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viernes, 1 de mayo de 2015

En el Día de la Madre: Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre

Por eso, el que tiene este cargo ha de ser irreprensible debe ser apto para enseñar;no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 1Timoteo3:2,6


 
 
Tipo de Archivo: PDF | Tamaño: MBytes | Idioma: Spanish | Categoría: Capacitación Ministerial
Información 


Dentro de los valores humanos, los más excelsos son los que concretan el perfil de una madre.
El rasgo más sublime de la naturaleza le pertenece a la madre: la mujer es portadora de vida, sólo ella tiene este privilegio. Es por eso, que junto a dicha capacidad de engendrar, se le ha sido concedido un paquete de virtudes, valores y destrezas que la soportan, la socorren y la fortalecen para ejercer a plenitud su loable función.
Aunque no resulta fácil aglomerar en cuatro puntos los valores que hacen a las madres únicas e irremplazables, resaltamos los siguientes:
Una madre es comprensión: sus palabras calman, sus caricias sanan y sus besos reconfortan. Nadie conoce mejor a sus hijos que su propia madre; ella tiene la capacidad de entender los distintos factores que influyen en su estado de ánimo y comportamiento. El alto nivel de percepción de una madre, desarrollado por ese fuerte vínculo que hay con el hijo, la hace en definitiva, la portadora por excelencia del valor de la comprensión.
Una madre es responsabilidad: una madre vela por el bienestar de sus hijos y de su hogar cueste lo que le cueste, asume su rol con entereza, cumple con sus deberes y reconoce la gran responsabilidad que se la ha sido asignada al consignarle la crianza de unos seres humanos para hacer de ellos, maravillosas creaturas.
Una madre es paciencia: paciente ante las situaciones arduas e ineludibles de la vida, paciente ante los conflictos naturales que se presentan en el núcleo familiar, paciente ante las incansables enseñanzas para hacer de sus hijos personas íntegras y valerosas: obra que realizará sin tregua durante años y que tal vez nunca verá terminada. Una madre vive la paciencia en grado excelso.
Una madre es amor: el amor a los hijos es único y particular, perpetuo, transparente, carente de egoísmo y de ambición personal. Por este amor la madre desafía hasta sus propias capacidades y realiza actos verdaderamente increíbles para proteger o beneficiar a los hijos.
El amor es el principio y el fin de los valores humanos, es el que provee el punto de partida de las demás virtudes. Al mirar la raíz de cada uno de los anteriores, el centro donde estos convergen, es el amor. Porque amor no significa sacrificio sino donación, no significa rencor sino perdón, no significa egoísmo sino tolerancia, amor es… MADRE.
Proverbios 1:8
Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre

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http://claudioxplabibliadice.blogspot.com/2015/05/que-ensenen-las-mujeres-jovenes-amar.html

martes, 1 de mayo de 2012

La exigencia maternal: Un drama para el dia de la madre - Escuela Dominical

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10 Minutos y 2 Personajes. Dos chicas se quejan de sus madres pero al final, si tuvieran que elegir a una madre volverían a elegir a la suya.

LA MADRE ES MUY EXIGENTE
PERSONAJES

MELISA
ESTEFANÍA
(Las muchachas entran juntas, pasan cruzando suavemente mientras hablan)

MELISA ¿Tú piensas que tu mamá sea exigente? Mi madre me hace limpiar mi habitación aún cuando no esperamos visitas.

ESTEFANÍA. Mi madre me hace quitar las manchas del teléfono, aún cuando nadie más necesita usarlo.

MELISA (Manos sobre caderas, imitando.) ¡Usted podría sembrar papas debajo de esa cama, jovencita!

ESTEFANÍA. (Manos sobre caderas, imitando.) ¡Hay otras personas en esta familia, jovencita!

AMBAS. ¡Madre!

MELISA ¿Aún tu madre te da una escupidera?

ESTEFANÍA. Y justamente en público. “Tienes algo en tu barbilla” (lo demuestra, se lame, con los dedos pretende quitar el tizne o la mancha restregando la barbilla de MELISA)

MELISA (Lo demuestra, se lame, con los dedos pretende quitar el tizne o la mancha restregando la barbilla de ESTEFANÍA.) “Aquí, déjame limpiártela”.

AMBAS. ¡Madres!

MELISA Y ¿por qué yo parezco tener la única madre en el pueblo que insiste en despedirse con un beso cada vez que me deja en la escuela?

ESTEFANÍA. Y cuando ella me recoge.

MELISA En los labios.

ESTEFANÍA. Justo frente al chico que estoy tratando de impresionar.

AMBAS. ¡Madres!

MELISA Yo perdonaría a tu mamá el no hablar de la talla de tu ajustador en la reunión familiar (cruzándose los brazos frente al pecho.)

ESTEFANÍA. ¿Qué te parece en la pizzería? Justo frente a otros 14 jugadores de fútbol (cruzándose los brazos frente al pecho.)

AMBAS. ¡Madres!

ESTEFANÍA. ¿Y cuántas veces le he dicho a mi madre que estoy muy vieja para llevar panties de los ositos?

MELISA ¿Y qué decir de las panties Mickey Mouse?

ESTEFANÍA. ¿Y el Pato Donald?

AMBAS. ¡Madres!

ESTEFANÍA. ¿Realmente mi madre piensa que seré mejor ciudadana si aprendo a sacar la basura sin recordármelo?

MELISA ¿Hay alguien más en la escuela completa cuya madre insista en acompañarla a CADA actividad de muchachos SOLTEROS de la escuela?

ESTEFANÍA. ¿Te arrastra tu mamá a todos esos banquetes Madre-Hija?

