y de esa manera probablemente salvó su vida. Ver Hechos 19:30, 31.) 

    El diálogo con personas de experiencia ofrece la ventaja de que pueden evaluar nuestra situación con cierta objetividad. Además, pueden hacernos preguntas que aclaren nuestro pensamiento y sugerir opciones que no habíamos considerado. Por supuesto, si ya hemos formado nuestro hogar, debemos conversar con nuestro cónyuge e incluso con nuestros hijos, evaluando el pro y el contra, puesto que ellos también serán afectados por la decisión que tomemos.

    5. La reflexión personal: Evaluamos con oración los cuatro factores anteriores y tomamos una decisión. Ahora que hemos satisfecho las tres condiciones –confianza en Dios, obediencia a su voluntad y sumisión a lo que él nos indique– integramos los cuatro factores. Tomamos en cuenta los principios bíblicos, las impresiones del Espíritu Santo, el sentido de dirección que nos indican los eventos y el consejo de personas en quienes confiamos. La lista titulada “Antes de tomar una decisión importante” puede ayudarnos en el proceso.

    Esto es esencial, porque no debemos confiar demasiado en nuestro juicio, que con frecuencia es parcial y limitado: “No te apoyes en tu propia prudencia. No seas sabio en tu propia opinión” (Proverbios 3:5, 7), aconseja Salomón. “Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte” (Proverbios 16:25). Sin embargo, la decisión final debe ser nuestra.

    A pesar de haber tomado cuidadosamente estos cinco pasos, es posible que cometamos errores y hagamos decisiones incorrectas. Pero Dios es paciente con nosotros (Salmo 103:13, 14). Debemos pedir perdón, volver atrás y comenzar de nuevo el proceso.

    Conclusión
    Durante su ministerio, Jesús repitió varias veces un relato con variaciones. Es la parábola del dueño de una hacienda que, antes de partir hacia una tierra lejana, llama a su mayordomo y le pide que se haga cargo de toda su propiedad mientras él se encuentra ausente. Cuando el dueño regresa le pide al mayordomo un informe sobre cómo ha desempeñado sus responsabilidades. En otra versión, Jesús cuenta el relato de un hombre rico que confía su fortuna a varios de sus empleados y después de un tiempo les pide cuentas. 

    La esencia de estos relatos es la misma: Dios nos ha confiado vida, talentos, oportunidades y opciones para la acción. Nos provee orientación y se alegra cuando tomamos buenas decisiones. Su promesa es segura: “Este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; él nos guiará aun más allá de la muerte” (Salmo 48:14). Por eso, cuando hacemos frente a una decisión importante y queremos conocer la voluntad de Dios, podemos orar como David: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno” (Salmo 139:23, 24).

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