MELISA ¿Y qué hay con todo este compromiso madre-hija?

AMBAS. ¡Madres!

ESTEFANÍA. "Come tus vegetales, son buenos para ti."

MELISA "No te inclines, siéntate derecha."

ESTEFANÍA. "Di por favor."

MELISA "Di gracias.”

ESTEFANÍA. "Haz tu quehacer."

MELISA "Tú no vas a usar ESE vestido para la iglesia, ¿verdad?”

AMBAS. ¡Madres!

ESTEFANÍA. Si tú pudieras escoger una madre en todo el ancho mundo, ¿cómo la escogerías?

MELISA Mi Mami.

ESTEFANÍA. Yo también.

MELISA Yo no cambiaría ni una cosa.

Obsequios para una madre: Representaciones para la E.D. - Dia de la madre

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10 Minutos y 6 Personajes. La madre de la familia Rabito piensa que sus hijos se han olvidado del día de la madre... El mejor regalo que podemos dar a nuestras madres no es el que podemos comprar en un negocio, sino el que le entregamos desde lo más profundo de nuestro corazón.

AMOR Y OBSEQUIOS
Introducción:
Una vez más ha llegado el día de la madre. Una vez más los negociantes esperan ver vacíos los escaparates de sus locales como consecuencia de las buenas ventas realizadas. Una vez más la publicidad nos hace creer que para ser buenos hijos tenemos que comprarle a nuestra madre el más caro electrodoméstico, o el más costoso objeto. No creemos que esté mal demostrar así nuestro cariño, pero sí que no debemos dejar de demostrar cuánto amamos a nuestra madre mediante otras cosas, que nacen de un corazón amante y agradecido.
PERSONAJES
DON PEDRO - el relator.
DON FRANCISCO RABITO - el padre
DOÑA EMILIA RABITO - la madre
ANTEOJOS - hijo
SALTARÍN - hijo
OREJAS – hijo
ESCENOGRAFÍA. Las escenas se desarrollan en una habitación decorada con muebles adaptados para el uso de los niños. Como telón de fondo se puede colocar un teatro de títeres, que a la vez provee de una ventana que se va a utilizar durante el transcurso de la obra. En caso de carecer de muebles pequeños, se pueden utilizar cubos o prismas hechos con madera de cajón y pintados de colores adecuados.


VESTUARIO. Para caracterizar a los niños se pueden usar gorros fabricados en cartulina blanca y decorados con algodón, guantes del mismo color y una cola de algodón con base de cartulina. Se puede completar con unas calzas o pantalones en colores adecuados. Además, si es factible, cada uno de los conejitos llevará algún detalle relacionado con su nombre. Por ejemplo, Anteojos podrá usar un par de anteojos grandes.


ACTO 1

(Aparece don Pedro caminando con paso apurado por uno de los costados del escenario. Mira su reloj con impaciencia, se detiene ante el público y luego de aclarase la voz, comienza a hablar.)

DON PEDRO ¡Buenos días!, o ¡buenas tardes! En realidad ya ni sé lo que digo. Yo soy don Pedro. Disculpen por la demora. Estuve entreteniendo a unos niños y me había olvidado de ustedes. Hoy vamos a ver la historia de la familia Rabito. Esta es la casa de los conejos del cuento que disfrutaremos juntos. Hoy es el día de la madre. Los tres hijos se han levantado temprano y ya van a venir a desayunar. Pero, mejor me escondo porque allí llegan los personajes.

(Sale por el mismo lado por el que entró. En ese momento, por el costado opuesto aparece doña Emilia trayendo una bandeja con el desayuno. La coloca sobre la mesa, distribuye las tazas y luego con voz fuerte y clara llama a sus hijos.)

DOÑA EMILIA. ¡Orejas! ¡Anteojos! ¡Saltarín! ¡El desayuno está servido! ¡Vengan pronto que se va a enfriar!

(Los tres conejitos entran corriendo por la misma puerta que la madre y le dan un beso.)

TODOS. ¡Buenos días, mamá!

DOÑA EMILIA. ¡Buenos días, hijos!

(Se ubican en las sillas correspondientes y mamá coneja comienza a servir el café con leche en las tacitas.)

DOÑA EMILIA. ¿Cómo han dormido, mis niños?

ANTEOJOS. ¡Muy bien, mamá! Yo tenía tanto sueño que casi no podía abrir los ojos.

OREJAS. Yo tuve un sueño muy lindo. ¿Quieres que te lo cuente?

SALTARÍN. ¡Ah... no! Yo tengo mucho apetito y sería mejor que diéramos gracias a Dios por los alimentos y luego tomáramos el desayuno, ¿no les parece?

OREJAS. Entonces yo voy a orar. "Señor Jesús: te damos gracias por este día y por estos alimentos, amén".

(La mamá se retira y los conejitos comienzan a tomar el desayuno mientras entablan una conversación interesante.)

ANTEOJOS. Yo estaba pensando en que hoy es el día de la madre y nosotros no preparamos nada especial para regalarle a mamá.

SALTARÍN. Las mamás no quieren regalos, Anteojos.
OREJAS. No quieren regalos que nos cuesten dinero, pero les agradan aquellas cosas que conseguimos con nuestro esfuerzo.
ANTEOJOS. ¡Claro! Por ejemplo: una buena calificación en la escuela, algún trabajo manual, una buena contestación, un beso...
SALTARÍN. ¡Eso sí! Y como buenos hijos, siempre tenemos que darle regalos a mamá.

OREJAS. Sí, y especialmente en un día como hoy.

ANTEOJOS. ¡Tengo una idea! ¡Vengan! (Los tres unen sus cabezas comentando algo que el público no llega a oír. Luego terminan de desayunar apurados.)
SALTARÍN. ¡No tenemos tiempo que perder!
(Se disponen a salir de la casa.)
ANTEOJOS. ¡Mamá! Vamos a salir a dar nuestro paseo acostumbrado. Volveremos a la hora de almorzar.
DOÑA EMILIA. (Desde fuera del escenario.) Bueno, hijitos. ¡Vuelvan temprano!

(Salen los tres caminando y cantando alguna canción. Entra la mamá y levanta la mesa. Suspira y se ve triste. Sale don Pedro).

DON PEDRO No se extrañen los niños presentes, que los conejitos vayan a pasear con tanta libertad y sin la compañía de sus padres. Lo que pasa es que en el bosque, donde ellos viven, no hay tantos peligros como en las ciudades. Además, los animales desde muy pequeños aprenden a andar solos. ¡Así son ellos! Se comportan de forma un poco diferente que los niños, quienes deben permanecer más cerca de papá y mamá. Bueno, pero no tengo que hablar tanto. Vuelvo a mi escondite.

(Mientras tanto se escucha una suave música de fondo.)

ACTO II
(Entra don Francisco con herramientas en sus manos que inmediatamente deja dentro de un cajón o caja colocada a un costado del escenario.)

DON FRANCISCO. ¡Qué rápido pasa la mañana! Ya es mediodía. ¡Qué cansado estoy! Así es la vida de los animales en el bosque. ¡Trabajar, trabajar y trabajar! Bueno... voy a saludar a Emilia porque hoy es el día de 1a madre, y tanto mis hijos como yo debemos agasajar. ¡Emilia! ¡Ya llegué!

DOÑA EMILIA. (Entra con paso suave.) Buenos días Francisco. ¡Qué alegría tenerte en casa! (Le da un beso.)
DON FRANCISCO. Hoy había un clima de alegría entre los animales del bosque. Todos los padres estaban trabajando en la construcción de la cabaña para esa ardilla anciana que no tiene familia. Nosotros, los animales, no somos como los humanos que tienen un templo adónde ir. Pero, igualmente, aunque nadie nos lo enseñe, sabemos que Jesús nos mira y se pone contento cuando hacemos algo por nuestros vecinos que nos necesitan. ¿No te parece, Emilia?
DOÑA EMILIA. Tienes mucha razón.
DON FRANCISCO. Mientras nosotros trabajábamos, los niños iban y venían llevando regalos a sus mamás, por ser hoy el día de la madre.

DOÑA EMILIA. Yo estoy muy triste. Mis hijos no se han acordado de darme un beso especial hoy. Además, se fueron temprano y todavía no han vuelto.

DON FRANCISCO. Bueno, bueno. Ya van a venir. Por ahora podemos comenzar a almorzar.

DOÑA EMILIA. Ya traigo la comida.
(Don Francisco se sienta a leer el diario y doña Emilia sale. Muy pronto vuelve a entrar trayendo una bandeja con comida.)
DON FRANCISCO. ¡Qué bien huele eso! Sentémonos pronto.
(Ambos se sientan, inclinan sus cabezas y oran en silencio. Don Francisco empieza a comer, pero doña Emilia se queda pensativa. De repente se oye un ruido, como el de una piedra golpeando contra la pared.)
DOÑA EMILIA. (Sobresaltada.) ¿Qué fue ese ruido?
(Los dos conejos padres se asoman por la ventana. En ese momento abre la puerta y entran sigilosamente los 3 conejos portando una enorme zanahoria. Se colocan al lado de la mesa. El papá y la mamá se vuelven a su posición anterior.)

DOÑA EMILIA. (Asustada.) ¡Eh! ¿Por dónde entraron?
ANTEOJOS. Por la puerta. (Risas.)
TODOS. ¡Feliz día, mamá! Nuestro regalo es muy humilde, pero nos costó bastante conseguirlo.
(Le entregan la zanahoria.)
DOÑA EMILIA. (Emocionada.) ¡Gracias, muchas gracias!
SALTARÍN. Tardamos más de lo debido porque como todos los conejos pensaron en el mismo obsequio, no encontramos ninguna zanahoria por aquí cerca.
ANTEOJOS. También tenemos otra cosa para ti. Orejas, es tu turno.
OREJAS. Mamá, te queremos mucho. Deseamos ser buenos y obedientes para que tú y papá estén siempre contentos.
DON FRANCISCO. ¿Viste, Emilia, que no se habían olvidado?
DOÑA EMILIA. (Abrazando a todos y dirigiéndose con ellos al centro del escenario y mirando al público.) ¡Qué linda familia tengo!
ANTEOJOS. ¡Viva la familia Rabito!
TODOS. ¡Viva!
(Todos los personajes se toman de la mano para salir, pero don Pedro los detiene.)

DON PEDRO. ¡Un momento! ¡No se vayan! Aquí, entre estas personas que los están mirando (señala al auditorio), puede haber mamás que no tengan a sus hijos cerca, y hoy ellas también quieren recibir un regalo. ¿No quieren ustedes ofrecérselo?
OREJAS. ¡Cómo no! ¿Que les parece si cantamos la canción que nosotros preparamos?
TODOS. ¡Buena idea!
(Cantan la siguiente canción con la música de "Cumpleaños feliz": “Feliz día, mamá; feliz día, mamá; que Jesús te bendiga, ¡feliz día, mamá!” Salen todos tomados de la mano. Don Pedro se une a ellos y salen saludando al público.)
Telón.
(A continuación pueden pasar algunos hijos, de cualquier edad, que hablen de las cualidades o actitudes que más admiran en sus madres, o cuenten algún incidente que permita destacar un hecho especial realizado por su madre. En el caso de las hijas pueden hablar acerca de las cualidades que admiran en sus madres y que ellas desean imitar como madres, esposas, amas de casa o mujeres profesionales. Pedir esto con suficiente anticipación y elegir las mejores expresiones. Si las madres están presentes pueden pasar al frente una vez concluida la exposición de sus hijos. Será la oportunidad de darles un beso).

Dia de la Madre: Tolerancia y Comprension

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POR AMOR A TI
10 Minutos y 2 Personajes. En el primer desayuno de casados la mujer ofrece al marido la única fruta que no le gusta: papaya, pero por amor a ella se la comerá y se convertirá en su fruta favorita. Inspirada en la historia real del predicador de la siguiente charla (AQUÍ) para ilustrar cómo opera la santidad en nuestra relación con Jesús.
PERSONAJES

ALEJANDRO
SARA

(Alejandro, un hombre joven, está durmiendo en su cama. Está amaneciendo y el sol entra por la ventana. El joven se despierta y escucha entre sueños que su mujer está preparando el desayuno. Se trata de una pareja de recién casados y hoy es su primer día en la casa que será su hogar. Su mujer está preparando la mesa con unas flores y la está adornando para que quede muy bonita.)

ALEJANDRO. (Se levanta, se despereza y se acerca a la mesa que ha preparado su mujer.) ¡Hum! ¡Qué bien huele! ¡Qué flores tan bonitas! (Las huele.) ¡Hum! ¡Qué aroma!

(Entra su mujer.)

SARA. ¡Hola, buenos días! ¿Te he despertado yo con los ruidos?

ALEJANDRO. No, no, me estaba dando el sol en la cara… Pero, ¿cómo no me has despertado para ayudarte?

SARA. Quería darte una sorpresa.

ALEJANDRO. Gracias, mi amor, la mesa está preciosa. ¿De dónde has sacado las rosas?

SARA. Son un regalo de la vecina. He salido al jardín un momento esta mañana y la vecina nos ha felicitado por nuestra boda. Como no tenía nada para darnos, nos ha cortado unas rosas de su jardín.

ALEJANDRO. ¡Qué amable! Ya le daré las gracias cuando la vea.

SARA. Pero, siéntate, cariño, aún me faltan unos minutos para tenerlo todo listo.

ALEJANDRO. (La toma por el brazo y la abraza.) Un momento, un momento, aún no te he dado un abrazo esta mañana. (Se abrazan.) ¡Hum! ¡Qué bien hueles tú también!

(La mujer sale afuera y va trayendo la comida poco a poco mientras escuchamos en voz en off a Alejandro. Lo primero que traerá será un plato con una papaya bien grande y después leche, zumos, pan, cereales, mermelada, etc.)

ALEJANDRO. (Voz en off.) ¡Oh, no, papaya! Mira que no hay frutas en el mundo que sólo ha puesto la única que no me gusta… Bueno, tampoco tengo que comerla, hay más cosas en la mesa para desayunar y no quiero estropear este día con un comentario negativo…

SARA. Ya está todo. Bueno, ¿desayunamos? (Se sienta.)

ALEJANDRO. Sí, dame tu mano, vamos a orar. “Querido padre, gracias por este primer día en nuestra casa, por Sara y por el desayuno que con tanto cariño ha preparado. Amén.”

(Comienzan a desayunar y Sara corta la papaya en dos y le da una mitad con la más dulce y tierna mirada posible.)

SARA. Toma, mi amor. (Se le queda mirando.)

ALEJANDRO. (En voz en off.) ¿Cómo no me voy a comer esa papaya si la mujer más bonita del mundo me la está ofreciendo con esos ojitos?

SARA. ¿Pasa algo, cariño?

ALEJANDRO. No, no, dame tu mano. (Se la besa.) Sólo quería decirte que eres la mujer más linda de este mundo y yo el hombre más afortunado.

(Se apagan las luces y volvemos a la situación del día anterior. Alejandro se despierta y encuentra el desayuno ya lista. Entra su mujer en escena.)

SARA. ¡Buenos días!

ALEJANDRO. ¡Cariño! Yo pensaba sorprenderte hoy pero te has vuelto a adelantar…

SARA. ¡Ja, ja! ¡Vas a tener que madrugar más que yo…! Vamos, siéntate a la mesa.

ALEJANDRO. No sin darte antes el abrazo de buenos días. (Se abrazan.) ¡Hum! ¡Qué bien hueles, como las rosas del jardín!

SARA. ¡Ja, ja! Tengo un marido poeta.

ALEJANDRO. No, sino romántico.

(Sara se ríe y ambos se sientan a la mesa.)

ALEJANDRO. (Voz en off.) ¡Oh, no, papaya!

SARA. ¿Pasa algo, mi amor?

ALEJANDRO. No, no… ¿quieres orar tú hoy?

SARA. Claro.

(Se toman de las manos y la esposa ora. No escucharemos lo que dice porque habrá música de fondo pero vemos cómo mueve los labios y aun cierto punto terminan la oración. Sara toma la papaya, la corta en dos y le da una mitad a él.)

ALEJANDRO. ¿A ti te gusta mucho la papaya, verdad?

SARA. Para mí no existe desayuno sin papaya.

(Música de fondo, se apagan las luces y se encienden de nuevo. La escena se congela y Alejandro se levanta de la mesa, toma un micrófono y se dirige a la audiencia como si estuviera dando una predicación.)

ALEJANDRO. En ese momento cerré los ojos y traté de imaginar el resto de mi vida. (Pausa.) Un día voy a tener que decirle que no me gusta la papaya pero hoy día no podía decírselo porque la amo, no podía dejarla triste. Y el otro día comí papaya, y el otro, y el otro, y ya pasaron 24 años de eso. Si me preguntasen hoy en día cuál es la fruta que más me gusta yo les diría: “la papaya”. (Pausa.) Yo no sé cuándo me comenzó a gustar la papaya, yo no sé cuándo empecé a tomarle sabor, yo sólo sé que aprendí a comer papaya por amor a una chica. Yo no sé si ustedes están entendiendo lo que les quiero decir… Cuando comencemos nuestra caminata con Jesús vamos a descubrir que hay muchas cosas que a Él le gustan y a nosotros no nos gustan. ¿Qué hacer? Pero ahí está, yo mira la cruz del Calvario, veo todo lo que Él hizo por mí, veo el sufrimiento, la muerte, la sangre, las lágrimas… y ahora, ¿no voy a poder comer papaya delante de todo el amor que tengo por Él? ¿Qué es eso? Y todas las cosas comienzan a encajar en la vida. Yo no digo que cuando tú te apasiones por Jesús te va a encantar hacer todo lo bueno. ¡No, no! Porque la naturaleza muerta dentro de nosotros todavía nos jala para las cosas malas pero por amor a Jesús nosotros somos atraídos a Él. Esas cosas que nos parecían imposibles de hacer, comienzan ahora a ser hechas.

lunes, 30 de abril de 2012

Papel de la Madre: Hablando de la Biblia



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La madre en el Antiguo Testamento
       Comenzando en Génesis 17:16 que nos dice: "Y la bendeciré, y también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella." ya encontramos la importancia de la mujer como madre.

       Que decir de uno de los pasajes más bello en cuanto al amor de pareja Isaac y Rebeca, desde el principio Abraham dio muestras de considerar a la madre en la relación de los hijos; Génesis capítulo 24 nos dice de ellos y en sus inicios: "Era Abraham ya viejo, y bien avanzado en años; y Jehová había bendecido a Abraham en todo. Y dijo Abraham a un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo, y te juramentaré por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito; sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Isaac... tenemos que este dio regalos a la madre de rebeca... también dio cosas preciosas a su hermano y a su madre. "

       En Éxodo nos encontramos de la importancia para Dios la madre, dándonos mandamientos con promesa "Ex. 20:12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da."   Seguimos en el mismo libro dando Dios más importancia a la madre 21:15, "El que hiriere a su padre o a su madre, morirá." al igual que el 17 "... el que maldijere a su padre o a su madre, morirá.

       Pasando a Deuteronomio y precisamente el capítulo 21 y versículos 18 al 21 tenemos la autoridad que Dios le da a la madre en la enseñanza al hijo "Si alguno tuviere un hijo contumaz y rebelde, que no obedeciere a la voz de su padre ni a la voz de su madre, y habiéndole castigado, no les obedeciere; el 19 dice entonces lo tomarán su padre y su madre, y lo sacarán ante los ancianos de su ciudad, y a la puerta del lugar donde viva; 20 y dirán a los ancianos de la ciudad: Este nuestro hijo es contumaz y rebelde, no obedece a nuestra voz; es glotón y borracho..." Una autoridad a la par o de igual forma que al Padre en cuanto a autoridad en la educación y castigo hacia sus hijos.

        En 1ra. de Samuel vemos del amor de la madre y su diligencia para con sus que haceres (vestuarios) 1ra. de Sa. 2:19 nos dice "Y le hacía su madre una túnica pequeña y se la traía cada año, cuando subía con su marido para ofrecer el sacrificio acostumbrado..."

       El libro de los Salmos igual forma nos habla de la bendición que nos da Dios en el caso de algunas madres que no podían tener un hijo... Sal. 113:9 "El hace habitar en familia á la estéril, gozosa en ser madre de hijos. Aleluya."

       Proverbios por otro lado habla de la sabiduría de la madre en cuando a consejos... "Y no desprecies la dirección de tu madre, no dejes la enseñanza de tu madre; y cuando ella, aun allá sigue su sabiduría como tal "... si envejeciere, no la menosprecies."

       Por el lado de Eclesiastés nos habla de como ellas son nuestro primer contacto de amor y cuidado "como salió del vientre de su madre, desnudo...", de igual forma Cantares nos sigue dándolo a conocer ..."Allí tuvo tu madre dolores, allí tuvo dolores la que te dio a luz. Mamó los pechos de mi madre"

       El profeta Isaías nos sigue revelando nuestra relación con ellas, donde Dios tiene parte; en 49:1 "Oídme, costas, y escuchad, pueblos lejanos. Jehová me llamó desde el vientre, desde las entrañas de mi madre tuvo mi nombre en memoria."

       Creemos que Dios a dejado algo muy especial en el sentimiento hacia una madre, que él lo compara en Is. 66:13 a una de sus manifestaciones de su consuelo "...como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros... 

Tenemos en el Nuevo Testamento
       Ahora bien en el N.T. y específicamente en Mateo 19:18 el mismo Señor Jesucristo nos reitera de sus propios labios la importancia de una madre y nos dice "...Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio.19:19 Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo."

       En Marcos vemos el cuidado de una madre Mr. 16:1 "Cuando pasó el día de reposo, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle."

       La obediencia a Dios sobre a otras personas lo vemos en Elizabeth "Aconteció que al octavo día vinieron para circuncidar al niño; y le llamaban con el nombre de su padre, Zacarías; pero respondiendo su madre, dijo: No; se llamará Juan."

       El sentirse orgullosa de sus hijos lo vemos en Lc. 2:33 "Y José y su madre estaban maravillados de todo lo que se decía de él." y la respuesta de un hijo a una madre, como la importancia de un hijo de la madre, versículo 51 "Y descendió con ellos, y volvió a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón."

       En Lucas vemos el amor de Dios hacia una madre con necesidad, Lc. 7:11-15 "11 Aconteció después, que él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con él muchos de sus discípulos, y una gran multitud. 7:12 Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad. El 13 Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores, 14 Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate. 7:15 Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre."

       Como una madre se ve incluida en el ministerio de un hijo, lo vemos en Lucas 8:19-20 donde María la Madre de Jesús acude con sus otros hijos a donde se encontraba "Entonces su madre y sus hermanos vinieron a él; pero no podían llegar hasta él por causa de la multitud. Y se le avisó, diciendo: Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte."

       Como dentro del primer grupo de mujeres que anuncio la resurrección de Jesús estaba una madre, Lc. 24:10 "Eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas, quienes dijeron estas cosas a los apóstoles."

       La unidad, permanencia, cuidado de una madre hacia un hijo que este aprecia Jn. 2:12 "Después de esto descendieron a Capernaum, él, su madre, sus hermanos y sus discípulos; y estuvieron allí no muchos días."

       Jesús siempre ha dado importancia en todo momento a una madre, aquí vemos que la fe, el cuidado, la dedicación, etc. de una madre le hacen ser parte de uno de los prodigios y milagros que hizo cuando estuvo en la tierra de israel; leemos en Lc. 8:51 "Entrando en la casa, no dejó entrar a nadie consigo, sino a Pedro, a Jacobo, a Juan, y al padre y a la madre de la niña.

       Dentro de la vida familiar de nuestro Señor Jesucristo, la presencia integral de la familia y su madre era reconocida en el lugar donde vivían, tenemos en Juan "Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido?".

       En los momentos difíciles la presencia de la madre sin dudas se hace real "Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofás, y María Magdalena."

       El sacrificio de una madre se hace presente en Jesús, pidiendo el cuidado de ella porque que se ausentaba físicamente, "...cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa."

       La madre, prueba de su devoción, compromiso y fe, leemos en Hechos 1:14 "Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos."

       Pablo reconociendo la integridad de una madre en Roma, a la cual llama como "...y mía", Ro. 16:13 "Saludad a Rufo, escogido en el Señor, y a su madre y mía. "

       Nuevamente el reconocimiento del valor de una madre y la promesa a cambio Ef. 6:2 "Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa.."

       Finalmente vemos en la Biblia a una madre de fe; la madre de Timoteo 2da. Ti. 1:5 "trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.


 

domingo, 29 de abril de 2012

Libretos para el Dia de la Madre: lecciones para la Escuela Dominical


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10 Minutos y 6 Personajes. Es el día de la madre y parece que la familia de la protagonista se ha olvidado de ella...


UN DÍA DE LA MADRE

PERSONAJES

MAMÁ
PAPÁ
HIJO
HIJA
VECINA
ESPOSO


(Es el día de una madre, común y corriente, con sus obligaciones y deberes, pero sazonado con algo especial.)

ESCENA 1

(Comienza el día, la esposa se levanta para despedir a su marido, se queda en pie y comienza a hacer las cosas, luego se despiertan los niños y los manda al colegio.)

MAMÁ. Le voy a preparar el desayuno a mi chanchito para que vaya a trabajar.

PAPÁ. Gracias, mi amor, ¡eres la esposa perfecta! Que Dios te siga dando hoy siempre ese espíritu de sacrificio.

MAMÁ. Las cosas que me dice, yo siempre lo voy a cuidar... Ya, mejor váyase que va a llegar atrasado. (Se despide con un beso.)

MAMÁ. Chao... (En tono de no comprensión) Si supieras, amor, tengo que trabajar igual que tú sólo que yo lo hago en la casa.

(Se levantan los niños y llegan donde la mamá listos para irse al colegio.)

MAMÁ. (Está haciendo el aseo y ordenando.)

HIJA. Ya, mamita, estamos listos para irnos al colegio... pero el Felipe no se apura, siempre llegamos atrasados por su culpa.

HIJO. (Llega desordenado y con cara de sueño.) Tengo sueño... Me puedo acostar un ratito más.

MAMÁ. No, flojonazo, se me arregla y parte al colegio con su hermana.

HIJA. Ya, po' Felipe apurémonos o si no nos van a castigar.

HIJO. Pero si es temprano, (insistiendo) ¡un minutito más!

MAMÁ. (Se mira el reloj.) Mira la hora que es, se me van al tiro al colegio (les da un besito y los despide.)

(Se queda sola en casa, pone un casette cristiano canta y comienza a hacer las cosas.)

(Pasa un letrero mostrando las 12:00 horas. Esto sin cierre de telón.)

MAMÁ. (Está barriendo cuando llega una vecina muy apurada pidiendo ayuda.)

VECINA. Vecinita, vecinita, ayúdeme, por favor... (con voz de horror) el arroz se me echó a perder.

MAMÁ. Pero, cuéntame, Sandrita, ¿qué te pasó?

VECINA. Dejé el arroz puesto en la cocina y cuando lo fui a ver estaba todo pegado y duro y malo, etc.

MAMÁ. Pero, ¿cómo lo hiciste?

VECINA. (Con voz de ingenua.) Yo me acordaba que era una taza de agua por dos de arroz y nada más.

MAMÁ. Pero, ¡cómo se te ocurre! ASí no es, son dos de agua por una de arroz.

VECINA. Con razón me quedó tan duro… Pero no importa porque al pancho le dejé un plato de porotos con mazamorra que me quedaron de ayer.

MAMÁ. ¿Con mazamorra?

VECINA. Sí, ayer le eché harto choclito.

MAMÁ. ¡Eso fermenta! Tu marido se va a enfermar.

(En eso llega el marido gritando de dolor.)

ESPOSO. Permiso, vecina, Sandrita, ¿qué le echó a la comida? Me duele mucho la guata.

VECINA. Nada, panchito, vamos para la casa, ahí le explico... (Se acerca a la mamá y le dice como secreteando.) Eran dos de agua por una de arroz, ¿cierto?

MAMÁ. Sí, vecina, vaya tranquila, si hay algún problema me llama.

(Suena el teléfono.)

MAMÁ. ¿Haló? Hola, pastora, que Dios le bendiga, dígame. Claro, sí, me acuerdo que hoy me toca el tema en las Dorcas. Estoy terminando de hacer las cosas para darle la última repasadita. Acuérdese que tiene que llevar el queque para vender. No, no puedo quedarme conversando, tengo muchas cosas que hacer. Bueno, entonces nos vemos en la iglesia... que Dios le bendiga.

/Llega la hora del almuerzo. Tiene la mesa puesta y todo listo para recibir a sus hijos.)

HIJA. Hola, mamita, me saqué un 7.

HIJO. Hola, mamá, me anotaron por quedarme dormido en la clase, tienes que ir el viernes a ver al profesor jefe.

MAMÁ. Otra vez lo mismo... no importa, después hablamos, ahora siéntense a comer... alguien trajo tarea.

(Los dos levantan la mano enérgicamente.)

MAMÁ. Cuando llegue de las Dorcas les voy a ayudar a hacerlas. Ahora terminen levanten sus platos y reposen y se ponen a estudiar y si no entienden yo les ayudo cuando lleguen... de ahí pueden salir a jugar, ahora yo me voy a las Dorcas después nos vemos.
(Ella se va y pasa un letrero con las 18:00 horas, esto sin cierre de telón. La mamá llega a su casa y la están esperando sus hijos.)

HIJA. Que bueno que llegó teníamos mucha hambre.

HIJO. Danos, tesito al tiro, por favor.

(Mientras ellos le hablan ella se pone el delantal para hacer las cosas.)

MAMÁ. Enseguida les sirvo... ¿a quién le ayudo con las tareas?

HIJO. Yo no entiendo castellano.

MAMÁ. Que no entiende... cuénteme.

HIJO. El profesor dijo que ayer se escribía sin "h" y hoy se escribe con "h".

HIJA. Sí, mamá, los profesores son más enredados, andan preguntando cosas de cuando uno ni nacía.

MAMÁ. Ahí, hijitos, siempre tan enredados.

(Llega el papá, los hijos van corriendo a saludarlo, ella se pone a atenderlo, le saca la chaqueta, lo sienta, le hace masaje en las sienes y le sirve un tesito.)

MAMÁ. Quiere que le sirva algo más.

PAPÁ. No, gracias, mi amor.

MAMÁ. Entonces, me voy a poner a planchar.

(Saca la tabla, la plancha, la ropa y comienza a planchar.)

(En eso pasa el letrero de las 24:00 horas. Esto sin cierre de telón. La familia se va a despedir para irse a acostar, dejándola sola.)

MAMÁ. (Sentada.) Se fueron todos a acostar, tienen que estar muy cansados, mi chanchito trabaja todo el día para poder mantenernos, y mis niños tan duraznos que salieron para el estudio pero ya van a aprender... (Suspiro profundo.) Estoy tan cansada, me duelen las piernas y los hombros, pero cuando me acueste voy a descansar. Hoy estaban todos tan apurados que parece que se les olvidó que era el día de la madre, pero no importa, yo igual los sigo queriendo.

(Sentada se dispone a orar sobre la mesa.)
MAMÁ. Gracias Padre por este día que me das, por mi familia, mi vida, mi hogar, por los alimentos que nunca faltan, gracias por todo esto. Sólo te pido que me des fuerza para seguir adelante, mi familia me necesita y quiero estar ahí para ayudarlos, dame más años de vida para poder ver crecer a mis hijos y más tiempo para cuidar a mi esposo... es lo único que te pido.

(Mientras ella estaba orando su familia le deja una flor y una carta y se van. La mamá lee la carta.)

CARTA: En las fuerzas de tus manos
descansa nuestra alegría.
en la dulzura de tu voz
está nuestro corazón,
y en la profundidad de tu mirada
se encuentra nuestra esperanza.

Dios te bendiga, madre, de tu esposo e hijos.

(Luego todos salen y le dan un gran abrazo.)





Para la Escuela Dominical: Obras para el Dia de la Madre


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Día de la madre - Obras sugeridas

DÍA DE LA MADRE- UN DIA ESPECIAL

AMOR IRREFLEXIVO 8 Minutos y 4 Personajes + Extra. Una joven se siente indecisa frente a las proposiciones de un joven que tiene mala fama.
AMOR Y OBSEQUIOS 10 Minutos y 6 Personajes. La madre de la familia Rabito piensa que sus hijos se han olvidado del día de la madre... El mejor regalo que podemos dar a nuestras madres no es el que podemos comprar en un negocio, sino el que le entregamos desde lo más profundo de nuestro corazón.
BUSCANDO UNA REINA 15 Minutos y 11 Personajes. Tributo a la labor de las madres.
EL REY BUSCA UN TESORO 15 Minutos y 9 Personajes. Un rey va en busca de un tesoro. En su camino pregunta a diversos personajes y un niño le muestra cuál es el mejor tesoro: su madre.
LA MADRE ES MUY EXIGENTE 10 Minutos y 2 Personajes. Dos chicas se quejan de sus madres pero al final, si tuvieran que elegir a una madre volverían a elegir a la suya.
LA MADRE Y PROVERBIOS 31 10 Minutos y 5 Personajes. Trabajo de la madre en la casa y ciudado de su familia.
LA VISITA 6 Minutos y 2 Personajes. Una anciana está siempre esperando las visitas de su hija.
UN DÍA DE LA MADRE 10 Minutos y 6 Personajes. Es el día de la madre y parece que la familia de la protagonista se ha olvidado de ella...


 

El Papel de La mujer en la Biblia: Maria madre de Jesus


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“Y dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón”.

Maria Madre de Jesús

Maria tuvo que haber sido una mujer integra y de corazón sincero, sino de otro modo Dios no se hubiera fijado en ella como para ser el instrumento que Dios utilizara para traer a Jesús al mundo.


Por un momento imagínate que de la noche a la mañana Dios te diga: "Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS" (Lucas 1:31), realmente es para asustarse, más aun cuando ni siquiera había conocido varón. Pero Maria pese a la impresión que a lo mejor llevo sobre las palabras que Dios le hablo por medio de un ángel supo comprender los propósitos que Dios tenia.

De la vida de Jesús de su niñez y su juventud no se menciona mucho en la Biblia, pero te aseguro que Maria jugo un papel importante para que Jesús creciera en un ambiente en donde el propósito de Dios para su vida fuera claro.

No creas que Jesús no necesito de una madre que lo amamantara, que lo cuidara, que le enseñara a comer, caminar, bañarse, etc. Todas las funciones básicas de una madre las cumplió Maria y seguramente era un enorme privilegio para ella ver como el Hijo de Dios iba creciendo cada día y aprendiendo mas cosas.

Jesús tuvo que haber amado a su madre quizá hasta mas de lo que nosotros mismos amamos a la nuestra, para Jesús a de ver sido duro el hecho de ver como su madre estaba presenciando su muerte, pero Jesús amando de gran manera a su madre se acordó de ella aun en la cruz "Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba, que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa" (Juan 19: 26, 27).

¿Imagínate? era tal el amor de Jesús por su madre que aun en su lecho de muerte cuido de ella, ese es un ejemplo mas a seguir.

¿Será que nosotros estamos siendo tan amorosos con nuestra madre?, ¿Será que estamos cuidando de ella?, Muchas veces decimos ser cristianos y buenos servidores, pero nos estamos olvidando de nuestra madre y de lo amorosa que ella fue en nuestros primeros años de vida, de como nos enseño muchas cosas y de como tuvo paciencia con nosotros.

A través de la vida de Jesús podemos aprender lo importante que es una madre en el crecimiento y aprendizaje de un hijo y más aun lo importante que tiene que ser para nosotros como hijos tener el cuidado y amor hacia nuestra madre.

Es por esa razón que los motivo y me motivo a mi mismo a que cada día que podamos abracemos a nuestra madre y le digamos lo agradecidos que estamos del cuido que a tenido para con nosotros y de lo orgullosos que estamos que ella halla sido la elija para ser el instrumento que Dios utilizo para que nosotros estemos acá.

En estos días tan especiales en donde la madre es honrada no olvidemos que todo lo que sabemos lo tuvimos que aprender y que nuestra madre jugo un papel importante para que seamos lo que ahora somos.


Dios sabia de la importancia de una madre, por esa razón hizo que su Hijo Jesús experimentara el amor de una.




 

Reflexion: En ese dia tan especial


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Hola mama:
Pensar en ti siempre me ha dado fuerza. He visto y sentido a través de los años esa fuerza interior que llevas. Ese ímpetu que tienes para superarte y seguir hacia adelante ante las tormentas de la vida siempre me han inspirado.
Hoy se celebra el “Día de las Madres” y yo no tengo mucho que darte. Pero a través de estás letras quiero dejar impreso todo ese amor que siento por ti. Quiero que sepas que vivo muy orgullosa de que seas quien eres. No eres perfecta, de hecho nadie lo es, pero creo que eres el regalo más maravilloso que Dios me dio. No eres mi madre por casualidad, Dios te escogió para mí.
El proverbista decía que “la mujer que teme a Jehová, esa será alabada”. Y tú como sierva de Dios siempre me has dado un buen ejemplo. Tu confianza en Dios y en las cosas que él hace es tan plena y certera que cuando he pasado por el valle de las sombras y de la muerte, recuerdo toda esa fe, esa fuerza y trato de seguir adelante.
Tantas veces que sin querer te he fallado. Y sabes bien que no soy persona que le guste prometer para luego no cumplir. Más una de mis peticiones a Dios es poder honrarte siendo una mejor hija, siendo un mejor ser humano. Trato de luchar con los desafíos que la vida me presenta y aunque no siempre es fácil, si hasta aquí lo he logrado, mucho tienes que ver tú en ello.
Madre en este día solo puedo decirte que por ese amor tan profundo que sentimos mutuamente yo trataré de ser siempre una persona mejor. Que viviré encaminada a cumplir con los sueños que Dios ha trazado y depositado en mi corazón.
Gracias por ser ese soporte en mi vida, esa luz, esa guía. Gracias por tu corrección y por tus consejos. Por permanecer ahí siempre conmigo, apoyarme y consolarme cuando lo he necesitado. Pero sobre todo gracias por esas oraciones que haces al Dios del cielo para que me cuide y siempre me proteja. Y por ese amor incondicional…




 
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